4th week - escritura académica y textos académicos

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  • 7/22/2019 4th week - escritura acadmica y textos acadmicos

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    Cmo escribir y publicar

    trabajos cientficos

    Tercera edicin en espaol

    Robert A. Day

    525 Twenty-third Street, NW

    Washington, DC 20037, EUA

    Publicacin Cientfica y Tcnica No. 598

    2005

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    Captulo 1

    Qu es la redaccin cientfica?

    Exponga sus hechos tan sencillamente como pueda, incluso audaz-

    mente. Nadie espera flores de elocuencia ni ornamentos literarios en

    un artculo de investigacin.

    R. B. MCKERROW

    Necesidad de la claridad

    La caracterstica fundamental de la redaccin cientfica es la claridad. Elxito de la experimentacin cientfica es el resultado de una mente clara que

    aborda un problema claramente formulado y llega a unas conclusiones cla-

    ramente enunciadas. Idealmente, la claridad debera caracterizar todo tipo

    de comunicaciones; sin embargo, cuando se dice algo por primera vez, la

    claridad es esencial. La mayora de los artculos cientficos publicados en

    nuestras revistas de investigacin primarias se aceptan para su publicacin

    precisamente porque aportan realmente conocimientos cientficos nuevos.

    Por ello, debemos exigir una claridad absoluta en la redaccin cientfica.

    Percepcin de las seales

    Sin duda, la mayora de las personas habr odo esta pregunta: si un r-

    bol cae en un bosque y no hay nadie que lo oiga caer, hace ruido? La res-

    puesta correcta es no. El sonido es algo ms que ondas de presin y, en

    realidad, no puede haber sonido sin un oyente.

    De igual modo, la comunicacin cientfica es un proceso en dos senti-

    dos. Lo mismo que una seal de cualquier clase resulta intil mientras no

    se perciba, un artculo cientfico publicado (seal) resulta intil si no es re-cibido y entendido por el pblico a que se destina. Por ello, podemos refor-

    ay, R. (2005). Cmo escribir y publicar trabajos cientficos (3ra edicin). Washington:Organizacin Panamericana de la Salud.

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    Hay demasiados artculos cientficos que caen en el silencio de los

    bosques.

    Comprensin de las seales

    La redaccin cientfica es la transmisin de una seal clara al receptor.

    Las palabras de esa seal deben ser tan claras, sencillas y ordenadas como

    sea posible. La redaccin cientfica no tiene necesidad de adornos ni cabi-

    da para ellos. Es muy probable que los adornos literarios floridos, las met-

    foras, los smiles y las expresiones idiomticas induzcan a confusin, por lo

    que rara vez deben utilizarse al redactar artculos de investigacin.Sencillamente, la ciencia es demasiado importante para ser comunicada

    de cualquier otra forma que no sea con palabras de significado indudable.

    Y ese significado indudable y claro debe serlo no solo para los colegas del

    autor, sino tambin para los estudiantes que acaban de iniciar su carrera,

    para los cientficos de otras disciplinas y, especialmente,para los lectores

    cuya lengua nativa no es la misma del autor. [Esto ltimo es particularmen-

    te aplicable al idioma ingls.]

    Muchas formas de escritura se destinan al entretenimiento. La redaccin

    cientfica tiene una finalidad distinta: comunicar nuevos descubrimientoscientficos. Por esta razn, debe ser tan clara y sencilla como sea posible.

    El lenguaje de los artculos cientficos

    Adems de la organizacin, el segundo ingrediente principal de un ar-

    tculo cientfico debe ser un lenguaje apropiado. En este libro, subrayo con-

    tinuamente el uso correcto del lenguaje,1pues creo que todos los cientficos

    deben aprender a utilizarlo con precisin. En la actualidad existe un libro

    (Day, 1995) dedicado enteramente al ingls para cientficos. (N. del E.)Si el conocimiento cientfico es, por lo menos, tan importante como

    cualquier otro, debe comunicarse eficazmente, con claridad y con palabras

    de significado indudable. Por ello, el cientfico, para tener xito en sus es-

    fuerzos, debe ser culto. David B. Truman, cuando era Decano del Colegio

    Universitario de Columbia, lo dijo muy bien: En las complejidades de la

    existencia contempornea, el especialista que est capacitado pero no edu-

    2 Cmo escribir y publicar trabajos cientficos

    1 Como es lgico, en el original el autor se refiere especficamente al idioma ingls,

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    cado, y que est tcnicamente calificado pero es culturalmente incompeten-

    te, constituye una amenaza.

    Aunque el resultado final de la investigacin cientfica tiene que ser la

    publicacin, siempre me ha asombrado que haya tantos cientficos que des-

    cuidan las responsabilidades que esa publicacin entraa. Un cientfico

    puede invertir meses o aos de duro trabajo para obtener datos, y luego,

    despreocupadamente, dejar que una gran parte del valor de esos datos se

    pierda por falta de inters en el proceso de comunicacin. El mismo cient-

    fico que superar obstculos formidables para realizar mediciones hasta de

    cuatro cifras decimales, permanecer impasible mientras su secretaria

    cambia con despreocupacin los microgramos por mililitro en miligramospor mililitro y el tipgrafo los transforma de cuando en cuando en libras

    por tonel.

    El lenguaje no tiene por qu ser difcil. En la redaccin cientfica deci-

    mos: El mejor lenguaje es el que transmite el sentido con el menor nme-

    ro posible de palabras (aforismo que apareci durante algunos aos en las

    Instrucciones a los autores de laJournal of Bacteriology). Los juegos li-

    terarios, las metforas y todo eso hacen que la atencin se desve de la sus-

    tancia al estilo. Deben usarse rara vez, si acaso se usan, en la redaccin

    cientfica.

    Qu es la redacccin cientfica? 3

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    Captulo 2

    Los orgenes de la redaccin cientfica

    Porque lo que la alta ciencia se esmera en suprimir es lo que el arte

    elevado se afana en provocar: el misterio, letal para aquella y vital

    para este.

