341rbol con marcas hallado en l17...

1 MARONI CONSULTORES

PLAN DE CONTINGENCIA ANTROPOLÓGICA – LOTE 107

CONSIDERACIONES COMPLEMENTARIAS AL INFORME DEL ÁRBOL CON MARCAS

HALLADO EN L17 – SP 1121.5

PCA

Lote 107

Antecedentes

El 27 de enero del 2008 se reportó el hallazgo de un árbol con marcas inusuales que llamó la atención tanto de la brigada de topografía No. 5 como del los guías cacataibo del PCA. En el primer reporte del árbol se anotó: “el grupo de topografía 5, dirigido por el ingeniero Truadio Jaya que realizaba trabajos en la línea 17, acompañado de los guías Marcelo Odicio Angulo y Percy Limas Amasifuén, encontraron un árbol de 20 pulgadas de ancho con un grabado a manera de zigzag que atraviesa longitudinalmente el largo del árbol alrededor de la circunferencia de la corteza, hecho posiblemente con la punta de un objeto con filo. El árbol se encuentra aproximadamente a 8 metros de la estaca Nº L 17 – SP 1121.5. Las coordenadas del árbol encontrado son: Este: 433890 y Norte: 9062058. Alrededor del área no se registraron otros elementos como más árboles con grabados, restos de fogatas o ahumaderos, huellas humanas, restos materiales, etc.”1 Del mismo informe se extrae: “…El análisis detallado de las fotografías y los testimonios indica que hay marcas de fechas diferentes. Un grupo de ellas, las de menor antigüedad son de poca profundidad, y el objeto con que fue realizado ha producido una línea de un grosor casi uniforme, y ha retirado el crecimiento de líquenes sobre la corteza…A pesar de ello no es posible determinar su origen, intención y en caso de la fecha esta podría ser aproximada para las mas antiguas por la tasa de crecimiento del liquen. El siguiente párrafo incorpora las apreciaciones de indígenas cacataibo que acompañaron el levantamiento de datos: “Según opinión de los indígenas cacataibo que acompañaron a la antropóloga, Coordinadora del PCA en el campo, dichas líneas pudieran representar la cordillera, cerros o caminos.”2 Adicionalmente han señalado que las marcas se asemejan a los diseños utilizados en tejidos y cerámicas de los cacataibo que viven en comunidad. El reporte mensual del PCA, concluye lo mismo que el anterior: “Sin embargo, es imposible poder deducir que el dibujo en mención haya sido hecho por indígenas en aislamiento. No hay evidencia alguna que lleve a confirmar una hipótesis de esa naturaleza, en tanto no hay ningún otro tipo de evidencias materiales en el entorno, que permita identificar el origen de dicha grabación.”3 La siguiente comisión estuvo integrada por profesionales del MEM-MIMDES-OSINERGMIN y representantes de la FENACOCA. Luego de realizar las observaciones en el lugar donde se ubican ambos árboles (que llamaremos 01 y 02), se redactó un acta conjunta en la cual en sus puntos segundo y tercero se da cuenta que el hallazgo requiere de mayor información (para determinar su procedencia natural o humana) y que no habría representado ningún riesgo a la vida, negando enfáticamente la “presencia de árboles con sangre, campamentos abandonados, herramientas, ni ninguna otra señal de violencia o amenaza”.4

1 Reporte del árbol con marcas en la L17. PCA, informe de trabajo 08-02-08.

2 Ibíd.

3 Informe Febrero 2008. PCA Lote 107.

4 Acta de comisión MEM-MIMDES-OSINERGMIN-FENACOCA, febrero 14, 2008.


A partir de las recomendaciones y sugerencias de los informes mencionados, el equipo profesional de Maroni y personal de la FENACOCA y de la empresa Petrolífera, procedieron a efectuar un análisis más detallado sobre el posible origen de las marcas encontradas en los árboles de moena (se encontraron 02 en las inmediaciones del lugar señalado) durante lasoperaciones de exploración sísmica en el Lote 107, dentro del área propuesta como Reserva Territorial para indígenas cacataibo en situación de aislamiento. A continuación se presentan los resultados del mencionado trabajo, aportándose nuevas lecturas a la interpretación inicial, que llevan a considerar como más probable, un origen natural de las mencionadas marcas.

