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LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN INSTITUCIONALIZADA

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  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    ________________________________________________________________________

    EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    LA FORMACIN DEL NUEVO ESTADO EN MXICO

    (1928-1945)

    LUIS JAVIER GARRIDO

    ________________________________________________________________________

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    INDICE

    NOTA PRELIMINAR 1 1

    INTRODUCCIN 13

    ]. ANTECEPENTES HSTORICOS (LOS PARTJDOS FOLTICOS ANTES DE 1928) 20

    1. Tundrtelas y corrientes Crt el Mxico independiente, 20:

    2. Centralismo y federalismo, 22;

    3. Conservadores y liberales, 24;

    4. Los partidos en la poca de La dictadura, 26;

    5. La Revolucin sin partidos (19101917), 30;

    6. La Constitucin de 1917, 36;

    7. Los primeros partidos polticos posrevolucionarios, 37;

    8. Las tesis obregnistas, 42,

    9. La experiencia parlamentaria. 45:

    10, El PLM, partido oficial?, 52:

    11. La reeleccin, 55;

    12. Conclusin, 59

    1L LA CONSTITUCIN DE L PARTIDO (EL PROYECTO DE 1928-1929 ) 63

    1. La crisis poltica de 1928, 63;

    2. El ltimo informe anual al Congreso del presidente Calles, 66;

    3. La transicin, 6; A. hl proyecto del Partido, 71; S. Los trabajos del Comit Orflnfidor, 73;

    6. Los documento* oficiales del PNR, 78;

    7. La oposicin poltica al nuevo partido, SI;

    8. La suceiin de Portes Gil, 85;

    9. La Convencin Constituyente del PNR en Quertaro, 88;

    10. La oposicin armada: la revuelta escobarista, 93:

    11. Los primeros das, 96;

    12. Conclusin. 95

    111. LA CONFEDERACIN DE LOS CACIQUES (EL PNR DURANTE EL PERODO DEL

    "MAXIMATO": 1929-1934) 103

    1. El primer perodo de Manuel Prez Tievio y la campaa presidencial de 1929, 103,

    2. El perodo de Basilio VadLo, 113;

    3. EJ primer perodo de Ernjo Partos Gil, 11$;

    4. EL perodo de Lzaro Crdenas, 125;

    5. El segundo perodo de Manuel Prez Trevio, 113:

    6. La Convencin Nacional Extraordinaria de Aguascalientes, 141;

    7. ti perodo de Melchor Ortega y la sucesin presidencial. 145:

    8. El tercer perodo de Manuel Prez Trevio, 149;

    9. El perodo de Carlos Riva Palacio, y el primer Plan sexenal, 153;

    10. La M Convencin Nacional Ordinaria del PNR, 1S8;

    11. La campaa presidencial de 19331934, 165;

    12. Conclusin, 172

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    IV. UN PARTIDO DE MASAS (EL PNR EN LA POCA DEL GOBIERNO DE CRDENAS;

    1. El Partido y el cardenismo, 177;

    2. El perodo de Matas Ramos, 179;

    3. La crisis poltica de jimia de 1935 H 183;

    4, 1 segundo perodo de Emilio Portes Gil y el "nuevo PNR", 187:

    5. La unificacin campesina 191;

    6. La expulsin de Calles, 195;

    7. La constitucin de la CTM, 201;

    8, La poltica de "puerta abierta4', 206;

    9, El manifiesto del 4 de septiembre de 1936, 212;

    10. Silvano Barba Gonzlez y el partido del cardeninno. 214;

    11. La poltica de "frente popular" y las elecciones de 1937,219:

    12. Conclusin, 228

    V. LA TENTATIVA DE PARTIDO POPULAR (EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN MEXICANA

    XICANAt ] 93a19401 233

    1. La segunda transformacin formal del Partido. 233;

    2. La constitucin del stetor militar, 242;

    3, La Asamblea Nacional Constituyente del PRM, 245;

    4, El perodo de Luis E. Rodrguez, 251;

    5. La constitucin de la CNC, 258:

    6. La sucesin de Crdenas. 262:

    7. El movimiento de oposicin de 1939, 27 L

    8. El perodo de HeribertO Jara y el Segundo plan sexenal, 277;

    9. La I Asamblea Nacional Ordinaria del PRM, 283;

    10. La campaa presi denal de 193919*0, 2B6;

    11, Las elecciones federales de 1940, 292; 12. Conclusin, 296

    VI. EL PARTIDO DE LA UNIDAD NACIONAL (EL PRM DURANTE EL SEXENIO DE

    MANUEL AVILA CAMACHO: 194019*5) 301

    l. La unidad nacional, 3I;

    2. La supresin del sector militar, 303;

    3. Antonia Villalobos y la poltica de apaciguamiento. 306:

    4. La reorientacin del movimiento obrero, 314;

    5. La Reorganizacin del sector popular. 319;

    6. La Segunda guerra mundial, 325:

    7. La burocratizacin del sector campesino. 328;

    8. La constitucin de la CNOP, 331;

    9. Las elecciones legislativas de 1943, 334;

    10. La crisis del Partido (194MW5), 340:

    11. .Lasu< non de vila Camncho, 349; 12Conclusin, 356

    BIBLIOGRAFA FUNDAMENTAL 361

    CREDITO DE FOTOGRAFAS 378

    SIGLAS

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    NOTA PRELIMINAR

    La Revolucin mexicana (19101917), que fue indudablemente el movimiento social ms

    importante de la primera mitad del siglo xx en Amrica Latina, desemboc desde el principio de los arlos

    treinta en la consolidacin de un Estado particularmente fuerte y con caractersticas muy singulares.

    Muchos han sido los estudios que se k han dedicado desde entonces pero muy pocos los que han tratado

    de uno de sus pilares Fundamentales: el Partido del Estado.

    Este libro tiene por objeto el estudio del Partido Revolucionario Institucional de Mxico (PRl), el

    cual en el curso de ms de medio siglo de existencia ha contribuido a configurar de manera decisiva al

    rgimen mexicano. Nacido en 1929 como Partido Nacional Revolucionario (PNR), transformado en 1938

    en Partido de la Revolucin Mexicana (PRM) y finalmente en 1946 en PRI, este partido se presenta hoy

    da como un fenmeno nico que, a pesar de su importancia, es en general poco conocido, El carcter

    excepcional del mismo deriva no slo de que se trata de una formacin poltica cuyos miembros ocupan

    los principales cargos "de eleccin popular" desde hace ms de medio siglo, luego de elecciones que se

    verifican con una apariencia de normalidad como en cualquier rgimen pluralista, sino tambin del hecho

    de que es una enorme organizacin de masas, casi sin paralelo por su dimensin. La investigacin fue

    abordada por consiguiente con la conviccin de que el anlisis de la evolucin del Partido es fundamental

    para comprender el Estado mexicano de hoy, ya que desde la perspectiva del Partido es posible analizar

    ms claramente algunos de sus aspectos fundamentales.

    Una primera versin de este trabajo fue redactada como tesis para el doctorado de Estado en

    Ciencia Poltica en la Universidad de Pars i (PanthonSorbonne), bajo la direccin del maestro Maurice

    Duverger, y sostenida el 23 de septiembre de 1980. Las recomendaciones y sugerencias recogidas desde

    entonces me permitieron profundizar y enriquecer su contenido buscando que no perdiera su

    perspectiva original, y aqu se publica con la intencin no slo de que contribuya a un mejor

    conocimiento del fenmeno de los partidos polticos, sino de que permita un ms claro conocimiento de

    la estructura del poder en Mxico. De manera particular quiero expresar mi agradecimiento al profesor

    Maurice Duverger por el inters que mostr en esta investigacin desde un principio, al profesor Edmond

    Jouve por sus tiles y valiosas observaciones y al maestro Armando Uribe, ex embajador de Chile, por su

    firme e inequvoco apoyo durante todo el tiempo que dur la elaboracin del trabajo. Con el subtitulo de

    La formacin del nuevo Estado. la parte que aqu se publica, comprende el periodo que va desde 1929,

    fecha de la constitucin del PNR , hasta el fin de la segunda guerra mundial en 1945.

    El estudio est basado no solamente en fuentes escritas sino tambin en diversos testimonios

    orales. Al lado de los diarios y semanarios mexicanos, de las publicaciones hechas por el propio Partido

    en el ltimo medio siglo, de varios archivos nacionales y extranjeros de las publicaciones oficiales y de

    los libros de ''memorias", revistieron particular importancia diversas entrevistas sostenidas con algunos

    de los principales participes en la historia del Partido y con los lderes de tas ms importantes

    formaciones polticas de Mxico, as como el dilogo con quienes son, en ocasiones sin saberlo,

    miembros de alguna de sus organizaciones. A todos ellos y especialmente a Los ex presidentes de la

    Repblica y del Partido, a los lderes sindicales y a los dirigentes tanto priistas como de la oposicin que

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    aceptaron conceder largas entrevistas que fueron casi siempre grabadas, se les agradece aqu de nuevo

    su colaboracin.

    Los familiares y amigos y todos aquellos que de alguna manera me alentaron en la realizacin de

    este trabajo estn vinculados a l, en particular aquellos que me auxiliaron en la obtencin de algn tipo

    de material: Ignacio Otero Muoz, Vctor Silva Izazaga, kosa Ma. So 1 orzan o T Jorge Alberto Flores Cano

    y Cuauhtmoc Resndiz, lo mismo que la seorita R o salina Torres Lpez, que una y otra vez tecle el

    manuscrito, y los responsables de los diversos archivos y bibliotecas utilizados. La investigacin fue

    iniciada gracias a una beca de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico y quiero dejar constancia de

    ello.

    El fin de todo trabajo es, sin duda, el de trascender. El tiempo pasado en la preparacin de un

    estudio pierde su sentido si ste no permite despertar dudas o nuevas reflexiones, si no se vuelve accin.

    Coso Villegas, que alguna vez pens en hacer "una historia del partido oficial", reconoca que uno

    de los riesgos de hacerla era que a medida que pasa el tiempo se haca ms difcil 'aporque la gente

    pierde inters, porque se acostumbra a la idea de que las cosas son como son porque as son y no vale la

    pena explicarlas ni nada*'.1 ste es sin embargo un intento de explicar por qu las cosas han llegado a ser

    as.

