48 josé antonio encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfhigiene mental 88...

59
48 José Antonio Encina s primera, si no tiene una personalidad recia cae bajo l a tüanía del grupo escolar, donde existen muchachos qu e son verdaderos dictadores . Cuando el sometimiento s e verifica, ello puede atribuirse a la superioridad físic a o mental del jefe o a no estado de timidez o de miedo . En el l irimer caso puede verse en esos niños un complej o de - inferioridad ; en el segundo, un estado emotivo peli- groso . A estos niños debe sustraérseles de aquella tutela , dárseles mayor energía, coraje y confianza . A ellos no e s conveniente excluirlos de las actividades escolares, e n dónde exista cierta responsabilidad, ni ponerlos en estad o de dependencia . En ;a primera y 'segunda infancia, especialmente e n la segunda, y en los comienzos de la edad escolar, lo s padres de familia se valen de otras factores para deter - minar la mejor conducta de los niños . Es recurso mu y empleado amenazarlos con el policía, con los fantasmas , duendes, demonios, etc . Cualquiera de estas actitude s provoca en el' espíritu de los niños, como veremos en s u oportunidad, estados emotivas de suyo graves, cuya s consecuencias en lo porvenir son a veces funestas . To - da amenaza que origine el miedo debe ser desterrada d e la escuela y del hogar . A las fuerzas que se oponen a los deseas del niño , éste contrapone otras para satisfacerlas . La reacción es la fuerza que está más a la mano de l niño . En cuanto hay oposición a un deseo, y éste • n o es satisfecho porque se lo impiden, surge en la,concien- cia la consiguiente protesta acompañada de llanto : cóle- ra e ira . Está reacción es una manifiesta rebeldía que . co- mienza: así por estos pequeños .trastornos, para adquirir , después, mayores proporciones a medida que el nifio en- cuentrá'resistencia en satisfacer sus deseos . La rebeldía ; que en sus principios fué esporádica y específica, se con - vierte en otra permanente a todo mandato ; consejo e in- sinuación . . Esa rebeldía origina antiphtías que abren

Upload: others

Post on 26-Apr-2020

7 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

48

José Antonio Encinas

primera, si no tiene una personalidad recia cae bajo l atüanía del grupo escolar, donde existen muchachos qu eson verdaderos dictadores . Cuando el sometimiento se

verifica, ello puede atribuirse a la superioridad físic ao mental del jefe o a no estado de timidez o de miedo .En el lirimer caso puede verse en esos niños un complejode - inferioridad ; en el segundo, un estado emotivo peli-groso .

A estos niños debe sustraérseles de aquella tutela ,dárseles mayor energía, coraje y confianza . A ellos no esconveniente excluirlos de las actividades escolares, endónde exista cierta responsabilidad, ni ponerlos en estad ode dependencia .

En ;a primera y 'segunda infancia, especialmente e nla segunda, y en los comienzos de la edad escolar, lo spadres de familia se valen de otras factores para deter -minar la mejor conducta de los niños . Es recurso mu yempleado amenazarlos con el policía, con los fantasmas ,duendes, demonios, etc . Cualquiera de estas actitude sprovoca en el' espíritu de los niños, como veremos en suoportunidad, estados emotivas de suyo graves, cuya sconsecuencias en lo porvenir son a veces funestas . To-da amenaza que origine el miedo debe ser desterrada d ela escuela y del hogar .

A las fuerzas que se oponen a los deseas del niño ,éste contrapone otras para satisfacerlas .

La reacción es la fuerza que está más a la mano de lniño . En cuanto hay oposición a un deseo, y éste • noes satisfecho porque se lo impiden, surge en la,concien-cia la consiguiente protesta acompañada de llanto : cóle-ra e ira .

Está reacción es una manifiesta rebeldía que . co-mienza: así por estos pequeños .trastornos, para adquirir ,después, mayores proporciones a medida que el nifio en-cuentrá'resistencia en satisfacer sus deseos . La rebeldía ;que en sus principios fué esporádica y específica, se con -vierte en otra permanente a todo mandato; consejo e in-

sinuación . . Esa rebeldía origina antiphtías que abren

Page 2: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

HigieneMental4J.

surtes profundos en el espíritu, difíciles de borrar má starde, aun en la adolescencia o en la madures.

Cuando la reacción surge en la conciencia del niñ ono conviene alimentarla . Es preciso desviar cualquie-ra actitud de esta naturaleza . L0, condescencia en grannúmero de deseos del niño es remedio radical para qu eno se entronice aquella rebeldía; causa de tanta

s amarguras dentro y fuera de la escuela.U reacción puede no convertirse en rebeldía, mas

sí en insistencia. . El niño desea satisfacer un deseó; :notiene la fuerza suficiente para rebelarse, entonces insis-te con pasividad, vuelve a tomar actitudes que acusa nel imperio de la voluntad : Cuando esto ocurre, es fre-cuente mantener delante de esta, clase de niños una actitud de desdén, de resentimiento por no haber obedeci-do . En ésto circunstancias, el niño huye de la conv

ivencia social. No busca el consejo ni la aquiescencia d esus padres o maestros, se sustrae a la vigilancia de ello spara satisfacer sus deseos con la mayor libertad posi-ble . Es indicado en estos casos no mostrarse resentidos ;.

-sino al contrario tender la mano, darle confianza maxima, a fin de que el espíritu del niño busque continu o

refugio en el de-sus padres o maestros cuando surja unobstáculo cualquiera, en la satisfacción de sus deseos .

Si el niño no es capaz de franca rebeldía y de acti-tud tesonera, entonces recurre a otro factor, el del en -gaño . Simula acceder a determinadas órdenes, quiebra ,momentáneamente 'su voluntad, se muestra sumiso, perosu rebeldía es interior, la. cual aparece tan pronto comola fuerza ha casado . Esta actitud de hipocresí

a confunde a maestros y padres de familia, quienes suponen qu eel niño ha obedecido cuando en realidad no hay otra co-sa que un disimulo bien empleado y ejercitado . Este d

isimulo se-origina en el hogar, especialmente en niños quehan sido sometidos a una disciplina férrea .

El disimulo es el arma que el niño esgrime parasustraerse no sólo de la autoridad paterna o escolar, si -

Higiene mental 4

Page 3: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

50

José Antonio Encinas .

,no para ocultar un mundo de deseos que no pueden ser

satisfechos, sino a hurtadillas; . lejos de toda vigilancia ;

Es fácil darse cuenta de semejante . conducta, frecuente -

mente desviada por el miedo, o por la desconfianza . Se

acostumbra a esta clase de niños a mantenerse en continuo estado de acecho, de sobresalto, buscando en l a

mente los recursos necesarios para burlar toda vigilan-

cia, inclusive aquella .puramente imaginada por ellos .

Esa actitud es funesta y . debe impedirse sumándo-

se a los intereses del niño, no sustrayéndose de ellos, ni

apartándose de su convivencia . Los padres de familia y

los maestros suponen que su única misión . es instruir o

enseñar buenas costumbres, cuando en verdad, la misiónde educar está en no abandonar el espiritu de los hijo s

o: discípulas, lo cual significa comprenderlos, o sea, crear -

les confianza en sus fuerzas . . .̀Coda actitud hosca, hura -ña, displicente de los superiores hacia el niño sirve par a

desviar la dirección de una conducta normal .

Estas .son las fuerzas de que dispone el niño para

satisfacer sus deseos, las cuales se manifiestan en acti-tudes familiares en el hogar y en la escuela . Hay otras ,

que 1 escapan a la simp1o. .observaeión y convivencia con

los ulnos . Algunas de ellas, como la de la compensa-ción, identificación, y transferencia, las hemos ya ano-

tádo:en , el capítulo anterior :

Sin embargó, conviene aclarar esas ideas en rela-ción con el mecanismo de la conducta .

,El niño que tiene algún defecto físico ; el que noalcanza éxito en las tareas -escolares o en los deportes ; el

que se . encuentra privado de belleza,, compensa estas de-ficiencias que no le permiten satisfacer muchos deseos, co n

otras actividades .Así, ol'estudiante, que no puede ejecutar buenos tra-

bajos- escolares resulta un magnífico colaborador de l

maestro . El qua por razón de cojera no está capacitad opara tomar parto activa en deportas, resulta unbuen edi-

tor de'periédicos deportivos . . Los estudiantes pobres — en,,atletismo triuñfañ en el orden académico y viceversa .

Page 4: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higic?cé '11lelctál

51

El -tartamudo se convierte 'en escritor . EPciego en mú-sico . El inhábil en matemáticas es hábil ci literatura .

No hay razón alguna para oponerse a este mecanis-mo de compensar urja actividad por otra, aiempre que ellaresulte constructiva' y no destructiva 'de la personalidaddel niño .

Un sujeto para lograr sus d',~seos evita dificultades ,llama la atención de quienes le rodean, adopta maneras ,costumbres y actitudes de otras personas . Se identificacon ellas . A este proceso se llamó imitación, pero estu-dios posteriores han demostrado que la imitación com oniecan-unuo para copiar 'actitudes no existe . s un pro-ceso típico de identificación, el cual- es generalmente in-consciente .

He aquí algunas casas : Un chiquillo que adopta 'gi=ros idiomáticos, vestidos, costumbres, etc ., del hermano-mayor que concurre a la escuela . La muchacha que sépeina, se acicala, se viste y se mueve en la misma form aque alguna heroína vista en la pantalla de un cinema-tógrafo . .El estudiante quo escribe a habla con el mismo`estilo y el mismo tono que su padre o maestro favo-rito : Las chiquillas que so sienten madres en el juegocon sus muñecas, o los muchachos que se creen soldadoscuando juegan a la guerra .

La identificación no debe verse con . la misma sim .patía que la compensación . Hay " riesgo para la persona-lidad del niño si la identificación adquiere raigambre .Es prudente desviar este mecanismo si se observa queha cogido por entero la personalidad del niño sustra-yéndolo de la realidad . En casos de manifiesta persis-tencia conviene la consulta médica .

Los niños que en la escuela adoptan las'mismas ac-titudes que en el hogar, o aquellos que tienen por e lmaest'ro . da misma simpatía o antipatiá'que por sus pa-dres, ejercitan el mecanismo de la conducta denomina-do'transfere,ncia . En general un sujeto usa-de la trans-ferehcia cuando"adopta hacia las gentes que lo"'rodean la smismas actitudes que proyectII'sobre otras . personas :

Page 5: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

84

José Antonio Encineis

He -aquí algunos ejemplos : dos hermanos gemelo sen una escuela eran inseparables . . Cuando enfermó unode ellos, ''el otro encontró un amigo con quien . observó l amisma conducta que con su hermano . El padre y el hi-jo unidos por su afición al deporte ; el hijo transfierela misma simpatía al director de deportes del colegio .Una muchacha o un muchacho tiene simpatía por elmaestro o . maestra, porque se parece al padre o a l amadre . Igual transferencia se observa en la amistad en-tre camaradas, en donde se ve que la simpatía surge po r

encontrar , en, el amigo o, en la amiga las mismas virtu-des que en sus progenitores . No sólo transfieren esta sactitudes de simpatía, sino también las de antipatía .

La transferencia por razón de simpatía no tiene pe-ligro alguno . En el caso de la antipatía, es necesari o-buscar el origen . Si la causa está en algún miembro dela familia del niüo, o en la de las personas que lo ro -dean, la conducta de éstos debe variar . Si esto no ocu- ,rre, la transferencia se traduce en un estado de combati-vidad y resentimiento profundos, lo cual altera la con-ducta del niio .

Nos hemos ocupado en este eapítulo de la reaccióncomo factor del mecanismo de la conducta, reacción quees familiar en la vida del hogar o de la escuela . Peroalgunas formas de reacción escapan a la observación co-mún y por consiguiente no les dan importancia, o lasconfunden, o atribuyen su presencia a causas que no lesson peculiares .

Los niños al sustraerse de cierto estado mental o es-piritual que los mortifica adoptan una reacción de escape ,

recogiéndose sobre si mismos, en un mundo interior deilusiones y fantasías . .Este mecanismo para alcanzar sa-tisfacción y placer no encontrados en la realidad se de-nomina introversión, y a los sujetos que lo usan, intro-vertidos. La introversión no-sólo significa vida interior .sino buscar sustitutos .que lo aparten de la realidad . Lalectura de .libros . sobre aventuras, la predilección ,le,eier-tas películas cinematográficas en relación con sus zo-

Page 6: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higiene Mental

88

nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean,el huir de toda camaradería, la actitud del riño en la .sala de clase cuyo espíritu no está allí presente son otra stantas manifestaciones del introvertido . .

He aquí algunos casos :Un niño predispuesto a la soledad, sin amigos,- si n

deseos de convivencia social, se aparta para leer cuen-tes o historias de carácter fantástico . El niño ~en-te de hogar pobre sueña lo que haría en posesión de l ariqueza . El estudiante inhábil y fracasado en su traba -lo. académico se congratula interiormente en llevar unavida de atleta con toda la popularidad y gloria inheren-tes a esa actividad . La ambición interior' de un niñ odébil de carácter se traduoe en el deseo de ser algún dí aun verdadero leader . Una muchacha avergonzada de le,pobreza de su hogar, de la falta de hermosos y elegan-tes vestidos, se eátretiene en hojear las páginas de un arevista de modas o de otra en donda existan datos y fo-tografías sobre la esplendidez de un hogar lujosamenteconstruido y amoblado .

Otro tipo de reacción es el denominado de defensa alcual acuden buen número de niños . para disfrazar su ti-midez, cobardía, incapacidad física y mental, envidia,egoísmo, oclos . Se defienden ostentando altanería, va-lentía, combatividad, en presencia de personas débiles ,indefensas o dependientes_ do ellos . Este mecanismo sedenomina extroversión, y el sujeto que la utiliza extro-vertido .

