9. jesús de nazaret, nacido de maría

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Señor Jesús Tú has venido para anunciar el Reino, y nos llamas a seguirte. No quieres seguidores individuales que vivan en solitario su aventura. Por eso, nosotros queremos ser comunidad, Ayúdanos a ser una comunidad vi va en la que todos nos saludemos y nos queramos, en la que celebremos y compartamos la fe y pongamos a disposición de los otros las cualidades de cada uno, en la que nos sintamos todos evangelizados y evangelizadores, en la que vivamos concretamente el misterio y la responsabilidad de ser verdadera Iglesia. Señor Jesús: Queremos seguirte juntos para anuncia r y construir el Reino. ¡En comunidad!, Ayúdanos. Amén. 7. Nos comprometemos A nivel comunitario: Preparar entre todos un resumen del Catecismo sobre este tema, fotocopiarlo como material para realizar una visita casa por casa en el sector. A nivel personal: Explicar a la familia el sentido de este tema y rezar con ellos el santo rosario. 8. Celebramos: Se reparte a todos el Magníficat, donde María se reconocer ser- vidora del Señor. Lo proclamamos todos juntos y al terminar cada uno expresa la frase que mas le llamo la atención y por qué. El animador cierra con algunas palabras adecuadas. Se recita el Padre Nuestro. Se realiza el gesto de la paz. La bendición final Oración del Plan diocesano Canto a María 1.- Oremos Juntos: María, madre de nuestro pueblo. María, madre buena, que caminas con nosotros hacia el Reino siempre anhelado. Escucha nuestros ruegos, hay mucha gente sufriendo en medio nuestro. Falta el pan en mu chas mesas, falta el trabajo en muchos hogares, falta el techo y la vivienda digna, falta el agua, falta tanto, Madre… Anima nuestra esperanza que de a ratos se desbarranca porque los cambios son l entos y difíci- les. A veces no se ve luz en el camino y hay que andar a tientas, madre, danos tu mano. Condúcenos a la vida plena. Cambia los corazones de tantos que, vi viendo bien, se olvidan d e quienes viven mal, o no viven, pues hay sufrimientos que no son vida. Despierta nuestros corazones a la soli- daridad activa. ¡Hay tanto por hacer! Que nos motive tu imagen p eregrina de tu casa a lo de Isabel… (M. Murúa) 2. Cantemos al Señor 3.– ¿Donde nos en contramos? Revisamos los compromisos de la semana anterior ¿Qué aprendimos el encuentro pasa- do? “Al llegar la plenitud de los tiem pos, Dios envió a su Hijo, nacido de una m ujer, nacido bajo la ley…” (Gál 4, 4 –5)) ANIMADOS POR JESÚS, SOMOS COMUNIDAD SOLIDARIA 9. Jesús de Nazaret, nacido de María Eres madre muy sencilla, creatura del Se- ñor. Virgen po- bre, madre mía, Llena de Gracia y de amor. Fuiste arcilla entre sus ma- nos, el Señor te modeló, acep- taste ser su es- clava siempre dócil a su voz  Yo quiero ser arcilla entre sus manos.  Yo quiero ser vasija de amor (bis) No entendías sus palabras pero respondes con fe. Dejas que su amor te guíe confiando siempre en él. Por su Espíritu de vida te de-  jaste transfor- mar, te aban- donaste en sus manos para hacer su volun- tad

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7/18/2019 9. Jesús de Nazaret, Nacido de María

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Señor Jesús

Tú has venido para anunciar el Reino, y nos llamas a seguirte.

No quieres seguidores individuales que vivan en solitario su aventura.

Por eso, nosotros queremos ser comunidad,

Ayúdanos a ser una comunidad vivaen la que todos nos saludemos y nos queramos,

en la que celebremos y compartamos la fe

y pongamos a disposición de los otros las cualidades de cada uno,

en la que nos sintamos todos evangelizados y evangelizadores,

en la que vivamos concretamente el misterio

y la responsabilidad de ser verdadera Iglesia.

Señor Jesús:

Queremos seguirte juntos para anunciar y construir el Reino.

¡En comunidad!, Ayúdanos. Amén.

