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El viernes en la noche, en el evento clave del festival, se conocieron los ganadores del Pre- mio GABO, en las categorías de Innovación (“El hábito de la mordaza”, de Germán Andino, Honduras), Imagen (“Buscadores en un país de desaparecidos”, de Consuelo Morales y su equipo, México), Texto (“Historia de un paria”, de Jorge Carrasco, Cuba) y Cobertura (“El mapa de la muerte: 15 años de homicidios en Cali, de Ossiel Villada y su equipo, Colombia). EL MEJOR PERIODISMO IBEROAMERICANO A 14 DOMINGO 1 DE OCTUBRE DE 2017 CULTURA E n Medellín, Colombia —en medio de las disputas por el tratado de paz con las FARC, de una huelga de pilotos de Avian- ca, de la posible extradición des- de Miami de un ex ministro con- denado a 17 años de cárcel por corrupción, y del próximo parti- do de la selección colombiana de fútbol— hubo una pausa para que el periodismo se piense jun- to a la cultura, las nuevas tecno- logías, la política, la literatura, la violencia, la ciudadanía en con- versaciones, talleres y muestras. Ayer terminó la quinta ver- sión del Premio y Festival Ga- briel García Márquez de Perio- dismo o, simplemente, Premio y Festival GABO (así, en letras mayúsculas). El gran evento anual del periodismo iberoame- ricano que organiza la Funda- ción Gabriel García Márquez pa- ra el Nuevo Periodismo Iberoa- mericano, fundada por el Nobel colombiano. En las distintas sedes del evento, en el hotel donde esta- ban los invitados, o en algunas de las comidas, con sol y calor, lluvia, rayos y truenos, se vio ca- minar, conversar, reír, comer, entrevistar o ser entrevistado, oír alguna conferencia, correr para no perder el transporte a periodistas, novelistas, poetas, cuentistas, fotógrafos, cineastas. Incluso estuvo el periodista- historietista maltés Joe Sacco, conocido por sus reportajes grá- ficos sobre grandes conflictos contemporáneos, como “Notas al pie de Gaza” o “Gorazde: zo- na protegida”, en la mesa “Pe- riodismo en cómic para un mundo visual”. UNA NOVELA VENEZOLANA En América Latina, el perio- dismo literario viene de los poe- tas, no de los narradores: desde José Martí y Rubén Darío. Eso dijo el cronista argentino Rober- to Herrscher, durante la conver- sación “Periodismo y literatura: una cuestión eterna”, en la que lo acompañaron el periodista portugués Adelino Gomes, el novelista, poeta y periodista ve- nezolano Alberto Barrera Tyszka, y la periodista colom- biana Ana Cristina Restrepo, quien moderó el diálogo. Barrera habló de su descon- fianza ante “las etiquetas y los géneros que dividen la escritu- ra”. No tanto porque sea lo mis- mo relatar un hecho que inven- tar uno, sino por los cambios que vive la escritura con el paso del tiempo. ¿Ejemplo? Hoy en Venezuela “1984” de Orwell “es una novela realista”, dijo. Aun- que, un rato después, Gomes advirtió: “Me parece que hoy la única cosa que no podemos ha- cer es confundir periodismo li- terario con la sola subjetividad, que es el problema de los pere- zosos, de los que no les gusta trabajar”. CINCUENTA AÑOS DE SOLEDAD García Márquez encarnó —sin pereza— la doble identi- dad de literatura y periodismo. Por eso, y porque es el santo pa- trono del festival, no podía que- dar fuera del mismo cuando “Cien años de soledad” cumple medio siglo. Guiados por el es- critor colombiano Jorge Franco, sus colegas Wendy Guerra (Cu- ba), Guadalupe Nettel (México), Sergio Ramírez (Nicaragua) y Darío Jaramillo (Colombia) con- versaron sobre “El gozo omni- presente” de la novela. En una hora, en el Jardín Botá- nico de Medellín, se habló de la fascinación de García Márquez por las anomalías y de que gra- cias a “Cien años de soledad” la literatura latinoamericana “salió