    JOHN FOWLES

    Historia antigua

    Los seres humanos han sido capaces de comunicarse desde hace mile-nios. Sin embargo, la comunicacin cientfica, tal como hoy la conocemos,

    es relativamente nueva. Las primeras revistas cientficas se publicaron hace

    solo 300 aos, y la organizacin del artculo cientfico llamada IMRYD (In-

    troduccin, Mtodos, Resultados y Discusin) se ha creado en los ltimos

    100 aos.

    Los conocimientos, cientficos o de otra clase, no pudieron transmitirse

    eficazmente hasta que se dispuso de mecanismos apropiados de comunica-

    cin. Los hombres prehistricos, desde luego, podan comunicarse en for-

    ma oral; pero cada generacin comenzaba esencialmente en el mismo pun-to de partida porque, sin documentos escritos a los que acudir, los

    conocimientos se perdan tan rpidamente como se adquiran.

    Las pinturas rupestres y las inscripciones grabadas en las rocas figuran

    entre los primeros intentos humanos de dejar registros para generaciones

    posteriores. En cierto sentido, hoy tenemos la suerte de que nuestros prime-

    ros antepasados eligieran esos medios, porque algunos de esos mensajes

    primitivos han sobrevivido, mientras que los contenidos en materiales me-

    nos duraderos hubieran perecido. (Tal vez hayan perecido muchos.) Por otra

    parte, las comunicaciones por ese medio eran increblemente difciles. Hayque pensar, por ejemplo, en los problemas de reparto que hoy tendra el ser-

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    Los orgenes de la redaccin cientfica 5

    El primer libro que conocemos es un relato caldeo del Diluvio. La his-

    toria estaba inscrita en una tablilla de arcilla de alrededor del ao 4000 an-

    tes de J.C., anterior al Gnesis en unos 2 000 aos (Tuchman, 1980).

    Haca falta un medio de comunicacin que pesara poco y fuera porttil.

    El primer medio que tuvo xito fue el papiro (hojas hechas de la planta del

    papiro, encoladas, para formar un rollo de hasta 60 a 120 cm, sujeto a un ci-

    lindro de madera), que comenz a utilizarse alrededor del 2000 antes de J.C.

    En el ao 190 antes de J.C. se empez a usar el pergamino (hecho de pieles

    de animales). Los griegos reunieron grandes bibliotecas en Efeso y Prga-

    mo (hoy Turqua) y tambin en Alejandra. Segn Plutarco, la biblioteca de

    Prgamo contena 200 000 volmenes en el 40 antes de J.C. (Tuchman,1980).

    En el ao 105 de nuestra era, los chinos inventaron el papel, el medio

    moderno de comunicacin. Sin embargo, como no haba una forma eficaz

    de reproducir las comunicaciones, los conocimientos eruditos no podan di-

    fundirse ampliamente.

    Tal vez el mayor invento de la historia intelectual de la humanidad ha

    sido la imprenta. Aunque los tipos movibles se inventaron en China alrede-

    dor del 1100 (Tuchman, 1980), el mundo occidental atribuye ese invento a

    Gutenberg, que en el ao 1455 imprimi su Biblia de 42 renglones en unaimprenta de tipos movibles. El invento de Gutenberg se puso en prctica en

    toda Europa de forma eficaz e inmediata. En el ao 1500 se impriman ya

    miles de ejemplares de centenares de libros (los llamados incunables).

    Las primeras revistas cientficas aparecieron en 1665, cuando, casual-

    mente, empezaron a publicarse dos revistas diferentes: laJournal des Sa-

    vans en Francia y las Philosophical Transactions of the Royal Society of

    London en Inglaterra; desde entonces, las revistas han servido de medio

    principal de comunicacin en las ciencias. En la actualidad se publican unas

    70 000 revistas cientficas y tcnicas en todo el mundo (King y otros, 1981).

    La historia del IMRYD

    Las primeras revistas publicaban artculos que llamamos descriptivos.

    De forma tpica, un cientfico informaba: primero vi esto y luego vi aque-

    llo, o bien: primero hice esto y luego hice aquello. A menudo, las obser-

    vaciones guardaban un simple orden cronolgico.

    Este estilo descriptivo resultaba apropiado para la clase de ciencia sobre

    la que se escriba. De hecho, ese estilo directo de informar se emplea anhoy en las revistas a base de cartas, en los informes mdicos sobre casos,

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    labor de Louis Pasteur que confirm la teora microbiana de las enfermeda-

    des y elabor mtodos de cultivos puros para estudiar microorganismos,

    tanto la ciencia como la informacin sobre la ciencia hicieron grandes ade-

    lantos.

    En esa poca, la metodologa se hizo sumamente importante. Para aca-

    llar a sus crticos, muchos de los cuales eran fanticos creyentes en la teo-

    ra de la generacin espontnea, Pasteur consider necesario describir sus

    experimentos con exquisito detalle. Como los colegas razonablemente res-

    ponsables de Pasteur pudieron reproducir sus experimentos, el principio de

    la reproducibilidad de los experimentos se convirti en dogma fundamen-

    tal de la filosofa de la ciencia, y una seccin separada de mtodos condujoal formato IMRYD, sumamente estructurado.

    Como he estado en contacto con la microbiologa durante muchos aos,

    es posible que exagere la importancia de esta rama cientfica. No obstante,

    creo sinceramente que la conquista de las enfermedades infecciosas ha sido

    el mayor avance en la historia de la ciencia. Creo tambin que una breve re-

    capitulacin de esa historia puede ayudar a entender mejor la ciencia y la

    comunicacin de la ciencia. Aun los que creen que la energa atmica, o

    la biologa molecular, son el mayor avance apreciarn el paradigma de la

    ciencia moderna que ofrece la historia de las enfermedades infecciosas.Los trabajos de Pasteur fueron seguidos, en los primeros aos del pre-

    sente siglo, por los de Paul Ehrlich y, en los aos treinta, por los de Gerhard

    Domagh (sulfonamidas). La segunda guerra mundial impuls el descubri-

    miento de la penicilina (descrita por primera vez por Alexander Fleming en

    1929). Se inform sobre la estreptomicina en 1944 y, poco despus de la se-

    gunda guerra mundial, la busca alocada pero esplndida de medicamentos

    milagrosos produjo las tetraciclinas y docenas de otros antibiticos efica-

    ces. De esta forma, dichos acontecimientos permitieron avasallar los azotes

    de la tuberculosis, la septicemia, la difteria, la peste, la tifoidea y (median-te la vacuna) la viruela y la poliomielitis.

