A GENTEMayo 2020 – Edición 5

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Editorial

«Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor»Estamos próximos a la fiesta de Pentecostés. El año pasado, en la

celebración multitudinaria de Pentecostés, Mons. Víctor Manuel Fernández lanzaba un nuevo plan Pastoral para la renovación de la Arquidiócesis de La Plata. Volviendo a aquella celebración, recordamos el origen de esta misión en red que busca responder a la Primera línea pastoral: “En misión permanente, saliendo a llevar el gran anuncio”.

Como anticipo de este contexto de aislamiento, el Espíritu Santo nos inspiró una “aggiornada” metodología misionera, empleando la tecnología para su concreción. Asimismo, el Espíritu Santo siempre está presente en este tiempo, proponiéndonos un acercamiento al Padre y a quienes estimamos más necesitados. El Espíritu Santo nos mueve a reencontrarnos con personas que están un poco olvidadas, a brindar o agradecer la ayuda de familiares, amigos o vecinos que se preocupan por nosotros. Damos gracias y pedimos al Espíritu Santo para que nos siga proveyendo de lo necesario para quererlo, desearlo, acercarnos a Él, respetarlo y amarlo.

Nuestra espiritualidad se nutre del Espíritu Santo en la oración. Por ello hemos incluido, en esta Edición, la invitación de nuestro Arzobispo a rezar la novena que nos ha preparado para reflexionar y vivir mejor la cuarentena.

LA EDUCACIÓN CRISTIANA

La temática central de la presente Edición es la Educación cristiana. Tanto los artículos vinculados con el tema, como las referencias en los mismos a las palabras del Papa Francisco, como así también a las circunstancias en las cuales estamos viviendo por el COVID-19, tienen el propósito de motivar al lector con un tema muy caro para las familias, fundamentalmente para las que tienen niños y jóvenes en edad escolar.

PRESENTACIÓN DE LAS ÁREAS DE PASTORAL SOCIAL

La Pastoral Social de La Plata, a partir del advenimiento de Mons. Víctor Fernández, incorporó nuevas Áreas. Por medio del artículo de uno de sus integrantes, presentamos al Área de Migrantes.

La Arquidiócesis platense, de manera particular el espacio que cubren los Partidos de La Plata, Bersiso y Ensenada, ha recibido a lo largo de los años a personas provenientes de las Provincias argentinas, pero también de otros países, entre los que se cuentan nuestros vecinos más cercanos.

Editorial

Consejo de RedacciónEdgardo Alonso, Marta Ansalas, Jorge Barragán, Néstor Caruso, Augusto Fantasía, Mario Garavaglia, Pbro. Cristian Gonzalvez, Alberto Rezzónico.

Diseño y DiagramaciónAugusto Fantasía

El “Espíritu”, que guía y protege los objetivos del Área, sopló al Papa Francisco cuando al cerrar la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, el día 17 de enero de 2016, les dijo: “Queridos hermanos y hermanas emigrantes y refugiados. En la raíz del Evangelio de la misericordia el encuentro y la acogida del otro se entrecruzan con el encuentro y la acogida de Dios: Acoger al otro es acoger a Dios en persona. No se dejen robar la esperanza y la alegría de vivir que brotan de la experiencia de la misericordia de Dios, que se manifiesta en las personas que encuentran a lo largo de su camino”. Hagamos nuestras esas palabras.

V ANIVERSARIO DE LAUDATO SI’

En este mes se cumplen cinco años de la presentación de la encíclica Laudato si’ del Papa Francisco. “Alabado seas, mi Señor” y, como parte de la Iglesia, queremos ser partícipes no sólo con el agradecimiento por la preocupación y cuidado “DE LA CASA COMÚN”, manifestado por Francisco, sino porque la Doctrina Social se ha enriquecido con su aporte.

La cultura a la que aspiramos procura nuevos paradigmas acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza: crecer con sobriedad, con capacidad para gozar con poco, “valorando lo pequeño” (conf. Laudato si’ ).

En definitiva, proponer una nueva relación del ambiente, con las personas y con Dios. Naturaleza, hombre y Dios trabajando unidos.

