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Exponga una teoría del conocimiento de la Edad Antigua. La teoría del conocimiento en Platón La primera explicación del conocimiento que encontra- mos en Platón, antes de haber elaborado la teoría de las Ideas, es la teoría de la reminiscencia (anamnesis) que nos ofrece en Menón. Según esta teoría, el alma, al ser inmortal, lo ha conocido todo en su existencia anterior. Así, cuando creemos conocer algo, lo que realmente ocurre es que el alma recuerda lo que ya sabía. Aprender es, por lo tanto, recordar. En la República nos ofrecerá una nueva explicación, la dialéctica, al final del libro VI, basada en la teoría de las Ideas. En ella establece una correspondencia estricta entre los distintos niveles y grados de realidad y los distintos niveles de conocimiento. Fundamentalmente dis- tinguirá Platón dos modos de conocimiento: la opinión o doxa, integrada por la imaginación y las creencias, que se ocupa de los seres sensibles; y la ciencia o episteme, que comprende la razón discursiva del matemático y la del dialéctico que conduce al verdadero conocimiento de las Ideas. A cada uno de ellos le corresponderá un tipo de realidad, la sensible y la inteligible, respectiva- mente. El verdadero conocimiento viene representado por la episteme, dado que es el único conocimiento que versa sobre el ser y, por lo tanto, es infalible. Efectiva- mente, el conocimiento verdadero lo ha de ser de lo universal, de la esencia, de aquello que no está sometido a la fluctuación de la realidad sensible; ha de ser, por lo tanto, conocimiento de las Ideas. Platón nos lo explica mediante el conocido símil de la línea. Representamos en una línea recta los dominios de lo sensible y lo inteligible, uno de ellos más largo que el otro, y que se encuentre en una relación determinada con él. Dividimos cada uno de dichos segmentos según una misma relación, igual a la precedente. Sobre la parte de la línea que representa el mundo sensible tendremos dos divisiones: la primera será la correspondiente a las imágenes de los objetos materiales —sombras, reflejos en las aguas o sobre superficies pulidas—, la segunda corresponderá a los objetos materiales mismos, a las cosas —obras de la naturaleza o del arte—. De igual modo, sobre la parte de la línea que representa el mun- do inteligible, habrá una primera división que corres- ponderá a las imágenes —objetos lógicos y matemáti- cos—, y una segunda para los objetos reales, las Ideas. Ahora bien, si el mundo sensible es el mundo de la opi- nión (doxa), y el mundo inteligible es el dominio de la ciencia (episteme), podemos formular la proposición siguiente: la opinión es a la ciencia lo que la imagen es al original. En el mundo inteligible, las imágenes de las Ideas (objetos matemáticos) dan lugar a un conocimiento discursivo (dianoia), mientras que las Ideas mismas dan lugar a un conocimiento intelectivo (noesis), el conocimiento de la pura inteligencia. La dialéctica es, pues, el proceso por el que se asciende gradualmente al verdadero conocimiento, al conocimiento del Ser, de lo universal, de la Idea. Exponga una teoría metafísica de la Edad Antigua. La metafísica aristotélica La metafísica aristotélica comprende una serie de trata- dos que escribió el filósofo en los últimos años de su vida, después de su ruptura con la Academia y el plato- nismo en general. La metafísica aristotélica mantiene una dualidad proble- mática en torno a la materia de que trata. La metafísica, en cuanto que es una ontología (ciencia del ser y sus atributos esenciales), designa no solo a la ciencia más general que existe (opuesta por ello a las ciencias parti- culares), sino también a algo que el propio Aristóteles denominó filosofía primera o sabiduría. En este último sentido, puede asimilarse a la teología, lo que además la convertiría en una ciencia particular entre las demás que, junto con la física y las matemáticas, constituiría una de las tres divisiones teóricas de la filosofía. Hay algo que une íntimamente a la pluralidad de cosas existentes, incluso a las contrarias: todas son, tienen ser. Sobre todo lo que pensamos podemos afirmar su exis- tencia, incluso de lo fabuloso también. Sin embargo, y aunque todo tenga ser de alguna manera, ¿tiene ese ser idéntico sentido en todos los casos? Según Aristóteles, todos los sentidos del verbo «ser» se deducen de un análisis de las proposiciones copulativas, es decir, aquellas que conectan un predicado con un sujeto: «Sócrates es hombre». La estructura siempre es la misma: A (sujeto) es B (predi- cado). No obstante, los distintos tipos de predicación no se refieren al sujeto de la misma manera. «Sócrates es hombre» responde a la pregunta «¿qué es Sócrates?», es decir, nos muestra la esencia (hombre) de un sujeto (Sócrates) y lo define. Sin embargo, «Alejandro es músico» no responde a la esencia de ese sujeto, ni lo define. Alejandro es esencial- mente hombre y accidentalmente es músico. Todos estos sentidos del ser o tipos de predicación son denominados por Aristóteles categorías, término que deriva de la palabra griega «atribución». El predicado «hombre» no se refiere al sujeto de la misma manera que el predicado «caro o músico». Hemos visto que «hombre» se refiere a la esencia de un sujeto, es decir, lo que responde a la pregunta «¿qué es?». ACTIVIDADES PAU La filosofía antigua 1 © Oxford University Press España, S. A. Historia de la Filosofía AUTOR Qurtuba editores S. L.

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filosofia pau andalucia muy bueno

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� Exponga una teoría del conocimiento de la EdadAntigua.

La teoría del conocimiento en Platón

La primera explicación del conocimiento que encontra-mos en Platón, antes de haber elaborado la teoría de lasIdeas, es la teoría de la reminiscencia (anamnesis) quenos ofrece en Menón. Según esta teoría, el alma, al serinmortal, lo ha conocido todo en su existencia anterior.Así, cuando creemos conocer algo, lo que realmenteocurre es que el alma recuerda lo que ya sabía. Aprenderes, por lo tanto, recordar.

En la República nos ofrecerá una nueva explicación, ladialéctica, al final del libro VI, basada en la teoría de lasIdeas. En ella establece una correspondencia estrictaentre los distintos niveles y grados de realidad y los distintos niveles de conocimiento. Fundamentalmente dis- tinguirá Platón dos modos de conocimiento: la opinióno doxa, integrada por la imaginación y las creencias, quese ocupa de los seres sensibles; y la ciencia o episteme,que comprende la razón discursiva del matemático y ladel dialéctico que conduce al verdadero conocimientode las Ideas. A cada uno de ellos le corresponderá untipo de realidad, la sensible y la inteligible, respectiva-mente. El verdadero conocimiento viene representadopor la episteme, dado que es el único conocimiento queversa sobre el ser y, por lo tanto, es infalible. Efectiva-mente, el conocimiento verdadero lo ha de ser de louniversal, de la esencia, de aquello que no está sometidoa la fluctuación de la realidad sensible; ha de ser, por lotanto, conocimiento de las Ideas.

Platón nos lo explica mediante el conocido símil de lalínea. Representamos en una línea recta los dominios delo sensible y lo inteligible, uno de ellos más largo que elotro, y que se encuentre en una relación determinadacon él. Dividimos cada uno de dichos segmentos segúnuna misma relación, igual a la precedente. Sobre la partede la línea que representa el mundo sensible tendremosdos divisiones: la primera será la correspondiente a lasimágenes de los objetos materiales —sombras, reflejosen las aguas o sobre superficies pulidas—, la segundacorresponderá a los objetos materiales mismos, a lascosas —obras de la naturaleza o del arte—. De igualmodo, sobre la parte de la línea que representa el mun-do inteligible, habrá una primera división que corres-ponderá a las imágenes —objetos lógicos y matemáti-cos—, y una segunda para los objetos reales, las Ideas.

Ahora bien, si el mundo sensible es el mundo de la opi-nión (doxa), y el mundo inteligible es el dominio de laciencia (episteme), podemos formular la proposiciónsiguiente: la opinión es a la ciencia lo que la imagen esal original. En el mundo inteligible, las imágenes de lasIdeas (objetos matemáticos) dan lugar a un conocimiento

discursivo (dianoia), mientras que las Ideas mismas dan lugar a un conocimiento intelectivo (noesis), elconocimiento de la pura inteligencia. La dialéctica es,pues, el proceso por el que se asciende gradualmente alverdadero conocimiento, al conocimiento del Ser, de louniversal, de la Idea.

� Exponga una teoría metafísica de la Edad Antigua.

La metafísica aristotélica

La metafísica aristotélica comprende una serie de trata-dos que escribió el filósofo en los últimos años de suvida, después de su ruptura con la Academia y el plato-nismo en general.

La metafísica aristotélica mantiene una dualidad proble-mática en torno a la materia de que trata. La metafísica,en cuanto que es una ontología (ciencia del ser y susatributos esenciales), designa no solo a la ciencia másgeneral que existe (opuesta por ello a las ciencias parti-culares), sino también a algo que el propio Aristótelesdenominó filosofía primera o sabiduría. En este últimosentido, puede asimilarse a la teología, lo que además laconvertiría en una ciencia particular entre las demásque, junto con la física y las matemáticas, constituiríauna de las tres divisiones teóricas de la filosofía.

Hay algo que une íntimamente a la pluralidad de cosasexistentes, incluso a las contrarias: todas son, tienen ser.Sobre todo lo que pensamos podemos afirmar su exis-tencia, incluso de lo fabuloso también. Sin embargo, yaunque todo tenga ser de alguna manera, ¿tiene ese seridéntico sentido en todos los casos?

Según Aristóteles, todos los sentidos del verbo «ser» sededucen de un análisis de las proposiciones copulativas,es decir, aquellas que conectan un predicado con unsujeto: «Sócrates es hombre».

La estructura siempre es la misma: A (sujeto) es B (predi-cado). No obstante, los distintos tipos de predicación nose refieren al sujeto de la misma manera. «Sócrates eshombre» responde a la pregunta «¿qué es Sócrates?», esdecir, nos muestra la esencia (hombre) de un sujeto(Sócrates) y lo define.

Sin embargo, «Alejandro es músico» no responde a laesencia de ese sujeto, ni lo define. Alejandro es esencial-mente hombre y accidentalmente es músico.

Todos estos sentidos del ser o tipos de predicación sondenominados por Aristóteles categorías, término quederiva de la palabra griega «atribución». El predicado«hombre» no se refiere al sujeto de la misma maneraque el predicado «caro o músico». Hemos visto que«hombre» se refiere a la esencia de un sujeto, es decir, loque responde a la pregunta «¿qué es?».

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AUTOR

Qurtuba editores S. L.

Las diez categorías de Aristóteles son los distintosmodos en que atribuimos un predicado a un sujeto yson, en definitiva, los distintos modos de ser.

La primera de las categorías es la esencia (la sustancia).La esencia es la primera y principal categoría, porque sinella no serían posibles los demás modos de ser. La sus-tancia posee ser por sí misma, y no necesita de otrascategorías para ser.

Las afecciones, acciones y determinaciones de la sus- tancia son denominadas accidentes por Aristóteles.Accidente es todo aquello que necesita de la sustanciapara ser.

Aristóteles le devuelve al mundo su realidad: lo que real-mente existe son las cosas (sustancias), y no las Ideas dePlatón.

Estas sustancias están compuestas de dos elementos: lamateria (hylé) y la forma (morphé). El hilemorfismo es lateoría que afirma que las sustancias son un compuestode materia y forma.

� La forma es la esencia de la cosa, es decir, aquello quedetermina a esa cosa a ser lo que es y no otra cosadistinta. Por eso, la forma es la especie, las notas esen-ciales que hacen que algo sea lo que es y, por lo tanto,pueda ser conocido y definido. Esta forma es eterna,pero no puede existir sin la materia, el otro polo de lasustancia. La forma es también considerada la natura-leza propia de la cosa.

� La materia es aquello que hace presente a la forma.Sin materia no habría sustancias.

La materia prima es indeterminada, ya que no poseeninguna forma que la determine a ser algo. Es lo que es,susceptible de recibir una forma, sin ser de hecho ningu-na. Esta materia es algo carente de forma, de cualidadeso de extensión. Dicha materia es incorruptible y operacomo sustrato último de toda determinación.

A la materia conocida, perceptible, la llama Aristótelesmateria segunda, y constituye la diversidad de materia-les que conocemos: bronce, mármol, madera, poliureta-no, vidrio, hierro, plástico, etc. Esta no es la materia primaporque ya está determinada por una forma (la forma debronce, la forma de mármol, etcétera).

Así pues, la sustancia está formada por dos co-elementoseternos, materia y forma, que se diferencian tan solo porel pensamiento y no en la realidad física, donde ambosconceptos se dan siempre indisolublemente unidos.

Por último, dentro de la metafísica aristotélica, destaca elconcepto del acto y la potencia. El acto y la potencia sondos maneras distintas de ser. Una semilla, por ejemplo,será semilla en acto y árbol en potencia.

Aristóteles defiende que el acto prevalece sobre lapotencia. Una potencia lo es para un acto determinado,

por lo que ese acto, de algún modo, está presente en esapotencialidad. El ser en potencia necesita, para existir, deuna cierta actualidad.

El nivel de potencia y acto en los distintos seres deter- mina sus grados de realidad:

� Grado menor de realidad; lo tiene la materia prima,que puede ser o convertirse en cualquier cosa,dependiendo de la forma que se le dé. Es pura po -tencia.

� Grado intermedio de realidad; lo tienen todos losseres naturales, compuestos en mayor o menor medi-da de potencia y acto.

� Grado máximo de realidad; lo tiene el acto puro oMotor inmóvil hacia el que tienden todos los demásseres.

� Exponga una teoría política de la Edad Antigua.

La teoría política de Platón

Platón nos expone su teoría política en la República,obra perteneciente a su período de madurez. La Repúbli-ca es una obra que tiene por objeto principal determi-nar en qué consiste la justicia.

El tema —qué es la justicia— se plantea, pues, en el libroprimero de la República. Se van proponiendo diversassoluciones, según la opinión de los hombres buenos, lade los sofistas, etc. Mientras tanto, Sócrates, como unode los interlocutores del diálogo de la obra, es el encar-gado de demostrar las insuficiencias de las definicionesde justicia aportadas por unos y otros.

Platón recalca la necesidad de que la virtud, en este casola justicia, sea común al hombre y a la ciudad. Podríamosbuscarla, por lo tanto, en uno y en otra. No obstante,dada la mayor magnitud de la ciudad, la justicia deberíaestar inscrita en ella con caracteres más gruesos que enel individuo y, por lo tanto, más fáciles de encontrar. Sinembargo, como no hay ninguna ciudad conocida de laque realmente podamos decir que es justa, Platón pro-pone la creación de una ciudad ideal.

