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ENERO – JUNIO 2014 VOLUMEN XXVI N° 1 DIRECCIÓN - EDICIÓN Dra. Hilda Botero Cadavid COMITÉ EDITORIAL Mario González Velásquez Italo L. di Ruggiero Cozzarelli COMITÉ CIENTÍFICO Geny Talberg - Miembro Efectivo Sociedad Brasilera de Psicoanálisis de Río de Janeiro. SBPRJ. BRASIL Johanna Trip - Miembro Titular Asociación Venezolana de Psicoanálisis Asovep VENEZUELA Sergio Nick - Miembro Asociado Sociedad Brasilera de Psicoanálisis de Río de Janeiro. SBPRJ. BRASIL Eduardo Laverde Rubio - Miembro Titular Didacta Sociedad Colombiana de Psicoanálisis SCP. y Miembro Titular Asociación Psicoanalítica Colombiana APC. COLOMBIA Fabio Eslava Cerón - Miembro Titular Didacta Asociación Psicoanalítica Colombiana APC. COLOMBIA Ismail Yildiz – Miembro Titular Asociación Psicoanalítica Colombiana. APC. COLOMBIA ASISTENTE EDITORIAL Alvaro J. Botero C. Dirección electrónica: [email protected] PSICOANALISIS REVISTA DE LA ASOCIACIÓN PSICOANALÍTICA COLOMBIANA SOCIEDAD COMPONENTE DE LA IPA MIEMBRO DE LA FEDERACIÓN PSICOANALÍTICA DE AMÉRICA LATINA (FEPAL) MIEMBRO DE LA FEDERACIÓN COLOMBIANA DE PSICOANÁLISIS ASOCIACIÓN PSICOANALÍTICA COLOMBIANA (APC) SOCIEDAD COMPONENTE DE LA INTERNACIONAL PSYCHOANALYTIC ASSOCIATION (IPA) Calle 134 Nº 17-71 Teléfonos: (57 1) 522 7627 - (57 1) 259 6000 Ext. 6112 E-mail: [email protected] - Página web: www.asociacionpsicoanaliticacolombiana.org.co Bogotá - Colombia

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Revista de divulgación científica

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  • ENERO JUNIO 2014VOLUMEN XXVI N 1

    DIRECCIN - EDICINDra. Hilda Botero Cadavid

    COMIT EDITORIALMario Gonzlez Velsquez

    Italo L. di Ruggiero Cozzarelli

    COMIT CIENTFICO

    Geny Talberg - Miembro Efectivo Sociedad Brasilera de Psicoanlisis de Ro de Janeiro. SBPRJ. BRASIL

    Johanna Trip - Miembro Titular Asociacin Venezolana de Psicoanlisis Asovep VENEZUELA

    Sergio Nick - Miembro Asociado Sociedad Brasilera de Psicoanlisis de Ro de Janeiro. SBPRJ. BRASIL

    Eduardo Laverde Rubio - Miembro Titular Didacta Sociedad Colombiana de Psicoanlisis SCP. y Miembro Titular Asociacin Psicoanaltica Colombiana APC. COLOMBIA

    Fabio Eslava Cern - Miembro Titular Didacta Asociacin Psicoanaltica Colombiana APC. COLOMBIA

    Ismail Yildiz Miembro Titular Asociacin Psicoanaltica Colombiana. APC. COLOMBIA

    ASISTENTE EDITORIAL Alvaro J. Botero C.

    Direccin electrnica: [email protected]

    PSICOANALISISREVISTA DE LA ASOCIACIN PSICOANALTICA COLOMBIANA

    SOCIEDAD COMPONENTE DE LA IPAMIEMBRO DE LA FEDERACIN PSICOANALTICA DE AMRICA LATINA (FEPAL)

    MIEMBRO DE LA FEDERACIN COLOMBIANA DE PSICOANLISIS

    ASOCIACIN PSICOANALTICA COLOMBIANA (APC)SOCIEDAD COMPONENTE DE LA INTERNACIONAL PSYCHOANALYTIC ASSOCIATION (IPA)

    Calle 134 N 17-71 Telfonos: (57 1) 522 7627 - (57 1) 259 6000 Ext. 6112E-mail: [email protected] - Pgina web: www.asociacionpsicoanaliticacolombiana.org.co

    Bogot - Colombia

  • ASOC IAC IN PS ICOANAL T ICA COLOMBIANASOCIEDAD COMPONENTE DE LA ASOCIACIN PSICOANALTICA INTERNACIONAL

    Las opiniones expresadas en esta publicacin corresponden

    a sus autores y no comprometen a los editores de la Revista.

    COMISIN DIRECTIVA PARA EL PERODO 2014 2016PRESIDENTE: Fabio Eslava Cern

    SECRETARIA: Mara Victoria Nio VillamarnTESORERO: Henry Garca Moncaleano

    VOCALES: Jos A. Mrquez y Edgard Yamhure KattahDIVULGACIN: Maria Clara Syro M.

    PUBLICACIONES Y DIFUSIN: Hilda Botero CadavidINSTITUTO DE PSICOANLISIS: Jorge E. Livano R.

    FISCAL Y BIBLIOTECA: talo di Ruggiero C.

    MIEMBROS TITULARESDr. Horacio Arias DuqueDra. Sonia Bialikamien Goldband Dra. Hilda Botero CadavidDra. Aura Victoria Carrascal Mrquez Dr. Gabriel Augusto Castillo CastelblancoDr. Danilo Diazgranados Moncada Dr. Juan Manuel Escobar Guerrero Dr. Fabio Eslava Cern Dr. Henry Garca Moncaleano Dr. Eduardo Gmez Escalln Dr. Mario Gonzlez Velsquez Dr. Ivn Jimnez Rojas Dr. Eduardo Laverde Rubio Dr. Jorge Enrique Livano RodrguezDr. Jos A. Mrquez Cuervo Dr. lvaro Mndez PearandaDra. Mara Victoria Nio Villamarn Dra. Luz Stella Nez Snchez Dr. Liborio Orejuela Devis

    Dra. Luz Mara Pinilla Perdomo Dra. Diana Isabel RoblesDr. Guillermo Snchez Medina Dr. Edgard Yamhure Kattah Dr. Ismail Yildiz

    MIEMBROS ASOCIADOSDra. Mara Clara Syro Morales

    MIEMBROS HONORARIOSHoracio EtchegoyenOtto E. KernbergJuan Francisco JordnRomualdo Romanowski

    MIEMBROS ADHERENTESItalo Di Ruggiero CozzarelliRobert SilvermanMargarita lvarezBeatriz de Hart

    PUBLICACIN INDEXADA EN LA BASE DE DATOS LATINDEX PUBLINDEX DE REVISTAS CIENTFICAS.http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=15749

  • PSICOANALISISVolumen XXV No. 1-2, Enero - Diciembre 2014

    EDITORIAL ....................................................................................................................................... 7

    ARTCULOSPSICOANLISIS DEL CHISTE, LO CMICO, EL HUMOR Y LOS ACTOS FALLIDOS Ismail Yildiz A. (R y PC, Port.) ..................................................................................................................... 13

    SOBRE LA IMPORTANCIA LINGSTICA DE LOS ACTOS FALLIDOS Jos Mara Gil (R y PC, port.) ...................................................................................................................... 23

    RELACIN MEASTRO-ALUMNOHilda Botero C. ................................................................................................................................................. 45

    RESENTIMIENTO TERMINABLE E INTERMINABLELuis Kancyper (R y PC, port.) ....................................................................................................................... 55

    LA PSICOTERAPIA EN EL PROCESO DE TRANSICIN HACIA LA ADOLESCENCIAAsuncin Soriano Sala (R, PC, port.) ....................................................................................................... 75

    AUTISMO: MITO Y REALIDADJuan Larbn Vera (R y PC, port.) ............................................................................................................... 87

    ENSAYOSCURIOSIDAD ONRICA: APROXIMACIONES A LA OBRA DE GRETE STERNLic. Gabriela Rouillon Acosta ..................................................................................................................... 103

    EL ENVEJECIMIENTO COMO CAESURA; UN PUNTO DE VISTA PSICOANALTICOFernanda Marinho y Ney Marinho .......................................................................................................... 109

    PSICOANLISIS DE LA CANCIN DE AMORPablo Emilio De La Cruz Nassar ................................................................................................................ 115

    RESEASOBSERVACIN DEBEBS: EL MTODO ESTHER BICK DE LA CLNICA TAVISTOCK .......................... 121EL ADOLESCENTE CAUTIVO ................................................................................................................................... 129VIVIR CON EL AUTISMO, UNA EXPERIENCIA RELACIONAL ...................................................................... 133PSICOTERAPIA FOCAL DE NIOS: UNA APLICACIN DEL MODELO PSICOANALTICO EN LA RED DE SALUD PBLICA ........................................................... 137

  • Los Autores

    ISMAIL YILDIZ

    Naci en Ankara, Turqua. Graduado en Medicina y Ciruga en la Universidad Catlica de Lovaina (Blgica). Magster en Ciencias Biomdicas e investigador y docente en la misma universidad. Vive en Colombia desde 1988. Trabaj como investigador y docente en Neurociencias en la Universidad Nacional de Colombia y en colaboracin con Colciencias. Psicoanalista, Miembro Titular de la Asociacin Psicoanaltica Colombiana y de la Asociacin Psicoanaltica Internacional. [email protected]

    JOS MARA GIL

    Doctor en Filosofa por la Universidad de La Plata. Profesor de Lgica y Lingstica en la Universidad de Mar del Plata e Investigador Adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET), de Argenti-na. reas de inters acadmico: filosofa del lenguaje y lingstica. [email protected]

    HILDA BOTERO CADAVID

    Sicloga U. Javeriana. Psicoanalista, Miembro Titular Asociacin Psicoanaltica Colombiana y Asociacin Psicoanaltica Internacional (IPA). Docente de maestra en Clnica y Psicoterapia Psicoanaltica, Universidad Javeriana. Experta en trabajo emocional con la dada madre-hijo. Directora Seminarios de Observacin de Bebs Mtodo Esther Bick. Trabaja en la implemen-tacin de proyectos de atencin emocional en las Unidades de Recin Nacidos, Hospital San Ignacio, Hospital Meissen y con grupos de salud en la Clnica Reina Sofa, Bogot.

