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  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    1/20

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    ; 630 Carlos Escud

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    S.t CV{

    c . e n l . ~ L

    ( w 0 ~ ~ 1 t )

    Rplica

    al

    comentario sobre

    La

    declinacin

    argentina.

    IN MEMORIAIVi

    636 Jorge A. Sbato

    (1924-1983).

    RESEAAS BIBL.IOGRAFICAS

    :r

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    REALIZACION GRAFICAi

    DEPARTA""'ENTO EDITORIAL DEL

    INSTITUTQ DE' ~ E S A R R O L L O ECONOMICO Y SOCIAL

    Coordinadt?r editorial Getu

    Lo E.

    Steinbach.

    Colaboradores tllcnlcos Hctor Carreira, Osear S. Jimnez

    . v

    Anaet r ~ i l : ~ r n e .

    Colaboradores administrativos Niida E. Wechsler, Delfn

    ... . M ~ i J n ~ ~

    "Tlca, Jos L. Castillo, Isabel Paz y Miguel Angel

    : : \ ~ . i l i l ~ n o

    :'

    ,1

    . ,

    ,,

    '.(

    ;

    1

    1

    Desarrollo Econmico, .l3, N 92 (enero-marzo 1984)

    LA ARGENTINA EN LA DEPRESION:

    '

    ..

    - - - ~ ..: .

    ,

    ' -

    . .

    LOS PROBLEM S DE UNA ECONOMIA ABIERTA

    ARTURO O'CONNELL*

    La Depresin de los aos

    '30 y

    la Segunda Guerra Mundial trajeron:, .

    c o n s 1 g o ' ' \ m ~ e a o ~ d e

    a:ecliiiCiri enla.S transacciones econmicus 'inter-,

    - - ~ - . - - . . . . - ...

    P............

    ....

    ..

    .......... _........._____

    _.

    .......... - ................. --------- ........,

    ~ ~ i o i t i l i r ~ r a 7 c ~ ~ < > ~ J J ~ ~ ~ ~ c i ~ c t l ; P ~ ~ J > a ~ 1 - ~ ~ a ~ i ~ ~ i e 6 ~ ~ ~ ~ c i i ~ a ~ : ' :

    la posguerra

    y

    una vez que el comercio internacional

    y

    los movimientos de .

    capital comenzaron a florecer nuevamente, la "apertura de la economa"

    readquiri la popularidad que haba perdido.

    Se

    aconsej incesantemente, a

    los pases en desarrollo, el abandono

    de

    los mecanismos y polticas postula

    dos en pocas ahora visualizadas como distantes

    y

    su adhesin al nuevo

    credo. Los aos '30, parecera, a veces, insinuarse, habran constituido una

    aberracin, una era patolgica. De acurdo con esta ptica, los problemas

    de dicha poca

    no

    se presentaran nunca ms.

    Y,

    en consecuencia, no habra

    justificativos para ajustarse a ideas generadas en circunstancias

    tan

    excepcio

    nales.

    P Q . ~ . J o

    contrario,

    la

    d,cacia previa

    ~ l a d , e

    los

    a_os

    '2()= " ~ _ c o r d - < l e

    por estos mismos sectores, en la Argentina

    y

    en o t r o s _ p a s ~ _ r _ g _ ~ . t Y E . m e n . ~ .

    e s a r r o 1 I i Q o - s a e s u : c r a m n c a , c o m o ~ i p a r a i l l g m a d e " u a era de prosperidad

    asoCiada.

    con

    la

    existencia

    de

    una ~ t g r l _ < M > P :

    - ~ i r . l : l ~ h - - - - - ~ Q l L J l i

    ..

    economa

    mUararyeii a queerEstaao, todava, no intervena en la conduccin de .

    2.s

    asw1 Qs.econ9mfc. r e

    I o s " i i O S " " a t , " i n a o e r ; ~ q u e l e j o r a e c o n . i f i t w T

    ..

    peroao.tan excepcional

    _se

    trata

    oeho cas1

    normruaunqe

    a T O r i i l a l i ~ l J .

    Glrto

    iiiod9:13astante

    ' t ) l ' I : l l ~ t i t e ~

    _ . Q o t i s ~ c \ E i i ' ~ ~ -

    C"CI i

    J < > : ~ ~ i l < i ~ : ..

    m t t i n ~ c n t i c . a r ~ . l l 1 Q s . 1 ~ . o p i n i n

    que sostiene que la-dcada previa fue incuestionablemente prspera

    y

    armo-

    niosa:;:A:dems;se"Vl l' .:que Ull _egol1

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    482

    ART. l O'CONNELL

    carne desde el

    Ro

    de la Plata a

    GranBretaa.

    Los mecanismos de precios

    de triltnsferencia entre las subsidiarias de estas empresas transnacionales, ha

    subfacturacin, las guerras de precios y todas las prcticas habituales en

    estas condiciones, contribuyeron a desestabilizar

    an

    ms los preCios y vol

    menes de exportacin

    4

    A pesar de una cierta relacin inversa entre precios de exportacin y

    volmenes, congruente con un pas que no era mero

    to.mador

    de precios,

    en el mercado internacional, los valores de exportaci n tambin presentaron

    un grado significativo de inestabilidad. En el

    perodo

    1 9 1 7 ~ 2 9

    tal

    n e s t a ~

    bilidad fue mayor que en

    todos

    los perodos anteriores o posteriores

    de

    la Argentina, muy por encima, por ejemplo, del que experimentaron los

    pases .en. vas de desarrollo en los aos poster iores a la Segunda Guerra S.

    Si los precios de importacin hubieren oscilado en la misma direccin y

    grado que los de exportacin, su inestabilidad no hubiese si4o importante

    en trminos de capacidad de importacin y balanza de pagos, aunque no

    hubiera sido

    un

    fenmeno neutral

    en

    lo que se refiere a SlJS efectos sobre la_

    distribucin del ingreso dentro del pas. De todos modos, lo q ue sucedi fue

    justamente lo contrario. Esto es, los trminos del intercambio de la Argen

    tina sufrieron grandes oscilaciones antes de la dcada del '30 y slo recupe

    raron el nivel anterior a la Primera Guerra Mundial en 1946-50, aunque, como

    veremos, mejoraron considerablemente en medio mismo de

    la

    Depresin

    6

    Los ingresos de capital, tambin, ex:erimentaron oscilacioJ:leS

    s i g x : i J i c a ~

    . _

    tvas, a pesar

    de

    estar canalizados casi exclusivamente hacia la i11yersin di

    recta

    en

    servicios pblicos y a la compra de bonos emitidos por distintos

    E; ntes gubernamentales o bien por las mismas empresas concesionarias

    de

    4

    Vase

    Lzaro NEMIROVSKY: Estructura econmica y orientacin poUtica de la agricultura

    argentina

    Buenos Aires,

    1933,

    pgs.

    142-143, para

    los

    datos de concentracin de

    exportaciones en

    el comercio de cereales. Para los datos y anlisis de pool de los frigorficos, vase 1

    informe oficial

    conjunto

    anglo-argentino

    "Report of

    the Joint Committee

    of

    Enquiry into the Anglo-Argentine

    Meat Trade", HMSO, Londres, 1938. En 1928, la Sociedad Rural Argentina

    haba

    publicado El pool

    de los frigorficos

    escrito

    por

    Rai-Prebisch.

    All

    se

    demostraba que

    en lugar

    de compensar

    las fluc

    tuaciones de los precios, como se haba pretendido, el pool transfera cualquier declinacin de los

    precios y

    tenda

    a

    retener

    cualquier

    aumento de

    los mismos.

    Haba

    diferencias sustanciales

    entre

    los

    precios de exportacin declarados a .las

    autoridades

    argentinas y

    los precios

    de

    importacin

    en

    Gran

    Bretaa. En un episodio famoso, uno de los frigorficos que se haba negado a

    dar

    los datos sobre

    costos a

    una

    Comisir: de Investigaciones

    del

    Congreso

    Argentino,

    fue descubierto

    "in

    frag11nti"

    cuando trataba de

    contrabandear

    su contabilidad de costos en latas

    de comed

    beef. Vase Peter

    SMITH:

    Politics

    and

    Beej

    in A.rgentina

    Nueva

    York, 1970. En cuanto

    a las firmas cerealeras, se dice

    qne

    durante la devaluacin

    forzaban

    a la baja

    los precios

    internacionales a fin de

    monopolizar

    las

    ventajas del precio en

    detrimento

    del productor y del pas. Su actitud se vio favorecida

    por

    la falta

    de silos y elendore;; de granos, lo cual obligaba a la Argentina a vender cada cosecha

    inmediatamente

    despus de levantarla.

    S

    El

    ndice d-e

    incsabiHdad para el

    valor

    de las

    exportaciones

    fue de

    16,8 por ciento

    en el

    perodo

    1917-29. El mismo ndice estimado

    por

    Mac Bean para 35 pases en el perodo 1948-58

    fue de slo 9,06. Vea"e DIEGUEZ, op, cit., pg. 34,

    6

    Los trminos del intercambio disminuyeron, de 1919 a

    1922, un 24 por ciento,

    luego

    aumen

    taron

    un 37 hasta 1925, para volver a caer un 1O

    por

    ciento en

    1926

    y

    1927, aumentar

    un 35 en 1928

    y caer el 7 en 1929.

    En

    promedio, los

    trminos

    del

    intercambio

    en la dcada del '20 estuvieron un

    27 por ciento por debajo del nivel de 1913; d.e paso sea dicho, el

    promedio

    para la dcada del '30 fue

    . ; ~ f l o .

    Vase Manuel BALBOA:

    "L

    evolucin del balance de pagos de la Repblica Argentina,

    ;

    3 950",

    en Desarrollo

    Econmico

    vol. 12, NO

    45, abriHunio 1972,

    donde hay series anuales de

    l Js u ~ r r n a c s

    el

    intercambio

    LA ARGENTINA Et

    DEPRESION

    483

    sE:)rvicios. pblicos. El comportamiento

    de

    estos movimi entos de capital;, de

    largo plazo estaba determinado, principalmente, por las condiciones de los

    m ~ r c ~ d o s

    de capital en las reas "centrales", es decir de Londres hasta

    1914

    y de Nueva York despus de 1924, condiciones que poco tenan que ver con

    la situacin econmica o las necesidades de la Argentina. Y cuando s lo

    estuvieron,-su ingreso al igual que el de los movimientos especulativos, de

    menor importancia cuantitativa, fue marcadamente desestabilizador ya que

    aumentaba

    en tiempos de auge y disminua

    con

    las crisis

    7

    1 . ~ ~ . Mecanismos de transmisin

    Las exportaciones, en el perodo 1925-29, constituan el 24 por ciento

    del producto bruto

    interno y el 67 por ciento de la demand a final para el

    sector rural pampeano. Por otra parte, el capital extranjero posea, hacia

    fines de la dcada del '20, el 32 por ciento de

    todo

    el capital fijo y los in

    gresos brutos corrientes de capital representaban ms del 10 por ciento de

    la inversin bruta fija, principalmente, en obras pblicas o de infraestructura,

    de gran efecto multiplicador y de fuerte encadenamiento hacia atrs. Por lo

    tanto_, ) a n.estabilidad

    de

    las exportaciones y de la entrada de capitales-fue

    1.111

    . u ~ r i e

    g e p ~ r 1 g ) r c i . e i l 1 ~ t a p U i c J a ~ L ~ H Ja ; C:()J:l()J: Ja global a travs.clei fun

    cionamiento del sistema

    de

    ingresos y gastos

    8

    Los hnpa,ctos (=lXtern.os, tambin, se transmitieron a travs del sistem

    fisc:fl

    y

    1noi1etario, ntixnamente

    ligado

    a. las. transacciones. externas

    .

    l

    sistem:mone tari.deLpa s fue.biiutizad.o como de "patrri oro esprdico".

    c:reac:in primaria de dinero estaba regu1ada por el flujo de oroy

    de

    di:

    visas extranJe;raf .

