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PRIMERAS FUNDACIONES (1604 – 1635) WILLIAM RAFAEL MENDIETA MENDIETA FR. JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ MESA

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Page 1: 3. Primeras fundaciones 1604-1635

PRIMERAS FUNDACIONES

(1604 – 1635)

WILLIAM RAFAEL MENDIETA MENDIETA

FR. JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ MESA

SEMINARIO MAYOR SAN AGUSTÍN

LA LINDA – MANIZALES

2006

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TABLA DE CONTENIDO.

1 FUNDACIÓN DEL DESIERTO DE LA CANDELARIA.

1.1 Juan Rodríguez primer eremita.

1.2 Unión de varios por ésta causa.

1.3 El cuadro de la Virgen de la Candelaria.

1.4 Intervenciones Y Restauraciones Del Cuadro De Nuestra Señora De La Candelaria.

2. FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE LA POPA DE CARTAGENA.

La virgen de la Candelaria de la Popa.

3. FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE PANAMÁ.

4. FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE LA CANDELARIA EN BOGOTÁ.

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1 FUNDACIÓN DEL DESIERTO DE LA CANDELARIA.

1.1 Juan Rodríguez primer eremita.

Era un hombre de excelentes prendas, hastiado de las pompas ilusorias del mundo,

determino por recogerse a hacer penitencia, y en busca de parajes solitarios se

encaminó hacia los lados del actual Desierto de la Candelaria en el año de 1595;

algunas personas que conocieron semejante determinación, optaron asimismo de

seguirlas, y así se reunieron varios individuos y entablaron un método de vida

anacorética muy rígida1

1.2 Unión de varios por ésta causa.

Dirigidos por el sacerdote Diego de la Puente, empezaron con esta sociedad; cada uno vivía

en una habitación pequeña y pajiza separada de las demás, de vez en cuando se reunían

para celebrar conferencias espirituales, exponían sus necesidades y se daban ánimos

1 AYAPE, Eugenio. fundaciones y noticias de la provincia de Nuestra Señora de la Candelaria. T. I Lumen Christi, Bogotá 1950, P. 2

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mutuamente. Entre los ermitaños están: Juan Rodríguez, Diego de la Puente, Domingo de

Anaya, Alejandro Mateus, Pedro Martínez, Miguel Suárez, Francisco Rodríguez, Alfonso

Sánchez, Alfonso de Paredes, Nicolás de Ortiz y Antonio de la Cruz. Cabe destacar que los

anacoretas eran oriundos de Villa de Leiva y de Tunja.2

El sitio escogido para establecerse fue un paraje en Siátiva, entre Tinjacá y Ráquira, luego

se trasladaron pronto a Távita; pero de nuevo se volvieron a trasladar a un vallecito

formado en las riveras del río Gachaneca, esto se produjo en el año de 1597.

El encomendero Andrés Velosa les brindo el terreno y eficaz ayuda, después de que Juan

Rodríguez fuese a Bogotá, para tramitar todo lo concerniente al permiso para la erección de

una capilla, éste permiso es dado, y se construye la capilla bajo el titulo de Nuestra Señora

de la Candelaria; esto se desarrolla durante agosto del año de 1597.

Como el eremitorio crecía de día en día y abundaban las vocaciones, consideraron los

ermitaños necesidad de establecer un reglamento y el nombrar un superior que

desempeñara tales funciones. Disgustados o con el propósito de evitar mayores males, se

alejaron el sacerdote Diego de la Puente y Juan Rodríguez. Entonces los restantes cenobitas

decidieron seguir en esta Santa empresa y fueron a buscar al Padre Mateo Delgado. Quien

era misionero en una vereda cerca de Tinjacá y de Ráquira, que se llamaba Tijo, e

inopinadamente se abrieron nuevos rumbos ante la vida del anciano y austerísimo padre

agustino fr. Mateo Delgado.

Accedió a las suplicas el padre Mateo, y los ermitaños le donaron la ermita y se pusieron

totalmente bajo la dirección y sabiduría del padre Delgado. Este consideró aquella

oportunidad, para dar comienzo a la reforma o recolección que ya se había realizado en

España; pero ante todo el padre Delgado quiso ponerse al habla con el padre provincial,

fray Vicente Mallol, y este les ordenó que se dirigieran hacia Bogotá. Todo esto ocurrió

entre 1601 hasta 1603.