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    INTRODUCCIN

    El estudio de los partidos polticos no ha sido particularmente Importante en Amrica Latina, sin

    duda en razn de la propia evolucin poltica del continente. Las masas populares se han expresado

    tradicionalmente en los pases latinoamericanos tanto por la va de las armas como por el silencio y desde

    que surgieron las primeras organizaciones polticas stas fueron en la mayora de los casos instrumentos

    de los caudillos o de los grupos oligrquicos, por lo que la vida poltica tom as caractersticas muy

    distintas de las del modelo europeo-occidental.

    Entre los casos de excepcin, el del Estado mexicano surgido del movimiento revolucionario de

    1910, es probablemente el ms relevante. Fincado en un presidencialismo particularmente fuerte y en un

    partido que no ha dejado de reclamarse de "la Revolucin" el rgimen mexicano parece tener una solidez

    incomparable. Durante mis de medio siglo, el PRI se ha presentado como el partido en el poder en

    Mxico, pues desde su constitucin en 1929 sus candidatos han triunfado en todas las elecciones

    presidenciales de gobernadores de los Estados y de senadores que han tenido lugar y en la casi totalidad

    de las elecciones de diputados federales y locales y de funcionarios municipales. No existe otro caso

    semejante en el siglo xx, salvo el del Partido Comunista de la Unin Sovitica. El fenmeno del PRI Llama

    ms la atencin por el hecho de producirse en Amrica Latina, continente en el que ta mayor parte de los

    pases han conocido a lo largo de este mismo perodo una profunda inestabilidad poltica, marcada por la

    presencia del ejrcito como fuerza poltica fundamental.

    El PRI se presenta por otra parte como una organizacin de masas sin paralelo, que reposa

    esencialmente en la adhesin colectiva. Dado que la afiliacin es de hecho forzosa para una amplia gama

    de categoras sociales, la fuerza potencial del Partido es aparentemente inmensa. De acuerdo con los

    datos proporcionados por sus propios dirigentes, la membreca del Partido, a pesar de que su crecimiento

    ha fluctuado a lo largo de los anos, no ha dejado de corresponder a aproximadamente una quinta parte

    de la poblacin del pas por lo que ste no puede ser comparado a ninguna otra organizacin. En ese

    sentido, no es equiparable ms que al Partido Comunista de la Unin Sovitica, que contaba, segn

    recientes estadsticas, con 15 millones de afiliados, es decir el 5.9% de la poblacin sovitica, y que al

    Partido Comunista chino que, con.28 millones de miembros, tiene afiliados el 3.5% de la poblacin

    china.1

    Desde el punto de vista de su organizacin o del nmero de sus miembros el pri segn se afirma

    no puede ser tampoco comparado con los otros partidos polticos mexicanos. Desde su constitucin, ha

    sido el nico partido en presentar candidatos en todas las elecciones que se han efectuado, es decir que

    se presenta como el nico partido en tener una implantacin nacional. Su fuerza en nmero de afiliados

    no parece tampoco comparable a la de otros partidos mexicanos. De los partidos polticos que han

    existido en Mxico a lo largo de ms de medio siglo, ninguno de ellos ha constituido en realidad una

    verdadera alternativa, no soto por haber carecido de un proyecto nacional suficientemente claro y

    convincente, sino tambin por su debilidad organizacional y su reducida membreca. En el plano

    electoral, basta sealar que la ms importante formacin poltica de oposicin, el PAN, desde su

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    constitucin hasta hace poco, no tuvo ms que 129 diputados federales electos contra 2 327 del "Partido

    de la Revolucin", y no consigui ms que 40 presidencias municipales contra ms de 27 mil obtenidas

    por el Partido.3

    La gran importancia del Partido en la consolidacin del Estado mexicano contemporneo y en

    general en la vida mexicana del siglo xx, no ha suscitado sin embargo mas que muy pocos estudios, como

    lo han subrayado acertadamente tericos de diversas tendencias. El PRI "es el partido ms complejo y

    menos estudiado de Mxico", afirmaba a mediados de los aos setenta un investigador, que muy bien

    hubiera podido afirmar que es el nico de los partidos tradicionales en no haber merecido estudios

    profundizados.3 El historiador norteamericano John Womack Jr. recordaba a ese respecto en un

    coloquio que hay un gran vaco en los estudios historiogrficos sobre nuestro pas.4 "La existencia del

    partido como rgano constitutivo y esencial del Estado mexicano posrevolucionario afirma por su parte

    Octavio Paz es algo que espera todava un anlisis."5

    La visin que los lderes de los partidos de oposicin, los autores mexicanos y extranjeros y, en

    general, todos aquellos que se interesan en la estructura del poder en Mxico han tenido del Partido ha

    sido por consiguiente vaga, fragmentaria y a menudo contradictoria. El PR ha sido de esta manera

    calificado tanto de partido "de los trabajadores" como de partido 4lde la burguesa", de organizacin

    "todopoderosa" o de "simple instrumento' 1 en manos del Ejecutivo, se dice lo mismo que tiene un

    "potencial socialista" que un "potencial fascista", y ha sido as el responsable de todos los males o de

    todos los adelantos del pas. El rgimen mexicano ha sido calificado por su parte lo mismo de

    "unipartidista" que de "pluripartidista", de modelo democrtico ejemplar que de dictatorial y totalitario.

    A pesar de ello, tanto tericos como dirigentes polticos de varios pases, han estado de acuerdo en

    considerar que existe un modelo PRI que muy difcilmente puede ser clasificado entre alguno de los

    modelos conocidos y se han interesado en su funcionamiento* Desde los aos del sexenio cardenista, en

    que empezaron a llegar los primeros escritores europeos y norteamericanos atrados por la experiencia

    de esos arlos, hasta los das en que el PRI comenz a asistir como observador a ios trabajos de la

    Internacional Socialista a mediados de la dcada de los setenta, no ha dejado de crecer el inters por e]

    modelo mexicano. Se asegura, por ejemplo de esta manera, que el general De Gaulie envi a Mxico at

    inicio de su segundo mandato a uno de sus hombres de confianza para estudiar al PKJ y que el presidente

    brasileo Ernesto Gesel comision diez aos despus a un grupo de profesores universitarios para que

    investigasen la posibilidad de crear un sistema poltico semejante al de Mxico en el Brasil de los

    generales.7 Modelo admirado por unos, ha sido tambin temido por otros y poco antes de las primeras

    2 Elias Cha vez, "Los 39 aos de un partido perdedor", en Proceso, nm. 70, Mxico, 6 de marzo de 1978, pp. 910.

    3 Octavio Rodrguez Araujo, "Algunos datos sobre los partidos polticos mexicanos (2)", en Ovadones, Mxico, 4 de agosto de 1977.

    4 John Wumack, Jr., "Medican politiza! historiography, 1959 1969", en Investigaciones contemporneas sobre historia de Mxico,

    Mxico, UNAM, El Colegio de Mxico, The U ni ver si t y of Texas at Austin, 1971, p. 484.

    5 Octavio Paz, "Burocracia* celestes y terrestres", en Plural, nm. 5, febrero de 1972, y en El ogro filantrpico. Historia y poltica.

    19711978, col. Confrontaciones, Mxico, Joaqun Morriz, 1979, pp. 109124.

    6 El PRI mexicano es sin duda muy conocido. Aunque algunos partidos de otros pases llevan las mismas siglas como el Partido

    Republicano Italiano (PRI) o el Partido Republicano Islmico (PRI) de Irn, tute racionalmente las siglas de PRI se iden tincan antes que nada con la

    organizacin mexicana.

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    elecciones legislativas que se efectuaron en la Espaa posfranquista, varios polticos espaoles

    denunciaron con temor el hecho de que el Centro Democrtico del entonces primer ministro Adolfo

    Surez ms tarde llamado Unin de Centro Democrtico (UCD) estaba convirtindose en el partido "del

    gobierno, en una especie de PRI mexicano".8

    El PRI se ha vuelto por consiguiente una referencia frecuente, pero ha sido ms que nada el

    modelo que se conoce por algunas de sus caractersticas y que se observa bajo alguno de sus rasgos ms

    superficiales que el fenmeno poltico sobre el que se tiene una visin ms o menos clara. La realidad es

    que en el curso del ms de medio sigio que tiene de existencia, el Partido no ha sido objeto de estudios

    profundizados y las interpretaciones que ha motivado han sido tan contradictorias como superficiales.

    El PRI se ha vuelto por consiguiente una referencia frecuente, pero ha sido ms que nada el

    modelo que se conoce por algunas de sus caractersticas y que se observa bajo alguno de sus rasgos ms

    superficiales que el fenmeno poltico sobre el que se tiene una visin ms o menos ciara. La realidad es

    que en el curso del ms de medio siglo que tiene de existencia, el Partido no ha sido objeto de estudios

    profundizados y las interpretaciones que ha motivado han sido tan contradictorias como superficiales.

    En las principales obras que tratan de los partidos polticos publicadas en Estados Unidos y en

    Europa, el PRI ha sido olvidado, sin duda porque la mayora de los autores no consideran que el rgimen

    mexicano tenga las caractersticas * 'democrticas'' de los sistemas polticos occidentales ni que el PRI

    presente las caractersticas de los partidos polticos existentes en tos regmenes pluralistas. Lo que se

    puede encontrar sobre l se reduce en general a algunas tesis universitarias, en su mayor parte

    norteamericanas, y a referencias dispersas en obras diversas. Los anlisis que se hacen sobre el Partido

    en Mxico son muy variados, pero en su mayora estn ms cercanos de una visin superficial o de una

    actitud partidaria que de una iniciativa sera, por lo que la mayor parte de ellos no esclarecen realmente

    ninguno de los problemas de su naturaleza o de su importancia en el seno del Estado. Los pocos estudios

    que se le han dedicado o que hablan de l de manera preponderante, le asignan un papel muy variado y

    llegan a conclusiones diferentes y a menudo opuestas. De todos esos libros y folletos publicados sobre e]

    Partido, buena parte son sin embargo obras de propaganda escritas por algunos de sus miembros que

    tienen por consiguiente un inters muy limitado. Preocupadas sobre todo en la divulgacin de una

    doctrina bajo una cobertura seudocientfica, dichas obras aportan poco al conocimiento del Partido.*

    El reducido nmero de obras de propaganda tiene su equivalente en los raros estudios hechos

    sobre el PRI, en su casi totalidad tesis universitarias. La mayora de esos estudios se refieren al rgimen

    mexicano contemplndolo como un sistema unipartidista y desafortunadamente tienen poca

    importancia, Las obras norteamericanas que analizan al rgimen mexicano se ocupan por lo general muy

    brevemente del PRI, y si para algunos autores ste no es ms que un apndice del Ejecutivo, para otros

    tiene una importancia relevante.