Hasta la próxima Edición.

He publicado una novena de distribución gratuita para que pueda ser rezada durante la cuarentena. Su objetivo no es simplemente rezar por el fin de la cuarentena, sino brindar motivaciones para sobrellevar este tiempo tan particular.

Podemos hacer un camino de oración durante unos días para pasar adecuadamente este tiempo de preocupación y de encierro. Para ello, cada jornada de la novena tendrá un tema que nos ayudará a reflexionar y a vivir mejor la cuarentena.

A partir de un breve texto bíblico, cada día de la novena ofrece una meditación y una oración diferente.

Los temas que toca son los siguientes:

La entrega confiada (día 1), La paz interior (día 2), La paciencia con los otros (día 3), La intercesión por los que están mal (día 4), Las resistencias interiores (día 5), La capacidad de vivir cada momento (día 6), La salud y la fortaleza (día 7), El espíritu positivo (día 8), La alegría posible (día 9), La fiesta del amor (día final).

Novena para rezar en la Cuarentena(Mons. Víctor Manuel Fernández.Arzobispo de La Plata.)

Puede acceder al texto ingresando aquí: https://www.arzolap.org.ar/novena/

“RECONSTRUIR EL PACTO EDUCATIVO GLOBAL”(Pbro. José Alvarez.Presidente del Consejo Superiorde Educación Católica)

Para dar forma al futuro de la humanidad formando individuos maduros que puedan superar la división y cuidar nuestro hogar común. Con esta intención el Papa Francisco convoca a la reconstrucción del pacto educativo global.

El Santo Padre llama a reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión”.

Una educación más abierta, que no se cierre en capacitar sólo intelectualmente, sino abriendo la educación al hacer y al corazón de la persona, educando en la trascendencia, acompañando a los jóvenes a comprender la realidad como signo que remite a lo que verdaderamente el hombre necesita para ser pleno.

También el Papa hace referencia a una educación incluyente, ya que la educación da oportunidades en la vida, y las dos terceras partes de los niños del mundo quedan excluidos de estas oportunidades. Esto genera diferencias enormes en las condiciones de vida y desarrollo de las personas, con clases con formación que las empodera por encima de los que quedan marginados, sin comprender que estos que son muchos más, a la larga (si no reciben educación adecuada) se volverán poderosos respondiendo con violencia frente a los que no han hecho nada para entenderlos como hermanos.

Por esto el diálogo y la comprensión mutua como camino de integración y desarrollo, brindando un mundo para todos.

El Papa se dirige a quienes trabajan en el campo educativo y de la investigación y a las personalidades públicas que a nivel mundial que ocupan cargos de responsabilidad y se preocupan por el futuro de las nuevas generaciones. Apela también a los jóvenes, para que participen y para que sientan la responsabilidad de construir un mundo mejor.

Nos invita a promover juntos y a impulsar, a través de un pacto educativo común, aquellas dinámicas que dan sentido a la historia y la transforman de modo positivo.

El mundo contemporáneo está en continua transformación y se encuentra atravesado por múltiples crisis. Vivimos un cambio de época. Una metamorfosis no sólo cultural sino también antropológica que genera nuevos lenguajes y descarta, sin discernimiento, los paradigmas que la historia nos ha dado.

El cambio de época que no es solo una época de cambios, sino que han caído los paradigmas que guiaron la conciencia de la humanidad durante siglos, que algunos definíamos como crisis de valores, pero que en realidad es mucho más profundo, se ha desenmascarado la fragilidad del voluntarismo, y de convicciones sociales que hoy han perdido peso en gran parte de la sociedad, y no porque quienes adhieren sean malos sino porque para ellos las razones que nos han sostenido durante siglos no les alcanza, no les convence.

A nosotros nos da un poco de temor pero nos lleva como toda crisis a ir hasta el fondo de nuestras convicciones y delas razones por las que vivimos, nos reclama a acabar con el fariseísmo formal para disfrutar de ser y elegir un modo de vivir y de mirar la vida, lleno de bien, de belleza y de verdad, para tener el coraje de confrontarlo con quien nos permite ejercer la libertad de un diálogo abierto que construye y madura a la persona.