    Mientras esos milagros brotaban de nuestros laboratorios de investiga-

    cin mdica despus de la segunda guerra mundial, era lgico que las in-

    versiones de los Estados Unidos en investigacin aumentasen grandemen-

    te. Este estmulo positivo para apoyar a la ciencia fue acompaado pronto

    (1957) de un factor negativo, cuando los rusos pusieron en rbita el Sputnik

    I. En los aos que siguieron, ya fuera con la esperanza de conseguir ms

    milagros o por temor a los rusos, el Gobierno federal sigui destinando

    miles de millones de dlares a la investigacin cientfica en los EstadosUnidos.

    6 Cmo escribir y publicar trabajos cientficos

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    sobre muchas nuevas). Los directores de revistas cientficas, aunque solo

    fuera en legtima defensa, comenzaron a exigir que los manuscritos estuvie-

    ran sucintamente escritos y bien estructurados. El espacio de las revistas se

    hizo demasiado precioso para desperdiciarlo en verbosidades o redundan-

    cias. El formato IMRYD, que haba estado haciendo lentos progresos des-

    de finales del siglo XIX, se hizo de utilizacin casi universal en las revistas

    de investigacin. Algunos directores lo adoptaron porque se convencieron

    de que era la forma ms sencilla y lgica de comunicar los resultados de la

    investigacin. Otros, no convencidos quiz por esta lgica simplista, se un-

    cieron sin embargo al carro de los vencedores porque la rigidez de dicha es-

    tructura ahorraba realmente espacio (y gastos) a las revistas y facilitaba lascosas a los directores y rbitros (llamados tambin revisores), al hacer un

    ndice de las principales partes del manuscrito.

    La lgica del IMRYD puede definirse mediante una serie de preguntas:

    Qu cuestin (problema) se estudi? La respuesta es la Introduccin.

    Cmo se estudi el problema? La respuesta son los Mtodos. Cules fue-

    ron los resultados o hallazgos? La respuesta son los Resultados. Qu sig-

    nifican esos resultados? La respuesta es la Discusin.

    Ahora nos parece evidente que la lgica sencilla del IMRYD ayuda re-

    almente al autor a organizar y escribir su texto, y que ofrece una especie demapa de carreteras claro para guiar a los directores, rbitros y, finalmente,

    lectores en la lectura del artculo.

    Los orgenes de la redaccin cientfica 7

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    Se aprende a escribir, escribiendo. Un buen escritor le dir que

    siempre siente temor cuando se enfrenta al inicio de un nuevo tex-

    to, hecho conocido en el argot como el sndrome de la hoja o de lapantalla en blanco. Pero aadir que su estilo, su soltura al escribir,

    su creatividad y su capacidad para observar y pensar con rapidez,

    mejorados con el tiempo y la prctica, le infunden conanza y le

    sirven para intuir el xito de su escrito.

    As, pues, lo que llamamos trabajo escrito es el resultado de un pro-

    ceso que conjuga:

    conocimientos queaumentan cada da con la experiencia,

    con la escucha analtica, con la lectura reposada y proactiva,

    y con la reexin permanente;

    acopio de datos pertinentes o recoleccin de informacin

    con la calidad y en la cantidad necesarias de acuerdo con el

    tipo de texto por escribir;

    Textos

    acadmicos1Moreno, F., Marthe, N. & Rebolledo, L. (2010). Cmo escribir textos acadmicos segn normainternacionales. Colombia: Ediciones Uninorte.

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    seguridad personal en el reto de aventurarse con xito tras

    la bsqueda de un enfoque creativo y original del tema;

    humildad o capacidad para reconocer que todo texto es sus-

    ceptible de ser mejorado;

    dedicacin para planear, escribir, revisar y corregir.

    Por fortuna, escribir no se percibe hoy como una carga tediosa. Qui-

    z, las generaciones del siglo pasado as lo consideraron, pero con

    la llegada del correo electrnico y el chateo se ha roto el mito. Lacuestin ahora consiste en dar el salto de los niveles de comunica-

    cin escrita de estilo familiar que transcribe el habla oral a ran-

    gos propios de los textos serios y complejos como los acadmicos y

    los cientcos, en los que la importancia de los asuntos exige utilizar

    palabras y conceptos nuevos, adems de mejorar la redaccin sin

    perder la soltura y la claridad indispensables ni el placer de expre-

    sarse con naturalidad.

    Quien se comunica (oralmente o por escrito) revela, sin quererlo,

    parte de su personalidad, de sus habilidades, de su capacidad. En

    el mundo acadmico y cientco, el intelectual siempre arriesga su

    prestigio ante la comunidad cientca, lo que debe bastarle como

    justicacin para buscar, de forma ldica y permanente, el mejora-

    miento de sus habilidades comunicativas, en especial de la comuni-

    cacin escrita, porque lo escrito, escrito est.

    Con frecuencia producimos diferentes tipos de textos: conversacio-

    nales, narrativos, descriptivos, argumentativosy expositivos.*

    El texto conversacionalconsiste en una serie de secuencias jerarqui-

    zadas en las que priman el habla familiar y los giros comunes que

    * Estos textos no son excluyentes; por ejemplo, en un texto expositivo podemos en-contrar narraciones, descripciones, dilogos, argumentaciones.

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    no demandan un esfuerzo intelectual mayor que el habitual al que

    se encuentra acostumbrada la persona en su crculo de amigos o en

    razn de su trabajo. Son ejemplos de estos textos, una conversacintelefnica, la interaccin cotidiana oral, una entrevista, el chateo,

    los dilogos de novela o teatro, etc.

    El texto narrativo nos permite construir historias o sucesos reales

    o imaginarios. Son narraciones un cuento, una novela, una crnica

    periodstica, una fbula. Este tipo de texto implica una accin que se

    desarrolla en el tiempo y el espacio.