    * Cf. Le Monde, 12 de mayo y 7 de junio de 1977. Jos Mara de Areilza, conde de Motrico, seal por su parte que si los tecncratas llegasen a tener "el control absoluto del Estado", como era su objetivo, los espaoles iran a "una mexicanizacin" de su vida pblica, "con un solo gran partido nico, el PRl (Partido Reformista Indefinido), especie de movimiento nacional reconstituido", fuera del cual no quedara casi lugar para que los otros grupos o tendencias que no aceptasen desempear el papel que se les haba asignado de antemano pudiesen actuar. Cf. El Pais, 12 de junio de ] 977, * En 1937, Gilberto Bosques public un libro en ingls buscando tranquilizar a los inversionistas norteamericanos sobre el carcter del rgimen y del Partido. Tres dcadas ms tarde, en 1968, Mario Ezcurdia y Sergio Contreras hicieron a su turno la apologa del PRI. Poco despus, en 1970, Miguel Osorio Maxbn public un trabajo basado en los documentos que reuni durante su paso por el CEN del Partido, al que le dio nueva forma en 1981. Rodolf o Siller Rodrguez'public en fin. en 1976 una versin modificada de su tesis de licenciatura. Cf. bibliografa.

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    La mayor parte de esos autores, sorprendidos por la estabilidad mexicana, parecen sin embargo

    observar ms con admiracin que con espritu sociolgico al fenmeno del Partido.10 La importancia

    fundamental del PRI en el rgimen mexicano ha inquietado tambin tanto a los polticos como a los

    intelectuales europeos, pero la imagen que se tiene de l en esos pases no escapa tampoco ni a la

    vaguedad e imprecisin ni a la brevedad de otras caracterizaciones.11 La Enciclopedia Sovitica lo define,

    por ejemplo, en tres lneas: "El PRI refleja afirma los intereses de la burguesa nacional y declara que su

    objetivo es el reformismo y *el cambio poltico y social pacfico en el paiY."13

    La visin clsica sigue siendo sin duda la de Maurice Duverger, para quien "el ejemplo esencial de

    un rgimen de partido muy dominante" es el mexicano, al que sita como ^intermediario" entre los

    regmenes de partido dominante, como las democracias de tipo occidental, y los de partido nico, en

    donde el partido dominante no tiene frente a l ms que a minsculos grupos "que desempean

    solamente un rol de figuracin para dar la ilusin de la pluralidad"; esa 1'posicin fuertemente

    dominante" Ea justifica el profesor francs al no ver en Mxico "una fuerza poltica" que pudiese "forzar

    al PRI a evolucionar", lo que evidentemente modificara de manera sustancial el sistema poltico

    mexicano.1*

    De igual manera que los autores extranjeros, la mayor parte de los autores mexicanos se han

    referido al Partido, desde muy variadas perspectivas, y to han visto como una institucin, como un

    instrumento electoral del Estado o como un partido poltico, lo han asimilado al grupo gobernante,

    identificado a la burocracia poltica o confundido con el resto de los aparatos ideolgicos de Estado. La

    palabra "PRI" ha sido utilizada en algunas ocasiones con extrema facilidad para indicar mucho ms de lo

    que la organizacin es en realidad y en otras con gran restriccin para definir mucho menos de lo que es.

    Los anlisis hechos en Mxico sobre el Partido, han sido sin embargo muy limitados en relacin a la

    importancia que esta organizacin ha tenido en la vida mexicana del ltimo medio siglo. La evolucin del

    Partido es inseparable de la formacin del Mxico posrevolucionario, pero la mayor parte de las obras de

    historia contempornea no hacen sobre l ms que superficiales referencias. Un vistazo a los libros de

    "memorias" de los polticos o a las no* velas de este perodo permite constatar que el Partido es el gran

    ausente. Las crticas hechas al rgimen mexicano por Luis Cabrera en los aos treinta, por Narciso Bassols

    en la dcada 1940-1950, por los participantes en la encuesta Pai de 1948 y por numerosos articulistas

    tanto marxistas como liberales, durante los acontecimientos de 1968, luego de las reformas partidarias

    de 1972 y en ocasin a las discusiones sobre la reforma electoral de 1977, aunque se refirieron al Partido

    lo hicieron de una manera tangencial. Un cierto nmero de autores viniendo de horizontes tan diversos

    como el de la sociologa poltica o el del ensayo literario han dedicado sin embargo recientemente un

    buen nmero de pginas a analizar el Partido y aun y cuando ninguno de ellos ha hecho un estudio

    sistemtico del fenmeno sus observaciones han constituido valiosas aportaciones a la comprensin del

    problema. A los trabajos de Francisco Martnez de La Vega, Daniel Coso Villegas, Pa* blo Gonzlez

    Casanova, Manuel Moreno Snchez y Octavio Paz, se deben agregar los de los profesores universitarios

    Carlos Pereyra, Miguel ngel Granados Chapa y Arnaldo Crdova, que han estudiado con agudeza

    algunos de los aspectos del rgimen prista.14

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    La ausencia de obras sobre el Partido se debe sin duda a la diversidad y a la complejidad de los

    problemas que su estudio presenta al investigador. Por una parte, hay los obstculos de tipo material,

    pues el Partido no tiene archivos ni estadsticas correctas sobre el nmero de sus miembros y sus

    publicaciones se obtienen muy difcilmente, por lo que la mayora de los autores que se han referido a l

    han utilizado a menudo fuentes secundarias y han citado con frecuencia los hechos y las fechas de

    manera equivocada.15 La investigacin con sus dirigentes no es fcil pues tanto los lderes polticos como

    los sindicales se han esforzado durante muchos aos en edificar una falsa imagen de la realidad. Ei

    investigador mexicano debe adems enfrentarse a los problemas derivados de la naturaleza del Estado

    mexicano y de sus relaciones con el Partido, por lo que ninguna tentativa de anlisis del rgimen puede

    escapar a ser considerada como un acto poltico.

    En un pas con un rgimen como ei mexicano, es evidente que la experiencia personal tiene un

    papel no despreciable en la comprensin de los problemas polticos. Quien desde nio ha visto el

    emblema del PRI pintado sobre los muros de los pueblos ms miserables o sobre las laderas de montaas

    aparentemente inaccesibles; quien, adolescente, ha vivido el apresuramiento de varias generaciones para

    situarse en la burocracia oficial no con el fin de servir sino con el de aprovecharse de la corrupcin

    existente o quien durante ei verano y el otoo de 1968 ^en el curso de esos meses que marcaron el fin de

    un perodo de la historia contempornea de Mxico comparti con miles de mexicanos el sentimiento de

    que el Partido, aparentemente monoltico, resuma mejor que ningn otro aparato el carcter del Estado

    mexicano, no puede abordar un estudio como el presente sino con toda una serie de ventajas pero

    tambin, sin duda alguna, de desventajas. El hecho de que el PRI trata de controlar a la casi totalidad de

    la vida poltica mexicana, entraa una serie de consecuencias en La vida cotidiana de los mexicanos. stas

    son menos importantes de lo que podran creer los observadores extranjeros, pero lo son mucho ms de

    lo que nosotros los mexicanos lo creemos en general.

    Los obstculos de tipo material no deben ser sin embargo subestimados. Los datos de que se dispone, no

    pueden ser por ejemplo utilizados como base. Las cifras y estadsticas a partir de las cuales se puede

    estudiar al Partido, su fuerza electoral y ei nmero de sus afiliados se deben tanto al propio Partido como

    a la Secretara de Gobernacin y observaciones diversas y mltiples testimonios sobre algunas elecciones

    a nivel federal y local muestran que en el curso de los ms de 50 aos de vida del Partido, los resultados

    oficiales han sido sistemticamente manipulados por las autoridades. Entre las prcticas polticas del

    perodo de la dictadura porfiriana, los regmenes posrevolucionarios heredaron la del fraude electoral, de

    tal manera que no se pueden tomar en cuenta los resultados de participacin o de porcentaje de votos,

    ms que con muchas reservas. Las listas electorales existen desde 1946, pero el hecho de que las

    prcticas de fraude se han desarrollado en los aos posteriores exige que tambin para este ltimo

    perodo dichos datos sean tomados con precaucin, pues los esfuerzos de varios investigadores por

    conocer la fuerza electoral del Partido han conducido a menudo a conclusiones errneas. Algunos

    autores afirman por ejemplo que en las zonas de La Repblica donde existe una miseria mayor y el ndice

    ms elevado de analfabetas, el PRI tiene el mayor nmero de simpatizantes y encuentra la oposicin ms

    dbil durante las elecciones, ignorando que es precisamente en esas regiones en donde ei fraude

    electoral puede ser ms fcilmente realizado.16

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    En lo que se refiere a su fuerza real en afiliados, sus propios dirigentes reconocen que el PRI no

    tiene la organizacin de muchos partidos europeos o japoneses y que no posee un registro de sus

    miembros, razn por la cual todas las cifras que se pueden dar a este respecto son aproximar i vas.17 Hay

    por otra parte una cierta falsedad en las cifras debido al problema de la doble afiliacin de algunos de sus

    miembros. Algunos afiliados a la CNC son tambin miembros de cooperativas de la CNOP, los miembros

    del sector campesino estn a menudo organizados en un sindicato obrero y muchos tcnicos y dirigentes

    de la CNC mantienen su afiliacin al sector popular. Una revisin de los datos sobre la fuerza de los

    sindicatos y del Partido muestra por otra parte que stos han sido a menudo modificados por

    consideraciones polticas. Existen elementos que permiten afirmar que los mismos han tendido tanto a

    sobreestimar la fuerza del PRI como a reequilibrar la fuerza de sus tres sectores segn necesidades

    polticas, por lo que las cifras han sido frecuentemente abultadas de manera arbitraria. Entre 1973 y

    1978, por ejemplo, el sector campesino aument en ms de cuatro millones de miembros simplemente

    por razones demogrficas, ya que se considera a todos los campesinos sin tierra y a sus esposas como

    miembros de la CNC y por consiguiente del PRI.