Del análisis de las necesidades que debe cubrir unasociedad ideal, Platón deduce la necesaria existencia detres grupos sociales: el de los productores, el de losguardianes y el de los gobernantes:

� Los productores o artesanos realizan las actividadesproductivas pero no obtienen los beneficios econó-micos de su producción, lo que es fuente de conflic-tos. Este grupo debe poseer la riqueza en la ciudadideal; y también será el único que tenga derecho a lapropiedad privada y a la familia. Los productoresdeben poder disfrutar de los goces materiales quederivan de la posesión de la riqueza.

� Los guardianes o guerreros, por el contrario, no puedetener acceso a la riqueza, para evitar la tentación de

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defender sus intereses privados en lugar de los inte-reses colectivos. Así, estarán desprovistos de la pro-piedad privada, y tampoco tendrán familia. Deberánhabitar en unos barracones en los que tengan todo lonecesario para realizar sus actividades. Vivirán enellos de forma comunitaria, compartiéndolo todo,hombres y mujeres, ya que tanto en el hombre comoen la mujer se encuentran similares dones o cualida-des naturales, igualmente útiles para la ciudad.

� Los gobernantes, debido a su responsabilidad y a laselevadas tareas que les encomienda Platón —elgobierno y el beneficio del conjunto de la sociedad—,tampoco tendrán acceso a la propiedad privada niformarán una familia. Este grupo deberá velar única-mente por el buen gobierno de la ciudad; sus miem-bros deberán centrarse en el estudio a fin de conocerlo necesario para gobernar adecuadamente la ciudad,por lo que su vida estará alejada de todas las comodi-dades innecesarias para cumplir su función.

¿Cómo se determinará quiénes han de pertenecer a unou otro de estos grupos sociales? No en función del ori-gen familiar. Para determinar quién ha de formar partede uno u otro grupo, será necesario establecer un procesoeducativo en el curso del cual se podrá determinar quétipo de naturaleza tiene cada ser humano y, por lo tanto,a qué grupo social ha de pertenecer.

El paralelismo entre la moral individual y la moral delEstado permite establecer que la virtud que correspondea cada grupo social ha de corresponder a los individuosque la constituyen. La virtud de los productores es latemplanza o la moderación, que también ha de estarpresente en los otros dos grupos; la virtud propia de losguardianes es la valentía o la fortaleza; y la virtud propiade los gobernantes es la sabiduría o la prudencia.

Ahora bien, estas tres virtudes pertenecen, cada una deellas, a una parte del alma: la prudencia, al alma racional;la fortaleza, al alma irascible; y la templanza, al alma con-cupiscible. Aquellos en quienes domine el alma racionalhan de pertenecer, por lo tanto, al grupo de los gober-nantes; en quienes predomine el alma irascible, al grupode los guardianes; y en quienes predomine el alma con-cupiscible, al grupo de los productores.

Habiendo determinado la virtud que corresponde acada grupo, estaremos en condiciones de definir la justi-cia en la ciudad ideal: la justicia (que no puede identifi-carse con la sabiduría, ni con el coraje, ni con la templanza)consistirá en que cada grupo (y cada ciudadano) se ocupede la tarea que le corresponde. La injusticia consistirá enla injerencia arbitraria de un grupo en las funciones deotro (que los auxiliares o los artesanos pretendan gober-nar, por ejemplo).

En la República, Platón establece detalladamente el pro-grama de estudios que debería imperar en la ciudad

ideal, y hace especial hincapié en la educación de losgobernantes. Todos los niños y niñas deberían recibirinicialmente la misma formación. Platón considera quela educación recibida en los primeros años de la vida esfundamental para el desarrollo del individuo, por lo queen la ciudad ideal nadie ha de ser privado de ella, ni enfunción de su sexo ni por ninguna otra causa.

Sin embargo, en la ciudad ideal, que ha de ser gober- nada de acuerdo con la Idea del Bien, los únicos quealcanzan el grado de conocimiento necesario son losfilósofos. La mejor forma de gobierno posible será, pues,aquella en la que un filósofo gobierne. No obstante, sino es posible que uno solo destaque sobre los demás, elgobierno deberá ser ejercido por varios filósofos ydurante un corto período de tiempo, para evitar todoslos males que genera la permanencia prolongada en elpoder.

Platón realiza un análisis de las formas de gobierno, queirá graduando desde la mejor hasta la peor:

� En primer lugar, sitúa la aristocracia, es decir, elgobierno de los mejores (aristos), que estaría repre-sentado por el gobierno del filósofo-rey.

� La segunda mejor forma de gobierno sería la timo-cracia, el gobierno de los guerreros, que no estaríadirigido por la sabiduría, sino por la virtud propia dela parte irascible del alma, abriendo las puertas aldesarrollo de la ambición.

� Posteriormente encontramos la democracia, cuyolema sería la libertad e igualdad entre todos los indi-viduos y cuyo resultado, según Platón, es la pérdidatotal del sentido de los valores y de la estabilidadsocial.

� Por último, en el lugar más bajo de la escala, seencuentra la tiranía, que representaría el gobierno deldespotismo y de la ignorancia. El tirano estaría domi-nado por las pasiones de la parte más baja del alma,lo que daría lugar al dominio de la crueldad y de labrutalidad.

� Explique lo que significa el término «sofística».

Movimiento intelectual del siglo V a. C. desarrollado enAtenas y caracterizado por asumir la tarea de la ense-ñanza entendida como profesión. Sócrates y Platóncombatieron este movimiento por sus conclusionesrelativistas y escépticas.

En la época de Sócrates y Platón hubo tres aconteci-mientos importantes que determinaron la filosofía pos-terior y que provocaron lo que se ha denominado «giroantropológico en la filosofía griega»:

� Un cierto cansancio en la investigación de la natura-leza. Los sucesivos intentos de proporcionar unaexplicación racional sobre la naturaleza, desde Tales

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hasta Demócrito, favoreció el escepticismo respectode la posibilidad de llegar a conclusiones definitivassobre este tema. Asimismo, se generó entre los sofis-tas la adopción de una postura relativista: si al enten-dimiento humano le es imposible alcanzar la verdadabsoluta sobre la naturaleza, quizás se deba a que noexiste tal verdad absoluta. Con los sofistas y Sócrates,la filosofía dirige su atención a temas típicamentehumanos: la reflexión ética, la búsqueda de una fun-damentación de la práctica moral y política, la inda-gación sobre las posibilidades del conocimientohumano, etcétera.

� El desarrollo de la democracia. Aunque limitada a losvarones libres, muchas polis instauran el sistemademocrático. Cabe resaltar la importancia que tieneen este nuevo sistema el uso de la palabra y del razo-namiento para la defensa de las propias creencias eintereses a partir de su argumentación pública. Lossofistas aparecen como un grupo de maestros paraenseñar las habilidades necesarias para el triunfosocial y político. Las materias que impartían eran dis-ciplinas humanísticas (mitología, historia) y retórica,gramática, oratoria, es decir disciplinas que enseña-ban el uso de la palabra. De hecho, renunciaron aentender el lenguaje como expresión de lo real, conlo que su valor se centró en su capacidad para influirsobre la conducta y los sentimientos humanos.

� El colonialismo griego. La creación de nuevos asenta-mientos llevó a la necesidad de redactar constituciones.En este sentido, los sofistas prestaron gran atención alas normas e instituciones que rigen la vida cotidianaaunque la novedad propuesta fue la de considerar alas leyes y a las instituciones que gobiernan una poliscomo convencionales, es decir, como fruto de unacuerdo. El alcance de esta doctrina afectó también alas leyes morales.

En un primer momento el término sophós no tenía unaconnotación negativa (se puede traducir precisamentecomo «sabio») pero a partir de Sócrates y Platón va aadquirir la connotación negativa que llega hasta nues-tros días: sofista es quien está dotado de habilidad paralos razonamientos falsos, capciosos.

Los cargos más importantes que presentó Platón encontra del movimiento sofista fueron: ser comerciantesdel saber (los sofistas cobraban grandes sumas porimpartir sus enseñanzas); hacer de la razón una meratécnica para la discusión y la victoria en esta, pero inde-pendientemente del contenido de verdad; utilizar unmétodo de enseñanza que permite inculcar ideas en losoyentes en lugar de hacerles progresar en el conoci-miento de las cosas; defender el escepticismo y el relati-vismo.

Los sofistas más importantes de la primera generaciónfueron Protágoras, Gorgias, Pródico e Hipias, y destacan

por la defensa del escepticismo y el relativismo. Losrepresentantes más importantes de la segunda genera-ción fueron Calicles, Antifonte, Trasímaco y Crítias; estosfilósofos acentuaron aún más el papel crítico de la razóny la capacidad de esta para la defensa de cualquier tesis.Por su parte, Trasímaco se singularizó por su defensa dela ley del más fuerte y del carácter convencional de lasleyes vigentes en las ciudades.

� Platón (I).

—Pues bien, el presente argumento indica que en elalma de cada uno hay el poder de aprender y el órganopara ello, y que, así como el ojo no puede volverse haciala luz y dejar las tinieblas si no gira todo el cuerpo, delmismo modo hay que volverse desde lo que tiene géne-sis con toda el alma, hasta que llegue a ser capaz desoportar la contemplación de lo que es, y lo más luminosode lo que es, que es lo que llamamos el Bien.

a) Explique las ideas que aparecen en el texto.

En este texto, Platón habla sobre la capacidad del al-ma para el conocimiento a través de la reminiscen-cia. Según esta teoría, el alma, al ser inmortal, lo haconocido todo en su existencia anterior, por lo que,cuando creemos conocer algo, lo que realmenteocurre es que el alma recuerda lo que ya sabía.Aprender es, por lo tanto, recordar.

El órgano propio del conocimiento es la parte racio-nal del alma. El conocimiento no es inmediato, por loque, para poder aprehender las Ideas, y entre ellas laIdea suprema del Bien, se hace necesario recorrer uncamino que lleva desde el conocimiento sensiblehasta el inteligible. Solo al final de ese camino podrácontemplarse esta Idea.

En la República, Platón estableció una correspon -dencia estricta entre los distintos niveles y grados de realidad y los distintos niveles de conocimiento. Platón distinguió fundamentalmente dos modos deconocimiento: opinión o doxa y ciencia o episteme. Acada uno de ellos le corresponde un tipo de realidad,la sensible y la inteligible, respectivamente. El verda-dero conocimiento viene representado por la ciencia(episteme), dado que es el único conocimiento queversa sobre el Ser y, por lo tanto, que es infalible. Elconocimiento verdadero ha de versar sobre lo uni-versal, sobre la esencia, sobre aquello que no estásometido a la fluctuación de la realidad sensible; hade ser, por lo tanto, conocimiento de las Ideas.

b) Explique el significado que tienen en Platón lostérminos o expresiones siguientes: reminiscencia;mundo inteligible; rey-filósofo.

Reminiscencia

Es la capacidad del alma humana para recordar conocimientos que esta posee de forma natural. Esta

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teoría de la reminiscencia (anamnesis) aparece en el Menón. El mundo de las Ideas es cognoscible a través de la facultad de la reminiscencia. Aprenderconsiste entonces en el esfuerzo de recordar aquelloque el alma ya sabía.

Mundo inteligible

El mundo inteligible hace referencia al mundo de lasIdeas. Es un mundo inaccesible para el conocimientoa través de los sentidos, y la única manera de accedera él es a través de la ciencia o episteme, el conoci-miento propio de la parte racional del alma. Esteconocimiento siempre es verdadero porque corres-ponde a la esencia de las cosas. El mundo inteligiblese encuentra estructurado en torno a tres Ideas fun-damentales: la principal es la Idea del Bien, y lassecundarias son la de Justicia y la de Belleza.

La comprensión del mundo inteligible es el verdaderoconocimiento, dado que, como ya se ha dicho, es elúnico conocimiento que versa sobre el Ser y, por lotanto, es el único que es infalible.

Rey-filósofo

En la organización política ideal de la República dePlatón, el rey-filósofo es aquel que ocupa la cabezade la sociedad, y que gobierna a los guerreros y a losartesanos por su sabiduría y su conocimiento delmundo de las Ideas. El rey-filósofo, al conocer perfec-tamente las Ideas, es el único capaz de gobernar conjusticia y bondad.

Pertenece al grupo de los gobernantes que, debido asu responsabilidad y a las elevadas tareas que lesencomienda Platón —el buen gobierno y el consi-guiente beneficio de la sociedad—, no tendrán acce-so a la propiedad privada ni a la familia, y deberánvelar únicamente por el buen gobierno de la ciudad.

Como el resto de los miembros del gobierno, el rey-filósofo deberá centrarse en el estudio, a fin de cono-cer lo necesario para gobernar adecuadamente, porlo que su vida estará alejada de todas las comodida-des innecesarias para cumplir su función. La virtudpropia de los verdaderos gobernantes es la sabiduríay, por tanto, aquellos en quienes domine el almaracional han de pertenecer a este grupo social.

c) Relacione las ideas del texto o la filosofía de Platóncon las de otro u otros autores.

Para Platón, el único tipo de conocimiento verdaderoes el que nace del mundo de las Ideas, que se en-cuentra regido por tres Ideas principales: las Ideas deJusticia, Belleza y Bien. Sin embargo, el Bien es supe-rior a las otras dos, y es la Idea principal sobre la quese sustenta el resto. El Bien, por lo tanto, es el objetoprimordial del conocimiento, como verdad única quese debe alcanzar para regirnos en el mundo sensible.

El mundo sensible no es más que un reflejo del mundode las Ideas pero, al ser una copia de este, ha perdidogran parte de la esencia que lo caracteriza. Mientrasque el mundo inteligible es perfecto, incorruptible yeterno, el mundo sensible se caracteriza por el cambio,la imperfección, la corruptibilidad y la temporalidad.Por ello, el conocimiento verdadero solo puede per-tenecer al mundo de las Ideas, mientras que lo únicoque podemos obtener del mundo sensible es unamera opinión.

Nuestro cuerpo pertenece al mundo sensible, puestoque se encuentra sujeto a sus características. Sinembargo, hay partes de nuestra alma que enlazancon el mundo de las Ideas, puesto que son inmortalesy por ello no están sometidas a las leyes de la tem-poralidad y la corrupción.

El alma se divide, para Platón, en tres partes, que serelacionan con la cabeza, el corazón y el estómago,respectivamente:

� El alma racional es la parte más importante delalma, es con la que conocemos y la que nos permite llevar una vida de acuerdo con la Idea del Bien. Es la parte más perfecta del alma y esinmortal.

� El alma irascible es donde se encuentran la volun-tad y el valor. Esta parte del alma debe ser gober-nada por la parte racional para lograr la consecu-ción del Bien.

� El alma concupiscible o apetitiva es la que seencuentra más cercana al mundo sensible y tratasiempre de encaminar al resto del alma hacia allíen vez de dejarse guiar hacia el mundo de las Ideas.En el alma concupiscible conviven las pasiones ylos deseos, que deben ser controlados.