    Trabaja en la organizacin y gestin de El Taller de Psicoanlisis en la ciudad de Bogot. [email protected]

    LUIS KANCYPER

    Mdico psicoanalista, es miembro titular en Funcin didctica de la Asociacin Psicoanal-tica Argentina y de la Asociacin Psicoanaltica Internacional. Desde hace muchos aos dicta seminarios y supervisiones en las sociedades de psicoanlisis de Amrica Latina y Europa. Sus libros han sido traducidos a varias lenguas:

    Jorge Luis Borges o el laberinto de Narciso (1989-Paids). Resentimiento y Remordimiento (1991, Paids y 2006,Lumen). La Confrontacin Generacional (1997, Paidos y 2003,Lumen). Jorge Luis Borges o la pasin de la amistad (2003, Lumen). El complejo fraterno (2004, Lumen). Adolescencia: El fin de la ingenuidad (2007, Lumen). Resentimiento terminable e interminable (2010, Lumen). [email protected]

    ASUNCIN SORIANO SALA

    Es mdico, psiquiatra y psiocanalista. Miembro de la Sociedad Espaola de Psicoanlisis y de International Psychoanalytical Association. Coordinadora del hospital de Da para adoles-centes de Sant Pere Claver Fundaci Sanitria y supervisora clnica de la Unitat Teraputica de Justcia Juvenil, Parc Sanitari Sant Joan de Du. Ha expuesto sus ideas sobre la adolescencia en distintas ponencias y publiaciones. [email protected]

  • JUAN NGEL LARBN VERA

    (Zaragoza) Mdico, consulta privada como psi-quiatra y psicoterapeuta de nios adolescentes y adultos. Profesor universitario y jefe clnico en diferentes clnicas de Suiza; Jefe de salud mental infantojuvenil. Actualmente es presidente de la Asociacin para la docencia e investigacin en salud mental de Ibiza yFormentera ADISAMEF desde 2008. Profesor del mster oficial univer-sitario de Psicologa y psicopatologa perinatal e infantil realizado por ASMI, Asociacin para la Salud Mental Infantil desde la gestacin, filial espaola de la WAIMH Asociacin Mundial para la Salud Mental Infantil, en colaboracin con la Universidad de Valencia. [email protected]

  • EDITORIAL

    REVISTA PSICOANLISIS

    PSICOANLISIS XXIV (1-2); 7-9, 2013

    Esta edicin inicia con un artculo de plena actualidad: La consideracin de la vida prena-tal, que cobra magnitud y relevancia, cuando pensamos en la configuracin de la persona-lidad y la salud mental. Cada da es mayor la urgencia de ser entendidas a cabalidad, tanto la gestacin como la maternidad. Es un tema extenso, complejo y profundo. Quiero llamar la atencin acerca de un solo aspecto de esta complejidad, haciendo un pequeo comentario con referencia a la musicalidad de la voz de la madre y sus efectos en el beb intrauterino.

    El beb prenatal configura una intensa experiencia relacional con la voz de su madre, no slo reconoce su voz a un nivel auditivo sino que adems, queda ya impregnado de su ritmo y msica, de la gramtica profunda (Chomsky, 1972) de su futura lengua materna. Los estados de nimo o momentos emocionales de la madre estn cargados de significado para el beb, lo cual va regulando su desarrollo protomental. El encuentro visual con la madre ocurre luego de dar a luz, el auditivo est acompaando la vida en el vientre. En este momento de la investigacin cientfica podemos acudir a la propuesta de observar un encuentro auditivo-vocal entre el beb intrauterino y su madre. Estudios comentados por M. C. Busnel en 1999, dan cuenta de experimentos que nos arrojan la claridad de cmo la memoria est ligada indefectiblemente al desempeo de los sentidos, especialmente la audicin, el olfato y el gusto.

    Maiello (2013) ha propuesto el trmino objeto sonoro para referirse al conjunto de reminiscencias prenatales de cualidad sonora y rtmica que el beb conserva en su memoria despus del nacimiento. La voz de la madre representa el principal estmulo externo para

    el desarrollo protomental del nio prenatal; la verdadera y propia materia prima en torno a la cual se forma el proto-objeto interno que he llamado objeto sonoro. El beb al nacer conserva las huellas de la existencia de un mundo sonoro intrauterino. Lee Salk, (1973) realiz estudios minuciosos acerca de los efectos del sonido del corazn de un adulto, (ideal, de la madre) para calmar momentos de estrs, el llanto del beb, y an, para su mejor desarrollo. El ritmo, el tono, la cadencia de la voz de la madre en las experiencias auditivas del beb, y en otra medida, pero tambin de gran importancia, la voz del padre, de los hermanitos, no se inscriben solamente como registro mnmico neutro, sino que estn ligados a las emociones.

    As, la voz-canto de la madre incita o pro-pone la danza de su beb prenatal, la madre canta y el beb danza, co-construyen, confi-guran la relacin por excelencia, el modelo. El canto mismo es un grupo de relaciones entre s: meloda, ritmo, cadencia, poesa-palabra, es decir, al convertirse todo esto en el canto, necesita ese otro para su demostracin, la rela-cin se instala naturalmente. Este es un hecho importante en cuanto nos llama la atencin hacia el lenguaje corporal, cuyo prembulo es entonces la danza en el tero al comps de la voz-canto de la madre.

    Joanna Wilheim conduce, de manera acertada y profunda, nuestra presente edicin con un magistral artculo: El Trauma de la Concepcin artculo que ya ha sido aplaudido en varios pases. Hace varios aos que esta autora inici una tarea enorme llamando la atencin acerca de la importancia de la vida prenatal. En los autores psicoanalticos ha sido un tema poco o tmidamente considerado. Sin

    Pendiente

  • embargo, cada da sabemos ms de su impor-tancia en el desarrollo psquico y emocional del ser humano. Joanna puntualiza la importancia de la memoria celular en el establecimiento de algunos traumas que, registrados en la vida prenatal, se manifestarn ms tarde en la vida post-natal. Acude a un interesante material clnico ilustrativo de sus propuestas y conjeturas.

    Pablo Garca se refiere a un tema esencial, tanto del psicoanlisis como del psicoanalista presentado a manera de revisin histrica, con el espritu vivo de mantener su vigencia como actitud viva en la tarea de psicoanalizar. La Escucha Psicoanaltica: Desarrollo Histrico es un interesante abordaje en el cual Pablo resalta la amistad de W.R. Bion con W. Trotter, mdico cirujano y del cual deca que no slo era su amigo sino el hombre que ms me ha interesado en la vida. Esta mistad los uni por muchos aos y dio lugar a la indagacin de temas profundos que ameritaban discusiones y veladas amenas e interesantes. El artculo que publicamos tiene un gran valor como revisin de historia y cultura psicoanaltica.

    Dante Roberto Salatino es bsicamente investigador y docente. Su inters profundo por la neurologa, la inteligencia, la lingsti-ca lo han llevado a rastrear el pensamiento freudiano de una manera por dems inte-resante. Su artculo El Proyecto de Freud cuenta una serie de descubrimientos y aportes fundamentales de Freud a la neurobiologa y la psicologa que no fueron desarrollados o bien explorados y que en la actualidad siguen siendo, esos mismos hallazgos, materia de investigacin y descubrimiento expuestos por otros investigadores de diferentes ramas de la medicina. El autor hace su propia indagacin, a la cual nos invita, comparando su propia teora sobre la estructura y la funcin psquicas que dieron lugar a su tesis doctoral. Es un artculo de inters para una posible relectura de Freud.

    Guillermo Bodner visita nuestra publica-cin con un artculo llamativo, de permanente inters y fascinacin para los psicoanalistas: Shakespeare y su puesta en escena de verda-deros cuadros clnicos de interesante realidad y reveladores de dramas emocionales en con-textos ms cotidianos del transcurrir humano. Macbeth y la Ambicin por lo Absoluto es un hermoso recorrido lleno de creatividad y pensamiento, desde la perspectiva que ofrece el Psicoanlisis -nos cuenta el autor- acerca de la accin conjunta de las pasiones de amor, odio y conocimiento y de las consecuencias que acarrea la destruccin de su funcionamiento conjunto. Se describe, a travs del texto la destruccin sistemtica del conocimiento, sus-tituido por la profeca, la alucinacin, el saber omnipotente y la invocacin a la oscuridad.

    Cerramos nuestra sesin de artculos con una disculpa, tanto al autor como a nuestros lectores, por una omisin en nuestra anterior publicacin. En el marco de la celebracin de los 50aos de la Asociacin Psicoanaltica Colombiana entregamos una serie de escritos resultado de Talleres especiales dedicados a los fundadores de la Asociacin. Publicamos enton-ces la contribucin del Doctor Jorge Enrique Livano quien nos ofrece su entusiasta artculo sobre el Doctor Humberto Roselli Quijano. Un sentido homenaje que titul Tributo a un Adalid y Amigo y cuya esencia la comunica as: Tal como yo lo conoc, Humberto fue un buen amigo leal a carta cabal. Diplomtico y emptico, pero asertivo si necesario. Nunca hostil. Hombre probo, brillante, introspectivo, un tanto parco, modesto y tmido, generoso, elocuente, caballeroso, amable y de fino humor santafereo.

    En la Seccin de ensayos Magdalena Fer-nndez escribe: Antes de Daarte Prefiero Alejarme en mi Mundo me Siento Mejor, un ensayo centrado en la clnica con toda la trascendencia que esto implica en nuestro

    Pendiente

  • desempeo profesional. Presentamos adems tres interesantes contribuciones resultado de las Jornadas Interregionales de Fepal, de Nios y Adolescentes en Ciudad de Mxico, cuya relevancia en el mbito Latinoamericano es de resaltar: Transformaciones y Dolor Psquico de Jani Santamara y los Comentarios a esta contribucin por Hilda Botero. Otra ponencia muy de actualidad y que llama la atencin de padres y educadores es: Reflexiones Sobre el Bullying: El Caso de un Pber, de Ernesto Reyes

    Escobedo. Este tema determin que nuestra publicacin hiciera un esfuerzo por entregar un resumen de la ley 1620 de convivencia escolar en el mbito de los derechos humanos, realizada por lvaro Botero.

    Hacemos desde nuestra revista una invita-cin a los Juegos Bionianos 2015 presentando las impresiones de los pasados JB2013, ma-ravillosos y estimulantes del transitar en el trabajo, el conocimiento y la cooperacin en nuestra tarea psicoanaltica.

    Pendiente

  • 11

    ARTCULOS

  • Iapetnida! Ms sagaz que ninguno, te alegras de haber hurtado el fuego y engaado a mi espritu;

    pero eso constituir una gran desdicha para ti, as como para los hombres futuros.

    Erga Kai Hemera

    Hesodo, Trabajos y Das, libro I. (Lnea 18)

    Estamos ya en el ltimo confn de la Tierra, en el camino del pas escita, en la soledad nunca

    hollada. Hefestos, ha llegado la hora de que cumplas lo que el padre te orden y ates a ese forajido con cadenas de hierro irrompible en

    la cima de estos abruptos peascos. Hurt tu preciado don, el brillante fuego, padre de todas las artes, y lo entreg a los mortales. Justo es, pues, que pague a los dioses la pena merecida. Tal vez as aprenda a resignarse a la dominacin de Zeus y a cesar en su oficio de favorecedor de los hombres.

    Esquilo, Prometeo Encadenado

  • PSICOANLISIS XXV (1-2); 13-22, 2014

    Psicoanlisis de Actos Fallidos, el Chiste, lo Cmico y del Humor

    Ismail Yildiz.1

    Recibido: septiembre 2013 Aceptado: enero 2014

    Resumen

    Se revisan las explicaciones psicodinmicas de Freud sobre los actos fallidos, el chiste, lo cmico y el humor.Los actos fallidos son el resultado de un propsito inconsciente. Ellos son provocados por una falla parcial del Yo, en la integracin en un todo armonioso de las diversas fuerzas mentales activas en un momento dado.El placer del chistoso deriva de dos fuentes inconscientes separadas. La primera, es la sustitu-cin regresiva del pensamiento de proceso secundario por el de proceso primario. La segunda, es la consecuencia de la liberacin transitoria de impulsos que, de otro modo, hubieran sido dominados o prohibidos.Las fuentes del placer de la comicidad se ubican en la comparacin de dos gastos de energa, localizables en lo preconsciente. As como el chiste provoca un placer derivado de ahorro de energa de coercin; el placer que provoca lo cmico depende de ahorro de energa de representacin. En el humor la persona rehsa dejarse ofender y sufrir a pesar de la realidad dolorosa. El placer en el humor surge del ahorro de energa de sentimiento doloroso.

