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485 años de historia en el Archivo General Municipal de Puebla

Primera edición, 2017.

© Municipio de Puebla Juan de Palafox y Mendoza No. 14 Col. Centro, Puebla, Pue., CP 72000 Tel. (222) 309-4300

Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin autorización del editor.

Impreso y encuadernado en México / Printed and bound in Mexico

José Antonio Gali FayadGobernador Constitucional del Estado de Puebla

Luis Banck SerratoPresidente Municipal de Puebla

Mario Riestra PiñaSecretario del H. Ayuntamiento de Puebla

María de la Cruz Ríos YanesDirectora del Archivo General Municipal de Puebla

CoordinaciónMaría de la Cruz Ríos Yanes

María Aurelia Hernández Yahuitl

Investigación y redacciónMaría de la Cruz Ríos Yanes

María Aurelia Hernández YahuitlFelícitas Ocampo LópezArturo Córdova DuranaLeticia López Gonzaga

Rocío del Carmen Gómez HernándezDonato Ubaldo Hernández FloresDagoberto Baltazar Cruz Méndez

ColaboraciónRogelio Francisco López Castro

RevisiónMaría Aurelia Hernández Yahuitl

Felícitas Ocampo LópezArturo Córdova Durana

DigitalizaciónGerardo del Sagrado Corazón de Jesús

Carlos Cruz Estrada

Presentación José Antonio Gali Fayad 11

Pórtico Luis Banck Serrato 13

Preámbulo Mario Riestra Piña 15

Introducción María de la Cruz Ríos Yanes 19

4 Etapas Históricas que marcaron el rumbo de México,

desde Puebla

Fundación 29

Virreinato 35

Siglo XIX 41

Siglo XX y actualidad 47

8 Obras monumentales que forjaron la identidad

de la ciudad

Casa del Deán 61

Catedral de Puebla 73

Capilla del Rosario 83

Teatro Principal 91

Biblioteca Palafoxiana 101

Zona Histórica de Los Fuertes 111

Palacio Municipal 125

Museo Internacional del Barroco 135

5 Protagonistas que definieron nuestra historia

Reina Isabel de Portugal 145

Juan de Palafox y Mendoza 157

Esteban de Antuñano 167

General Ignacio Zaragoza Seguín 177

Aquiles Serdán 191

Contenido

Bibliografía

Fuentes de consulta

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Presentación

José Antonio Gali FayadGobernador Constitucional del Estado de Puebla

La capital de Puebla no sólo es una ciudad majestuosa, sino que también es una de las metrópolis más emblemáticas de la República Mexicana. Cuenta con cerca de tres mil monumentos históricos que la convierten en la ciudad que más patrimo-

nio cultural conserva en América Latina. Asimismo, ha acumulado una de las historias más ricas y ejemplares de México.

En los 485 años que lleva de existencia, Puebla ha marcado el rumbo de México en más de una ocasión. En tan prolongado tiempo ha tenido momentos luminosos que la han destacado desde su fundación, cuando la reina española, Isabel de Portugal, la intituló Ciudad de los Ángeles, y Carlos V le concedió el escudo de armas que hasta hoy la distingue.

La Puebla de los Ángeles llegó a ser la segunda en importancia de la Nueva España, gra-cias a su estratégica ubicación geográica y a la especial y constante protección real que gozó durante su etapa novohispana. Esto la llevó a ser uno de los bastiones principales de la Corona española, pues con sus vastos recursos económicos y productos agrícolas y pecuarios contribuyó al sostenimiento de los reinos de ultramar sujetos a España.

Durante el siglo xix, en los momentos más delicados y frágiles de la vida independien-te de México, la ciudad de Puebla fue la protagonista principal en la defensa heroica de la soberanía nacional. Dio ejemplo al mundo de valentía, dignidad y pundonor al enfrentar, en condiciones totalmente adversas, al entonces mejor ejército del mundo, venciendo al invasor francés en las faldas de los cerros de Loreto y Guadalupe, al man-do del joven general Ignacio Zaragoza, quien cubriera de gloria las armas nacionales.

Este ejemplo de audacia se repite al iniciar el siglo xx, en la casa número 4 de la antigua calle de Santa Clara, cuando Puebla es cuna del movimiento armado de la Revolución Mexicana, gracias al valiente ejemplo de la familia Serdán Alatriste. Con su entrega y sacriicio, los Serdán lograron el México moderno y democrático en que hoy vivimos.

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Fruto de este devenir histórico son los numerosos ejemplos de arquitectura civil y reli-giosa que la ciudad conserva. Algunos de estos se muestran en el presente libro conme-morativo del 485 aniversario de la fundación de la hoy Cuatro Veces Heroica Puebla de Zaragoza que, con gusto y orgullo, comentamos. Esta publicación atesora en sus páginas cuatro de los momentos históricos más trascendentes, ocho de los monumentos arquitectónicos más relevantes y cinco de los personajes más señalados de esta ciudad. Seguramente el lector habrá de aportar mayores datos y ejemplos a la historia de esta singular ciudad de la que forma parte y a la que engrandece con su actuar cotidiano. 2

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Pórtico

Luis Banck SerratoPresidente Municipal de Puebla

El 17 de abril de 2016 dieron inicio los festejos con motivo del 485 Aniversario de la Fundación de la Ciudad de los Ángeles. Durante el año se realizaron di-versas actividades para esta conmemoración: exposiciones, talleres, conferencias

magistrales, proyectos editoriales, así como eventos artísticos y culturales a lo largo y ancho de la ciudad.

Este libro representa el digno cierre de las celebraciones, a través de las cuales se pusie-ron de relieve cuatro etapas históricas, ocho obras arquitectónicas destacadas y cinco personajes que supieron dejar su huella en la historia de la ciudad, mismos de los que existen pruebas documentales en el Archivo General Municipal de Puebla, Memoria del Mundo de la unesco.

En tal contexto, las cuatro etapas históricas del 485 son: la Fundación, proceso cuida-dosamente planeado por la corona española y celosamente ejecutado por la Segunda Real Audiencia; el Virreinato, época en que Puebla destacó por la riqueza y variedad de sus productos; el siglo xix que forjó el carácter de la ciudad por sus reveses y también se distinguió por sus signiicativos triunfos para el destino de México; y la etapa marcada por el inicio de la Revolución Mexicana, primera del siglo xx, que se extiende hasta nuestro días.

Testigos indiscutibles de estas etapas históricas son los ocho monumentos representa-tivos de los siglos xvi al xxi, que los poblanos mostramos orgullosos al mundo, y que además forman parte de la arquitectura que la unesco reconoce como Patrimonio Mundial: Palacio Municipal, Catedral, Casa del Deán, Biblioteca Palafoxiana, Capilla del Rosario, Teatro Principal, Zona Histórica de los Fuertes y Museo Internacional del Barroco.

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En la fábrica de estas épocas y monumentos participaron de manera destacada cinco personalidades trascendentes, entre muchas otras más: la reina Isabel de Portugal, por su aporte a la integración de la ciudad; el obispo reformador y Beato Juan de Palafox y Mendoza, por su aporte en favor de la cultura; Esteban de Antuñano, artíice de la industria y su modernización; el general Ignacio Zaragoza, símbolo de heroísmo; y Aquiles Serdán, distintivo y promotor de la democracia en México.

En nombre del H. Ayuntamiento de Puebla, deseo sinceramente que el libro 485 años de historia en el Archivo General Municipal de Puebla sea un aliciente para que el lector sienta el orgullo y la pertenencia que le permita dar el siguiente paso hacia el engrande-cimiento de la hoy Cuatro Veces Heroica Puebla de Zaragoza.2

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Preámbulo

Mario Riestra PiñaSecretario del H. Ayuntamiento de Puebla

Una vez más, el Archivo General Municipal de Puebla, declarado recientemente Memoria del Mundo de América Latina y Caribe, sorprende con la selección documental que forma parte de su riquísimo acervo histórico y que es prueba

irrefutable de la grandeza de Puebla en el discurrir de los casi cinco siglos que lleva de existencia. El material de referencia nutre las páginas del interesante libro: 485 años de historia en el Archivo General Municipal de Puebla.

Es a través de la lectura atenta de esta publicación que es posible conocer, gráica y documentalmente, detalles históricos inéditos de nuestra hermosa ciudad capital. Es el caso de la cédula real emitida el 20 de julio de 1538 por la reina Isabel de Portugal, mismo día en que le fue concedido el escudo de armas, para que se visitaran los me-sones establecidos en su jurisdicción territorial, con el in de ijar en ellos los aranceles autorizados para su funcionamiento.

Un par de ejemplos más hacen referencia, primero, a la descripción del protocolo de recibimiento que en 1640 se siguió cuando el obispo don Juan de Palafox y Mendoza arribó a la entonces Muy Noble y Muy Leal Ciudad de los Ángeles. Después, se mues-tra el obedecimiento que el cabildo angelopolitano hizo a la provisión real emitida en 1700 por Carlos II, ordenando pedir limosnas para impulsar la beatiicación del in-signe obispo Palafox, causa que no prosperó en ese momento, pues, como se sabe, fue hasta el año 2010 cuando se le declaró beato.

Es interesante conocer también cómo fueron los festejos que la ciudad organizó para celebrar la consagración de la Catedral en 1649, y de la capilla del Rosario, cincuenta años después. Lo mismo pasa con el programa de zarzuela que en 1902 se llevó a cabo en el Teatro Principal para conmemorar la batalla del 5 de Mayo de 1862, o con el plano y la escritura de concesión que en el mismo año el Ayuntamiento otorgó al doc-tor Ernesto Espinosa Bravo para colocar un techo de cristales en el callejón del Teatro Guerrero, hoy conocido como Pasaje del Ayuntamiento.

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En tiempos más cercanos a los nuestros, se muestra cómo fue el cambio de algunos lugares emblemáticos para los poblanos, tal es el caso la avenida la Paz, hoy avenida Juárez. Asimismo, se incluye cómo fue el rescate y la restauración, en la misma década de los xx, de la zona de los fuertes de Loreto y Guadalupe, lugares históricos donde se libró la gloriosa batalla del 5 de Mayo de 1862. Estos y otros documentos históricos se pueden apreciar en este libro que, seguramente, pasará a ser un clásico de la historio-grafía poblana. 2

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Introducción

María de la Cruz Ríos YanesDirectora del Archivo General Municipal de Puebla

La ciudad de Puebla celebra 485 años de existencia, periodo en el que ha construi-do una rica historia y ha legado a la actual y a las futuras generaciones una gran herencia cultural. Este legado se ha documentado ampliamente, por fortuna, en

el vasto acervo del Archivo General Municipal de Puebla, el cual ha sido nominado como Memoria del Mundo de América Latina y Caribe por la unesco. Por tal razón, para la administración municipal es un deber y un orgullo dar a conocer parte de dicho acervo en la publicación del presente libro intitulado 485 años de historia en el Archivo General Municipal de Puebla.

Se han escogido de manera emblemática cuatro etapas de la historia de Puebla. En estas se ha dejado ver la importancia y grandeza de la metrópoli. Las etapas abarcan desde su génesis como ciudad hasta su contribución actual, pasando por el esplendor vivido en la época novohispana y el heroísmo demostrado en el siglo deinitorio de la nacionalidad mexicana.

Así, se muestra documentalmente cómo La Fundación de la antigua Ciudad de los Ángeles fue posible gracias al plan maestro de la Corona española, instrumentado a través de la Segunda Real Audiencia, que encomendó a su oidor, Juan de Salmerón, el proveer lo necesario para el establecimiento de esta nueva “Puebla”. Esto hizo posible que, durante El Virreinato, la ciudad fuera la segunda en importancia de la Nueva España. Lo anterior se demuestra con el documento que consigna el lujo y la fastuo-sidad con que se recibía a los virreyes en su paso a la Ciudad de México, ocasiones en que nuestra ciudad no escatimaba gastos para demostrar su importancia y idelidad a los soberanos españoles, refrendando así su título de Muy Noble y Muy Leal.

Durante El siglo xix, tercera etapa histórica, la ciudad de Puebla estuvo en la mira del mundo por el papel que jugó en la defensa de la independencia de México frente al invasor francés y la sublime defensa de la ciudad durante el sitio de 1863. En la última

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etapa que se aborda; El siglo xx, la ciudad entra, una vez culminada la Revolución Mexicana, en una acelera-da modernidad que conlleva al crecimiento desmedido de su población y a inversiones industriales cuantiosas. Estas situaciones conllevan a su expansión territorial y al rescate del Centro Cívico de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, como se muestra en los documentos seleccio-nados en la presente edición.

De manera icónica, se dan a conocer también ocho mo-numentos representativos de la ciudad; mudos testigos del esplendor de una urbe cambiante y dinámica. En-tre estos monumentos y ediicios están el Palacio del Ayuntamiento, sede del poder civil y lugar donde las autoridades municipales han gobernado desde hace casi cinco centurias; la Catedral de Puebla, asiento del ex-tenso obispado Tlaxcalensis, uno de los más ricos en re-caudación diezmal de América; la Casa del Deán, cuya decoración renacentista, con representaciones iconográ-icas de sibilas y carros triunfantes, la convierten en una de las más emblemáticas de México; la Biblioteca Pala-foxiana, declarada también como Memoria del Mundo por el valioso tesoro bibliográico que resguarda en su bella estantería de inas maderas; la Capilla del Ro-sario, verdadera “casa de oro” mariana, dada a conocer desde su consagración, en abril de 1690, como “Octava maravilla del Nuevo Mundo”; el Teatro Principal, el más antiguo de América, activo desde 1760 y escenario de representaciones teatrales y musicales de los mejores compositores del mundo; la Zona Histórica de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, altar patrio donde se venció al poderoso ejército francés en la célebre y glo-riosa batalla del 5 del Mayo de 1862; y el actual Museo Internacional del Barroco, donde se recrean las más diversas manifestaciones de este singular estilo artístico que marcó de manera indeleble a la Puebla de los Ángeles.

Además, se presentan cinco personajes que han sido protagonistas en la historia de Puebla. El primero de ellos es la reina Isabel de Portugal, que hizo posible el “sueño de fray Julián Garcés” de una ciudad trazada

El industrial Esteban de Antuñano, tras superar descalabros y adversidades, mecanizó los telares de su fábrica La Constancia Mexicana, que montó al poniente de la ciudad, en lo que fuera el antiguo molino de Santo Domingo. De este modo, inició la producción masiva de telas.

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por los propios ángeles, al asegurar su subsistencia con privilegios especiales: título, escudo de armas, exención de impuestos, mercedes de solares, huertas y tierras, des-viación del camino real de Veracruz a México, etcétera. En el presente libro se muestran tan sólo tres de estos documentos primigenios.

El segundo personaje clave en la historia de Puebla es el obispo Juan de Palafox y Mendoza, hoy declarado beato por la Iglesia universal, pero que en sus tiempos, durante el siglo xvii, sería un personaje controversial que, como funcionario real y dignidad eclesiástica, reformaría costumbres e instituciones y dotaría a la ciudad de una suntuosa catedral y de un clero secular docto y conocedor de las distintas lenguas habladas en su extensa diócesis. También haría posible el predominio de la Iglesia secular sobre la regular, lo que le costó el exilio debido a la ani-madversión provocada en los religiosos de la Compañía de Jesús y en poderosos funcionarios de la Corona espa-ñola a los que sojuzgó. Fue esta dinámica dignidad ecle-siástica la que le daría un impulso inusitado a la ciudad que llamaba reiteradamente Puebla de los Ángeles.

Luego, en la etapa independiente de México y en mo-mentos en los que el país se encontraba políticamente polarizado y económicamente arruinado, surgiría en la Puebla conservadora y liberal, centralista y federal, un personaje que, a través de los estímulos del recién creado Banco de Avío, intentó reactivar la economía nacional y modernizó la industria textil mexicana en suelo poblano, el industrial Esteban de Antuñano. Este personaje, tras superar descalabros y adversidades, mecanizó los te-lares de su fábrica La Constancia Mexicana, que montó al poniente de la ciudad, en lo que fuera el antiguo mo-lino de Santo Domingo. De este modo, inició la produc-ción masiva de telas.

En el mismo siglo xix, en momentos en que las postu-ras políticas de los habitantes de México se encontraban polarizadas y la nación se encontraba desgastada por dé-cadas de luchas estériles y sangrientas, surgió la igura señera del general Ignacio Zaragoza Seguín, para

El inicio del siglo xx estuvo marcado por la actuación de otro poblano más, el prócer Aquiles Serdán Alatriste y sus hermanos Carmen, Natalia y Máximo, quienes desde su casa de la antigua calle Portería de Santa Clara, empezaron el 18 de noviembre de 1918 el movimiento armado de la Revolución Mexicana.

