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CT julio/ Octubre 1995 e A A 5 R 0 MQN GRAFJA 60 Las bases de datos catastrales en el proceso de actualización catastral Los Catastros In1nobiliarios como inventario continuamente actualizado de bienes inmuebl es L os Catastros Inmobiliarios constitu- yen un inventario organizado y va- lorado de bienes inmuebles. Tal co- mo establece la di sposición adicional cuarta de la Ley 39/ 1988, de 28 de di- ciembre, Reguladora de las Hacienda s Locales, este inventario se es tructura co- mo base de datos uálizable tanto por la Administración del Estado como por la Autonómica y la Loca l. La citada Ley los define como: «cons- tituidos por un conjunto de datos y des- cripciones de superficies, situación, lin- deros, cultivos o aprovechamientos, ca- lidades, valores y demás circunstancias físicas, económicas y jurídicas que den a conocer la propiedad territorial y la definan en sus di ferentes aspe ctos y aplicaciones». Esta definición nos da idea de la exhaustividad de un inventa- rio que no sólo describe en detalle to- dos y cada uno de los bienes inmuebles, sino que los valora y referencia espa- cialmente, los mide y los relaciona, in- cluso topológicamente, con los restan- tes bienes inmuebles y elementos geo- gráficos de su entorno. Además, esto lo hace en forma homogénea y coordina- da para toda España, excepción hecha del País Vasco y Navarra, con el máximo ni vel de resolución que es posible al- canzar, incluso cuando se trabaja en un entorno local reducid o. La gestión de este invent ario debe re- solver tres problemas fundamentales: el volumen de información a ma- nejar; • la actual ización continua de la misma; • la difusión controlada de la infor- mación catastral. En relación con el problema del vo- lumen debe co nsid erarse que confo rme a los datos que se obtienen de las esta- dísticas construidas a partir del Padrón del IBI de naturaleza urbana y rústica de 1993, los Catastros Inmob iliarios están constituidos por: 10.907.284 par celas urbanas o fincas; • 32.171.4 83 elementos de cons- trucción, o unidades diferenciadas de construcción para las que se determi- nan sus características constructivas y su valor; • 21.818.309 unidades urbanas de tipo fiscal, como conjunto de elementos de constru cción o parte de ell os, y la parte correspondiente de las subparce- SEBASTI ÁN MAS MAYORAL las de suelo que dentro de una finca tie- nen una misma titularidad; • 43.083.927 parcelas rústicas, con- junto conexo de áreas de cul tivo o apro- vechamiento bajo una misma titularidad; • 57.600.184 subparcelas rústicas, como áreas, dentro de una parcela, con un cultivo o aprovechamiento específico; • 7.998.279 titulares rústicos. Estas cifras dan una idea de la canti- dad de información que debe ser cap- turada, validada, cargada y mantenida. Este volumen de datos sólo puede ser procesado mediante la utilización de recursos informáticos. Esto fue tenid o en cue nta desde el primer momento de la creación del Centro de Gestión Ca- tastral y Cooperación Tributaria y por eso en 1987 se definió un Proyecto de Informatización basado en la dotación con sistemas informáticos de las Geren- cias Territoriales del Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria. Es- tos sistemas debían ser capaces de pro- cesar la información capturada en las revisiones y renovaciones catas trales, validándola, va lorándola y generando padrones , recibos y todos los docu- mentos necesarios para la aplicación fiscal de los Catastros Inmobiliarios. El volumen d e datos a procesar, jun- to con el hecho de que casi to dos los procesos a que hay que someter a la in-

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Page 1: A A CT 5 R 0 julio/ Octubre 1995 MQN GRAFJA · 2018-06-26 · Decreto 1485/ 1994, de 1 de julio, por el que se aprueban las normas que han de regir para el acceso y distribución

CT julio/ Octubre 1995

e A A

5

R

0 MQN GRAFJA

60

Las bases de datos catastrales en el proceso de actualización catastral

Los Catastros In1nobiliarios como inventario continuamente actualizado de bienes inmuebles

Los Catastros Inmobiliarios constitu­yen un inventario organizado y va­lorado de bienes inmuebles. Tal co­

mo establece la disposición adicional cuarta de la Ley 39/ 1988, de 28 de di­ciembre, Reguladora de las Haciendas Locales, este inventario se estructura co­mo base de datos uálizable tanto por la Administración del Estado como por la Autonómica y la Local.

La citada Ley los define como: «cons­tituidos por un conjunto de datos y des­cripciones de superficies, situación, lin­deros, cultivos o aprovechamientos, ca­lidades, valores y demás circunstancias físicas, económicas y jurídicas que den a conocer la propiedad territorial y la definan en sus diferentes aspectos y aplicaciones». Esta definición nos da idea de la exhaustividad de un inventa­rio que no sólo describe en detalle to­dos y cada uno de los bienes inmuebles, sino que los valora y referencia espa­cialmente, los mide y los relaciona, in­cluso topológicamente, con los restan­tes bienes inmuebles y elementos geo-

gráficos de su entorno. Además, esto lo hace en forma homogénea y coordina­da para toda España, excepción hecha del País Vasco y Navarra, con el máximo nivel de resolución que es posible al­canzar, incluso cuando se trabaja en un entorno local reducido.

La gestión de este inventario debe re­solver tres problemas fundamentales:

• el volumen de información a ma­nejar;

• la actual izació n continua de la misma;

• la difusión controlada de la infor­mación catastral.

