30 diezvirgenes

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Parábolas sobre la responsabil idad y la gracia

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Hola, somos Marta y

Lázaro; juntos os vamos a presentar...

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Lázaro; juntos os vamos a presentar...

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Hoy vemos...Hoy vemos...

Las diez vírgenesLas diez vírgenes


Clic para avanzar Iglesia en DaimielLas diez vírgenesLas diez vírgenes

Esta parábola conjuga muy bien la responsabilidad

personal y la gracia.

Esta parábola conjuga muy bien la responsabilidad

personal y la gracia.

Dios invita a todos a sus bodas; más que un invitado,

tú eres la “esposa”.

Dios invita a todos a sus bodas; más que un invitado,

tú eres la “esposa”.



A todos nos invita a su

Reino.

A todos nos invita a su

Reino.

Pero hemos de hacer algo: “IR”; ese algo está

representado en el aceite de las lámparas.

Pero hemos de hacer algo: “IR”; ese algo está

representado en el aceite de las lámparas.



Lo de “vírgenes” se refiere a doncellas que no han

contraído matrimonio.

Lo de “vírgenes” se refiere a doncellas que no han

contraído matrimonio.

En el tiempo de Jesús, salían a esperar al esposo, en las bodas, para iluminarle.

En el tiempo de Jesús, salían a esperar al esposo, en las bodas, para iluminarle.



El reino de los cielos se parece a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

El reino de los cielos se parece a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.



Y cinco de ellas eran prudentes, y cinco necias.

Y cinco de ellas eran prudentes, y cinco necias.

Las necias, tomando sus lámparas, no llevaron consigo aceite; pero las prudentes llevaron aceite en las alcuzas, juntamente con sus lámparas.

Las necias, tomando sus lámparas, no llevaron consigo aceite; pero las prudentes llevaron aceite en las alcuzas, juntamente con sus lámparas.



Como el esposo tardaba, les entró sueño y se durmieron.

Como el esposo tardaba, les entró sueño y se durmieron.



A medianoche se oyó un grito: Ya está aquí el esposo; salid a recibirle.

A medianoche se oyó un grito: Ya está aquí el esposo; salid a recibirle.


Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas.

Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas.

Y las necias dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.

Y las necias dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.


Pero las prudentes respondieron, diciendo: “Como no vamos a tener bastante para nosotras y vosotras, será mejor que vayáis a la tienda y os lo compréis”.

Pero las prudentes respondieron, diciendo: “Como no vamos a tener bastante para nosotras y vosotras, será mejor que vayáis a la tienda y os lo compréis”.


Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.

Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.


Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos.

Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos.

Pero él respondió: Os aseguro que no os conozco. Pero él respondió: Os aseguro que no os conozco.


Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir


¿Por qué unas eran necias y otras prudentes?

¿Por qué unas eran necias y otras prudentes?

¿Cómo conjugar la libertad y la gracia? ¿Cómo conjugar la libertad y la gracia?


Bueno..., sabes que tienes más

presentaciones...

Bueno..., sabes que tienes más

presentaciones...

¡Hasta la próxima!¡Hasta la próxima!

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