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hacer posible el proyecto de nación del presidente Benito Juárez y defender la soberanía nacional y el suelo patrio ante el invasor francés. Zaragoza hizo posible la gloriosa victoria del endeble Ejército de Oriente sobre el enton-ces mejor ejército del mundo. Este triunfo tan sonado le valió a la ciudad de Puebla el sobrenombre de Zaragoza, dejando de lado el título que recordaba su idelidad a Es-paña, y refrendando su deinitorio papel en el destino de México, el que selló con la sangre de miles de mexicanos durante los años que duró la Intervención francesa.

El inicio del siglo xx estuvo marcado por la actuación de otro poblano más, el prócer Aquiles Serdán Alatriste y sus hermanos Carmen, Natalia y Máximo, quienes desde su casa, en la antigua calle Portería de Santa Clara, el 18 de noviembre de 1918, comenzaron el movimiento arma-do de la Revolución Mexicana, adelantándose dos días al levantamiento armado nacional convocado por don Fran-cisco I. Madero bajo el principio de no reelección. Con este movimiento se buscaba cambiar el statu quo impuesto durante tres décadas por el régimen de Poririo Díaz, quien había logrado paciicar y modernizar al país.

Es de esta manera que el Archivo General Municipal de Puebla, Memoria del Mundo de América Latina y Caribe, celebra los 485 años de trayectoria luminosa de la ciudad planeada para tener éxito en todos los sentidos, lo cual ha cumplido con creces en tan dilatado tiempo. Durante su etapa novohispana fue el principal sostén económico de la armada española para la defensa naval de sus dominios de ultramar y el más activo centro comercial, artesanal e industrial en la América española.

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Luego, en el siglo xix, se convirtió en el escenario prin-cipal de la nacionalidad mexicana, y durante la siguien-te centuria y en la actualidad, se ha consolidado como el principal polo de desarrollo económico del sureste, y el segundo centro educativo y cultural del país.

Es a través del análisis de la presente selección docu-mental que el lector podrá comprobar la trascendencia de las cuatro etapas históricas mencionadas, la relevan-cia emblemática de los ocho monumentos representa-tivos de la ciudad mostrados y la importancia de los cinco personajes que con su actuar sobresaliente inci-dieron en la historia de Puebla y modelaron la ciudad que hoy conocemos.

Así, con este libro nos sumamos a los festejos prepa-rados por la actual administración municipal que, or-gullosamente, celebra la trayectoria sobresaliente de la ciudad que nació siendo de los Ángeles y que hoy es la Cuatro Veces Heroica Puebla de Zaragoza. Su rica y vasta Memoria Histórica se preserva en nuestra ins-titución a través de su patrimonio documental, para el conocimiento y disfrute de la actual y de futuras generaciones de poblanos. Ello conlleva la obligación de seguir engrandeciendo a esta, nuestra monumental ciudad. 2

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ETAPAS HISTÓRICAS

que marcaron el rumbo de México, desde Puebla

FUNDACIÓN

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Fundación

Comisión de la Real Audiencia al oidor don Juan de Salmerón, donde se le instruye lo que debe proveer y ordenar en la visita a la Ciudad de

los Ángeles (Puebla) y provincias a ella comarcanas, relacionadas con el establecimiento español. 18 de noviembre de 1532.

agmp. Suplementos de Cabildo, vol. 1, f. 4 fte.-5 fte. [f.n 4 fte.-5 fte.].

INSTRUCCIONES AL OIDOR JUAN DE SALMERÓN PARA EL ESTABLECIMIENTO DE LA NUEVA PUEBLA

La originaria Ciudad de Los Ángeles (Puebla), fundada un 16 de abril de 1531 en el valle conocido como Cuetlaxcoapan (lugar donde las víboras cambian de piel), se estableció de acuerdo con un proyecto colonizador de la Corona española, un

ensayo de república, experimento social para hacer una puebla donde se asentaran los españoles que no tenían tierras y que fuese además un punto estratégico en el camino entre el puerto de Veracruz y la Ciudad de México.

El documento que presentamos es de los primeros testimonios acerca de la planeación por parte de las autoridades españolas para el asentamiento colonizador. Emitido en México el 18 de noviembre de 1532, por funcionarios de la Real Audiencia, contiene diversas instrucciones dirigidas a su oidor, el licenciado Juan de Salmerón, quien tuvo bajo su responsabilidad el proyecto fundacional de la nueva puebla, la cual para este momento ya había recibido por parte de la reina Isabel (marzo de 1532) el nombra-miento de Ciudad de Los Ángeles, y es con esta categoría como se le denomina en todo el documento.

La Real Audiencia comisiona al oidor Salmerón visitar la Ciudad de Los Ángeles y provincias aledañas, como son Huejotzingo y Cholula, con un cargamento de instruc-ciones por cumplir. Dentro de las cuales destaca “la de platicar” con los guardianes de Tlaxcala y Cholula, y otros religiosos, sobre el “asiento y sitio que ha de tener la dicha ciudad, y donde se acordare ser más conveniente se trace y repartan solares, dejando lugares convenientes para los ediicios públicos”.


De igual forma, es la importante recomendación relativa al cuidado que se debía tener en las construcciones, así como de los naturales que participaban en ellas.

Sin duda, este documento es un tes-timonio indiscutible de la indispen-sable fuerza de trabajo que aportaron las poblaciones nativas para la nacien-te Puebla, en las obras tanto públicas como particulares. Así quedó el regis-tro de la necesidad de “la ayuda de los naturales de las ciudades de Tlaxcala y Cholula, para las ediicaciones”, a los cuales, por el trabajo aportado se les hizo el descuento en los tributos que daban al Rey.

Vemos así que al oidor don Juan de Sal-merón se le otorgaron diversas atribu-ciones para “proveer en la dicha ciudad y provincias a ella comarcanas”, lo que considerase conveniente para la buena gobernación de dichas tierras, con la indicación precisa de que hiciese rela-ción de todo a la Real Audiencia. 2

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VIRREINATO

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Virreinato

Protocolo del recibimiento del virrey conde de Moctezuma a la Ciudad de Los Ángeles. 19 de octubre de 1696.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 34, f. 268 vta.-283 fte. [f. n. 272 vta.-287 fte.].

RECIBIMIENTO DEL VIRREY CONDE DE MOCTEZUMA A LA CIUDAD DE LOS ÁNGELES

Durante el periodo Virreinal, una de las principales instituciones que se encar-gó de administrar y tomar decisiones sobre aspectos temporales, espirituales, económicos y políticos de la Ciudad de Los Ángeles, fue el Ayuntamiento.

Las decisiones eran tomadas por el cabildo poblano, integrado en un principio por un Alcalde ordinario y tres regidores, que al trascurrir de los años iría aumentando su número de integrantes. Asimismo, la ciudad fue creciendo en población e importancia hasta lograr el título de Muy Noble y Muy Leal ciudad.

La importancia de la ciudad de Puebla era tal que en ocasiones se disputaba con la Ciu-dad de México la supremacía de ciertos actos civiles o religiosos, pues los cabildantes poblanos, quienes gozaban de cierto poder económico, celebraban con gran opulencia y entusiasmo dichas festividades, ya que a través de ellas obtenían poder y prestigio.

Entre las iestas más importantes, tanto en pompa como en gastos, en las que la ciudad se engalanaba, estaban la jura de monarcas, nacimientos de herederos al trono y el re-cibimiento de virreyes; esta última era la más fastuosa que la ciudad realizaba. Tal es el caso del Protocolo de recibimiento del virrey conde de Moctezuma a la Ciudad de los Ángeles. La comitiva que acompañó al conde de Moctezuma fue extensa:

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… Su esposa, Un hijo y cuatro señoritas [,] el señor conde de San Román, su sobrino, veinte damas, diez dueños, una ama, treinta pajes […] mayordomos […] médico su mujer y una hija […] y dos casados y una ama ochenta pajes españo-les, doce reposteros, diez y seis cesoneros y ávidos de cocina, doce guarda ropas, bordadores cuatro, seis sastres, un ciruja-no, cuatro silleros de mano y pajes veinte y cinco…

Todo este enorme séquito se hospedó en el palacio de esta ciudad. La recep-ción ofrecida fue muy fastuosa; se organizaron toros, juegos de caña y sorti-ja, fuegos artiiciales, máscaras y bailes. Además, durante los 36 días que se hospedaron en la ciudad, consumieron una gran cantidad de comida, entre otras cosas: chocolate, azúcar, canela, dulces de las monjas, colaciones, pan, carneros, terneras, cabritos, venados, lechoncitos, gallinas, especias, pesca-do, vino, fruta de horno y pescados. También entre los utensilios que se ocuparon estaban: ropa para las mesas, tazas, paños, vajillas, etcétera. Esta es una de las iestas más ostentosas que realizó el Ayuntamiento poblano, y que dio como resultado el notable incremento de sus deudas.2

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SIGLO XIX

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Siglo XIX

Decreto en el cual se declara Benemérito del Estado en grado heroico al general Porfirio Díaz y se manda colocar su retrato en el salón de Sesiones del Congreso, con la inscripción: “Combatió y venció al imperio: salvó a la República; y sobrepujando en pericia y valor al soldado francés, tomó por

asalto la Plaza de Zaragoza el 2 de abril de 1867”.

agmp. Leyes y Decretos, vol. 28, f. 26 fte.

DECLARACIÓN COMO BENEMÉRITO DEL ESTADO EN GRADO HEROICO AL GENERAL PORFIRIO DÍAZ

El siglo xix vendría a templar el carácter de los poblanos y a refrendar la estratégi-ca ubicación geográica de la ciudad de Puebla y su papel deinidor del destino de México, pues al empezar la centuria viviría momentos de angustia. Cuando

en septiembre de 1810 inicia el movimiento armado de la Independencia de México, Puebla, realista a ultranza, decide fortiicar la ciudad con fosos y parapetos alrededor de la traza urbana, y habilita las iglesias de Loreto y Guadalupe como fuertes militares para rechazar a los insurgentes. Mientras tanto, los diputados de Puebla a las cortes de Cádiz desempeñarían un papel trascendente en defensa de la monarquía española. Una década después, la ciudad se volvería insurgente al secundar el Plan de Iguala de Agustín de Iturbide, ayudando a consumar la Independencia de México, la que se juró por primera vez en suelo poblano el 5 de agosto de 1821.

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Sin embargo, sería la Intervención francesa la que refrendaría el papel de la ciudad de Puebla como baluarte de la Ciudad de México, como se planeó desde su fundación en 1531, hace 485 años, al derrotar al entonces mejor ejército del mundo durante la batalla del 5 de Mayo de 1862.

Pocos años más tarde, sería otro poblano, el canónigo Francisco Pablo Vázquez, más tarde electo obispo de Puebla, quien lo-graría de la Santa Sede el reconocimiento de México como país independiente. Ven-drían después décadas difíciles en las que la ciudad de Puebla sería sitiada militar-mente en nueve ocasiones por ser sus po-bladores, en forma alternativa, federalistas o centralistas, conservadores o liberales. Hubo un año en que la ciudad fue bom-bardeada tres veces. Sin embargo, sería la Intervención francesa la que refrendaría el papel de la ciudad de Puebla como ba-luarte de la Ciudad de México, como se planeó desde su fundación en 1531, hace 485 años, al derrotar al entonces mejor ejército del mundo durante la batalla del 5 de Mayo de 1862. Luego, tras el efímero imperio de Maximiliano de Habsburgo, Puebla sería la protagonista principal en la recuperación de la República, cuando Poririo Díaz toma la ciudad por asalto la madrugada del 2 de abril de 1867, hecho de armas que fue celebrado en años poste-riores y que le valió ser declarado Beneméri-to del Estado en grado heroico, el 27 de abril del mis mo año, como lo muestra el decreto que en esta ocasión se da a conocer. Ya en las últimas décadas decimonónicas, la ciudad sería reconstruida y recuperaría su imagen urbana señera y majestuosa, con la que recibiría el siglo xx.2

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SIGLO XX Y ACTUALIDAD

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Siglo XX y actualidad

Aviso que prohíbe estacionar carretas de alquiler sobre la avenida Juárez. 31 de mayo de 1919.

agmp. Disposiciones Municipales, volumen 22, f. 54.

AVENIDA JUÁREZ

La avenida Juárez es actualmente considerada una de las arterias más importantes en la ciudad de Puebla. Su creación data del siglo xvii, como lo muestra el si-guiente testimonio: “En 1614 se designa como Calle que va de Analco a Cente-

pec”. Centepec era el nombre azteca del cerro que hoy se llama de San Juan, y signiica, según la interpretación corriente, “cerro único”.1 Posteriormente, durante el siglo xix este camino se cierra debido a que es ocupado para camposanto por los propietarios de los terrenos que abarcan esta primera cuadra, la cual inicia en la calzada de los Aztecas (hoy 13 Sur), y parte del Paseo Bravo al cerro de San Juan; se reabre en 1903 cuando era conocida como calle Ancha.

A partir de 1904 se conforma una comisión por parte del Ayuntamiento, encargada de celebrar contratos para la compra de terrenos para la apertura de dicha avenida, como lo hizo con el licenciado don Juan Pedro Nocoechea relativo a la venta de una faja de terreno de la huerta “Camposanto de San Javier” de esta ciudad, entre otros.

Así, esta avenida tuvo varios nombres durante los primeros años del siglo xx, antes de ser denominada como avenida de la Paz; según algunos planos desde 1911, y también de acuerdo con la nomenclatura de 1917, se ha llamado: avenida del Vencedor, calzada del Cerro de San Juan, calzada de la Paz, calzada Poririo Díaz, avenida de La Libertad y avenida Vicente Guerrero.

1 ❘ Leicht, Hugo. Las calles de Puebla. JMMCMMP (Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material del Municipio de Puebla) Puebla, 1986, pp. 309-310.

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El trazado de esta avenida fue lo que determinó el creci-miento de la ciudad hacia el poniente, al comunicar la traza antigua, hoy centro histórico, con el fraccionamiento La Paz, el cual fue autorizado por el Ayuntamiento en 1947. Este fue el primero y más importante de su tiempo.

El Ayuntamiento de Puebla, en una sesión de cabildo ce-lebrada el 18 de marzo de1959, acordó:“… se da el nom-bre de Avenida Juárez, al tramo de la Avenida 7 Poniente, comprendido desde la 13 Sur hasta la Fuente de la colonia ‘La Paz’, en la Avenida Teziutlán, tramo que actualmente es conocido como la Avenida de ‘La Paz’”.2

2 ❘ agmp. Actas de Cabildo, vol. 226, f.171fte.

tPlano sobre la apertura de una calle que partiendo del Paseo Bravo llegue al cerro de San Juan, solicitado por el señor Benjamín del Callejo. 1903.

agmp. Expedientes, volumen 506, foja 142 fte. [f. n.143 fte.].

pVista del monumento a don Benito Juárez ubicado en la avenida Juárez y 25 sur. agmp. Material gráico, imagen número 208, Administración municipal 1966-1969.

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tPerspectiva de la avenida Juárez entre las calles 13 y 15 sur.

agmp. Material gráico, imagen número 209, Administración municipal 1966-1969.

uVista de la avenida Juárez, al fondo se aprecia el monumento a la Independencia.


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uImagen del monumento a los fundadores de la ciudad ubicado en la avenida Juárez y 15 Sur.

agmp. Material gráico, imagen número 729. Administración municipal 1972-1975.

En la década de los setenta, en la ave-nida Juárez empezaron a establecerse distintos giros comerciales en ambos lados de sus aceras, con lo que surge lo que se conocería como zona Esme-ralda. Sus restaurantes, cines, teatros, cafés, bares y antros, pasan a ser luga-res de encuentro de la sociedad pobla-na. También el camellón central de la avenida Juárez se convirtió pronto en espacio conmemorativo de hechos his-tóricos, al iniciar su lado más próximo a la ciudad con la fuente dedicada a re-cordar el Descubrimiento de América y la fundación de Puebla, donada por la colonia española, y terminar su re-corrido con la fuente conocida como de los Frailes. En sus rotondas inter-medias alberga el monumento a la Independencia y el dedicado al presi-dente Benito Juárez, todo lo que hace de la avenida Juárez uno de los lugares más emblemáticos de Puebla.2

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OBRAS MONUMENTALES

que forjaron la identidad de la ciudad

CASA DEL DEÁN

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Casa del Deán

Escritura de censo que otorgó don Tomás de la Plaza, deán de la Santa Iglesia Catedral de la ciudad, por la cantidad de dos mil pesos, impuestos

sobre las casas principales ubicadas en esquina, en la calle que va de la calle Principal a la ermita de Nuestra Señora de los Remedios.

20 de diciembre de 1584.

AGMP. Censos de propiedad, vol. 1, foja 76 vta. [f. n. 75 vta.].

