a l b a y z Í n obra colectiva

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1 A L B A Y Z Í N ( Obra colectiva )

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Page 1: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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A L B A Y Z Í N

( Obra colectiva )

Page 2: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

2

Antonio Verdejo Martin

Belén Martinez Alonso

CaterinaP_deamadrepotography

B á b e l

Horacio

Sofía y Océane

Miguele

Esther

Marian Lis

Amanda

Coti

María Noel

Pablo

Alfredo

Matilda

Paula

Cristina

J o s e

P i l a r

Priscila

Valentina

Vicente y María

Mercedes Bianchi

María de las Mercedes Betnaza

Page 3: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

3

A L B A Y Z Í N

Luisillo, qué es una página en blanco...?

Es un poema abierto, desangrado,

con todas las esencias rojas, posibles,

que van desde la cuna a un ataúd.

Y en medio está la rosa de la Mezquita,

la azucena que se protege tras la reja

y todas las que inundan con su olor tu vida.

Samarita es la Luna del callejón,

la que duerme en el mismo rincón

que Alfredo sueña.

Page 4: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

4

Pero el final es agua:

La hoja se derrama,

y en la cuesta empedrada recoge sus dibujos Mariana.

Marian Lis

Page 5: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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El corazón de Manon tiene sueños de albatros,

y cuando el viento surrealista del otoño sople

orientará su brújula

y seguirá las huellas que dejó sobre el agua

un poeta francés.

Los pinceles inacabados de Alicia duermen.

Esperan que se detenga el tiempo

y los despierte,

entonces revelarán la realidad al mundo.

Los perfumes del zoco tienen silueta de cintura.

Y flores inventadas por los ojos de Lubna

adhieren a mi piel su oscuridad profunda.

Fátima lleva un secreto puro tras su rostro de perla,

Page 6: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

6

Omar y Jadiyah esperan el crepúsculo

y alimentan las horas, las palomas y un árbol torturado.

La risa tropieza por las calles estrechas

dibujando el contorno de carne de todas las esquinas.

Hay una sabiduría envuelta en seda,

escondida tras multitud de máscaras,

discreta, humilde y vergonzosa.

Y en oraciones de diferentes credos,

un pasado olvidado se refugia.

Todo es necesidad alegre,

belleza recién salida con el Sol

y recogida por la Luna.

Nátali deja su rastro femenino como un ada del bosque.

Refugiada en su cueva, escapa,

y con sus pies descalzos no deja huellas artificiales.

Los compañeros animales muestran su humanidad,

descubren que la hermandad no es selectiva.

Y aquí aparezco yo,

una página en blanco que olvida su futuro:

En el enjambre de la luz

un sonido penetra.

Distorsiona su objeto

que aturdido regresa.

Pero ha perdido su lugar.

Page 7: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

7

La memoria del agua

carece de sustancia;

Está. Conoce. Piensa...

Pero su ausencia la desborda.

El fuego se mantiene inseguro.

Necesita otra llama que abrace sus raíces.

Su palpitar es voz,

su dirección los ojos,

su alimento la sangre.

Y su final ineludible

la angustia hecha ceniza.

En el enjambre de la luz

hay un sonámbulo funambulista.

Cuando despierte ya a caído.

Un grito viaja en el sonido.

El agua es la ilusión perpetua,

la fe que siempre nos espera.

Y el fuego eres tú:

La rosa que respira en tus labios.

A.Verdejo

Verano – 2018

Page 8: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

8

Y al Albayzín llegaron embajadoras de Turquía

con el tesoro de una flor amarilla.

En el tarbih que musita los misterios sagrados

hay una voz que prendida quedó en sus esferas:

es la pureza que acaba de nacer de la nada

y comienza a tejer la belleza.

En tus manos presiento que se enreda

todo el rubor de la inocencia,

y entre las hojas del talisman de un libro de poemas

quedará tu memoria.

Desde Estambul hasta Granada

hay dos iluminados senderos suspendidos,

por él transitan silenciosos mensajes,

cándidos, pudorosos,

dos perfectos trazados del mago de los siglos

que en un instante del presente retorna para recomenzar la Historia.

No conozco tu nombre solo tu sed, tu apasionado anhelo,

la breve aparición de una esperanza que nunca se marchita.

Todo quedo en mi mano vacía

y en los gestos que no precisan del sonido.

Todo quedó en tu alma viajera

y en aquella ramita de hojas rojas.

A.Verdejo

Mezquita del Albayzín-Noviembre – 2018

Page 9: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Belén vive en la levedad donde transcurren las silenciosas rotaciones.

En las olas del aire mece los arcos iris que lleva entre sus manos,

y en las olas del agua agita sus cabellos de alga.

Selva multicolor de donde emerge una constelación de vida.