    El estudio sobre el PRI puede hacerse desde mltiples perspectivas, pero se ha preferido aqu

    abordarlo desde un punto de vista histrico por diversas razones, y en particular para evitar el riesgo de

    caer en alguna de las deformaciones o malinterpretaciones existentes al tratar de precisar su origen, la

    evolucin de su organizacin y de su doctrina, su composicin social y su importancia respecto a la

    sociedad y al Estado. Ha sido pues necesario aventurarse, para utilizar las palabras de Du ver ge r, "sobre

    un terreno virgen" y "particularmente difcil".1* La perspectiva de la historia est sin duda llena de

    dificultades y de riesgos y cuando se quiere escribir la historia de un partido poltico, como afirma

    Gramsci, es menester en realidad afrontar "toda una serie de problemas" en extremo complejos, pues la

    historia de un partido no es solamente la historia de la formacin poltica, de sus cambios

    organizacionales y de sus asambleas, sino que es "de un cuadro complejo de todo el conjunto de la

    sociedad y del Estado", y a menudo con las interferencias internacionales, de donde sta puede nacer.19

    La vida de los partidos se rodea de un cierto "misterio" y en el caso del PRI mexicano en virtud de su carcter de partido estatal en el seno de un rgimen oficialmente pluralista, la imagen que sus dirigentes dan est muy lejos de la realidad. La organizacin de la mayor parte de tos partidos, "reposa esencialmente en prcticas y en hbitos no escritos'1, y el PRI no constituye una excepcin.20 Muchos investigadores norteamericanos y europeos, olvidando esto han tratado de analizar los problemas mexicanos apoyndose en los datos y en las interpretaciones oficiales y, por consiguiente, no han hecho ms que reproducir en buena medida las tesis de las autoridades.

    Hay que subrayar en fin que la historia del "Partido de la Revolucin" es parte fundamental de la historia mexicana. Sus protagonistas no son por consiguiente nicamente los dirigentes que manipularon reuniones, asambleas y convenciones, los lderes polticos y sindicales, revolucionarios o conservadores, que se enfrentaron en sus instancias dirigentes, sino tambin y ante todo los campesinos, los trabajadores, los empleados y los maestros que, consciente o inconscientemente, forjaron tambin su historia y la del pas.

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    I. ANTECEDENTES HISTRICOS (LOS PARTIDOS POLTICOS ANTES DE 1928)

    1. TENDENCIAS Y CORRIENTES EN EL MXICO INDEPENDIENTE

    Las masas populares an sin organizaciones polticas saben cmo sublevarse y luego de tres siglos

    de dominacin colonial la insurreccin popular de 1810 sacudi profundamente a Mxico. Los dirigentes

    virreinales comprendieron que sta tena muy diversas causas, pero que sin duda la principal era el

    problema agrario por lo que cuando los campesinos encabezados por Hidalgo lograron acercarse a la

    capital y llevaron a cabo despus bajo la direccin de Morelos un difcil combate (1811*1814), una

    divisin comenzaba a manifestarse entre las principales personalidades criollas sobre el porvenir del pas.

    Al intensificarse la inquietud entre las lites dirigentes como consecuencia de los acontecimientos

    que se desarrollaban en Espaa, una primera tendencia busc entonces organizarse: la de los

    ''escoceses", llamada as porque sus dirigentes se reunan en las logias del antiguo rito masnico escocs.

    Et "Partido escocs" naci en 1813 a consecuencia de la promulgacin un ao antes de la Constitucin

    espaola de Cdiz, que sostena en su programa especialmente el establecimiento del sistema

    representativo.1 Los "escoceses", que en su mayor parte eran espaoles, desarrollaron sus actividades

    con el concurso en particular de los oficiales de las fuerzas armadas que constituyeron de hecho su

    principal sostn. Al abrogarse la Constitucin espaola el ao siguiente, en vez de debilitarse esta

    tendencia comenz a fortalecerse y a crear condiciones favorables al desarrollo de su accin. En 1819, los

    "escoceses" eran ya mayoritarios entre las lites dirigentes y las autoridades virreinales comenzaron a

    inclinarse ante su fuerza.

    La independencia de Mxico fue de hecho el resultado de una alianza entre las masas campesinas

    que luchaban en el sur y los dirigentes de la oligarqua terrateniente que se encontraban al frente del

    "Partido escocs". En este segundo perodo, el movimiento de rebelin contra La fidelidad a la Corona

    espaola, dirigido por Agustn de Iturbide, logr encontrar los compromisos necesarios para proclamarla

    independencia ante Espaa (1821) pero careci de una base social y de tesis programticas definidas.1 En

    toda la Amrica Latina con algunas excepciones como la de Cuba se produjeron movimientos similares

    los cuates constituyeron, luego del de Los Estados Unidos, el primer fenmeno conocido de

    descolonizacin. Los cambios que tuvieron lugar entonces fueron percibidos en Europa como

    secundarios, pero en la vida cotidiana de la poblacin aportaron en las dcadas siguientes algunas

    modificaciones en el sistema de produccin. Los aos de lucha por la independencia afectaron sin duda a

    las estructuras del pas y una de sus consecuencias fue que acentuaron las diferencias existentes entre

    Jas clases poseedoras y el resto de la poblacin, engendrando por otra parte una nueva doble escisin:

    entre el Estado y la Iglesia, y entre el centro y las provincias. Esta triple fractura que se acentu

    rpidamente iba a ser el origen de las dos grandes tendencias polticas o "partidos1' que iban a cortar en

    dos al Mxico del siglo xix. Desde los aos del efmero Imperio iturbidista (18221823),las lites dirigentes

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    se afrontaban con vehemencia. Oficiales del ejrcito, profesionistas y clrigos, comerciantes y

    terratenientes, se dividieron en dos tendencias polticas: monarquistas" y "republicanos". Esas dos

    tendencias que con otros matices existan en otros pases latinoamericanos se agruparon en las primeras

    organizaciones polticas de Mxico: las logias masnicas. En el seno de las mismas, tas lites dirigentes

    encontraron la posibilidad de organizarse y muy pronto las divisiones existentes se hicieron visibles a la

    luz del da. Los antiiturbidistas se dividieron rpidamente entre "borbonistas" y "republicanos". El

    "Partido monrquico'1 o "borbonista" estaba formado por los miembros del alto clero, algunos oficiales

    del ejrcito, los terratenientes y Los miembros de la burguesa que controlaban el comercio y La minera.

    EL "Partido republicano" agrupaba de su lado al clero bajo y medio, a los profesionistas y a una faccin

    del ejrcito.

    La Repblica remplaz al Imperio, pero las instituciones continuaban siendo las de la Colonia

    espaola. Las dos tendencias antagonistas que estaban organizndose, discutieron entonces esa primera

    Constitucin (18231824), la cual adopt un gobierno republicano, representativo, popular y federal,

    aunque aceptando un Ejecutivo subordinado al Congreso General. Esto fue debido a la influencia de las

    ideas europeas y norteamericanas sobre el pensamiento poltico mexicano de principios del siglo xix,

    pues si en Amrica del Sur fueron las tesis polticas inglesas y alemanas las que tuvieron una influencia

    decisiva, en Mxico Las lites intelectuales acudieron a Las de los filsofos franceses del siglo xvMI y a Las

    de los constitucionalistas norteamericanos. Como consecuencia de ellas, en los primeros das de vida

    republicana, las lites de Mxico continuaron divididas en dos "partidos". Por un lado la tendencia que se

    reconoca como "Partido de los cambios" o "Partido del progreso", que exiga ta ocupacin de los bienes

    del clero, y por el otro el "Partido del orden", llamado por sus adversarios partido "del inmovlismo". Los

    primeros hablaban de "libertad" y de "progreso" y los segundos de "orden pblico" y de "religin" pero

    sus vagos llamamientos eran confundidos de muy diversas formas porque los problemas del pas seguan

    siendo secundarios con relacin a las ambiciones de los hombres. Las dos tendencias carecan en realidad

    de un programa claro y de organizacin. El "Partido del progreso" se apoyaba esencialmente en las

    fuerzas locales y sus adversarios en el clero y en el ejrcito. La Primera Repblica Federal (18241835)

    estuvo as caracterizada por la gran inestabilidad de los gobiernos. Desde sus primeros meses de vida

    independiente, el pas vivi una guerra civil casi continua: motines, revueltas de todo tipo,

    pronunciamientos y sublevaciones se sucedieron en el curso de los aos siguientes de manera que el

    primer presidente que fue electo, el general Guadalupe Victoria, fue el nico en varias dcadas en

    terminar su mandato constitucional. En el curso de su gobierno, la vida interna de las logias tendi sin

    embargo a debilitarse y stas dejaron pronto de reunirse. Las lites del pas, reconocindose en una de

    las dos principales tendencias, comenzaron a agruparse entonces en torno a los caudillos y en el seno de

    los "escoceses" una escisin se produjo cuando los "mexicanos" dejaron sus logias para formar, bajo la

    direccin de Nicols Bravo, Las primeras logias puramente mexicanas. Los partidarios del "progreso"

    carecan entonces de organizacin y, para oponerse a Bravo, el presidente Guerrero trat

    infructuosamente de formar el que hubiese sido el primer partido de go* bierno de la historia mexicana:

    el "Partido de! guila Negra".3

    ________________________________________________________________________________

    3 "Observaciones sobre los progresos del guila negra", en El Federalista. Mrida, 1825, en Papeles varios4, folletos 18231825, p, L58 (BML).