de su aislamiento macondiano” (Nettel). De cómo se esperaba en Bogotá la llegada del libro, pu- blicada en Buenos Aires e inme- diatamente exitosa, y de sus vir- tudes como poesía (Jaramillo). Guerra contó que ella primero lo oyó, gracias a las lecturas que hizo su madre en un programa de radio, y que luego la leyó en una copia que el poeta José Leza- ma Lima le regaló a su madre. Ramírez dijo que al leer la histo- ria de los Buendía temió empe- zar a escribir así. Con eso, claro, estaba reconociendo la grandeza de una obra que, según él, está fuera del canon. O está en el del Quijote, el de las novelas que contienen muchas novelas: “Es a la vez una novela bananera, de amor, sobre las guerras inútiles de América Latina, judicial…”. O sea, más o menos los temas del periodismo, ¿o no? La fiesta del periodismo mágico Ayer terminó el encuentro que, desde 2013, anualmente reúne a periodistas, escritores, fotógrafos, cineastas para ver y hablar de las muchas maneras en que se pueden contar historias. PREMIO Y FESTIVAL GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: JUAN RODRÍGUEZ M. Desde Medellín Conversatorio de periodismo y literatura con la periodista Ana Cristina Restrepo (Colombia), el cronista Roberto Herrscher (Argentina), el novelista Alberto Barrera Tyszka (Venezuela) y el periodista Adelino Gomes (Portugal). JOAQUÍN SARMIENTO Mesa redonda sobre “Cien años de soledad”. Participaron, entre otros, los escritores Darío Jaramillo (Colombia) y Wendy Guerra (Cuba). JOAQUÍN SARMIENTO U na de las característi- cas de la pluma de Je- an Echenoz (1947) es que sus novelas, que algunos tildan de “geográficas”, ofrecen excursiones literarias a sitios extremos del planeta, re- curriendo bastante al lenguaje del cine, de la música o de las ar- tes visuales. En la última, “En- viada especial” (publicada en es- pañol por Anagrama), el grueso de la trepidante acción se con- centra en Corea del Norte, don- de los personajes tienen por mi- sión desestabilizar este país; mientras otro de los numerosos actores de esta obra coral viaja por negocios a un exótico Chile. No obstante, Echenoz sí se fo- calizó en personajes y sus topo- grafías cuando abordó las vidas de Maurice Ravel, Emil Zátopek y Nikola Tesla, en “Ravel”, “Co- rrer” y “Relámpagos”, respecti- vamente. También en su home- naje a su fallecido editor, “Jérô- me Lindon”, todas obras de es- cueta, emotiva y cruda escritura. En “Enviada especial” —que fue precedida por la selección de cuentos “Capricho de la reina”, donde recopila textos publica- dos previamente—, Echenoz vuelve al género en el que debu- tó, el policial. Mas, el humor con que lo aborda atenúa el tono ne- gro de la obra, dotándola inclu- so de un sabor a comedia que se suma al vértigo propio de estas novelas. “Estoy muy consciente de que este libro tiene más de comedia que de otro género. Esto no era involuntario”, confirma Jean Echenoz, desde París. El autor, de estilo minimalista y de pocas palabras, explica que el humor y la ironía no son sino “mi forma de hacer las cosas”. —Luego de su elogiada trilo- gía sobre famosos, usted retoma una novela policial o de aventu- ras, muy contemporánea. ¿An- helaba volver a escribir sobre la actualidad? “Antes de esta serie de ‘vidas imaginarias’, mis novelas siem- pre se llevaban a cabo en el tiem- po en el que eran escritas. Tuve ganas, en efecto, de regresar al tiempo presente. Temía, por otra parte, que los relatos bio- gráficos o las evocaciones histó- ricas tomaran demasiado lugar en mi trabajo y que se volvieran fáciles de construir”. —¿Con el particular narrador de “Enviada especial” buscaba una complicidad con el lector? “Quería efectivamente que otra voz, o más bien que varias otras