Construir el futuro del planeta. “Cada cambio requiere un camino educativo que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora”. Es necesario unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna entre los habitantes de la Tierra y la casa común, a la que debemos cuidado y respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana, como también de diálogo entre las religiones. En un mundo donde el Católico no es más el que juega de local, es necesario la humildad de vivir a fondo la frescura de la fe que ve en el otro un bien para mí, una oportunidad en sus diferencias.

Educación afronta la rapidación

El mundo actual está “en continua transformación y se encuentra atravesado por múltiples crisis”. Un “cambio de época”, en la que la educación afronta la rapidación “que encarcela la existencia en el vórtice de la velocidad tecnológica y digital, cambiando continuamente los puntos de referencia “la identidad misma pierde consistencia y la estructura psicológica se desintegra ante una mutación incesante que contrasta la natural lentitud de la evolución biológica.

El Santo Padre cuenta una anécdota que en una visita en África ¿preguntó que hace falta para educar un niño? Le respondieron. Toda una aldea.

Para educar a un niño se necesita una aldea entera. Cada cambio, precisa el Santo Padre, necesita un camino educativo que involucre a todos. Para ello – agrega –  se requiere construir una “aldea de la educación” donde se comparta en la diversidad el compromiso por generar una red de relaciones humanas y abiertas” en un terreno que “debe estar saneado de la discriminación con la introducción de la fraternidad. En una aldea así es más fácil encontrar la convergencia global para una educación que sea portadora de una alianza entre todos los componentes de la persona:

● entre el estudio y la vida; ● entre las generaciones; entre los docentes,● los estudiantes, las familias y la sociedad civil● con sus expresiones intelectuales, científicas, artísticas, deportivas,

políticas, económicas y solidarias”.

Tres pasos para recorrer el camino común

En primer lugar, tener la valentía de colocar a la persona en el centro. Para esto se requiere firmar un pacto que anime los procesos educativos formales e informales, que no pueden ignorar que todo en el mundo está íntimamente conectado y que se necesita encontrar —a partir de una sana antropología—otros modos de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso. En un itinerario de ecología integral, se debe poner en el centro el valor propio de cada criatura, en relación con las personas y con la realidad que las circunda, y se propone un estilo de vida que rechace la cultura del descarte.

Otro paso es la valentía de invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad. La acción propositiva y confiada abre la educación hacia una planificación a largo plazo, que no se detenga en lo estático de las condiciones. De este modo tendremos personas abiertas, responsables, disponibles para encontrar el tiempo para la escucha, el diálogo y la reflexión, capaces de construir un tejido de relaciones con las familias, entre las generaciones y con las diversas expresiones de la sociedad civil, de modo que se componga un nuevo humanismo

Y finalmente, tener la “valentía de formar personas disponibles que se pongan al servicio de la comunidad” porque “el servicio es un pilar de la cultura del encuentro”, y “como Jesús se inclinó a lavar los pies a los apóstoles”,  trabajar “al lado de los más necesitados”.

“LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA”(Cristina Galarreta. Representante Legal Centro Educ. Parroquial “Inmaculado Corazón de María”)

La emergencia sanitaria provocada por el avance de la pandemia, a causa del COVID-19, obligó a los gobernantes a suspender las clases presenciales, a buscar alternativas que impidieran el estancamiento del sistema educativo y el acceso a otro tipo de estrategias metodológicas no convencionales.

Ocurrió todo tan vertiginoso: volvíamos de las vacaciones, se iniciaba el ciclo lectivo 2020. El problema del Coronavirus se veía tan distante, allá en la lejana China. Pero de pronto, Italia, Francia, España y tantos otros países quedaban involucrados en este avance sin control. También llega a nuestro país. Se decía: “esto no va a suceder”. Pero sí, también nos vimos envueltos en algo impensado.

Fue imprescindible decretar el aislamiento preventivo, social, sanitario y la cuarentena obligatoria. PERO HABÍA QUE GARANTIZAR LA CONTINUIDAD PEDAGÓGICA. Entonces fueron necesarios producir cambios en las acciones formativas y educativas.