Belén Martínez Alonso

Page 10: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Elvira atrae los ammonites

y los transforma en generosos mensajes milenarios

como regalos de voz marina

para quien ha perdido el horizonte.

Babel lleva consigo la radiación del Sol cuando alumbraba el Paraíso.

En su frente acumula sabidurías primigenias

que descomponen estereotipos de la modernidad.

B Á B E L

Page 11: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Sakina es la rosa.

Cuando sonríe es blanca y plata,

cuando respira es roja y sangre.

En ella se aglutina la arena ardiente del desierto

y el rugido inaudible de Castilla.

Andrés ha olvidado el recuerdo

pero tiene presentes las historias soñadas.

Sus trazos se esfuerzan por construir un sólido

donde posar un mínimo infinito.

Horacio fabrica talismanes marinos,

amuletos alados,

instrumentos reparadores de la vida,

máquinas productoras de una felicidad elaborada.

Page 12: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

12

Caterina lleva tras sí una multitud de pequeños pastores

que dejan su calzado

para danzar al son de un canto sardo.

CaterinaP_deamadrephotography

Y todos somos uno solo,

las múltiples personas de una sola persona.

Los menos malos del Infierno son sus santos.

Los simplemente buenos en el Cielo,

artesanos, artistas, músicos y poetas;

del mal, los inconscientes,

y aquí en el Albayzín, supervivientes.

A.Verdejo

Enero – 2019

Page 13: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

13

LA VOZ O EL AGUA

No era la voz humana la que aguardaba el cielo,

la que contenía mensajes intemporales.

Era la que atribuye resultados ambiguos

a los conceptos incompletos del mundo.

Pero es la voz del agua la que no engaña,

la que no disimula el natural discurso en movimiento.

Llegué al oasis.

Llegué a la fuente.

Paraíso pequeño entre la Alhambra y el futuro.

Tú le cantabas al silencio:

Sonaban una multitud de sueños.

Tu negación dividió en dos la realidad:

La voz o el agua.

Tú en un rincón.

Yo en otro.

Y en medio, el agua.

A.Verdejo

09/01/2019

Page 14: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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DÍA DEL AGUA.

La Pacha Mama llegó a la orilla del Darro.

Su voz era el murmullo del agua y el suave coro de las hojas.

“-Agua de luz,

agua de estrellas...”

Era un arcángel del Piruw que regalaba los rituales de Tambomachay.

Generaciones de cánticos indígenas condensando naturaleza.

Su serena belleza resumía todas las metamorfosis.

Movimientos de paz que desconocen cualquier antagonismo.

Las miradas eran brújulas imantadas

dirigidas hacia el vínculo con la Tierra

que aquel arcángel acogía dulcemente

en su sencilla majestad.

Un río de significados virtuosos recorre el interior del corazón

y en la Montaña Vieja ya se preparan desposorios espirituales.

El algodón frío,

la piedra blanca,

la telaraña de las serpientes

y el ángel volador...

Cortinas de cristal,

amaneceres de diamantes,

Page 15: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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las sombras verdes

y el río de coral.

En la selva del agua

se escucha el arco iris de los titiriteros.

Es la vida

improvisando su alegría espontánea.

Los equilibrios originales

que se mecen al son natural de las pasiones.

Tu imagen renueva la corriente,

viaja con el río sin alejarse nunca,

ligada como está desde su nacimiento hasta el Pacífico destino.

Cóndor de nube que vuelve a remontar.

A.Verdejo – 22/03/2018

Page 16: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Pablo es la paz del mediodía.

Cuando la oscuridad se encuentra lejos, Pablo brilla.

Nos envía seis señales de luz

con la vibración electromagnética de su estrella.

Los sentimientos precisan de calor

para poder propagarse como polen.

Y Vani sigue la ruta cálida escrita en los océanos,

de hemisferio a hemisferio,

para dejarnos su paz, su amor y su canción.

Diego descifra geroglíficos,

geometrías del Ser.

En su aparente indiferencia

pasa la nube

capaz de ocultar y descubrir al Sol.

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Se iniciaba el crepúsculo de una hoguera

cuando del humo surgieron dos latidos:

Uno del corazón de una mariposa.

Y otro desconocido.

Era Coti con sus brazos de seda,

que siempre nos espera.

Maria Noel apareció como la poesía

que nos salva la vida.

María Noel

Page 18: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Y llego al Huerto...

Un bullicioso encuentro de continentes.

Unas notas flamencas se funden con el son

en una salsa de percusiones, malabarismos y ladridos.

San Nicolás ha escapado del templo

y multiplica su personalidad cambiando de disfraces.

Page 19: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Al fondo, la perla fósil.

El mágico testigo de una profanación

en el tierno interior del verso nacarado.

Hamid y Sohaib son como el viento que regresa

después de dar la vuelta al mundo.