    Palabras Claves: Actos fallidos, supersticin, determinismo psicolgico, chiste, cmico y humor.

    Psychoanalisis of failed acts, joke, comedy and humor

    Abstract

    Freuds ppsychodynamic explanations of paraphrases, jokes, comedy and humor are reviewed. Paraphrases are the result of an unconscious purpose. They are caused by a partial failure of the Ego, in the harmonious integration of all the various mental active forces at any given time.The pleasure of joke originates from two separate unconscious sources. The first is the regressive replacement of secondary thought process by primary process. The second is the result of the transient release of impulses that otherwise would have been dominated or repressed. The sources of the pleasure of comedy are located in the comparison of two energy costs, traceable in the preconscious. As the joke causes pleasure originating from energy savings of coercion; the comic pleasure depends on energy saving of representation. In the humor the person refuses to be offended and suffer despite the painful reality. The pleasure in humor arises from energy saving of painful feeling.

    Key words: Paraphrases, superstition, psychological determinism, joke, comic and humor.

    1 MD, MSc, Psicoanalista, Miembro Titular APC. http://www.psicoanalistaiyildiz.com/ e-mail: [email protected]

    ARTCULO ORIGINAL

  • 14 Ismail Yildiz

    El conocimiento del funcionamiento mental segn las hiptesis de la Psicologa dinmica o profunda o psicoanaltica se aplic no solamen-te a explicar la formacin de los sueos y de los sntomas de las psiconeurosis y psicosis, sino tambin a explicar el mecanismo del chiste, y los motivos de los deslices, errores, omisiones o lagunas de la memoria que nos son familiares a todos y que Freud agrup como psicopatologa de la vida cotidiana (Freud, 1904). Se incluyen los lapsus verbales, escritos, de la memoria y muchos de los inconvenientes que por lo comn atribuimos al azar y denominamos accidentes.

    Actos Fallidos

    Aun antes de las investigaciones sistemticas de Freud de estos fenmenos, exista una vaga nocin en la mente popular de que tenan algn fin y de que no eran cosas del azar. Por ejemplo, existe un viejo proverbio que dice: El error de la lengua delata la verdad de la mente. Ms aun, no todos esos errores eran tratados como accidentales. Se le atribua intencionalidad, aun cuando la persona la desconociera. Cuando, hace unos 300 aos, se imprimi un ejemplar de la Biblia en el cual, en uno de los mandamientos deca por error el imperativo en vez del impe-rativo negativo, el impreso fue severamente castigado, cual si hubiera intencionalmente deseado ser sacrlego (El imperativo negativo se escribi: Cometers adulterio).

    Pero, fue Freud el primero que, de modo serio y fundamental, sostuvo que los lapsus y los fenmenos conexos son el resultado de una accin intencional, con un propsito, de la persona afectada, aunque la intencin sea desconocida para ella misma o, en otras palabras, sea inconsciente (Freud, 1904, 1915).

    Los olvidos

    El ms simple de comprender de estos actos fallidos es el olvido. Tales lapsus son, muy a

    menudo, la consecuencia directa de la repre-sin. Aunque los detalles especficos de la motivacin de la represin pueden variar de un caso a otro, es bsicamente la misma en todos ellos, es decir, el evitar la posibilidad de la generacin de una angustia (temor) o de una culpa (vergenza), o de ambas.

    Por lo comn, la razn de olvidar algo es inconsciente y slo puede ser descubierta por medio de la tcnica psicoanaltica, es decir, con la cooperacin total de la persona (su asociacin libre) que cometi el olvido. De otro modo, debemos depender del azar, para entrar en posesin de datos suficientes que nos permitan adivinar, con mayor o menor precisin, el significado o motivos inconscientes que lo produjeron.

    Hay veces que, los olvidos, se encadenan; olvidamos una cita, nos proponemos recordarla en la ocasin siguiente, pero llegada esta, nos equivocamos en la hora, etc.

    En el caso de olvido de nombres propios, no slo se olvida, sino que tambin pueden recordarse errneamente. Cuando el sujeto se esfuerza por recordar un nombre olvidado acu-den otros -que Freud denomin sustitutivos- que son rechazados como falsos, pero, analizados, muestran alguna relacin con el buscado.

    El olvido de propsitos puede atribuirse a la accin de una corriente contraria que se opone a la realizacin de los mismos. Un novio que olvida una cita se disculpar en vano diciendo que la haba olvidado. La novia responder siempre: Hace un ao no la hubieras olvidado.

    Olvido de impresiones, casi siempre, est basado en un motivo de disgusto.

    El olvido del lugar donde guardamos un objeto o la prdida de algo, muestran la in-tencin inconsciente del sujeto de alejar de s ese objeto. Una de las prdidas ms simblicas es la del anillo del matrimonio, que indica un alejarse de la pareja matrimonial.

  • 15Psicoanlisis de Actos Fallidos, el Chiste, lo Cmico y del Humor

    Los recuerdos encubridores

    Al analizar los recuerdos fragmentarios de los primeros aos de infancia, Freud comprob, que muchas veces, y contra lo que se poda suponer, de algunas escenas del pasado los sujetos se acordaban de hechos insignificantes que, al proseguir el anlisis y reconstruir toda la escena, se vea que, si bien de alguna manera estaban relacionados con esta, carecan de importancia y, en cambio, se haba olvidado (omitido) lo que realmente haba impresionado al individuo. A estos recuerdos, Freud los llam recuerdos encubridores, pues encubren lo realmente importante, y agreg, que el proceso descubierto en los mismos -conflicto, represin y substitucin transaccional- figura en todos los sntomas psiconeurticos.

    Finalmente, en el estudio de los recuerdos debe tenerse en cuenta la elaboracin secun-daria de las impresiones primarias, y en el caso de los recuerdos de la niez, el hecho de que un nio no diferencia necesariamente la realidad de sus fantasas. En los recuerdos infantiles se encuentra, que algunos son falsos recuerdos. No es que las escenas recordadas hayan sido totalmente inventadas -a veces ocurre tam-bin-, sino que han sufrido tal elaboracin secundaria que tienen ms de falsedad que de verdad. Por ejemplo, una persona puede recordar de su niez, como muy crueles a sus padres, y en realidad no lo fueron. Porque, esta persona, siendo nio, haba proyectado masivamente su agresividad sobre ellos.

    Freud afirma, que las falsedades del re-cuerdo son de carcter tendencioso, teniendo por objeto reprimir y sustituir escenas desa-gradables.

    Los lapsus verbales y escritos

    Los lapsus verbales o escritos son a menudo la consecuencia de una falla en la represin completa de algn pensamiento o deseo in-

    consciente. En tales casos, el que habla o escribe expresa lo que en forma inconsciente deseaba decir o escribir, pese a su intencin de mantenerlo oculto.

    A veces el significado oculto se expresa en forma abierta en el acto fallido, es decir, que resulta claramente inteligible a quien lo escucha o lee.

    En otras ocasiones, el resultado del lapsus no es inteligible y slo se puede descubrir el significado oculto por las asociaciones de la persona que cometi el error.

    Un paciente puede, sin querer, durante la primera entrevista con el analista, llamar madre a su esposa, pero al hacrselo notar no logra sacar conclusin alguna al respecto. Hasta seala extensamente y con lujo de detalles cun distintas son en realidad su madre y su esposa. Es slo despus de meses de Psicoanlisis que es capaz de reconocer conscientemente, que en su fantasa la madre estaba representada por la esposa y que era aqulla a la que l haba querido para casarse, cuando aos atrs, estaba desarrollado al mximo su complejo de Edipo. En un caso as, un acto fallido revela con claridad un contenido del Ello contra el cual el Yo, durante aos, mantuvo una contracatexia en extremo intensa.

    Debemos aadir, que no importa cun claro pueda parecer un lapsus, y que la interpretacin del oyente o del lector de su significado incons-ciente nunca puede pasar a ser una conjetura, mientras no est apoyada por las asociaciones libres de quien cometi la equivocacin. Esta dependencia de las asociaciones del sujeto es obvia y absoluta, en el caso de aquellos lapsus orales o escritos, que no son inteligibles de modo inmediato. En ellos, un proceso mental inconsciente interfiere los deseos del sujeto de hablar o escribir, de modo tal, que resulta una omisin, insercin o distorsin de una o ms slabas o palabras con un resultado en apariencia sin significado.

  • 16 Ismail Yildiz

    La produccin de lapsus orales o escritos suele atribuirse a la fatiga, falta de atencin, apresuramiento, excitacin o algo por el es-tilo. Estos factores son coadyuvantes en el proceso, es decir que facilitan la interferencia de los procesos inconscientes en el intento consciente de decir o escribir una determinada palabra o frase.

    En la formacin de lapsus interviene el pensamiento del proceso primario, con sus caractersticas de condensacin, desplazamien-to, presentacin del conjunto por la parte o viceversa, representacin por el antagonista, y simbolismo en el sentido psicoanaltico.

    Toda equivocacin surge por la interferencia de dos propsitos distintos. Hasta en el chiste, se fingen equivocaciones para mostrar una verdadera intencin.

    En los actos fallidos auditivos o de lectura, uno interpone sus ideas y las proyecta sobre lo escrito o lo dicho. Los lapsus auditivos se constatan con mucho ms frecuencia en las personas con una ligera sordera. Un proverbio dice: El sordo no oye sino lo que quiere or.

    Los accidentes

    Consideremos ahora la clase de actos fallidos que, por lo comn, se denominan desgracias accidentales, sea que le ocurren a uno mismo o a otro, como resultado del propio descuido. Debemos aclarar, desde el principio, que los nicos accidentes que aqu nos conciernen son aqullos que el individuo provoca por sus propias acciones, aunque no tenga la intencin consciente de determinarlos. Un accidente que est ms all del dominio del sujeto no nos interesa en esta discusin.

    Suele ser fcil decidir si el sujeto ha sido responsable del accidente considerado, pero de ninguna manera es fcil hacerlo siempre. Es indispensable la colaboracin del sujeto con sus asociaciones libres, para poder descubrir

    los motivos inconscientes. Por ejemplo, un accidente automovilstico puede deberse slo a una falla mecnica y no tener nada que ver con una intencin inconsciente del conductor, o puede, por otra parte, haber sido causado o directamente posibilitado por el conductor con actos intencionales e inconscientes de omisin o comisin. Del mismo modo, la fatiga, el aburrimiento, el apuro, etc., pueden facilitar un accidente, pero la causa es la intencin inconsciente.

    La actividad inconsciente del Supery des-empea, con frecuencia, una parte importante en la produccin de desgracias accidentales o percances. Muchos de ellos tienen la intencin inconsciente de determinar la propia prdida o lesin. En la motivacin de tales casos juega un papel primordial la necesidad inconsciente de castigo, de sacrificio o de reparacin por algn acto o deseo previo. En otros casos, cuando se produce un dao a otra persona, el motivo puede provenir de impulsos agresivos del Ello, con o sin desplazamiento. Estos motivos inconscientes escapan, en parte, a la represin, durante la produccin del percance.

    A veces un accidente combina el crimen y el castigo. Por ejemplo, una paciente, mientras manejaba el automvil del esposo, se detuvo en medio del trnsito en forma tan sbita que el coche que la segua la golpe y le destruy un guardabarros posterior. El anlisis de ese percance revel un conjunto complicado de motivos inconscientes. Al parecer haba tres distintos, aunque relacionados entre s.