CENSO IMPUESTO SOBRE LA CASA DEL DEÁN

Del patrimonio documental que custodia el Archivo General Municipal de Pue-bla, destaca un encuadernado con escrituras de censos que datan de los años 1584 a 1587, mismas que conforman el volumen único de la serie censos de

propiedad. Este contiene los registros de los censos que reconocieron personas e insti-tuciones civiles y religiosas, impuestos sobre alguna propiedad o bienes que dejaban en gravamen. De notable importancia es el que se tomó como base para la presentación de los registros de las calles donde estaban las propiedades, variable que permite conocer la nomenclatura utilizada, a escasos 50 años de la fundación de Puebla.3

El documento que se menciona fue seleccionado porque tiene el registro con fecha del 20 de diciembre de 1584, donde don Tomás de la Plaza, presentado como deán de la Catedral de la ciudad y obispado de Tlaxcala, otorgó una escritura de censo en favor de fray Juan Carrasco, de la Orden de Santo Domingo, vicario del colegio de San Luis, y del padre fray Gregorio de Ricalde, vicario del convento de la Orden de Santo Do-mingo, del pueblo de Tamazulapa (en la mixteca alta), por la cantidad de dos mil pesos de principal, impuestos sobre unas casas, descritas en la escritura de la siguiente forma:

3 ❘ Como bien lo hizo notar el erudito Hugo Leicht, en su célebre obra Las calles de Puebla.

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… unas casas altas principales que tiene en esta ciudad en esquina en la ca-lle que va de la plaza pública [actual avenida 16 de Septiembre] a la ermita de Nuestra Señora de los Remedios [posteriormente templo del Carmen], e lindan por la una parte casas de Catalina Hernández Endino, viuda, mujer que fue de Juan Ochoa de Lexalde, difunto, e por la otra parte calle en medio con casas de Pedro de Santacruz Polanco e por las espaldas casas del canónigo Antonio de Vera…

Se trata de la referencia más antigua encontrada en el Archivo Municipal de Puebla so-bre la ediicación conocida al paso de los años como la Casa del Deán, que se construyó alrededor de 1580 por el citado don Tomás de la Plaza, misma que —como se muestra en el documento— cuatro años después ya tenía sobre sí un gravamen por la cantidad de dos mil pesos. Pero la deuda duró poco tiempo, porque para el 3 de noviembre de 1586 el padre Juan Carrasco canceló la escritura de censo ante Marcos Rodríguez, escribano público y de cabildo, como se puede leer en la cancelación registrada al margen. 2

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Mandamiento del virrey de la Nueva España don Luis de Velasco, donde se establece la traza y límites para la venta de vino en tabernas. Dentro de esta traza se menciona como referencia la casa del deán don Tomás de la

Plaza. 24 de diciembre 1593.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 12, f. 262 vta.-263 fte. [f.n. 264 vta.-265 fte.].

CASA DEL DEÁN EN LA TRAZA PARA LA VENTA DE VINO

En el cabildo del 24 de diciembre de 1593, la ciudad recibió un mandamiento de don Luis de Velasco, quien fuera el 8.º virrey de la Nueva España (1590-1595), emitido en la Ciudad de México el 16 de diciembre de 1593, donde expone que al recibir noticias de que en la Ciudad de Los Ángeles (Puebla) existía gran desorden en la venta del vino y que sin limitación alguna se vendía en los arrabales y casas apartadas, lo que represen-taba grandes inconvenientes a su buen gobierno, para prevenir y remediar esta situación, mandaba que hicieran la traza y límite para el establecimiento de tabernas donde se permitiese la venta de vino.

En obediencia a este mandamiento, los regidores poblanos señalaron la traza para la venta de vino en la ciudad, dentro de la cual se menciona como referencia la Casa del Deán don Tomás de la Plaza, como se observa a continuación:

… volviendo a la calle de abajo hasta la esquina del convento de San Agustín [avenida 3 Poniente y calle 5 Sur] hacia las casas del obispo y la esquina del cura Arias, hasta las casas del deán don Tomás de la Plaza [calle 16 de Septiembre y 7 Poniente], bajando la calle hasta las casas de Alonso Gómez, de donde comenzó.

La casa citada se encuentra dentro del perímetro del centro histórico de la ciudad de Puebla (reconocido como Patrimonio Mundial por la unesco en 1987), y está incluida en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos de Puebla,4 por consi-derarse una joya arquitectónica del siglo xvi, de estilo renacentista, construida con cantera gris del cerro de Loreto. En su fachada porta el escudo de armas de don Tomás de la Plaza, donde aún se puede observar la inscripción: Placa decanus, que signiica deán de la Plaza.

4 ❘ Con número de clave 211140011207, Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, Conaculta-inah, 2005.

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De su destrucción parcial se conservan las habitaciones de la planta alta, que cuentan con pinturas al fresco inspiradas en el tema de “Las Sibilas” y en la recreación del poema

“Los Triunfos” de Francesco Petrarca. Esta decoración con pinturas murales, común en la arquitectura religiosa de la época, no lo fue en ediicaciones civiles, lo que constituye uno de los escasos ejemplos sobrevivientes en Hispanoamérica.

Actualmente es un museo a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia.2

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Plano de la división de la ciudad de Puebla en cuatro cuarteles mayores.

Técnica: grabado en color y tinta; medidas: 27.9 x 28.4 cm. Inserto en el impreso que mandó publicar don Manuel de Flon, conde de la Cadena, gobernador político

e intendente de la ciudad.1796.

agmp. Fondo antiguo de la Biblioteca del Archivo Histórico Municipal, página 26.

PLANO DE LA DIVISIÓN DE PUEBLA EN CUARTELES. UBICACIÓN DE LA CALLE DEL DEÁN

El plano que presentamos forma parte de la publicación que lleva por título Ordenanzas para el nuevo establecimiento de alcaldes de quartel de la ciudad de la Puebla de los Ángeles de N[ueva] E[spaña], impreso en la oicina de don Pedro de la Rosa, en 1796.5 En la parte superior se observa el escudo de la ciudad de Puebla y en la inferior, el escudo del conde de la Cadena; personaje que lo mandó elaborar, en acatamiento a la Superior Orden dada en 18 de octubre de 1794 por don Miguel de Grúa Talamanca, marqués de Branciforte, virrey de la Nueva España, donde le expuso que:

La división de las ciudades populosas en quarteles o barrios, es punto tan caliicado en el gobierno político y en las leyes, como necesario al orden y buena administración de justicia [...] Al mismo tiempo, se logra con dicho método el puntual cumplimiento de las leyes, que mandan que todos los jueces ronden [...] he resuelto desde luego, que se divida esta ciudad en quatro quarteles mayores y cada uno de estos, en otros tantos…

Es así que don Manuel de Flon, en su carácter de intendente de la ciudad, procedió a ejecutar esta orden con la división de la ciudad en cuatro cuarteles mayores, compues-tos a su vez de 16 menores, tomando por punto céntrico la esquina del convento de Santa Catalina.

El tema de nuestro interés es la denominada Casa del Deán, una de las construcciones más antiguas de la ciudad, concluida en 1580, como se observa en su portada; conoci-da como tal por su propietario, don Tomás de la Plaza, quien fuera deán6 o decano de la Catedral de Puebla hasta el año 1589, cuando murió y fue sepultado al pie del altar mayor catedralicio.

5 ❘ Desafortunadamente el plano del volumen que resguarda el Archivo General Municipal está incompleto, se conoce com-pleto por otros ejemplares, porque cabe la mención de que el conde de la Cadena mandó imprimir 200, de los cuales, 25 se entregaron al virrey y los demás a los jueces de los cuarteles mayores. 6 ❘ Importante cargo al ser el que preside el cabildo catedralicio y quien sigue en autoridad eclesiástica al obispo.

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Con este interés, el plano de la división de cuarteles mandado hacer por el intenden-te Flon, sirve de base para ubicar la calle de la casa mencionada, que es un excelen-te ejemplo de obra civil del siglo xvi y que hoy en día forma parte del patrimonio ediicado de nuestra ciudad.

Interesante es el hecho de que para ina-les del siglo xviii, todavía se recuerda al dueño original de la casa, como se observa en la explicación del plano donde, con el número 17, se identiica como calle del señor Deán. 2

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CATEDRAL DE PUEBLA

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Catedral de Puebla

Acuerdo de cabildo relativo al sorteo de participantes para el juego de cañas que se llevó cabo en la plaza pública, con motivo de la festividad que

la Ciudad de Los Ángeles realizó como parte de la ceremonia solemne de consagración de la santa iglesia Catedral. 22 de marzo de 1649.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 22, f. 273 fte.- 276 vta. [f. n. 265 vta.-267 fte.]

CONSAGRACIÓN DE LA CATEDRAL DE PUEBLA

La consagración de la Catedral de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Puebla, realizada el 18 de abril de 1649 por parte del obispo Juan de Palafox y Mendoza, fue el acto más signiicativo y solemne de la ciudad en el siglo xvii. Esta se cele-

bró con grandes festividades, en las que la urbe lució el lujo y esplendor de la que era considerada la segunda ciudad más importante de la Nueva España. Dentro de estos festejos, preparados con tiempo y meticulosidad por sus autoridades civiles y religiosas, uno de los actos más emblemáticos fue el “juego de cañas”, de origen árabe y practicado con frecuencia en las plazas mayores de la España renacentista.

La parte esencial del juego consistía en simular una acción bélica o de combate. Se formaban hileras de hombres montados a caballo (los cuales eran normalmente nobles) que tiraban cañas a manera de lanzas o dardos para ser paradas con el escudo; así se simulaban combates para escapar luego en círculos o semicírculos en grupos de hileras. En la Puebla novohispana se practicó solo en grandes eventos festivos de la ciudad como recibimiento de virreyes, obispos y arzobispos; festividades reales como bodas, nacimientos de infantes y nombramientos de virreyes; y en iestas religiosas como las de San Miguel, Santiago y la Concepción.

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El Ayuntamiento de Puebla, cuya participación en la consagración de la Catedral fue destacada, acordó en sesión de cabildo, celebrada el 22 de marzo de 1649, como lo muestra el documento seleccionado, realizar el sorteo de los participantes en el juego de cañas que se veriicaría en la plaza pública durante el novenario de la consagra-ción. Resultaron electos para formar las cuadrillas de combatientes: el depositario general Juan de Carmona Tamariz y los regidores Bernardo Zerón Zapata, Gabriel de Anzures Guevara, Juan Gómez de Vasconcelos, Juan Ortiz de Castro, Gerónimo del Castillo Villegas y Diego [Ruiz] Machorro, los que recibieron seis pesos cada uno por su participación en los mencionados juegos. La singular iesta de consagración, cuyo costo fue de cuatro mil pesos, contó con el beneplácito del excelentísimo Marcos de Torres y Rueda, obispo de Yucatán, virrey de la Nueva España y presidente de la Real Audiencia, quien murió poco después. 2

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Juramento de la Independencia de México. Realizado en la ciudad de Puebla ante la presencia de don Agustín de Iturbide, hecho por el alcalde Carlos García Arrieta ante la presencia de curas, rectores, prelados regulares y

demás procuraciones civiles. 8 de agosto de 1821.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 90 -A f. 66 vta.-70 vta. [f.n. 81 vta.-85 vta.].

CEREMONIA DE JURAMENTO A LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

El 5 de agosto de 1821 se realizó en la aún Muy Noble y Muy Leal Ciudad de los Ánge-les,7 la solemne ceremonia del juramento de la Independencia de México con arreglo al Plan de Iguala del general Agustín de Iturbide, primer jefe del Ejército Trigarante. Para ello la corporación se reunió en las casas de cabildo. Este juramento de obediencia fue hecho también por varios jefes, oiciales y empleados de la Hacienda pública, así como por los curas, rectores, prelados regulares, agrupaciones civiles y el pueblo en general.

El acta que presentamos muestra cómo las autoridades civiles se dirigieron al Palacio Episcopal, donde se encontraba don Agustín de Iturbide, y lo llevaron a uno de los salones de las casas consistoriales, donde había un altar con un cruciijo y el libro de los santos evangelios abierto. Estando todos de pie, se leyó en voz alta el Plan del general Iturbide, para proceder después a recibir el juramento de don Carlos García Arrieta, Alcalde y Primer Jefe Político, quien juró por “Dios y por los santos evangelios” estar por la independencia del Imperio mexicano bajo el plan leído, además de observar la religión católica, apostólica, romana, sin mezcla ni tolerancia de otra alguna, y sostener, en todo caso, la unión íntima entre americanos y europeos. El mismo juramento lo hicieron después los miembros del Ilustre Ayuntamiento y demás concurso de gente.

En el Palacio Episcopal, desde el balcón principal, harían lo propio el obispo Antonio Joaquín Pérez Martínez y las distintas corporaciones religiosas; ceremonial realizado una vez más en la plazuela frontera al Colegio del Espíritu Santo. Se asistió después a la misa de acción de gracias celebrada en la Catedral de Puebla, y al espléndido banquete ofrecido en el Palacio Municipal. 2

7 ❘ La ciudad conservaría este nombre hasta el 11 de septiembre de 1862, cuando el presidente Benito Juárez la intitularía Puebla de Zaragoza, en honor del general que hizo posible la epopeya del 5 de Mayo de 1862.

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Acuerdo de cabildo en el cual se acordó celebrar una misa de gracia en la Catedral de la ciudad en recuerdo del primer grito de Independencia en el pueblo de Dolores, con la asistencia del Honorable Congreso y del

Excelentísimo Consejo de Estado y Audiencia. 15 de septiembre de 1824.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 93, f. 231 vta.-240 fte. [f.n. 275 vta.-284 fte.].

MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS POR LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

La Puebla de los Ángeles siempre se distinguió como la segunda ciudad en importancia de la Nueva España, por el papel signiicativo que desempeñó en la historia de México, primero como sostén económico de las armadas de Barlovento, El Caribe y La Florida para la defensa de los reinos ultramarinos de España; luego como enclave comercial transoceánico entre España y América, y más adelante, por el apoyo prestado al exin-surgente Agustín de Iturbide para consumar la Independencia de México en tierras poblanas, al jurarse primero en nuestra ciudad la Independencia el 5 de agosto de 1821, antes de hacerlo en la Ciudad de México.

Una vez concluido el movimiento independentista de México e instaurada la República federal, con su división de poderes, se empezó a celebrar a nivel nacional el inicio del movimiento de 1810, donde destaca la igura del cura Miguel Hidalgo. Muestra de ello es el pelícano o sesión de cabildo celebrado el 15 de septiembre de 1824, y que se muestra en este libro. En este documento, el ilustrado Antonio Cal, creador del Jardín botánico de Puebla, maniiesta la intención de celebrar una misa de gracia en la Cate-dral de Puebla en recuerdo del Grito de Independencia dado en el pueblo de Dolores la noche del 15 de septiembre de 1810, función a la que debería asistir el Honorable Congreso: “El excelentísimo Consejo de Estado y Audiencia” (Tribunal Superior de Justicia) y el Ayuntamiento, aun cuando este tenía acordado no asistir hasta tener no-ticia de lo que el Ayuntamiento de México observara al respecto.

La resolución que se tomó en otro cabildo, celebrado el mismo día, fue la de nombrar una comisión representativa, a semejanza de lo acordado por el Tribunal Superior de Justicia, la que contaría con la autorización del Congreso del Estado para evitar contra-venir las leyes que no permitían la asistencia oicial de las instituciones de gobierno a actos religiosos, y evitar al mismo tiempo el escándalo público. Así, se asistiría al centro religioso más importante de la ciudad y su obispado, la Catedral de Puebla, joya excelsa del arte latinoamericano, cuya construcción fue iniciada en 1575 y su consagración realizada el 18 de abril de 1649 por el ahora beato Juan de Palafox y Mendoza, noveno obispo que tuvo Puebla. 2

CAPILLA DEL ROSARIO

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Capilla del Rosario

Acuerdo de cabildo para que el mayordomo lleve los asientos de los cabildantes los primeros domingos de mes al convento de Santo Domingo,

para que asistan a la fiesta de la Virgen del Rosario que allí se celebra. 9 de septiembre de 1623.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 16, f. 160 fte.-vta. [f. n. 161 fte.-vta.]

FIESTAS EN HONOR DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

Cuando el cabildo angelopolitano asistía como cuerpo colegiado a alguna cere-monia religiosa lo hacía bajo la formalidad de mazas, es decir que el cortejo iba precedido de dos personas, llamados maceros, que portaban una maza de ma-

dera con las insignias reales y las de la ciudad; le seguían los regidores, el alférez mayor, representante de la ciudad, y el alcalde mayor, como representante del virrey, alter ego del rey de España. A esta procesión se unían los demás funcionarios reales en servicio de la ciudad, como era el caso de los alcaldes ordinarios y el alguacil mayor, además de la asistencia de lo más granado de la sociedad poblana.