Ahora custodian la belleza y la historia

en el jardín abierto a cinco siglos

junto al tronco del alminar que pregona el Adhan.

Page 20: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Llegó la Nada acompañada.

La Nada ausente.

Un corazón al que el amor detuvo.

Unas bocas sin aire.

Una tristeza que no llega a ser pena

pues Nada hay en su pasado y Nada espera,

en donde ya no cabe más vacío.

Le pregunté si podría quedarme algo de su esencia,

y me dejó su sombra:

La copia fiel,

más triste que la Nada y menos existente.

Busqué por mis bolsillos algún resíduo de primavera:

Le regalé una mariposa

y ahora la Nada es algo,

y yo su sombra.

Un lirio morado enraizó en la Verea.

Día y noche

espera la mirada embrujada.

Y que el conpás escape de una cueva

y la brisa nocturna acompañe su baile.

Gratuito era el sentimiento.

Verdadero el romance de lirio y brisa

recorriendo las empedradas calles vacías

que brillan con la Luna.

Al fondo el murmullo del agua,

noche y día.

Page 21: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Hay una bandada de pajarillos tiernos.

Uno es un niño que se hizo pájaro.

Y un pájaro que se hizo niño... y perro...

y ser vivo que reivindica su existencia.

Y hay bicicletas que bostezan

mientras vigilan los motores azules que persiguen quimeras.

Page 22: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Diana es la amazona que guía su flecha sin destino

y a través de laberintos de ensueño

invariablemente conduce al agua.

Hasta el aljibe paciente y resignado

que es el jumento de fantasías infantiles.

Diana capitanea las Nereidas con la ternura de unas riendas de brisa.

En mi memoria recupera nostalgias de amatistas y lágrimas de la Luna,

de templos submarinos donde los ojos son tesoros de alquimia...

Y Diana es la flecha serena

que despierta preguntas salidas del silencio

con la certeza de que en ella reside la respuesta.

La pasión imposible está sentada,

bordando encajes entre la perturbada algarabía de las células.

Y el deseo, siempre insatisfecho,

se desvanece como la imagen de una ahogada

que lentamente viajase hacia el fondo desconocido del abismo

sin alcanzar jamás reposo.

No hay otros labios, entre las infinitas bocas,

que dejen a los cadáveres sedientos.

Y cuando la canícula se relaja,

en las escasas sombras las seguiriyas se refugian

y liberan pasiones del insomnio

que retenían comprimidas.

Page 23: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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María riega la enredadera de los versos

que trepan columna arriba.

En la elíptica selva de las letras

María es la lluvia que alimenta la vida.

Pero el poema es luz.

Busca metamorfosis,

imprevisibles anarquías

que a su libre albedrío crean espectros invisibles

de nuevos mundos.

En la abstracción de una sonrisa se recrea María

contemplando la luz y el movimiento.

Page 24: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Se abre paso el sonido que vuela en las corrientes

atravesando el auditorio de la Puerta quebrada

bajo pesados y antiguos testigos del delito

hasta desembocar en un largo rectángulo.

Y allí se hallaba Ana la pitonisa,

que fue mi hermana atormentada del amor,

y hoy ya los dos resucitados.

San Miguel flota como el ángel vivrante de los colibrís.

Con una mano sostiene el cielo estático.

y con la otra recrea el vuelo peregrino

que desciende y se posa en el brazo de los campanarios.

Page 25: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Una aparición estilizada recorre procesiones,

pronuncia sortilegios quebrados por las gargantas de aves negras,

entrecruzadas.

SARA posa en la rama que ha perdido las hojas:

Liviana era la imagen en el espectro difuminado de la luz y el sonido.

La ebullición apagada de un volcán

en el relato convulso y misterioso del pasado remoto

y del futuro retenido.

Imperturbables.

Un ave enamorada se reconoce en ella y acompaña su cuita;

posada en una rama de hojas tiernas

comparte ese reducto aprisionado de temblor y poesía

que se abre paso entre el tumulto.

A.Verdejo

Febrero – 2019

El ALBAYZÍN es el rosal del Arco Iris

en donde las espinas impiden que la luz cicatrice.

Estas letras no alcanzan la existencia,

jamás podrán llegar a Ser.

Nada son que esté vivo,

se extienden negándose a sí mismas.

Pues quien no ha sido pájaro

ni tambor

ni el orificio de luz y de sonido por el que circula el sentimiento

aun no ha llegado a la existencia.

Page 26: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Para escapar os necesito.

Salir desde las apariencias disueltas en mi mente.

Un milímetro de canción es mucho más

que mis interminables sueños dibujados

que habitan el vacío.

Rescatadme...

Tan solo se que existe otro mundo por vosotros.

Un universo repleto de substancia,

una constelación de la complejidad visible,

una belleza que tiene el monopolio.

el amor que no conoce de otra cosa inexacta...