En relación con el problema del vo­lumen debe considerarse que confo rme a los datos que se obtienen de las esta­dísticas construidas a partir del Padrón del IBI de naturaleza urbana y rústica de 1993, los Catastros Inmobiliarios están constituidos por:

• 10.907.284 parcelas urbanas o fincas;

• 32. 171.483 elementos de cons­trucción, o unidades diferenciadas de construcción para las que se determi­nan sus características constructivas y su valor;

• 21.818.309 unidades urbanas de tipo fiscal, como conjunto de elementos de construcción o parte de ellos, y la parte correspondiente de las subparce-

SEBASTI ÁN MAS MAYORAL

las de suelo que dentro de una finca tie­nen una misma titularidad ;

• 43.083.927 parcelas rústicas, con­junto conexo de áreas de cultivo o apro­vechamiento bajo una misma titularidad;

• 57.600.184 subparcelas rústicas, como áreas, dentro de una parcela, con un cultivo o aprovechamiento específico;

• 7.998.279 titulares rústicos. Estas cifras dan una idea de la canti­

dad de información que debe ser cap­turada, validada, cargada y mantenida. Este volumen de datos sólo puede ser procesado mediante la utilización de recursos informáticos. Esto fue tenido en cuenta desde el primer momento de la creación del Centro de Gestión Ca­tastral y Cooperación Tributaria y por eso en 1987 se definió un Proyecto de Informatización basado en la dotación con sistemas informáticos de las Geren­cias Territoriales del Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria. Es­tos sistemas debían ser capaces de pro­cesar la información capturada en las revisiones y renovaciones catastrales, validándola, valorándola y generando padrones , recibos y todos los docu­mentos necesarios para la aplicación fiscal de los Catastros Inmobiliarios.

El volumen de datos a procesar, jun­to con el hecho de que casi todos los procesos a que hay que someter a la in-

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formación catastral se efectúan para el ámbito de un municipio o grupo de municipios, aconsejaron distribuir los sistemas informáticos según las Geren­cias Territoriales.

Los problemas planteados por la ac­tualización continua de la información ca­tastral y la difusión controlada de la mis­ma merecen un análisis más detallado.

La priorización del mantenimiento de la inf onnación catastral

La renovación y revisión de los Catas­tros Inmobiliarios rústicos y urbanos, co­mo proceso de carga básico de una infor­mación catastral actual, ha durado más de diez años, no habiendo concluido to­davía en lo que se refiere a la renovación de los bienes inmuebles rústicos. Ade­más ha supuesto una inversión de la Ad­ministración del Estado muy importante en recursos económicos, y la dedicación a dicha tarea de todo el personal del Ca­tastro. La magnitud y el esfuerzo necesa­rio para llevar a cabo este proceso de car­ga de datos indica claramente que no puede repetirse periódicamente, no ya cada ocho años, sino incluso consideran­do períodos de tiempo muy superiores.

Pero, en general, los pueblos y ciuda­des españoles son organismos vivos, que crecen y se transforman continua­mente, y esta evolución debe quedar re­flejada en los Catastros Inmobiliarios. En efecto, el Catastro no puede ser un censo estático de la situación en un mo­mento determinado, que actúe como «foto fija» de los bienes inmuebles to­mada de tiempo en tiempo, sino que debe ser un inventario que se actualice conforme evoluciona la situación de los mismos. Así, cuando se transfiere la propiedad de los bienes inmuebles de­be recogerse en el Catastro el cambio de titularidad casi de forma inmediata; cuando en un solar se construye un edi­ficio, las características del mismo y su valor deben quedar reflejados en el Ca­tastro nada más concluirse; cuando un

plan urbanístico transforma suelo rústi­co en suelo urbano esta nueva situación con las características de las parcelas y sus titulares debe ser incorporada al Catastro Urbano; y cuando una parcela rústica cambia por agregación o segre­gación de parcelas o, incluso, cuando cambia el cultivo o aprovechamiento de una subparcela, la nueva situación debe quedar reflejada en el menor tiempo posible en el Catastro Rústico.

Esta actualización inmediata y conti­nua es la única manera de asegurar la utilidad del Catastro para su amplio es­pectro de aplicaciones, incluidas entre ellas las de carácter fiscal, y en particu­lar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles.

Por esta razón, desde que en 1987 se creó el Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria, fue asentándo­se como objetivo prioritario el conse­guir un mantenimiento continuo del Catastro como forma de evitar la repe­tición periódica de los procesos de re­novación y revisión catastral. la solu­ción es que estos últimos procesos den, progresivamente, el relevo al manteni­miento continuo de los datos físicos y jurídicos de los bienes inmuebles, para que mediante procesos periódicos de modificación de valores catastrales, ini­ciados por la definición de Ponencias de Valores, que incidirán sobre los an­teriores datos mantenidos al día se mantenga también actualizado y distri­buido equitativamente el valor catastral.

Para realizar este mantenimiento con­tinuo no basta un Proyecto de Informati­zación orientado a dotar a las Gerencias Territoriales con los recursos informáti­cos mínimos que permitan la ejecución de determinados procesos masivos, si­no que hay que dotarlas con los recur­sos que permitan la creación y mante­nimiento de la base de datos adecuada y debe proporcionarse al personal de las Gerencias los medios informáticos, la formación y mentalidad que les per­mita interactuar con la base de datos para desarrollar todo su trabajo. Esto hizo que en 1989 el Proyecto de Infor­matización se transformase en un Pro-

yecto de Creación y Desarrollo del Sis­tema de Información Catastral.

La consideración de la difusión de información catastral

Al constituir los bienes inmuebles rústicos y u rbanos las unidades territo­riales elementales, y al integrarse, inclu­so complementadas con elementos es­tructurales del terreno, a través del in­ventario catastral, éste constituye el continuo de información territorial de mayor grado de resolución, extensión y homogeneidad del territorio nacional. Además la consideración de las caracte­rísticas y circunstancias físicas, econó­micas y jurídicas de los mismos hace de este inventario un producto de interés extrao rdinario por su utilidad para un gran número de aplicaciones para todas las Administraciones Públicas y un nú­mero ilimitado de empresas públicas, privadas y particulares.