En su camino hacia la contemplación del Bien, elalma racional debe arrastrar a las otras dos.

En un principio, el alma se encuentra en la oscuridad,sin conocer más que las sombras del mundo inteli -gible que constituyen el mundo sensible. Para lograrel conocimiento del Bien, el alma debe abandonar elmundo sensible a través de un camino ascendente,al final del cual se encuentra la Idea de Bien. Una vezconocida, el filósofo tiene la obligación moral deretornar al mundo sensible para tratar de iluminar alos demás seres humanos que lo habitan y que seguían por la opinión o doxa, en vez de por el conoci-miento verdadero o episteme.

Este dualismo entre mundo sensible y mundo inteli-gible, que estableció Platón, fue un modelo a seguirdurante gran parte de la historia de la filosofía. Elcristianismo asimiló dentro de sus doctrinas la exis-tencia de dos mundos bien diferenciados con carac-terísticas divergentes, y muchos de los filósofos

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modernos aceptaron la separación de dos esferascompletamente opuestas, según el modelo platónico.La diferenciación entre res extensa y res cogitansde Descartes nos recuerda claramente al esquema platónico entre los dos mundos, y lo mismo ocurre—aunque en mucho menor medida— con la filoso-fía kantiana.

Sin embargo, a lo largo de la historia, ha habido tam-bién numerosos autores que han tratado de refutarla doctrina platónica de los dos mundos. El caso másparadigmático es el de Aristóteles, contemporáneo ydiscípulo de Platón, que defendió el monismo frenteal dualismo de su maestro. Aristóteles alega que Platón multiplicó innecesariamente las realidades alseparar las esencias de las cosas, y que se vio en elproblema de tener que explicar dos mundos en vezde uno. Según Aristóteles, las Ideas son transfigura-ciones de las cosas mismas. Para él, las cosas sensi-bles no participan de las Ideas, sino que más bienson las Ideas las que participan del mundo sensible.

Para Aristóteles, la primera de las categorías (senti-dos o formas de predicación del ser) es la sustancia(la esencia), es decir, aquello que responde a la pre-gunta «¿qué es?». Así, la sustancia es la primera yprincipal categoría, porque sin ella no serían posibleslas demás formas de predicación del ser. La sustanciaes aquello que posee ser por sí mismo y que nonecesita de otras categorías para ser.

Aristóteles, por tanto, le devuelve al mundo su reali-dad: las cosas (sustancias) son lo que realmente existe,y no las Ideas separadas de Platón. Estas sustanciasestán compuestas de dos elementos: la materia(hylé) y la forma (morphé). La forma es la esencia dela cosa, el qué es la cosa. La materia es aquello quehace presente o determina a la forma. Por lo tanto,según Aristóteles, sin materia no habría sustancias.

d) Exponga razonadamente su posición personalsobre las ideas que aparecen en el texto o sobre elpensamiento de Platón.

Platón parte de la división de la realidad en dosmundos antagónicos. Esta división puede resultar enciertas ocasiones ficticia, pero se puede comprendera la luz de la teoría del conocimiento platónica.

Para Platón, existe una realidad cambiante, el mundosensible, en el que las cosas se encuentran sometidasa la generación y la corrupción, al cambio, al movi-miento. Sin embargo, cuando hablamos de las cosasdel mundo sensible, lo hacemos a través de los con-ceptos, que no son sino categorizaciones atempora-les de los objetos sensibles.

Las categorizaciones o agrupaciones no hacen refe-rencia a un objeto concreto, sino que se refieren auna especie o un tipo. Por ejemplo, cuando hablamos

del caballo, no estamos refiriéndonos a un caballoconcreto, de una raza concreta y de un color preciso,sino que estamos abstrayendo las características típi-cas de un caballo por encima de su individualidad.Las universalizaciones representan lo que Platóntoma como prototipo de las Ideas.

Cuando nosotros sabemos sobre algo, es medianteestas universalizaciones. La generalización y la abs-tracción es lo que nos proporciona el conocimiento.Por ello, Platón alega que la verdad se encuentra soloen el mundo de las Ideas. Las Ideas se correspondencon los conceptos que poseemos sobre los objetosdel mundo sensible, y por ello son también eternas,incorruptibles y perfectas.

El problema que Aristóteles supo ver en la teoría pla-tónica consiste en el orden de prioridad de ambosmundos. Platón estableció como inicial el mundo delas Ideas, a través del cual, y mediante la participa-ción, se generaba el mundo sensible. Al ser primor-dial el mundo inteligible, se establecía una metafísicacompleja y se afirmaba la verdadera existencia delmundo de las Ideas. Aristóteles, sin embargo, invirtióel orden y estableció como original el mundo sensi-ble, a partir del cual y mediante abstracción surgía elmundo inteligible, pero no como realidad separada,sino como universalización de este mundo.

Platón, por lo tanto, confundió las abstraccionesmentales con una realidad extramental y configuróun mundo ajeno en el que únicamente reside elconocimiento. Esta idea ha sido muy importante enel desarrollo del pensamiento occidental debido a suextensión por parte del pensamiento cristiano. Laescolástica medieval, con su reflexión sobre la ver-dad revelada, es una consecuencia del pensamientoplatónico y también la causa de que la ciencia que-dara estancada durante gran parte de la Edad Media.

El modelo que sigue la ciencia actual es el propuestopor Aristóteles, ya que la ciencia basa su método en laobservación y la experimentación de los procesossensibles para inducir a partir de ellos conceptos ogeneralizaciones que den lugar a leyes abstractas. Conel modelo platónico resultarían imposibles las cienciasempíricas, y el conocimiento únicamente podríabasarse en la contemplación de las Ideas perfectas.

� Platón (II).

—Por cierto que es una tarea de nosotros, los fundadoresde este Estado, la de obligar a los hombres de naturalezabien dotada a emprender el estudio que hemos dichoantes que era el supremo, contemplar el Bien y llevar acabo aquel ascenso y, tras haber ascendido y contem-plado suficientemente, no permitirles lo que ahora se lespermite.

—¿A qué te refieres?

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—Quedarse allí y no estar dispuestos a descender juntoa aquellos prisioneros, ni participar en sus trabajos yrecompensas, sean estas insignificantes o valiosas.

PLATÓN

La República

a) Explique las ideas que aparecen en el texto.

Platón se refiere en este texto al planteamiento desu Estado ideal. En él, los gobernantes serían un gru-po selecto de personas a las que se las encaminaría abuscar la Idea del Bien. Sin embargo, no tienen quededicarse exclusivamente a contemplar esa Idea,sino que deben aplicarla al gobierno de la ciudad y atodos sus habitantes, para que estos puedan viviracorde con ella en la ciudad ideal.

El ideal máximo de la polis platónica es la justicia,que se define en este contexto como la armoníaentre la misión que debe llevar a cabo cada esta-mento social. Los agricultores, artesanos y comer-ciantes serán los encargados de producir los bienesnecesarios para la vida de la población; los guardia-nes se encargarán de defenderla; y los gobernantes-filósofos de dirigirla. En el mito de la caverna, que enrealidad es una alegoría del filósofo acerca de la edu-cación, se señala que el prisionero que consigue salira la realidad deberá regresar a la caverna para comu-nicar a los otros prisioneros lo que acaba de ver. Dela misma manera, el filósofo que, espoleado por elamor, conoce la verdad, debe conducir al resto de laciudad. Por eso, en la polis de Platón el rey y el sabioson la misma persona.

b) Explique el significado que tienen en Platón lostérminos o expresiones siguientes: mundo inteligi-ble, Idea del Bien, rey-filósofo.

Mundo inteligible

El mundo inteligible hace referencia al mundo de lasIdeas. Es un mundo inaccesible para el conocimientoa través de los sentidos, y la única manera de accedera él es a través de la ciencia o episteme, el conoci-miento propio de la parte racional del alma. Esteconocimiento siempre es verdadero porque corres-ponde a la esencia de las cosas. El mundo inteligiblese encuentra estructurado en torno a tres Ideas fun-damentales: la principal es la Idea de Bien, y lassecundarias son la de Justicia y la de Belleza.

La comprensión del mundo inteligible es el verdade-ro conocimiento, dado que, como ya se ha dicho, esel único conocimiento que versa sobre el Ser y, por lotanto, es el único que es infalible.

Idea del Bien

La Idea del Bien es la principal Idea de las tres queestructuran el mundo de las Ideas. La Idea de Bien seidentifica con el Sol en el mito de la caverna y es

aquella luz que el prisionero que solo ve sombrasdebe alcanzar para llegar al conocimiento racional. Elque observa la Idea del Bien se encuentra en la obli-gación moral de regresar al mundo sensible (el inte-rior de la caverna) para comunicar a los demás sereshumanos lo que ha visto. Por ello la Idea del Biendebe ser contemplada por el rey-filósofo para podergobernar la ciudad con sabiduría.

Rey-filósofo

En la organización política ideal de la República dePlatón, el rey-filósofo es aquel que ocupa la cabezade la sociedad, y que gobierna a los guerreros y a losartesanos por su sabiduría y su conocimiento delmundo de las Ideas. El rey-filósofo, al conocer perfec-tamente las Ideas, es el único capaz de gobernar conjusticia y bondad.

Pertenece al grupo de los gobernantes que, debido asu responsabilidad y a las elevadas tareas que lesencomienda Platón —el buen gobierno y el consi-guiente beneficio del conjunto de la sociedad—, notendrán acceso a la propiedad privada ni a la familia,y deberán velar únicamente por el buen gobierno dela ciudad.

Como el resto de los miembros del gobierno, el rey-filósofo deberá centrarse en el estudio a fin de cono-cer lo necesario para gobernar adecuadamente, porlo que su vida estará alejada de todas las comodida-des innecesarias para cumplir su función. La virtudpropia de los verdaderos gobernantes es la sabiduríay, por tanto, aquellos en quienes domine el almaracional han de pertenecer a este grupo social.

c) Relacione las ideas del texto o la filosofía de Platóncon las de otro u otros autores.

La ciudad ideal de Platón se encuentra estructuradaen torno a tres grandes grupos: los artesanos o pro-ductores, los guerreros o guardianes y el rey-filósofo,que se identifican con el alma concupiscible, el almairascible y el alma racional, respectivamente.

� Los artesanos son el grupo más numeroso y seencargan de la manutención de la ciudad a travésde su trabajo agrícola, ganadero o artesanal. Estegrupo de productores no precisa otra educaciónque la necesaria para llevar a cabo sus tareas.Poseen propiedad privada y familia, y deben serguiados por los guardianes porque su alma espredominantemente concupiscible y por ello sedejan llevar con facilidad por sus pasiones ydeseos inmediatos.

� Los guerreros o guardianes pertenecen al segun-do estamento de la estructura social platónica. Sumisión es defender la ciudad ante ataques exter-nos. Son mantenidos por los productores y, a dife-rencia de ellos, no poseen ni familia ni propiedad

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privada, para evitar que ese tipo de bienes les lleven a emplear su fuerza en contra de la propiaciudad. Viven en un comunismo de bienes y fami-lia en el que los hijos son separados de los padresal nacer, siendo educados por toda la comunidadde guerreros. La parte del alma predominante eneste estamento es el alma irascible, donde resideel valor. Su misión es guiar y organizar a los arte-sanos al mismo tiempo que defienden a todo elconjunto de los enemigos exteriores.

� El rey-filósofo o gobernante es aquel que ha sidoseleccionado de entre los mejores guerreros pararecibir una educación especial que le lleve a cono-cer el mundo de las Ideas. Este rey ha sido prepa-rado durante años para poder gobernar la ciudadcon justicia y sabiduría y para ello ha sido necesa-rio que antes haya contemplado la Idea supremadel Bien. Como los demás habitantes de la ciudadno pueden acceder a ella, es obligación del rey-filósofo guiar a la polis mediante esa Idea. Al igualque los guerreros, no posee bienes propios nifamilia y es mantenido por los productores. Laparte del alma que le corresponde es la racional,que es la parte capaz de alcanzar el conocimientoverdadero sobre el mundo inteligible.

La estructura social platónica guarda una analogíacon el cuerpo humano. La cabeza es el rey-filósofo, elpecho, los guardianes y las extremidades correspon-den a los productores. De esta manera, la ciudad idealde Platón se configura como una totalidad orgánicamanejada por una persona conocedora del mundoideal. La teoría política platónica enlaza perfecta-mente con su teoría sobre el conocimiento humanoy el alma, dando unidad a su doctrina y transformandoeste Estado utópico en el lugar en el que se plasma,de forma sensible, todo su pensamiento.

Esta estructura social, mantenida sin necesidad defuerza bruta y que funciona de manera armoniosa,contrasta con posteriores teorías políticas como lade Hobbes. Este pensador mantenía que un Estado,para que funcione y no caiga en la guerra civil, queconstituía el verdadero caos para un gobierno, debeser mantenido por la fuerza. El ser humano, segúnHobbes, es tendente a la violencia contra sus seme-jantes. Esta es una máxima recogida en su célebrehomo homini lupus. Debido a que el estado de natu-raleza del ser humano es violento e individualista, sehace necesario firmar un contrato social entre todoslos individuos del mismo Estado, pero no va a ser uncontrato pacífico al modo de Rousseau, sino quedeberá ser mantenido por la fuerza.

Sin embargo, la influencia de la República de Platónha sido palpable a lo largo de la historia. Agustín deHipona la tomó de ejemplo para conformar su ciu-

dad de Dios frente a la ciudad de los hombres y sir-vió también para influir sobre todo un género deliteratura política utópica, con ilustres pensadorescomo Tomás Moro o incluso Marx.

d) Exponga razonadamente su posición personalsobre las ideas que aparecen en el texto o sobre elpensamiento de Platón.

La República de Platón plantea una interesantesociedad hipotética organizada perfectamente y detal modo que el bien común y la paz entre sus miem-bros pueda ser garantizada. Para ello, tal y comohemos dicho antes, establece tres estamentos biendiferenciados, que son el estamento de los artesanos,el de los guerreros o guardianes y el del rey-filósofo.

Este sistema resultaba novedoso en la época de Platón,puesto que, frente a la democracia de aquel momen-to, Platón proponía un tipo de organización políticatotalitaria basada en la sabiduría y el conocimiento.

El concepto de rey-filósofo plantea algunos proble-mas. Por una parte acapara todo el poder porqueconoce el Bien y sabe organizar toda la comunidaden función de él pero, por otro lado y pese a queconoce la labor del gobierno, no ha sido elegido porel pueblo. La cuestión es la siguiente: ¿es preferibleun gobernante sabio aunque totalitario a uno queno ha recibido una educación especializada peroque ha sido elegido democráticamente?