La solemnidad de la ceremonia se completaba en el recinto sagrado a donde tenían un lugar especial para presidir la ceremonia religiosa; ahí se colocaban sillas especiales para la ocasión, cubiertas de terciopelo o telas de Damasco para ser ocupadas por tales personajes, guardando el orden jerárquico de su investidura. El lugar más prominente lo ocupaba el alcalde mayor; el de su derecha, el alférez mayor, el de su izquierda, el alguacil mayor, y los demás los regidores de acuerdo con su antigüedad; en dichos lugares se asignaba también uno al escribano del cabildo, pues era parte de la selecta corporación municipal.

El acta que se presenta hace alusión precisamente a la orden que el cabildo de Puebla le da al mayordomo de la ciudad, de llevar los asientos de los cabildantes los primeros domingos de mes al convento de Santo Domingo de Guzmán para asistir a la iesta de la Virgen del Rosario. Tal acción se justiica por haberla jurado como patrona de la ciu-dad, lo que implicaba la obligación de exaltar su culto, así como de contribuir incluso económicamente con los gastos del novenario y de la iesta tutelar, la cual se celebraba cada 7 de octubre con solemne procesión por las principales calles de la ciudad, con una misa concelebrada, fuegos artiiciales y los demás actos de júbilo acostumbrados en la época novohispana. 2

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Acuerdo de cabildo para que se pregone la iluminación de la ciudad y su limpieza, así como el adornamiento de las calles por donde ha de pasar la procesión de la imagen de la Virgen del Rosario, con motivo de la próxima

consagración de su recién construida capilla en el convento de Santo Domingo de Guzmán. 10 de marzo de 1690.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 32, f. 222 fte.-223 vta. [f. n. 242 fte.-243 vta.].

CONSAGRACIÓN DE LA CAPILLA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

La capilla del Rosario es considerada como la máxima expresión del arte barroco en la ciudad de Puebla, hoy proclamada “Relicario de América”. En su época, esta capilla fue llamada “La Octava Maravilla del Nuevo Mundo”, con motivo del libro que publicó los sermones del novenario de su consagración, que tuvo lugar el 16 de abril de 1690.

La capilla pertenece al conjunto conventual de Santo Domingo de Guzmán y se en-cuentra desplantada en el brazo sur del transepto del templo, con el que se comunica por medio de un sobrio arco de medio punto. Comenzó a ediicarse hacia 1671, y fue el dominico fray Agustín Hernández el autor de los complicados programas teológicos y catequéticos que ornamentan su decorado. Este se dedica a exaltar la devoción de la Virgen del Rosario y la práctica del rezo de sus misterios, los cuales fueron representa-dos de la siguiente manera: los de carácter gozosos en los muros laterales que sostienen la bóveda, y los gloriosos en el ábside y sus colaterales, todos plasmados por el pincel del insigne artista novohispano José Rodríguez Carnero.

Cuando estaba ya terminada la extraordinaria capilla y se preparaba su consagración por parte del obispo Manuel Fernández de Santacruz, el cabildo de la ciudad dispuso que la ciudad se preparara dignamente para tan signiicativo acontecimiento. Es por ello que en la sesión de cabildo celebrada el 10 de marzo de 1690 (acta que se muestra en la presente publicación), la corporación municipal dispuso que se pregonara públicamente la ilu-minación de la ciudad y su limpieza, así como la ornamentación de las calles por donde pasaría la imagen de la Virgen del Rosario en su camino de la Catedral a su nueva “Casa de Oro”, como pregona una de las jaculatorias de la devoción del Rosario solicitada por la propia Virgen, cuando en 1208 se le reveló a Santo Domingo de Guzmán.

Previo a la ceremonia de consagración se llevó a cabo el obligado novenario, donde, en cada uno de estos días, los más distinguidos oradores religiosos predicaron sobre diversos aspectos de la devoción del Rosario, de la virgen misma y de su suntuosa casa. El día de la consagración, la ciudad festejó en grande, con luces de artiicio, juego de cañas y lidia de toros, como era la costumbre novohispana. 2

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Libro de patronatos que la Muy Noble, Muy Fiel y Muy Leal Ciudad de los Ángeles tiene acordados, entre los que se encuentra el patrocinio de la

Virgen del Rosario. 1773

AGMP. Patronatos vol. 2, f. 432 fte. [f. n. 434 fte.]

LA VIRGEN DEL ROSARIO COMO PATRONA DE PUEBLA

La Virgen del Rosario fue una de las advocaciones marianas que la ciudad tenía como patrona de Puebla; las otras fueron la Purísima Concepción, la Conquistadora y, más tardíamente, la de Guadalupe. Por eso, el cabildo angelopolitano tenía la obligación de asistir inicialmente el día primero de enero de cada año y, después, el día 3 por las tardes, al convento de Santo Domingo a implorar su intercesión poderosa para el buen acierto de los jueces al momento de impartir justicia. Tales jueces eran los alcaldes or-dinarios y el alcalde mayor, funcionarios dependientes de la Real Audiencia de México, aun cuando los primeros fueran electos cada año por el regimiento poblano.

Lo que pretendían las autoridades municipales con su asistencia al convento dominico los días señalados, era mantener el culto a una devoción tan arraigada en el pueblo que le había construido una suntuosa capilla a tan venerada imagen mariana. Asimis-mo buscaban evitar la decadencia del culto, situación que estaba ocurriendo con las devociones de Jesús Nazareno en la iglesia parroquial de San José y de la Virgen de la Soledad del nuevo convento de religiosas descalzas de Santa Teresa de Jesús, tal como se señala en el documento que se presenta.8

De esta manera, el Ayuntamiento poblano cumplía cabalmente con la obligación de fomentar el culto religioso de esta imagen mariana, como lo hacía con las otras 17 ad-vocaciones del santoral católico a las que les había jurado rendir culto y promover su devoción entre el vecindario por el patrocinio que ejercían a favor de la ciudad. Ya que era una creencia muy arraigada que la protegían de multitud de peligros naturales y de sanidad que con frecuencia amenazaban a la población, tales como rayos, tempestades y epidemias, que cuando ocurrían causaban enormes estragos físicos y humanos.

Así, el ritual religioso y los patronatos, en la época novohispana, pasaron a formar parte indisoluble del cabildo civil, así como de la compleja red de celebraciones que marcaban el ritmo de vida de la sociedad poblana. Todo ello quedó asentado en el libro de Patronatos del Archivo General Municipal de Puebla, donde existe un registro pormenorizado. 2

8 ❘ agmp, Patronatos, vol. 1, f. 434 fte.-vta. Año de 1769.

TEATRO PRINCIPAL

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Teatro Principal

Invitación a una función en el Teatro Principal a beneficio de las viudas y huérfanos de las víctimas que murieron en las guerras de nuestra

independencia, como un recuerdo de gratitud y respeto a su memoria.13 de septiembre de 1857.

agmp. Documentos de Cabildo, vol. 124 f. 366 fte.-367 fte. [f. n. 396 fte.-397 fte.].

EL TEATRO PRINCIPAL

El teatro profano se empezó a desarrollar en modestos locales cerrados a los que se llamaba “corral de comedias”, y más tarde “coliseo”, cuando pasaron a ser ad-ministrados por las autoridades de la ciudad. Estos eran un retrato en miniatura

del orden social jerarquizado en localidades estancas, pues al público se le acomodaba por sexo y por pertenencia social.

El Teatro Principal que conocemos lleva más de dos siglos y medio de existencia, y es en realidad el sexto coliseo que ha tenido la ciudad de Puebla. El primero de ellos fue el que habilitó en su casa, en 1613, el carpintero Juan Gómez Melgarejo, en la esquina de la actual 3 Poniente y 3 Sur; con una efímera existencia por “perturbar la tranquilidad pública” con las comedias que allí se representaban.

Fue hasta el año de 1759 cuando el Ayuntamiento poblano decidió construir en terre-nos propios un nuevo coliseo, en parte de la entonces extensa Plazuela de San Francis-co. Para ello se demolió la portada que daba acceso a la Alameda de ese lugar. Al año siguiente, tuvo lugar la solemne inauguración.

Así, los ingresos líquidos del teatro fueron destinados, por disposición real, a sufragar los gastos del hospital de San Roque. Luego, en el siglo xix, después de la Indepen-dencia de México, el Ayuntamiento destinó ocasionalmente dichos ingresos para ines especiales, como lo indica el documento que se muestra, relacionado con la junta patriótica encargada de solemnizar los aniversarios del grito de independencia y de su

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consumación. La misma dispuso que la compañía dramática, que en ese año trabajaba en el teatro del Progreso, presentara una función en el Teatro Principal, y destinara las ganancias obtenidas en auxilio económico de los deudos más necesitados “de aquellos hombres eminentes que precedieron o que murieron en las guerras de nuestra indepen-dencia, como un recuerdo de gratitud y de respeto a su memoria”.

En este coliseo que funcionó hasta el 27 de julio de 1902, se presentaron como últimas funciones las zarzuelas: “Cambios naturales”, “Género ínimo” y “Enseñanza libre”, an-tes de ser consumido por el fuego en la madrugada del día siguiente. Fue restaurado 34 años después por el gobernador Maximino Ávila Camacho y el doctor Sergio B. Guz-mán, presidente municipal, con lo que se recuperó el primer teatro de América, que sigue activo hasta el día de hoy. 2

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Certificación que realiza el Ayuntamiento relativo a las modificaciones realizadas a las tarifas de cuotas que los empresarios deben entregar

por cada función realizada por las Compañías de ópera, de verso y baile de máscaras en el Teatro Principal, las cuales deben ser para el fondo

municipal. 26 de abril de 1860.

agmp. Expedientes, vol. 174, f. 315 fte.-vta. [f. n. 332 fte.-vta.].

CERTIFICACIÓN A LAS TARIFAS DE CUOTAS EN EL TEATRO PRINCIPAL

Para el siglo xix, el Ayuntamiento difundió ampliamente el arte dramático a través del Teatro Principal del cual era propietario. Un primer intento fue el realizado en 1834 cuando el gobierno municipal entregó seis mil pesos del erario público a la compañía de Andres Pautret y Manuel Arezana, para que fueran los responsables de montar obras de repertorio, pero quienes no cumplieron con lo pactado.

El Ayuntamiento, a través de una certiicación, realiza la modiicación a la tarifa de las cuotas que por cada función deben satisfacer los empresarios para el fondo municipal. La Compañía de ópera en el Teatro Principal pagará, por cada función, dieciséis bole-tos de entrada general; la Compañía de verso, por cada función, dará seis boletos y por cada baile de máscaras, veintitrés. Cuando hubiera alguna otra función de otra índole, el empresario debía pagar la cantidad que ijara el regidor comisionado de diversiones públicas.

Para 1862, durante el sitio de Puebla, en el teatro se dan funciones a beneicio de los hospitales de sangre, es decir, se vuelve benefactor de los necesitados. En este mismo año la ciudad recibe al presidente de la República, don Benito Juárez, quien viene a condecorar a quienes defendieron a la patria, por lo que el Ayuntamiento le brinda un concierto en el Teatro Principal a beneicio de los hospitales militares. Juárez ocupa el palco de honor, que pertenecía al Ayuntamiento, el cual era el más espacioso y estaba frente al escenario. Este palco normalmente era ocupado por los integrantes del cabildo poblano en las grandes obras de teatro y espectáculos como zarzuelas, ópera, entre otros.

En 1863, el teatro deja de pertenecer al Ayuntamiento y es rematado al señor Manuel Azpiroz. En 1865 se anuncia una representación en el teatro con la diva Ángela Peralta, cantante mexicana de ópera, quien actuó en el “Ruiseñor mexicano” y estrenó la obra de teatro “Dinorah”. La vida teatral en la ciudad de Puebla seguía su curso con funcio-nes como “La máscara roja” y la obra “Apoteosis de Rojas” de Mariano Sánchez Santos; poco después se presenta una obra porirista: “El dos de abril o la estampa del diablo”.

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Posteriormente, para inales del siglo xix, el dramaturgo e historiador Eduardo Gómez Haro hace su debut autoral con la Compañía de Manuel Martínez, la cual presenta su obra “El crimen de la Profesa”.

Todo este gran esplendor artístico que por muchos años se vivió en cada una de las funciones del majestuoso coliseo o teatro principal, quedó reducido a cenizas después del incendio que sufrió en 1902, quedando como testigo la última función presentada,

“Enseñanza libre”. 2

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Invitación y programa para una función de zarzuelas tituladas: “El anillo de hierro”, “La tempestad” y “La marcha de Cádiz”, como parte de las fiestas

de conmemoración del aniversario del 5 de Mayo de 1862, en el Teatro Principal. 5 de mayo de 1902.

agmp. Expedientes, vol. 439, f. 227-228.

FUNCIONES DE ZARZUELA EN EL TEATRO PRINCIPAL

Una de las iestas cívicas que se conmemoraba de manera majestuosa era, sin lugar a du-das, la del aniversario de la batalla del 5 de Mayo de 1862. Entre los diferentes escenarios utilizados para dicha festividad estaba el Teatro Principal, donde se presentaban diversas funciones, como la de la imagen seleccionada: invitación que emite el comisionado Luis G. Serrato para una función de zarzuela con motivo de las iestas de conmemoración del aniversario del 5 de Mayo en 1902. De igual manera, se incluye el programa para dicho evento. La representación corrió a cargo de los maestros Márquez y Zapata, con el dra-ma lirico denominado “El anillo de hierro”, el monólogo de la zarzuela “La tempestad”, cantado por el niño Isaac Romero, y la representación de otra zarzuela, “La marcha de Cádiz”; concluía con el Himno Nacional, cantado por toda la compañía.

Tras el incendio ocurrido al inmueble, se vieron interrumpidos ese tipo de espectácu-los en la ciudad de Puebla. No es sino hasta la década de los años treinta, mediante la iniciativa del doctor Sergio B. Guzmán, como presidente municipal, que se inicia la restauración de los escenarios de dicho monumento. Para ello se crea un patronato encabezado por Rodolfo Sarmiento, director de la obra en restauración, la cual estuvo apegada a respetar la estructura original del inmueble. Finalmente, se concluye la pri-mera restauración y se reinaugura un 5 de mayo de 1940, con la puesta en escena de la obra “Quién te quiere a ti”, de la compañía de Isabel Blanch, también durante los festejos de aniversario de la gloriosa batalla de Puebla. A este acto asistieron el general Lázaro Cárdenas y el gobernador del estado, el general Maximino Ávila Camacho.

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A inales de la década de los años cincuenta, debido el deterioro que presentaba el teatro, ya que se encontraba en el abandono, sin mantenimiento ni cuidados, y ocupado para las más diversas actividades, nuevamente inicia un proceso de restauración. A partir de 1958 se empiezan los trabajos y para ello se promulga la Ley del Patronato del Teatro Principal. Así, terminada la obra el 17 de noviembre de 1960, el presidente de la República, el li-cenciado Adolfo López Mateos, el gobernador Fausto M. Ortega y el doctor Jaime Torres Bodet, secretario de Educación Pública, develan la placa inaugural de tan ilustre recinto que funciona hasta la actualidad. 2

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BIBLIOTECA PALAFOXIANA

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Biblioteca Palafoxiana

Acuerdo de cabildo en que se presentó y obedeció la real provisión que dio título de escribano real y notario público a Nicolás de Valdivia y de las

Roelas, personaje que validó con el “signo de verdad” que se observa al final del documento, la donación que el obispo Juan de Palafox y Mendoza hizo de su librería personal a los Reales Colegios de San Pedro y San Juan con

los que fundó su Seminario Conciliar.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 18, f. 340 fte.-341 fte. [f.n. 347 fte.-348 fte.].

DONACIÓN DE LA LIBRERÍA PERSONAL DEL OBISPO PALAFOX Y MENDOZA

El obispo Juan de Palafox y Mendoza marcó su impronta en la historia de la Nue-va España en los nueve años que permaneció en ella (1640-1649), por ser una persona íntegra y congruente en su forma de pensar y actuar.

Hombre de acciones rápidas y conocedor profundo de la legislación indiana y del dere-cho canónico, impulsó obras de gran trascendencia que siguen impactando hasta el día de hoy. Dos de ellas fueron la construcción y ornamentación de la Catedral de Puebla y otra, la erección del colegio de San Pedro, que junto con el de San Juan, ya existente, y el de San Pablo, por él proyectado, formaron el Real Seminario Conciliar ordenado por el concilio de Trento.