    Por una parte, la paciente estaba incons-cientemente muy disgustada con el esposo porque la haba tratado mal, de donde, el chocar el auto fue una expresin inconsciente de la ira que era incapaz de desplegar en forma abierta y directa contra l. Por otra parte, se senta muy culpable como resultado de lo que, en su ira, haba deseado hacerle al esposo y haba daado el coche de l como un medio

  • 17Psicoanlisis de Actos Fallidos, el Chiste, lo Cmico y del Humor

    excelente de lograr que la castigara. Tan pronto como se produjo el accidente, ella supo que se lo mereca. En tercer lugar, la paciente tena intensos deseos sexuales que el esposo era incapaz de satisfacer y que ella misma haba reprimido con fuerza. Esos deseos sexuales inconscientes se gratificaron en forma sim-blica haciendo que un hombre le embistiera la cola, como ella se expres.

    No intentaremos enumerar ni ilustrar todos los tipos de actos fallidos, pues las causas y los mecanismos subyacentes son los mismos para todos, o por lo menos muy semejantes.

    Podemos decir, que ellos son provocados por una falla parcial del Yo, en la integracin en un todo armonioso de las diversas fuerzas mentales activas en un momento dado. Las fuerzas psquicas inconscientes, que en mayor o menor grado resisten la integracin, y que alcanzan cierto grado de influencia directa, independiente sobre el pensamiento o la con-ducta en un acto fallido, nacen a veces del Ello, otras del Yo, algunas del Supery y, por fin, de dos o de todos juntos.

    Caerse, resbalar o tropezar, son actos que, a veces, tambin contienen una intencin. Segn Freud la cada es un anuncio de la Neurosis y una expresin de las fantasas inconscientes de contenido sexual de la misma. Acaso no significa lo mismo el proverbio que dice: Cuando una muchacha cae, siempre cae de espaldas? Tambin, la persona puede cometer aparentes torpezas para infligirse castigo.

    Los actos casuales

    Los actos casuales no despiertan extraeza alguna y ni producen efectos significantes, como por entretener las manos. Los actos como: mesarse la barba, jugar con algo en la mano, garabatear con un lpiz, fabricar bolitas de papel, arreglarse el cabello o el vestido, etc., ocultan un sentido ignorado por la persona que los realiza. Tampoco el sujeto ve u oye

    los efectos de sus actos. Las circunstancias que rodean la aparicin de los actos casuales, los temas recientemente tratados y las ideas que emergen del sujeto, cuando se le llama la atencin sobre ellos, proporcionan datos sufi-cientes como para permitir una interpretacin.

    Por ejemplo, jugar y sacar el anillo de compromiso y volvrselo a poner sealan que el sujeto no est conforme con su matrimonio ni muy fijado al cnyuge.

    La interpretacin de los actos fallidos fue un gran aporte del Psicoanlisis a la Psicologa ya que dio una explicacin sobre una serie de fenmenos psquicos que, hasta entonces, eran enigmticos. Adems, robusteci las teoras freudianas sobre la concepcin de inconsciente dinmico y sobre el determinismo psquico.

    El determinismo y la supersticin

    Los fenmenos estudiados, tal cual los entendi Freud, demuestran con claridad, que este haba llegado a la conclusin de la existencia de un determinismo psquico. El determinismo psqui-co, alegan muchos, es opuesto al Libre albedro. Freud contestaba, que hay que distinguir entre determinacin consciente y determinacin in-consciente. El libre albedro, para el Psicoanlisis, slo es posible en el campo consciente, lo que equivale a un libre albedro condicionado, que da razn a los que sostienen que Freud lo elimina del Ser humano o le da un sentido diferente al que comnmente se le asigna.

    Para Freud, la supersticin, en cualquiera de sus formas, es una prueba ms de la existencia de las motivaciones inconscientes. El supers-ticioso proyecta al exterior una motivacin inconsciente. La religin estara basada en gran parte en proyecciones de elementos psquicos al mundo exterior.

    En los neurticos obsesivos, se observa claramente que la supersticin es originada por impulsos agresivos y crueles, reprimidos.

  • 18 Ismail Yildiz

    La supersticin es, en gran parte, temor a desgracias futuras y es muy comn que las personas que deseen el mal de los otros, en forma inconsciente, estn muy cerca del temor de que, como castigo, de su maldad incons-ciente, les llegue un castigo desde el exterior.

    El Chiste, lo Cmico y el Humor

    El chiste

    El chiste, lo cmico y el humor son unos fenmenos familiares en la vida cotidiana, a los que Freud (1905) dedic su atencin en el curso de sus investigaciones psicoanalticas. Logr demostrar, tanto la naturaleza como la importancia de los procesos mentales incons-cientes que forman parte de la formacin y del goce de los rasgos del chiste, y adelant una teora que explica la fuente de la energa psquica descargada al rer cuando un chiste es de los buenos.

    Freud demostr, que en toda frase chis-tosa el pensamiento por el proceso primario desempea un papel principal. Porque, cuando la frase chistosa se traduce al lenguaje del proceso secundario, sin cambiar su contenido, desaparece el rasgo chistoso. Recordemos, que la representacin por analoga y la tendencia a la simplificacin extremada de la sintaxis, con omisin de palabras explicativas y de relacin, el desplazamiento, la condensacin, la repre-sentacin del todo por la parte o viceversa, la equivalencia de los antagonistas y el simbolismo son caractersticas del pensamiento segn el proceso primario. Adems, puesto que el chiste es principalmente un fenmeno verbal es posible ver, a menudo en el anlisis de los diversos rasgos del chiste, las distintas formas en que pueden utilizarse las palabras en el pensamiento de proceso primario. Por ejemplo, pueden unirse partes de palabras distintas para formar una palabra nueva que tenga

    el significado de ambas palabras primitivas. Podemos considerar que este es un proceso de condensacin aplicado a las palabras.

    Tambin puede usarse parte de una palabra para representar la totalidad, o el significado de una palabra puede ser desplazado a otra que por lo comn significa algo completamente distinto de la primera palabra, pero que se le asemeja en el sonido o apariencia. Todas estas caractersticas del proceso primario estn incluidas en lo que denominamos juegos de palabras o retrucanos. El doble sentido es el ms conocido de tales juegos de palabras y aparece en muchas frases chistosas.

    Podramos recordar que, desde el punto de vista de la evolucin, el proceso primario es la forma de pensamiento caracterstica de la niez y que, slo en forma gradual, se ve remplazada con el tiempo por el tipo secundario. Desde este punto de vista, podemos decir, que una actividad como la del chiste involucra, para el autor y su auditorio -para ambos-, la regresin parcial y temporaria al proceso primario como forma de pensamiento predominante (regre-sin al servicio del Yo). Un comentario puede producir una sensacin de gracia considerable, en virtud del hecho de que el auditorio est muy predispuesto a divertirse. Una vez se lo ha puesto a rerse con ganas, casi con nada bastar para producirle ms risa, aun con algo que, ese mismo auditorio, hubiera recibido sin sonrisa, si hubiera estado sobrio. Del mismo modo, el grado de ingestin de alcohol de los oyentes puede dar la sensacin de que aumenta la gracia del que habla. Porque, el alcohol disminuye el control del Yo, disminuye la represin. Esto se verifica en las reuniones sociales donde se toman licores: la reunin empieza con cierta sobriedad y, con el pasar del tiempo, aumentan el tono de conversaciones y se producen carcajadas. A la inversa, cuando una persona no est en situacin, nada le parecer chistoso. El oyente muy serio no re

  • 19Psicoanlisis de Actos Fallidos, el Chiste, lo Cmico y del Humor

    tampoco, porque su censura es tan fuerte, que impide el nexo entre lo instintivo manifestado por otro y lo instintivo personal.

    Las caractersticas formales descritas son necesarias, pero no constituyen, en s, una condicin suficiente de chistoso. Tambin el contenido es importante. Es caracterstico que el contenido consista en pensamientos sexuales u hostiles, contra los que se defiende en forma ms o menos firme el Yo en el momento en que se dice o escucha el dicho chistoso. En este respecto, la palabra sexual se utiliza en el sentido psicoanaltico. Es decir, que incluye los componentes oral y anal de la sexualidad, as como el flico y genital. La tcnica de lo chistoso sirve, por lo general, para liberar o descargar las tendencias inconscientes que, de otra manera, no se podran expresar, o por lo menos no en forma completa. Lo que contribuye ms a una mayor participacin en el goce del dicho chistoso es el placer derivado de los impulsos prohibidos, sean ellos agresivos o sexuales, o ambos.

    El placer del chistoso deriva de dos fuentes separadas. La primera, es la sustitucin regre-siva del pensamiento de proceso secundario por el de proceso primario. Se supone, que el placer derivado de esta regresin es un caso especial del placer que, en general, proviene de retornar a la conducta infantil y de arrojar por la borda las restricciones de la vida adulta. La segunda, es la consecuencia de la liberacin o escape de impulsos (instintos) que, de otro modo, hubieran sido dominados o prohibidos. De las dos, la ltima es la fuente ms impor-tante, mientras que la primera es esencial para alcanzar el efecto que denominamos chistoso.

    Freud explica la risa y el placer, que acom-paan al chiste, sobre la base de la descarga de energa psquica. La sustitucin del proceso secundario por el primario es, en s misma, fuente de ahorro de energa psquica que queda, entonces, disponible para su descarga

    bajo la forma de risa. Pero, an queda dispo-nible una cantidad mucho mayor de energa psquica, merced a la derogacin temporaria de las defensas del Yo, como resultado de la cual los impulsos, otrora prohibidos, quedan por un momento liberados. Freud sugiri, que es especficamente la energa que por lo comn el Yo gasta como contracatexia frente a esos impulsos la que, de sbito y en forma tempo-raria, se libera en el chiste y queda disponible entonces para su descarga en la risa.

    Los chistes obscenos o chistes verdes tienden a la acentuacin intencionada de hechos o circunstancias sexuales. Parte de su gracia se debe a que, el chiste obsceno, va dirigido a una persona determinada, que nos excita sexualmente y que, por medio del chiste, se da cuenta de la excitacin del que lo profiere, quedando, en unos casos, contagiada y, en otros, avergonzada o confusa, cosa que no excluye la excitacin sexual, sino que supone una reaccin contra la misma y constituye una indirecta confesin.

    El chiste obsceno se dirigira pues, origina-riamente, a una mujer y supondra un intento de seduccin. Cuando despus, un hombre lo refiere a otros, la situacin primitiva, queda con ello representada. Los que ren de un chiste obsceno, ren como espectadores de una agresin sexual. El chiste verde es, tam-bin, como el desnudamiento de la persona de diferente sexo a la cual va dirigido. Si esta accede rpidamente a la insinuacin, el discurso obsceno es sustituido por el coito; si no accede, la oracin excitante encuentra su fin, convirtindose en chiste obsceno. La resistencia es la primera condicin para la gnesis del chiste obsceno.

    La educacin reprime en el Ser humano, desde la infancia, no solamente los impulsos sexuales, sino tambin los agresivos u hostiles, y el chiste, mediante la burla y el ridculo, es una manera de expresarlos. Con el chiste, a

  • 20 Ismail Yildiz

    veces se insulta bajo una apariencia graciosa y otras, es la nica arma contra un obstculo exterior (el respeto a un superior o alguien que lo inspire) o un obstculo interior (una represin).

    Los chistes cnicos son los que encubren una agresin contra instituciones, personas representativas de las mismas, preceptos mo-rales o religiosos, ideas, etc., que, por gozar de elevada consideracin, slo bajo la mscara del chiste nos animamos a atacar.