    Al

    no e:idstfr

    un

    Banco Central hasta 1935 (si bien el

    ]3anco de.laNacin Argentina cumpla algunas funciones de ste), a menos

    . v -- - ,- _ ,- , ooe,--'> ,

    ,>, - _-_,-.

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    - - - ' < ' ' , -

    0

    , ,_ , ,,

    .,,

    . , . , o, - ;c; , ' - ' '>

    7 Un ejemplo clsico de variacin de ingresos

    de

    capital

    no

    relacionados con las condiciones

    argentinas es el

    que

    relata Ford. Vase A. G.

    FORD: The Gold Standard 1880-1914 Britain and

    Argentina Oxford, 1962,

    cap. X,

    "Argentina and the

    crisis

    of

    1913-14".

    La

    Guerra

    de los Balcanes;

    por

    sus consecuencias en el mercado de Londres, gener una parlisis en la

    entrada

    de capitales

    y

    pro

    dujo una

    crisis en la

    Argentina -agravada por un posterior fracaso

    en la

    cosecha-, que no

    tena

    ninguna

    justificacin desde

    un

    punto de vista local.

    En

    el

    periodo 1926-28,

    el ingreso

    de capitales de

    largo

    plazo constitua

    algo ms del lO

    por

    ciento del valor

    de las

    exportaciones y

    era,

    por lo tanto, una fuente importante

    de divisas. La inver

    sin privada contribua

    con

    el 41

    por

    ciento y los crditos pblicos

    con

    un 59 del total. Vase evist_a

    Econmica

    (nueva serie), vol. l,

    N

    1

    (1937), cuadro

    6,

    donde

    estn las estimaciones del

    balance

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    ' '

    484

    ARTURO O'CONNELL

    1

    ~ Q . J ; ; t n , 9 < , 2 _ 1 : , u y i ~ ~ l L 1 J ~ . J ? . . ~ i c ~ c t e l i T a b e r a ~ m ~ ~ , ~ - C O E P ~ ~ ~ Q r i a .. ~ J l ~ O

    de :reservas

    en

    efectivo, los prestamos y a expansion secundaria del dinero

    ~ J a [

    t f m t i l f i T I ~ l f t , ~ ~ Q Q g ~ ~ con o L ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ o s

    '1'. .

    t Adems,

    el

    sistema fiscal argentino dependa e x c ~ s i v a m e n t e de las

    v a r l ~ c o e s ~ e a o a r a z a ~ c o i e r c T a r J . ; a s f r e s ' - C m a s ~ p m ~ s - l e t o o o S I O s i - : .

    g r ~ o r c o r e Y r ~ s ~ g o t i t e m o - - s e " " " 5 I " i g i r : \ ~ m r ~ e T o s - a r a n c e 1 e s ~ f e ~ - o r o s . r

    ~ r ~ * ? r ~ ~ ~ ~ r : ~ ~ ~ f u ~ i t ~ l ~ a ' f ~ / ~ ~ ~ ~ ~ ~ : ; ~ ~ i ~ ~ f n ; J ~ ,

    ~ ~ ~ ~ ~ ~ a ~ ~ ~ f f j ~ y - ~ { r ~ ~ ~ a t = i ~ ; ~ ~ ~ i - f W r E r e l ~ ~ ~

    ~ - ~ : l m , R Q t ~ r i 2 x ..

    . $ l . ~ . c : : ~ P J i Q .

    1.3. La vulnerabilidad externa

    y

    l autonoma de

    l

    poltica econmica

    Ge,mo todo pas deudor, la Argentina

    se

    enfrentaba cada ao con una

    carga

    f i J a s ~ t a n c i T ' s o o r e - s U : s ' i . n i f e s o l f o e ' a i V I s l i S . - A u i f i i t ~ s a e I a .

    Primera

    durta Mundial, estas caigas erar superiores al saldo de la Jianza comercial.

    P r T o ' t ' t o : e r - ~ i s e c e S i t a o i l ' a e ' ' i i u e v a s " r i t r a d a S de ca italcad afio ara

    ~ ~ - E ' \ = 1 ~ ~ - = - - ' " ' ~ - - , ~ " ~ - . - " " 6 ~ , . . ~ . , *

    .............. ' J ~ ................

    J . ............P. .

    ~ W . _ P . r o b 1 e m a s serios en la balanza de pagos y las consiguientes perturba- -

    ciones

    i t e r r i a s l l : ~ ~ . . . . .....

    . . . . . .

    "'-

    ~ - - - ' ' - . ; w , . . . - .. ~ - " ' " " ' ' " - ~ ' -

    ::9

    Alberto. Hueyo, mi nistro de Finanzas desde marzo de 193 2 hasta

    julio

    de 1933, fue quien

    acu; esta expresin del patrn oro espordico". Sus palabras pueden leerse en MINISTERIO DE

    HACIENDA:

    La accin de emergencia en el problemD monetario

    Buenos Aires, 1932, pg. 6. A

    partiride comienzos del siglo

    XX

    rigi en

    el

    pas el patrn oro hasta agosto de 1914 y luego desde

    agosto de 1927 hasta diciembre de 1929.

    La

    vuelta al patrn oro,

    tanto

    en 1899 como en 1927, fue

    exigida por el sector de intereses exportadores cuando se enfrent con un peso en franca apreciacin.

    Por ro contrario, los inversores extranjeros favorecan al peso fuerte para convertir a divisas sus

    g a n a n ~ i a s

    en pesos.

    :

    a

    opinin adversa de sir Otto Niemeyer con respecto a la relacin rgida entre balanza de

    pa>s y creacin de dinero puede leerse en Revista Econmica vol. 7, NO S-8. 1934.

    '1 10 Vase

    Revista Econmica

    vol. 5, NO 9, octubre de 1932, "Desarrollo

    y

    estructura del rgi

    menimpositivo en el pas ", cuadro 6, pg. 178, que consigna cifras de impuestos de distintas fuentes.

    :1

    11

    Vase Vernon Lovell PHELPS: The International conomic Position o Argentina Filadel-

    fia, 1j938, apndice 1, cuadro 1, para las cifras de la balanza de pagos, en pesos oro, para

    todo

    el pero

    do: 1? 14-35. Las cifras, en pesos corrientes , para 192 6-36, estn en

    Revista Econmica

    (nueva serie),

    v o l . : ~ ; NO 1 (1937}, cuadro 6. El peso oro argentino, como lo define la ley de 1891, tena 1.451,61

    mg

    de oro fino y era igual a la par a 47,58 peniques, S francos franceses o 0,965 dlares estadouni

    dens.es.

    La Ley de Conversin

    de

    1899 defini

    el

    peso papel como el equivalente a 0,44 pesos oro.

    ' i

    / Vase tambin Virgil ~ A L E R A : Exchange Control and the Argentine Market Nueva York,

    ~ 4 1 : ; pg. 21, que cubre

    el

    perodo previo a la Primera Guerra Mundial. El gran endeudamiento de

    la A ~ g e n t i n a

    haba llamado

    la

    atencin de Keynes; vase J.

    M.

    KEYNES:

    The conomic Conaequences

    o[ t . ~ e

    Peace

    Lonres, 1919, pg.

    263. El

    servicio del capital extranjero en el perodo 1925-29 se

    lle':'aba un 31,3 por ciento de los ingresos por exportaciones y un 8,5 del PBI. Vase CEPAL (1959),

    . cuadro 28, pg.

    2 9;

    y

    cnlJ.dro

    2 9, pg. 30. Para un anlisis de la deuda en los pases agrarios (que reci-

    bierdn en los aos del 1924

    al

    28

    el

    60 por ciento de

    todo

    el capital que fue recibido en bonos extran

    j e r o ' s ~

    vase Vladimir P. TIMOSHENKO: World Agriculture and the Depression Ann Arbor, 1933,

    cap,

    1

    3.

    ,,, En la Argentina, para el perodo 1924/25-1928/29, el balance neto de intercambio fue de

    570 .millones

    de

    pesos oro, frente a los cuales las remesas por ganancias e intereses privados de 563

    mi\l'?nes de pesos oro (70 por ciento de los cuales eran enviados por las empresas de ferrocarriles)

    ;' e.l [ :anuna"ca:rgaTlja,DastteifleiiDle, frente a 'los

    mgreii)J;

    .d.'.divisa8qe;'Cotiio

    ya I e r a m o . s ' " ; e f i f a l t a i : i i e n t e i f i e s t a b l e s l ~ - ..

    ~ e d e s t a ~

    g u ~ ~ ~ ~ ~ J ~ ~ ~ Q _ v ~ , a n E , ~ ~ E ~ ~ ~ ~ ~ .

    j l ~ E i ~ ~ . ~ a l po-

    . cas

    as

    cerealistas y los onficos. n consecuencia,

    as

    variaciones en

    las

    r e ~ r v a s

    de divisas (y, por lo tanto, de la oferta monetaria bajo el sistema

    de patrqn oro "espordico ,) estaban, en gran medida, bajo control ~

    lico, al mismo tiempo que no eiSEia un organismo estatafquepW:fierliQOn-

    t f i f r e ~ p m : l e r e t r 1 l " m e r c 1 l d t n : b n t M l s : - - ~ ~ ---- ~ ~ - - ' " - -

    Una mayor vulnerabilidad, an, resultaba de la estructura triangular :

    del comercio exterior, y de los movimientos navieros y de capitales de la

    Argentina, ya analizados por nosotros en otro trabajo. En primer lugar,

    el

    pas dependa muy especialmente de sus ventas a Gran Bretaa. Esto era

    particularmente cierto de uno de sus grupos sociales ms importantes, a

    saber, el de los ganaderos. En segundo lugar,

    al

    tener

    un

    excedente comercial

    con Gran

    Bretaa y un dficit con los Estados Unidos, la Argentina depen

    da fatalmente de que Gran Bretaa pudiera

    y

    quisiera- financiar un

    excedente de importacin, superior a

    sus

    crditos como inversor

    - lo

    que

    involucraba convertir libras en dlares- o bien que los Estados Unidos tuvie

    ran la capacidad de continuar. efectuando exportaciones netas de capital a la

    Argentina

    13

    Es as que la economa argentina no slo era vulnerable a la situacin

    general de la economa mundial, sino que, en especial, lo era con respecto

    a las dificultades de la economa britnica. Ms especficamente, la

    Argen-

    12

    Para conocer la participacin de las importaciones en

    el

    PBI vase CEPAL (1959), cuadro

    24, pg.

    26. En

    19;5/29 era de 24,8 por ciento,

    un

    poco menos que

    en

    1900-04,

    donde

    era de 26,1.

    Las importaciones, de 1925 a 1929, constituan el 13,3 por ciento del consumo. En el mismo pero

    do, los bienes intermedios

    de'

    importacin representaban el 8 por ciento del PBI y la maquinaria y

    equipo el35,3 de la Inversin interna. Vase CEPAL (1959) cuadro 25, pg. 27.

    El carcter esencial de algunas importaciones para el nivel de la actividad interna

    se

    demostr

    durante la Primera Guerra Mundial. La escasez de productos importados en ese perodo llev a una

    fuert e disminuci n del 20 po r ciento del PBI desde 19 13 hasta 1917. Sin embargo, parte de la dismi

    nucin se debi a una menor actividad

    en

    la construccin debida a dificultades financieras. Vase

    DIAZ ALEJANDRO,

    op.

    cit., apndice estadstico, cuadro 19, con los

    datos

    de PBI por sector a costo

    de factores. Esta depresin fue mucho ms grave que la de principios de

    la

    dcada del

    '30.