He aquí algunos ejemplos :Una mtchacha que desearía ser popular entre lo s

muchachos, y no lo es, proyecta una actitud de desafío,de hombría . Un niño cobarde interiormente, resulta com-bativo con los camaradas menores que él . Una mucha -cha impópular trata de llamar la atención ; presentán-dosó enjoyada y elegante . Un chiquillo cubre su';defi-eiencia mental fomentando el desorden en la 'sala declase, erigiéndose en lwder de ella . Un niño excluído por

Page 7: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

54

José Antonio Encinas

sus :compañeros de la' comunidad escolar, alardea 'tene r

-amigos .Es normal que los . niños vivan su mundo interior,

caso de los introvertidos, y por tanto no hay peligro sal-

vo cuando la introversión lo aparta de la realidad total .en cuyo caso no debe permitirse que el niño viva en so-ledad mental . Si permaneciese en esta situación la pre-

sencia del médico es necesaria .

En el caso de los extrovertidos es conveniente ob-

servar cuidadosamente si la conducta, obedece a ese me-canismo, o es consecuencia directa de una extremada ~ac -

,tividad, o de una . profunda antipatía por las persona s,que . lo rodean .

Eo es fácil distinguir uno u otro casó . La exWriencia del padre. de familia y la del maestro y el co-nocimiento de la naturaleza del niño dan la clave de esasactitudes . Cuando éstas se encaminan para sustraerse d etodo esfuerzo, es preciso llevarlo a la acción inmediata

sin permitir que ninguna otra desvíe su conducta .En la vida escolar es frecuente que los niños apele n

al llanto, a la cólera, al engreimiento para alcanzar al-

gún deseó, o escapar de algún esfuerzo . Esta actitud seconoce con el nombre de regresión, porque el escolar re-

gresa a la primera infancia, en donde usó de ' ese me-canismo .

He aquí algunos casos :Los niños sacan la lengua, se chupan los dedos, s e

hrirgun la nariz, etc., cuando dan una lección y encuen -tran alguna dificultad en el proceso mental . Lloran cuan-do se les corrige . Rehusan continuar un ,trabajo cuandoen él-fracasan . Destrozan sue ropas o sus útiles escola -res cuando no dan un'-buen examen . Adoptan un len -guaje infantil cuando se ven derrotados . Llegan fácil -mente a la cólera cuando no se les satisface en sus deseos .

-Gran parte de estas actitudes son de orden emoti-Yo y :por - .esto .no conviene provocar este_estádo en el ni -ño, quien en caso contrario irá a la regresión con dañopositivo para sir ;,personalidad . Cualquiera dificultad que

Page 8: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

FI'i .;liélae tlléiatitl

55t

tenga en su trabajo escolar ó en las 'ocupaciones domés- ,

ticas debe ser salvado sin ocasionarle, émociones . cue'lp

perturben .

Desde los primeros'áños dé la+ adolescencia : .el sujeto

busca disculpa para sus fracasos en iin . proceso de racio-

nalización, ' o sea, que razona y — se justifica por no haber,

triunfado, por no haber logrado sus deseos .

Esta racionalización se presenta también . en- niñas

que cursan instrucción primqxia, ;eutindo-T3.o defienden d esus travesuras, o escudan sus deficiencias, razonando ; ale l

gando múltiples pretextos, muchos . de ellos inexistentes „

Ilustremos este mecanismo . :

Los escolares exéusan su falta 'de preparación átribu;

yéndola a trabajos excesivos en el hogar, al hecho de^seis

mortificadas e incomprendidos por seis' maestros, a .'l a

falta de interés por ciertos estndios ; ala organizacíón y

disciplina de la escuela ; a los programas sobrecargados, - alos cxáminadores, a 'la falta de útiles de ensefianza; a

enfermedades simuladas .

Debe combatirse esté mecanismo, porque sustrae a l

niño de toda actividad mental . Un estudiante cue' buscacualquier pretexto para evadirsé de obligaciones va `di =

rectamente a la pereza mental, ' cuyas . consecuencias sonfunestas en lo futuro . Muchos de esos pretextos; én•lasescuelas, son consecuencia directa de la' organi¡ación -es 'colar, de la falta de estudio y dé comprensión :de los ni-

ños . Cuando el trabajo escolar responde a las necesid &des del niño, a su cápacidad, a'sus aficiones,'el trabajómental resulta realmente un placer espiritual . En esta, si rtuación es difícil que el niño racionalice .

Un mecanismo de la conducta que guarda r' 4ació ó

con la anterior es la denominación proyeccúín,' média.ntela cual se da personalidad a las cosas y'se prdténcle 'átrí-

,huir a éstas muchos fracasos . En-los niños este mcc'auis-mo se realiza cuando destroza su cuadérno' de ejereibioé,rompe sus 1 Lpices, arroja el tintero en un rapto de cóle-ra por atribuir a esos . objetas alguno de• sus errores . .La

Page 9: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

50

José Antonio Encinas

proyección se relacioná también con las personas . Es co-mún- escuchar a los'estudiantes dolerse . del poco éxito ob-

tenido en sus estudios y culpar de ello a sus maestros .

Algunos ejemplos áeláran lo anterior :

Im niños critican en otros la conducta que ellos

observan . Los qué acusan a sus camaradas de actos qu e

ellos frecuentemente ejecutan . Los que ven deshonesti-

dad en otros, siendo ellos deshonestos .

La proyección como la racionalización debe ser com-

batida . Cuando ella; se refiere a las casas, existe un a

gran dosis de mal humor, de cólera, de desconfianza ens'i mismo, de incapacidad . Cuando la proyección está enrelación con las personas hay un fondo de antipatía ydo. combatividad interior . Todo ello mortifica al niño y

desvía su conducta .

Por último, el mecanismo conocido con el nombredo.represión llevo al sujeto a reprimir acciones que le cau-

san miedo o vergüenza . Ese estado de arrepentimientointerior que no tiene la fuerza necesaria de proyectarl oél exterior, lo lleva a un estado de represión . No es un

peto voluntariamente ejecutado . La represión se realiza

5,1n darse cuenta ., Muchas veces trabaja al lado de la.racionalizaci6n ., El sujeto pretende darse razón a sí mis-mo, cuando en• realidad no hay otra que la inconsciente-mente elaborada .

Por ejemplo, un alumno que pretende atribuir su cfracasos a la antipatice de sus maestros, cuando en ver -dad se debe a su falta de habilidad o capacidad . Un ni -¡lo quo no desea nadar es probablemente a causa de ha-

b6rselo imbuído .el miedo al mar en su primera infancia .La fal' a do habilidad por la música, puede ser moti-vada p aque el maestro o los compañeros se burlaron de

61 .al querer entonar .

Tales son las fuerzas que determinan el mecanismoda la conducta del niño . Lo esencial es buscar la zona

de, sus intereses . En esa zona as fácil operar . Pero cuandose .. olvida que el ñirio tiene intereses y deseas propios que

Page 10: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higiene Mental

87

lo empujan, entonces es difícil manejar con habilidad e l

mecanismo de su conducta . El olvido .que a cate respecto

se tiene, lleva a las padrea de familia y s los maestros a

proceder en forma drástica cuando la conducta del ni-ño se desvía, o en una marcada tolerancia, cuando es a

conducta les satisface por estar de acuerdo con sus pre -

juicios y deseos .

Page 11: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Capítulo III .

ALGUNOS TIPOS DE CONDUCTA

SUMARIO :

No calificar al nifio de "malcriado", "desobediente","ocioso", "suelo", etc ., ni considerarlo por estas cau-sas de mala conducta.

Saber que la malerladez, la insolencia, la desobediencia ,la pereza, la suciedad, no son defectos, sino ainte -mas de trastornos de conducta que obedecen a algúnmalestar del cuerpo o del alma .

No considerar a un nifio de buena conducta porque estranquilo, sumiso, obediente, amable . .

La tranquilidad, la sumisión, la obediencia y la amabili-dad excesivas no son virtudes, rano síntomas de al-gún trastorno orgánico, palqulco o mental .

En ambos casos debe consultarse al médico.No permitir que se encuentre en soledad física, ni mental .Debe entretenérsele dándosele ocupaciones que le Intere-

een .Debe rodeársele de amigos con quienes Juegue y converse.Tener cuidado con la tristeza del nifio, y consultar con

el médico cuando esa tristeza resulte permanente .No permitir el dominio del hermano mayor sobre los me-

nores, y viceversa . Debe procurarse el mayor equili-brio posible entre ellos.

No someterlos a una excesiva vigilancia y tutela.No dar órdenes ni contraórdenes . El padre y la madre

deben proceder de mutuo acuerdo.No permitir que el nido escude muchos defectos *bn un a

falsa honestidad .

Page 12: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higiene Mental

5,9

La actividad del niño. debe ser constructiva y no destruc-tiva.

No conviene detener, ni destruir aquella actividad . .Es dificil educar al niño que no manifieste su personali'

dad .Debe evitarse que sea Indiferente a'todo lo que le rodea :

Si esa Indeferencla persiste debe consultarse al mé-dice .

No molestarse con los niños demasiado Inquietos . Paraeducarlos no hay mejor fuerza que el amor y la pa -ciencia .

No permitir que se acostumbre a tareas fáciles .No desesperar de la lentitud mental . En casos graves

precisa la consulta médico-pedagógica.Una extremada pulcritud en los trabajos no significa ni

aplicación ni buena conducta.Acostumbrarlo a la serenidad, a no morglflcarse por los

fracasos .No ácostumbrarlo a .ser chdstoso, hablador, "palangana"

o "latero" .Debe impedirse todo acto de crueldad .

Conocido el mecanismo de la conducta de los niños ;

no están demás estudiar algunos tipos de conducta que se

manifiestan en el hogar y en la escuela .

En esta, exposición sólo deben verse los casos más fre-cuentes, aquellos con los eualés contienden maestros ypadres de familia .

Lo primero que se observa en la vida de los niños ,es el estar agrupados en dos grandes sectores ; los quemanifiestan extremada pasividad, y los que 'ostentan ac-tividad permanente . A los primeros se les tiene como su -

jetos de inmejorable conducta ; a los segundos, se les con-sidera de mala conducta .

Los niños que pertenecen al 'primer grupo, 'tiendé n

desde muy temprano a la soledad . Se apartan de sushermanos, juegan solos, no permiten que nadie les in-

terrumpa en sus ocupaciones . Cualquier juguete es - paraellos y sólo para ellos . Se apropian de las cosas; las cui-

dan, las . ocultan . Hay un estado incontenible de .egoísmoy un deseo manifiesto de aislarse_ Más adelanté, siguién-

Page 13: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

60

José Antonio Encinas

do su proceso crean personajes imaginarios con quienes

dialogan. Para ello buscan los rincones de la habita-ción, loa sitios más' apartados de la casa .

En la escuela observan la misma conducta . Resis-

ten a toda convivencia social . No les gusta permanecer

en la sala de estudio . Se mortifican con 'la compañia d e

los camaradas . En las horas de recreo se mantienen ale-jados eón cierta tristeza en el semblante . El 'silencio es

el síntoma m :ia notable. En sus tareas escolares hay

limpieza, cuidado y pulcritud . Son tipos obedientes, de

una obediencia pasiva que acusa trastornos en el espí-

ritu .Debe tenerse cuidado con esta clase de niños . Diag-

nostiea.rlos prematuramente y considerarlos como sujetos

de irreprochable conducta es un error . Precisamente eslo contrario, porque la naturaleza del niño es esencial -

mente activa, afecta a moverse, a contender, a buscar su

propia salida .

Pensar que esta tranquilidad es benéfica significa ,

por desgracia, dejar en olvido punible aquellos aínto-mas que indican por sí solos que el espiritu del niño es -

tá en agitación interior, sin fuerza necesaria para ser

proyectada al exterior .Aquel estado de soledad puede llevarlo a situaciones

más graves, creando en su espíritu fuerzas capaces d e

destruirlo .

Hay dos clases de soledad : la soledad física, qu e

es el retraimiento personal, corporal del niño, quo s e

traduce en el deseo de apartarse de las gentes que lo

rodean ya sea en el hogar o en la escuela . La soledad

mental, es el retraimiento de su Yo, la abstracción com-pleta de la realidad, la vida interior atormentada, quién

sabe por qué ideas .

Pocas son los que se han detenido a observar estostipos de soledad . Lo único que alarma a los padres defamilia y a los maestros, es la soledad física., que es con-siderada, en general, como síntoma de algún malestar or -

6*éaico . En realidad, así es, en la mayor parte de lao

Page 14: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higiene Mental

61

caeos . En cambio, la 'soledad mental ha sido olvidada omal juzgada, pues se considera como un estado de quie-tud y de obediencia que halaga la vanidad de los padres .

Nadie debe poner en duda que cualquier estado desoledad del niño es grave, y por eso la compañía espi-ritual de los padres o de los maestros para esta clased'e niños es cuestión de necesidad inaplazable . Las ma-dres que abandonan a sus hijos y los ponen a merced desirvientas ignorantes, contribuyen a desviar la persona-lidad del niño que requiere continua camaradería co ngente capaz de entenderlo y de provocar en él ¡in estadode placer .

En la escuela se cometen errores más graves respec-to de la soledad de los niños . Cuando el maestro no tie-ne la capacidad suficiente para dirigir la conducta desus discípulos, el único recurso que tiene a la mano, e sapartarlo de la sala de clase y, a veces, recluirlo en un ahabitación . Colocado el niño en esta situación, se pro-voca el estado de soledad física y mental . Igual fen6 -meno ocurre cuando el maestro hace caso omiso de lo sniños 4ue lo perturban . Al no ocuparse de ellos, al con-siderarlos como elementos nocivos de la colectividad es -colar, abandona su misión de educador y se convierteen un simple guardián del orden, cuando precisament eesos niños necesitan la amistad del maestro, la compa-ñía espiritual de éste, lo cual debe traducirse en un afranca aproximación al discípulo .

Aunque resulte paradójico, esos niños afectos a lasoledad son sujetos fatigados : no sólo es la fatiga ex-terior, producto del trabajo escolar o de las ocupacio-nes del hogar, sino también, la fatiga interior como con -secuencia directa de no existir en el espíritu fuerzas ne-cesarias que equilibren su conducta y la manifiesten e nsentido normal .

Cuando el niño se aparta de la camaradería y sesustrae a toda actividad escolar es porque no tiene l aenergía necesaria para la convivencia social, que en todocaso, significa contienda .