    La persona que forma el chiste no re como el que escucha, porque en l la posibilidad de descarga est disminuida por el trabajo de elaboracin, que ha exigido un gasto de energa. Las personas que hacen chistes tienen posibilidad de remover las censuras que se oponen a la exteriorizacin de sus impulsos reprimidos.

    Existen similitudes entre los actos fallidos y el chiste. En ambos casos, hay una emergencia momentnea de las tendencias de otro modo inconscientes y, en ambos, el pensamiento de proceso primario desempea en forma caracterstica un papel importante o esencial. No obstante, en el caso de los actos fallidos, la salida de una tendencia inconsciente se debe a la incapacidad temporaria del Yo de dominarla o de integrarla en su forma normal con las otras tendencias psquicas en accin en ese momento en la mente. Un acto fallido se produce a pesar del Yo. En el caso del chiste, el Yo produce o permite, en forma voluntaria, una regresin parcial temporaria al proceso prima-rio y as estimula una derogacin provisional de las actividades defensivas, que permite la emergencia de ciertos impulsos, de otra ma-nera inconscientes. Otra diferencia podra ser, que una tendencia inconsciente de aparicin temporaria en un acto fallido puede provenir del Ello, del Yo o del Supery; mientras que en el chiste dicha emergencia es habitualmente un derivado del Ello.

    De otra parte, los procesos empleados en la tcnica del chiste (condensacin, desplaza-miento, etc.) muestran amplia coincidencia con los procesos de la elaboracin de los sueos. Recordemos las tres etapas de la elaboracin de los sueos: el paso de los restos diurnos preconscientes a lo inconsciente, la elaboracin del sueo propiamente dicho en el inconsciente y la marcha del material onrico elaborado a la percepcin (burlando la censura), en la cual el sueo se hace consciente.

    La utilidad del chiste va ms all de la produccin de placer. Es un factor de poder psquico, cuya intervencin puede ser decisiva. Los grandes instintos y tendencias anmicas lo toman a su servicio para alcanzar a sus fines.

    Doy, enseguida, unos ejemplos de chistes:

    -Cmo anda Ud.?, pregunt el ciego a un paraltico. Como Ud. ve, respondi el paraltico al ciego.

    -Un mdico que acaba de examinar a una seora, dice al marido de la enferma: No me gusta nada, y el marido confirma: Hace tiempo que a m tampoco.

    (Es un chiste por doble sentido.)

    -Un intermediario presenta a su cliente la muchacha que le ha escogido para novia. Desagradablemente impresionado, el joven dice a su gestor: Para qu me ha trado Ud. aqu? Es fea, vieja, bizca, desdentada y. . . Puede Ud. hablar alto -interrumpe el agente-; tambin es sorda.

    (Es un chiste por superacin.)

    -Un rey recorre sus estados. Ve a un he-rrero que se le parece mucho y le pregunta: Recuerda Ud. si su madre sirvi en palacio? A lo que el interpelado responde rpidamente: No, pero mi padre s.

    (Es un chiste por alusin. La alusin fue considerada por Freud como la ms corriente y manejable de todos los medios del chiste.)

  • 21Psicoanlisis de Actos Fallidos, el Chiste, lo Cmico y del Humor

    -Un judo ve en la barba de otro, restos de comida. A que adivino lo que has comido ayer? Dilo. Lentejas. Has perdido -le res-ponde el segundo-, eso fue anteayer.

    (Es un chiste por superacin.)

    -Una persona enfadada con la otra, le pregunta: Sabe Ud. la diferencia entre la ignorancia y la indiferencia? La otra, despreo-cupada, responde No lo s y no me importa.

    Hay, tambin, chistes no tendenciosos (no orientados hacia lo sexual, ni lo agresivo), tienen su fin en s mismo, como el absurdo o contradicciones con nuestro lgica y conoci-mientos.

    -Cmo baja un elefante cuando sube a un rbol?. Ante la dificultad, se da la respuesta: Se pone sobre una hoja y espera el otoo.

    -Cmo se puede poner cinco elefantes en un carro Mazda?. Fcil, dos adelante y tres atrs.

    -Por qu todos los bomberos tienen un cinturn de color rojo?...Para que su pantaln no se caiga.

    Lo cmico

    Lo cmico est relacionado con el chiste. Lo cmico es algo que hallamos, primero, en las personas; en sus movimientos, actos, formas, etc., y ms tarde, en los animales y en las cosas. Esta posibilidad da origen a tc-nicas muy variadas, cuyos resultados son: la parodia (imitacin burlesca de una cosa seria), la imitacin, la caricatura, la pantomima, etc.

    Lo ingenuo (candor, sinceridad) es, en general, descubierto de igual modo que la comicidad. Es lo que se produce en otras per-sonas, cuando dan la sensacin de vencer una coercin que, en realidad, no existe en ellas. Un gasto de coercin efectuado habitualmente por nosotros, resulta de pronto superfluo por la presencia de la ingenuidad y es descargada

    en risa. En la ingenuidad, adems, tomamos en cuenta el estado mental de la persona pro-ductora y nos trasportamos a l tratando de comprenderlo por medio de su comparacin con el nuestro propio, comparacin de la que resulta un ahorro de gasto que descargamos por medio de la risa. Por su ndole, es lgico que lo ingenuo aparezca sobre todo en los nios y luego en los adultos poco cultivados.

    Por ejemplo: Dos hermanos, una nia de diez aos y un nio de doce, representan ante sus familiares una obra teatral de la cual son autores. El infantil drama cuenta, que el marido (el nio) es un pescador que parte en su barco hacia lejanos pases. Vuelve varios aos despus y le relata a su mujer (la nia) sus aventuras y la mujer, orgullosa, le dice que tampoco ella ha estado ociosa y abriendo las puertas de su cabaa le muestra doce nios (muecos de la nia) como suyos.

    Se puede aadir todos los cuentos sobre los Pastusos en Colombia.

    De otra parte, remos de los payasos, o de todo movimiento que nos sugiere un gasto desproporcionado de energas, porque com-parando los movimientos de los dems con los que hubiramos hecho nosotros en su lugar, tenemos la sensacin de nuestro ahorro de energas, y la expresin de un placiente senti-miento de superioridad. Cuando la proporcin se hace inversa, cuando el gasto somtico de la persona observada se nos muestra menor que el nuestro, entonces ya no remos, sino que experimentamos asombro o admiracin.

    Se puede hacer surgir artificialmente lo cmico mediante el fingimiento, la imitacin, la caricatura, la parodia.

    Las fuentes del placer del chiste residen en lo inconsciente; en cambio, las de la comicidad hay que ubicarlas en la comparacin de dos gastos de energa, localizables en lo precons-ciente. As como el chiste provoca un placer

  • 22 Ismail Yildiz

    derivado del gasto de coercin ahorrado; el placer que provoca lo cmico depende del gasto de representacin ahorrado.

    El humor

    Segn Freud (1928), el humor es un medio para conseguir placer, a pesar de los afectos dolorosos que a ellos se oponen, y aparece en sustitucin de los mismos. Por lo tanto, el placer del humor surge a costa del afecto cohibido, esto es, del ahorro de un gasto de afecto.

    El humor comprende numerosas especies, y cada una de ellas corresponde a la naturaleza de la emocin cohibida. Por ejemplo, si la emocin ahorrada es la compasin, puede dar origen a un rasgo de humor como el siguiente: Qu da es hoy?, pregunt un condenado a muerte mientras lo conducan a la horca. Lunes, le dijeron, a lo que respondi: Vaya; buen prin-cipio de la semana! En este caso, reiramos o sonreiramos, a pesar de que la situacin en que se encuentra un semejante debiera causarnos compasin. Pero, esta compasin queda anulada en nosotros al comprender que al propio inte-resado no le preocupa mayormente su propio fin, y a consecuencia, el gasto que estbamos dispuestos a dedicar a la compasin, resulta

    de pronto, intil y es descargado en risa o en sonrisa. La compasin ahorrada es una de las ms generosas fuentes del placer humorstico.

    Resumiendo: el placer del chiste surge del gasto de coercin ahorrado; el de la comicidad, del gasto de representacin ahorrado; y el del humor, del gasto de sentimiento ahorrado.

    De otra parte, en el humor triunfa el nar-cisismo. La persona rehsa dejarse ofender y sufrir a pesar de la realidad dolorosa. En estas situaciones es el super-Yo quien por medio del humor consuela al Yo. Las personas con mayor idealizacin de su super-Yo (ideal del yo) pueden hasta burlarse de s-mismos (de su Yo). Esto demuestra la complejidad del funcionamiento mental en el ser humano.

    En sus estudios sobre la gnesis del chiste, Freud vio reafirmadas sus teoras sobre lo inconsciente, sobre la represin y sobre la existencia de tendencias instintivas que uti-lizan formas disfrazadas para manifestarse. Asimismo, fue dando ms valor a los instintos hostiles (agresivos); y formul la teora del ahorro de energas psquicas, como fuente de placer, con lo cual qued claramente indicada su concepcin del hombre como un ser inte-grado por energas.

    Referencias Bibliogrficas

    Freud, S. (1904). Psicopatologa de la vida cotidiana. En: Obras Completas de Sigmund Freud. Tomo I. p.755-932. Ed. Biblioteca Nueva, Cuarta Edicin, 1981, Madrid.

    -----------. (1905). El chiste y su relacin con el inconsciente. En: Obras Completas de Sigmund Freud. Tomo I. p. 1029-1167. Ed. Biblioteca Nueva, Cuarta Edicin, 1981, Madrid.

    -----------. (1915). Los actos fallidos. Lecciones introductorias al psicoanlisis. En: Obras Comple-tas de Sigmund Freud. Tomo II. P.2131-2167. Ed. Biblioteca Nueva, Cuarta Edicin, 1981, Madrid.

    ----------. (1928). El humor. En: Obras Completas de Sigmund Freud. Tomo III. p. 2997-3000. Ed. Biblioteca Nueva, Cuarta Edicin, 1981, Madrid.

  • Sobre la Importancia Lingstica de los Actos Fallidos

    Jos Mara Gil1

    Recibido: julio 2013 Aprobado: febrero 2014

    Resumen

    Bien se sabe que el Psicoanlisis ha sido objeto de severos cuestionamientos metodolgicos por parte de diversas corrientes de la Filosofa y la Psicologa. En relacin con dichos cuestionamientos, teoras lingsticas ampliamente legitimadas descartan de plano el estudio de los actos fallidos. As, por ejemplo, la pragmtica lingstica supone que la comunicacin consiste en la transmisin y el reconocimiento del significado intencional (y consciente) del hablante. A pesar de todo esto, aqu se defender la idea de que los actos fallidos constituyen un tipo de evidencia emprica que no debera descartarse. En efecto, hay enunciados en los que cualquier intrprete puede reconocer la evocacin de significados que son independientes de (o aun incompatibles con) la intencin del hablante. Sobre la base de hiptesis de la teora neurocognitiva (Lamb, 1999, 2004, 2005, 2006) se intentar mostrar que los actos fallidos son fenmenos empricos sumamente valiosos, porque revelan (parte de) la estructura del sistema lingstico de un individuo. De esta forma, podr empezar a entenderse la confirmacin de alguna hiptesis acerca de los actos fallidos.

    Palabras clave: Actos fallidos, lenguaje, cerebro, evidencia, hiptesis, confirmacin.