    13 Vase Jorge FODOR'y Arturo O'CONNELL: "Argentina y la economa atlntica en la pri

    mera mitad del siglo XX", en:

    Desarrollo Econmic o

    vol. 13,

    NO

    49, abrll-junio 1973. La posicin

    de la Argentina era bastante peculiar entre los productores primarios d aquellos aos. La mayora

    de los dems pases latinoamericanos, por ejemplo, tenan un excedente de exportaciones con los

    Estados Unidos y un excedente de importaciones con Gran Bretaa. En ese sentido constituan una

    ayuda para los problemas de balanza de

    "pagos

    de los britnicos.

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    5/20

    486

    .A JRO O'CONNELL

    tina

    poda

    ser gravemente afectada por el dficit de dlares de Gran Bre

    taa y su .necesidad de encont rar mercados par a los productos de sus tradi

    cionales y declinantes industrias de expor tacin.

    Como consecuencia de lo anterior, la pol tica econmica slo gozaba de

    una muy limitada autonoma para atacar el ciclo .econmico argentino.

    En una situacin de balanza de pagos como la descrita y dado que la deman

    da por importaciones presentaba una altsima elasticidad-ingreso, los intentos

    de reflotar la demanda interna por medio de medidas fiscales y o moneta

    rias podan llevar fcilmente a una crisis en los pagos externos. De todos

    modos, con un sistema monetario e impositivo

    tan

    elemental como el des-.

    crito, directamente, se careca de algunos de los i n s t r u m e ~ t o s imprescindi

    bles para encarar

    una

    poltica tal.

    Por

    otra

    parte, el carcter esencial de la mayora de las importaciones

    haca todava ms difcil restringir esta fuente de demanda de divisas durante

    la fase descendente del ciclo.

    En

    cuanto al otro "drenaje" de divisas, es

    decir, el servicio del capital externo, debe subrayarse que no slo represen

    taba una cantidad bastante

    fija

    sin relacin con las dificultades en la balanza

    de pagos. El incumplimiento en tal servicio o la retencin de ganancias de

    las firmas extranjeras poda encontrar serios obstculos

    ya

    que el acreedor

    principal del pas, o sea Gran Bretaa, era a la vez su cliente ms importante

    al

    que siempre le quedaba abierta, por lo

    tanto,

    la posibilidad de represalias

    muy obvias

    14

    1 4 El ciclo econmico en la dcada de 192

    La d ~ c a d a de.

    l920fuetestigo

    de varias oscilaciones de la

    :.ctividad

    econmica. Al comienzo, .desde 1919 hasta 1921,

    hubo

    -una de.clinacin,

    que se origino en una fuerte

    reducdn

    de los precios agrarios como conse

    , ~ } l ~ r i C i ~ _ q ~ J a f i n a . l i ~ a c i r i

    de 1 ~ . :PJirn.era.Qu,erra

    M" lns,e ll.S

    a Y Q ~ _ r ~ y ~ " l , l . l : l l ; : i . Q ..

    i . e L P ~ S Q :

    . b s > s _ ~ ~ ~ Q s ..

    o . I 1 t i 1 t l _ ~ ( ) l } _ c u : : g m l ; l l ~ c 1 9 . ? J l t , ~ ~

    c i a ~ l ~ s . r ~ . ~ E . r : v a s . ~ . e 4iivisas.

    Tanto el efectivo como los depsitos aumenta ron pero los prstamos

    no se bifitu\fiein a"la paf'; yaque' los bruics rconstruyeron S11S r e l B i i f ~ s y

    liql idaron

    . v1ejo c::litos 9.\le

    pr()venan d.

    a.crisis .previa. Las tasas .

    de

    h1ters, tanto a C()rtO con1o a largo l)la2_;o,. bajaron.

    D_etrs

    de este. o m p ~ - r t a

    mi.ento.

    del

    sector bancario se pued

    intuii

    el acihar del Banco de la

    N

    aCin

    Argentina, quer

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    6/20

    488

    AftTURO O'CONNELL

    d e 4 ) . r s t r u : l l 9 _ ~ _ g ( ) l : > i e : t : l 1 o .

    y

    .sobre t()do a ()tros })ancos, e ~ ~ a Q . a p o r el Banco.

    c i ~ . l ~ - - ~ ~ : i ~ l 1 ~ ~ ~ e p _ _ i ? ~ :

    _P?r_J?

    . f l l ? ~ . ~ l : ..

    ~ ~ ~ . 8 : : t J : l ~ l t J l . g l . g ~ t Q ~ Y J ~ t ~ B l J

    pesar

    J gJ:lS.IS

    ~ I 1 lt l:)_afa:nza a pagos;

    sm

    embargo,

    datos

    menos glo-

    bales

    ya m ~ e s t r a n

    a las claras la

    cada

    de la actividad econmica en la segun

    da mitad del ao.

    .

    2.2. La cada del precio del trigo y la depresin agrcola (r.)::;. ~ .

    .;

    . Y

    a

    se

    ha hecho mencin de

    l l ~ < : ~ l = ~ 2 ~

    ..

    l l ~ ~ 9 i i i n { t ~ L e m R ~ Q ~ -

    J j ~ i l ; ; r . ~ ~ l J ~ ~ ~ ~ W a ~ 3 i ~ s ~ ~ ~ r i s f c ~ ~ ~ ~ t a ~ . d ~ ~ ~ ~ t : J : 9 a ~ ~ ~ % ~ ~ ~ d ~

    losprCioJrmundiales

    16

    :

    Ep

    ~ l ' a i o . agrc:ola c.omercial

    1928/29 predominaba

    en el mundo 1lil

    d ~ ~ f ~ e ~ ~ r ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ t e ; f ~ ~ ~ ~ ~ ~ e ~ ~ ~ a t ~ ~ : i # ~ i ~ ~ i ~ ~ f ~ ~ 6 i f f ~ ~

    r t i s e i ; ~ s - y a

    existentes. Los

    p i ~ c i o s ~ e l t i : i g ( > ya

    haban:comenzado a.declinar

    ~ t ~ r ~ ~ 0 i ~ ~ ~ ~ - i : : i l ~ ~ [ ~ ~ ~ i k J ~ ~ ~ ~ ~ ~ i f ~ ~ 9 ~ . 1 l ~ i : ~ ~ ~ : ~ i ~ i i c f f f ~ ~ : ~

    esta declinacin. En la Argentina, el precio del quintal

    de

    ti:igo baj

    de 11,81

    psot en

    mayo denr2ga.B:I4

    pesas

    eii

    mayo ae I Y 2 ' 9 ~ - e s ' d e c 1 r . _ c ~ ~ i

    .ll. .

    30 -pqrciento. Vemos . luevamente

    _que bastante

    antes

    d ~ _ l l i .

    c a : d l l d e ~ W r u f

    Street,

    l a c n s i S l i a o a ' l i e ~ a d c j l

    . f ~ e r i t i n a : ;

    n:o sc)lo

    por

    hE cbp 9e

    ha]:)er

    cesado.

    ei

    i n g r ~ s o

    deCapita}s sfuo

    tambin

    por

    el

    brusco descenso

    d.e

    ls

    precios d e ~ ~ p o i t a d o n

    t7.

    Desde

    una

    perspectiva

    de

    largo plazo, la

    cada

    de los precios del trigo

    erl 1928-29 es ms grave an,

    ya

    que representaba slo parte de

    una

    crisis

    ms fundamental en la agricultura mundial. En realidad; los precios mundia

    l i para

    muchos productos agrarios haban venido declinando desde 1925

    18

    Clculos minuciosos del rea cultivada con trigo

    en todo

    el mundo,

    subdividida en "real" y "necesaria", efectuados por Mandelbaum, llevan a

    la conclusin de que la brecha

    entre

    ambas estaban

    aumentando

    rpidamente

    desde un nivel de 6,9 por ciento a fines del siglo XIX, a

    8,6

    algo ms tarde

    un

    15

    por ciento en la dcada del '30

    19

    ]os J Q ~ i v o s _ e l ~ . e ~ . t ~ . c z : ~ ~ i E J : l ~ e - c eequilibrio

    p:tUJ.dial,

    .enJo que. respe.cta

    al

    ~ t ; i g o ,

    ..

    .pueden

    .

    xe.s .lmi.r.se,

    de.

    ,m,aner l.

    c : ~ : m v : e J c : j o : n ~ .

    _e_n

    ilquellos que

    a f e c t a ~

    ban

    a la

    demand

    y aquellos otros que afectab an a la oferta.

    ~ . , C ' C \ , ~ : ~ ~

    ~ o 0 2 C ~

    - - " < ' - ; , ~ ' o ' ~ , , :_ .;< ~ - - ~ ' ' ' ~ ' -

    ' ' '

    ' ' < --,- ' ' -' - ~ -

    - ~

    ; 16 El volu1;1en de exportaci6n cay6 un 3,8

    por

    ciento, mientras que los precios

    de

    exportaci6n

    cayeron uit 9 con

    r ~ s p e c t o

    a los de 1928; vase DIEGUEZ,

    op.

    cit.

    1

    '.

    17 Vase

    R-evista

    Econmica (versi6n en ingls), mayo de 1929, pgs. 74-80, para \in anlisis

    precoz de la crisis en et' mercad o de trigo.

    \

    18

    Segn 'i'irr:oshenko, los precios para 15 de los productos agrcolas ms importantes (entre

    ellos: trigo, l ~ W i

    Y

    cueros) ya estaban cayendo a mediados de la dcada del

    '20.

    Vase TIMOSHENKO,

    o p.

    Cit.

    Segn Mandelbaum, los precios del trigo estaban declinando desde principios de la dcada de

    1880; vase Wilfred MANDELBAUM: The World Wheat Economy Cambridge, Mass.,

    1953. En

    la

    Argehtina, los precios del trigo, de un promedio de 15,13 pesos

    por

    quintal en el perodo 192024,

    h o \ J { ~ n cado a 14,31 en 1924-25, a 12,20 en 192526, a 11,31 en 192627, a 10,50 en 1927-28 y

    tirtlinante a 9,68 en 1928-29.

    . :. l9 lbd.,

    pgs. 172-175.

    :Oi

    j

    LA ARGENTINA EN LA DEPRESION

    4 9

    ~ ~ L l 1 9 g l ~ ,

    _ h L q ~ m a , n d a , h a , ) : > i ~ .en j).leg() _ ()s.,fuerzas

    d ~ f . e r e n t e s . La

    pri

    mera

    era la

    lenta

    tas de'cre'clie'itcraena pobladn, especialmente en el .

    n J i t R ~ ~ ~ ~ : ' ~ ~ 1 l f ( > p ' . 6 ; ~ p r f n C i p a J a r e a ' de

    "lmpaCiori

    : : a ~ e - - - c i i e & J ~ s ~ La.

    segunda

    _u ~ , } ; l l l : B . . , C : l < : u g l : _ i n ~ ~ , ~ C : l . ~ C9nSlJ.Il1.5J.l?er. cpit1:1

    c E:l.

    JrJgg_:-:-y_Q.t Q c e ~ ~ a . J , ~ s - en

    favor

    de

    ot;ros

    alimentos, a medida que aumentaban los ingresos

    -"bel Iadode

    laoferti,

    elfactor p i : i J : l c : i p ~ C : f t i i T a l i ' ' u p e r a c i n de la pro

    duccin

    europea,.a Pa.rtir del ao 1925, sin. una reduccin correspondiente

    ehJ.as

    r ~ ~ t

    cul.tiv(las

    de

    los pses

    expOrf;(lq6re,s

    C():QlQ.