    El texto descriptivo pinta con palabras, proporciona detalles,

    profundiza en aspectos relevantes, tiene colorido, pero no brinda

    accin. Mencionemos como ejemplos una noticia, un retrato litera-

    rio, una etopeya.

    El texto argumentativopretende convencer. Son textos argumenta-

    tivos un ensayo, una defensa jurdica, un discurso poltico, un edi-

    torial, una columna de opinin, un aviso publicitario.

    El texto expositivoofrece informacin amplia y detallada o explica

    con suciencia un tema o asunto para que lo conozcan otras perso-

    nas. Son textos expositivos una conferencia, una exposicin en cla-

    se, una resea, un artculo cientco, un informe de investigacin,

    una monografa, una tesis. Por ser importantes para el propsito de

    este libro, damos a continuacin una somera explicacin acerca de

    algunos y desarrollamos otros en los siguientes captulos.

    Tesis o disertacin

    Los trabajos de tesis son los de mayor jerarqua porque con ellos el

    autor asume una posicin o llega a una conclusin vlida y origi-

    nal que aporta algo nuevo al conocimiento, empleando una serie

    de razonamientos, demostraciones o pruebas ajustados al mtodo

    cientco.

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    La tesis o disertationse escribe para obtener el ttulo de doctor; pre-

    senta al lector una perspectiva diferente, un enfoque original y un

    conocimiento nuevo, fruto de un proceso cientco atenido a unametodologa rigurosa que conere sello de autoridad y permite el

    avance de las diversas disciplinas del saber.

    El producto nal de una tesis no tiene que ser siempre un descu-

    brimiento. Ese algo distinto, novedoso y original que presenta su

    autor puede ser, incluso, como lo anota Eco (1987, p. 20) un nuevo

    modo de leer y comprender un texto clsico, la localizacin de un

    manuscrito que arroja nuevas luces sobre la biografa de un autor,una reorganizacin y relectura de estudios precedentes que lleva a

    madurar y sistematizar ideas que vagaban dispersas por esos textos

    variados.

    Tesinas, monografas o proyectos de grado

    Los trabajos monogrcos o proyectos de grado, como tambin se

    denomina a las tesinas, presentan una indagacin extensa y seriasobre un tema tratado con originalidad. Estos trabajos no pretenden

    modicar el conocimiento existente ni aportar uno nuevo a la disci-

    plina, pero son el punto de partida para la vida investigativa o para

    enrutar hacia estudios de postgrado a quien los elabora. Las tesi-

    nas constituyen gran parte de los trabajos mayores que se presentan

    como requisito para optar a ciertos ttulos acadmicos, llamados en

    Colombia, de pregrado.

    Informes o trabajos de consulta

    Los informes o trabajos de consulta son aquellos escritos con los que

    el docente espera conocer el nivel de reexin y anlisis de los es-

    tudiantes respecto de una lectura o de una indagacin en diferentes

    fuentes. Estos trabajos breves, cuya profundidad es impredecible

    dado que depende del nivel del curso y de la capacidad del escritor,

    no pueden compararse con el alcance de los dos anteriores (tesis y

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    tesinas), pero son el comienzo de la formacin y entrenamiento del

    futuro profesional.*

    Estos trabajos de consulta ensean a buscar informacin, a utilizar

    bibliotecas, Internet, bases de datos, as como a compilar bibliogra-

    fa, a respetar la propiedad intelectual y dar crdito al pensamiento

    de los dems.**

    * Aportan las bases del trabajo disciplinado que implica planear, imponerse un

    horario de trabajo y no dejar para ltimo momento el cumplimiento de las obliga-

    ciones.

    ** Los actuales programas de computador que facilitan el trabajo con la cultura del

    corte y pega y la poca censura social que reporta la personalizacin de textos

    de otros con el pretexto de hacerlos parecer como propios, favorece el vicio delplagio, conducta que la academia seria rechaza y sanciona cuando lo detecta.

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    Resumen

    The models of written production made in North America have been disseminated in Latin America, especially with regard to the cognitive pro-

    cesses that are in play. Little mention has been made of the contextual aspects studied that influence writing and even less on the pedagogical

    devices that favour or hinder the process. In this article I analyze four difficulties that have been found in non-expert university writers. The knowl-

    edge of these tendencies are necessary for the design of pedagogical practices, not only those intended to teach how to write, but especially the ones

    that intend to help in the learning of the different subject contents, at least in the social sciences. I conclude that overcoming these four difficulties is

    not only the students responsibility, but that of the whole university community, given that in the Argentinean environment these tendencies are a

    given in an academic culture that has done little to promote writing that takes into account the reader, the epistemic function of writing, the revision of

    texts and the early use of paper to construct thought.

    Key words:academic writing, process, revision, university, teaching.

    PAULACARLINO

    [email protected]

    UNIVERSIDADDEBUENOSAIRES, ARGENTINA

    CONICET

    Los modelos sobre la produccin escrita elaborados en el mbito norteamericano han sido difundidos en Iberoamrica especialmente en lo queatae a los procesos cognitivos que se ponen en juego. Poco se han divulgado los aspectos contextuales estudiados que inciden en la escritura y

    menos los dispositivos pedaggicos que favorecen u obstaculizan el proceso. En este artculo analizo cuatro dificultades que se han hallado en losescritores universitarios inexpertos. Conocer estas tendencias resulta necesario para el diseo de las prcticas pedaggicas, no slo de las que seproponen ensear a escribir, sino, especialmente, de las que intentan ayudar a aprender los distintos contenidos disciplinares, al menos en lasciencias sociales. Concluyo sosteniendo que la superacin de estas cuatro dificultades no es slo responsabilidad de los alumnos sino de la comunidaduniversitaria en su conjunto, ya que en el entorno argentino estas tendencias son inherentes a una cultura acadmica que poco se ha ocupado depromover la escritura considerada con el lector, la funcin epistmica del escribir, la revisin sustantiva de los textos y el empleo temprano del papelpara armar el propio pensamiento.

