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Un Plan Lector para nuestro centro C.E.I.P “Benedicto XIII”- Illueca (Zaragoza)

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3º Prueba 1 El pavo realEl pavo real

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Lectura por palabras Volver Curso: 3º Prueba: 1 Título: El pavo real … Velocidad: 120ppm

Tesa estaba mirando el agua quieta del estanque, cuando algo extraordinario le llamó la atención. Por uno de los caminillos del jardín avanzaba con paso solemne un pavo real. Brillaba bajo la luz del día como si todas sus plumas estuvieran cuajadas de piedras preciosas. Y mil colores tenía su gran cola extendida.

El gran reloj estaba a punto de dar las siete. Y en la casa todos dormían.

Tesa no se entretuvo en vestirse. Descalza y en camisón bajó las escaleras muy deprisa, se acercó a la puerta que daba al jardín, la abrió con cuidado y salió fuera.

El pavo real se había parado cerca del estanque, y estaba vuelto hacia la niña, como si estuviera esperando.


Lectura por palabras Volver Curso: 3º Prueba: 1 Título: El pavo real … Velocidad: 150pps

Tesa no podía dejar de mirar aquella maravilla.

“¿De dónde habrá salido?”, se preguntó sin atreverse a acercarse demasiado al hermoso animal. “¡Qué plumas tan bonitas!”.

“¡Cómo me gustaría tener un vestido así!”.

Y ocurrió algo todavía más sorprendente. El pavo real lanzó un extraño graznido y la niña quedó cubierta de plumas preciosísimas, que formaban el más fantástico vestido que se pudiera imaginar.

Cuando salió de su asombro, Tesa notó que el pavo real había desaparecido. Lo buscó por todo el jardín, entre las plantas y detrás de los árboles, pero no logró encontrarlo.



Tesa tocaba una y otra vez las plumas de su vestido, para convencerse de que era verdad lo ocurrido. Y acabó por acercarse al borde del estanque, para mirarse en el agua como en un gran espejo verdoso.

-Seguro que nadie tiene un vestido igual- dijo muy contenta.

Unas risitas le hicieron volver la cabeza. Eran las flores las que cuchicheaban y se reían de aquella manera. Tesa se sintió un poco molesta. “Les dará rabia verme tan bien vestida”, pensó.

Así que decidió no hacerles caso y siguió paseándose por el jardín, para que todos los árboles y todos los pájaros pudieran admirarla.



Tesa estaba mirando el agua quieta del estanque, cuando algo extraordinario le llamó la atención. Por uno de los caminillos del jardín avanzaba con paso solemne un pavo real. Brillaba bajo la luz del día como si todas sus plumas estuvieran cuajadas de piedras preciosas. Y mil colores tenía su gran cola extendida.

El gran reloj estaba a punto de dar las siete. Y en la casa todos dormían.

Tesa no se entretuvo en vestirse. Descalza y en camisón bajó las escaleras muy deprisa, se acercó a la puerta que daba al jardín, la abrió con cuidado y salió fuera.

El pavo real se había parado cerca del estanque, y estaba vuelto hacia la niña, como si estuviera esperando.

Tesa no podía dejar de mirar aquella maravilla.

“¿De dónde habrá salido?”, se preguntó sin atreverse a acercarse demasiado al hermoso animal. “¡Qué plumas tan bonitas!”.

“¡Cómo me gustaría tener un vestido así!”.



Y ocurrió algo todavía más sorprendente. El pavo real lanzó un extraño graznido y la niña quedó cubierta de plumas preciosísimas, que formaban el más fantástico vestido que se pudiera imaginar.

Cuando salió de su asombro, Tesa notó que el pavo real había desaparecido. Lo buscó por todo el jardín, entre las plantas y detrás de los árboles, pero no logró encontrarlo.

Tesa tocaba una y otra vez las plumas de su vestido, para convencerse de que era verdad lo ocurrido. Y acabó por acercarse al borde del estanque, para mirarse en el agua como en un gran espejo verdoso.

-Seguro que nadie tiene un vestido igual- dijo muy contenta.

Unas risitas le hicieron volver la cabeza. Eran las flores las que cuchicheaban y se reían de aquella manera. Tesa se sintió un poco molesta. “Les dará rabia verme tan bien vestida”, pensó.

Así que decidió no hacerles caso y siguió paseándose por el jardín, para que todos los árboles y todos los pájaros pudieran admirarla.

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