    E ~ a , d p ; J J n i d o s ,

    Canad,. Australia y la Argentina,

    que

    haban incrementado su produccin

    e.n respu_eta

    a, a,s

    :r:teGeic:fdel

    de.Ja, ~ P Q < . a c;Ie

    .la. guel'ra

    20

    ]j n est(:l ~ s t a d o

    de cosas, el proteccionismo agrcola pas a ser cada vez

    m . . l l Q P H ~ ~ l # E J ( ) ~

    p ~ o ~ c : t o r e ~ . M a n d e l b a u m

    ha documentado

    hasta qu

    punto, debido al proteccioriism, se produjeron divergencias entre precios

    internacionales e internos

    en

    Francia, Alemania e Italia. Tambin, las com

    para

    con Gran Bretaa,

    donde

    el proteccionismo se adopt

    -slo

    para el

    trigo y en

    forma muy

    moderada- recin

    en

    1932

    21

    4-Rill.j;e. qel r i ~ o ,

    otros

    productos. r ~ e n t i n o s exportable s tuvieron suerte

    al- . ~ ~ j ' c > . { ~ ~ ~ I

    ..

    ~ ~ ~ - ~ : l & ~ f l ~ t < : ) ~ i l ~ . t 9 l . : P - ~ G l < ? . . ~ = g ~ U l 1 a z y

    dela semilla

    de lino e x p e r i m . e 1 1 ~ a r O i l u11. aumento

    en.losaosinmdatameiit:nnlteriores

    a r t s f ~ . ~ s r ' b e n 'en 'el c.s()

    depnaz-ef pico e 1 9 2 8 - ' e s t a ~ a my por d'ebajo

    d e J : p f ~ c i ~ d e ~ J ' 9 2 5 : P c n :

    trolad,

    el

    caso

    de

    la carne

    tambin

    result algo

    d ~ ~ i ~ ~ - ~ a que 'c:'olapso

    de.

    su

    P eciose

    llll ='a 1??-" >dl.l,ciQ.Q l n t ~ r i o r m e n t e ,

    soqre todo. a comienzos de la dcada. Los precios, incluso, se recuperaron

    al,g_q

    (i n

    ~ 9 . ~ ? < ; l ~ f ~ P l 1 s e l ~ Ja "guerra de c a r n e ~ " J p E r ~ o d _ q ele d g s , _ a , i , ( ) ~ e.11 q11e

    se c l e f l l : : > ~ a t lpool

    e

    los frigorficos) una vez

    que

    se control aron nueva

    l l l E : r : t t ~ . l o YQJl:rnE ne.s Q.e.embarque.s a ln .glater ra

    22

    En la Argentina, los precios internos para todo el sector rural reflejaron

    claramente la tendencia de los mercados mundiales.

    En

    1920-24, el promedio

    fue de 127

    O

    (1910/14 = 100,0) y los precios de estos bienes declinaron de

    156,8 en

    1925, a 128,6 y 131,0 en

    1926

    y 1927, para ex perimentar alguna

    recuperacin hasta

    145,7

    en

    1928

    y caer, nuevamente, a 136,2 en 1929.

    Los precios

    de

    la tierra acompaaron esta tendencia. La$ tierras adecuadas

    para

    el cultivo de trigo, en la provincia

    de

    Buenos Aires, disminuyeron de

    377 pesos por hectrea en

    1926

    a

    324

    pesos

    en

    1929, a pesar de la inflacin

    20

    Un anlisis de estos distintos factores puede consultarse en Mandelbaum, op. cit., y Paul

    HEVESY,

    World wheat Planning and Planning in General

    Londres, 1940. Vase tambin SOCIETE

    DES NATIONS: La crise agricole Ginebra, 1931.

    La principal variaci6n en la producci6n durante la guerra se haba producido en Norteamrica,

    dado

    que las dificultades de transporte

    haban

    hecho menos atractiva la expansin de la producci6n

    en la Argentina y Australia.

    21 V ~ a s e MANDELBAUM, op. cit., figura 11, pg. 118. Un anlisis del proteccionismo agrcola

    previo a

    1930

    puede consultarse en

    Arturo

    O'CONNELL: "Free Trade in One (Primary Producing)

    Country; The Case of Argentina in the 1920's", Documento de Trabajo, Instituto Torcuato Di Tella,

    Buenos Aires, 1983.

    22

    El maz se cotizaba a 9,21 pesos el quintal en 1925 y a 8,53 pesos por quintal en 1928.

    Vase Revista Econmica vol. 3,

    NO

    1, 1930, y tambin abril-junio de 1934 la versi6n inglesa "The

    downward trend in agricultura and pastoral prices". Para la "guerra

    de

    las carnes" vase SMITH,

    op. cit.

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    7/20

    490.

    ARTt;

    O'CONNELL

    del crCUto. Las tierras destinadas a invernada cayeron en esos mismos aos

    de

    382

    a

    293

    pesos

    por

    hectrea

    23

    ,

    La,

    ~ . a d a .de. lqs

    p r ~ < ; i o s

    agrcolas y de otros relacionad()s directa1ne11.te \

    con eH.os. er; la A r g ~ J : l t : q a , .solidaria c;on.ten.dendas mundia1es, es, pues,juevhi \

    al

    ao 1929, que normalmente

    trii

    com p.rito

    ae prllaaela Depre- \

    sin

    .

    1:\.dems, la Argentina se e11fren.taba;crecientemente, .slo con una

    f

    inestabilidad a c ~ m t u a d . a d.e p r ~ < ; i ( ) s j:Jara sus. productos de exportacin, sino

    j

    cpn \}na.ciec in.acin pau}atina en

    el

    mercado internacional .para alimentos

    de

    zonas templadas .

    2.3. Crisis y recuperacin

    2.3.1. El impacto

    externo

    Hemos

    .visto que hacia il;les 1 ~ ~ ; } - : - : - - ~ n x : ~ ~ i < ; l a . q

    PPA:fI.

    Q,ecjrse

    que a partir de la segunda mitad de

    1928-

    existan indicacicmes ciaras d,e

    unaeadaen Iaa c:tJ\IJ

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    8/20

    492

    ARTURO

    O CONNELL

    por ciento entre los dos quinquenios 1925-29 y 1930-34 y la produccin

    rura:I:pampeana (orientada hacia las exportaciones) subi en

    un

    3,7

    30

    Pero si se considera el efecto de las variaciones n los trminos del

    intercambio y el del servicio del capital extranjero, se llega a una cifra del

    ingreso nacional que muestra un panorama muy distinto

    .

    Esto es, el efecto

    de los trminos del intercambio entre ambos quinquenios gener una cada

    del h:lgreso nacional equivalente a casi el 10

    por

    ciento del PBI y el servicio

    del capital extranjero aument en

    un

    1 por ciento su participacin en esteagregado. Como resultado de ambos fenmenos, el ingreso nacional (bruto)

    en lugar de aumentar, disminuy

    un

    9,4 por ciento entre el quinquenio

    previo a la Depresin y el primero de la Depresin.

    :Por

    lo tanto, el c a ~ ~ ~ d a ~ ~ ~ 2 ~ ~ J t

    Depresin no es, basicamente, consecuencia de una aismmucion

    ae

    la c t ~ v i :

    d i ~ r o d u ~ l J Y . i C s f ~ c C g ~ 1 ~ a a o ~ 0 ] ~ 1 2 .. ~ r n ; } f ? s : a i l 1 . l i m - i i P 1 9

    :de la rigidez. del

    s e r v i ~ l q : , _ j 2 P ~ - - - . e x t i " 8 1 1 ~ ~ ~ ~ , _ .

    2.3.3. Precios e ingresos

    /Tratemos, ahora, de analizar la distribucin de tal cada del ingreso

    nadqnal entre los distintos grupos y sectores.

    'En el mercado interno, los precios siguieron las mismas pautas que en

    los

    ~ e r c a d o s

    mundiales. No obstante, la depreciacin del peso,

    una

    vez

    clausurada la Caja de Conversin a fines de 1929, amortigu las fuerzas

    defh:cionarias. Mientras los precios de exportacin e importacin en el

    perOdo 1928-1932 disminuan ms

    del60

    y 40 por ciento, respectivamente,

    los precios mayoristas en la Argentina slo cayeron el 9. Es que la libra

    estedina y el dlar estadounidense haban subido

    19

    y 65 por ciento, res

    p e d i ~ v a m e n t e , para el final de este per odo

    32

    : : ~ l s i n

    embargo, el nivel general de los precios mayoristas encubre diferen

    cias,.\llparciales

    muy importantes. El mximo descenso de precios no rurales

    (4,11, por ciento) se produjo hasta julio de 1931 y en 1932 ya estaban un

    3,4: por encima del nivel de 1928.

    En

    cambio, los precios rurales cayeron un

    4 5 , ~ ' i por ciento entre 1928 y 1932 y .siguieron

    ~ a ~ e n d o

    un 5,2: ms

    h ~

    nov1embre de 1933. Como consecuencia de moVInnentos

    tan

    dispares, los

    trrniinos del intercambio interno ehtre el sector

    rurill

    y no rural descen

    diern un 47,3 por ciento en ese mismo perodo

    33

    \'iAl mismo tiempo, las tasas de inters estuvieron lejos de caer. A partir

    de U p nivel de 5,75 por ciento por ao, en julio de 1928 , pasaron a 7,91 en

    dicil' fbre de 1 ~ 3 1 , para comenzar una gradual declinacin hasta 7,04 a fines

    .:I30 Vase CEPAL (1959), cuadro 11, col. E, pg.

    15,

    y cuadro 20,

    col.l,

    pg. 23.

    :: ~ ~ l Los dato; sobre efecto de'los trminos del intercambio y sobre servicio de la deuda provie

    nen de:CEPAL {1959).

    Los ndices de precios mayoristas se extrajeron de evlna Econmica varios nmeros, y

    de

    la

    .misma fuente son los tipos de cambio. La gran disparidad entre

    el

    dlar y la libra se debe a la

    i : . ; : : ; n ~ f i b i i d a d de la libra en setiembre de 1931. Medidos por el nivel g l o b ~ de precios mayoristas,

    l o ' ' > > r . e ~ i c ~ ~ J n t i n u a r o n declinando hasta noviembre de 1933.

    H : ~ 3 Ibd., para precios rurales y no rurales.

    ;

    .

    LA ARGENTINA EN LA DEPRESION

    4 ~ 3

    .de 1932. Por lo .tanto, las tasas de inters real para productpres no rurales

    distaban mucho de ser bajas,

    si

    bien la depreciacin del peso, al inflar sus

    precios (principalmente en 1930/31) contribuy a aliviar su situacin. Pero

    con aquella cada de los precios agropecuarios es fcil imaginarse lo que

    signific el pes de la deuda para los productores rurales. Las dificultades de

    los terratenientes tambin fueron considerables (slo el 35 por ciento de las

    tierras pampeanas estaban en manos de sus productores), ya que la mayor

    parte de los arrendainientos se pactaba en dinero efectivo y stos se vieron

    reducidos entre 30

    y

    40 por ciento. En tanto que las hipotecas no slo

    mantenan su valor nominal sino que pagaban las altas tasas ya mencionadas.

    De manera simultnea, los precios de la tierra rural disminuyeron entre 30 y

    50 por ciento, dependiendo de la regin. Las propiedades urbanas, as como

    los alquileres, fueron afectados de

    un

    modo similar

    34

    Existen datos, aunque algo incompletos, de que las firmas de exporta

    cin monoplicas tuvieron

    gran

    xito en transferir el descenso de los precios

    externos hacia los p r o d u ~ o r e s . Por ejemplo, mientras que las tasas de

    ganancias para las sociedades annimas en su conjunto disminuyeron en

    promedio de 8,4 por ciento .en 1928 a 1,8 en 1932, las de los frigorficos

    subieron de 6,7 a 8,3

    por

    ciento

    en

    el mismo perodo. Firmas de exportacin

    de cereales como Bunge Born o de Ridder estaban arrojando, en 1932,

    tasas de ganancias de 10,9 y 8,8 por ciento, respectivamente. Cabe destacar

    que, hasta este ao, los bancos tambin lograron mantener con xito sus

    niveles de ganancias

    35

    Sobre

    la

    base de nuestros datos sobre disminucin del ingreso nacional

    entre. ef l l i g u e J o [ r ~ ~ - J ~ p e ~ ~ ~ " x ~ ~ A J _ Q ~ _ E r e S i ~ i , ~ ~ e .

