3 ac the secret crusade
TRANSCRIPT
LahistoriajamáscontadadeAltaïr,elMaestroAsesino,NicolásPolo,padredeMarco,por fin revelará lahistoriaquehamantenidoensecreto todasuvida: la historia de Altaïr, uno de los Asesinos más extraordinarios de laHermandad.
AltaïrseembarcaenunaformidablemisiónquelellevaporTierraSantaylemuestraelverdaderosignificadodelCredodelosAsesinos.Parademostrarsucompromiso,Altaïrdebederrotaranueveenemigosmortales, incluidoellídertemplario,RobertdeSablé.
Porprimeravez,secuentalavidadeAltaïr:unviajequecambiaráelcursode la historia; su batalla continua con la conspiración templaria; una vidafamiliartantrágicacomoreveladora;ylamáximatraicióndeunviejoamigo.
BasadoeneljuegosuperventasdeUbisoft,Assassin’sCreed.
www.lectulandia.com-Página2
OliverBowden
Assassin’sCreed:LacruzadasecretaAssassin’sCreed3
ePubr1.3libra15.07.2015
www.lectulandia.com-Página3
Títulooriginal:Assassin’sCreedthesecretcrusadeOliverBowden,2012
Editordigital:libraePubbaser1.2
www.lectulandia.com-Página4
Prólogo
Elmajestuosobarcocrujía;susvelasondeaban,infladasporelviento.Adíasdetierra firme, atravesaba el océano hacia la gran ciudad en el oeste, portando unapreciadacarga:unhombre.Unhombreque la tripulaciónconocía tansolocomoelMaestro.
Ahoraestabaentreellos,solo,enelcastillodeproa,dondesehabíaechadohaciaatráslacapuchadesutúnicaparaquelesalpicaraelaguadelmar,sorbiéndola,conelrostroalviento.Unavezaldíahacíaaquello.Salíadesucamaroteacaminarporlacubierta,elegíaunlugarparacontemplarelmarydespuésvolvíaabajar.Avecessequedabaenelcastillodeproayotras,enelalcázar.Perosiempreclavabalavistaenlasolasdeblancascrestas.
Latripulaciónleobservabatodoslosdías.Trabajaban,sellamabanunosaotrosenlacubiertaylasjarcias;todosdesempeñabanalgunatarea,mientrasnodejabandelanzarmiradasa lasolitariafigurapensativa.Ysepreguntabanqué tipodehombresería,quéclasedehombreteníanentreellos.
Leestudiabanahurtadillasmientrassealejabade labarandillaencubiertaysesubía la capucha. Se quedó allí un momento con la cabeza agachada, los brazoscolgando,sueltos,aloscostados,ylatripulacióncontinuóobservándole.
Tal vez unos cuantos palidecieron cuando pasó a su lado para regresar a sucamarote, y, al cerrarse la puerta detrás de él, todos los hombres advirtieron quehabíanestadoconteniendolarespiración.
Dentro, el asesinovolvió a su escritorio, se sentóy se sirviódeldecantadordevinoantesdealargarelbrazohaciaunlibroqueatrajohaciaél.Después,loabrióyempezóaleer.
www.lectulandia.com-Página5
PrimeraParte
www.lectulandia.com-Página6
1
19dejuniode1257
MaffeoyyonosquedamosenMasyafypermaneceremosaquídemomento.Almenoshastaqueunaodos—¿cómodecirlo?—dudasse resuelvan.Mientras tantonos quedaremos a instancia del Maestro, Altaïr Ibn-La’Ahad. Frustrante como esentregarsealdominiodenuestrospropioscaminosdeestaforma,sobretodoallíderdelaOrden,queyaancianoejercelaambigüedadconlaimplacableprecisiónconlaqueunavezblandiólaespadayelpuñal,yoalmenosmebeneficiodeconocersushistorias.Maffeo,sinembargo,notieneesaventajaycadavezestámásinquieto,locual es comprensible. Está harto de Masyaf. No le gusta atravesar las empinadascuestas entre la fortaleza de los asesinos y la aldea que hay debajo, y el terrenomontañosonoleresultaatractivo.EsunPolo,dice,ytrasseismesesaquí,elansiadeconocermundo para él es como la llamada de unamujer voluptuosa, persuasiva ytentadora,alaquenopuedeignorar.Anhelallenarlasvelasconelvientoypartirenbuscadenuevastierras,darlelaespaldaaMasyaf.
Suimpacienciaesirritante,podríavivirsinella,sinceramente.Altaïrestáapuntodeanunciaralgo,lopresiento.
Asíquehoyledigo:—Maffeo,voyacontarteunahistoria.¡Menudaeducaciónladeestehombre!¿Deverdadsomosparientes?Comienzoa
dudarlo.Porqueenvezdeacogerlanoticiaconelentusiasmoqueclaramentehubieraprovocado,juraríaqueleoísuspirar(otalvezdeberíadarleelbeneficiodeladuda:tal vez estaba sin aliento bajo el calor del sol), antes de preguntarme en un tonobastanteexasperado:
—Antesdequeempieces,Nicolás,¿teimportaríadecirmedequéva?Noobstante,yocontesté:—Muybuenapregunta,hermano.Yreflexionéunpocosobreel temamientrassubíamospor la temidapendiente.
Sobre nosotros la ciudadela se alzabamisteriosa sobre el promontorio, como si lahubieran tallado en la propia piedra caliza.Había decidido que quería el escenarioperfectopara relatarmihistoriaynohabíanadamásapropiadoque la fortalezadeMasyaf. Un imponente castillo de muchas torrecillas, rodeado de relucientes ríos,presidíalaanimadaaldeaquehabíadebajo,unasentamientoenunpuntoculminantedentrodelValleOrontes.Unoasisdepaz.Unparaíso.
—Diríaqueessobreelconocimiento—decidíporfin—.Assasseen,comosabes,significa«guardián»enárabe.Losasesinossonlosguardianesdelossecretos,ylossecretosqueguardansonconocimiento,asíquesí…—Nocabíadudadequeestabamuysatisfechoconmigomismo—.Essobreelconocimiento.
—Entoncesmetemoquetengounacita.
www.lectulandia.com-Página7
—¿Eh?—Unentretenimientoseríabienrecibido,Nicolás;esodesdeluego.Peronodeseo
unaampliacióndemisestudios.Sonreíabiertamente.—EstoysegurodequequieresoírlashistoriasquemehacontadoelMaestro.—Esodepende.Tu tonohaceque suenemenos estimulante.Siempredicesque
prefieroquemecuenteshistoriassangrientas,¿verdad?—Sí.Maffeolededicómediasonrisa.—Bueno,puestienesrazón.—También tendrásde eso.Al finy al cabo son los relatosdelgranAltaïr Ibn-
La’Ahad.Eslahistoriadesuvida,hermano.Créeme,nofaltanacontecimientosytealegrarásaberqueengranpartehayderramamientodesangre.
Para entonces ya habíamos subido la barbacana hasta la parte exterior de lafortaleza.Pasamospordebajodelarco,atravesamoselpuestodeguardiayvolvimosasubirparadirigirnosalinteriordelcastillo.DelantedenosotrosestabalatorreenlaqueAltaïrteníasucuartelgeneral.Durantesemanaslehabíaidoavisitarallíyhabíapasado innumerableshorasmirándoloembelesadomientras, sentadocon lasmanosjuntas y los codos apoyados en su alta silla, contaba historias, con los ojos apenasvisibles bajo su capucha. Y cada vez era más consciente de queme contaba esashistorias con un propósito.Que por alguna razón, todavía incomprensible paramí,habíasidoelegidoparaescucharlas.
Cuandononarrabasushistorias,Altaïrledabavueltasasuslibrosyrecuerdos,yenocasionessequedabamirandodurantehorasporlaventanadesutorre.Creíaqueestaríaallíahora.Metíunpulgardebajodemigorroparaponérmelohaciadelanteyasíprotegermelosojos.Alcélavistahacialatorre,peronovinadamásquepiedradescoloridaporelsol.
Maffeointerrumpiómispensamientos.—¿Tenemosaudienciaconél?—No, hoy no—contesté y señalé una torre a nuestra de recha—. Vamos ahí
arriba…Maffeo frunció el entrecejo.La torre de defensa era unade lasmás altas de la
ciudadelaysellegabahastaellaporunaseriedeescalerasvertiginosas,lamayoríadelascualesparecíannecesitarunarreglo.Pero fui insistente,memetí la túnicaenelcinturón y llevé a Maffeo hasta el primer nivel, después al siguiente y por finllegamosalacima.Desdeallícontemplamoselcampo.Kilómetrosykilómetrosdeterrenoescarpado.Ríoscomovenas.Gruposdeasentamientos.ExaminamosMasyaf:laspendientesdesde la fortalezaa losedificiosymercadosqueseextendíanporelpuebloasuspies,elcercadodemaderaenelmuroexteriorylosestablos.
—¿A qué altura estamos?—preguntóMaffeo, que parecía un poco pálido, sindudaconscientedelairequelezarandeabaydequeelsueloahoraestabamuy,muy
www.lectulandia.com-Página8
lejos.—A unos ochentametros—le dije—. Lo bastante alto como para poner a los
asesinos fuera del alcance de los arqueros enemigos, pero capaces de lanzarlesencimaunalluviadeflechasymuchomás.
Lemostrélasaberturasquenosrodeabanportodaspartes.—Desde losmatacanespodrían lanzar rocaso aceite sobre su enemigo,usando
estos…Sobresalíanunasplataformasdemaderaynossubimosauna.Nosagarramosa
unossoportesverticalesacadaladoynosinclinamoshaciaelaireparabajarlavista.Justodebajodenosotros,latorrecaíaenelbordedelprecipicio.Ymásabajo,estabaelríoreluciente.
Sinsangreenlacara,Maffeoretrocedióalaseguridaddelsuelodelatorre.Mereíehice lomismo(mealegréensecreto,puesyo tambiénestabaalgomareado,adecirverdad).
—¿Yparaquéhemossubidohastaaquí?—preguntóMaffeo.—Aquíesdondeempiezamihistoria—contesté—.Enmásdeunsentido.Puesto
quefuedesdeaquídesdedondeelvigíavioalafuerzainvasora.—¿Lafuerzainvasora?—Sí.ElejércitodeSalahAl’din.VinoasitiarMasyaf,aderrotaralosasesinos.
Haceochentaaños,unradiantedíadeagosto.Undíamuyparecidoaldehoy…
www.lectulandia.com-Página9
2
Primero,elvigíaviolospájaros.Unejércitoenmovimientoatraealoscarroñeros.Sobretodoalosalados,quese
abatían sobre cualquier resto que se dejaba atrás: comida, desperdicios o cuerposmuertos,yafuerancaballosohumanos.Losiguientequeviofueelpolvo.Y luegouna inmensayoscuramanchaqueaparecióenelhorizonte,avanzando lentamente,envolviendo todo lo que estaba a la vista. Un ejército habita, afecta y destruye elpaisaje; es un gigante, una bestia hambrienta que consume todo a su paso y en lamayoríadeloscasos—comobiensabíaSalahAl’din—,contansoloverlobastabaparahacerqueelenemigoserindiera.
Aunqueestavezno.Nocuandolosenemigoseranasesinos.Paraaquellacampañael líder sarracenohabía levantadounamodesta fuerzade
diez mil miembros de infantería, caballería y otros seguidores. Con ellos teníaplaneadoaplastara losasesinos,queyahabíanatentadodosvecescontrasuvidayseguroquenofallaríanalatercera.Conlaintencióndellevarlabatallaasuspuertas,había entrado con su ejército en las montañas de An-Nusayriyah, hacia las nueveciudadelasqueallíteníanlosasesinos.
Habían llegadomensajes aMasyaf deque los hombresdeSalahAl’dinhabíanestadosaqueandoelcampo,peroningunodelosfuerteshabíacaído;ydequeSalahAl’dinsedirigíaaMasyaf,conlaintencióndeconquistarlayreclamarlacabezadellíderasesino,AlMualim.
ASalahAl’dinseleconsiderabaunlídermoderadoyjusto,perolosasesinoslesulfuraban tantocomoleponíannervioso.Segúnsedecía,su tío,ShihabAl’din, lehabíaaconsejadoqueofrecieraunacuerdodepaz.ElrazonamientodeShihaberaqueprefería tener a los asesinos de su parte, no en su contra. Pero no convenció alvengativosultányporesosuejércitosearrastrabahaciaMasyafenunradiantedíadeagostode1176,yunvigíaenla torrededefensadelaciudadelaviolabandadadepájaros, las grandes nubes de polvo y lamancha negra en el horizonte, y alzó uncuernoasuslabiosparadarlaalarma.
La gente de la ciudad comenzó a almacenar provisiones y se trasladó a laseguridad de la ciudadela, abarrotando los patios. Tenían elmiedo grabado en susrostros, pero muchos habían colocado tenderetes para continuar comerciando. Losasesinos, mientras tanto, empezaron a fortificar el castillo, se prepararon paraencontrarseconelejército,mientrasobservabancómolamanchaseextendíaporelhermoso paisaje verde, la gran bestia se alimentaba de la tierra y colonizaba elhorizonte.
Oyeron los cuernos, los tambores y los címbalos. Y pronto distinguieron lasfiguras cuando aparecieron entre la calima: vieron miles. La infantería: lanceros,lanzadores de jabalina y arqueros, armenios, nubios y árabes. Vieron caballería:árabes, turcos y mamelucos, que llevaban sables, mazas, lanzas y espadas largas,
www.lectulandia.com-Página10
algunos con cota demalla, otros con armadura de cuero. Vieron las literas de lasnobles,loshombressagradosylosrevoltososvasallosalazaga:lasfamilias,niñosyesclavos.Observaroncómolosguerrerosinvasoresalcanzabanelmuroexterioryleprendíanfuego,alosestablostambién;loscuernosseguíanresonandoyloscímbalosretumbando.Dentrode la ciudadela, lasmujeresdel pueblo empezarona llorar.Seimaginabanquesuscasasseríanlassiguientesenserincendiadas.Perolosedificiosquedaronintactosyelejércitosedetuvoenlaaldea,porlovistosinhacerlemuchocasoalcastillo.
Noenviaronanadie,nohubomensajes;simplementeacamparon.Lamayoríadesus tiendas erannegras, pero enmediodel campamentohabíaungrupode casetasmásgrandes,lasdependenciasdelsultánSalahAl’dinysusgeneralesmáscercanos.Enellas,ondeabanunasbanderasbordadasylaspuntasdelospostesdelastiendaserangranadasdoradasmientrasquelascasetasestabancubiertasdesedadecoloresmuyvivos.
Enlaciudadelalosasesinosmeditabansobresustácticas.¿AsaltaríaSalahAl’dinla fortaleza o intentaría matarlos de hambre? Al caer la noche obtuvieron surespuesta.Debajodeellos,elejércitoempezóareunirinstrumentosparaasediarlos.Lashoguerasardierondurantetodalanoche.Elsonidodelassierrasylosmartillosse alzaba hasta los oídos de aquellos que se encargaban de las murallas en laciudadela,yhastalatorredelMaestro,dondeAlMualimconvocóunaasambleadesusMaestrosasesinos.
—NoshanentregadoaSalahAl’din—dijoFaheemal-Sayf,unMaestroasesino—.Esunaoportunidadquenodebemosdejarescapar.
AlMualimreflexionó.MiródesdelaventanadelatorreypensóenlacasetallenadecoloridoenlaqueestaríaahorasentadoSalahAl’din,tramandosuperdiciónyladelosasesinos.Pensóenelgranejércitodelsultánycómohabíanarrasadoelcampo.Cómo el sultán seríamás que capaz de alzar una fuerza inclusomás grande si sucampañafracasara.
SalahAl’dinteníaunpoderinigualable,pensó.Perolosasesinosteníanastucia.—SiSalahAl’dinmuere,losejércitossarracenossederrumbarán—dijoFaheem.PeroAlMualimnegabaconlacabeza.—Nolocreo.Shihablesustituirá.—EslamitaddelíderqueSalahAl’din.—Entoncesserámenoseficazenrepeleraloscristianos—rebatióAlMualimcon
brusquedad.AvecessecansabadelaformadeactuarqueteníaFaheem,comoladeunhalcón—.¿Quieresquenosencontremosasumerced?¿Deseasquenosotros,susrenuentesaliados,nospongamosencontradelsultán?Somoslosasesinos,Faheem.Nuestropropósitoessolonuestro.Nopertenecemosanadie.
Elsilencioinundólasaladeolordulce.—SalahAl’dinnosefíadenosotros igualquenosotrosnonosfiamosdeél—
dijoAlMualim,despuésdemeditarlo—.Deberíamos asegurarnosdequeno seha
www.lectulandia.com-Página11
vueltomáscauteloso.Alamañanasiguientelossarracenossubieronunarieteyunatorredeasediopor
lapendienteprincipal,ymientras losarquerosmontados turcos lanzaban lluviasdeflechas a la ciudadela, atacaron lamuralla externa con los instrumentos de asedio,bajoelfuegoconstantedelosarquerosasesinosylasrocasyelaceitequeechabandesde las torres de defensa. Los aldeanos se unieron a la batalla y acribillaron alenemigoconpiedrasdesde losbaluartesosofocandoel fuego,al tiempoque,en laentradaprincipal,losvalientesasesinossalíanporlosportillosparacontrarrestarlosataquesdelainfanteríaconlosquetratabandeacabarconellos.Eldíaterminócongrancantidaddebajasenambosbandos,mientraslossarracenosseretirabancolinaabajoyencendíanelfuegoparailuminarlanocheypoderrepararsusinstrumentosdeasedioyreunirmás.
Aquella noche, hubo bastante alboroto en el campamento y por la mañana sedesmontó lacasetadecoloresvivosquepertenecíaaSalahAl’din.Semarchóysellevóconsigounpequeñogrupodeescolta.
Pocodespués,sutío,ShihabAl’din,subiólapendienteparadirigirsealMaestrodelosasesinos.
www.lectulandia.com-Página12
3
—Su Majestad Salah Al’din ha recibido vuestro mensaje y os lo agradecegentilmente—dijo el enviado—. Tiene asuntos que atender en otra parte y se hamarchado, con instrucciones para que Su Excelencia Shihab Al’din entre ennegociaciones.
ElenviadopermaneciójuntoalsementaldeShihabyahuecólamanoenlabocaparallamaralMaestroyasusgenerales,queestabanreunidosenlatorrededefensa.
Unpequeñogrupohabíasubidolacolina,doscientoshombresaproximadamente,ademásdeunaliteraquedejaronenelsuelolosnubios.Shihabnoteníamásqueunescolta, que seguía a lomos de su caballo. Tenía una expresión de serenidad en elrostro, como si no estuviera demasiado preocupado sobre el resultado de lasnegociaciones.Llevabaunospantalonesanchosyblancos,unchaleco,yunfajínrojoy retorcido. Insertada en su enorme turbante de un blanco cegador había una joyareluciente.Aquellajoyatendríaalgúnnombreilustre,pensóAlMualim,mientraslemirabadesdelapartesuperiordelatorre.SellamaríaEstrelladealgoolaRosadealgo.Alossarracenoslesgustabaponernombreasusbaratijas.
—Empecemos—dijoAlMualimmientraspensaba«asuntosqueatenderenotraparte»,conunasonrisa,ysumenteretrocedíatansolounashoras,cuandounasesinohabíaidoasusaposentos,lehabíadespertadodesusueñoylehabíadichoquefueraalasaladeltrono.
—Umar, bienvenido—había dicho Al Mualim, envolviéndose en su túnica alsentirensushuesoselfrescodeprimerahoradelamañana.
—Maestro—habíarespondidoUmarenvozbajayconlacabezagacha.—¿Hasvenidoahablarmedetumisión?—lehabíapreguntadoAlMualim.Encendió una lámpara de aceite en una cadena, localizó su silla y se puso
cómodo.Lassombrassemovíanerráticamenteporelsuelo.Umarasintió.AlMualimsediocuentadequeteníasangreenlamanga.—¿Eracorrectalainformacióndenuestroagente?—Sí,Maestro.Entréensucampamentoy,talcomonosdijeron,lacasetachillona
eraunseñuelo.LatiendadeSalahAl’dinestabacercayeraunalojamientomuchomenosllamativo.
AlMualimsonrió.—Estupendo,estupendo.¿Ycómopudisteidentificarlo?—Estaba protegido, como dijo nuestro espía que estaría, con tiza y ceniza
esparcidaporelperímetroparaquemispasosseoyeran.—Peronofueeseelcaso,¿no?—No,Maestro. Conseguí entrar en la tienda del sultán y dejar la pluma, tal y
comosemeordenó.—¿Ylacarta?—Lasujetéconunadagaasucamastro.
www.lectulandia.com-Página13
—¿Yluego?—Salíarrastrándomedesutienda…—¿Y?Hubounapausa.—El sultán se despertó y dio la alarma. Tan solo pude escapar para salvarmi
vida.AlMualimseñalólamangamanchadadesangredeUmar.—¿Yeso?—Meviobligadoacortarungaznateparapoderescapar,Maestro.—¿Eldeunguardia?—preguntóAlMualim,expectante.Umarnegóconlacabezatristemente.—Llevabaelturbanteyelchalecodeunnoble.Yaloíraquellaafirmación,AlMualimcerrólosojos,cansadoyafligido.—¿Nohabíaotraopción?—Actuésinpensar,Maestro.—Peroporlodemás,¿tumisiónfueunéxito?—Sí,Maestro.—Entoncesveremosquésucede—dijo.LoqueocurriófuelasalidadeSalahAl’dinylavisitadeShihab.Ydesdeaquella
alta posición en su torre, AlMualim se había permitido creer que los asesinos sehabíanimpuesto.Quesuplanhabíafuncionado.Sumensajehabíaadvertidoalsultánque debía abandonar su campaña contra los asesinos o de lo contrario el siguientepuñal no estaría clavado en su camastro sino en sus genitales.Al poder dejarlo, lehabíademostradoalmonarcalovulnerablequeenrealidadera;quesugranfuerzanoservíadenadacuandounsoloasesinopodíaburlarsusseñuelosyguardias,yentrarahurtadillasensutiendacontantafacilidadmientraséldormía.
Y tal vezSalahAl’din preferíamantener sus genitales antes que continuar conuna larga y costosa guerra de desgaste contra el enemigo cuyos intereses rara vezentrabanenconflictoconlossuyos.Poresosehabíamarchado.
—SuMajestadSalahAl’dinaceptavuestraofertadepaz—dijoelenviado.En la torre, Al Mualim compartió una mirada divertida con Umar, que se
encontrabaasulado.MásalláestabaFaheem,sinabrirlaboca.—¿Nos asegura que nuestra secta puede operar sin más hostilidades y que no
habrámásintromisionesennuestrasactividades?—preguntóAlMualim.—Mientraslosintereseslopermitan,asíoslogarantiza.—Entoncesacepto laofertadeSuMajestad—respondióAlMualim,satisfecho
—.PodéisretiraravuestroshombresdeMasyaf.Alomejorsoislobastantebuenospararepararnuestraempalizadaantesdemarcharos.
Aloíraquello,Shihabalzólamiradadeprontohacialatorre,einclusodesdelaaltura donde estaba AlMualim vio que la ira se reflejaba en sus ojos. Shihab seinclinódesdesusementalparahablaralenviado,queescuchó,asintióyluegoahuecó
www.lectulandia.com-Página14
lamanojuntoalabocaparadirigirsealosdelatorreunavezmás.—Durantelaentregadelmensaje,unodelosfielesgeneralesdeSalahAl’dinfue
asesinado.SuMajestadpideunacompensación.Lacabezadelculpable.LasonrisaseborródelrostrodeAlMualim.Asulado,Umarsepusotenso.Sehizoelsilencio.Únicamenteseoíaelresoplidodeloscaballos.Elcantodelos
pájaros.TodosesperabanoírlarespuestadeAlMualim.—Puedesdecirlealsultánquemeniegoacumplirtalpetición.Shihabseencogiódehombros.Se inclinóparahablarconelenviado,quea su
vezsedirigióaAlMualim.—Su Excelencia desea que os informe de que, a menos que accedáis a esta
petición, se quedará aquí, enMasyaf, una fuerza, y que nuestra paciencia es másgrande que las provisiones que tenéis almacenadas. ¿Acaso el acuerdo de paz noserviríadenada?¿Permitiríaisquevuestrosaldeanosyvuestroshombresmurierandehambre?¿Todoporlacabezadeunasesino?SuExcelenciaesperaquenoseaasí.
—Iré—ledijoUmarentredientesaAlMualim—.Fueunerrormío.Esjustoquepagueporél.
AlMualimleignoró.—Nodarélavidadeunodemishombres—ledijoalenviado.—Entonces SuExcelencia no acepta vuestra decisión y pide que deis fe de un
asunto que necesita resolverse. Hemos descubierto la existencia de un espía ennuestrocampamentoydebeserejecutado.
AlMualimcontuvolarespiracióncuandolossarracenossacaronalagenteasesinode la litera. Detrás de él sacaron una plataforma de verdugo, que dos nubioscolocaronenelsuelodelantedelsementaldeShihab.
El espía se llamaba Ahmad. Le habían golpeado. La cabeza —aporreada,magullada ymanchada de sangre—colgaba sobre su pechomientras le llevaban apulso hacia la plataforma, arrastrando sus rodillas, y allí le dejaron, con el cuellohaciaarriba.Elverdugoavanzó:eraunturcoquellevabaunabrillantecimitarra,conambasmanoscolocadassobre laempuñaduraenjoyada.LosdosnubiossujetaronaAhmadporlosbrazos;élgruñóunpocoyelsonidoseelevóhacialosasombradosasesinosqueestabanenlaaltatorrededefensa.
—Situhombreocupasulugar,seleperdonarálavidaysecumpliráeltratadodepaz—dijoelenviado—.Sino,élmorirá,elasediocontinuaráytugentemorirádehambre.
DeprontoShihabalzólacabezaygritó:—¿Quieresesosobretuconciencia,UmarIbn-La’Ahad?Todos los asesinos contuvieron la respiración. Ahmad había hablado. Bajo
tortura,porsupuesto.Perohabíahablado.LoshombrosdeAlMualimcayeron.Umarestabafueradesí.—Dejadmeir—insistióaAlMualim—.Maestro,porfavor.
www.lectulandia.com-Página15
Debajodeelloselverdugoplantósuspiesyconambasmanoslevantólaespadasobresucabeza.Ahmad tirócondebilidadde lasmanosque losujetaban.Teníaelcuello tirante, expuestoa lahoja.Elpromontorioestabaen silencioexceptopor sugimoteo.
—Tuúltimaoportunidad,asesino—dijoShihab.Laespadabrilló.—Maestro—suplicóUmar—,dejadmeir.AlMualimasintió.—¡Deteneos!—gritóUmar.Semovióhaciaunaplataformadelatorreyledijoa
Shihab—:YosoyUmarIbn-La’Ahad.Esmividalaquedeberíaistomar.Hubo una oleada de entusiasmo entre las filas de sarracenos. Shihab sonrió y
asintió.Señalóalverdugo,queseretiróyvolvióaenfundarsuespada.—Muybien—ledijoaUmar—.Ven,tomatulugarenlatarima.UmarsediolavueltahaciaAlMualim,quealzólacabezaparamirarleconlos
ojosenrojecidos.—Maestro—dijoUmar—, os pido un último favor. Encargaos del cuidado de
Altaïr.Aceptadlocomovuestronovicio.AlMualimasintió.—Porsupuesto,Umar—dijo—.Porsupuesto.Se hizo el silencio en la ciudadela cuandoUmar bajó las escaleras de la torre,
luegotomólapendienteporlabarbacana,pasópordebajodelarcoysedirigióalapuertaprincipal.Enelportillo,uncentinelaseacercóparaabrirloyélseagachóparacruzarlo.
Seoyóungritodetrásdeél.—Padre.Elsonidodeunospiescorriendo.Hizounapausa.—Padre.Oyólaangustiaenlavozdesuhijoycerrólosojosconfuerzaparareprimirlas
lágrimasalsalirporlapuerta.Elcentinelalacerródetrásdeél.Sacaron aAhmadde la tarimayUmar trató de transmitirle tranquilidad con la
mirada,peroAhmadnopudomirarlemientras se lo llevabany lo tiraban fueradelportillo.Loabrieron,loarrastraronadentroysevolvióacerrar.UnosbrazoscogieronaUmar.TirarondeélhastalatarimayallílecolocaroncomoaAhmad.Ofreciósucuello y observó cómo el verdugo descollaba sobre él.Ymás allá del verdugo, elcielo.
—Padre—oyó desde la ciudadela al tiempo que la brillante hoja bajaba paracortarleelcuello.
Dosdíasmástarde,bajoelabrigodelaoscuridad,Ahmadabandonólafortaleza.
www.lectulandia.com-Página16
A la mañana siguiente, cuando descubrieron que había desaparecido, algunos sepreguntaroncómopudodejarsoloasuhijo—lamadrehabíamuertodefiebresdosañosantes—mientrasqueotrosafirmabanquesesentíademasiadoavergonzado,queporesosehabíavistoobligadoamarcharse.
Aunquelaverdaderamuydiferente.
www.lectulandia.com-Página17
4
20dejuniode1257
Aquella mañana me desperté con Maffeo sacudiéndome el hombro. No conespecialdelicadeza,deberíaañadir.Sinembargo,suinsistenciaestabaprovocadaporelinterésenmihistoria.Asíquealmenosdebíaestaragradecido.
—¿Ybien?—dijo.—¿Ybienqué?Sisonabadormido,bueno,eraporqueloestaba.—¿QuélepasóaAhmad?—Esolodescubrímástarde,hermano.—Puescuéntamelo.Mientrasmesentabaenlacama,reflexionésobreeltema.—Creoquelomejoresquetecuentelashistoriastalycomomelascontaronamí
—dije por fin—. Altaïr, aunque está envejeciendo, es un narrador de relatosbuenísimo.Deboseguirtalycomoéllanarró.Yloquetecontéayerformólamayorpartedenuestroprimerencuentro.Unepisodioquetuvolugarcuandosoloteníaonceaños.
—Traumáticoparacualquierniño—meditóMaffeo—.¿Quéfuedesumadre?—Murióaldaraluz.—¿Altaïrsequedóhuérfanoalosonceaños?—Sí.—¿Quéleocurrió?—Bueno,yasabesquéleocurrió.Estásentadoensutorrey…—No,merefieroaquépasódespuésdemorirsupadre.—Eso también tendrá que esperar, hermano. La siguiente vez que vi a Altaïr
había avanzado quince años en su narración, a un día en el que se encontrabaarrastrándoseporlasoscurasyempapadascatacumbasdebajodeJerusalén…
Eraelaño1191.Habíanpasadomásde tresañosdesdequeSalahAl’dinysussarracenos habían tomado Jerusalén. Los cristianos habían reaccionado rechinandolosdientes,dandopatadasenelsueloycobrandoimpuestosalpuebloparafinanciarsuTerceraCruzada.YunavezmásloshombresencotademallahabíanmarchadoaTierraSantayhabíanasediadosusciudades.
ElreyRicardodeInglaterra,alquellamabanCorazóndeLeón—tancruelcomovaliente—, hacía poco que había vuelto a tomar Acre, pero su mayor deseo eraJerusalén, un lugar santo.Y ningún otro sitio en Jerusalén eramás sagrado que elMonte del Templo y las ruinas del Templo de Salomón, hacia las que avanzabanAltaïr,MalikyKadar.
www.lectulandia.com-Página18
Semovíanrápido,peroahurtadillas,aferrándosealoslateralesdelostúneles,sinqueapenassussuavesbotastocaranlaarena.Altaïribadelante,MalikyKadarunospasos detrás, todos con los sentidos adaptados al entorno y el pulso acelerándosemientrasseacercabanalMonte.Lascatacumbasteníanmilesdeañosdeantigüedady así lo parecía; Altaïr veía arena y polvo cayendo de los soportes inestables demadera,mientrasbajosuspieselsueloestabamullido,laarenamojadaporelaguaque goteaba constantemente desde arriba (una especie de canal que habría por allícerca).Elaireestabacargadoporeloloraazufre,porlosfarolesempapadosenbetúnquebordeabanlasparedesdeltúnel.
Altaïrfueelprimeroenoíralsacerdote.Porsupuestoquefueél.Eraellíder,elMaestro asesino; sus habilidades eran mayores y sus sentidos, más agudos. Sedetuvo. Se tocó la oreja, luego levantó lamano y los tres se quedaron inmóviles,comoespectrosenelpasadizo.
Almiraratrás,estabanesperandosupróximaorden.LosojosdeKadarbrillaron,expectantes;lamiradadeMalikeraatenta,férrea.
Los tres contuvieron la respiración. A su alrededor el agua goteaba y Altaïrescuchóatentamentelosmurmullosdelsacerdote.
LafalsadevocióncristianadeunTemplario.Altaïrcolocó lasmanosasuespaldaysacudió lamuñecaparasacar suhojaal
tiempoquenotabaeltirónfamiliardelmecanismodelanilloquellevabaeneldedomeñique.Guardabalahojadetalmodoqueelruidoquehacíaaldeslizarseapenasseoía;además,lahabíaactivadoalavezquecaíanlasgotasdeaguaparaasegurarse.
Gota…gota…zas.Llevó los brazos hacia delante y la hoja de su mano izquierda reflejó una
parpadeanteluzdeantorcha,sedientadesangre.Altaïrsecolocóplanocontra lapareddel túnel,avanzóahurtadillas,doblóuna
ligeracurvahastaquepudoveralsacerdotearrodilladoeneltúnel.LlevabalatúnicadeunTemplario.Sinduda,estabaenbuscadesutesoro.
Se le aceleró el corazón. Era tal y como él había pensado. La ciudad bajo elcontroldeSalahAl’dinnoibaadeteneraloshombresdelacruzroja.Ellostambiénteníanasuntos enelMonte. ¿Quéasuntos?Altaïr tenía la intencióndeaveriguarlo,peroantes…
Primerotendríaqueencargarsedelsacerdote.Muy agachado, se colocó detrás del hombre arrodillado, que estaba rezando e
ignorabalaproximidaddelamuerte.Altaïrpusoelpesoenelpiequeteníadelante,flexionóunpocolarodilla,alzólahojayechólamanohaciaatrás,preparadoparagolpear.
—¡Espera! —dijo Malik entre dientes desde atrás—. Tiene que haber otramanera…Nohacefaltaqueestemuera.
Altaïrleignoró.Conunmovimientofluidoagarróelhombrodelsacerdoteconlamanoderechayconla izquierdaleclavólapuntadelahojaenlanuca,cortándole
www.lectulandia.com-Página19
entreelcráneoylaprimeravértebradelacolumna.El sacerdote no tuvo tiempo de gritar: lamuerte fue casi instantánea. Casi. El
cuerposeagitóysetensó,peroAltaïrlosostuvofirmemientrasnotabaconundedoenlaarteriacarótidacómosuvidaseconsumía.Pocoapoco,elcuerposerelajóyAltaïrdejóqueseencogieraensilencio,enelsuelodondeestaba,conuncharcodesangrequeseextendíaymanchabalaarena.
Habíasidorápido,nosehabíaoído.PerocuandoAltaïrretirólahoja,viocómolemirabaMalikylaacusaciónquereflejabansusojos.
Hizo lo que pudo para reprimir una expresión desdeñosa ante la debilidad deMalik.ElhermanodeMalik,Kadar,encambio,mirabaelcadáverdelsacerdoteconunamezcladeasombroysobrecogimiento.
—Excelenteformadematar—dijoentrejadeos—.Lafortunafavorecetuhoja.—Lafortunano—alardeóAltaïr—,ladestreza.Quédateobservandounratomás
ypuedequeaprendasalgo.Cuando lo dijo, examinó a Malik detenidamente, al ver los ojos del asesino
brillando por el enfado, los celos y, sin duda, por el respeto queKadar le tenía aAltaïr.
Enefecto,Maliksevolvióhaciasuhermano.—Sí,teenseñarácómoignorartodoloquenosenseñóelMaestro.Altaïrlemirócondesdénunavezmás.—¿Ycómolohabríashechotú?—Nohabríaatraídolaatenciónsobrenosotros.Nolehabríaquitadolavidaaun
inocente.Altaïrsuspiró.—Noimportacómoterminemosnuestratarea,tansoloquelahagamos.—Peroesenoeselmodo…—empezóadecirMalik.Altaïrlemirófijamente.—Mimaneradeactuaresmejor.Porunmomentoambossefulminaronconlamirada.Inclusoenaqueltúnelfrío,
húmedo y empapado, Altaïr podía ver en los ojos de Malik la insolencia, elresentimiento.Sabíaquetendríaquetenercuidadoconeso.Porlovisto,Malikeraunenemigoalaespera.
PerositeníaplanesparasuplantaraAltaïr,eraevidentequeMalikhabíadecididoqueahoranoeraelmomentoadecuadoparaplantarse.
—Reconoceréelterrenomásadelante—dijo—.Tratadenodeshonrarnosmás.Cualquier castigopor aquella insubordinación enparticular tendríaque esperar,
decidióAltaïrcuandoMaliksefueysubióeltúnelendirecciónalTemplo.KadarleobservómientrassemarchabayluegosevolvióhaciaAltaïr.—¿Cuálesnuestramisión?—preguntó—.Mihermanonomehadichonada,tan
soloquedeberíasentirmehonradoporquemehubieraninvitado.Altaïrcontemplóaljovenentusiasta.
www.lectulandia.com-Página20
—ElMaestro cree que los Templarios han encontrado algo bajo elMonte delTemplo.
—¿Untesoro?—preguntóKadar,emocionado.—Nolosé.ElMaestroloconsideraimportante;sino,nomehubierapedidoque
lorecuperara.Kadarasintióy,trasungestodeAltaïrconlamano,saliócomounaflechapara
reunirseconsuhermanoydejóaAltaïrsoloeneltúnel.Mientras reflexionaba,bajó lavistahaciaelcadáverdelsacerdote,que teníaun
halodesangreen laarena,alrededordesucabeza.PuedequeMalik tuviera razón.Habíaotrosmodosdesilenciaraunsacerdote,noteníaporquémorir.PeroAltaïrlohabíamatadoporque…
Porquepodía.PorqueeraAltaïrIbn-La’Ahad,hijodeunasesino.ElmásexpertodelaOrden.
UnMaestroasesino.Se puso en camino, hacia una serie de hoyos, donde la niebla flotaba en sus
profundidades, y saltó con facilidad a la primera viga transversal, aterrizandoágilmente,agachadocomoungato,conrespiraciónregular,altiempoquedisfrutabadesupropiopoderyporteatlético.
Saltóa la siguienteya laotray luego llegóadondeMalikyKadar leestabanesperando.Peroenvezdereconocerlos,pasódelargo,elsonidodesuspiescomounsusurrosobreelsuelo,apenassinrozarlaarena.Delantedeélhabíaunaescaleraalta,quecogióatodavelocidad,subiórápidoyensilencio,ysoloaminoróelpasocuandollegóalfinal,dondesedetuvoaescucharyaolerelaire.
Acontinuación,muydespacio,alzólacabezaparaverunacámaraelevada,yallí,tal y como él esperaba, había un guardia de espaldas a él, vestido con el traje deTemplario: una chaqueta acolchada de gambesón, unas mallas, cota de malla y laespadaenlacadera.Altaïr,calladoeinmóvil,leestudióduranteunosinstantes,tomónota de su postura, de la inclinación de sus hombros. Bien. Estaba cansado ydistraído.Silenciarloseríafácil.
Despacio, Altaïr se levantó del suelo donde había estado agachado por unmomento,estabilizósurespiraciónyobservóalTemplariocondetenimiento,antesdeacercárseleporlaespalda,enderezarseyalzarlasmanos:laizquierda,unagarra,yladerecha,preparadaparasujetarleyacallaralguardia.
Entoncesgolpeóysacudiólamuñecaparasacarlahoja,quesaltóhaciadelanteen elmismo instante en que él embistió contra la columna vertebral del guardia yextendiólamanoderechaparacontenerelgritodelhombre.
DuranteunsegundopermanecieronenunmacabroabrazoyAltaïrnotóbajosumanoelcosquilleodelúltimogritoamortiguadodesuvíctima.Entonceselguardiasecontrajo,Altaïrlollevóhastaelsueloconcuidadoyseinclinóparacerrarlelosojos.Lehabíancastigadoporsufalloenelpuestodevigía,pensótristementemientrasselevantabaparaapartarsedelcadáveryunirseaMalikyKadarypasabanbajoelarco
www.lectulandia.com-Página21
quehabíanvigiladotanmal.Unavezalotrolado,seencontraronenelnivelsuperiordeunacámarainmensa;
poruninstanteAltaïrsequedóasimilándolaydeprontosesintióintimidado.EralaruinadellegendarioTemplodeSalomón,quedecíanquehabíasidoconstruidoenelaño 960 a. C. por el rey Salomón. Si Altaïr estaba en lo cierto, ahora estabancontemplando la casamayor del Templo, suLugar Sagrado. Los primeros escritoshablabandelLugarSagrado,cuyasparedesestabancubiertasdecedro,dequerubinestallados, palmerasy flores abiertas, estampadas en relieve conoro, pero elTemploahora era una sombra de lo que había sido. No obstante, incluso despojado de sudorado,seguíasiendounsitiodereverenciay,asupesar,Altaïrsemaravillóalverlo.
Detrásdeél,susdoscompañerosestabaninclusomásintimidados.—Allí…Esadebedeserelarca—dijoMalik,señalandoatravésdelasala.—Elarcadelaalianza—dijoKadarentrecortadamentealverlatambién.Altaïrsehabíarecuperadoyseasomóparaveralosdoshombrescomounparde
estúpidoscomerciantes,encandiladosalverlasresplandecientesbaratijas.¿Elarcadelaalianza?
—Noseáistontos—lesreprendió—.Noexistetalcosa.Essolounaleyenda.Pero al mirar, estuvo un poco menos seguro. Sin duda la caja tenía todas las
propiedades de la fabulosa arca.Era como los profetas siempre la habían descrito:chapadacompletamenteenoro,conunatapadoradaadornadaconquerubinesyunoscírculos para introducir los palos que se utilizarían para transportarla. Y Altaïradvirtióqueteníaalgo…Unaespeciedeaura…
Apartó la vista de ella. Asuntos más importantes necesitaban su atención,concretamente losdoshombresqueacababandeentrarenelnivel inferior, con lasbotascrujiendosobreloqueunavezhabíasidounsuelodeabeto,peroahoratansoloerapiedra.AllísehallabanlosTemplariosysulíderyaestabadandoórdenes.
—Laquieroalotroladodelapuertaantesdelamanecer—lesdijo,refiriéndosesindudaalgunaalarca—.Cuantoanteslatengamos,antespodremoscentrarnuestraatenciónenesoschacalesdeMasyaf.
Hablabaconacentofrancésy,alacercarsealaluz,vieronsucapadistintiva,ladeunGranMaestroTemplario.
—RobertdeSablé—dijoAltaïr—.Suvidaesmía.Maliksevolviócontraél,enfadado.—No.Noshanpedidoquerecuperemosel tesoroynosencarguemosdeRobert
solosiesnecesario.Altaïr,hartodeldesafíoconstantedeMalik,sevolvióhaciaél.—Seinterponeentreelarcaynosotros—dijoentredientes,encolerizado—.Diría
queesnecesario.—Discreción,Altaïr—lerogóMalik.—Querrás decir cobardía. Ese hombre es nuestro mayor enemigo y ahora
tenemoslaoportunidaddedeshacernosdeél.
www.lectulandia.com-Página22
AunasíMalikalegó:—Ya has roto dos principios de nuestroCredo.Ahora romperás el tercero.No
comprometasalaHermandad.AlfinalAltaïrsoltó:—Soy superior a ti, tanto por mi título como por mi capacidad. Deberías
pensárteloantesdecuestionarme.Yaldeciraquello,sediolavuelta,bajórápidamenteporlaprimeraescalerahasta
unbalcóninferioryluegollegóalsuelo,dondecaminóconseguridadhaciaungrupodecaballeros.
Lovieronacercarseysevolvieronhaciaél,conlasmanosenlaempuñaduradesusespadasylamandíbulatensa.Altaïrsabíaqueestaríanobservándolo,observandoalasesino,mientrassedeslizabaporelsuelohaciaellos,conelrostroocultoporlacapucha, la túnica y el fajín cayendo a su alrededor, la espada en la cadera y lasempuñadurasdesusespadascortasasomandoporelhombroderecho.Sabíaelmiedoqueestaríansintiendo.
Yélasuvezlosobservabaaellos,evaluandomentalmenteacadahombre:cuáldeelloseraunespadachíndiestro,cuállucharíaconlaizquierda;quiénseríaelmásvelozyquiénelmásfuerte,altiempoqueprestabaespecialatenciónallíder.
RobertdeSabléeraelmásgrande,elmáspoderoso.Llevabalacabezarapadayen su cara estaban grabados los años de experiencia, cada uno de los que habíancontribuidoasuleyenda,ladelcaballerotanfamosoporsuhabilidadconlaespadacomo por su crueldad y falta de misericordia. Altaïr sabía muy bien que, de lospresentes,eseeraelmáspeligroso;tendríaqueneutralizarloelprimero.
OyóqueMalikyKadarbajabanlasescalerasymiróatrásparaverlosseguirsuejemplo.Kadartragó,nervioso,ylosojosdeMalikreflejaronsudesaprobación.Latensión de los Templarios aumentó al ver a dos asesinos más, crecía el número.Cuatro de ellos rodearon a De Sablé, alertas, y el ambiente se cargó de miedo ysuspense.
—Esperad,Templarios—dijoAltaïr,cuandoestuvolobastantecercadeloscincocaballeros.SedirigióaDeSablé,queteníaunafinasonrisaenloslabiosylasmanoscolgando a los costados.Adiferencia de sus compañeros, estabapreparadopara elcombate, pero relajado, como si la presencia de tres asesinos no le importarademasiado.Altaïr leharíapagarporsuarrogancia—.Nosois losúnicosque tenéisasuntosaquí—añadió.
Losdoshombresseevaluaron.Altaïrmoviósumanoderecha,comosiestuvieradispuestoaagarrar laempuñadurade laespadaen sucinturón.Queríamantener laatencióndeDeSabléallí,cuandoenrealidadlamuertelellegaríaconuncortelimpiode la izquierda. Sí, decidió. Haría un amago con la derecha, pero atacaría con laizquierda.DespacharíaaRobertdeSabléconlahojaysushombreshuirían, loquepermitiríaa losasesinos recuperarel tesoro.Todoshablaríande lagranvictoriadeAltaïrallucharcontraelGranMaestroTemplario.
www.lectulandia.com-Página23
Malik—esecobarde—tendríaquecallarse,suhermanoquedaríamaravilladodenuevo, y al regresar a Masyaf los miembros de la Orden venerarían a Altaïr; AlMualimlehonraríapersonalmenteyelcaminodeAltaïrhaciaelpuestodeMaestroestaríaasegurado.
Altaïr miró a los ojos de su oponente. Imperceptiblemente dobló la manoizquierdaparacomprobarlatensióndelmecanismodelahoja.Estabapreparado.
—¿Y qué es lo que queréis?—preguntóDe Sablé, con aquellamisma sonrisadespreocupada.
—Sangre—selimitóaresponderAltaïryatacó.Conunavelocidadinhumana,saltósobreDeSabléaltiempoqueactivabalahoja
yhacíaunamagoconlamanoderecha,aunquegolpeóconlaizquierda,tanrápidoymortalcomounacobra.
Pero el Gran Maestro Templario fue más rápido y astuto que él y se habíaanticipado.Cogióalasesinoenmitaddelataque,porlovistoconfacilidad,demodoqueAltaïrsedetuvoenseco,incapazdemoverse,deprontoterriblementeindefenso.
YenaquelmomentoAltaïrsediocuentadequehabíacometidoungraveerror.Unerrorgarrafal.EnaquelmomentosupoquenoeraDeSabléelarrogante,sinoél.DerepenteyanosesentíacomoAltaïrelMaestroasesino.Sesentíacomounniñodébileimpotente.Peor,comounniñofanfarrón.
Forcejeó,perosepercatódequeapenaspodíamoverse,DeSablélesujetabasinningúnesfuerzo.NotóunafuertepunzadadevergüenzaalpensarqueMalikyKadarestarían viendo cómo le reducían.Lamanode su oponente le apretó la garganta yempezóarespirarcondificultadmientraselTemplarioleempujabaconlacara.Unavenaensufrentelatióconfuerza.
—No sabes dónde te metes, asesino. Te perdonaré la vida tan solo para quevuelvascontuMaestroyledesestemensaje:élylossuyoshanperdidoTierraSanta.Deberíahuirahoraquetienelaoportunidad.Siosquedáis,todosvosotrosmoriréis.
Altaïrseatragantóyresopló,suvisiónempezóanublarseyluchópornoquedarinconsciente mientras De Sablé le retorcía con facilidad como si se tratara de unreciénnacidoylolanzabahacialapareddelfondodelacámara.Altaïrseestampócontralarocaantiguayfueapararalsalóndelotrolado,dondepermanecióaturdidopor un instante, cuando oyó el estruendo de las vigas y los enormes pilares de laestanciaalcaer.LevantólavistayvioquesuentradaalTemploestababloqueada.
AlotroladooyólosgritosdeRobertdeSablé:—Hombres.Alasarmas.¡Matadalosasesinos!Se puso de pie enseguida y salió disparado hacia los escombros para tratar de
encontrarunlugarpordondepasar.Mientraslavergüenzaylaimpotenciaardíanensuinterior,oyólosgritosdeMalikyKadar,susgritosalmorir,yalfinalagachólacabeza, sedio lavueltaycomenzóasalirdelTemploparacontinuarelviajehaciaMasyaf.Unavezallí,ledaríalanoticiaalMaestro.
Lanoticiadequehabíafracasado.Él,elgranAltaïr,habíallevadoladeshonraasí
www.lectulandia.com-Página24
mismoyalaOrden.CuandoporfinsaliódelasentrañasdelMontedelTemploelsolresplandecíay
Jerusalénestaballenadevida.PeroAltaïrnuncasehabíasentidotansolo.
www.lectulandia.com-Página25
5
AltaïrllegóaMasyaftrasunviajeagotadordecincodíasacaballo,duranteelquetuvoeltiemposuficienteparareflexionarsobresufracaso.Yasíllegóalaspuertas,conelcorazónenunpuño,ydespuésdequeelguardialedejaraentrar,sedirigióalosestablos.