Entre esas aplicaciones la principal y prioritaria es la de constituir la base pa­ra la Gestión Catastral, que mediante la valoración de los bienes inmuebles y el establecimiento de los Padrones sirve de base o referencia para la gestión de cinco impuestos:

• Impuesto sobre Bienes Inmuebles; • Impuesto sobre el Incremento del

Valor de los Terrenos ; • Impuesto sobre el Rendimiento de

las Personas Físicas; • Impuesto sobre el Patrimonio; • Impuesto sobre Transmisiones Pa­

trimoniales. Pero no menos importancia tiene el

inventario catastral para: • la gestión de subvenciones confor­

me a la Política Agraria Comunitaria; • la definición del planeamiento ur­

banístico; • la gestión del suelo por los Ayun­

tamientos; • la planificación de obras y servicios; • el soporte para el análisis y defini­

ción de las redes de servicios;

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• el soporte a los Registros de la Pro­piedad;

• la planificación del mercado y la distribución de productos; etc.

Po r esto desde 1989 el Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tribu­taria dedicó especial atención a la dis­ponibilidad como servicio público de la información catastral, para ello desde aquel momento se establecieron crite­rios de acceso a la información que han ido evolucionando y concretándose hasta que en l 994 ha culminado la defi­nición de la forma de acceder a la infor­mación con la promulgación del Real Decreto 1485/ 1994, de 1 de julio, por el que se aprueban las normas que han de regir para el acceso y distribución pública de información catastral carto­gráfica y alfanumérica de la Dirección General del CGCCT y de la Orden de 13 de octubre de 1994 por la que se fi­jan los precios que han de regir en la distribución pública de información ca­tastral cartográfica y alfanumérica.

Pero este compromiso de posibilitar el acceso y asegurar la distribución de infor­mación sólo puede cumplirse si la infor­mación a la que se accede o distribuye es precisa y está actualizada, y además el ac­ceso a la misma es rápido, cómodo y con­trolable. Todo esto es posible conseguirlo si el inventario catastral se organiza como base de datos con una estructura adecua­da y se implementan los recursos infor­máticos necesarios, lo que incidió tam­bién fuertemente en la decisión de trans­formar el Proyecto de informatización en Proyecto de Creación y Desarrollo del Sis­tema de lnformación Catastral.

El Sistema de Inf onnación Catastra] como forma de facilitar la actualización y difusión catastral Estructura organizativa del Sistema

Como ya se ha indicado anterior­mente, la forma de facilitar la actualiza-

ción y difusión de la información catas­tral era organizar el Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria co­mo Sistema de Información Catastral cuyo núcleo lo constituya el inventario catastral organizado como base de da­tos. Ello exigía el establecimiento de:

• el modelo conceptual de datos más adecuado para optimizar el mante­nimiento y la consulta de la informa­ción, y que simultáneamente permita la realización con un buen rendimiento de los procesos masivos exigidos por la Gestión Catastral;

• la definición del esquema de la ba­se de datos catastrales y su carga, par­tiendo de los procesos de renovación, revisión y actualización catastral, en di­recta consonancia con el modelo con­ceptual de elatos establecido;

• la selección de la tecnología infor­mática más adecuada, tanto en cuanto a equipamiento físico como a recursos lógicos: sistema operativo, gestor deba­se de datos, y herramienta SIG (Sistema de lnformación Geográfica);

• el desarrollo de las aplicaciones y procedimientos informáticos que posi­biliten el mantenimiento del inventario catastral y, en general, la realización de la gestión catastral;

• la selección y formación de los téc­nicos especializados que controlan los sistemas informáticos y los recursos es­pecializados;

• la adecuación de toda la estructu­ra operativa del Catastro para que toda la gestión catastral se realice dentro del Sistema de Información;

• la formación de casi todo el perso­nal para que puedan desarrollar su tra­bajo con las nuevas herramientas y pro­cedimientos que aporta el sistema.

Como se puede apreciar, el desarro­llo del Sistema de Información Catastral no era sólo un proceso de selección de recursos informáticos y desarro llo de aplicaciones, destinando una parte del presupuesto a ello, sino que entrañaba un cambio sustancial en la operativa y mentalidad de todo el personal y en la concepción general de la gestión catas-

tral. En efecto, desde el momento de la puesta en marcha del Sistema, todo el trabajo desarrollado en las Gerencias Territoriales se efectuaría mediante procedimientos informatizados, comu­nicándose el personal con las bases de datos mediante terminales de los orde­nadores departamentales a través de aplicaciones específicas que actúan co­mo «interface». En este sentido la Di­rección del CGCCT hizo gala de una gran visión de futuro y valor, ya que al aprobar el Proyecto no sólo adquirió el compromiso de destinar una parte im­portante del presupuesto al mismo, si­no que asumió la tremenda revolución que su implantación ha supuesto y esta suponiendo en todas las Gerencias Te­rritoriales.

El modelo conceptual de datos del Sistema se diseñó con la finalidad de mantener continuamente actualizado el inventario catastral, priorizando esto incluso frente a una mayor rapidez en los procesos masivos específicos de la gestión catastral. Además, el diseño se hizo de manera que la fuerte inversión que suponía y su implantación, pudie­ran graduarse y repartirse en el tiempo distribuyendo el coste entre varios pre­supuestos anuales. Así el Sistema de In­formación Catastral se definió como in­tegrado por dos subsistemas, con capa­cidad de desarrollarse y evolucionar independientemente el uno del otro, pero estrechamente relacionados y convergentes en su desarrollo evoluti­vo.

El primero de estos dos subsistemas es el Sistema de Información de Gestión Catastral (SlGECA), dirigido a desarro­llar la gestión catastral informatizada en todas las Gerencias Territoriales. El nú­cleo de este sistema lo constituyen las Bases de Datos Catastrales que contie­nen los datos alfanuméricos del Catas­tro generados en los procesos de revi­sión y renovación, y mantenidos al día mediante dicho sistema. Como es fácil comprender el desarrollo y puesta en operación de SIGECA era prioritario ya que implica a la información directa-

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mente necesaria para la realización de los procesos masivos que periódica­mente son base para otras actuaciones de las Administraciones Públicas (ges­tión tributaria, gestión de subvenciones a la agricultura, control estadístico na­cional, etc.) y por tanto supone la base del trabajo de la mayor parte del perso­nal de las Gerencias Territoriales. En consecuencia, inicialmente, el mayor esfuerzo inversor, de dotación de per­sonal y de formación del mismo debía concentrarse en el desarrollo de este Sistema de Información.