voces diferentes pudieran hacerse oír, independientemen- te de las de los personajes. Estas podían aportar el punto de vista del narrador, pero también po- dían venir de un testigo de paso, de un eventual lector, de cual- quier comentarista. Es una de las libertades que tenía ganas de darme en esta novela”. —Respecto de Corea del Norte, los personajes conclu- yen que a todos conviene que nada cambie. ¿Su comedia poli- cial en cierta forma parodia la comedia política que se juega en el mundo? “No es una parodia realmen- te. Acontecimientos recientes permiten suponer que la situa- ción en esta región del mundo no va a cambiar de aquí a un buen tiempo más, pero nunca se sabe y, de todas formas, no creo ser un comentarista político muy competente”. —En “Enviada especial” un personaje viene a Chile y dice: “Tienes géiseres, tienes pingüi- nos, tienes un montón de cosas así”. ¿Le atrae, literariamente, Chile? “Conozco demasiado poco Chile para poder hablar con propiedad. La frase que usted cita es deliberadamente superfi- cial y fue hecha más para ahon- dar en el personaje que en el país que evoca; de hecho, es un per- sonaje más bien frívolo… Lo que me puede atraer de Chile son lugares que a menudo son generadores de ficción, más que los personajes”. —Volviendo a sus obras sobre famosos, durante su última veni- da a nuestro país aún no se en- contraba “Relámpagos”, inspi- rada en la vida del inventor Ni- kola Tesla. ¿Otro hombre solo? “Es cierto que el punto común entre estas tres trayectorias que relato es una gran soledad y, de una cierta manera, el haber sa- crificado su vida por su arte, su pasión”. —Usted describe minuciosa- mente, tanto en Ravel como en Tesla, sus manías. ¿Son como el reverso de sus dones? “Creo que es tal vez una di- mensión neurótica que se ins- cribe en su relación con el mun- do y que sin duda forma parte de la construcción de su obra. Pero la psicología no me intere- sa mucho”. —¿Estos tres hombres tienen alguna relación con usted? “No, estos personajes no tie- nen nada que ver conmigo. Los escogí porque me intrigaban, es todo”. —Usted ha dicho muchas ve- ces que no volverá a escribir so- bre la vida de otros. Si lo hiciera, ¿de quién escribiría? “En este momento no tengo ganas de seguir escribiendo so- bre una vida. Pero podría, qui- zás, abordar la vida ficcional de alguien que escribe sobre una vi- da. Ya veremos”. —¿Está en otro proyecto lite- rario actualmente? “Sí, estoy dedicándome a un libreto de ópera, adaptado de una de mis obras”. Si la alianza entre escritura y música parece fructífera en el autor de “Ravel”, o de “Al pia- no” —cuya madre y abuelos to- caban piano, y él, en su juven- tud, contrabajo—, Echenoz no opina igual. “La música ha sido muy importante en mi vida, pe- ro no especialmente en mi litera- tura”, concluye. Tras una celebrada trilogía de novelas basadas en vidas de personajes famosos, Echenoz vuelve a la carga con una novela policial con tintes de comedia, “Enviada especial”, ya en librerías del país. La comentará, entre otras obras, el 3 de octubre en la Universidad Diego Portales, y el 4, en el Instituto Francés de Chile, que apoyó su venida. MARILÚ ORTIZ DE ROZAS Jean Echenoz. “Estoy muy consciente de que este libro tiene más de come- dia que de otro género. Esto no era involuntario”, dice ALEX VALDÉS “Enviada especial”, su última no- vela, ya está en librerías chilenas. AGENDA ECHENOZ: 3 de octubre, 11:30 horas, Cátedra abierta en homenaje a Roberto Bolaño, U. Diego de Portales, Vergara 240, Santiago. 4 de octubre, 19:00 horas, Instituto Francés de Chile (en francés), Francisco Noguera 176, Providencia. En ambas conversará con Mauricio Electorat. El escritor Jean Echenoz y su regreso al presente