    Palabras clave: escritura acadmica, proceso, revisin, universidad, enseanza

    Abstract

    THE PROCESS OF ACADEMIC WRITING:FOUR DIFFICULTIES OF UNIVERSITY TEACHING

    EL PROCESO DE ESCRITURA ACADMICA:

    CUATRODIFICULTADESDELAENSEANZAUNIVERSITARIAFecha de recepcin: 12-04-04

    Fecha de aceptacin: 07-05-04

    1

    Carlino, P. (2004). El proceso de escritura acadmica: cuatro dificultades de la enseanza universitaria. EDUCERE, 8(26), 321-327.

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    PAULACARLINO: EL PROCESO DE ESCRITURA ACADMICA: CUATRO DIFICULTADES DE LA ENSEANZA UNIVERSITARIA322

    aArtculosIntroduccin

    l igual que ocurre con muchos textos

    en su gnesis y con quienes escriben a

    lo largo de su dilatada formacin,

    tambin los modelos sobre el proceso

    redaccional de escritos acadmicos se

    han ido transformando y enriqueciendo

    durante los ltimos 25 aos (Pittard,

    1999; Vzquez, 1999). El nfasis inicial estuvo puesto en

    las operaciones cognitivas implicadas en la composicin

    escrita, en tanto tarea individual de resolucin de problemas(Fayol, 1991; Hayes y Flower, 1986; Piolat y Roussey,

    1992). Poco a poco, las investigaciones han ido considerando

    cmo inciden en la elaboracin de un texto los contextos

    situacionales inmediatos (Flower, 1987), los dispositivos

    pedaggicos que promueven u obstaculizan la redaccin

    (Flower y Higgins, 1991; Sommers, 1982), y las culturas

    que direccionan tcitamente el escribir a travs de sus

    prcticas, sus representaciones y sus gneros habituales

    (Berkenkotter, Huckin y Ackerman, 1989; Flower, 1990;

    Lea, 1999).

    En realidad, esta historia no es lineal ni estuvo exenta

    de enfrentamientos y ha sido protagonizada por muchos msactores que los mencionados entre parntesis. Ro Ivanic

    (1999) propone un modelo integrador de los distintos niveles

    de anlisis de la escritura, modelo que incluye el texto

    escrito, los procesos mentales de escritura, la situacin

    retrica del evento redaccional y el contexto socio-poltico

    del escribir. Tambin Di Stefano y Pereira (2004) defienden

    que en la enseanza es preciso considerar la escritura (y la

    lectura) como procesos, como prcticas y como

    representaciones sociales.

    Quisiera subrayar un hecho que no debera pasar

    desapercibido. La gran mayora de estos estudios, aunque

    abrevan en distintos enfoques, a la vez parten de y nutren a

    problemas surgidos de la enseanza. Ensear no es slo un

    punto de llegada hacia donde volcar resultados que emanan

    de preocupaciones ajenas, sino una cantera de donde recoger

    problemas para ser indagados. Creo conveniente destacarlo

    ya que muchas de estas investigaciones son ejemplos

    contrarios al aplicacionismo, a la aplicacin en el aula de

    resultados de laboratorio, que poco recogen sus

    particularidades.

    Teniendo en cuenta este marco, centrar mi trabajo

    en tres hallazgos ya presentes en la primera generacin de

    estos estudios. Aparte de estos tres datos de la investigacin

    que aparecieron desde el comienzo y que, a mi juicio,

    mantienen su vigencia y su inters intactos desde el punto

    de vista de la enseanza, voy a incluir un cuarto. As, cuatro

    tendencias de los universitarios han sido reiteradas en lasinvestigaciones sobre la composicin escrita:

    1. la dificultad para escribir teniendo en cuenta la perspectiva

    del lector

    2. el desaprovechamiento del potencial epistmico de la

    escritura

    3. la propensin a revisar los textos slo en forma lineal y

    centrndose en aspectos locales y poco sustantivos

    4. la dilacin o postergacin del momento de empezar a

    escribir.

    Como sugerir ms adelante, estas cuatro

    predisposiciones de los universitarios estn relacionadasy no son slo suyas. Tenerlas en cuenta puede sernos til a

    quienes enseamos cualquier materia (al menos en las

    ciencias sociales y humanidades) para repensar las

    condiciones pedaggicas en las que pedimos escribir a

    nuestros alumnos (Carlino, 2004 a).

    Cuatro problemas que la enseanza

    ha de considerar

    No tener en cuenta al lector

    El primer problema, escribir sin tener en cuenta al

    lector, fue descrito hace un cuarto de siglo, en forma casi

    simultnea, por Linda Flower (1979) y Nancy Sommers

    (1980), quienes compararon qu hacan al redactar escritores

    muy experimentados con respecto a estudiantes de

    universidad. Segn Sommers,los escritores experimentados

    (periodistas, editores y acadmicos),

    imaginan un lector (leyendo su producto), cuya

    existencia y expectativas influyen en su proceso

    de revisin. Han abstrado los estndares de un

    lector y este lector [...] funciona como un

    colaborador crtico y productivo [...] Laanticipacin del juicio de un lector produce un

    sentimiento de disonancia cuando el escritor

    reconoce incongruencias entre intencin y

    ejecucin, y le exige hacer revisiones en todos

    los niveles. (Sommers, 1980, p. 385).

    De forma similar, Flower (1979) caracteriz las

    diferencias entre textos producidos por estudiantes

    universitarios y por profesionales, denominando a los

  • 7/22/2019 4th week - escritura acadmica y textos acadmicos

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    323

    primeros prosa basada en el autor y a los segundos, prosa

    basada en el lector. En la primera, las ideas se presentan

    en el orden en que fueron descubiertas, es decir, la prosa

    basada en el autor muestra el camino asociativo de la

    confrontacin del sujeto con su tema. En la segunda, hay

    un intento deliberado para comunicar algo al lector, lo

    cual lleva a crear un lenguaje y un contexto compartidosentre ambos. Es decir, la prosa basada en el autor refleja

    su proceso de pensamiento; en cambio, la prosa basada en

    el lector refleja su propsito (p. 269). Flower seala que

    la primera es un modo natural de pensar, cognitivamente

    menos demandante, lo cual explica por qu la escritura es a

    veces oscura (p. 272), dado que lo principal no ha sido

    destacado por el autor, y quien lee, debe trabajar para

    desenterrarlo.