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    En 1826, sin embargo, un hecho nuevo se produjo en la vida de Mxico: la organiza* cin de La

    tendencia "progresista" en el seno de las logias del rito yorkino. El nacimiento del "Partido yorkino" tuvo

    por consecuencia la reorganizacin del "Partido escocs" y los dos "partidos*' lograron rpidamente

    dividir a Las lites del pas por lo que, algunos meses ms tarde, tanto los funcionarios como los oficiales

    comenzaron a actuar en funcin de su pertenencia a uno de los dos 4'partidos". Los masones del rito

    "escocs", de tendencia monarquista y defensores de las instituciones de ta Colonia espaola, y los

    adeptos del rito "yorkino", partidarios de la Repblica Federal, de la separacin entre Iglesia y Estado y de

    la progresiva eliminacin de La influencia espaola, sostuvieron desde ese momento posturas

    irreconciliables. Esta b.polarizacin de la vida poltica del pas condujo a un perodo de pronunciamientos

    y de violencias, en el curso del cual los agentes diplomticos norteamericanos se aprovecharon para

    alentar la divisin de los dirigentes mexicanos. Las clases dominantes de Amrica Latina comprendieron

    sin embargo rpidamente la amenaza que para sus intereses representaba la poltica de tos Estados

    Unidos y cuando el gobierno norteamericano proclam la Doctrina Monroe (1823) varias voces

    manifestaron su oposicin a las tesis imperiales de Washington. En Mxico, las actividades del primer

    representante diplomtico norteamericano, Joel Robert Poinsett, fueron vigorosamente denunciadas por

    los partidarios del rito "escocs", que vean en ellas una amenaza para La independencia nacional. Una

    nueva divisin se produjo entonces en las lites dirigentes: en tanto que los partidarios del "progreso",

    reunidos en las logias del rito "yorkino", se manifestaban pronorteamericanos, Jos partidarios del "orden"

    o "escoceses" se declaraban profundamente proeuropeos.

    El xito de las logias como organizaciones polticas fue sin embargo efmero, porque muy pronto

    stas se desacreditaron entre las clases dominantes. Los dos "partidos" tenan en comn la falta de un

    programa definido y de una organizacin slida y los caudillos recurrieron de nuevo a las armas. A finales

    de la dcada de 1820-1830, las logias sufrieron una vertiginosa declinacin y perdieron su importancia

    como centro de la vida poltica. 1 fin del "Partido escocs" fue marcado sin duda por la derrota militar

    que sus partidarios sufrieron en Tulancingo y el motn de La Acordada, aunque le diese el control del

    gobierno, marc probablemente el fin del "Partido yorkino" en razn a sus excesos (1828). En tos arlos

    del gobierno de Vicente Guerrero, surgido de la revuelta, "escoceses" y "yorkinos" haban dejado de

    existir y las dos tendencias latentes en el pas trataron de reorganizarse. Los partidarios del "Partido del

    orden" tomaron la iniciativa y anunciaron entonces su intencin de luchar contra "los anarquistas" y

    contra "la canalla". Desacreditados por los acontecimientos de La Acordada, los partidarios del

    "progreso" no pudieron reorganizarse ms que muy lentamente y conservaron as el hbito de reunirse

    en las logias, prctica que los partidarios del "orden" abandonaron. En los aos siguientes, estas dos

    tendencias, bajo otras denominaciones, continuaron sin embargo dividiendo al pas y marcaron

    profundamente la historia del Mxico independiente,

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    2. CENTRALISMO Y FEDERALISMO

    Las dos tendencias polticas que se configuraron en el curso de los primeros anos del Mxico

    independiente continuaron afrontndose cada vez con mayor vehemencia y, en los meses que siguieron

    a la proclamacin de la Primera Repblica Federal, comenzaron a identificarse como "centralistas" y

    'Federalistas". Durante las primeras dcadas del siglo XIX, el federalismo simbolizaba los cambios

    sociales, la separacin entre la Iglesia y el Estado y el respeto a los gobiernos estatales, en tanto que el

    centralismo, se identificaba por el contrario al absolutismo del perodo colonial, a la intolerancia religiosa

    e ideolgica, al mantenimiento de las estructuras econmicas existentes y a la constitucin de un poder

    central fuerte.

    En el curso de un cuarto de siglo, ei "Partido centralista" y el "Partido federalista" se enfrentaron

    as implacablemente. Todos los miembros del ejrcito y del clero, los intelectuales y las facciones polticas

    existentes se reclamaron de una de esas dos tendencias, no obstante lo cual, ni centralistas ni federalistas

    llegaron a constituir tendencias polticas organizadas como Jas que comenzaban a manifestarse en esta

    poca en los pases europeos y en los Estados Unidos, La palabra "partido" empezaba a ser utilizada en

    Amrica Latina con una simplificacin de vocabulario que reflejaba una voluntad de reproducir modelos

    europeos y, tras las etiquetas de "centralistas" y de "federalistas", ms que una organizacin de

    "partidos" que siguieran los modelos anglosajn o francs, se ocultaba un enfrentamiento entre dos

    facciones en las que el personalismo y las relaciones culturales, econmicas y a menudo sociales tenan

    un papel determinante. Ni el "Partido centralista" ni el "Partido federalista" tenan una organizacin

    solida ni un programa bien definido y sus tesis fueron por lo general mal comprendidas por las masas

    populares.

    La mayor parte de la poblacin permaneci a lo largo de este perodo fuera del debate poltico

    que iba de hecho a dividir al pas. Las masas campesinas que haban participado en la Revolucin de

    independencia continuaban siguiendo a sus dirigentes y la participacin que tenan en las continuas

    luchas no les permita una mayor politizacin. Las estructuras econmicas y sociales de los aos de la

    Colonia estaban vigentes y slo una minora encontraba medios de expresin. La Constitucin de 1824

    autorizaba por ejemplo a las entidades de la Federacin a legislar en materia electoral y la mayora de los

    estados adoptaron entonces un sistema de eleccin indirecta.

    En esos aos de lucha civil los pocos proyectos que trataron de aplicarse constituyeron un

    fracaso. La primera tentativa de los federalistas para reformar las estructuras coloniales no tuvo ninguna

    trascendencia y el programa reformista de Gmez Faras no logr ms que ahondar el conflicto entre el

    gobierno y la Iglesia (1833-1834) ya que fue rpidamente detenido por un levantamiento de los

    centralistas que, teniendo a su frente a Antonio Lpez de Santa Anna, se apoderaron del gobierno para

    impedir la aplicacin de las reformas. Los aos siguientes estuvieron caracterizados por la accin de este

    hombre singular que, oscilando entre el centralismo y el federalismo, iba a ocupar once veces la

    Presidencia de la Repblica. En los meses en que un nuevo Congreso Constituyente promulg una

    Constitucin centralista (1836) se desarrollaba un gran descontento interno acentuado por la guerra de

    Texas. Durante la Primera Repblica Centralista (18351841), marcada por ta "independencia" de Texas

    (1836) y por la guerra "de los pasteles" contra Francia (18381839), se ahondaron las divisiones. Durante

    todos esos aos Jos dirigentes del "Partido centralista" trataron en vano de desarrollar un aparato de

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    Estado sin lograrlo. Estando el propio ejrcito dividido, numerosos pronunciamientos y frecuentes

    revueltas crearon condiciones favorables a la intervencin extranjera. El carcter elitista de la vida

    poltica se acentu an ms y la legislacin de este perodo estableci por ejemplo nuevas restricciones al

    derecho electoral creando en particular un voto de tipo censitario y la eleccin indirecta en segundo

    grado.5

    Durante la Segunda Repblica Centralista (18411846), se redact una nueva Constitucin que

    reafirm los privilegios de la Iglesia catlica y del ejrcito y que cre nuevas restricciones en materia de

    participacin poltica. Cuando el gobierno de SantaAnna haca frente a una agresin de los Estados

    Unidos, la intolerancia era por consiguiente mayor que nunca. La invasin norteamericana encontr a un

    pueblo profundamente dividido, lo que facilit las intenciones expansionistas de Washington (18461847).

    Habiendo sido restablecida la Constitucin de 1824, los dirigentes del "Partido centralista" rechazaron en

    gran nmero colaborar en la lucha contra los invasores y la Iglesia neg al gobierno la ayuda econmica

    necesaria. En algunos meses, Mxico, cuya Constitucin proclamaba que era una sola nacin, fue

    amputado de ms de la mitad de su territorio. Los aos que siguieron a la invasin norteamericana

    fueron de gran anarqua y el militarismo, que haba caracterizado esas primeras tres dcadas de vida

    independiente continu marcando los aos siguientes. Por otra parte, mltiples revueltas populares,

    como las de los mayas en Yucatn, estallaban por todas partes. El "Partido centralista" llev as poco a

    poco al pas a la dictadura y habiendo sido disuelto el Congreso, SantaAnna al retomar de su exilio fue

    proclamado dictador vitalicio y la antigua oligarqua reafirm sus privilegios.

    En el curso de] perodo de treinta aos que va del inicio de la Primera Repblica Federal al fin de

    la dictadura san tann isla (18241855), las lites dirigentes de los dos * 'partidos" fueron incapaces de

    crear un aparato de Estado slido, de desarrollar un programa coherente o de realizar una poltica de

    reformas que instaurase un nuevo orden social y econmico. Los dos "partidos" siguieron siendo ante

    todo tendencias que se afrontaron continuamente y nunca hubo tentativa alguna para hacer de ellos

    organizaciones estables y definidas.

    ________________________________________________________________________

    4 Agustn Cu Cnovas, El federalismo mexicano, Mxico, Libro Mex Editores, 1960. pp. 2784: Vicente Fuentes Daz, Los partidos polticos en Mxico, 2a. ed., Mxico, Altiplano, 1969, pp. 3756; Moiss Gonzlez Navarro, El pensamiento poltico de Lucas Afamen, Mxico, El Colegio de Mxico, 1952,178 PTJ.

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    3. CONSERVADORES Y LIBERALES

    A mediados del siglo xix las dos tendencias que dividan a Mxico desde un cuarto de siglo atrs,

    cambiaron de denominacin y comenzaron a identificarse como "Partido conservador" y "Partido liberal".