Aldesmontar,notóquesusmúsculosagarrotadosporfinserelajaban.Ledioelcaballoalmozodecuadra,luegosedetuvojuntoalpozoparabeberunpocodeagua,alprincipioasorbos,despuésatragos,y,alfinal,selaechóporencima,agradecidoporquitarselasuciedaddelacara.Aunquetodavíanotabalamugredelviajesobresucuerpo. Su túnica caía sucia y pesada, y tenía ganas de bañarse en las aguasrelucientesdeMasyaf,escondidoenunhuecodelacantilado.Loúnicoqueansiabaahoraeralasoledad.
Mientrascruzabalasafuerasdelpueblo,alzólavista,másalládelascasuchasdelosestablosyelbulliciosomercado,hastalossenderosserpenteantesquellevabanalosbaluartesdelafortalezadelosasesinos.AllíeradondelaOrdenentrenabayvivíabajoelmandodeAlMualim,cuyocuartelgeneralestabaenelcentrode las torresbizantinasdelaciudadela.Amenudoseleveíamirandoporlaventanadesutorre,perdido en sus pensamientos, yAltaïr se lo imaginaba allí ahora, contemplando elpueblo.Elmismopuebloquebullíadevida,brillabaalaluzdelsolyestabaanimadopor losnegocios.Elpuebloalque,diezdíasantes,Altaïr,almarcharseaJerusalénconMalikyKadar,habíaplaneadovolvercomounhéroetriunfante.
Nunca, ni en sus más oscuros desvaríos, había previsto el fracaso, y sinembargo…
Unasesinolellamómientrascruzabalaplazadelmercadomoteadadesol.Altaïrse tranquilizó, echóhacia atrás los hombrosy levantó la cabeza, intentando llamardesdeelinterioralgranasesinoquesehabíamarchadodeMasyaf,envezdealtontoconlasmanosvacíasquehabíaregresado.
EraRauf,yelalmadeAltaïrcayóaúnmásasuspies,siesqueeraposible,loquedudaba sinceramente. De todos los que podían recibirle a su vuelta, tenía que serRauf, que veneraba a Altaïr como a un dios. Parecía como si el joven le hubieraestadoesperando,pasandoel rato juntoauna fuenteen lapared.Dehecho, estabasaltandoconlosojosmuyabiertosyansiosos,ajenoalnimbodefracasoqueAltaïrsentíaasualrededor.
—Altaïr,hasvuelto.Sonreíaabiertamente,tancontentocomouncachorroalverle.Altaïrasintiódespacio.Observócómo,detrásdeRauf,uncomerciantemayorse
refrescabaenlafuenteyluegosaludabaaunajoven,quellegabaportandounjarróndecorado con gacelas. Lamujer lo colocó en elmuro bajo que rodeaba el pilón yempezóahablar,entusiasmada,altiempoquegesticulaba.Altaïrlosenvidiaba.Losenvidiabaaambos.
www.lectulandia.com-Página26
—Mealegrodeverqueestásileso—continuóRauf—.Confíoenquetumisiónhayasidounéxito.
Altaïr ignoró el comentario y siguió observando a los de la fuente. Le costabamiraraRaufalosojos.
—¿EstáelMaestroensutorre?—preguntó,porfin,apartandolavista.—Sí, sí. —Rauf entrecerró los ojos como si de algún modo adivinara que le
pasabaalgo—.Enfrascadoensuslibros,comosiempre,perosindudateespera.—Gracias,hermano.Yaldecireso,dejóaRaufyalosaldeanosquecharlabanjuntoalafuente,yse
marchó. Pasó por los establos cubiertos, los bancos y los carros de heno, sobre elpavimento, hasta el suelo seco y polvoriento que se inclinaba bruscamente haciaarriba, la hierba agostada, quebradiza, bajo el sol; todos los caminos llevaban alcastillo.
Nunca se había sentido tan en la sombra y se encontró apretando los puñosmientrascruzabalamesetayrecibíaelsaludodeunosguardiasconformeseacercabaalafortaleza,conlasmanosenlaempuñaduradesusespadasylosojosatentos.
Habíallegadoalgranarcoquellevabaalabarbacanayunavezmásselecayóelalmaalospiescuandoviounafiguradentroquereconocióenseguida:Abbas.
Abbasestabadebajodeunaantorchaqueahuyentabalapocaoscuridadquehabíaenelarco.Estabaapoyadoenlaásperapiedraoscura,conlacabezadescubierta,losbrazoscruzadosylaespadaenlacadera.Altaïrsedetuvoyduranteunmomentolosdoshombressemiraronmientraslosaldeanossemovíanasualrededor,ajenosalavieja enemistad que florecía de nuevo entre los dos asesinos. Una vez se habíanllamadohermanos.Perodeaquellohacíayamuchotiempo.
Abbassonriódespacio,consorna.—Ah. Por fin vuelve. —Miró con mordacidad sobre el hombro de Altaïr—.
¿Dóndeestánlosotros?¿Teadelantasteconlaesperanzadeserelprimeroenllegar?Séquetecuestacompartirlagloria.
Altaïrnocontestó.—El silencio es otra manera de asentir —añadió Abbas, que aún trataba de
incitarle,ylohacíaconlaastuciadeunadolescente.—¿Notienesnadamejorquehacer?—suspiróAltaïr.—TetraigounmensajedelMaestro.Teesperaenlabiblioteca—dijoAbbas,que
leindicóelcaminoalpasar—.Serámejorquetedesprisa.Sindudaestásansiosoporlamerlelasbotas.
—Comodigasunapalabramás—replicóAltaïr—,pondrémihojaentucuello.Abbasrespondió:—Yahabrátiempoparaesomástarde,hermano.Altaïr leempujóconelhombroalpasarycontinuóhaciaelpatioy laplazade
entrenamiento, y luego hacia la entrada a la torre de Al Mualim. Los guardiasinclinaronlacabezaanteél,ofreciéndoleelrespetoquelecorrespondíaaunMaestro
www.lectulandia.com-Página27
asesino,ysupoenseguidaque,encuantoseextendieraelrumor,surespetoseríaunrecuerdo.
PeroantesteníaquedarlelaterriblenoticiaaAlMualim,ysubiólosescalonesdelatorrehacialacámaradelMaestro.Allílasalaestabacaliente,elairecargadoconsudulcefraganciahabitual.Elpolvodanzabaenrayosdeluzdesdelagranventanade la otra punta, donde estaba el Maestro con las manos juntas a su espalda. Sumaestro.Sumentor.Unhombrealquevenerabaporencimadetodoslosdemás.
Aquienhabíafallado.EnunaesquinalaspalomasmensajerasdelMaestroarrullabantranquilamenteen
sujaula.Alhombrelerodeabansuslibrosymanuscritos,milesdeañosdeliteraturaysaber asesinos, tanto en estanterías como colocados en montones tambaleantes ypolvorientos.
Lalujosatúnicaquevestíacaíaasualrededor,elpelolargoseextendíasobresushombrosy,comosiempre,estabapensativo.
—Maestro—dijoAltaïryrompióeldensosilencio.Agachólacabeza.Sindecirnada,AlMualimsediolavueltayseacercóasuescritorio,debajodel
cualsehallabandesperdigadosunospergaminosenelsuelo.MiróaAltaïrconunamiradadespiadada.Suboca,ocultaporlabarbacanosa,norevelóningunaemociónhastaqueporfinhabló,altiempoquelehacíaunaseñaasudiscípulo.
—Acércate.Cuéntamecómohaidotumisión.ConfíoenquehayasconseguidoeltesoroTemplario…
Altaïrnotóqueelsudorlebajabaporlafrenteylerecorríalacara.—Huboalgunosproblemas,Maestro.RobertdeSablénoestabasolo.AlMualimtardóunosinstantesenasimilarlaspalabrasdeAltaïr.Saliódedetrás
delescritorioy,alvolverahablar,suvozfuemásdura.—¿Aquéterefieres?Altaïrseobligóasímismoapronunciarestaspalabras:—Oshefallado.—¿Yeltesoro?—Lohemosperdido.Elambientedelasalacambió.Pareciótensarseycrujircomoalgoquebradizo,y
hubounapausaantesdequeAlMualimvolvieraahablar.—¿YRobert?—Escapó.Lapalabracayócomounarocaenelespacioqueseoscurecía.AlMualimseacercómásaAltaïr.Suúnicoojobrillabaporlaira,suvozapenas
contenidaysufuriallenabalasala.—Teenviéati,mimejorhombre,paracompletarunamisiónmásimportanteque
cualquieraanteriory¿regresassinnadamásquedisculpasyexcusas?—Yo…—Nohables—dijoconvozautoritaria—.Niunapalabramás.Estonoesloque
www.lectulandia.com-Página28
esperaba.Tenemosqueprepararotrafuerzapara…—Os juro que lo encontraré. Iré y…—empezó a decir Altaïr, que ya estaba
desesperado por volver a toparse conDe Sablé. En esta ocasión el resultado seríamuydistinto.
AlMualimestabamirandoasualrededorcomosiacabaradedarsecuentadequecuandoAltaïrsemarchódeMasyaflohizocondoscompañeros.
—¿DóndeestánMalikyKadar?—preguntó.UnasegundagotadesudorresbalóporlasiendeAltaïrmientrascontestaba:—Muertos.—No—dijounavozdetrásdeellos—,noestánmuertos.AlMualimyAltaïrsedieronlavueltaparaverunfantasma.
www.lectulandia.com-Página29
6
Malik estaba en la entrada de la cámara del Maestro. Una figura que setambaleaba,herida,agotada,empapadaensangre.Sutúnica,quehabíasidoblanca,estaba ensangrentada, sobre todo alrededor del brazo izquierdo, que parecíagravemente herido y colgaba inútil en el costado, con una costra ennegrecida desangreseca.
Al entrar en la habitación, bajó el hombro herido y cojeó un poco. Pero si sucuerpoestabadañado,suespírituseguroqueno:losojoslebrillabanporelenfadoyelodio,unodiohaciaAltaïrquereflejóenunamiradatanintensaqueestenopudoesquivar.
—Aúnestoyvivo—gruñóMalik,con losojos inyectadosensangre, rebosandoreprocheyfuriamientrasmirabaaAltaïr.
Respiraba de forma entrecortada y sus dientes al descubierto estabanensangrentados.
—¿Ytuhermano?—preguntóAlMualim.Maliksacudiólacabeza.—Hafallecido.Por un instante sus ojos cayeron al suelo de piedra. Después, con un súbito
estallidodeenergíacargadade ira, alzó la cabeza, entrecerró losojosy levantóundedotemblorosoparaseñalaraAltaïr.
—Portuculpa—dijoentredientes.—Robert me sacó de la sala. —La excusa de Altaïr sonó poco convincente,
incluso para sus propios oídos, sobre todo para sus oídos—. No había modo devolver.Nopodíahacernada…
—Porque no hiciste caso demi advertencia—gritóMalik con la voz ronca—.Todoestopodríahaberseevitado.Ymihermano…Mihermanoaúnestaríavivo.Tuarroganciaporpoconoscuestahoylavictoria.
—¿Porpoco?—dijoAlMualim,concuidado.Tranquilo,Malik asintió y la sombra de una sonrisa pasó por sus labios. Una
sonrisa dirigida aAltaïr, pues le estaba haciendo señas a otro asesino, que avanzóportandounacajaenunabandejadorada.
—Tengoloquevuestrofavoritonoconsiguióencontrar—dijoMalik.Tenía lavozforzadayestabadébil,peronada ibaaarruinaraquelmomentode
triunfosobreAltaïr.Altaïr, que sentía que su mundo se apartaba de él, observó cómo el asesino
colocabalabandejaenelescritoriodeAlMualim.Estaballenaderunasantiguasyteníaalgo,unaura.Seguroquedentrohabíauntesoro.Teníaquehaberlo.EltesoroqueAltaïrnohabíalogradoobtener.
ElojobuenodeAlMualimseabrióybrilló.Teníaloslabiosseparadosyasomósulengua.Estabaembelesadoporlacajaylaideadeloquehabíadentro.Derepente
www.lectulandia.com-Página30
seoyóunalborotofuera.Gritos.Unospiesquecorrían.Elsonidoinconfundibledelacerochocando.
—Por lovisto,hevueltoconmásqueun tesoro—reflexionóMalik,cuandounmensajeroirrumpióenlacámara,olvidándosedetodoprotocolo.
Yexclamósinaliento:—Maestro,nosatacan.RobertdeSabléhasitiadoelpueblodeMasyaf.AlMualimsaliódesuensueño,conganasdeenfrentarseaDeSablé.—Asíquebuscapelea,¿no?Muybien.Noselanegaré.Informaalosdemás.La
fortalezadebeestarpreparada.VolviósuatenciónaAltaïrysusojosardieroncuandodijo:—Encuantoa ti,Altaïr,nuestradiscusión tendráqueesperar.Debesdirigirteal
pueblo.Destruyeaesosinvasores.Échalosdenuestrohogar.—Así se hará —respondió Altaïr, que no pudo evitar sentirse aliviado por el
repentinogirodelosacontecimientos.De algún modo, el ataque a la aldea era preferible a tener que soportar más
humillación. Había hecho el ridículo en Jerusalén y ahora tenía la oportunidad dearreglarlo.
SaltódelrellanodetrásdelacámaradelMaestrohacialapiedralisaybajócomounaflechadelatorre,contentoporentrarencombate.
Mientras cruzaba corriendo el patio de entrenamiento y pasaba por las puertasprincipales,sepreguntósimorirahoralepermitiríalahuidaquedeseaba.¿Seríaunabuenamuerte?¿Unamuertenobleydigna?
¿Bastaríaparaexonerarle?Desenvainó su espada. Los sonidos de la batalla se acercaban.Veía asesinos y
Templariosluchandoenelaltiplanoalospiesdelcastillo,mientras,másabajodelacolina,losaldeanosseesparcíanbajolafuerzadelataque,suscuerposyallenabanlaspendientes.
Entoncesseleecharonencima.UncaballeroTemplarioseabalanzósobreélconungruñidoyAltaïrseretorció,dejandoqueseapoderarandeélsusinstintos.Levantólaespadahaciaelcristiano,quepresionabafuerteyrápidoconelsablehacialahojadeAltaïrenunchoquedeacero.PeroAltaïrestabapreparado,conlospiesseparados,el alineamiento del cuerpo perfecto, y el ataque del Templario apenas le movió.Apartó la espada del otro, utilizando el peso del enorme sable contra el caballero,cuyobrazoseagitóporuninstanteinútilmenteyAltaïrlousóparaavanzaryclavarlelahojaenelestómago.
ElTemplariosehabíaacercadoaélsegurodepodermatarlofácilmente.Conlamismafacilidadconlaquehabíaasesinadoalosaldeanos.Sehabíaequivocado.Conelaceroensus tripas tosiósangreyse leabrieronmucholosojosporeldolory lasorpresa mientras Altaïr tiraba de la hoja hacia arriba bisecando su torso. Cayó yderramósusintestinosenelpolvo.
Altaïrahora luchabaconpuroveneno,dandoriendasueltaa todasufrustración
www.lectulandia.com-Página31
conlosgolpesdesuespada,comosipudierapagarporsuscrímenesconlasangredesusenemigos.ElsiguienteTemplariointercambiógolpes,intentandoresistirmientrasAltaïr le hacía retroceder. Su postura de inmediato cambió de ataque a defensa ydespuéshaciaunadefensadesesperada,demodoque,inclusomientrasesquivabaelgolpe,gimoteabapreviendosupropiamuerte.
Altaïrhizounamago,diomediavueltay,enunabrirycerrardeojos,suhojalecortó el cuello al Templario, que quedó abierto, chorreando sangre sobre la partedelanteradesuuniforme,manchándoloderojocomolacruzdesupecho.Cayóderodillasydespuéshaciadelante,justocuandootrosoldadoseabalanzabasobreAltaïrylaluzdelsolbrillabaensuespadalevantada.Altaïrseapartóyhundiósuaceroenlaespaldadelhombredetalmodoque,porunsegundo,todosucuerposetensó,lahojasobresaliódesupetoylabocaseleabrióenunsilenciosogrito,mientrasAltaïrlebajabaalsueloyretirabalaespada.
Dossoldadosatacaronalunísono,pensando talvezquealsermásarrollaríanaAltaïr.Nocontabanconsuira.Noluchabaconsuhabitualindiferencia,sinoconelfuego de sus entrañas. El fuego de un guerrero al que no le importaba su propiaseguridad.Elguerreromáspeligrosodetodos.
Asualrededorviomáscadáveresdealdeanos,atravesadosporlaespadaalatacara los Templarios, y su ira floreció, los golpes de su espada se hicieron aún másdespiadados.Dossoldadosmáscayeronbajosuhojay losdejó retorciéndoseen latierra. Pero estaban apareciendo cada vez más caballeros. Tanto aldeanos comoasesinos subían corriendopor la pendiente, yAltaïr vio aAbbas ordenándoles queregresaranalcastillo.
—Continuadelataquehacialafortalezapagana—gritóuncaballeroenrespuesta.Estabacorriendocolinaarriba,haciaAltaïr,balanceandolaespadamientrasgolpeabaconellaaunamujerquehuía—.Llevemoslabatallaalosasesinos…
Altaïr le dio con su espada al cristiano en el cuello y su últimapalabra fue ungorgoteo.
Pero detrás de los aldeanos que escapaban y de los asesinos llegaban másTemplarios,yAltaïrvacilóenlapendiente,puessepreguntabasieraelmomentodeadoptarunaposturafinal:morirdefendiendoasupuebloyescapardesuprisióndevergüenza.
Pero no. Sabía que no había honor en una muerte desperdiciada y se unió aaquellos que se retiraban hacia la fortaleza justo cuando las puertas se estabancerrando. Entonces se volvió para contemplar la escena de la matanza que sedesarrollaba fuera, labellezadeMasyafmancilladapor loscuerposensangrentadosdelosaldeanos,delossoldadosylosasesinos.
Bajó la vista hacia sí mismo. Su túnica estaba salpicada con la sangre de unTemplario,peroélestabaileso.
—¡Altaïr!—Elgritoagujereósuspensamientos.EraRaufotravez—.Ven.Deprontosesintiócansado.
www.lectulandia.com-Página32
—¿Adóndevamos?—Tenemosunasorpresaparanuestroshuéspedes.Limítateahacerlomismoque
yo.Notardarásensaberlo…Rauf estaba señalando muy alto por encima de ellos, a los baluartes de la
fortaleza.Altaïrenfundólaespadaylesiguióporunaseriedeescalerashastalatorredondeloslíderesasesinosestabanreunidos,AlMualimentreellos.Alcruzarlasala,miróaAlMualim,queleignoróconlabocacerrada.DespuésRaufleindicóunadelas tresplataformasdemaderaquesobresalíanenelaire,paraquetomarasulugar.Asílohizoy,trasrespirarhondo,caminóconcuidadohaciaelborde.
Ahora estaba encima de Masyaf y podía contemplar el valle. Notó el airecorriendo a su alrededor; su túnica ondeó al viento y vio bandadas de pájarosplaneandoydescendiendosobrecálidasbolsasdeaire.Teníavértigoporlaalturayselecortólarespiraciónanteelespectáculo:lasonduladascolinasdelcampo,repletasdeexuberantevegetación;elaguarelucientedelrío;loscuerpos,ahoramotasenlaspendientes.
YTemplarios.Elejércitoinvasorsehabíareunidoenelaltiplanoenfrentedelaatalaya,cercade
laspuertasdelafortaleza.AlacabezaibaRobertdeSablé,queahoraavanzabaconlavistaenlosbaluartesdondeestabanlosasesinos,ysedirigióaAlMualim.
—¡Hereje!—rugió—.Devuélvemeloquemehasrobado.Eltesoro.Sumentesedesvióporunmomentohacialacajasobreelescritoriode
AlMualim.Parecíaresplandecer.—No tienes ningún derecho,Robert—respondió elMaestro y su voz retumbó
porelvalle—.Márchatedeaquíantesdequemeveaobligadoadisminuiraúnmástusfilas.
—Estásjugandoconfuego—contestóDeSablé.—Teaseguroqueestonoesningúnjuego.—Puesqueasísea.HuboalgoeneltonodesuvozqueaAltaïrnolegustó.Enefecto,DeSablése
volvióaunodesushombres.—Traealrehén.De entre sus tropas arrastraron a un asesino. Estaba atado y amordazado, y se
retorcía para liberarse mientras le llevaban bruscamente ante la concurrencia. SusgritosacalladossealzaronhastalaplataformadondeestabaAltaïr.
Luego,sinceremonia,DeSablélehizounaseñaaunsoldadoqueestabaporallícerca.Tiródelpelodelasesinoparaquesucuelloquedaraexpuestoypasósuhojaparaabrirloantesdedejarcaerelcuerposobrelahierba.
Losasesinosobservaronsinrespirar.DeSablésemovióysequedójuntoalcadáver,conunpiesobrelaespaldadel
muertoy los brazos cruzados comoungladiador triunfante.HubounmurmullodeindignaciónentrelosasesinosmientrasesteledecíaaAlMualim:
www.lectulandia.com-Página33
—Tu pueblo está en ruinas y tus provisiones se acabarán tarde o temprano.¿Cuántotiempopasaráantesdequetufortalezasedesmoronedesdedentro?¿Cuándisciplinadosserántushombrescuandolospozossesequenyyanohayacomida?
Apenaspudoevitareltonoderegodeoensuvoz.PeroAlMualimlerespondiócalmado:—Mishombresnotemenalamuerte,Robert.Larecibencongustoytambiénla
recompensaqueconlleva.—Bien—dijoDeSablé—,entoncesnotardaránentenerla.Teníarazón,desdeluego.LosTemplariosasediaríanMasyafeimpediríanquelos
asesinosrecibieranvíveres.¿CuántotiempoaguantaríanantesdequeestuvierantandébilescomoparaqueDeSablépudieraatacarsinproblemas?¿Dossemanas?¿Unmes? Altaïr solo esperaba que fuera cual fuese el plan que AlMualim tuviera enmentebastaraparasalirdelimpasse.
Como si leyera sus pensamientos, Rauf le susurró desde una plataforma a suizquierda:
—Síguemeyhazlosinvacilar.Untercerasesinoseencontrabaunpocomásallá.Estabanescondidosalosojos
deRobert de Sablé y sus hombres.Altaïr bajó lamirada y vio unas pilas de henocolocadasestratégicamenteparadetenerelimpactodelacaída.Estabaempezandoacomprender lo que Rauf tenía en mente. Iban a saltar sin que los Templarios losdescubrieran.Pero¿porqué?
Sutúnicaondeóalaalturadelasrodillas.Elsonidoerareconfortante,comoeldelasolasolalluvia.Bajólavistayregulósurespiración.Seconcentró.Fueaunlugarensuinterior.
Oyó a Al Mualim y De Sablé intercambiar palabras, pero ya no estabaescuchando,tansolopensabaenelsalto,encalmarseparadarlo.
Cerrólosojos.Sintióunagrancalma,unapazinterior.—Ahora—dijoRauf,quesaltó,seguidodelotroasesino.Después,Altaïr.Saltó.El tiempo se derrumbómientras caía con los brazos extendidos.Con el cuerpo
relajadoyarqueándosecongraciaenelaire,supoquehabíalogradounaespeciedeperfección; era como si estuviera separado de sí mismo. Y entonces aterrizóperfectamente,sobreunalmiarqueamortiguósucaída.Rauftambién.Peroeltercerasesino no tuvo lamisma suerte y su pierna se rompió por el impacto. El hombregritó al instante y Rauf se acercó a él para acallarle, pues no quería que losTemplarios leoyeran:parael trabajodesubterfugio, loscaballeros teníanquecreerquelostreshombressehabíansuicidado.
RaufsevolvióhaciaAltaïr.—Mequedaréaquíparaatenderle.Tendrásqueirtúsinnosotros.Esascuerdaste
llevaránalatrampa.Suéltalasyunalluviademuertecaerásobrenuestrosenemigos.Por supuesto. Altaïr ahora lo entendía. Por un instante se preguntó cómo los
www.lectulandia.com-Página34
asesinoshabíanpodidoponerunatrampasinqueéllosupiera.¿Cuántasotrasfacetasde la Hermandad permanecían en secreto para él? Con agilidad se dirigió a lascuerdasalotroladodelabismoyvolviósobresuspasosporeldesfiladerohacialapareddelprecipiciodetrásdelatorredevigilancia.Trepóporinstinto.Rápidoyágil,notaba cómo le zumbaban los músculos de los brazos mientras escalaba losescarpadosmurosycadavezllegabamásarriba,hastaquealcanzóelfinaldelatorrede vigilancia. Allí, debajo de las tablas del nivel superior, encontró la trampa,preparadaparaaccionarla.
Unospesadostroncosengrasados,amontonadossobreunaplataformainclinada.Sinhacerruido,avanzóhastaelbordeyseasomóparaverlastropasreunidasde
loscaballerosTemplarios,montonesdeellosdeespaldasaél.Allí tambiénestabanlascuerdasquesujetabanlatrampaensulugar.Desenvainólaespada.Y,porprimeravezendías,sonrió.
www.lectulandia.com-Página35
7
MástardelosAsesinossereunieronenelpatio,todavíasaboreandoeltriunfo.Los troncos habían caído desde la torre de vigilancia hacia los caballeros que
estaban debajo y la mayoría habían quedado aplastados por la primera oleada,mientras que otros fueron alcanzados por una segunda carga apilada detrás de laprimera.Justounosinstantesantes,habíanestadoconvencidosdelavictoria.Luegoles habían aporreado el cuerpo, partido las extremidades y toda la fuerza se habíadesorganizado.RobertdeSabléyaestabaordenandoasushombresqueretrocedieranmientras los arqueros asesinos aprovechaban su ventaja y lanzaban una lluvia deflechassobreellos.
Sin embargo,AlMualimordenó a los asesinos reunidos que permanecieran ensilencioyleindicóaAltaïrquefueraconélalatribunajuntoalaentradadesutorre.Lemirabafijamentey,mientrasAltaïrocupabasulugar,AlMualimleshizoseñasadosguardiasparaquesecolocaranunoacadaladodeél.
Elsilenciosustituyóalasfelicitaciones.TodoslosojosseposaronenAltaïr,queestabadeespaldasalosasesinos.Aaquellasalturas,yasabríanloquehabíapasadoenJerusalén;MalikyAbbassehabríanencargadodeello.LosesfuerzosdeAltaïrenlabatallayelhaberaccionadolatrampanocontaríanparanada.LoúnicoquepodíaesperareraqueAlMualimmostraraclemencia.
—Conseguiste sacar a Robert de aquí—dijo elMaestro con cierto orgullo. AAltaïrlebastóparatenerlaesperanzadequetalvezleperdonara,quesusaccionesdesde lo de Jerusalén le habían redimido—. Su fuerza se ha roto —continuó AlMualim—.Pasarámucho tiempoantesdequenosvuelvaamolestar.Dime,¿sabesporquélolograste?
Altaïrnodijonadamientrassucorazónlatíaconfuerza.—Lo conseguiste porque escuchaste —insistió Al Mualim—. Si hubieras
escuchadoenelTemplodeSalomón,Altaïr,todoestopodríahaberseevitado.Subrazodescribióuncírculo,queseñalabaalpatioymásallá,dondeinclusoen
aquelmomentotodavíaretirabancadáveresdeasesinos,Templariosyaldeanos.—Hice lo queme pidieron—dijoAltaïr, tratando de escoger sus palabras con
cuidado,sinéxito.—¡No!—EspetóelMaestroconlosojosenllamas—.Hicisteloquetevinoen
gana.Malikmehacontadolaarroganciaquemostraste.Tuindiferenciahacianuestromododeproceder.LosdosguardiasacadaladodeAltaïravanzaronyleagarrarondelosbrazos.Sus
músculossetensaron.Sepusoalertaperonoforcejeó.—¿Quéestáishaciendo?—dijoconrecelo.ElcolorsubióalasmejillasdeAlMualim.—Hayunasreglas.NosomosnadasinoacatamoselCredodelosasesinos.Son
tressimplesprincipiosquetúparecesolvidar.Telosrecordaré.Elprimeroyelmás
www.lectulandia.com-Página36
importante:alejatuhoja…Ibaaserunsermón.Altaïrserelajó,incapazdeocultareltonoderesignaciónen
suvozalterminarlafrasedeAlMualim.—…delacarnedelinocente.Yalosé.ElchasquidodelapalmadeAlMualimalcruzarlelacaraaAltaïrretumbóenla
piedradelpatio.Altaïrnotócómoleardíalamejilla.—Noabras el pico amenosqueyo te dé permiso—rugióAlMualim—.Si te
resulta tan familiar este principio, ¿por quémataste al ancianodentro delTemplo?Erainocente.Noteníaporquémorir.
Altaïr no dijo nada. ¿Qué podía decir? ¿Qué había actuado sin pensar? ¿Quémataralancianofueunactodearrogancia?
—Tu insolencia no conoce límites —bramó Al Mualim—. Sé más humilde,chico,otejuroquetearrancaréelcorazónconmispropiasmanos.
Hizounapausa,levantóloshombrosylosdejócaermientrascontrolabasuira.—Elsegundoprincipioeselquenosdafuerza—continuó—.Escóndeteaplena
vista.Dejaquelagenteteoculteyconviérteteenunomásdelamuchedumbre.¿Lorecuerdas?Porque,segúnheoído,elegistedescubrirte,llamastelaatenciónantesdeatacar.
Altaïrsiguiósindecirnada.Sentíalavergüenzaagazapadaensutripa.—El tercer y último principio —añadió Al Mualim—, la peor de todas tus
traiciones:nuncacomprometasalaHermandad.Susignificadodeberíaserobvio.Tusacciones nunca deben perjudicarnos, directa o indirectamente. Sin embargo, tuegoísmo en Jerusalén nos puso a todos en peligro. Peor aún, trajiste al enemigo anuestracasa.Cadaunodeloshombresquehemosperdidohoyhasidoportuculpa.
Altaïr no había sido capaz demirar alMaestro. Su cabeza había permanecidohaciaunladoytodavíaleescocíalacaraporlabofetada.
PerocuandooyóaAlMualimsacarsupuñal,porfinmiró.—Losiento.Deverdadquelosiento—dijoAlMualim—,peronopuedotolerar
auntraidor.«No.Esono.Lamuertedeltraidorno».LosojosseleabrieronmuchísimoalverlahojaenlamanodelMaestro,lamano
quelehabíaguiadodesdesuinfancia.—Nosoyuntraidor—logródecir.—Tusaccionesindicanlocontrarioynomedejasotraopción.—AlMualimsacó
supuñal—.Quelapazseacontigo,Altaïr—dijoyclavóelarmaenelestómagodeAltaïr.
www.lectulandia.com-Página37
8
Yasífue.Porunospreciososinstantesdesumuerte,Altaïrestuvoenpaz.Después…,despuéssediolavueltaypocoapocofueconscientedesímismoy
dedóndeestaba.Estaba de pie. ¿Cómo podía estar de pie? ¿Era la vida después de la muerte?
¿Estaba en el Paraíso? En ese caso, se parecía mucho al cuartel general de AlMualim.Nosoloeso,sinoqueAlMualimestabapresente.Dehecho,levigilaba,leobservabaconunamiradainescrutable.
—¿Estoyvivo?Las manos de Altaïr fueron hacia donde habían dirigido el cuchillo en su
estómago.Esperabaencontrarunagujeroirregularynotarlasangrehúmeda,peronohabía nada. No había herida, ni sangre. Aunque lo había visto. Lo había sentido.Habíasentidoeldolor…
«¿Ono?».—Perovicómomeapuñalabais—dijo—,sentíelabrazodelamuerte.AlMualimlerespondióconunaexpresióninsondable:—Viste lo que yo quería que vieras.Y luego dormiste el sueño delmuerto. El
útero.Despertasteyvolvisteanacer.Altaïrretirólaniebladesumente.—¿Conquéfin?—¿Recuerdas,Altaïr,porquéluchanlosasesinos?Aúntratandodereadaptarse,contestó:—Lapazporencimadetodo.—Sí.Porencimade todo.Nobastaconacabarcon laviolenciaqueunhombre
cometesobreotro.Tambiénserefierealapazinterior.Nopuedestenerunasinlaotra.—Asísehadicho.Al Mualim negó con la cabeza y se le ruborizaron de nuevo las mejillas al
levantarlavoz.—Puessí.Perotú,hijomío,nohasencontradotupazinterior.Semanifiestade
variosmodos alarmantes.Eres arroganteydemasiado segurode timismo.Te faltaautocontrolysabiduría.
—Entonces,¿quévaaserdemí?—Deberíamatarteporeldolorquenoshastraído.Malikcreequelojustoesque
entreguemostuvidaacambiodeladesuhermano.AlMualimhizounapausaparadejarqueAltaïrcomprendieratodalaimportancia
delmomento.—Peroseríaunapérdidademitiempoydetusaptitudes.Altaïr sepermitió relajarseunpocomás.Le ibanaperdonar lavida.Sepodría
redimir.
www.lectulandia.com-Página38
—Tehanquitado tuspertenencias—continuóAlMualim—.También tu rango.Vuelvesaserunprincipiante,unniño.ComocuandoteunistealaOrden.TeestoyofreciendolaoportunidaddearreglarloparaqueteganestuvueltaalaHermandad.
Porsupuesto.—Supongoquetenéisalgoplaneado.—Primero debes demostrarme que te acuerdas de cómo ser un asesino. Un
auténticoasesino—dijoAlMualim.—¿Queréisquemateaalguien?—preguntóAltaïr,aunquesabíaquesucastigo
seríamásriguroso.—No.Aúnno,almenos.Porahoratansoloserásunestudianteotravez.—Nohaynecesidad.SoyunMaestroasesino.—ErasunMaestroasesino.Otroslesiguieronlapistaatusobjetivos.Peroyano.
Apartirdeahora,laseguirástúmismo.—Siesoesloquequeréis…—Loes.—Puesdecidmeloquetengoquehacer.—Aquí tengouna lista.Nuevenombres la adornan.Nuevehombresque tienen
quemorir. Sonportadores de la plaga.Amigosde la guerra.Supoder e influenciacorrompen el país y aseguran que continúen las Cruzadas. Los encontrarás. Losmatarás.Alhacerlo,sembraráslassemillasdelapaz,tantoparalaregióncomoparatimismo.Deesemodo,puedequelogresredimirte.
Altaïrrespiróhondo.Aquellopodíahacerlo.Quería,necesitaba,hacerlo.—Nuevevidasacambiodelamía—dijodetenidamente.AlMualimsonrió.—Creoqueesunaofertamuygenerosa.¿Tienesalgunapregunta?—¿Pordóndeempiezo?—Dirígete a Damasco. Busca a un comerciante del mercado negro llamado
Tamir.Queélseaelprimeroencaer.AlMualimseacercóalajauladepalomasmensajeras,cogióunaylacolocócon
cuidadoensumanoahuecada.—Asegúrate de visitar la Oficina de los asesinos cuando llegues. Enviaré un
pájaroparaqueinformealrafiqdetullegada.Hablaconél.Verásquetienemuchoqueofrecer.Abriólamanoyelpájarodesaparecióporlaventana,comosiseextinguiera.—Sicreéisqueeslomejor…—dijoAltaïr.—Locreo.Además,nopuedesempezartumisiónsinsuconsentimiento.Altaïrtorcióelgesto.—¿Quétonteríassonestas?Nonecesitosupermiso.Esunapérdidadetiempo.—Eselprecioquepagasporloserroresquehascometido—dijobruscamenteel
Maestro—.Ahoranorespondessoloantemí,sinoantetodalaHermandad.TodalaHermandad.
www.lectulandia.com-Página39
—Queasísea—aceptóAltaïrtrasunapausalobastantelargaparatransmitirsudesagrado.
—Ve,entonces—dijoAlMualim—.Demuestraqueaúnnotehemosperdido.HizounapausayluegocogióalgodebajodesuescritorioqueleentregóaAltaïr.—Ten—dijo.Conmucho gusto, Altaïr cogió su hoja, torciendo la abrazadera de sumuñeca
parasoltarlaporencimadesumeñique.Comprobóelmecanismoysesintióotravezcomounasesino.
www.lectulandia.com-Página40
9
AltaïrseabriócaminoentrelaspalmerasyatravesólosestablosylospuestosdeloscomerciantesalotroladodelosmurosdelaciudadhastaquellegóaunadelasenormeseimponentespuertasdeDamasco.Conocíabienaquellaciudad.Eralamásgrande y sagrada de Siria.Allí habían vivido dos de sus objetivos el año anterior.Alzólavistahacialamurallaquelarodeabaysusbaluartes.Oíalavidaenelinterior.Eracomosilapiedratambiénmurmurara.
Primero,entraría.Eléxitodesumisióndependíadesucapacidadparamoversedemaneraanónimaporlamultituddecalles.Desafiaralosguardiasnoseríaunbuencomienzo. Se bajó del caballo, lo ató y examinó las puertas que los guardiassarracenos vigilaban. Tendría que intentarlo de otra forma, y eso eramás fácil deconsiderarquedeconseguir,puestoqueDamascoerafamosaporsuseguridad.Alzóla vista una vez más y se sintió pequeño. Sus muros eran demasiado altos yescarpadosparaescalarlosdesdeelexterior.
Entoncesvioaungrupodeeruditosysonrió.SalahAl’dinhabíaanimadoalossabios a que visitaran Damasco para el estudio —había muchas madrazas por laciudad—,ycomotalesdisfrutabandeprivilegiosespecialesyselespermitíapaseartranquilamente. Se acercó, adoptando su posturamás piadosa, y con ellos pasó sinproblemapordelantedelosguardias,dejandoeldesiertoatrásmientrasentrabaenlagranciudad.
Dentro,mantuvolacabezagachayavanzó,conrapidezperoconcuidado,porlascalleshastallegaralminarete.Lanzóunamiradarápidaasualrededorantesdesaltarhaciaunalféizar;seimpulsó,encontrómáslugaresdondeasirseenlapiedracalientey trepó cada vez más alto. Comprobó que sus viejas habilidades habían vuelto,aunquenoestabamoviéndosetanrápidoocontantaseguridadcomoantes.
Notabaquelevolvían.No,renacían.Yconellasesaantiguasensacióndeeuforia.Estabaenlapuntadelminareteyallíseagachó.Unavedepresasobrelaciudad,
mirandoasualrededor,viendolasmezquitasabovedadasylosalminaresacabadosenpunta que interrumpían un mar irregular de tejados. Vio mercados, patios ysantuarios,asícomolatorrequeseñalabalaposicióndelaOficinadelosasesinos.
Denuevo,una sensacióndeexaltación le recorrió el cuerpo.Habíaolvidado lohermosasqueeranlasciudadesdesdeaquellaaltura.
Había olvidado cómo se sentía al mirar abajo desde sus puntos más altos. Enaquellosmomentossesentíaliberado.
AlMualim tenía razón.Desde hacía unos años, habían localizado por él a susobjetivos.Ledecíandóndeirycuándo,aquiéndebíamatar,nadamásninadamenos.Nosehabíadadocuenta,peroechabaen falta la emociónde loque significabaenrealidadserunasesino,quenoeraderramamientodesangreymuerte,sinoloqueseencontrabadentro.
Avanzóunpocodelado,conlavistaclavadaenlasestrechascallesdeabajo.Se
www.lectulandia.com-Página41
llamabaalaoraciónylasmultitudesmermaban.Examinólostoldosylostejadosenbuscadeunacaídasuaveyentoncesvioun
carro de heno. Lo miró fijamente, respiró hondo y se irguió, sintiendo la brisa,oyendo las campanas. Luego dio un paso adelante, cayó con gracia y alcanzó suobjetivo. No fue tan blando como esperaba, tal vez, pero era más seguro quearriesgarse a caer sobre un toldo deshilachado, que probablemente se rompería yharíaqueacabaseenel tenderetedeabajo.Escuchó,esperóaquelacalleestuvieramáscalmada,despuéssaliódelcarroysedirigióalaOficina.
Llegó a ella por el tejado y descendió a un vestíbulo a la sombra, en el quetintineaba una fuente y las plantas reducían los sonidos del exterior. Era como siestuvieseenotromundo.Secalmóyentró.
El líderestabarepantingadodetrásdeunmostradoryselevantóalverentraralasesino.
—Altaïr.Mealegrodeverte.Ydeunapieza.—Yotambiénmealegro,amigo.Altaïr observó al hombre y no le gustó mucho lo que vio. Para empezar, era
irónico e insolente. Tampoco cabía duda de que le habían informado de susrecientes…dificultades,y,alparecer,planeabaaprovecharsedeaquelpodertemporallomáximoquelasituaciónselopermitiera.
Enefecto,cuandovolvióahablarfueconunasonrisitaapenasdisimulada.—Sientolosproblemasquehastenido.—Notieneimportancia.Ellíderadoptóunaexpresióndefalsapreocupación.—Unoscuantoshermanostuyosestuvieronaquíantes…Asíqueporesoestabatanbieninformado,pensóAltaïr.—Si hubieras oído lo que dijeron—continuó el líder con displicencia—, estoy
segurodequeloshabríasmatadoahímismo.—Probablemente—dijoAltaïr.Ellídersonrió.—Sí,nuncahasseguidoelCredo,¿no?—¿Esesotodo?Altaïrteníaganasdequitarledeunabofetadaaquellasonrisainsolentedesucara
deperro.Oesoousaríasuhojaparaalargársela…—Losiento—dijoel líder, ruborizándose—,avecespierdoelcontrol. ¿Qué te
traeaDamasco?Seenderezóunpocoyrecordóporfinsulugar.—UnhombrellamadoTamir—contestóAltaïr—.AlMualimdiscrepadeltrabajo
quehaceyyotengoqueponerlefin.Dimedóndepuedoencontrarle.—Tendrásqueseguirlelapista.Altaïrtorcióelgesto.—Peroesetipodetareaesmejorquelalleveacabo…
www.lectulandia.com-Página42
Se calló al recordar las órdenes de Al Mualim. Volvía a ser un principiante.Realizabasuspropiasinvestigaciones.Encuentraelobjetivo.
Ejecutaelasesinato.Asintióyaceptólatarea.Ellídercontinuó:—Buscaen laciudad.DeterminaquéestáplaneandoTamirydónde trabaja.La
preparaciónhacealvencedor.—Muybien,pero¿quépuedescontarmedeél?—preguntóAltaïr.—Seganalavidacomocomercianteenelmercadonegro,asíqueelzocodebería
sertudestino.—Supongoquequerrásquevuelvaavertecuandoacabe.—Sí,vuelve.TedaréelindicadordeAlMualim.YtúnosdaráslavidadeTamir.—Comodesees.ContentodealejarsedelasofocanteOficina,Altaïravanzóporlostejados.Una
vezmás,aspiróelairedelaciudadalpararseamirarunacalleestrechaasuspies.Una suave brisa mecía las copas de los árboles. Unas mujeres pululaban por unpuestoquevendíabrillanteslámparasdeaceitemientrasparloteaban,ynomuylejosdeallíhabíadoshombresdiscutiendo,aunqueAltaïrnopudooírsobrequé.
Centró su atención en el edificio de enfrente y luego más allá de los tejados.DesdeallíveíalaMezquitaPashaylosjardinesdediseñoformalalsur,peroloquenecesitabalocalizarerael…
Lovio,elenormezocoal-Silaah,donde,segúnellíder,podríaempezaraobtenerinformación sobre Tamir. El líder sabía más de lo que le estaba revelando, porsupuesto,peroteníaestrictasinstruccionesdenocontárseloaAltaïr.Comprendíaqueel«principiante»teníaqueaprenderalasmalas.
Retrocedió dos pasos, se sacudió la tensión de los brazos, respiró hondo ydespuéssaltó.
Seguro,alotrolado,seagachóporuninstanteparaescucharunaconversaciónenelcallejóndeabajo.Observóaungrupodeguardiasmientraspasabanconunasnoyuncarroquesecombabaporelpesodetodoslosbarrilesquellevabaamontonados.
—Abridpaso—decíanlosguardias,apartandoalosciudadanosdesucamino—.Abridpasopuestoquellevamosprovisionesparaelpalaciodelvisir.SuExcelenciaAbu’lNuqoudvaacelebrarotradesusfiestas.
Aquellos ciudadanos a los que empujaban escondieron sus expresiones dedesagrado.
Altaïr vio cómo los soldados pasaban por debajo de él.Había oído el nombre,Abu’l Nuqoud: al que llamaban el reymercader de Damasco. Los barriles. Altaïrpuedequesehubieraequivocado,peroparecíaqueconteníanvino.
No importaba.Altaïr tenía otros asuntos que atender. Se irguió y semarchó altrote,sinapenasdetenerseparasaltarhaciaelsiguienteedificioyluegoalsiguiente,mientrassentíaunaoleadadefuerzarenovadaconcadasalto.Volvíaahacerloqueélsabía.
www.lectulandia.com-Página43
Vistodesdearriba,elzocoeracomounagujerodesigualquesehabíaperforadoentre los tejadosde laciudad,asíquefuefácildeencontrar.Elcentrodecomerciomás grande de Damasco se hallaba en medio del Barrio Pobre de la ciudad, alnoreste;estababordeadodeedificiosdeadobeymadera—Damascoseconvertíaenun pantano cuando llovía— y había un mosaico de carros, casetas y mesas decomerciantes.UnosdulcesaromassubíanhastalaaltaposicióndeAltaïr:perfumesyaceites, especias y repostería. Por todas partes los clientes, los mercaderes ycomerciantes charlaban o semovían con rapidez entre lamultitud. La gente de laciudad estaba parada hablando o corría de un lado a otro. Por lo visto, no habíatérminomedio;almenos,aquíno.Losestuvoobservandounrato,despuésbajódeltejado,semezclóconlamultitudyescuchó.
Escuchóparaoírunapalabra.—Tamir.Los tres comerciantes estaban apiñados a la sombra, hablando tranquilamente,
perosusmanoshacíantodotipodemovimientosbruscos.HabíansidoelloslosquehabíanpronunciadosunombreyAltaïrseacercóconsigilo, lesdiolaespalday,alhacerlo, oyó el consejo deAlMualim en su cabeza: «Nunca lesmires a los ojos,parecesiempreocupadoymanténlacalma».
—Ha convocado otra reunión —oyó Altaïr, incapaz de distinguir cuál de loshombresestabahablando.¿Aquiénsereferían?SeimaginabaqueaTamir.
Altaïrescuchóyapuntómentalmenteellugardelareunión.—¿Dequésetrataestavez?¿Deotraadvertencia?¿Deotraejecución?—No.Tieneuntrabajoparanosotros.—Loquesignificaquenonospagará.—Yanopracticalascostumbresdelgremiodecomerciantes.Ahorahaceloque
levieneengana…Comenzaronadiscutirunlargoacuerdo—elmáslargo,dijounoentresusurros—
cuandodeprontosecallaron.Nomuylejosdeallí,unoradorconunabarbatupidaynegrasehabíacolocadoensulugar,enla tribuna,ymirabaaloscomerciantesconunosojososcurosdepárpadoscaídos.Unosojosamenazadores.
Altaïr robó unamirada por debajo de su capucha. Los tres hombres se habíanquedado pálidos. Uno dejó marcas en el suelo con su sandalia; los otros dos semarcharon, como si de repente se hubieran acordado de una tarea importante quedebíanhacerdeinmediato.Sureuniónhabíaacabado.
Elorador.UnodeloshombresdeTamir,talvez.Sindudaelestraperlistadirigíael zoco con mano firme. Altaïr se acercó al hombre que comenzaba a hablar yconseguíaaudiencia.
—NadieconoceaTamirmejorqueyo—anuncióenvozalta—.Acercaosyoídlahistoriaquetengoquecontaros.Deunpríncipecomerciantesinpar…
JustolahistoriaqueAltaïrqueríaoír.Seacercóaúnmáspararepresentarelpapeldeunobservadorinteresado.Elmercadosearremolinóasualrededor.
www.lectulandia.com-Página44
—Fue justo antes de Hattin —continuó el orador—. A los sarracenos lesescaseabalacomidaynecesitabandesesperadamentereabastecimiento.Peronohabíaayuda a la vista.En aquella época,Tamir conducía una caravana entreDamascoyJerusalén.Perolosnegociosnolehabíanidomuybien.Porlovisto,enJerusalénnohabíanadiequequisieraloqueélvendía:frutasyverdurasdegranjascercanas.AsíqueTamirsemarchó,sedirigióalnorteparaverquépasabaconsumercancía,puestoqueprontoseestropearía.Aqueldeberíahabersidoelfinaldeesterelatoydelavidadelpobrehombre…PeroelDestinoleteníaotracosapreparada.
»Mientras Tamir conducía su caravana hacia el norte se topó con el lídersarraceno y sus hombresmuertos de hambre. Ambos tuvieronmucha suerte, puescadaunoteníaloqueelotroquería.
»AsíqueTamirledioalhombrelacomida.Ycuandolabatallaterminó,ellídersarraceno se encargó de que le pagaran al comerciante mil veces más de lo quecostabasumercancía.
»AlgunosdicenquesinohubierasidoporTamir,loshombresdeSalahAl’dinsehabríanvueltoensucontra.Pudoseraquelhombrelarazónpor laqueganamoslabatalla…
Terminóeldiscursoydejóquesuaudienciasemarchara.Ensurostrohabíaunafinasonrisamientrassealejabadelatribunayentrabaenelmercado.Talvezibaaotro lugar a dar el mismo discurso que exaltaba a Tamir. Altaïr le siguió a unadistancia prudente y de nuevo oyó las palabras de su tutor en la cabeza: «Ponobstáculosentretupresaytú.Quenuncateencuentrenalmiraratrás».
Altaïrdisfrutabadelasensaciónqueletraíanaquellashabilidadesalvolveraél.Le gustaba poder aislar el clamor del día y centrarse en su presa. Entonces, derepente, se detuvo.Delante de él, el orador se había chocado con unamujer cuyojarrón se había roto a consecuencia del encontronazo. Empezó a discutir con él yextendió lamano para reclamarle dinero, pero el hombre torció el gesto de formacruelyechóhaciaatráslamanoparagolpearla.Altaïrsetensó,peroellaseencogiópor elmiedo, el hombre lamiró con desdén, bajó lamano y continuó caminando,dándole patadas a la vasija rota. Altaïr siguió avanzando, pasó por delante de lamujer,queahoraestabaagachadaenlaarena,llorandoymaldiciendo,altiempoqueintentabarecogerlosfragmentosdesujarrón.
EloradordoblólaesquinayAltaïrlesiguió.Estabanenuncallejónestrecho,casivacío,yunasparedesdeadobe losoprimían.Se imaginóqueseríaunatajopara lapróximatribuna.Altaïrmiródetrásdeél,despuésavanzóunospasosrápidos,cogióaloradorporelhombro,lediolavueltaylemetiólasyemasdelosdedosdebajodesucajatorácica.
