A MI QUERIDA MAMA TRINIDAD

Hija mía, hoy te contaré una historia

antigua, agradable y encantadora

igual como nos contó tu bisabuela,

en sus horas de dicha y con ternura,

en su derredor mis hermanos y ella.

Nos decía que la comarca era bella;

llena de canales, bosques y retamas,

callecitas polvorientas y empedradas,

y al centro una colina, cual doncella,

se yergue tan divina y esplendorosa.

Oh Dios!, hijos míos, del pueblo a dos

horas,

hay un lugar muy extraño y

maravilloso,

cuentan que el Inca apuesto, con sus

doncellas,

sentíase hidalgo, ilustre y orgulloso

de aquel baños termales tan hermoso.

Nos contaba la abuela tan alborozada,

que las ventanas en los cerros son

idóneos,

para esconderse del satán y sus

demonios.

¿Qué dices hija acerca de esta

charada?

No pa,… Otuzco es un antiguo

cementerio.

Hace cinco años nos dejó la abuelita,

Me es extraño, aun siento que está a

mi lado.

Aún recuerdo su cuento, su historieta,

me siento, satisfecho y encandilado

de tanta sabiduría que nos ha legado.

Con ella aprendí a querer a mi linaje,

su historia, sus costumbre y su gloria,

como mi héroe ella estará en mi

memoria,

a ella agradezco mi buen aprendizaje

que hoy comparto contigo hijita mía.

Autor: César Mego - Mayo 2013. Poema elaborado para Sahida Mego del Colegio Inmaculada Concepción.

En homenaje a la Abuelita Trinidad, madre de Humberto Mego, quien nos dejó

a los 93 años de edad en abril del año 2008.