    La oposicin federalismo-centralismo no reflejaba ms que una sola de las divisiones existentes entre

    esas dos tendencias y la denominacin de conservadores y de liberales pareca indicar mejor el

    antagonismo existente entre los defensores del orden reinante y los partidarios del cambio. El "Partido

    conservador" se reclamaba de una ideologa tradicional, buscaba para legitimarse el apoyo de la Iglesia

    catlica, contaba entre sus rangos a los miembros ms prominentes de la oligarqua virreinal, encomiaba

    el principio de la autoridad, la tradicin y la sumisin al orden establecido y representaba la tendencia a

    un aparato estatal centralizado; el "Partido liberal", por el contrario, se defina por un rechazo de la tutela

    y de] apoyo eclesistico y en consecuencia por una especie de anticlericalismo de raz hispnica, estaba

    compuesto por miembros de las antiguas clases poseedoras o de las nuevas capas sociales que se

    oponan a las estructuras econmicas existentes, tena por modelo al sistema poltico norteamericano y

    sostena firmemente el federalismo. En la misma poca en que en el resto de los pases latinoamericanos

    los centralistas representaban la tendencia jacobina de integracin nacional, en Mxico por el contrario

    fueron los centralistas quienes se identificaron mejor a la denominacin de "conservadores" y los

    federalistas a la de "liberales"*

    Los dos "partidos" no llegaron tampoco en el curso de este perodo a constituirse como

    organizaciones estables y "conservadores" y "liberales" siguieron siendo dos tendencias bastante

    definidas que dividan a las lites del pas. Luego de la derrota en la guerra con los Estados Unidos, los

    militares haban perdido sin embargo mucho de su prestigio y un buen nmero de intelectuales, surgidos

    de las capas medias de la poblacin, comenzaron a dominar el debate poltico. La intensa actividad

    intelectual de estos aos, permiti a las lites de los "partidos" agruparse en los peridicos, que

    constituyeron un poderoso medio de difusin de sus tesis, manteniendo adems los liberales la tradicin

    de reunirse en las logias. El debate de las ideas fue por consiguiente mucho ms importante que en el

    pasado y de esta manera hacia 1843 dos tendencias se vislumbraban ya en el seno de los liberales: la de

    los "puros" o "radicales", y la de los "moderados". Durante los primeros 35 aos de vida independiente

    de Mxico, las fuerzas conservadoras haban impedido toda tentativa de transformacin, pero el

    movimiento revolucionario de Ayutla, que termin con la dictadura de Santa Anna y preconiz la

    redaccin de una nueva Constitucin liberal y la abolicin de los privilegios, inaugur una nueva etapa en

    la vida del pas (1854). Cuando algunos meses ms tarde, la ley Lerdo ordenaba la venta de tierras

    detentadas por la Iglesia, buscando resolver as el problema agrario (1856), el perodo de la Reforma

    haba comenzado.

    El Congreso Constituyente de 18561857 represent probablemente la confrontacin ideolgica

    ms importante de los "partidos" en el curso del siglo xix. Luego de largos debates, se impusieron en el

    seno del Congreso las tesis de los "moderados" y la Constitucin de 1857 organiz as a Mxico como

    Repblica representativa, democrtica, federal y fundada en la separacin de poderes, elimin a la

    religin catlica como religin oficial y proclam ta libertad de enseanza.7

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    El "Partido conservador", apoyado por la Iglesia catlica, rechaz entonces la Constitucin y

    hundi al pas en una nueva guerra civil. Los "clubs" liberales y conservadores que estaban organizndose

    como formaciones polticas permanentes tuvieron que detener sus actividades. En el curso de la guerra

    de Tres aos (1858-1860), los dos "partidos" se opusieron con violencia mientras el gobierno juarista

    decretaba diversas leyes buscando limitar el podero econmico y poltico de la Iglesia. Algunos meses

    despus de la entrada de Jurez en la capital, el ejrcito de Napolen III desembarcaba sin embargo en

    Mxico y se recrudeca la lucha de los "partidos". La intervencin francesa (18601867), que fue el ltimo

    episodio de la guerra civil, constituy adems el ltimo gran enfrentamiento armado de los dos

    "partidos". El efmero Imperio del archiduque austraco impuesto por los franceses marc el apogeo de la

    lucha entre conservadores y liberales y constituy sin duda el fin del "Partido conservador" en tanto que

    tendencia defensora de los intereses de la antigua oligarqua. El perodo del bipartidismo burgus del

    siglo xix, que como en otros pases se caracteriz en Mxico por La oposicin entre conservadores y

    liberales, concluy as con la derrota militar de los primeros.8

    A la Restauracin de la Repblica (1867), el aparato de Estado no exista ms que formalmente y

    el gobierno juarista trat de fortalecerlo, aprovechndose de la inexistencia de luchas partidarias,

    Diversas reformas constitucionales buscaron entonces fortalecer el poder presidencial y en el curso de los

    meses en que los liberales gobernaron a Mxico, se fue manifestando una clara tendencia a la

    centralizacin, pues a fin de poder imponer las reformas el gobierno deba enfrentarse a los mltiples

    caciques que haban sido Los aliados del "Partido conservador": terratenientes, miembros de la jerarqua

    eclesistica y una fraccin de los oficiales del ejrcito.

    Despus de medio siglo de luchas, Los liberales haban logrado hacer aceptar como legtima una

    Constitucin que estableca el rgimen federal y la sumisin de la Iglesia a) gobierno civil. Este deba

    entonces consolidar el aparato estatal y las "instituciones" constitucionales para iniciar la aplicacin de

    una serie de reformas. El gobierno se apoyaba en su legitimidad, pero careca de un apoyo organizado ya

    que los liberales, agrupados en clubes, peridicos o asociasiones continuaban siendo un movimiento

    carente de estructura que tena su principal centro de reunin en las logias, Los caudillos militares

    continuaron siendo los lderes de las fuerzas polticas y los "partidos" que comenzaban a surgir entonces

    en tomo de ellos no eran ms que pequeos grupos de notables locales,9 Ante esta ausencia de

    organizaciones polticas, l recurso a las armas fue de nuevo la va preferida y, luego de la muerte de

    Jurez, Porfirio Daz, el ms notable de los generales republicanos, reclamando la "No Reeleccin"

    derroc ai gobierno de Lerdo de Tejada (1876), En el curso de las luchas del siglo xix, la ms urgente de

    las preocupaciones de los liberales haba sido la de constituir un aparato estatal fuerte y estable. Diversos

    gobiernos Lo haban intentado, pero el primero en lograrlo fue el general Daz y para ello se propuso

    prescindir de los "partidos11.

    __________________________________________________________________________________

    7 Sobre las tendencias polticas, que se afrontaron en el Congreso Constituyente de 18561857, vanse en particular, Francisco Zarco,

    Historia del Congreso Extraordinario Constituyente {18561857}, Mxico, El Colegio de Mxico, 1956,1424 pp.

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    4. LOS PARTIDOS EN LA POCA DE LA DICTADURA

    El aparato estatal no haba existido ms que formalmente en Mxico a la llegada a la Presidencia

    del general oaxaqueo Porfirio Daz, ya que los diversos gobiernos que se haban sucedido en el ltimo

    medio siglo reclamndose tanto del "Partido liberal" como del "Partido conservador" haban carecido de

    un control real sobre los asuntos pblicos y no haban podido aplicar programa alguno. En el curso de las

    tres dcadas y media en que Daz gobern a Mxico (18761911), no tuvo por consiguiente otro proyecto

    que el de edificar un Estado fuerte y centralizado, en el que la mayor parte de los poderes estuvieran en

    las manos del Ejecutivo. La Constitucin de 1857 que haba previsto un Estado liberal, democrtico y

    federal, fue por consiguiente abandonada de hecho en muchos aspectos, en tanto que los "partidos"

    existentes hasta entonces dejaron de ser los centralizadores de la vida pblica.

    La primera preocupacin de Daz fue la de eliminar las profundas diferencias que existan en las lites

    dirigentes, mismas que comenzaban a producir nuevos enfrentamientos. En el curso de los primeros aos

    de su gobierno, ei antiguo "Partido liberal" se haba dividido por ejemplo, ms claramente que en los

    aos precedentes, en dos tendencias: la 1'civil", formada por los principales dirigentes polticos, algunos

    de los cuales trataron de constituir el "Partido Constitucionalista Liberal", y la tendencia "militar", que

    agrupaba a los oficiales del ejrcito republicano, y sus disensiones eran cada vez ms abiertas. Las lites

    intelectuales, eclesisticas y de la naciente burguesa que en el pasado se haban reclamado del "Partido

    conservador11 comenzaron por su parte a actuar de manera bastante abierta. El general Daz se dedic

    entonces a renovar los cuadros del ejrcito, guard una actitud de tolerancia frente a la Iglesia y nombro

    en los cargos pblicos de importancia a varios de sus opositores. Gracias a esa poltica, llamada ms tarde

    de conciliacin", logr ganarse el apoyo de la mayor parte de los liberales y de muchos antiguos

    miembros del "Partido conservador". Los lerdistas, los iglesistas y los juaristas desaparecieron

    progresivamente y pronto no hubo ms que partidarios del general Daz y de su gobierno,10 La poltica

    de "conciliacin" fue proseguida durante el cuatrienio del general Manuel Gonzlez (18801884) y, cuando

    sucesivas reformas constitucionales permitieron a Daz primero reelegirse y ms tarde permanecer en la

    Presidencia, tanto la tendencia liberal como la conservadora haban dejado de existir. Del vivo debate

    poltico de los aos precedentes, el pas pas a un perodo de lucha por los intereses personales. Los

    diversos "partidos" o asociaciones polticas existentes en el pas, constituidos por lo regular en torno a un

    caudillo militar o a un notable local, desaparecieron poco a poco y slo prevaleci la ideologa del

    rgimen. El proyecto de Daz comportaba en principio una aceptacin verbal de las principales tesis

    liberales pero, de hecho, gobernando de manera centralizada y dejando a un lado las reivindicaciones

    liberales ms significativas, haca suyas las aspiraciones de los conservadores. Los logros de la Reforma

    fueron progresivamente abandonados en el curso de los siguientes aos, la Iglesia catlica pudo

    reconstituir su podero econmico, los grandes latifundios se fortalecieron y la libertad de expresin fue

    amordazada.

    ______________________________________________________________________________

    8. Ernesto de la Torra Villar, La intervencin francesa y e/ triunfo de ta Repblica, t. 1, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1968, pp. 756. 9. Daniel Coso Villegas y otros, Historia mcderna de Mxico. La Repblica restaurada. Vida poli* tica interior, Mxico. Hermas. 1955, pp. 225506.