    About Linguistic significance of children failed acts

    Abstract

    It is well known that psychoanalysis has been the target of serious methodological criticisms that have been promoted by different trends in philosophy and psychology. Dealing with such criticisms, widely legitimized linguistic theories directly discard the study of Freudian slips. For example, in linguistic pragmatics it is assumed that communication is integrated exclusively by the transmission and the recognition of intentional (and conscious) speakers meanings. In spite of this scenario, I aim at defending the idea that Freudian slips constitute a type of empirical evidence that should not be discarded. It is the case that there are utterances in which any interpreter can recognize the evocation of meanings that are independent from (and even incompatible with) the speakers intention.On the basis of hypotheses proposed by neurocognitive linguistics (Lamb 1999, 2004, 2005, 2006), I aim at showing that Freudian slips are highly valuable empirical phenomena because they reveal (part of) the structure of the linguistic system of an individual. This procedure will allow us to begin to understand the confirmation of one hypothesis about Freudian slips.

    Key words: Freudian slips, language, brain, evidence, hypothesis, confirmation

    1 Universidad Nacional de Mar del Plata y CONICET; Argentina; [email protected]

    PSICOANLISIS XXV (1-2); 23-43, 2014

    ARTCULO ORIGINAL

  • 24 Jos Mara Gil

    Sobre las conocidas crticas al Psicoanlisis y el descarte de los actos fallidos por parte de la lingstica

    Crticas al Psicoanlisis. Naturaleza de las hiptesis irrefutables

    Son muy conocidas las severas objeciones te-rico-metodolgicas en contra del Psicoanlisis. Desde la Psicologa cognitiva, la evolucionista, la Neurobiologa o la Psiquiatra en general, se sostiene que la capacidad explicativa del Psicoa-nlisis es tan slo una ilusin pseudocientfica: El Psicoanlisis postula muchas entidades tericas y presuntas relaciones objetivas entre tales entidades, pero muchas de estas entidades son ficticias, carecen de sustento emprico. Fernndez Acevedo (2005), por ejemplo, seala, que la postulacin de los Instintos de vida y de muerte y de sus interacciones como principios explicativos fundamentales de una vasta serie de fenmenos es una muestra cabal de estas entidades ficticias.

    La lista que sigue da cuenta de algunos de los cuestionamientos ms importantes o clebres.

    Skinner(1956)entiende,queelPsicoan-lisis hace especulaciones sobre procesos mentales internos sin disponer de evidencia emprica. Para l, esta crtica tambin debe aplicrsele a la Psicologa cognitiva. Tam-bin, dentro del mbito del conductismo, el eminente lingista Leonard Bloomfield cree que las concepciones mentalistas estn mal encaminadas, porque suponen, que la diversidad de la conducta humana proviene de la participacin de algn factor extrafsico, llamado espritu, voluntad o mente, que reside en todo Ser humano, desde su nacimiento. Pero como la mente no sigue los patrones de causa-efecto del mundo material, no permite predecir el

    curso de las acciones (Bloomfield 1933, p. 33).

    Ricoeur(1965,p.32)llegaasugerir,quela interpretacin psicoanaltica de actos fallidos y sueos es una Hermenutica de la sospecha, en virtud de la cual dudamos hasta de los significados ms obvios de las expresiones lingsticas habituales.

    SegnPopper (1934), el Psicoanlisis esun caso prototpico de pseudociencia, por-que sus hiptesis son irrefutables. Bun-ge tambin cree, que el Psicoanlisis es pseudocientfico, debido a que desconoce salvajemente la evidencia emprica provista por las diversas ramas de la Psicologa ex-perimental, la Biologa y las Neurociencias (Bunge 2002, Bunge y Ardila 2002, Bunge 2006).

    De unmodo algo diferente, Grnbaum(1984) y Von Eckardt (1986) sugieren que al menos varias hiptesis del Psicoanlisis s son contrastables, pero tambin consideran que son falsas.

    A partir de un vasto anlisis de casos,Eysenck (1986) concluye, que la terapia psi-coanaltica no conlleva mejoras sustanciales en el tratamiento de las psicopatologas.

    Sokal y Bricmont (1998) plantean quebuena parte de las argumentaciones de Lacan utilizan la simbologa lgica o ma-temtica no slo de manera incorrecta, sino tambin, lo que sera ms grave, de manera impertinente. Lacan, y tambin autores postmodernistas como Kristeva, Derrida o Deleuze, oscurecen la expresin con el reprobable objetivo de amedrentar a los lectores y de sustentar su posicin de poder discursivo y acadmico.

    La crtica ms severa y tal vez ms abar-cadora es la que se refiere a la imposibilidad de contrastar las hiptesis, porque apunta al estatus cientfico de la teora.

  • 25Sobre la Importancia Lingstica de los Actos Fallidos

    Ahora bien, los filsofos inductistas, por ejemplo Hempel (1945), siempre destacaron que una hiptesis que pretenda ser cientfica tiene que ser contrastable, es decir, tiene que estar en condiciones de someterse al tribunal de la experiencia. No es una novedad del falsacio-nismo de Popper la idea de que una hiptesis tiene que ser refutable para alcanzar estatus cientfico. La novedad de Popper consiste, ms bien, en el intento de abandonar la induccin como mtodo para justificar las hiptesis o los enunciados cientficos. En este sentido, muchos filsofos de la ciencia creen que el proyecto de Popper ha fracasado. Popper (1974, p. 1193) termina admitiendo, que en la justificacin de hiptesis hay una brizna o un olorcito de in-duccin [La palabra whiff puede interpretarse de esas dos maneras]. Sin embargo, la aceptacin o el rechazo de la induccin es un problema de todo o nada, con lo cual tenemos, adems de un olorcito (feo), una verdadera tormenta que ya se ha desatado (Newton-Smith 1981, p. 68). En sntesis, para la justificacin de los enunciados cientficos y para la formulacin de predicciones parece necesario recurrir a los razonamientos inductivos.

    Pero, ms all de los aciertos o desaciertos del falsacionismo, queda el problema de la refutabilidad de las hiptesis psicoanalticas. Conviene, entonces, la mencin de un ejem-plo para reconocer que Popper tiene razn, cuando seala que, en efecto, hay (algunas) hiptesis que pretenden ser parte de la Psico-loga, pero que son irrefutables y, por lo tanto, no-cientficas. As, para Adler, un principio fundamental es que toda accin humana se ve justificada por un sentimiento de inferioridad. Esa hiptesis permite explicar cualquier accin humana: No hay dato alguno que permita refutarla. Por ejemplo, si una mujer se queda callada despus de que su marido la reta en pblico, el silencio se explica sobre la base de que no contestar un reto es un ndice del

    sentimiento de inferioridad. Pero, si la mujer le contesta a su marido, entonces la respuesta se explica sobre la base de que contestar un reto (tambin) es un ndice del sentimiento de inferioridad.

    Entonces, crticas como las de Popper, Bunge o Grnbaum constituyen, de algn modo, el punto de partida de este trabajo. Lo que se buscar demostrar aqu es, que alguna hiptesis sobre los actos fallidos es refutable y puede ser confirmada, porque se mostrar cmo se relacionan los actos fallidos con la estructura del Sistema lingstico.

    Sobre el descarte de los actos fallidos en la lingstica

    Los actos fallidos no son objeto de estudio de buena parte de las teoras lingsticas ms reconocidas. Consideremos, por ejemplo, la teora generativa, una de las corrientes ms importantes de la Lingstica. Su creador y exponente destacadsimo, Noam Chomsky, es quiz el lingista ms famoso y legitimado de la Historia. Para esta teora, el Lenguaje es un sistema computacional, formal, innato, cuya estructura no est condicionada por las necesidades comunicativas (Chomsky 2005). De acuerdo con esta concepcin, ni siquiera es primordial para la lingstica el estudio de las interacciones verbales entre las personas (donde obviamente se manifiestan los actos fallidos). Para usar la terminologa clsica de la teora chomskyana: A la lingstica le interesa el conocimiento del lenguaje, no el uso (Chomsky, 1986).

    Ahora bien, en lo que respecta a las teoras lingsticas que s se interesan por la comu-nicacin, los actos fallidos constituyen casos anmalos y, estrictamente hablando, no pue-den ser parte de su objeto de estudio, porque estas teoras giran en torno a la idea misma de transmisin y reconocimiento del significado

  • 26 Jos Mara Gil

    intencional, y resulta claro que, en un fallido, se evocan significados no intencionales.

    Los filsofos y lingistas que siguen la tradicin de Austin (1962), Searle (1969, 1975a, 1975b), Grice (1957, 1967, 1989), Sperber & Wilson (1995, 2002, 2005) reconocen, que hay procesos cognitivos involucrados en la interpretacin de enunciados que no tienen que ver con el reconocimiento del significado intencional. Lo explica muy bien Marcelo Dascal:

    [A]lgunos aspectos implcitos de la accin lingstica [], aunque inferi-bles de la accin del hablante, no son propiamente significados comunicados por el hablante (por ejemplo, su acento revela involuntariamente su pas de origen, su tono de voz puede revelar su grado de inters en la conversacin, etc.) (Dascal, 1999, p. 26).

    Dentro de este contexto, se admite, enton-ces, que hay significados cuya evocacin es independiente del significado del hablante. As y todo, el objeto de estudio de la pragmtica es el conjunto de mecanismos relacionados directa y especficamente con la transmisin del significado del hablante. (Dascal 1999, pp. 27-28) En esta misma lnea, y para volver a usar las claras palabras de Dascal (1999, p. 32), hay que mantener la exclusin de Grice, atribuyendo a la pragmtica solamente las significaciones vehiculadas intencionalmente. Esto es as, porque la intencionalidad marca un tipo de causalidad intencional, diferente de la causalidad natural, que conecta, por ejemplo, el bostezo con el cansancio, el aburrimiento o el sueo. Un bostezo es, en forma natural, un ndice de cansancio; pero expresa el cansancio involuntariamente. Puedo, desde luego, fingir un bostezo para informar que tengo cansan-cio, pero (de acuerdo con la concepcin de la pragmtica) si tengo en verdad la intencin de comunicar que tengo cansancio, habr comu-

    nicacin slo si esa intencin comunicativa es reconocida e interpretada como tal, pero no si el destinatario interpreta la relacin bostezo-cansancio como una relacin natural: en este ltimo caso, la interpretacin no pertenece a la pragmtica, sino a otras disciplinas como la Semitica o la Psicologa.

    Dascal seala, que la interpretacin prag-mtica, cuyo objetivo es determinar la intencin comunicativa, tiene que distinguirse de otras formas de interpretacin. Algunas ramas de la Semitica, la Psicologa, y aun de la Lingstica, efectan un tipo de interpretacin distinto de la pragmtica, que se limita a las intenciones comunicativas conscientes, controladas por el comunicador. As, la decodificacin de los significados de las oraciones parece tener algo en comn con el significado natural de Grice, porque hace abstraccin de las intenciones del hablante, y se ajusta slo a las reglas semnticas (es decir, naturales).

    El nicho ecolgico que ocupa la prag-mtica se inserta en un espacio, ra-zonablemente bien definido, entre lo codificado semnticamente, por una parte, y lo determinado causalmente, por otra; entre esos dos extremos, lo que se expresa no est estrictamente bajo el control del sujeto hablante (y oyente), que no es, por lo tanto -rigu-rosamente hablando-, autor o agente de lo que hace; la pragmtica, por el contrario, enfoca aquellos aspectos del significado vehiculado por la actividad lingstica en que el sujeto es tratado como agente intencional pleno (Dascal, 1999, p. 33).