El comienzo sistemático de las clases virtuales, la comunicación docente – alumno a través de las plataformas en las redes sociales, clases por videoconferencias, celulares, notebooks y computadoras fueron imprescindibles para proporcionar una educación a distancia, motivado por el cierre de los centros educativos.

¿Cómo se está enfrentando la pandemia en las Escuelas? ¿Cuál es el rol de los Equipos de Conducción? ¿Cuál es el rol de los docentes? ¿Qué enseñar? ¿Cómo enseñar? ¿Con qué recursos se cuenta? Ni escuelas, ni docentes, tampoco alumnos, familias, y ni que decir de la infraestructura tecnológica estaban organizados para responder adecuadamente a esta emergencia.

Pero la continuidad pedagógica, de manera online, plantea una serie de desafíos para los actores involucrados, pues modifica el ambiente de trabajo, los formatos y técnicas de enseñanza, la disponibilidad de los recursos tecnológicos, el tiempo disponible de los mismos (cuando en un mismo hogar hay varios involucrados en el uso de las herramientas) o una vez planteada una actividad para sus alumnos mediante las TICs y con necesidad de disponer de conexión a internet o que se haya encontrado con la imposibilidad de ese acceso. Problemas a diferentes niveles (conexión intermitente, páginas que no responden o, lo que es peor, conexión inexistente), son algunas de las dificultades cotidianas que complican dicha continuidad. La creatividad docente, una vez más, planifica acciones motivantes para reducir el impacto de la crisis, buscando superar obstáculos.

La acción educativa en este tiempo de crisis se ha convertido en un desafío para quienes tienen el deber de educar, demostrando su profesionalismo para adaptar las estrategias pedagógicas a una realidad amenazante. Incluso organizando actividades y formas para que los alumnos se apropien de éstas, para aquéllos que por una u otra razón no tienen acceso a dichos recursos tecnológicos.

- Para los docentes:

Los Equipos de Conducción, los docentes de todos los niveles de enseñanza, se movilizaron rápidamente, con el objetivo de responder a la demanda planteada, de implementar soluciones innovadoras para proporcionar a los alumnos un aprendizaje a distancia de calidad, mediante tecnologías digitales o no. Los docentes están desempeñando un papel crucial en varios frentes; no sólo el técnico-pedagógico en el acompañamiento de su alumnado, sino también desarrollando una cultura higiénica, con medidas preventivo-sanitarias, contra la propagación del virus.

Las diversas acciones concretadas por los docentes, para sus alumnos, desde la virtualidad, ha contribuido al logro del desarrollo de las capacidades, habilidades, competencias con mayor creatividad. Los docentes, una vez más, están al frente de toda transformación educativa (también ahora con el avance del COVID-19). Trabajando con esfuerzo y dedicación, buscando, inventando, creando, haciendo nuevos caminos con el único y claro objetivo de llegar a sus niños y jóvenes para el logro de una mejor apropiación de los saberes.

- Para los alumnos:

Para los actores fundamentales del sistema educativo – los estudiantes – esta situación también les ha planteado desafíos interesantes, ya que nuestros chicos son nativos digitales, que han incorporado naturalmente, la tecnología en forma orgánica, pero son pocos los que la consideran , como una manera eficaz de acceder al conocimiento formal, es decir como una herramienta de trabajo. La mayoría de ellos tienen un acceso ágil de las TICS para la comunicación con sus pares y la difusión de sus vivencias a través de las redes sociales. Su socialización transcurre de manera digital pero eso no implica que sepan usar estas herramientas para el estudio y el trabajo escolar.

Aquí también surge el desafío, para los educadores, de modificar la forma de percibir ese mundo digital, descubrir que el aprendizaje a través de los TICS resulta entretenido, accediendo a los contenidos curriculares en formatos diferentes y fáciles de incorporar tales como videos, tutoriales, experimentos, simulaciones virtuales, según la edad y capacidad de cada educando.

- Para padres / madres / tutores:

El desarrollo de las clases, desde el hogar, generó un reto a los progenitores para el acompañamiento, en la realización de las actividades de los hijos, ya que deben dedicar mayor tiempo a una tarea en la que no se sentían totalmente involucrados.