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    En la segunda fase del gobierno de Daz, el antiguo hroe republicano partidario de la "No

    Reeleccin" se convirti en Don Porfirio, el dirigente de mano de hierro que centraliz cada vez ms el

    poder poltico. Al someter a los otros dos poderes al Ejecutivo y al hacer de los gobernadores de los

    estados sus representantes, el oaxaqueo logr pacificar al pas y pudo iniciar, apoyndose en los

    capitales extranjeros, el desarrollo econmico de Mxico. En el curso de los dos ltimos decenios del siglo

    xix, se hicieron varias tentativas para reorganizar el "Partido liberal" como organizacin electoral

    permanente, pero fracasaron en virtud de la falta de apoyo de parte de las autoridades. En vista de las

    elecciones de 1892, Daz acept sin embargo la constitucin de un nuevo "partido": la Unin Liberal, que

    se encarg de presentar su candidatura a la Presidencia. Sin ocultar que se identificaban con las tesis de

    la burguesa europea del fin de siglo, los dirigentes de la nueva formacin adoptaron el positivismo,

    pretendiendo encontrarle fundamentos "cienteos" al gobierno de Daz. La Unin Liberal, que fue

    comnmente llamada el "Partido cientfico", se convirti rpidamente en la fuerza poltica ms

    importante de esos aos.

    Luego del triunfo de Don Porfirio en las elecciones de 1892, las cuales fueron una verdadera

    farsa, el poder del "Partido cientfico" se volvi inmenso. Los "cientficos" controlaron rpidamente la casi

    totalidad de las finanzas y de la enseanza, as como importantes inversiones en la agricultura y en la

    industria. Esta verdadera oligarqua financiera y poltica, que tena por jefe a Jos Yves Limantour

    (secretario de Hacienda) logr rpidamente imponer su proyecto econmico al viejo caudillo.

    Bajo el impulso de los cientficos, el gobierno alent ms decididamente la industrializacin del

    pas. Los capitales nortame* rica nos (ferrocarriles, minera), ingleses (minera, agricultura), franceses

    (banca) y alemanes (industria hidroelctrica) encontraron entonces un terreno ms favorable. Daz, que

    pretenda limitar la influencia del capital norteamericano apoyndose tambin en el capital europeo, no

    desde por ello las inversiones de los Estados Unidos. La ms importante medida infraestructura! de su

    gobierno fue la construccin de una amplia red ferroviaria que deba facilitar la exportacin de las

    materias primas, y fue obra de empresas norteamericanas. En la industria minera, que representaba ms

    de la mitad de las exportaciones mexicanas, abandonando los derechos nacionales sobre las riquezas

    bsicas, Daz adopt tambin una poltica de concesiones a la industria norteamericana; y cuando el

    petrleo tuvo un sitio ms importante en la economa internacional y comenzaron a explotarse

    importantes yacimientos en el noreste, Daz favoreci La penetracin del capital anglonorteamericano.

    La tentativa de industrializacin del pas no poda ocultar sin embargo el fracaso de la poltica de

    Daz en materia agraria. A finales del siglo xix, el problema de la tierra se haba convertido en el ms

    Urgente de Mxico. La pequea propiedad y Las tierras comunales haban sido completamente asfixiadas

    por el sistema latifundista, y la casi totalidad de los campesinos se haban convertido en peones. Despus

    de las Leyes de Reforma que haban constituido una primera etapa en el proceso de concentracin de la

    propiedad, la actividad de las compaas deslindado ras termin por destruir las propiedades comunales

    que sobrevivan todava frente a la gran propiedad y un reducido grupo de financieros, vinculados a los

    "cientficos", se haban convertido en los propietarios de millones de hectreas. El descontento que

    10 Robert Case, "Resurgimiento de los conservadores en Mxico, 18761877", en Historia Mexicana, vol XXV, octubrediciembre de 1975, nm. 2,

    pp. 204231; Daniel Coso Villegas y otros, Historia moderna de Mxico. Ei porfiriato. Vida poltica interior. Primera parle, Mxico, H enres, 1970,

    pp. 275571 y 575798; Moiss Hernndez Molina, Los pan idos polticos en Mxico, 18921913, >col. Mi Biblioteca 10, Puebla, J.M. Cajica, pp.

    11*38.

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    aumentaba en las ciudades y en los pueblos no haca ms que fortalecer al aparato de represin de la

    dictadura, que a travs de sus delegados polticos sembraba el terror en varias regiones del pas. La

    ausencia de partidos polticos estructurados como los que comenzaban a existir en las principales

    naciones occidentales, no permita la articulacin de las diversas corrientes contestatarias y las

    formaciones de oposicin que surgan eran fcilmente reprimidas por las autoridades. Las organizaciones

    obreras y de artesanos que se constituyeron en el curso de este perodo, en particular bajo la influencia

    de las ideas de los socialistas utpicos, fueron as brutalmente aplastadas.13 La existencia de] "Partido

    cientfico" permita a Daz limitar las ambiciones de varios grupos y en particular de los militares, pero en

    ocasin de las elecciones presidenciales de 1896, a fin tanto de situarse por encima de los grupos, como

    de limitar el poder de los "cientficos", Daz decidi que un "Crculo Nacional Porfirista", se encargase de

    su campaa. La unanimidad manifiesta a cada reeleccin de Don Porfirio no reflejaba sin embargo las

    divisiones existentes en el seno de la burocracia poltica. Al iniciarse el siglo xx, cuando Daz conclua su

    quinto mandato a la edad de 70 aos, diversos grupos crean que se retirara del poder. Los "cientficos"

    tenan como candidato a Limantour y los militares a Bernardo Reyes, pero Daz, luego de haber dudado

    largo tiempo, decidi el i' minarlos a los dos, al primero tolerando una campaa en la que sus enemigos

    denunciaban su origen francs, la cual condujo a una interpretacin de la Constitucin contraria a los

    intereses de su secretario de Hacienda, y al segundo ejerciendo todo tipo de presiones contra l, y se

    postul por sexta ocasin. El rgimen haba podido subsistir gracias al prestigio personal del oaxaqueo y

    a su habilidad para eliminar a sus opositores, pero a principios del siglo las necesidades del bloque social

    dominante implicaban su consolidacin sobre otras bases que no fuesen el poder personal del caudillo,

    Los inversionistas extranjeros, en particular, manifestaban abiertamente su inquietud sobre el porvenir

    del pas y comenzaban a hacer presin sobre las autoridades de tal manera que los mecanismos del

    porfiriato comenzaban a dar muestras de inope rancia.

    En el curso de esos aos, la nica tentativa seria por "institucionalizar" al rgimen vino de parte

    de los "cientficos", que se enfrentaron sin embargo a las resistencias presidenciales. A principios de

    1903, cuando el presidente Daz cay enfermo, las ambiciones de un cierto nmero de polticos pusieron

    en evidencia el hecho de que el rgimen careca de mecanismos para asegurar su sucesin. En particular

    Jos Yves Limantour, e) todopoderoso secretario de Hacienda, insisti nuevamente ante el presidente en

    la necesidad de crear mecanismos institucionales que comprendieran principalmente la creacin de un

    partido de Estado. Limantour consideraba necesario crear "un fuerte partido gobiernista capaz de

    asegurar La transmisin tranquila del poder a una persona que tuviese la experiencia y popularidad

    necesarias, ya conocida de antemano, para librar al pas de una grave conmocin poltica". El

    vicepresidente deba ser segn Limantour "la segunda cabeza" de ese "partido gobiernista" que tena que

    organizarse "para servir de base permanente" a la poltica oficial y para encaminar al pas "poco a poco a

    las prcticas democrticas". Un "partido" de) gobierno que l vea en fin, "grande y homogneo" y que

    bajo la direccin presidencial "sostendra a su presunto sucesor'' y permitira "a la nacin ir poco a poco

    reformando y haciendo prcticas sus instituciones".13 Daz continu sin embargo atado a su concepcin

    personal del poder y no acept de los "cientficos" ms que su proposicin para crear la vice presidencia.

    ____________________________________________________________________________________

    11 Daniel Coso Villegas y oros, Historio moderna de Mxico. El porfiriato. Vida poltica interior. Segunda parte. Mxico, Heimes, 1972, pp.

    840862, y Leopoldo Zea, El positivismo en Mxico. Nacimiento, apogeo y decadencia, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1948, pph 397406,

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    El poder de stos no declinaba sin embargo y cuando, algunos meses ms tarde, el cargo de

    vicepresidente fue establecido, pudieron imponer como candidato a Ramn Corral (1904).

    De las organizaciones que se constituyeron en el curso de esos aos para oponerse al rgimen de

    la dictadura, dos tuvieron una singular importancia. La primera fue el Club Liberal "Ponciano Arriaga",

    fundado en San Luis Potos por Camilo Arraga y otros liberales que pretendan reconstituir a] antiguo

    "partido" liberal sobre bases slidas de organizacin (1900). El segundo, fue el Partido Liberal Mexicano

    (PLM), fundado por Ricardo Flores Magn y Juan Sarabta (1905). Las dos organizaciones Llevaron a cabo

    una activa oposicin al rgimen de Daz y sufrieron por consiguiente una fuerte represin. El grupo de

    Flores Magn en particular, desde su exilio en los Estados Unidos desempe un papel fundamental en

    las luchas sociales de los ltimos aos de la dictadura porfirista. La inexistencia en el Mxico de principios

    de siglo de un partido obrero que se reclamase de la Internacional Socialista, permiti sin duda al PLM

    encontrar un campo propicio a su organizacin. El programamanifiesto del partido {1906), que tuvo una

    amplia difusin circulando clandestinamente en fbricas y talleres, al igual que la revista Regeneracin

    contribuy notablemente a abrir a los trabajadores nuevas perspectivas de lucha.14

    Ante las disidencias que se manifestaban de manera cada vez ms abierta, algunos intelectuales

    porfiristas, como Francisco Bulnes y Manuel Calero, no dudaron en denunciar las prcticas polticas del

    rgimen y en interrogarse sobre la necesidad de constituir una organizacin poltica que pudiese

    responder a las nuevas circunstancias. Los "cientficos", que teman la ascensin al poder de los militares

    luego de la muerte de Daz, insistieron entonces en la formacin de un gran partido poltico que

    disciplinase a todos los dirigentes polticos. La existencia del PLM haba contribuido a hacerle perder al

    rgimen su legitimidad liberal y resultaba urgente para los porfiristas el tomar nuevas medidas. Don

    Porfirio continu sin embargo sordo a todas las sugestiones y cuando aument el descontento en las

    ciudades y en el campo, los aparatos de represin de la dictadura ahogaron toda tentativa de disidencia.