Nuevas Observaciones – Investigación Adicional

El 23 de febrero con motivo de la visita de inspección por personal del OSINERGMIN, el Sr. Luis Montoro, se realizó una nueva visita al área donde fueron encontrados los dos árboles reportados. En esta visita, además del funcionario mencionado, participaron los monitores cacataibos del PROMOSAC5, Sres. Germán Estrella y Segundo Angulo, además de Herman Burger de MARONI Consultores y Gilmer Yuimachi personal de RRCC de Petrolífera.

Descripción de los árboles:

Los árboles objeto de estudio son de la misma especie: “moena”6, el primero de unos 50 cm DAP, el segundo de 25 cm. Tienen una corteza delgada, con lenticelas, es fácil provocar una marca sobre ellas, inclusive con la uña del dedo, la corteza interna es amarillenta, al parecer se oxida y oscurece cuando es expuesta. Fuste cilíndrico, recto, ambos presentaban crecimiento de líquenes y musgos. Entorno:

Se encontró que las marcas tienen características muy similares en ambos árboles, por lo que se puede aseverar que tienen el mismo origen. Los árboles de los alrededores no muestran marcas similares, se encontraron árboles con ataques de comején, lianas que marcan la corteza y otros, sin embargo ninguna presencia, diseño, o marca sobre otros árboles tienen características iguales a las de los árboles 01 y 02. Los árboles se ubicaron a pocos metros de la L-17, a unos 80 m del río Apua, del cual se accede tras una pequeña cuesta, hasta una zona de bosque de terraza. Los guías antropológicos han reportado vestigios de incursiones de madereros7, y según informa el guardaparque del puesto de control del PNCAZ, la vía fluvial por el Apua hacia el varadero que conduce al río Pisqui, es transitada con frecuencia, y antes de la construcción del puesto era con mayor regularidad. En las imágenes de Google Earth (de aprox. 3 años de antigüedad) que se presentan a continuación se pueden apreciar zonas desboscadas para chacra a pocos kilómetros de la ubicación de los árboles reportados.

5 Programa de Monitoreo Social-Ambiental Comunitario Lote 107.

6 Con el nombre común de “moena” se conocen varios arboles de la familia Lauraceae: Aniba sp., Ocotea sp., Persea sp., Nectandra sp.

7 Algunos reportes diarios de diferentes guías del PCA señalan trochas y caminos de madereros. En comunicación personal otros guías señalan presencia de “quirumas”, un tocón de corte bien bajo para permitir arrastrar las trozas.


Marcas:

Las marcas en ambos árboles se pueden apreciar desde la base del tronco (F06, F07), en realidad desde el contacto del tronco con el suelo. En esta sección inferior las marcas del árbol 01 son mucho más anchas y el descortezamiento es mayor (F06), inclusive se observan trozos de corteza que se descascaran, algunas de las zonas de daño a la corteza interior (lo que crea la marca) empiezan por debajo de la corteza exterior. Al árbol fue limpiado, luego del hallazgo, lo cual puede haber eliminado algunos detalles como el anterior. De la zona inferior del árbol 01 también se puede decir que las marcas son mucho más caóticas, se entrecruzan y se encuentran en mayor cantidad (F04).


