a prop+¦sito de un caso de neurosis obsesiva

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A propósito de un caso de Neurosis Obsesiva (1909) 1- Desencadenamiento de la enfermedad en el hombre de las ratas. El paciente ve el comienzo de su enfermedad ya a los seis años tras su idea enfermiza de que los padres sabrían sus pensamientos acerca de su deseo de ver mujeres desnudas; a raíz de ese desear tenía consentimiento ominoso, como si por fuerza habría de suceder algo si él lo pensaba, y debía hacer toda clase de cosas para impedirlo (“si yo tengo el deseo de ver mujeres desnudas, mi padre morirá”). Para Freud esto no es sólo el comienzo de la enfermedad, sino la enfermedad misma. El niño está bajo el imperio del placer, el cual corresponde a la posterior idea obsesiva; si aún no posee carácter obsesivo, se debe a que el yo no se ha puesto todavía en plena contradicción con él, no lo siente como algo ajeno; no obstante, ya se mueve desde alguna parte, una contradicción a este deseo, pues regularmente un afecto penoso acompaña su emergencia. El ocasionamiento de la enfermedad: enfermó en la tercera década de su vida, cuando se vio ante la situación de casarse con una muchacha que no era aquella a quien desde hacía tiempo amaba, y se sustrajo la decisión de ese conflicto posponiendo todas las actividades que se requerían para prepararla, a cuyo propósito la neurosis le brindo los medios. La oscilación entre la amada y la otra se puede reducir al conflicto, entre el influjo del padre y al amor a la dama, a una elección conflictiva entre padre y objeto sexual como la que ya había existido, según los recuerdos y las ocurrencias obsesivas, en la primera infancia. Además, a lo largo de toda su vida, es inequívoco que tanto con relación a su amada como a su padre hubo en él una querella entre amor y odio (fantasía de venganza- fenómenos obsesivos, como la compulsión de comprender y los manejos de la piedra). (Amada- rechazo padre- infancia le dieron motivos para unos sentimientos hostiles) Los conflictos de sentimientos no son independientes, están soldados de a parejas. El odio contra la amada tuvo que sumarse a la fidelidad hacia el padre, y a la inversa. 2- Motivo de consulta. La decisión de acudir a un médico fue entretejida en el siguiente delirio: se haría extender por un médico un certificado según el cual necesitaba, para restablecerse de ese acto que meditaba con el teniente primero A, y este se dejaría mover por el certificado a aceptarle las 3,80 coronas.

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A propsito de un caso de Neurosis Obsesiva (1909)1- Desencadenamiento de la enfermedad en el hombre de las ratas.

El paciente ve el comienzo de su enfermedad ya a los seis aos tras su idea enfermiza de que los padres sabran sus pensamientos acerca de su deseo de ver mujeres desnudas; a raz de ese desear tena consentimiento ominoso, como si por fuerza habra de suceder algo si l lo pensaba, y deba hacer toda clase de cosas para impedirlo (si yo tengo el deseo de ver mujeres desnudas, mi padre morir).

Para Freud esto no es slo el comienzo de la enfermedad, sino la enfermedad misma. El nio est bajo el imperio del placer, el cual corresponde a la posterior idea obsesiva; si an no posee carcter obsesivo, se debe a que el yo no se ha puesto todava en plena contradiccin con l, no lo siente como algo ajeno; no obstante, ya se mueve desde alguna parte, una contradiccin a este deseo, pues regularmente un afecto penoso acompaa su emergencia.

