87559648 arquitectura prehispanica en lima peru incas historia cultura patrimonio

1
EL CAMBIO. Entre estas dos imágenes hay 70 años de diferencia. A la izquierda, una foto aérea de 1944 muestra el área que corresponde al actual Parque de las Leyendas y la Universidad de San Marcos, sepa- rados por la Av. Venezuela. En la primera, el proceso de urbanización no ha empezado aún, y se ven los terrenos agrícolas de las haciendas que rodean a los sitios arqueológicos. A la derecha, lo que queda hoy. Le ha dedicado más de 40 años de su vida a estudiar la ciudad prehispánica y hoy lo reconocen como uno de los profesionales más influyentes en ese campo. Su libro más reciente, “Ciudad y territorio en los Andes”, es una exploración científica de las ur- bes que se levantaron en nuestro territorio antes de 1535. Lima, una de ellas. Por eso es relevante cuando un hombre de ciencia como José Canziani habla también como un hombre de sensaciones. Al referirse a esa ciudad antigua, le resulta difícil no hablar del lugar como si se tratara de una perso- na. Para él, la ciudad enterrada está viva. Este arquitecto siente el adobe de una manera particular. Cuan- do menciona el estado actual de la mayoría de las huacas, señala: “es como si te hubiesen secuestra- do, torturado, violado y a la hora de liberarte te dejan encarcela- do”. Las huacas no pueden ha- blar, señala, pero eso es el equi- valente de lo que se les ha hecho. LA CIUDAD PRIMIGENIA Antes de ir al tema de qué pode- mos hacer con esas estructuras de barro, el objetivo es aclarar nociones sobre la ciudad del pa- sado. Por ejemplo, ¿podemos efectivamente hablar de ciudad? Si es así, ¿cuándo surge esa pri- mera ciudad limeña? Otro reconocido arquitecto en este campo es Juan Gunther. Se- gún la teoría urbanística, expli- ca, hay dos tipos de ciudades: “la ciudad que se levanta en el cruce de dos caminos, o en el cruce de un camino con un río suficien- temente importante para que haya transporte. En el caso de Li- “En Lima no se respetó nada por una actitud racista” JAVIER LIZARZABURU José Canziani, experto en arquitectura prehispánica, analiza el punto de origen de la antigua ciudad de Lima y menciona la necesidad de reconciliarnos con ella para evitar una mayor destrucción Concha San Marcos Venezuela PARQUE DE LAS LEYENDAS Huacas destruidas Huacas actuales LEYENDA: IMAGEN: GOOGLE MAPS FUENTE: JOSÉ CANZIANI Venezuela U.N.M.S.M Universitaria La Mar Riva Agüero UNIVERSIDAD CATÓLICA PARQUE DE LAS LEYENDAS Middendorf San Marcos Concha Palacio Inca La Palma Tres Palos La Cruz San Miguel Cruz Blanca ma ambas cosas sucedieron. Las acequias también eran caminos, y todo eso formaba una red”. Para Canziani, nuestra prime- ra ciudad surge hace unos dos mil años, y precisa que esta se levan- tó en lo que hoy es el Parque de las Leyendas. “En la época lima (200-600 d.C.) tenemos una enorme entidad urbana, que es Maranga. Sus huacas son los ras- cacielos de esa época, y tenían un eje organizado de un kilómetro y medio”. O sea, sus edificios se desplegaban a lo largo de 15 cua- dras según parámetros actuales. Entonces, de lo que tenemos certeza es que la primera ciudad empieza con los lima. “Tenían una ciudad principal, que es Ma- ranga, y una ciudad secundaria, que en esa época era Pachacá- mac. Con los ichma, Pachacámac recién se convierte en un centro fundamental”, aclara. Los otros centros importantes fueron Caja- marquilla y Armatambo. TERRITORIO CREATIVO De otro lado, vale la pena resal- tar la manera cómo los antiguos limeños enfrentaron el espacio y le encontraron una respuesta eficiente. José García Calderón, arquitecto y profesor universita- rio de historia de Lima, dice: “el limeño prehispánico tenía con- ciencia de que estaba ocupan- do un territorio y que había que acondicionarlo”. Él sostiene que en esa época “ellos no se veían como habitan- tes de una ciudad o del campo. Se veían como habitantes de un te- rritorio, porque este concepto era mucho más integral”. Una visión que nadie disputa. Si bien es cierto que en Lima hace 4.000 años ya teníamos ar- quitectura monumental (como la huaca El Paraíso, en San Martín Tres lecciones de las huacas limeñas El destructivo Estado peruano INTEGRACIÓN TERRITORIAL. El desarrollo urbano estuvo profundamente integrado al