Al instante, el orador se dobló y retrocedió a trompicones mientras trataba derecuperarelalientoysubocasemovíacomoladeunpezfueradelagua.Altaïrechóunvistazoparaasegurarsedequenohabíatestigos,luegoavanzó,girósobreunpieylediounapatadaalhombreenlagarganta.
www.lectulandia.com-Página45
Cayóhaciaatrásdesordenadamenteyel thawbse leenrollóen laspiernas.Lasmanos fueron donde Altaïr le había dado la patada y rodó sobre el polvo. Altaïrsonrióyavanzó.Fácil,pensó.Habíasidodemasiado…
El orador se movió con la velocidad de una cobra. Salió disparado y dio unapatadaquegolpeóaAltaïrenplenopecho.Sorprendido,elasesinosetambaleóhaciaatrás al tiempo que el otro se le acercaba, con la boca tensa y los puñosbalanceándose. Sus ojos brillaban conscientes de haber sacudido a Altaïr, quienesquivó un puñetazo solo para descubrir que era un amago cuando el orador lealcanzólamandíbulaconlaotramano.
Altaïrcasisecayó,saboreólasangreysemaldijoasímismo.Habíasubestimadoasuoponente.Elerrordeunprincipiante.Eloradormirócomoundesesperadoasualrededorcomosibuscaralamejorvíadeescape.Altaïrpasóporaltoeldolordelacarayavanzó,conelpuñoalzado.Golpeóaloradorenlasienantesdequepudieramarcharse. Durante unos instantes ambos intercambiaron golpes en el callejón. Elorador era más pequeño y rápido, y alcanzó a Altaïr en el puente de la nariz. Elasesinodiountraspiéyparpadeóparaevitarquelas lágrimasle impidieranver.Aldarsecuentadesuvictoria,eloradorseacercóyempezóadarlepuñetazosaloloco.Altaïrsemovióaunlado,seagachóybarriólospiesdeloradordesdeabajo,loquelehizocaerenlaarena,yquedósinalientoalaterrizardeespaldas.
Altaïrsediolavuelta,sedejócaeryhundiólarodilladirectamenteenlaingledesuoponente.Lecomplacióoírelgritodeagoníaqueobtuvocomorespuesta,luegoselevantó,alzóloshombrosylosdejócaercontodassusfuerzasmientrassecalmaba.El orador se retorció en el suelo sin hacer ruido, con la boca abierta en un gritosilencioso, y las manos en la entrepierna. Cuando logró respirar hondo, Altaïr seagachóyacercósucaraalasuya.
—Pareces saber mucho sobre Tamir—dijo entre dientes—. Dime lo que estáplaneando.
—Solosélashistoriasquecuento—gimióelorador—.Nosénadamás.Altaïrcogióunpuñadodetierraydejóquesedeslizaraentresusdedos.—Unapena.Nohayrazónporlaquedejartevivirsinotienesnadaqueofrecera
cambio.—Espera.Espera.—Eloradoralzóunamanotemblorosa—.Hayunacosa…—Continúa.—Últimamente está preocupado. Supervisa la producción de muchas, muchas
armas…—¿Yqué?SesuponequesonparaSalahAl’din.Esonomeayudayporlotantoa
titampoco…Altaïrextendiólamano.—No.Para.Escucha.—Eloradorpusolosojosenblancoyelsudoraparecióen
su frente—.No son para SalahAl’din. Son para otra persona. Los emblemas quellevan estas armas sondistintos.No los conozco.AlparecerTamir apoya aotro…
www.lectulandia.com-Página46
peronoséquiénes.Altaïrasintió.—¿Esesotodo?—preguntó.—Sí.Sí.Tehecontadotodoloquesé.—Entoncesyaeshoradequedescanses.—No—empezóadecirelorador,peroseoyóuncortequesonómásaltoqueel
jarrónalromperseenelcallejóncuandoAltaïraccionósuhojayatravesóelesternóndelorador.Sujetóalhombremoribundomientrasseestremecía,conelpuñalclavado,ylasangresalíadelascomisurasdesubocaaltiempoquelosojosselevidriaban.Unamuerterápida.Unamuertelimpia.
Altaïrlocolocóenlaarena,alargólamanoparacerrarlelosojosyallísequedó.La hoja volvió a su sitio y empujó el cadáver detrás de unmontón de barriles
apestosos;después,sediolavueltayabandonóelcallejón.
www.lectulandia.com-Página47
10
—Altaïr.Bienvenido.Bienvenido.Ellídersonrióconsuficienciacuandoentró,Altaïrselequedómirandodurante
unmomentoylevioencogerseunpocoantesumirada.¿Llevabaencimaelolordelamuerte?AlomejorellíderdelaOficinalohabía
detectado.—Hehecholoquemepediste.Ahoradameelindicador.—Loprimeroesloprimero.Dimeloquesabes.Altaïr, que acababa de matar, pensó que sería un asunto sin importancia que
añadira lacuentadeldía.Semoríadeganasdeponeraaquelhombreensu lugar.Perono.Teníaquerepresentarsupapel,sinimportarlafarsatangrandequecreíaqueera.
—Tamirdirigeelzocoal-Silaah—dijoypensóenloscomercianteshablandoensusurros,elmiedoensuscarascuandovieronaloradordeTamir—.Sehacedeorovendiendo armas y armaduras, y le apoyan muchos en este cometido: herreros,comerciantes,financieros.Eselprincipaltraficantedemuertedelpaís.
Elotroasintió,puesnohabíaoídonadaquenosupieraya.—¿Se te ha ocurrido algunamanera de deshacernos de esta plaga?—preguntó
condesdén.—Se está organizando una reunión en el zoco al-Silaah para tratar una venta
importante.Dicenqueesel acuerdomásgrandequeTamirhahecho jamás.Estarádistraídoconsutrabajoyentoncespodremosatacar.
—Tuplanparecesólido.Tedoypermisoparaquetemarches.Metió lamano debajo de su escritorio y sacó el indicador deAlMualim.Una
pluma de uno de los queridos pájaros delMaestro. La colocó sobre lamesa entreambos.
—Que se haga la voluntad de Al Mualim —dijo mientras Altaïr cogía elindicadoryseloguardabaconcuidadodentrodesutúnica.
Pocodespuésdelamanecer,semarchódelaOficinayregresóalzocoal-Silaah.Cuando llegó al mercado, todos los ojos parecían estar clavados en un patioceremonialquehabíaenmedio,enunnivelinferior.
Notardóenverporqué:allísehallabaelmercaderTamir.Condosescoltasdeceño fruncido detrás, estaba al mando del patio y descollaba sobre un hombretemblorosoquehabíaanteél.Llevabaun turbanteacuadros,una túnicaeleganteyunaspolainas.Yenseñabalosdientesbajounoscurobigote.
Mientras Altaïr rodeaba a lamuchedumbre, no quitó la vista de lo que estabasucediendo. Los comerciantes habían salido de detrás de sus puestos para verlotambién.LoshabitantesdeDamascoquecorríanentresusdestinososeperdíanenconversacionessehabíanquedadoestancadostemporalmente.
—Siechasunvistazo…—dijoelhombrequeseencogíaanteTamir.
www.lectulandia.com-Página48
—Nomeinteresantuscálculos—espetóTamir—.Losnúmerosnocambiannada.Tushombresnohancumplidoconelpedido,loquesignificaquelehefalladoamicliente.
«Uncliente—pensóAltaïr—.¿Quiénserá?».Elcomerciantetragósalivaymiróhacialamultitudenbuscadeunsalvador.Pero
allínoencontróanadie.Losguardiasdelmercadomostrabanunaexpresiónperdidaysusojosparecíannover,mientraslosespectadoresselimitabanamirar,curiosos.AAltaïrleponíanenfermo,todosellos:losbuitresquemirabanylosguardiasquenohacíannada.PerosobretodoTamir.
—Noshacefaltamástiempo—suplicóelcomerciante.TalvezsehabíadadocuentadequesuúnicaopcióneraconvenceraTamirpara
quemostraraclemencia.—Esaeslaexcusadelhombrevagooincompetente—respondióelestraperlista
—.¿Cuálerestú?—Ninguno—dijoelcomerciante,retorciéndoselasmanos.—Loqueveodemuestralocontrario—dijoTamir.Levantóunpiehaciaunmuro
bajoyseapoyóenlarodilla—.Bueno,dime,¿quépretendeshacerpararesolveresteproblemaquetienes?Lasarmaslasnecesitanya.
—Noveosolución—tartamudeóelcomerciante—.Loshombres trabajandíaynoche.Perotu…clienteexigemucho.Yeldestino…Esunarutadifícil.
—¿Podrías producir armas con la misma habilidad que produces excusas?—Tamirserio.
Ahoraqueactuabapara lamuchedumbrefuerecompensadoconunasrisas,queproveníanmásdelmiedoquedelhumor.
—Hehechotodoloquemehasidoposible—insistióelhombremayor.Elsudorsalíalibrementedelacintadesuturbanteyletemblabalabarbagris.—Noessuficiente.—Entoncespuedequepidasdemasiado—probóadecirelcomerciante.Fueunatácticaimprudente.Lasonrisaagradablededicadaalgentíodesapareció
delacaradeTamirycentrósumiradadespiadadaenelanciano.—¿Demasiado?—Dijoconotrotonoensuvoz—.Telohedadotodo.Sinmíaún
estaríasencantandoserpientesporunasmonedas.Loúnicoquetehepedidoacambioesquecumplaslasórdenesquetehedado.¿Ydicesqueesdemasiado?
Sacóunpuñalylahojatitiló.Aquellosqueobservabansemovieron,incómodos.Altaïr miró a los guardias, que estaban de brazos cruzados, con los sables en suscinturonesylosrostrosinexpresivos.Nadieenelzocoseatrevíaamoverse;eracomosileshubieranhechizadoatodos.
Un sonido escapó del aterrado comerciante. Cayó de rodillas, con las manosalzadas en un gesto de súplica. Su rostro imploraba y sus ojos brillaban por laslágrimas.
Tamir miró a la patética criatura que estaba arrodillada ante él y escupió. El
www.lectulandia.com-Página49
comercianteparpadeóparaquitarselaflemadelosojos.—¿Teatrevesacalumniarme?—bramóTamir.—Tranquilo,Tamir—lloriqueabaelanciano—.Nopretendíainsultarte.—Entoncesdeberíasmantenerlabocacerrada—gruñóTamir.Altaïrpodíaverelansiadesangreensusojosysabíaexactamenteloqueibaa
pasar.Enefecto,Tamiracuchillóalcomercianteconlapuntadesupuñalyleabrióunprofundoagujeroensutúnicaquedeinmediatosemanchóderojo.Elcomerciantecayó hacia atrás sobre sus talones, con un fuerte alarido que atravesó la plaza delmercado.
—¡No!¡Basta!—chilló.—¿Basta?—SeburlóTamir—.Tansoloacabodeempezar.—Diounpasohacia
delante,hundióelpuñalenelestómagodelhombreyloempujóalsuelo,dondegritócomounanimalmientrasTamirleacuchillabaotravez—.Entrasenmizoco—gritó.Acuchilló—.Delantedemishombres.—Lacuartacuchillada.Elsonidodelacarneablandada.Elancianoseguíachillando—.¿Yteatrevesainsultarme?—Cuchillada.Puntuó cada palabra con un golpe de su puñal—. Debes saber qué lugar tecorresponde.
Pero el comerciante ya había dejado de gritar. Ahora no era nadamás que uncuerpoheridoy ensangrentado, tumbadoenel patio, con la cabezacolocadaenunánguloextraño.UnodelosescoltasdeTamirseacercóalcadáver.
—No—dijoTamir sinalientoy se limpió labarbaconeldorsode lamano—.Déjalo. —Se dio la vuelta para dirigirse a la muchedumbre—. Que esto sea unalección para el resto de vosotros. Pensadlo dos veces antes de decirme que no sepuedehaceralgo.Ahoravolvedaltrabajo.
Los espectadores dejaron el cuerpo del anciano donde estaba —un perrointeresadoyaempezabaaolisquearalrededor—yreanudaronlajornada;pocoapocolaactividaddelzocofueaumentandoyunratomástardefuecomosinadahubieraocurrido.Comosisehubieranolvidadodelanciano.
Aunque no era el caso deAltaïr. Relajó los puños, respiró larga y lentamente,controlando y usando su enfado. Agachó la cabeza un poco, quedando los ojosocultosporsucapucha,yseescabullóentrelamultitudtrasTamir,quecruzabaporlaplazadelmercadoconsusdosescoltasnomuylejos.Altaïrseacercóaélyoyóquehablaba con unos comerciantes, que le miraban con los ojos muy abiertos,aterrorizados,yaceptabantodoloquelespedía.
—No puedo vender esto —dijo Tamir bruscamente—. Fúndelo e inténtalo denuevo.Ysitesaletanmal,seráatiaquienmandaréfundirlapróximavez.
Abrieronlosojoscomoplatosyasintierontresveces.—No entiendo qué haces todo el día. Tu puesto está lleno de productos. Tu
monederodeberíaestarlleno.¿Porquénovendesnada?Noestandifícil.Talveznoponessuficienteempeño.¿Necesitasmotivación?
El comerciante estaba asintiendo antes de darse cuenta de lo que le estaban
www.lectulandia.com-Página50
preguntandoylocorrigióenseguidanegandoconelmismoénfasis.Tamiravanzó.Elgentío se arremolinó a su alrededor. Sus escoltas…¿Era aquello una oportunidad?Con el mercado entero aterrorizado por Tamir, sus hombres habían relajado suvigilancia. Se habían quedado detrás de otro puesto, donde estaban pidiendoproductosparadárseloscomoregaloasusesposas.Tamirteníanuevasvíctimasalasqueatemorizar.
Altaïr semetió entre él y los escoltas. Se puso tenso y notó la resistencia delmecanismodesuhojasobreelmeñique.Tamirestabadeespaldasaél,insultandoaotrovendedor.
—Me suplicaste este puesto. Juraste que nadie lo podría hacer mejor que tú.Debería…
Altaïr caminó hacia delante y—clic— su hoja salió mientras rodeaba con unbrazoaTamiryusabaelotroparaclavarleprofundamenteelarma.
Tamiremitióunsonidoestrangulado,peronogritó,yporunsegundoseretorcióantesderelajarse.Porencimadelhombro,Altaïrmiróalosojosabiertosdeparenpar del vendedor aterrorizado y advirtió que el hombre no sabía qué hacer: dar laalarmao…Elcomerciantelediolaespaldaysealejó.
Altaïr bajó a Tamir hasta el suelo entre dos puestos, fuera de la vista de losguardias,quepermanecíanajenosaloocurrido.
LosojosdeTamirparpadearon.—Descansaenpaz—dijoAltaïr,consuavidad.—Pagarásporesto,asesino—dijoTamirconvozásperayunhilodesangresalió
desunariz—.Túytodoslostuyos.—Porlovisto,erestúelqueestápagandoahora,amigomío.Yanosacarásmás
provechodelsufrimiento.Tamirserioconasperezaysuperficialidad.—¿Creesquesoyun insignificantecomerciantedemuertequechupadelpecho
delaguerra?¿Unobjetivoraro,talvez?¿Porquéyocuandomuchosotroshacenlomismo?
—¿Tecreesdistinto,entonces?—preguntóAltaïr.—Esquelosoy,puessirvoaunacausamuchomásnoblequeelmeroprovecho.
Comomishermanos…—¿Tushermanos?Tamirvolvióareírsedébilmente.—Ah…, cree que actúo solo. No soy más que una pieza. Un hombre que
representaunpapel.Prontoconocerásalosdemás.Nosetomaránmuybienloquehashecho.
—Bueno,esperoconganasacabartambiénconsusvidas.—¡Cuántoorgullo!Tedestruirá,niño—dijoTamiryfalleció.—Lagentetienequemorirparaquelascosascambien—entonóAltaïrylecerró
losojosalhombre.
www.lectulandia.com-Página51
CogiólaplumadeAlMualimdelinteriordesutúnicaylamanchódelasangrede Tamir, les echó un vistazo a los escoltas y semarchó, desapareciendo entre lamultitud.Yaeraunfantasmacuandooyóelgritoquesealzabadetrásdeél.
www.lectulandia.com-Página52
11
Tamir, el primero de nueve. Al Mualim demostró en silencio su satisfacción.Apartó lavistade laplumamanchadade sangrequehabía sobre suescritorioparamiraraAltaïryelogiarlo,antesdeencomendarlesusiguientetarea.
AltaïrhabíainclinadolacabezaparaasentirydejóalMaestro.Aldíasiguienteyahabía reunido sus provisiones y había partido una vez más, esta vez a Acre, unaciudad tan controlada por los cruzados como Damasco por los hombres de SalahAl’din.Unaciudadheridaporlaguerra.
Acre se había ganado con esfuerzo. Los cristianos la habían reconquistadodespuésdeunasedioprolongadoysangrientoquehabíaduradoalmenosdosaños.AltaïrhabíatomadoparteyhabíaayudadoaimpedirquelosTemplariosenvenenaranelsuministrodeaguadelaciudad.
Aunque no fue capaz de hacer nada para impedir el envenenamiento que tuvolugar:loscadáveresenelaguahabíanpropagadounaenfermedadentremusulmanesy cristianos por igual, tanto dentro como fuera de las murallas de la ciudad. Losvíveres habían escaseado ymiles de personas habíanmuerto de hambre. Entoncesllegaron más cruzados para construir más máquinas, y sus ataques perforaronagujerosenlosmurosdelaciudad.Lossarracenoslucharonlosuficientepararepararlasbrechas,hastaqueelejércitodeRicardoCorazóndeLeónsimplementederrotóalosmusulmanesyestosse rindieron.Loscruzadosreclamaron laciudady tomaroncomorehénasuguarnición.
LasnegociacionesentreSalahAl’dinyRicardoparaliberaralosreheneshabíancomenzado y los puntos más delicados habían quedado enturbiados por undesacuerdo entre Ricardo y el francés Conrado de Montferrato, que no estabadispuestoaentregaralosrehenesquehabíantomadolasfuerzasfrancesas.
Conrado había regresado a Tiro; Ricardo estaba de camino a Jaffa, donde sustropas se encontrarían con las de Salah Al’din. Y almando estaba el hermano deConrado,Guillermo.
GuillermodeMontferratohabíaordenadolamuertedelosrehenesmusulmanes.Decapitaronacasitresmil.
Yasí fuecomoAltaïr seencontró realizandosus investigacionesenunaciudadmarcada por su reciente historia: de asedio, enfermedad, hambre, crueldad yderramamiento de sangre. Una ciudad cuyos residentes conocían el sufrimientodemasiado bien, cuyos ojos ocultaban la pena y sobre cuyos hombros pesaba latristeza.Enlaszonaspobreshallóelpeordelossufrimientos.Loscuerposenvueltosenmuselinacubríanlascalles,mientrasquelaembriaguezylaviolenciaseextendíanporlospuertos.Laúnicapartedelaciudadquenoapestabaadesesperaciónymuerteera laZonaCadena,dondeestabanasentados los cruzados,dondeRicardo tenía suciudadelayGuillermo,sucuartelgeneral.Desdeallí loscruzadoshabíandeclaradoAcre la capital del Reino de Jerusalén, y la habían utilizado para almacenar
www.lectulandia.com-Página53
provisionesantesdequeRicardopartierahaciaJaffaydejaraaGuillermoalmando.Hastaentoncessureinadosimplementehabíaexacerbadolosproblemasdelaciudad,que eran demasiado evidentes y oprimían a Altaïr mientras atravesaba las calles.DabalasgraciasporhaberterminadosusinvestigacionesydirigirsealaOficinadelosasesinos.Allí,ellíder,Jabal,estabasentadosusurrándoleaunapalomaqueteníaenlasmanos.AlzólavistacuandoAltaïrentróenlasala.
—Ah,Altaïr—dijoconuntonoagradable—.Unpajaritomehadichoqueibasahacermeunavisita…
Sonrióantesupropiabroma,luegoabriólasmanosparadejarsueltaalapaloma.Pero esta tan solo se posó en el mostrador, donde infló las plumas del pecho yempezóacaminardeunladoaotrocomosimontaraunaguardiaaviar.Jaballamiróentretenidoydespuésseacomodóensuasientoparacontemplarasuvisita.
—¿YquiéneselpobredesafortunadoqueAlMualimhaelegidoparaquepruebetuhoja,Altaïr?—preguntó.
—AlMualimhaordenadolaejecucióndeGarnierdeNaplouse—contestó.Jabaldiounrespingo.—¿ElGranMaestrodelosCaballerosHospitalarios?Altaïrasintiólentamente.—Exacto.Yyahedecididocuándoycómoatacar.—Comparteeseconocimientoconmigo,pues.Jabalparecíaimpresionado,yconmotivo.—Vive y trabaja en el hospital de la Orden, al noroeste de aquí—empezó a
contarleAltaïr—.Serumoreaquesecometieronatrocidadesdentrodesusmuros.MientrasAltaïrlecontabaloquesabía,Jabalasentíapensativo,considerandosus
palabras,yfinalmentelepreguntó:—¿Cuálestuplan?—Garnierestácasi siempreensuoficinadentrodelhospital,aunquedevezen
cuandosaleparaexaminarasuspacientes.Cuandohagasusrondasserácuandoyoataque.
—Estáclaroquelohaspensadobien.Tedoypermisoparaquetemarches.—Yaldecir esto le entregó el indicador de AlMualim—. Elimina esa mancha de Acre,Altaïr.Alomejorteayudaalimpiarteatimismo.
Altaïr cogióel indicadory le clavóa Jabalunamirada torva. ¿Acaso todos losasesinos ibanaconocersuvergüenza?Despuéssemarchóyatravesó laciudadporlostejadoshastaquedivisóelhospital.Allísedetuvo,aguantólarespiraciónypusoenordensusideasmientraslocontemplaba.
Altaïr lehabíadadoaJabalunaversión truncadadesusdescubrimientos;habíaocultado al líder de laOficina el verdadero sentimientode repugnancia que sentía.Sabía que De Naplouse era el Gran Maestro de la Orden de los CaballerosHospitalarios.FundadaoriginalmenteenJerusalén—suobjetivoeraeldeatenderalosperegrinosenfermos—,teníalabaseenunadelaszonasmásnecesitadasdeAcre.
www.lectulandia.com-Página54
Y allí, según lo queAltaïr había oído,DeNaplouse estaba haciendo cualquiercosamenoscuidaralospacientes.
En el distrito hospitalario había oído a dosmiembros de laOrdenhablar sobrequeelGranMaestronodejabaentrarenelhospitalaciudadanosnormales,ylagenteestaballegandoalaviolenciaporesemotivo.UnodeelloshabíadichoquetemíaqueserepitieraelescándaloquehabíatenidolugarenTiro.
—¿Quéescándalo?—lehabíapreguntadosuamigo.Elhombresehabía inclinadohaciasucompañeropara terminardecontárseloy
Altaïrsehabíavistoobligadoaaguzareloído.—Antes era el hogardeGarnier—contestó el hombre—,pero fue exiliado.Se
decíaqueestabaexperimentandoconloshabitantesdelaciudad.Sucompañeropusomalacara.—¿Quétipodeexperimentos?—Noconozcolosdetalles,peromepreocupa…¿Habráempezadootravez?¿Por
esoseencierraenlafortalezahospitalaria?
Mástarde,AltaïrleyóunpergaminoquelehabíarobadoauncolegadeGarnierdeNaplouse.ElHospitalarionoteníaintencióndecurarasuspacientes,segúnhabíaleído. Abastecido con sujetos de Jerusalén, realizaba pruebas —pruebas para unpatróndesconocido—cuyoobjetivoeraprovocarestadosenlossujetos.YaTamir,alreciente fallecido Tamir, le habían acusado de suministrar las armas para dichaoperación.
Una frase enparticular de la carta atrajo su atención: «Deberíamos esforzarnosporreclamarloquenoshanquitado».¿Quésignificaba?
Nodejódedarlevueltasenlacabezaycontinuóhaciéndosepreguntas.ElGranMaestropermitíaquelos«locos»deambularanporelhospital,segúnhabíaoído,ysehabíaenteradodelashorasenlasquelosarquerosquecubríanlaspasarelassobreelhospitaldejabansuspuestos;sabíaqueaDeNaplouselegustabahacerlasrondassinescoltayquesolosepermitíaelpasoalosmonjes.
Entonces,despuésdeconseguirtodalainformaciónquenecesitaba,AltaïrhabíavisitadoaJabalpararecogerelindicadordeAlMualim.
www.lectulandia.com-Página55
12
Daba vueltas por el exterior del edificio adyacente a la fortaleza hospitalaria.Como esperaba, había un guardia, un arquero, y Altaïr le observó mientras estecaminabadeunladoaotrodelapasarela,altiempoquedevezencuandoechabaunvistazoalpatiodeabajo,perosobretodomirabalostejados.Altaïralzólavistahaciael sol.Debería ser en aquelmomento, pensó, sonriendo para sus adentros, seguro,cuandoelarqueroseacercaraaunaescaleraybajara.
Altaïrpermanecióagachado.Saltódel tejadoa lapasarelay,sinhacerruido,seescabulló hasta que pudo asomarse por el borde para ver el patio de abajo. Unosimponentesmurosescarpadosdepiedragrismateynohabíanadamássalvoelpozodel centro, a diferencia de los edificios decorados de forma recargada quenormalmente se encontraban en Acre. Allí, varios guardias llevaban los abrigosnegros acolchados de los Caballeros Hospitalarios, la cruz blanca en el pecho, ytambiénhabíaungrupodemonjes.Entreelloshabía loqueparecíanserpacientes,descalzosysincamisa.Unospobresdesgraciadosquedabanvueltassinrumbofijo,conexpresiónperdidaymiradavidriosa.
Altaïr frunció el entrecejo. Incluso con la pasarela sin vigilancia era imposibledejarsecaerenelpatiosinservisto.Seacercóa laentradadelhospitalparapoderasomarsealacalledefuera.Enlapiedrapintadablancaporelsol,losenfermosdelaciudad y sus familias rogaban a los guardias que les dejaran entrar. Otros cuyasmentessehabíanidoapasearentrelamultitud,lanzabanlosbrazosalaireygritabanincoherenciasyobscenidades.
Yallí—Altaïrsonrióalverlos—habíaungrupodeeruditos.Semovíanentreelgentío como si no existiera, haciendo caso omiso al sufrimiento y el tumulto quehabíaasualrededor.Parecíanirendirecciónalhospital.Aprovechandoeldesorden,Altaïrbajóalacalley,pasandodesapercibido,seunióalgrupodeeruditosyagachóla cabeza para centrar su mirada en los pies que arrastraba. De vez en cuandoarriesgabaunamiradafurtivaparasaberpordóndeibayesperabaquesedirigieranalhospitaldondelosguardiasseapartaríanylesdejaríanentrarenelpatio.
Altaïrarrugólanariz.Asícomolacalle teníaelaromadelaciudad,apasteles,perfumes y especias, aquí estaba el hedor del sufrimiento, de la muerte y losexcrementos.Dealgunaparte—atravésdeunaseriedepuertascerradas—salieronunosgritosdedoloryluegoseoyóungemidobajo.Aquelseríaelhospitalprincipal,pensó.Comprobóqueestabaenlociertocuando,derepente,laspuertasseabrierondegolpeyunpacienteentrócorriendoatodavelocidadenelpatio.
—¡No!¡Ayuda!¡Ayudadme!—gritó.Teníaelrostrocontorsionadoporelmiedoylosojosmuyabiertos—.¡Ayudadme,porfavor!¡Tenéisqueayudarme!
Detrásdeélaparecióunguardia.Teníaunojovago,comosilehubierancortadolosmúsculos del párpado.Corrió detrás del hombre loco que había escapado paracogerlo.Entonces,conlaayudadeotroguardia,comenzóadarlepuñetazosypatadas
www.lectulandia.com-Página56
hastaquesometióallocoylopusoderodillas.Altaïrobservó.Notócómoseletensabalamandíbulayapretólospuñoscuando
los guardias golpearon al hombre; otros pacientes se acercaron para ver mejor elespectáculo:mirabanconcarasquereflejabansolounligerointerésysebalanceabanunpoco.
—¡Piedad!—gritóellocomientrasunalluviadegolpescaíasobreél—.Ospidoclemencia.¡Nadamás!
Paró.DeprontoseleolvidóeldolorcuandolaspuertasdelhospitalseabrieronyallíaparecióunhombrequetansolopodíaserGarnierdeNaplouse.
EramásbajodeloqueAltaïresperaba.Erabarbilampiñoyllevabaelpeloblancoalrape.Teníalosojoshundidosyunabocacruel,curvadahaciaabajo,queleconferíaun aspecto cadavérico. La cruz blanca de losHospitalarios estaba en sus brazos yllevabauncrucifijoalrededordelcuello;perofueracualfueseelDiosqueveneraba,lehabíaabandonado,advirtióAltaïr.Puestoquenollevabamásqueundelantal.Unsuciodelantalmanchadodesangre.
Mirabamisteriosamente al loco que estaba postrado ante él, sostenido porOjoVagoyelotroguardia;OjoVagoestabalevantandoelpuñoparagolpearledenuevo.
—Yabasta,muchacho—ordenóDeNaplouse—.Tehepedidoquerecuperarasalpaciente,noquelomataras.
Ojo Vago bajó el puño a regañadientes cuando De Naplouse avanzó paraacercarse aún más al loco, que se quejaba e intentaba soltarse, como un animalasustadizo.
DeNaplousesonrió,ladurezahabíadesaparecido.—Ya,ya—ledijoalloco,casiconternura—.Todosearreglará.Damelamano.Elloconegóconlacabeza.—¡No,no!Nometoquéis.Otravezno…DeNaplousearrugólafrente,comosilehubieradolidounpocolareaccióndel
hombre.—Expulsaesemiedoonopodréayudarte—dijosinalterarse.—¿Ayudarme?¿Cómohabéisayudadoalosotros?Osllevasteissusalmas.Pero
nolamía.No.Notendréislamía.Nunca,nunca,nunca…Lamíano,lamíano,lamíano…
LasuavidadsefuecuandoDeNaplouseabofeteóalloco.—Contrólate—gruñó.Susojoshundidosbrillaronyelotroagachólacabeza—.
¿Creesquedisfrutoconesto?¿Creesquequierohacertedaño?Peronomedejasotraopción…
Derepenteel locosesoltóde losdosguardiasquelesujetabanyechóacorrerhacialamultitudqueobservaba.
—Sus palabras amables siempre van acompañadas de un revés… —chilló alpasarcercadeAltaïrcuandolosdosguardiassalieroncomounaflechadetrásdeél—.Todosonmentirasyengaños.Noestarácontentohastaquetodosnosinclinemosante
www.lectulandia.com-Página57
él.OjoVagoleatrapóylellevóarastrashastadondeseencontrabaDeNaplouse,y
allísepusoagimotearbajolafríamiradadelGranMaestro.—Nodeberíashaberhechoeso—dijoDeNaplouse,despacio,yluegosedirigióa
Ojo Vago—. Llévalo de vuelta a sus dependencias. Yo iré en cuanto me hayaencargadodeatenderalosdemás.
—¡Nopodéisretenermeaquí!—Gritóelloco—.Mevolveréaescapar.DeNaplousesedetuvo.—No —dijo sin alterarse y luego se volvió hacia Ojo Vago—. Rómpele las
piernas.Lasdos.OjoVagosonrióabiertamentecuandoellocotratódesoltarse.Entoncesseoyeron
dos horribles chasquidos, como unas astillas partiéndose, cuando el gigantescocaballeroleestampóunapatadaprimeroenunapiernayluegoenlaotra.LavíctimagritóyAltaïravanzó,incapazdecontenerse,furiosoporlacrueldadgratuita.
Peroelmomentohabíapasado: elhombrehabíaperdidoel conocimiento—sinduda,eldolorhabíasidodemasiadointensoparasoportarlo—ylosdosguardiasselollevabanarastras.DeNaplouseloestudió.Lamiradacomprensivahabíavueltoasurostro.
—Losientomucho,hijo—dijo,casiparasusadentros,antesdevolversehacialamuchedumbre—. ¿Es que no tenéis nada mejor que hacer?—espetó, y se quedómirandoconmalacaraalosmonjesypacientes,quepocoapocosefueronalejando.Cuando Altaïr se dio la vuelta para unirse a ellos, advirtió que De Naplouseexaminabalamultitudcondetenimiento,comosiestuvierabuscandoaaquelaquienhabíanenviadoparamatarle.
Bien,pensóAltaïr,aloírcerrarselapuertadelhospitalcuandoelGranMaestroabandonóelpatio.Quetuvieramiedo.Quesintieraunpocodeloqueinfligíaa losdemás.Laimagenlereconfortóalunirsealoseruditos,queestabanavanzandohaciala segunda puerta. Esta llevaba a la sala principal, donde las esteras de paja noayudabanmucho a ocultar el hedor a sufrimiento y excrementos.Altaïr intentó novomitaryadvirtióquevarioseruditossetapabanlanarizconlateladesustúnicas.ApartirdeentoncesempezaronaoírgemidosyAltaïrviolascamasdehospitalenlasquesehallabanhombresquesequejabanydevezencuandogritabandedolor.Conlacabezagacha,seasomópordebajodelacapuchayvioaDeNaplouseacercarseaunacamaenlaqueunhombreescuálidoestabatumbado,sujetoporunasatadurasdecuero.
—¿Cómoteencuentras?—lepreguntóDeNaplouse.Dolorido,elpacientedijosinaliento:—¿Quémehabéis…hecho?—Ah,sí.Eldolor.Duelealprincipio,no tementiré.Esunpequeñoprecioque
hayquepagar.Loaceptarásalalarga.Elhombretratódelevantarlacabezadelacama.
www.lectulandia.com-Página58
—Sois…unmonstruo…DeNaplousesonrióindulgentemente.—Mehanllamadocosaspeores.Pasóporunarmazóndemaderaquerodeabaotracamayseasomóparavera…,
no, no era un paciente como Altaïr advirtió. Aquellos pobres desgraciados eransujetos.Eranexperimentos.Denuevohizounesfuerzoparacontrolarsuira.Echóunvistazoasualrededor.Lamayoríadelosguardiassehabíanreunidoenlaotrapuntade la sala. Al igual que en el patio, varios pacientes desorientados caminaban atrompicones,yvioelmismogrupodemonjes,queparecíaesperarcualquierpalabradeGarnieraltiempoquesequedabanaunadistanciarespetuosa,hablandoentreellosmientraselGranMaestrohacíasusrondas.
Siibaahacerlo—ysíqueibaahacerlo—,teníaqueserpronto.PeroentoncesDeNaplouseseacercóaotracamaysonrióalhombrequeestaba
allítumbado.—Dicenqueahorapuedescaminar—dijoamablemente—.Impresionante.Elhombreparecíaconfundido.—Hace…tantotiempo…Casiheolvidado…cómo.DeNaplouseparecíasatisfecho,satisfechodeverdad.Sonrióydijo:—Esoesmaravilloso.—No…Entiendo.¿Porquémehabéisayudado?—Porquenadiemásloharía—contestóDeNaplouse,ysiguióadelante.—Osdebolavida—dijoelhombreenlasiguientecama—.Harétodoloqueme
digáis.Gracias.Graciasporliberarme.—Graciaspordejarme—respondióDeNaplouse.Altaïr vaciló un instante. ¿Se estaba equivocando? ¿De Naplouse no era un
monstruo?Entoncesenseguidaapartósusdudasypensóenlosgritosdeagoníadellocomientras le partían las piernas y en los pacientes sin vida quevagabanpor elhospital.Sideverdadallíhabíaejemplosdecuraciónseguroque lossuperaban losactosdebarbarie.
DeNaplousehabíallegadoalaúltimacamadelasala.Alcabodeunmomentosemarcharía y Altaïr perdería su oportunidad. Decidido, el asesino echó unamiradadetrásdeél:losguardiasseguíanocupadosalfinaldelasala.SeapartódelgrupodeeruditosyseacercóaDeNaplousemientraselGranMaestrose inclinabahaciasupaciente.
La hoja de Altaïr saltó hacia delante y atacó a De Naplouse. El grito quedósofocado al arquear la espalda por el dolor. Casi con cuidado, el asesino bajó aldoctorensartadohastaelsuelo.
—Liberatucarga—susurró.DeNaplouse parpadeóy alzó la vista paramirar el rostro del asesino. Pero no
habíamiedoenaquellosojosmoribundos:loqueAltaïrviofuepreocupación.—Ah…Ahoradescansaré,¿no?—dijo—.Elsueñoeternomellama.Peroantes
www.lectulandia.com-Página59
decerrarlosojos,debosaberlo.¿Quéserádemisniños?«¿Susniños?».—¿Te refieres a las personas que sufren tus crueles experimentos?—Altaïr no
podíaevitarel tonode indignaciónensuvoz—.Ahoraserán librespara regresarasuscasas.
DeNaplouserioconsequedad.—¿Asuscasas?¿Quécasas?¿Lasalcantarillas?¿Losburdeles?¿Lasprisionesde
lasquelossacamos?—Tellevasteaestagenteencontradesuvoluntad—afirmóAltaïr.—Sí.Lesquedabamuypocavoluntad—dijoDeNaplousejadeando—.¿Enserio
eres tan ingenuo? ¿Apaciguas a unniño solo porque llora? «Peroquiero jugar confuego, padre». ¿Qué le dirías? ¿«Como quieras»? Ah… pero entonces serías elresponsabledesusquemaduras.
—Estosnosonniños—dijoAltaïr,quepretendíaentenderalhombremoribundo—,sinohombresymujeresadultos.
—Físicamente, tal vez. Pero no a nivel mental. Y ese es el daño que queríareparar.Loadmito,sinelartefactoquenosrobasteismiprogresoseharalentizado.Perohayhierbas.Mezclasyextractos.Misguardiassonmuestradeello.Eranlocosantesdequelosencontraray los liberarade lasprisionesdesusmentes.Y,conmimuerte,volveránaserlocos…
—¿Deverdadcreesquelesestabasayudando?DeNaplousesonrióylaluzcomenzóadejarsusojos.—Noesloqueyocrea,sinoloquesé.Murió.AltaïrbajósucabezahastalapiedraybuscólaplumadeAlMualimpara
pasarlaporlasangre.—Quenoseaunamuertecruel—susurró.En ese momento, uno de los monjes de allí al lado emitió un grito. Altaïr se
irguió,seapartódelcuerpoyvioalosguardiasavanzandopesadamenteporlasalahaciaél.Cuandodesenvainaronlasespadas,saltóyechóacorrerendirecciónaunapuertaquehabíaenelotroextremo,queesperabafervientementequedieraalpatio.
Seabrióylealegróverelpatiodelantedeél.AunquenosealegrótantoalveraOjoVago,quesalíadisparadoporlapuertacon
unsabledesenvainado…Altaïr desenfundó su espada y, con la hoja en un brazo y la espada en la otra
mano,seencontróconOjoVagoenunchoquedeacero.Porunsegundo,ambosestuvieronconlasnaricespegadasyAltaïrviodecercala
pielcicatrizadadelojodelcaballero.EntoncesOjoVagoseapartó,asestóysetopóconelarmadeAltaïr,perosereadaptótanrápidoqueAltaïrcasiperdióladefensa.Elasesinoseapartó,queríaponerespacioentreélyOjoVago,queeramejorespadachínde lo que había supuesto. También era grande. Se le resaltaban los tendones delcuello,desarrolladospor añosdeblandirunenormesable.Detrásdeél,Altaïroyó
www.lectulandia.com-Página60
quellegabanotrosguardiasydespuéssedetuvieronalhacerlesunaseñalOjoVago.—Lequieroaél—gruñóelcaballerogigante.Era arrogante, demasiado seguro de símismo.Altaïr sonrió, recreándose en la
ironía.Entoncesavanzó,barriendocon lahoja.OjoVago sonrió,desvióelgolpeygruñócuandoAltaïrsaltóasuizquierda,acercándoseaélporelotrolado—eldesuojoherido,supuntodébil—,ylecortóelcuello.
Lagargantadelcaballeroseabrióylasangresaliódelaheridamientrassehundíaderodillas.Altaïroyópordetrásungritodesorpresa,asíqueempezóacorrer,chocóconungrupodelocos,quesehabíanreunidoparamirar,luegocruzóelpatioatodavelocidad,pasójuntoalpozoydespuéspordebajodelarcohaciaAcre.
Sedetuvoparaexaminarlostejados.Acontinuaciónsaltóhaciauntendereteyelcomerciante,enfadado,leamenazóconelpuñomientrasescalabalapareddetrásdeélpara subira los tejados.Corriendoy saltando,dejó lapesadilladelhospitaly seadentró en la ciudad, todavía reflexionando sobre las últimas palabras de Garnier.Sobreelartefactodelquehabíahablado.Poruninstante,AltaïrpensóenlacajadelescritoriodeAlMualim,perono.¿QuéposibleconexióntendríaelHospitalarioconeso?
Perosinoeraeso,entonces¿qué?
www.lectulandia.com-Página61
13
—GarnierdeNaplouseestámuerto—lehabíadichoaAlMualimunosdíasmástarde.
—Perfecto.—ElMaestrohabíaasentidoconaprobación—.Nopodríamoshaberesperadounresultadomásgrato.
—Yaunasí…—empezóadecirAltaïr.—¿Quépasa?—Eldoctor insistióenquesutrabajoeranoble—dijoAltaïr—.Yahoraquelo
pienso, de los que supuestamente eran sus cautivos, muchos parecían estarleagradecidos.No todos, pero bastantes como para preguntarme…¿Cómo consiguióconvertirenamigoalenemigo?
AlMualimsehabíareído.—Loslíderessiempreencuentranelmododehacerquelosdemáslesobedezcan.
Y eso es lo que les convierte en líderes.Cuando la palabra falla, entonces usan eldinero.Cuandoesotampocosirve,recurrenacosasmásbásicas:sobornos,amenazasyotro tipodeartimañas.Hayplantas,Altaïr,hierbasde tierras lejanas,quepuedenhacerqueunhombrepierdael juicio.Sontangrandeslosplaceresqueofrecenqueloshombrespuedeninclusoconvertirseensusesclavos.
Altaïrasintióalpensarenlospacientes.Enelloco.—¿Creéisentoncesqueesoshombresestabandrogados?¿Envenenados?—Sí,silarealidadestalcomoladescribes—respondióAlMualim—.Nuestros
enemigosmehanacusadoamídelomismo.Después le asignó a Altaïr su siguiente tarea, y Altaïr se preguntó por qué el
MaestrosonriócuandoledijoquecompletarasusinvestigacionesyluegoinformaraalrafiqdelaOficinadelosasesinosdeJerusalén.
En aquelmomento, de camino a laOficina, supo por qué.Era porque le hacíagraciapensarenAltaïrtopándoseunavezmásconMalik.
El asesino se levantó de detrás del escritorio al entrar Altaïr. Por un instanteambos se quedaron contemplándose, sin dejar de ocultar su desdén. Entonces,despacio,MaliksediolavueltaylemostróaAltaïrdóndehabíaestadosubrazounavez.
Altaïrpalideció.Por supuesto.Despuésdeldañoque sufrió en lapelea con loshombresdeRobertdeSablé,losmejorescirujanosdeMasyafnohabíansidocapacesdesalvarelbrazoizquierdodeMalik,asíqueselohabíantenidoqueamputar.
Malik sonrió con aquella sonrisa agridulce por una victoria que se habíaconseguido a un precio demasiado alto, y Altaïr se recordó a sí mismo que lecorrespondíatrataraMalikconhumildadyrespeto.Agachólacabezaparareconocerlasotraspérdidasdelhombre.Suhermano.Subrazo.Suestatus.
—Seguridadypaz,Malik—dijoalfin.—Tupresenciaaquímeprivadeambas—lesoltóMalik.Él,sinembargo,tenía
www.lectulandia.com-Página62
muchosmotivosparatrataraAltaïrcondesdén,yevidentementeasípensabahacerlo—.¿Quéquieres?
—AlMualimmehapedido…—¿Quérealicesalguna tareaenun intentode redimirte?—PreguntóMalikcon
sorna—.Bueno,diloya.¿Dequétehasenterado?—Estoesloquesé—contestóAltaïr—.ElobjetivoesTalal,quetraficaconvidas
humanas, rapta ciudadanos de Jerusalén y los vende como esclavos. Su base seencuentra enunalmacén situadodentrode labarbacanaal nortede aquí.Mientrashablamos,preparaunacaravanaparaviajar.Atacarécuando sepongaa revisar susreservas.Sipuedoevitarasushombres,Talalporsísolonosupondrámuchoreto.
Maliktorcióellabio.—¿Nosupondrámuchoreto?Escúchate.¡Cuántaarrogancia!En silencio, Altaïr se reprendió. Malik tenía razón. Pensó en el orador de
Damascoalquehabíajuzgadomalyquecasilevence.—¿Hemos terminado?—Preguntó, sin revelar ninguno de sus pensamientos a
Malik—.¿Estássatisfechoconloquesé?—No—dijoMalikyleentregóaAltaïrunapluma—,perotendráqueservir.Altaïr asintió.Miróhaciadonde lamangadeMalik colgaba, suelta, y estuvo a
punto de decir algo cuando se dio cuenta de que ninguna palabra repararía suserrores.HabíaperjudicadodemasiadoaMalikcomoparaesperarqueloperdonara.
AsíquesediolavueltaysemarchódelaOficina.Otroobjetivoibaasentirelbesodesuhoja.
www.lectulandia.com-Página63
14
PocodespuésAltaïrestabaentrandoahurtadillasenelalmacéndondepreparabanel envío. Echó un vistazo y no le gustó lo que encontró. No había guardias. Niacólitos.
Avanzódospasosyluegosedetuvo.No.¿Enquéestabapensando?Todolodelalmacénestabamal.Estabaapuntodedarselavueltaymarcharsecuandoderepentelapuertasecerróyseoyóelsonidoinconfundibledeuncerrojoalencajarensusitio.
Maldijoydesenvainólaespada.Avanzósigilosamente,conlossentidosadaptándosepocoapocoalaoscuridad,
lahumedad,elolordelasantorchasy…Algomás.UnoloraganadoqueAltaïrcreyómáshumanoqueanimal.Las escasas llamas de las antorchas proyectaban luz en las paredes oscuras y
resbaladizas,ydealgúnsitioproveníaungoteodeagua.Elsiguientesonidoqueoyófueundébilgemido.Comolavistaseleibaadaptandogradualmente,avanzópocoapocoyviounos
cajones, barriles y luego… una jaula. Se acercó más y casi retrocedió por lo quedescubrió.Habíaunhombredentro.Unhombrepatéticoy tembloroso,sentadoconlas piernas hacia el pecho, que contemplaba a Altaïr con unos ojos lastimeros yllorosos.
—Ayúdame—dijo.Entonces,Altaïroyódetrásotrosonidoysediolavueltaparaveraunsegundo
hombre.Estabasuspendidodelapared,congrilletesenlasmuñecasylostobillos.Lacabezalecolgabasobreelpechoyelpelosuciolecaíasobrelacara,perosuslabiosparecíanmoversecomosiestuvierarezando.
Altaïrseacercóaél.Entonces,aloírotravozasuspies,bajólamiradaparaverunarejadehierroincrustadaenlapiedradelsuelodelalmacén.AsomadoestabaelrostroasustadodeotroesclavoysusdedoshuesudosseestirabanentrelosbarrotesparaatraeraAltaïr.Másallá,enelhoyo,elasesinoviomásformasoscuras,oyóundeslizamientoymásvoces.Porunmomentofuecomosilahabitaciónestuvierallenadelassúplicasdelosqueestabanallíencerrados.
—Ayúdame,ayúdame.Unsonido insistentee imploranteque lehacía tenerganasde taparse losoídos.
Hastaque,depronto,oyóunavozmásalta:—Nodeberíashabervenidoaquí,asesino.«Talal,seguro».Altaïr se volvió en dirección al ruido y vio que las sombras se movían en un
balcónquehabíaencimadeél.¿Arqueros?Sepusotensoyseagachó,conlaespadapreparada,paraestarlomenosatiroposible.
PerosiTalallequeríamuerto,yalohubieraestado.Habíacaídoenlatrampadeltraficantedeesclavos—elfallodeuntonto,deunprincipiante—,perotodavíanose
www.lectulandia.com-Página64
habíadescubiertodeltodo.—Peronoeresdelosqueescuchan—seburlóTalal—,porsiacasocomprometes
atuHermandad.Altaïravanzósigilosamente,todavíaintentandolocalizaraTalal.Estabaarriba,de
esoestabaseguro.Pero¿dónde?—¿Creías que nome enteraría de tu presencia?—Continuó la voz incorpórea,
conunarisa—.Supedetiencuantoentrasteenestaciudad,talesmialcance.Abajooyóunsollozoy,almirar,viomásbarrotes,másrostrossuciosyllenosde
lágrimasconlavistaclavadaenéldesdelaoscuridad.—Ayúdame…Sálvame.Había más jaulas, más esclavos, hombres y mujeres: mendigos, prostitutas,
borrachosylocos.—Ayúdame.Ayúdame.—Asíquehayesclavosaquí—dijoAltaïr—,pero¿dóndeestánlosesclavistas?Talalleignoró.—Contemplami trabajoen todasugloria—anuncióybrillaronmás luces,que
revelaronmásrostrosasustadosysuplicantes.Delante de Altaïr se abrió una segunda puerta que le dejó entrar en otra sala.
Subióporunasescalerasquedabanaungranespacioconunagaleríaque,sobreél,lerodeabaportodaspartes.Allívioafigurasimprecisasyagarróbiensuespada.
—¿Yahoraqué,esclavista?—dijo.Talal estaba intentando asustarle. Algunas cosas le daban miedo a Altaïr, era
cierto,peronadadeloqueeldueñodeesclavosfueracapaz,deesoestabaseguro.—No me llames así —gritó Talal—. Tan solo quiero ayudarles. Como me
ayudaronamí.Altaïraúnseguíaoyendolosgemidosdelosesclavosqueestabanenlacámarade
abajo.Nocreíaqueellosloconsideraranayuda.—Noleshacesningúnfavorencerrándolesdeestamanera—dijoalaoscuridad.AunasíTalalcontinuóescondido.—¿Encerrándoles?Losmantengoasalvo,lospreparoparaelviajequelesespera.—¿Quéviaje?—SeburlóAltaïr—.Noesmásqueunavidadeservidumbre.—No sabes nada. Ha sido una locura traerte aquí. Pensar que verías y
comprenderías.—Loentiendomuybien.Tefaltavalorparaenfrentarteamíyeligesesconderte
entrelassombras.Bastadecharlas.Muéstrate.—Ah…Asíquequieresveralhombrequetehahechovenirhastaaquí,¿eh?Oyóunmovimientoenlagalería.—Tú no me has hecho venir hasta aquí —gritó—. He venido por mi propia
cuenta.Larisaretumbódesdelosbalconessobreél.—¿Ah, sí? —Se mofó Talal—. ¿Quién desatrancó la puerta? ¿Y despejó el
www.lectulandia.com-Página65
camino?¿Alzastetuhojacontraalgunodemishombres?No.Todoestolohehechoporti.