Las marcas en la zona media del árbol 01 son más regulares, y similares a las del árbol más pequeño 02. Algunas de las más resaltantes discurren en zig-zag en un lado del árbol, y lo van rodeando. Lo mismo ocurre para las líneas más antiguas, algunas van paralelas al suelo y otras discurren en zig-zag, forman curvas cerradas o cruzan líneas anteriores. Las marcas a mayor altura observadas se encuentran a más de 3.0 metros del suelo (F08). El árbol 01 tiene una línea de ataque de comején, vertical, en un lado que discurre por muchos metros hacia arriba. La “marca” o “camino” del comején (en realidad un túnel formado por restos, excrementos, etc. de estos insectos barrenadores) es diferente a las marcas objeto de este informe. El análisis del primer informe sobre la diferente antigüedad de las marcas es confirmado en esta visita. Se pudo constatar que las marcas más antiguas son del mismo origen pero no se puede aproximar su edad, salvo que se cuente con la opinión de un experto forestal o biólogo que pueda estimar el tiempo por la cicatrización de la corteza del árbol y por el posterior crecimiento de líquenes. Sobre las marcas más recientes podemos añadir que al margen de lo que haya producido la marca, ésta genera una reacción del árbol, con exudado, oxidación, cambio de color, y la formación de una capa delgada, como cáscara, de color naranja-amarillento, que bordea la línea de “corte” o descortezamiento (F010). Sobre las características de las marcas en sí, se reitera lo expuesto en el informe preliminar en el sentido que el ancho de las mismas es constante y tienen un “reborde” alzado, menor a 1 mm, la marca es de poca profundidad, y de profundidad constante, como una “cama” de unos 2 mm, es importante añadir que no presenta una sección de corte en “V”, por lo que descartamos un objeto punzante. En esta parte, se puede añadir que la marca da la impresión de ser un sólo “trazo”, no hay laceraciones secundarias, astillamiento o deshilachado de la corteza por un “repaso” en los bordes, ni marcado sobrepuesto en el mismo eje o sentido. Esto lleva a pensar que en el caso el objeto marcador haya sido una herramienta, esta pasó una sola vez, con mucha precisión para no variar el ancho, la profundidad y provocar el mismo y constante “reborde” a todo lo largo. No es el objetivo de este informe especular sobre las probabilidades de realizar aquello con un instrumento, salvo que la superficie de contacto no podría ser muy filuda ni muy larga, por lo dicho anteriormente, no presenta una incisión en V y la sinuosidad de algunas secciones indica lo imposible de un borde largo (F07). Reporte Fotográfico

Es importante señalar, a raíz de las conclusiones a las que aventuradamente han llegado algunos comunicados de prensa institucionales, noticias en periódicos y en informativos web, que un análisis concluyente hecho exclusivamente a partir de una o dos fotos es virtualmente imposible. La razón principal de ello es que la observación directa en campo permite contextualizar de una manera más completa el posible origen de las marcas, sobretodo porque una fotografía puede ser, sin consideraciones más profundas, la principal causa de conclusiones aventuradas, como por ejemplo, asegurar que las marcas prueban directamente la existencia actual de indígenas en aislamiento en esta zona. Las primeras imágenes recogidas por el PCA, y posiblemente otras publicadas por la prensa o recogidas por la comisión, fueron tomadas con flash automático, frontal, lo cual crea una imagen “plana”, viraje del color, y pocas posibilidades de ver detalles que puedan dar más luces sobre los orígenes de las marcas (F04 y F05). Una foto de una sección del árbol no puede permitir determinar con objetividad el agente causal de la marca, cuando hay información relevante imposible de observar fuera del área registrada en la toma, tales como detalles del borde de la marca (se requiere un macro), y disposición de las líneas en la parte baja, media y alta del árbol.


A continuación se presentan dos series fotográficas, la primera son fotografías de los árboles hallados y la segunda pretende brindar mayores elementos sobre el origen de las marcas. Finalmente hemos añadido los últimos datos recogidos de un nuevo árbol hallado.

[Foto 04 y 05. Diferencia entre imágenes

con luz natural y con flash

frontal. La segunda imagen es

“plana”, no da un sentido de

profundidad de los detalles, el

color ha cambiado y complica el

análisis. Fuente: PCA, Luz

natural y flash, ligero zoom y

contraste añadido.]

[Foto 03. Publicada por Perú21, Servindi y

otros. Muestra la parte central

del área de marcas del Árbol

01. La baja resolución, y

contexto parcial sólo permiten

observar marcas antiguas, y

otras más recientes por la

remoción del liquen. Ref. (08)]

[Foto 06. Marcas en la base del Árbol 01,

se inician desde el contacto con

el suelo, algunas secciones de

las marcas se extienden por

debajo de la corteza levantada.

Se puede observar una parte en

que la “cama” de corte, deja

colgado un pequeño pedazo de

corteza. Fuente: PCA. Luz

Natural. Contraste añadido.]


