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PADRES QUE AMAN DEMASIADO HACEN DAÑO A SUS HIJOS.
Como padres comprendemos que nuestra tarea principal es la
de cuidar y proteger a nuestros hijos, a la vez, darles las
herramientas necesarias para que desarrollen plenamente las
habilidades que facilitan capacidades para su futuro productivo.
Mientras nos hacemos cargo de sus necesidades básicas fomentando
su bienestar y nos ocupamos de su desarrollo integral para que se
defienda en la vida cuando logre independizarse. La idea principal de
ser buenos padres se ve alterada por sus propias historias personales
de cada uno y de la pareja desde su formación. Hay que diferenciar
lo teórico y deseable con la práctica de la realidad que la hemos
podido conocer a través de las investigaciones hechas en la familia,
como un sistema dinámico en sus interrelaciones. Así hemos
detectado que en familias disfuncionales: “las afecciones
emocionales de los hijos las desarrollan dentro de la familia y están
presentes en varios miembros”. Otra investigación nos dice que: “la
inmadurez combinada de los padres fue adquirida por niños que
estaban apegados a su madre, con el paso del tiempo esos niños se
casaron con una persona que tenía su mismo grado de inmadurez,
luego el resultado fue otro niño con un alto grado de inmadurez”. Y
así sigue la cadena en espiral ascendente. Cuando un niño es
“triangulado” en el sistema familiar se convierte en el centro de la
relación de sus padres “encadenado” dentro de un sistema cerrado
preexistente, conservador, que no le permite liberarse,
imposibilitado de dejar su familia ya que está para cumplir las reglas
“ofrecidas para su protección y seguridad”. Lamentablemente este
defecto de la crianza se viene manifestando desde muy temprano en
el equipo emocional, que proviene de una herencia
transgeneracional. La concepción de sí mismo y la autoestima
comienzan a formarse, literalmente, en el vientre materno, sigue en
los primeros años de vida para estructurar la personalidad. Estas y
otras muchas investigaciones más nos proporcionan nuevas
perspectivas de la disfuncionalidad al explicarnos la compleja
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manera que opera el comportamiento humano en las relaciones
familiares. La misma noción de disfuncional ya no nos sirve para
explicar este fenómeno, pues implica muchos factores en el interior
de nuestra psique que está por definirse. Sólo sabemos que cada
quien juega un papel en la totalidad del sistema. Existe una
interacción entre sus miembros que es diferente para cada familia.
Cada persona tiene su propia individualidad y al mismo tiempo es el
reflejo del sistema familiar. Dicho de otra forma: “soy la familia y al
mismo tiempo soy una persona con características únicas e
irrepetible en el mundo”. Choca contra el concepto, mantenido por
los sobre protectores de que lo primero es “ser familia” y luego (si te
permitimos) serás persona diferente a nosotros.
CARACTERÍSTICAS DE LOS PADRES SOBREPROTECTORES:
Vistos desde la óptica de que los padres, con personalidad
aprensible, dominantes y controladores nos atrevemos a decir que
son personas ignorantes, rígidos e inflexibles, que están malogrando
la vida de sus hijos con sus ideas y reglas obsoletas, irracionales. Es
fácil, siendo hijos, echarles toda la carga de nuestras frustraciones
señalándolos como culpables de nuestros fracasos e infelicidades.
Nadie nació con el manual bajo el brazo, no son malas personas, son
humanos que tuvieron la buena intención de formar pareja para
tener una familia Ellos como la mayoría de nosotros, aprendimos
reglas de nuestros mayores y las aplicamos, más por instinto que por
razón. Si no la sabemos todas es necesario aprender mejor sobre la
marcha. Si bien es cierto que el paso por una familia disfuncional
deja huellas y heridas, es nuestro deber como persona
sobreponernos a las adversidades promoviendo una mejor calidad de
vida.
SOLUCIÓN: QUIERO SER LIBRE, SALIRME DE LA CÁRCEL
EMOCIONAL!!!
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La mayoría de nosotros vivimos en una cárcel emocional
porque nos atan, no sólo nuestros padres sino nosotros mismos que
nos hemos llenado (y/o nos han llenado) de suposiciones de cómo
deberíamos ser. Según Virginia Satir, desafortunadamente, nuestras
barreras interiores están íntimamente ligadas con las exteriores, de
manera que nos sentimos atrapados por dentro, y por lo general,
tenemos muy pocas energías para resolver lo que ocurre en el
mundo exterior. Además de los carceleros externos tenemos
carceleros internos: nuestros miedos, que se encargan de
paralizarnos cada vez que enfrentamos una situación de riesgo. Y el
peor riesgo es el vivir haciéndonos cargo de nosotros mismos.
Nuestros carceleros, externos e internos, también se encargan de
hacernos sentir no amados ni valorados. La solución es dar el paso
definitivo para encontrar nuevas posibilidades de ser lo que
queremos ser, pese a las huellas del pasado y a las heridas aún
abiertas. “Caminante no hay camino, el camino se hace al andar..”
mantener las cosas como son constituye una opción y no un
imperativo como lo señalan los conservadores con sus reglas rígidas.
Mirar con ojos nuevos y encontrar nuevas posibilidades no significa
deshacerse de todo lo pasado que nos es familiar y confortable. El
asunto es bueno cuando tomamos del pasado lo que nos funciona y
dejamos ir lo que ya no nos sirve añadiendo lo nuevo y valioso para
este momento. Esto implica un análisis muy personal de la manera
en que funcionan nuestros pensamientos, emociones, sentimientos y
comportamientos. De este análisis surgirán creencias, que podamos
cuestionarnos en la medida que vayamos descubriéndolas. Una vez
liberado de viejas ataduras que ya no sirven en nuestra vida, se
avanza en un territorio desconocido, pero fascinante, del cual no
existe mapa. Cada quién lo traza conforme camina. En esto consiste
el riesgo: caminando nos paramos en un lugar que parecerá
prometedor, pero que puede no llenar nuestras expectativas y será
necesario tomar otra dirección, no hay una ruta determinada que se
pueda trazar con seguridad, anticipadamente. Sólo se sabe dónde
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has estado cuando se llega ahí. Es el caso del sistema educativo aún
vigente que sigue las reglas del siglo pasado centrando la educación
en el autoritarismo sin permitir que alumnos brillantes cambien su
rumbo “ya trazado”. Si superan las expectativas de enseñanza son
discriminados y castigados. Los sistemas rígidos sólo entienden el
lenguaje conocido y no lo nuevo por conocer porque hay mucho más
riesgo, pero con fe y esperanza todo se puede, como el labriego.
AUTOR: Dr. Carlos A. Barreto R.
“CAVA LA TIERRA Y HALLARÁS UN TESORO, SOLO QUE
DEBES CAVAR CON LA FE DE UN LABRIEGO” KHALIL GIBRAN
– Filósofo y escritor libanés.
Bibliografía: VIVIR PARA AMAR: encontrando los tesoros de tu
mundo interior. Virginia Satir
LA FAMILIA: John Bradshaw
EL RIESGO DE VIVIR: Sergio Sinay
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