Sin embargo, esto no quiere decir que el segundo subsistema, el Sistema de Información Geográfica Catastral (SlGCA), no se desarrollase, ya que su evolución ha contado, casi desde el principio, con disponibilidad de recur­sos y personal, aunque siempre en un segundo nivel de prioridad. Este sub­sistema es el encargado de la gestión in­formatizada de la componente espacial de los Catastros Inmobiliarios en cuan­to que constituye la base de referencia de los mismos que permite su cons­trucción, inicialmente, y la seguridad y calidad de su mantenimiento, constitu­yendo, además, en sí misma una infor­mación de un extraordinario interés en un amplio espectro de aplicaciones.

Actualmente el desarrollo evolutivo de ambos subsistemas ha llegado al punto de convergencia, ya que tanto la dotación de medios informáticos como de personal, la formación de éste, la dis­ponibilidad de información y de aplica­ciones para manejarla y la implantación de ambos subsistemas permiten consi­derar conjuntamente, en la gestión que se desarrolla en cada Gerencia Territo­rial , ambos subsistemas. El paso de al­canzar la perfecta integración de ambos subsistemas va a exigir un nuevo esfuer­zo a la Dirección General del CGCCT, que se concretará en el desarrollo de aplicaciones informáticas que permitan el mantenimiento integrado de la infor­mación catastral y en la formación del personal en este nuevo entorno de tra­bajo.

El Sistema de Información de Gestión Catastral (SIGECA)

SIGECA está basado en un modelo conceptual de datos diseñado para faci­litar y optimizar el mantenimiento de la información catastral, tratando simultá­neamente de conseguir una buena res­puesta en la realización de los procesos masivos que implica la gestión catastral.

En este sentido el modelo conceptual de datos se basa en la consideración de nueve entidades fundamentales:

• FINCA o parcela urbana, corno uni­dad básica del Catastro Urbano que in­tegra un área conexa de suelo urbano y todas las construcciones realizadas en él, sobre y bajo rasante, o bien un grupo conexo de construcciones bajo rasante sin área de suelo correspondiente.

• Elemento de SUELO. Cada una de las partes en que el Catastro considera dividido el suelo de una parcela urbana de cara a la valoración del mismo.

• Elemento de CONSTRUCCION. Cada una de las un idades diferenciadas de construcción que integran una finca o parcela urbana. Considerando tanto los elementos de construcción normales, adscritos a una única unidad fiscal, co­mo los elementos comunes participa­dos por varias unidades fiscales.

• CARGO o unidad fiscal urbana. Conjunto de elementos de construc­ción o parte de ellos, y la parte corres­pondiente de los elementos de suelo, que dentro de una finca tienen una mis­ma titularidad.

• PERSONA. Como conjunto de datos identificativos de las personas, físicas o jurldicas, titulares de bienes inmuebles o que tramitan asuntos correspondien­tes a bienes inmuebles catastrales.

• PARCELA RUSTICA. Area conexa de territorio que bajo una misma titulari­dad se dedica a cultivos o aprovecha­mientos considerados por el Catastro Rústico.

• SUBPARCELA RUSTICA. Area conexa del territorio incluida dentro de una parcela y dedicada a un único cultivo o aprovechamiento.

• SUBPARCELA DE CONSTRUCCION

RUSTICA. Conjunto de características constructivas correspondientes a una subparcela rús tica en la que se ubica una construcción agraria.

• CEDULA RUSTICA. Conjunto de par­celas, en el ámbito de un término muni­cipal, bajo una misma titularidad.

Estas entidades son las que verte­bran el modelo de datos físicos y jurídi­cos de los Catastros Inmobiliarios (ver gráfico 1).

Por último hay que hacer la conside­ración de otras dos entidades:

• TRAMO DE PONENCIA Conjunto de características valorativas comunes de­finidas en la Ponencia de valores a con­siderar en un grupo de fincas, normal­mente asociadas a un tramo de vía ur­bana.

• MODULOS DE VALORACION. Junto con el modelo de procesos valorativos, permite construir el modelo de datos económicos de los Catastros Inmobilia­rios, como extensión del modelo de da­tos f!sicos y jurídicos citado anterior­mente.

la Base de Datos Catastrales, que constituye el núcleo de SIGECA, recoge en forma directa este modelo de datos y lo maneja con un gestor de base de da­tos relacional, completándolo con un amplio conjunto de entidades comple­menta rías necesarias para desarrollar todos los procesos.

El modelo de procesos que imple­menta SIGECA es la adaptación infor­mática de la gestión catastral que siem­pre han venido desarrollando las Ge­rencias Territoriales. De esta forma, al no tener que existir una formación con­ceptual del personal de las Gerencias Territoriales, si no solamente de tipo operativo, ha resultado más fácil instau­rar SlGECA como la entidad informati­zada que es actualmente.

Los procesos de SIGECA

Entre los procesos que desarrolla SI­GECA destacan aquéllos dirigidos a la actualización y mantenimiento de la in­formación catastral. De éstos, aquéllos a los que se les da mayor importancia y se

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Gráfico 1. SIGECA. Modelo conceptual de datos

Suelo Elemento de construcción

Ponencia [

trata de optimizar su respuesta infor­mática son los que permiten realizar es­tas tareas interactivamente, mediante la comunicación directa del personal de la Gerencia Territorial con la Base de Da­tos Catastrales, a través de los termina­les del sistema informático.

De los procesos que desarrolla el Sis­tema cabe destacar:

• Los procesos interactivos de ges­tión de expedientes y actualización y conservación de datos catastrales.