La no concurrencia a la Escuela genera una situación anormal en el seno familiar. En “épocas de escolaridad”, los estudiantes están todo el día en sus casas, existe una “convivencia forzada”. Se deben resolver los problemas que surgen como consecuencia del proceso de aprendizaje. Es difícil organizar una rutina en el uso de las herramientas tecnológicas que existen en cada hogar. Muchos papás y mamás han tenido que volver a estudiar junto a sus hijos. Actividad que está muy bien que puedan concretar de forma voluntaria (no impuesta como en esta situación puntual) para sentirse unidos, integrados, pero esta tarea la consideraban “propia de los docentes”, la depositaban en los educadores formales.

Entonces, esta modificación abrupta de nuestra vida diaria, nos tiene que hacer reflexionar sobre lo mucho que tuvimos que dejar hacer, para focalizarnos en otras tantas cosas nuevas que aprender.

Hoy nos toca vivir en estos tiempos confusos, donde se han limitado derechos básicos, como la libre circulación, el caminar por las veredas y las plazas, el derecho a reunirnos, el contacto con los seres queridos, el abrazo con los amigos, el compartir un mate. Pero esto se realiza por un bien mayor: EL CUIDADO DE LA VIDA DE TODOS. Y ESTE DEBE SER EL GRAN APRENDIZAJE.

Las palabras del papa Francisco, cargadas de sabiduría, dicen en su Encíclica LAUDATO SI’: “La familia humana en su conjunto está en peligro y ya no es el momento de esperar. Es hora de que los cristianos empiecen a trabajar en red, a pensar colectivamente, sabiendo que cualquier elección, incluso la más pequeña, hace la diferencia y que juntos, unidos, podemos cambiar las cosas y revertir el curso que conduce a la destrucción de la Casa Común”.

Por tanto, y luego de esta pandemia, debemos encontrarnos como integrantes de una Comunidad Educativa, re-inventándonos, para pensar en una Educación que vuelva a reconocer en el otro su mejor piedra fundante. Por un mundo mejor, con el Evangelio en la mano y en el Corazón.

NOTA. Confrontar el presente artículo con el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, particularmente los parágrafos: 238, 242, 376, 415, 416ss, 532.

“LA EDUCACIÓN CRISTIANA ES CERCANÍA E INCLUSIÓN”(Bernardo Iaconis.Profesor. Olimpiadas de DSI)

La accesibilidad a la educación para todos, educación entendida como proceso de enriquecimiento mutuo de saberes y vivencias, es uno de los aspectos fundamentales que la enseñanza cristiana presenta como desafío. En el pasado quedaron los obstáculos que impedían la llegada de todos por igual, esgrimiéndose como contraposición a esto la educación cristiana: inmediatizada, cercana, sin obstáculos.

Así como en la educación, los ritos cultuales del pasado invocaban un alejamiento del pueblo con Dios, haciendo este encuentro sólo para unos pocos y a través de determinadas trabas y obstáculos. No todos podían gozar de la cercanía, haciendo de este un privilegio. El mensaje de la Carta a los Hebreos, por ejemplo, nos habla de la derogación de la “ley antigua”, en referencia al culto alejado y singular, riguroso, esbozando como contraposición el acercamiento de Dios por Jesucristo a toda la sociedad civil. De la misma manera sucedía en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en donde se invocaba el rechazo de determinadas personas, privándolas de ser sujetos de educación (sujeto complejo, que no significa meramente un ser pasivo). Así, la educación era alcanzada sólo por los supuestos iguales y puros y no se lograba comprender que dicho dilema de igualismo era falso, puesto que propone el entendimiento de una sociedad masificada, en donde no cuentan las características particulares de cada uno. En lugar de ofrecer un proceso de enseñanza-aprendizaje mutuo que atienda a las diferencias, las cuales no hacen otra cosa que enriquecer de diversidad el espacio educativo, se presentaba un achatamiento, homogeneización y masificación de identidades y sentires.