2 Cf. FABO, Pedro. Restauracion de la provincia de la Candelaria. La Cruzada, Bogotá 1911, p. 208

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El padre Mallol aprobó, junto con otros padres que allí se encontraban, la introducción de la

recolección en América, en especial en Colombia; y el 19 de mayo de 1604 el Arzobispo de

Santa fe Bartolomé Lobo Guerrero, dio licencia para que recibiesen el habito de Recoletos

de San Agustín y viviesen los ermitaños junto con los religiosos de la orden. Ya para

concluir podemos decir que la verdadera fundación del Desierto de la Candelaria fue el 12

de agosto de 1604 en Ráquira Boyacá.

1.3 El cuadro de la Virgen de la Candelaria.

Domingo de Anaya y Juan Rodríguez fueron enviados a Tunja a conseguir un cuadro de

Nuestra Señora de la Candelaria o de la Purificación, que sería venerado en la capilla. La

hizo el pintor italiano, Francisco del Pozo, sobre una tabla enteriza de vara y medio de alto

(120 cm.) por una de ancho (80 cm.) en 1597; y luego se colocó en el preciso sitio donde

los indígenas daban culto al diablo. Su fiesta se celebra el dos de febrero, pues la Iglesia en

ese día celebra la fiesta de la Presentación del Señor; en el hermoso cuadro se encuentra

pintada la Virgen de la Luz, haciendo eco a aquello de Mateo 4, 16 “Populus qui sedebat in

tenebris, vidit lucem magnam, citando a Isaías 9, 1”.

1.4 Intervenciones Y Restauraciones Del Cuadro De Nuestra Señora De La Candelaria.

En 1835 la imagen fue retocada por Pedro José Figueroa, el más talentoso de los Figueroa y

respetado desde comienzos del siglo XIX como talentoso artista; este pintor cambió

totalmente la imagen: donde había tres ángeles, el ubicó a Ana, Simeón, José.

Años más tarde, y a medida que aumentando la devoción se hicieron perforaciones en la

tabla para aplicarles coronas tanto al niño como a san José y la Virgen, a la cual, además, le

pusieron gargantillas, pulseras y aretes, una canastilla, un rosario, nueve estrellas en el

manto y una luna plateada a sus pies. Todos estos accesorios fueron retirados cuando en

1963 el maestro Luis Acuña hizo una intervención en el cuadro con motivo de la

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coronación canónica de la imagen de la Virgen de la Candelaria, cuando se celebró el tercer

centenario de la Provincia. En 1970 una nueva intervención, en esta ocasión por Enrique

Murillo, quien le puso los colores más vivos.

La historia continua, pues en 1987 se le hizo un trabajo impresionante, incluyendo

radiografías y análisis químicos, para restaurar el cuadro, regresándolo a su estado original;

este trabajo fue hecho por la señora Hildegard Herzog de Otto.

Hildegard presentó un informe final, donde hizo una descripción magistral del cuadro. En

el plano intermedio Francisco del Pozo colocó a la Virgen en su advocación de Nuestra

Señora de la Purificación o de la Candelaria, de pie, cerca del altar. Lleva al niño Jesús en

su brazo derecho y una vela encendida en su izquierda. El vestido es de color rojo de laca

de Garanza, la túnica que la envuelve es verde azulosa en el exterior y amarillo – dorada en

el interior. El niño está envuelto en un pañal. Cautiva la sencillez absoluta del rostro de la

madre de Jesús, quizá la idealización de la belleza femenina. Su expresión es pensativa y

serena. Acaba de escuchar las palabras de San Simeón: “Ahora Señor según tu promesa

puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto tu salvación...”, y su

profecía: “Una espada atravesará tu propia alma”. Parece que la ceremonia ya hubiera

terminado, y que se detuviera un momento más, considerando lo ocurrido y escuchado.