Page 15: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

62

José Antonio Encinas

Desgraciadamente, en el hogar y en la escuela n ose da gran importancia al problema de la fatiga . Se su -pone, entre otras cosas, que el juego, por ejemplo, es elmedio para 'provocar el descanso en los niños . . Estacreencia es falsa, porque el juego es un verdadero traba -jo físico y mental . Desde el simple juego de las damaso dei ajedrez hasta el football, hay en ellos un desgastecontinuo de energías . Por consiguiente, si un niño se en-cuentra fatigado por exceso de juego no será dable for-zarlo al estudio y, viceversa . El único factor que pro-voca, verdadero descanso es el sueño . Se observa con fre-cuencia que los niños que han dormido mal o han sid operturbados en su sueño, despiertan con síntomas d eirascibilidad de carácter y necesitan cierto período d 2tiempo para volver a su estado normal y estar dispues-tos a emprender cualquiera tarea .

Hay otro grupo de niños que ostentan demasiad atristeza . A éstos nada les importa, todo les mortifica .Una tremenda tempestad agita su conciencia . 11fuy pron-to les invaden el hastío y el cansancio . No es . raroencontrar en esta clase de niños manifieska lentitud men -tal como consecuencia directa de una fatiga interior .

De lo dicho se deduce que la tranquilidad y obedien-cia en los niños, es un estado normal de suyo peligros oy que cuando ese estado persiste . es urgente el consej omódico .

Hay niños que no gustan de convivencia social aI -guna con sus mayores y, al contrario, les placa contende rcon los menores . Buscan para sus actividades a quienespuedan dominar física y mentalmente . Les agrada serobedecidos', sienten placer en dominar y subyugar .

Esta actitud se debe, en muchos casos, al mecanismode compensación ya estudiado . El niño física o intelec-tualmente débil, incapacitado de contender con quiene slo superan, compensa esta desventaja buscando la líneade menor resistencia .

En el hogar , lo normal es que los hijos mayores do -minen a los menores . Pero, hay .casos en: que . ocurre lo

Page 16: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higiene Mental

63

contrarió ; el 'menor tiene mayor capacidad, liabilidad ydestreza en la ejecución de determinadas actividades .•Valiéndose de esta aptitud mantiene superioridad in-equívoca .sobre sus hermanos mayores, superioridad qu elo llena de orgullo, de pretensión y de altisonancia .

la única manera, de mantener a estos niños en equi-librio espiritual es provocar su convivencia con sujeto ssuperiores a ellos, a fin de que . comparando sus habilida-des busquen la relatividad de sus acciones . L1 grupo d eniños subyugados, sometidos a tutela ajena y dispuestosa una obediencia incondicional acusa, un evidente estad ode timidez . La conducta de estos niños surge en el'ho-gar como resultado de una mala dirección de sus acti-vidades . . Acostumbrados a apoyarse en sus familiares ,no tienen el poder necesario para manejar su voluntad yvencer los obstáculos que se les . presentan . Son niñosc,ue poseen una personalidad en es•. .ado de dependenci acontinua . En la escuela y en el hcgar andan en busca d ealguna •>utela .

Cuando ingresan a la vida escolar, esta clase de ni -Ros no tiene facilidad de adaptación . Sufren lo indecibl ecuando se incorporan en la escuela y encuentran en ell anumerosos obstáculos que no les permiten satisfacer su sdeseos . Esta situación provoca en ellos un estado emo-tivo de bastante cuidado cuando tienen ascendencia neu-rópata . En este caso, la irascibilidad y la pugnacida dviolentas son elementos concomitantes de la timidez .

llay niüos que se encuentran bajo la influencia d ediferentes voluntades que se contradicen ; tal el caso d eaquellos cuyos padres no proceden con armonia al edu-carlos . Como el niño no sabe a quién obedecer, tiene un aconducta indecisa, llena de subterfugios y de encrucija- •das . Procede de acuerdo con la simpatía o antipatía quetiene con'las personas con quienes contiende . Estos niños transfieren su conducta del hogar a la escuela, en don -de se presentan huraños, hoscos e indecisos . Si la am=bivalencia persisto en la escuela, en razón de las . órdenes ,y .contraórdenes que se dan, la imprecisión en el en-

Page 17: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

64

José Antonio Encinas

rácter se acentúa cada vez; y por tanto, hay evidente de3-vío '•en la conducta :

Por eso, ha de tenerse mucho cuidado en alejar a losniños del juego •peligroso de la voluntad contradictori ade los adultos .' Quienes tienen a su cargo la educación

de'los -niños deben disciplinarse a sí mismos, no ser víc-timas de caprichos y prejuicios que se proyectan sobr ela conciencia de les niños .

No faltan entre los niños algunos que ostentan exce-

siva honestidad en su conducta con respecto a sus padreso a: sus maestros . En el niño, en su primera y segund ainfancia, no es posible suponer honestidad alguna en su

conducta . Lo honesto cs resultado de fuerzas sociales quedifícilmente llegan a su conciencia '-en los primeros perio -dos de-su vida .

En la escuela el prurito de honestidad surge, mu -chas veces, como un acto de compensación . Los niños depoca capacidad intelectual buscan el consiguiente refugi oen una existencia aparentemente honesta a los ojos del .maestro . Hay en estos niños un estado de simulación .

Simulan ser asoquibles ; bondadosos; corteses, atentes;"aplicados", cuando en realidad no lo son . Basta que seretire la fuerza yue los empuja a ese estado para que e lniñó se descubra tal como es .

Es necesario no engañarse con esta clase de ni-ños : Suponer en ellos una rectitud debida, una conduct a

intachable es desconocer la naturaleza del niño, que estáen abierta pugna con los intereses y la ética del adulto .Cuando el niñó se conforma aparentemente con cierto es-

tado de-cosas lo hace por timidez o por conveniencia, po-ro de'ninguna suerte por honestidad . La conducta de es -

tos niños no debe ser motivo de recompensas ni de ala-banzas . Privado así dé toda fuerza coadyuvante ha d e

volver .por necesidad a una vida franca, en donde sea

posible observar sús vicios y sus virtudes .

Al lado de está variedad de niños que presentan unaextremada pasividad -están los otros; cuya conducta se'manifiesta por una incesante actividad . Desde el hogar,

Page 18: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higienc Mcntcal

65

estos niños, se muestran úctibisimos para, ponerse en 'con 'tacto con las cosas y en relación con las personas . Ndcesan de caminar, hablar, gritar, jugar, combatir, apro-

piarse ele objetos que no les pertenecen y manterier a lo ssuyos en estado permanente de alarma . A ellos, el li'ti-gar y la escuela los consideran cono sujetos indiscipli -nados, malcriados, subversivos, insolentes, cte ., cuando e D

realidad no hacen otra cosa que obedecer a ¡as leyes iü-herentes de su naturaleza .

rTientras aquella actividad es constructiva y se ma-

nifiestei en un ejercicio continuo de la• personalidad n ohay derecho de detenerla . Pero cuando esa actividades

destructiva y va a herir la integridad física o mental delniim, entonces, es necesario dirigirla, por zonas %en don -

de encuentre cauces de desvío para toda inquietud mal -

sana.

En el hogar se comete grave error en no permiti rque la naturaleza del niño se traduzca en actividad per-manente . A los padres de familia les mortifica el bu-

llicio, de los chiquillos y pretenden que éstos permane zcan en actitud igual a la, de los adultos, guardando ladebida compostura en modales y costumbres .

En la escuela tampoco agrada. al' maestro la inquie-tud del niño porque perturba su tranquilidad y entor =pece la disciplina de la escuela . Esta actitud es de suyograve porque sustrae al maestro de la única oportunidadde conocer a su discípulo . La actividad del niño es lá

fuerza por excelencia para ponernos en 'contacto con su snecesidades, deseas y ambiciones . Es difícil aducar a losniños que . 11eva.n una vida interior, que no la proyectan,ni la manifiestan . En cambio, es fácil darse cuenta de lproceso que sigue la conciencia cuando ésta se traduce en 'actos ostensibles .

En la escuela hay niños que adoptan una áctitu dde indiferencia y de disimulo . Se sientan en '.lugares,donde no sea posible la vigilancia del maestro . Jamástoman parte activa en las clases . Esperan que se les pre

higiene mental 6

Page 19: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

6E

.. José Antonio Encina s

guate . : Tienen, manifiestá inhibición para preguntar y'terciar en .debates . ,Esta .conducta . se interpreta como coii,-secuencia . de, cierta timidez ., y miedo que envuelven uncomplejo de inferioridad . . Desgraciadamente estos niñossod abandonados a su'suerte . Los maestros se congratu-lan en enseñar a los más hábiles, a los más vivos •y de -jan, en punible olvido . a quienes necesitan ayuda inme-diata. En las: clases ; en- donde se dá enseímuza colectivaeste error es común . La organización de la escuela, a ba-só de trabajo individual, con reducido número de alunr-nes evita esta dolorosa situación, porque invita a la se-tiyidad a toda clase de niños, cuya conducta se- mani-fiesta en toda su plenitud .

En, oposición a los anteriores existen otros de un aactividad extiemada en la sala de clase-. Se mueven deun lado a. otro, conversan con los camaradas, son chisto-sos, afectos a :la .burla, incapaces de una actitud perma-nente; van como las mariposas posándose sobre los ob-jetós; sin manifestat predilección por ninguno . Coi estosniiiios, los maestros incurren en error de diagnóstico . Lossuponen de mala conducta, porque perturban la discipli-na y no los dejan trabajar . Lo que ocurre es que el ni -19' no 'está colocado en la . zona de sus intereses . Va enbusca,de la actividad . que más le agrada, no importa queella mortifique al maestro ó a los camaradas . Entonces,lo, razonable está en situar al niño en el trabajo que má sle- interese . Cuando se logra este . objetivo, aquella acti-vidad anárquica se pierde y se traduce en otra ordena -da; constructiva y productiva .

Junto a esta clase de niríos, hay otros á quienes lesagradan tareas fáciles, huyendo de aquellas' que neeats itan mayor esfuerzo . Esta situación ocurre aún tn lasescuelas de enseñanza individual . Se explica esta con-ducte, porque la materia que aprende el niño es cuan-titativa y . eualitativamento superior a su capacidad . Deallí que es absurdo . o injusto someter a los niños a u-,mismo plan de trabajo . sin haber estudiado antes str ha- ,biHdad y las diferencias que en ella existen . Cuando la

Page 20: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higiene Mental

67

escuela realice este trabajo, la conducta de .menor rmis=:tencia del niño habrá desaparecido .

La, lentitud mmtal de los niños acusa una conc;uc-ta 'tipiea en donde hay nmcho de simulación . Los ,:j eadoptan sta situación, solicitan _ mayor tiempo para su stareas, se disculpan en tala forma de haber llegado tar-de a la escuela, se mortifican por la celeridad con qu esus colegas ejecutan sus trabajos . La lentitud menv.1 sedebe a incapacidad física, a perturbaciones . org ;1inleaZ ,ontre ellas, la deficiente secreción de la glándula tir• roes .Es también producto de un contagio social . Si hay len-titud en el hogar, el niño se acostumbra a esa actitud, yle es difícil proceder en otra forma . En e. •nsecucncia ,cuando los nmestros y los padres de fannlia observen en .los niños este tipo de conducta, es preciso el consejo mé-dico o una reforma radical en la vicia dól hogar . - En laescuela es indispensable estudiar la . mentalidarl dr.', ni-ti,o antes de someterlo a trabajos para los cuales pr, ba-blemente no hay la energía suficiente.

En la escuela se observa que algunos niños mani-fiestan extremado cuidado en la ejecución de súá traba-jos . Son meticulosos, limpios, abusan del borrador y sedetienen mucho tiempo en corregir sus tareas . . A prime ,ra vista parece que una conducta de este orden es lau-dable, pero cuando ella es exagerada debe interpretrrs ecomo una reacción de escape que el niño ' realiza en_pre-sencia de dificultades que se le presentan . Esti actitu dtiene otra interpretación ; significa . una compensación acierta incapacidad del niño .

Cualquiera que sea la interpretación que se dé a ;esta conducta, lo esencial es saber que la excesiva 1im-pieza que pone el niño en sus trabajos " no u's nórinal .Cuando se ignora este hecho, los maestros juzgan á lo sniños por el aspecto externo del trabajo, mas no pór l acalidad . Claro es que no es posible aconsejar que 'el ni-ño no ame la belleza, la limpieza y el orden . Péro, cuan -do para llenar estas actividades, el . niño se refunde yse distrae en detalles con menose,ebo~de"una buena gmr-

Page 21: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

88

José Antonio Encinas

na'sia mental, entonces es conveniente emitir sobre es -

ta clase de trabajo de los niños un juicio relativo :

Otros niños demuestran ansiedad y excitación cuan -

do cometen errores, responden mal a las preguntas o eje-

cutan trabajois escolares pobres . Es evidente que esta an-

siedad se debe e¡i algunos casos al deseo de merecer apro-

bación y de alcanzar buen éxito . A veces esa ansioda d

tiene su origen en el miedo al castigo, al reproche, a l a

injuria . 'No es raro que esa actitud se atribuya al hogar

en donde el niño es sometido a permanente censura so-

bre sus trabajas en la escuela .

Esta conducta provoca en los niños no sólo ese es-tado de ansiedad, traducido en'temor, sino también en-

gendra desconfianza en sus propias fuerzas, desconsuel o

en sus ambiciones .

El examen, cono práctica escolar tradicional, con-

tribuye a aquel estado de cosas que resulta más grav e

cuando hay presión en el hogar, en el sentido de que e l

niño alcance las más altas notas . Bajo crías condiciones

el espíritu del niño es inne-cesarianiente fatigado . Hay

merma en la fuerza mental, desperdicio de energía qu eserá dificil substituirlo . Ocurre lo mismo con la cos-

tumbre inveterada de tomar lecciones o pasos en presen-cia de los alumnos . No todos los niños están en condi-

ciones de desempeñarse con destreza y brillantez delante d eun público, no obstante la rir,ueza de conocimientos qu epuedan tener . Someter a niños nerviosos a esta clase deexigencias es colocarlos en situación difícil en el orde nespiritual y mental .

Si se quiere educar a los niños e instruirlos dentrode la máxima serenidad, es urgente abolir exámenes ,ylecciones ; cuidar y dirigir sus trabajos en forma indivi-dual, lo cual felizmente ocurre en las escuelas nuevas .