Esto último le permitió formar un clero propio que predicara en la lengua de cada pa-rroquia donde se administraran los sacramentos de la vasta diócesis de Tlaxcala-Puebla. Para ello también contaba con el respaldo de un selecto grupo de sacerdotes que dic-taban las cátedras del seminario, así como de su librería personal de 5000 volúmenes, misma que donaría ante el escribano real Nicolás de Valdivia y de las Roelas el 5 de septiembre de 1646. Esta biblioteca es la base de la actual Biblioteca Palafoxiana, joya bibliográica declarada en 1981 como Monumento Histórico de México y registrada en 2005 por la unesco como Memoria del Mundo.

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La donación de la librería tuvo que ser otorgada ante escribano público para que tuviera validez legal y se respetaran las condiciones bajo las que se hizo, entre ellas que fuera pública, lo que la convierte en la primera biblioteca pública de América.

De ahí que se muestre el acuerdo de cabildo en que se reconoció la real provisión del 13 de agosto de 1638 que daba título de escribano real y notario público a don Nicolás de Valdivia, quien estampara su “signo de verdad” en la escritura suscrita por el benemérito obispo, al ceder su librería personal, en ese momento la más importante de la Nueva España, a favor de los reales colegios de San Pedro y San Juan. El acervo inicial contenía obras sobre teología, ilosofía, sagradas escrituras, historia profana, física, matemáticas y geografía, entre otras disciplinas cientíicas más. 2


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Protocolo de obedecimiento a una real cédula por la cual se aprobó la erección y fundación del colegio seminario de San Pedro, y al mandamiento virreinal para que puedan graduarse en la Real Universidad de México los estudiantes que hayan tomado cursos en el recién fundado colegio al que

le donó el obispo Palafox su biblioteca personal. 14 de agosto de 1648.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 22, f. 202 fte.-203 vta. [f. n. 193 fte.-194 vta.].

FUNDACIÓN DEL REAL COLEGIO DE SAN PEDRO

El protocolo de obedecimiento que se muestra hace referencia a la real cédula por la que se aprobó la fundación del Real Colegio de San Pedro (que junto con el de San Juan Evangelista ya existente formarían la base del actual Pontiicio Seminario Conciliar Palafoxiano), y al mandamiento virreinal para que los estudiantes de dichos colegios pudieran obtener grados académicos en la Real Universidad de México, antecedente histórico de la hoy Universidad Nacional Autónoma de México.

El inmueble se ubica al sur de la Catedral de Puebla, en lo que hoy es la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado, y fue la máxima expresión de la obra pastoral del insigne obispo Juan de Palafox y Mendoza, donde se aprecia su espíritu humanista al querer formar un clero propio preparado intelectualmente y comprometido con su fe-ligresía. Así, privilegiaba el ingreso de aspirantes indígenas sobre los criollos o españoles y exigía que el ordenante dominara una de las numerosas lenguas que se hablaban en el extenso obispado de Puebla, al considerar que, de esta manera, la administración de los sacramentos y la explicación de las Sagradas Escrituras sería más cercana a los feligreses. Con ello también pretendía garantizar, que sus sacerdotes fueran verdaderos “curas de almas” en los lugares a donde fueran destinados a servir a su feligresía.

El 22 de agosto de 1644, ante notario público, el obispo Palafox hizo la erección ca-nónica y fundación jurídica del Colegio Seminario, que puso bajo la advocación del

“Príncipe de los apóstoles, el glorioso patriarca señor San Pedro”, como era el título completo del colegio. Dicha fundación sería aprobada por Felipe II en la cédula real del 30 de diciembre de 1647, y ratiicada por Inocencio X en el breve Supremi Nostri Apos-tolatus del 22 de mayo de 1648, donde acepta su creación, principios y constituciones, documentos emanados de la pluma previsora del propio Palafox y Mendoza. El colegio contaría también con el beneplácito y ayuda económica de las autoridades municipales y la pública aclamación del pueblo en general. 2

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Orden del alcalde mayor de que se envíe papel de respuesta al obispo don Juan de Palafox y Mendoza, expresando el pesar y desconsuelo de la

ciudad, por su próxima partida a España. 19 de enero de 1649.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 22, f. 254 vta.-255 vta. [f. n. 245 vta.-246 vta.].

PESAR DE LA CIUDAD DE PUEBLA POR LA PARTIDA DEL OBISPO PALAFOX

La personalidad polémica del obispo Juan de Palafox y Mendoza, así como su enérgica actuación para reformar costumbres e instituciones, aunada a su actitud intransigente para combatir actos de corrupción y nepotismo, y a su paternal disposición protectora de las clases más desprotegidas, en especial de los indígenas, polarizaron a la sociedad poblana a su favor o en su contra. Así, multitud de gente lo amaba y reverenciaba como obispo, en contraposición a otros que lo odiaban o al menos le temían; posturas existentes aun dentro del propio clero diocesano, donde las órdenes religiosas de la Compañía de Jesús, San Francisco, Santo Domingo y otras más, le oponían resistencia queriendo sustraerse de su autoridad episcopal, y en cambio los Carmelitas descalzos, la acataban. Lo mismo pasaba entre las dignidades eclesiásticas de su cabildo secular.

En el ámbito civil sucedió algo semejante. Las autoridades virreinales y sus funciona-rios reales eran contrarios al obispo Palafox; sin embargo, no fue el caso del cabildo de la ciudad, que apoyaba sus decisiones, pues veía la altitud de miras del obispo y le constaba la bondad de sus obras, mismas que en todo momento apoyó. Tales como la construcción de la catedral y el establecimiento de su colegio seminario, que mucho beneiciaban a la urbe. Esta fue la principal razón que motivó al alcalde mayor Gaspar Osorio de Valdés, no obstante ser funcionario real y haber tomado al principio una actitud contraria al obispo, a ordenar, el 19 de enero de 1649, que se enviara papel de respuesta al obispo Palafox y Mendoza, expresando el pesar y desconsuelo que la ciudad sentía por su próxima partida a España, pues el obispo había sido convocado por el rey Felipe IV a rendir cuentas sobre su actuación en la Nueva España.

De ese viaje, bien sabemos, no retornó, ya que tres años después fue removido al obis-pado del Burgo de Osma, donde muere el 1 de octubre de 1659 en olor de santidad. Así inicia la carrera a los altares de la iglesia universal, quien hoy es venerado como beato, Juan de Palafox y Mendoza. 2

ZONA HISTÓRICA DE LOS FUERTES

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Zona Histórica de Los Fuertes

El presidente municipal Eduardo Cué Merlo, junto con otras autoridades, hace un recorrido en el fuerte de Loreto y supervisa las obras de

restauración del mismo. Se observa la fachada y el personal trabajando.


UNA IMAGEN DEL ANTIGUO TEMPLO DE NUESTRA SEÑORA DE LORETO

Con motivo de la celebración del centenario de la batalla librada en Puebla entre el ejército mexicano y el ejército francés el 5 de Mayo de 1862, las autoridades de la entidad organizaron diversos festejos para honrar tan histórica fecha.

Como parte de los preparativos, el 26 de diciembre de 1961, el Congreso local expidió un decreto por el cual aprobó el convenio que celebraron el 4 de diciembre del mismo, entre el Gobierno Federal, representado por el licenciado Eduardo Bustamante, secre-tario de Patrimonio Nacional; el ciudadano Fausto M. Ortega, gobernador del estado de Puebla y el ciudadano Eduardo Cué Merlo, presidente municipal de Puebla, para proyectar y ejecutar, la rehabilitación de los fuertes de Loreto y Guadalupe, así como para construir en la zona aledaña un Centro Cívico y Cultural.9

En este contexto, la fotografía seleccionada muestra un momento del recorrido hecho en enero de 1962, por un grupo de funcionarios civiles y militares, a las obras de rehabili-tación de la Zona Histórica de Los Fuertes. La toma se hizo justo enfrente del antiguo templo de Nuestra Señora de Loreto, convertido en fortín en el siglo xix. Forman parte de la comitiva don Eduardo Cué Merlo, presidente municipal de Puebla, y autoridades militares; destacan también unos trabajadores que realizan labores de rehabilitación en la entrada, a los laterales y en el techo del fuerte de Loreto.

9 ❘ Periódico Oicial del Estado de Puebla, tomo CLXXXVIII, número 52, 29 de diciembre de 1961.

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Se sabe que en 1655, en este mismo fuerte, el Ayuntamiento poblano autorizó la construcción de una capilla dedicada a la Virgen de Loreto, la cual, siguiendo la tradición de los santuarios dedicados a esta advoca-ción, debía tener las medidas de la Santa Casa de Loreto en Italia.

Para 1815, en plena guerra de Independencia, se dispuso su desalojo, para poder utilizarlo como almacén de explosivos y como fortiicación estratégica. Durante el siglo xix, el fuerte fue testigo de numerosos he-chos bélicos, entre ellos la batalla del 5 de Mayo de 1862, un pasaje glorioso en la defensa del país. El 1 de junio de 1933 fue declarado Mo-numento Nacional y el 5 de mayo de 1936 se inauguró como Museo de Historia Guerrera de la Ciudad.

El 5 de mayo de 1962, como parte de los festejos del Centenario de la mencionada batalla, el fuerte fue inaugurado solemnemente por el licenciado Adolfo López Mateos, presidente de México, como Museo de la No Intervención. 2

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Plano del proyecto para la formación de una calzada prolongación por el norte del paseo Hidalgo y de la plazuela de Antuñano, hacia los fortines

de Loreto y Guadalupe. 10 de julio de 1907. Elaborado sobre papel albanene; medidas: 53.2 x 37.7 cm; escala 1:500.

agmp. Expedientes, vol. 506, f.261 fte. [f. n. 265 fte.].

CALZADA HACIA LOS HISTÓRICOS BALUARTES DE LORETO Y GUADALUPE

Se presenta un plano de principios del siglo xx, elaborado gracias a la propuesta hecha por un grupo de vecinos de la ciudad al Ayuntamiento en diciembre de 1904. En ella exponían la necesidad de formar una calzada que fuera prolongación del paseo Hidalgo (calle 10 Norte entre la 14 y 18 Oriente) y la plazuela de Antuñano (10 Norte y 20 Oriente), desde el sitio donde se encontraba colocado el monumento al general Igna-cio Zaragoza hacia los fortines de Loreto y Guadalupe. Se argumentaron los beneicios que representaba para la zona este proyecto, pues sin mucho esfuerzo se alcanzarían notables mejoras, al darle mayor belleza y amplitud a los paseos mencionados. También se sumaba el adornar convenientemente el monumento al héroe de la batalla del 5 de Mayo, y evitarse así la formación de montoneras de basura.

De esta forma, se lograría una vía fácil hacia “nuestros históricos baluartes”, contribu-yendo a que los viajeros y los mismos habitantes poblanos se formen un “justo juicio de la cultura y atractivos de la segunda ciudad de la República”.

Como punto fundamental, para realizar la calzada se propuso la permuta y compraven-ta de terrenos, dentro de los cuales estaba el del señor Arturo hieheim, propietario de la casa de Las Piadosas, quien cedió un pedazo de su lote.

La propuesta se encauzó a la comisión de Paseos, a través de la cual el ingeniero y re-gidor don Manuel Rojas procedió a levantar el plano. En el mismo se observa que se dejaron, de uno y otro lado, amplias avenidas y, en el centro, un parque sencillo de estilo moderno, quedando una vía espaciosa para la subida a los fortines, para cuyo in se proyectó ocupar una parte del terreno llamado “de Carranza”, y destruir y ocupar también una parte ruinosa de la casa anexa a la capilla de La décima estación.

De todo este asunto se formó un expediente, del cual existe el registro del contrato del 2 de julio de 1907, celebrado entre el H. Ayuntamiento de Puebla y el licenciado Patricio Carrasco, para la prolongación de la calzada.

De los testimonios del mismo, se presenta el plano que cuenta con la anotación manus-crita de Rafael B. García, de que fue aprobado por el gobernador el 10 de julio de 1907. Asimismo, incluye el sello del departamento de Fomento, Instrucción Pública y Esta-dística, de la Secretaría General del departamento ejecutivo del Estado de Puebla. 2

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Plano de la zona de protección de los fuertes de Loreto y Guadalupe, de acuerdo con el estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. 1949. Se observan ranchos, colonias,

barrios y terrenos colindantes.Medidas: 49.5 x 43.6 cm; escala 1:200.

agmp. Material cartográico, gabinete 12, 6ZF6.

PLANO DE LA ZONA DE PROTECCIÓN DE LOS FUERTES DE LORETO Y GUADALUPE

Del material cartográico contemporáneo que alberga el Archivo Histórico Municipal de Puebla, existe una serie relativa a los Fuertes de Loreto y Guadalupe, de la cual mos-tramos el plano marcado con el número 6, que es una copia recibida por la ciudad de Puebla en marzo de 1952, cuyo original, tiene los sellos de la dirección del Instituto Nacional de Antropología e Historia, con fecha del 27 de octubre de 1949.

Es importante mencionar que previo a la delimitación presentada en este plano, el 8 de mayo de 1946, el general Manuel Ávila Camacho, Presidente Constitucional de Méxi-co, emitió un decreto por el cual declaró de utilidad pública la conservación y protec-ción de los Fuertes de Loreto y Guadalupe en la ciudad de Puebla. Ello se fundamentó en haber sido escenario de la epopeya histórica de la batalla del 5 de Mayo de 1862. En los considerandos del mismo, enuncia que estas fortiicaciones constituyen un Monu-mento Histórico Nacional y, por consiguiente, es de utilidad pública su conservación y protección,10 con la expropiación hecha en favor del gobierno federal.

Retornando a nuestro plano, elaborado tres años después del decreto, apuntamos que fue realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, siendo proyectista el arquitecto Alfredo Bishop, y fue aprobado por el arquitecto Ignacio Marquina B. Se trata de un plano panorámico donde se delimitó la zona de protección de la siguiente forma: correspondieron al Fuerte de Loreto, 173 440 metros cuadrados; por su par-te, al Fuerte de Guadalupe, 40 415 metros cuadrados; ambos suman la cantidad de 228 727 metros cuadrados de supericie total.

En el plano mencionado, se observan las zonas colindantes, como son los barrios de Xonaca y Xanenetla; las colonias Buenos Aires, Luz del Alba e Hidalgo, ranchos y te-rrenos con los nombres de los propietarios, canteras, barrancas y demás.

10 ❘ Publicado en el Periódico Oicial del Estado de Puebla, el 5 de julio de 1946, tomo CLVII, núm. 2.

Las disposiciones jurídicas para proteger esta zona continuaron, así, en diciem-bre de 1961, cercanos a la celebración del Centenario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862, el Congreso del Estado decretó la aprobación del dictamen para realizar la rehabilitación de los Fuertes de Lore-to y Guadalupe; así como, la construc-ción en la zona aledaña, de un Centro Cívico y Cultural, todo encauzado a la preservación permanente de los testi-monios en suelo poblano, de la defensa heroica de la soberanía nacional del lugar donde las armas nacionales se cubrieron de gloria.2

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PALACIO MUNICIPAL

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Palacio Municipal

Plano del proyecto de reformas que propone el señor Carlos J. S. Hall para regularizar el patio del Palacio Municipal y construir una gruesa pared de

cincuenta centímetros de grueso, que sostenga todas las vigas y detalles de madera. 11 de marzo de 1902.

agmp. Expedientes, vol. 439, f. 196 fte.-197 vta.

PLANO DEL PROYECTO DE REFORMAS PARA REGULARIZAR EL PATIO DEL PALACIO MUNICIPAL QUE PROPONE EL SEÑOR CARLOS J. S. HALL

El siglo xx inicia con la remodelación del emblemático Palacio Municipal, y como parte de estas reformas está la adecuación del nuevo patio, con la inclusión de una pared con 50 centímetros de grueso atrás de la arquería que debe formar

uno de los laterales del patio completo; dicha pared de mampostería recibiría todas las vigas y demás detalles de madera del teatro que en ese entonces contaba con una pared de un metro veinte centímetros de espesor.

De esta forma, toda la arquería de cantera del nuevo patio queda completa y no se quita nada del ancho de los pasillos que conducen a las plateas y los palcos del teatro; la pequeña escalera de madera que existía en el corredor ya mencionado también se reconstruye en un lugar señalado en dicho plano.

tPlano que complementa la escritura de concesión que hace el Ayuntamiento a favor del señor doctor Ernesto Espinoza Bravo para la colocación de un techo de cristales en el callejón del teatro Guerrero destinado a conformar un pasaje en el m ismo. Autor Carlos Hall. 5 de marzo de 1903 agmp. Expedientes, vol. 461. f. 188 fte. [f. 197 fte.].

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Así, también se emite la opinión por parte del creador del plano, sobre los excusados que se encuentran en el corredor de los palcos prime-ros: estos deberán ser relegados a una porción de espacio. Este proyecto muestra claramente las ventajas de adoptar las modiicaciones, tan-to en dejar el patio del palacio sin el adefesio que es una amenaza, como al teatro.