• Los procesos de carga masiva de información procedente de trabajos de actualización catastral, revisión o reno­vación contratados con empresas espe­cializadas o llevados a cabo por entida­des bajo convenios. Todos los procesos de carga de información comportan procesos exhaustivos de validación y

r CotiWI~ ,

1 .-

Cargo Subparcela Módulo valoración

Subparcela Reparto construida

chequeo de la información capturada conforme a criterios estrictos.

• Los procesos interactivos específi ­cos para la elaboración o modificación de Ponencias de Valores o Módulos de Valoración del Catastro Rústico.

• Los procesos de valoración selecti­va o masiva.

• Los procesos de producción masi­va de información, por ejemplo: emi­sión de Padrones, Libros de cédulas rústicas, emisión de recibos del IBI (en los casos en que la Gerencia Territorial tiene encomendada la realización de la Gestión Tributaria), emisión de notifi­caciones de valores catastrales, requeri­mientos, etc.

Los procesos interactivos de actuali­zación y conservación de la informa­ción catastral son los que adaptan el flu-

jo ordinario de actuaciones administra­tivas de las Gerencias Territoriales, tales como: la gestión de nuevas altas, lamo­dificación de datos a instancia de parte, los cambios de dominio de los bienes, las actuaciones a partir de la actividad inspectora, la gestión de los recursos administrativos, etc. Estos procesos se distribuyen en tres niveles de funciones interactivas:

• Registro General de documentos. Como registro informatizado que

abre la tramitación de cualquier expe­diente en la Gerencia Territorial y per­mite un seguimiento informatizado del mismo durante toda su tramitación.

• Gestión de Expedientes. Es el nivel fundamental de operación

en el trabajo cotidiano de la Gerencia. Los distintos grupos de trabajo o unida-

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des administrativas, conectan con el aplicativo a través de este nivel, que les presenta las tareas a realizar de for­ma personalizada y les guia en el enca­denamiento de los procesos a desarro­llar.

La aplicación permite ligar cada va­riación en el estado de los datos con la correspondiente actuación administra­tiva, y facilita las funciones de atención directa al contribuyente al que se le puede informar en todo momento del estado de tramitación del expediente de su interés.

La implantación de este modo de operación supone un cambio cualitativo de gran importancia en cualquier órga­no administrativo, y en el caso del Ca­tastro ha exigido un notable esfuerzo de normalización de los procedimientos.

• Mantenimiento de la información catastral.

A los procesos de mantenimiento de la información catastral se accede me­diante la gestión de expedientes como tareas específicas a desarrollar por los operadores de las áreas técnicas, urba­na y rústica, de las Gerencias Territoria­les.

La aplicación informática implemen­ta procesos específicos que mediante la selección de opciones de menú y la in­corporación o variación de los datos en campos concretos de las pantallas a las que se accede a través de las opciones de menú citadas anteriormente, permiten mantener los datos referentes a munici­pios, vías urbanas, ponencias de valo­res, fincas, elementos de suelo, elemen­tos de construcción, cargos, módulos de valoración rústica, titulares rústicos , parcelas rústicas y subparcelas rústicas.

Los procesos que se desarrollan en STGECA mayoritariamente son realiza­dos y controlados por el personal de las áreas técnicas y de gestión de la Geren­cia. Esto es así porque el Sistema se ha adaptado a la organización y procedi­mientos normalizados existentes para efectuar la Gestión Catastral, y en con­secuencia sólo ha sido necesario pro-

porcionar al personal formación infor­mática operacional.

En cualquier caso, sí ha sido necesa­rio dotar a las Gerencias Territoriales de un pequeño grupo de especialistas, con formación informática general, a los que se ha proporcionado formación es­pecializada en los entornos informáti­cos que utiliza SlGECA. Este equipo es el encargado del funcionamiento del sistema informático, de su control, de la realización de los procesos masivos y del soporte a todo el personal en su re­lación con el sistema informático.

El Sistema de Información Geográfica Catastral (SIGCA)

El modelo conceptual de datos im­plementado en S!GCA es el vectorial to­pológico, basado en la consideración del mundo real integrado por:

• Entidades geográficas. Como cada uno de los fenómenos naturales o so­ciales, con una localización sobre la su­perficie terrestre, que no pueden ser subdivididos en otros fenómenos del mismo tipo.

Y a partir de este mundo real efectuar la modelización digital que abstraiga di­gitalmente las entidades geográficas de interés catastral, transformando las en­tidades en:

• Objetos catastrales. Como la re­presentación digital de toda o una par­te de una entidad geográfica de interés catastral.

Para cada objeto catastral considera cuatro aspectos constitutivos funda­mentales:

• Identificación. Dada por el código de clase o agrupación de entidades de características comunes que identifica al objeto en forma genérica, y el identi­ficador numérico biunívoco del objeto específico.

• Descripción. Dada por la relación de objetos más simples que lo compo­nen o por las primitivas topológicas que permiten describí rlo geométricamente y relacionarlo topológicamente con otros objetos.

• Relaciones. Que se establecen con otros objetos catastrales, pudiendo ser de: coincidencia, inclusión, conectivi­dad, superposición, etc. Y se concretan mediante las relaciones informáticas existentes entre las entidades básicas que constituyen las primitivas topologí­as (tramo, nodo, cara limitada por tra­mos)

• Atributos . Como características cualitativas y cuantitativas del objeto catastral.

SIGCA distingue y gestiona los si­guientes tipos de objetos catastrales:

• Manzanas urbanas, como conjun­to conexo de parcelas urbanas.

• Parcelas urbanas, como represen­tación cartográfica digital de las fincas.

• Subparcelas urbanas, como repre­sentación cartográfica digital de las áreas de distinta vo lumetría o aprovecha­miento de edificación en las parcelas ur­banas.

• Ejes de vías urbanas, como ideali­zación digital de una línea que repre­senta esquemáticamente a cada vía y a cada tramo de vía entre intersecciones. Se asocia con los tramos de las ponen­cias de valores.