El ocasionamiento de la enfermedad: enferm en la tercera dcada de su vida, cuando se vio ante la situacin de casarse con una muchacha que no era aquella a quien desde haca tiempo amaba, y se sustrajo la decisin de ese conflicto posponiendo todas las actividades que se requeran para prepararla, a cuyo propsito la neurosis le brindo los medios. La oscilacin entre la amada y la otra se puede reducir al conflicto, entre el influjo del padre y al amor a la dama, a una eleccin conflictiva entre padre y objeto sexual como la que ya haba existido, segn los recuerdos y las ocurrencias obsesivas, en la primera infancia. Adems, a lo largo de toda su vida, es inequvoco que tanto con relacin a su amada como a su padre hubo en l una querella entre amor y odio (fantasa de venganza- fenmenos obsesivos, como la compulsin de comprender y los manejos de la piedra). (Amada- rechazo padre- infancia le dieron motivos para unos sentimientos hostiles)

Los conflictos de sentimientos no son independientes, estn soldados de a parejas. El odio contra la amada tuvo que sumarse a la fidelidad hacia el padre, y a la inversa.

2- Motivo de consulta.

La decisin de acudir a un mdico fue entretejida en el siguiente delirio: se hara extender por un mdico un certificado segn el cual necesitaba, para restablecerse de ese acto que meditaba con el teniente primero A, y este se dejara mover por el certificado a aceptarle las 3,80 coronas.

Vivencia que ocasion la consulta: durante las maniobras militares, en una marcha pierde sus quevedos y telegrafa al ptico de Viena para que le enva por correo unos de repuesto. En el mismo momento en compaa de dos oficiales, escucha el relato de uno de ellos (el Capitn Cruel) acerca de un castigo terrorfico aplicado en Oriente. Sobre su trasero es puesto un tarro dado vuelta, en este luego hacen entrar ratas que penetraban en el ano, completa Freud, tras su resistencia y horror. En ese momento le vino la representacin de que eso le sucedera a la dama, despus confiesa de que a su padre tambin (temor obsesivo ms disparatado ya que esta muerto). Frente a la idea viene la sancin con lo cual se defiende simultneamente: pero que se te ocurre, para que la fantasa no se cumpla (movimiento de mano). El Capitn Cruel le entrega los anteojos dicindole que el teniente A haba pagado el rembolso por l, que deba devolvrsele a l. En ese mismo momento se le plasmo la sancin: no devolver el dinero, de lo contrario sucede aquello, contra esta sancin se elev un mandamiento: tu debes devolver el dinero al teniente primero A, las 3, 80 coronas, a modo de un juramento. Despus de idas y vueltas, el teniente A le comunica que es al teniente B a quien le debe el dinero, ya que este tena a su cargo el correo, qued afectado, pues no poda mantener su juramento dado que su premisa era falsa.Inventa una situacin para revertir lo acontecido que no lleva a cabo. Desesperado acude a su amigo, quien lo acompaa al correo para devolver las 3, 80 coronas. Esto demuestra que l ya saba de antes que la empleada del correo era su acreedora del reembolso. A pesar de esto se hizo el juramento basado en el error del Capitn Cruel, que por fuerza se le convertira en martirio. Sin embargo, le asaltaron de nuevo las dudas y decide acudir a Freud, tras haber ledo un libro de su coleccin. Pero con Freud, no poda ni hablarse del certificado, slo pidi ser liberado de sus representaciones obsesivas.3- Sntomas- Cmo comienza y cmo finaliza el tratamiento?

A los 29 aos y medio, se presenta diciendo que padece de representaciones obsesivas desde 1903 (24 aos), pero la data desde su niez.

El contenido principal de su padecer: temores que les suceda algo a dos personas a quienes ama mucho: su padre y una dama. Dice sentir impulsos obsesivos (por ej.: cortarse el cuello con una navaja), y producir prohibiciones referidas aun a cosas indiferentes.

Vida sexual pobre, onanismo nfimo (16/17 aos).

Primer coito a los 26 aos. Al comienzo, situ en el primero plano las noticias sobre su vida sexual, algo llamativo ya que el libro que haba ojeado era Psicopatologa de la vida cotidiana.

Como condicin a la cura Freud le pide: decir todo cuanto se le pase por la cabeza aunque le resulte desagradable, nimio o disparatado, y le deja librado el tema para empezar.

Freud lo considera un caso grave de neurosis obsesiva. Suele disimular sus achaques y acudir al mdico con su enfermedad avanzada. Sus resistencias y las formas en que ellas se exteriorizan es lo que vuelven tan difcil la tarea.El tratamiento abarc alrededor de un ao, alcanz el restablecimiento total de la personalidad y la cancelacin de sus inhibiciones.