Quiero ser el espejo que de vosotras se enamora,

el que cada mañana contempla como peinas tu pelo.

Algo habrá quedado en él de ti,

algo que no es imagen ni sonido

pero que puede verse y escucharse pasando al otro lado,

en el pozo sin fondo donde guarda secretos.

Se que estás escondida,

presente en él sin que el tiempo lo impida,

como un alma que todo lo divisa detrás de su cristal.

Revélate esta noche

cuando mis pasos rueden por la pendiente abajo

y la canción sea agua.

Page 27: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Sabré que llegué a mi destino.

Mundos perdidos que se encuentran al volver una esquina.

Sinfonía de un sueño que despierta dentro de otro sueño

y abrazados penetran, lentamente,

por ese blanco cielo que custodia tu espejo.

Ya no quiero pensar,

y no quiero escuchar otra cosa que no sea la canción y tu risa.

Ahogados en la miel.

A.Verdejo

Noviembre - 2018

Page 28: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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En la nube de arena sonaba el acordeón blanco.

La trompeta era el ciclón que le ayudaba a respirar.

Y Amanda la voz texana

que con una pirueta

añade un verso exótico a la nieve.

Amanda flota sobre una ola de nácar.

Su acordeón blanco rima al compás de un pie.

Se le oye respirar integrado en su pecho

como otro corazón y una sola verdad.

Siguiendo la distancia invisible de la arena y el mar

la trinidad revela su mensaje con una caracola

que sentencia la melodía ocre de su voz.

Page 29: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

29

La mujer magia trazaba embrujos.

Todos los elementos rendidos a su voluntad

integrados en la unidad primera

cuando la belleza permanecía como un óvulo.

Sofía era la diosa dando a luz,

y con el privilegio de ver nacer la creación del arte

irrumpieron las aguas de una Océana envolviéndolo todo...

¡Ja, ja, ja...!

Navegaban, volaban,

el agua y la brisa,

alas y remos...

Y era la voz del mar

un coro de caracolas acompañando a una sirena,

un océano de aire al compás de los encantamientos.

Page 30: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

30

Y aquella criatura nacida de alguna fantasía

giraba suspendida por la felicidad.

Navegaban, volaban,

el agua y la brisa,

alas y remos...

Sobre el fondo blanco donde todo es posible

el círculo de un ojo era testigo de todo lo imposible,

y en la mezcla perfecta de agua y vuelo:

Océane y Sofía.

Una, dos, tres...

Veinte, cincuenta...

completas ausencias sumadas,

acumuladas,

capaces de derribar todo equilibrio,

de sepultar la alegría de un siglo,

de anular toda germinación.

Pero ella permanece asida

al leve aliento de la incomprensión,

a una luz invisible,

al suspiro minúsculo de la belleza.

Una, dos, tres, veinte, cincuenta indiferencias circulaban...

Pero el arte seguía.

El artista seguía...

A.Verdejo

Marzo – 2019

Page 31: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Una belleza ríe y se expresa indiferente

cuando deslumbra la fijación condicionada por leyes naturales.

Y sin embargo,

sobre la superficie de una nube dejó prendido el verso

que un día quiso alcanzar su ausencia.

Matilda transfigura la realidad

hasta donde no pueden llegar los sueños,

porque en ella la dualidad alcanza su principio.

Con las manos descifra el movimiento de los astros

y teje el universo de los seres pacíficos.

Su alrededor define el círculo espacial

de las mujeres mitológicas

dentro del cual suceden los encantamientos.

Y de pronto... Yo era pluma,

ave dormida en una nube de oro.

A. Verdejo

Abril - 2019

Page 32: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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MIRADORES

A LA PUERTA DE TU CUEVA LLEGUÉ PERDIDO, PAULA,

HUYENDO DE UN VENENO DE AMOR

Y ENCONTRÉ A MUNTRA Y A SU HIJA.

BUSCABA LA NIEVE DE UNA VELETA

Y ERA LA CAL DEL PARAISO:

RAÍCES SALIDAS DE LA TIERRA

QUE SE ABRÍAN A UN AUDITORIO DE ESTRELLAS

CON VOCES CONGELADAS, INGRÁVIDAS,

QUE ESCAPAN FLOTANDO

COMO LARVAS Y SEMILLAS DE NUEVOS MUNDOS

MINÚSCULOS E INMENSOS.

ALLÍ ESCUCHABA SANDRA

CON LÁGRIMAS DE LUZ,

CORAZÓN DE AMATISTA.

Y SALIDA DE UN TEMPLO DE NEPTUNO

SU PRIMA, CON SUS OJOS DE ALQUIMIA.