Existen niños en la escuela s- en el hogar, que seentretienen y entretienen a quienes los rodean, haciend ochistes, mofándose de los demás, remedando actitudes .ajemos y convirtiéndose en héroes de gran popularidad en-tre sus camaradas .

Page 22: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higicne Mental

69

Esta conducta debe interpretarse como un mocanis-mo de compensación, si hubiera persistencia . Caso con-

trario, si la actitud no- es permanente, constituye un ex -

ceso de energía proyectada en la zona de .placer del niño.

Tanto el chiste como el remedo en los niños, se h a

considerado como un exponente de "viveza" , de "inteli-

gencia" , y por ello los que poseen esta cualidad, mere-

cen alabanzas de todo género . Esta actitud de los pa-

dres de familia y aun de las maestros, es nociva porqu e

contribuye a que el niño se retire de todo orden espi-ritual para situarse sobre la superficie de las cosas . No

se pretende que el niño sea un sujeto serio, incapaz d e

regocijarse con chvstes, pero llegar a la exageración y a

la permanencia es de todo punto de vista condenable .

El niño que por muchas razones' no ha podido satis-

facer sus deseos en la vida exterior, lo alcanza en s u

mundo interior, imaginándose situaciones y'actitudes qu e

realmente no existen . Esta clase de niños son los que

en la escuela y en el hogar se vanaglorian ele hechos ja -

más realizados . Son los sujetos habladores "palanganas" ,

`lateras ' , mentirosos . que cuentan todo género de avan-turas y de grandezas y se atribuyen cualidades exce-

Icntcs que no poseen .

Esta conductas significa también un méoanismo d e

compensación y a veces de identificación cuando el niñ o

encarna en su espíritu un determinado personaje que h a

visto en el cinematógrafo o ha leído en alguna novela d e

aventuras . Tal el caso de muebachos eue se creen ému-

los de Tarz.In, de Tom Mix o de Dick Turpin .

Esta conducta no es loable ni conveniente fomentar -

la porque perturba el equilibrio de la conciencia del ni-ño, provocando algunas veces un desdoble de la persona-

lidad .

Existen algunos niñas que, ademas de mantener tu-

tela sobre los débiles, manifiestan crueldad física co n

ellos y con los animales . El estudio de la crueldad ser á

motivo de un capítulo especial . De pronto baste decir

Page 23: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

70

Jose An*tortio Micinas

que, dicha conducta es intolerable y obedece, en . general ,

aun ,mecanismo de identificación .

La. risa, en las niños, cuando tiene carácter histé •

rico y se produce por los motivos mas fútiles, no deb equedar inadvertida para los padres de familia. y los

maestros. Es un síntoma que revela no un estado d eplacer, sino uno de agitación interior, y en muchos ea-

sos es un medio del cual se valen los niños para llama r

la atención . En el primer caso conviene llamar al mé-

dico, y en el otro se aconseja dominar esa actitud, lle-vando el espíritu del niño a un estado de tranquilidad ,

valiéndose en especial de rima cooperación inmediata, y a

sea para distraerlo de la actividad que le provoca la ri-sa, o ya para someterlo a otra en donde se Vea preci-

sado a moderar esa conducta .

Tales son los tipos de conducta más comunes, y so-

bre los cuales es preciso que la atención de las persona s

que rodean al niño se detenga . Una cuidadosa observa-

ción en la manera y forma cómo el niño proyecta su

conducta puede dar la clave del origen de ella, y proce-der, en consecuencia, a favorecerla o modificarla .

Page 24: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Capitulo .1%,

LA VI 1Y EMOTIVA

StI MAR10 :

Impedir que el niño se excite y agite demasiado .El muchacho demonio debe ser cuidadosamente estudiad o

y vigilado.Si esa lutranquitidad persiste debe consultarse al médico .:Jamás se debe castigar, Insultar, amedrentar, avergonzar,

a un niüo emotivo.No se le debe llevar a la turbulencia oponiéndose a en q

deseos oponiéndole los ajenos .La extremada turbulencia va camino a la perversidad .Cuando hay demasiada turbulencia, no esperar que me-"

jore de carácter, es urgente la consulta médica .La turbulencia significa siempre fatiga .No fatigar a los niños, ni corporal, ni mentalmente .Los niños epilépticos o epileptoides son fatigados . No .de -

be imponérseles el mismo trabajo que a los 'niño snormales.

No descuidar a los nhios inatentos, "¡dos" . La consultamédica es necesaria.

Estudiados los hábitos y la conducta del niño, es déinterés conocer sus emociones, el origen y el desarroll ode ellas, tanto en el hogar como en* la escuela y ofrecet ,en conclusión, los métodos para que la emotividad no lle-gue a convertirse en trastornos profundos del caráctér .

Page 25: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

72

Josr' Antonio Encinas

1\T0 es necesario entrar en un análisis minucioso so-bre este interesante aspecto de la vida del niño . Basta

saber que la emotividad se traduce en determinadas ae-

titudes, siendo las más importantes : la, cólern, el mied oy el amor .

Hay otros que piensan que nuestra vida emotiva gi-ra alrededor de cuatro factoros : Lo el placer; 2 .o el dis-placer ; 3.o la excitación, y 4 .o la depresión .

En realidad nuestra emotividad y la del niño se mue-

ven en virtud del placer cuando nuestros deseos son sa-tisfechos, y del dolor cuando no lo son .

La búsqueda del placer y .la huida del dolor, nos co-locan en un estado de excitación . Cuando ésta llega a in-tensificarse nos sentimos fatigados y vencidos, lleg, .ndoa un estado de depresión .

En el niño estos factores juegan papel importan -te porque sus emociones son de carácter inmediato, mticn-tras que las del adulto pueden ser diferidas . El niñosiente placer cuando satisface, inmediatamente, un de -seo . Entonces entra en el terreno de la tranquilidad . Dolo contrario, como no tiene zonas de desvío para dar es -capo a su impulso interior, llega a la zona del • dolor .En este astado el niño ofrece una gran excitación, qu eluego decae para convertirse en depresión .

La escuela antigua de psicología infantil buscaba l aemoción en la conciencia del niño, suponiéndola consti-tuída como la del adulto . En la actualidad esas en:o-ciónes_ se estudian a través . de la conducta, cuyas ma-nifestaciones son verdaderos síntomas . Por este caminanos encontramos con la excitación que antecede a la co -lora .

.En efecto, un niño encolerizado se agita, grita, pa-

talea, tusa un vocabulario inconexo, ]Hiriente y hasta de s -honesto ..

Los . niños que se excitan y se agitan acusan, co nfrecuencia, gran, emotividad . No es posible jugar . :o nellos . . Es necesario -observarlos cuidadosamente para saher,las .causas . que. mbtivan esos síntomas . Por desgracia

Page 26: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higienc Mcntal

7 3

a estos niños se les califica con el epíteto, de poseer"mal carácter", vocablo de muy ppeo significado en .,esta,materia .

Los padres de familia se contenten con decir , q'ceestos muchachos son unos "demonios", y cuando hayciertos prejuicios en el hogar, atribuyen este dinamisni : ,

a la herencia .

Es afán ímprobo de los padres y de los maestro:ipensar en detener estas violencias usando la fuerza . N ose dan cuenta de q̀ue semejante disciplina lleva al niño auna inquietud permanente que linda con lo patológico..

El niño quieto y tranquilo es un enfermo, o un opri-mido . Sabemos que no es posible admitir esta quietud ,porque el niño se pone en contacto con la naturaleza po runa fuerza interior incontrolable . Su vida se desliza através de múltiples actividades, a veces desconocidas po rcl adulto . Están atentos a todo ; quieren óbservar, ana-lizar, trocar cuanto les rodea . Por eso, cuando la madr adice al hijo " estate quieto", " no toques tal co"", "nohagas bulla", "silencio", etc ., opera en sentido nega-tivo sobre la conciencia del niño . La, falta de liberta dlo pone inquieto y lo agita . El uso de ella da un impul-so natural a -la curiosidad del niiiio, determina un orde ninterior en la conciencia . A mayor libertad, menortividad . Cuando el hogar y la escuela están orgauiza .dos a base de_ una disciplina férrea, la emotividad 'e lniño alcanza grandes proporciones . Vive intranquilo .inquieto, en medio de una permanente tempestad . . , ~ 1contrario, cuando goza de libertad, la emotividad se des -plaza, y el niño no encuentra motivo alguno para 11rr :a ral estado de excitación . Coma los obstáculos que , vetee

están en proporción con sus fuerzas, y como al _ven .~~, -los siente fruición, no es posible que se altere su_. .emn-tividad .

Cuando la excitación ha llegado a graves extremo sse presenta en el niño una inestabilidad psicomotriz ,que luego se ronvierte en una agitación típica alrededo rde un deseo único .

Page 27: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

74

José Antonio Encinas

Esta clase de niños combaten ardorosamente por im-poner su voluntad, valiéndose de todos los medios qu e

encuentran-a sir- alcance . Para ellos no hay disciplina

posible; ni castigos, ni consejos, ni promesas; ni amena-

zas . Permanecen sordos a toda sugesti(in ; están en plena

rebeldía .

Los padres de familia y los maestros contribuye n

a llevar al nido agitado a este estado de turbulenciu ., por-que no sólo se oponen a los deseos de éste, sino qua, a

su vez, se irritan, se mortifican y encolerizan rmmdo el

niño no obedece .

La turbulencia es un síntoma de u .utnrno del carác-ter . Ya no es la inquietud, ni el dinamismo normal ; es e l

deseo insatisfecho, es la ansiedad constante de verse opri-mido, combatido, menospreciado .

Esa turbulencia lleva al niño a la perversidad . Elperverso traduce su conducta mediante fuerzas destruc-

tivas . leo sólo es la combatividad que pugna por de -

tender o por superarse, o por alcanzar algún deseo, e sla anarquía total del espíritu que se manifiesta por unaconducta antisocial .

Cuando llegue la oportunidad de ocuparnos de l adelincuencia infantil, habremos de observar que ésta es

producto, en la mayor parte de los casos, de no habe r

dirigido convenientemente la vida emotiva de los niños ,a quienes se somete desde muy temprano a grandes es -

fuerzas emotivos .

Además de esta falsa disciplina, la inestabilidad de lniño 'tiene otras causas dignas ele ser conocidas ; entre

ellas están las que se derivan de trastornos orgánicos .

Hay inestables por perturbaciones del lenguaje .

Cuando el niño no es capaz de expresar sus pensamien-tos con precisión y fluidez, cuando hay torpeza en lspalabra, como el caso típico de los tartamudos, su emo-

tividad es manifiesta . En este caso nada mejor que es-

tudiar aquellas perturbaciones ,y curarlas antes de .inten-

tar cualquiera otra actitud, en especial la de ponerlo ere

ridículo .

Page 28: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Hi*gienc Mental

75

Es frecuente observar en la escuela a niños que n opueden mantener atención alguna, inclusive . por activi-

dad'el'tii"las que todo nido normal participa . Pero'no

sólo ocurre lo dicho, sino que llegan al extremo de 'per <

turbar a sus camaradas en sus ocupaciones . Interrumpen

una partida de juego, arrancan las flores del jardín, en-sucian, ocultan, o destrozan los cuadernos de trabajo d e

sus colegas, etc. Esta agitación es denominada ecrrc be-losa y requiere atención médica . Las padres de famili a

y los maestras en este caso no deben permanecer impa -

sibles o atribuir esa conducta a situaciones propias d e

la edad, en la esperanza de que mejorarán de "carácter "

con el trascurso de los años . Naturalmente a estos niño sno es posible someterlos a violencia de ninguna especie .Son sujetos fatigados para quienes el trabajo escolar . y ,

aun los juegos, deben ser rigurosamente seleccionados yclasificados . Por esta razón esos niños no pueden esta r

en escuelas de numeroso alumnado, sencillamente porqu eno es posible observarlos, ni aplicar en ellos curación pe-

dagógica alguna .

Igual procedimiento y cuidado exigen las niños'epi-lépticos, epileptoides y los que sufren del mal de Sa n

Vito, en quienes la inestabilidad es manifiesta . El ni-ño epiléptico presenta un período de inestabilidad viol,,m-

ta algunos días antes de que le sobrevenga el ataque .En los epileptoides la inestabilidad es intermitente. De-

be tenerse presente que el epiléptico o el epileptoide es

no fatigarlo, y por tanto, pedagógicamente es necesario

medir la fatiga de estos niños antes ele someterlos a cual-quier trabajo escolar . Se comete grave error en mante-nerlos en clases de enseñanza colectiva, en cloide la fa-

tiga se produce a poco de comenzar una lección .

Los niños mentalmente cleficientes presentan una

agitación menos pronunciada que las anteriores . Se mue-ven pnusadamente de un lado a otro . Cogen una cosa .y la dejan . Son una especie de duendes que ambulan por

la casa o ror la escuela sin saber qué hacer . Cuando per-siste esta actitud la asistencia médica es necesaria . Pe-

Page 29: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

76

José Antonio Encinas

dagógicamen :e ci~tá contraindicado toda violencia, insultoy castigo . En la escuela, el maestro está obligado- a es-.tudiarlo y a encontrar el campo• de intereses, en dond epueda fijarlo . Tampoco estos niños deben concurrir a

escuelas de numeroso alumnado .

Se observan otros niños cuya emotividad se tradu-qo en molestar bajo cualquier pretexto a sus padres omaastros . Se quejan de todo, acusan a sus camaradas, - se -Licitan ayuda constante, formulan preguntas inconexas ,ponen en desorden las cosas, se sustraen a toda discipli-na . Estos niños se conducen en esta forma, porque ha nsido olvidados . No se les ha prestado la atención neema-ria. En el hogar y en la escuela se les ha abandonado asu suerte . En esa soledad su vida emotiva está. siempresometida al impulso de cualquiera fuerza, por pequeñ aque sea . Hay en ellos cierta timidez y eob .iriía. Lo urgente es buscar el trabajo, en donde esa emotividad s epierda, y para ello debe estarse atento a todas sus ac-titudes .