    Los dos movimientos de huelga ms importantes, el de los mineros de Cananea(1906) y el de los obreros

    de la fbrica textil de Ro Blanco (19061907), concluyeron con sangrientas represiones que hicieron

    cientos de muertes.

    En ese contexto, debe entenderse la entrevista concedida por Daz al periodista norteamericano

    James Cree imn, y publicada en e\Pearsonrs Magazine en febrero de 1908, en la cual el viejo dictador

    anunci que el pueblo mexicano estaba maduro para la democracia y que no se postulara nuevamente

    en 1910. Tras negar que el porvenir de La democracia hubiese sido puesto en peligro por su larga

    permanencia en la Presidencia, Daz indic que un "partido" de oposicin tendra la bienvenida del

    rgimen, que lo considerara no como un mal sino "como una bendicin".15 Esta entrevista, publicada en

    Mxico algunos das ms tarde por el diario El Imparcial (34 de marzo de 1908), caus una verdadera

    conmocin poltica. Los "cientficos" y los militares comenzaron a desarrollar sus actividades en vistas a la

    sucesin presidencial y una serie de nuevas organizaciones de oposicin comenzaron a constituirse. No

    obstante, las promesas de Daz no fueron mantenidas. 1 viejo dictador decidi hacerse reelegir por

    sptima ocasin y acentu la represin contra los "partidos" de oposicin. Las masas populares se

    lanzaron entonces a una guerra civil, de casi diez aos, que la historia recuerda como la Revolucin

    mexicana.

    13 Jos Yves Umantour, Apuntes sobre mi vida pblica {18921911}. Mxico, Pona, 1965, pp. 136137, 146 y 152.

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    5. LA REVOLUCIN SIN PARTIDOS (1916- 1917)

    La Revolucin mexicana fue una de las guerras civiles ms cruentas del siglo XX, Las

    caractersticas esenciales de movimiento democrtico, agrario, popular, antifeudal y antiimperialista, que

    le son asignadas hoy da con el fin de situarla, derivan de su pluralidad, "La Revolucin", no fue en

    realidad ms que una sucesin de revueltas populares, La primera contra el rgimen de Porfirio Daz y la

    oligarqua que gobernaba al pas desde haca ms de 30 aos.

    Las condiciones sociales y econmicas se agravaron dos arlos antes de la sucesin presidencial de

    1910, en particular luego de las declaraciones de Daz a Cree Imn, El gran malestar existente en el pas,

    que escapaba tanto a los ''cientficos" como al viejo dictador, se acentu notablemente en virtud de la

    crisis econmica internacional, cuyas consecuencias se manifestaron en Mxico a principios de 1908, En

    los meses que siguieron a las declaraciones presidenciales, tres tipos de formaciones polticas se

    consolidaron. Las organizaciones constituidas por las diversas fracciones del bloque social dominante que

    estaba a punto de desintegrarse no discutan al porfiriato en tanto que rgimen ni tenan como objetivo a

    Daz sino a la Vi ce presidencia. La reeleccin del casi octogenario dictador para otro sexenio poda

    constituir efectivamente un riesgo para el sistema en caso de incapacidad c de sbito deceso. Por un

    lado, un grupo de militares encabezados por el general Bernardo Reyes, cuya popularidad iba en ascenso,

    fund el "Partido Nacionalista Democrtico", que se opona a los "cientficos", y por la otra un grupo de

    intelectuales vinculados al rgimen constituyeron con el apoyo de varios altos funcionarios el "Partido

    Democrtico", opuesto tambin a los "cientficos", pero que escap poco a poco a la influencia de las

    autoridades.

    El presidente Daz continu sin embargo rechazando la solucin "institucional", preconizada por

    los "cientficos". El verano de 1908, cuando el oaxaqueo dudaba en aceptar un nuevo perodo

    presidencial, Limantour le indic que aun en el caso de que aceptara hacerse reelegir de nuevo,

    nicamente para poder hacer una trasmisin pacfica de la Presidencia al vicepresidente sera menester

    "constituir un verdadero partido gobiernista, perfectamente unido y disciplinado, con un programa

    poltico en el que cupiesen las reformas reclamadas con ms fundamento por la opinin pblica; partido

    y programa que slo prosperaran si el presidente, con sus poderosos elementos polticos y su inmenso

    prestigio personal, lo patrocinaba". El programa que Limantour sugera comportaba reformas a la

    administracin de justicia y a las prcticas electorales y preconizaba una renovacin del personal

    poltico.14 El viejo dictador, atado a las prcticas usuales, sigui sin embargo firme en su concepcin de lo

    que era la vida poltica y respondi a la situacin con los mismos procedimientos. Ante la divisin de las

    fuerzas que se reclamaban del porfirismo, desautoriz al "Partido Nacional Porfirista" forzndolo a

    disolverse, desorganiz al "Partido reyista" enviando a su jefe al extranjero, estrech vnculos con los

    dirigentes del "Partido Democrtico" y decidi en fm la constitucin del "Partido Nacional Reeleccinista"

    ______________________________________________________________________________________

    14 Armando Baitra, "La Revolucin mexicana de 1910 en la perspectiva del magonismo", en interpretaciones de la Revolucin mexicana,

    Mxico, Universidad Autnoma de Mxico, Nueva Imagen, 1979, pp. 91108; James D. Cockroft, Precursores intelectuales de la Revolucin

    mexicana, Mxico, Siglo XXI, 1971, pp. 87191; Daniel Coso Villegas, Historie moderna de Mxico. El porfitiato.

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    (1909), que present su candidatura a la Presidencia por sptima ocasin, acompaado de nuevo en la

    frmula electoral por Ramn Corral.

    Otros "partidos", que pedan una renovacin sin por ello impugnar abiertamente al rgimen,

    comenzaron tambin a organizarse. Entre esos oposicionistas se distingua Francisco i. Madero, un

    terrateniente del norte, Cuando public la sucesin presidencial de 191 (1908), Madero estaba

    convencido de que Daz no dejara el poder a menos de ser forzado a ello por una revolucin y reclam

    solamente la eleccin democrtica de un vicepresidente y la aplicacin de un programa mnimo de

    reformas. Cambiando su anlisis, algunos meses ms tarde organiz sin embargo el Partido Nacional

    Antireeleccionista (PNAR) (1909), el cual formando coalicin con el "Partido Nacionalista Democrtico"

    design a Madero y a Francisco Vzquez Gmez como candidatos a la Presidencia y a la Vicepresidencia

    de la Repblica. Con un programa de reivindicaciones democrticas y obreras y el lema de "Sufragio

    efectivo. No reeleccin", Madero emprendi una vasta camparla electoral en el curso de la cual recibi el

    apoyo de amplios sectores de la poblacin y un gran nmero de "partidos" locales que estaban

    organizndose sostuvieron entonces al que fue el nico candidato de la oposicin a la Presidencia de la

    Repblica.17

    Varias otras organizaciones de oposicin, de carcter obrero, se constituyeron durante esos

    meses pero ninguna logr alcanzar un prestigio nacional 1 PLM de Flores Magn continuaba siendo la

    formacin mejor organizada y sus actividades clandestinas lograron implantarla slidamente en diversas

    zonas del pas. La influencia de las ideas anarquistas que la mayor parte de los dirigentes del partido

    recibieron durante su exilio en los Estados Unidos, los decidi sin embargo a no presentar candidato

    presidencial.

    La reeleccin de Daz se presentaba por consiguiente en un marco de profundas convulsiones

    sociales y sin que los dirigentes porfiristas pudiesen encontrar una solucin "institucional" a las profundas

    divisiones existentes en la burocracia poltica. Ante este panorama, Justo Sierra el ms distinguido de los

    intelectuales "cientficos" de la poca, escriba en 1910 hacindose eco de las tesis limantourianas, que

    no haba "partido poltico, agrupacin viva y organizada en torno a un programa, sino solamente en torno

    a un hombre".1* Los "cientficos" notaban la ausencia de un partido oficial, capaz de disciplinar a los

    dirigentes polticos, pero ignoraban ampliamente lo que aconteca en el resto del pas, en donde se

    gestaba un gran movimiento de masas. Las elecciones presidenciales, que fueron muy poco democrticas

    (26 de junio de 1910), dieron oficia (mente el triunfo a la frmula Daz Corral, en tanto que Madero

    permaneci encarcelado en San Luis Potos. En la cima de su poder, el presidente Daz pudo celebrar

    fastuosamente el mes de septiembre, ante delegaciones venidas del mundo entero, las fiestas del

    Centenario de la Independencia, que constituyeron una especie de reconocimiento del mundo occidental

    a su obra. Algunas semanas despus de las elecciones, Madero consigui sin embargo fugarse de la crcel

    para establecerse en San Antonio {Tex.), en donde redact el Plan de San Luis, por el cual declar nulas

    las elecciones, decidi no reconocer ya al gobierno de Daz e hizo un llamado a la insurreccin para el 20

    de noviembre siguiente (5 de octubre de 1910), Los consejeros del viejo dictador no encontraban en

    tanto una salida poltica a La situacin. En el oto fio de 1910, desde su retiro temporal en Francia, Jos

    Yves Limantour (secretario de Hacienda), todopoderoso lder de los cientficos, renov tardamente su

    consejo al presidente Daz: organizar un partido oficial que impidiera la lucha de clanes y la disgregacin

    de las fuerzas que formaban el bloque social dominante (26 de octubre de 1910). Limantour record a

  • LUIS JAVIER GARRIDO EL PARTIDO DE LA REVOLUCIN INSTITUCIONALIZADA

    Don Porfirio sus ideas sobre la necesidad de formar "un partido de gobierno, fuerte, sano y amplio, capaz

    de resistir con xito los empujes de tantos inquietos y ambiciosos" que queran "asaltar los puestos

    pblicos, as como tambin sobre ta conveniencia de renovar prudentemente, pero con marcada

    resolucin, el alto personal poltico y administrativo federal, y especialmente el local, abriendo las

    puertas" no a los que notoriamente deseaban aprovecharse y "pescar en ro revuelto" sino a las gentes

    que hubiesen acreditado "tener un pasado limpio y sanas intenciones".'9 El presidente Daz ignor sin

    embargo una vez ms el consejo de su ministro. Lim