    Diez aos despus, Williams y Colomb (1990)

    estudian los textos de buenos ingresantes universitarios y

    encuentran que sus escritos siguen la estructura de los temastal como aparecen en la bibliografa leda, son sumarios ms

    que sntesis analticas, y no resaltan los puntos importantes

    sino que stos aparecen al final como producto de un

    descubrimiento de ltima hora. En concordancia con Flower,

    estos autores sealan que los escritos estudiantiles expresan

    la narrativa del pensamiento de sus autores y no se anticipan

    a las necesidades informativas de sus destinatarios.

    Desaprovechar la potencialidad epistmica

    del escribir

    Otra tendencia, constatada en los universitarios, es que

    desaprovechan parte del potencial epistmico del escribir.Y, como desarrollar en lo que sigue, este

    desaprovechamiento se relaciona con la propensin anterior,

    de no tener en cuenta al lector.

    Muchos lectores tendrn presente que Scardamalia y

    Bereiter (1992) sugieren haber encontrado dos formas de

    redactar, modelizadas y denominadas por estos

    investigadores decir el conocimiento por oposicin a

    transformar el conocimiento. En el primer modelo, el que

    escribe recupera de su memoria lo que sabe sobre un tema

    y lo expresa en el papel. En el segundo modelo, quien redacta

    considera la situacin retrica en la que compone, es decir,

    anticipa los rasgos de su destinatario y analiza qu quiere

    lograr con su texto. Segn cmo se representen las

    necesidades informativas de su potencial lector y de acuerdo

    con su propsito de escritura, vuelve a concebir lo que

    conoce para adecuarlo a la situacin comunicativa dentro

    de la que elabora su escrito. De este modo, pone en

    interaccin dos tipos de problemas: retrico (referente a la

    comunicacin efectiva con el lector) y semntico (relativo

    al contenido). De acuerdo con estos investigadores, slo

    quien redacta segn el modelo transformar el

    conocimiento logra modificar lo que previamente sabe

    sobre un tema. Y lo hace porque al escribir desarrolla un

    proceso dialctico entre su conocimiento y las exigencias

    retricas para producir un texto adecuado. La naturaleza

    dialctica de la composicin escrita reside en el conflicto

    que enfrenta el escritor entre las limitaciones del propio sabery la necesidad de lograr un texto eficaz (Scardamalia y

    Bereiter, 1985). Dicho de otro modo, los escritores

    experimentados tienen presente al lector y tambin tienen

    en cuenta lo que quieren lograr en l con sus textos. Es decir,

    prestan atencin no slo al tema sobre el que trabajan sino

    que lo acomodan a las necesidades informativas de su

    audiencia.

    Gran parte de los universitarios, por el contrario, no

    intentan adecuar el tema a lo que se supone conviene al

    lector y al propsito de escritura, y escriben centrados en

    sus puntos de vista sin adoptar la perspectiva del destinatario,lo cual les llevara a cuestionar, desarrollar y dar consistencia

    al propio pensamiento2. Segn las dos formas de escribir,

    modelizadas por estos investigadores, los estudiantes que

    no ponen en relacin los problemas de contenido con los

    problemas retricos, intentando ajustar lo que sabe el que

    escribe a lo que precisara el lector, estaran

    desaprovechando la oportunidad de transformar el

    conocimiento de partida.

    Revisar slo la superficie del texto

    La tercera propensin corroborada en numerosos

    estudios con universitarios (incluyendo mi indagacin sobreelaboracin de borradores en universitarios) es que, cuando

    revisan sus textos, tienden a conservar las ideas volcadas

    en ellos y, aunque los revisen, slo modifican aspectos de

    superficie. Es como si se enamoraran de lo que

    trabajosamente han elaborado y no conciben poder

    sacrificarlo en aras de algo mejor, todava impreciso, por

    venir. Esta tendencia tambin se vincula con las dos

    anteriores. Los estudiantes encaran la revisin como una

    prueba de galera pero no como un instrumento para volver

    a pensar un tema, descubrir lo que es posible decir acerca

    de l y desarrollar su conocimiento (Carlino, 2003 c; Jackson

    et al., 1998; Lehr, 1995; Sommers, 1980; Wallace y Hayes,

    1991).

    Segn Sommers (1982), la unidad de anlisis que

    perciben los estudiantes al revisar su escritura son las

    palabras o las frases, pero no el texto en su conjunto. Enfocan

    sus escritos linealmente, como una serie de partes. Para ellos,

    escribir es traducir: el pensamiento en lenguaje, el habla en

    prosa escrita. En este intento de traduccin, existe un texto

    original que no necesita ser descubierto o trabajado, sino

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    PAULACARLINO: EL PROCESO DE ESCRITURA ACADMICA: CUATRO DIFICULTADES DE LA ENSEANZA UNIVERSITARIA324

    simplemente comunicado (p. 382). A diferencia de los

    escritores profesionales, que cuando revisan buscan

    descubrir significado al confrontar lo ya escrito con las

    expectativas del lector que tienen internalizado segn analic

    en el punto previo, los alumnos no consideran la revisin

    como una actividad en la cual es posible modificar y

    desarrollar perspectivas y nociones. La consideran un meroproceso de correccin para subsanar errores.

    Quisiera compartir con los lectores una metfora

    iluminadora que utiliza Keith Hjortshoj (2001b) para referirse

    a esta prematura solidificacin de los escritos estudiantiles. Este

    docente-investigador de la Universidad de Cornell, seala que

    desde la perspectiva del que escribe, todo texto

    fragua en algn punto del proceso,

    endurecindose como cemento. Ms all de ese

    punto, cuando lenguaje y pensamiento han

    perdido maleabilidad, se requiere algo del orden

    de la dinamita para promover cambiosprofundos. Los escritores ms experimentados

    dilatan este punto de solidificacin y

    reconsideran y revisan a fondo su trabajo antes

    de dar por terminado un primer borrador

    completo. La escritura de los estudiantes, en

    cambio, tiende a fraguar casi en el momento en

    que toca el papel. [] Los primeros

    pensamientos se vuelven los ltimos, y los

    segundos pensamientos parecen destructivos.