territorio y la naturaleza. Nuestra visión moderna separa la ciudad del campo. Ahí hubo una arquitectura del paisaje, que deberíamos tratar de recuperar. PERTINENCIA DE LA OBRA CONSTRUIDA. Se usaron materiales relativamente sencillos: barro, madera, piedra, e hicieron cosas maravillosas y monumentales. RESPETO POR LO QUE FUE ANTERIORMENTE CONSTRUIDO. La gente va tejiendo sobre lo tejido. Aquí normalmente cuando se nos ocurre hacer algo botamos el edificio, y a veces lo sustituimos por un edificio de peor calidad. Terra 2012. Elogio al adobe Del 23 al 27 de abril, Lima será sede de la conferencia internacio- nal sobre patrimonio arquitectó- nico del Consejo Internacional de Monumentos (ICOMOS) organiza- da por la Universidad Católica. Esta es la reunión mundial más importante en este campo, y el tema tiene que ver con la sosteni- bilidad del planeta, porque el costo de usar tierra para estas construc- ciones es nulo y los beneficios que se pueden tener sirven a socieda- des como la nuestra. “Si hacemos una buena cons- trucción, el adobe va a resistir igual que una construcción de ladrillo, concreto o cemento armado”, sos- tiene Canziani. Lo que Lima puede mostrar al mundo es que aquí hemos cons- truido cosas monumentales con adobe. En los últimos 100 años, se ha destruido patrimonio de muchas maneras. Aquí algunos casos: 1933-1939: Presidente Óscar R. Benavides. Para construir un estadio en la hacienda Concha se traen abajo varias pirámides y se afecta seriamente la huaca Concha, la segunda más grande de Lima en ese entonces. 1939-1945: Presidente Manuel Prado. Autorizó que se usen las huacas como canteras para urbanizar Lima. Ordenó destruir otra de las huacas más grandes de la capital para levantar el hoy hospital Rebagliati. 1948- 1956: Presidente Manuel Odría. Entrega la zona arqueológica de la hacienda Aramburú a la Universidad de San Marcos, y se destruyen cinco pirámides para modernizar ese centro de estudios. 1985-1990: Presidente Alan García. A pesar de existir un pedido de desalojo, le otorgó títulos de propiedad a invasores del sector norte del Parque de las Leyendas, que llevó a la destrucción de las huacas en esa parte del fundo. 1990-2000: Presidente Alberto Fujimori. Autorizó la destrucción final de la huaca Concha, que era la segunda más grande de Lima. Una parte de la misma es hoy una playa de estacionamiento. 2003-2010: Alcalde Luis Castañeda. Impulsó planes para cortar la huaca San Marcos, la más grande de Lima que queda en pie, de 2.000 años de antigüedad, con el fin de ampliar la Av. Venezuela. de Porres), no podemos todavía hablar de ciudad, afirma Can- ziani. En esa época “no era ciu- dad porque no tenía la masa po- blacional, ni la complejidad en la actividad de sus habitantes. Es un embrión de ciudad, si se quiere”. El otro punto neurálgico tiene que ver con nuestra actitud fren- te a ese pasado, y la actitud que hemos tenido en los últimos 100 años frente a su protección. PERDÓN Y MEMORIA “No se respetó nada, por cegue- ra y por una actitud de despre- cio que era racista. Las huacas se veían como ‘cosas de indios’”, denuncia Canziani. Con esta acti- tud, dice, el patrimonio “se vuel- ve un objeto que termina metido en una urna en un museo, desli- gado del monumento, de la gente que lo produjo y del territorio”. El reto que nos ofrece este le- gado es reconocer los errores, sostiene. “Ha habido una des- trucción muy importante de patrimonio, y hay que hacer un acto de contrición, porque si no hay arrepentimiento la recon- ciliación no funciona. Tenemos que saber que eso no lo podemos volver a hacer”. De igual modo, cree que hay que restaurar la memoria de Li- ma. No para reproducir lo que había aquí, pero sí para que los ciudadanos sepamos de dónde venimos, y lo que le dio sentido a este espacio. “Pueden ser cosas tan senci- llas como poner un panel de in- formación en el paradero del bus, que le diga a uno por qué una ca- lle va en diagonal, como Paseo Parodi, o cuán viejo es el trazo de una avenida, como Camino Real”. Visto de otro modo, se trata de una cuestión de continuidad en una ciudad que no la tiene. π “Ha habido una destrucción de patrimonio muy importante [...] y tenemos que saber que eso no lo podemos volver a hacer” JOSÉ CANZIANI Arquitecto y profesor de la PUCP