    En conclusin, los actos fallidos no cons-tituyen fenmenos que puedan tratarse en trminos de mainstreams, como la lingstica generativa o la pragmtica.

  • 27Sobre la Importancia Lingstica de los Actos Fallidos

    Brevsimo balance

    Los cuestionamientos enumerados en el primer inciso, y la exclusin caracterizada en segundo, tienen algo en comn, a saber, el recelo hacia los actos fallidos, en particular, y hacia los significados no conscientes o no intencio-nales en general. En su versin ms fuerte, este recelo se manifiesta en la idea tajante de que las hiptesis del Psicoanlisis no pueden contrastarse. En una versin ms atenuada, aparece la idea de que los actos fallidos no forman parte de la comunicacin (porque la comunicacin es intencional). En la seccin que sigue, se expondrn los fundamentos de una teora neurolingstica que no tiene recelo alguno hacia los actos fallidos.

    El sistema lingstico como una red de relaciones

    El objetivo de esta seccin es mostrar que la Lingstica neurocognitiva permite explicar la entraable relacin que hay entre los actos fallidos y el lenguaje, en otras palabras, entre los significados que pueden escaprsele a una persona y la estructura de su Sistema lingstico.

    El neurolingista norteamericano Sydney M. Lamb considera, que el inters por la evi-dencia emprica nos conducir a una lingstica verdaderamente cientfica. En efecto, Lamb (1999, 2001, 2004, 2005, 2006) sugiere, que no es empirista suponer que hay una cosa tal como el lenguaje. Desde una perspectiva comparable a la de Quine (1953, p. 266) [lo que llamamos nuestro conocimiento es una tela que no est en contacto con la experiencia, ms all que a lo largo de los lados]; Lamb afirma, que el concepto de Lenguaje es, en el mejor de los casos, algo muy abstracto, demasiado distante de la evidencia emprica ms inmediata. Percibimos el habla y, en lenguas como la nuestra, est la palabra

    Lenguaje: podemos inferir, a partir de esto, que existe el Lenguaje?

    Un hecho observable y tangible es que los seres humanos se hablan unos a otros. Luego de apreciar eso, podramos plantear estas dos hiptesis: (1) El habla de los seres humanos es organizada y sistemtica, (2) La comunicacin es, por lo general, bastante efectiva.

    No es contraria a una posicin empirista la hiptesis de que las personas reales cuentan con un sistema interno que les sirve para su actividad lingstica. Ejemplos manifiestos son conductas como hablar y comprender, leer y escribir, monologar interiormente, etc. Arriba-mos as a una definicin elemental de Sistema lingstico, algo modesta, pero consistente con la evidencia emprica ms bsica:

    Sistemalingsticodeunindividuo:Medioque le permite a ese individuo involucrarse en las actividades lingsticas observables, como hablar, entender, leer, escribir.

    La tarea del lingista es examinar la natu-raleza de ese medio, que debe ser interno al individuo. Como es razonable proponer, que ese sistema interno tiene su asiento en el cerebro, la lingstica pasa a tener una relacin directa con la Ciencia Natural.

    A lo largo de sus trabajos, Lamb propone, que toda la evidencia lingstica y neurolgica es una muestra cabal de que la estructura lingstica de un individuo constituye una red, un sistema en el cual la informacin no est almacenada, depositada o archivada, sino localizada y, a la vez, distribuida en la conectividad. La idea encuentra sus races en las obras de los neurlogos Carl Wernicke (1885-6) y Norman Geschwind (1964, 1965) y de los lingistas Henry Sweet (1891), Jan Badouin de Courtenay (1897), Ferdinand de Saussure (1916) y Louis Hjelmslev (1943).

    Para representar cmo se conecta la infor-macin de la red, se hace imprescindible un

  • 28 Jos Mara Gil

    nuevo sistema de notacin, que Lamb reelabora a partir de las redes sistmicas de Michael Halliday (1967-68). Hoy en da, el mismo Halliday destaca que una gramtica sistmica y funcionalista debe estar representada en el cerebro en los trminos descritos por Lamb en 1999 (Halliday y Matthiessen 2004, p. 24).

    La notacin relacional permite advertir, que la informacin lingstica est en la conectivi-dad y que no hay objetos tales como oraciones, palabras, morfemas, fonemas, etc. Los rtulos escritos al lado de los nodos y las conexiones son justamente eso: indicadores de la conexin (as como son indicadores los carteles al costado de la ruta, no parte de la ruta).

    Ya se ha dicho que, para la teora neuro-cognitiva, la informacin lingstica reside en la conectividad. Y se ha dicho tambin, que Lamb se inspira en las obras de Hjelmslev (1943) y Halliday (1967/68): Del primero toma la idea de que, en el sistema lingstico, no hay unidades estticas sino relaciones; del segundo, el tipo de notacin usado para la gramtica sistmico-funcional, gracias a la cual se distinguen claramente las relaciones sintagmticas (ambos/y) y las relaciones pa-radigmticas (uno u otro/o). De esta manera, si se identifican las relaciones inmediatas de una supuesta unidad lingstica, como las de la palabra gato, la unidad lingstica, como tal, desaparece: Slo quedan las relaciones, esto es, la conectividad. Dicho toscamente, lo que parece una unidad lingstica es apenas un nodo en una red de relaciones, y esto vale para cualquier significado, lexema, morfema, fonema, rasgo fonolgico, etc.

    Vase, a modo de ejemplo, la Figura 1, donde se muestran algunas relaciones en torno a gato y a su aparicin en el sistema lingstico de algn hablante. Con este sistema de notacin, tambin se evitan los problemas que surgen cuando se usa una lengua natural como el espaol para representar una lengua natural

    como el Espaol. Ms bien, seala Lamb, ne-cesitamos un sistema de notacin tan distinto del lenguaje ordinario como sea posible (Lamb 1999, p. 274), para no confundir el objeto que se describe con los medios de la descripcin.

    Un nodo (o una nexin) es lo que es, no slo porque ocupa una posicin particular en una red de relaciones, sino porque depende de los otros nodos (de las otras nexiones) con que est conectado. As, el valor saussuriano toma una dimensin adicional: Un constituyente de la estructura lingstica es lo que los otros no son. Algo de eso se advierte en la Figura 1, que muestra que los nodos para la palabra gato, para el significado GATO, para el morfema o, para el fonema /o/, para el rasgo fonolgico Dental, etc. no son ms que ubicaciones en un sistema de relaciones.

    Insistamos en ello: Los rtulos FELINO, MASCOTA, gato, -a, etc., no son parte de la estructura lingstica, sino que simplemente estn ah como una ayuda para entender el diagrama. La red relacional permite explicar cmo un individuo se representa la infor-macin lingstica y cmo esta informacin constituye el medio para producir y entender las palabras que somos capaces de transcribir en un papel.

    Tngase en cuenta, que los triangulitos, desde los cuales salen lneas indican conexio-nes Y, mientras que los corchetes, de los que tambin salen lneas, marcan conexiones O. Para las conexiones Y hay una aparicin ordenada en nodos, como el del lexema gato, conectado hacia abajo con los morfemas gat-y o: primero, se activa uno y despus el otro, tanto para la produccin como para la comprensin. Por otro lado, no hay un orden en nodos como los del fonema /t/, porque los rasgos del fonema (con los que se conecta hacia abajo) aparecen simultneamente: Por eso, las lneas descendentes salen todas desde el mismo punto.

  • 29Sobre la Importancia Lingstica de los Actos Fallidos

    Las lneas que salen y parecen no unirse a nada indican, simplemente, conexiones existen-tes que aqu no se representan; por ejemplo, la conexin entre el significado LADRN y otros lexemas que no se representan, como caco, ratero, chorro, etc.

    La nexin es la unidad fundamental de las redes relacionales, un nodo de la red en virtud del cual se configura cierta informacin. Por ejemplo, el rtulo para gato, en la Figura 1, aparece a la derecha de lo que podemos llamar

    la nexin de gato; la figura integrada por la lnea junto con el corchete de arriba y el triangulito de abajo (a cuya izquierda figura el rtulo gato) es en su conjunto la representacin de la nexin correspondiente a gato.

    Los semicrculos son nodos umbrales: representan la informacin semntica, los significados. No son nodos Y ni nodos O: La n dentro del nodo para GATO indica, que basta que un cierto nmero de conexiones entrantes se activen para que tambin el umbral

    Figura 1: Algunas relaciones en torno a la palabra gato: Su aparicin en el Sistema lingstico y conexiones con otros sistemas cognitivos

    Fuente: Elaboracin del Autor.

  • 30 Jos Mara Gil

    se active y para que pueda haber lugar para GATO en la red. Por ejemplo, basta que haya activacin entrante de otros conceptos o de otros sistemas cognitivos (como la visin o la audicin) para que se active el concepto GATO. No es necesario (ni posible) que se activen todas las conexiones para que una persona reconozca un gato.

    Digamos, otra vez, que los rtulos colo-cados fuera de las nexiones y las conexiones no son parte de la estructura lingstica, as como los carteles no son parte de una ruta. La informacin lingstica consta de nexiones y conexiones, no de smbolos. En otras palabras, el sistema interno que hace posible la produc-cin y la comprensin es muy diferente de los smbolos que se manifiestan externamente.

    En resumen, la Lingstica neurocognitiva es una teora de redes relacionales que sirven para representar la informacin lingstica en trminos de la conectividad. Por razones de espacio, no es posible explicar todos los detalles de este sistema de notacin, que tiene otros tipos de nodos y, adems, otra clase notacin, ms sutil que la del ejemplo. Sin embargo, resulta posible visualizar algunas de sus ventajas:

    Lasredesrelacionalesdancuentaenformamuy directa de fenmenos concretos como la sinonimia y la polisemia:

    La sinonimia consiste enunanexinsemntica (UN SIGNIFICADO) que se conecta con ms de una nexin lxica (una palabra). Por ejemplo, LADRN se conecta de forma descendente con ladrn y gato.

    La polisemia consiste enunanexinlxica que se conecta con ms de un significado. Por ejemplo, gato se conecta de forma ascendente con FELINO DO-MSTICO, LADRN, PROSTITUTA, etc.

    Muestranlacontinuidadentrelossubsiste-mas lingsticos, porque permiten ir desde los rasgos del fonema, como oclusivo, hasta los significados, como LADRN, y viceversa.

    Vinculadocon loanterior,contribuyenaexplicar la comprensin y la produccin verbal. Quien oye la secuencia gato va de los rasgos del fonema hasta el significado; quien dice gato, va desde el significado hasta los rasgos del fonema.

    Explicancmolainformacinpuedellegara estar localizada y a la vez distribuida en el Sistema lingstico.

    MuestrancmoelSistemalingsticoserelaciona con otros sistemas cognitivos, como la visin, la audicin y el sistema somato-sensorial.

    Sirvenparaentenderqueselsignificadode una palabra. Las palabras (o, ms tc-nicamente, las nexiones para los lexemas) no tienen significado, sino que se conectan con significados.

    La resea de esta seccin debera servir como fundamento para empezar a mostrar, en la seccin siguiente, cmo se relacionan los actos fallidos con la estructura del Sistema lingstico

    Los actos fallidos como reveladores de la estructura del Sistema lingstico

    Lamb, el ya citado creador de la teora neurocog-nitiva, seala que la mayor parte de las teoras lingsticas no explican datos aparentemente anmalos, que en verdad ofrecen informacin muy importante acerca de la estructura del sistema cognitivo que subyace a nuestras habilidades lingsticas: Entre esos datos se destacan los errores del habla, los actos fallidos,

  • 31Sobre la Importancia Lingstica de los Actos Fallidos

    en trminos de Freud, y los juegos de palabras no buscados (Lamb, 1999, p. 9).