Freud no pudo abandonar a su paciente sin expresarle su impresin de que estaba fragmentado en 3 personalidades: una icc y dos pre- cc., entre las cuales poda oscilar su conciencia. Su icc abarca mociones tempranamente sofocadas, apasionadas y malas; en su estado normal era bueno, jovial, reflexivo, prudente y esclarecido, pero en una tercera organizacin renda tributo a la supersticin y el ascetismo, de suerte que poda tener dos credos y sustentar dos diversas cosmovisiones. Esta personalidad pre- cc. Contena sobre todo las formaciones reactivas frente a sus deseos reprimidos, y es fcil prever que de continuar la enfermedad, habra devorado a la personalidad normal.

Los sntomas de la neurosis obsesiva son en general de dos clases y de contrapuesta tendencia. O bien son prohibiciones, medidas precautorias, penitencias, de naturaleza negativa, o por el contrario son satisfacciones sustitutivas, hartas veces con disfraz simblico. Constituye un triunfo de la formacin de sntomas que se logre enlazar la prohibicin con la satisfaccin. Es frecuente que para ello se recurran a vas de conexin muy artificiosas. En casos extremos, el enfermo consigue que sus sntomas aadan a su significado originario el de su opuesto directo, testimonio este del poder de la ambivalencia. Se asiste a una lucha continuada contra lo reprimido. El yo y el sper yo participan considerablemente a la formacin de sntoma.

La situacin inicial es la necesaria defensa contra las exigencias del complejo de Edipo. La organizacin genital de la libido demuestra ser endeble; cuando el yo da comienzo a sus intentos defensivos, el primer xito que se propone es rechazar en todo o en parte la organizacin genital (fase flica) hacia el estadio anterior sdico anal. Este hecho de la regresin es determinante.

Es un yo extremadamente limitado que se ve obligado a buscar sus satisfacciones en los sntomas.Lo que deviene cc. Como representacin y afectos obsesivos, sustituyendo al recuerdo patgeno en el vivir cc., son unas formaciones de compromiso entre las representaciones reprimidas y las represoras.

Cuando est formado el sntoma, se generan medidas preventivas (defensivas) para que no suceda tal cosa, de ah los rituales, la compulsin, etc. l debe defenderse de 3 cosas: de las fantasas icc (del ello), de los sentimientos ambivalentes y del supery.

Ejemplo de gran sntoma = frmula. Secundariamente se forman ms sntomas cmo las medidas protectivas, por ej. Sancin con la medida de defensa pero para defenderse de sus fantasas.

4- Mecanismos de defensas que plantea Freud en neurosis obsesivas.

La neurosis obsesiva ms que de mecanismos de la represin (fracasa de continuo a diferencia de la histeria).

Regresin: a la fase sdica anal donde estuvo fijado al constituirse el yo (etapa libidinal a la que se fija).

Freud explica la regresin desde una desmezcla de pulsiones, en la segregacin de los componentes erticos que al comienzo de la fase genital se haban sumado a las investiduras destructivas de la fase sdica. La defensa recae sobre las aspiraciones del complejo de Edipo. Nos situamos en el comienzo del periodo de latencia; sepultamiento del complejo, creacin o consolidacin del supery y ereccin de barreras ticas y estticas en el interior del yo. En neurosis obsesiva, estos procesos rebasan la medida normal; a la destruccin del complejo de Edipo se agrega la degradacin regresiva de la libido, el supery se vuelve severo y desamorado, el yo desarrolla, en obediencia al supery elevadas formaciones reactivas de la cc. Moral, la compasin, la limpieza estas formaciones dentro del yo s disciernen como exageraciones de la formacin normal del carcter.