Upload: natalia-perez

Post on 07-Dec-2014

22 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: 87559648 Arquitectura Prehispanica en Lima Peru Incas Historia Cultura Patrimonio

El Comercio___ domingo 1 de abril del 2012___ País Lima l a17

EL CAMBIO. Entre estas dos imágenes hay 70 años de diferencia. A la izquierda, una foto aérea de 1944 muestra el área que corresponde al actual Parque de las Leyendas y la Universidad de San Marcos, sepa-rados por la Av. Venezuela. En la primera, el proceso de urbanización no ha empezado aún, y se ven los terrenos agrícolas de las haciendas que rodean a los sitios arqueológicos. A la derecha, lo que queda hoy.

LIMA MILENARIA. EL COMERCIO EN CAMPAÑA

Le ha dedicado más de 40 años de su vida a estudiar la ciudad prehispánica y hoy lo reconocen como uno de los profesionales más influyentes en ese campo. Su libro más reciente, “Ciudad y territorio en los Andes”, es una exploración científica de las ur-bes que se levantaron en nuestro territorio antes de 1535. Lima, una de ellas.

Por eso es relevante cuando un hombre de ciencia como José Canziani habla también como un hombre de sensaciones. Al referirse a esa ciudad antigua, le resulta difícil no hablar del lugar como si se tratara de una perso-na. Para él, la ciudad enterrada está viva.

Este arquitecto siente el adobe de una manera particular. Cuan-do menciona el estado actual de la mayoría de las huacas, señala: “es como si te hubiesen secuestra-do, torturado, violado y a la hora de liberarte te dejan encarcela-do”. Las huacas no pueden ha-blar, señala, pero eso es el equi-valente de lo que se les ha hecho.

LA CIUDAD PRIMIGENIAAntes de ir al tema de qué pode-mos hacer con esas estructuras de barro, el objetivo es aclarar nociones sobre la ciudad del pa-sado. Por ejemplo, ¿podemos efectivamente hablar de ciudad? Si es así, ¿cuándo surge esa pri-mera ciudad limeña?

Otro reconocido arquitecto en este campo es Juan Gunther. Se-gún la teoría urbanística, expli-ca, hay dos tipos de ciudades: “la ciudad que se levanta en el cruce de dos caminos, o en el cruce de un camino con un río suficien-temente importante para que haya transporte. En el caso de Li-

“En Lima no se respetó nada por una actitud racista”

JAVIER LIZARZABURU

José Canziani, experto en arquitectura prehispánica, analiza el punto de origen de la antigua ciudad de Lima y menciona la necesidad de reconciliarnos con ella para evitar una mayor destrucción

Concha

San Marcos

VenezuelaPARQUE

DE LAS

LEYENDAS

Huacas destruidas

Huacas actuales

LEYENDA:

IMAGEN: GOOGLE MAPSFUENTE: JOSÉ CANZIANI

Venezuela

U.N.M.S.M

Universitaria

La Mar

Riva

Agü

ero

UNIVERSIDADCATÓLICA

PARQUE DELAS LEYENDAS

Middendorf

San Marcos

Concha

Palacio Inca

La Palma

Tres Palos

La Cruz

San Miguel

Cruz Blanca

ma ambas cosas sucedieron. Las acequias también eran caminos, y todo eso formaba una red”.

Para Canziani, nuestra prime-ra ciudad surge hace unos dos mil años, y precisa que esta se levan-tó en lo que hoy es el Parque de las Leyendas. “En la época lima (200-600 d.C.) tenemos una enorme entidad urbana, que es Maranga. Sus huacas son los ras-cacielos de esa época, y tenían un eje organizado de un kilómetro y medio”. O sea, sus edificios se desplegaban a lo largo de 15 cua-dras según parámetros actuales.

Entonces, de lo que tenemos certeza es que la primera ciudad empieza con los lima. “Tenían una ciudad principal, que es Ma-ranga, y una ciudad secundaria, que en esa época era Pachacá-mac. Con los ichma, Pachacámac recién se convierte en un centro fundamental”, aclara. Los otros centros importantes fueron Caja-marquilla y Armatambo.

TERRITORIO CREATIVODe otro lado, vale la pena resal-tar la manera cómo los antiguos limeños enfrentaron el espacio y le encontraron una respuesta eficiente. José García Calderón, arquitecto y profesor universita-rio de historia de Lima, dice: “el limeño prehispánico tenía con-ciencia de que estaba ocupan-do un territorio y que había que acondicionarlo”.

Él sostiene que en esa época “ellos no se veían como habitan-tes de una ciudad o del campo. Se veían como habitantes de un te-rritorio, porque este concepto era mucho más integral”. Una visión que nadie disputa.