En nuestro actual sistema de gobierno elegimos anuestros representantes, y cualquier individuo puedeoptar a tal puesto. El problema es que los candidatosjamás han recibido una educación específica para elpuesto que van a desempeñar y por ello no sonexpertos en la materia. Sin embargo, según la doctrinaplatónica, una persona que hubiera recibido la edu-cación apropiada tendría derecho a acaparar todo elpoder, como experto. El problema sería que concen-trar el poder en una sola persona puede derivar enuna tiranía personal.

Por otro lado, Platón, con su República, inaugura ungénero literario-filosófico de gran importancia, sobretodo política. La utopía, es decir, el discurso sobre unmundo imaginario que sirve como ejemplo para elactual, ha resultado de vital importancia para la polí-tica y la sociedad. Mediante una organización socialideal, el pensador puede establecer las máximas a lasque debe aspirar el conjunto de la sociedad humana.Plantear un modelo definitivo no implica que eseideal se alcance, pero sí puede impulsar los esfuerzoshumanos para la consecución de tal fin.

� Platon (III).

—Pues bien —dije—, esta imagen hay que aplicarlatoda ella, ¡oh amigo Glaucón! a lo que se ha dicho antes;

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hay que comparar la región revelada por medio de lavista con la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hayen ella, con el poder del Sol. En cuanto a la subida almundo de arriba y a la contemplación de las cosas deeste, si las comparas con la ascensión del alma hasta laregión inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre,que es lo que tú deseas conocer, y que solo la divinidadsabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que amí me parece: en el mundo inteligible lo último que sepercibe, y con trabajo, es la Idea de Bien, pero, una vezpercibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lorecto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientrasen el mundo visible ha engendrado la luz y al soberanode ésta, en la inteligible es ella la soberana y productorade verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza queverla quien quiera proceder sabiamente en su vida pri-vada o pública.

—También yo estoy de acuerdo —dijo—, en el grado enque puedo estarlo.

—Pues bien —dije—, dame también la razón en estootro: no te extrañes de que los que han llegado a esepunto no quieran ocuparse en asuntos humanos; antesbien, sus almas tienden siempre a permanecer en lasalturas, y es natural, creo yo, que así ocurra, al menos sitambién esto concuerda con la imagen de que se hahablado.

—Es natural, desde luego —dijo.

PLATÓN

La República

Elabore un comentario sobre este texto.

Resumen.

El símil que presenta Platón en el texto es el de la Ideadel Bien como Sol iluminador, para destacar el carácterprincipal de esta idea en la jerarquía del «mundo visi-ble» y del mundo inteligible. En ambos casos la idea deBien ilumina las cosas, Platón dirá que en «el mundosensible ha engendrado la luz y al soberano de esta»,mientras que en la región inteligible «es ella la soberanay productora de la verdad y el conocimiento.» Dichaimagen se apoya así en la dualidad de mundos y en elsímil de la caverna previo a este.

El argumento del que parte la analogía entre la idea delBien y el Sol, se construye a partir del movimiento deascenso y descenso desde «la vivienda-prisión» al «mun-do de arriba». Semejante movimiento es comparadocon «la ascensión del alma hasta la región inteligible»donde aprehende el hombre las Ideas. Platón concluyeafirmando que quien alcanza esa contemplación noatiende a «asuntos humanos».

Análisis y explicación.

En su obra la República, Platón recoge el mito de lacaverna, con el que pretende ejemplificar la situación en

la que viven los seres humanos cuando reciben educa-ción y cuando se encuentran faltos de ella. El mito cuentala historia de unos prisioneros atados en el interior deuna caverna e iluminados solo por un fuego, donde loúnico que ven son las sombras que se proyectan en lapared. Esto que ven es para Platón el mundo sensible. En un momento dado, uno de los prisioneros quedaliberado, sale de la caverna y contempla, a plena luz delSol, la verdadera realidad exterior, que Platón identificacon el mundo inteligible o de las Ideas. El prisioneroregresa para salvar a sus compañeros, pero queda cegadopor la oscuridad de la cueva y no convence a sus com-pañeros a que le sigan porque piensan que quedaránciegos y torpes como él.

Así, para Platón existe un mundo sensible donde estánlas cosas particulares (la caverna) y un mundo inteligiblede las Ideas (el exterior). Según este pensador, aquelloque una cosa es, es decir, la Idea o esencia inteligible, loque es objeto de nuestro pensamiento, no está en lascosas como un carácter común a todas ellas sino quetiene una existencia real e independiente.

La ontología platónica se sirve de la división de la reali-dad en dos mundos de características contrapuestas. Elmundo inteligible es inmutable, necesario y universal yel mundo sensible, por el contrario, es cambiante, con-tingente y particular. Esta escisión entre dos mundosimplica para Platón que la realidad de las cosas tangi-bles se sitúa fuera de ellas. La esencia de lo sensible per-tenece a lo inteligible. Y este es el problema de fondo detoda la filosofía platónica, pues es necesario unir de nuevolas cosas con su esencia.

La palabra «esencia» se vincula en la historia de la filoso-fía con la palabra «idea». Esta última, para Platón, tenía elsignificado de forma o aspecto. De manera que las cosassensibles poseían como última realidad, no sus cualida-des físicas, sino su forma. La forma mostraba así lo que lacosa es, pues las cosas solo pueden mostrarse bajo unaspecto o forma. De esta manera, solo lo inteligiblelograba establecerse como la esencia de las cosas, puessolo mostraba su forma y no disponía de cualidadesmateriales. Para este filósofo, el mundo de las Ideas nopuede disponer de ninguna propiedad que pertenezcaa lo sensible. De ahí que defina las Ideas como:

� Universales. A diferencia de las cosas sensibles, lasIdeas no son individuales: la idea de una silla, de uncaballo, etc., sirve para todos los caballos, todas lasillas, que ha habido, hay y habrá en el mundo.

� Indivisibles. Ante la composición que presentan lascosas, cada Idea no dispone de partes, no puede serdividida.

� Eternas. Frente a la temporalidad de las cosas, delpasar de las cosas, las Ideas trascienden el ámbitocronológico y espacial.

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� Jerarquizadas. Entre las Ideas existen relacionessegún un orden o armonía, pero todas las Ideasdependen en última instancia de la Idea de Bien, querepresenta, en realidad, la propia forma de las Ideas.

El texto propuesto para el comentario recoge esta orga-nización de las Ideas, a la vez que el dualismo esencialdel platonismo. Por una parte, la idea del Bien apareceiluminando el mundo sensible cuando se refiere Sócra-tes a «la región revelada por medio de la vista con lavivienda-prisión». Pero también alumbrando «la regióninteligible». La idea del Bien está presente tanto en elmundo sensible como en el mundo inteligible, en uno«es la causa de todo lo recto y lo bello», en el otro «esella la soberana y productora de verdad y conocimien-to». De esta manera, este fragmento de la Repúblicarecoge el orden que existe en la región inteligible. Enesa región, las Ideas pueden relacionarse entre sí, unaposibilidad de importancia en la ontología platónicapues permite que a la Idea, por ejemplo, de caballo, leacompañe la Idea de uno, permitiendo así que estecaballo concreto sea un caballo y no dos. Es decir, laestructura del mundo inteligible remite a la armoníaentre sus componentes, las Ideas, algo esencial para Pla-tón, pues sin ella, no podrían unirse ambos mundos.

El problema de la dualidad de mundos en la filosofía dePlatón es el de la semejanza. Debido a la división esta-blecida, es necesario que las cosas se asemejen a susesencias. Sin embargo, las cosas no pueden parecerse alas Ideas gracias a ningún tipo de correspondencia física,pues las Ideas no tienen nada de material. La semejanza,por lo tanto, debe surgir de una relación interna de lascosas consigo mismas, que las haga parecerse lo máxi-mo posible a las Ideas, pero como no podemos percibirese vínculo, se somete al criterio de la semejanza tantolas cosas como sus acciones.

De esta ontología deriva una ética, que a su vez, llevaconsigo una teoría del conocimiento fundamental: soloaquel que conoce lo que es lo bello, puede producirlo(el artista) y solo aquel que conoce lo que es el Bien,puede obrar de un modo recto (el hombre justo).

La teoría del conocimiento de Platón se divide en dosgrandes ramas: la opinión (doxa) y el conocimiento inte-lectual o la ciencia (episteme). La primera de ellas atien-de solo a la percepción sensible, y por ello es cambiantey contradictoria. La segunda tiene por objeto lo inteligi-ble, y de esta manera es universal y eterna. Cada una deellas, según el célebre símil de la línea, se subdivide endos:

� La opinión. La imaginación, según la cual el hombresolo conoce las cosas mediante conjeturas e impreci-siones; y la creencia, donde son las percepciones ysensaciones (con un mayor grado de fiabilidad) lasque permiten al hombre conocer las cosas.

� El conocimiento intelectual o la ciencia. La razón, porla cual el hombre conoce la esencia de las cosas gra-cias a la reflexión, apoyándose en hipótesis y de-ducciones; el conocimiento o contemplación, cuandoel hombre alcanza el conocimiento de los primerosprincipios sirviéndose de las hipótesis.

Ahora bien, el conocimiento en Platón no se adquierede un modo innato, sino que requiere de un métodoque conduzca al hombre de sus estadios más bajos (laopinión) al más alto (el conocimiento). Dicho método enPlatón es la dialéctica. Un método esencialmente comu-nicable y enseñable, ya que se desarrolla por entero encomunidad.

La dialéctica consta de tres partes. De un lado está eldiálogo, en el que, mediante el intercambio de pregun-tas y respuestas, se plantea un problema. Este problemaaparece expresado como una pregunta por la esencia:¿qué es ser valiente?, ¿qué es ser bello? A partir de aquí,la dialéctica recurre a la división. La cual, apoyándose enel diálogo, presenta alternativas para alcanzar la esenciade la cosa en cuestión: la ¿valentía es tenacidad del sol-dado o la valentía es la retirada? En este punto, el méto-do parece fracasar, es decir, Sócrates y sus interlocutoresparecen incapaces de alcanzar la idea que se está bus-cando. Y aquí Platón muestra la tercera parte de la dia-léctica, el mito. El mito aparece como cierre en la mayoríade diálogos. Ya que lo que se quiere alcanzar posee unascualidades que no pueden aprehenderse mediante res-puestas basadas en casos concretos, el mito de sempeñados funciones: mostrar la distancia entre las Ideas y lascosas, y, a la vez, ofrecer la ligazón definitiva entreambas. Es célebre el mito de la rememoración de las Ideasgracias a la inmortalidad del alma, la reminiscencia,según la cual el hombre puede conocer las Ideas, por-que las ha contemplado en otra vida.

Este método es el aplicado también por Platón en el diá-logo la República, pero en esta obra se aplica para buscarla Idea de justicia. En ese proceso, Platón muestra el finalético de su filosofía, aparte de su ontología (la escisiónde lo sensible y lo inteligible) y su epistemología (la divi-sión entre opinión y ciencia). Todos los recursos de susistema filosófico tratan de alcanzar un criterio de la jus-ticia que facilite el gobierno de la ciudad. Es decir, todoel sistema platónico se articula a partir de la ética: esnecesario determinado conocimiento, que, a su vez,requiere de un método, que, en su uso, va mostrando lacomposición de la realidad, etcétera.

Contextualización.

El fragmento propuesto para el comentario pertenece ala obra titulada la República. El símil presentado, dondePlatón establece la analogía entre la Idea del Bien y elSol, forma en la mencionada obra el grupo de mitosacerca del conocimiento y la composición de la realidad.

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Un mito que, junto al símil de la línea y el de la caverna,se sitúa en el punto central de la obra.

Sin embargo, la teoría del conocimiento y de la dualidadformada por lo sensible y lo inteligible en la Repúblicaestán orientadas hacia un tema concreto: la moral o lapolítica, que se enuncia constantemente bajo la pregunta:«¿En qué consiste la justicia?». Esta cuestión lleva aSócrates y a sus interlocutores a plantear la construcciónabstracta del Estado ideal. A partir de la cual, se vanrepartiendo los extractos de la sociedad: los guardianes,los productores y los filósofos gobernantes.

Este planteamiento político, basado en el conocimientoo en la razón, es propio de la Atenas de Platón. En la Grecia de los siglos V y IV a. C. el modelo político es la ciu-dad-estado y el régimen imperante es la democracia. Laparticipación de los ciudadanos libres en la vida públicaera fundamental —las mujeres, los niños y los esclavosno eran ciudadanos con derechos políticos— y teníalugar mediante el uso de la palabra en los espaciospúblicos como la plaza central de la ciudad (ágora). Demodo que el Logos o razón tiene un papel básico en lavida política de la ciudad. La República es así fiel reflejode la época en que vivió Platón, pues retoma, desde elproblema del conocimiento, el problema práctico omoral de la vida en sociedad.

El período de la filosofía antigua —antes de la etapadenominada «filosofía helenística» en la que prolifera-ron las escuelas herederas de las filosofías de Platón yAristóteles—, se caracteriza ante todo por la disputaentre la Academia (escuela fundada por Platón) y lasescuelas de retórica y las enseñanzas de los sofistas quedefendían sistemas filosóficos opuestos. Platón continuóla tradición presocrática que había quedado interrumpidacon la aparición de los sofistas cuya filosofía estabaimpregnada de excepticismo y relativismo. Se interesópor cuestiones de carácter ético o político, como lossofistas, sin embargo, consideró que estas preocupacio-nes debían fundamentarse en una concepción globalde la realidad, reconduciendo de nuevo la filosofía haciaintereses teóricos y universales.

Platon (IV).

Examina, pues —dije—, qué pasaría si fueran liberadosde sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, confor-me a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando unode ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbita-mente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, ycuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa delas chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetoscuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría sile dijera alguien que antes no veía más que sombrasinanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca dela realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los

objetos que pasan y obligándole a contestar a sus pre-guntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No creesque estaría perplejo y que lo que antes había contem-plado le parecería más verdadero que lo que entonces sele mostraba?

—Mucho más —dijo.

—Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿nocrees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volvién-dose hacia aquellos objetos que puede contemplar, yque consideraría que estos son realmente más clarosque los que le muestra?

—Así es —dijo.

—Y si se lo llevaran de allí a la fuerza —dije—, […] ¿nocrees que… una vez llegado a la luz, tendría los ojos tanllenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de lascosas a las que ahora llamamos verdaderas?

—No, no sería capaz —dijo—, al menos por el momento.

—Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegara ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmenteserían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes dehombres…

PLATÓN

La República

Elabore un comentario sobre este texto.

Resumen.