• Polígonos catastrales rústicos, co­mo representación cartográfica digital de cada conjunto conexo de parcelas rústicas.

• Parcelas rústicas, como represen­tación cartográfica digital de las parce­las rústicas.

• Subparcelas rústicas, como repre­sentación cartográfica digital de las sub­parcelas rústicas.

• Infraestructura y mobiliario urba-no.

• Planeamiento urbanístico. • Límites administrativos. • Altimetría (curvas de nivel en area

urbana y mal las de cotas en área rústica). • Hidro grafía. • Vías de comunicación. • División en hojas. SlGCA recoge y gestiona estos obje­

tos catastrales mediante la herramienta lógica SLG ARC/ INFO. Esta herramien-

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ta permite enlazar los objetos catastra­les con los datos contenidos en la Base de Datos Catastrales manejados por un gestor de bases de datos relacionales, constituyendo, de esta forma, los datos catastrales de esta base de datos los atri­butos de los objetos catastrales especifi­cados.

La comunicación con ARC/lNFO de los especialistas de las Gerencias Terri­toriales se hace a través de una aplica­ción compleja de gestión de la cartogra­fía catastral informatizada que actúa co­mo «interface» y que permite adaptar la manera de actuar de ARC/lNFO almo­delo conceptual de datos de SlGCA y a los procedimientos normalizados reali­zados habitualmente en la Gerencia Te­rritorial.

El modelo de procesos que imple­menta SIGCA en la citada aplicación, se orienta a realizar entre otras las siguien­tes funciones:

• La validación, chequeo y carga de la información cartográfica digital, ur­bana y rústica, generada por empresas especializadas bajo contrato o por otras instituciones bajo convenios y acuer­dos de colaboración.

• La depuración y corrección de los errores detectados en el proceso de va­lidación.

• El cruce de la información carto­gráfica digital con la alfanumérica con­tenida en la Base de Datos Catastral co­mo paso previo indispensable para es­tablecer esta última información como atributos de los objetos contenidos en la cartografía.

• La consulta interactiva y extracción selectiva de información, según condi­ciones cartográficas, topologicas o de los atributos mediante menús y visualiza­ción total o parcial de la información.

• El mantenimiento y actualización de la Base Cartográfica Catastral.

• La preparación y elaboración asis­tida por ordenador de los croquis de fi ncas urbanas.

• La obtención de salidas cartográfi­cas trazadas.

• La generación de análisis estadísti­cos y/ o espaciales de la información ca­tastral.

Todas estas funciones las desarrolla mediante procesos que constituyen módulos específicos dentro de SIGCA. De estos procesos quizás el más impor­tante y complejo por la gestión de datos que comporta, es el de mantenimiento de la información cartográfica, que per­mite efectuar:

• Agrupación o segregación de par­celas y/ o subparcelas según condicio­nes cartográficas medidas en campo y trasladadas a la cartografía, o en pro­porciones de valores o superficies .

• Altas en el Catastro. En el caso es­pecífico del Catastro Urbano, enlazan­do la cartografía parcelaria con la ges­tión de croquis acotados de las fincas (documentos CU- 1 ).

• Bajas en el Catastro, que entrañan la desaparición de la estructura espacial de la finca o parcela, y la modificación de la base de datos catastrales alfanu­méricos.

• Incorporación a la Base Cartográ­fica Catastral de áreas de nuevo levanta­miento y/ o digitalización.

Actualmente la gestión y operación de SlGCA requiere de personal especia­lizado en el manejo de cartografla infor­matizada. Para conseguir en cada Ge­rencia Territorial el equipo mínimo de personas capaces de manejar SIGCA, se ha partido del personal especialista en canografia y topografia de las Gerencias Territoriales y Regionales, y se le ha da­do formación en el manejo de estas he­rramientas y en la gestión de SIGCA. De esta forma, hoy en día, en casi todas las Gerencias Territoriales cuentan con un equipo humano constituido por deli­neantes, informáticos y cartógrafos que conocen y saben trabajar con SIGCA. Pero, aunque ya se viene realizando desde hace años, debe profundizarse en la formación, especialmente en la opera­cional, de los técnicos de las áreas urbana y rústica para que puedan d irectamente manejar las herrarniencas que permiten el

mantenimiento de la componente espa­cial de los bienes inmuebles jumo con los otros datos catastrales.

Se puede decir que se ha constituido el equipo de especialistas en cartografía in­formatizada que debe asumir las tareas de gestión masiva de la información car­tográfica y de soporte al resto del perso­nal de la Gerencia, pero falta extender y profundizar en la formación de todo el personal técnico para capacitarle en la utilización de este tipo de recursos.

El reto de] lnantenin1iento integrado

Como se ha dicho anteriormente, la evolución de SlGECA y SIGCA dentro del Sistema de Información Catastral ha llegado al punto de convergencia entre ambos. las razones para esta asevera­ción, ya esbozadas con anterioridad, se pueden concretar en los siguientes as­pectos:

Se completa la dotación de las Gerencias Territoriales con medios informáticos

Durante 1995 y 1996 se completará la dotación de las Gerencias Territoria­les con los medios informáticos necesa­rios para soportar, con total garantía, tanto SlGECA como SIGCA. En efecto, desde 1988 se ha venido dotando a las Gerencias Territoriales, de acuerdo con la disponibilidad presupuestaria, de los medios mate riales soporte de ambos sistemas de in formación . Esta inversión en recursos ha tenido altibajos ligados a la disponibilidad presupuestaria, a las prioridades marcadas por los trabajos en curso y a la evolución del avance tec­nológico de los sistemas. Pero en el mo­mento actual está en curso la renovación de los sistemas informáticos principales de las Gerencias Territoriales, de forma que a principios de 1996, todas ellas contarán con un sistema informático Hewlett Packard 9000/ serie 800, como soporte y servidor de base de datos de

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SIGECA, y, al menos, una estación de trabajo cartográfico Hewlett Packard 9000/serie 700 como soporte de STG­CA, enlazados ambos a través de una red de área local en la que además se in­tegrarán microordenadores de tipo PC, entre otros estarán los que se encargan de la realización asistida por ordena­dor de los croquis CU-1 de las fincas ur­banas. Estos entornos de trabajo iníor­máticos completarán durante 1995 y 1996 su dotación de terminales, de íor­ma que todo el personal que necesita in­teractuar con el sistema para desarrollar su trabajo podrá hacerlo con comodi­dad.