Está en actitud de recogimiento... la música de los ángeles aún flota en el ambiente, el olor

a velas encendidas la rodea. Únicamente el niño fija sus ojos en el espectador. A pesar de

todo, María irradia una proximidad asombrosa, mediando entre lo celeste y lo humano,

respetando los espacios y los puestos de cada uno, pero ocupando el suyo; siendo la Reina

de los Ángeles y los Santos, sirve amorosamente al Dios humanado. Indescriptible misterio

donde la teología y la palabra humana enmudecen para contemplar el misterio, un misterio

que los Agustinos Recoletos debiéramos llevar en la sangre e imprimir en la vida de cada

día.

2. FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE LA POPA DE CARTAGENA.

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No muy lejos de la ciudad de Cartagena se eleva un montecillo que por su figuración cónica

y saliente hacia el mar ha recibido el nombre del cerro de la Popa. Antiguamente se hallaba

en su ladera y en su cumbre, naturaleza salvaje y para ascender hasta allí era preciso pasar

por una senda atrevida que se habría por entre malezas y pedregales. En 1607, el padre

Vicente Mallol predico la cuaresma en la ciudad de Cartagena, y lo hizo de una forma tan

elocuente que todos se le aficionaron grandemente y le pidieron que estableciese casa de su

orden allí.

Pero el padre Mallol objetó la falta de personal y la insuficiencia económica de su

provincia; pero el entusiasmo popular resolvió rápidamente el problema. Se hicieron

colectas y bajo la dirección generosa de Fabricio Sánchez, se construyó rápidamente una

capilla de madera y a su lado se edifico una pobre choza. Y queda provisionalmente hecha

la fundación al frente de ella estuvo por unos días el padre Alejandro Mateus.

Sucedió que el padre Alonso García de paredes compañero del padre Mateo Delgado

estando en un arrobamiento místico, oyó el eco de una voz prodigiosa que le decía “Alonso

baja luego a Cartagena, y en ella fundarás un convento de tu Orden, algo lejos de sus

muros, en el cerro que allí veras”.3

Todo se realizo con la festinación del 20 de julio del mismo año, se celebra en Bogotá un

capitulo privado y se confirma la fundación; además cuatro días más tarde en un capitulo

provincial extraordinario mandaron a la nueva casa al padre Alonso García como superior.

El padre García dejo con obediencia su amado retiro en el Desierto, y hacia fines de 1607

llega a la ciudad de Cartagena; las autoridades y el pueblo les dio una espléndida acogida.

La virgen de la Candelaria de la Popa.

Estando en la construcción de convento e Iglesia, se presento cierta piadosa mujer, a ofrecer

a los padres, un bulto de Nuestra Señora de la Purificación, para que fuera expuesta allí a la

veneración pública, los frailes aceptaron el regalo, y para la apertura del templo, hicieron

una procesión para llevar hasta su altar a la que es desde entonces la Reina y Patrona de

3 Ibid. P 33

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Cartagena. A esta imagen de la Virgen de la Popa, la colocaron en el lugar donde estaba un

adoratorio del demonio, donde los indígenas le presentaban ofrendas como mantas y otras

cosas. De ella se han obtenido grandes favores, y de agradecimiento, ilustrísimos varones

le han regalado a la imagen varios objetos valiosos, como una cruz rica de esmeraldas, una

vela de oro amartillado, entre otros objetos; pero tristemente un tiempo más adelante, en

1697, con el vandálico saqueo de la ciudad por las tropas del barón de Pointis y los piratas

del filibustero Juan Bautista Ducasse, el convento de la Popa quedó arruinado, y con ello

lógicamente, plagiadas y perdidas las joyas de la imagen de la Virgen de la Popa.4

3. FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE PANAMÁ.

Habiendo dos religiosos que terminaron sus estudios eclesiales fueron aprobados para

recibir las sagradas ordenes. Pero no había quien les ordenara en Santa fe, ni en Cartagena,

ni en Santa Marta.

Por no haber en las citadas ciudades ningún Prelado, dispusieron los superiores que los dos

religiosos fueran a Panamá, donde era Obispo el agustino Agustín de Carvajal, que sintió

tanta admiración al contemplar los retoños de los recoletos, que resolvió guardarlos en su

palacio, y echar los cimientos de un convento reformado. Luego escribió al padre Pedro

Fernando de Angensola, provincial en ese tiempo, para pedirle en nombre propio y de la

comunidad, que los nuevos sacerdotes se quedaran allí, y este a su vez consulto con el

padre Mallol que a finales de 1610 salió para Panamá comisionado para realizar la empresa

de fundación.