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Page 1: A14 CULTURA DOMINGO 1 DE OCTUBRE DE 2017 El ......diatamente exitosa, y de sus vir-tudes como poesía (Jaramillo). Guerra contó que ella primero lo oyó, gracias a las lecturas que

El viernes en la noche, en el evento clave delfestival, se conocieron los ganadores del Pre-mio GABO, en las categorías de Innovación(“El hábito de la mordaza”, de Germán Andino,Honduras), Imagen (“Buscadores en un país

de desaparecidos”, de Consuelo Morales y suequipo, México), Texto (“Historia de un paria”,de Jorge Carrasco, Cuba) y Cobertura (“Elmapa de la muerte: 15 años de homicidios enCali, de Ossiel Villada y su equipo, Colombia).

EL MEJOR PERIODISMO IBEROAMERICANO

A 14 DOMINGO 1 DE OCTUBRE DE 2017CULTURA

En Medellín, Colombia —enmedio de las disputas por el

tratado de paz con las FARC, deuna huelga de pilotos de Avian-ca, de la posible extradición des-de Miami de un ex ministro con-denado a 17 años de cárcel porcorrupción, y del próximo parti-do de la selección colombiana defútbol— hubo una pausa paraque el periodismo se piense jun-to a la cultura, las nuevas tecno-logías, la política, la literatura, laviolencia, la ciudadanía en con-versaciones, talleres y muestras.

Ayer terminó la quinta ver-sión del Premio y Festival Ga-briel García Márquez de Perio-

dismo o, simplemente, Premio yFestival GABO (así, en letrasmayúsculas). El gran eventoanual del periodismo iberoame-ricano que organiza la Funda-ción Gabriel García Márquez pa-ra el Nuevo Periodismo Iberoa-mericano, fundada por el Nobelcolombiano.

En las distintas sedes delevento, en el hotel donde esta-ban los invitados, o en algunasde las comidas, con sol y calor,lluvia, rayos y truenos, se vio ca-minar, conversar, reír, comer,entrevistar o ser entrevistado,oír alguna conferencia, correrpara no perder el transporte aperiodistas, novelistas, poetas,cuentistas, fotógrafos, cineastas.

Incluso estuvo el periodista-

historietista maltés Joe Sacco,conocido por sus reportajes grá-ficos sobre grandes conflictoscontemporáneos, como “Notasal pie de Gaza” o “Gorazde: zo-na protegida”, en la mesa “Pe-riodismo en cómic para unmundo visual”.

UNA NOVELA VENEZOLANA

En América Latina, el perio-dismo literario viene de los poe-tas, no de los narradores: desdeJosé Martí y Rubén Darío. Esodijo el cronista argentino Rober-to Herrscher, durante la conver-sación “Periodismo y literatura:una cuestión eterna”, en la quelo acompañaron el periodistaportugués Adelino Gomes, el

novelista, poeta y periodista ve-n e z o l a n o A l b e r t o B a r r e r aTyszka, y la periodista colom-biana Ana Cristina Restrepo,quien moderó el diálogo.

Barrera habló de su descon-fianza ante “las etiquetas y losgéneros que dividen la escritu-ra”. No tanto porque sea lo mis-mo relatar un hecho que inven-tar uno, sino por los cambiosque vive la escritura con el pasodel tiempo. ¿Ejemplo? Hoy enVenezuela “1984” de Orwell “esuna novela realista”, dijo. Aun-que, un rato después, Gomesadvirtió: “Me parece que hoy laúnica cosa que no podemos ha-cer es confundir periodismo li-terario con la sola subjetividad,que es el problema de los pere-zosos, de los que no les gustatrabajar”.

CINCUENTA AÑOS DE SOLEDAD

García Márquez encarnó—sin pereza— la doble identi-dad de literatura y periodismo.Por eso, y porque es el santo pa-trono del festival, no podía que-dar fuera del mismo cuando“Cien años de soledad” cumplemedio siglo. Guiados por el es-critor colombiano Jorge Franco,sus colegas Wendy Guerra (Cu-

ba), Guadalupe Nettel (México),Sergio Ramírez (Nicaragua) yDarío Jaramillo (Colombia) con-versaron sobre “El gozo omni-presente” de la novela.