El establecimiento de la red de área local, y la facilidad de comunicación de los tres entornos de trabajo permiten desarrollar una metodología de trabajo que minimice el esíuerzo y los tiempos de espera, maximizando la coordina­ción entre todos los protagonistas en el proceso de mantenimiento de los bie­nes inmuebles.

Se dispone de las aplicaciones que permiten gestionar conjuntamente la información necesaria para el mantenimiento integrado

En efecto, están en desarrollo las apli­caciones que en los tres entornos: SlGE­CA, SIGCA y realización de croquis CU-1 asistido por ordenador, permitirán la intercomunicación entre ellos, intercam­biando datos a través del gestor de base de datos relacional común, que es ORA­CLE, e incluso con comunicación entre aplicaciones. Esta manera de trabajar se ve facili tada por el hecho de utilizar ORACLE como gestor de base de datos común para los tres entornos, y el siste­ma HP 9000/serie 800 como servidor de base de datos ORACLE, estando ade­más asegurada la comunicación del en­torno ARC/INFO con ORACLE, y tra­bajando la aplicación de realización de croquis CU-1 contra una base de datos ORACLE de CU-1 digitales.

El desarrollo de estas aplicaciones que gestionan informáticamente el en-

torno integrado deberá estar concluido e implantado en 1996.

Se dispone en SIGECA y SIGCA de la información catastral organizada de manera que pueda asegurar el mantenimiento integrado

Es evidente que el mantenimiento de la información catastral realizado me­diante recursos informáticos y, en espe­cial, llevado a cabo en forma integrada, tiene como requisito previo el que la ci­tada información esté iníormatizada y cargada en las respectivas bases de datos. Esta es la parte más dificil en la consmu­ción de todo sistema de información, ya que entraña procesos muy costosos, en tiempo y dinero, de captura y puesta en forma digital de la información, verificar la calidad de la misma y cargarla en la ba­se de datos correspondiente.

Además, si pretendemos alcanzar un mantenimiento integrado de la infor­mación catastral, esto es, conjuntamen­te de su componente espacial (cartogra­fía y CU-1) y de los datos catastrales (al­fanumérico), es necesario que los tres tipos de información estén en forma d i­gital y cargados en las bases de datos co­rrespondientes.

En lo que hace referencia en la infor­mación alfanumérica que se integra en la base de datos (ORACLE) de SIGECA, la situación actual es la siguiente:

• Para los Catastros Inmobiliarios Urbanos, se puede considerar informa­tizada y cargada en base de datos la to­talidad de la información. Basta consi­derar el volumen de información que actualmente recogen las bases de datos de las Gerencias Territoriales:

- !0.907.284 parcelas urbanas (fin­cas);

- 32.1 71.483 elementos de cons­trucción (sin considerar elementos co­munes);

- 21.818.039 unidades urbanas; - y el hecho de que se ha completa-

do el proceso de revisión catastral de todos los bienes inmuebles de naturale­za urbana

• Para los Catastros Inmobiliarios Rústicos la situación es algo peor, ya que aunque la información catastral cargada en la Base de Datos Catastrales com­prende la referente a todos los munici­pios españoles, excepto País Vasco y Navarra, sólo la relativa a los munici­pios para los que se han llevado a cabo procesos de renovación catastral es completamente fiab le. Esta situación, de haber sido renovada, se da en el 70% de la sup erficie española. Lo cual signi­íi ca que La gran mayoría debe ser man­tenido al día en íorma continua para asegurar que no se deteriora la calidad actual de la información.

• La situación de la cartografía infor­matizada que se integra en SIGCA es al­go peor, las razones para esta situación radican en el alto coste que entraña la iníormatización de la info rmación car­tográfica, y la duración y complej idad de estos procesos, junto con el hecho de que el proceso de informatización em­pezó mucho después y en los primeros años ( l 989-1992) ha habido que esta­blecer Las metodologías más adecuadas de trabajo, tanto por parte del Catastro como por las empresas especializadas. Pero aún considerando este retraso, la si­tuación actual es muy positiva, como lo demuestra el hecho de que si se conside­ra el conjunto de las poblaciones con más de l0.000 unidades urbanas, que son en las que debido a su superior di­namismo es especialmente interesante considerar metodologías de manteni­miento de la información catastral ágiles.

Veamos la si tuación para la cartogra­fía urbana:

- Número de poblaciones con más de 10.000 unidades urbanas: 333.

- Número de unidades urbanas del co njunto anterior: 13.041 .275 (60% del total de unidades urbanas).

- Número de habitantes que total iza este conjunto de poblaciones: 23.631.529 (68% del total de habitantes).

- Superficie, en hectáreas, del con­junto de núcleos urbanos de estas po­blaciones: 384.960.

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- Porcentaje de esta superficie en re­lación con la superficie total de los nú­cleos urbanos: 39%.

- Superficie, en hectáreas, que se en­cuentra actualmente informatizada o en proceso de informatización: 303.215.

Todo ello supone el 30% de la super­ficie urbana, pero el 79% de la superfi­cie urbana para la que tiene especial in­terés el mantenimiento informatizado.

Por tanto se puede concluir que ya en la actualidad resulta interesante, para asegurar un mantenimiento ágil y con­tinuo de esta información, el disponer de los equipos y aplicaciones que per­mitan la info rmatización de estos pro­cesos.