7. Nos comprometemos

A nivel comunitario: Preparar entre todos un resumen del Catecismosobre este tema, fotocopiarlo como material para realizar una visitacasa por casa en el sector.

A nivel personal: Explicar a la familia el sentido de este tema y rezarcon ellos el santo rosario.

8. Celebramos:

Se reparte a todos el Magníficat, donde María se reconocer ser-vidora del Señor.

Lo proclamamos todos juntos y al terminar cada uno expresa lafrase que mas le llamo la atención y por qué.

El animador cierra con algunas palabras adecuadas.

Se recita el Padre Nuestro.

Se realiza el gesto de la paz.

La bendición final Oración del Plan diocesano

Canto a María

1.- Oremos Juntos:

María, madre de nuestropueblo. María, madre buena,

que caminas con nosotros

hacia el Reino siempre anhelado.

Escucha nuestros ruegos, hay muchagente sufriendo en medio nuestro.

Falta el pan en muchas mesas, falta eltrabajo en muchos hogares, falta el

techo y la vivienda digna, falta el agua,falta tanto, Madre…

Anima nuestra esperanzaque de a ratos se desbarrancaporque los cambios son lentos y difíci-les.A veces no se ve luz en el camino yhay que andar a tientas, madre, danostu mano.Condúcenos a la vida plena. Cambialos corazones de tantos que, viviendo

bien, se olvidan de quienes viven mal,o no viven, pues hay sufrimientos queno son vida.Despierta nuestros corazones a la soli-daridad activa. ¡Hay tanto por hacer!Que nos motive tu imagen peregrinade tu casa a lo de Isabel… (M. Murúa)

2. Cantemos al Señor 

3.– ¿Donde nos encontramos?Revisamos los compromisos de lasemana anterior¿Qué aprendimos el encuentro pasa-do?

“Al llegar la plenitud de los tiem pos, Dios envió a su Hijo, nacido de una m ujer,

nacido bajo la ley…” (Gál 4, 4 –5))

ANIMADOS POR JESÚS, SOMOS COMUNIDAD SOLIDARIA 

9. Jesús de Nazaret,nacido de María

Eres madremuy sencilla,creatura del Se-ñor. Virgen po-bre, madre mía,

Llena de Graciay de amor.

Fuiste arcilla

entre sus ma-nos, el Señor temodeló, acep-

taste ser su es-clava siempredócil a su voz

 Yo quiero serarcilla entresus manos.

 Yo quiero servasija de amor

(bis)

No entendíassus palabraspero respondescon fe. Dejasque su amor teguíe confiandosiempre en él.

Por su Espíritude vida te de-

 jaste transfor-mar, te aban-donaste en susmanos parahacer su volun-tad

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5. Iluminados por la Palabra

Leemos en el Nuevo Testamento: Lucas 1, 26—38

Nos preguntamos: ¿Qué dice el texto? ¿Quién le anuncia a Maríala noticia de la encarnación del verbo? ¿Cuáles son las palabrasdel Ángel?¿Qué revela acerca de María? ¿Qué nos revela acerca del Plan

de Dios para los hombres y mujeres? ¿Qué me dice el texto? ¿Qué nos dice? ¿Cómo ilumina este texto nuestra

vida y nuestro caminar cristiano? ¿Qué actitudes de María debe imitarnuestra comunidad cristiana? ¿qué puedo decir a mis hermanos separadosacerca de María y nuestro amor por ella?

¿Qué llamadas a la conversión me hace este texto?* * *

La madre desempeña un papel decisivo en la vida de cada persona ¿Iba a ser es-

to diferente en el caso de Jesús? Es verdad que él habla con más frecuencia del

Padre de los cielos. E incluso en los escritos del Nuevo Testamento raras veces se

menciona expresamente a María. ¿Quién fue la mujer que le dio vida a Jesús y leacompaño en su camino de anuncio del Reino?