Estas son las causas determinantes de la inestabi-

lidad del niño, inestabilidad que cuando es reprimid aviolentamente . lo lleva a, un astado de agitación que esprecursora . de la cólera .

Page 30: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Capítulo Y

LA COLERA

SU31ARIO :

La cólera aparece en el niño desde los primeros días d e

nacido .Debe Impedirse que por cualquier motivo llegue -a la C6 -

¡era .Para ello debe cuidarse su salud física y mental .No contrariarlo, molestarlo, darle órdenes innecesarias .

No encapricharse .La condescendencia evita la cólera .No encolerizarse cuando el nitro desobédece, o act6a e n

mala forma .Después de reprenderlo, deben los 'padres volver a la se-

jenidad .No cometer actos de injusticia con el niño.Evitar la cólem blanca, que no se traduce en actos os-

ténsibles .Si el' niño se encoleriza por cualquier pretexto, y man -

tiene esta actitud debe consultarse al médico .

La cólera es un estado emotivo general en todos los

animales . No hay uno sólo que no reaccione con cóleraante la presencia de un enemigo, ante los obstáculos qu ese le oponen para alcalizar sus deseos .

Es interesante observar que los carnivoros llegan a

la cólera con más facilidad que los herbívoro, . Ta fu-

Page 31: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

78

José Antonio Encinas

ría y la ira en aquéllos se encuentran en mayor propor-ción que en éstos .

En el hembra la cólera es una reacción natural yhasta, normal . Nadie puede sustraerse a ella .

La cólera en el niño aparece en los primeros días desu nacimiento a consecuencia de encontrarse en un am- .tiente distinto a aquel en que vivió en el claustro ma-terno . En el período fetal estuvo en permanente depen-deicia, era cuasi un parásito . `Pan prouto ingresa a lmundo tropieza con dificultades cada vez mayores . Tie-ne necesidad de alinnentaHse, de moverse, de ponerse encontacto con las cosas y en relación con las personas . Suorganismo, libre de la tutela materna, le ofrece una seri ede síntomas que lo mortifican . Todo esto lo pone 'en unestado de excitación que se traduce por el llanto, el gri-to y el continuo sobresalto .

La cólera se manifiesta con evidencia cuando el ni-ño tiene deseos no solo orgánicos, sino psíquicos . Comono puede moverse con facilidad, ni todo lo quc desea es -tá a su alcance, se agita y se encoleriza . U situaciónse agrava cuando el niño habla y- camina, entonces su vi-da tiene un panorama más extenso y sus intereses y de-seos se multiplican a diario . De otro lado la oposicióna estos deseos es cada vez mayor . Los padres de fami-lia entran en contienda con sus ]Hijos . No permiten qu ese nmevan, griten, manoseen las cosas, ni molesten a la spersonas . Tratan de imponer su voluntad a todo tran-ce y utilizan para ello toda clase de violencias desde elinsulto hasta el castigo corporal .

En. estas circunstancias la emotividad del mño s emantiene en tensión permanente, y el único medio d etraducirla es la cólera .

Se ha investigado la cólera en los niños mediant ecuestionarios dirigidos a más de dos mil padres .de fa-milia . El resultado es el siguiente : hasta los cuatro años,el iniño manifiesta su cólera valiéndose del llanto . Delos dos años a los tres el llanto que distingue la cóleraes, Íntermitente . Los niños ma}rores de cuatro años _ma

Page 32: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

I-1ir1ie ?¿e 131 cnta1

79

nifiestan su cólera mediante actitudes del cuerpo, pre -

sentando un estado de pugnacidad . A los siete años la

pugnacidad y la violencia del lepguaje son evidentes e n

la cólera . llás allá de los ocho años la cólera se rani -

fiesta por una constante rebeldía Y una. axigercin ma-

Sor . de compensaciones . Ya no se satisface con la ausen-

cia rae obsticulos a sus deseos, sino exige halagos . A los

once años la cólera aminora en cantidad, pero se pro-

5-ceta, en calidad . No se encoleriza con frecuencia, pero

cuando llega a este estado hay emotividad superior a l aobservada, en la primera, y segunda infancia .

Debe tenerse presonte . que la cólera no es una enl'er- ,

medad, sino un síntoma de trastornos más o menos . gra ,

ves .en la villa física, psíquica y social del niño .

En el orden físico sc observa que la caries deutaria ;Fas perturbaciones del aparato digestivo, la intoxica-

ción por sustaricias alimenticias, la deficiencia en la s

secreciones internas, predisponen a los niños a la c'. n cra .

Los padres de familia y los maestros ignoran ésta scircunstancias o les otorgan poca atención, y de allí qu e

tratan ' la cólera ' corno si fuera un manifiesto trastorn o

del carácter, cuando en realidad obedece, entre otras cau-

sas, a una perturbación or gánica, la cual necesita aten-

ción módica antes que pedagógica .

Se procederá mal, en el hogar y en la escuela pre-

tendiendo contener o desviar la cólera de los niños, va-

liéndose de castigos . Lo urgente es averiguar el por qu é

de ese estado emotivo .

El niño posee un espíritu muy fino y delicado, com-

parable a un vaso de Sévres, susceptible, por tanto deromperse al menor impulso . Ese espíritu está sometid o

a un trabajo constante del cual los adultos no : se dan

cuenta . Esa inquietud coloca al niño en situación espe-cialísima en relación con el mundo externo, en donde en-

cuentra dificultadas de todo orden . Para vencerlas gas-

ta una gran energía que lo fatiga . Esa fatiga psíquica

trastorna su emotividad cuando encuentra en su camino

Page 33: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

80

José Antonio Encinas

fuerzas que se le oponen, y por eso llega con facilidad ala cólera :

Eso no ocurre con el adulto cuya conciencia está dis-ciplinada, acostumbrada a sufrir todo género de reve-ses y a buscar compensación inmediata . Tieur., oulemás,la facilidad de buscar zonas de desvío por donde se des -

plaza su emotividad, y por tanto, llega a la cólera espo-rádieamente, salvo el caso en que sea uu sujeto neurópa-

ta o psicópata .

Lo dicho nos pone sobre la guardia respecto de la .vida psíquica del niño cuya disciplina requiere extrema -da serenidad de parte de las personas que con él con -viven .

La vida psíquica del niño guarda relación con su vid asocial, tanto la del hogar como la de la escuela . Si hay

oposición constante a sus deseos, si se le maneja con un adisciplina férrea, si no se le comprendé y . no se le co-loca sobre el plano do sus interesas, surge la rebeldía co-

mo respuesta inmediata . Esa rebeldía tiene un contenidode cólera .

I.os padres de familia y los maestros no tienen l adisciplina necesaria para mantener serenidad en presen-

cia de la desobediencia de sus hijos . Cuando esto ocu-rre se encolerizan tanto o más que los niños . Es de co-mún observación ver a la madre enfurecerse cuando e lhijo se ha tropezado y caído, cuando ha cometido algu-na malcriadez., cuando no tiene éxifó en sus tareas es-colares . Esta cólera de naturaleza impulsiva determinala consiguiente reacción en el niño, quien a su vez se en-

coleriza . Igual actitud se observa en la escuela, con l aagravante de que el maestro va a la cólertL con notabl e

frecuencia . Vive en continua contienda con sus discí-pulos, se mortifica por cualquiera falta, por cualquie r

error . Dl maestro irascible, discolo, colérico, terco nodebe permanecer un solo minuto en la escueh., porque

predispone a sus alumnos a mantener constante actitu dviolenta :

Cono el niño concibe el mundo en s :, totalidad, sin

Page 34: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Hi ,yienc Mental

81

discriminación alguna, supone que todas las cosas sor desu propiedad y que todas las personas están a su servi-cio . Este egoisnno lo traduce en los celos . Cuando-la scosas no llegan pronto a sus manos, cuando las perso-

nas no acuden a prodigarle cariño, ongreímiento y to-lerancia, se siente huérfano, abandonado en el mun-do, e ingresa en un estado de emotividad que lo pre -dispone a la cólera . Por eso, despertar las celos en . e lniño, tener preferencias por unos, más que por otros ,son costumbres que en el hogar y en la escuela deben ex-tirparse .

En los celos ha .y "siempre un fondo de envidia . Elniño envidioso está siempre en catado de cólera, en es-pera'dcl más mínimo pretexto para surgir al exterior .No debe provocarse la envidia . Conviene mantener alos niños, alejados de toda actitud que lbs separe de su shermanos o camaradas .

Hay gente que piensa que el niño no tiene un sen-tido de justicia . Felizmente, las escuelas nuevas, en don -de se le da intervención directa en la disciplina -asco-

,lar, *demuestra lo cóntrario . Cuando los niños constitu-yen algíu tribunal de honor para juzgar a sus camara-das es sorprendente la equidad con que se conclucen . Siesto es así hemos ele convenir qua cualquiera injustici acmneticla con ellos los resiente y les encoleriza . En elhogar los padres de familia suponen ser los jueces inexo-rables de sus hijos . Ocurre lo mismo en la escuela, en,donde la voluntad del maestro se impone sin reservas n itaxativas . Este alejamionto de la naturaleza del niñ olo vuelve huraño y hosco, actitudes que envuelven en s iun estado de cólera en potencia . Para equilibrar la con -ciencia de los niños debe dárseles participación direct aen la organización del hogar ,y de la escuela . Esa res-ponsabilidad personal los vuelve ponderadas y ecuáni-nies, factores -que mantienen la emotividad dentro de u nplano normal .

Henos visto anteriormente que el niño ama el or -I iglene Dlental G

Page 35: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

.82

José Antonio Encinas

den de las cosas . Es frecuente observar la mortificación

del niño cuando se ha alterado aquel orden, cuando susjuguetes, útiles escolares, etc ., no están en su sitio . Labúsqueda de ellos lo encoleriza .

len, cólera está siempre acompañada de agitación qu esignifica evidente trastorno nervioso . Sin embargo haycólera en donde no se presenta esa agitación, y ésta e sla denominada cólera blanca, la cual se manifiesta e nel niño por una actitud pasiva . Aute cualquiera injusti-oia, reproclie, insulto, etc ., cierra las mandíbulas, aprie-ta las manos, se pone pálido o enrojece, tiene la boca se -ca, alguna lágrima acude a lqs ojos . Esta es la situa-ción típica de las niños que están bajo la influencia d ela cólera blanca .

En la escuela es en donde este tipo de emoción e smás frecuente . Ello ocurre, porque el niño se encuen-tra indefenso ante la autoridad escolar que lo castiga ,lo injuria o lo calumnia . Como no es posible una reac-ción inmediata traducida en cólera franca y abierta, . e lniiiio se contiene, vive en una tempestad interior .

Esta cólera es de suyo grave, porque el espíritu de lniiiio, sufre una especie de intoxicación que tiende a des-

truirlo . La continuidad de esta emotividad, lleva al ni -

no a la antipatía y de allí al olio y a la venganza . No e sraro observar en las escuelas a las niños que supiero ncontener su cólera, buscar cualquier medio y ocasión pa-ra cobrar agravios .

Es pncferible una cólera que se traduzca al exte-rior, porque entonces es fácil dominarla y desviarla. pe-dagógicamente . Pero si ocurre lo contrario y ella per-siste es necesaria la atención médica .

Esta ligera y sencilla exposición sobre la cólera e nlos niños sirve para cve padres ele familia y maestro sconsideren la cólera como síntoma ele perturbaciones ytrastornos más o menos graves en la vida integral del

niño, y, en consecuencia, no cruzase de brazos, interpre-tándola`como simple m.aleriadez y pretendiendo dominar -la a fuerza de castigas, de reprensiones o de consejos .

Page 36: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higicne Mcittal

83

En unos casos es posible equilibrar por medios pedagógi-

cos la conciencia del niño, llevándolo a la tranquilidad ;para ello tanto los padres de familia como los maestro snecesitan antes de todo máxima sarenidad en su actitu drespecto a los niños cuando éstos se encuentran en es-lado de cólera . Para dominar la cólera no hay otro me-dio que oponer la tranquilidad, benevolencia y hast a

aquiescencia . No importti consentir, transigir de me -

mento paia calmar una situación que pone en peligro l avida ulterior del niño .

En otros casos, en donde la cólera persiste y se pre-senta por cualquiera causa fútil, la presencia del mé-dico es necesaria . Aun en este caso la acción del hogary de la escuela es imprescindible, porque de su organi-zación y disciplina depende en gran parte la salud es-piritual de hijos y discípulos .

Page 37: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

capitulo VI

EL MEDO

SUMARIt .

Por ningún motivo debe provocarse el miedo en el niño .En los primeros días de nacido no cambiarlo bruscamen-

te de posición, o llevarlo en la misma forma de la

obscuridad a la luz ; del silencio al ruido .Alentarlo para caminar, hablar, jugar, etc ., sin ridiculi -

zarlo, n1 atemorizarlo .Acostumbrarlo a no temer a las personas o a animales do-

mésticos .Acostumbrarlo a vencer obstáculos ; subir, trepar, sallar ,

etcétera .No infundirle temor para ir de una habitación a otra .No acostumbrarlo a tener miedo a la obscuridad, al silen-

cio, a la altura, etc .No hablarle del coco, ni asustarlo con personas, ni co n

animales .No ridiculizarlo, motejándolo de cobarde .No contagiar el miedo .No emplear el miedo como fuerza disciplinaria .No señalar peligro inminente en todo género de activida-

des .Acostumbrarlo a evitar, con serenidad el peligro .No exagerar el dolor físico .Evitar asustarlo con la idea del "alma", de la "muerto" ,

de los "'aparecidos" .No asustarlo con escenas violentas en el hogar .Consultar al médico en el caso de "terrores nocturnos" .No contarle cuentos fantásticos ni macabros .

Page 38: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higienc Mental

85

No llevarlo al cine a presenciar películas de escenas te-nebrosas .

No asustarlo con la escuela, ni con el maestro .No recomendar se les castigue .No amenazarlos con castigos .No castigarlos ; en especial cerrándolos en habitaciones .

Otro estado emotivo interesante en el niño es e lmiedo que lo acompaim, en toda su existencia .

Es innecesario ocuparse en estos páginas acerca delorigen del miedo, deteniéndonos en averiguar si es o n oinstintivo . Basta presentar el cuadro más completo so-bre los factores que lo determinan e indicar las medi-das pedagógicas necesarias para no incurrir en error .