Veamos ahora la situación para la cartografia rústica:

Debemos considerar que en la actua­lidad, está informatizada o en fase de in­formatización la información cartográ­fica correspondiente a:

- 2.280 municipios - 12.970.969 hectáreas

lo que supone el 30% del número total de municipios y el 27% de la superficie total a considerar.

En consecuencia la situación consi­derada globalmente dista de ser óptima para la implantación del mantenimien­to informatizado, pero si consideramos que 19 Gerencias Territoriales tienen cargada o en carga en SIGCA más del 45% del ámbito rústico de los munici­pios, vemos que el mantenimiento inte­grado informatizado debería empezar a llevarse a cabo selectivamente.

El grado de implantación de la utilización de los recursos de los sistemas de información y el nivel de formación de los técnicos es adecuado para pasar a la fase de mantenimiento integral

En efecto, actualmente SIGECA se puede considerar totalmente implanta­do en las Gerencias Territoriales, ya que salvo raras excepciones el personal de las mismas desarrolla las distintas tareas que les impone la gestión catastral tra-

bajando mediante terminales en SIGECA, y el nivel de conocimiento y uso de las apli­caciones informáticas de este sistema es bastante bueno.

Por el contrario, el grado de conoci­miento del personal de las Gerencias Territoriales de las características y ope­ración de SIGCA, es bastante bajo. Sin embargo, hasta la fecha, 338 alumnos han recibido formación en el manejo de SIGCA. Estos alumnos eran ya, en gene­ral, personal especialista en cartografía de las Gerencias Territoriales que están empezando a actuar como germen para que el conocimien to de SIGCA se ex­tienda desde el interior de cada Geren­cia Territorial.

En consecuencia parece claro que se dan las circunstancias adecuadas para completar el desarrollo del Sistema de In­formación Catastral alcanzando la plena integración de los subsistemas SlGECA y SIGCA. Esta actuación al tener por fina­lidad posibilitar la realización del man­tenimiento integrado de los datos catas­trales, tanto en su componente carto­gráfica como en los atributos, deberá potenciar, aún más, la capacidad de ac­tualizar y conservar, en definitiva man­tener, la información catastral.

El papel de las Gerencias Tenitoriales en el inantenimiento integrado

La formación, conservación, renova­ción y revisión del Catastro son contro­ladas y ejecutadas por el personal técni­co de la Gerencias Territoriales. Por tan­to la conservación y actualización, en definitiva el mantenimiento, de la infor­mación catastral es responsabilidad di­recta de las Gerencias Territoriales. El mantenimiento integrado es solamente una nueva metodología para llevar a ca­bo tal mantenimiento, que integra las metodologías que tradicionalmente se vienen desarrollando en las Gerencias Territoriales. Por tanto deben ser las áreas técnicas de las Gerencias quienes

lleven a cabo esta nueva forma de man­tener la información catastral.

Esto supone que basándose en: - los planes de trabajo establecidos

por la Dirección General; - las normas técnicas, metodologías

e instrucciones de trabajo dictadas por la Dirección General, o directamente por las Subdirecciones;

- las aplicaciones informáticas y procedimientos establecidos por las Subdirecciones Generales;

- los pliegos de cláusulas ad minis­trativas y prescripciones técnicas, de ti­po general, establecidos para la contra­tación de los trabajos necesarios;

- los datos generados por los traba­jos co ntratados directamente por las Subdirecciones Generales, como es el caso de las onofotografías base para la renovación rústica o el análisis métrico de cartografía urbana ya existente.

Las áreas técnicas de las Gerencias Territoriales se deberán encargar de:

- el control del análisis métrico y de calidad de la cartografía urbana existen­te en soporte convencional que sea rea­lizado por empresas bajo contrato;

- la realización de análisis métrico y de calidad de cartografía urbana con­vencional en núcleos específicos, cuan­do ello sea necesario por razones de ur­gencia o de relación con otra entidad;

- la definición, contratación y con­trol, o bien la ejecución directa, de los trabajos de digitalización de cartografías urbana o rústica ya existentes y con ca­lidad contrastada;

- la definición, contratación y con­trol de trabajos de realización de nueva cartografía digital para aquellos núcleos urbanos en los que no exista cartografía de suficiente calidad, o sea necesaria la ampliación y/ o actualización d e la ya existente;

- la validación, chequeo y depura­ción de la información cartográfica digi­tal, generada como resultado de los tra­bajos anteriormente citados, en todos sus aspectos: informáticos, cartográfi­cos y catastrales;

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- la carga de la cartografía informati­zada en las bases de datos ca rtográficos y su enlace con los datos catastrales al­fanuméricos;

- la definición, contratación y con­trol de trabajos de actualización o man­tenimiento de datos catastrales urbanos ;

- la definición, contratación y con­trol de trabajo, de realización de cro­quis CU-1 digitales de las zonas de ac­tualización, cuando ello sea necesario;

- la incorporación de altas o varia­ciones en las bases de datos, alfanumé­rica y cartográfica, como resultado de la gestión catastral desarrollada por la Ge­rencia Territorial. Este proceso implica la actuación a nivel de la cartografía in­formatizada, de los croquis CU- 1 digita­les y de la base de datos catastral es alfa­numéricas. Por tanto es el que mayor rendimiento puede conseguir de la im­p lantación de una metodología de man­tenimiento integrado.

Por tanto, se puede concluir que el mantenimiento integrado, considerado como una nueva metodología para lle­var a cabo las tareas que habitualmente desarrollan las a reas técnicas de las Ge­rencias Territoriales, supondrá una me­jora en la capacidad de respuesta del Catastro para recoger las variaciones experimentadas por los b ienes inmue­bles y reflejarlas en las bases de datos catastrales sí, y sólo sí, las citadas áreas técnicas de las Gerencias lo asumen co­mo forma habitual de desarrollar su tra­bajo. •

Sebastian Mas Mayoral Subdirector General de Estudios

y Sistemas de Trifonnación Dirección General del CGCCT

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