4. Experiencia humana

Hace algún tiempo, estaba el animador de la comunidadcristiana del sector saliendo a la reunión de comunidad, erancomo las cinco de la tarde. Al colocar el candado en la rejade salida, ve que una de las jóvenes de la comunidad seacerca con un cuadro de la Virgen María muy bonito y unafigura hecha en yeso de la virgen también… Era de la virgen

del Valle, advocación muy querida por los Orientales en nuestro país. La joven se llamaba Anita. El coordinador se da cuenta que Anita venia llo-rando directo hacia él con el cuadro y la estatuilla de la virgen del Valle yle dijo: Felipe, quisiera que guardaras esto en tu casa para que lo use lacomunidad, son las figuras de la Virgen que tenía mi abuela en su peque-ño altar. Ahora ella se metió a Evangélica y la obligaron a deshacerse detodas esas figuras de yeso, sus nuevos hermanos evangélicos le dijeronque eran el demonio. Yo he logrado rescatar estas y siento mucho dolorporque rompió las otra que tenía y yo no pude hacer nada, yo amo muchoa la Madre de Dios … Felipe la consoló, tomo las figuras y las llevó a la co-munidad exponiéndoles la situación. ¿Qué te impacta de esta experienciade vida? ¿Por qué hay tanto ensañamiento a la Madre de Dios y a lo quela representa? ¿Qué debemos hacer como comunidad cristiana?

Llamada en los Evangelios "la Madre de Jesús"(Jn 2, 1; 19, 25;

cf. Mt 13, 55, etc.), María es aclamada bajo el impulso del Espí-

ritu como "la madre de mi Señor" desde antes del nacimiento de

su hijo (cf Lc 1, 43). En efecto, aquél que ella concibió como

hombre, por obra del Espíritu Santo, y que se ha hecho verda-

deramente su Hijo según la carne, no es otro que el Hijo eterno

del Padre, la segunda persona de la Santísima Trinidad. La Igle-

sia confiesa que María es verdaderamente Madre de Dios

["Theotokos"] (cf. DS 251). (495)

Desde las primeras formulaciones de la fe (cf. DS 10-64), la

Iglesia ha confesado que Jesús fue concebido en el seno de la

Virgen María únicamente por el poder del Espíritu Santo, afir-

mando también el aspecto corporal de este suceso: Jesús fue

concebido: sin elemento humano, por obra del Espíritu Santo

(Cc Letrán, año 649; DS 503). Los Padres ven en la concepción

virginal el signo de que es verdaderamente el Hijo de Dios el

que ha venido en una humanidad como la nuestra: Así, S. Igna-

cio de Antioquía (comienzos del siglo II): "Estáis firmementeconvencidos acerca de que nuestro Señor es verdaderamente de

la raza de David según la carne (cf. Rm 1, 3), Hijo de Dios

según la voluntad y el poder de Dios (cf. Jn 1, 13), nacido ver-

daderamente de una virgen, ...Fue verdaderamente clavado por

nosotros en su carne bajo Poncio Pilato ... padeció verdadera-

mente, como también resucitó verdaderamente" (Smyrn. 1-2).

(496)

La fe en la concepción virginal de Jesús ha encontrado viva opo-

sición, burlas o incomprensión por parte de los no creyentes, judíos y paganos (cf. S. Justino, Dial 99, 7; Orígenes, Cels. 1,

32, 69; entre otros); no ha tenido su origen en la mitología pa-

gana ni en una adaptación de las ideas de su tiempo. El sentido

de este misterio no es accesible más que a la fe que lo ve en

ese "nexo que reúne entre sí los misterios" (DS

3016), dentro del conjunto de los Misterios de Cris-

to, desde su Encarnación hasta su Pascua. S. Igna-

cio de Antioquía da ya testimonio de este vínculo:

"El príncipe de este mundo ignoró la virginidad de

María y su parto, así como la muerte del Señor: tres

misterios resonantes que se realizaron en el silencio

de Dios" (Eph. 19, 1;cf. 1 Co 2, 8). (498) 

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La inmaculada concepción

Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con do-nes a la medida de una misión tan importante" (LG 56). El ángel Ga-briel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de gra-cia" (Lc 1, 28). En efecto, para poder dar el asentimiento libre de sufe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese total-

mente poseída por la gracia de Dios (490) Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue

"enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), leviene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más su-blime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53). El Padre la ha"bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cie-los, en Cristo" (Ef 1, 3) más que a ninguna otra per-sona creada. El la ha elegido en él antes de la crea-ción del mundo para ser santa e inmaculada en supresencia, en el amor (cf. Ef 1, 4) (492)

“Hágase en mi según tu Palabra…” Al anuncio de que ella dará a luz al "Hijo del Altísi-

mo" sin conocer varón, por la virtud del EspírituSanto (cf. Lc 1, 28-37), María respondió por "la obediencia de lafe" (Rm 1, 5), segura de que "nada hay imposible para Dios": "Heaquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 37-38). Así dando su consentimiento a la palabra de Dios, María llegó aser Madre de Jesús y , aceptando de todo corazón la voluntad divi-

na de salvación, sin que ningún pecado se lo impidiera, se entregó así misma por entero a la persona y a la obra de su Hijo, para servir,en su dependencia y con él, por la gracia de Dios, al Misterio de laRedención (cf. LG 56): Ella, en efecto, como dice S. Ireneo, "por suobediencia fue causa de la salvación propia y de la de todo el géne-ro humano". Por eso, no pocos Padres antiguos, en su predicación,coincidieron con él en afirmar "el nudo de la desobediencia de Evalo desató la obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por sufalta de fe lo desató la Virgen María por su fe". Comparándola conEva, llaman a María `Madre de los vivientes' y afirman con mayorfrecuencia: "la muerte vino por Eva, la vida por María". (LG. 56).

6. El Mensaje de el Catecismo de la Iglesia Católica (484—507)

María era una muchacha de Nazaret, prometida en matrimonio aJosé el carpintero. A juzgar por las costumbres de aquel tiempodebió tener poco mas de 15 años al ser prometida en matrimonio.Se estremece al recibir la visita del ángel de Dios y oír las palabrasque este dice. Escucha el saludo y descubre que está “llena de gra-cia”. El ángel le explica que Dios la ha elegido. No da a ciegas su

respuesta, su “si”. Pregunta: ¿Cómo será esto…? La respuesta deDios es la acción del Espíritu Santo en ella (Lc 1, 35) allí acepta suvocación de concebir al hijo de Dios “sin dejar de ser Virgen”, pues“nada hay imposible para Dios” por eso dice “hágase en mi segúntu palabra” (Lc 1, 37—38)

El Espíritu Santo fue enviado para santificar el seno de Virgen Mar-ía y fecundarla por obra divina, él que es "el Señor que da la vida",haciendo que ella conciba al Hijo eterno del Padre en una humani-dad tomada de la suya. (484)

El Hijo único del Padre, al ser concebido como hombre en el seno

de la Virgen María es "Cristo", es decir, el ungido por el EspírituSanto (cf. Mt 1, 20; Lc 1, 35), desde el principio de su existenciahumana, aunque su manifestación no tuviera lugar sino progresi-vamente: a los pastores (cf. Lc 2,8-20), a los magos (cf. Mt 2, 1-12),a Juan Bautista (cf. Jn 1, 31-34), a los discípulos (cf. Jn 2, 11). Portanto, toda la vida de Jesucristo manifestará "cómo Dios le ungiócon el Espíritu Santo y con poder" (Hch 10, 38). (485)

Lo que la fe católica cree acerca de María se funda en lo que creeacerca de Cristo, pero lo que enseña sobre María ilumina a su vezla fe en Cristo. (487) 

"Dios envió a su Hijo" (Ga 4, 4), pero para "formarle un cuer-po" (cf. Hb 10, 5) quiso la libre cooperación de una criatura. Paraeso desde toda la eternidad, Dios escogió para ser la Madre de suHijo, a una hija de Israel, una joven judía de Nazaret en Galilea, a"una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa deDavid; el nombre de la virgen era María" (Lc 1, 26-27):El Padre delas misericordias quiso que el consentimiento de la queestaba predestinada a ser la Madre precediera a la en-carnación para que, así como una mujer contribuyó ala muerte, así también otra mujer contribuyera a la

vida (LG 56; cf. 61). (488)