En el período fetal ha vivido en el claustro ma -terno en un ambiente cálido y relativamente tranquilo .Probablemente buena parte de las grandes emociones su-fridas por la madre durante la gestación, repercutiero n

en su sistema nervioso y lo constituyeron con extrema -

da sensibilidad . Pero al margen de esta hipótesis el he -cho es que cuando el niño nace no hay síntoma osten-sible para deducir que tenga miedo .

Colocado en contacto con el mundo exterior sufrevariadas influencias . El aire, la presión atmosférica, l aluz, la obscuridad, el ruido, el silencio, el r9ce de los ves-tidos y de la ropa ríe cama, todo contribuye a excitar e lsistema nervioso del niño .

Algunas semanas más tarde, el recién nacido sientelos cambios de temperatura, la transición de la luz ala obscuridad, de la compañía a la soledad . Mientrasestá, en brazos de la madre o recostado sobre su regaz ose siente seguro, pero cuando se le deja en la cuna tie-ne una sensación de abandono eue lo mortifica y le cau-sa evidente excitación nerviosa . Probablemente ese es-tado determina los primeros elementos de emotividadque lo llevan al hiedo . Por eso, cuando, se encuentr asolo, en la cuna, llora para llamar La atención y busca rrefugio .

Page 39: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

86

Jose Al¿tonio Eucillas

En este período súfre los primeros sobresaltos cuan -

do se le cambia bruscamente de posición, siente ruido, o

le hiere la luz . Esa experiencia lo pone sobre aviso acer-

ca de todo contraste, de allí que es necesario no provocar -

lo . Los padres de familia deben procurar que el niñ o

pase sin grandes violencias de la luz a la obscuridad ,

del silencio al ruido, de la quietud a la actividad . En

especial debe guardarse el sueño y en estado de vigilia, e l

descanso .Cuando el niño no ha experimentarlo gradualmente

estos cambios y ha sido sometido bruscamente a los ya

anotados, adquiere ;extremada. nerviosidad que lo tra-

duce en el llanto, el grito, que son síntomas de encon-trarse en peligro, y por tacito exigen ayuda inmediata .

Tan pronto como el niño comienza a caminar y se

pone en contacto con las cosas, aprendiendo a medir dis-

tancias, surge en su conciencia el miedo al vacío ; por

ejemplo, al dar los primeros pasos, al alcanzar los ob-jetos, al bajar o subir, entonces procede con muLh„ -au -

tela . En este período percibe la presencia de animales

domésticos clon quienes entra en relación inmediata . Se

ha observado que mientras no se sugiera al niño el ries-go de ponerse en contacto con el perro o con el gato, e l

niño realmente no tiene miedo . Se aproxima a catos ani-

males sin temor alguno . Pero cuándo la familia le incul-

ca la idea del peligro, entonces, por un acto de sugestión ,

se aparta de esos animales con síntomas característicos d e

miedo .

Idéntica conducta observa cuando se encuentra e n

presencia de personas desconocidas para él . En esta si-

tuación difícilmente tiende los brazos a personas co n

quienes no está muy familiarizado .

Lo dicho nos lleva a aconsejar que no se provoque

el miedo por contagio social . Los padres de familia de-

ben poner a sus hijos en relación con las cosas, con los

animales y con las personas sin imbuirles temor algu-

no . Al contrario, es necesario fomentar en el espíritu de l

niño cierta confianza Sue evitará en lo sucesivo el miedo

Page 40: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higie iae Mental

87

morboso, o sea, el de atribuir riesgo y peligro a cualquie-ra actitud .

El miedo hacia las cosas y•hacia los animales estambién producto de falta de disciplina en los órganosde los sentidos, especialmente en el de la vista y en e ldel oído..: Sl niño tarda mucho en lo que podíamos lla-

mar acomodo sensorial . Por eso ve las cosas u oye los

sonidos con mayor proporción y volumen que el adulto .Esta situación se agrava si el niño tiene ascendencia neu-rópata o Psicópata, pues entonces la deficiencia sensorialprovoca un exceso ele imaginación . Por aso se observa quemuchos niños creen ver objetos y animales gigantescos ,o creen sentir grandes ruidos, cuando en realidad nad a

de eso existe .

En este orden de cosas el hogar comete un sinnú-mero de errores muchos de ellos graves y de funestasconsecuencias .

Cuando la madre dice al hijo "no vayas a esa ha-bitación que está obscura", "por allí hay alguien qu ete pueda coger", le sugiere , ideas que no existían en e lespíritu del niño, porque realmente éste no tiene mied oa la obscuridad, sino a lo que le puede ocurrir, es decir ,a la presencia de malhechores, de "alums", de duendes ,de "aparecidas", etc .

Para comprobar lo que acabamos de expresar, es d eobservación común la falta de miedo en el niño, en pre-sencia de un esqueleto, o cuando tiene entre sus manosuna calavera . En cambio, en la segunda infancia, y mu yen especial en la edad escolar, y aún en la adolescenci apocas son las personas que se atreverían a tener en s uhabitación una calavera, no porque haya riesgo en po-seerla, sino porque existan en la mente ideas de ultra -tumba .

Alrededor de los tres años el miedo se Presenta contodas sus características, y es entonces cuando los pa-dres de familia están obligados a conocer este problem a

y tratarlo con eficiencia .Hay dos clases de miedo : uno objetivo y otro subje-

Page 41: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

88

José _4vtonio Kneina s

tivo'. El priméro es el más generalizado y reconocido d e

inmediato por los padres de familia . Es el miedo a

los animales, al policía, al médico, a la tempestad, a lasarmas de fuego, a los lugares altos, al trueno, al rayo ,etc . Este miedo es, en gran parte de los casos, product ode una experiencia dolorosa, y por eso tiene un carác-

ter defensivo, en donde puede verse cierta precauciónque se tónra para evitar algún peligro . Por ejemplo, e l

niño sabe Por experiencia personal o ajena, que hay ries-go en jugar con el fuego, en pasar de una acera a otra ,en desafiar o molestar a un perro, en jugar con instru-

mentos cortantes, cte . En este caso este miedo defensi-vo resulta intelectual y se convierte en una fuerza socialde gran valor . Tes ensciía a ser prudentes, a tener pre -caución, a mantener cierta seguridad ; o sea, poseer u nestado emotivo de orden constructivo .

Es; obvio indicar que este miedo objetivo no debe se rdestruido o desviado . Al contrario es urgente enseñara los niños a defender su existencia de todo riesgo po-

sible . '

Desgraciadamente en el bogar no se procede con l a

debida cautela en dirigir esta saludable defensa . . Cada

vez que el niño se encuentra en riesgo, sus familiares tra-tan de excitarlo agravando las cosas, dando al peligr omayor volumen del que Propiamente tiene . A veces seprocede en sentido negativo ridiculizándolo, diciéndoleque es un cobarde, incapaz de afrontar cualquier peli-

gro . No puede reprimirse arbitrariamente cualquier es-tado emotivo del niño . Interrumpir una reacción de de-fensa o un sentimiento doloroso es un grave error, porqu eel niño se encuentra sometido a una fuerza legítima d esu naturaleza . Reprimido frecuentemente no sólo pierd ela fuerza defensiva, sino que lo inhibe de tomar actitu-des resueltas y provechosas para su existencia .

En este miedo objetivo existe la influencia social tra-ducida en una serie de prejuicios y de actitudes menta -les al conjuro de los cuales vive, por desgracia, el niiw .Si en .el bogar hay algún miembro de familia, que tie-

Page 42: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higic?tc Meittal

89

ne terror a las árañas, por ejemplo, el niño habrá d econtagiarse de este miedo . Si existe alguien que tien epavor a la tempestad, a los ladrones, ocurrirá en su es-píritu igual situación : Hemos dicho repetidas veces qu ela misión de educar envuelve la máxinna serenidad, y e neste caso, como en ningún otro los familiares del niñ odeben dominarse en presencia de ellos . Sólo así podránalcanzar éxito en la educación de sus hijos .

Hasta hoy ha sido difícil sustraer a loe, padres defamilia del error, que cometen en emplear el miedo, com ofuerza disciplinaria . Es costumbre inveterada amena-zar a los inicios con el "cuco", con el policía, con el "i~e-jo", etc ., para obtener obediencia y quietud . Es eviden-te que en muchos casos se logra disciplinarlo, pero es unadisciplina destructiva, porque a cambio de la quietud ode la obediencia se lleva su espíritu a un estado morbo -so de emotividad . Y no cabe dudar que entre un act oformal, exterior de disciplina . ,y otro que pone en ries-go ]a vida del niño es preferible la desobediencia . o la in -disciplina . Aro hay perdón para los padres de famili aque utilizan el miedo para sostener su autoridad . Hayotras fuerzas, algunas ya expuestas y otras que se di-rán en su oportunidad. capaces de disciplinar al niño sinriesgo alguno .

En el hogar, el niño vive atormentado con el man -dato constante de sus padres, quienes encuentran peli-

gro inminente en ledo género de actividades . Es usualque la madre diga al hijo : "no subas, no corras . no sal -tes, que te vas a caer o te vas a hacer daño" . Esta cos-tumbre nociva lo mantiene en constante emotividad y n ole permite poner en ejercicio su capacidad de actuar ode medir cualquier riesgo . Esta innecesaria ntingencia ,sobre el peligro no disciplina, al niño, quien a poco s econvence de que no se cae, ni se golpea al subir una es -calera o al jugar a las carreras .

Igual situación ocurre cuando se exagera con e lniño el dolor físico . Las frases "te vas a quemar, te va sa cortar, te vas a enfermar°, son otras tantas amenazas

Page 43: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

90

• José Antonio Encinas

que sirven para que el niño tenga aversión al dolor físi-co, del cual jamás podrá- substraerse .

De otro lado se presenta en el espíritu del liiiÓ u :Yrsituación contraria a la que acaoaaic ; de exponer . llay-

niños a quienes nacía les importa . Para ellos no hay ries-go, peligro, amenaza, castigo, dolor . Proceden al mar-

gen de toda sanción, convirtiéndose en sujetos de con-

ducta antisocial . Cuando nos ocupemos de la delincuen-cia infantil tendremos oportunidad de observar que la

mayor parte de los niños delincuentes no tienen en ga

espíritu noción alguna de riesgo . De pronto, convien e

que los padres de familiay los maestros se den cuent ade esta situación, y no exageren la excesiva valentía, o ,

la, brabuconada, con que a veces se vanaglorian sus hijo s

y discípulos .El miedo subjetivo es producto de la imaginación,

del niño n consecuencia del medio social en que actúa .

La sociedad vive, por desgracia, sometida a prejui-cios que los trasmite de generación en generación . En-

tre esos prejuicios, el relativo a las ideas de ultratumb a

hiere profundamente la conciencia de los adultos, origi-

nando en ellos un estado de ansiedad del cual participa n

los niños .

En la primera infancia y en los primeros años de l a

segunda, el niño no tiene ninguna idea de ultratumba .

La visión de un cadáver no le provoca ninguna emo-

ción . Aun en el caso de que el cadáver sea de algún

miembro de su familia no lo perturba . La idea de la

muerte en este período de vida es la de ausencia tempo-ral . El niño cree que su padre muerto ha viajado, p

que volverá luego . No tiene concepto de la eternidad .

Es en la edad escolar y en la adolescencia cuando la idea

de la muerte, en el sentido ele ausencia definitiva, ori-

gina sentimientos más o menos profundos . El miedo ala muerte tiene relación con el hecho real del ataúd, delsepulcro, del cementerio, en donde permanecerá en com-

pleta soledad . A esta idea objetiva se suman otras sub•

jetivas, la del "alma" invisible, quizás atormentada y

Page 44: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higi.enc bléiatal•

91

presente en todas partes; la irlep del infierno y de lacondenación eterna .

Esta . . idea de la muerte lo lleva al miedq subjetivocon todas sus derivaciones, entre ellas la del bien y ladel mal, la fuerza demoniaca, la presencia del A,ngel dela Guarda, la del limbo, la de los duendes, la del peca-do . Este problema que guarda relación con las ideas re-

ligiosas del niño será tratado en otra oportunidad .Por ahora basta apuntar que aquellas ideas son factoresque originan 'el miedo subjetivo .

La idea del doble o del ahnti guarda relación co n

el miedo a la obscur idad, la cual, como hemos visto, n otiene en sí importancia . Lo grave está en las imágenesque el niño se forja en presencia de la obscuridad . En-tre estas imágenes, la primera que se aproxima a sumente es la del doble . El niño en la obscuridad se sien -te perseguido por alguien, cuida su espalda, trata de es -

capar de la sombra que lo sigue . Para conjurar este mie-

do del doble busca apoyo en el silbido, en el canturreo ,

en hablar en voz alta . Más tarde, como producto de ex-

periencia propia o ajena supone ,ue en la obscuridad

obran con mayor destreza los malh°chores, y entonce s

tiene miedo al peligro físico .El niño ha estado desde su infancia bajo el ampa-

ro de la familia ; pocas veces se le ha dejado solo, y por

consiguiente la soledad para él es el abandono total asus fuerzas . Este abandono le causa pavor . Siente mie-do cuando está solo en la casa, en la habitación, en elcampo o en la escuela . Durante el día ese miedo es u n

estado de ansiedad que busca compañía inmediata .El miedo subjetivo es a veces provocado sin piedad

por los padres de familia, que se complacen en torturara sus hijos . Además de amenazarlos con fantasmas ,y"aparecidos", para lograr obediencia, disfrazan a al-

guien para sorprender al niño .Esta sorpresa origina en ellos el terror que destru-

ye su personalidad al extremo de que en muchas ocasio-nes caen fulminados por un síncope, o resultan con tras-

Page 45: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

92

José Atctonio, Encinas

tornos graves en el lenguaje, entre ellos la tartamudez yla mudez .