El mito expuesto por Platón es el de la caverna. En él, loshombres están prisioneros ante las sombras y uno entreellos es liberado para ascender y contemplar el mundode arriba. En este símil son varios los movimientos quedestaca Platón: liberarse de las cadenas, girar la cabezapara dirigir la mirada, ascender fuera de la caverna yregresar. De igual forma, son varios los símbolos queaparecen: los prisioneros, las sombras, el fuego, la luz delas «cosas de arriba» y la propia caverna.

En este mito se recogen las claves fundamentales de lateoría del conocimiento de Platón. Aparece el dualismoentre lo sensible y lo inteligible, a partir de la contraposi-ción de las sombras y la luz. Y se establece la contempla-ción como modelo de conocimiento: desde el girar lacabeza hasta el «acostumbrarse a mirar las cosas de arri-ba» pasando por el «fijar la vista» ante el fuego.

Análisis y explicación.

La epistemología platónica, como muestra el mito de lacaverna, se apoya en la división ontológica de una reali-dad sensible y una esencia inteligible de la misma, quedivide el conocimiento en dos grandes ramas: la opinión(doxa) y el conocimiento intelectual o la ciencia (episte-me). La primera de ellas atiende solo a la percepciónsensible, y por ello es cambiante y contradictoria. Lasegunda tiene por objeto lo inteligible, y por tanto esuniversal y eterna.

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Cada una de ellas, según el célebre Pasaje de la línea que precede al de la caverna, se subdivide en dos. Demanera que a la opinión le corresponden imaginación ycreencia, mientras que a la ciencia, la razón y la contem-plación.

� La imaginación. La primera etapa del conocimiento,en la que el hombre solo conoce las cosas medianteconjeturas e imprecisiones, y no a las cosas mismas;corresponde al momento en que los prisioneros de la caverna contemplan, encadenados, las sombras de lapared.

� La creencia. La segunda etapa, en la que el hombreconoce las cosas mediante percepciones y sensacio-nes; en el mito de la caverna responde al momentoen que el prisionero es liberado y obligado a darse lavuelta y entonces contempla el fuego y los objetosque proyectan su imagen en la pared.

� La razón. Por la cual el hombre conoce la esencia delas cosas, gracias a la reflexión, apoyándose en hipó-tesis y deducciones; el prisionero alcanza el exteriorde la caverna y, cegado por la luz del Sol, necesitaacostumbrar la mirada, fijándose en primer lugar noen las cosas, sino en la imagen que reflejan el agua ylas sombras.

� El conocimiento o contemplación. Etapa en la que elhombre, sirviéndose de las hipótesis, alcanza el cono-cimiento de los primeros principios; es el momentoen el que el liberado de la caverna alcanza a contem-plar las cosas del exterior directamente y también elSol que las ilumina.

Ahora bien, el conocimiento en Platón no se adquierede un modo innato, sino que requiere de un métodoque conduzca al hombre de sus estadios más bajos (laopinión) al más alto (el conocimiento). Dicho método enPlatón es la dialéctica. Un método esencialmente comu-nicable y enseñable, ya que se desarrolla por entero encomunidad.

La dialéctica consta de tres partes. De un lado está eldiálogo, en el que, mediante el intercambio de preguntasy respuestas, se descubre un problema. Este problemaaparece expresado como una pregunta por la esencia:¿qué es ser valiente?, ¿qué es ser bello? A partir de aquí,la dialéctica recurre a la división. La cual presenta alter-nativas con intención de alcanzar la esencia de la cosaen cuestión: ¿la valentía es tenacidad del soldado o lavalentía es la retirada? Estas dos etapas del método, diá-logo y división, forman lo que se conoce como mayéutica:una técnica para mostrar los prejuicios a los otros. Eneste punto, el método parece fracasar, es decir, Sócratesy sus interlocutores parecen incapaces de alcanzar laidea que se está buscando. Platón recurre entonces a latercera parte de la dialéctica, el mito, el final del caminodel conocimiento. Ya que aquello que se quiere alcanzar,

la Idea, posee unas cualidades que no pueden aprehen-derse por medio de los casos concretos, el mito desem-peña dos funciones: mostrar la distancia entre las Ideasy las cosas, y, a la vez, ofrecer la ligazón definitiva entreambas. Es célebre el mito de la rememoración de las Ideasgracias a la inmortalidad del alma, la reminiscencia,según la cual el hombre puede conocer las Ideas, por-que las ha contemplado en otra vida.

Sin embargo, esta teoría del conocimiento revierte enuna ética. Al ascenso al mundo exterior le sigue el regresodel prisionero al interior de la caverna, con objeto demostrar a los ignorantes la verdad de las cosas. Para Platón, lograr el desvelamiento de las apariencias de larealidad para llegar a la verdad no puede ser algo mera-mente individual. La verdad —de la misma manera queel conocimiento se apoyaba en un método dialéctico—corresponde al ámbito político. De ahí que el prisioneroesté obligado a descender de nuevo a la caverna, aun ariesgo, dice Sócrates, de que sus compañeros le tomenpor loco y no le crean. Para Platón, el conocimiento esinseparable de la acción práctica. Ya que solo aquel queconoce lo que es bello puede producirlo (el artista), ysolo aquel que conoce lo que es el bien puede obrar deun modo recto (el hombre justo), es obligación del sabiomostrar a los demás la verdadera esencia de las cosas.

Esta perspectiva ética del conocimiento en Platón, tieneespecial importancia en el diálogo de la República en elque el método se aplica para buscar la idea de justicia.Platón muestra en ese proceso el final ético de su filoso-fía, ya que todos los recursos de su sistema filosóficopretenden alcanzar un criterio de justicia que facilite elgobierno de la ciudad. Es decir, todo el sistema platónicose articula a partir de la ética: es necesario determinadoconocimiento, que, a su vez, requiere de un método, que,en su uso, va mostrando la composición de la realidad,etcétera.

Tanto la epistemología como la ética platónica se funda-mentan en una concepción ontológica. Dicha ontologíase define por la división de la realidad en dos mundosde características contrapuestas. El mundo inteligible, elmundo de las Ideas, es inmutable, necesario y universaly el mundo sensible, el de las cosas, es, por el contrario,cambiante, contingente y particular. Esta escisión entredos mundos implica, para Platón, que la realidad de lascosas tangibles se sitúa fuera de ellas. La esencia de losensible pertenece a lo inteligible. Y este es el problemade fondo de toda la filosofía platónica, pues es necesariounir de nuevo las cosas con su esencia.

Debido a la división establecida, según la cual las esenciaspertenecen a lo inteligible, las cosas deben asemejarse a dichas esencias. Sin embargo, las cosas no puedenparecerse a las Ideas pues las Ideas no tienen nada dematerial. La semejanza, por lo tanto, debe surgir de unarelación interna de las cosas consigo mismas, que las

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haga parecerse lo máximo posible a las Ideas, perocomo no podemos percibir ese vínculo, se somete al cri-terio de la semejanza.

La palabra «esencia» se vincula en la historia de la filoso-fía con la palabra «idea». Esta última, para Platón, tenía elsignificado de forma o aspecto. Las cosas sensiblesposeían como última realidad, no sus cualidades físicas,sino su forma. La forma mostraba así lo que la cosa es,pues las cosas solo pueden mostrarse bajo un aspecto oforma. De esta manera, solo lo inteligible lograba esta-blecerse como la esencia de las cosas, pues solo mostra-ba su forma y no disponía de cualidades materiales. Paraeste pensador, el mundo de las Ideas no puede disponerde ninguna propiedad que pertenezca a lo sensible. Deahí que las Ideas sean definidas por Platón como:

� Universales. A diferencia de las cosas sensibles, no sonindividuales. Asimismo porque la idea de una silla, deun caballo, etc., sirve para todos los caballos, todas lassillas, que ha habido, hay y habrá en el mundo.

� Indivisibles. Ante la composición que presentan lascosas, cada Idea no dispone de partes, no puede serdividida.

� Eternas. Frente a la temporalidad de las cosas, delpasar de las cosas, las Ideas trascienden el ámbito cro-nológico y espacial.

� Jerarquizadas. Entre las ideas existen relacionessegún un orden o armonía, pero todas las Ideasdependen en última instancia de la Idea del Bien.

Contextualización.

El fragmento propuesto para el comentario pertenece a su obra la República. El símil presentado —el mito dela caverna—, donde Platón vincula la teoría del conoci-miento con la configuración ontológica del mundo, forma,junto con el símil de la línea y el de la analogía de la Ideadel Bien con el Sol, el momento central del diálogo en lamencionada obra.

Sin embargo, la teoría del conocimiento y de la dualidadformada por lo sensible y lo inteligible en la Repúblicaestán orientadas hacia un tema concreto: la moral o lapolítica, que se enuncia constantemente bajo la pregunta:«¿En qué consiste la justicia?». Esta cuestión lleva aSócrates y a sus interlocutores a plantear la construcciónabstracta del Estado ideal. A partir de la cual, se vanrepartiendo los extractos de la sociedad: los guardianes,los productores y los filósofos gobernantes.

Este planteamiento político, basado en el conocimiento oen la razón, es propio de la Atenas de Platón. En la Greciade los siglos V y IV a.C. el modelo político es la ciudad-estado y el régimen imperante es la democracia. La par-ticipación de los ciudadanos libres en la vida pública erafundamental —las mujeres, los niños y los esclavos noeran ciudadanos con derechos políticos—y tenía lugarmediante el uso de la palabra en los espacios públicos

como la plaza central de la ciudad (ágora). De modo que elLogos o razón tiene un papel básico en la vida política dela ciudad. La República es así fiel reflejo de la época en quevivió Platón, pues retoma, desde el problema del conoci-miento, el problema práctico o moral de la vida ensociedad.

El período de la filosofía antigua —antes de la etapadenominada «filosofía helenística» en la que prolifera-ron las escuelas herederas de las filosofías de Platón yAristóteles—, se caracteriza ante todo por la disputaentre la Academia (escuela fundada por Platón) y lasescuelas de retórica y las enseñanzas de los sofistas quedefendían sistemas filosóficos opuestos. Platón continuóla tradición presocrática que había quedado interrumpidacon la aparición de los sofistas cuya filosofía estabaimpregnada de excepticismo y relativismo. Se interesópor cuestiones de carácter ético o político, como lossofistas, sin embargo, consideró que estas preocupacio-nes debían fundamentarse en una concepción global dela realidad, reconduciendo de nuevo la filosofía haciaintereses teóricos y universales.

Platón (V).

Bien sabes que los ojos, cuando se los vuelve sobre objetoscuyos colores no están ya iluminados por la luz del día,sino por el resplandor de la luna, ven débilmente, comosi no tuvieran claridad en la vista.

—Efectivamente.

—Pero cuando el Sol brilla sobre ellos, ven nítidamente,y parece como si estos mismos ojos tuvieran la claridad.

—Sin duda.

—Del mismo modo piensa así lo que corresponde alalma: cuando fija su mirada en objetos sobre los cualesbrilla la verdad y lo que es, intelige, conoce y parecetener inteligencia; pero cuando se vuelve hacia lo sumer-gido en la oscuridad, que nace y perece, entonces opinay percibe débilmente con opiniones que la hacen ir deaquí para allá, y da la impresión de no tener inteligencia.

PLATÓN

La República, libro VI

Elabore una composición filosófica utilizando comopautas para su desarrollo las siguientes indicaciones:

� Explicación del significado de los términos o expre-siones subrayadas en el texto elegido.

� Exposición de la temática del texto elegido y su jus-tificación desde la posición filosófica del autor.

� Descripción del contexto histórico-cultural y filosó-fico del texto elegido.

� Relación del tema del texto elegido con otra posi-ción filosófica y explicación razonada de su visiónpersonal del tema, valorando su actualidad.

� Valoración personal y actualidad.

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Términos o expresiones.

Platón interpreta el alma principalmente en dos senti-dos: el alma como aquello que permite a los seres vivosrealizar actividades vitales; y, en el caso del alma huma-na, como el principio divino e inmortal que nos facultapara alcanzar el verdadero conocimiento y realizaracciones buenas. Asimismo, distingue tres tipos o partesdel alma: racional, irascible y apetitiva o concupiscible.

La parte racional nos permite alcanzar el conocimientoy la vida buena; además, nos vincula con el mundo divi-no y está dotada de un destino inmortal. La irascible esdonde se sitúan la voluntad y el valor. Por último, el almaconcupiscible es la responsable de las pasiones, placeresy deseos sensibles.

Pero el alma no solo se orienta a conocer la verdad delmundo inteligible (episteme), sino que también percibeel mundo sensible, es decir las cosas espacio-tempora-les, las entidades corporales, que —para un autor conuna concepción del mundo esencialmente dualista— setrata de una forma de conocimiento inferior, denomina-do opinión o doxa.

La opinión se divide a su vez en dos especies o tipos deconocimiento: la conjetura, que es el conocimiento quetenemos de las cosas cuando vemos sus sombras oreflejos; y la creencia, que es el conocimiento que tene-mos de las cosas cuando las percibimos directamente ynos formamos un juicio de ellas. Para Platón, el conoci-miento sensible, al basarse en el material que los senti-dos proporcionan, es siempre mudable, confuso, y hastacontradictorio y, por tanto, puede inducirnos a error y nopermitirnos edificar algo duradero.

Temática y posición filosófica.

No es de extrañar que estos temas se desarrollen en laRepública (en griego politeia, que trata de los asuntos dela polis o ciudad), el diálogo más extenso en el períodode madurez del autor, que sintetiza sus grandes temas: elhombre, la sociedad, la justicia, la virtud, la verdad, elconocimiento, el bien, la educación, etc. En particular, eltexto extraído del libro VI de la República establece unacomparación entre el alma y la vista. Al igual que los ojosven, el alma comprende. Los ojos pueden ver las cosassensibles iluminadas por la luz del Sol, mientras que elalma alcanza la verdad que brilla en las Ideas y que pro-cede de la Idea del Bien. Cuando la vista se fija en la oscu-ridad, no alcanza a percibir nada claro, de la mismamanera que cuando el alma se empeña en mirar hacia ellugar inadecuado, esto es, hacia el mundo sensible.

La teoría de las Ideas de Platón —concepción ontológi-ca del mundo—, a pesar de no encontrarse formuladaexplícitamente en ninguna obra, es básica para com-prender a fondo el análisis del conocimiento —concep-ción epistemológica— que realiza el filósofo atenienseen este texto.

Platón distingue dos modos de realidad: una, a la quellama inteligible, y otra a la que llama sensible. La reali-dad inteligible, constituida por las Ideas o esencias,representa el verdadero ser de las cosas y es inmaterial,eterna y ajena al cambio. A la vez, constituye el modeloo arquetipo de la otra realidad, la sensible. Esta otra rea-lidad comprende los entes materiales del mundo, queno son más que una copia de la realidad inteligible y,por tanto, es corruptible: sometida al cambio, esto es, ala generación y a la destrucción.