El costo es de unos cuatro mil ochocientos pe-sos, cálculo que se indica después de haber he-cho un estudio a detalle del costo aproximado de esta mejora, que incluye la demolición de la pared antigua, la construcción de la nueva pared de mampostería y la obra de cantería ne-cesaria que falte.

Finalmente, el proyecto presentado por el in-geniero Carlos J. S. Hall, para regularizar el patio del Palacio Municipal, es aprobado, y se ejecuta con cargo a la partida de reediicación. Se abona al citado ingeniero el ocho por ciento sobre el importe presupuestado, lo que se ha-ría conforme se fueran erogando las cantidades requeridas.

Con el objetivo de brindar certeza jurídica de los Bienes del Dominio Público Municipal, el Cabildo del H. Ayuntamiento aprueba el punto presentado por el Presidente Municipal Cons-titucional en el que el Palacio Municipal se declara de utilidad pública, con fecha del 2 de febrero de 2015. 2

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Plano que complementa la escritura de concesión que hace el Ayuntamiento a favor del señor doctor Ernesto Espinoza Bravo para la colocación de un

techo de cristales en el callejón del teatro Guerrero, el cual contribuirá a conformar un pasaje en el citado callejón. 4 de septiembre de 1902.

agmp. Expedientes, vol. 461, f. 174 fte.-196 vta.

CUBIERTA CON CRISTALES DEL PASAJE DEL AYUNTAMIENTO

Un baluarte por demás bello, histórico e importante es el techo de cristales del anti-guo callejón del Teatro Guerrero, hoy pasaje Zaragoza, mejor conocido como Pasaje del Ayuntamiento, mismo que se ubica en el costado poniente del Palacio Municipal. El personaje que hizo posible tan singular obra fue el doctor Ernesto Espinoza Bravo, profesionista que no sólo ejerció como médico, sino que también obtuvo el título de abogado. Miembro de una destacada familia de políticos y abogados poblanos, llegó a desempeñarse como Presidente municipal de Puebla durante los años de 1905 y 1906. En esta época estaba por terminarse la renovación del Palacio por parte del ingeniero Charles J. Hall, misma que se empezó al inalizar el siglo xix.

La reediicación del Palacio debió haber motivado al doctor Ernesto Espinoza, padre del ilántropo Manuel Espinoza Yglesias, a solicitar al Ayuntamiento la concesión de construir tiendas en lo que entonces era el callejón del Teatro Guerrero, hoy Teatro de la Ciudad, por donde este tenía su salida de emergencia. La propuesta incluía la colocación de un techo de cristales para convertir el callejón en un pasaje comercial. En aquella ocasión, el propio ingeniero Hall presentó una propuesta de modiicación para la salida del Teatro Guerrero hacia el callejón, la que hizo acompañar con un nuevo proyecto de techado y ventilación.

El plano que se da a conocer complementa la escritura de concesión que el 28 de fe-brero de 1903 hizo el Ayuntamiento, con la venia del Gobernador, a favor del doctor Ernesto Espinoza Bravo para crear el actual Pasaje Zaragoza. El mismo incluye estas modiicaciones: el techo de “ierro dulce o acero” con cristales opacos y acanalados de cinco milímetros de espesor, la construcción de una puerta de entrada al foro del teatro, otra de salida de la sala del mismo local y de las accesorias marcadas en el plano, así como la construcción de dos elegantes portadas en los lugares marcados. 2

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Invitación que emite el H. Ayuntamiento a la ciudadanía para que asista a la inauguración de la reedificación del Palacio Municipal.

23 diciembre de 1906.

agmp. Boletín Municipal, vol. 68.

INVITACIÓN A LA INAUGURACIÓN DE LA REEDIFICACIÓN DEL PALACIO MUNICIPAL. 1906

A inales del siglo xix, la antigua ediicación que ocupaba el Palacio Municipal se en-contraba en malas condiciones debido al poco mantenimiento que recibía. De acuerdo con la documentación que se resguarda en el Archivo Histórico, el ediicio había sido intervenido por partes y no de manera coordinada, por lo tanto, había varias secciones sin compostura. Por si fuera poco, el salón donde se realizaban las sesiones de Cabildo no se encontraba decorado ni tenía la amplitud necesaria, ante tal situación se propuso destinar el presupuesto necesario para la reparación y arreglo de la antigua Alcaldía.11 Con ello se pretendía lograr una sede para la autoridad municipal digna y a la altura de la importan-cia de la ciudad de Puebla. Así, el Ayuntamiento decidió emitir una convocatoria, pu-blicada en 1897, para la presentación de proyectos y lograr la reediicación de su Palacio.

La respuesta a tal llamamiento puede considerarse favorable, ya que se presentaron va-rias propuestas. El proyecto ganador fue el del ingeniero Charles James Hall o Charles Hall, y bajo su dirección se llevó a cabo la obra, así como la realización de los dibujos y planos necesarios. La compra de materiales, contratación de operarios, administra-ción de fondos e inspección y vigilancia de los trabajos estuvo a cargo de la Comisión Administradora de la Reediicación del Palacio, conformada por los regidores José G. Pacheco, Francisco de la T. Traslosheros y Margarito Carcaño.

La obra fue concluida en el mes de diciembre e inmediatamente iniciaron los prepara-tivos para la iesta de inauguración; el Gobierno del Estado participó con dos mil pesos y el Gobierno municipal con tres mil. La invitación al público para asistir a tan grande evento fue publicada en el Boletín Municipal del mes de diciembre de 1906. En ella se indica que la recepción para celebrar tal acontecimiento se llevaría a cabo el 29 de diciembre en el salón del Palacio. Asimismo, se publica el resumen de lo gastado en las obras de la reediicación del Palacio. 2

11 ❘ agmp. Expedientes, vol. 380, ff. 2-3 fte. 1894.

MUSEO INTERNACIONAL DEL BARROCO

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Museo Internacional del Barroco

Plano de los nuevos límites territoriales entre Puebla y San Andrés Cholula

agmp.

El Museo Internacional del Baroco es una obra monumental legada para la ciudad de Puebla por el gobierno estatal de Rafael Moreno Valle. Su audaz diseño arquitectónico fue creación del japonés Toyo Ito (ganador del premio Pritzker), una de las iguras más relevantes del mundo de la arquitectura internacional. El amplio espacio territorial de este museo se encuentra en una zona de alta plusvalía económica de los límites muni-cipales de Puebla y San Andrés Cholula, entidades que durante más de cinco décadas tuvieron graves desavenencias para ijar sus límites territoriales y que, gracias a la eicaz gestión legislativa de la LVIII Legislatura Estatal, ya se establecieron de manera legal.

La Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, presidida por el diputado Mario Riestra Piña, fue la encargada de resolver de fondo y de manera dei-nitiva el complejo conlicto territorial de los 8.5 kilómetros cuadrados en disputa. Esta situación afectaba los intereses de miles de habitantes, negocios y empleos de la zona. No obstante, gracias a la buena disposición de las autoridades municipales en conlicto y a la oportuna intervención de la LVIII Legislatura, se resolvió de manera equitativa. A Puebla le perteneció 44.7 % de la supericie en conlicto, y 55.3 %, al municipio de San Andrés Cholula. Este trascendental acuerdo les dio certeza jurídica y seguridad a los habitantes que tenían su domicilio, vivienda o negocio en alguno de estos munici-pios. Asimismo, a los ayuntamientos respectivos les signiicó un mejor desempeño de sus competencias y la no duplicidad de actos de gobierno.

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El Museo Internacional del Barroco es una de las insti-tuciones beneiciadas con este histórico acuerdo, pues se ubica en la zona limítrofe sur del municipio de Puebla, conocida como Unidad Territorial Atlixcáyotl. De igual manera, forma parte de un conjunto cultural y educati-vo de intensa actividad, en el que participan el Complejo Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Au-tónoma de Puebla, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, la Universidad Iberoamericana plantel Golfo-Centro y la Universidad Anáhuac. 2


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Acuerdo emitido por el Secretario de Finanzas y Administración del Gobierno del Estado por el cual se destina un área de 5 hectáreas de la reserva territorial Atlixcáyotl para el establecimiento del Museo

Internacional Barroco de Puebla. 29 de mayo de 2015.

agmp. Periódico Oicial del Estado de Puebla, vol. 750, número 19, Quinta Sección.

MUSEO INTERNACIONAL DEL BARROCO

El Museo Internacional del Barroco de Puebla se crea en el año 2016 en una ciu-dad que tradicionalmente ha sido considerada como barroca, por haber sido en ella donde mayores expresiones alcanzó esta manifestación artística durante los

siglos xvii y xviii en la Nueva España. Este movimiento cultural que tuvo su origen en Europa a inales del siglo xvi, se caracterizó por ofrecer una visión distinta de concebir las expresiones artísticas, en contraposición al estilo clásico que se realizaba. Se destaca por proponer un arte ornamentado y dinámico en sus formas, y permeó en diversas áreas como la pintura, la escultura, la arquitectura y la música, entre otras.

Como la ciudad de Puebla constituyó un polo cultural y artístico muy activo en la Nueva España (ya que el estilo barroco encontró tierra fértil para echar hondas raíces), el Gobierno del Estado decidió crear una estructura moderna que sirviera como esca-parate del arte y espíritu barroco de la Puebla de los Ángeles.

El proyecto fue diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito, ganador del codiciado Premio Pritzker, y el ediicio fue inaugurado el 4 de febrero de 2016 por el gobernador Rafael Moreno Valle.

El museo se ediicó en la reserva territorial Atlixcáyotl sobre una supericie de 18 000 metros cuadrados, y cuenta con salas para exposiciones permanentes y temporales, talleres de museografía y restauración, auditorio, biblioteca, restaurante, tienda y un lago artiicial. Las salas expositoras llevan una línea temática que cubre arte, literatura, música, teatro y arquitectura, entre otras expresiones de estilo barroco, además de ser también un museo interactivo.

El documento que se presenta es el acuerdo gubernamental que da origen a tan emble-mática obra, el cual fue publicado en el Periódico Oicial del Estado el 29 de mayo de 2015. 2

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PROTAGONISTASque definieron nuestra historia

REINA ISABEL DE PORTUGAL

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Reina Isabel de Portugal

Real Cédula expedida por la reina gobernadora Isabel de Portugal que otorga el título de Ciudad de Los Ángeles a “un pueblo que se dice Puebla de los Ángeles, que es entre Cholula y Tlaxcala”. Emitida en Medina del

Campo en marzo de 1532.

Documento distinguido como Memoria del Mundo América Latina y Caribe, el 23 de octubre de 2015.

agmp. Documentos primigenios, núm. 1.

LA REINA OTORGA EL TÍTULO DE CIUDAD DE LOS ÁNGELES

Con esta Real Cédula se le otorgó a la naciente Puebla el título de Ciudad de Los Ángeles. Aun cuando no tiene fecha, varios autores coinciden en datarla el 20 de marzo de 1532, por ser el día en que la reina dio respuesta a un informe de

los oidores de la Real Audiencia.

Este documento fue elaborado en papel de algodón, consta de una sola foja de papel en formato vertical, con un párrafo de nueve líneas escritas en castellano con uso de la letra cortesana, y en la parte dispositiva dice:

… es nuestra merced y voluntad que de aquia delante se llame e yntitule cibdad de los Angeles, y mandamos que los vecinos y personas que al presente viven en la dicha cibdad y los que de aquia delante fueren a vivir a ella no paguen alcabala ni pecho por termino de treynta años…12

12 ❘ Transcripción literal.

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La intitulación La Reyna, indica que se trata de una Real Cédula, que cuenta con la rúbrica de la reina y del escribano Juan de Sámano, y en la parte inferior, en dos líneas, incluye el brevete.

Este documento se considera el acta de nacimiento de la ciudad, mismo que fue pre-sentado al Ayuntamiento poblano por el oidor don Juan de Salmerón, en la sesión de cabildo del 25 de febrero de 1533. Posteriormente, se entregó al corregidor Hernando de Elgueta para su resguardo y se integró al volumen no. 3 de las Reales Cédulas de la ciudad, en donde permaneció por largo tiempo.

Fue hasta la segunda mitad del siglo xx, en octubre de 1956, cuando se aprobó la ini-ciativa del regidor José Rivero Carballo, para colocar en la parte central del Salón de Cabildo la Real Cédula de 1532, por ser la que dio título a esta población. Por tal razón se retiró del volumen y se colocó en la sede del gobierno local, donde se mantuvo hasta junio de 1999, cuando a consecuencia de un sismo de alta intensidad se retiró e instaló en una caja fuerte de la Tesorería Municipal. Ahí permaneció hasta el año 2005, cuando se restauró por el Centro inah-Puebla en el Archivo General del Estado de Puebla. Al concluir la intervención, se depositó en el Archivo General Municipal, instalaciones del Palacio Municipal, en donde se alberga hoy en día. En octubre de 2015, el documento quedó inscrito por la unesco como Memoria del Mundo América Latina y Caribe, en reconocimiento de su signiicado para la memoria colectiva de la sociedad. 2

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Real Provisión que concede a la Ciudad de Los Ángeles su Escudo de Armas. Fechada en Valladolid el 20 de julio de 1538.


agmp. Documentos primigenios, núm. 2.

ESCUDO DE ARMAS PARA LA CIUDAD DE PUEBLA

Pocos años después de recibir la categoría y nombre de Ciudad de Los Ángeles, el Ayun-tamiento buscó las concesiones de diversas mercedes. Es así que, en diciembre de 1537, comisionó a don Gonzalo Díaz de Vargas, alguacil mayor de la ciudad, para que viajara a España a procurar diversos asuntos tocantes a su gobierno. Llegó a la metrópoli ins-truido con 22 capítulos, entre los cuales resalta el relativo a que a la ciudad se le diese armas.13

Las gestiones de Díaz de Vargas ante la Corte fueron exitosas, logró en poco tiempo que la reina Isabel, en su carácter de gobernadora, con los plenos poderes recibidos por su esposo, signara una Real Provisión que expidió el 20 de julio de 1538, a nombre del rey Carlos I y V de Alemania y de doña Juana, la reina madre, donde otorgó a la Ciudad de Los Ángeles (Puebla) su Escudo de Armas.

Es un documento hecho en pergamino, escrito en castellano y con algunas palabras en latín. En la parte central está dibujado el escudo, donde se representa un castillo dorado lanqueado por un par de ángeles y bordeado por agua en la parte frontal, elementos que a su vez están enmarcados por una ilacteria de color rojo con una leyenda en latín y en letras doradas. La explicación del escudo está en el documento donde se lee:

… que la dicha cibdad […] tenga para agora y para siempre jamas por sus armas conocida un escudo y dentro del una cibdad con cinco torres de oro asentadas sobre un campo verde y dos angeles uno de cada parte vestidos de blanco realza-dos de purpuras y oro asidos a la dicha cibdad y encima de la cibdad a la mano derecha una letra como esta K y a la parte izquierda otra letra como esta V que quieren decir las dichas dos letras KARLOS QVINTO E las dichas letras han de

13 ❘ Suplementos de Cabildo, vol. 1,f. 105 vta. Consultado en Suplemento del libro número Primero, CASTRO Morales, Efraín, edición, versión paleografía e introducción, H. Ayuntamiento de Puebla, 2009, p. 75.

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ser de oro y en la parte baxa de la dicha cibdad y bajo de el campo verde donde esta asentada la dicha cibdad un rrio de agua en campo celeste y una orla en tor-no del dicho escudo unas letras de oro en campo colorado que digan Angelissuis deus mandavit de te ut custodiant te in omnibusviis tuis…14

El Escudo de Armas es el emblema de la ciudad y permanece como tal hasta la actuali-dad. Es el máximo reconocimiento que otorga el gobierno municipal a las personas que se destacan de manera excepcional por sus acciones y aportaciones cientíicas y cultura-les en bien de la Humanidad y que ponen en alto el nombre de Puebla. 2

14 ❘ Transcripción literal del documento.

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Real Cédula expedida por la reina gobernadora Isabel de Portugal, en la cual manda se visiten las ventas y mesones que se ubiquen en la jurisdicción de la ciudad y se pongan los aranceles necesarios. Fechada en Valladolid el

20 de julio de 1538.


agmp. Reales Cédulas, vol. 4, f. 2 fte.-vta.[f. 4 fte.-vta.].

ATRIBUCIONES PARA LA CIUDAD SOBRE VENTAS Y MESONES

Documento dirigido a las justicias y autoridades de la Ciudad de Los Ángeles, que se expidió tras las diligencias hechas por don Gonzalo Díaz de Vargas, el alguacil mayor, quien desde diciembre de 1537 fue comisionado por el cabildo poblano para viajar a España a procurar ante la Corte Imperial varios capítulos tocantes a la Ciudad. Dentro de los mismos estaba el que suplicase que le hiciera merced de conirmar, como parte de los propios de Puebla, las ventas ubicadas en el camino “que se anda de México a esta ciudad y a la Veracruz, las cuales se hicieron a pedimento e costa de esta ciudad”.