Cuando el niño tiene estas impresiones fuertes llegaal terror nocturno, el cual se presenta,'en general, treshoras después de haber conciliado el sueño . Entonces selevanta, grita, y sale del lecho en fuga buscando apo-yo o compañía . lc corre un sudor frío por la frente, espresa de temblor, y- de trastorno de lenguaje .

llay dos clases de terror nocturno, uno consciente yotro inconsciente . En el primer caso el niño da cuent ade lo que le ha ocurrido, detalla las imágenes Sue le hancausado terror . En el segundo caso no da cuenta algu-na., no sabe por qué ha gritado y se ha levantado de lacama .

Como el caso es de suyo grave y se repite con fre-cuencia, los padres de familia acuden donde el médico .Pedagógicamente debe sustraerse al niño de todo moti-

vo directo o indirecto que lo lleve al terror durante l avigilia .

El niño por esta razón no debe ser distraído contán-

dosele cuentos fantásticos, en donde abunden escenas te-rroríficas, ni poner en manas de los que saben leer li-teratura de esta naturaleza . Es costumbre nociva dor-mir a los niños contándoles— cuando están en el lecho—historias macabras o amenazándolos con la presencia o

llegada del "cuco" o del policía . Creen las gentes queasí proceden, que el niño va a conciliar el sueño . Nopiensan que su imaginación estar poblada de numerosa sescenas que lo agitan y. no le permiten la quietud men -tal tan necesaria para dormir .

En estos últimos tiempos el cine hace estragos e nel espíritu de los nidos . Lo curioso es que las comi-siones encargadas (lo la censura de las películas crer n

que son inapropiadas para la infancia aquéllas que s e

relacionan con el problema sexual, mas no las que lleva na ]a pantalla episodios de terror .

El año anterior investigué en dos mil niños dr- la sescuelas de Lima, el efecto que producía en su mente el

Page 46: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higie-rnc Heiatal

93

espectáculo del cinematógrafo . Un 80 por ciento decla-ró haber tenido miedo y soñado por varias noches co nlos personajes y actos de las películas : "Drácula", 'Tran-lcenstein ", "El fantasma de la Operan", IWag Kong","IKL sombra del ¡Muerto " , "El Hombre y el ibfonstnui"y otras de la misma especie . Un 5 por ciento manifes-

tó gustarles peliculas con escenas amorosas y el otro 5por ciento demostró interés variado .

Si los adultos no pensaran tartn ->> su ética sexual ,comprenderían que hay mayor riesgo para la salud men -tal del niim en las películas que lo llevan al terror, yno en las prohibidas por la censure, que le ,ou indife-rentes .

En cualquier de los casos de terror nocturno deb eexplicarse al niño que no hubo razón para encontrars een ese estado y acostumbrarlo a ir a la cama tres hora sdespués de los alimentos ,y de hube-1- entretenido enjuegos recreativos .

El terror en los niños no sólo es provocado por lascausas enumeradas en los párrafo .; anteriores, sino tam-bién por escenas de crueldad ocurridas en el hogar en-tro los miembros de su familia . El niim siente por suspadres inequívoco afecto . Puede haber mayor o menorsimpatía por uno u otro, pero el hecho es que le dis-gusta cualquiera violencia entre ellos .

So da el caso de haberse aterrorizado a un niño enpresencia de un simulado castigo a la madre . Igual te-rror sobreyiene cuando el padre es un alcohólico y pro-voca escenas dolor0.5a3 en el hogar . Esta clase de niños,ee encuentran en permanente estado de excitación cono -nido y comprobado en la escuela .

El niño que ha vivido en el •hogar al amparo de los .suyos ha menester concurrir a la escuela . Esta transi-ción debía verificarse en un estado de placidez espiritual .Alas no es así . De ello .se ha encargado ]a madre o e lpadre, quien ha pintado la escuela en la imaginació ndel hijo como un lugar de castigo y de tortura y al maes-

tro como un verdugo implacable . Este estado de ánimo.

Page 47: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

94

.JosC Antonio Encinas -

va a tener su consecuencia funesta cuando llegue la hor a

de matricularlo en la escuela . El niño resiste ir . Al in-

gresar al local se encuentra bajo la misma impresión trá-

gica que tuvo en la clínica dental o en la médica .

El miedo se agrava si hay recomendación expres a

de la madre para corregir y castigar . La presencia de l

maestro o maestra le causa pavor . No es raro que en es-

tas ocasiones el maestro dé a conocer al niño su autoridad

diciéndole cue debe "portarse bien", "ser obediente" ,

etc ., amenazándolo en caso contrario .

Bajo estas 'circunstancias es de imaginarse el estad oemotivo del nuevo escolar . No podrá por muchos días,quizás meses, recuperar su tranquilidad .

Muchos niños no se adaptan con facilidad a la vid áescolar . Encuentran un ambiente de oposición que lo sperturba . Es un proceso doloroso esta adaptación . Enalgunos niños dura, a veces, años .

La escuela se -encarga de agravar esta situación co n

3u disciplina opuesta a la naturaleza del niño . De la li-bertad que gozaba en el hogar va a ser aherrojado y so -metido a un orden formalista con el cual está en abiert a

pugna .

La hosquedad del maestro, sus violencias, su len -guaje altanero, su desprecio por los débiles y por los po-bres, todo esto llana el espíritu del niño de tristeza, d edesconfianza y ele miedo .

En escuelas, rn donde aún existen castigos corpo-rales, la férula, el látigo, el calabozo, el niño se encuen-tra sometido a una tremenda presión espiritual .

El miedo se proyecta de la escuela al maestro y deéste a los profesores con quienes no simpatiza : Esta fal-

ta de simpatía tiene un contenido de miedo . El niñ oteme al maestro que no lo quiere, porque piensa que v acausarle daño calificándolo mal o castigándolo por cual -quiera travesura .

Esta contienda entre maestro y discípulo repercuteen una especie de fobia por los estudios . Rechaza algu-

Page 48: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higic+te Mental

9 5

nas máterias no tanto poi' la dificultad en aprenderlas,sino por. la antipatía que le provea el maestro .

Para alcanzar una sólida disciplina mental se re -quiere traneuilidad . En el niño no es posible ese pro -ceso si está bajo la influencia del miedo . Gran parte dela misión de la escuela está precisamente en no malgas-tar la energía del niño en inútiles combates . Vencer aíos niños por el miedo es una crueldad y una torpeza .Pretender que alcancen éxito en sus estudios por la ame-naza constante, de "lecciones", "pasos", exámenes, etc . ,es un absurdo . Los que han sobresalido en muchas ac-tividades de la vida no son precisamente los mimados y

escogidos en la vida escolar, sino aquellos que han da -do libre vuelo a sus aspiraciones .

Cuando el régimen disciplinario del hogar y de l aescuela varíen en el sentido de inclinarse sin reservas ha-cia las necesidades del niño, con olvido de las que con -

vienen al adulto, entonces ya no será posible utilizar e lmiedo como arma formidable de disciplina mental o es-piritual .

Page 49: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Capítulo VII

LA. OBEDIENCIA

SUMARIO :

Antes de exigir obediencia a un niño, es necesario co-nocerlo.

No abusar de la autoridad paterna es principio eficaz parahacerse obedecer .

No exigir demasiada obediencia.No exigir obediencia cuando el niño no puede cumpli r

una orden .La obediencia no es un fin, es un instrumento .Para mandar se necesita serenidad, propiedad en el len -

guaje, tolerancia .Es necesario saber rendirse, muchas veces, ante exigen-

cias y deseos legítimos del niño .Hay órdenes que debe obedecer el niño sin reparo alguno .

Son aquéllas que sirven para cuidar su salud física ymental .

Las órdenes que vayan contra su naturaleza son Injusta sy contraproducentes .

No debe ordenarse con acr itud, violenlla, ni cólera .No debe contundirse el respeto con la obediencia ; el niño

puede ser desobediente y al mismo tiempo irrespetuoso .Debe ganarse la confianza para ser respetado y obedecido .No buscar obediencia con promesas ni amenazas .Debe ordenarse en sentido positivo, p . ej . : "haz tal co-

sa" ; y no en sentido negativo, p• ej . : "no hagas talcosa" .

Es inútil conseguir obediencia con postulados morales :

Page 50: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higiene Mental

97

p . ej . : es ineficaz decir : "Ld3 niños-buenus-son obe-ddentes" . "Es malo desobedecer',, etc.

Antes de darse una orden debe valuarse la posibilida dde que la cumpla .

La obediencia forzada causa fatiga .La obediencia en la escuela depende de la cantidad y ca-

lidad de trabajo que se lo exige .La obediencia requiere Berta disciplina mental . Si el niñ o

no , entiende lo que se le ordena, no puede obedecer .

La obediencia es el problema de mayor interés qu e

los padres de'familia y los maestros tienen entre mano s

cada vez que se ponen en relación con sus hijos o dis -

,cipulos .

La obediencia 3 , la desobediencia son vocablos que en

sí envuelven una serie de circunstancias dentro de las

cuales se mueve la vida de quienes tienen a su cargo l a

educación de los niños .

La palabra obediencia es sacrosanta en el hogar y

en la escuela . 1Aro hay padre ele familia o maestro queno alabe al niño obediente y censure; al desobediente ; el

primero, es un dechado de virtudes ; el segundo, es "de-monio" . La. madre se ufana de haber triunfado sobr ela voluntad de su hijo cuando le obedece . Goza con

fruición al considerarse victoriosa sobre un espíritu dé-bil, indefenso, en proceso de formación .

El maestro de escuela considera que todo el pro-blema de educar a un niño consiste en dominarlo y dis •ciplinarlo . Cree que la buena conducta del discípulo de -

be estar en relación con la pasividad y sumisión . L ma-yor pasividad y obediencia, mejor conducta y mayor dis-ciplina . Toda la organización de la escuela está a bas ede un reglánento, cuyas órdenes deben obedecerse .

Esta creencia exagerada del valor de la, obedien-

cia se ha trasmitido de generación en generación sin Suehaya sido posible destruirla . Felizmente en estos últi-mos tiempos los estudios verificados sobre la naturalezadel niño demuestran que la verdadera disciplina no es -

Higiene Mental 7

Page 51: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

98

José Antonio Ee.cinas

tá en la obediencia ciega a los mandatos de los padresde familia o de los maestros .

Cuan parte de aquel prejuicio se debe a que unos yotros han mantenido en toda su fuerza el principio d eautoridad . No les ha sido posible descender al blano endonde juegan los intereses del niño . Han permanecid ocon soberbia inusitada en una actitud de combate fren-

te a la naturaleza de sus hijos, quienes se encuentra nen constante rebeldía .

Ante estos hechos cabe preguntar hasta dónde pue-de ejercitarse determinada autoridad sobre la e .ncien-cia del' niño; si esa autoridad deberá o no quebrar l avoluntad de éste ; y si esa quiebra significa disciplin aen el sentido de pasividad, de quietud y de obediencia .

La autoridad de los padres sobre los hijos consist e

en someter a éstos a la moral del adulto sin traer el ¡consideración los factores bio-psíquicos que dirigen la .

vida del niño . El adulto no ha dado importancia u hti

olvidado esta circunstancia y se ha colocado sobre u nplano de egoísmo, de orgullo y de amor propio .

Para dirigir la conciencia del niño, hemos dicho re-petidas veces, lo esencial es estudiarlo, comprenderlo si n

prejuicio, ni reservas de ninguna especie . El niño es unsujeto notablemente emotivo . Vive al conjuro de unaserie de fuerzas que a diario lo modifican y lo pertur-ban . Esa situación dz permanente combate no debe seracrecentada con la voluntad omnímoda del padre o de lmaestro . El niño es un ser débil, cuya coaciencic se en-cuentra en proceso constante . Esta aeeióa significa gas-to de energías que no le permiten combatir con la vo-

luntad, con las costumbres y con los caprichos del adul-to . Cuando éste se sobrepone y se excede a las convenien-

cias y a los intereses del niño, surge coma consaeuPnci ainmediata la rebeldía, o sea, la indisciplina. Para que

ésta no se cimiente en el espíritu de los niños convien eun equilibrio de fuerzas . Cuando hay superioridad uouna parte, y en este caso es la del adulto, el resultad ono es otro que una odiosa tiranía .

Page 52: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Hiyibite Mental

99

El abuso que los padres de familia y maestros ha-

cen de su autoridad motiva la desobedienc i a en un no-

venta por ciento de casos . Por esta razón debe cowide-rarse la desobediencia como una reacción normal del es-

piritu del niño a toda orden o mandato que crntraríe su

naturaleza .

Debe comprenderse que la obediencia implica sú -misión, quiebra de la voluntad, esclavitud, lo cual n oes instintivo . Es cierto que existen en la natúraleza del

niño algunas tendencias que lo llevan a la obediencia ,tales como la imitación, la alabanza, cierta plasticida den el espíritu . Pero de allí no puede deducirse que es

un sujeto destinado a la obediencia .I,a obediencia no es un fin, es un instrumento qu e

sirve para llevar nuestra conciencia a la disciplina in-terior, producto de un proceso lento y doloroso, a tra-vés del cual sufrimos innumerables experiencias . De

allí que la obediencia en -el niño va formándose a medi-da que los hábitos positivas hieren su conciencia .

Ya hemos visto que esas hábitos suponen práotic a

continua, y para ello es menester de parte de los edu-

cadores serenidad, tolerancia y paciencia extremas .Cuando no existe equilibrio espiritual en los qu e

mandan éstos, no pueden exigir la misma conducta enlos que obedecen . As¡ como en el orden político la .re-beldía viene en primera instancia del poder, en igual

forma en el orden educativo la indisciplina proviene d elos padres de familia y de los maestros .

En presencia de aquellas fuerzas que contienden ,

lo normal y justo es que la proveniente de los superío-res cese, se desvíe, o se rinda en beneficio de los débi-les . Es más fácil bajar que subir, y en este caso es im-posible que el niño maneje su vida en el mismo plan o

que el adulto. No tiene su moral, sus costumbres, el

mismo panorama de vida, ni iguales intereses, ambicio-nes, virtudes o vicios . Vive en un mundo propio, en

donde el adulto resulta extraño e intruso .Guando se piensa que el niño no es un pequeño adul,

Page 53: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

100

José Antonio Encinas

to, sino un ser con mentalidad y espiritualidad propias ,con proceso orgánico inherente a su naturaleza, entonce sresulta que él verdadero padre de- familia o maestro e sun buen educador a condición de saber rendir ante l a

vidad del niño su superioridad, su ética, ,y sus prejuicios .Esta ductilidad de espíritu es la única fuerza capaz d efavorecer el proceso normal de la obediencia, y por tan -

to de llevar al niño a un estado de disciplina interior ,en donde hay constante depuración .