Algosemovióeneltechosobrelagaleríayproyectóunparchedeluzsobreelsuelodepiedra.
—Pontealaluz,entonces—dijoTalaldesdearriba—,yteconcederéunúltimofavor.
Unavezmás,AltaïrsedijoparasusadentrosquesiTalallequisieramuerto,susarquerosyalehabríancubiertodeflechas,asíquesepusoalaluz.Alhacerlo,unoshombresenmascaradossalierondelassombrasdelagalería,saltaronabajosinhacerruidoylerodearon.
Lemirabanconojosdesapasionados,lasespadascolgabandesuscostadosysuspechossubíanybajaban.
Altaïrtragósaliva.Eranseis.Todoundesafío.Entoncesseoyeronunospasosarribaymiróhacia lagaleríadondeTalalhabía
salidodelapenumbraydesdedondeleestabacontemplando.Llevabaunatúnicaarayasyuncinturónancho.Enelhombroteníaunarco.
—Ahorame tienesdelante—dijocon lasmanosextendidas,sonriendocomosirecibieracalurosamenteauninvitadoensucasa—.¿Quédeseas?
—Bajaaquí.—Altaïrhizoungestoconsuespada—.Resolvamosestoconhonor.—¿Porqué siempre recurres a laviolencia?—ContestóTalal, cuyavoz sonaba
casicomosiAltaïrlehubieradecepcionado,antesdeañadir—:Porlovistonopuedoayudarte,asesino,porquetúnoquieresayudarteatimismo.Ynopuedopermitirqueamenacesmitrabajo.Nomedejasotraopción:debesmorir.
Leshizoseñasasushombres.Ellosalzaronlasespadas.Luegoatacaron.Altaïr gruñóy se encontró esquivando a dos a la vez, haciéndoles retroceder y
despuéscentrandosuatenciónenuntercero.Losotrosesperaronsuturno:enseguidasediocuentadequesuestrategiaeraatacarlededosendos.
Podía con eso. Agarró a uno y le alegró ver sus ojos muy abiertos por laimpresión encima de su máscara, después lo lanzó hacia atrás, hacia un quintooponente, y ambos chocaron contra un andamio que se desmoronó a su alrededor.Altaïrseaprovechódesuposición,atacóconlapuntadesuespada,oyóungritoyunruidodemuertequeproveníadelhombredespatarradoenelsuelo.
Susagresoressevolvieronareunirysemiraronentreellosmientraspocoapocole iban rodeando.Sedio lavuelta conellos, sosteniendo la espada, sonriendo, casidisfrutando de aquel momento. Lo veía en sus rostros. Eran cinco, entrenados,enmascarados,contraunsoloasesino.Habíancreídoqueeraunapresafácil,perounarefriegamástardeyanoestabantanseguros.
Escogióauno.UnviejotrucoquelehabíaenseñadoAlMualimparacuandoseenfrentaraamúltiplesoponentes.
www.lectulandia.com-Página66
Altaïr clavó a propósito la mirada en uno de los guardias que tenía justoenfrente…
«Noignoresalosdemás,perocéntrateenuno.Conviérteloentuobjetivo.Hazlesaberqueestuobjetivo».
Sonrió.Elguardiagimoteó.«Después,acabaconél».Como una serpiente, Altaïr atacó y arremetió contra el guardia, que fue
demasiado lentopara reaccionar.Sequedómirando lahojadeAltaïrmientrasse laclavaba en el pecho y gimiómientras se hundía de rodillas.Desgarrando la carne,Altaïrretirólaespadaycentrósuatenciónenelsiguientehombre.
«Eligeaunodetusoponentes…».Envezdeagresor,elguardiaparecíaaterrorizado,ysuespadaempezóatemblar.
Gritó algo en un dialecto queAltaïr no entendía, luego avanzó desordenadamente,conlaesperanzadellevarlabatallahaciaAltaïr,queloesquivóylerajóelestómago.Quedósatisfechoalverderramarsedelaheridasustripasbrillantes.Desdearriba,lavozdeTalalconvencióasushombresparaqueatacaranaunquehubieracaídootro,ylosdosquequedabanarremetieronalavez.Yanoparecíantanintimidantes,llevaranonomáscaras.Parecíanloqueeran:hombresasustadosapuntodemorir.
Altaïrderribóaotroylasangresalióachorrosdesucuellocortado.Elúltimosediolavueltayechóacorrer,conlaesperanzadeencontrarrefugioenlagalería.PeroAltaïr envainó su espada, cogió un par de cuchillos arrojadizos, que giraron,relucientes,unodetrásdeotro,hacialaespaldadelhombrequeescapaba,quecayódelaescalera.Ydejódehuir.
Altaïr oyó unos pasos que corrían arriba. Talal escapaba. Se agachó pararecuperarsuscuchillos,tomólaescalerayllegóalsegundopisojustoatiempoparaveraTalalsubiendoapresuradamenteunassegundasescalerashaciaeltejado.
El asesino fue tras él y llegó a una trampilla en la parte superior del almacén.Echójustolacabezahaciaatráscuandounaflechaseclavó,agitándose,enlamaderaque había a su espalda. Vio al arquero en un tejado a lo lejos, ya cargando unasegundaasta.Subióporlatrampilla,rodóporeltejadoylanzólosdoscuchillos,aúnmanchadosconlasangredelavíctimaanterior.
Elarquerogritóycayó,conuncuchillosobresaliéndoledelcuelloyelotro,delpecho.Unpocomásallá,AltaïrvioaTalalquecruzabacomounaflechaunpuenteentrelasviviendas,luegosaltabaaunandamioycaíaalacallesinproblemas.Allí,estiróelcuello,vioaAltaïryasiguiéndoleyechóacorrer.
Altaïr le estaba alcanzando. Era rápido y, a diferencia de Talal, no estabaconstantementemirandoporencimadelhombroparaver si le seguían.Ycomonoestaba haciendo eso, no chocaba todo el rato con los peatones desprevenidos, talcomo le ocurría a Talal: las mujeres chillaban y le reprendían, mientras que loshombresdecíanimproperiosyledevolvíanelempujón.
Todoesoralentizósuavanceporlascallesylosmercados,demodoquenotardó
www.lectulandia.com-Página67
endesaprovecharsudelanteray,cuandogirólacabeza,Altaïrpudoverelblancodesusojos.
—Huye ahora —gritó Talal por encima del hombro—, mientras puedas. Misguardiasnotardaránenllegar.
Altaïrserioycontinuócorriendo.—Dejadeperseguirmeytedejarévivir—chillóTalal.Altaïr nodijonaday siguió supersecución.Conagilidad, zigzagueaba entre la
multitudy saltabapor encimade los productos queTalal lanzabadetrás de sí pararalentizarasuperseguidor.Altaïrleestabaalcanzando,lacazacasihabíaterminado.
Delante de él, Talal giró la cabeza una vez más y vio que ya apenas habíadistanciaentreambos,porloquetratóotravezdeconvenceraAltaïr.
—Esperaunmomentoyescúchame—bramócondesesperaciónensuvoz—.Alomejorpodemoshaceruntrato.
Altaïrnodijonada,tansoloobservómientrasTalalsedabaotravezlavuelta.Eltraficante de esclavos estaba a punto de chocar con unamujer cuyo rostro estabatapadoporvariosfrascos.Ningunodelosdosmirabapordóndeiba.
—No te he hecho nada—gritó Talal, olvidándose supuestamente de que hacíasolounosminutoshabíamandadoaseishombresparaquemataranaAltaïr—.¿Porquéinsistesenperseguir…?
El aliento abandonó su cuerpo en un susurro, hubo una maraña de brazos ypiernas, y Talal cayó en la arena con la mujer de los frascos, cuya mercancía serompióasualrededor.
Talalintentóponersedepie,peroerademasiadolentoyAltaïrestabayaencimade él. Zas. En cuanto apareció su ansiosa hoja, se hundió en el hombre, que searrodilló junto a él,mientras la sangre le salía de la nariz y la boca.A su lado, lamujer de los frascos se puso de pie, con la cara colorada e indignada, a punto deemprenderlaconTalal.AlveraAltaïrysuhoja,pornomencionarlasangrequesalíade Talal, cambió de opinión y se marchó a toda velocidad llorando. Otros losrehuyeron al advertir que pasaba algo. En Jerusalén, una ciudad acostumbrada alconflicto,loshabitantespreferíannoquedarsecontemplandolaviolenciapormiedoaformarpartedeella.
AltaïrseacercómásaTalal.—Ahoranotienesadóndehuir—dijo—.Cuéntametussecretos.—Yoyahehechomiparte,asesino—respondióTalal—.LaHermandadnoestan
débilcomoparaquemimuertedetengasutrabajo.LamentedeAltaïrrecordóaTamir.Éltambiénhabíahabladodeotrosalmorir.
Habíamencionadoasushermanos.—¿QuéHermandad?—insistió.Talallogrósonreír.—AlMualimnoeselúnicoquetieneplanesenTierraSanta.Yesoestodoloque
mesacarás.
www.lectulandia.com-Página68
—Entonceshemosterminado.PídeleperdónatuDios.—NohayDios,asesino—serioTalalcondebilidad—.Ysialgunavezlohubo,
hace mucho tiempo que nos ha abandonado. Hace mucho que abandonó a loshombresylasmujeresqueheacogido.
—¿Aquéterefieres?—Losmendigos, las putas, los adictos, los leprosos. ¿Te parecen esclavos?No
sirven ni para tareas de poca importancia. No los cogí para venderlos, sino parasalvarlos.Ynoshasmatadoa todos.Porningunaotrarazónsalvoporquete lohanpedido.
—No—dijoAltaïr,confundido—.Teaprovechasdelaguerra.Delasvidasrotasyperdidas.
—Nome extraña que creas eso, ignorante. Tienes unmuro en la mente, ¿eh?Dicenqueesloquealostuyosselesdamejor.¿Veslaironíaentodoesto?
Altaïrselequedómirando.EralomismoquelehabíapasadoconDeNaplouse.LaspalabrasdelhombremoribundoamenazabanconminartodoloqueAltaïrsabíadesuobjetivo,opensabaquesabía,almenos.
—No,aúnno,porlovisto.—TalalsepermitióunaúltimasonrisaantelaevidenteconfusióndeAltaïr—.Perolaverás.
Ydiciendoesto,murió.Altaïrlecerrólosojosymurmuró«losiento»antesdepasarelindicadorporla
sangre.Después,selevantóyseperdióentrelamultitud,mientraselcuerpodeTalalmanchabalaarenatrasél.
www.lectulandia.com-Página69
15
Altaïrdescansabayacampabajuntoapozos,abrevaderosofuentesensusviajes;en cualquier sitio donde hubiera agua y la sombra de las palmeras, donde pudieradescansarysumonturapastaraenlahierba,suelta.Amenudoeraelúnicotrozodeverde que alcanzaba a ver, así que había pocas posibilidades de que su caballo sealejara.
Aquellanocheencontróunafuentequesehabíacolocadoenunmuroconunarcopara impedir que el desierto se tragara aquelmaravilloso lugar con agua, y bebióbien.Después se tumbó en su refugio y escuchó el goteo desde el otro lado de lapiedra toscamente labrada al tiempo que pensaba en Talal perdiendo la vida. Suspensamientosretrocedieronaúnmás,aloscadáveresdelpasado.Unavidasalpicadademuerte.
Cuando era joven se la había encontrado por primera vez durante el asedio.Asesinos y sarracenos, y, por supuesto, su padre, aunque gracias a Dios se habíaahorradoverlo.Perolohabíaoído,habíaoídolaespadaalcaer,seguidodeunsuavegolpe, y había salido disparado como una flecha hacia el portillo, para ir con supadre,cuandounasmanosleagarraron.
Sehabíaretorcidoaltiempoquegritaba:—¡Soltadme!¡Soltadme!—No,niño.YAltaïrvioqueeraAhmad,elagenteporcuyavidahabíaintercambiadoelpadre
de Altaïr la suya. Y Altaïr se lo quedó mirando, con los ojos llenos de odio, sinimportarle que Ahmad hubiera salido de su terrible experiencia destrozado,ensangrentadoyapenasteniéndoseenpie,conelalmamarcadaporlavergüenzadehabersucumbidoalinterrogatoriodelossarracenos.Sololepreocupabaquesupadresehubieraofrecidoamoriry…
—¡Esculpa tuya!—Habíagritado, retorciéndoseparaapartarsedeAhmad,queestaba con la cabeza gacha, asimilando las palabras delmuchacho como si fueranpuñetazos—.Esculpatuya—habíavueltoasoltarAltaïr.
Después se había sentado en la hierba quebradiza, hundido la cabeza en susmanos con la intención de aislarse del mundo. Unos pasos más lejos, Ahmad,cansadoygolpeado,tambiénsehabíasentadoenelsuelo.
Fueradelasmurallasdelaciudadela,lossarracenospartíanydejabanelcuerposincabezadelpadredeAltaïrparaque los asesinos lo recuperaran,yunasheridasquenuncasecurarían.
Porelmomento,Altaïrsehabíaquedadoenlasdependenciasquecompartíaconsupadre,deparedesdepiedragris, juncosenelsuelo,yunsimpleescritorioentredoscamastros,unomásgrandequeotro.Sehabíacambiadodecama:dormíaenlamásgrandeparaolerasupadre,yseloimaginabaavecesenlahabitación,sentadoensuescritorio,leyendo,borrandounpergamino,ocuandovolvíatardeporlanoche
www.lectulandia.com-Página70
y reprendía a su hijo por estar todavía despierto. Luego apagaba la vela antes deretirarse.LaimaginacióneratodoloquelequedabaahoraalAltaïrhuérfano.Esoylosrecuerdos.AlMualimlehabíadichoquelellamaríanasudebidotiempo,cuandosehubieranhechoplanesparasufuturo.Mientrastanto,elMaestrohabíasonreído:siAltaïrnecesitabacualquiercosa,debíaacudiraélcomosumentor.
Ahmad por aquel entonces había sufrido unas fiebres. Algunas noches susdesvaríosseoíanporlaciudadela.Devezencuandogritabacomosisintieradoloryen otras ocasiones como un hombre trastornado. Una noche estuvo repitiendo lamismapalabraunayotravez.
Altaïr se había levantado de la cama y había ido a la ventana, pues le habíaparecidooírelnombredesupadre.
Yasíera.—Umar.Aloírlo,fuecomosileabofetearan.—Umar.—Elgritoparecíaretumbarenelpatiovacíodeabajo—.Umar.No,noestabavacío.Seasomómásyentoncesdistinguiólafiguradeunniñode
su edad, que estaba como un centinela en la suave bruma de primera hora de lamañana que ondulaba en el patio de entrenamiento. Era Abbas. Altaïr apenas loconocía,tansolosabíaqueeraAbbasSofian,elhijodeAhmadSofian.Elchicohabíaestadoescuchandolosdesvaríosenloquecidosdesupadre,talvezorandoensilenciopor él, y Altaïr le había observado durante unos instantes, al encontrar algo queadmirarensusilenciosavigilia.Luegodejócaerlacortina,volvióalacamaysetapócon las manos los oídos para no oír a Ahmad pronunciar el nombre de su padre.Intentóinspirarelolordesupadre,perosediocuentadequehabíadesaparecido.
Dijeron que la fiebre deAhmad se había acabado al día siguiente y que habíavueltoasusdependencias,aunquecomounhombredestrozado.Altaïrhabíaoídoqueestabaencama,atendidoporAbbas.Quellevabaacostadodosdías.
Alanochesiguiente,Altaïrsedespertóporunsonidoensucuartoyparpadeóaloírquealguiensemovíayseacercabaalescritorio.
Dejaron una vela que proyectaba sombras en la pared de piedra. Aún mediodormido, creyó que era su padre. Su padre había vuelto a por él, y se sentó,sonriendo,dispuestoarecibirleencasayqueleregañaraporestarlevantado.Porfinhabíadespertadodeaquelsueñohorribleenelquesupadrehabíamuertoysehabíaquedadosoloencasa.
Peroelhombrequeestabaensuhabitaciónnoerasupadre.EraAhmad.Ahmadestabadepieenlapuerta,consumidoensutúnicablancayconelrostro
convertido en una pálida máscara. Tenía una expresión ausente, casi tranquila, ysonrióunpococuandoAltaïrseincorporó,comosinoquisieraasustaralniño.Losojos, en cambio, eran unos oscuros huecos hundidos, como si el dolor hubieraagotadolavidadesuinterior.Yenlamanollevabaunpuñal.
—Lo siento —dijo, y fueron las únicas palabras que pronunció, las últimas,
www.lectulandia.com-Página71
porqueacontinuaciónsepasóelcuchilloporlagargantayabrióunenormeagujerorojoensucuello.
La sangre bajaba por su túnica y se formaron unas burbujas en la herida delcuello. El puñal cayó con un golpetazo metálico al suelo y el hombre sonrió aldeslizarsederodillas,conlavistaclavadaenAltaïr,queestabasentado,rígidoporelmiedo,incapazdeapartarlavistadeAhmad,mientraslasangresalíadeélyledejabaseco.Elhombremoribundoquedórepantingadosobresus talonesypor finaquellamiradahorribleserompiócuandosucabezacayóaunlado,pueslapuertaimpidióquecayerahaciaatrás.Yporunosinstantes,asísemantuvo,unhombrearrepentido,arrodillado.Entonces,porfin,cayóhaciadelante.
Altaïr no tenía ni idea de cuánto tiempo estuvo allí, con un llanto quedo,escuchandocómolasangredeAhmadseesparcíadensamenteporlapiedra.Alfinalencontróelvalorparasalirdelacama,cogiólavelayconcuidadorodeóelhorrorsangrientoquehabíaenelsuelo.
Abriólapuerta,quehizounruidoalchocarconelpiedeAhmad.Encuantosaliódelahabitación,echóacorrer.Lavelaseapagó,peronoleimportó.CorrióhastaquealcanzóaAlMualim.
—Jamásdebes contarle anadie lo sucedido—lehabíadichoAlMualimaldíasiguiente.
LehabíandadoaAltaïrunabebidacalienteespeciadayhabíapasadoelrestodelanocheen lasdependenciasdelMaestro,dondehabíadormidoprofundamente.ElMaestrohabíaestadoenotraparte,ocupándosedelcadáverdeAhmad.Yasí se lohabíahecho saber aldía siguiente, cuandoAlMualimvolvióy se sentó juntoa sucama.
—LediremosalaOrdenqueAhmadsemarchóbajoelabrigodelanoche—dijo—.Puedequesaquensuspropiasconclusiones.NopodemospermitirqueAbbasseveadeshonradoporlavergüenzadelsuicidiodesupadre.LoqueAhmadhahechoesdeshonroso.Sudesgraciaseextenderíaalossuyos.
—Pero¿yAbbas,Maestro?—PreguntóAltaïr—.¿Nodeberíasaberlaverdad?—No,hijomío.—Peroalmenosdeberíasaberquesupadreestá…—No, hijomío—repitióAlMualim, alzando la voz—.AAbbas no se lo dirá
nadie,ni tú tampoco.Mañanaanunciaréqueambososconvertiréisenprincipiantesde la Orden, que seréis hermanos de todo menos de sangre. Compartiréis lasdependencias. Entrenaréis, estudiaréis y comeréis juntos. Como hermanos. Oscuidaréiselunoalotro.Osencargaréisdequeelotronosufraningúndaño,nifísiconidecualquierotraclase.¿Meheexpresadoconclaridad?
—Sí,Maestro.Más tardeaqueldíaAltaïr estaba instaladoen suhabitaciónconAbbas.Eraun
www.lectulandia.com-Página72
cuarto pequeño con dos camastros, dos esteras de juncos y un escritorio no muygrande. A ningún chico le gustó, pero Abbas dijo que no tardaría en marcharse,cuandosupadreregresara.Teníaunsueñoirregularyavecesgritaba,mientrasqueen lacamadeal ladoAltaïrpermanecíadespierto,conmiedoadormirseporsi laspesadillasdeAhmadsedesenroscabaneibanaporél.
Yasífue.Ahmadlevisitabaporlasnochesdesdeentonces.Ibaconunpuñalquebrillabaalaluzdanzantedelasvelas.Pocoapocoretirabalahojadesupropiocuelloysonreíaalhacerlo.
Altaïrsedespertó.Eldesiertofríolerodeaba.Laspalmerassusurrabanenlabrisayseguíaoyendoelgoteodetrásdeél.Sepasóunamanoporlafrenteysediocuentadequehabíaestadosudando.Volvióaapoyarlacabezaenelsueloconlaesperanzadedormiralmenoshastaquesalieraelsol.
www.lectulandia.com-Página73
SegundaParte
www.lectulandia.com-Página74
16
—Loshashechobien—dijoAlMualimaldíasiguiente—.Tresdelosnueveyaestánmuertosyteloagradezco.—Seborrósusonrisa—.Peronocreasquetevasadormirenloslaureles.Tutrabajosoloacabadeempezar.
—Estoyavuestrasórdenes,Maestro—dijoAltaïr,consolemnidad.Estabaagotadoperoagradecidoporqueempezabaarepararsuerroralosojosde
AlMualim.Eraevidenteelcambioenlosguardias.Mientrasqueanteslemirabancondesdén,ahoramostrabanunrespetoreticente.
Sindudaleshabíallegadolanoticiadequehabíatenidoéxito.AlMualimtambiénlehabíaconcedidoelprincipiodeunasonrisayleindicóquesesentara.
ElMaestrocontinuó:—ElreyRicardo,envalentonadoporsuvictoriaenAcre,sepreparaparadirigirse
alsur,haciaJerusalén.SalahAl’dinseguroqueestáaltantodeesto,asíquereuniráasushombresantelaciudadelaenruinasdeArsuf.
AltaïrpensóenSalahAl’dinysepusonervioso.Sumentevolvióaaqueldíaenquelossarracenosestabanenlaspuertasdelafortaleza…
—Entonces, ¿queréis que los mate a ambos? —preguntó, saboreando laposibilidaddeponersuhojaenellídersarraceno—.¿Queterminesuguerraantesdequecomienceenserio?
—No—dijoAlMualimbruscamente,examinándolocontantodetenimientoqueAltaïr sintió que le leía los pensamientos—. Eso desperdigaría sus fuerzas ysometeríael reinoa la sedde sangredediezmilguerreros sin rumbo fijo.Pasaránmuchos días antes de que se encuentren, ymientrasmarchan, no lucharán. Debesocupartedeunaamenazamásinmediata:loshombresquepretendengobernarensuausencia.
Altaïrasintió.Guardósusvisionesdevenganzapararevisarlasotrodía.—Dadmelosnombresyyoostraerésusangre.—Así lo haré. Abu’l Nuqoud, el hombre más rico de Damasco. Majd Addin,
regentedeJerusalén.GuillermodeMontferrato,señorfeudaldeAcre.Conocíaaquellosnombres,desdeluego.Cadaunadelasciudadesteníalahuella
perniciosadesulíder.—¿Cuálessonsuscrímenes?—preguntóAltaïr.Sepreguntósi,comolosotros,seríamáscomplicadodeloqueparecía.AlMualimextendiólasmanos.—Avaricia.Arrogancia.Lamatanzade inocentes.Caminaentre lagentede sus
ciudadesyconoceráslossecretosdesuspecados.Nodudesdequeesoshombressonobstáculosparalapazquebuscamos.
—Entonces,morirán—dijoAltaïr,obedientemente.—Vuelve a mí cuando cada uno de los hombres haya comprendido que
conocemossusintenciones—leordenóAlMualim—yAltaïr,tencuidado.Tuúltimo
www.lectulandia.com-Página75
trabajopuedequehaya atraído la atenciónde losguardias.Estaránmás suspicacesqueenelpasado.
Eso parecía. Puesto que, días más tarde, cuando Altaïr entró en la Oficina deAcre,Jaballesaludóconun:
—Sehaextendidolanoticiadetushazañas,Altaïr.Asintió.—Porlovistoesciertoquedeseasredimirte.—Hagoloquepuedo.—Yaveceslohacesbien.Supongoqueeseltrabajoloquenosvuelveareunir,
¿no?—Sí.GuillermodeMontferratoesmiobjetivo.—EntonceslaZonaCadenaestudestino…Peromantentealerta.Enesapartede
laciudadestánlasdependenciaspersonalesdelreyRicardoyestámuybienvigilada.—¿Quépuedesdecirmedeesehombre?—Guillermo ha sido nombrado regente mientras el rey dirige su guerra. Los
ciudadanoslovencomounaextrañaelección,dadoslosproblemasentreRicardoyelhijodeGuillermo,Conrado.PerocreoqueRicardoesbastantelisto.
—¿Cómodelisto?Jabalsonrió.—RicardoyConradonoopinanlomismoenlamayoríadelosasuntos.Aunque
sonlosuficientementecívicosenpúblico,serumoreaquetienenmalasintencioneseluno respecto al otro. Y luego están los sarracenos capturados de Acre…—Jabalsacudió la cabeza—. Al final, Conrado ha vuelto a Tiro y Ricardo ha obligado aGuillermoapermaneceraquícomosuinvitado.
—Querrásdecircomorehén—dijoAltaïr.Se inclinaba a estar de acuerdo con Jabal. Lo cierto era que parecía un
movimientoacertadoporpartedeRicardo.—Llámalo como quieras, pero la presencia de Guillermo debería mantener a
Conradoaraya.—¿Pordóndesugieresquecomiencemibúsqueda?Jabalreflexionó.—En laciudadeladeRicardo, al surestedeaquí…Omejor enelmercadoque
hayenfrente.—Muybien.Notemolestarémás.—No importa —dijo Jabal, que volvió con sus pájaros para susurrarles con
delicadeza.Era un hombre sinmuchas preocupaciones, pensóAltaïr. Por eso almenos, le
envidiaba.
www.lectulandia.com-Página76
17
Jabalteníarazón,pensóAltaïr,mientrascruzabalascallescalientesyabarrotadas,conunolorpenetranteporel airemarino,haciaelmercadode la ciudadela.Habíamuchos más guardias, tal vez habían doblado el número desde su última visita.Algunosllevabanloscoloresdeloscruzadosyarmaduracompleta.Sinembargo,sisabía una cosa sobre los soldados era que les gustaba chismorrear, y cuantosmáseran,másindiscretospodíanllegaraser.Tomóasientoenunbancocomosiestuvieraadmirando la magnífica ciudadela, con sus banderines ondeantes, o como sisimplemente contemplara cómo pasaba el día. No muy lejos, un artista intentóconseguir clientes, luego se encogió de hombros y empezó de todosmodos a tirarbolasdecoloresalaire.Altaïrfingiómirarle,peroenrealidadestabaescuchandolaconversación que tenía lugar enfrente, donde un par de cruzados charlaban comolavanderassobrelashabilidadesdeGuillermoconlaespada.
Mientras Altaïr observaba, el soldado vio a un fraile, un hombre alto con unhábitomarrón con capucha, que le hacía señas con discreción. El soldado hizo ungestoconlacabezacasiimperceptible,sedespidiódesuamigoycruzóelmercado.Asomado por debajo de su capucha, Altaïr controló cómo los dos hombres seencontrabanyseapartabandelajetreoyelbullicioparaconversar;Altaïrsecolocócercayaguzóeloídomientraselfrailehablaba.
—TalvezfuepocoprudenteaceptaraGuillermo.Esviejoypiensademasiadoensímismo.
Elsoldadofruncióloslabios.—Su ejército es grande. Los necesitaremos. Por ahora, iré a visitar a los otros
hermanosymeasegurarédequetenganloquenecesitan.—Sí.Nodebencaer—corroboróelfraile.—No temas. El Maestro tiene un plan. Ahora está preparando un modo de
convertirenventajanuestraspérdidas,encasodequelashubiera.«¿Maestro?—PensóAltaïr—.¿Hermanos?».¿Antequiénrespondíanaquelloshombres?Acreteníamáscapasqueunacebolla.—¿Quésepropone?—preguntóelfraile.—Cuantomenossepas,mejor.Limítateahacerloquetehanordenado.Entrega
estacartaalMaestro.SelapasóalfraileyAltaïrsonrió,yadoblandolosdedos.Selevantódelbancoy
lesiguió.Alpocorato,elpergaminoyaerasuyoysesentóunavezmásparaleerlo.
Maestro:
El trabajo continúa en la Zona Cadena de Acre, aunque estamospreocupadosporlaposibilidaddequeGuillermonololleveacabohastaelfinal.Se tomasusobligacionesdemasiadoenserio,y lagentepuedequelo
www.lectulandia.com-Página77
rechace cuando llegue el momento. Sin la ayuda del tesoro, no podemospermitirnos un alzamiento, no vaya a ser que retire al rey del campo. Yentoncesvuestroplannohabráservidoparanada.Nopodemosreclamarloque ha sido robado amenos que las dos partes se unan. Tal vez deberíaisprepararaotropararemplazarle,solocomoprecaución.Nospreocupaquenuestro hombre en el puerto cada vez sea más inestable. Ya habla dedistanciarse.LoquesignificaquenopodemosconfiarenélsiGuillermocae.Informadnosde lo quequeréis que ejecutemos.Nosmantenemosmás fielesquenuncaalacausa.
Doblólacartayselaguardóenlatúnica.AlgoparamostraraAlMualim,talvez.Pero quizá no. Hasta entonces Altaïr había notado a Al Mualim no muy abiertorespectoasusobjetivos.Alomejoraquelloerapartedelaprueba.Alomejor.
Ungrupode sirvientespasó corriendo.Elmalabaristahizounosmalabarismos;ahorateníamáspúblico.Nomuylejos,unoradorsehabíacolocadoalasombradeunárbolyhablabacontraelreyRicardo.
A continuación, a Altaïr le llamó la atención un joven con una barba negrarecortadaqueparecíaestar atrayendoa losciudadanosmientraspasaban, al tiempoquenolequitabaojoaunpardeguardiasemplazadosapocadistancia.
—A Guillermo de Montferrato no le importa nada —estaba diciendo. Altaïrmerodeó por allí para escucharle, con cuidado de que no le viera—.Mientras nosmorimosdehambre,aloshombresbajosuprotecciónnolesfaltadenada.Engordanporlosfrutosdenuestrotrabajo.Dijoquenostraíaaquíparareconstruir.Peroahoraqueestamoslejosdenuestroshogaresydelagraciadenuestrorey,suverdaderoplanesevidente.Nosrobaloshijosylosmandaaunabatallacontraelsalvajeenemigo.Sus muertes están garantizadas. Se llevan a nuestras hijas para que sirvan a lossoldados, que les arrebatan su virtud. Y nos compensa con mentiras y promesasvacíasdeunmejormañana,deunatierrabendecidaporDios.¿Yahoraqué?¿Hoyqué? ¿Cuánto tiempo seguiremos desprovistos de todo? ¿De verdad es trabajo deDios o de un hombre egoísta que busca conquistarlo todo?Alzaos, gente deAcre.Uníosennuestraprotesta.
—Cállate—ledijounamujerquepasabayseñalóendirecciónalosguardiasqueestabaninspeccionandolacalle,talvezconscientesdelaagitaciónquesepreparaba.
—Erestonto—dijootrocondureza,queseapartóconundesdeñosogestodelamano.NadieenAcrequeríapresenciarlairadeGuillermo,oesoparecía.
—Tuspalabrasharánquetecuelguen—susurróotro,queseescabulló.Altaïr observó cómo el rebelde lanzaba unamirada cautelosa, luego semezcló
conlamuchedumbreyseunióaotrohombrequehabíaallí.—¿Acuántoshasconseguidocaptarparanuestracausa?—preguntó.—Me temo que todos tienen demasiado miedo —respondió su compañero—.
Ningunoharácasodelallamada.
www.lectulandia.com-Página78
—Tenemos que seguir intentándolo. Encontrar otro mercado. Otra plaza. Nodebemoscallarnos.
—Tenemos que seguir intentándolo. Encontrar otro mercado. Otra plaza. Nodebemoscallarnos.
Conunaúltimamiradahacialossoldados,semarcharon.Altaïrviocómoseiban,contentos por haber descubierto todo lo que necesitaba saber sobre Guillermo deMontferrato.
Miróporúltimavezlaciudadela,quedescollabasobreelmercado,elpalpitantecorazónnegrodeAcre.Allí,enalgunaparte,estabasuobjetivo,pensó,yencuantoGuillermo estuviera muerto, el pueblo de Acre conocería menos tiranía, menosmiedo.Cuantoantessucediera,mejor.ErahoradevolveravisitaraJabal.
EllíderdelaOficinaestaba,comosiempre,dehumorjovial.LosojoslebrillaronalsaludaraAltaïr.
—Hehecholoquemepidieron—dijoAltaïr—.Mehearmadodeconocimiento.YaséloquetengoquehacerparallegaraMontferrato.
—Habla,entonces,yjuzgaré.—LahuestedeGuillermoesgrandeymuchoshombreslollamanmaestro.Pero
nosequedasinenemigos.ElreyRicardoyélnosevenlascaras.Jaballevantóunaceja.—Escierto.Nuncasehanllevadomuybien.—Esojuegaamifavor.LavisitadeRicardolehadisgustado.Encuantoelreyse
haya marchado, Guillermo se retirará a su fortaleza para cavilar. Estará distraído.Entoncesserácuandoyoataque.
—¿Estássegurodeeso?—Segurísimo.Ysilascosascambian,meadaptaré.—Entonces te doy permiso para que te marches. Acaba con la vida de
Montferratoparaquepodamosdecirqueestaciudadeslibre.Jaballeentrególapluma.—Regresarécuandoasísehayahecho—respondióAltaïr.
www.lectulandia.com-Página79
18
Altaïrvolvióalaciudadelaconlaesperanzadequeestuvieraigualquecuandosehabíamarchado.Perohabíaalgodistinto,algoquedetectóalzigzaguearporlascallesyacercarse.Estabaenelaire.Entusiasmo.Expectación.Oyórumoressobrelavisitade Ricardo. Ahora estaba en la fortaleza, decían los ciudadanos,manteniendo unaconversación con Montferrato. Al parecer, el rey estaba furioso con él por cómohabíatratadoalostresmilrehenescuandoloscruzadoshabíantomadolaciudad.
Asupesar,Altaïr se estremeció.La reputacióndeRicardoCorazóndeLeón leprecedía.Suvalentía.Sucrueldad.Asíqueverleencarneyhueso…
Atravesólaplazadelmercado.AlextenderselanoticiadelallegadadeRicardo,se había congregado mucha gente. Los ciudadanos de Acre, fuera cual fuese suopinióndelreyinglés,queríanverlo.
—Ahíviene—susurróunamujerqueestabaporallí.Altaïrsesintióarrastradoporlamuchedumbreycasiporprimeravezdesdeque
habíaentradoen laciudad,pudoalzar lacabeza.De todas formas,elgentíoerasudisfrazylosguardiasestabandemasiadoocupadosconlainminentellegadadelreycomoparacentrarenélsuinterés.
ElpopulachosemovíahaciadelanteyarrastrabaaAltaïr.Sedejórodearporloscuerpos, que lo transportaron hacia las puertas de piedra decorada, donde lasbanderasdeloscruzadosondeabanenlabrisacomosiellastambiéntuvieranmuchasganasdeveraRicardo.
Enlaspuertas,lossoldadosadvertíanalamultitudparaqueretrocedieraylosdedelante empezaron a llamar a los de atrás para que dejaran de empujar. Aun asícontinuabanllegandomásciudadanos,quesedirigíanentropelhacialazonaelevadafrentealapuertaprincipal.Másguardasformaronunescudoalrededordelaentrada.Algunosteníanlasmanosenlaempuñaduradesusespadas.Otrosblandíanpicasdeun modo amenazador, mientras gruñían: «Atrás», ante la multitud que bullía yprotestaba.
Derepentehubounagranconmociónenlaspuertasdelafortaleza,dondesealzóun chirrido.Altaïr estiró el cuello para ver. Primero oyó el ruido de cascos de loscaballosyluegoviolosyelmosdelaescoltadelrey.Acontinuaciónlamuchedumbresearrodilló,Altaïrhizolomismo,aunquesusojosestabanclavadosenlallegadadelrey.
RicardoCorazóndeLeón iba sentado enunmagnífico semental, adornado consus colores distintivos, con los hombros hacia atrás y la barbilla alzada. Tenía elrostroextenuado,comosillevaralamarcadecadabatalla,decadadesiertocruzado,y sus ojos mostraban cansancio, pero también brillo. Iba rodeado por su escolta,tambiénacaballo,ycaminandoasuladohabíaotrohombre.Porlosmurmullosdelgentío,AltaïrsediocuentadequeeraGuillermodeMontferrato.Eramayorqueelreyylefaltabasupoderycorpulencia,peroteníaciertaesbeltez;Altaïradvirtióque
www.lectulandia.com-Página80
podríaserdiestroconlaespada.Teníaunairededesagradoensuexpresiónmientrascaminabajuntoalrey,pequeñoasusombra,haciendocasoomisoalamultitudquelesrodeaba.Perdidoensuspensamientos.
—… tresmil almas,Guillermo—estabadiciendo el rey, lo bastante alto comopara que lo oyera el resto delmercado—.Me dijeron que los debía retener comoprisionerosyusarloscomotruequeparaliberaranuestroshombres.
—Los sarracenos no habrían cumplido con su parte del trato —replicó DeMontferrato—.Losabéisbien.Oshiceunfavor.
CorazóndeLeónrugió.—Oh, sí. Un gran favor, por supuesto. Ahora es más fuerte la convicción de
nuestrosenemigos.Lucharánconmásdureza.Sedetuvieron.—Conozco bien a nuestro enemigo —dijo De Montferrato—. No se
envalentonaránporqueestánllenosdemiedo.Ricardolemirócondesdén.—Dime,¿cómoesqueconocestanbienlasintencionesdenuestroenemigo?Tú,
querenunciasalcampodebatallaparajugaralapolítica.DeMontferratotragósaliva.—Hiceloqueestababien.Loqueerajusto.—JurasteconservarlaobradeDios,Guillermo.Peroesonoesloqueveoaquí.
No.Veoaunhombrequelohapisoteado.DeMontferratoparecía intranquilo.Entonces, rodeóal rey conunbrazo, como
recordándolequesussúbditoslesoían,ydijo:—Vuestraspalabrassonhirientes,miseñor.Esperabahabermeganadoyavuestra
confianza.—Eres el regente de Acre, Guillermo, el que gobierna en mi lugar. ¿Cuánta
confianzamásesnecesaria?Alomejorquieresmicorona.—Noloentendéis—dijoMontferratoycomonoqueríaquedarmaldelantedela
multitud,añadió—:Perosiemprehacéis…Ricardolefulminóconlamirada.—Aunquemegustaríaperdereldíaintercambiandopalabrascontigo,tengouna
guerraenlaquecombatir.Continuaremosenotraocasión.—No dejéis que os retrase, entonces—dijo Montferrato con educación—. Su
Gracia.Ricardo le dedicó a Montferrato una última mirada furiosa, una mirada para
recordaraunsubordinadoinsurrectoquiénllevabaexactamentelacorona.Luegosemarchóysushombresquedaronatrás.
LamuchedumbreempezóaponerseasuspiesyDeMontferratosevolvióparadeciralgoaunodesusguardias.Altaïraguzóeloído.
—Me temo que no habrá lugar para hombres como él en el Nuevo Mundo.Informadequequierohablarconlastropas.Debemosasegurarnosdequetodosestán
www.lectulandia.com-Página81
llevandoacabosuparte.Adviértelesdequecualquiernegligenciaserácastigadaconseveridad.Noestoydehumorparaquejueguenhoyconmigo.—Despuéssevolvióhaciaelrestodesushombres—.Seguidme.
De repente hubounagranoleadahacia la fortaleza, no solode los guardias deMontferrato,sinodeloscomerciantesqueesperabanencontrarclientesdentro.Altaïrseunióaellos,sacudidoporlossacosdearpilleraperoaúneneltumulto,ysecolóporlaspuertasantesdequelosguardiastomaranelcontrolylascerrarandegolpe.Dentro,unossoldadosirritadosempujabanaloscomercianteshaciaunpatioparaqueallí pudieran mostrar su mercancía, sin duda. Pero Altaïr vio a De Montferratoandandoporunpatiomásbajo,haciaelmurointerior.Seagachóaunladoysemetióporunhuecoentrelaparedylaparteinteriordeledificio,altiempoqueaguantabalarespiración, medio esperando oír un grito de un guardia con ojo de lince que lehubieravistocolarse.Nohabíaninguno.Miróhaciaarribaysealegróalverunlugardondeasirseenlasuperficieareniscadeledificio.Comenzóaescalar.
Unarquero.Porsupuesto.Estabatancontentoporquehabíaeludidoaloscentinelasdeabajo
queAltaïrsehabíaolvidadodetenerencuentaalosdearriba.Lanzóotramiradaporel borde del tejado, esperando que el hombre le diera la espalda.Le necesitaba enmediodeltejado.Noqueríaquecayeraenlafortalezaylevantaralaalarma.Cuandoelguarda llegóal lugaradecuado,Altaïratacó,elcuchilloarrojadizobrillóalsolydespuéssehundióenlaespaldadelcentinela.Estegruñóycayó,graciasaDiosnoporelborde,yAltaïrseimpulsóhaciaeltejado,seagachóylocruzó,conunojoenotroarqueroqueestabamásalládelrecinto,preparadoparadesaparecerdesuvistasisedabalavuelta.
Debajodeél,Montferratocruzabalafortaleza,gritandoórdeneseinsultosatodoelqueseatrevíaaestarasualrededor.
Altaïr se encontró con el siguiente arquero. Tras lanzar un cuchillo, el hombrecayó despatarrado y muerto en el tejado. Altaïr bajó la vista al pasar, agachadotodavía,yvioqueelcuerpodejabademoverse.
Untercerarquero.Altaïrsedeshizodeél.Ahoracontrolabael tejado;teníaunavíadeescapeparacuandohubierarealizadosumisión.
Loúnicoquelequedabaeracumplirla.Debajo de él,DeMontferrato pasó por una serie de puertas interiores yAltaïr
observó cómo reprendía a un guardia por una infracción de poca importancia.Entoncesentróenelpatiodelatorredelhomenaje,unaespeciedesantuarioparaél,talvez.Altaïrlesiguiódecercadesdelapasareladearriba.Semantuvofueradesuvista,peronadiemiróhaciaarriba.Noteníanporquéoalmenosesocreían.
DeMontferratosecolocódetrásdeunamesaenunladodelpatio.—Hombres—estabadiciendo—,acercaos.Prestadatenciónamispalabras.Se colocaron a su alrededor y Altaïr advirtió que, aunque llevaban el mismo
uniforme,erandiferentesde losqueestabanemplazadosenelmuroexterior.Estos
www.lectulandia.com-Página82
teníanelpelomásentrecanoyparecíanmásavezadosparalalucha.SiAltaïrestabaen lo cierto, sería la fuerzapersonalDeMontferrato.No iba avolver a cometer elerrordepensarque«noeranundesafío»paraél.
Enelpatio,DeMontferratocontinuó:—Vengodehablarconelreyylasnoticiassondesalentadoras.Senosacusade
nollevaracabonuestrasobligaciones.Noreconoceelvalordenuestracontribuciónalacausa.
—¡Quévergüenza!—dijounodeloshombres.—Nosabenada—soltóotro.—Paz. Paz. Callaos —les reprendió Montferrato—. Sí, se equivoca, pero sus
palabras tienen sentido. Al viajar por estas tierras, es fácil encontrar faltas. Ver laimperfección.Metemoquenoshemosrelajado,noshemosvueltoperezosos.
Encimadeél,Altaïrsepermitióunasonrisa.ElmétododesuentradaerapruebadelorelajadosyperezososqueestabanloshombresdeMontferrato.Yencuantoasusarquerosmediodormidos…
—¿Porquélodecís?—preguntóunodeloshombresdeMontferrato.TodosseirritaronyAltaïraprovechóelruidoinesperadoparamoverseaunlado,
puesqueríacolocarsesobrelapresa,yavanzóconmuchocuidadoporlosmurosdelpatio.Ahoraveíaloquelamayoríadeloshombresdedebajonoadvertían.Deunapuertaalotroextremodelpatiohabíanaparecidomásguardiasquellevabanarastrasadoshombres.Ibanvestidoscomocruzados,peroeranprisioneros.
—Ya veo cómo entrenáis —estaba gritando De Montferrato—. Os faltaconvicciónyconcentración.Chismorreáisyapostáis.Lastareasqueseosasignannose terminan de llevar a cabo o se hacen mal. Hoy se acaba esto. No sufriré másdegradación por parte de Ricardo. Lo veáis o no (y deberíais hacerlo), es culpavuestra.Noshabéis traído lavergüenza.Ladestrezay ladedicaciónfue loquenoshizo ganar Acre. Y será lo que se necesite para mantenerla. He sido demasiadoindulgente,alparecer.Peroseacabó.Dedicaréismáshorasaentrenarosyconmásfrecuencia. Si con ello no coméis ni dormís, que así sea. Y si fracasáis en dichastareas,conoceréiselverdaderosignificadodeladisciplina…Traedlosaquí.
Altaïr había llegado a su posición sin que le vieran. Estaba lo suficientementecercaparabajarlavistaalacabezacalvadeMontferratoyvercómosalíalasalivadesubocamientrasgritabaasushombres.Sialgunodelosqueestabanabajoalzabalavista por algúnmotivo, le verían, pero toda la atención estaba ahora delante de lamesa de Montferrato, hasta donde habían arrastrado a los soldados, asustados yabochornados.
—Si os debo poner ejemplos para asegurar la obediencia —anunció DeMontferrato—,queasísea—ysevolvióhacialoscautivos—.Ambosestáisacusadosdeirdeputasybebermientrasestabaisdeservicio.¿Quédecísdeestoscargos?
Conbocashúmedasmascullaronsúplicasydisculpas.De Montferrato los miró con mala cara. Entonces, con un gesto de la mano,
www.lectulandia.com-Página83
ordenósuejecución.Lescortaronlagargantaypasaronsusúltimos instantescontemplandocómosu
propiasangresalíaaborbotonesycaíasobrelapiedradelpatio.DeMontferratosequedómirandocómoborbotabanyseagitabanenelsuelo,comopecesmoribundos.
—Hacercasoomisoalasobligacionesescontagioso—dijo,casicontristeza—.Tiene que cortarse de raíz para ponerle fin. De este modo, evitaremos que sepropague.¿Mehabéisentendido?
—Sí,miseñor—seoyóunmurmulloderespuesta.—Bien, bien—dijo—.Volved a vuestras obligaciones, entonces, conunnuevo
sentidodelpropósito.Sedfuertes,manteneosconcentradosytriunfaremos.Falladyospasarálomismoqueaestoshombres.Estadsegurosdeello.Podéisretiraros.
Les hizo una seña para que se retiraran de su vista, lo que animó a Altaïr.Tambiénqueríaqueaquelloshombressalierandeallí.
ObservómientrasDeMontferrato empezaba a examinar condetenimientounospapelesquehabíasobrelamesa,exasperado;sumalhumornoledabatregua.Altaïravanzó sigilosamente, tan cerca del borde del tejado como se atrevía. Vio los doscadáveres,queaúnderramabansangre.Másallá,lamayoríadeloshombresparecíanhabersereunidoenlaentradaalatorreosemarchabanhaciaelmuroexterior,paraponerlamayordistanciaposibleentreellosyMontferrato.
Debajodeél,Montferratochasqueólalenguaparaexpresardesagrado,mientrasaúnrevisabalosdocumentos,incapazdeencontrarloqueestababuscando.Sequejóal caérsele un montón de la mesa al suelo. Estuvo a punto de pedir ayuda, perocambiódeopiniónyseinclinópararecogerlo.AlomejoroyólahojadeAltaïrenlafracción de segundo que tardó el asesino en bajar de un salto de la pasarela paraincrustarleelarmaenelcuello.
AltaïrsesentóahorcajadassobreelcuerpodellíderdeAcre,conlamanoencimadelabocaparaquenoalertaraalosdemásenelpatio.Sabíaquetansoloteníaunosinstantesysusurró:
—Descansaahora.Tusplaneshanterminado.—¿Quésabesdemitrabajo?—preguntóMontferratoconvozronca.—SéqueibasamataraRicardoyreclamarAcreparatuhijo,Conrado.—¿ParaConrado?Mihijoesunimbécil,incapazdedirigirasushuestes,mucho
menosunreino.¿YRicardo?Noesmejorqueél,cegadocomoestáporlafeenloinsustancial.Acrenolesperteneceaningunodelosdos.
—Entonces,¿aquién?—Laciudadlepertenecealpueblo.Altaïr luchó con la sensación ahora familiar de su mundo dando un bandazo
inesperado.—¿Cómoesquehablasporlosciudadanos?—dijo—.Lesrobaslacomida.Los
castigassinpiedad.Lesobligasaestaratuservicio.—TodoloquehehechohasidoconobjetodeprepararlesparaelNuevoMundo
www.lectulandia.com-Página84
—contestóDeMontferrato,comositalescosasfueranobviasparaAltaïr—.¿Quelesrobo la comida? No. La cojo para que cuando llegue el momento se racioneadecuadamente.Miraa tualrededor.Enmizonanohaydelincuencia, salvo laquecometéis tú y los de tu calaña. ¿Yquéhaydel reclutamiento?No se les entrenabapara luchar. Se les enseñaban las ventajas del orden y la disciplina. Esas cosasdifícilmentesonmalas.
—Noimporta lonoblesquecreasqueson tus intenciones,puestoque tusactoshansidocruelesynopuedencontinuar—dijoAltaïr,aunquesesentíamenossegurodeloquesonaba.
—Veremoslodulcesqueson—dijoDeMontferrato,desvaneciéndoseenseguida— los frutos de tu trabajo.No liberas a las ciudades, como tú crees, sino que lascondenas.Y al final, tan solo podrás echarte la culpa a timismo.El que habla debuenasintenciones…
Peronoterminólafrase.—Muertos,todossomosiguales—dijoAltaïrmientrasmanchabalapluma.Escalólapareddetrásdeélhastalapasarela,dondesaliócomounaflechahacia
elmuroexterior.Luego,desapareció.Comosinuncahubieraestadoallí.
www.lectulandia.com-Página85
19
Altaïrestabahartodeaquelcometido.Cansadoycadavezmásenfadado.Cadalargoviajeleagotabaaúnmás,perolehabíanordenadovisitaraAlMualimtraslosasesinatos.YencadaocasiónelMaestroeraenigmáticoylepedíadetallescuandoélseguardabainformación.