Hubo tal entusiasmo y tan espontánea generosidad que el señor Obispo ayudó para la

construcción del convento económicamente, al igual que otros varones ilustres; cabe anotar

que este convento se hizo a las afueras de la ciudad.

Ésta construcción se hizo sin tener en cuenta las reglas de arquitectura, pues consta que en

1621 se inauguró la parte correspondiente a una capilla, y que al tiempo de ser utilizada

para el culto se desplomó.

4 Cf. CARDONA, Carlos. La Popa resumen historico. Bogotá: Kimpres ltda, 2002, p. 32

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Después que paso esta calamidad pidieron permiso al Obispo para que les dejara poner el

Santísimo Sacramento en una casa en el centro de la ciudad. Esto trajo consigo una serie de

agravios y calumnias a los inocentes frailes; algunos sujetos, ministros de la corona, se

disgustaron mucho por este hecho, acusaron a los religiosos de tal cambio, y le echaron en

cara el estar haciendo nuevas fundaciones, sin tener las debidas licencias; pero no se

querían dar de cuenta que era una simple traslación.5

Ocurrieron unos terremotos que sacudieron la ciudad de Panamá en 1621, y el pueblo se

acordó de la injusticia que habían cometido con los religiosos y especialmente llamo la

atención que el oidor don Juan de Santacruz, irreductible enemigo de los Agustinos

Recoletos, quien firma la sentencia condenatoria fue hallado debajo de las ruinas de su

casa.

Los religiosos padecieron incomodidades domesticas e internas. Pronto se repusieron de

sus quebrantos los sufridos frailes, y empezaron la construcción de la nueva iglesia dentro

de la ciudad, las autoridades y el pueblo les prestaron apoyo para levantar la obra. Pero

antes, viendo las incomodidaes que pasaban los conventos de la Candelaria y el de la Popa;

le habian pedido al padre general, para que los eximiese de la juridiccion del padre

provincial del Nuevo Reino, sujetándose al de Quito en el año de 1617; pero despues se

adhirieron a la provincia del Perú.

4. FUNDACIÓN DEL CONVENTO DE LA CANDELARIA EN BOGOTÁ.

Era urgente para los religiosos agustinos recoletos, la necesidad de adquirir una casa en la

ciudad capital, puesto que allí residían las principales autoridades eclesiásticas y civiles, a

quienes tenían que con frecuencia consultar los religiosos.

El padre Francisco de la Resurrección, por ejemplo (siendo procurador de los agustinos

recoletos) tuvo que vivir mucho tiempo en Bogotá por motivo de su cargo; pero tuvo que

habitar en casa ajena, por esta razón se pensó en serio en el establecimiento de un

convento.

5 Op cit. p. 52

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Autorizaron los prelados al padre Francisco de la Resurrección para que comprara un

edificio por cuenta de la provincia. El presidente de la Real Audiencia y Capitán General

don Sancho Girón ayudó y dio licencia par tal fundación, y ayudo en la forma más

generosa.

Pero todo no fue color de rosa, pues el Obispo de Bogotá, monseñor Almansa, no extendió

licencia para la fundación; aunque sí la extendió el Vicario General y Provisor del

Arzobispado, don Gaspar Arias Maldonado en 1635.

Se compró una casa en este año, junto al río san Francisco6, y se le tituló, Hospicio de San

Nicolás de Tolentino, que también se le conoce desde sus principios como Hospicio de San

Nicolás de la Candelaria. En él vivieron dos o tres padres y algún hermano de obediencia;

poco tiempo después se trasladaron de casa nuestros religiosos. Pero no se dieron cuenta en

que habían incurrido, en un error muy grave de reglamentación, de carácter civil; pues se

les había olvidado a los religiosos un requisito esencial, es decir se prescindió del permiso

del mismo rey de España, sin el cual en las colonias no se podía erigir casas de observancia

religiosa.