RODEADOS DE POESÍA,

LEPIDÓPTEROS MÁGICOS Y FELICES

EMBRIAGADOS DE LUNA,

EN UNA ESFERA SIN MUERTE,

RECOBRÁBAMOS LA IDENTIDAD PRIMERA,

UN MANANTIAL QUE ASOMA,

PURO Y GENEROSO,

SIN CONCIENCIA DEL MAL..

A.Verdejo

28/02/2017

Page 33: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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PAULA Y LA NOCHE

EN SAN NICOLÁS

Tus dedos toman canciones

que quedaron dormidas en las plumas.

De entre las sombras brotan los ecos atrapados

como destellos que alumbra la imaginación difusa de un farol.

Un hada asoma sigilosa

por la negra boca de una luna redonda

que tú sostienes en los brazos,

y recorre la noche congregando a los seres iluminados.

Seres desnudos e intangibles que han recorrido siglos...

Trajes y vestidos vacíos...

Marionetas liberadas de todas las censuras del tiempo y la razón.

Y tus dedos sostienen encendida una danza de fuego

señalando las infinitas rutas por las que transita lo invisible.

Flotando está ese caos sin cuerpo

de recíprocas transparencias

en donde todos los resucitados

escuchan los Sueños de la Alhambra.

A.Verdejo

Julio-2018

Page 34: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

34

MIGUELE Y LA NANA

Entre las rejas del Convento

se enredan las cuerdas de tu guitarra, Miguele.

Juegan como niñas traviesas sin tiempo ni distancia

persiguiendo sonidos mutuos de metales y sueños.

Un diapasón negro recorre Calderería de farol en farol.

No lo ven los turistas ajenos al son,

que no escuchan la danza del duende

ni el vuelo embrujado de un caballo grande.

San Gregorio el Bético reconoce tu voz,

y una conexión trascendente viaja como un rayo

y atraviesa el cuerpo y la consciencia de quienes te escuchan.

Un trafico ininterrumpido de herraduras

sube y baja la Cuesta.

Se detienen junto al pilar del agua

y esperan que tu canción les conduzca

hasta un niño dormido.

Tu voz antigua sale del Sacromonte

y desciende en forma de nana y agua.

Contigo regresa la noche del Zorongo

que no quiere olvidar que pertenece al pueblo.

Y a tu lado, invisibles,

sentados en el mismo peldaño,

sonríe Federico... jalea Camarón.

Así fue. Así es.

Page 35: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

35

El agua era pena,

pena de guitarra.

Y Miguele canta

la pena del agua.

El agua era río,

río del Alhambra.

Y Miguel le canta

una nana al agua.

Un caballo grande

se aproxima al agua.

Y Miguele canta

y el caballo... baila.

A.Verdejo

05/09/2018

Una rama del bosque

en sí misma contiene su sentido.

Consciente de su espacio,

ausente de grandes magnitudes,

pero centro integrado

en el que quizás posará la canción.

Cristina es la parte que ha de comenzar

y el todo concluido,

la rama virgen y el bosque constelado,

porque la historia es ella.

Mayo – 2019

Page 36: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

36

Junto al Pilar se mecían las plumas

como sueños de colores atrapados por la canción del agua.

Junto a Pilar,

la quietud de la espera sostiene un equilibrio

con la incesante sucesión de historias.

Y eran Pilar y el agua

la perfecta fusión de contenido y libertad,

de un mandala cometa

y nube terrenal,

donde todo es posible antes de despertar.

En mi sueño

aparecí atrapado en el año 8.528.

El vértigo me situaba en el vacío

porque la Tierra me era extraña.

¿Dónde estaba La Alhambra...?

Al instante tomé conciencia de la muerte,

la vencedora.

Victoriosa,

desfilaba acompañada de la eternidad.

Escapé de mi sueño

y por primera vez deseaba regresar al pasado

en lugar de construir el futuro.

Abrí los ojos y estaba junto al Pilar del agua.

Y en los mandalas de colores que Pilar tejía

estaban mis sueños atrapados:

Sueño 2 :

Page 37: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

37

Qué substancia se expresa en ti...?

No acierto a descifrar la conjunción astral

que produjo tu extraña aparición.

Dónde fijaron tus ojos la mirada

cuando te aproximabas a la Luna

y qué pequeños mundos se fueron integrando

dando lugar a tu universo.

Es su atracción la que arrastra mi mente.

Siento que me aproximo vertiginosamente

hacia un colapso eterno

que la razón de la materia interpreta

como el comienzo de una fecundación.

Y solo son mis ojos los que han llegado a su destino.

Esquiva es tu impredecible ruta

en el momento incierto en que el jardín espera tu presencia.

Y entonces todo cambia:

Iluminada está la Alhambra,

las numerosas flores se tornan girasoles,

los pajarillos inician una algarabía de canciones

y la oración del alminar te llama

con poemas de amor.