Asílocomprobólasiguientevezquesevieron.—Me han llegado noticias de tu éxito —dijo Al Mualim—. Tienes mi
agradecimientoyeldel reino.Al liberaresasciudadesdesus líderescorruptos, sindudapromueveslapaz.
—¿Cómo podéis estar tan seguro? —preguntó Altaïr. Por su parte, cada vezestabamenosseguro.
—Losmediosporlosqueloshombresdominanestánreflejadosensusgentes.Allimpiar las ciudades de corrupción, curas los corazones y las mentes de los quehabitanenellas.
—Nuestrosenemigosnoopinaríanlomismo—dijoAltaïraltiempoquepensabaenaquelloscuyosojoshabíacerrado.
—¿Aquéterefieres?—Loshombresquehematadomedijeronextrañaspalabras.Nosearrepentían.
Inclusoalmorir,parecíansegurosdesuéxito.Aunqueno loadmitandirectamente,lesunenunoslazos.Estoyseguro.
AlMualimseloquedómirandocondetenimiento.—Hayunadiferencia,Altaïr,entreloquenosdicenqueesverdadyloquevemos
queescierto.Lamayoríadeloshombresnosemolestanenhacertaldistinción.Asíesmássencillo.Perocomoasesino,estáentunaturalezaadvertirlo.Cuestionarlo.
—Entonces,¿quéesloqueconectaaesoshombres?—insistióAltaïr.ElMaestroteníalasrespuestas,estabaseguro.Lasteníatodas.—Ah.Perocomoasesinotambiénestudeberacallaresospensamientosyconfiar
en tumaestro,puestoquenohayunaverdaderapazsinorden.Yelorden requiereautoridad.
Altaïrnopudoocultarlaexasperacióndesuvoz.—Habláisdandorodeos,Maestro.Meelogiáispordarmecuentayluegomepedís
quenopiense.¿Quéhago?—Secontestará a la pregunta cuandoyano tengasquehacerla—respondióAl
Mualimconciertomisterio.Altaïradvirtióquenollegabaaningúnsitio.—Supongoquemehabéisllamadoparadarmealgomásqueunacharla—dijo.—Sí—contestóAlMualimy lemandódenuevoaDamasco.Alque llamaban
Abu’lNuqoud.Seríaelpróximoenmorir.Aunque,primero,tendríaquenegociarconelimpertinentelíderdelaOficina…
www.lectulandia.com-Página86
—Altaïr, amigo mío. Bienvenido. Bienvenido. ¿A quién has venido hoy aarrebatarlelavida?
AltaïrpusomalacaraalverallíderdelaOficinadeDamasco,insolentecomodecostumbre,peronolobastanteparajustificarsufuria.
Aquelhombreteníaeldondeconocerle.Talvezsihubierapodidousarmejorsushabilidades,nohabríatenidoquepasarlosdíasdetrásdeunescritorioenlaOficina.Algún día Altaïr se lo recordaría. Entretanto, tenía trabajo que hacer. Un nuevoobjetivo.
—SellamaAbu’lNuqoud—dijo—.¿Quépuedescontarmesobreél?—¡Ah, el rey mercader de Damasco! —exclamó el líder, visiblemente
impresionado—. El hombre más rico de la ciudad. ¡Qué emocionante! ¡Quépeligroso! Te envidio, Altaïr. Bueno… No la parte en la que te golpearon y tequitaronelrango…Peroenvidiotodolodemás.Oh…,exceptolascosasterriblesquelosdemásasesinosdicensobreti.Pero,sí,apartedelfracasoydelodio(sí,apartedeesascosas),teenvidiomucho…
Altaïrseimaginóelaspectoquetendríasucuelloconunpuñalclavado.—Nome importa lo que piensen o digan los demás—dijo—.Estoy aquí para
haceruntrabajo.Asíquevuelvoapreguntar:¿quépuedesdecirmedelreymercader?—TansoloquedebedeserunhombremuymalosiAlMualim tehamandado
contraél.Estásiempreconlossuyos,envueltoenlaexquisitezdelazonanobledelaciudad. Un hombre ocupado, siempre está tramando algo. Estoy seguro de que sipasasunratoconlossuyos,teenterarásdetodoloquenecesitessabersobreél.
Eso fue exactamente lo que Altaïr hizo, ir a la Mezquita Umayyad y al zocoSarouja,asícomoalaciudadeladeSalahAl’din,dondesupoquelapoblaciónlocalodiabaaAbu’lNuqoud,queeracorruptoyhabíaestadomalversandodineropúblico,granpartedelcualhabíadesviadoaJerusalénenpagosaGuillermodeMontferrato.(Altaïrsonrióforzadamentealoírlo).
Al pasar por lamadraza de al-Kallasah se topó con unos eruditos que estabanconversando y esperó oír algo deAbu’lNuqoud.No estaban hablando de él, peroAltaïrsequedóporallíigualmente,perplejoporsusdiscursos.
—Ciudadanos.Traedvuestrosescritos—estabadiciendoelprimero—.Dejadlosenunapilaantemí.Quedarsealgunoesunpecado.
Conoced y aceptad la verdad de mis palabras. Liberaos de las mentiras y lacorrupcióndelpasado.
Aunqueestabaapuntodeseguircaminando,Altaïrsequedóunratomás.Habíaalgoentodoaquello.«Liberaosdelasmentirasylacorrupcióndelpasado».¿Tendríaalgoqueverconel«nuevoorden»delquenodejabadeoírhablar?
Ahorahablabaotroerudito:—Sideverdadvaloráislapaz,sideverdadqueréisverelfindelaguerra,dejad
vuestros libros, pergaminos y manuscritos, puesto que alimentan las llamas de la
www.lectulandia.com-Página87
ignoranciayelodio.Altaïr ya tenía suficiente y no le gustaba lo que había oído. «Dejad vuestros
libros».¿Porqué?Noobstante,loapartódesumenteparacontinuarhaciendoaveriguacionessobre
elreymercader.Nuqoudrarasvecesdejabasusaposentos,oyó.Sinembargo,aquellamisma tarde iba a asistir a una fiesta que ofrecía, tan solo, decían algunos, pararestregar su riquezapersonalpor lasnaricesde laciudadanía. Inclusohabíapedidovino—en contravención de su fe— para la celebración. Si iba a parecerse a susfiestas anteriores, entonces sería cuando Altaïr atacaría. Había oído que se habíandejadounandamiofueradelbalcóndelasdependenciasdeAbu’lNuqoud.Decidióqueeraelmomentoperfectoparairaunafiesta.
www.lectulandia.com-Página88
20
LasfestividadesyaestabanenplenoaugecuandoAltaïrdiolavueltaalpatiodelpalacio,conlasensacióndequellamabalaatenciónporcómoibavestido.Sutúnicaparecíasuciayraídaencomparaciónconlostrajesdelosinvitados.Lamayoríaibacon sus mejores galas, túnicas intrincadamente bordadas con hilos caros, y adiferencia de lamayor parte de los residentes enDamasco, parecían sanos y bienalimentados,hablabanconuntonoquesuperabalamúsicaysereíanaúnmásalto.Nocabíadudadequenoescaseabanlosrefrigerios.
Loscriadoscaminabanentrelosinvitadosylesofrecíanpan,olivasymanjaresenbandejasdeoro.
Altaïrmiróasualrededor.Lasbailarinaseranlasúnicasmujerespresentes:seisosiete,girandodespacioalsondelal’udyelrebecquetocabanlosmúsicossituadosdebajodeunbalcón.Lamiradadel asesino subióhastadondehabíaunguardiadebrazoscruzados,mirandosinapasionamientolasfrivolidades.AltaïrdecidióqueallíeradondeestabaAbu’l.Dehecho,mientrasobservaba,elritmodelamúsicaparecióaumentar; el al’ud se ahogaba por los fuertes golpes del tambor que comenzó adespertaralosasistentesalafiesta,mientrassecreabaunasensacióndeexpectativa.Lasbailarinassevieronobligadasahacermovimientosmásrápidosybrillabanporelsudor bajo sus trajes de seda transparente, mientras a su alrededor los invitadosalzabanlasmanos,animandoalostamboresauncrescendoqueaumentabacadavezmáshastaqueelmismoaireasualrededorparecióvibrar;yderepente,allíestaba,encimadeellos:Abu’lNuqoud.
Altaïroyóporcasualidadunasmorbosasdescripcionesdel aspectodelhombre.Sucorpulencia—eratangrandecomotreshombresnormales,decían—,lasbaratijasbrillantesquesiemprellevaba,sutúnicachillonaoelturbanteenjoyado,peroAltaïrlashabíadescartadocomoexageracionesdeunpuebloresentido.Teníaunaenormecuriosidadpordescubrirsielchismorreohabíasubestimadoalhombre.Sucontorno,las alhajas y la túnica eran más grandes y estridentes de lo que había imaginadoAltaïr. Observó a Nuqoud, quien aúnmasticaba la comida de la que había estadodisfrutandomientraslagrasabrillabaalrededordesuboca.Yconformecaminabaporelbalcónmirandoasusinvitados,lapieldebajodesubarbillaondulabamientrasseacababalacomida,latúnicacaíaabiertaparadejaraldescubiertosupechodesnudoyunaenormeextensióndecarnequeresplandecíaporelsudor.
Derepenteaplaudió.Lamúsicasedetuvoylasconversacionesfinalizaron.—Bienvenidos.Bienvenidos—anunció—.Graciasatodosporvenirestanoche.
Porfavor,comed,bebed.Disfrutaddelosplaceresqueosofrezco.Conesaspalabrasyungestodelamano,lafuentequehabíaenmediodelpatio
sepusoenmarchaydeella salióaborbotones loqueAltaïr enunprincipiohabíacreídoqueeraaguadecolor.Luegoseoyóunchorroindecorosoysediocuentadeloqueera:elenvíodevinodelquehabíaoídohablar.Allíestaba.
www.lectulandia.com-Página89
Mientrasobservaba,doshombresseacercaronalafuente,metieronlascopasenellíquidoespumosoydespuésbrindaronantesdealejarserápidamente.Llegaronmásinvitados,quetambiénmetieronsuscopas,mientrasloscriadosofrecíandóndebeberalosqueasílopedían.Eracomosielreymercaderquisieraquetodossusinvitadosbebierandelafuente,yesperóantesdecontinuarhastaquelaestampidasealejó.
—Confíoenquetodoseadevuestrasatisfacción—dijoconunacejaalzada.Yasíloera.Levantaronlascopasyhubounbramidodeaprobación;lalenguade
losinvitadossesoltóenseguidabajolainfluenciadelvino.—Bien,bien.—Nuqoudsonrióabiertamenteyrevelótrozosdecomidapegadaa
susdientes—.Mealegraverostanfelices.Puestoqueestosdíassonaciagos,amigosmíos,ydebemosdisfrutardeestamunificenciamientrasaúnpodamos.
CercadeAltaïr,loshombresquebrindabanvolvieronahacerunasegundavisitaala fuente de vino y bebían de sus copas llenas, con risitas contenidas, mientrasNuqoudproseguía:
—Laguerraamenazaconconsumirnosa todos.SalahAl’dinluchaconvalentíaporloqueélcree,ysiempreestáisahíparaapoyarlosinhacerpreguntas.Esvuestragenerosidadlaquepermitequecontinúesucampaña.
Altaïradvirtió,aunqueestabacasisegurodequehabíasidoelúnicodelpatioenhacerlo,quelasgaleríasdeunladoestabanempezandoallenarsedeguardias.Miróconmásdetenimiento.Eranarqueros.
CercadeallíloshombresseguíanbebiendovinomientrasNuqoudcomenzabaahablardenuevo.
—Asíquepropongounbrindis—dijo—.Porvosotros,misqueridosamigos,quenoshabéistraídoadondeestamoshoy.Recibidloqueosmerecéis.
—Avuestrasalud—gritaronmientrasbebíanlibrementedesuscopas.—¡Cuántaamabilidad!—DecíaNuqoudporencimadesuscabezas—.Nocreía
que la pudiera ver en vosotros, que siempre os habéis apresurado a juzgarme contantacrueldad.
Alnotaruncambioenél,lamultitudmurmuró,confundida.—Oh,nofinjáis ignorancia.¿Metomáisporun tonto?¿Pensáisquenoheoído
laspalabrasquesusurráisamisespaldas?Bueno,puessí.Ymetemoquenuncalaspodré olvidar. Pero esta no es la razón por la que os he llamado esta noche. No.Quierohablarmásdeestaguerraydevuestraparticipaciónenella.
»Ofrecéis vuestrasmonedas, así de rápido, sabiendomuy bien que compran lamuertedemiles.Nisiquierasabéisporquéluchamos.
»La santidad de Tierra Santa, diréis. O por la inclinaciónmaligna de nuestrosenemigos.Peronosonmásquementirasqueosdecísavosotrosmismos.
»No. Todo este sufrimiento nace del miedo y del odio. Os molesta que seandiferentes.Igualqueosmolestaqueyoseadistinto.
LamiradadeAltaïrsedirigióalosarquerosdelasgalerías.Alsentirunapunzadade inquietud, semovióaun ladopara inspeccionar lasgaleríasde laotrapartedel
www.lectulandia.com-Página90
patio.Allítambiénlosarquerossehabíanalineado.Sediolavuelta.Detrás,másdelomismo. No tenían los arcos tensados. Al menos, no todavía. Pero, si Altaïr teníarazón,notardaríamuchoenllegaresemomento.Ycuandollegara,tendríantodoelpatio cubierto. Se acercómás a uno de losmuros circundantes. Nomuy lejos, unhombrecomenzabaaresoplarytoser,loqueprovocóqueasucompañeroledieraunataquederisa.
—Compasión. Piedad. Tolerancia—continuóNuqoud, desde el balcón—. Esaspalabrasnosignificannadaparavosotros.Nosignificannadaparaaquellosinvasoresinfielesquesaqueannuestratierraenbuscadeoroygloria.Yyahedichobastante.Mehecomprometidoaotracausa.UnaquetraeráunNuevoMundoenelquetodospodremosvivirjuntosenpaz.
Secalló.Altaïrobservócómolosarquerostensabansuscuerdas.Estabanapuntodeabrirfuego.Seapretócontralapared.Elhombreseguíatosiendo.Ahorasehabíadobladoyteníalacararoja.Sucompañeropasódeparecerpreocupadoaempezaratosertambién.
—Unapenaqueningunodevosotrosvivaparaverlo—terminóNuqoud.Másinvitadosempezaronaresoplar.Algunosseaguantabanelestómago.Claro,
pensóAltaïr.Veneno.Asualrededoralgunosinvitadoshabíancaídoderodillas.Vioaunhombrecorpulentoconuna túnicadoradaqueechabaespumapor labocay losojosselehabíandadolavueltaensuscuencasmientrassetambaleabahaciaelsueloyallíyacía,muerto.Losarqueroshabíanvueltoaprepararsusflechas.Almenoslamitaddelosasistentesalafiestaestabanagonizando,peromuchosnohabíanbebidovinoycorríanhacialassalidas.
—Matad a todo aquel que intente escapar —ordenó el rey mercader, y susarquerosabrieronfuego.
Altaïrdejóatráslacarniceríayescalóporlaparedhastallegaralbalcón,dondeseacercó sigilosamente aNuqoud por detrás.Había un guardia a su lado yAltaïr lodespachóenseguidaconuncortedesuhoja.Elhombrecayó, retorciéndose,con lagarganta abierta, salpicando de sangre las baldosas del balcón. Nuqoud se dio lavueltay,alveraAltaïr,lecambiólaexpresióndelacara.Almirarlamasacredelafiestaabajo,habíaestadosonriendomientrasdisfrutabadelespectáculo.Ahora,Altaïrsintiólasatisfaccióndeverquesolohabíamiedoenél.
Despuésdolor,cuandoAltaïrhundiósuhojaenelcuellosobrelaclavícula.—¿Por qué has hecho esto? —preguntó el hombre gigantesco, jadeando,
hundiéndoseenlapiedralisadesubalcón.—Hasrobadodineroaaquellosquequieresdirigir—lerespondióAltaïr—ylo
hasenviadofueraparaalgúnpropósitodesconocido.Quierosaberdóndeestáyporqué.
Nuqoudsemofó.—Mírame. Mi naturaleza es una ofensa para la gente que gobierno. Y estas
vestimentasnoblesnohacíanmásqueamortiguarsusgritosdeodio.
www.lectulandia.com-Página91
—Entonces,¿setratadevenganza?—preguntóAltaïr.—No.Noesvenganza,sinomiconciencia.¿Cómopuedofinanciarunaguerraal
serviciodelmismoDiosquemeconsideraunaabominación?—Pero,sinosirvesalacausadeSalahAl’din,entonces¿aladequién?Nuqoudsonrió.—Losconocerásasutiempo.Creoquetalvezyalohashecho.Altaïr,desconcertadounavezmás,preguntó:—¿Yporquéesconderse?¿Porquéestosactososcuros?—¿Acasoesdistintoatutrabajo?Acabasconlavidadehombresymujeres,con
lafuerteconviccióndequesusmuertesmejoraránlasuertedelosquequedanatrás.¿Unmalmenorparaelbiencomún?Somosiguales.
—No.—Altaïrnegóconlacabeza—.Nonosparecemosennada.—Ah…,peroloveoentusojos.Dudas.Altaïrnotóelhedordelamuerteensualientoalacercarse.—Nopuedesdetenernos—logródecir—.TendremosnuestroNuevoMundo…Murióyunfinohilodesangresaliódesuboca.—Disfruta del silencio —dijo Altaïr, y mojó la pluma en la sangre del rey
mercader.DecidióqueteníaqueveraAlMualim.Debíaponerfinaaquellaincertidumbre.
www.lectulandia.com-Página92
21
—Ven,Altaïr.Mehanllegadonoticiasdetusprogresos—dijoAlMualim.—Heactuadotalycomomepedisteis—respondióelasesino.—Bien. Bien.—AlMualim lemiró con dureza—.Noto que tus pensamientos
estánenotraparte.Dimeloquepiensas.Eracierto.Altaïrapenashabíapensadoenotracosaensuviajedevuelta.Ahora
teníalaoportunidaddequitárselodelacabeza.—Loshombresquemeordenasteismatarmehandadomensajesencriptados.He
vuelto a vos y os he pedido respuestas, pero siempre me habéis dado acertijos acambio.Nadamás.
Las cejas de Al Mualim salieron disparadas hacia arriba por la sorpresa. SesorprendíadequeAltaïrsedirigieraaéldetalmodo.
—¿Quiénerestúparadecir«nadamás»?Altaïrtragósalivaydespuésapretólamandíbula.—Soy el que comete los asesinatos. Si queréis que continúe,me hablaréis con
claridadporunavez.—Veconcuidado,Altaïr.Nomegustatutono.—Y a mí no me gusta vuestro engaño —replicó Altaïr más alto de lo que
pretendía.AlMualimseensombreció.—Teheofrecidolaoportunidadderecuperartuhonorperdido—lerecordó.—No fue perdido—respondióAltaïr—, sino arrebatado. Por vos. Y luegome
enviasteisarecogerlo,comosifueraunperro.ElMaestrodesenvainósuespadaconlosojosenllamas.—Por lo visto tendré que encontrar a otro. Una pena. Mostrabas un gran
potencial.—Creoquesihubieraistenidoaotro,yalehabríaismandadohacetiempo—dijo
Altaïr,quesepreguntósiestabapresionandodemasiadoasumentor,perosiguiódetodasmaneras—.Dijisteisquelarespuestaamipreguntasedesvelaríacuandoyanonecesitarahacerla.Asíquenopreguntaré.Osexijoquemedigáiscuálessonloslazosqueunenaesoshombres.
Sepreparóparasentir lapuntade laespadadeAlMualim,conlaesperanzadequeelMaestroleconsiderarademasiadovalioso,aunquesabíaqueeraarriesgado.
AlMualimtambiénparecióconsiderarlasopcionesysuespadavacilóaltiempoquelaluzsereflejabaenlahoja.Entonceslaenfundóypareciórelajarseunpoco.
—Loquedicesesverdad—dijoporfin—.Esoshombresestánconectados…porunjuramentodesangreparecidoalnuestro.
—¿Quiénesson?—Nonnobis,Domine,nonnobis—dijo—.Anosotrosno,Señor.—Templarios…—dijoAltaïr.Porsupuesto.
www.lectulandia.com-Página93
—AhoraveselauténticoalcancedeRobertdeSablé.—Todosestoshombres,loslíderesdelasciudades,comandantesdeejércitos…—Todosprometieronlealtadasucausa.—Susobrasnosecontemplabanaisladas,¿no?—dijoAltaïr,pensando—.Sino
comounconjunto…¿Quédesean?—Conquistar—respondióAlMualim, simplemente—.BuscanTierraSanta, no
ennombredeDios,sinoparaellosmismos.—¿YquéhaydeRicardo?¿YdeSalahAl’din?—Cualquieraqueseopongaa losTemplariosseráaniquilado.Seaseguraránde
tenerlosmediosparacumplirlo.—Entoncesdebenserdetenidos—dijoAltaïr,condecisión.Sentíacomosilehubieranquitadoungranpesodeencima.—Esa es la razón de nuestro trabajo, Altaïr. Asegurar un futuro libre de tales
hombres.—Pero¿porquémeocultasteislaverdad?—lepreguntóalMaestro.—Paraque túmismoperforaseselvelo.Comocualquier tarea,elconocimiento
precedealaacción.Lainformaciónqueconsiguesesmásvaliosaquelainformaciónquetedan.Además…Tucomportamientonomehabíainspiradomuchaconfianza.
—Entiendo.Altaïragachólacabeza.—Altaïr,tumisiónnohacambiado,tansoloelcontextodondelapercibías.—Y armado con este conocimiento, puede que comprenda mejor a esos
Templariosquequedan.AlMualimasintió.—¿Hayalgomásquequierassaber?Altaïr había resuelto el misterio de la Hermandad a la que se referían sus
objetivos.Perohabíaalgomás.—¿QuéhaydeltesoroqueMaliksellevódelTemplodeSalomón?—preguntó—.
Robertparecíadesesperadoporrecuperarlo.—Asutiempo,Altaïr, todoestaráclaro—dijoAlMualim—.Igualqueseteha
reveladoelpapeldelosTemplarios,tambiénsabráslanaturalezadeestetesoro.Demomento,consuélateconelhechodequenoestáensusmanos,sinoenlasnuestras.
Por un instante,Altaïr consideró insistir en este tema, pero cambió de opinión.Habíatenidosuerteydudabaqueocurrieraporsegundavez.
—Sieseesvuestrodeseo…—dijo.—Loes.El ambiente de la habitación se relajó cuando Altaïr se dio la vuelta para
marcharse.SusiguientedestinoeraJerusalén.—Altaïr,antesdequetemarches…—¿Sí?—¿Cómosabíasquenoibaamatarte?
www.lectulandia.com-Página94
—Adecirverdad,Maestro,nolosabía.
www.lectulandia.com-Página95
22
EstúpidoAltaïr.ArroganteAltaïr.Teníaproblemas.MajdAddinyacíamuertoasuspiesylamaderapocoapocoseibamanchandodesangre.Asuespalda,estabanlosacusados,atadosaunaestaca,de laquecolgaban, sinvida,ensangrentados.Laplaza estaba vacía de espectadores, salvo por los guardias de Majd Addin, queavanzabanhaciaél.Seacercabana laplataforma.Empezabanasubir losescalonesporlosdosextremosparaimpedirquesaltarahaciadelante.Conojosferoces,pocoapocoleibanrodeando,conlasespadasalzadas,ysiteníanmiedo,nolomostraban.QuesulíderhubierasidoreducidoenpúblicoporunasesinoenlashorcasdelMurodelasLamentacionesdeJerusalénnoleshabíahechosucumbiralpániconitampocohabía reinado la confusión comoAltaïr había esperado.No les había infundido unterrormortalhaciaelasesinoqueahoraestabaanteellos,conlahojagoteandosangredeAddin.Porelcontrario,leshabíadadodeterminaciónyunanecesidaddeprecisavenganza.
Loquesignificabaquelascosasnohabíanidodeacuerdoconelplan.Excepto por…El primero de los guardias salió disparado como una flecha, su
trabajo era comprobar la entereza de Altaïr. El asesino retrocedió, esquivando lasestocadas de la hoja del sarraceno, al tiempo que el acero sonaba en la plaza casivacía. El guardia se echó hacia delante. Altaïr miró atrás para ver que otrosavanzabanyrespondióconunataque,obligandoalsarracenoaretroceder.Uno,dos,estocada.Obligadoadefenderse,elguardiaintentóescapardeunsaltoycasisetopaconunodeloscadáveresquecolgabandelospostes.
Altaïrbajólavistayviosuoportunidad.Seechóhaciadelanteotravez,lanzandounviolentoataquedirigidoainfundirelpánicoensuoponente.Lashojassejuntarony,comoeradeesperar,elsarracenoretrocediódesordenadamentehaciaelcharcodesangre de la plataforma, justo comoAltaïr había pretendido. Se resbaló, perdió elequilibrio,yporunsegundobajólaguardia,loqueledioaAltaïreltiemposuficientepara atacar enseguida con su espada y atravesarle el pecho. Gorjeó y murió. Sucuerpo se deslizó sobre la madera y Altaïr se incorporó para enfrentarse a másatacantes,viendodudayunpocodemiedoensusojosahora.Laenterezadelasesinosehabíapuestodebidamenteapruebaydesdeluegonolefaltaba.
Aun así, los guardias le sobrepasaban en número y seguro que había más decamino, alertados por el alboroto.La noticia de los acontecimientos de la plaza sehabría propagado por Jerusalén: que habíanmatado al regente de la ciudad en supropiocadalsoyquelosguardiashabíanatacadoalasesinoresponsable.AltaïrpensóenelregocijodeMalikalenterarse.
Sin embargo, Malik le había parecido distinto la última vez que Altaïr habíavisitadolaOficina.Noeracomosilehubierarecibidoconlosbrazosabiertos,pero,noobstante,suevidentehostilidadhabíasidosustituidaporciertocansancio,yhabíamiradoaAltaïrconelentrecejofruncidoenvezdefulminarleconlamirada.
www.lectulandia.com-Página96
—¿Porquémemolestashoy?—habíasusurrado.Agradecido por no tener que discutir, Altaïr le había dicho su objetivo: Majd
Addin.Malikhabíaasentido.—La ausencia de SalahAl’din ha dejado a la ciudad sin un líder apropiado, y
MajdAddinsehapuestoarepresentaresepapel.Elmiedoylaintimidaciónlehacenconseguirloquequiere.Perolaverdadesquenotienederechoaesepuesto.
—Esoacabaráhoy—habíadichoAltaïr.—Hablas sin demasiados reparos. No estamos hablando de un traficante de
esclavos cualquiera. Domina Jerusalén y está muy bien protegido. Te sugiero queplanifiquestuataqueconcuidado.Conoceantesbienatupresa.
—Ya lo he hecho —le había asegurado Altaïr—. Majd Addin celebra unaejecuciónpúblicanomuylejosdeaquí.Seguroqueestábienvigilada,peronoseránadaqueyonopuedaafrontar.Séloquedebohacer.
—Y por eso eres un principiante a mis ojos —había dicho Malik con airedespectivo—.Nopuedessaberlo,tansolosuponer.Debesesperarequivocarte.Haberpasadoalgoporalto.Anticípate,Altaïr.¿Cuántasvecestendréquerecordártelo?
—Comoquieras.¿Yahemosterminado?—No del todo. Hay algo más. Uno de los hombres que van a ejecutar es un
hermano.Unodelosnuestros.AlMualimquierequesesalve.Notepreocupesporun rescate real, puesto que mis hombres se ocuparán de eso. Pero tienes queasegurartedequeMajdAddinnolomata.
—Noledarélaoportunidad.Cuandosemarchaba,Maliklehabíaadvertido:—Noloestropees,Altaïr.YAltaïrsehabíaburladodequealgoasíse lepasarapor lacabezamientrasse
dirigíahaciaelMurodelasLamentaciones.
www.lectulandia.com-Página97
23
AlacercarsealMurodelasLamentaciones,Altaïrvioqueempezabanareunirsegrupos:hombres,mujeres,niños,perros,inclusoganado.
Todos atravesaban las calles de los alrededores de la plaza hacia el centro deejecución.
Altaïrseunióaellos,ymientraspasabaporunacallequecadavezsellenabademás espectadores que se dirigían en la misma dirección, oyó a un pregonerodespertandoelentusiasmoporlapróximaatracción,aunqueapenasparecíanecesario.
—Prestadatención—dijoelpregonero—.MajdAddin,elregentemásqueridodeJerusalén, asistirá a una ejecución en público en la esquina oeste del Templo deSalomón. Se requiere la presencia de todos los ciudadanos que estén disponibles.¡Rápido!Venidasertestigosdeloquelesvaapasaranuestrosenemigos.
Altaïrteníaunaideadeloquesería.Esperabasercapazdecambiarelresultado.Los guardias en la entrada a la plaza trataban de controlar la circulación de la
gente dentro; a algunos los hacían retroceder y a otros los dejaban pasar. Altaïrintentó que no le arrastraran las masas que se arremolinaban en la entrada y loscuerposquepresionabanenlacalle.
Los niños pasaban como flechas por entre las piernas de los espectadores y seescabullíanhacialaplaza.Losiguientequeviofueungrupodeeruditosylagenteapartándoseparadejarlospasar;hasta losperrosparecíannotar laveneraciónhacialoshombressagrados.Altaïrsecolocóbienlatúnicaylacapucha,esperóhastaqueloseruditospasaranysedeslizóentreellossinquenadiesedieracuenta.Alhacerlo,notóqueunamanoletirabadelamangaybajólavistaparaveraunniñomugrientoque le miraba fijamente con ojos inquisitivos. El asesino gruñó y el muchacho,aterrorizado,saliócorriendo.
Justoa tiempo:habían llegadoa laspuertas,donde losguardiasdejaronpasaraloseruditos,yAltaïrencontrólaplaza.
Había muros de piedra rugosa por todos los lados. En el otro extremo habíanlevantadounaplataformay,sobreella,sealzabanunaseriedepostes.Demomento,estabavacía,peronopormuchotiempo.ElregentedeJerusalén,MajdAddin,estabasaliendoaltablado.Alaparecer,sullegadaprovocóunrevuelo,sealzóungritodesdela entrada y los guardias perdieron el control permitiendo que los ciudadanosempezaranacolarse.LaoleadaarrastróhaciadelanteaAltaïr,queahoraestabamáscercadela tribunaydel temidoMajdAddin,quienyaseencontrabaenelcadalso,esperandoquesellenaralaplaza.Llevabaturbanteblancoyuntrajelargo,bordadoelaboradamente.Semovíacomosiestuvieraenfadado.Comosisugenioestuvieraapuntodeescapardesucuerpo.
Yasíera.—¡Silencio!Exijosilencio—bramó.Con el espectáculo a punto de comenzar, hubo una última oleada y Altaïr fue
www.lectulandia.com-Página98
empujadohaciadelanteunavezmás.Vioguardiasestacionadosjuntoalosescalonesacadaladodelaplataforma,dosencadaextremo.Delantedelatarimaviomás,paraimpedirquelamuchedumbresubieraalcadalso.Estiróelcuelloyvioaotrosenlaperiferiadelaplaza.Almenosalosúltimoslescostaríamoverseentreelgentío,peroaun así tenía tan solo unos segundos para cometer el asesinato y esquivar a losguardiasmás cercanos, los cuatro a cada lado de la plataforma como poco.Quizátambiénlosqueestabanmontandoguardiaarasdesuelo.
¿Podríavencerlosenesetiempo?¿Adiezsarracenosleales?ElAltaïrquehabíaatacadoaRobertdeSabléenelMontedelTemplonohabría tenidoningunaduda.Ahora, en cambio, estabamás cansado.Y sabía que intentarmatarlo de inmediatoseríaunalocura.Unplancondenadoalfracaso.
Justo cuando cambiaba de opinión y decidía esperar, subieron a los cuatroprisioneroshastaelcadalsoylospostesdondelosguardiascomenzaronaatarlos.Enunextremohabíaunamujer,conel rostrosucioy lloroso.Asu lado,doshombres,vestidos con harapos. Y al final estaba el asesino, con la cabeza colgando, al queobviamentehabíangolpeado.Lamultitudabucheóparamostrarsudesagrado.
—Pueblo de Jerusalén, oídme bien —gritó Majd Addin y su voz acalló a lamuchedumbre,quesehabíaentusiasmadoconlallegadadelosprisioneros—.Estoyaquíparahacerosunaadvertencia.—Secalló—.Hayinsatisfechosentrevosotrosquesiembranlassemillasdeldescontentoparallevarosporelmalcamino.
Lamultitudmurmuró,enfurecida,alrededordeAltaïr.Addincontinuó:—Decidme, ¿acaso es eso lo que deseáis? ¿Estar envueltos en el engaño y el
pecado?¿Vivirconmiedo?—No—gritóunespectadordetrásdeAltaïr.PerolaatencióndeAltaïrestabacentradaenelasesino,uncompañeromiembro
delaOrden.Mientrasobservaba,unhilodesaliva,manchadodesangre,saliódelabocadelhombreysalpicólamadera.TratódelevantarlacabezayAltaïralcanzóaversurostro.Conunosfuertesmoretones.Entoncesvolvióadejarcaerlacabeza.
MajdAddinsonrióconunamueca.Eraunacaraquenoestabaacostumbradaasonreír.
—¿Queréisquetomemosmedidas?—preguntóagradablemente.Lamuchedumbrerugiósuaprobación.Estabanallíparaversangre;sabíanqueel
regentenodejaríasusedsinsaciar.—Guíanos—dijounavozcuandoelrugidoseapagó.—Vuestradevociónmecomplace—dijoAddin.Sevolvióhacialosprisionerosy
les señaló con un gesto—. Debemos purgarnos de este mal. Tan solo entoncespodremosesperarredimirnos.
Derepentehubounalborotodelantedelaplataforma,unavozgritaba:—Estonoesjusticia.Altaïrvioaunhombrevestidoconharapos.EstabagritándoleaMajdAddin:
www.lectulandia.com-Página99
—TergiversaslaspalabrasdelProfeta,quelapazseaconél.Teníauncompañero,tambiénconropahechajirones,quereprendíaalamultitud
deformasimilar.—Yosquedáissinhacernada,cómplicesdelcrimen.Altaïrutilizóelalborotoparaacercarse.Teníaquesubiralfinaldelaplataforma,
donde estaba el asesino atado al poste.Nopodía arriesgarse a que lo usaran comobarreraorehén.
—QueDiososmaldigaatodos—gritóelprimerhombre.Pero no tenían seguidores.Ni entre lamuchedumbre, ni por supuesto entre los
guardias,queinclusoahoraavanzaban.Alverlesacercarse,losdosabucheadoresseescaparon, sacaron unos puñales y los agitaron, mientras salían a toda mechainútilmente hacia la plataforma. A uno lo detuvo un arquero. Al segundo lopersiguierondosguardiasynovioauntercersarracenoqueleabrióelestómagoconsuespada.
QuedaronmuertosenelpolvoyMajdAddinlosseñaló.—Miradcómoelmaldeunhombreseextiendehastacorromperaotro—chillóy
subarbanegratemblódeindignación—.Buscaninfundirmiedoydudasenvosotros.Peroyoosmantendréasalvo.
Sevolvióhacialospobresdesafortunados,queseguroquehabíanestadorezandoenunintentoporsalvarsuvida,peroenvezdeesosevieronobligadosacontemplarconlosojosmuyabiertosyaterrorizadoscómodesenvainabalaespada.
—Aquí tenéis a cuatro llenos de pecado—dijoAddin, señalando a lamujer yluegoalosdemásporturnos—.Laramera.Elladrón.Eljugador.Elhereje.QueelcastigodeDiosrecaigasobretodosellos.
Elhereje.Eseeraelasesino.Altaïrsearmódevaloryempezóaacercarsealosescalonesenellateraldelaplataforma,conunojoenAddinqueestabacaminandoprimero hacia lamujer. La prostituta. Incapaz de quitar los ojos de la espada quesosteníaAddin,quependíacasidemanerainformalasucostado,lamujerempezóallorardeunmodoincontrolable.
—¡Tentadora!—BramóAddin sobre sus sollozos—.Súcubo.Puta.Se lepuedellamardemuchasformas,perosupecadosiguesiendoelmismo.Lediolaespaldaalas enseñanzas de nuestro Profeta, que la paz sea con él.Mancilla su cuerpo paramejorarsuposición.Loshombresquelatocanquedanmanchadosparasiempre.
En respuesta lamuchedumbre abucheó.Altaïr caminó unos cuantos pasosmáshacia la tribuna. Observó a los guardias y vio que su atención estaba centrada enAddin.Bien.
—Castígala—gritóunespectador.Addinloshabíallevadoaunestadodefuriajustificada.—Tienequepagar—estuvodeacuerdootro.Lamujerdejódelloriquearparagritaralamultitudqueclamabasusangre.—Este hombremiente.Hoy no estoy aquí porqueme haya acostado con otros
www.lectulandia.com-Página100
hombres,puestoquenolohehecho.Quierematarmeporquenomeacostaríaconél.LosojosdeMajdAddinestallaronenllamas.—Inclusoahora,quese leofrece la redención,continúaengañando.Rechaza la
salvación.Tansolohayunamaneradehacerfrenteaesto.Le dio tiempo a gritar «No», cuando su espada destelló y se la clavó en el
estómago.Enelmomentodesilencioquehuboacontinuaciónseoyóelsonidodesusangre derramándose sobre los tablones de la plataforma, antes de que un «ooh»colectivo se alzarade lamuchedumbre,que semovió cuando losde los ladosy lapartetraseraintentaronvermejoralamujerdestripada.
Altaïrestabamáscercadelosescalonesahora,peroelmovimientorepentinodela multitud le había dejado un poco expuesto. Aliviado, contempló cómo Addincaminaba a grandes zancadas hacia el siguiente prisionero que gimoteaba y losespectadoresretrocedierondenuevo,anticipándosealpróximoasesinato.
Addinseñalóalhombredelquehabíadichoqueeraunjugador.Unhombrequenopodíaabstenersedelalcoholylasapuestas.
—¡Quévergüenza!—chillóelgentío.Aunqueeranelloslosqueestabanobnubilados,enfermosporsuseddesangre.—¿Un juego de azarme condena amuerte?—Gritó el jugador, que tiraba por
últimavezlosdados—.Dimedóndeestáescrito.Elúnicopecadoquecorrompeestaciudaderestú.
—¿Así que le dices al pueblo que es aceptable desafiar la voluntad de nuestroProfeta,lapazseaconél?—ReplicóAddin—.Ysivamosaignorarsusenseñanzas,¿quéserádelosotros?¿Cómoterminaremos?Yocreoqueenelcaos.Yesonopuedepermitirse.
Suhojareflejóelsoldelatarde.Lahundióenlabarrigadeljugadorygruñóaltirarlahaciaarribaparaabrirunaheridaverticalenelabdomendelhombreyexponersusentrañas.Encantada,lamultitudlanzóungritofingidodeascoybullóaunladoparaverlasiguientemuerte,máscercadelospasosdeAltaïr.
Addincaminódespaciohaciaeltercerprisioneroysacudiólasangredesuhoja.—Este hombre—dijo, señalando al tembloroso cautivo— tomó lo que no era
suyo.Eldineroqueotroganó trabajando.Podríahaberpertenecidoacualquieradevosotros.Asíquetodoshabéissidoviolados.¿Quédicesalrespecto?
—Nofuemásqueundinar—contestóelacusado,queimplorabaclemenciaalamuchedumbre— que encontré en el suelo. Lo dice como si lo hubiera hecho sinpermiso,comosiselohubieraarrebatadoaalguiendelasmanos.
Pero la multitud nomostraba compasión. Los espectadores, que ahora estabanfrenéticos,clamabansusangre.
—Hoyundinar—chillóAddin—,mañanauncaballo.Aldíasiguiente,lavidadeotrohombre.Elobjetoensímismonoeslotrascendente.Loqueimportaesquetellevaste lo que no era tuyo. Si permito tal comportamiento, otros creerán que escorrecto.¿Ycómoterminaría?
www.lectulandia.com-Página101
Se colocó delante del ladrón, cuyas últimas súplicas se interrumpieron cuandoAddinhundiósuhojaensustripas.
Ahoracentraríasuatenciónenelasesino.Altaïrdebíaactuarrápido.Tansololequedaban unos instantes. Agachó la cabeza y empezó a abrirse camino entre elgentío,concuidadodenoparecerquetuvieraalgúnpropósitoespecial.Simplementeque quería estar lo más cerca posible de la parte delantera. Para entonces, MajdAddinyahabía llegadohastaelasesinoy,comosi talcosa, leagarródelpeloy lelevantólacabezaparamostrárseloalamultitud.
—Este hombre difunde propaganda y mentiras maliciosas —bramó conmalevolencia—. Tan solo tiene el asesinato en su mente. Envenena nuestrospensamientosigualquesuespada.Enfrentaahermanos.Alpadrecontraelhijo.Esmáspeligrosoquecualquierenemigoconelquenoshayamostopado.Esunasesino.
Fue recompensado con una inhalación colectiva. Altaïr ya había llegado a losescalones. A su alrededor la muchedumbre bullía, los espectadores entusiasmadospedíanagritoselgolpemortal.
—¡Acabadconelinfiel!—¡Matadlo!—¡Rebanadleelcuello!Elasesino,conlacabezaaúnsujetaporAddin,habló:—Aunquemematéis,no lograréisestarasalvo.Veoelmiedoenvuestrosojos,
oigoeltemblordevuestrasgargantas.Tenéismiedo.Tenéismiedoporquesabéisquenopodéisacallarnuestromensaje.Porquesabéis
quenopodéisdetenernos.Altaïr estaba al final de las escaleras. Estaba allí como si intentara ver mejor.
Otros le habíanvisto y hacían lomismo.Los dos guardias estabanmuyocupados.Delante, Addin había terminado de dirigirse a la muchedumbre, que se mostrabaagitada y desesperada por ver la última muerte. Se volvió hacia el prisionero,blandiendosuespada,conlahojayamanchadadesangre,yavanzóparaasestarleelgolpemortal.
Entonces,comoalertadoporunsentidosuperior,sedetuvo,girólacabezaymiródirectamenteaAltaïr.
Poruninstantefuecomosilaplazasecontrajera,comosilamultitudalborotada,los guardias, el condenado y los cadáveres ya no estuvieran allí. Y mientras semiraban, Altaïr vio que Addin caía en la cuenta de que su muerte estaba cerca.Después,Altaïrmovióeldedoanularylahojaseactivóallanzarsehaciadelante,laretiróyselaclavóaAddinconunmovimientoquedurómenosqueunabrirycerrardeojos.
La muchedumbre rugió y gritó, sin saber qué hacer ante el giro de losacontecimientos.Addinsesacudióyseretorció,mientraslasangrebombeabadelaheridaenelcuello,peroAltaïrlesostuvofirmeconlasrodillasylevantólahoja.
—Tu trabajo ha terminado—le dijo aAddin y se puso tenso cuando estaba a
www.lectulandia.com-Página102
puntodeasestarelúltimogolpe.A su alrededor sehabíadesatado el caos.Losguardias acababande advertir lo
sucedidoeintentabanabrirsecaminohastalaplataformaatravésdelgentíopresadelpánico. Altaïr tenía que terminar, rápido. Pero quería oír lo que Addin tenía quedecirle.
—No.No.Tansoloacabadeempezar—dijoAddin.—Dime, ¿qué tienes que ver en todo esto? ¿Pretendes defendertemientras los
demásencuentranunaexplicaciónconvincenteatusmalasacciones?—LaHermandadqueríalaciudad.Yoqueríaelpoder.Tenía…unaoportunidad.—Laoportunidaddematarinocentes—dijoAltaïr,queoyóelsonidodelospasos
quecorrían.Lagentehuíadelaplaza.—No son tan inocentes. Las voces disidentes hieren tanto como el acero.
Perturbabanelorden.EnestoestoydeacuerdoconlaHermandad.—¿Matasalagentesoloporquenopiensacomotú?—Por supuesto que no… Los he matado porque podía. Porque era divertido.
¿Sabes lo que es determinar el destino de otro hombre? ¿Y has visto cómo meanimabalagente?¿Cómometemían?Eracomoundios.Habríashecholomismosihubieraspodido.Tanto…
—Antes,quizá.Peroluegoaprendíloqueesdeaquellosquesealzanporencimadelosdemás.
—¿Yquées?—Mira.Dejaqueteloenseñe.TerminóconMajdAddin,cerrólosojosdeltiranoymanchólapluma.—Todaslasalmasprobaránlamuerte—dijo.Y entonces se puso de pie para enfrentarse a los guardias justo cuando una
campanaempezóasonar.Unsarraceno se le echóencimay le esquivó,gruñendo, al tiempoquehacíaal
hombre retroceder. Había más subiendo apresuradamente a la plataforma y seencontróenfrentándoseatresalavez.Unocayógritandobajosuhoja,otroperdióelequilibrioalresbalarseconlasangre,cayó,yAltaïracabóconél.Alverunhueco,elasesino saltó del cadalso, accionó su hoja y le pinchó a un guardia al aterrizarmientraslaespadadelhombregolpeabaalaire.
Su única salida estaba en la plaza y esquivó a otros dos atacantesmientras seacercabapocoapocoalaentrada.Sellevóuncorteynotólasangrecalientecorreraraudalesporelbrazo;después,agarróaunespadachínylolanzócontraunsegundo.Ambos cayeron gritando al suelo. Altaïr salió disparado hacia la entrada y llegócuando un trío de soldados se acercaba a toda prisa. Pero los pilló por sorpresa:atravesó a uno con su espada, le cortó el cuello al segundo con su hoja y empujócontraelterceroalosdoshombresmoribundosquesecontorsionaban.
LaentradaestabadespejadaymiródetrásdelaplataformaparaveraloshombresdeMalik soltando al asesino y apartándolo de allí; luego, salió corriendo hacia un
www.lectulandia.com-Página103
sendero donde un cuarto guardia le esperaba con una pica, con la que se acercógritando.Altaïrsaltó,seagarróalbordedeunmarcodemaderayselanzósobreuntoldo,notandocómosilbabansusmúsculos.Debajoseoyóungritodefrustracióny,mientrassubíahaciaeltejado,vioungrupodesoldadossiguiéndole.Paradetenerlos,matóaunoconuncuchilloarrojadizo,luegocorriócomounaflechaporlostejados,esperóaque lacampanadejaradesonar,ydesaparecióentre lamultitudal tiempoqueescuchabacómolanoticiasepropagabaporlaciudad:unasesinohabíamatadoalregente.
www.lectulandia.com-Página104
24
Sinembargo,aúnhabíaalgoqueAltaïrnecesitabaaveriguar.Y con el últimode los regentes de la ciudadmuerto, ahora era elmomento de
preguntarlo.SearmódevalormientrasleconducíanunavezmásalasdependenciasdeAlMualim.
—Entra,Altaïr.Confíoenquehayasdescansadobien.¿Estáspreparadoparalaspruebasquetequedan?—dijoelMaestro.
—Sí.Peroanteshablaréconvos.Tengoalgunaspreguntas…AlMualimindicósudesaprobaciónalzandolabarbillayapretandounpocolos
labios.SindudarecordabalaúltimaocasiónenlaqueAltaïrlehabíapresionadoenbuscaderespuestas.YasílohizoAltaïr,quienhabíadecididoandarconmáscuidadoestavez,puesnoteníamuchasganasdevolveraverlahojadelMaestro.
—Pregunta,entonces—dijoAlMualim—.Contestarélomejorquepueda.Altaïrrespiróhondo.—El reymercader deDamascomataba a los nobles quegobernaban la ciudad.
MajdAddin en Jerusalén utilizaba elmiedo para someter al pueblo. Sospecho queGuillermo pretendía matar a Ricardo y tomar Acre con sus tropas. Esos hombresteníanqueayudarasus líderes,peroencambiodecidierontraicionarlos.Loquenoentiendoesporqué.
—¿Acasonoesobvialarespuesta?LosTemplariosdeseanelcontrol.Todosesoshombres, como has advertido, querían reclamar sus ciudades en nombre de losTemplariosparaasípodergobernarTierraSantayalfinalmásallá.Peronopuedenlograresamisión.
—¿Porqué?—preguntóAltaïr.—Sus planes dependen del tesoroTemplario…, el Fragmento del Edén…Pero
ahoralotenemosnosotrosynopuedenesperarlograrsusobjetivossinél.Porsupuesto,pensóAltaïr.Aquellaeralapiezaalaquesehabíanreferidotantas
desusvíctimas.—¿Quéesesetesoro?—preguntó.AlMualimsonrió,despuésfuehacialapartetraseradesusala,seinclinóyabrió
unarcón.Deallísacóunacaja,volvióasuescritorioylacolocóencima.Altaïrsupoloqueerasinmirarla,peroaunasíatrajosumirada;no,laarrastró.EralacajaqueMalikhabíacogidoenelTemploy,comoantes,parecíaresplandecer,irradiaralgúntipo de poder. Se dio cuenta de que había sabido todo el tiempo que aquel era eltesorodelquehablaban.ApartólosojosdelacajaparamiraraAlMualim,quehabíaestado observando su reacción. La cara del Maestro mostraba una expresiónindulgente, como si hubiera visto a muchos comportarse de aquella manera. Yaquelloeratansoloelcomienzo.
Puestoqueahoraabríalacajaysacabaunaesferadeltamañoaproximadodedospuños:unaesferadoradaconeldiseñodeunmosaicoqueparecíalatirporlaenergía,
www.lectulandia.com-Página105
de modo que Altaïr se preguntó si sus ojos le estarían engañando. Si a lo mejorestaba…vivadealgúnmodo.Peroquedótrastornado.Notabaquelaesferatirabadeél.
—Es…unatentación—entonóAlMualim.Yderepente,comounavelaqueseapaga,laesferadejódelatir.Suaurahabía
desaparecido.Deprontosuatracciónnoexistía.Volvíaaser…unaesfera:unacosaantigua,bonitaasumanera,peronodejabadeserunamerabaratija.
—Noesmásqueunacosadeplata…—dijoAltaïr.—Míralabien—insistióAlMualim.—Habrilladoporuninstante,peronotienenadadeespectacular—dijoAltaïr—.
¿Quésesuponequetengoquever?—Esta«cosadeplata»expulsóaAdányEva.EslaManzana.Conviertelospalos
enserpientes.DividióycerróelmarRojo.ErislautilizóparaempezarlaguerradeTroya.Yconella,unpobrecarpinteroconvirtióelaguaenvino.