    Los ejemplos de actos fallidos parecen no tener fin. Basta con prestar algo de atencin a las conversaciones de la vida diaria para armar una lista de casos que nos resulten curiosos o divertidos. La Tabla 1 presenta ocho ejemplos de enunciados en los que algn oyente pudo haber entendido que el hablante haba transmitido ciertos significados independientemente de o (aun en contra de) su intencin o pensamiento consciente. La clave para sugerir que se est ante un acto fallido es, que el hablante se muestra

    sorprendido o incmodo cuando l mismo advierte o cuando otro le hace ver el lapsus.

    Junto al enunciado donde se registra el fallido (en la columna 1), la Tabla 1 incluye informacin sobre el contexto donde se pro-dujo el enunciado (columna 2), la expresin de cul sera el contenido del acto fallido (columna 3) y la expresin de aquello que el hablante supuestamente quiso decir en lugar del contenido del fallido (columna 4). Buena parte de los ejemplos de la Tabla 1 estn to-mados de la poltica o del show business de la Argentina actual.

    Tabla 1: Algunos ejemplos de actos fallidos

    1 2 3 4

    Enunciado Contexto general de emisin

    Parfrasis de signifi-cados no-intenciona-

    les evocados

    Significado presumi-blemente intencional

    First of all, Id like to spank all the teachers.

    [Antes que nada, me gus-tara azotar a todos los maestros]

    El entonces presidente de EE.UU., George W. Bush a un grupo de maestros.

    A Bush le gustara golpear a los maestros.

    Bush quiere darles las gracias a los maestros.

    [Advirtase que thank (agradecer) rima con spank (azotar)].

    El encubrimiento existe gracias a nuestro go-bierno.

    Hctor Timerman, minis-tro de relaciones exterio-res de Argentina, ante el Congreso, 16/12/2013.

    El gobierno escondi in-formacin valiosa (sobre el atentado a la AMIA, mutual israelita-argen-tina, en 1994).

    El gobierno favoreci las investigaciones sobre el tema.

    Cada aula del jardn tiene su propio centro de cmputos.

    Sergio Massa, poltico argentino con proyec-ciones muy favorables en las encuestas, 16/5/2013.

    Massa est pensando en las encuestas y en el re-sultado de las elecciones.

    Cada aula del jardn de infantes tiene su propia salita de computacin.

    No pienso acatar, yo me concentro en los proble-mas, no en atacar.

    Daniel Scioli, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, 7/6/2013

    Scioli no quiere hacerle caso a la presidenta de Argentina, quien lo ataca-ba: l no quiere obedecer/acatar.

    Scioli no quiere confron-tar con la presidenta, no quiere atacar.

    El periodismo es inevi-table

    Juan Abal Medina, jefe del gabinete de ministros de Argentina, 13/6/2013

    Abal Medina cree que el periodismo es molesto o peligroso para su go-bierno.

    Abal Medina cree que las tergiversaciones de algunos periodistas son inevitables.

  • 32 Jos Mara Gil

    Ahora bien, de acuerdo con Lamb, los actos fallidos ofrecen informacin valiosa sobre la estructura del sistema lingstico de una persona. Para ilustrar de qu manera puede obtenerse esa informacin, tomemos el primero de los ejemplos de la lista, lo que dijo G. W. Bush durante un discurso ante un grupo de maestros:

    First of all, Id like to spank all the teachers.

    [Antes que nada, me gustara azotar a todos los maestros]

    Debemos al sitio slipups.com (2), con el ejemplo anterior. Pueden encontrarse all mu-chsimos otros casos, la mayora en ingls. El enunciado se reporta como un acto fallido, porque se lo califica de evidente [glaring ] y porque Mr. Bush parece haber cambiado visiblemente su expresin tras advertir el error para continuar luego con el resto del discurso. Quien reporta el acto fallido asegura haberse redo junto con sus amigos cuando oy el enunciado por TV. Hay varios sitios dedicados a la recopilacin de los errores de G. W. Bush, denominados bushisms3.

    Lo evidente sera que Bush no quiso decir que l odia o rechaza a los maestros o aun que querra azotarlos en pblico. Sin embargo, la audiencia entendi que, al decir spank [azotar] en lugar de thank [agradecer], el Presidente Bush en verdad evoc el sentimiento (inconsciente) de odio hacia los maestros o el deseo (tambin inconsciente) de azotarlos.

    La Figura 2 intenta representar cmo se organizaba y qu ocurri en el sistema lings-tico del, por entonces, hombre ms poderoso del mundo. La Figura 2 es una red relacional neurocognitiva. Por medio de ella se representa la pequea parte del Sistema lingstico interno que hace posible que Bush diga la palabra spank -en lugar de la palabra thank-. Lo que ha ocurrido es lo siguiente:

    (1) Se activa el nodo semntico para AGRA-DECER. (Es aquello en lo que Bush est pensando de forma consciente).

    (2) Se activa el nodo lxico para thank. (Esto es importante, no slo se activan los nodos que hacen posible la emisin que en efecto tiene lugar).

    (3) Se activa el nodo fonolgico para ank.

    Necesitamos una maestra prostituta.

    Un pap en una reunin de un colegiocatlico de la ciudad de Mar del Plata, 1995

    El hablante tena pen-samientos vinculados al sexo.

    El hablante cree que es necesario contratar una maestra suplente, es de-cir, una sustituta.

    Es una vergenza, las chicas [del colegio] estn usando polleritas dema-siado largas

    Otro pap, en otra reu-nin del mismo colegio del ejemplo anterior, 1995.

    Al hablante le gusta que las chicas del colegio usen polleritas cortas.

    El hablante cree que las polleras de las chicas tie-nen que ser ms largas.

    La fecha [del casamien-to] la pone tu marido o se la pons vos?

    Susana Gimnez, (famosa animadora) a la actriz (y travesti) Flor de la V, 2011.

    Susana Gimnez tuvo pensamientos vinculados a la actividad sexual de la chica travesti.

    Susana Gimnez quiso preguntar quin de los futuros cnyuges deci-dira la fecha de la boda.

    2 http://www.slipups.com/items/14237.html3 Cfr. http://www.youtube.com/watch?v=3Apq9Dg1JBw.

  • 33Sobre la Importancia Lingstica de los Actos Fallidos

    (4) Debido a (3), se activa el nodo lxico para spank.

    (5) Se activa el nodo semntico para AZO-TAR. (Esto es, se activan los significados o pensamientos inconscientes. El nodo fonolgico para ank favoreci esta activacin).

    (6) El nodo para AZOTAR recibe ms acti-vacin que el nodo para AGRADECER.

    (7) A consecuencia de (6), el nodo para spank termina recibiendo ms activa-cin que el de thank. (Esto se representa en la Figura 2 de la siguiente manera:

    La activacin en torno a AZOTAR y spank est en negro, mientras que la activacin en torno a AGRADECER y thank est en gris).

    Es importante agregar, en especial relacin con (6), que el nodo del concepto AZOTAR recibe ms activacin que el nodo de AGRADECER, porque en el Sistema de Bush, los significa-dos conectados con AZOTAR tienen mayor fuerza cuando se los relaciona con MAESTRO. Por supuesto, las causas por las cuales Bush efecta este tipo de asociaciones escapan a los objetivos de este trabajo: La Lingstica bien puede pasarle la posta al Psicoanlisis.

    Figura 2: Nodos semnticos, nodos lxicos y nodos fonolgicos que se activan para la emisin de spank [azotar] en lugar de thank [agradecer] por parte de George W. Bush

    Negro: Nodos y conexiones activados con mayor fuerza. Gris: Nodos y conexiones activados con menos fuerza.

  • 34 Jos Mara Gil

    En conclusin, el ejemplo permite ilustrar cmo los significados que evoca un acto fallido revelan la estructura del Sistema lingstico de una persona.

    Estructura del sistema lingstico e interpretacin de sueos

    Los actos fallidos no son los nicos casos de enunciados anmalos que revelan (parte de la) estructura del Sistema lingstico de un individuo. Otro ejemplo fundamental es el de los juegos de palabras no buscados [uninten-ded puns].

    Los actos fallidos se han tratado como la evocacin no intencional de pensamientos (significados) inconscientes que, de algn modo, afectan la imagen del hablante. Por ejemplo, Bush dice spank en lugar de thank y su enunciado evoca inconscientemente aversin a los maestros. Los significados evocados en el acto fallidos comprometen de algn modo la imagen pblica de Mr. Bush.

    Los enunciados que evocan juegos de pala-bras no buscados se relacionan estrechamente con los actos fallidos, pero se diferencian en al menos dos aspectos de relieve: (i) el enunciado incluye dos (o ms) expresiones cuya aparicin conjunta genera un efecto ldico, potico o humorstico; (ii) los significados evocados no afectan necesariamente la imagen del hablante. La lista que aparece a continuacin ofrece algunos ejemplos. Al igual que en el caso de los actos fallidos, el criterio para suponer que los juegos de palabras son no-intencionales es que el hablante se muestra incmodo o sorprendido cuando se le seala el juego verbal.

    Elcirujanonolespermitialosperio-distas que cortaran su exposicin.

    Eldebatesobrelarecoleccinderesi-duos lo ensuci la oposicin.

    Elgobiernodiomuchasvueltasconeltema del tornado.

    Lastravestisnoesquivanelbultoparahablar de sus derechos civiles.

    Losesclavosafricanosselasveannegraspara sobrevivir a esa larga travesa

    Los fabricantes de autos tienen quebajar un cambio con los despidos.

    Maradonaaspiraatodo.

    Mequedfrocuandomedijeroncuntosala el helado.

    YoaHegelletengoidea.

    La teora de redes relacionales ya se ha ocupado por cmo los juegos de palabras no buscados (que en la bibliografa anglfona se llaman unintended puns) sirven para entender la organizacin y el funcionamiento del sistema lingstico de una persona (Dell 1979; Dell y Reich 1977, 1980a, 1980b; Reich 1985).

    Dentro de este contexto, lo que se esboz para los actos fallidos y su relacin con el Sistema lingstico podra servir de base para la interpretacin de sueos. El tema es per-tinente, porque el anlisis de los enunciados sobre experiencias onricas puede ser objeto de cuestionamientos anlogos a los que se les hace al anlisis de los actos fallidos: Desde la filosofa de la ciencia clsica, con Popper o Bunge, podra sugerirse que no hay evidencia emprica que sirva de respaldo para interpretar el contenido de los enunciados que reelaboran sueos. Pero, aqu nos atreveremos a ir en contra de estas sugerencias de Popper y Bunge.

    Por ejemplo, durante una reunin de ami-gos en torno a un asado un joven les cuenta a los dems que ha tenido un sueo, extrao como casi todos. En su sueo, el joven estaba tratando de arreglar un mueble. Dice recordar con claridad que la voz ubicua de su novia le aconsejaba lo siguiente:

  • 35Sobre la Importancia Lingstica de los Actos Fallidos

    Lo que tens que poner ah no es tornillo, es clavo, es clavo.

    La conversacin es dispersa, deforme como casi todas las conversaciones de amigos alre-dedor del asado y el vino. Los que estamos all sabemos que el joven y su novia han evolu-cionado hasta una relacin conflictiva. l dice que ella es muy demandante y que se enoja cuando l sale con sus amigos a reuniones como esta en torno al asa