    ~ ~ ~ ~ , ~ q u e . " ~ A ~ . c ~ : : I i i i l i r - < l ~ l Q ~ $ A J i ~ " ' ~ ~ s - ~ ~

    a j - g ~ e s 1 ~ ~ l t e a los. sectores u r b a n _ q _ ~ ) L P . ~ ~ ~ ~ . l . H l ~ Y . s t l l l l ~ 4 U d e p r ~ c i a c i 9 1

    ~ e s o . t . J l t J i e c l o , _ g J

    podE "

    a a g u i s i t i . y Q _ q ~ J . ~ Q . 9 . Y P ~ i 6 n . ~ ~ Cl ..il

    ~ s

    del

    25 por

    c i e n t o ~

    Dado que el sector rural era casi a

    tercera parte del PBI, esta disminucin se traduce en ms del 8 por ciento del

    ingreso nacional, lo cual asciende a casi 9/10 de la cifra que hemos dado de

    cada del ingreso nacional. La informacin que

    se

    posee slo alcanzara para

    formular conjeturas excesivamente aventuradas en lo que

    se

    refiere a la

    distribucin de la cada

    de

    ingresos rurales entre peones, chacareros y estan-

    cieros, terratenientes rentistas y acreedores

    36

    De acuerdo bon lo anterior, los ingresos urbanos deberan haber, prcti

    camente, mantenido su valor total. No parece que se hayan producido

    grandes cambios en su distribucin en sueldos y ganancias. La informacin

    34

    Las cifras sobre tasas de inters se ob tuvieron de Revina Econmica varios nmeros; las de

    propiedad de la tierra se tomaron del Censo Agrario de 1937. Para precios de la tierra vase SOCIE

    DAD RURAL ARGENTINA, op. cit., y para los terrenos urbanos y alqulleres vase Revtna Econ-

    mica vol. 1 (nueva serie), NO 2, pg. 73.

    3S Las cifras de tasas de ganancia pueden consultarse en Revtna Econmica varios nmeros.

    Los bancos mantuvieron mrgenes bastante altos entre tasas de inters activas y pasivas, de modo que

    sus tasas de ganancia acusan una

    'Sorprendente establlidad hasta 1931, esto es, se ubicaron

    por

    encima

    de 7

    por

    ciento.

    36 Para los datos sobre produccin rural vase CEPAL (1959), cuadro

    20,

    pg.

    23,

    y para los

    precios mayoristas relativos,

    Revista Econmica

    varios nmeros.

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    9/20

    494

    ARTUF )'CONNELL

    sobre sueldos nominales es escasa, pero la que existe muestra que, en prome

    dio, la disminucin durante el primer quinquenio de la Depresi n es similar a

    la del costo de vida, es decir un 20 por

    ciento. Por lo

    tanto,

    los sueldos reales

    habran mantenido sus niveles anteriores a la Depresin. Lamentablemente,

    no se

    ha

    podido encontrar informacin sistemtica sobre. el desempleo. Si

    ste hubiese aumentado significativamente, como sostienen algunos sobre la

    base de pruebas algo precarias, implicara que,

    en

    el

    total,

    se

    habra

    pro

    ducido una redistribucin del ingreso a favor de las ganancias en los sectores

    urbanos

    37

    Un dato

    importante,

    en

    la

    lnea de

    razonamiento que

    trata

    de llegar a

    una estimacin de los cambios que se produjeron en los niveles de vida de

    distintos sectores sociales, es el crecimiento de la poblacin. La poblacin

    creci casi

    un

    13 por ciento entre 1925-29 y 1930-34. Por lo tanto, .el

    ingreso nacional

    bruto

    per cpita cay

    en

    el mismo

    perodo

    alrededor de

    un

    20

    por

    ciento

    38

    2.3.4. La recuperacin

    En

    la Argentina, al igual que

    en otros

    pases agrarios como los

    de

    la

    cuel?-c

    del ~ a n u E i o , " ~ 1 . c r e c i m i e ~ n d , u s ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ l ~ ~ ~ ~ ~ J ~ 2 ~ J ? . . ~ . S . ~ c : J l ~ ~ I

    las lm:eortaclOnes -:erOVOC'aO a su veuQ.:t.la. l t l s : : J . ~ ~

    pagos.:...

    jug sin duda un cierto rol en la recuperacin eccmmica. Sin emJ?ar

    go;coio v e r m o s ; ~ = e ~ u e s t r o " c a s o : ~ p o i ~ f c n e l l o s : ~ a = t a s a g f o b a l " a e ~ c r e c :

    r.Te'iitOdeTaTnaustnae"1aecaaaaera

    o

    n.o

    fue

    ~ ~ ~ g c i o n a l ~ Q 1 e . w ~ . ~

    ~ ; , ~ c ; : : , - _ - , - ; ~ _ ,

    \

    ; . o ~ , , - c ~ - - - o o , - o . ~ - - , . - c _ r < " ' " " " ' = " " ' < = ~ = - . x < - = ~ " " < > 0 ' ~ ~ ~ " " ' - ~ ~ ' ~ " " ' " ' ' - - " " " " " " " ' ~ * ' ~

    En realidad, adems de los efectos de algunas medidas de poltica eco

    n m i c a ~ l l i " ' n : r ' f ~ i p ~ m e t z a

    motriZ de la recu eracin fu

    un

    vez m' el

    i 1 p a e t ~ ~ ' e i t ~ i : o . n"

    esta ocasin, se

    t r a t i T ' ~ ' B . U m e t o " ~ a e 1 ; l " p r e c : S " " c i e " "

    exprtaciri. imooii:raermismo

    e r o t l o 1 l e ' 1 a ' D e p r e i 0 ~ w - ~

    - ~ ~ ~ " " "

    ...

    " " : L ; ; ~ p r e c i o S - d e ~ e x p o r l ~ ; ; r ' ' " c r e c ~ n

    repentina.mente, un

    43 por

    ciento

    = ~ ~ } n ~ : ~ ~ ~ ; ; : ~ ~ ~ ~ M ~ ~ r - ~ ~ ; p ~ ~ \ ~ ~ ~ ~ r f l t ~ :

    Durant ErIiC.iismaepoca,Tmr termmos a-er mti'camo1o ~ p a r a ta: Argenima

    mejoraron, primero,

    un 17

    por ciento, luego se estabilizaron y a umentaron

    otra

    vez

    24

    y 11

    por

    ciento, respectivamente,

    en

    los aos siguientes.

    En

    1937

    los trminos del intercambio p ~ a la Argentina

    haban

    vuelto al nivel de

    1928

    y, por lo

    tanto,

    al de 1913, el ms alto por muchas dcadas

    40

    El motivo de tal aumento

    de

    precios, a pesar de la depresin agraria y la

    s i t u a c i f C b a S i ~ C ' b a s t a n + e r m:: .

    3 1 ~ " ' Q f i ' m ~ r ; ; : ; . ; ; r . . . - ~ ~ ; ;

    " ~ ; ; r . ; . ~ . ata ce .. ;;..;

    _

    - ~ ................... -,, . ~ . ~ - - - , . - l < : . ,

    c i l - - c ~ ' " "

    . \ : ~ S . < I . W J ; , . , l , l , l , - " " l l ~ . P . . .

    . . .

    J e ~ , ...

    37

    Paru las cifras

    de

    salarios

    y costo de

    vida, vase

    LEAGUE OF

    NATIONS:

    Statlstical e r-

    book, 1940,

    Ginebra,

    1941,

    cuadros

    16 y

    97.

    3ll Vase t::EPAL

    (1959),

    cuadro

    11,

    pg.

    1S para

    los

    datos

    de poblacin.

    3

    9 Incluso aquellos que estaban interesados prima facie en atribuirse la responsabilidad de la

    recuperacin gracias a la poltica econmica aplicada, tuvieron la gran honestidad de aseverar que la

    raz_n

    principal de la recuperacin estaba en el aumento

    de

    los precios mundiales para los

    productos

    d:: e;p.-;rtacin argentinos; vase

    Revista Econmica

    (serie

    Il),

    vol. I, N 1, pg. l

    40 Vase BALBOA, op. cit., para las cifras de precios de exportacin e importacin en dlares

    ~ ; ; t a i o u r . i d e n s e s .

    .::

    LA ARGENTINA EN LA RESION

    495

    < : ~ ~

    J H ~ - - ~ .

    ~ ~ q ~ L a . J ? 2 , ~ S : ~ - < 1 : h .

    9 . . ~ ~ - ~ < : n : r l : ~ l ~ ~

    ~ I : l ) 9 3 _ a . Y ql.le.

    u r , . , 1 n i Q 1 ~

    rrumg\damente,

    por.

    u a 2 . . 2 ~ ~ a s e n _ J . ~ s > n ~ ~ > m g ] . l . J . t Q . + : ~ i E : l _ g - l Q S ,.

    d e = l a s , . , & t a d . A a = U n j i t a J J ~ Y - -

    Q m - < @ . , ) . ~ ~ t E A < ~ n 2 . ~ - i l l . . . P ~ J ; J , - ~ : r l .1

    .

    Y .J9. 35

    -

    a Australia. Durante :tres aos consecutivos, los Estados Unidos

    se

    convier-

    .

    ~ 2 ~ ~ ~ : S 9 i ~ ~ 9 / J : J ~ ~ 1 u ~ i : ~ ~ ~ n ~ E i < > % ~ a \ c i ~

    ~ ~

    t ~ ~ ( ) ~ i : r i t 6 .

    ~ ~ l

    altos el oajo ii1Verae'"l93"S:.-34 y alcanzaron el nisnio nivel que e l

    a n o - T 9 2 8 - ~ 9 - - : - ' E s q u e l i . c a i a a ~ a , I a - p r : O a c c i o n ; c r e o c f a

    T'j)eid1aa de'cose

    c ; h ~ ; ~ , R ~ l ' @ i t l i - : q u e s e -

    i e s ~ ~ O i e c r a u n

    eqill6ro pasajro elltrEda ofer ta y

    Ia

    artfr

    ae 19s3; n t r e - 1 9 a o : : r . r y " 1 g g ' 5 " ~ : 3 , [ " ~ I T i t r 7

    1 u ~ ~ i Q L c o . n s t a m e s r a u . m e n t c ) ~ n T 7 ; - I p o r - C i e t o

    ..

    Aaeiiis,los trminos

    d e . l . l i i t . e ~ l i i f i i O ' h P l ~ . i i ~ : ~

    ..

    i i ~ J : f o

    a ser.

    a y i J r ~ l e ~

    J58.ia__lli

    r g e n ~ i ~ : Y. . ,

    ccn,

    . a\lmer1to

    . < ~ 1 r : ~ . k . I ~ . ~ ~ ~ -

    r e e _ : ~ ~ ~ ~ ~ ~ . l ? 2 ~ L ~ - ~ E Y . S i 9

    . < : e l , c i p ~ t a l

    ~ . J C t e m o se vea, tambien, reducida. Debido a

    todos

    estos factores, el ingreso

    ' ''>

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    10/20

    496

    ARTURO O CONNELL

    nacional

    bruto se

    increment en casi 28 por ciento entre ambos quinquenios.

    El ingreso per cpita aument, en el mismo perodo,

    un

    17

    por

    ciento

    45

    :con la ayuda de la poca informacin disponible,

    se

    puede intentar algu

    na c'onjetura sobre la manera en que se distribuy este incremento del

    ingre'so.