Resultado de las gestiones de Díaz de Vargas, la reina gobernadora Isabel expidió, el 20 de julio de 1538 (misma fecha que la concesión del escudo de armas), una Real Cédula donde otorgó a la Ciudad de Los Ángeles los aranceles de las ventas y mesones de su jurisdicción. El documento en la parte dispositiva dice:

… mando que por todo el tiempo que nuestra merced e voluntad fuere tengáis cuidado devisitar las ventas y mesones que hubiere en el término y jurisdicción de esa ciudad en los tiemposque os pareciere ser necesario y pongais los aranceles que vieres que convienen al bien de esatierra y vecinos y moradores della…

De esa forma, la ciudad de Puebla fue favorecida al recibir a través de esta Real Cé-dula, la facultad de imponer aranceles en los mesones y ventas de su jurisdicción. El documento está escrito en formato vertical sobre papel de algodón, consta de 11 líneas, además de las rúbricas de la reina y del escribano Juan de Sámano y del brevete en dos líneas en la parte inferior.

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Es relevante es lo escrito al reverso, donde se dejó constancia de que en el cabildo del 28 de enero de 1539, Gonzalo Díaz de Vargas lo presentó al Ayuntamiento poblano,

“juntamente con las otras que presentó e los dichos señores […] mandaron que se guar-den e pongan en la caja de las tres llaves del cabildo desta ciudad”. Consideramos que cuando se menciona que la presentó junto con las otras, seguramente —al coincidir en temporalidad de emisión— dentro de estas se encontraba la Real Provisión de 1538, que otorgó el escudo de armas a la ciudad, mismas que fueron presentadas al consejo municipal y depositadas en el cofre o arca de las tres llaves. Años después se integró al volumen número 4 de Reales Cédulas, donde se alberga hasta nuestros días. 2

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JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA

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Juan de Palafox y Mendoza

Acuerdo de cabildo en el cual se establece el protocolo del recibimiento del obispo Juan de Palafox y Mendoza a la ciudad de Puebla, en

conformidad con el informe presentado por Juan Rodríguez de León, canónigo de la Iglesia Catedral de Tlaxcala y el doctor Andrés de Luey,

racionero de la misma iglesia. 17 de julio de 1640.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 19, f. 156 vta.-157 fte.

RECIBIMIENTO ANGELOPOLITANO AL OBISPO DON JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA

El recibimiento que se les hacía a los nuevos obispos que llegaban a la Nueva España a gobernar sus diócesis era, al igual que el de los virreyes, con grandes manifestaciones de júbilo, siguiendo un protocolo establecido para ello. En esas

ocasiones las ciudades y corporaciones civiles y religiosas, asentadas en ella, se esforza-ban por agasajar de la mejor manera posible a tan importantes personajes. La entonces Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Los Ángeles, la segunda en importancia del virrei-nato, se destacó siempre en la magniicencia de tales recibimientos, como lo muestra el Acta de Cabildo que se presenta y que pertenece al Archivo General Municipal de Puebla, Memoria del Mundo de América Latina y Caribe.

En esta acta se destaca el recibimiento realizado al obispo don Juan de Palafox y Men-doza, el cual venía investido con los más altos poderos civiles y religiosos. Puebla, la diócesis más rica de la Nueva España, le preparó un regio recibimiento, con arcos triunfales, fuegos artiiciales, luminarias, juegos de cañas y toda la parafernalia que se acostumbraba hacer en tan señalados festejos, para lo cual se pusieron de acuerdo las autoridades civiles con las altas dignidades eclesiásticas de la Catedral angelopolitana.

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Don Juan de Palafox y Mendoza fue el noveno obispo de la diócesis Tlaxcalensis con sede en la ciudad de Puebla, la que gobernó de 1640 a 1649. Este singular personaje llegó a ostentar los cuatro cargos más importantes de la Nueva España: visitador o inspector general del reino de la Indias; juez de residencia, especie de contralor; virrey interino y arzobispo provisional de México. Por ello, su actuación impactó fuertemente en la historia de México y de la Puebla de los Ángeles, como a él le gustaba llamarla, contribuyendo en gran medida a la creación del legado arquitectónico que hoy conser-vamos, y en el que destaca la Catedral de Puebla, terminada de construir por el obispo, y consagrada el 18 de abril de 1649, pocos días antes de su regreso a España. 2

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Acuerdo para que se resuelva lo relativo a los ocho mil pesos que solicita el obispo don Juan de Palafox, de los 12 mil que la ciudad está obligada a dar,

para la fábrica de la Santa Iglesia Catedral. 14 de agosto de 1648.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 22, f. 203 fte.- vta. [f. n. 194 fte-vta.].

CONTRIBUCIÓN PARA LA EDIFICACIÓN DE LA CATEDRAL DE PUEBLA

Una de las obras más insignes que llevó a cabo en la Nueva España el obispo Juan de Pa-lafox y Mendoza fue la culminación de la Catedral de Puebla, cuya ediicación llevaba detenida desde el año de 1618, pese a quese había iniciado en 1575 con la traza dada por el arquitecto extremeño Francisco Becerra, quien se hizo cargo también de otras obras religiosas en el obispado de Puebla, antes de partir hacia Lima, Perú, a construir otra catedral.

En nueve años, Palafox no sólo cerraría las cinco bóvedas de la Catedral, sino que la or-namentaría por dentro con ayuda de los capitulares de su venerable cabildo. Sin embar-go la obra más costosa, que era el ediicio, sólo fue posible de realizar con la ayuda de gente poderosa y de otras instituciones, como lo muestra el presente documento perte-neciente al rico acervo del Archivo General Municipal de Puebla, Memoria del Mundo de América Latina y Caribe. En el documento se hace constar el donativo de doce mil pesos realizado por el Ayuntamiento de Puebla para tan majestuosa obra, consagrada por el insigne obispo el 18 de abril de 1649, a unos días de que retornara a España.

La construcción de esta catedral se debió a los daños estructurales que desde el año de 1561 presentaba la que existía, construida en al atrio de la actual con una orientación de norte a sur. Francisco Becerra y Juan de Cigorondo, obrero mayor radicado en Mé-xico, iniciaron la construcción por órdenes del virrey Enrique de Almanza. El obispo Palafox la consagró en 1649, y sus sucesores, los obispos Diego de Escobar y Llamas y Manuel Fernández de Santacruz, ornamentaron la portada principal y las laterales, así como la torre norte que tiene campanas.

La Catedral de Puebla es uno de los recintos religiosos más bellos de México y el más alto de América, con sus 70 metros de la base al pináculo de la torre. La planta del templo es rectangular y cuenta con cinco naves: una central, dos procesionales y dos más con capillas hornacinas. El interior del templo resguarda numerosos ejemplos del arte universal. 2

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Obedecimiento a una real provisión, emitida por el rey Carlos II, en la que ordena pedir limosna para la beatificación de don Juan de Palafox y Mendoza, obispo que fue

de la Ciudad de Los Ángeles. 30 de abril de 1700.

agmp. Actas de Cabildo, vol. 34, f. 499 vta.-502 fte.[f. n. 518 vta.-521 fte.].

BEATIFICACIÓN DE DON JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA

El hoy beato Juan de Palafox y Mendoza, nacido en Fitero, provincia de Navarra, España, el 24 de junio de 1600, y muerto en el Burgo de Osma el 1 de octubre de 1659, fue un hombre íntegro que reformó costumbres e instituciones en la Nueva España de mediados del siglo xvii. Gracias a la gran obra material y espiritual que realizó en vida, al morir fue iniciada, casi de inmediato, la causa de su santiicación, como lo muestra el documento seleccionado para el presente libro, que data del año 1700, en que el propio rey autoriza la recolección de limosnas con ese in, además de que durante mucho tiempo hubo la obligación de contribuir a la causa de beatiicación por parte de quienes otorgaban sus testamentos.

Así, don Juan de Palafox y Mendoza, obispo de la Puebla de los Ángeles y del Burgo de Osma y quien fuera también virrey de la Nueva España y arzobispo de México, además de visitador ge-neral y juez de residencia, fue propuesto a los altares desde 1666, año en que se inició la causa de su beatiicación, siendo postuladores de la causa religiosos de la orden del Santo Carmelo. Esta postulación fue interrumpida varias veces y por diversos motivos a lo largo de tres siglos y medio, a pesar de tener poderosos impulsores como el rey Carlos III y el Papa Inocencio XII, logrando únicamente ser declarado Venerable, primer paso para lograr la santidad.

Este proceso también fue criticado por los religiosos de la Compañía de Jesús con los que había tenido graves diferencias en la secularización de las iglesias de su obispado, y quienes se resistieron tenazmente al obedecimiento de su autoridad jurisdiccional.

Mientras fue obispo, estas controversias con la Orden debieron ser resueltas directamente por el papa Inocencio X y el rey Felipe IV, quienes le dieron la razón al benemérito obispo. Palafox de-bió esperar la resolución en la población de San José Chiapa, lugar al que se retiró temiendo por su vida, que en aquella época era asentamiento de una hacienda. El templo de la hacienda pronto fue declarado Santuario y cuenta con un magníico retablo fabricado en alabastro, joya del arte colonial mexicano. 2

ESTEBAN DE ANTUÑANO

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Esteban de Antuñano

Emblema que representa el Sistema Industrial de México diseñado por Esteban de Antuñano. 1834.

agmp. Documentos de Cabildo, vol.102 A fte.

ESTEBAN DE ANTUÑANO Y LA INDUSTRIA TEXTIL

El empresario Esteban de Antuñano, veracruzano de nacimiento, fue el primer propietario de una fábrica textil moderna en América Latina; además de autor de diversos folletos dedicados al análisis de la industria y la economía de su tiem-

po. Su principal inquietud fue impulsar la modernización técnica de la industria algo-donera mexicana. Con este propósito, ijó su residencia en la ciudad de Puebla, donde pudo emprender su sueño: establecer la primera fábrica textil La Constancia Mexicana.

A través de sus obras16 se descubre a un gran economista e industrial, interesado y preo-cupado por la grave situación inanciera de aquella época; de estos trabajos destaca uno en particular, intitulado “Pensamientos para un Plan para animar la Industria Mejica-na”, obra que contiene un cuadro alegórico elaborado por él mismo en 1834, donde demuestra la conianza que tenía en el futuro industrial del país.

Antuñano publica la explicación del cuadro en dos ocasiones; la primera cuando lo diseñó y, más tarde, en 1844, con el objetivo de convencer a los legisladores de la nece-sidad de importar materias primas para sostener la industria.

16 ❘ Exposición respetuosa, Economía Política en México, Economía Mejica, Breve Memoria del estado que guarda la fábrica de Hilados de Algodón Constancia Mexicana, Ventajas políticas civiles fabriles y domésticas, Relexiones sobre el bloqueo y el Erario de México, entre otras. Localizadas en el Archivo General Municipal de Puebla.

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En la explicación del cuadro, Antuñano da a conocer sus motivaciones para integrarlo, que fueron: “… para aclarar mis juicios y deseos acerca de nuestra industria, os pre-sento en la lámina un Emblema que permítaseme le llame: El Sistema Industrial de Mejico…”.17

… La ilustración relativa al sistema industrial de México, contiene un águi-la con las alas desplegadas, símbolo de la nación mexicana que sostiene una banda con la leyenda “TRIUNFO DE MÉXICO”, ornamentado con un arreglo loral del que se desprenden unos círculos con los valores de sabiduría, orden, riqueza, población, fortaleza, dignidad; otra banda, dice “INDUSTRIA MEXICANA”, representado por el mítico cuerno de la abundancia; de ahí se desprende una rama de laurel, símbolo del triunfo, abajo aparece el título “Comercio extranjero arreglado” del que se derivan tres engranes que representan la industria y la maquinaria; el pri-mero dice “Agricultura general”, el segundo “Artes mecánicas ilustradas” y el tercero “Comercio de lo interior…18

En la parte inferior aparece un ediicio con el título “Maquinaria Moderna, Población y Riqueza”, por último surge una construcción que representa el Banco Nacional de Avío, custodiado por una llama del lado derecho y un camello del izquierdo, que signiican el trabajo y la labor.

La importancia del apoyo que Antuñano esperaba del Estado se encuentra subrayada por el lugar que ocupa el Banco de Avío, como cimiento de todo el ediicio que debía llevar al “Triunfo de México”.

El conjunto debía ostentar el triunfo de México mediante la igura de un águila, como emblema nacional por excelencia. 2

17 agmp. Documentos de cabildo, folio 559 fte.18 Catálogo de ilustraciones del Archivo Municipal de Puebla, disco compacto, adabi de México A.C y H. Ayuntamiento de Puebla, 2004. Ficha 10.

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Solicitud de una merced de agua, en calidad de venta, que solicita Esteban de Antuñano para su finca conocida como “Casa de Estrada”, ubicada en el barrio del Alto, frente a la Iglesia de San Juan del Río, que ocupara para su

fábrica de hilados.1 de enero de 1823.

agmp. Expedientes, vol. 50, f.152 fte.-153 fte.

PRIMERA FÁBRICA DE HILADOS DE ESTEBAN DE ANTUÑANO

Esteban de Antuñano, principal vocero de la industria textil en Puebla, realizó sus pri-meros intentos por establecer su fábrica de hilados en su inca conocida con el nombre de Casa de Estrada, ubicada en la calle que entonces llamaban del Paseo o Calvario, en el Barrio del Alto, frente a la iglesia de San Juan del Río (actualmente calle 12 Norte 2000). En el año de 1822, ocupó el cargo de regidor del Ayuntamiento de Puebla.

La iniciativa e interés de Antuñano por establecer su empresa se ven relejados en el documento que exponemos. Se trata de una solicitud que dirigió al Ayuntamiento de la ciudad con el in de obtener una merced de agua para su fábrica. Don Esteban men-cionó que se trataba de su segundo intento por montar aquel negocio “… ante Vuestra excelencia con el debido respeto digo: que haviendo montado nuevamente la máquina de Hilado…”. No se sabe si su primer negocio fue instalado en este mismo lugar, lo que sí es evidente es su tenacidad en la petición, argumentando que le era necesaria una mayor cantidad del líquido que satisiciera su consumo y le permitiera lograr una mayor potencia de vapor. Llegó al punto de proponer que se le otorgara la merced en calidad de venta con tal de alcanzar los objetivos de su producción.

El razonamiento y la explicación que Esteban de Antuñano utilizó en su discurso para obtener el aumento en su provisión de agua es muy interesante, pues no se cierne a los intereses de un empresario, antes bien, incluye aspiraciones ciudadanas del bien colec-tivo y de fortalecimiento de la economía local. En ella indicó lo siguiente:

… Si la presente solicitud tuviera por objeto la simple satisfacción de un deseo puramente de buen gusto parece que sería sin embargo de esa circunstancia digna de proveerse en razón de no perjudicar […] a los fon-dos del Municipio ni al bien público y ser además un pedido de compra y no de una adquisición gratuita[…]mi solicitud se interesa [en] el progre-so de la industria fabril, la ocupación de muchos brazos y la subsistencia de innumerables familias, es no solamente digno de atender sino además y según mi sentir muy propio; de los deberes de la autoridad municipal…

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Enorme signiicado cobran las palabras del principal precursor de la Industria en Mé-xico, aquí iniciaría el futuro industrial de Esteban de Antuñano, cuyo testimonio vivo es La Constancia Mexicana. 2

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Circular emitida por disposición del Presidente municipal, en la cual cita a los regidores para que asistan a la ceremonia en la que se descubrirá la

estatua de don Esteban de Antuñano. 13 de agosto de 1903.

agmp. Expedientes, vol. 445, f. 332 fte.

INVITACIÓN A LA INAUGURACIÓN DEL MONUMENTO DEDICADO A ESTEBAN DE ANTUÑANO

El 15 de agosto de 1903 el Ayuntamiento rindió homenaje a Esteban de Antuñano, economista, industrial y empresario que fundó la primera fábrica de hilados y tejidos de algodón que funcionó en México, con la develación del monumento en su honor, ubicado en el Paseo Bravo.

Los encargados de realizar los festejos fueron los industriales radicados en Puebla; el acto principal fue un desile que dio inicio en el Palacio Municipal para dirigirse hacia aquel espacio público.

La comitiva fue encabezada por el Presidente municipal y el cuerpo de regidores, acom-pañados por los alumnos de las escuelas Márquez Galindo, Morelos, Alatriste, Guerre-ro, Arteaga, Degollado, Villanueva, Matamoros, Allende, Victoria y Juan C. Bonilla.