La teoría de las Ideas permite entender la teoría delconocimiento platónico que aparece en varios de susdiálogos y fue planteada inicialmente en los diálogosMenón y Fedón. En Menón aparece la teoría de la remi-niscencia (anamnesis). Según esta teoría, el alma, al serinmortal, lo ha conocido todo en su existencia anteriorpor lo que, cuando creemos conocer algo, lo que real-mente ocurre es que el alma recuerda lo que ya sabía.Aprender es, por lo tanto, recordar. El contacto con lasensibilidad y el ejercicio de la razón serían los instru-mentos que provocarían ese recuerdo en el que consisteel conocimiento.

Pero el planteamiento maduro aparece en el libro VIde la República, donde Platón hace corresponder los distintos niveles y grados de realidad con los distintosniveles de conocimiento. Como vimos, fundamental-mente distingue entre dos modos de conocimiento: ladoxa o conocimiento sensible y la episteme o conoci-miento inteligible.

La episteme es el verdadero conocimiento, dado que esel único que versa sobre el ser y, por lo tanto, que esinfalible. El conocimiento verdadero lo ha de ser de louniversal, de la esencia, de aquello que no esta sometidoa la fluctuación de la realidad sensible; ha de ser, por lotanto, conocimiento de las Ideas.

Contexto histórico-cultural y filosófico.

La filosofía nació en Grecia en torno al siglo VI a. C. favo-recida por la peculiar concepción de la religiosidad griega,donde no existían libros sagrados, ni casta sacerdotal, ni dogmas de fe y en la que, incluso dioses y hombres se encontraban sometidos a la moira (o destino) que«adjudicaba a cada uno su parte».

Los dioses eran seres con las mismas pasiones y deseosque los humanos, pero inmortales. De este modo, lasprácticas religiosas estaban muy vinculadas a la vidapública (la plegaria, el sacrificio y la purificación) y sepracticaban cultos que, por ejemplo, pregonaban lainmortalidad y la transmigración de las almas y concebíanel cuerpo como una especie de cárcel para el alma. Unateoría que nos recuerda plenamente a Pitágoras y a Platónen su concepción del alma.

En el mundo griego, la religión se identificaba con la mito-logía, cuya divulgación estuvo, sobre todo, en manos de

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los poetas. El mito, por tanto, era una narración en la quefenómenos naturales y sociales eran explicados por laintervención caprichosa de los dioses y hombres heroicos.Así, el mito para los griegos constituye un paradigma, unmodelo de comportamiento ofrecido a los hombres.Desde esta perspectiva, el poeta griego no se diferen -ciaba mucho del oráculo. Como él, era una especie demédium que conocía el destino. El mito pretendía refle-jar una situación intemporal, que formaba parte delpasado, del presente y del futuro.

Platón, por ejemplo, utilizaba el mito como parte de sumétodo de conocimiento, pues, para él, el conocimientono se adquiría de un modo innato, sino que requería deun método que condujera al hombre desde sus estadiosmás bajos (la opinión) hasta el más alto (el verdaderoconocimiento). Dicho método era la dialéctica y su ter-cera parte era el mito, una herramienta que desempeñabados funciones: mostrar la distancia entre las Ideas y lascosas, y, a la vez, ofrecer la ligazón definitiva entreambas, facilitando la comprensión al auditorio.

En el siglo V a. C., la sociedad griega alcanzó su apogeo yAtenas, vencedora de las guerras médicas, representabael esplendor cultural y político de la democracia (cos-mopolita y comercial) y había dejado atrás a la viejasociedad aristocrática y agrícola. La acrópolis de Atenas—que los persas destruyeron—, fue reconstruida yengrandecida bajo el gobierno de Pericles.

El siglo V a. C. también representó en Atenas la culmina-ción de la tragedia griega y del género histórico. La tra-gedia se originó en torno al culto a Dionisos, cuya evolu-ción, ya con Sófocles y Eurípides, adquirió la formaclásica de personajes y coro con que la conocemos hoy.Herodoto y Tucídides fundaron, por otra parte, el saberhistórico, como seña de identidad colectiva del pueblo.

En ese contexto nació Platón. El filosofo vino al mundoen Atenas en el 427 a. C., en el seno de la más alta aristo-cracia. Tomó parte a los 18 años en la última etapa de laguerra del Peloponeso, que terminó con la derrota deAtenas ante Esparta y con la instauración del régimenoligárquico de los 30 tiranos. Así, al período de auge cultural, político y económico de la Atenas del siglo V

a. C., le sucedió una época de crisis que concluyó con lapérdida definitiva de la hegemonía de Atenas y el some-timiento al imperio macedónico de Alejandro.

Inclinado en un principio hacia la política, su amistadcon Sócrates, a quien acompañó en los últimos años desu vida, le hizo orientarse definitivamente hacia la filosofía.Tras la muerte de su maestro en 399 a. C. —condenado amuerte por la recién instaurada democracia ateniense—Platón decidió refugiarse en Megara.

Hacia 390, Platón visitó las ciudades del sur de Italia, dondetomó contacto con el pitagorismo, y en Sicilia y trabóamistad con el joven Dión, cuñado del tirano de la ciu-

dad, Dioniso I, a quien intentó influir en su gobierno. Conel fracaso de su primera aventura política, Platón regresóa Atenas (387 a. C.) y abrió una escuela, la Academia, en laque se dedicó durante veinte años a la enseñanza.

Por dos veces más regresó de nuevo a Siracusa, tentadopor la oportunidad de poner en marcha un gobierno defilósofos, hasta que el asesinato de Dión le hizo renun-ciar definitivamente a la práctica política. A partir del361 a. C., dejó casi por completo la dirección de la Aca-demia. Sus últimos años estuvieron dedicados a escribir.

Al compás de su vida, la obra de Platón, casi toda ella enforma de diálogos, se dividió en cinco períodos (juven-tud, transición, madurez, período crítico y vejez) quereflejan la evolución de sus pensamientos. Platón parteexponiendo el pensamiento de su maestro Sócrates, ypaulatinamente se independiza, proponiendo sus pro-pias doctrinas (entre ellas, la más importante, la de lasIdeas) y recurriendo al mito para embellecerlas; poste-riormente se sumerge en una etapa crítica en la que,con pesimismo, cuestiona todas sus teorías previas;finalmente abandona las cuestiones metafísicas y sededica a la cosmología y la historia.

En este recorrido se observa su intención de superar losobstáculos trazados por la sofística: el relativismo yescepticismo imposibilitaban la búsqueda de la verdady la ciencia y, por tanto, de la filosofía. Platón queríaencontrar algo permanente e inmutable que escapara alcarácter de las cosas sensibles, pues solo así podría sen-tarse un saber estable y duradero: la ciencia. La respuestala encontró en su dualismo ontológico: si bien las cosassensibles nacían y morían, cambiaban y se componíande múltiples partes, la especie de la cosa era permanentey una y la misma en todas las cosas de la especie. Aun-que un caballo muera, su esencia sigue presente enotros caballos. A esta cualidad inmutable llamó PlatónIdea, que quiere decir figura, lo visible. La Idea no puedeverse con los ojos del cuerpo sino con los del alma, conla inteligencia.

Así, la teoría de las Ideas recoge toda la herencia de losprimeros filósofos griegos y el pensamiento de Sócrates.El inmovilismo del Ser de Parménides fue tomado paraconstruir un mundo de Ideas permanente e inmutable,aunque múltiple, ya que eran muchas las Ideas que lopoblaban, a diferencia del Ser unitario parmenídeo. Delpitagorismo, tomó la inmortalidad del alma y el preludiomatemático en el acercamiento a las Ideas. Por su parte,el espíritu de Sócrates empapó toda la filosofía de Platón, pues influyó en su concepción del saber comoconocimiento de lo universal, la defensa del intelectua-lismo moral y el interés en cuestiones de tipo ético-polí-tico. Por otro lado, el mundo de las cosas sensibles recogiólos caracteres de movilidad, materialidad y relatividadpropios de Heráclito, del atomismo y de la sofística, res-pectivamente.

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En el diálogo se desgranan los temas relativos a la justi-cia y se expone cuáles son las clases sociales que com-ponen la ciudad y cuáles las partes del alma humana,con sus correspondientes virtudes propias, algo necesa-rio pues, para Platón, la justicia debía buscar la armoníadel conjunto social o individual.

Relación con la filosofía aristotélica.

La temática de este texto es epistemológica a la vez queontológica. Trata de las respuestas platónicas a las pre-guntas «¿qué es la realidad?», «¿cómo se puede cono-cer?» Platón responde que la realidad son los objetosiluminados por la luz del Sol (el mundo de las Ideas oesencias que se opone al mundo sensible) que el alma—la razón— observa (intelige).

Para Aristóteles, en cambio, las cosas físicas sí son autén-ticos seres —la realidad— y no solo un reino de som-bras. Aristóteles suponía que los objetos del mundosensible no estaban separados de las esencias y por tanto,que era posible y se debía conocer la realidad a partir deellos.

Valoración personal y actualidad.

Se puede valorar positivamente el esfuerzo platónicopor encontrar un conocimiento cierto y riguroso sobreuna realidad inmutable.

La división de la realidad en dos ámbitos independientes,propuesta por Platón, fue asimilada por el cristianismo ydurante casi ocho siglos no fue puesta en duda, al tratar-se de la doctrina oficial. Esta división, que hace dependerla realidad sensible de una trascendente, de mayorimportancia y perfección, ha lastrado el avance de lahumanidad, tanto en lo social como en lo científico, yaque dio paso a la escolástica, que solo permitía un razo-namiento a partir de la verdad revelada por Dios, sinpromover cambios sociales en un mundo que, suponía,no tenía ninguna importancia y no se podía conocer.

De hecho, actualmente, en ninguna postura filosófica seobserva un desprecio de lo sensible como el que hamanifestado Platón. Sin embargo, es posible establecerrelaciones entre el tema de este texto y la fenomenolo-gía de Husserl, que distingue entre esencias y hechos.Los hechos pertenecen al mundo natural o empírico yse ajustan o refieren a las esencias. Las esencias (eidos)no son seres u objetos reales, sino ideales que no tienenexistencia en el mundo natural sino en el ideal. Por suparte, Heidegger rescata la diferencia entre el conoci-miento del ser frente al conocimiento del ente.

�� Aristóteles (I): dos clases de virtudes. Las virtudesmorales y el hábito:

Decimos que algunas virtudes son intelectuales y otrasmorales, siendo intelectuales la sabiduría teórica (sophia)y la sabiduría práctica (phronesis), mientras que sonmorales la generosidad y la templanza… La virtud inte-

lectual debe principalmente su nacimiento y su desarrolloa la enseñanza…, mientras que la virtud moral vienecomo resultado del hábito… De esto resulta asimismoclaro que ninguna de las virtudes morales surge en no -sotros por naturaleza; pues nada que existe por natura-leza puede formar un hábito contrario a su naturaleza.Por ejemplo, la piedra que por naturaleza se muevehacia abajo no puede ser habituada a moverse haciaarriba, ni siquiera si tratamos de entrenarla arrojándolahacia arriba diez mil veces.

Además, de todas las cosas que nos vienen por naturale-za, adquirimos primero la potencialidad y luego mostra-mos la actividad (esto es claro en el caso de los sentidos;pues no fue por ver frecuentemente o por oír frecuente-mente por lo que tuvimos estos sentidos, sino que por elcontrario, los tuvimos antes de haberlos usado y no lle-gamos a tenerlos por usarlos); pero las virtudes las obte-nemos ejercitándolas primero, como también sucede enel caso de las artes. Pues las cosas que tenemos queaprender antes de poder hacerlas las aprendemoshaciéndolas; por ejemplo, los hombres se hacen albañi-les construyendo y tañedores de lira, tocando la lira; asítambién nos volvemos justos haciendo actos justos,moderados haciendo actos moderados, valientes hacien-do actos valientes.

Esto es confirmado por lo que sucede en los estados; pueslos legisladores hacen buenos ciudadanos formandohábitos en ellos, y ese es el deseo de todo legislador; yquienes no lo realizan no dan en el blanco, y es en esto enlo que una buena constitución se diferencia de una mala.

Además, es por las mismas causas y por los mismosmedios por lo que toda virtud es tanto producida comodestruida, y similarmente todo arte; pues es por tocar lalira por lo que se producen buenos y malos tañedores delira… Esto, entonces, sucede también con las virtudes;haciendo los actos que hacemos en nuestros tratos conotros hombres nos volvemos justos o injustos; y hacien-do los actos que hacemos en presencia del peligro y habituándonos a sentir miedo o confianza, nos vol-vemos valientes o cobardes. Lo mismo pasa con los apetitos y los sentimientos de ira; algunos hombres sevuelven moderados y cordiales, otros demasiado indul-gentes consigo mismos e irascibles, al comportarse deun modo u otro en las circunstancias apropiadas… Noes de poca importancia, pues, el que formemos hábitosde una clase o de otra desde nuestra mismísima juven-tud; es de muy grande importancia, o más bien de sumaimportancia.

ARISTÓTELES

Ética a Nicómaco

a) Explique brevemente el significado del par de tér-minos contrastados «virtud intelectual»/«virtudmoral» y de los términos «potencialidad», «consti-tución» y «causa».

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Virtudes intelectuales

También llamadas dianoéticas, son aquellas que sealcanzan gracias al cultivo de la razón. Una de ellases la sabiduría a secas, a la que se llega mediante unavida entregada a la contemplación y el ocio paralograr el conocimiento de las primeras causas y asíalcanzar el pico máximo en la pirámide del conoci-miento planteada por Aristóteles.

La otra es la prudencia, que se vincula al saber actuaracorde al justo medio, en el camino del bien indivi-dual y del bien común.

Ambas virtudes nacen y se desarrollan a partir de laenseñanza, es decir, en el vínculo entre maestro ydiscípulo, en el juego de la pregunta, la constancia yla búsqueda.

Virtudes morales

Son virtudes adquiridas por el hábito, es decir, por elejercicio, la práctica y la repetición de ciertas actitu-des que conllevan el bien. Por esto, no surgen pornaturaleza; es decir, no las tenemos al nacer, sino quelas adquirimos en el ejercicio. Son ejemplos de virtu-des morales la generosidad y la templanza, pero laprincipal virtud moral, según Aristóteles, es la justicia,porque su posesión ayuda a encontrar el equilibrioentre extremos en el que se encuentran todas lasotras virtudes.

Potencialidad

Proviene del término aristotélico «potencia», com-prendido como lo que puede llegar a ser esto oaquello, en el juego de movimiento de la potencia alacto. Por naturaleza, a la potencia le sigue el acto; porlo tanto, a una potencialidad de ser le sigue una acti-vidad que la realiza. Por ejemplo: tenemos los oídos,por lo cual somos seres auditivos en potencia, peroes solo en el momento en el que oímos cuando esapotencialidad se actualiza.