Pero, en este sentido, Jesús vino a enseñarnos el valor de la cercanía con nuestros hermanos. La oración del Año Mariano que nos encontramos presenciando, en adhesión a los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle en la gruta de Choya, contiene, al menos, dos fragmentos que nos invitan a reflexionar dentro de la lógica educativa: “Tú que eres signo de una nueva humanidad, impúlsanos a ser promotores de amistad social (…) Anímanos a salir sin demora al encuentro de los hermanos, para anunciar el amor de Dios”.

Si Jesús sólo se hubiera abocado a un sistema de educación para los iguales (falsos iguales), nunca hubiera podido suceder lo que relatan los evangelistas san Marcos y san Lucas con respecto a la curación del paralítico.

Era tanta la gente que se había agolpado en una casa para escuchar a Jesús, que no cabía lugar ni siquiera delante de la puerta. Lo establecido así, impedía la llegada de la persona con discapacidad al encuentro dialógico con Jesús. Sin embargo, ciertas personas hicieron lo que pareciera imposible para lograr el acceso de esta persona, alzándolo, levantándolo hacia el techo, haciendo un agujero y descolgando una camilla con él. Así, la persona se salvó al poder formar parte del proceso de enseñanza que ahí se estaba gestando. Nunca más se sintió paralítico. El levantamiento de los obstáculos que se encuentran establecidos en la sociedad, barreras que impiden el desarrollo de diversas actividades, logra la cercanía de la educación y la inmediatización para todos. La quita de obstáculos dentro del proceso de la educación, de todo tipo, hace que el sistema de enseñanza-aprendizaje alcance a todos por igual. Los docentes cristianos, antes de convertirnos en jueces del aprendizaje de nuestros hermanos, somos agentes de enseñanza. Antes de establecer barreras o procesos laberínticos para alejar al alumno, abrimos las puertas para todos. Antes de delimitar la Zona de Desarrollo Próximo de la que habla Lev Vigotsky, colocando un techo de expectativa por sobre el alumno, nos preocupamos por la edificación mutua sin más. De encontrarnos con algún techo, sostenemos los educadores cristianos la metáfora del hacer hasta lo que pareciera imposible para lograr el encuentro, tal como la curación del paralítico mencionada. La mirada cristiana de la educación consiste en que la misma “está al servicio de la realización de los objetivos más altos de la humanidad”1. La encíclica Mater et Magistra, expresa: “(…) cuando se está animado de la caridad de Cristo, se siente uno vinculado a los demás, experimentando como propias las necesidades, los sufrimientos y las alegrías extrañas, y la conducta personal en cualquier sitio es firme, alegre, humanitaria e incluso cuidadosa del interés ajeno”. 2

De esta manera, la enseñanza cristiana hace de la educación un espacio de encuentro, vivo, que trasciende las fronteras del yo, presenta un nosotros diverso, plural, empático. Trata de un encuentro de trascendencia social de perspectiva misional, puesto que quienes lo viven así querrán transmitirlo a los espacios que aún no hayan descubierto la educación cercana, inmediatizada, cristiana, liberadora. Durante los últimos cuatro años, tuve la experiencia de procesos semejantes en las Olimpíadas de Pastoral Social para escuelas secundarias, de la Arquidiócesis de La Plata. Un primer encuentro teórico con jóvenes, encuentro que posteriormente nos trascendía y buscaba habilitar nuevas fronteras más allá del espacio áulico y se transformaba en praxis de pastoral social. Experiencias reseñadas y compartidas en dichas Olimpíadas, lográndose un nuevo encuentro de jóvenes con semejantes vivencias espirituales y emocionales. Jóvenes que ya no podían callar lo visto y oído. Las Olimpíadas han buscado, así, este nuevo modelo ético-social: “(…) trabajar por la paz, la justicia y la solidaridad, con una visión que supiera comprender el horizonte mundial de las opciones sociales”3.

1,3CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, Educar al humanismo solidario, 16 abril de 2017, Roma.2 Papa Juan XXIII, encíclica Mater et magistra, 1961, Roma, p. 257.

Oración del Papa Francisco ante la Pandemia de Coronavirus

Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro caminocomo un signo de salvación y esperanza.