Page 38: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

38

SOLEÁ DE MELIYA

Nunca las Soleares se sintieron más solas.

Una mujer de negro envuelve un sentimiento a su cintura.

La guitarra es campana

y en su interior

dos zapatos flamencos repican la pena del vacío.

Page 39: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

39

Sus manos comunican fórmulas olvidadas

y en su rostro se observa la tragedia infinita

cuando en el universo de una célula ya no existe el amor.

Page 40: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

40

Meliya era el silencio encarcelado que se revela en tempestad,

y en esa oscuridad calcula su destierro

agitando con su cuerpo al destino.

Page 41: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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Una ausencia penetra el corazón,

contorsiona la sangre

y el esqueleto danza con la muerte.

Page 42: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

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El negro del vestido lleva prendido un talismán.

No hay soledad más negra ni mujer más sincera.

Meliya ve sombras de los ángeles,

que libran un debate dramático y terrible:

Es la vida o la muerte,

la eternidad o el tiempo,

la humanidad o el cielo,

el amor o el infierno.

Y Meliya una diosa de carne

completamente sola

ante toda la sangre antes de ser espíritu.

Page 43: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

43

Rompen los oscuros presagios a bailar

y el aire contamina la fiebre del dolor hechizado.

Una sacerdotisa se abalanza

arrojada en el ruedo por un golpe del cielo,

y cuando el desenlace conozca su sentencia

regresará la metafísica a su nido.

Page 44: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

44

Hay gestos, signos y señales comunicando lo esencial

y en esta plaza de redondez humana

se celebra el eterno ritual del drama existencial.

Page 45: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

45

La belleza es un símbolo con el que sublimar esa agonía.

Y al final retorna vencedora

después de habernos liberado de nuestra Solea.

- o O o –

A.Verdejo

Octubre-2018

Page 46: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

46

Cuando la música aún no se escucha,

cuando solo es semilla,

ya germina en el pecho del constructor de violines.

¿Cómo descifrar la sinfonía que se escierra en su mente

cuando ese violonchelo es su cuerpo

y son sus cuerdas sus arterias

que a impulsos del corazón se balancean...?

¿Cómo recuperar

en el silvido cegador de la tormenta del desierto

la voz de cada grano...?

Y cómo distinguir en la inmensidad del mar

las gotas de lluvia que cayeron...

J O S E lanza al viento un enjambre de voces naturales,

derrama los murmullos de bosques milenarios,

coordinadas simetrías del movimiento de las ramas,

inagotables alquimias vegetales.

Con una mano extrae la voz antigua

de un corazón de abeto,

y en la otra blande un rayo.

A veces lento y reflexivo.

Otras, vertiginoso calidoscopio

de acariciadas curvaturas de luz.

Se enreda en las esquinas,

en los rincones más inesperados,

donde es posible congregar a inacabados sueños.

Dialoga con mundos misteriosos

emitiendo sortilegios

y escuchando a la creación.

Page 47: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

47

Hay lianas que unen continentes.

Lianas que atrapan los espíritus

y aun cuando su apariencia está vacía

y el viento balancea su delgada espiral,

mantienen alianzas asidas a la abnegación.

Priscila está dormida en el vapor de una catarata

que asciende hacia las metas de la condensación.

Y en el momento que un relámpago ilumina el recuerdo,

la sortija de coco y el pañuelo de seda,

en Brasil en Granada, provocan la sublimación.

Page 48: A L B A Y Z Í N Obra colectiva

48

El rumor general de la Naturaleza exuberante

y el delicado transcurrir de la nieve fundida

producen el mestizaje de Iguaçu y Darro.

El estruendo precipitado de los cielos

y el surtidor de campanillas del Generalife.

Lorca y Neruda.

Todo queda en el alma de Priscila.

Junio - 2019

En la imagen estática de lo sagrado

vuelco la cera que derriten tus ojos.

Repitiendo alabanzas

solicito dos alas

que me devuelvan la certeza del aire.

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Pero te vi caminar por el templo vacío...

Sonreir a los ángeles...

Cantarle a los amores de tu fe...

Todas las esculturas de las vírgenes fundiéronse en tu rostro.

Y comprendí que era de carne mi esperanza.

Humana la certeza de Dios.

Ahora que tu herida de fuego

la llevo en mi costado,

no me dejes a solas

en esta cruz clavado...

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El perro blanco escucha.

Oye las crines al viento de caballos blancos

El perro blanco mira el cabello negro de una amazona

que puede verlo todo con los ojos cerrados.

Cabalgan por estepas nevadas y cálidos desiertos

donde el sonido no conoce fronteras.

Inverso era el lenguaje de las manos

repicando en el hueco que dejaba el silencio.

Pero el silencio obedecía y gritaba.

Y la distancia repetía el tejido creado

por ese idioma electrizado,

como una telaraña de relámpagos.