Constitución

Se refiere a la constitución político-jurídica de unanación o polis. En su teoría política, Aristóteles desarro-lla diferentes tipos de constituciones hasta encontrarla que permite el bien común de un modo óptimo.En este caso, lo que hace buena a una Constituciónes que la voluntad de los legisladores y, por tanto, elespíritu de la ley, sea fomentar buenos hábitos en losciudadanos, que llegarán así a ser virtuosos.

Causa

El término remite a aquello que produce o hace quealgo suceda, se ponga en movimiento, se realice, llegue a ser o se destruya, teniendo en cuenta la cir-cunstancia y el vínculo con otras cosas. Aristótelessostiene que existen cuatro causas: la formal, lamaterial, la eficiente o agente y la final.

b) Desarrolle el contenido del texto siguiendo suestructura conceptual y argumentativa.

El texto se refiere a las dos clases de virtudes: las vir-tudes intelectuales y las virtudes morales.

Las primeras están vinculas a la sabiduría y a la pru-dencia, y también son llamadas virtudes teóricas yvirtudes prácticas, según se refieran al saber en suprofundidad (sabiduría) o al saber hacer (prudencia).Muestran el camino que permite alcanzar la felicidadpersonal y el bien común. Estas virtudes se adquierenpor la enseñanza y se asientan en el conocimiento decausa y en saber por qué algo es bueno, o no lo es.

Por su parte, las virtudes morales, referidas al actuarcotidiano, según causas y circunstancias, son la tem-planza y la generosidad. A diferencia de las intelec-tuales, las morales son adquiridas mediante el hábi-to, es decir, la repetición, el ejercicio y la experiencia,pues, al igual que las artes, no necesitan del conoci-miento de las causas, sino de la práctica. Por ello, noson virtudes adquiridas por naturaleza, aunquepodemos recordar que para Aristóteles existe unanaturaleza humana constitutiva que se actualiza conel tiempo, la enseñanza y la posición. Ahora bien, elhombre no solo busca su propio bien, sino tambiénel bien común, pues vive con otros hombres en losestados. Así, una manera de alcanzar estas virtudesmorales es mediante la formación de ciudadanosbuenos, por parte de los legisladores, en el marcoconstitucional de dichos estados. Así, las virtudesfomentadas y practicadas desde la juventud permitenseguir el camino del justo medio entre, por ejemplo, lacobardía y la valentía. También moderan y hacen cor-diales los apetitos y sentimientos que nublan la razón.

c) Enmarque el contenido del pasaje en el contextode las doctrinas éticas de Aristóteles.

La ética aristotélica remite a su filosofía práctica en elmarco del saber actuar, y considera que el hombretiende por naturaleza a su propio bien: la felicidad.Ahora bien, para que esto sea posible, es menesterrecordar que, según Aristóteles, el hombre es pornaturaleza un animal social. Así, convive con otroshombres en el camino del bien común. En este sentido,el bien es posible de alcanzar mediante la prudenciay el fomento de virtudes morales que permitanconstituir hábitos de buen actuar. Se trata de buscarla armonía que brinda el justo medio entre hábitos,sentimiento y apetitos extremos. Por ejemplo: elhombre no ha de ser ni cobarde, ni valiente, sinopoder vivir y convivir en un punto intermedio, ytener, a su vez, la suficiente claridad de razón y hábitoformado como para actuar con valentía o cobardíasegún las circunstancias. Por ende, tanto las virtudesintelectuales como las virtudes morales permitenalcanzar el bien individual y el bien común.

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d) Presente la estructura conceptual y argumentativadel texto mediante un esquema, mapa conceptualu otra fórmula alternativa.

� Aristóteles (II).

Decir que la felicidad es lo mejor parece ser algo unáni-memente reconocido, pero, con todo, es deseable expo-ner aún con más claridad lo que es. Acaso se conseguiríaesto si se lograra captar la función del hombre. En efecto,como en el caso de un flautista, de un escultor y de todoartesano y, en general, de los que realizan alguna fun-ción o actividad, parece que lo bueno y el bien están enla función, así también ocurre, sin duda, en el caso delhombre, si hay alguna función que le es propia. ¿Acasoexisten funciones y actividades propias del carpintero,del zapatero, pero ninguna del hombre, sino que este espor naturaleza inactivo? ¿O no es mejor admitir que asícomo parece que hay alguna función propia del ojo y dela mano y del pie y, en general, de cada uno de los miem-bros, así también pertenecería al hombre alguna fun-ción aparte de estas? ¿Y cuál, precisamente, será estafunción? El vivir, en efecto, parece también común a lasplantas, y aquí buscamos lo propio. Debemos, pues,dejar de lado la vida de la nutrición y crecimiento. Segui-ría después la sensitiva, pero parece que también esta escomún al caballo, al buey y a todos los animales. Resta,pues, cierta actividad propia del ente que tiene razón.Pero aquel, por una parte, obedece a la razón y, por otra,la posee y piensa. Y como esta vida racional tiene dossignificados, hay que tomarla en sentido activo, puesparece que primordialmente se dice en esta acepción. Si,

entonces, la función propia del hombre es una actividaddel alma según la razón, o que implica la razón, y si, porotra parte, decimos que esta función es específicamentepropia del hombre y del hombre bueno, como el tocar lacítara es propio de un citarista, y así en todo, añadiéndo-se a la obra la excelencia queda la virtud (pues es propiode un citarista tocar la cítara y del buen citarista tocarlabien), siendo esto así, decimos que la función del hombrees una cierta vida, y esta es una actividad del alma yunas acciones razonables, y la del hombre bueno, estasmismas cosas bien y hermosamente, y cada uno se reali-za bien según su propia virtud; y si esto es así, resultaque el bien del hombre es una actividad del alma deacuerdo con la virtud, y si las virtudes son varias, deacuerdo con la mejor y más perfecta y, además, en unavida entera. Porque una golondrina no hace verano, niun solo día, y así tampoco ni un solo día ni un instante(bastan) para hacer venturoso y feliz.

ARISTÓTELES

Ética a Nicómaco

a) Resuma el contenido de este texto y defina tres delos términos subrayados.

Según el texto, para Aristóteles, la felicidad para elser humano es lo mejor a lo que se puede aspirar,pero es necesario describir en qué consiste. No obs-tante, para establecer una definición de la felicidades necesario indagar en primer lugar sobre la fun-ción propia del ser humano, una pregunta que puederesponderse identificando cuál es la actividad propiade los hombres. Para ello, Aristóteles comienza afir-mando que aunque vivir es la actividad propia delhombre, también lo es de las plantas, por lo que estano puede considerarse la respuesta buscada. Porotra parte, la facultad sensitiva es compartida tam-bién por los animales por lo que tampoco puedeconsiderarse que esta facultad sea una actividad pro-pia de los hombres. La facultad exclusiva, por tanto,que le resta al ser humano es la razón. Ahora bien,para Aristóteles, la razón se divide en dos partes, unapasiva, que recibe órdenes y otra activa, que piensa.Esta última parte, la parte activa, es la que representala función propia del hombre que, sin embargo, debellevar a cabo ciertas acciones razonables para utili-zarla bien. La virtud del hombre consiste, nos diceAristóteles, en el buen uso de la función que es propia,virtud cuya consecuencia es el bien. Solo si desarro-llamos la virtud suprema del ser humano, la razón,podremos ser felices.

Felicidad

Es el bien supremo al que tiende el hombre pornaturaleza. Una vida feliz es aquella que, tras haberlavivido, quien lo ha hecho la considera exitosa y sesiente, por tanto, satisfecho y afortunado. Para Aristó-teles, la felicidad consiste en realizar actividades que

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Virtudes

Bien personal

Bien común

Intelectuales

Enseñanza

Hábito

Sabiduría

Generosidad

Justicia

Templanza

Prudencia

Morales

adquiridas

� Fomentados desde la juventud.Constituciones políticas.

adquiridas

Semejante a las artes

vayan en consonancia con la propia naturaleza. Losseres humanos estamos dotados con una serie defacultades naturales, y es cultivando estas facultadescomo podemos lograr el éxito personal que conducea la felicidad. Así, para conseguir la felicidad, es nece-sario desarrollar a lo largo de la vida una conductaque lleve a la virtud y evite el vicio, es decir, desarro-llar una conducta equilibrada, que evite los excesos.Esto se consigue mediante la práctica, tras un forzosoy continuo ejercicio.

Sensitiva

Con este término, Aristóteles hace referencia a unaparte del alma humana. Aristóteles entiende poralma aquello que anima a los seres y que les impulsaal movimiento. Según el filósofo, el alma tiene trespartes. La primera es el alma vegetativa, que escomún a plantas, animales y seres humanos. Estaparte del alma se encarga de la nutrición y del creci-miento de los seres. La segunda parte corresponde alalma sensitiva, que es la parte encargada del movi-miento local y de los afectos, común a animales y aseres humanos y la última parte es la racional o inte-lectiva, que corresponde únicamente a los sereshumanos y es el lugar donde se aloja la razón.

Virtud

Para Aristóteles, la virtud o areté consiste en el domi-nio o sometimiento del deseo a la razón. La conductahumana que lleva a virtud y que evita el vicio essiempre una conducta equilibrada, que evita los ex-cesos. El carácter humano está formado por muchastendencias o impulsos que la razón debe moderar; así,existen conductas viciosas por exceso o por defecto,la virtud se halla en el justo medio entre ambas. Lavirtud principal para Aristóteles es la justicia porquesu posesión ayuda a encontrar el equilibrio entre ex-tremos en el que se encuentran las otras virtudes.

b) Exponga la ética y la política aristotélicas.

La ética aristotélica es eudaimonista, es decir, es unaética basada en la búsqueda de la felicidad, el fin últi-mo de la vida humana. Toda ella gira en torno a esteconcepto y a cómo conseguirlo; unos presupuestosque también influyen en el desarrollo de su discurso:una vez establecido el fin, es necesario buscar losmedios para lograrlo.

Según el filósofo, aunque todos los seres humanospartimos de una situación determinada con la quenacemos, todos tenemos la capacidad de ser felices(a pesar de que tengamos menos bienes que otros onuestras circunstancias sean peores). No obstante,Aristóteles reconoce que para alcanzar dicha felicidaddeben existir unas condiciones mínimas externas, esdecir, debemos poseer ciertos bienes que permitansatisfacer nuestras necesidades primarias. Una vez

alcanzadas dichas condiciones mínimas, la felicidadsolo dependerá de nuestras acciones. Para lograr unavida feliz es necesario realizar actividades que vayanen consonancia con la propia naturaleza.

Asimismo, la capacidad de razonar nos diferencia delresto de seres naturales, por ello, un ser humano nopuede alcanzar una vida feliz si no le dedica atencióna la actividad racional. Pero el alma humana no essolo su razón. Tiene además una parte vegetativa yotra sensitiva. En ellas se encuentra la facultad deldeseo, que puede obedecer o desobedecer a larazón. Para Aristóteles, la virtud ética consiste en eldominio y sometimiento del deseo a la razón.

Aristóteles analiza las virtudes y defectos propios delser humano y llega a la conclusión de que la virtud oareté se encuentra en el punto medio, es decir enejercer las facultades de cada uno en su justa medi-da. Poseer una virtud en exceso resulta tan nefastocomo desarrollar exageradamente el otro extremo.Siguiendo el punto medio entre dos extremos éticosen la vida, sabremos conducirnos cuidando nuestrapropia persona y la de los demás. La justicia es puesla virtud principal porque ayuda al ser humano aencontrar el equilibrio entre los extremos, siendo elobjetivo la moderación frente al exceso, que lleva acometer acciones deplorables, aunque originalmentese pensaran con buena intención.

La concepción aristotélica de la ética tiene su funda-mento en las divisiones que establece del almahumana: la parte intelectiva, la propia del hombre, sesubdivide en teorética o noética, que se correspondea la razón teórica, y ética o dianoética, con la razónpráctica.

La razón que se precisa para la ética no es la razónnoética, sino la razón dianoética. Para Aristóteles, lafigura modelo de la virtud como término medio es ladel «hombre prudente», noción que se fundamentaen la idea de saber actuar en el momento oportuno.La regla del término medio no es absoluta, no fun-ciona siempre igual, sino que es relativa al hombre ysus circunstancias, de ahí que sea necesario unmodelo de aplicación. Sin embargo, la prudencia úni-ca mente se puede contemplar a través de un ejemploconcreto y, como sabiduría práctica, no es enseñablesi no es de esa manera. Por ello, dice Aristóteles quedebemos observar a las personas prudentes y apren-der así ese tipo de sabiduría.

En lo que se refiere a la política, según este filósofo,los seres humanos no son individuos aislados sinoque son por naturaleza seres sociales. Por eso, la pro-pia naturaleza humana exige la existencia misma delEstado que persiga el bien común. Sin este no habríaindividuos verdaderamente humanos que intentenlograr su propio bien individual.

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Asimismo, para él, las formas de gobierno más ade-cuadas serían la monarquía y la aristocracia. Pero,como es preciso tener en cuenta que quienes han degobernar son seres humanos concretos con tenden-cia natural a orientar la acción hacia el beneficio personal, la forma de gobierno preferible es la demo-cracia o politeia por ser la que entraña menos riesgode pervertirse.

c) Describa brevemente el contexto cultural en el quevivió Aristóteles.

Aristóteles vivió en el siglo IV a. C. y fue contemporá-neo y discípulo de Platón y pese a que no conociópersonalmente a Sócrates, puede rastrearse lainfluencia de este en su pensamiento Los discípulosde Sócrates, entre los que se encontraba Platón, sehabían encargado de extender sus doctrinas, su bús-queda de la verdad por encima del relativismo moralde los sofistas y su método dialéctico.

Sin embargo, en aquella época no solo eran conoci-das las doctrinas de Sócrates sino también las de losfilósofos presocráticos, algunas de las cuales recogióel propio Aristóteles con el objetivo de refutarlas.

Pero la influencia más palpable que recibió Aristóte-les fue, como no podía ser de otra manera, la de Pla-tón, su maestro en la Academia. Toda la construcciónfilosófica de Aristóteles parte de Platón y apuntacontra él, en un esfuerzo de refutar al maestro,abriendo una nueva vía para comprender la realidad,una dualidad de enfoques que puede rastrearse has-ta nuestros días.

Para Aristóteles, el conocimiento también es conoci-miento de lo universal y necesario y, sin embargo, nopor ello renuncia al mundo sensible —que en Platónqueda apartado de los objetivos de la ciencia— sinoque considera que todo conocimiento empieza enese mundo, aunque no termine en él. El entendi-miento, no obstante, discrimina en nuestras percep-ciones sensibles lo que en ellas hay de esencial. Laesencia del objeto que hemos captado, libre de losaccidentes, es común a todos los objetos e indivi-duos de esa especie.