A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos,que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús,

manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación de todos los pueblos,sabes lo que necesitamos

y estamos seguros de que lo concederáspara que, como en Caná de Galilea,

vuelvan la alegría y la fiestadespués de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor,a conformarnos a la voluntad del Padre

y hacer lo que Jesús nos dirá,Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo

y se cargó de nuestros dolorespara guiarnos a través de la cruz,

a la alegría de la resurrección.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,no desprecies nuestras súplicas en las necesidades,

antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.

LA MOVILIDAD HUMANAApuntes sobre las migraciones(Silvio Omar Basgall. Área de Migrantes e Itinerantes)

La movilidad humana, es decir los movimientos migratorios que se han dado y se dan en todas las épocas y continentes, constituye una realidad humana y social que la Iglesia siempre ha mostrado su preocupación. La Biblia nos da cuenta en el Antiguo Testamento de esta situación de ser extranjero, de no vivir en la propia tierra y en el recuerdo permanente que hace Dios a su pueblo: “Mi padre era un arameo errante” (Dt 26, 5). Con esta expresión fundante del pueblo elegido, la Biblia se reconoce como una realidad en movimiento, con experiencias migratorias, de exilio, de acogida y de hospitalidad. El pueblo de Israel, el pueblo elegido, no sólo conoce la realidad migratoria de primera mano, sino que se constituye como pueblo migrante: “Conocéis la suerte del emigrante, porque emigrantes fuisteis vosotros en Egipto” (Ex 23, 9). El periodo fundacional de Israel tiene dos hitos fundamentales en dos movimientos migratorios: el exilio a Egipto (Gn 42, 1-8) y el éxodo a la tierra prometida (Ex 33, 1-3). Encontramos también normas muy clara entre sus disposiciones de conducta de cómo debía tratarse al extranjero. Se tiene clara la prohibición de oprimir, explotar o vulnerar al emigrante: “No vejarás al emigrante” (Ex 23, 9); “No lo oprimiréis” (Lev 19, 34); “No lo explotéis” (Dt 23, 16-17); “No negarás el derecho al emigrante” (Dt 24, 17); “Maldito quien viole los derechos al emigrante” (Dt 27, 19). Asimismo el Nuevo Testamento, en el que el propio Jesús se presenta como un migrante, va poniendo un acento especial en la acogida y la fraternidad, en el universalismo y en la vida apostólica en movimiento que desborda fronteras.  

El magisterio de la Iglesia sitúa también la atención sobre la realidad de las migraciones, pero es a partir del siglo XX cuando se empieza a tratar de forma especial. De León XIII al Papa Francisco, hijo de familia inmigrante, el magisterio eclesial ha ido acompañando el dolor y sufrimiento de esta realidad, pero al mismo tiempo ha ido presentando la riqueza y la esperanza que aportan las personas migrantes. Es significativa la centralidad que las migraciones ocupan en el magisterio del Papa Francisco.

El contexto actual de la realidad migratoria y de los refugiados a nivel mundial, para todo aquel que a conciencia quiera pensar acerca de ella, así como la invitación que recibimos a realizar una mirada más hondamente sobre esta realidad, nos plantea encrucijadas tales como la identidad, la dignidad, la justicia, la hospitalidad y la integración. ¿Quién es mi familia? ¿Cómo nos ha creado Dios? ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos? ¿Con quién comparte Jesús su mesa? ¿Está todo conectado?

Todas estas cuestiones retan y animan la manera de comprender y acercarnos a la realidad migratoria. Este fenómeno de la movilidad humana lo tenemos que mirar como un signo de los tiempos. Entender que el propio Jesús, junto al pueblo de Dios, continúa esta peregrinación que empezó hace siglos y que se recoge en el propio desarrollo histórico del concepto de “teología”.