    :El aumento de precios en el mercado mundial para las exportaciones e

    importaciones argentinas se hizo sentir sobre los precios internos, sumado

    a una depreciacin adicional del peso en el perodo 1933-34. De

    1933

    a

    1937 el ndiCe de precios mayoristas subi ms del

    30

    por ciento. Hubo

    dos aos inflacionarios, 1934 y 1937, en los que

    el

    aumento fue

    del14

    por

    ciento en cada caso. A part ir de junio de 1932 , las tasas de inters nominales

    bajaron de 8 a algo ms que 6,75

    por

    ciento a mediados de 1933, para luego

    estabilizarse en 5,0 a 5,5

    por

    ciento en setiembre de 193 3. Por lo tanto, las

    tasas de inters reales bajaron desde su alto nivel previo.

    En

    aquellos dos

    aos de marcada inflacin dichas tasas

    se

    hicieron acentuadamente negativas.

    Utilizando la terminologa de hoy en da, la deuda comenz a licuarse

    en la Argentina, en 1934, a lo cual se agrega una moratoria sobre la deuda

    hipotecaria que sirvi para ayudar, en particular, a los terratenientes

    46

    Dado que los precios aumentaron sustancialmente

    tanto

    en el sector

    rural

    como

    en el no rural, el debilitamiento de la carga de las deudas fue

    significativo en ambos casos. Sin embargo, los precios relativos muestran

    algun9s cambios importantes. Los precios no rurales slo aumentaron un

    22,5 por ciento de 1933 a 1937, pero los precios rurales subieron un 84 por

    ciento en el mismo perodo. En sentido contrario al de la fase inicial de la

    D e p r ~ s i n y acompaando las fluctuaciones de los precios relativos en el

    mercado mundial, los trminos del intercambio interno entre el sector

    rural

    y

    el no rural, subieron ms del

    53

    por ciento. Estos violentos altibajos

    del irtgreso relativo de los distintos grupos sociales en la

    Argentina, y parti

    cularrbente del sector rural frente al urbano, pareceran haberse convertido

    en un'a caractersti ca persistente de la vida contempornea del pas.

    . Pero si bien la direccin del cambio en los trminos del intercambio

    interrto y externo es congruente

    en

    ambos perodos (fase t:lescendente y

    ascendente del ciclo), existe una importante asimetr a si se comparan las

    magnitudes. Tomemos los promedios para los varios quinquenios: mientras

    que lps trminos del intercambio externo cayeron

    un 17

    por ciento

    en

    1930-

    34 si se los compara con 1926-29, los trminos del intercambio interno

    bajai:bn an ms (35 por ciento).

    En

    el siguiente perodo, de 1930-34 a

    1 9 3 5 ~ 3 9

    en tanto los trminos del intercambio externo aumentaron

    un

    19 por ciento, los- trminos del intercambio intern o slo subieron un 15.

    Como resultado de esta diferencia, la relacin entre t rminos de intercambio

    .interho y externo baj un 3

    por

    ciento ms entre ambos quinquenios de la

    :4s Vase CEPAL (1959), vol. I, cuadros 11, pgs. 15 y 28, y pg.

    29,

    donde figuran las cifras

    ~ o l > r d pwducto bruto interno, efectos de los trminos del intercambio, remesas al exterior y pobla

    c i ; ~ . 1 ~ ~ .

    46

    Las cifras

    de

    precios mayoristas y tasas de inters son de

    Revista Econmica

    varios nmeros.

    La le}/ de woratoria hipotecaria

    se

    sancion en

    1933.

    LA ARGENTINA

    EN

    LA

    DEPRESION

    497

    dcada del .30. En promedio, durante 1935-39, se ubican un 34 por ciento

    por debajo del nivel correspondiente a 1926-29

    47

    La poltica econmica y fuerza relativa de los distintos sectores sociales

    estabap. generando, claramente, ya en aquel entonces, una discriminacin

    cada vez mayor contr a el sector rural. Se puede estim ar que los ingresos

    reales originados

    en

    el sector rural se incrementaron entre 22

    y

    25 por

    ciento, cifra

    por

    debajo .de la del ingreso nacional (28

    por

    ciento, lo cual

    confirma que

    una vez ms, al igual

    que

    en la fase descendente del ciclo,

    se

    haba generado

    una

    transferencia de ingresos del sector ru ral hacia el resto

    de la economa

    48

    Simultneamente, los arrendamientos aumentaron. En 1937,

    se

    estima

    ba que haban alcanzado los niveles anteriores a la Depresin. Esta informa

    cin se confirma analizando los precios

    de

    la tierra en zonas trigueras y

    maiceras, que recuperaron casi todas las prdidas que haban sufrido durante

    la fase previa de la Depresin. Los ingresos de los agricultores se vieron

    comprimidos,

    por

    lo tanto, entre sus precios relativos y las alzas de los

    arrendamientos que favorecan a los terratenientes, los cuales a su vez haban

    sido los beneficiarios de la moratoria hipotecaria

    49

    Los alquileres urbanos tambin se recuperaron algo. Y

    si

    bien la cons

    truccin

    de

    viviendas no lleg a los niveles previos a la Depresin, se comen

    taba

    que

    haba

    gran actividad para nuevos departamentos de muy alto precio

    en

    los barrios pudientes de la ciudad

    50

    Bajo el efecto combinado del pronunciado incremento del ingreso na

    cional y del mecanismo de transferencia de ingresos de los agricultores, los

    ingresos urbanos deben haber aumentado significativamente. Por

    otra

    parte,

    los salarios reales ms bien tendieron a disminuir entre los quinquenios de

    1930-34 y 1935-39. Por lo

    tanto,

    las ganancias urbanas tienen que haber

    subido, a menos que fueran absorbidas

    por

    la expansin del empleo, que

    en ese per odo fue muy importante (14 por ciento en la industria). Las cifras

    para la distribucin del ingreso nacional, a precios corrientes y a partir de

    1935, no muestran modificaciones claras para el perodo 1935-39 en cuanto

    a la participacin de sueldos y salarios

    51

    2.3.5. Recada

    y ~ d o hacia. mediados.de.1937.llegaron.noticias de

    una

    .promisoria

    c o s e ~ h a J ~ I l . N c : > r t e a m . ~ r i . c l l

    l()s precios de los cereales en el mercado mundial

    47

    Las cifras de precios mayoristas y trminos del intercambio

    externo

    se

    tomaron

    de las fuen

    tes ya mencionadas. Como el ndice de precios mayoristas del Banco de la Nacin Argentina comienza

    en 1926, hemos tomado 4 aos como base, en lugar de S.

    48

    Las fuentes para la estimacin son las mismas

    que

    para el

    perodo 1930-34;

    vase

    nota 36

    49

    Para la informacin sobre arrendamientos rurales y precios

    de

    las tierras, vase

    Revista

    Econmica

    (nueva serie), vol. I, N 2 y SOCIEDAD RURAL ARGENTINA,

    op.

    cit.

    S

    Vase tambin

    Revista Econmica

    mismo

    nmero.

    51 Las cifras de sueldos nominales y costo de la vida provienen de la misma fuente que en la

    nota

    37. Las cifras de distribucin del ingreso nacional son de DIAZ ALEJANDRO,

    op.

    cit., apndice

    estadstico, cuadro 3, pg

    . 398;

    la misma fuente, cuadro 30, pg. 428, para los datos sobre empleo

    por

    sector.

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    11/20

    498

    AR

    TU;

    O CONNELL

    comenzaron a caer. Concomitantemente, el c:apital

    comenz

    a emigrar de

    la Argentina. Por si fuera poco,

    l

    cosecha de 1937-38

    fue

    castigada por la

    sequa: En 1938,.

    pOI

    primera. vez e s ~ 1930, l l l l a r t z c ~ ~ r c i J f i ~

    n ~ g a t i v a Despus

    de

    un ao, en que se

    hal:H:iri.ie'patiiai::Io' cantidadesimpor

    tantes de la deuda en dlares, el gobierno debi contraer ur. nuevo prstamo

    en

    los

    Estados

    Unidos. No es de

    extraar,

    pues,

    que

    la mayora de las esti

    maciones

    muestren

    una cada, aunque leve, del PBI. Al ao siguiente, con el

    comienzo

    de la

    guerra,

    todo

    vuelve a cambiar. Es

    que

    slo

    habamos

    pasado

    por

    otro ciclo ms en la vida econmica argentina? No exactamente. En

    la

    ltima

    seccin

    de

    este trabajo

    tendremos oportunidad de

    sealar algunos

    cambios ms permanentes que emerge))

    de

    la

    dcada

    de

    la D e p ~ e s i n

    Pero

    antes, en el prximo apartado, concentraremos nuestra atencirt sobre algu

    nos elementos de la

    poltica

    econmica, fundamentalmente en los primeros

    aos de la dcada

    52

    3.

    La poltica

    econmica

    durante la

    Depresin

    Hemos visto

    ya

    que la recuperacin y posterior recada de la economa

    argentina en la dcada del 30 puede atribuirse primordialmente a las bien

    conocidas fuerzas

    del

    ciclo econmico, inducido desde el exterior. Desde

    ese punto de vista, parte del acaloramiento asociado con el debate sobre la

    poltica

    econmica

    durante la dcada resulta, al parecer, en gran medida,

    fuera

    de

    lugar.

    En

    compensacin, sin embargo,

    nos queda la

    satisfaccin.de

    suponer que sobre esta base es ms factible

    que tal debate

    pueda

    continuar

    en forma ms racional.

    3.1. Algunos problemas globales

    Si bien supera los lmites del presente trabajo, trataremos de examinar

    brevemente dos cuestiones globales

    que

    han sido, y todava son, objeto de

    dura controversia en relacin con la

    poltica econmica

    que se adopt en

    la Argentina durante aquellos aos.

    Por un

    lado, es indudable

    que

    el grado

    de

    intervencin estatal

    en

    los

    asuntos econmicos del pas se expandi radicalmente. La

    introduccin

    del

    control de cambios

    y

    la creacin

    de

    distintos entes oficiales de comerciali

    zacin, como

    la Junta

    Reguladora de Granos,

    son

    slo dos casos

    de un

    fen

    meno

    tal. Es cierto que unas cuantas

    de

    las reformas

    que

    se

    introdujeron

    durante esos aos, como la creacin

    del

    impuesto a los rditos o la

    del

    Banco

    Central, se

    h b ~

    discutido

    durante mucho tiempo en

    la Argentina. La nece

    sidad

    de

    una mayor flexibilidad en el sistema

    monetario

    al hallarse ste bajo

    los efectos de los impactos externos era cosa bien sabida y se haban deba

    tido en el Congreso esquemas bastante, completos para reformarlo, siendo

    el

    ltimo

    el de Molina, el ministro de Finanzas, a mediados de la dcada del

    S .'ara los

    datos

    sobre volmenes y precios de

    exportacin, como tambin

    para

    los trminos

    del inter.::;mblo

    y

    la balanza de pagos, vase

    BALBOA,

    o p.

    cit.

    Los

    datos

    del PBI se sacaron

    de

    varias

    tabl2u de;

    apndice

    estadstico

    de DIAZ

    ALEJANDRO, o

    p. cit.

    LA

    ARGENTINA EN

    Lb.

    ...,J :PRESXON

    499

    20, en la presidencia de Alvear. Asimismo, durante su

    p i : i m e ~ a

    presidencia

    (1916-1922)

    Yrigoyen haba

    remitido

    al Congreso un

    proyecto

    para ins- : '

    taurar un

    impuesto

    a los rditos. El

    hecho

    es que slo bajo el impacto de la

    Depresin se introdujeron

    en

    el

    pas

    tales reformas al sistema monetario y

    fiscal. Adems, una vez superada

    la

    emergencia

    que

    originaron la Depresin

    y

    la

    Segunda Guerra Mundial, slo se desmantel una

    pequea

    parte del apa-

    rato

    intervencionista

    que

    se haba erigido

    a

    principios

    de

    la dcada del 30.