[Foto 08 y 09. Zona alta del Árbol 01, marca de las mismas

características, aunque más antigua que la inferiores,

hasta más de 3 m de altura. Recorte de la misma foto

a la derecha de la marca alta. En el lado opuesto del

mismo árbol se encuentran más. Fuente: PCA, Luz

natural.]

[Foto 07. Zona inferior del Árbol 01,

detalle de la sinuosidad de la

marca, reborde que define el

ancho constante, el pequeño

trozo de corteza cubre

parcialmente la línea de la

marca. Fuente: PCA, Luz

natural, ligero zoom, contraste

añadido.]


[Foto 011. Detalle de las marcas,

se nota el reborde y

ancho constante de la

línea de marcado,

reacción del árbol que

sobre el tejido expuesto

produce una “cascarilla”

tal vez al secar el

exudado. Se nota una

parte donde la línea es

discontinua. Fuente:

PCA, Luz natural, macro,

ligero contraste

añadido.]

[Foto 012. Detalle de línea

donde confluyen tres

“trazos”, el borde del

final es redondeado,

se nota el reborde

como límite. Fuente:

PCA, Luz natural, en

lado sombreado,

macro.]

[Foto 010. Detalle de curvas,

líneas nuevas sobre

una marca ya

cicatrizada y con

crecimiento de musgo

y liquen. Fuente: PCA,

Luz natural, macro.]


[Foto 013. Daño por galerías en Populus

sp. por Agrilus granulatus

(Buprestidae – Coleoptera),

obsérvese el ancho constante,

el borde definido. En este caso

hay un patrón sinuoso, que

optimiza el consumo de

alimento. Fuente: James

Solomon, USDA Forest Service,

Bugwood.org]

[Foto 014. Derecha: Agrilus crataegi,

minas en superficie de

“sapwood” No hay un patrón

definido, curvas variadas, pero

se nota un recorrido largo.

Fuente: James Solomon, USDA

Forest Service, Bugwood.org]

[Foto 015. Arriba derecha, Agrilus biguttatus galerías en Quercus robur. Son particulares los patrones en escalera, el daño se

encuentra debajo de la corteza, en todo caso se nota que el comportamiento de una larva puede ser bastante

“geométrico”. Fuente: Louis-Michel Nageleisen, Département de la Santé des Forêts, Bugwood.org]


[Foto 017 y 018. Daño en superficie de

corteza, en forma de zig-zag,

nótese la similitud con Árbol 01

y 02 del Lote 107 en la curva

que describió la larva en su

avance. La marca inferior es

comparable con otras en el

Árbol 01. Agrilus otiosus sobre

corteza de Carya aquatica.

Abajo: típica larva de un

Bupréstido. Fuente: James


Bugwood.org]

[Foto 016. Esta y la siguiente foto son a

modo de comparación del daño

“under-bark” o sub corteza y el

daño a corteza externa. El

primero es clasificado como

galerías y el segundo como

surco (“grooves”). Derecha:

Agrilus biguttatus en Quercus

spp. El daño es apreciable sólo

cuando se retira la corteza.

Fuente: Beat Forster, Swiss

Federal Institute for Forest,

Snow and Landscape Research,

Bugwood.org]


[Foto 019. Nuevamente Agrilus otiosus

sobre hospedero no citado en

la fuente. Fuente: James


Bugwood.org]

[Foto 020. y ampliaciones. Abajo y abajo

derecha. Agrilus anxius,

Buprestidae, daño de larvas,

nótese las curvas del zig-zag, la

forma de la “cama”, el reborde,

el ancho constante (en realidad

va aumentando mientras la

larva crece), el cruce de marcas

y los finales redondeados.