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Hay que empuñar el corazón por la cintura

y hacer que grite la verdad.

Señalar con el mástil la dirección que ha de seguir la sangre,

la ruta inversa del azar,

y construir la historia

a golpe de timón.

En la Plaza Nevot la canción era vuelo.

Cortejo de aire con significados circulares

intercambiando el orden, el sentido,

la dirección inversa de la historia.

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Y el gesto improvisado y blanco,

desde una posición más elevada,

dirige la inspiración coordinada que emerge desde el fondo

de una chistera negra abandonada.

A. Verdejo

Junio - 2019

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A MARIA MAGDALENA

Aun no había sido su sangre derramada

ni habías estado allí abrazada,

al pie de aquella cruz,

y ya estábamos con Él resucitados

descendidos... sepultados...

y hambrientos de aquella nueva Luz.

Como a San Juan en el Calvario,

mientras envuelves el sudario,

se me encomienda tu cuidado.

Y envidio el Sacramento que llevas a tus labios...

Por ello pido otro Calvario

para quedar también crucificado.

¿Y qué mercedes no te concediera

desde esta cumbre de madera

que de tal modo abrazas a tu pecho...?

Que siendo todo amor fecundo

pídeme la Paz del Mundo

y todos los milagros se habrán hecho.

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María Magdalena,

como si fuese aquella vez primera,

nos encontramos en Granada dos mil años después.

Busqué con mis poemas tu belleza

y de nuevo nuestra historia comienza:

pues falta paz y nos quedan milagros por hacer.

Oh mi amor!

Oh mi amor...!

Vuelvo a sentir tu abrazo como fuego

que asciende hacia la cruz de este madero...

Con la alianza de nuestras manos extendidas

entrelazamos nuestras vidas...

Cierro luego mi mano traspasada

y guardo para siempre tu huella enamorada...

Oh mi amor.

Oh mi amor...

13 de Junio de 2019

Día de San Antonio.

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Por la pared descienden las flores del jazmín.

Y una guitarra apenas quiere despertar de un sueño.

Tú también soñabas:

Esperabas sentada

que unos pasos equivocados

creyesen encontrar el amor.

Pero el amor solo está en la guitarra

y en un dibujo de papel o de tela:

Algo bello y volatil,

como el perfume del jazmín.

-ooOoo-

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Camina Luis por la orilla.

Sus pies descalzos se hunden en la antigua arena.

Recupera sonidos extinguidos,

mensajes encerrados en vidrios de Corinto

que llevan siglos dando la vuelta a un mundo azul.

Luis camina resucitando encuentros milenarios

y lleva su mensaje hasta la magnética colina

que hay frente a la Sabika.

Y cuando se rebasa el signo de la historia

la refracción de las cuerdas

quiebra la dirección del verso.

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-oOo- Eran las doce del día y de la noche,

en una equidistante tregua de todo movimiento.

La quietud presagiaba algún suceso intemporal

nacido de un paréntesis;

de la mezcla de luz y oscuridad,

de océano y volcán.

La Luna llena comenzó a iluminar el escenario

para que solamente Irama pudiera revelarse.

¡Y de pronto,

brincaba la sonrisa

de aquella bailarina ingrávida y lunar!

Su natural felicidad flotaba

contagiando la belleza y la paz:

- “Soy Irama,

para quien no existe otro estado

que la traslúcida bondad.”

“Provengo del fuego sumergido

sobre alfombras de alga

y flores de coral.”

A. Verdejo

Junio – 2019

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Los ojos transparentes de las libélulas

recorrían la noche

llenándola de apariciones.

África estaba sentada contemplando la danza

de nubecillas de estrellas diminutas.

Sus ojos penetraban sin límite

dejando al descubierto todo lo brillante.

Eran ondas majestuosas de longitudes perfectas

que de su ser emanaban

en una respetuosa exposición de comunicación profunda.

La tierra virgen esperaba semillas procedentes de zonas incontaminadas,

y aquella conjunción espiritual de la carne

las hacía germinar al instante.

Eran África, la noche y las libélulas...

Ojos y corazones transparentes.

26-06-2019

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Quise leer el poema que llevas escrito en tu interior,

el que no encontraré en los libros

ni en ese mar que cruzaste un día,

‘ruiseñor’ bereber.

He de aprender el idioma olvidado:

el de la poesía antes de que naciera la palabra.

Dejo pues de interrogar al sentimiento,

a la pasión y a la alegría que te envuelven.

Y esperaré el momento en que reveles

tu poema de carne,

tu poema de vida. Mirador de San Nicolás. 10 - Julio – 2019.

Valentina

sentada está en la orilla.

Su presencia completa lo esencial.

¿Qué teje con sus manos Valentina...?

Soluciones de vida.

¿Qué teje con su mente...?