Entonces sucedió que varios oidores, licenciados y virreyes, se dieron cuenta de que se

estaban erigiendo hospicios, sin la debida cedula dada por el rey, lo notificaron al rey de

España, y este por una resolución de 1635, en que se manda que no se funde, sin licencia y

que se demuela las casas que se han levantado sin esta solemnidad, por que en otros países,

como en Perú, se erigían hospicios sin la debida licencia y por tal motivo se llegaban a

tener grandes problemas. El rey lo mando el 18 de septiembre de 1653, y el 28 de

septiembre de 1654, se obedeció en la ciudad de Bogotá.

Pero esto no se podía quedar en ver como se demolía el hospicio, y con él, muchos sueños

de los religiosos, que tenían el espíritu misionero, y llevaban en su sangre el progreso; y

fue el caso del p. fr. Andrés Londera de San José, que siendo el vicario provincial en tierra

firme, movió todas las influencias que tenía, para evitar que este fallo se cumpliera. Pero

lamentablemente de nada sirvió todo este esfuerzo, puesto que esta cedula ya no se podía

6 MARTINEZ, Cuesta. Historia de los Agustinos Recoletos. Augustinus, Madrid 1995, p. 416

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hachar para atrás, nuestros religiosos, tuvieron que ver como los desalojaban de su hogar;

pero esto no desilusionó el espíritu emprendedor de los religiosos.

Después de estos hechos deplorables, salió para implorar la bondad del rey, el reverendo

padre Lucas Salgado de Castro de San José. Y fue tan afortunado que trajo consigo una real

orden firmada el 2 de abril de 1648, por lo cual se permitía la habilitación del hospicio de

Bogotá. Esto produjo una inmensa alegría a los religiosos, y a últimos del año 1684 se

puso de nuevo al santísimo sacramento en la pequeña Iglesia.

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Bibliografía.

AYAPE, Eugenio. Fundaciones y noticias de Nuestra Señora de la Candelaria. Bogotá:

T I. Lumen Christi, 1950, 706 p.

FABO, Pedro. Restauración de la provincia de la Candelaria. Bogotá: La Cruzada, 1911,

342 p.

CARDONA, Carlos. La Popa resumen histórico. Bogotá: Kimpres Ltda., 2002, 47 p.

MARTÍNEZ, Ángel. Historia de los Agustinos Recoletos. Madrid: Augustinus, 1995, 747

p.

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CRONOGRAMA DE LAS PRIMERAS FUNDACIONES.

1597 Asentamiento de los primeros eremitas en el valle del Gachaneca lo que hoy es el Desierto de la Candelaria.Erección de la capilla, bajo el titulo de Nuestra Señora de la Candelaria. El italiano Francisco del pozo pinta el cuadro de la Virgen de la Candelaria.

1601–1603 Búsqueda del padre Mateo Delgado como director de ésta empresa. Donación de la ermita al padre Mateo Delgado. Considera el padre Mateo, introducir la recolección en Colombia.

1604 Aprueba el padre Vicente Mallol la introducción de la recolección enColombia.Visten el habito de Agustinos Recoletos los frailes y los ermitaños.Se funda el convento del Desierto de la Candelaria el 12 de agosto en Ráquira (Boyacá)

1607 La comunidad local le pide al padre Vicente Mallol que funde una casa de la Orden en Cartagena. Se celebra en Bogotá un capitulo privado y se confirma la fundación.Se manda a la nueva casa, al padre Alonso García como superior.

1610 El padre Mallol sale para Panamá, comisionado para realizar la empresa de fundación.

1617 El convento de Panamá, se adhiere a la provincia de Quito; y luego pasa a la del Perú.

1621 Inauguración de la capilla en el convento de Panamá y al tiempo de ser utilizada para el culto se desplomó. Terremotos azotan Panamá, la comunidad, piensa que es castigo divino.

1635 Se da licencia para erigir el convento de la Candelaria en Bogotá.Tiene un traspié esta fundación, pues no tiene todas las debidas aprobaciones, para erigir el convento.

1654 Se obedece la ley que viene del rey de España, para cerrar el convento.El reverendo padre Lucas Salgado de Castro de San José, sale para implorar el perdón del rey de España.

1648 El padre Lucas Salgado, trajo consigo una real orden firmada el 2 de abril, por la cual se permitía la habilitación del hospicio de Bogotá.

1684 Se puso de nuevo al santísimo sacramento en la pequeña Iglesia de la Candelaria..

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