    Los partidarios de la

    no

    inte"rvencin en la economa, por lo tanto,

    acusan a los responsables

    de

    la

    poltica

    econmica

    de los aos

    30

    por

    todos

    los

    problemas

    posteriores de la economa argentina. Segn ellos, el pas

    seguir en su actual estado de cosas no muy brillante a menos

    que

    se haga

    ll esfuerzo de volver a una poca previa, de intachable laissez faire.

    Por otra parte, si bien desde otra franja del espectro

    poltico

    la nece

    sidad de una

    reforma

    institucional ha sido aceptada, las crticas a aquellas

    instauradas en los

    30 tampoco han

    escaseado. Entre las filas de aquellos que

    no

    se

    oponen,

    en general, a la intervencin estatal, existe la opinin de que

    lejos de ser un instrumento neutro para dominar las consecuencias de la

    Depresin,

    hubo,

    en aquellos aos,

    un

    sesgo definidamente a favor de los

    intereses del statu quo y ms especficamente de los intereses britnicos en

    la Argentina. Segn stos, las reformas econmicas de los aos '50, en

    lugar de

    transformar

    aquellos aspectos que hacan al pas vulnerable a la .

    inestabilidad

    externa y

    vctima

    de un

    sistema injusto de relaciones exteriores,

    no

    hicieron sino reforzarlo. Por ejemplo, se hace mencin de que la poltica

    comercial consagr la orientacin

    de

    la Argentina hacia un mercado nico,

    el. de Gran Bretaa, as como

    toda

    una cadena de intereses monoplicos

    (ferrocarriles,

    productores

    de ganado refinado, frigorficos y empresas mar

    timas) asociados a dicho comercio. Los poderes amplios y crticos -desde el

    punto de vista de la soberana del pas- conferidos al recientemente creado

    Banco Central, no parecan ser muy compatibles, segn muchos opositores,

    con

    el hecho

    de

    que representantes

    de

    los bancos extranjeros ocuparon

    cargos en su directorio.

    Desde un punto de vista ms general, las amplias atribuciones otorgadas '

    al Poder Ejecutivo

    como

    resultado del intervencionismo del Estado provoca-

    ron muchos resentimientos, mxime por el

    hecho que

    los gobiernos de esos

    ai'ios accedieron al

    poder

    sobre la base de proscripciones

    y

    fraudes, despus

    de

    un

    golpe

    de

    estado militar

    en

    setiembre de

    1930,

    el primero

    de

    la historia

    contempornea

    argeptina.

    Una

    evaluacin desapasionada

    del perodo es,

    adems, particularmente difcil debido a la indignacin causada por los

    escndalos financieros centrados en las empresas extranjeras, los que por

    aiiadidura, segn algunos, se

    debieron

    ms a indulgencia

    frente

    a intereses

    creados que a mera corrupcin.

    Sin embargo, ms

    que

    analizar estos problemas globales, trataremos de

    centrar nuestra

    atencin, en el

    presente

    trabajo, en el

    examen

    ms modesto

    de la

    utilizacin

    de

    algunos

    instrumentos ortodoxos y

    otros no

    tan

    ortodo

    xos de la poltica econmica en la primera parte de la dcada del '30. Consi-

    dero

    necesario, tambin, efectuar una aclaracin adicional.

    No

    nos incumbe,

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    12/20

    500

    ARTURO O'CONNELL

    a diterencia de ms de

    un

    trabajo sobre el tema, discutir la originalidad o la

    capacidad tcnica con la cual se formul y llev a cabo la poltica econ

    mica De la comparacin de la experiencia argentina con la de otros pases

    latinoamericanos e incluso con otros pases agrarios, dentro y fuera del

    Commonwealth britnico, el lector podr extraer sus propias conclusiones.

    3.2. La poltica econmica durante la Depresin

    La vulnerabilidad externa de la economa argentina, como

    ya

    se

    ha

    ana

    lizado, determinaba lmites bastante estrechos a la autonoma de la pol

    tica econmica para contrarrestar el ciclo. La Depresin se present como

    un caso particularmente agudo. Paulatinamente, fue quedando en claro que

    las e;xportaciones

    ya

    no podan ampliarse y que ~ o s mercados de capital,

    por l o menos en el corto plazo, estaban, prcticamente, cerrados. No queda

    ban otras opciones,

    por

    lo

    tanto,

    que reducir las importaciones ms de lo

    que la misma Depresin

    haba

    ocasionado o bien interrumpir el servicio

    del capital extranjero.

    Sin embargo, la Depresin haba agudizado, simultneamente, las limi

    taciop.es que la presencia de monopolios y

    la

    estructura triangular

    de

    los

    pagos del pas co locaban en el camino de tales cursos de accin. Porque,

    ante \sus propios problemas, el gobierno y los intereses britnicos, tambin,

    haban definido

    una

    estrategia para salvar sus problemas de pagos externos.

    Tal estrategia comportaba, en primer lugar, asegurar la repatriacin, a Gran

    Bret ia, dtr las ganancias sobr inversiones en el exterior (no as al menos

    con

    igual

    prioridad, en cuanto

    al

    servicio de los

    ttulos

    extranjeros colocados

    en Londres). Y, eri

    segl.l.ndo

    lugar, se'pretenda

    que

    parte de sus industrias

    en

    di;ficultades pudiesen seguir colocando su produccin en otros mercados,

    adems de los del Commonwealth britnico

    53

    ~ o s puede desconocer, por lo tan to, las fuertes limitaciones

    que

    aco

    tabatj: las iniciativas de pol tica econmica .para enfrentar la .Depresin.

    Al mismo tiempo, tambin, es verdad que, seguramente, no

    todo

    lo ocurri

    do puede ser explicado por un mero determinismo externo. Parece cierto

    que el perodo previo de crecimiento activo alcanzado en un contexto de

    apertura econmica

    haba

    impactado la forma de encarar las dificultades,

    en particular, de aquellos intereses con ms capacidad de presin sobre el

    go

    bie1;no

    de la Concordancia, surgido de las elecciones posteriores al golpe

    de Estado de setiembre de 1930. El caso de la deuda externa, en el que la

    Argentina fue uno de los poqusimos pases en el mundo en mantener su

    s e r v i c ~ o

    --aunque su interrupcin le fuera sugerida por el mismsimo gobier

    no ~ i t n i c o en el contexto de las tratativas del Pacto Roca-Runciman--

    ,,

    Vase la opinin de Henry, J. TASCA: World Trading Systems A Study

    o

    American and

    BritishJ:::ommercial Pollcies lnternational Studies Conference, International Institute of Intellectual

    Cooper:lton, Sociedad de las Naciones, Pars, 1939. Hablando de la

    poltica

    britnica, dice Tasca:

    El fluJ'o normal del intercambio ha sido subordinado, aparentemente, a la recoleccin de la deuda

    ',pig. Q ~ . Aun teniendo una prioridad menor, tambin es cierto, como lo deca el Banco Central

    " .. no s/,>tro:; (Argentina) deberemos seguir

    importando

    grandes cantidades de otros productos no slo

    p :lr

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    13/20

    502

    ARTU. O'CONNELL

    para lograr la industrializacin de

    la

    Argentina

    en

    aquellos aos. Prima facie,

    sin embargo, al inducir una mejora en el balance de la oferta y la demanda

    en el mercado de divisas, el control de cambios sirvi para mantener el tipo

    de cambio a

    un

    nivel ms bajo del que hubiera alcanzado en

    un

    mercado

    libre, haciendo de este modo ms competitivas las importaciones frente a

    la

    produccin interna. En realidad, se admiti ms tarde que no fue muy efecti

    vo

    como instrumento para restringir la importacin

    56

    En lo que se refiere a los niveles del tipo

    de

    cambio, debemos recordar

    que constitua ste un tema de controversia y conflicto

    entre

    exportadores

    e intereses rurales, por un lado, y los acreedores

    por

    el otro.

    En

    efecto,

    un

    tipo de cambio, digamos, alto, favoreca a los exportadores y perjudicaba

    a aquellos que deseaban remitir beneficios al exterior. Estos (lltimos eran

    principalmente las empresas britnicas, que, inevitablemente, gozaban del

    beneplcito de los ministros de Hacienda de turno, que con un peso depre

    ciado deban lidiar con una carga cada vez mayor en el servicio de la deuda

    pblica. Adems, como la depreciacin haba sido usada tradicionalmente

    como parte de polticas inflacionarias, los partidarios del control de

    la

    balanza de pagos a travs de la deflacin defendan

    un

    valor alto del peso.

    Es as que, a pesar de los fuertes intereses de los exportadores,

    se

    realizaron

    varios intentos de estabilizacin antes y despus de imponer el control

    de cambios

    57

    Un clculo cuidadoso de los tipos de cambio reales demuestra que, en

    realidad, hubo, en promedio, ms bien una revaluacin real que una deva

    luacin del peso frente a la libra esterlina en el perodo 1930- 34 si se lo com

    para al perodo 1926-29. Esta situacin se modifica con la devaluacin de

    fines de 1933, de modo que el tipo real de cambio, para la libra esterlina,

    en el quinquenio 1935-39, estuvo un 4 por ciento

    por

    encima del de 1926-

    29. El promedio, para

    toda

    la dcada de la Depresin, est algo

    por

    debajo

    del perodo base, aunque durante esos ltimos aos de la dcada de los '20 la

    abundancia de divisas habra llevado a un cierto grado de sobrevaluacin.

    La situacin con respecto al dlar es algo distinta,

    ya que hubo un aumento

    del 11 y 17 por ciento, respectivamente, en el tipo de cambio real, con res-

    56 "

    ...

    os permisos de divisas, adems

    de

    ser

    un instrumento

    para la restriccin

    de

    las impor

    taciones,

    tambin

    se convirtieron en un

    instrumento

    selectivo y, sobre la base de la experiencia, se

    puede afirmar que esta ltima funcin fue a menudo ms

    importante

    que la primerai'; vase BCRA:

    Memoria Anual 1941, pg. 12.

    57 En

    marzo 'de 1931 y antes de introducirse el control de cambios, se

    intent

    e ~ t b i l i z r el peso'

    durante

    el pico

    de

    a estacin

    exportadora por

    medio de

    la

    intervencin del Banco de la Nacin. El

    peso se haba

    depreciado'hasta

    ese momento en ms del 20 por ciento. Tal intento

    no

    tuvo xito,

    pero

    se

    utiliz fum:lamentalmente para

    remitir

    al extranjero los saldos que se

    haban

    acumulado a la

    espera de obtener un

    tipo

    de cambio ms favorable.

    Cuando

    se

    introdujo el control de

    cambios,

    tuvo

    bastant.:

    xito

    debido a la entrega obligatoria de divisas que se impuso a las firmas cerealeras. El peso

    comenz a revaluarse, pero frente al clamor de los intereses exportadores, la comisin de cambios

    tom la decisin de fijarlo en 3,8864 pesos por dlar hasta marzo de 1933, fecha

    en

    que. al devaluarse

    el

    dl: r se fij su valor, en francos franceses, a razn de

    15,47

    pesos

    por 100

    francos.

    Los esfuerzos para lograr una estabilizacin antes de la instauracin del con1rol de cambios

    st basaron, primero, en prstamos

    obtenidos

    de bancos norteamericanos y britnicos

    (1930)

    y ms

    tarde, en l3 exportacin de oro (193132).

    i

    .

    LA ARGENTINA EN LA ..,..,..t'RESION

    5 3;

    pecto a los aos 1926-29, para productos no rurales en el primer

    y

    segundo :

    quinquenio de la Depresin 5

    8

    De ningn modo los tipos de cambio real indican una devaluacin real

    de

    un

    orden similar a las que sugieren las cras conocidas en otros pases

    latinoamericanos. El bajo ndice de la devaluacin real confirma nuestra

    opinin sobre el impacto del control de cambios sobre el tipo de cambio.