En una hora, en el Jardín Botá-nico de Medellín, se habló de lafascinación de García Márquezpor las anomalías y de que gra-cias a “Cien años de soledad” laliteratura latinoamericana “salióde su aislamiento macondiano”(Nettel). De cómo se esperaba enBogotá la llegada del libro, pu-blicada en Buenos Aires e inme-diatamente exitosa, y de sus vir-tudes como poesía (Jaramillo).

Guerra contó que ella primero

lo oyó, gracias a las lecturas quehizo su madre en un programade radio, y que luego la leyó enuna copia que el poeta José Leza-ma Lima le regaló a su madre.Ramírez dijo que al leer la histo-ria de los Buendía temió empe-zar a escribir así. Con eso, claro,estaba reconociendo la grandezade una obra que, según él, estáfuera del canon. O está en el delQuijote, el de las novelas quecontienen muchas novelas: “Es ala vez una novela bananera, deamor, sobre las guerras inútilesde América Latina, judicial…”.

O sea, más o menos los temasdel periodismo, ¿o no?

La fiesta del periodismo mágicoAyer terminó el encuentro que, desde 2013, anualmente reúne a periodistas,escritores, fotógrafos, cineastas para ver y hablar de las muchas maneras enque se pueden contar historias.

PREMIO Y FESTIVAL GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ:

JUAN RODRÍGUEZ M.Desde Medellín

Conversatorio de periodismo y literatura con la periodista Ana Cristina Restrepo (Colombia), el cronista RobertoHerrscher (Argentina), el novelista Alberto Barrera Tyszka (Venezuela) y el periodista Adelino Gomes (Portugal).

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Mesa redonda sobre “Cien años de soledad”. Participaron, entre otros,los escritores Darío Jaramillo (Colombia) y Wendy Guerra (Cuba).

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Una de las característi-cas de la pluma de Je-an Echenoz (1947) esque sus novelas, que

algunos tildan de “geográficas”,ofrecen excursiones literarias asitios extremos del planeta, re-curriendo bastante al lenguajedel cine, de la música o de las ar-tes visuales. En la última, “En-viada especial” (publicada en es-pañol por Anagrama), el gruesode la trepidante acción se con-centra en Corea del Norte, don-de los personajes tienen por mi-sión desestabilizar este país;mientras otro de los numerososactores de esta obra coral viajapor negocios a un exótico Chile.

No obstante, Echenoz sí se fo-calizó en personajes y sus topo-grafías cuando abordó las vidasde Maurice Ravel, Emil Zátopeky Nikola Tesla, en “Ravel”, “Co-rrer” y “Relámpagos”, respecti-vamente. También en su home-naje a su fallecido editor, “Jérô-me Lindon”, todas obras de es-cueta, emotiva y cruda escritura.

En “Enviada especial” —quefue precedida por la selección decuentos “Capricho de la reina”,donde recopila textos publica-dos previamente—, Echenozvuelve al género en el que debu-tó, el policial. Mas, el humor conque lo aborda atenúa el tono ne-gro de la obra, dotándola inclu-so de un sabor a comedia que sesuma al vértigo propio de estasnovelas.

“Estoy muy consciente de queeste libro tiene más de comediaque de otro género. Esto no erainvoluntario”, confirma JeanEchenoz, desde París. El autor,de estilo minimalista y de pocaspalabras, explica que el humor yla ironía no son sino “mi formade hacer las cosas”.

—Luego de su elogiada trilo-gía sobre famosos, usted retomauna novela policial o de aventu-ras, muy contemporánea. ¿An-helaba volver a escribir sobre laactualidad?

“Antes de esta serie de ‘vidasimaginarias’, mis novelas siem-pre se llevaban a cabo en el tiem-

po en el que eran escritas. Tuveganas, en efecto, de regresar altiempo presente. Temía, porotra parte, que los relatos bio-gráficos o las evocaciones histó-ricas tomaran demasiado lugaren mi trabajo y que se volvieranfáciles de construir”.

—¿Con el particular narradorde “Enviada especial” buscabauna complicidad con el lector?