Fuente: Thérèse Arcand,

Natural Resources Canada,

Canadian Forest Service,

Laurentian Forestry Centre


[Foto 021 y 022. Nuevo árbol de “moena”

encontrado durante tareas de

monitoreo ambiental por el

PROMOSAC, en la comunidad

Yamino L-8. Este árbol joven

presentaba marcas de las

mismas características que los

árboles anteriores. El zig-zag va

rodeando todo el arbolito, las

marca parten desde la parte

inferior y según observamos ya

se encuentran cicatrizadas y

con crecimiento de musgo y

líquenes. Fuente: PROMOSAC]


Discusión

Los primeros informes no resultaron concluyentes sobre el origen de las marcas, al margen de las aseveraciones hechas en prensa, siempre se propuso la necesidad de recoger más información como respaldo a lo que se pueda afirmar. Sin embargo la conclusión inicial que se mantiene vigente es que las marcas encontradas no representan prueba fehaciente de la presencia actual de indígenas en aislamiento en la zona cercana al árbol. La conclusión más importante anotada en el acta levantada por la comisión MEM-MIMDES-OSINERGMIN-FENACOCA-PETROLIFERA en su inciso tercero sobre el hallazgo del árbol es que se debe registrar más información que permita determinar el significado y procedencia de las marcas, ya sea natural o humana. En ese sentido el PCA ha continuado internamente la discusión entre los participantes y consultores, además de promover más visitas para recoger otras impresiones al respecto. A partir de una búsqueda en web se han encontrado referencias a marcas similares de origen natural. Los ataques de insectos de importancia forestal de otros países están muy bien documentados en bases de datos con agentes causales, daños, fotografías, etc. Lo mostrado es un extracto de lo hallado. Las características más importantes resaltadas en las leyendas de las fotos, son las similitudes en el ancho de la marca, que al ser constante sugiere el paso de una larva, el reborde nombrado numerosas veces, los finales redondeados de las marcas, la profundidad, etc. Es también importante considerar las diferentes formas que pueden tomar los ataques de insectos barrenadores y minadores, algunas regulares atribuibles a alguna geometría y otras aparentemente caóticas. Es importante notar que esto es constante para los tres árboles estudiados en es este informe. El último encontrado es un árbol muy joven, posiblemente la misma especie o una muy cercana, ubicado al lado de la L-8 en la CCNN Yamino, y es particularmente importante considerar que las marcas pasan por debajo de lianas adheridas al fuste. A partir de la comparación con referencias y la información recogida en campo, se puede afirmar que hay suficientes elementos como para considerar la posibilidad que el origen de las marcas en los árboles de moena encontrados en la L-17 y L-8 tienen un origen natural. Se ha utilizado al Bupréstido del género Agrilus como el ejemplo, pero no se afirma que sea alguna especie del mismo el agente causal. La biodiversidad en el bosque tropical es tan enorme que no se puede hacer la transferencia directa de un ejemplo de Norteamérica, sin embargo, se considera que la explicación brindada en este informe no es muy lejana al ejemplo que ha servido de comparación. La visita conjunta del 23 de febrero con OSINERGMIN-PROMOSAC-PCA arrojó un registro fotográfico más completo y mayor discusión sobre el tema. Finalmente, consideramos que las aseveraciones que confirman la presencia actual de indígenas en aislamiento a partir de unas pocas fotos de una sección del árbol, son en todo caso discutibles cuando hay tantos elementos no considerados para llegar a tal conclusión en este caso en particular. Recomendaciones

Si las partes interesadas consideran necesario investigaciones mas profundas, como se ha sugerido el caso de la comisión antropológica del INDEPA, se recomienda que esta comisión incluya en la misma un biólogo, entomólogo o forestal con experiencia en entomología tropical


porque consideramos que tendría mayores probabilidades de éxito en terminar de elucidar el hallazgo. Recomendamos que el presente informe sea puesto en conocimiento de las organizaciones del Estado competentes y que se coordine la posibilidad de ponerlo al alcance de la sociedad civil como una medida para evitar mayor confusión en el tema entre la opinión pública y se propongan pasos definitivos para comprobar la posible explicación que aquí se ha sugerido.

MARONI CONSULTORES

07 Abril del 2008

Referencias:

1. Agrilus otiosus. Coleoptera-Buprestidae. Daño en corteza. James Solomon, USDA Forest Service, Bugwood.org http://www.forestryimages.org/browse/detail.cfm?imgnum=3066065

2. Lista de insectos barrenadores:

http://www.forestryimages.org/browse/catsubject.cfm?cat=7

3. Documentos de trabajo PCA, PROMOSAC.

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