Si bien es cierto que en Lima hace 4.000 años ya teníamos ar-quitectura monumental (como la huaca El Paraíso, en San Martín

Tres lecciones de las huacas limeñas

El destructivo Estado peruano

INTEGRACIÓN TERRITORIAL. El desarrollo urbano estuvo profundamente integrado al territorio y la naturaleza. Nuestra visión moderna separa la ciudad del campo. Ahí hubo una arquitectura del paisaje, que deberíamos tratar de recuperar.

PERTINENCIA DE LA OBRA CONSTRUIDA. Se usaron materiales relativamente sencillos: barro, madera, piedra, e hicieron cosas maravillosas y monumentales.

RESPETO POR LO QUE FUE ANTERIORMENTE CONSTRUIDO. La gente va tejiendo sobre lo tejido. Aquí normalmente cuando se nos ocurre hacer algo botamos el edificio, y a veces lo sustituimos por un edificio de peor calidad.

Terra 2012. Elogio al adobe

Del 23 al 27 de abril, Lima será sede de la conferencia internacio-nal sobre patrimonio arquitectó-nico del Consejo Internacional de Monumentos (ICOMOS) organiza-da por la Universidad Católica.

Esta es la reunión mundial más importante en este campo, y el tema tiene que ver con la sosteni-bilidad del planeta, porque el costo de usar tierra para estas construc-ciones es nulo y los beneficios que

se pueden tener sirven a socieda-des como la nuestra.

“Si hacemos una buena cons-trucción, el adobe va a resistir igual que una construcción de ladrillo, concreto o cemento armado”, sos-tiene Canziani.

Lo que Lima puede mostrar al mundo es que aquí hemos cons-truido cosas monumentales con adobe.

En los últimos 100 años, se ha destruido patrimonio de muchas maneras. Aquí algunos casos:

1933-1939: Presidente Óscar R. Benavides. Para construir un estadio en la hacienda Concha se traen abajo varias pirámides y se afecta seriamente la huaca Concha, la segunda más grande de Lima en ese entonces.

1939-1945: Presidente Manuel Prado. Autorizó que se usen las huacas como canteras para urbanizar Lima. Ordenó destruir otra de las huacas más grandes de la capital para levantar el hoy hospital Rebagliati.

1948- 1956: Presidente Manuel Odría. Entrega la zona arqueológica de la hacienda Aramburú a la Universidad de San Marcos, y se

destruyen cinco pirámides para modernizar ese centro de estudios.

1985-1990: Presidente Alan García. A pesar de existir un pedido de desalojo, le otorgó títulos de propiedad a invasores del sector norte del Parque de las Leyendas, que llevó a la destrucción de las huacas en esa parte del fundo.

1990-2000: Presidente Alberto Fujimori. Autorizó la destrucción final de la huaca Concha, que era la segunda más grande de Lima. Una parte de la misma es hoy una playa de estacionamiento.

2003-2010: Alcalde Luis Castañeda. Impulsó planes para cortar la huaca San Marcos, la más grande de Lima que queda en pie, de 2.000 años de antigüedad, con el fin de ampliar la Av. Venezuela.

de Porres), no podemos todavía hablar de ciudad, afirma Can-ziani. En esa época “no era ciu-dad porque no tenía la masa po-blacional, ni la complejidad en la actividad de sus habitantes. Es un embrión de ciudad, si se quiere”.

El otro punto neurálgico tiene que ver con nuestra actitud fren-te a ese pasado, y la actitud que hemos tenido en los últimos 100 años frente a su protección.

PERDÓN Y MEMORIA“No se respetó nada, por cegue-ra y por una actitud de despre-cio que era racista. Las huacas se veían como ‘cosas de indios’”, denuncia Canziani. Con esta acti-tud, dice, el patrimonio “se vuel-ve un objeto que termina metido en una urna en un museo, desli-gado del monumento, de la gente que lo produjo y del territorio”.

El reto que nos ofrece este le-gado es reconocer los errores, sostiene. “Ha habido una des-trucción muy importante de patrimonio, y hay que hacer un acto de contrición, porque si no hay arrepentimiento la recon-ciliación no funciona. Tenemos que saber que eso no lo podemos volver a hacer”.

De igual modo, cree que hay que restaurar la memoria de Li-ma. No para reproducir lo que había aquí, pero sí para que los ciudadanos sepamos de dónde venimos, y lo que le dio sentido a este espacio.

“Pueden ser cosas tan senci-llas como poner un panel de in-formación en el paradero del bus, que le diga a uno por qué una ca-lle va en diagonal, como Paseo Parodi, o cuán viejo es el trazo de una avenida, como Camino Real”. Visto de otro modo, se trata de una cuestión de continuidad en una ciudad que no la tiene. π

“Ha habido una destrucción de patrimonio muy importante [...] y tenemos que saber que eso no lo podemos volver a hacer”

JOSÉ CANZIANI Arquitecto y profesor de la PUCP