    Este endurecimiento temprano de un texto inmaduro

    es lo que lleva al que escribe a revisarlo y a cambiarlo slo

    en su superficie y lnea a lnea, no globalmente.

    Postergar el momento de empezar a escribir

    La cuarta tendencia, la dilacin del momento en que se

    empieza a escribir, surge de estudios etnogrficos y

    observacionales (por ejemplo, Bloom, 1981). Cuando enfrentan

    la tarea de producir un texto de envergadura a lo largo de un

    tiempo (una monografa, una sntesis crtica de varios textos

    ledos) muchos universitarios recopilan bibliografa y leen hasta

    casi ltimo momento, sin empezar a poner por escrito los

    pensamientos emergentes, los esbozos de ideas, las perspectivas

    posibles desde las cuales producir su texto. Luego, a falta de

    un enfoque propio, escriben cindose al punto de vista de las

    fuentes consultadas (Arnoux, Nogueira y Silvestri, 2003).

    Finalmente, se topan con la fecha de entrega cuando ya no hay

    tiempo de repensar lo escrito para independizarse

    (relativamente) de lo ledo. Las caractersticas de los textos

    as producidos remiten a la prosa basada en el autor, de la

    que hice mencin ms arriba en este artculo.

    La dilacin ha sido descrita como producto de la

    angustia paralizante frente a la pgina en blanco pero

    Rienecker (2003) plantea entenderla tambin como muestra

    de la inseguridad acerca de los estndares que se esperan del

    escrito, del desconocimiento de los criterios con los que ser

    tratado, es decir, como resultado de una representacin de la

    tarea, equivocada, vaga o ausente.

    Lo que tienenen comn estas tendencias

    Es posible pensar que las cuatro tendencias reiteradas

    por las investigaciones sobre el proceso redaccional tienen

    en comn varias caractersticas. Por razones de espacio,

    sealar slo dos. En primer lugar, no corresponden a

    dificultades de escritores inmaduros, si por ello entendemos

    jvenes no adultos, faltos de inteligencia o malos alumnos

    (Williams y Colomb, 1990). Estas tendencias suelen

    aparecer en la mayora de los universitarios de los primeros

    aos (poblacin en la cual han sido indagadas) pero ennuestro entorno no sorprendera encontrarlas tambin en

    estudiantes ms avanzados o incluso en profesionales que

    cursan posgrados. A mi juicio, la nocin de escritores

    expertos y novatos, difundida con estos modelos, es al menos

    equvoca. La condicin de experto o de principiante no son

    categoras absolutas, no son atributos que caractericen a los

    sujetos en s mismos; son conceptos relacionales que slo

    tienen sentido respecto de los contextos y de las prcticas

    de escritura en los que participan (o todava no lo hacen) los

    que escriben. Quiz resulte til pensarlos como fases

    recurrentes en la gnesis del escritor, cada vez que se enfrenta

    a escribir sobre temas nuevos, en lugar de estadios sucesivos

    que se superaran de una vez y para siempre. Las diferencias

    puestas de relieve por los modelos de composicin entre

    escritores competentes y noveles dependen de que quien

    redacta sea ya un miembro o haya recin llegado a una

    comunidad discursiva particular (Flower, 1989; Chanock,

    2001). En este caso, la cultura de estas comunidades consiste

    en hacer lo que nuestros alumnos no suelen realizar: escribir

    con conciencia del lector, revisar sustantivamente lo escrito

    transformando el saber de partida, darse tiempo para armar y

    desarmar textos y pensamientos, tolerando la angustia de la

    indefinicin por lo que todava no est construido, postergandola fragua de lo escrito pero empezando temprano a ensayar y

    a descartar ideas con ayuda de la escritura.

    La segunda similitud entre estas tendencias es que uno

    de los orgenes de las dificultades sealadas en los

    universitarios puede situarse precisamente en su doble

    condicin de aprendices. Los estudiantes se encuentran con

    una cultura desconocida, tanto en lo que hace a las prcticas

    de escritura que nos interesa que desarrollen, como con

    respecto a los marcos conceptuales de las disciplinas que

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    18/20

    325

    cada ctedra universitaria quiere transmitir. Aunque sus

    escritos parezcan slo decir el conocimiento ajeno, ellos

    como aprendices quiz estn empezando a transformar el

    propio; hacen lo que Chanock (2001) plantea como

    imprescindible: cuando uno se halla en un terreno no

    familiar, la comprensin precede a la crtica. Los mismos

    investigadores que produjeron los modelos redaccionalesreferidos ms arriba afirman que la prosa basada en el autor

    y desconsiderada con el lector es la prosa de cualquier

    escritor que se enfrenta a un campo de conocimiento nuevo

    (Flower, 1989; Williams y Colomb, 1990). Y sealan que,

    aunque sus textos parezcan terminados, debemos tomarlos

    como borradores: montoncitos de informacin y de citas

    dbilmente amalgamadas alrededor de un tema demasiado

    amplio y desenfocado, las voces de los autores citados

    confundidas ambiguamente con la de quien escribe

    (Hjortshoj, 2001a) son producto de que en simultneo con

    la escritura estn reconstruyendo para s mismos el marcoconceptual de referencia sobre el que redactan. Estos textos

    estn destinados a hacer agua, si se concibe la tarea en un

    solo tiempo: pretender decir cmo es el territorio mientras

    se lo recorre (Chester, en Hjortshoj, 2001a). Los estudiantes

    necesitan un segundo tiempo, regulado externamente, para

    empezar a elaborar su texto cuando aparentemente han

    terminado. Otras investigaciones de estos mismos autores,

    menos difundidas entre nosotros, muestran cmo es preciso

    que los docentes repensemos los tiempos que damos al

    escribir, las herramientas que ofrecemos, la

    retroalimentacin que proveemos y las condiciones que

    creamos para favorecer la reescritura sustantiva de estosborradores (Flower, 1987 y 1989; Flower y Higgins, 1991).

    Estos estudios han dado origen a un sinnmero de

    experiencias en el entorno universitario angloparlante,

    muchas documentadas, algunas de las cuales han sido objeto

    de mi anlisis en otras publicaciones (Carlino, 2002, 2003

    a, 2003 b, 2004, aceptado a y aceptado b).