En su concepción de la naturaleza, Aristóteles plan-tea un modelo finalista o teleológico, en el que elorden del universo no obedece a fuerzas ciegas omecánicas sino que todas las substancias se dirigena un fin: alcanzar la perfección que les es propia. Aris-tóteles señala la imposibilidad de negar el movi-miento o el cambio —como había hecho Parméni-des y después Platón— y pasa a definirlo como elpaso de la potencia al acto. En todo cambio haysiempre algo que permanece; algo que desaparece ytambién algo nuevo que aparece. Así pues, la sustan-cia está compuesta, según Aristóteles, de materia y

forma. La materia es indeterminada y está en estadode potencia respecto a la forma. La forma informa ala materia y la actualiza, un concepto que se corres-pondería con la Idea platónica, aunque ahora estasea inmanente a la sustancia. Esta doctrina se conocecon el nombre de hilemorfismo, una doctrina opuestaa Platón desde su concepción.

d) Relacione la doctrina moral aristotélica con otroplanteamiento ético o político que conozcas como,por ejemplo, el de Platón, Santo Tomás, Kant, Marxo Nietzsche.

La ética kantiana no busca la felicidad humana,como lo hace la aristotélica, sino la consecución deldeber. Mientras que la ética de Aristóteles es mate-rial, es decir, parte de situaciones reales del mundosensible para establecerla, la de Kant es formal, puestoque prescinde de las condiciones del mundo parafundamentar la ética que correspondería a un Estadoideal.

Kant comienza la Fundamentación de la metafísica delas costumbres, la obra en la que expone su doctrinamoral, con una célebre aseveración: «Ni en el mundo,ni en general, tampoco fuera del mundo, es posiblepensar nada que pueda considerarse como buenosin restricción, a no ser tan solo una buena volun-tad»; el bien se define no por lo que se realiza, esdecir, por las consecuencias de la acción, sino por elsometimiento de la misma a la forma de la acciónmoral: la universalidad. Según Kant, toda ley moraltiene una materia y una forma: la materia de la ley eslo que manda la ley; la forma de la ley es la universa-lidad, entendiendo por universalidad aquello que esválido para todas las acciones del mismo tipo, entodo tiempo y espacio y para todos los sujetos ytodos los casos. Con esta tesis, Kant se aleja de las éti-cas materiales, es decir, de aquellas que pretendenderivar sus principios y leyes a partir de la observa-ción de los hechos y que se basan en la experiencia,como ocurre con la ética aristotélica. La buena volun-tad es la que actúa por deber, y el deber no vienedefinido por ningún contenido material sino que esel cumplimiento de la ley.

Las éticas materiales —el eudaimonismo aristotélico,por ejemplo— se basan en imperativos hipotéticos(la acción es buena solo como medio para otra cosa).La ética formal, en cambio, se basa en el imperativocategórico (la acción es buena en sí), un tipo de nor-ma que no proviene de la experiencia sino que debeser definida a priori.

Las tres formulaciones del imperativo categórico son:

� Fórmula de la ley universal: «Obra solo según unamáxima tal que puedas querer al mismo tiempoque se torne en ley universal».

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� Fórmula del fin en sí mismo: «Obra de tal maneraque uses a la humanidad, tanto en tu personacomo en la persona de cualquier otro siemprecomo un fin y nunca solamente como un medio».

� Fórmula de la autonomía: «Que la voluntad, por sumáxima, pueda considerarse a sí misma, al mismotiempo, como universalmente legisladora».

El establecimiento de máximas de comportamientoes contrario a la ética aristotélica, puesto que el filó-sofo griego considera la ética como una ciencia prác-tica que debe ser llevada a cabo mediante la razóndianoética y no mediante la noética. Aristóteles con-sidera que la prudencia es la que debe decidir encada caso qué es lo apropiado. Kant, por el contrario,establece pautas universales que deben ser aplica-das en cualquier situación.

e) Escriba un breve ensayo sobre algún problema res-pecto al que el texto te haya dado que pensar enrelación con tu concepción de la moral.

El objetivo de la ética aristotélica es la felicidadhumana pero esta es una felicidad muy concreta yprecisa: la del hombre dedicado a la vida contempla-tiva. Sin embargo, tal y como Aristóteles expresa enalguna ocasión, la filosofía así concebida se convierteen una actividad de lujo que solo puede realizarsecuando las necesidades básicas se encuentrancubiertas. Para llevar a cabo la vida contemplativa, lamejor vida posible para Aristóteles, desde un puntode vista ético, es necesario disponer tanto de bienes-tar material como de tiempo libre, dos cosas que,desgraciadamente, no se encuentran al alcance detodo el mundo.

La felicidad entonces se convierte en objeto de lujo,puesto que pocos son los seres humanos que pue-den permitirse la vida contemplativa. El eudaimonis-mo aristotélico solo puede ser llevado a sus últimasconsecuencias por los aristócratas, puesto que losque han de trabajar para poder vivir no puedenacceder a ese género de vida. Es decir, su doctrinaética no es apropiada para todos, pues aunque seintente la consecución de la felicidad, solo los quecuentan con las circunstancias apropiadas puedenperseguir ese objetivo.

Por otra parte, su teoría de la virtud —lo que seencuentra en el punto medio entre dos pasionescontrapuestas— no siempre puede llevarse a cabo.Existen situaciones, que precisamente son las queponen a prueba las doctrinas éticas, en las que no esposible tener una actitud moderada.

Pero, a pesar de estas objeciones, la doctrina éticaaristotélica ofrece muchas tesis interesantes. Porejemplo, el concepto de prudencia como sabiduríapráctica, que no es posible aprender, sino solo imitar

de ciertas personas prudentes resulta muy intere-sante en nuestra época actual. En este mundo veloz,en el que se plantean nuevas situaciones éticas acada instante, la idea aristotélica de que la prudenciasolo dependa de los acontecimientos concretos, estoes, la idea de que la ética sea un saber contingente,resulta muy acertada.

�� Aristóteles (III).

Es evidente, entonces, que la comunidad política mejores la de la clase media, y que pueden tener un buengobierno aquellas ciudades donde la clase media seanumerosa y muy superior a ambos partidos, y si no, auno u otro; pues agregándose produce la nivelación yevita la aparición de los excesos contrarios. De aquí quela mayor felicidad consiste en que los ciudadanos pose-an una fortuna media y suficiente; puesto que dondeunos tienen mucho en exceso y otros nada, o apareceuna democracia radical o una oligarquía pura o unatiranía, motivada por ambos excesos; ya que, de lademocracia más vehemente y de la oligarquía nace latiranía, y de los regímenes intermedios o muy próximos,mucho menos. La causa, luego, al estudiar los cambiosde los sistemas políticos la explicaremos.

ARISTÓTELES

Política, Libro IV. Capítulo 11

a) Explique el sentido del texto y analice los términossubrayados.

El texto se refiere al «buen gobierno» de las comuni-dades políticas, es decir, de las polis o ciudades-esta-dos en las cuales habitan los hombres libres, y cuyafinalidad suprema es alcanzar el «bien común».

El buen gobierno debería permitir a su polis alcanzardicho fin, permitiéndole el acceso a los bienes mate-riales para que sus ciudadanos puedan sobrevivir y,sobre todo, mediante el cultivo y la práctica de la vir-tud. De este modo no solo se alcanzaría el «biencomún», sino que se facilitaría el camino hacia la«felicidad», el bien supremo al que los ciudadanostienden por naturaleza. El texto plantea que paralograr ese buen gobierno es necesaria una ampliaclase media, como fundamento de la Constituciónpolítica de la ciudad. Tanto ricos como pobres seencuentran en los extremos, lo que tiene consecuen-cias indeseadas: los ricos, porque se dejan llevar porel egoísmo y la ambición, y los pobres, porque sonsiempre una carga y un peligro para el Estado.

Se trata del famoso «término medio» aristotélico,según el cual la virtud, es decir, la excelencia que lepermite al hombre alcanzar el bien supremo, seencuentra en el medio de los extremos, en la armo-nía: ni en la carencia, ni en el exceso. Así, en este caso,el término medio remite a la comunidad política, enla cual habita el hombre libre.

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Comunidad política

Según Aristóteles, el hombre es un «animal social»que para realizarse en plenitud necesita pertenecer auna comunidad. La comunidad griega por excelenciaes la ciudad, la polis, la culminación de un desarrollode las distintas asociaciones humanas (familia, tribu,aldea). La ciudad constituye la forma natural de vidahumana, la forma ideal de vida social y de Estado.

Buen gobierno

La auténtica misión y tarea del Estado es crear lascondiciones para que se dé una vida buena y per- fecta, es decir: satisfacer las necesidades primarias ymateriales de los ciudadanos. Parafraseando al filó-sofo: «El Estado está hecho para que la comunidadviva, no solo biológicamente, sino para que vivabien», un concepto que coincide con el de buengobierno. Ahora bien, Aristóteles, a diferencia de Pla-tón, no busca un gobierno ideal, válido para todotiempo y lugar, pues cada Estado es diferente y enfunción de sus condiciones, puede precisar gobier-nos distintos.

Felicidad

Es el bien supremo al que tiende el hombre pornaturaleza. Una vida feliz es aquella que, tras haberlavivido, quien lo ha hecho la considera exitosa y sesiente, por tanto, satisfecho y afortunado. Para Aristó-teles, la felicidad consiste en realizar actividades quevayan en consonancia con la propia naturaleza. Losseres humanos estamos dotados con una serie defacultades naturales, y es cultivando estas facultadescomo podemos lograr el éxito personal que conducea la felicidad. Así, para conseguir la felicidad es nece-sario desarrollar a lo largo de la vida una conductaque lleve a la virtud y evite el vicio, es decir, desarrollaruna conducta equilibrada, que evite los excesos. Estose consigue mediante la práctica, tras un forzoso ycontinuo ejercicio.

Ciudadanos

Hombres libres que habitan en las ciudades-estado,quedando excluidos, por su naturaleza, los esclavos ylas mujeres. Puesto que, aunque Aristóteles señale laimportancia de la igualdad, en la ciudad todos noson iguales, —la justicia se asienta en una igualdadque no es para todos sino solo para los ciudada-nos— Aristóteles considera que existen desigualda-des justas. De este modo, para él no son merecedo-res del derecho de ciudadanía ni esclavos, ni mujeres,ni artesanos, labradores y mercaderes, de los quedice que es preferible que sean esclavos. Para Aristó-teles unos hombres son libres por naturaleza y otrosesclavos, y para estos últimos, la esclavitud es justa yconveniente.

Democracia

Forma de gobierno que otorga poder al pueblo, peroque Aristóteles cuestiona en el caso de que los ciu-dadanos no tengan una riqueza media y suficiente.

b) Los regímenes políticos y la noción de «vida bue-na» en la política de Aristóteles.

Regímenes políticos

Se refiere a las «formas de gobierno». Para una mejorcomprensión, es importante recordar que, para Aris-tóteles, el bien y el fin coinciden y que el bien supre-mo es la felicidad. Por tanto, el Estado debe velarpara que la ciudad alcance la felicidad. Ahora bien,Aristóteles, a diferencia de Platón, no busca ungobierno ideal, válido para todo tiempo y lugar, puescada Estado, en función de sus condiciones, puedeprecisar gobiernos distintos. Así por ejemplo, para unEstado pequeño puede valer una aristocracia o unapoliteia, pero para un Estado grande y muy extenso,difícilmente podrían unirse en asamblea todos loshombres libres, por lo que quizá en ese caso fueramejor una monarquía.

Aristóteles plantea las condiciones para que ungobierno, sea del tipo que sea, permita la justicia ydesarrolle la prosperidad económica y la vida virtuosay feliz de sus ciudadanos. De esa manera, las formasde gobierno pueden ser clasificadas en base a doscriterios:

Según el número de gobernantes (uno, varios o lamayoría).

Según la autoridad persiga el bien común (gobiernojusto) o su propio interés (gobierno injusto).

La mejor forma de gobierno para el filósofo, no obs-tante, es la formada por ciudadanos de clase mediacon una fortuna modesta, con elementos aristocráti-cos que actúen como contrapeso. Y su objetivo debeser alcanzar el término medio, la clave de la armonía,tal y como queda patente en el texto.

Vida buena

Una vida buena es la orientada en torno a la virtud ycuyo fin es el bien supremo al cual tiende, por natu-raleza, el hombre libre; a diferencia de la «buenavida» centrada en los bienes materiales y su acumu-lación y/o adquisición.

Para Aristóteles, todas las actividades del hombredeben confluir en este bien supremo humano: lavida buena. Su significado —aunque se suele tradu-cir por «felicidad»— es complejo: significa crearnosun buen carácter que nos permita estar contentos,dichosos, llevar una vida agradable (aspecto subjeti-vo) y también llevar una vida buena o noble (aspectoobjetivo).

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Tal felicidad ha de ser autosuficiente y buscada por símisma y nunca como medio para otra cosa. Así,según Aristóteles, el hombre solo será feliz si vive suvida conforme a la razón, pues solo así podrá llevaruna vida buena y una buena conducta.

Aristóteles pone varios ejemplos de cómo la activi-dad racional del hombre entiende esa felicidad y lavida buena. Entre estos, señala que el hombre con-templativo llega a ser un hombre feliz de verdad,porque el acto de pensar es lo más divino que hayen el hombre. El sabio necesita muy pocas cosaspara vivir y realiza la actividad que distingue al hom-bre de los animales y que más le asemeja a los dio-ses, que son los más dichosos.

c) Teniendo en cuenta la pregunta anterior, relacionea Aristóteles con algún otro autor o corriente depensamiento, señalando aproximaciones o dife-rencias.

Ante todo, es posible remarcar una diferencia conSócrates, para quien la virtud es el saber y, la igno-

rancia el vicio, y para el que, por tanto, basta conocerel bien, para dejar de hacer el mal.

Sin embargo, para Aristóteles, la virtud remite al justomedio entre extremos, el cual no puede ser ni uno, niúnico, ni idéntico para todos los hombres y, por tan-to, es la virtud —esa capacidad racional de saberescoger entre ambos— la que permite, al hombrelibre, alcanzar su felicidad y una vida buena.

En este sentido, es importante recordar como paraAristóteles la vida buena por excelencia es la centra-da en la contemplación y la teoría, mientras que paraotros autores, como por ejemplo Wittgenstein, se tratade la vida práctica, centrada en la acción y la palabra.

Por otro lado, en relación a los regímenes políticos, lamayor diferencia la encontramos con Platón, ya queAristóteles no esperaba, a diferencia del intento desu maestro en la República, el logro de un Estado idealy valido para todo tiempo y lugar sino que para él,cada Estado, en función de sus condiciones, podíanecesitar un gobierno diferente.

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