¿LaManzana,elFragmentodelEdén?Altaïrlamiróconreserva.—Parecemuysimpleparatodoelpoderqueaseguráisquetiene—dijo—.¿Cómo
funciona?—Elquelaposeeordenaelcorazónylamentedecualquieraquelacontemple,
cualquieraquela«pruebe»,comodicen.—Entonces, los hombres deGarnier deNaplouse…—dijoAltaïr, pensando en
laspobrescriaturasdelhospital.—Un experimento. Usó las hierbas para estimular sus efectos… Para estar
preparadosparacuandolatuvieran.AhoraAltaïrloentendía.—Talal los abastecía. Tamir los equipaba. Se estaban preparando para algo…
Pero¿paraqué?—Paralaguerra—respondióAlMualimconcrudeza.—Ylosdemás…Loshombresquegobernabanlasciudades…Queríanreunira
sugente.ConvertirlosenseressemejantesaloshombresdeNaplouse.—Losciudadanosperfectos.Lossoldadosperfectos.Unmundoperfecto.—RobertdeSablénodebetenerlaensupoder—dijoAltaïr.—Mientrasélysushermanosvivan,lointentarán—dijoAlMualim.—Entonces,deberemosacabarconellos.—Y eso es lo que has estado haciendo. —Al Mualim sonrió—. Hay dos
Templariosmás que requieren tu atención—continuó—.Uno está enAcre y se leconocecomoSibrand.ElotroestáenDamascoysellamaJubair.VisitaaloslíderesdelasOficinas.Tedaránmásinstrucciones.
—Comodeseéis—aceptóAltaïreinclinólacabeza.—Date prisa—le apremióAlMualim—. Sin duda Robert de Sablé se pondrá
nervioso por nuestro éxito. Los seguidores que le quedan harán lo posible paradesenmascararte. Te conocen como el hombre de la capucha blanca. Te estarán
www.lectulandia.com-Página106
buscando.—Nome encontrarán.No soymás que una hoja entre lamultitud—respondió
Altaïr.AlMualimsonrió,orgullosounavezmásdesudiscípulo.
www.lectulandia.com-Página107
25
FueAlMualimquienleenseñóelCredoal jovenAltaïryaAbbas.ElMaestrohabíallenadosusjóvenescabezasconprincipiosdelaOrden.
Todoslosdías,trasundesayunodepanácimoydátiles,unasseverasinstitutricesseencargabandequeselavaranysearreglaran.
Después, con unos libros apretados contra el pecho, se apresuraban por lospasillos,conlassandaliasgolpeandolapiedra,charlando,entusiasmados,hastaquellegabanalapuertadelestudiodelMaestro.
Allí tenían un ritual.Ambos se pasaban lamano por la boca para pasar de unrostroalegreaunoserio,elqueesperabaelMaestro.
Entonces,unodeellosllamaría.Poralgunarazón,alosdoslesgustaballamaralapuerta,asíque lohacíanundíacadauno.LuegoesperabanaqueelMaestro lesinvitaraaentrar.Allí,sesentabanconlaspiernascruzadassobreunoscojinesqueAlMualim había llevado especialmente para ellos: uno para Altaïr y otro para suhermano,Abbas.
Alprincipiodesututela,teníanmiedoynoestabansegurosdesímismos,elunodelotroysobretododeAlMualim,quelesdabaclaseporlamañanayporlatarde,con entrenamiento en el patio después de comer y otra vez por la noche. Pasabanmuchas horas aprendiendo las costumbres de la Orden, observando al Maestrocaminarporelestudio,conlasmanosalaespalda,parándosedevezencuandoparaamonestarlos si pensaba que no estaban prestando atención. Ambos encontrabandesconcertanteelúnicoojodeAlMualimysequedabanparalizadosavecesporsuvisión.HastaqueunanocheAbbassusurróensuhabitación:
—Eh,Altaïr.Altaïrsevolvióhaciaél,sorprendido.Ningunodelosdoshabíahechoesoantes,
empezarahablardespuésdequehubieranapagadolasluces.Sequedabantumbadosen silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Hasta aquella noche.Habíalunallenaylacortinadelaventanabrillabablancaeiluminabalahabitaciónde un tono gris suave.Abbas estaba tumbado de lado,mirando aAltaïr, y cuandoatrajolaatencióndelotrochico,setapóunojoconunamanoydijo,imitandoaAlMualimcasialaperfección:
—NosomosnadasinoacatamoselCredodelosasesinos.Altaïrsehabíadeshechoenrisitasydesdeaquelmomentofueronamigos.Desde
entonces,cuandoAlMualimlesreprendía,eraporlarisacontenidaqueoíacuandolesdabalaespalda.Derepente,lasinstitutricessedieroncuentadequeloschicosqueteníanasucargonoerantansumisosniconformes.
YAlMualimlesenseñólosprincipios.Losprincipiosquenocumpliríamástardeen su vida Altaïr a un precio muy alto. Al Mualim les dijo que los asesinos noasesinabandemanera indiscriminada,nocomo legustabapensar a todoelmundo,sinoqueselesencomendabantareassoloparaacabarconelmalylacorrupción;su
www.lectulandia.com-Página108
misión era llevar la paz y la estabilidad a Tierra Santa, inculcar un código no deviolencianiconflicto,sinodepensamientoyreflexión.
Lesenseñóacontrolarsussentimientosyemociones,aencubrirsutemperamentoya integrarseenelmundoque les rodeaba,parapodermoverseentre laspersonasnormales, inadvertidos, como un espacio en blanco, como un fantasma entre lamultitud. Para la gente, el asesino debía ser una especie de magia que no podíacomprender,dijo,peroque,comotodamagia,fuerarealidadsometidaalavoluntaddelasesino.
Lesenseñóaproteger laOrdenen todomomento;que laHermandadera«másimportantequetú,Altaïr.Esmásimportantequetú,Abbas.EsmásimportantequeMasyafyqueyomismo».Porlotanto,laaccióndeunasesinonuncadebíaperjudicaralaOrden.ElasesinonuncadeberíacomprometeralaHermandad.
YaunqueundíaAltaïrignoraríatambiénestadoctrina,noseríaporfaltadeclasesde AlMualim. Les enseñó que los hombres habían creado fronteras y las habíandeclarado«auténticas»y«reales»,cuandodehechoeranfalsosperímetros,impuestospor los que se suponía que eran los líderes. Les mostró que la realidad erainfinitamentemás amplia de lo que era capaz de concebir la limitada imaginaciónhumana,yquetansolounospocospodíanvermásalládeloslímites;ytansolounospocosseatrevíaninclusoacuestionarsuexistencia.
Esoseranlosasesinos.Porque losasesinoserancapacesdeverelmundo talycomoera,poresopara
ellostodoeraposible;todoestabapermitido.Todoslosdías,conformeAltaïryAbbasaprendíancadavezmássobrelaOrden,
tambiéncrecían juntos.Pasabancasi el día entero el unoconel otro.Fuera loquefuese lo queAlMualim les enseñara, su realidad diaria era de hecho insustancial.Consistíaenellosmismos,lasinstitutrices,lasclasesdeAlMualimyunasucesióndeentrenadoresdecombate,cadaunodeunaespecialidaddistinta.Ylejosdequetodoestuviera permitido, prácticamente nada lo estaba. Cualquier entretenimiento loofrecíanlosmismoschicosysepasabanmuchashorashablandocuandodebíanestarestudiando.Raraveztratabaneltemadesuspadres.AlprincipioAbbassolohablabadequeAhmadregresaríaundíaaMasyaf,perocuandolosmesesseconvirtieronenaños cadavezhablabamenosde ello.Altaïr leveía junto a laventana,mirandoelvalleconojosvidriosos.Entoncessuamigocomenzóarecluirseysevolviómenoscomunicativo.Yanosonreíacontantarapidez.Antesestabahorashablando;ahora,encambio,sequedabajuntoalaventana.
AltaïrpensóquesiAbbassupiera loque lehabíasucedidoasupadre,eldolorestallaríayse intensificaría, luegose transformaríaenundolorsordo,comoelqueAltaïrhabíaexperimentado.Elhechodequesupadrehubieramuertoledolíatodoslosdías,peroalmenoslosabía.Esaeraladiferenciaentreundoloramortiguadoylasensaciónconstantededesesperanza.
Asíqueunanoche,despuésdequeapagaranlasvelas,selocontóaAbbas.Con
www.lectulandia.com-Página109
la cabeza gacha, conteniendo las lágrimas, le contó a Abbas que Ahmad habíaentrado en susdependenciasy allí sehabíaquitado lavida, peroAlMualimhabíadecididoqueeramejorocultaraquelhechoalaHermandad,«paraprotegerte.PeroelMaestronohasidotestigodirectamentedetuanhelo.Yotambiénperdíamipadre,asíqueséloquees.Séqueeldolorvadesapareciendoconeltiempo.Aldecírtelo,esperohaberteayudado,amigomío».
Abbasselimitóaparpadearenlaoscuridadydespuéssediolavueltaensucama.AltaïrsepreguntócómoesperabaquereaccionaraAbbas.¿Conlágrimas?¿Enfado?¿Incredulidad?Habíaestadopreparadoparatodo.Inclusohabíapensadoencortarleel paso para impedir que fuera alMaestro. Pero no había esperado aquel…vacío.Aquelsilencio.
www.lectulandia.com-Página110
26
AltaïrestabasobreuntejadodeDamasco,conlamiradaensupróximoobjetivo.Eloloraquemadoleponíaenfermo.Yverlotambién.Estabanquemandolibros.
Alcontemplarcómosearrugaban,seennegrecíanysequemaban,Altaïrpensóensupadre,enquesehabríaindignado;AlMualimtambién,cuandoselocontó.Quemarlibroseraunaafrentaalmododeprocederdelosasesinos.Aprenderesconocimiento,yelsaberes libertadypoder.Losabía.Lohabíaolvidado,dealgúnmodo,pero levinootravezalamemoria.
Semantuvo fuera de la vista, en la cornisa del tejado que daba al patio de lamadraza de Jubair enDamasco. El humo se levantaba hacia donde él estaba, peroabajo toda la atención estaba centrada en el fuego, en los montones de libros,documentosypergaminosenelcentro.EnelfuegoyenJubairal-Hakim,queestabaallado,gritandoórdenes.Todosestabanhaciendosupartemenosuno,segúnadvirtióAltaïr.Esteeruditoestabaaunlado,conlavistaclavadaenelfuegoysuexpresiónretumbandoenlospensamientosdeAltaïr.
Jubair llevaba botas de cuero, un turbante negro y el ceño fruncido demanerapermanente.Altaïr leobservócondetenimiento:sehabíaenteradodemuchascosassobre él. Jubair era el jefe de los eruditos enDamasco, pero tan solo por el título,puestoqueeraunestudiosofueradelocomún,queinsistíanoendifundirelsaber,sinoendestruirlo.En subusca,había alistadoa los académicosde la ciudad, cuyapresenciaestabafomentadaporSalahAl’din.
¿Y por qué lo hacía? ¿Por qué reunían todos aquellos documentos para luegodestruirlos?Poralguna«nuevacostumbre»ouna«Nuevaorden»delaquehabíaoídohablarantesAltaïr.Noestabaclaro loque incluíaexactamente,aunquesabíaquiénestabadetrás.LosTemplarios.Supresaeraunodeellos.
—Todoslostextosdelaciudaddebenserdestruidos.Debajodeél,Jubairestabaexhortandoasushombresconunfervorfanático.Sus
ayudantescorríanatodaprisa,conlosbrazoscargadosdepapelesquehabíansacadodealgúnsitioocultoalosojosdeAltaïr.Losarrojabanalasllamas,queflorecíanycrecíanconcadanuevolanzamiento.Porelrabillodelojovioqueuneruditoalejadocadavezseinquietabamás,hastaque,derepente,comosiyanopudieracontenerse,diounsaltohaciadelanteparaenfrentarseaJubair.
—Amigo mío, no debéis hacerlo —dijo con un tono jovial que ocultaba suevidenteangustia—.Haymuchosaberenestospergaminos,quenuestrosancestrospusieronallíporalgunarazón.
Jubairsedetuvoparamirarloconmanifiestodesdén.—¿Yquérazónesesa?—gruñó.—Sonmodelosparaguiarnos,parasalvarnosdelaoscuridaddelaignorancia—
imploróelerudito.Las llamas se elevaron a su espalda. Los estudiosos volvieron cargados de
www.lectulandia.com-Página111
montonesdelibrosquedepositaronenelfuegoyalgunoslanzaronmiradasnerviosashaciadondeestabanJubairyeldisidente.
—No.—Jubairdiounpasohaciadelante,obligandoalnegativistaaretroceder—.Estos trozos de papel están llenos de mentiras. Envenenan vuestras mentes. Ymientrasexistan,nopodréisverelmundotalycomoes.
Eleruditointentódesesperadamenteserrazonable,peroseguíasinpoderocultarsufrustración.
—¿Cómopodéis acusar a estos pergaminos de ser armas?Sonherramientas deaprendizaje.
—Acudísaellosenbuscaderespuestasysalvación.—Jubairavanzóotropasoyeldisidenteretrocedióunomás—.Confiáismásenellosqueenvosotrosmismos.Loqueoshacedébilesyestúpidos.Confiáisenpalabras.Engotasdetinta.¿Oshabéisparado a pensar quién las puso ahí? ¿O por qué? No. Os limitáis a aceptar suspalabrassincuestionarlas.¿Ysisonfalsas,comosuelenserlo?Espeligroso.
Eleruditoparecíaconfuso.Comosialguienleestuvieradiciendoqueelnegroerablancoylanoche,eldía.
—Osequivocáis—insistió—.Estostextosofreceneldondelconocimiento.Losnecesitamos.
Jubairseensombreció.—¿Quierestuspreciadosescritos?¿Haríascualquiercosaporellos?—Sí,sí.Porsupuesto.Jubairsonrió.Unasonrisacruel.—Puesúneteaellos.Leplantóambasmanosenelpechoyleempujóhaciaatrás,confuerza.Porun
instante, el eruditomedioperdióel equilibrio, se leabrieronmucho losojospor lasorpresa y agitó los brazos, desesperado, como si esperara volar para librarse delansiosofuego.Despuésfuereclamadoporelímpetudelempujón,cayóalasllamasyseretorcióenunacamadecalorabrasador.Gritóypataleó.Sutúnicaseprendió.Porunmomento, pareció intentar apagar las llamas, cuando lasmangas de su traje yaestaban ardiendo. Entonces sus chillidos cesaron. Y contenido en el humo que sealzaba hacia Altaïr estaba el olor nauseabundo a carne humana asada. Se tapó lanariz.Enelpatiodeabajo,loseruditoshicieronlomismo.
Jubairsedirigióaellos:—Cualquierhombrequehablecomoloacabadehacerél,recibiráelmismotrato.
¿Algunodevosotrosdeseadesafiarme?Nohuborespuestadeaquellosojostemerososdetrásdelasmanosquesealzaban
hastalanariz.—Bien—dijoJubair—.Lasórdenesqueosdoysonsimples.Salida laciudad.
Cogedtodoslosescritosquequedenyañadidlosalosmontonesdelascalles.Cuandohayáisterminado,enviaremosuncarroparairabuscarlosydestruirlos.
Loseruditossemarcharonyelpatioquedóvacío.Unabonitazonamarmolada,
www.lectulandia.com-Página112
falta de lustre por la aberración de la hoguera. Jubair la rodeó, contemplando elfuego.Devezencuandolanzabaunamiradanerviosaasualrededoryparecíaestarescuchandocondetenimiento.
Perosioíaalgo,eraelcrepitardelfuegoyelsonidodesupropiarespiración.Serelajóunpoco,loquehizosonreíraAltaïr.Jubairsabíaquelosasesinosibanaporél.Comosecreíamásinteligentequesusejecutores,habíaenviadoseñuelosalascallesde la ciudad,unos señueloscon susescoltasdemásconfianza,paraqueel engañofuera completo. Altaïr se movió en silencio por el tejado hasta que estuvodirectamenteencimadelquemadordelibros.Jubairpensabaqueallíestabaasalvo,encerradoensumadraza.
Perono.Habíaacabadoconsuúltimosubordinado,quemadoelúltimolibro.¡Zas!Jubairmiróhaciaarribayvioalasesinodescendiendoensudirección,conlahoja
extendida.Demasiadotarde,intentósalircorriendo,perolahojayaestabaclavadaensucuello.Conunsuspiro,cayósobreelmármol.
Suspárpadosseagitaron.—¿Porqué…porquéhashechoesto?Altaïrexaminóelcadáverennegrecidodeleruditoquehabíaechadoalahoguera.
Conlacarnequemadahastaelcráneo,eracomosiestuvierasonriendoampliamente.—Loshombresdebenserlibresparahacerloquecreen—ledijoaJubair.Retiró
la hoja de su cuello y la sangre goteó sobre el mármol—. No tenemos derecho acastigaraalguienporloquepiensa,sinimportarcuántoestemosendesacuerdo.
—¿Yqué?—dijocasisinalientoelhombremoribundo.—Tú más que nadie deberías saber la respuesta. Educarlos. Enseñarles la
diferenciaentreelbienyelmal.Debeserelsaberloqueleshagalibres,nolafuerza.Jubairserio.—No aprenden de lo arraigadas que están sus costumbres. Eres un ingenuo si
opinaslocontrario.Esunaenfermedad,asesino,paralaquenohaycura.—Teequivocas.Yporesotienesquedescansar.—¿Nosoycomoesospreciadoslibrosquequieressalvar?¿Unafuentedeenergía
conlaquenoestásdeacuerdo?Sinembargo,teapresurasaquitarmelavida.—Unpequeñosacrificioparasalvaramuchos.Esnecesario.—¿Nosonlosantiguospergaminosenlosqueseinspiraronloscruzados?¿Los
queinundaronaSalahAl’dinyasushombresdeunasensacióndefuriajustificada?Sus textosponenenpeligrootros.Traen lamuerte.Yo tambiénestabahaciendounpequeñosacrificio.—Sonrió—.Aunqueahorayaimportapoco.Yahasterminadoyyotambién.
Selecerraronlosojosalmorir.Altaïrsepusoenpie.Leechóunvistazoalpatioyviosubellezayfealdad.Luego,aloírunospasosqueseaproximaban,semarchó.Alostejadosyporlascalles.Seperdióenlaciudad.Convirtiéndoseennadamásqueunahojaentrelamultitud…
www.lectulandia.com-Página113
—Tengo que hacerte una pregunta —dijo Al Mualim la siguiente vez que sevieron.
Había restablecido la posición deAltaïr y el asesino volvía a ser una vezmásMaestro asesino. Aun así, era como si su mentor quisiera estar seguro. QueríaasegurarsedequeAltaïrhabíaaprendido.
—¿Cuáleslaverdad?—preguntó.—Nos llenamos de fe —respondió Altaïr, impaciente por complacerle; quería
mostrarlequesíhabíacambiado,quesudecisióndemostrarclemenciahabíasidolaadecuada—.Vemoselmundotalcomoesyesperoquealgúndíatodalahumanidadvealomismo.
—¿Quéeselmundo,entonces?—Una ilusión—contestó Altaïr— a la que podemos someternos, como hacen
muchos,oirmásallá.—¿Yquéesirmásallá?—Reconocer que las leyes no surgen de la divinidad, sino de la razón. Ahora
entiendoquenuestroCredononosordenaserlibres.—Ydeprontolocomprendiódeverdad—.Nosordenasersabios.
HastaahorahabíacreídoenelCredo,perosinsabersuverdaderosignificado.Eraunallamadaparacuestionar,paraaplicarelpensamiento,elconocimientoylarazónentodasycadaunadelasmisiones.
AlMualimasintió.—¿VesahoraporquélosTemplariossonunaamenaza?—Mientrasquenosotrosdisipamoslailusión,elloslautilizanparagobernar.—Sí.Pararestructurarelmundoaunaimagenmásagradableparaellos.Poreso
temandéquerobarassutesoro.Poresolomantengoguardadobajollave.Yeseeselmotivoporelquelosmataste.Mientrassobrevivauno, loharátambiéneldeseodecrear unNuevoOrdenMundial.Ahora debes encontrar a Sibrand.Con sumuerte,RobertdeSabléporfinserávulnerable.
—Asísehará.—Quelapazylaseguridadseancontigo,Altaïr.
www.lectulandia.com-Página114
27
Altaïr hizo el que esperaba que fuera el último viaje a Acre, devastada por laguerra,sobrelaquecolgabaunpermanentepañomortuorio.
Allí,realizósusinvestigacionesyluegovisitóaJabalenlaOficinapararecogerelindicador.AlmencionarelnombredeSibrand,Jabalasintióconsabiduría.
—Me es familiar ese hombre. Le acaban de nombrar líder de los CaballerosTeutónicos.ViveenelBarrioVenecianoydirigeelpuertodeAcre.
—Séesoymás.Jabalalzólascejas,impresionado.—Continúa,entonces.Altaïr le contó cómo Sibrand había requisado los barcos delmuelle y pensaba
utilizarlosparaestablecerunbloqueo.PeronoparaevitarelataquedeSalahAl’din.Ese era el aspecto revelador. Según las averiguaciones deAltaïr, Sibrand planeabaimpedir que los hombres deRicardo recibieran víveres. Teníamucho sentido. LosTemplariosestabantraicionandoalossuyos.Todoseestabaaclarando,porlovisto:la naturaleza del artefacto robado, la identidad de la Hermandad que conectaba atodossusobjetivos,inclusosuúltimavíctima.Aunasí…
Seguíateniendounasensaciónquenopodíaquitarsedeencima.Lasensacióndeque,inclusoahora,laincertidumbregirabaasualrededorcomolabrumadeprimerahoradelamañana.
—Se dice que Sibrand está consumido por el miedo, que le ha vuelto loco elhechode saberque sumuerte seaproxima.Hacerrado lazonadelpuerto,yahoraestáencerradoallídentro,esperandoquelleguesubarco.
Jabalreflexionó.—Esopuedeponerlotodoenpeligro.Mepreguntocómosehabráenteradodetu
misión.—Por los hombres que he matado. Están todos relacionados. Al Mualim me
advirtiódequesehabíapropagadoentreelloslanoticiademisactos.—Nobajeslaguardia,Altaïr—leaconsejóJabalalentregarlelapluma.—Desdeluego,rafiq.Perocreoquesaldrébeneficiado.Elmiedoledebilitará.Sediolavueltaparamarcharsey,mientraslohacía,Jaballellamó.—Altaïr…—¿Sí?—Tedebounadisculpa.—¿Porqué?—Pordudardetudedicaciónanuestracausa.Altaïrpensó.—No.Fuiyoelqueseequivocó.MecreíaporencimadelCredo.Nomedebes
nada.—Comodesees,amigomío.Tencuidado.
www.lectulandia.com-Página115
Altaïr fue al puerto y traspasó el cordón de Sibrand con tanta facilidad comorespiraba.DetrásdeélsealzabanlasmurallasdeAcre,endiferentesnivelesdemalestado; delante de él, el puerto estaba lleno de barcos y plataformas, cascos yarmazones demadera. Algunos funcionaban como naves y otros se habían dejadoatrás en el asedio. Habían transformado el reluciente mar azul en un océano dedesechosmarrones.
Elmuelledepiedragris,aclaradaporelsol,eralaciudad.Losquetrabajabanyvivíanallíerangentedelmuelle,teníanelaspectodesergentedelmuelle.Teníanunaactitudtranquilayrostroscurtidos,acostumbradosasonreír.
Aunque hoy no. No bajo las órdenes de Sibrand, el Gran Maestro de losCaballerosTeutónicos.Nosolohabíaordenadoquesellaranlazona,sinoquelahabíallenadodeguardias.Elmiedoqueteníaaqueloasesinaraneracomounvirusquesepropagabaporsuejército.
Grupos de soldados se movían por los muelles con mirada errante. Parecíannerviosos y sus manos saltaban continuamente a las empuñaduras de sus sables.Estabannerviososysudabandebajodeaquellaspesadascotasdemalla.
Al darse cuenta de que se había armado un alboroto,Altaïr caminó en aquelladirección,yvioquelosciudadanosylossoldadoshacíanlomismo.Uncaballerolegritabaaunhombresanto.Porallícercasuscompañerosobservabanconinquietud,mientrasunos trabajadoresdelmuelleyalgunosmercaderessehabíanreunidoparaverelespectáculo.
—O… os equivocáis,Maestro Sibrand. Nunca sugeriría la violencia contra unhombreymenosaúncontravos.
AsíqueaqueleraSibrand.Altaïr tomónotadesupelonegro, la frenteanchayunos ojos crueles que parecían girar desenfrenadamente, como los de un perroenloquecidoporelsol.Sehabíaarmadocontodaslasarmasquehabíapodidoyloscinturones se le caían por el peso de las espadas, los puñales y los cuchillos.A laespaldallevabaelarcoylasplumasdelasflechasasomabanporsuhombroderecho.Parecíaagotado.Unhombredesenmarañandoelfuturo.
—Eso lo dices tú—le dijo al párroco, salpicándolo de saliva—, y aquí nadieresponderáporti.¿Quévoyasacardetodoesto?
—Yo…yotengounavidasencilla,señor,comotodosloshombresdelclero.Noespropiodenosotrosllamarlaatención.
—Tal vez.—Cerró los ojos y entonces los abrió de golpe—. O tal vez no teconozcanporquenoeresunhombredeDios,sinounasesino.
Al decir esas palabras, empujó hacia atrás al sacerdote y el hombre cayómal,tratandodeapoyarseenlasrodillas.
—Nunca—insistió.—Llevaslamismatúnica.Elhombresantoestabadesesperado.—Sisevistencomonosotros,estansoloparainfundirmiedoeincertidumbre.No
www.lectulandia.com-Página116
debéissucumbir.—¿Meestásllamandocobarde?—GritóSibrandconlavozquebrada—.¿Acaso
cuestionasmiautoridad?¿Esperas,talvez,quemispropioscaballerossevuelvanenmicontra?
—No.No.No…Noentiendoporquémehacéisesto…Nohehechonadamalo.—No recuerdo haberte acusado de haber obradomal, lo que hace tu arranque
bastanteextraño.¿Eslaculpaqueteobligaaconfesar?—Peronoestoyconfesandonada—replicóelsacerdote.—Ah.Desafiantehastaelfinal.Elsacerdoteparecíahorrorizado.Cuantomásdecía,peorera.—¿Aquéosreferís?Altaïrobservócómounasucesióndeemocionescruzaronel rostrodelanciano:
miedo,confusión,desesperanza.—GuillermoyGarnierfuerondemasiadoconfiados,ylopagaronconsusvidas.
Peroyonocometeréelmismoerror.SideverdaderesunhombredeDios,elCreadorseguroquecuidarádeti.Quedetengamimano.
—Oshabéisvueltoloco—gritóelsacerdote,quesediolavueltaparaimploraralos espectadores—: ¿Ninguno de vosotros va a hacer nada para impedir esto? Esevidentequeestáenvenenadoporsupropiomiedo,seempeñaenverenemigosallídondenoexisten.
Suscompañerosavanzaronarrastrandolospies,violentos,peronodijeronnada.Yasí actuaron los ciudadanos, que lemiraban sin apasionamiento.El sacerdotenoeraningúnasesino,elloslosabían,peronoimportabaloquepensaban.SealegrabandenoserelobjetivodelafuriadeSibrand.
—Porlovistolagentecompartemipreocupación—dijoSibrandydesenvainósuespada—.Loquehago,lohagoporAcre.
ElsacerdotechillómientrasSibrandleclavabasuhojaenlastripas,selaretorcía,luego la retiraba y la limpiaba. El anciano se estremeció en el muelle y, después,murió.LosguardiasdeSibrandcogieronelcadáverylotiraronalagua.
Sibrandcontemplócómosemovía.—Manteneos alerta, hombres. Informad a la guardia de cualquier actividad
sospechosa.Dudoquehayamosvistoalúltimoasesino.Cabronesinsistentes…Ahoravolvedavuestrotrabajo.
Altaïrviocómoélydosescoltassedirigíanhaciaunbotederemos.Elcuerpodelsacerdote chocó contra el casco al soltar amarras y luego comenzó a flotar por losdesechosdelpuerto.Altaïrsequedócontemplandoelmaryviounbarcomásgrandemásallá.AquelseríaelsantuariodeSibrand,pensó.SusojosvolvieronalesquifedeSibrand. Veía al caballero incorporándose para explorar las aguas a su alrededor.Buscabaasesinos.Siemprelosestababuscando.Comosifueranaemergerdelaguaquelerodeaba.
Queeraexactamente loque ibaahacer,decidióAltaïr,yavanzóhastaelcasco
www.lectulandia.com-Página117
más próximo, al que saltó, antes de atravesar embarcaciones y plataformas hastallegarcercadelbarcodeSibrand.AllívioaSibrandsubiendoalacubiertaprincipal,conlosojosbarriendoelaguaasualrededor.Altaïrleoyóordenandoalosguardiasque aseguraran las cubiertas inferiores y después pasó a una plataforma cerca delbarco.
UnvigíaleviollegaryestabaapuntodealzarsuarcocuandoAltaïrlelanzóuncuchilloarrojadizoysemaldijomentalmentepornohaberledadotiempoaprepararel asesinato.Comoeradeesperar, envezdecaer a lamaderade laplataforma sinhacerruido,elcentinelacayóalaguaconunsonoroplaf.
LosojosdeAltaïr semovierona lacubiertadelbarcoprincipal,dondeSibrandtambiénhabíaoídoelchapoteoyyaestabaempezandoaserpresadelpánico.
—Séqueestásahí,asesino—chilló.Sedescolgóelarco—.¿Cuántotiempocreesquepuedesesconderte?Tengocienhombresrecorriendoelpuerto.Teencontrarán.Ycuandolohagan,sufrirásportuspecados.
Altaïrabrazóelarmazóndelaplataforma,fueradelavista.Elaguachapaleabaensuspuntales.Porlodemás,todoestabaensilencio.
Una calma casi fantasmal que debió de poner nervioso a Sibrand tanto comocomplacióaAltaïr.
—Muéstrate, cobarde—insistió Sibrand con miedo en la voz—. Da la cara yacabemosconesto.
Todoensumomento,pensóAltaïr.Sibranddisparóunaflechaanada, luegosecolocóydisparóotra.
—Enguardia,hombres—gritóSibrandalascubiertasinferiores—.Estáporahí,enalgunaparte.Encontradlo.Acabadconsuvida.Habráunascensoparaelquemetraigalacabezadelasesino.
Altaïr saltóde laplataformaalbarcoyaterrizóconun ligerogolpeque resonóalrededordelaguaencalma.Esperó,agarradoalcasco,mientrasoíaarribalosgritosdepánicodeSibrand.Entoncesempezóatrepar.EsperóaqueSibrandestuvieradeespaldasparaacabardesubira lacubierta,ahoraa tansolopocosmetrosdelGranMaestro de los Caballeros Teutónicos, que merodeaba por la cubierta, gritandoamenazasaunmarvacío,quesoltaba insultosyórdenesasusguardias,quienesseapresurabanabajo.
Sibrandestabamuerto,pensóAltaïr,mientrasseacercabapor laespalda.Habíamuertoporsupropiomiedo,aunqueerademasiadoestúpidoparasaberlo.
—Porfavor…,nolohagas—dijocuandosedoblóhacialacubiertaconlahojadeAltaïrensucuello.
—¿Tienesmiedo?—preguntóelasesinoyretirólahoja.—Porsupuestoquesí—respondióSibrand,comosiseestuvieradirigiendoaun
imbécil.AltaïrrecordólocruelqueSibrandhabíasidoconelsacerdote.—Peroahoraestarásasalvo—dijo—,enlosbrazosdeDios…
www.lectulandia.com-Página118
Sibranddejóescaparunarisitaapocada.—¿Acasomishermanosnotehanenseñadonada?Séloquemeespera.Loque
nosesperaatodosnosotros.—SinoestuDios,entonces¿qué?—Nada.Nonosesperanada.Yesoesloquemedamiedo.—Nocrees—dijoAltaïr—,¿noescierto?¿Sibrandnotienefe?¿NotieneDios?—¿Cómoibaatenerlo,despuésdeloquesé?Deloquehevisto.Nuestrotesoro
eralaprueba.—¿Lapruebadequé?—Dequelavidaestodoloquetenemos.—Quédate un rato más, entonces —le presionó Altaïr—, y cuéntame tu
participaciónentodoesto.—Unbloqueo en elmar—le dijo Sibrand—para impedir que las reinas y los
reyestontosenviaranrefuerzos.Encuanto…,encuanto…Seibarápidamente.—¿…conquistaraisTierraSanta?—leanimóAltaïr.Sibrand tosió. Al volver a hablar, sus dientes, expuestos, estaban cubiertos de
sangre.—Laliberáramos,idiota.Delatiraníadelafe.—¿Libertad? Trabajáis para derrocar ciudades. Para controlar la mente de los
hombres.Matáisacualquieraquedigaalgoenvuestracontra.—Yosigomisórdenesycreoenmicausa.Lomismoquetú.—Notengasmiedo—dijoAltaïrylecerrólosojos.—Estamoscerca,Altaïr.
AlMualimsaliódedetrásdesuescritorioyatravesóunespesorayodeluzquebrillabaporlaventana.Suspalomasarrullabanfelicesenelcalordelatardeyhabíaesemismoaromadulceenelaire.Aunasí,apesardeaqueldía,yaunqueAltaïrunavez más se había ganado el rango y, lo que era más importante, la confianza delMaestro,nopodíarelajarseporcompleto.
—Robert de Sablé es todo lo que se interpone entre nosotros y la victoria—continuóAlMualim—.Subocadictalasórdenes.Sumanopagaeloro.ConélmuereelconocimientodeltesoroTemplarioycualquieramenazaquepudierarepresentar.
—Sigosinentendercómounasimplepartedeuntesoropuedecausartalcaos—dijoAltaïr.
Había estado reflexionando sobre las últimas palabras misteriosas de Sibrand.Habíapensadoenlaesfera,enelFragmentodelEdén.
Habíaexperimentadosuextrañaatraccióndeprimeramano,desdeluego,perosindudatansoloteníaelpoderdedeslumbraryentretener.
¿De verdad podía ejercer su poder por encima de cualquier otro preciado
www.lectulandia.com-Página119
ornamento?Teníaquereconocerquelaideaeraimaginativa.AlMualimasintiólentamente,comosileleyeralospensamientos.—ElFragmentodelEdéneslatentaciónhecharealidad.Miraloquelehapasado
aRobert.Encuantoprobósupoder,leconsumió.Noviounarmapeligrosaquedebíadestruir,sinounaherramientaqueleayudaríaallevaracabolaambicióndesuvida.
—Entonces,¿soñabaconelpoder?—Síyno.Soñaba,ytodavíasueña,comonosotros,conlapaz.—PeroesunhombrequequiereverTierraSantadestruidaporlaguerra…—No,Altaïr—gritóAlMualim—.¿Cómoesquenolovessifuistetúelqueme
abriólosojosaesto?—¿Aquéosreferís?Altaïrestabadesconcertado.—¿Qué quieren él y sus seguidores? Un mundo en el que los hombres estén
unidos. No desprecio su objetivo. Lo comparto. Pero discrepo en la manera dehacerlo.Lapazesalgoquesedebeaprender.Entender.Abrazar,pero…
—Élquiereimponerla.Altaïrasentíaahoraquelocomprendía.—Yrobarnosnuestrolibrealbedríoenelproceso—añadióAlMualim.—Quéextraño…Pensarenéldeesemodo—dijoAltaïr.—Nuncaalberguesodiohaciatusvíctimas,Altaïr.Esasideasestánenvenenadas
ynublarántujuicio.—¿Noselepodráconvencer,entonces?¿Paraquetermineestalocabúsqueda?AlMualimnegóconlacabezadespacioycontristeza.—Hehabladoconél,amimanera,atravésdeti.¿Quéeranlosasesinatos,sino
unmensaje?Perohaelegidoignorarnos.—Entoncestansoloquedahacerunacosa.PorfinibaaporDeSablé.Laidealeentusiasmaba,perodebíatenercuidadoy
equilibrarla con notas de precaución. No podía cometer el mismo error desubestimarlo.NiaDeSablénianadie.
—Jerusalén es donde te enfrentaste a él por primera vez y allí es donde leencontrarásahora—dijoAlMualim,yliberóasupájaro—.Ve,Altaïr.Hallegadoelmomentodeacabarconesto.
Altaïrsemarchó,bajólasescalerashastalaspuertasdelatorreysalióalpatio.Abbasestabasentadoenlavalla,yAltaïrnotósusojossobreélmientrascruzabaelpatio.Despuéssedetuvoysediolavueltaensudirección.SemiraronalosojosyAltaïrestuvoapuntodedeciralgo,noestabasegurodequé.Peroselopensómejor.Tenía cosas que hacer. Las viejas heridas eran exactamente eso: viejas heridas.Inconscientemente,encambio,lamanoselefuealcostado.
www.lectulandia.com-Página120
28
Lamañana siguiente a queAltaïr le contara aAbbas la verdad sobre supadre,Abbashabíaestadoinclusomásretraído,ynadadeloqueAltaïrledijolesacódesuestado.Desayunaronensilencio,sometiéndoseconresentimientoalasatencionesdesusinstitutrices,despuésfueronalestudiodeAlMualimyocuparonsussitiosenelsuelo.
SiAlMualimhabíanotadoalgunadiferenciaentrelosdosmuchachosasucargo,nodijonada.Tal vez estaba contento en secretoporque los chicosparecíanmenosdistraídosaqueldía.Talvezsimplementesuponíaquesehabíanenfadado,comosolíapasarlesalosjóvenesamigos.
Altaïr,sinembargo,permanecíasentadoretorciéndosepordentroyconlamentetorturada.¿PorquéAbbasnohabíadichonada?¿PorquénohabíareaccionadoanteloqueAltaïrlehabíacontado?
Mástarde,aquelmismodía,recibiríalarespuesta,cuandofuerancomosiemprealpatio de entrenamiento. Iban a practicar juntos con la espada, comode costumbre.PerohoyAbbashabíadecididoquenoqueríautilizarlasespadaspequeñasdemaderaconlasqueentrenabannormalmente,sinolashojasrelucientesconlasqueplaneabangraduarse.
Labib,suinstructor,estabaencantado.—Excelente,excelente—dijo,juntandolasmanos—,pero,recordad,nosegana
nadahaciendosangraralotro.Hacedelfavordenomolestaralosmédicos.Estaseráunapruebadecomposturaydeastuciaasícomodedestreza.
—Astucia—dijoAbbas—.Esotepega,Altaïr.Eresastutoytraicionero.Eran las primeras palabras que le decía aAltaïr en todo el día.Ymientras las
decía,lelanzóunamiradacontaldesprecio,contalodio,queAltaïrsupoquenadavolvería a ser igual entre ellos.Miró a Labib para pedirle, para implorarle que nopermitieralapelea,peroestabasaltando,feliz,enlavallaquerodeabaelcuadriláterodeentrenamiento,disfrutandodelhechodequeporfinhubieraunauténticocombate.
Tomaronposiciones,AltaïrtragósalivayAbbaslefulminóconlamirada.—Hermano—empezóadecirAltaïr—,loquedijeayerporlanoche,yo…—¡Nomellameshermano!El grito de Abbas retumbó por todo el patio. Y saltó hacia Altaïr con una
ferocidad que el chico nunca había visto en él antes. Pero aunque le enseñaba losdientes y los ojos enfurecidos estaban entrecerrados,Altaïr vio las lágrimasque sehabíanformadoensusextremos.Sabíaqueeramásqueunsimpleenfado.
—No,Abbas—ledijo,defendiéndosedesesperadamente.Miróasuizquierdayviolamiradadesconcertadadelinstructor;estabaclaroque
nosabíaquéhacerconel arrebatodeAbbaso la repentinahostilidadentreambos.Altaïrviodosasesinosmásacercarsea lazonadeentrenamiento,sindudaaloírelgritodeAbbas.Unosrostrosaparecieronenlaventanadelatorrededefensajuntoa
www.lectulandia.com-Página121
laentradadelaciudadela.SepreguntósiAlMualimestabamirando…Abbastiróhaciadelantelapuntadesuespada,loqueobligóaAltaïraecharsea
unlado.—Bueno,Abbas…—lereprendióLabib.—Quierematarme,Maestro—gritóAltaïr.—Noseasdramático,niño—dijoelinstructor,aunquenosonómuyconvencido
—.Podríasaprenderdeladedicacióndetuhermano.—Nosoy.—Abbasatacó—.Su.—Laspalabrasdelmuchachoestabanpuntuadas
congolpesviolentosdeespada—.Hermano.—Telocontéparaayudarte—gritóAltaïr.—No—replicóAbbas—.Mementiste.Volvióaatacarysonóungranrepiquedelacero.Altaïrseencontrótiradohacia
atrás por la fuerza, tropezó con la valla y casi se cae por encima de espaldas.Llegaronmás asesinos. Algunos parecían preocupados; otros, dispuestos a que lesentretuvieran.
—Defiende,Altaïr,defiende—bramóLabib,aplaudiendoconregocijo.AltaïrllevóhaciaarribasuespadaydevolviólosgolpesdeAbbas,obligándolea
moversehaciaelcentrodelcuadriláterounavezmás.—Tecontélaverdad—dijoentredientesmientrasseacercabanylashojasdesus
espadassedeslizabanunacontra laotra—.Teconté laverdadpara terminarcon tusufrimiento,igualquehabríaqueridoqueterminaraelmío.
—Mentiste para traerme la vergüenza —insistió Abbas, que cayó, pero seincorporó,agachado,conunbrazohaciaatrás,comoleshabíanenseñado,ylahojadesuespadatemblando.
—¡No!—gritóAltaïr.RetrocedióalatacarleAbbas,peroconunmovimientodemuñecaestelealcanzó
ylehizouncortequesangróporelcostadodeAltaïr.LeechóunvistazoaLabibconojossuplicantes,peroapartósuspreocupaciones.
Colocóunamanoensucostadoysemanchólasyemasdelosdedosdesangre,quelemostróaAbbas.
—Basta,Abbas—rogó—.Tedijelaverdadconlaesperanzadetraerteconsuelo.—Consuelo—dijoAbbas. Elmuchacho ahora le hablaba a lamultitud que se
habíacongregado—.Paraconsolarmemecuentaquemipadresesuicidó.Hubounos instantesdesilencioporelasombro.Altaïrapartó lavistadeAbbas
paramirar a losque ahora losobservaban, incapacesde comprender el girode losacontecimientos.Elsecretoquehabíajuradoguardarsehabíahechopúblico.
AlzólamiradahacialatorredeAlMualimyallívioalMaestro,observando,conlasmanosenlaespaldayunaexpresiónilegibleensurostro.
—Abbas—gritóLabibporfinalverquepasabaalgo—.Altaïr.Pero los dos muchachos que luchaban le ignoraron y sus espadas volvieron a
encontrarse.Altaïr,dolorido,sevioobligadoadefenderse.
www.lectulandia.com-Página122
—Creíaque…—empezóadecir.—Creístequemetraeríaslavergüenza—chillóAbbas.Laslágrimascaíanporsurostroal tiempoquerodeabaaAltaïr.Luegovolvióa
atacar ymovió su espada a lo loco.Altaïr se agachóy encontró unhueco entre elbrazo y el cuerpo de Abbas. Dio una estocada y le abrió una herida en el brazoizquierdo con la queAltaïr esperaba almenos detenerle lo suficiente para intentarexplicarse.
Pero Abbas chilló. Y con un grito de guerra final, saltó hacia Altaïr, que seescabullóbajo la hojaque agitaba, utilizando suhombropara frenar el impulsodeAbbas.Amboscayeron rodandoporel suelocon las túnicasmanchadasde tierraysangre. Por un momento, forcejearon, pero Altaïr sintió un dolor punzante en elcostado,puesAbbasestabahundiendoelpulgaren laheridayusóesaoportunidadpara darse la vuelta, ponerse encima de Altaïr e inmovilizarle en el suelo. De sucinturónsacóunpuñalylocolocóenelcuellodeAltaïr.
Sus ojos desorbitados estaban clavados en el chico y seguían derramandolágrimas.Respirabacondificultadatravésdelosdientesaldescubierto.
—¡Abbas!—seoyóquegritaban.NoeraLabibniningunode losallí reunidospara contemplarlos. Provenía de la ventana de Al Mualim—. Aparta ese cuchilloenseguida—bramóysuvozretumbócomountruenoenelpatio.
Comorespuesta,Abbassonóinsignificanteydesesperado.—Nohastaqueloadmita.—¿Quéadmitaqué?—gritóAltaïr,luchandoperomanteniéndosefirme.Labibhabíasaltadolavalla.—Venga,Abbas—dijoconlaspalmasextendidas,apaciguadoras—.Hazloque
tediceelMaestro.—Comoteacerques,seloclavo—gruñóAbbas.Elinstructorsedetuvo.—Teencerraráenunaceldaporesto,Abbas.Noesmaneradecomportarseenla
Orden.Mira,aquíhayaldeanos.Lanoticiasedifundirá.—Nomeimporta—lloróAbbas—.Tienequedecirlo.Tienequedecirquemintió
sobremipadre.—¿Enquémintió?—Dijoquemipadresehabíasuicidado.QuefuealcuartodeAltaïrparapedirle
perdónyluegosecortósupropiagarganta.Peromintió.Mipadrenosesuicidó.DejólaHermandad.Esafuesudisculpa.Ahoradimequementiste.
Presionólapuntadelpuñalcontrasucuelloylehizosangrarmás.—Abbas,basta—rugióAlMualimdesdesutorre.—Altaïr,¿mentiste?—preguntóLabib.Unsilencioenvolvióelpatiodeentrenamiento: todosesperaban la respuestade
Altaïr.MiróaAbbas.—Sí—dijo—,mentí.
www.lectulandia.com-Página123
Abbassesentóencuclillasycerró losojosconfuerza.Eldolorque lerecorriópareciósacudirletodoelcuerpo,ymientrasdejabacaerelpuñal,quesonóaltocarelsuelo del cuadrilátero, empezó a llorar. Todavía estaba llorando cuando Labib seacercóaély leagarróbruscamentedelbrazoparaponerledepieyentregarloaunpar de guardias que se acercaron corriendo. Unos instantes más tarde tambiéncogieronaAltaïr,alquellevaronapulsoaunacelda.
Después, Al Mualim decidió que, tras un mes en las mazmorras, deberíancontinuarsuentrenamiento.ElcrimendeAbbasfueconsideradoelmásseriodelosdos; era el que había dado rienda suelta a sus emociones y al hacerlo habíadesacreditado a laOrden. Su castigo fue que su entrenamiento se extendió un añomás.ContinuaríaenelpatiodeentrenamientoconLabibmientrasAltaïrseconvertíaenunasesino.LainjusticiaaumentabasuodioporAltaïr,quepocoapocofueviendoaAbbascomounafigurapatéticayamargada.
Cuandoatacaronlaciudadela,fueAltaïrquiensalvólavidadeAlMualimyfueascendidoaMaestroasesino.Aqueldía,Abbasescupióalsuelo,alospiesdeAltaïr,pero este tan solo lemiró con aire despectivo.Decidió queAbbas era tan débil einútilcomosupadre.
Talvez,mirandoatrás,fueraenesemomentocuandolecontaminólaarrogancia.
www.lectulandia.com-Página124
29
Cuando Altaïr llegó a la Oficina de Jerusalén, era otro hombre. No habíacometidoelerrordepensarqueaquelviajehabíafinalizado,puesaquellohabríasidotípico del antiguo Altaïr. No, sabía que no era más que el principio. Era como siMalik también lo percibiera. Había algo distinto en el líder de la Oficina cuandoAltaïrentró.Habíaunnuevorespetoyacuerdoentreellos.
—Seguridadypaz,Altaïr—dijo.—Sean también contigo, hermano—respondió Altaïr y hubo un momento de
silencio.—Parecequeeldestinosecomportadeunmodoextraño…Altaïrasintió.—Entonces,¿escierto?¿RobertdeSabléestáenJerusalén?—Hevistoaloscaballerosconmispropiosojos.MaliksetocóelmuñónalmencionaralTemplario.—La desgracia persigue a ese hombre. Si está aquí es porque tiene malas
intenciones.Noledarélaoportunidaddeactuar—dijoAltaïr.—Nodejesque lavenganzanuble tuspensamientos,hermano.Ambossabemos
quenadabuenopuedesalirdeahí.Altaïrsonrió.—No me he olvidado. No tienes nada que temer. No busco venganza, sino
conocimiento.Anteshabríarepetidoaquellaspalabrascomounpapagayo,puestoqueeraloque
seesperabadeél.Peroahoralocreíadeverdad.Malikdealgúnmodovolvióacomprenderle.—Esciertoquenoereselhombrequeconocía—dijo.Altaïrasintió.—Mitrabajomehaenseñadomuchascosas.Mehareveladosecretos.Peroaún
haypiezasdeestepuzlequenotengo.—¿Aquéterefieres?—Todosloshombresalosquehedadosepulturahabíantrabajadojuntos,unidos
porestehombre.Robert tieneplanesparaestepaís.Losémuybien.Pero¿cómoyporqué?¿Cuándoydónde?Todoesoaúnestáfuerademialcance.
—¿Los cruzados y los sarracenos trabajan juntos?—se preguntóMalik en vozalta.
—Nosonnadadeeso,sinootracosa.Templarios.—Los Templarios son parte del ejército cruzado—dijoMalik, aunque tenía la
preguntaescritaenelrostro:¿cómopodíanserhombresdelreyRicardosiestabanenJerusalén?¿Caminandoporlascallesdelaciudad?
—Oesoes loquequierecreer el reyRicardo—apuntóAltaïr—.No.Solo sonlealesaRobertdeSabléytienenlalocaideadequedetendránlaguerra.
www.lectulandia.com-Página125
—Esoquecuentasesmuyextraño.—Notienesniidea,Malik…—Puesdime.AltaïrempezóacontarleaMaliktodoaquellodeloquesehabíaenteradohasta
aquelmomento.—Robert y sus Templarios caminan por la ciudad.Han venido a presentar sus
respetosaMajdAddin.Asistiránasufuneral.Loquesignificaqueyotambién.—¿YporquélosTemplariosibanaasistirasufuneral?—Todavía tengo que adivinar sus verdaderas intenciones, aunque tendré una
confesión a su tiempo. Losmismos ciudadanos están divididos.Muchos piden susvidas.Aunasíotrosinsistenenqueestánaquíparanegociar.Paraconseguirlapaz.