En los últimos tiempos, en este mundo se está palpando una realidad dramática de las migraciones forzadas y del refugio. Hoy en día cerca de 250 millones de personas son migrantes que, para formarnos una idea, supondría el 5to. país más poblado del planeta, Unos 60 millones son personas que se han visto obligadas a abandonar su hogar por un conflicto armado, por violencia generalizada o por desastres naturales. De este número, más de 20 millones son personas refugiadas, algo más de 38 millones desplazados internos, y ya han pasado los 4 millones de solicitantes de asilo. El Mediterráneo se ha convertido en un gran cementerio donde sólo en 2016 habían perdido la vida más de 5.000 personas: ¡Cuántas más hasta ahora!

Desde este contexto, ¿cómo estamos respondiendo los cristianos a muchas de estas cuestiones y, en especial, a las necesidades de personas violentadas a dejar sus hogares en distintos rincones del mundo? Existen amplios estudios sobre los flujos migratorios desde distintas perspectivas: económica, política, sociopolítica, cultural, psicológica, etc. Pero se advierte que la reflexión actual cristiana-teológica-pastoral resulta más bien corta en comparación a otras perspectivas que estudian y reflexionan el tema. Y esta exigua presencia en la reflexión teológica-pastoral no parece ir muy en consonancia con la abundante presencia de las migraciones en la Biblia.

Desde las encrucijadas que se planteaban más arriba, para un serio estudio ante el desafío de la movilidad humana en nuestro tiempo, la hospitalidad constituye un tema central en la misión de Jesús y por ende de toda la Iglesia. Una hospitalidad que se vive de una manera especial a través del ministerio de la reconciliación, de tender puentes en un mundo roto, saltando los límites de lo legal-ilegal, de lo puro-impuro y de la inclusión-exclusión. Es desde la mirada misericordiosa de Dios donde la ley, lo legal, lo puro cobran su más profundo sentido y ocupan su lugar como medios y no como fines. Para Jesús la misericordia de Dios no puede contenerse dentro de los muros de mentes limitadas, y desafía a la gente a reconocer una ley mayor basada en la incalculable misericordia de Dios antes que en nociones restrictivas sobre lo digno y lo indigno. El misterio de la reconciliación parte de la mirada misericordiosa y amorosa de Dios. En los ejercicios de san Ignacio se puede leer: la Trinidad miró al mundo y dijo “Hagamos redención del género humano”.

La movilidad humana, que corresponde al movimiento histórico natural de los pueblos, puede revelarse en una auténtica riqueza, tanto para la familia que emigra como para el país que los acoge. Necesitamos tener una mirada especial para aquellas familias que viven experiencias migratorias dramáticas y devastadoras, en especial cuando tienen lugar fuera de la legalidad y las sostiene circuitos internacionales de la trata de personas o mafias organizadas. La hospitalidad de Jesús, como en nuestros días, se apoya en pilares sólidos: acoger en el hogar e invitar a la mesa, crear espacios de encuentro para ayudar a sanar, compartir, reconciliar, discernir, celebrar y ser testigos de la esperanza.

NOTA: Nuestra Iglesia local de La Plata ha estado siempre abierta a los necesitados, a los inmigrantes y su problemática. El actual Equipo de Migrantes e Itinerantes, que cuenta al P. Julio Espinosa como delegado episcopal y asesor e integrado por religiosas, laicos y representantes de las colectividades de inmigrantes, fue integrado desde 2018. Desde entonces se camina en el cumplimento de los objetivos y actividades propuestas, en plena integración con las demás aéreas de la Pastoral Social y en comunión con nuestros pastores y toda la Iglesia arquidiocesana.-

Citas del Compendio

“La doctrina social es un instrumento necesario para una eficaz educación cristiana al amor, la justicia, la paz, así como para madurar la conciencia de los deberes morales y sociales” (532).

“Cumpliendo con su misión educativa, la familia contribuye al bien común y constituyela primera escuela de virtudes sociales, de la que todas las sociedades tienen necesidad”.

(238)

Citas de Laudato Si’

“Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida. La educación en la responsabilidad ambientalpuede alentar diversos comportamientos que tienen una incidenciadirecta e importante en el cuidado del ambiente”. (211)

“ Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana” . (217)

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Acercándonos a la celebración de Pentecostés, aprovechemos para reflexionar y pedir el auxilio del Espíritu Santo para la Misión.