En la pubertad, la organizacin genital interrumpida en la infancia, se reinstala con gran fuerza. El supery hper severo se afirma con energa.Represin: lo que irrumpe a la cc. Es, por lo general, solo un sustituto desfigurado, de una imprecisin onrica o nebulosa, o vuelto irreconocible mediante un absurdo disfraz. El afecto ahorrado a raz de la percepcin de la representacin obsesiva sale a luz en otro lugar. El supery se comporta como si no hubieran producido representacin alguna, el yo, por una parte se sabe inocente, por la otra registra un sentimiento de culpa.

Representacin: se aparta de la cc.

Afecto: se engancha a una representacin de carcter insignificante que puede ser cc. Sin que le cause displacer.

5- Tcnica que plantea Freud de la neurosis obsesiva en la historia- En qu consiste.

Tcnica: Enlace falso. Freud dice: el afecto est justificado; la cc. De culpa no es susceptible de ulterior crtica, pero aquel pertenece a otro contenido que no es consabido (es icc) y que es preciso buscar primero el contenido de representacin consabido, slo ha cado en este lugar en virtud del enlace falso.

No estamos habituados a registrar afectos intensos sin contenido de representacin, y por eso, cuando este falta, acogemos como subrogados otro que de algn modo convenga. Solo el hecho del enlace falso puede explicar la impotencia del tiempo lgico contra la representacin torturante.

Ej. Reproches de la muerte del padre (unos aos y medio despus) despert el martirio de tacharse de criminal. El amigo solo tomaba estos reproches por exagerados.

Hay dos actividades del yo en la formacin de sntomas que son subrogados de la represin: esas dos tcnicas son: Anular lo acontecido: magia negativa; mediante un simbolismo motor quieren hacer desaparecer no las consecuencias de un suceso (vivencia, impresin) sino este mismo. Tambin en el ceremonial religioso. Esto se ve sobre todo en los sntomas de dos tiempos: donde le segundo acto cancela al primero como si nada hubiera acontecido (en la realidad efectiva si acontecieron). El ceremonial de la neurosis obsesiva tiene el propsito de anular lo acontecido, una segunda raz: la primera prevenir (para que no acontezca, no se repita algo determinado).La diferencia es que las medidas precautorias son acordes a la ratio, las cancelaciones mediante la anulacin de lo acontecido son desacordes a la ratio (de naturaleza mgica).

Tambin en la compulsin de repeticin hay muchas clases de propsitos que se contraran unos a otros. Lo que no ha acontecido de la manera que habra debido de acuerdo con el deseo es anulado, repitiendo de un modo diverso de aquel en que aconteci, a lo cual vienen a agregarse todos los motivos para demorarse en tales repeticiones.

La otra tcnica es el aislamiento que recae tambin sobre la esfera motriz: tras un suceso desagradable por ej., se interpola una causa en la que no est permitido que acontezca nada, no se hace ninguna percepcin, ni se ejecuta accin alguna. Esto revela su nexo con la represin. La vivencia no es olvidada, pero se la empuja de su afecto, y sus vnculos asociativos son sofocados o suspendidos. Lo que as se mantiene separado es algo que asociativamente se coopertenece; al aislamiento motriz est destinado garantizar la suspensin de ese nexo en el pensamiento. Ser sentido como lo ms perturbador aquello que originalmente estuvo en copertenencia. El yo tiene que desplegar normalmente un considerable trabajo de aislamiento para guiar el decurso del pensar.

Dificultad para asociar libremente. Su yo es ms vigilante y son ms tajantes los aislamientos que emprenden (por la tensin entre su supery y el ello). Permanece un aporte de lucha. Procura impedir asociaciones, conexiones de pensamiento, ese yo obedece a uno de los ms antiguos mandamientos de la neurosis obsesiva, el tab del contacto. El contacto fsico es la meta inmediata tanto de la investidura de objeto tierna como de la agresiva. Eros pugna por alcanzar la unin; pero tambin la destruccin tiene como premisa una cancelacin de la posibilidad de contacto y cuando el neurtico obsesivo lo hace nos da a entender simblicamente que no quiere dejar que los pensamientos referidos a ellas (actividades- impresin) entren en contacto asociativo con otros.