Pensóeneloradorquelehabíacuestionado,quehabíaaseguradoconfirmezaquesus señores querían finalizar la guerra.DeSablé, un cristiano, asistía al funeral deMajdAddin,unmusulmán.¿NoeraesounapruebadequelosTemplariosbuscabanunaTierraSantaunida?
Los ciudadanos eran hostiles a la idea de los Templarios en Jerusalén. Laocupacióncruzadaaúnestabarecienteensumemoria.Comoeradeesperar,sehabíainformado de que había estallado la lucha entre cruzados y sarracenos, a quienesofendíalavistadecaballerosporlascalles.Laciudadnolograbaserconvencidaporlosoradores,queinsistíanvenirensondepaz.
—¿Paz?—dijoMalik.—Yalohecontado.Losotrosalosquematémelodijeron.—Entoncesseconvertiríanennuestrosaliados.Yaunasílosmatamos.—Noteequivoques,nonosparecemosennadaaesoshombres.Aunquesumeta
parecenoble, losmediospor losque la estánconsiguiendono lo son.Almenos…EsoesloquemeexplicóAlMualim.
Ignoróeldiminutogusanodedudaquesedeslizabaenelabismodesuestómago.—¿Ycuálestuplan?—AsistiréalfuneralymeenfrentaréaRobert.—Cuantoantesmejor—aceptóMaliky le entregóaAltaïr lapluma—.Que la
fortunafavorezcatuespada,hermano.Altaïrcogióelindicador.Tragósalivaydijo:—Malik…Antesdeirme,hayalgoquedeberíadecirte.—Suéltalo.—Hesidountonto.Malikdejóescaparunarisaseca.—Normalmentenorechistaría,pero¿quéesesto?¿Dequéestáshablando?—En todo este tiempo… no te he dicho que lo sentía. He sido demasiado
orgulloso.Perdisteelbrazopormiculpa.PerdisteaKadar.Teníastodoelderechoaestarenfadado.
—Noaceptotusdisculpas.
www.lectulandia.com-Página126
—Loentiendo.—No.Noloentiendes.Noaceptotusdisculpasporquenoereselmismohombre
que fue conmigo al Templo de Salomón, así que no tienes nada por lo que pedirperdón.
—Malik…—Talvez,sinotehubieratenidotantaenvidia,nohabríasidotandescuidado.Yo
tambiéntengopartedeculpa.—Nodigaseso.—Somos uno. Así como compartimos la gloria de nuestras victorias, también
deberíamoscompartireldolordenuestrofracaso.Deesemodoestamosmásunidos.Noshacemosmásfuertes.
—Gracias,hermano.YasíAltaïrseencontróenelcementerio,uncamposantopequeño,sinadornos,
juntoaungrupoescasodeTemplariosyciviles,quesehabíanreunidoalrededordelmontículodeMajdAddin,elantiguoregentedelaciudad.
Elcuerposehabíabañado,envueltoenunsudarioyllevadoenprocesión,luegoenterrado sobre el lado derecho y, una vez tapado el agujero, los miembros de laprocesiónhabíanañadidotierraalatumba.CuandoAltaïrentró,unimánsubíaparaoficiar el funeral y el silencio descendió sobre el suelo sagrado. La mayoríapermaneció con las manos juntas delante y la cabeza agachada como muestra derespeto hacia el muerto, así que a Altaïr le resultó fácil pasar entre la gente condisimulo para colocarse demanera estratégica. Para localizar a su objetivo.El quehabíapuestoaAltaïrenaquelcamino,cuyamuertenoseríamásqueuncastigoportodoelsufrimientoquehabíacausadoyloquehabíasucedidoporsuculpa:RobertdeSablé.
Alpasarpor las filasdeplañideras,Altaïr sepercatódequeera laprimeravezqueestabaenunfuneraldeunadesusvíctimas,ylanzóunamiradaasualrededorpara ver si había algún apenadomiembro de la familia del difunto por allí cerca,preguntándosecómoél,elasesino,sesentiríaalenfrentarseasudolor.PerosiMajdAddinhabíatenidoparientescercanos,estabanausentesomanteníanocultasupenaentrelosasistentes;nohabíanadiejuntoalatumbasalvoelimány…
UngrupodecaballerosTemplarios.Erantres,delantedeunafuentedecoradademaneraornamentada,empotradaen
unmuroaltodearenisca; llevabanarmadurayunoscascosque lescubrían toda lacara,inclusoelqueestabadelantedelosotrosdos,queademásllevabaunacapa.LacapadistintivadelGranMaestroTemplario.
Y aun así… Altaïr entrecerró los ojos y se quedó mirando a De Sablé. Elcaballeronoera comoAltaïr le recordaba. ¿Leestaba jugandounamalapasada sumemoria? ¿Tenía Robert de Sablé unas dimensiones más grandes en su cabezaporquelehabíavencido?Sindudalefaltabaaltura.¿Ydóndeestabaelrestodesushombres?
www.lectulandia.com-Página127
Elimánhabíaempezadoahablarysedirigíaalasplañideras:—NoshemosreunidoaquíparallorarlapérdidadenuestroqueridoMajdAddin,
arrebatado demasiado pronto de este mundo. Sé que sentís pena y dolor por sufallecimiento, pero no deberíais. Puesto que igual que salimos del útero, todosdebemosmarcharnosdeestemundo.Esalgonatural,comolasalidaylapuestadelsol.Tomaosestemomentopara reflexionar sobre lavidaydadgraciaspor todo lobuenoquehizo.SabedqueundíaosreuniréisconéldenuevoenelParaíso.
Altaïr luchóporescondersuindignación.«ElqueridoMajdAddin».¿ElmismoqueridoMajdAddinquehabíasidountraidorparalossarracenos,quehabíaqueridodebilitarsuconfianzaalejecutarindiscriminadamentealosciudadanosdeJerusalén?¿EseMajdAddin?Noleextrañabaquehubieratanpocaspersonasytanpocodoloralavista.Eratanqueridocomolalepra.
Elimánempezóadirigiralasplañiderasenlaoración.—Oh,Dios,benditoMuhammad,sufamilia,suscompañeros,oh,misericordioso
ymajestuoso.Oh,Dios,másmajestuosodecomolodescriben,pazenlosProfetas,bendicionesdelDiosdelUniverso.
AltaïrapartólavistadeélparamiraraDeSabléysuescolta.Unguiñodesollealcanzó el ojo y alzó la vista a la pared detrás del trío de caballeros, hacia losbaluartes que se alzaban en el exterior del patio. ¿Había visto unmovimiento?Talvez. Algunos soldados Templarios extra podían protegerse con facilidad en losbaluartes.
Volvióaecharunvistazoalostrescaballeros.RobertdeSablé,comosiestuvieradeinspección,seofreciódeobjetivo.Suconstitución.
Erademasiadodelgada,deesoestabaseguro.Lacapa.Parecíademasiadolarga.No.Altaïrdecidióabandonarelasesinatoporquenoibaaignorarsuinstinto.No
leestabadiciendoquealgoibamal.Leestabadiciendoquenadaibabien.Comenzóaretroceder,justocuandoeltonodelimáncambió.
—Comosabéis,aestehombrelomataronasesinos.Hemosintentadodarconelresponsable,peroharesultadodifícil.Estascriaturassepeganalassombrasyhuyendecualquieraqueseenfrenteaelloslimpiamente.
Altaïr se quedó helado al saber que estaba a punto de caer la trampa sobre él.Intentóabrirsecaminoentrelagenteconmásrapidez.
—Perohoyno—oyóquedecíaelimán—,puestoqueparecequehayunoentrenosotros.Seburladenosotrosconsupresenciaydebepagarporello.
Derepente,elgrupoalrededordeAltaïrseabrióyformaronuncírculo.Sediolavueltayvioalimánqueleseñalabajuntoalatumba.
DeSabléysusdoshombresavanzaron.Asualrededorelgrupoparecíaviolentoyseacercabanparanodejarleescapatoria.
—Agarradle.TraedleparaquesecumplalajusticiadeDios—dijoelimán.ConunmovimientoAltaïrdesenvainó laespadayexpulsó lahoja.Recordó las
palabrasdesuMaestro:escogeauno.
www.lectulandia.com-Página128
Pero no hacía falta. Las plañideras puede que fueran valientes y Majd Addinquerido,peronadieestabadispuestoaderramarsangreparavengarlo.Aterrorizado,el grupo se deshizo, las plañideras tropezaron con sus túnicas al escapar y Altaïrutilizó la súbita confusión para salir corriendo hacia un lado y evitar la fila deTemplarios que avanzaba. Al primero le dio tiempo de advertir que uno de losmiembrosdelgruponoestabaescapando,sinoquesemovíahaciaél,antesdequelaespadadeAltaïrleatravesaralacotademalla,luegolabarrigaycayeramuerto.
Altaïr vio abierta una puerta en la pared y por allí aparecieronmás caballeros.Cincoalmenos.Almismotiempohubounalluviadeflechasdesdearriba,yunodeloscaballerosempezóadarvueltasycayóconunasta sobresaliendode sucuello.LosojosdeAltaïrseclavaronenlosbaluartes,dondevioalosarquerosTemplarios.En esta ocasión su puntería le había favorecido.No habría tanta suerte la próximavez.
El segundo de los escoltas dio un paso adelante y Altaïr atacó con la espada,cortándoleelcuelloalhombreyenviándolohaciaabajoconunchorrodesangre.SevolvióhaciaDeSablé,queseacercóagitandosusablelobastantecomoparahacerretrocederaAltaïr,quetansolopudodesviarelgolpe.Derepente,habíarefuerzosyestaba intercambiandogolpes con tres caballerosmás, todos concascos enteros; sehallabaenelúltimolugardedescansodeMajdAddin.Aunquenohabíatiempodedisfrutardelmomento:dearriballegóotralluviadeflechasy,paraplacerdeAltaïr,atravesaron a un segundo caballero, que gritó al caer. Los Templarios restantesestabandesorganizadosysedispersaronunpoco,menosasustadosdeAltaïrquedesuspropiosarqueros,justocuandoDeSabléempezóachillaralosarquerosparaquedejarandedispararasuspropioshombres.
YAltaïrestabatansorprendidoquecasibajalaguardia.LoquehabíaoídonoeraelinconfundibletonofrancésmasculinodeRobertdeSablé,sinounavozqueestabasegurodequepertenecíaaunamujer.Unamujeringlesa.
Porunsegundo,ledejódepiedralamezcladedesconciertoyadmiración.Esa…mujer, la sustituta enviada por De Sablé, luchaba con tanto valor como cualquierhombreyempuñabaunsablecon lamismadestrezaquecualquiercaballeroconelque se había topado. ¿Quién era? ¿Uno de los tenientes de Robert de Sablé? ¿Suamante?Semantuvopegadoalaparedycayóotrocaballero.Soloquedabauno.UnomásylasustitutadeRobertdeSablé.AunqueelúltimoTemplarioteníamenosganasdelucharqueellaymurió,derrotadoporlapuntadelaespadadeAltaïr.
Ahoratansoloquedabaellaeintercambiarongolpes,hastaqueporfinAltaïrfuecapazdevencerlaalhundirlahojaensuhombroalavezquebarríasuspiernasdesdeabajoyellacaíaconfuerzaalsuelo.Saliódisparadoaponerseacubiertoyselallevóconsigoparaquequedaranfueradelavistadelosarqueros.Luegoseinclinósobreella.Todavíaconelcascopuesto,elpechoselemovía.Lasangreseesparcíaporelcuelloyelhombro,peroviviría,pensóAltaïr;siélselopermitía,claro.
—Teverélosojosantesdequemueras—dijo.
www.lectulandia.com-Página129
Lequitóelcascoysiguiódesconcertadoalenfrentarsealaverdad.—Intuyoqueesperabasaotrapersona—dijo,sonriendounpoco.Tenía los cabellos ocultos por la toca de cota de malla, pero Altaïr quedó
embelesadopor sus ojos.Vio que había determinación en ellos, pero también algomás. Suavidad y luz. Y se encontró preguntándose si su evidente destreza comoguerreraocultabasuverdaderanaturaleza.
Pero¿porqué—fueracualfueralaordendecombatequeposeyera—enviaríaDeSabléaaquellamujerensulugar?¿Quéhabilidadesespecialestenía?Lepusolahojaenelcuello.
—¿Québrujeríaesesta?—preguntóconcautela.—Sabíamosquevendrías—dijo,aúnsonriendo—.Robertnecesitabaasegurarse
dequetendríatiempodehuir.—¿Asíquehahuido?—Nopodemosnegarvuestroéxito.Habéisarrasadonuestrosplanes.Primeroel
tesoroyluegonuestroshombres.ElcontroldeTierraSantasedesvanece…Peroviouna oportunidad para reclamar lo que le habían robado. Para convertir vuestrasvictoriasenunaventaja.
—Al Mualim todavía tiene el tesoro y ya hemos aniquilado antes a vuestroejército —respondió Altaïr—. Sean cuales sean los planes de Robert, volverá afracasar.
—Ah—dijo—,peroahoranoosenfrentáisúnicamentealosTemplarios.Altaïrtorcióelgesto.—Hablaclaro—lepidió.—RobertviajaaArsufparaexplicarsucasoyquelossarracenosyloscruzados
seunancontralosasesinos.—Esojamássucederá.Notienenmotivosparahacerlo.Lamujersonrióampliamente.—Tal vez no los tuvieran, pero ahora les has dado uno.Nueve, de hecho. Los
cuerpos que has dejado atrás son víctimas de ambos bandos.Has convertido a losasesinosenunenemigocomúnyhasaseguradolaaniquilaciónde tuOrdenentera.Bienhecho.
—Nohansidonueve,sinoocho.—¿Aquéterefieres?Retirólahojadelcuello.—Tú no erasmi objetivo.No te arrebataré la vida.—Se levantó—.Eres libre
paramarcharte.Peronomesigas.—Nomehacefalta—dijo.Sepusodepieysecolocóunamanoenlaheridadel
hombro—.Llegasdemasiadotarde…—Yaveremos.Con un último vistazo a los baluartes, donde los arqueros se apresuraban a
adoptarnuevasposiciones,Altaïrsaliócorriendo,dejandovacíoelcementerio,salvo
www.lectulandia.com-Página130
porsuscadáveresviejosynuevos,ylaextrañamujervalienteyfascinante.
—Eraunatrampa—leexplicóaMalik,unratomástarde,eltiempoquetardóenllegardelcementerioalaOficina,mientrassumentetrabajabafrenéticamente.
—Heoídoqueelfuneralresultóuncaos…¿Quépasó?—RobertdeSablénoestabaallí.Envióaotrapersonaensulugar.Meesperaba…—DebesiraveraAlMualim—dijoMalikconfirmeza.Sí, pensóAltaïr, debía ir.Perodenuevo tenía aquellapersistente sensación.La
que ledecíaquehabíamásmisteriosporrevelar.¿YporquépensabaquedealgúnmodoestabainvolucradoelMaestro?
—No hay tiempo. Lamujer me contó dónde iba. Lo que planea. Si regreso aMasyaf,puedequeloconsiga…Yentonces…temoquenosdestruyan.
—Hemosmatadoalamayoríadesushombres.Nopuedeesperarmontarunbuenataque.Espera—dijoMalik—.¿Hasdichoqueeraunamujer?
—Sí.Eraunamujer.Esraro,losé.Perodejémosloparaotromomento.Porahoratenemosque centrarnos enRobert.Tal vezhayamosdisminuido sus filas, pero esehombreeslisto.VaallevarsucasoaRicardoySalahAl’din.Paraunirloscontraelenemigocomún…Contranosotros.
—Estoysegurodequeteequivocas.Notienesentido.Esosdoshombresnunca…—Oh,perosíloharánynotienenadiemáslaculpasalvonosotros.Loshombres
que he matado son de los dos bandos del conflicto…, hombres importantes paraamboslíderes…ElplandeRobertquizáseaambicioso,perotienesentido.Ypuedefuncionar.
—Mira, hermano, las cosas han cambiado. Tienes que volver a Masyaf. Nopuedes actuar sin el permiso del Maestro. Podría comprometer a la Hermandad.Creía…creíaquelohabíasaprendido.
—Dejadeocultarte tras laspalabras,Malik.EmpuñaselCredoysusprincipioscomounescudo.Nosestáocultandocosas.Cosas importantes.Túfuisteelquemedijoquenopodemossabertodosiempre,solosospecharlo.Bueno,puessospechoqueeste asunto de los Templarios vamás allá. Cuando termine con Robert, cabalgaréhaciaMasyafytalveztengamosrespuestas.Peroalomejortúpodríasirahora.
—Nopuedodejarlaciudad.—Puescaminaentresugente.Buscaalosquesirvenalosqueasesiné.Entérate
detodoloquepuedas.Dicesqueeresperspicaz.Alomejorvesalgoqueyonohevisto.
—Nosé…Debopensarlo.—Haz lo que tengas que hacer, amigo mío. Pero yo me voy a Arsuf. Cada
momentoquemeretraso,nuestroenemigoestáunpasomáslejosdemí.UnavezmáshabíainfringidoelCredo:deformavoluntariaono,habíapuestoa
laOrdenenpeligro.
www.lectulandia.com-Página131
—Tencuidado,hermano.—Lotendré.Loprometo.
www.lectulandia.com-Página132
30
LosejércitosdeSalahAl’dinyRicardoCorazóndeLeónsehabíanencontradoenArsuf y, de camino hacia allí,Altaïr se enteró—por un chismorreo que oyó en laherrería y en abrevaderos por el camino— de que, tras una serie de refriegas sinimportancia,labatallahabíacomenzadoaquellamañana,cuandolosturcosdeSalahAl’dinlanzaronunataquesobrelasfilascruzadas.
Mientrascabalgabahaciaallí,contralacorrientedelosinquietoscampesinosquequerían escapar de la matanza, Altaïr vio columnas de humo en el horizonte. Alacercarse, distinguió a los soldados guerreando en una llanura a lo lejos. Puñados,enormesgrupososcurosenladistancia.Viomuchoshombres,miles,quesemovíanrápidamente a caballo, cargando contra el enemigo, pero estaban demasiado lejospara saber si los que cargaban eran sarracenos o cruzados. Más cerca, vio lasestructuras de madera de las máquinas de guerra, al menos una en llamas. Ahorapodíadistinguirlosaltoscrucifijosdemaderadeloscristianos,unasenormescrucessobreplataformasconruedasquelainfanteríaempujabahaciadelante,ylasbanderasdelossarracenosydeloscruzados.Elcieloseensombrecióporlalluviadeflechasde los arqueros a ambos bandos. Vio caballeros a caballo con picas, y jinetessarracenosquehacíansalidasdevastadorashacialasfilasdeloscruzados.
Oía el sonido de los cascos sobre la llanura y el constante estrépito de loscímbalos,lostambores,losgongsylastrompetassarracenas.
Oíaelruidodelabatalla:elestruendointerminabledelosgritosdelosvivos,quetodoloabarcaba,loschillidosdelosquemorían,losagudosdelacerosobreelaceroy los relinchos lastimeros de los caballos heridos. Comenzó a encontrarse conanimalessinjineteycadáveres,tantodesarracenoscomodecruzados,conlosbrazosylaspiernasextendidosenelsueloosentados,muertos,apoyadosenlosárboles.
Frenó a sumontura justo a tiempo, porque de repente los arqueros sarracenoscomenzaron a aparecer en la fila de árboles que había delante de él. Se bajó delcaballoy rodódesde lavíaprincipalparaprotegersedebajodeuncarrovueltodelrevés.Habíaporlomenoscienentotal.Corríanporelcamino,hacialosárbolesdelotro lado. Se movían rápido y se agachaban, como soldados que avanzaban ahurtadillashaciaterritorioenemigo.
Altaïr saliócorriendo tambiénhacia losárboles, siguiendoa losarquerosaunadistanciaprudente.Duranteunoscuantoskilómetrosfuedetrásdeellosconsigilo;lossonidos de la batalla, las vibraciones, se hicieron cada vez más fuertes hasta quellegaronaunacordillera.
Ahoraestabansobrelabatallaprincipal,querugíaasuspies,yporunmomentosumagnitudledejósinaliento.Portodaspartes—hastadondelealcanzabalavista—habíahombres,cadáveres,máquinasycaballos.
Como en el asedio de Acre, se encontraba en medio de un conflicto fiero ysalvaje,sinningúnbandopropio.LoqueteníaeralaOrden.
www.lectulandia.com-Página133
Loqueteníaeraunamisiónqueproteger,debíadeteneralabestiaquesindarsecuentahabíadesatado.
A su alrededor en la cordillera también había cadáveres, como si ya hubierahabido una batalla hacía un rato. Y desde luego que la había habido: quienconsiguiera la cordillera tenía la ventaja de la altura, así que era probable que sedisputaradespiadadamente.Enefecto,mientrassubían,lossarracenosseencontraronconlainfanteríaylosarqueroscruzados,yambosbandosemitieronungrangrito.
LoshombresdeSalahAl’din teníanel elemento sorpresay ladelantera,por loque laprimeraoleadadesuataquedejócadáveresdecaballerosasupaso;algunoscaíande la cima a la guerra encarnizadade abajo.PeromientrasAltaïr observaba,agachado, los cruzados se las apañaron para reagruparse y empezó el combate enserio.
Pasada la cordillera estaba el camino más seguro para ir detrás de las filascruzadas, dondeRicardoCorazón de León estaría situado.Y llegar hasta él era laúnicaesperanzaqueteníaparadeteneraRobertdeSablé.Seacercóalabatallaysedirigió a su izquierda, rehuyendo a los combatientes. Se topó con un cruzado queestabaagachadoenlamaleza,observandolabatallaygimoteando,yledejóatrásysiguiócorriendo.
Derepente,seoyóungritoydoscruzadossalieronasuencuentroconlossableslevantados.Sedetuvo,cruzólosbrazosyllegóhastaloshombrosparadesenvainarlaespadaconunamanoytirardeuncuchilloconlaotra.Unodelosexploradoresseagachó y él se acercó al otro, al que derribó cuando se percató de que no eranexploradores,sinocentinelas.
Aúnsobrelabatallasediocuentadequeestabaenlacimadeunacolina.AciertadistanciavioelestandartedeRicardoCorazóndeLeónycreyóvislumbraralmismorey,sentadoahorcajadassobresuinconfundiblecorcel,consubarbadecolornaranjaencendidayelpelobrillantebajoelsoldelatarde.Peroahoraestaballegandomásinfantería de retaguardia y se encontró rodeado de caballeros, con cotas demalla,haciendo ruido, las espadas alzadas y los ojos cargados con la batalla que habíadebajodesusyelmos.
SutareaeraprotegerasuseñoryAltaïr teníaque llegarhastaél.Duranteunoslargosmomentos la batalla bulló. Altaïr danzó y corrió, a veces hiriéndose por elcamino,consuespadaensangrentadadestellando,yotrasvecescapazdesaliratodavelocidadyacercarsecadavezmásadondepodíaveraRicardo.Elreyestabaenunclaro. Había desmontado, sin fiarse del alboroto que se acercaba, y su escoltainmediata estaba formando un círculo a su alrededor para que no fuera un blancofácil.
Aun luchando, agitando la espada, los hombres caían a sus pies.Con la túnicamanchadadesangrecruzada,Altaïrselibródeunataqueypudoecharacorrer.Vioalos tenientesdel reydesenvainar lasespadas,conmiradas ferocesbajosusyelmos.Vioarquerossubiendoporlasrocasdelosalrededores,conlaesperanzadeencontrar
www.lectulandia.com-Página134
unaposiciónelevadaparacargarsealintruso.—Esperadunmomento—dijoAltaïr.Justoapocosmetrosdedistancia,miróal
reyRicardoa losojos, inclusomientrassushombresavanzaban—.Sonpalabras loquetraigo,noacero.
Elreyvestíaderojomajestuoso,conunleóndoradobordadoenelpecho.Eraelúnicohombreentreellosquenosentíamiedoopánico:estabatotalmentetranquiloenmediodelabatalla.Levantóunbrazoysushombresdejarondeavanzarylabatallamurióalinstante.Altaïragradecióverasusatacantesretrocederunospasosydarleporfinespacio.Dejócaerelbrazoquesosteníalaespada.
Mientrasrecuperabaelaliento,levantóloshombrosylosdejócaerconfuerza,ysupo que todos los ojos estaban clavados en él. Todas las espadas apuntaban a subarriga;todoslosarquerosloteníanensupuntodemira.EncuantoRicardodieralaseñal,caería.
PeroRicardodijo:—¿Osrendís,entonces?Yaerahora.—No.Osequivocáis—dijoAltaïr—.EsAlMualimelquemeenvía,noSalah
Al’din.Elreyseensombreció.—¿Eresunasesino?¿Quésignificaesto?Ydateprisa.Loshombresavanzaronunpocoylosarquerossetensaron.—Tenéisuntraidorentrevosotros—anuncióAltaïr.—¿Y tehacontratadoparaquememates?—Preguntóel rey—.¿Hasvenidoa
regodearteantesdeatacar?Noserétanfácil.—Nosoisvosalquehevenidoamatar,sinoaél.—Habla,pues,paraque juzgue laverdad.—ElreyRicardo lehizounaseñala
Altaïrparaqueavanzara—.¿Quiéneseltraidor?—RobertdeSablé.LascejasdeRicardoselevantaronporlasorpresa.—¿Miteniente?—Sufineslatraición—dijoAltaïrsinalterarse.Intentaba escoger sus palabras con cuidado, desesperado para evitar que se le
malinterpretara.Necesitabaqueelreylecreyera.—Noescomolocuenta—dijoRicardo—.Buscavengarsedevuestragentepor
losestragosquecausasteisenAcre.Ymeinclinoaapoyarlo.Algunosdemismejoreshombresmurieronamanosdealgunosdelosvuestros.
AsíqueRobertdeSabléyateníalaatencióndelrey.Altaïrrespiróhondo.Loqueestabaapuntodedecirpodríasignificarsumuerteinmediata.
—Fuiyoelquelosmató.Yporunabuenarazón.—RicardofruncióelentrecejoperoAltaïrcontinuó—:Escuchadme.GuillermodeMontferratoqueríautilizarasussoldadosparatomarAcrealafuerza.GarnierdeNaplouseusabasushabilidadesparaadoctrinarycontrolaralqueseleresistiera.Sibrandteníalaintencióndebloquearlos
www.lectulandia.com-Página135
puertos para impedir que vuestro reino facilitara ayuda.Os traicionaron. Según lasórdenesdeRobert.
—¿Esperasquemecreaesahistoriadescabellada?—exclamóCorazóndeLeón.—Conocíaisaesoshombresmejorqueyo.¿Deverdadossorprendeenterarosde
susmalasintenciones?Ricardo pareció reflexionar un momento y luego se volvió hacia uno de los
hombresqueestabanasulado,elquellevabauncascodecaracompleta.—¿Esesoverdad?—preguntó.ElcaballerosequitóelcascoyestavezsíeraelauténticoRobertdeSablé.Altaïr
lemiróconunascodescaradoalrecordarsuscrímenes.Aquelhombrehabíaenviadoaunamujerparaquelesustituyera.
Por un instante, los dos se miraron el uno al otro; era la primera vez que seencontrabandesdelapeleabajoelMontedelTemplo.
Todavía respirando con dificultad, Altaïr apretó el puño. De Sablé sonrió consuficiencia,conellabiolevantado,yluegosevolvióhaciaRicardo.
—Miseñor…—dijoconun tonoexasperado—.Esunasesinoelqueestáantenosotros. Estas criaturas sonmaestros de lamanipulación. Por supuesto que no esverdad.
—Notengomotivosparaengañaros—dijoAltaïrbruscamente.—Oh, claro que sí—dijo De Sablé con desdén—. Tienes miedo de lo que le
ocurrirá a tu pequeña fortaleza. ¿Podrá resistir al poder conjunto de los ejércitossarracenosycruzados?
SonriócomosiyaestuvieraimaginándoselacaídadeMasyaf.—Me preocupa la gente de Tierra Santa —replicó Altaïr—. Si tengo que
sacrificarmeparaquehayapaz,queasísea.Ricardoloshabíaestadoobservandoconunaexpresióndedesconcierto.—Estaesunasituaciónextraña.Osacusáiselunoalotro…—No es momento para esto —dijo De Sablé—. Tengo que marcharme para
reunirmeconSaladinoyconseguirsuayuda.Cuantomásnosretrasemos,másdifícilserá.
Hizo como si se marchara, esperando, sin duda, que el asunto se hubieraterminado.
—Espera,Robert—dijoRicardoyapartólavistadeRobertodeSabléparavolveramiraraAltaïr.
Conunbufidodefrustración,DeSablépreguntóbruscamente:—¿Porqué?¿Quéqueréis?Seguroquenolecreéis…SeñalóaAltaïr,quevioenlosojosdeRobertquequizáselreyRicardoteníasus
dudas.TalvezinclusoseinclinabaacreerlapalabradeunasesinoantesqueladeunTemplario.Altaïrcontuvolarespiración.
—Es una decisión difícil —contestó el rey— y no puedo tomarla solo. Debodejarlaenmanosdealguienmássabioqueyo.
www.lectulandia.com-Página136
—Gracias.—No,Robert,túno.—Entonces¿quién?—ElSeñor.—Sonrió,comosiestuvieracontentodehaberllegadoaunacorrecta
conclusión—.Que se decida en un combate. Seguro queDios apoya a aquel cuyacausaseajusta.
AltaïrobservóaRobertcondetenimiento.Vio laexpresiónquereflejóel rostrodelTemplario.DeSablésindudarecordabalaúltimavezquesehabíanencontrado,cuandovenciófácilmenteaAltaïr.
Altaïrestabarecordandoelmismoencuentroysedecíaasímismoqueahoraeraunguerrerodistinto:laúltimavezlehabíaperjudicadolaarrogancia,elmotivoporelquelehabíaderrotadocontantafacilidad.Estabaintentandonoacordarsedelagranfuerza del caballero. Cómo había cogido a Altaïr para tirarlo sin apenas esfuerzo,comosilevantaraunsacodetrigo.
AunqueDeSablésílorecordabaysevolvióhaciaelreyRicardoconlacabezagachaenseñaldeaprobación.
—Siesoesloquedeseáis…—dijo.—Sí.—Asísea.Alasarmas,asesino.El reyysushombresdeconfianzaseecharonaun ladomientras losmiembros
restantes de la escolta formaban un círculo alrededor de Altaïr y el sonriente DeSablé.AdiferenciadeAltaïr,noestabaextenuadopor labatalla.Llevabaarmaduramientras que Altaïr tan solo una túnica. No había sufrido los cortes y golpes queAltaïrhabíarecibidoensuluchaporalcanzarelclaro.Esolosabíatambién.Mientrasseponíalosguantesdecotademallayunodeloshombresseacercabaparaayudarleconelcasco,sabíaquelesacabaventajaentodoslosaspectos.
—Así que—dijo provocando—nos enfrentamos una vezmás. Esperemos querepresentesmayordesafíoenestaocasión.
—No soy el hombre al que te enfrentaste dentro del Templo —dijo Altaïr,levantandolaespada.
ElestruendodelagranbatalladeArsufparecíaahoradistante;sumundosehabíareducidoanadamásqueaquelcírculo.SoloélyDeSablé.
—Amímepareceselmismo—dijoRobertdeSablé.Alzó la espada para dirigirse aAltaïr. En respuesta, el asesino hizo lomismo.
RobertdeSablésequedóconelpesocargadosobreelpiedeatrás,pueseraevidentequeesperabaunprimerataqueporpartedeAltaïr.
Pero el asesino presentó la primera sorpresa del duelo y permaneció inmóvil,esperandoqueDeSabléatacara.
—Lasaparienciasengañan—dijo.—Cierto.Cierto—dijoDeSabléconunasonrisairónicay,alsegundosiguiente,
atacóycortófuerteconlaespada.
www.lectulandia.com-Página137
El asesino le bloqueó. La fuerza del golpe de Robert de Sablé casi le quita laespadadelamano,perolaesquivóysaltóaunladoparaintentarencontrarunavíaentre losguardiasdesucontrincante.ElsabledelTemplariopesaba tresvecesmásquesuhoja,yaunqueloscaballeroseranfamososporsudedicaciónalentrenamientoconespadaynormalmenteteníanlamismafuerza,eran,sinembargo,máslentos.DeSablépodríahabersidomásdemoledorensuataque,peronomásrápido.
AsíeracomoAltaïrpodíaderrotarle.SuerroranteriorhabíasidopermitiraDeSabléutilizarsusventajas.Sufuerzaibaaprivarledeellas.
Aúnsegurodesímismo,DeSablécontinuó.—Pronto esto habrá acabadoyMasyaf caerá—masculló, con la poderosa hoja
tancercaqueAltaïroyóelsilbidoalpasarjuntoasuoreja.—Mishermanossonmásfuertesdeloquecrees—respondió.Suacerochocóunavezmás.—Prontosabremoscuáleslaverdad.De Sablé sonrió con sorna. Pero Altaïr dio un brinco. Se defendió, esquivó y
desvió los golpes, abriendo cortes enDe Sablé y tajos en lamalla, con dos o tresporrazos sensacionales en su yelmo. Luego De Sablé comenzó a retirarse pararecuperar fuerzas, tal vez al darse cuenta de queAltaïr no sería tan fácil dematarcomohabíasupuesto.
—Oh—dijo—.Asíqueelniñohaaprendidoausarlaespada.—Hepracticadomucho.Tushombreslohanpodidocomprobar.—Fueronsacrificadosporunacausamayor.—Comotú.DeSablédiounsaltohaciadelante,blandiendosugranespadaycasiquitándole
de lamano aAltaïr la suya. Pero el asesino se agachó y giró con unmovimientonatural para embestir con la empuñadura de su arma, lo que hizo a De Sabléretrocederatrompiconesycaersobresuspropiospies.Elalientosaliódeélyloqueevitó que cayera al polvo fueron los caballeros que formaban el círculo, que leenderezaronparaquesequedaradepie,llenodefuriayrespirandocondificultad.
—¡Sehaacabadolahoradelosjuegos!—bramó,comosialdecirloenvozaltase hiciera de algún modo realidad, y saltó hacia delante, pero ahora sin ningunagracia.Connadamásmortalquelaesperanzaciega.
—Acabóhacemuchotiempo—dijoAltaïr.Sintióunagrancalmaalsaberqueahoraeraunpuroasesino.Queibaaderrotara
RobertdeSablétantoconlamentecomoconlafuerza.YmientrasDeSabléatacabadenuevo,aunquepeorestavez,másdesesperado,Altaïrleesquivóconfacilidad.
—Nosédedóndeviene tu fuerza…—dijoDeSablé entre jadeos—.Debesdeteneralgúntruco.¿Osondrogas?
—Escomotureyhadicho.Larectitudsiempretriunfarásobrelacodicia.—¡Micausaesjusta!—gritóDeSablé,gruñendomientrasalzabalaespada,casi
tanlentamentequeexasperaba.
www.lectulandia.com-Página138
Altaïrviolascarasdesushombres.Losvioesperarquedieraelgolpedefinitivo.Ylohizo.LlevólaespadaderechahaciaelcentrodelacruzrojaquellevabaDe
Sabléyabriólamalladelcaballeroparaperforarsupecho.
www.lectulandia.com-Página139
31
De Sablé dio un grito ahogado. Abriómucho los ojos y la boca, y lasmanosfuerona laespadaque lehabíaatravesado, inclusomientrasAltaïr la retiraba.Unamancharojaseextendióporsutúnica,setambaleóycayóderodillas.Dejócaersuespadaylosbrazoslecolgaron.
Los ojos deAltaïr fueron directos a los hombres que formaban el círculo a sualrededor. Había medio esperado que le atacaran al ver morir al Gran MaestroTemplario. Pero se quedaron quietos. Más allá, Altaïr vio al rey Ricardo, con labarbillainclinadacomosielgirodelosacontecimientosnohubierahechomásquepicarsucuriosidad.
AltaïrseagachóhaciaDeSabléylesujetóconunbrazoparadejarloenelsuelo.—Yahaterminado,pues—ledijo—.Sehapuestofinatusplanes,igualqueati.Enrespuesta,DeSabléseriosecamente.—No sabes nada de mis planes —dijo—. No eres más que un títere. Te ha
traicionado,chico.Igualquemehatraicionadoamí.—Hablaclaro,Templario—dijoAltaïrentredientes—,onodigasnada.Leslanzóunamiradaaloshombresdelcírculo,quepermanecieronimpasibles.—Teenviaronamataranuevehombres,¿no?—DijoDeSablé—.Losnueveque
guardabanelsecretodeltesoro.Siemprefueronnuevelosqueteníanesamisión,laresponsabilidadtransmitidaa
través de generaciones de Templarios. Hacía casi cien años, los CaballerosTemplarioshabíanformadoyconvertidoensubaseelMontedelTemplo.Sehabíanunidoparaprotegeralosqueibanenperegrinaciónalsanctasanctórumyvivíancomomonjesguerreros,oesomantenían.Perocomosabíantodossalvolosmáscrédulos,losTemplarios teníanmáscosasen lacabezaademásde los indefensosperegrinos.De hecho, buscaban tesoros y reliquias sagradas dentro del Templo de Salomón.Siempreseleasignabaesatareaanueveynuevelohabíanhecho:DeSablé,Tamir,DeNaplouse,Talal,DeMontferrato,MajdAddin,Jubair,SibrandyAbu’lNuqoud.Losnuevequeconocía.Lasnuevevíctimas.
—¿Yqué?—preguntóAltaïrconprecaución.Pensativamente.—Nofueronnuevelosqueencontraroneltesoro,asesino.—DeSablésonrió.La
fuerzavitalleabandonabadeprisa—.Nofueronnuevesinodiez.—¿Hay un décimo?No debe sobrevivir ninguno que sepa el secreto.Dime su
nombre.—Oh, lo conoces bien.Ydudomuchoque le quites la vida de tanbuengrado
comomelahasquitadoamí.—¿Quién es?—preguntóAltaïr, pero ya lo sabía.Ahora comprendía lo que le
habíaestadomolestando.Elmisterioqueselehabíaescapado.—Estumaestro—respondióDeSablé—,AlMualim.—PeronoesunTemplario—dijoAltaïr,queaúnnoqueríacreerlo.
www.lectulandia.com-Página140
Aunquesabíaensucorazónqueeraverdad.AlMualim,quelehabíacriadocasicomo su propio hijo. Que le había entrenado y dado clases. También le habíatraicionado.
—¿Nuncatepreguntasteporquésabíatanto?—InsistióDeSablé,mientrasAltaïrsentía que su mundo desaparecía—. ¿Dónde encontrarnos, cuántos éramos, quéaspirábamosaconseguir?
—EselMaestrodelosasesinos…—protestóAltaïr,queaúnnoqueríacreerlo.Sin embargo…Era como si elmisterio por fin se hubiera resuelto. Era cierto.
Casiserio.Todoloqueconocíaeraunailusión.—Oui.Elmaestrodelasmentiras—logródecirDeSablé—.Túyyonosomos
másquedostíteresenelgranjuego.Yahora…,conmimuerte,tansoloquedastú.¿Creesquetedejarávivir,sabiendoloquesabes?
—Nomeinteresaeltesoro—replicóAltaïr.—Ah…,peroaél sí.Laúnicadiferenciaentre tumaestroyyoesqueélno lo
queríacompartir.—No…—Quéirónico,¿eh?Queyo,tumayorenemigo,teayudeanosalirperjudicado.
Peroahoramehasquitadolaviday,enelproceso,tambiénterminarálatuya.Altaïrrespiróhondo,todavíaintentandocomprenderloquehabíapasado.Sintió
untorrentedeemociones:ira,penaysoledad.EntoncesextendiólamanoyrozólospárpadosdeRobertdeSabléparacerrarlos.—No siempre encontramos lo que buscamos—recitó y se levantó, preparado
para encontrarse con la muerte si así lo deseaban los cruzados. Tal vez inclusoesperandoqueasífuera.
—Buena lucha, asesino—oyógritar a su derechay se dio la vuelta para ver aRicardoacercándosealcírculocongrandeszancadas.Lossoldadosledejaronpasar—.Alparecer,Dioshafavorecidohoytucausa.
—Diosnotienenadaquever.Fueelmejorluchador.—Ah.Puedequenocreasenél,peroporlovistoélsícreeenti.Antesdequete
marches,tengounapregunta.—Preguntad,pues—dijoAltaïr.De repente, se sintió muy cansado. Anhelaba tumbarse a la sombra de una
palmera,dormir,desaparecer.Morir,incluso.—¿Por qué? ¿Por qué has recorrido todo este camino, arriesgado tu vida mil
veces,tansoloparamataraunhombre?—Amenazabaamishermanosyloquerepresentamos.—Ah.¿Venganza,entonces?AltaïrbajólavistaalcadáverdeRobertdeSabléysediocuentadeque,no,no
era venganza lo que tenía enmente cuando le había matado. Había hecho lo quehabíahechoporlaOrden.Lediovozasuspensamientos.
—No.Noesvenganza,sinojusticia.Paraquehayapaz.
www.lectulandia.com-Página141
—¿Poresolucháis?—PreguntóRicardoconlascejaslevantadas—.¿Porlapaz?¿Veslacontradicción?
Pasóunbrazoporlazona,ungestoquecaptólabatallaqueaúnrugíaasuspies,conloscuerposesparcidosporelclaroy,alfinal,elcadáveraúncalientedeRobertdeSablé.
—Conalgunoshombresnosepuederazonar.—ComoaquellocodeSaladino—suspiróRicardo.Altaïrlemiróyvioaunreyjusto.—Creoqueaéllegustaríaverfinalizadaestaguerraigualqueavos.—Esoheoído,peronolohevisto.—Aunquenolodijera,síesloquelagentequiere—ledijoAltaïr—.Tantolos
sarracenoscomoloscruzados.—La gente no sabe lo que quiere. Por eso se convierten en hombres como
nosotros.—Entonceslescorrespondeahombrescomovosotroshacerlocorrecto.Ricardoresopló.—Tonterías.Llegamosalmundodandopatadasygritando.Violentoseinestables.
Asíescomosomos.Nopodemosevitarlo.—No.Somosloqueelegimosser.Ricardosonrióconarrepentimiento.—Losvuestros…Siemprejugáisconlaspalabras.—Digolaverdad—dijoAltaïr—.Nohayningúntrucoaquí.—Lo sabremos pronto. Pero temo que no obtengas lo que deseas hoy. Incluso
ahoraesepaganodeSaladinoseabrecaminoentremishombresydeboocuparmedeellos.Perotalvez,alverlovulnerablequees,reconsiderarásusacciones.Sí.Loquebuscaspuedequeseaposibleasutiempo.
—Noestabaismás seguro que él—dijoAltaïr—.No lo olvidéis.Los hombresquedejasteisparagobernarenvuestro lugarnopretendíanservirospormás tiempodelquelohicieron.
—Sí.Sí.Losémuybien.—Entonces,medespido—dijoAltaïr—.Miseñoryyo tenemosmuchodeque
hablar.Porlovisto,niélestálibredeculpa.Ricardoasintió.—Eshumano.Comotodosnosotros.Tútambién.—Que la seguridad y la paz sean con vos—dijo Altaïr y se marchó, con los
pensamientospuestosenMasyaf.SubellezaparecíamancilladaporloquesabíadeAlMualim.Necesitaballegara
casa.Necesitabaarreglarlascosas.
www.lectulandia.com-Página142
32
Masyafnoestabacomolahabíadejado:aquelloquedóclarodesdequellegóalosestablos.Loscaballospiafabany relinchaban,peronohabíamozosdecuadraparaencargarsedeellosocoger lamonturadeAltaïr.Atravesó laspuertasprincipalesyentróenelpatio,dondeleazotóelsilencio,laausenciatotalnosolodesonidosinodeambiente.Allíelsolseesforzabaporbrillary ledabaa laaldeaun tonodedíanublado.Lospájarosyanocantaban.Lafuentenotintineabayelalborotodelavidadiariahabíadesaparecido.Lospuestosdelmercadoestabancolocados,peronohabíaaldeanoscorriendodeunladoaotro,hablandoconemociónointercambiandobienes.Noseoíananimales.Tansolounaextrañaeinquietante…nada.
Alzólavistahacialacolinadelaciudadelaynovioanadie.Comosiempre,sepreguntósiAlMualimestaríaensutorre,mirándole.
¿Podía verle? Entonces le atrajo la atención una figura solitaria que se dirigíahaciaél.Unaldeano.
—¿Quéhasucedidoaquí?—LepreguntóAltaïr—.¿Dóndeestátodoelmundo?—HanidoaveralMaestro—respondióelhombre.Sonabacomouncanto.Comounmantra.Teníalosojosvidriososylecaíasaliva
delaboca.Altaïrhabíavistoantesaquellamirada.LahabíavistoenlosrostrosdelossometidosaGarnierdeNaplouse.Loslocosoasíloshabíacreídoentonces.Teníanaquellamiradavacíayvidriosa.
—¿HansidolosTemplarios?—PreguntóAltaïr—.¿Hanvueltoaatacar?—Caminanporelsendero—respondióelaldeano.—¿Quésendero?¿Dequéestáshablando?—Hacialaluz—entonóelhombrecuyavozhabíaadoptadountonocantarín.—Hablaclaro—lepidióAltaïr.—NohaymásqueloqueelMaestronosmuestra.Esaeslaverdad.—Hasperdidolacabeza—soltóAltaïr.—Tútambiéncaminarásporelsenderooperecerás.AsíloordenaelMaestro.Al Mualim, pensó Altaïr. Así que era cierto. Todo era cierto. Le habían
traicionado.Nadaeraverdad.—¿Quétehahecho?—lepreguntóalaldeano.—AlabadoseaelMaestro,puesnoshaguiadoalaluz…Altaïr continuó corriendo y dejó al hombre atrás, una figura solitaria en el
mercadodesierto.Subiócorriendolapendiente,llegóalaltiplano,yallíencontróungrupodeasesinosqueleesperabanconlasespadasdesenvainadas.
Élsacó lasuya,aunquesabíaquenopodíautilizarla.Almenos,noparamatar.Aquellosasesinos,aunquequeríanmatarlo,leshabíanlavadoelcerebroparaquelohicieran.Matarlosinfringiríaunodelosprincipios.EstabahartoderomperelCredo.Noibaavolverahacerlo.Pero…
Conlosojosmuertos,lorodearon.
www.lectulandia.com-Página143
¿Estánentrancecomolosdemás?¿Seríansusmovimientostanlentos?Agachóelhombro,arremetióyderribóalprimero.Otroleagarró,perocogióalasesinoporlatúnica,elsuficientetejidoparahacerleperderelequilibrioyderribaradosatacantesmásparahacersitioypoderescapar.
Entonces, arriba, oyóque le llamaban.Malik estaba en el promontorio junto alacceso a la fortaleza. Le acompañaban Jabal de Acre y dos asesinos más que noreconoció.Losestudió.¿Tambiénteníanlavadoelcerebro?¿Estabandrogados?¿LoquefueraqueleshabíahechoAlMualim?
Perono.Malik lehacía señascon subrazobuenoy, aunqueAltaïrno sehabíaimaginadoeldíaenelquesealegraríaalveraMalik,estehabíallegado.
—Altaïr.Sube.—Haselegidounbuenmomentoparallegar.Altaïrsonrióabiertamente.—Esoparece.—Tencuidado,amigo—ledijoAltaïr—.AlMualimnoshatraicionado.Estaba preparado para la incredulidad, incluso para el enfado de Malik, que
confiabaenAlMualim,levenerabaylerespetabaentodoslosaspectos.PeroMalikselimitóaasentircontristeza.
—TambiénhatraicionadoasusaliadosTemplarios—dijo.—¿Cómolosabes?—Tras nuestra conversación, regresé a las ruinas bajo el Templo de Salomón.
Robertteníaundiarioysuspáginasestabanllenasderevelaciones.Loqueleíallímepartió el corazón… Pero tambiénme abrió los ojos. Tenías razón, Altaïr. NuestroMaestro nos ha estado utilizando todo el tiempo.No quería que salváramosTierraSanta,sinoqueselaentregáramos.Debemosdetenerlo.
—Tencuidado,Malik—leadvirtióAltaïr—.Loqueleshahechoalosotros,nosloharáanosotrossiledamoslaoportunidad.Debesalejartedeél.
—¿Quépropones?Elbrazodemihoja todavíaes fuerteymishombres siguenestandoamilado.Seríaunerrornosacarprovechodenosotrosmismos.
—Distraedaesosesclavos,pues.Asaltemos la fortalezapordetrás.DistraedlosparaquepuedallegaraAlMualim.
—Loharécomopides.—Loshombresalosquenosenfrentamosnosondueñosdesumente.Sipodéis,
evitadmatarlos…—Sí. Aunque él haya faltado a los principios del Credo, eso no significa que
debamoshacerlotambiénnosotros.Haréloquepueda.—Esloúnicoquepido—dijoAltaïr.Maliksediolavueltaparamarcharse.—Seguridadypaz—dijoAltaïr.Maliksonrióirónicamente.—Tupresenciaaquínostraeráambas.
www.lectulandia.com-Página144
Altaïr salió disparado por la barbacana hacia el patio principal y descubrióentonces por qué no había encontrado aldeanos en la plaza del mercado. Estabantodosallí,reunidosenelpatio,llenándoloporcompleto.Seguroqueestabaelpuebloentero. Pululaban sin rumbo fijo, como si apenas fueran capaces de levantar lacabeza.MientrasAltaïr observaba, vio un hombre y unamujer que chocaron, y lamujercayóconfuerzadeculo.Peronisediocuenta.Nohubosorpresa,nidolor,nidisculpas,nipalabrasdeenfado.Elhombresetambaleóunpocoyluegosemarchó.Lamujersequedósentada,ignoradaporelrestodelosaldeanos.
Concautela,Altaïrcaminóentreelloshacialatorre,impresionadoporelsilencio,acompañadotansoloporelarrastredelospiesyunextrañomurmullo.
—DebemosobedecerlavoluntaddelMaestro—oyó.—Oh,AlMualim.Ordénanos.—Elmundoselimpiará.Empezaremosunonuevo.El nuevo orden, pensó, dictado por los Caballeros Templarios, sí, pero un
Templarioporencimadetodos.AlMualim.Entró en el vestíbulo de la torre. No le recibió ningún guardia. Tan solo la
sensacióndelmismoairedensoyvacío.Comosi unaniebla invisible estuviera ensuspensiónpor todoel complejo.Al levantar lavista,vioqueunapuertadehierroforjado estaba abierta. Era la puerta que daba al patio y a los jardines de la partetraseradelatorre.Unosrayosdeluzparecíancolgardelaireporelportal,comosilehicieranseñasparaquesiguieraadelante,yvaciló,puessabíaque,alcontinuarporaquel camino, caería enmanos deAlMualim.Aunque estaba seguro de que si elMaestro le hubiera queridomuerto, ya lo estaría. Desenvainó la espada, subió lasescalerasysediocuentadequeporinstintohabíapensadoenAlMualimcomo«elMaestro»cuandoyanoeraelmaestrodeAltaïr.Habíadejadodeserloenelmomentoen que Altaïr había descubierto que Al Mualim era un Templario. Ahora era elenemigo.