    Se

    podra

    agregar tambin que, precisamente, el tipo de productos que

    se

    '

    importaban desde Gran Bretaa

    --a un

    tipo de cambio ms bajo- eran

    aquellos para los cuales la Argen tina ofreca, en principio, -mejores perspec

    tivas para su industrializacin.

    El margen de cambios instaurado en el mercado oficial fue justificado

    por

    los beneficios fiscales que procuraba como compensacin de los mayores

    costos del servicio, en pesos, de la deuda pblica, a raz dP. la devaluacin

    decidida en forma simultnea

    59

    Pero, sobre todo, el margen de cambios permitira recabar los fondos

    necesarios para financiar los precios mnimos para el trigo, el lino y

    el

    maz,

    recientemente instaurados. Estos precios mnimos se fijaron exactamente en

    un 20 por

    ciento ms que el nivel previo a estas medidas,

    es

    decir,

    el

    mismo

    aumento aplicado

    al

    tipo de cambio "comprador".

    En

    principio, po r lo tan

    to,

    no deba presentarse dicultad alguna para que los exportadores pudieran

    pagarlo. Pero se pens que frente a estos nuevos precios, ms elevados, los

    agricultores se apresuraran a colocar sus cosechas, provocando su disminu

    cin. En dicho caso,

    hubiE; sen

    sido las empresas cerealeras las que habran

    percibido los beneficios de la devaluacin, como ya h aba ocurrido en pocas

    pasadas en ocasin de anteriores depreciaciones del peso. Por esta razn se

    cre

    un

    ente, la.

    Junta

    Reguladora de Granos, que comprara cualquier

    cantidad de granos ofrecidos al precio mnimo y lo vendera a los expor

    tadores al precio vigente en el mercado

    60

    Ahora bien, es cierto que en el momento en que se introdu jo este esque

    ma, haba una posibilidad de que, debido al estado deprimido del mercado

    58

    El

    tipo promedio

    de

    importacin

    para

    la.

    libra esterlina y el

    dlar

    estadounidense se ha esti

    mado

    sobre la base

    de

    la informacin sobre el rgimen de cambios aplicable en

    cada

    caso despus de

    noviembre de

    1933.

    Las cifras del ndice de precios mayoristas del Reino Unido se sacaron de LEA

    GUE OF

    NATIONS,

    op.

    cit., cuadro

    97.

    Lo mismo para

    el de

    los

    Estados

    Unidos. Las diferencias en

    las devaluaciones se debieron principalmente a

    un

    tratamiento discriminatorio en los tipos de cambio.

    59

    El

    28

    de

    noviembre de

    1933

    el precio

    de compra

    del franco francs, sobre cuya base

    se

    haba

    fijado el peso, se

    aument

    de 15,47 pesos por 100 francosa 18,36. El 20 de enero de 1934

    el

    precio de compra

    se fij en libras esterlinas (a 1S pesos por libra), lo cual implic una devaluacin

    del

    20

    por

    ciento

    El precio

    de

    venta se

    determinaba

    cada da

    por

    medio de remates; y comenz con

    una

    devaluacin de cerca del

    26

    por ciento. El margen

    promedio entre

    los tipos de compra y venta,

    en

    1934,

    era

    de l 3,87 por

    ciento. A fines de

    1935 el

    sistema

    de remate

    se descart y el precio de

    venta se fij en 17 pesos la libra.

    60 La

    Junta

    no deba intentar un esquema de valorizacin, como fue tradicional en

    el

    Brasil con

    el caf, por medio

    de una

    retencin deliberada de los

    productos

    fuera del

    mercado. Tambin

    Canad

    y los

    Estados

    Unidos

    haban probado

    un sistema tal para los cereales. Pero no slo las autoridades

    argentinas pensaban que estos

    procedimientos

    podan ser

    infructuosos

    sino

    que,

    en realidad,

    tampoco

    eran viables

    debido

    a la tradicional falta de espacio para almacenaje. En efecto,

    como

    ya hemos sub

    rayado,

    la Argentina se vea obligada por tal circunstancia a vender sus cosechas dentro del ao de

    su

    recoleccin

    .

    Para las operaciopes

    de

    la Junta vase

    Revista Econmica

    (versin inglesa), vol. 7, No 4,

    octubre-diciembre

    de

    1934,

    "The Grain Regulating Board and

    the

    Wheat Market".

  • 8/10/2019 4. OCONNELL - La Argentina en la depresin los problemas de una economa abierta.pdf

    14/20

    504

    ARTURO O'CONNELL

    mundial de granos, nuevas cadas en los precios externqs redundaran en se-

    veras prdidas para la

    Junta

    a pesar del modo en que haban sido reajustados

    los precios iniciales. Al principio,

    es

    verdad, la

    Junta

    debi comprar el

    86

    por

    cient6. de la cosecha de trigo (los precios del maz y del lino

    se

    ubicaron casi

    inmediatamente

    por

    encima de su propio mnimo, de modo que prctica

    m e n t ~ no hubo compras de maz y ninguna de lino) y vender parte

    de

    ella

    con prdidas en los primeros meses de su funcionamiento y hasta mayo de

    1934. Pero, posteriormente, con el aumento de los precios mundiales al que

    hemos hecho referencia, la

    Junta

    comenz a dar ganancias con sus ventas,

    por lo que

    haCia

    fines del ao las prdidas de la Junta

    no

    alcanzaban a

    un

    10

    por ciento de las utilidades provenientes del margen

    de

    cambios

    61

    En consecuencia, dicho margen termin constituyendo, casi permanen

    temente una medida fiscal que gravaba a los productores rurales. Algunas

    veces

    :se

    les conceda una rebaja de tal impuesto en forma de un precio

    mnimo efectivamente superior al de mercado

    61

    Ms

    an, el papel de este impuesto, combinado con los nuevos e incre

    m e n t ~ o s

    aranceles, fue el de introducir

    la

    brecha que hemos visto surgir

    entre :los precios relativos internos y los trminos del intercambio externo de

    los

    p ~ O d u c t o s

    agrarios. Por lo tanto, la discriminacin contra los precios de la

    produccin rural comenz en la dcada del '30 y no durante el gobierno de

    Pern

    63

    Es as que, va el margen de cambios, los productores rurales no reci

    bieron plenamente los beneficios de la devaluaci:p. de noviembre de 1933,

    si

    medimos sta

    por

    el tipo de cambio vendedor , o sea cerca del

    26 por

    cientb. Y esto a pesar de que venan sufriendo los efectos del fuerte retraso

    camq,iario, dado que la tasa de cambio real para

    1932

    era inferior en

    14

    por

    ciento a la de 1926-29, que

    ya

    era muy baja: En cambio, el grupo ms

    poderoso de acreedores,

    el

    de los ferrocarriles ingleses, obtuvo a partir de

    1936, una rebaja de

    2/3

    de la derencia entre los tipos

    "comprador"

    y ven

    dedo(', lo. cual signic que

    se

    beneficiaron con

    una

    revaluacin real del

    i61

    lbd.

    En

    el

    perodo desde diciembre de 1933 a setiembre de 1934, las prdidas

    de.

    la Junta

    fueron, de 8.84/ .075 pesos y las prdidas en el servicio de la deuda pblica fueron de 24.600.000

    pesos,

    i

    en

    tanto

    que las ganancias por

    el

    margen en la tasa de cambio fueron de 91.200.000 pesos.

    Para tpdo el perodo que va de noviembre de 1933 a diciembre de 1938, las prdidas que se produ

    jeron

    e b i d o

    a

    los precios mnimos

    de

    os cereales slo fueron un por ciento de dichas ganancias.

    Sumaqs

    al

    gasto incurrido por otras Juntas para la defensa de los cereales, carne, leche y al1lQdn,

    esta p ~ r d i d a representa el 18 por ciento de las ganancias producidas por el margen de cambios. 'Las

    prdid'as de cambio diversos ministerios aadieron

    otro

    48 por ciento. En

    total

    puede decirse que

    slo 2)3 de las ganancias debidas al margen de cambio se utilizaron para el propsito original que

    inspjrci su creaci n. Vase Salera, o p. cit., Ap p. cuad ro 28 y pgs. 102-111.

    Por ejemplo, de'spusque Gran Bretaa impuso en 1936 un derecho de 3/4 penique por

    libra

    . 4 ~ .

    carne -alrr,dedor de un 21-22 por ciento del equivalente ad valorem- , en la Argentina se

    f\j

    u.n,

    precio mnimo para

    el

    novillo de exportacin y i /3 de la diferencia

    con

    el precio anterior

    se

    pagab4;c.on las ganancias del margen de cambios.

    63 Se aceptaba corrientemente que los mrgenes de importacin haban disminuido durante la

    crisi.si

    ;como puede inferirse analizando los cambios que se produjeron en los precios internos y exter

    : 1 } ~ p ~ t n los productos importados. Por lo tanto, no poda ser sta la causa del margen entre los tr-

    :;:i' .s,liei

    intercambio interno y externo.

    '.ll devaluacin de 1933 puede visualizarse como una devaluaci6n compe nsad a ; utilizan do

    un t ~ r t 1 ) i n o de los aos

    '60.

    1

    ; : . : ~ 1

    . .

    LA ARGENTINA EN LA DEPRESION

    505

    7

    por

    c i e n t ~ . Eventualmente, diciembre de 1936, el margen de cambio

    fue rebajado a la mitad

    64

    Ya .hemos mencionado que el control de cambios se utiliz, tambin,

    para u na poltica de tratamiento preferencial para aquellos pases que eran

    clientes importantes de los productos argentinos y entre ellos, en primer

    trmino, Gran-Bretaa. A continuacin se analizar la manera en que el r-

    gimen

    de

    cambios se us con tal fin, para luego abordar los problemas ms

    amplios que se suacitaron a raz de esta poltica.

    Segn los acuerdos que

    se

    firmaron con Gran Bretaa y con otros

    pases eutopeos, a partir de mayo

    de

    1933, el gobierno otorgara divisas

    para los pagos a dichos paSElS hasta el importe que alcanzasen sus compras de

    productos argentinos (deduciendo una pequea parte para el servicio de

    aquella parte

    de

    la deuda; pblica contrada en otros pases, principalmente

    en los Estados

    U ~ i d o s .

    Tal monto de divisas se otorgaba a travs del mer

    cado oficial, es decir al tipo vendedor oficial, excep tuando ciertos casos

    como la tasa preferencial para los ferrocarriles ingleses. Para el pago de im

    portaciones o

    de

    otros rubros con los dems pases se

    deba

    recurrir al

    mercado lib re , siempre que en el mercado oficial

    no

    hubiese bastantes

    divisas disponibles. En la prctica, este sistema signific que las importacio

    nes desde los Estados Unidos

    -que

    como hemos visto se

    haba

    convertido en

    el principal proveedor

    de

    la Argentina despus de 1925-- se canalizaban

    principalmente a travs del mercado lib re , mientras gue las importaciones

    desde Gran Bretaa muy rara vez

    se

    veran impedidas de recurrir

    al

    cambio

    oficial. El mercado libre ,

    un

    mecanismo ideado para impedir los excesos

    de importacin,

    se

    aplicaba nicamente a unos pocos pases, de los cuales los

    Estados Unidos era el ms importante. No es

    de

    extraar, pues, que la

    importacin de productos argentinos desde los Estados Unidos bajase desde

    un 25 por

    ciento en 1925-29 a

    un 15

    en 1934-38. La participacin que le

    caba a Gran Bretaa, en cambio, en la misma poca, aument del

    20 al

    23

    por

    ciento

    65

    El sistema

    de

    preferencias que deba actuar a travs

    de

    la diferencia

    entre tipos de ca