    Gnesis de este escrito

    No quisiera finalizar este trabajo sobre el proceso

    escritor sin haber mostrado la gestacin del artculo que loslectores tienen frente a s. El texto se elabor, en principio,

    como ponencia para un simposio. Cuando todava no haba

    nada escrito, los organizadores me pidieron definir el ttulo

    y les envi el de Gnesis de escritos acadmicos:

    monlogo o dilogo? (en ese momento consider que

    adoptara esa perspectiva de anlisis); la pgina en blanco

    empezaba a causarme alguna intranquilidad despus de un

    mes de lectura preparatoria. Luego me pidieron entregar elresumen y, comenzando a sentir mis entraas, redact uno

    sobre los aspectos sociales de los modelos de composicin,

    sobre la micrognesis de los escritos acadmicos y la

    macrognesis del sujeto productor de textos en la

    universidad. Antes, haba escrito y descartado y despus

    volv a pensar en incluir el anlisis de dos situaciones

    didcticas puestas a prueba con mis alumnos para hacer

    frente a las tendencias examinadas en esta comunicacin. A

    una semana del simposio, mis tripas estaban al descubierto.

    Mil prrafos electrnicos, una sbana de citas de autor para

    transcribir, archivos nombrados y renombrados comoCongreso xx 1, Congreso xx 2, Congreso xx 3; cientos

    de ideas trazadas en notas manuscritas al borde de una pila

    de textos ledos y reledos... pero an ningn eje claro para

    este trabajo. Nuevos esfuerzos frente a la computadora

    mientras mis vsceras seguan hacindose sentir: enseanza

    del proceso escritor en la enseanza de las ciencias sociales,

    responsabilidad institucional, el escribir en los

    estudiantes de posgrado. Eran esas otras ideas, que con

    dolor he tenido que descartar, y las que confo sern el

    germen de escritos futuros. Mis sucesivos cambios se

    debieron al propsito de recortar algo de lo aprendido en

    estos aos que resultara til a otros en vez de hablar detodo y de nada , al intento de ajustar la ponencia al tema del

    panel donde la presentara y de adecuar lo escrito al tiempo

    disponible, a la pretensin de no dormir al auditorio. De

    repente, dos das antes del congreso, este trabajo acadmico

    empez a dar seales de querer nacer a partir de una nueva

    configuracin del conjunto de tentativas. La jornada previa

    a la ponencia, di a leer a un par de buenos conocidos la

    primera versin completa del trabajo; ellos me devolvieron

    sus impresiones y, por la noche, reformul algunas partes

    segn sus comentarios. Intent, tambin a ltima hora,

    subsanar veladas lagunas y contradicciones de mi escrito y

    volv a pensar sobre un problema terico que no me vena

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    PAULACARLINO: EL PROCESO DE ESCRITURA ACADMICA: CUATRO DIFICULTADES DE LA ENSEANZA UNIVERSITARIA326

    cerrando desde que haba comenzado a recolectar ideas para

    este escrito. Ira a faltarme todava el tiempo necesario para

    alejarme del texto, para dejarlo decantar y para volver con

    ojos frescos a revisarlo, despus de una o dos semanas de

    distanciamiento. Esas semanas an no han transcurrido y

    quiero enviar un artculo a la RevistaEducere, que cierra la

    convocatoria en estos das; lo har pero tambin dejar enreserva este estado de mis ideas para reconsiderarlas una

    vez ms en alguna prxima ocasin.

    Diagnstico

    de una cultura acadmica

    Muchos diagnsticos de las dificultades de escritura

    de los universitarios se han venido realizando en mi pas

    desde hace casi dos dcadas. El presente texto agrega uno

    ms, terico, referido al proceso. Como muchos de esos

    otros diagnsticos, espero que ste sea til a los docentespara repensar sus propuestas de escritura y, a las instituciones

    para disear sus polticas. Espero tambin que, a diferencia

    de otros muchos estudios diagnsticos, no se interprete ste

    como una queja que responsabiliza a los alumnos por lo

    que nadie les ha enseado a hacer. Sabemos los docentes

    argentinos escribir con conciencia del lector, sacar provecho

    de la potencialidad epistmica de la escritura, revisar lo

    escrito sustantivamente y empezar a escribir sin dilacin?

    Sabemos cmo ensearlo a nuestros estudiantes? Sabennuestras universidades que sera bueno que lo supiramos

    y que ellas, como instituciones, pueden hacer algo al

    respecto? Intuyo que stos no son slo problemas de los

    estudiantes sino emergentes de nuestra cultura acadmica,

    universitaria y preuniversitaria, que ha tendido a usar la

    escritura slo en forma instrumental pero no a reflexionar

    sobre ella ni a darle un lugar para el aprendizaje y la

    produccin del conocimiento (Carlino, 2004 a). Por eso, a

    ltimo momento, decido cambiar el subttulo del presente

    trabajo: en vez de dificultades de los universitarios, pienso

    que ms lo representa dificultades de la enseanzauniversitaria.

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    Notas1Una versin previa de este trabajo fue presentada con el ttulo de Gnesis de escritos acadmicos como ponencia invitada en el panel Gnesis deescritura y crtica gentica, dentro del Simposio de Lectura y Escritura, en el Congreso Internacional Polticas Culturales e Integracin Regional,organizado por la Facultad de Filosofa y Letras y la Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de Buenos Aires, junto con la AsociacinArgentina de Semitica, el 30 y 31 de marzo, 1 y 2 de abril de 2004, en Buenos Aires, Argentina2En otros trabajos (Carlino, 2004 b y aceptado b) me he centrado en mostrar que una de las razones de esta escritura que no prev al lector es quelos estudiantes tienen escasos lectores, incluso ninguno que sea genuino, que lea sus escritos para aprender algo de ellos. La lectura que hacemoslos docentes de los textos producidos por los alumnos es una lectura muy particular; Atienza y Lpez (1996) se refieren a la paradoja de esta situa-cin, en la que el lector-evaluador lee violando la mxima habitual de la cooperacin.