Los regidores comisionados fueron los ciudadanos Luis Serrano, Andrés Matienzo, Di-más Uriarte, el ingeniero José G. Pacheco, José Osorio Viada y el licenciado Jesús Sánchez Muñoz, quienes en comitiva, junto con el alcalde y en representación del Ayuntamiento, asistieron al acto de habilitación de la escultura dedicada a don Esteban de Antuñano, quien en su momento también fue regidor de la ciudad.

La magníica estatua de tamaño natural en bronce fue creación del artista Jesús Con-treras. La base de cantera es de forma cuadrangular y alcanza una altura aproximada de cuatro metros.

Con motivo de las obras de remodelación que fueron realizadas en el Paseo Bravo durante la administración del licenciado Guillermo Pacheco Pulido (1987-1990), el monumento fue trasladado a su emplazamiento actual en el Parque de Las Piadosas, frente al sitio donde se ubicó su casa.

El 10 de febrero de 1847, a poco menos de un mes de su fallecimiento, por decreto se le nombró Benemérito del Estado y fundador de la industria fabril en la República Mexicana. 2

GENERAL IGNACIO ZARAGOZA SEGUÍN

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General Ignacio Zaragoza Seguín

Grabado del general Ignacio Zaragoza Seguín, Jefe del Ejército de Oriente, quien encabezó la Batalla del 5 de Mayo de 1862 en contra del Ejército

Francés, considerado uno de los mejores del mundo. Sus logros militares y patrióticos lo convirtieron en el protagonista de una de las más brillantes

páginas de la historia nacional. 1863.

agmp. Expedientes, vol. 372 f. 329 fte.-355 fte. [f. 386 fte.-412 vta.].

IGNACIO ZARAGOZA SEGUÍN

Imagen del general Ignacio Zaragoza Seguín, inserto en el expediente conformado por diversos documentos relativos a la conmemoración del XXXI Aniversario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862. Entre ellos destaca el programa cívico mediante el

cual en 11 artículos se describen todas las actividades por realizar. Resalta la presencia de bandas militares; de jefes y oiciales de la federación y del estado, funcionarios y empleados, así como corporaciones cientíicas; comisiones de las sociedades literarias y mutualistas; directores y catedráticos de instituciones educativas; de igual forma, obre-ros y vecinos de los barrios.

Dicha ceremonia consistió en discursos, repique de campanas en las iglesias, músicas militares, fuegos artiiciales, carreras de a pie y arriamiento de bandera. En un comuni-cado dirigido al ministro de guerra, se detalla la defensa de Puebla, según el parte dado por el héroe de dicha jornada el general Ignacio Zaragoza, en donde narra paso a paso la lucha librada en contra del ejército francés en la ciudad. Asimismo, se señalan los gastos realizados para iluminación y adornos, en donde destaca la cantidad de veinti-cinco pesos para el monumento que se levantó al general Zaragoza en el Paseo Hidalgo. El insigne héroe se puso al frente del Ejército de Oriente, dirigiendo la Batalla del 5 de Mayo de 1862, durante la cual derrotó a los franceses, deteniendo así las ambiciones expansionistas de Napoleón III. Murió en Puebla poco después, en la casa de la avenida Reforma 126, a consecuencia de una iebre tifoidea.

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Sus restos fueron trasladados al panteón de San Fernando en la Ciudad de Mé-xico. Fue el general más joven, que por sus logros militares y patrióticos logró trascender en una de las más brillantes páginas de nuestra historia, al defender la Soberanía Nacional y fortalecer la identidad de los mexicanos. La batalla tuvo repercusiones internacionales por lo mucho que signiicó para la políti-ca exterior de Estados Unidos y por la defensa de la autodeterminación de los pueblos en su derecho a gobernarse por sí mismos. 2

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Decreto emitido por el presidente Benito Juárez, que declara Benemérito de la Patria en grado heroico al general Ignacio Zaragoza Seguín

y lo asciende a General de División, por los eminentes servicios que prestó a la nación. 20 de septiembre de 1862.

agmp. Leyes y Decretos, vol. 24 f. 104 fte.

DECLARATORIA DE BENEMÉRITO DE LA PATRIA EN GRADO HEROICO AL GENERAL IGNACIO ZARAGOZA SEGUÍN

El general de brigada Ignacio Mejía, gobernador y comandante militar del estado de Puebla, comunica el decreto que le dirige el Ministerio de Relaciones y Gobernación aprobado por el entonces Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, que declara Benemérito de la Patria en grado Heroico al general Ignacio Zaragoza. En él se indica que su nombre quedará inscrito con letras de oro en el salón de sesiones del Congreso de la Unión; se le asciende a General de División y se le considerará con tal carácter desde el día 5 de mayo de 1862, por los eminentes servicios que prestó a la nación.

Como muestra de reconocimiento nacional, se dota de una pensión a la hija de este ilustre ciudadano, con la cantidad de cien mil pesos, que se le entregarán en bienes nacionalizados, y mientras esto no se efectúa, se le asigna una pensión anual de seis mil pesos, cuyo pago se veriicará en la Ciudad de México, en la misma proporción que los concernientes a la guarnición de la plaza, en cuyo presupuesto quedará comprendido. De igual manera, se proporcionará a la señora madre del general una pensión vitalicia de tres mil pesos anuales, y a sus hermanas pensiones de la misma clase, que unidas suman tres mil pesos anuales. Desde la publicación de este decreto, la ciudad de Puebla lleva el nombre de “Puebla de Zaragoza”.

De igual modo, el Ayuntamiento dicta las providencias para que las calles de la “Ace-quia”, donde vivió el general, y una abierta en el exconvento de la Profesa, se llamen en lo sucesivo de “Zaragoza”, la primera, y “del cinco de Mayo”, la segunda.

Se indica su impresión, publicación y circulación. Fue dado en el Palacio Nacional de México, a once de septiembre de 1862: “Benito Juárez. Al C. Juan Antonio de la Fuente, Ministro de Relaciones Exteriores y Gobernación. Y lo comunico a usted, para su inteligencia y cumplimiento”. 2

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Traslado de los restos del general Ignacio Zaragoza Seguín, del panteón de San Fernando de la Ciudad de México, al mausoleo ubicado en la zona

histórica de Los Fuertes de la ciudad de Puebla.

agmp. Material fotográico, imágenes número 241, 242, 243, Administración municipal 1975-1978.

TRASLADO DE LOS RESTOS DEL GENERAL IGNACIO ZARAGOZA

Por decreto emitido el 26 de abril de 1976 por Luis Echeverría Álvarez, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, se ordena el traslado de los restos del general Ignacio Zaragoza Seguín, del panteón de San Fernando en la ciudad de México a la ciudad de Puebla, donde se ediicó un mausoleo para que se depositen y reposen los restos de este ilustre personaje en la zona de Los Fuertes, lugar en el que encabezó al ejército de oriente y dirigió las tropas mexicanas en defensa de la independencia nacional, un 5 de Mayo de 1862.

Dicho traslado se realizó el 5 de mayo de 1976, dentro del marco de las conmemora-ciones del CXIV aniversario de la defensa de la patria. El mismo se hizo con la solem-nidad y honores militares que tal acto demanda y para ello se facultó a la Secretaría de Gobernación para que lo llevara a cabo, a in de que el gobierno de Puebla procediera a la inhumación.

En las siguientes imágenes se pueden observar a los cadetes del Heroico Colegio Mili-tar que trasladan y escoltan los restos del general Ignacio Zaragoza, durante el desile del 5 de Mayo, frente al Palacio Municipal. Posteriormente, en una ceremonia en la zona de Los Fuertes, cargan el féretro dirigiéndolo al mausoleo, ubicado en la calzada de Los Fuertes, donde depositan sus restos. En la parte superior del mismo se observa una estatua ecuestre, forjada en bronce, esculpida por el maestro Jesús Contreras. Se pueden apreciar cinco cañones, en los cuales se señalan los nombres de los generales Felipe Berriozabal, Francisco la Madrid, Poririo Díaz y Antonio Álvarez, entre otros. Dicho acto fue encabezado por el entonces Presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez; el Gobernador Constitucional del Estado de Puebla, el doctor Alfredo Toxqui Fernández de Lara, y el Presidente municipal de Puebla, Eduardo Cué Merlo. 2

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AQUILES SERDÁN

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Aquiles Serdán

Invitación al público para asistir a las honras fúnebres en memoria de los héroes de la jornada del 18 y 19 de noviembre [hermanos Máximo y

Aquiles Serdán], que se llevará a cabo en el templo de Santo Domingo el día 20 de noviembre de 1912.

agmp. Expedientes, vol. 536, f. 106 fte. [f. n. 275 fte.].

HONRAS FÚNEBRES EN HONOR DE AQUILES SERDÁN, MÁRTIR DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

En el año de 1910 tuvo lugar en México un acontecimiento social que sería co-nocido con el nombre de Revolución Mexicana; el movimiento político, social y armado fue encabezado por Francisco I. Madero, quien propondría un cambio

democrático que sustituyera la dictadura del “héroe del 2 de abril”, el general Poririo Díaz, quien llevaba tres décadas en el poder y, si bien había modernizado al país, tam-bién había propiciado profundas desigualdades sociales.

El antireeleccionismo propugnado por Madero fue entusiastamente secundado en Pue-bla por la familia Serdán Alatriste. Así, los hermanos Aquiles, Máximo, Carmen y Na-talia fueron los principales impulsores del levantamiento armado convocado para el 20 de noviembre de 1910, el que tuvieron que adelantar dos días al ser descubiertos por las autoridades locales que catearon su casa, marcada con el número 4 de la antigua calle de la Portería de Santa Clara, hoy número 206 de la avenida 6 Oriente. En el enfren-tamiento armado murieron los dos hermanos, entre otras personas más, y los sobre-vivientes fueron encarcelados, con lo que de momento fue sofocado el levantamiento.

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Los reconocimientos a los mártires de Santa Clara no se hicieron esperar por parte de quienes fueron cercanos a ellos y participaron en la Revolución Mexicana. Desde entonces se conme-mora la fecha de su sacriicio, como se muestra en la Invitación a las honras fúnebres de los hermanos Serdán en el 2do. Aniversario de su muerte, que Marciano Salazar organiza en el tem-plo de Santo Domingo la mañana del 20 de noviembre de 1912. Esta sería seguida por la marcha luctuosa que partiendo de la calle de “Mártires de Santa Clara” (6 Oriente), atravesara la ciudad hasta llegar al Panteón Muni-cipal, lugar donde se depositarían co-ronas fúnebres en los sepulcros de los hermanos Serdán. La invitación está dirigida a la corporación municipal y a la ciudadanía en general. 2

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Decreto emitido por Luis Sánchez Pontón, Gobernador Provisional del Estado Libre y Soberano de Puebla en el cual se declara el día de 18 de Noviembre como día festivo en el estado de Puebla en honor de los

hermanos Aquiles y Máximo Serdán.17 de noviembre de 1920.

agmp. Disposiciones Municipales, vol. 24, f. 40 fte.

DECRETO QUE PROCLAMA EL 18 DE NOVIEMBRE COMO DÍA FESTIVO PARA EL ESTADO DE PUEBLA

La Revolución Mexicana tuvo en Puebla su origen, y en los hermanos Serdán sus pri-meros mártires, lo que los convierte en destacados héroes y aliados de la causa demo-crática: el antireeleccionismo. En este sentido, la participación de Aquiles Serdán fue clave, organizador y líder del movimiento revolucionario en la ciudad de Puebla, para el inicio del movimiento armado de la Revolución Mexicana.

La importancia de los acontecimientos ocurridos en la casa de los hermanos Serdán Alatriste los días 18 y 19 de noviembre de 1910, quedaron marcados con tinta inde-leble en la historia de la ciudad y del estado de Puebla. Así, su labor democrática y patriótica fue reconocida hacia 1920, al cumplirse una década del inicio de la gesta heroica protagonizada por los hermanos Serdán y culminada ya en la prolongada etapa del movimiento revolucionario.

El documento histórico que se presenta es un tributo a la entrega generosa de Carmen, Natalia, Aquiles y Máximo Serdán Alatriste a la causa de la Revolución Mexicana, que hizo posible el México democrático propuesto por el prócer Francisco I. Madero y en el que vivimos hoy. Se trata del decreto emitido el 17 de noviembre de 1920 por Luis Sánchez Pontón, Gobernador Provisional del Estado Libre y Soberano de Puebla,15 para honrar la memoria de los hermanos Aquiles y Máximo Serdán, reconocidos como mártires de la Revolución Mexicana. En él se ordena que el día 18 de noviembre, día en que se inició el movimiento armado en la ciudad de Puebla, fuese día festivo, lo que signiicaba no ser laborable para las oicinas públicas.

El casi centenario decreto es una merecida muestra del reconocimiento a la epopeya revolucionaria protagonizada por los hermanos Serdán, y un refrendo de haber sido la ciudad de Puebla la cuna de la democracia, al haberse iniciado en ella la Revolución Mexicana. 2

15 ❘ agmp, Disposiciones Municipales, vol. 24, f. 40 fte.

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Publicación de los Episodios de la Revolución. Cuaderno No. 1. Dedicado a los actos heroicos de Aquiles Serdán, escrito por

R. Velasco Ceballos.1930.

agmp. Expedientes, vol. 843, f. n. 207 fte.-220 fte.

INICIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA EN PUEBLA

Aquiles Serdán fue un antireeleccionista, idealista y sobre todo un hombre congruente consigo mismo, lo que se demuestra con el cargo de presidente del Partido Antirre-leccionista y con la elaboración de un pequeño periódico llamado La No Reelección. También fue un líder que sobrepasó barreras; es así como se da el encuentro en san Antonio, Texas, con Madero para acordar el estallido de la Revolución Mexicana el 20 de Noviembre de 1910.

El nacimiento del movimiento armado empezó con la muerte de Miguel Cabrera por parte de Aquiles Serdán, a partir de esta muerte el entonces gobernador, Mucio P. Mar-tínez, dio la orden para acabar con los alzados, la que fue puntualmente cumplida por el jefe político, Joaquín Pita, al abrir fuego contra la casa de los hermanos Serdán. La ciudad entró así en un momento de terror; Aquiles, después de la defensa de la casa, decidió esconderse para intentar escapar más tarde y seguir luchando contra la dicta-dura del presidente Díaz. Por ello, con pistola en mano y algunos cartuchos, se mete en un frío y estrecho agujero en el piso de su recámara, en donde apenas cabe recostado. Luego, a las dos de la mañana, lo delata una tos apenas contenida, que fue escuchada por el oicial de la policía montada, Poririo Pérez. Este, al darse cuenta de que se trata de Serdán, le dispara dándole muerte; poco después, el cabo Zaragoza lo remata con un tiro en la cabeza.

El Archivo General Municipal de Puebla conserva, en su rico acervo documental, una publicación alusiva al episodio histórico que marca el inicio de la Revolución Mexicana el 18 de Noviembre de 1910, mismo que se dio en la casa número 4 de la Antigua Portería de Santa Clara, hoy 206 de la Avenida 6 Oriente del Centro Histórico de Puebla. En ella se consignan los nombres de los próceres siguientes: Aquiles Serdán, Máximo Serdán, Carmen Serdán, Filomena del Valle de Serdán, Carmen Alatriste viuda de Serdán, Andrés Cruz, Rosendo Contreras, Francisco Yépez, Miguel Sánchez, Manuel Sevilla y un niño de once años. 2

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Fuentes consultadas

Actas de CabildoDocumentos de Cabildo

Reales CédulasExpedientes

Periódico Oicial del Estado de PueblaBoletín MunicipalMaterial Gráico

Fotografía: Municipio de Puebla, Archivo General Municipal de Puebla,

El Errante editor: Víctor Rojas y José Antonio Romero / José Pérez Torrealba (pp. 2, 3, 17)Fabián Valdivia (p. 8) / Pedro Berruecos (p. 136)

Diseño editorial: Israel Hernández Cedeño / El Errante editor

Se terminó de imprimir en el mes de abril de 2017 en los talleres de El Errante editor SA de CV, privada Emiliano Zapata 5947, col. San Baltazar Campeche, Puebla, Pue.

Se tiraron 1000 ejemplares en rústica y 500 ejemplares en pasta dura.La edición estuvo al cuidado del Archivo General Municipal

y El Errante editor SA de CV.La encuadernación en pasta dura incluye procesos manuales.

La edición estuvo a cargo de El Errante editor SA de CV por encargo del H. Ayuntamiento de Puebla, todos los derechos, tanto de diseño

editorial, textos y fotografías de la presente edición se reservan para el Municipio de Puebla.

485 años de historia en el archivo general municipal de...

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