“Quería efectivamente queotra voz, o más bien que variasotras voces diferentes pudieranhacerse oír, independientemen-te de las de los personajes. Estaspodían aportar el punto de vistadel narrador, pero también po-dían venir de un testigo de paso,de un eventual lector, de cual-quier comentarista. Es una delas libertades que tenía ganas dedarme en esta novela”.

—Respecto de Corea delNorte, los personajes conclu-yen que a todos conviene quenada cambie. ¿Su comedia poli-cial en cierta forma parodia lacomedia política que se juegaen el mundo?

“No es una parodia realmen-te. Acontecimientos recientespermiten suponer que la situa-ción en esta región del mundono va a cambiar de aquí a unbuen tiempo más, pero nunca sesabe y, de todas formas, no creoser un comentarista políticomuy competente”.

—En “Enviada especial” un

personaje viene a Chile y dice:“Tienes géiseres, tienes pingüi-nos, tienes un montón de cosasasí”. ¿Le atrae, literariamente,Chile?

“Conozco demasiado pocoChile para poder hablar conpropiedad. La frase que ustedcita es deliberadamente superfi-cial y fue hecha más para ahon-dar en el personaje que en el paísque evoca; de hecho, es un per-sonaje más bien frívolo… Loque me puede atraer de Chileson lugares que a menudo songeneradores de ficción, más quelos personajes”.

—Volviendo a sus obras sobrefamosos, durante su última veni-da a nuestro país aún no se en-contraba “Relámpagos”, inspi-rada en la vida del inventor Ni-kola Tesla. ¿Otro hombre solo?

“Es cierto que el punto comúnentre estas tres trayectorias querelato es una gran soledad y, deuna cierta manera, el haber sa-crificado su vida por su arte, supasión”.

—Usted describe minuciosa-mente, tanto en Ravel como enTesla, sus manías. ¿Son como elreverso de sus dones?

“Creo que es tal vez una di-mensión neurótica que se ins-cribe en su relación con el mun-do y que sin duda forma partede la construcción de su obra.Pero la psicología no me intere-sa mucho”.

—¿Estos tres hombres tienenalguna relación con usted?

“No, estos personajes no tie-nen nada que ver conmigo. Losescogí porque me intrigaban, estodo”.

—Usted ha dicho muchas ve-ces que no volverá a escribir so-bre la vida de otros. Si lo hiciera,¿de quién escribiría?

“En este momento no tengoganas de seguir escribiendo so-bre una vida. Pero podría, qui-zás, abordar la vida ficcional dealguien que escribe sobre una vi-da. Ya veremos”.

—¿Está en otro proyecto lite-rario actualmente?

“Sí, estoy dedicándome a unlibreto de ópera, adaptado deuna de mis obras”.

Si la alianza entre escritura ymúsica parece fructífera en elautor de “Ravel”, o de “Al pia-no” —cuya madre y abuelos to-caban piano, y él, en su juven-tud, contrabajo—, Echenoz noopina igual. “La música ha sidomuy importante en mi vida, pe-ro no especialmente en mi litera-tura”, concluye.

Tras una celebrada trilogía de novelas basadas en vidas depersonajes famosos, Echenoz vuelve a la carga con una novelapolicial con tintes de comedia, “Enviada especial”, ya en libreríasdel país. La comentará, entre otras obras, el 3 de octubre en laUniversidad Diego Portales, y el 4, en el Instituto Francés deChile, que apoyó su venida.

MARILÚ ORTIZ DE ROZAS

Jean Echenoz. “Estoy muy consciente de que este libro tiene más de come-dia que de otro género. Esto no era involuntario”, dice

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“Enviada especial”, su última no-vela, ya está en librerías chilenas.

AGENDA ECHENOZ:

3 de octubre, 11:30 horas,Cátedra abierta en homenajea Roberto Bolaño, U. Diegode Portales, Vergara 240,Santiago. 4 de octubre, 19:00 horas,Instituto Francés de Chile(en francés), FranciscoNoguera 176, Providencia.En ambas conversará conMauricio Electorat.

El escritor Jean Echenozy su regreso al presente