Espacios por los que pueda circular la paz.

¿Y qué teje el corazón de Valentina...?

La sencillez de la amistad,

pequeñas islas rodeadas de amor,

los minutos entrelazados como olas

que componen la vida.

Cuesta de San Gregorio.

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Subiendo, subiendo, llego al altiplano.

“Tan solo murendo se puede alcanzar.”

Un ave dormida lanzó su quejido cuando al despertar

todo el horizonte era soledad.

El aire vacío se quedó sin voz, quebrado el aliento...

Buscando cobijo vagaba el amor, con dulce lamento...

Se encuentran de frente Vicente y María:

Vicente era música y María canción.

Ausente el testigo de la lejanía

(desde el Albayzín, del Andalucía)

escuchó promesas de su corazón:

“Te de querer, te de adorar...

“¡Tan solo murendo yo te de olvidar!”

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PASEO POR EL ALBAYZÍN

Un velo negro asciende y gira en el espacio sin cuerpo,

donde la apariencia crea la ilusión de una presencia.

Espero ausente,

donde no estaré nunca porque siempre será el vacío.

Y sin embargo tú

ocupas la inmensidad del sueño

en el paisaje verde que te oculta,

en el aire que te arrastra para que no te alcance,

mientras sigo el rastro que se borró el día de tu creación.

Solo la música invisible existe,

completa y plena.

Ella penetra por los poros de la nada,

invade los territorios que no alcanza la vista

y me sostiene como a una pluma inerte

que asciende y gira como aquel velo negro.

En todo lo que veo no estás,

y sin embargo estás en lo invisible.

Y en esa conjunción de la totalidad

el Universo te contiene,

y desde el Albayzín presiento tu existencia

errante por un mismo camino.

No hay destino en el presente eterno

que es el centro alrededor del cual el todo también gira.

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Ha regresado el agua,

y el movimiento sabe que la quietud es falsa.

Camino sobre diamantes tiernos

y las paredes retroceden,

transparentes...

Lo inesperado ocurre y la certeza está en lo inexistente.

Al fondo,

la ventana del aire

es el camino de las golondrinas:

A un lado comienza el horizonte

y al otro la mirada.

A. Verdejo

Noviembre - 2019

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Mercedes sabe que la memoria compromete.

Pero cruzó el abismo para saber lo que existió

antes de que la nada lo inundara todo.

Junto al Darro descubrió los secretos que recitaba el agua...

Junto al Guadalquivir

penetró en el templo sagrado de la unificación,

que han usurpado los idólatras,

y desafiando las hogueras de la fe

hizo ademán de pronunciar oraciones

prohibidas.

1

Victoriosa regresa Mercedes al Darro y al Genil,

dentro de las murallas del Reino Nazarí,

y contempla la Alhambra desde el Albayzín.

Febrero -2020 1 Fotografía por Mercedes Bianchi.

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A Mª DE LAS MERCEDES DE LA PATAGONIA

El agua nos conduce,

se ha introducido en nuestras venas,

donde habitada el fuego,

y ahora es roja y cálida.

Es ella la que hace germinar los sueños

en nuestro corazón,

la que busca su mar en nosotros,

la que empuja en idéntica dirección

para unir nuestras luchas.

Lleva en su ruta la misma incertidumbre

pero también la misma fe.

Una vez mi mano fue el remedio de tu herida,

y otra vez fue la tuya la que contuvo mi derrota.

Pero aquí estamos,

acuarios ambos,

poetas trasparentes en busca de la luz.

El pasado es probable que ocurriera

pero el futuro es cierto,

sucederá porque lo impulsa nuestro deseo y la verdad:

O, al menos,

algo menos equivocado que la oscuridad.

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Bajo el hielo andino estuvo tu voz durante siglos.

En la Tierra del Fuego

las tormentas azotan la frontera entre el agua y el fuego.

Pero no aceptaremos los límites ni los engaños terrenales,

sabemos que existen otros mundos

y el agua los encontrará junto al fuego que habita en nuestra sangre.

Tal vez nuestra poesía llegue al Infierno un día,

malherida,

apenas sin aliento,

y le pregunten en la entrada “Qué desea”,

y ella responderá que ha venido a morir junto a los condenados,

pues no persigue el premio ni la Gloria;

solo el azar la trajo al mundo,

nadie la reclamaba,

y de igual modo regresará a la Nada.

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Pero ahora vuela como un condor que por primera vez surcase el cielo.

Permanece en el viento lo que fue voz o grito,

y unos dibujos como hojas caídas de arándanos silvestres

que milagrosamente hallé a los pies de La Alhambra,

junto al Darro,

donde María de las Mercedes dibujaba

lo que ven las mariposas y las niñas:

Todo inocencia y poesía.

2

3/03/2020

2 Dibujos de María de las Mercedes Betnaza.