De lo expuesto no debe deducirse que es. innecesaria

la obediencia y que so pretexto de respetar la personali-dad del niño debe dejársele a su entera voluntad : Nadade eso . La obediencia es una fuerza social de gran va-lor, por ella convivimos con nuestros semejantes y nossometemos con entera libertad a ciertas normas de con-ducta quo consideramos útiles,. y necesarias para lacolectividad .

Si no existiese esta fuerza social de la obediencia ,viviriamos en un estado de anarquía, no podríamos re-gular nuestros intereses, ni respetarlos ajenos . Pero es -ta obediencia es producto deliberado de sujetos situado ssobre un mismo plano . Aro es el caso de la obediencia e nel niño cuyas condiciones físicas, psíquicas y sociales s edesenvuelven en condiciones de inferioridad respecto d elas del adulto . Por eso, la obediencia en el niño deb etener cierta elasticidad, cierta tolerancia para no maltra-tar su personalidad . Hay órdenes que el nido debe obe-decer sin réplica alguna . . Ellas se refieren a los hábitospositivos que cuidan su salud física y mental . No seráposible, por ejemplo, permitir que el niño se sustraigaa la limpieza del cuerpo, corra riesgo .en el manejo d einstrumentos cortantes o de armas de fuego . Esta obe-diencia de orden constructivo varia sustancialmente d eaquella otra en donde el adulto impone sus deseos y se-prichos contrarios y nocivos, muchas veces, a la natura-leza del niño . Así, imponerle quietud, y silencio ; sus -traerlo de todo deseo de curiosidad ; castigarlo por actostriviales ; mantenerle sin reservas al servicio de su vo-

Page 54: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Ifigieite- life nta1

10 1

]untad, es entorpecer el libre desarrollo espiritual de lniño .

Si se le acostumbra; a vivir de la voluntad de suspadres o de sus maestros, va a la esclavitud espiritual ,más grave que .la corporal . El niño es un sujeto acti-vísimo . Su vida sensorial, afectiva, emotiva tiene múlti-ples modalidades, muchas de ellas hieren profundamen-

te su conciencia . Se da cuenta de todo lo que ocurre ásu alrededor . Esa visión panorámica de la vida le pro-

vaca un sinnúmero de deseos a los cuales el adulto seopone sin piedad .

Los padres de familia y los maestros se detiene n

sobre lo que podría llamarse obediencia externa, de pur a

forma, o sea, aquella en que el niño se rinde a su vo-

luntad mediante la fuerza . El niño adopta un estadode conformidad-aparente . Obedece porque no hay reme -

dio . La protesta es interior ; ella va a surgir cuando l a

presión externa desaparezca . Los niños extremadamen-

te contenidos, resultan a la postre los más indisciplina -

dos . Quienes en el hogar no han tenido libertad nece-saria para .dar impulso a su actividad, son los que en l a

escuela mantienen un estado de rebeldía . Es que la obe-diencia no es una ficción, un estado, mental aparente y

deleznable, ; es al contrario una, fuerza interior elabora-

da lentamente para dominarse, vencerse y obedecerse a

sí .mismo .

Esta obediencia interior constructiva es la que de -be crearse en el niño . Para ello es urgente la conviven-cia espiritual entre los que mandan y los que obedecen .Cuando no hay esta comprensión ; todo proceso educa-

tivo es ineficaz . La obediencia es amor, tolerancia, ol-vido de agravios . Estas fuerzas son las únicas que deben

ejercitarse con los niños para obtener de ellos no un aobediencia externa, sino otra para dar vigor a su con-ciencia y disciplinarla interiormente .

Alejarse de los niños, colocarse en situación jerár-

quica superior, ordenar- con acritud, con violencia ; usarlerigmajo deshonesto ; mostrarse- colérico ; encapricharse ;

Page 55: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

102

José 'Antoitio Encinas

no saber rendirse ante la debilidad de un hijo o de u n

discípulo ; no sumarse a sus deseos, es operar . en abierta

pugna con la vida espiritual de éstos .

Cuando existe aquella contienda, la rebeldía del ni -

Fio se traduce en un estado conocido en el hogar com o

gnal hunmar, lo cual significa resentimiento, cólera, ca-

pricho, engreimiento, etc . En estas condiciones no s e

puede dictar órdenes, so pena de ser desobecidas . En la

escuela ocurre igual fenómeno . Cuando el niüo ha sido

injuriado, deprimido, ridiculizado, tampoco está para

obedecer . El ejercicio de la obediencia supone tranqui-

lidad espiritual . En medio de la tempestad no es posi-ble buscas entendimiento alguno .

La obediencia va acompañada de respeto . Se dice

de un niño que es respetuoso cuando es obediente . Esta

creencia es un error, porque el verdadero respeto surge

de la armonía y comunidad de intereses entre . los que

obedecen . El niño puede ser obediente y al mismo —tiempo

irrespetuoso . Depende de la persona con quien está en

relación . Los niños obedecen en un buen número de ca-

sos a personas de su simpatía, que es la base del respeto .Cuando hay antipatía por determinada persona o por

determinado acto, la desobediencia debe juzgarse en re-lación con las personas, cosas o actos que repudia . No

cabe respeto con personas que lo ultrajan, lo mortifican

o le tienen antipatía . Si buscamos en el niño respeto .pa-

Ya nosotras, debemos respetarlos y considerarlos como su-jetos capaces de resentirse por palabras o actitudes Sue

vayan en desmedro de su personalidad .

Se pretende que el nüio so pretexto de respeto rin-da homenaje y pleitesia al adulto . En caso contrario ,se le oonsidera "malcriado", "insolente" y "desobediente" .

En realidad la irrespetuosidad es un acto de re-

beldía expresada- por una personalidad recia, nada dis-puesta a someterse, ni a humillarse anta gente que l oha causado daño .

Cuando la antipatía ha echado raíces, se llega a u nestado de,negativismo, en el cual 21 niüo resiste a toda

Page 56: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Higiene M c ?i tal

103

orden . Este negativismo no es desobediencia, es la reac-ción normal contra todo abuso .

En cambio la simpatía origina confianza .y fe en e l

espiritu de, los niños . Por eso ganar la confianza de los

hijos y de los discípulos es tener en las manos uno de

los mejores medios para llevarlos a la obediencia . Si no

tienen confianza en sus padres, no poseen energía en su

voluntad ; vacilan ante cualquier mandato ; dudan al eje-cutarlo y no proceden con verdadero placer .

La obediencia se quiebra y se debilita si hay exa-

geración en inmiscuirse en los más pequeños detalles de

la vida del niño . Es costumbre en el hogar mortificar -

lo por cualquier acto, por pequeño que éste sea. A cada

momento la voluntad de la madre se interpone ordenán-

dole en forma negativa . "No hagas esto" ; "No moles -

tes" ; "No juegues"; etc . Como el niño necesita jugar,

gritar, tocar las cosas, desobedece y almacena actos d e

desobediencia que más tarde van a utilizarse en la re-beldia .

Ocurre igual situación m sc busca obediencia a ba-n: de promesas que no se cumpb :u, por ejemplo, cuund use dice a un niño : "si estudias, te daré dinero" ; "si tuportas bien, iras de paseo" ; "si comes, le llevaré al cino ' ,cte . Pero como el niño no recibe dinero, ni va de paseo ,ni asiste al cine, se siente engañado, acumula desobedien-

cia y ya no querrá en otra oportunidad obedecer .El engaño mortifica y trastorna la conducta de los

chiquillos . Es frecuente oír a una madre : "Tamos don-de el dentista; es un buen señor, no te hará daño" . Elniño acepta el dicho de buena fe, tiene confianza en lamadre. Pero resulta lo contrario ; la intervención deldentista ha sido dolorosa . En una segunda oportunidadel niño no creerá a la madre y desobedecerá ir a un aclínica dental, sencillamente por haber perdido aquell aconfianza y fe .

En estas casos como en otros en que el niño teme a ldolor físico, es inútil el engaño . La madre no tiene po rqué ocultar ese dolor . Basta con decirle que es conve-

Page 57: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

104

José Antonio ETicina s

niente ir donde el médico o dentista sin entrar en dis-tingos ni análisis .

Las órdenes deben darse, en consecuencia, en senti-

do positivo y no negativo ; en lugar de decir : "no há,gas

tal cosa", debe decirse : 'haz tal cosa' . Bastará en esa

ocasión repetir dos veces la orden . Si no resultare obe-

diencia, es prudente variar la orden, desviar la rebeldía,

para llevarlo por otro camino a obedecer el primer man -

dato . Empecinarse sobre lo ordenado, insistir que el ni-fiio lo cumpla como desea el adulto, es llevarlo a la des -

obediencia .

Es práctica ineficaz en el hogar yen la escuela con -

seguir obediencia a base de postulados morales . Nin-

gún resultado se obtiene cuando se dice al niño : "Debes

ser obediente" ; "los niños buenos son obedientes" ; "es

malo desobedecer", cte . En las escuelas se piensa edu-car a los niñas mediante inscripciones que contienen má-

ximas morales que ni los adultos cumplen . La mo-

ral es un proceso, no es un acto fugaz y esporádico . Pa-

ra el niño esas máximas o esas recomendaciones no tie-

nen sentido alguno, precisamente porque su vida gira e n

torno a necesidades e intereses que le son propios, y que,

en muchas circunstancias son opuestos a los del adulto .

La formación de hábitos positivos está en relació n

con la obediencia . Si el niño se ha acostumbrado al or-

den de las cosas, a la limpieza de su cuerpo, a la exac-titud en sus ocupaciones, el problema de la obediencia

queda circunscrito a su mínimum .Es cierto que para formar hábitos es necesario obe-

decer, pero es una obediencia gradual, metódica en don-de cualquiera presión externa se aminora en virtud de

ejecutar actos necesarios e imprescindibles para nuestrobienestar . Esta explicación es entendida y aceptada po r

el niño . Las órdenes que determinan un hábito positivo

no encuentra en su espíritu la misma oposición que las

otrasque contrarían su naturaleza . Esta actitud nos en-seña hasta qué limite es posible la obediencia del niño ,

cuando ella favorece sus necesidades e intereses .

Page 58: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

Hi g ieize Mciztat

105

De allí que antes de exigir obediencia es precisovaluar la orden que debe estar en relación con la posibi-lidad que el niño tenga para cumplirla . Si aquella es su-

perior a su capacidad física, a su desarrollo mental y, asus intereses, no debe dársela . Se procederá en igual for -

ma cuando el niño no está en condiciones espirituales d e

obedecer . Tal ocurre si tiene antipatía por la persona

que lo manda .

La obediencia forzada fatiga a los niños . En la es-

cuela se observa un proceso mental lento en los niños • i

quienes se les someta en el hogar o fuera de él a una per-manente obediencia . La fatiga se presenta por actos de

indisciplina y de dispersión mental en las horas de es-

tudio . En cambio, el niño que no está sometido a un a

disciplina drástica, va a la obediencia con menor o con

ninguna resistencia .En el hogar o en la escuela la obediencia depend e

de la calidad y de la cantidad de trabajo que se le da a l

niño . Una ocupación que no le interesa ni le proporcio-

na placer, habrá de rehusarla . Obligarlo a que la eje -

cute es provocar la desobediencia, engendrar el hastí o

y , la repugnancia por ese .trabajo . La disciplina clásica

de la escuela y su organización a base de un plan de es-

tudios obligatorio predisponen aquella situación . Como e l

niño no tiene libertad para escoger las tareas escolare sque le son impuestas por la fuerza, contrariando sus afi-

ciones e inclinaciones, no tiene otra camino que resistir . .

La escuela nueva ha contemplado este problema y

lo ha resuelto en el sentido de abolir el plan de estudio s

uniforme, el horario, el texto único y demás factores de

la escuela tradicional para dar paso a la elección libre d e

materias, a trabajos en relación con centros de interés ,

a "proyectos " y "contratos", en donde manejáñdose el ni-ño de acuerdo con sus intereses se disciplina, sin nece-

sidad de mandatos ni de órdenes .

Por último la obediencia requiere cierta disciplina

mental, el niño que no la posee no está dispuesto a obe-

decer, porque comprende mal la orden dada ; no la ela-

Page 59: 48 José Antonio Encinasbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=higiene mental2.pdfHigiene Mental 88 nas de interés, el apartarse de las personas que lo rodean, el huir de toda camaradería,

106

José Antonio Encina s

hora ni la asimila con prontitud, por ser un deseo aje -

no . Esta lentitud mortifica al adulto, llevándolo al in-sulto y a la violencia . Cuando se dé una orden debe ser

expresada con palabras sencillas, en tono persuasivo yde súplica, jamás en tono imperativo . Hay diferencias

entre pedir un favor y exigir una obligación . Al niño

le agrada verse tratado con cortesía . Sus más grandes

rebeldias ceden ante una palabra de cariño, ante una ex-

presión de simpatía .

Como se ve, el problema de la obediencia es pro-

ducto de la conducta que se observa con el niño . Su so-lución favorable depende de la ecuanimidad, sagacidad ,amor, tolerancia, simpatía de sus padres y maestros . Si

éstos quieren que sus hijos y discípulos obedezcan, es for-

zoso comprenderlos, entenderlos, situándose en la zona de

sus intereses . Todo desdén; toda incomprensión, tod oalejamiento de la naturaleza del niño lo llevan indefec-

tiblemente a la rebeldía, de la cual sólo m culpable quie ntrata de imponerse por la fuerza .

La verdadera disciplina está en relación con la obe-

diencia, y aquélla consiste en mantener un balance en-tre las aspiraciones, deseos, ambiciones, aficiones del ni-ño y los del adulto que con él convive . Cuando -este equi-librio se rompe no hay disciplina :posible, excepto aque-lla formal, impuesta por la fuerza . Sustraer al niño d etoda presión exterior, llevarlo a la depuración interior ,es el fin de la obediencia y el propósito de la disciplina .