Se detuvo en la entrada del jardín. Respiró hondo. No tenía ni idea de lo quehabíaalotrolado,perotansolohabíaunamaneradeaveriguarlo.
www.lectulandia.com-Página145
33
Estabaoscuroenel jardín.Altaïroyóel suavesusurrodelarroyoyel relajantesonidodeunacascada,pero,porlodemás,elambienteestabatranquilo.Llegóaunaterraza de mármol, notó la suave superficie bajo sus botas, miró a su alrededor,entrecerrandolosojosenlaoscuridad,yvio lasformasirregularesde losárbolesypabellonesqueallíhabía.
De repente, oyóun ruidodetrásde él.Lapuerta se cerródegolpey sonóalgometálico,comosiunasmanosinvisibleshubierancorridounpestillo.
Altaïr se dio la vuelta. Alzó la vista y vio a Al Mualim en el balcón de subiblioteca,mirándoleenlaterraza.Sosteníaalgo:eltesoroquesehabíanllevadodelMontedelTemplo,elFragmentodelEdén.ResplandecíaconunafuerzaquepintabaaAlMualimdeunnaranjaoscuro,queseintensificabamientrasAltaïrobservaba.
De pronto, el asesino sufrió un terrible dolor. Gritó y advirtió que le estabanelevandodelsuelo,erradoenunconoresplandecientedeluzbrillante,controladoporlamanoextendidadeAlMualim,altiempoquelaManzanalatía,comounmúsculoqueseflexionabaytensaba.
—¿Quéocurre?—gritóAltaïr, indefensopor el agarre del artefacto, paralizadoporsupoder.
—Así que el estudiante ha vuelto —dijo Al Mualim sin alterarse y con laseguridaddelvencedor.
—Nuncahasidopropiodemíhuir—respondióAltaïr,desafiante.Al Mualim se rio con satisfacción. Nada de todo aquello, nada, parecía
molestarle.—Tampoconuncahasidopropiodetiescuchar—dijo.—Poresosigovivo.Altaïrforcejeóparatratardelibrarsedesusinvisiblesataduras.LaManzanalatió
enrespuestaylaluzparecióhacerlepresión,limitarloinclusomás.—¿Quéharécontigo?AlMualimsonrió.—Soltadme—gruñóAltaïr.Noteníacuchillosarrojadizospero,libredeaquellosgrilletes,podríaalcanzaral
anciano en un par de brincos. AlMualim tendría unos últimos instantesmás paraadmirarsudestrezatrepandoantesdequeAltaïrleclavaralahojaenlastripas.
—Oh,Altaïr.Oigoodioentuvoz—dijoAlMualim—.Sientosucalor.¿Quetesuelte?Esoseríapocoprudente.
—¿Porquéhacéisesto?—preguntóAltaïr.AlMualimparecióreflexionar.—Unavezcreí.¿Losabías?PensabaquehabíaunDios.UnDiosquenosamaba
y nos cuidaba, que enviaba profetas para guiarnos y reconfortarnos. Que hacíamilagrospararecordarnossupoder.
www.lectulandia.com-Página146
—¿Quécambió?—Encontrépruebas.—¿Pruebasdequé?—Dequeesunailusión.YconungestodesumanoliberóaAltaïrdelaluzaprisionadora.Altaïresperó
caer,peroentoncessediocuentadequenuncahabíaestadosuspendido.Confundido,miróasualrededor,notóuncambioenelambiente,enlostímpanossentíapresión,comounosmomentosantesdelatormenta.Sobreél,enelbalcóndelabiblioteca,AlMualimlevantabalaManzanaporencimadesucabezayentonabaalgo.
—Vamos.Destruyealtraidor.Apártalodeestemundo.Derepente,unasfigurasaparecieronalrededordeAltaïr,gruñendo,mostrandolos
dientes,preparadasparaelcombate;eranunasfigurasqueélreconocía,perolecostódistinguirlasalprincipio.Peroentonceslasvio:eranlosnueveobjetivos,susnuevevíctimashabíanvueltodelaotravidaaesta.
Vio a Garnier de Naplouse, que llevaba su mandil manchado de sangre, unaespadaenlamano,ymirabaaAltaïrcondesdén.VioaTamir,quesosteníasupuñalylosojoslebrillabanconmalasintenciones;yTalal,conelarcoalhombroylaespadaenlamano.
GuillermodeMontferrato,quesonreíaconpicardía,sacósuarmaylacolocóenelsuelo,aguardandoelmomentooportunoparaelataque.
TambiénestabanallíAbu’lNuqoudyMajdAddin,Jubair,Sibrandy,porúltimo,RobertdeSablé.
Todossusobjetivos,a losquehabíaquitado lavida,habíanvueltograciasaAlMualimparavengarse.
Yatacaron.SealegródedespacharaMajdAddinelprimero,porsegundavez.Abu’lNuqoud
estaba tangordoycómicoensu forma resucitadacomo laprimeravezque lovio.CayóderodillasantelapuntadelaespadadeAltaïr,peroenvezdequedarseenelsuelo,sedesvanecióynodejónadamásqueunaalteraciónenelairedetrásdeél,unaonda de espacio perturbado. Talal, De Montferrato, Sibrand y De Sablé eran losluchadoresmás expertos y, por consiguiente, permanecían rezagados, para permitirque losmásdébiles lucharan antes, con la esperanzade cansar aAltaïr.El asesinosalió a toda velocidad de la terraza demármol y saltó del saliente para caer en lasegunda plaza de mármol decorado, con una cascada al lado. Los objetivos lesiguieron. Tamir murió gritando ante el par de golpes de la espada de Altaïr. Elasesinonosintiónada.Notuvoremordimientos.Nisiquierasatisfacciónalveraloshombresmorirunasegundamuertequesemerecían.
DeNaplouse desapareció como el resto cuando le cortó el cuello. Jubair cayó.AgarróaTalalyambosforcejearonantesdequeAltaïrhundieralaespadaenlomásprofundo de su estómago y él, también, no fue nada más que una ausencia.Montferratoeraelsiguiente.
www.lectulandia.com-Página147
Sibrandlesiguió,luegoDeSablé,hastaqueunavezmásAltaïrsequedósoloeneljardínconAlMualim.
—Enfrentaosamí—pidióAltaïrmientrasrecuperabaelaliento.Estabasudando,perosabíaqueaún lequedabamuchabatallapordelante.Nohabíahechomásqueempezar—.¿Otenéismiedo?
AlMualimresopló.—He estado enfrente de mil hombres, todos ellos superiores a ti. Y todos
murieronpormismanos.Conunaagilidadyunatletismoextrañospara suedad, saltódelbalcónycayó
agachadonomuylejosdedondeestabaAltaïr.Aúnsostenía laManzana.LasujetócomosiselaofrecieraaAltaïryelrostrosebañódesuluz.
—Notengomiedo—dijoAlMualim.—Demostradlo—ledesafióAltaïr,puessabíaqueAlMualimconoceríaaquella
táctica,latácticadeatraeraltraidor.Perosilaconocía,yestabasegurodeello,noleimportaba.Teníarazón.Notenía
miedo.No teníamiedo porque tenía laManzana, que ahora ardía incluso conmásbrillo. Deslumbraba. Toda aquella parte estaba iluminada y de repente volvió aoscurecerse. Mientras los ojos de Altaïr se adaptaban, vio aparecer copias de AlMualim,comosisegenerarandelinteriordelcuerpodelMaestro.
Sepusotenso.Sepreguntósiesascopias,comolasotrasconlasqueacababadeluchar,seríaninferiores,versionesmásdébilesdeloriginal.
—¿Quéibaatemer?—AlMualimseburlabadeél.(Bien.Queseburle.Quenotengacuidado)—.Miraelpoderquetengo.
LascopiasseacercaronaAltaïrydenuevocomenzóaluchar.UnavezmáseneljardínseoíaelrepicardelaceroymientraslascopiascaíantraslahojadeAltaïr,sedesvanecían.HastaquevolvióaquedarsesoloconAlMualim.
Trató de recuperar el aliento, exhausto, y otra vez le rodeó el poder de laManzana,quedestellabayvibrabaenlamanodeAlMualim.
—¿Cuálessontusúltimaspalabras?—preguntóAlMualim.—Me mentisteis —dijo Altaïr—. Me dijisteis que la meta de Robert era
repugnante,cuandotodoestetiempotambiéneralavuestra.—Nuncasemehadadomuybiencompartir—dijoAlMualim,casicompungido.—Notendréiséxito.Otrosencontraránlafuerzaparahacerosfrente.Aloíraquello,AlMualimsuspiróconfuerza.—Yporeso,mientrasloshombresmantengansuvoluntad,nohabrápaz.—Matéalúltimoquedijoeso.AlMualimserio.—Unaspalabrasmuyatrevidas,muchacho.Perotansolosonpalabras.—Puessuéltameypondrémispalabrasenacción.Altaïr le daba vueltas a la cabeza para buscar algo que decir que incitara aAl
Mualimaldescuido.
www.lectulandia.com-Página148
—Decidme,Maestro, ¿por qué nome habéis hecho lomismo que a los demásasesinos?¿Porquédejáisqueconservemimente?
—Quiéneresyloqueeresestánmuyrelacionados.Robártelamehabríaprivadode ella.Y esosTemplarios tenían quemorir.—Suspiró—.Pero lo cierto es que lointenté. Enmi estudio, cuando te enseñé el tesoro…Pero no eres como los otros.Visteatravésdelailusión.
AltaïrrecordólatardequeAlMualimlehabíaenseñadoeltesoro.Entonceshabíasentidosuatracción,esoeracierto,perohabíaresistidola tentación.Sepreguntósisería capaz de hacerlo indefinidamente. Sus poderes insidiosos parecían funcionarsobretodosaquellosqueentrabanencontactoconél.InclusoAlMualim,alqueantesidolatraba, que había sido un padre para él, y un buen hombre, justo ymoderado,preocupadosoloporelbienestardelaOrdenylosquelaservían,inclusoélsehabíacorrompido.ElresplandordelaManzanaledabaasurostrountonohorrible.Habíahecholomismoconsualma.
—¿Unailusión?—dijoAltaïr,quetodavíapensabaenaquellatarde.AlMualimserio.—Esoes todo loquehasidosiempre.Este tesoroTemplario.ElFragmentodel
Edén.EstaPalabradeDios.¿Loentiendesahora?ElmarRojonuncaseseparó.Elagua nunca se transformó en vino. No fueron las maquinaciones de Eris las queprodujeron la guerra deTroya, pero esto…—Alzó laManzana—. Ilusiones, todasellas.
—Loquetienesplaneadonoesmásqueunailusión—insistióAltaïr—.Obligaraloshombresaseguirteencontradesuvoluntad.
—¿Acasoesmenosrealquelosfantasmasalosquesiguenahoralossarracenosyloscruzados?¿Esosdiosescobardesqueseretirandeestemundodondeloshombrespuedenmatarseensunombre?Yavivenenunailusión.Yotansololesdoyotra.Unaquerequieremenossangre.
—Almenoselloseligenesosfantasmas—argumentóAltaïr.—¿Ah,sí?¿Apartedealgúnconversoaisladoodelhereje?—Noestábien—soltóAltaïr.—Ah.Ahoralalógicatehaabandonadoyensulugarteacogesalasemociones.
Estoydecepcionado.—¿Quévaisahacer,entonces?—Nomeseguirásynopuedoforzarte.—Yosnegáisadejaresosplanesmalvados.—Porlovistoestamosenunimpasse.—No.Estamosenunfinal—dijoAltaïr,ytalvezAlMualimteníarazón,puesto
quesevioluchandoconunaoleadadeemociones.Detraición,tristezayalgoquenopodíadistinguiralprincipio,peroluegolohizo.Soledad.
AlMualimdesenvainólaespada.—Teecharédemenos,Altaïr.Fuistemimejorestudiante.
www.lectulandia.com-Página149
Altaïrvio losañosdeAlMualimmenguarmientras secolocaba,con laespadapreparada,obligandoaAltaïrahacer lomismo.Saltóaun ladoparacomprobar laguardia de Altaïr, y Altaïr se dio cuenta de que nunca le había vistomoverse tanrápido. El AlMualim que él conocía caminaba despacio, paseaba sin prisa por elpatio,congestoslentosydramáticos.Estesemovíacomounespadachín,quedabaestocadasyembestíaconlahoja.Entonces,mientrasAltaïrsedefendía,atacóconungolpe.AltaïrtuvoqueponersedepuntillasydoblóelbrazomientraspasabasuhojaparadesviarlaofensivadeAlMualim.Aquelmovimientolehizoperderelequilibrioy,conlaguardiadelladoizquierdobajada,AlMualimviolaoportunidadyvolvióaarremeterconunsegundogolperápidoquedioenelblanco.
Altaïr hizo unamueca de dolor al sentir que la sangre salía de la herida en lacadera, pero no se atrevió amirar. No podía apartar la vista de AlMualim ni unsegundo.Frenteaél,AlMualimsonrió.Unasonrisaquedecíaquelehabíadadounalecciónal jovencachorro.Seapartóaun lado, simulóunataque, fueprimeroaunsitioyluegoalotro,conlaesperanzadecogeraAltaïrdesprevenido.
Luchando contra el dolor y el agotamiento, Altaïr avanzó con una ofensivapropia;sealegróalverquehabíacogidoaAlMualimporsorpresa.Peroaunquelealcanzó —al menos creyó alcanzarle—, el Maestro parecía deslizarse comotransportado.
—Ciego,Altaïr—serioAlMualim—,ciegohasestado.Ysiempreloestarás.Volvióaatacar.Altaïrfuedemasiadolentoparareaccionaratiempo,notólahojadeAlMualim
cortándole el brazo y gritó de dolor. No podía aguantar más. Estaba demasiadocansado.Estabaperdiendosangre.Eracomosilaenergíaleabandonarapocoapoco.LaManzana,lasheridas,suagotamiento:todosemezclabadespacio,perosabíaquele acabaría inutilizando. Si no podía darle pronto la vuelta a la batalla, saldríaderrotado.
Pero la Manzana le había vuelto descuidado al anciano. Incluso mientras seregodeaba,Altaïrsaltabahaciadelanteyvolvíaaatacarcon lapuntadesuespada,alcanzandoelblancoysacandosangre.AlMualimgritódedoloryotravezpareciósertransportado,altiempoquegruñíaylanzabaunanuevaofensiva.Fingióatacarala izquierda y giró, empuñando la espada al revés.Desesperado,Altaïr le esquivó,pero casi le hizo perder el equilibrio, y por unos instantes ambos intercambiarongolpes,ylasalvaterminócuandoAlMualimseagachó,cortóhaciaarribayledioaAltaïrenlamejilla,antesdeapartarseparaqueelasesinonopudieraresponder.
AltaïrlanzóuncontraataqueyAlMualimsetransportó.Perocuandoreapareció,Altaïrsediocuentadequeparecíamásdemacradoy,cuandoatacó,fueunpocomásdescuidado.Menosdisciplinado.
Altaïr avanzó dando estocadas, obligando al Maestro a transportarse ymaterializarsevariospasosmásallá.Levio loshombrosmáscargadosy lacabezapesada.LaManzanaestabaminandolafuerzadeAltaïr,pero¿hacíalomismoconel
www.lectulandia.com-Página150
que la usaba? ¿Lo sabía AlMualim? ¿Hasta qué punto el anciano comprendía laManzana? Su poder era tan fuerte queAltaïr dudaba que fuera posible saberlo deverdad.
AsíquedebíaobligaraAlMualimausarlaparaqueredujerasupropiaenergía.ConungritosaltóhaciadelanteparaacuchillaraAlMualim,cuyosojosseabrieronmuchoporlasorpresaantelarepentinavehemenciadelaaproximacióndeAltaïr.Semarchótransportado.
Altaïr se abalanzó sobre él en el momento que reapareció y el rostro de AlMualim estaba cargado de ira, de frustración porque las reglas de combate habíancambiadoynecesitabaencontrarelespacioparaadaptarse.
Se materializó más lejos esta vez. Estaba funcionando: parecía incluso máscansado.PeroestabalistoparaelataqueindisciplinadodeAltaïr,querecompensóalasesino conotro brazo ensangrentado.Aunque no era lo bastante grave comoparadetenerlo: el joven volvió a arremeter y obligó a Al Mualim a transportarse. Porúltimavez.
Cuando reapareció, se tambaleó un poco, yAltaïr vio que le pesabamucho laespada.AllevantarlacabezaparamiraraAltaïr,elasesinovioensusojosquesabíaquelaManzanahabíaestadominandosuenergíayqueAltaïrsehabíadadocuenta.
Y,mientrasAltaïrsacabasuhojaysaltaba,mientrasse laclavabaaAlMualimconunrugidoqueeraenpartedebidoalavictoria,enparteporeldolor,talvezlosúltimospensamientosdeAlMualimfuerondeorgullohaciasuantiguoalumno.
—Imposible—dijoentrejadeos,altiempoqueAltaïrsearrodillabaahorcajadassobreél—.Elestudiantenoderrotaalprofesor.
Altaïrdejócolgandolacabezaynotóqueunaslágrimasleescocíanlasmejillas.—Hasganado,entonces.Veareclamartupremio.LaManzanahabíarodadodesdelamanoextendidadeAlMualim.Resplandecía
sobreelmármol.Esperando.—Habéistenidofuegoenlasmanos,anciano—dijoAltaïr—.Deberíahabersido
destruido.—¿Destruir laúnicacosacapazde terminar lasCruzadasycrearunaverdadera
paz?—AlMualimserio—.Nunca.—Entoncesloharéyo—dijoAltaïr.—Yaloveremos.AlMualimserioconganas.Altaïrlaestabamirandofijamente,lecostabaapartarlavista.Concuidado,apoyó
lacabezadeAlMualimenlapiedramientraselhombreseibarápido;selevantóycaminóhaciaeltesoro.
Locogió.Era como si estuviera vivo en su mano. Como si un enorme rayo de energía
saliera de la Manzana y subiera por su brazo, directo al pecho. Sintió una granhinchazónquealprincipiofueincómodaydespuésfuevivificadora,sellevóeldolor
www.lectulandia.com-Página151
delabatallaylellenódepoder.LaManzanalatióconfuerza,parecióvibrar,yAltaïrcomenzó a ver imágenes. Unas imágenes increíbles, incomprensibles. Vio lo queparecían ciudades, enormes y brillantes ciudades, con torres y fortalezas, como situvieran miles de años. A continuación, vio máquinas y herramientas, artilugiosextraños.Entendióquepertenecíanaunfuturoaúnnoescrito,dondealgunosdelosaparatos hacían felices a las personasmientras que otros no significabanmás quemuerteydestrucción.Lavelocidadeintensidaddelasimágenesledejósinaliento.
EntoncesalaManzanalaenvolvióunacoronadeluzqueseextendióhaciafuerahasta que Altaïr vio que estaba contemplando una esfera, una enorme esfera, quecolgabaenel aire tranquilodel jardínydabavueltas lentamentemientras irradiabaunaluzcálidaydorada.
Estabaembelesado.Encantado.Eraunmapa,comprobó,consímbolosextraños,unaescrituraquenoentendía.
DetrásdeéloyóaAlMualimhablando:—He puesto mi corazón en obtener sabiduría y conocer la locura. Me he
percatadodequetambiénibadetrásdelviento.Puestoqueenlasabiduríahaymuchodoloryelqueaumentasuconocimiento,tambiénaumentalapena.
Malikysushombresentraronapresuradamenteeneljardín.SinapenasmirarelcuerpodeAlMualim, sequedaronhipnotizadospor laManzana.A lo lejos,Altaïroyóquegritaban.FueracualfueseelhechizoquesehabíalanzadosobreMasyafsehabíaroto.
SepreparóparahacerañicoslaManzanaenlapiedra,aúnincapazdequitarlosojos de la imagen giratoria; le costaba hacer que el brazo obedeciera la orden delcerebro.
—¡Destrúyela!—DijoAlMualim—.¡Destrúyelacomohasdichoqueharías!LamanodeAltaïr tembló.Losmúsculos senegaban a cumplir las órdenesdel
cerebro.—No…Nopuedo—dijo.—Sí, sí puedes, Altaïr —dijo entre jadeos Al Mualim—. Sí puedes, pero no
quieres.Yaldeciresaspalabras,murió.AltaïrapartólavistadelcuerpodesumentorparavercómoMalikysushombres
lemirabanconexpectación,esperandoautoridadyorientación.AltaïreraahoraelMaestro.
www.lectulandia.com-Página152
TerceraParte
www.lectulandia.com-Página153
34
23dejuniode1257
Sentadoalasombra,asalvodelcalorextenuantedelmercadodeMasyaf,Maffeomepreguntó:
—EljardíndeAlMualim.¿Esesteelmismotrozodetierradondeestabasituadasubiblioteca?
—Así es. Altaïr decidió que era un lugar adecuado para el cuidado y elalmacenamientodesutrabajo.Milesdediarios,llenosdelsaberdelosasesinos,delconocimientodeducidoporlaManzana.
—Asíque¿noladestruyó?—¿Sinodestruyóelqué?Maffeosuspiró.—LaManzana.—No.—¿Noentoncesonolohizonunca?—Hermano, por favor, no apresures la conclusión de la historia.No,Altaïr no
destruyó inmediatamente laManzana.Tenía que acabar con la rebeliónque estallójustodespuésdelamuertedeAlMualim.
—¿Hubounarebelión?—Sí. Hubo una gran confusión en el periodo inmediato a la muerte de Al
Mualim.Habíamuchos en laOrden que permanecían fieles al antiguoMaestro.Obien ignoraban su traición o bien se negaban a aceptar la verdad, pero para ellosAltaïr sehabía sublevadoy teníanquedetenerlo.Sinduda sevieronanimadosporciertasvocesdelentorno.
—¿Abbas?Mereí.—Sinduda.AunqueyatepuedesimaginarelconflictointernodeAbbasanteel
girodelosacontecimientos.SurencorhaciaAlMualimeratanfuerte,sinomás,queelresentimientoquesentíahaciaAltaïr.
—¿YAltaïrsofocólarebelión?—Porsupuesto.YloconsiguiómanteniéndosefielalCredo.OrdenóaMalikya
otros hombres que no lastimaran a los rebeldes, que no mataran ni castigaran aningúnhombre.Trassometerlos,nohuborepresalias.Ensulugar,utilizólaretóricaparamostrarles el camino, para convencerles primero de la culpa deAlMualim ydespuésde lo apropiadoque eraparadirigir laHermandad.Alhacerlo, aseguró suamor, su fe y lealtad. Su primera tarea como nuevo líder de la Orden fue unademostración de los principios que quería infundir. Recuperó la Hermandad almostrarleselcamino.
»Con esa parte resuelta, centró su atención en su diario. Allí escribió sus
www.lectulandia.com-Página154
pensamientossobre laOrden,suresponsabilidadenella, inclusohablóacercade laextrañamujercon laquesehabía topadoenelcementerio.Que lo tenía…Másdeuna vez Altaïr había estado a punto de escribir la palabra «cautivado» y luego sedeteníaparaponer«interesado».Eraevidentequenoseleibadelacabeza.
»HabíaescritoprincipalmentesobrelaManzana.Sehabíaencargadodellevarlaconsigo.Porlasnoches,cuandoescribíaensudiario,permanecíaenunabasejuntoaél,ycuandose laquedabamirando,sentíaunamezcladeemociones: iraporhabercorrompido al único que había considerado un padre, que había sido un estupendoasesinoe inclusounhombremejor aún; temor,puestoquehabía experimentado supoderdedarytomar;yunrespetoreverencial.
»Sisepuedeencontrarelbienenesteartefacto,lodescubriré,—escribióconsupluma—, pero si solo es capaz de inspirar mal y desesperación, espero poseer lafuerzaparadestruirla.
Sí,lodijoensudiario,destruiríaelFragmentodelEdénsinoteníanadabuenoparalahumanidad.Aquellasfueronlaspalabrasqueescribió.Sinembargo,Altaïrsepreguntaba dónde encontraría la fuerza para destruir la Manzana si llegaba talmomento.
El hecho era que quienquiera que la poseyera ejercía un enorme poder, y losTemplariosquerríanqueaquelpoderlesperteneciera.
Además,sepreguntó,¿losTemplariosestaríanbuscandootrosartefactos?¿Yalostenían? Tras lamuerte de Robert de Sablé, sabía que se habían consolidado en elpuerto deAcre. ¿Debería atacar allí?Estaba decidido a que nadiemás poseyera laManzananiquenadiemásladeseara.
Nadiesalvoél.Reflexionósobreaquelloensusdependencias,durantedemasiadotiempotalvez,
hasta que empezó a preocuparse porque estaba dándole tiempo al enemigo parareagruparse.LlamóaMalikyJabalparaquesepresentarananteél.ColocóaMaliktemporalmente al mando de la Orden e informó a Jabal de que iban a dirigirenseguidaunpelotónacaballohaciaelpuertodeAcre,paraprepararunaofensivaalafortalezatemplariaycortarelproblemaderaíz.
Semarcharonpocodespués,ymientraslohacían,AltaïrvioaAbbasenunodelos accesos al castillo, mirándolo torvamente. Los recientes acontecimientos nohabíanayudadoamitigarsuodio;eraunahojaconunfilodespiadado.
www.lectulandia.com-Página155
35
LanochecaíasobreelpuertodeAcre,supiedragrisestababañadadenaranjaylosúltimosrayosdesolpintabanelmarderojosangrealfundirseconelhorizonte.Elaguachapaleabaenlosmacarronesyespigones,ylasgaviotasgraznabandesdesusposiciones,pero,porlodemás,elpuertoestabaextrañamentevacío.
O…almenoseste.Mientras locontemplabaysesorprendíapor laausenciadesoldadosTemplarios—adiferenciadelaúltimavezquehabíaestadoallí,cuandoloshombresdeSibrandseencontrabanportodaspartes,comopulgasenunperro—,algole dijo aAltaïr que cualquier industria se hallaría al otro lado de losmuelles y supreocupaciónaumentó.Habíatardadodemasiadoentomarsudecisión.
¿Estabaapuntodepagarporello?Pero el puertono estabavacíodel todo.Altaïr oyóunaspisadas acercándosey
unaconversaciónenvozbaja.Levantóunamanoy,detrásdeél,suequiposedetuvoyquedó inmóvil comosombrasen laoscuridad.Avanzó lentamentepor el espolónhasta que pudo verlos, contento de comprobar que se habían separado.El primeroahora estaba casi directamente debajo de él, sujetaba su antorcha y mirabadetenidamente en los oscuros rincones y ranuras del húmedo espolón. Altaïr sepreguntósiestaríapensandoensucasa,enInglaterraoenFrancia,yenlafamiliaqueallítenía,ylamentóqueelhombretuvieraquemorir.Mientrassaltabaensilenciodelmuro,caíasobreélyleclavabalahoja,deseóquehubieraotromododehacerlo.
—MonDieu—susurróelguardiamientrasmoríayAltaïrsepusoenpie.Delante, el segundo soldado caminaba por la piedramojada delmuelle, con la
antorchagoteandobreaybrillandoasualrededorparaintentaralejarlassombras,unhombrequeseencogíaconcadasonido.Estabaempezandoa temblardemiedo.Elcorreteodeunaratalesobresaltóysediolavueltaenseguida,conlaantorchaenalto,paranovernada.
Siguióavanzando,mirandoen lapenumbra,volviéndosehacia sucompañero…Oh,Dios,¿dóndeestaba?Hacíaunmomentoestabaahí.Losdoshabíanidojuntosalmuelle.Ahoranohabíanirastrodeél,noseleoía.Elguardiacomenzóatemblardemiedo.Oyóungimoteoysediocuentadequelohabíaemitidoélmismo.Entoncesseoyóunruidodetrásysediolavueltarápidamente,justoatiempodeverlamuerteensustalones…
Duranteunmomento,Altaïrpermanecióarrodilladoahorcajadassobreelguardiamuertomientrasescuchabasillegabanrefuerzos.
Peronoacudiónadiey,ahoraqueseponíadepie,seleunieronmásasesinos,quehabíansaltadoelmuroyentrabanenelpuerto,comoél,vestidoscontúnicasblancas,y miraban bajo sus capuchas con los ojos en sombra. Sin apenas hacer ruido, sedesplegaron.Altaïrlesdiounasórdenesenvozbajaylesindicóquesemovieranensilencioydeprisa por el puerto.LlegaronunosguardiasTemplarios corriendoy seencargarondeellos.Altaïrsemovióentreellosydejóquesuequipolucharamientras
www.lectulandia.com-Página156
élllegabaaunmuro.Lapreocupaciónlereconcomíalastripas:habíacalculadomalelataque,losTemplariosyaestabanenmarcha.Uncentinelatratódedetenerlo,perocayóconelcortedelahojadeAltaïrylasangresalióachorrosdesucuelloabierto.El asesinoutilizó sucuerpocomo trampolín, subiócondificultadal espolónyallí,agachado,miróalmuelleadyacenteyluegoalmar.
Susmiedosseconfirmaron.Habíaesperadodemasiado.Delantedeél,enunmarMediterráneodoradoporlaagonizanteluzdelsol,habíaunapequeñaflotadebarcosTemplarios.Altaïrlanzóunamaldiciónysemoviórápidamenteporelpuertohaciaelcorazóndelosmuelles.Detrásdeélaúnpodíaoírlossonidosdelabatallamientrassushombressetopabanconlosrefuerzos.LaevacuacióndelosTemplarioscontinuó,perose leocurrióque laclavedesupartidapodríaestarenel interiorde lamismafortaleza. Con cuidado, rápido y en silencio, caminó hacia el bastión, que selevantaba imponente sobre losmuelles, liquidando sin piedad a los pocos guardiascon los que se cruzaba, con el fin de trastocar la huida del enemigo tanto comointentaraveriguarsusintenciones.
Dentro,lapiedragrisabsorbíaelsonidodesuspisadas.LosTemplariosbrillabanallí por su ausencia. El lugar parecía estar ya vacío y abandonado. Subió unasescalerasdepiedrahasta llegaraunbalcónyallíoyóunasvoces: trespersonasenmedio de una conversación acalorada. Había una voz en particular que reconociómientras se colocaba detrás de un pilar para escuchar a escondidas. Se habíapreguntadosivolveríaaoírlaalgunavez.Esperabapoderhacerlo.
Era la mujer del cementerio de Jerusalén; la valiente leona que había actuadocomosustitutadeRobertdeSablé.EstabaconotrosdosTemplariosy,porsu tono,estabadisgustada.
—¿Dóndeestánmisbarcos,soldado?—preguntóbruscamente—.Medijeronquehabríaotraflotadeocho.
Altaïrechóunvistazo.SeveíalasiluetadelosbarcosTemplariosenelhorizonte.—Losiento,María,peroestoeslomejorquehemosconseguido—respondióuno
delossoldados.«María».Altaïr saboreó su nombre inclusomientras admiraba la tensión en su
mandíbulaylosojosquebrillabandevidayfuego.Volvió a notar aquella cualidadde ella, como si retuviera lamayor parte de su
verdaderocarácter.—¿CómosugieresqueelrestodenosotrosllegueaChipre?—estabadiciendo.¿PorquélosTemplariosseestaríantrasladandoaChipre?—Perdona,peropuedequeseamejorquetequedesenAcre—dijoelsoldado.Derepente,sepusoenalerta.—¿Quéeseso?¿Unaamenaza?—preguntó.—Es una advertencia justa —respondió el caballero—. Armand Bouchart es
ahoraelGranMaestroynotienemuybuenaopinióndeti.«ArmandBouchart»,apuntóAltaïr.Asíqueeraélelquehabíapasadoaocuparel
www.lectulandia.com-Página157
puestodeRobertdeSablé.Enmediodelbalcón,Maríaestabatorciendoelgesto.—¡Vaya,insolente…!—Seinterrumpió—.Muybien.Yaencontraréunmodode
llegaraLimassol.—Sí,milady—dijoelsoldadoehizounareverencia.SemarcharonydejaronsolaaMaríaenelbalcóndonde,aAltaïrlehizogracia
oír,empezóahablarconsigomisma.—Maldita sea… Estaba a un paso de ser armada caballero. Ahora soy poco
menosqueunamercenaria.Seacercóaella.Fueraloquefueseloquesintieraporella—ysentíaalgo,deeso
estabaseguro—,necesitabahablarconella.Aloírqueseaproximaba,sediolavueltaylereconocióalinstante.
—Bueno—dijo—,eselhombrequemeperdonóelcuello,peromerobólavida.Altaïrnoteníatiempoparapreguntarseaquésereferíaporqueconundestellodel
acero,tanrápidocomounrayo,lamujerhabíadesenvainadolaespadaysedirigíaaélparaatacarle,conunavelocidad,unadestrezayunvalorqueloimpresionarondenuevo.Secambiólaespadademano,giróparaatacarleporsuladodébil,ytuvoquemoverseconrapidezparadefenderse.Erabuena,mejorquealgunosdeloshombresasus órdenes, y durante unos instantes intercambiaron estocadas al tiempo que elbalcónretumbabaporelrepiqueteodelchoquedelacero,salpicadodesusgritosdeesfuerzo.
Altaïrmiró hacia atrás para asegurarse de que no llegaban refuerzos. Pero, porsupuesto,nohuboninguno.Sugentelahabíadejadoatrás.Sinduda,suproximidadaDeSablénolehabíasupuestoningunaventajaconsusustituto.
Siguieron luchando.Porun instante le tuvodeespaldasa labalaustrada,coneloscuro mar en su hombro, y durante ese mismo instante él se preguntó si podríavencerleyloirónicoquesería.PerosudesesperaciónporganarlahizodescuidadayAltaïrpudoempujarycaminarhaciadelanteparaalfinaldarselavueltayderribarlaporlospies,saltarporencimadeellayponerlelahojaenlagarganta.
—¿Has vuelto para rematarme?—dijo, desafiante, pero él vio elmiedo en susojos.
—Aún no —respondió, aunque la hoja se quedó donde estaba—. Quieroinformación.¿PorquélosTemplariossedirigenaChipre?
Ellasonrióabiertamente.—Hasidounaguerralargaysucia,asesino.Todoelmundosemereceunrespiro.Altaïrforzóunasonrisa.—Cuantomásmecuentes,másvivirás.Asíquetevuelvoapreguntar:¿porquéla
retiradaaChipre?—¿Quéretirada?ElreyRicardoplaneaunatreguaconSalahAl’din,ytuOrden
no tiene líder, ¿no?Encuanto recuperemoselFragmentodelEdén,vosotros seréislosquesaldréiscorriendo.
www.lectulandia.com-Página158
Altaïrasintióalcomprender.TambiénhabíamuchascosassobrelaOrdenquelosTemplariossuponían,peroenrealidadnosabían.Loprimero,quelosasesinosteníanunlíder; losegundo,quenosolíanhuirdelosTemplarios.Selevantóytiródeellaparaponerladepie.
Lefulminóconlamiradayseagachó.—LaManzanaestábienescondida—ledijomientraspensabaquelarealidadera
muydistinta.Estabaensusdependencias.—Altaïr, considera bien tus opciones. Los Templarios pagarían un buen precio
porlareliquia.—Yalohanhecho,¿no?—dijoAltaïr,llevándoselaconél.Unratomástarde,sereunióconsusasesinos.Yahabíaterminadolabatallayel
puertodeAcreerasuyo.EntreellosestabaJabal,quealzólascejasalveraMaríayleshizounasseñasadosasesinosparaqueselallevaranantesdeacercarseaAltaïr.
—¿Qué está ocurriendo en Chipre que les interese a los Templarios? —sepreguntóAltaïrmientrascaminaban.
Yahabíadecididosupróximodestinoynohabíatiempoqueperder.—¿Unos conflictos civiles, tal vez?—dijo Jabal con las palmas abiertas—. Su
emperador IsaacComnenusprovocóal reyRicardohacemuchosmesesyahora sepudreenunamazmorratemplaria.
Altaïrreflexionó.—Unapena.AIsaacselecorrompíaconfacilidad,selepodíasobornar.SedetuvieronenlosescalonesdelpuertoyMaríacaminódelantedeellosconla
barbillaenalto.—Esaépocayahapasado—decíaJabal—.AhoralosTemplariossondueñosde
laisla,lacompróelreyporunamíserasuma.—No es el tipo de gobierno que queremos fomentar. ¿Tenemos allí algún
contacto?—preguntóAltaïr.—UnoenLimassol.UnhombrellamadoAlexander.—Envíaleunmensaje—dijoAltaïr—.Dilequemeesperedentrodeunasemana.
www.lectulandia.com-Página159
36
ViajósoloaChipre,aunquenosolodeltodo.SellevóaMaría.LehabíadichoaJabal quepodríausarla como fianza con losTemplarios, pero escribió en sudiarioquelegustabatenerlaasulado;eratansimplecomocomplicado.Habíahabidomuypocasmujeresensuvida.
Las que compartían su cama habían hecho poco más que satisfacer susnecesidades,yaúnteníaqueconoceralamujercapazderemoveresossentimientosqueseencontrabanporencimadelacintura.¿Lahabíaconocidoahora?Escribióesapreguntaensudiario.
Al llegar a Limassol, descubrió que los Templarios habían ocupado la isla enserio.Comodecostumbre,elpuertoestabaempapadoporlaluznaranjadelsolylaareniscabrillabaporsureflejo;lasaguasazulesrelucíanylasgaviotasrevoloteabanydescendíansobresuscabezas,manteniendounruidoconstante.PeroportodaspartesestabanlascrucesrojasdelosTemplarios,ylossoldadosquevigilabanalapoblaciónresentida.AhoravivíanbajoelguantedehierrodelosTemplarios.Habíanvendidosuislaaunreycuyoderechoera,comomucho,pocofundado.Lamayoríacontinuabacon sus vidas, pues tenían bocas que llenar. Aunque unas cuantas almas valienteshabían formado una Resistencia. Ellos serían quienes estarían más dispuestos aapoyarlamisióndeAltaïryesteplaneabareunirseconellos.
Saliódesubarcoycaminóporlosmuelles.LeacompañabaMaría,conlasmanosatadas.Sehabíaaseguradodequitarlecualquierseñalque la identificaracomounacruzadaTemplariay,aefectosprácticos,erasuesclava.Estasituación,porsupuesto,laenfadóynotardóenhacérselosaber,refunfuñandomientrascruzabanlosmuelles,queestabanmástranquilosdeloquecabíaesperar.AAltaïrledivertíasumalestar,peroseloguardabaparasusadentros.
—¿Ysiempiezoagritar?—preguntóconlosdientesapretados.Altaïrserio.—La gente se taparía los oídos y continuaría andando. Ya han visto antes a
esclavosdescontentos.Pero¿quégente?Aunqueparecieraextraño,elpuertoestabavacíoy,alentraren
losbarriospobres,descubrieronqueallítampocohabíanadie.Derepente,unhombresaliódeuncallejóndelantedeellos,conunatúnicadesaliñadayunturbante.Porallíhabíabarrilesabandonadosylosarmazonesdeunoscajones,ydealgúnsitioseoíagotear agua.Altaïr se percató de que estaban solos justo cuandodos hombresmássalierondeotrosdoscallejonesasualrededor.
—Elpuertoeszonaprohibida—dijoelprimerhombre—.Muestratucara.—Nohaynadabajoestacapuchasalvounviejoyfeoasesino—gruñóAltaïr,que
levantólacabezaparamiraralhombre.Elmatónsonrióconsuficiencia,yanoeraunaamenaza.—Altaïr.
www.lectulandia.com-Página160
—Alexander—saludóAltaïr—,recibisteelmensaje.—Supusequeeraunatrampatemplaria.¿Quiéneslamujer?MiróaMaríadearribaabajoconunbrilloenlosojos.—EsunafianzaparalosTemplarios—explicóAltaïr—.EradeRobertdeSablé.
Pordesgracia,esunacarga.Maríaleclavólosojos:silasmiradaspudieranmatar,primerolehabríatorturado
brutalmente.—Podemos quedárnosla por ti,Altaïr—dijoAlexander—.Tenemos un refugio
seguro.Lamujermaldijosusalmaspútridasmientrassedirigíanhaciaallí,unaspalabras
muyordinariasparaunainglesa.AltaïrlepreguntóaAlexanderporquéhabíatanpocosciudadanosenlascalles.—Pareceunaciudadfantasma,¿verdad?Lagentetienemiedodesalirdecasapor
temorainfringiralgunanuevaleypococlara.Altaïrreflexionó.—Los Templarios nunca habían estado interesados antes en gobernar. Me
preguntoporquéahora.Alexander asentía.Mientras caminaban, pasaron junto a dos soldados, que les
miraronconrecelo.AltaïrsepreparóporsiMaríalesdelataba.PeronolohizoysepreguntósiteníaalgoqueverconquelahabíanabandonadolossuyosenAcre.Otalvez…No.Sequitóaquellaideadelamente.
Llegaronalrefugio,unalmacénabandonadoqueAlexanderhabíaconvertidoensubase.Habíauncuartocerradoconunapuertadebarrotesdemadera,perodejaronqueMaríasequedarafuerademomento;Altaïrcomprobólacuerdadesusmuñecasypasóundedoporenmediodelasatadurasysubrazoparaasegurarsedequeestabacómoda. Entonces la mujer le lanzó una mirada que solo podía describirse comodesdéndeagradecimiento.
—Supongoquenoestásaquíporcaridad—dijoAlexander,cuandosesentaron—.¿Puedopreguntartetupropósito?
Altaïrqueríaactuarrápido,queríameterseenlabasetemplariadeinmediato,peroledebíaalchipriotaunaexplicación.
—Es una historia complicada, pero se puede resumir de forma sencilla: losTemplariostienenaccesoaunconocimientoyunasarmasmuchomásmortíferasdeloquenadiepueda imaginar.Miplanescambiar esa situación.Unadeesasarmasestáennuestrasmanos.Esunartilugiocon lacapacidaddealterar lamentede loshombres.QuieroenterarmedesilosTemplariostienenmásdeesetipo.
Maríasaltópordetrás:—Y por supuesto podemos confiar en que los asesinos le den mejor uso a la
Manzana,alFragmentodelEdén…Altaïrcontuvounasonrisa,perolaignoróyledijoaAlexander:—¿DóndeestánahoraescondidoslosTemplarios?
www.lectulandia.com-Página161
—EnelcastillodeLimassol,peroseestánextendiendo.Teníaquedetenerlos,pensóAltaïr.—¿Ycómoentro?—preguntó.Alexander le habló de Osman, un Templario simpatizante de la Resistencia
chipriota.—Mata al capitán de la guardia—dijo—.Simuere, es probable que le den su
puestoaOsman.Ysiesosucede,bueno,podrásentrarsinproblemas.—Esuncomienzo—dijoAltaïr.Caminandopor las calles de la ciudad se sorprendió por la tranquilidad que se
respiraba.Mientras avanzaba, pensó enMaría y en laManzana. La había llevadoconsigo, por supuesto, estaba en el camarote del barco. ¿Había sido un tonto alacercartantoeltesoroalenemigo?Soloeltiempolodiría.
En la plaza delmercado localizó al capitánTemplario de la guardia, quehabíasido tanamablededejarse localizar con facilidadal llevaruna túnica roja sobre lacotademallayparecertanimperiosocomounrey.Altaïrmiróasualrededoryviootrosguardiasporallícerca.
Agachó lacabeza,paranoatraer laatenciónyevitar lasmiradasdeunguardiaqueleestabaobservandoconlosojosentrecerrados,suspicaz.Alpasar,sehizopasarporunerudito.Entonces,conmuchocuidado,secolocódetrásdelcapitán,queestabaalotroladodelcallejón,gritandoórdenesasushombres.Apartedelcapitányahorasuasesino,nohabíanadie.
Altaïrcogióuncuchilloarrojadizodelafundaalhombroy,entonces,conungirodemuñeca, lo lanzó.Elcapitáncayóa lapiedraconun largogemidoycuandolosguardias llegaroncorriendo,Altaïryasehabíametidoporunacallecolindanteyseperdíaporlascalleslateralesvacías.Habíallevadoacabosutarea,ahorateníaqueirenbuscadeOsman,talycomoAlexanderlehabíaaconsejado.
Rápidoysigiloso,seabriócaminoentrelostejadosdelaciudadblanqueadaporelsol,correteandocomoungatoporlasvigasdemadera,hastaqueseencontróconun patio. A sus pies estaba Osman. Un Templario, aunque con simpatía por losasesinos,yAltaïresperóaquesequedarasoloantesdedescender.
Alhacerlo,OsmanmiróaAltaïry luegoa laparedquehabía encimadeellos.Despuésvolvióacontemplarasuvisitaconunaexpresióndivertidaenlosojos.Porlomenosteníaunabuenaopinióndelsigilodelasesino.
—Saludos,Osman—dijoAltaïr—.Alexanderteenvíarecuerdosyledeseaatuabuelaunfelizcumpleaños.
Osmanserio.—Labuenamujer,quedescanseenpaz.Bueno,¿cómopuedoayudarte,amigo?—¿Puedesdecirmeporqué losTemplarioshancompradoChipre?¿Vanacrear
otrofisco?—No tengo el rango suficiente para saberlo con seguridad, pero he oído algo
sobreunarchivodealgúntipo—dijoOsmanmientrasmirabaalaizquierdayluegoa
www.lectulandia.com-Página162
laderecha.Si le veían hablando con Altaïr, casi seguro que le matarían en la plaza del
mercado.—¿Un archivo? Interesante. ¿Y quién es el Templario de grado más alto en
Limassol?—Un caballero llamado Federico el Rojo. Entrena soldados en el castillo de
Limassol.Esunabestia.Altaïrasintió.—Sielguardiadelcastilloestámuerto,¿quémeimpediráentrar?—Suponiendo que me asignen su puesto, podría encontrar una excusa para
reducirlavigilanciadelcastilloduranteunbreveperiododetiempo.¿Funcionaría?—Loconseguiré—dijoAltaïr.Lascosasavanzabanrápido.—Osmanestápreparándolotodo—ledijoaAlexandermástarde,devueltaenel
refugio.Mientras estaba fuera,Maríahabíapasado lamayorpartedeldía tras lapuerta
cerrada, donde había entretenido a su captor con una retahíla de insultos yocurrencias, y su furia había aumentado cuando le había pedido que los repitiera,puesleentusiasmabasudiccióninglesa.Ahora,sinembargo, lahabíandejadosalirparacomeryestaba sentadaenuna sillademaderapoco firme, fulminandocon lamirada a Altaïr y Alexander, que hablaban sentados, y lanzando miradas de ira acualquierhombredelaResistenciaquepasaraporallí.
—Perfecto.¿Ahoraqué?—preguntóAlexander.—Ledaremostiempo—dijoAltaïrysevolvióaMaría—.Tambiénmehablódel
archivoTemplario.¿Hasoídohablardetalcosa?—Por supuesto —respondió María—. Ahí es donde guardamos nuestra ropa
interior.Altaïrdesesperó.SevolviódenuevohaciaAlexanderydijo:—Chipreseríaunbuensitioparaprotegertantoelconocimientocomolasarmas.
Conlaestrategiaadecuada,esunaislafácildedefender.Se levantó. Osman ya habría tenido tiempo de despejar losmuros del castillo.
Habíallegadolahoradeinfiltrarse.
www.lectulandia.com-Página163
37
Unratomás tardeseencontrabaenelpatiodelcastillodeLimassol,preparadoparalainfiltración.Enlassombras,alzólavistahacialaimponentepiedrayobservólosarcosvigiladosycalculólosmovimientosdeloshombresenlosbaluartes.
Lealegróadvertirquehabíapocoshombres:Osmanhabíahechobiensutrabajo.Lafortalezanoestabatotalmentelibredeseguridad,peroAltaïrpodríaentrar.Yesoeraloúnicoquenecesitaba.
Escaló un muro hacia los baluartes y luego se introdujo sigilosamente en elcastillo.UnguardiagritóycayóconunodeloscuchillosarrojadizosdeAltaïrenelcuello.Otrooyóelalborotoyfuecorriendoporelpasillo,tansoloparatoparseconlahojadelasesino.Altaïrbajóalguardiahastalapiedra,colocóelpiesobresuespaldayretirólahoja,quegoteósangrealsuelo.Después,continuóabriéndosecaminoporel castillo poco habitado, liquidando a los guardias cada vez que los veía. Osmanhabíarealizadosutrabajodemaneramuyeficiente.Nosolohabíapocosguardiasenlosmuros,sinoqueporlovistotambiénfaltabanhombresenelinterior.Altaïrignorólaincertidumbrequecrecióensusentrañas.Unapunzadadeinquietud.
Subióysubió,cadavezmásadentrodelcastillo,hastaquellegóaunbalcónquedabaaungranpatioqueutilizabancomolugardeentrenamiento.
AllívioaFedericoelRojo,ungiganteenormeconbarba,quepresidíaundueloentre dos de sus hombres.Al verle,Altaïr sonrió. El simpático espíaOsman teníarazón.FedericoelRojoeraunabestia.
—Sin piedad, hombres —estaba bramando—. Esta es una isla de paganossupersticiosos. Recordad, no os quieren aquí, no les gustáis, no entienden laverdaderasabiduríadevuestracausa,ytramanacadainstanteexpulsaros.Manteneosalertaynoconfiéisennadie.
Ambos con armadura completa, los dos caballeros lucharon hasta el final, y elsonidodesusespadasrepiqueteóportodoelpatio.Fueradelavista,enelbalcóndeencima,AltaïrescuchabaallíderTemplariomientrascontinuabaalentándolos.
—Encontrad las grietas en la armadura de vuestro oponente. Golpead fuerte.Guardaoslascelebracionesparalataberna.
Altaïr se levantó y avanzó un paso hacia la pared, a plena vista de los treshombresqueentrenabanenelpatiodeabajo.Peroestabanenfrascadosenlabatalla.Calculólaalturadesdedondeestabahastalapiedradeabajo,respiróhondo,extendiólosbrazosysaltó.
Con un suave golpe, cayó directamente detrás de Federico el Rojo, con lasrodillas flexionadas y los brazos estirados para mantener el equilibrio. El líderbarbudosediolavueltaaltiempoqueAltaïrseerguía.Conojoscentelleantes,rugió:
—¿UnasesinoenChipre?Bien,bien.Qué rápido se adaptanestos indeseables.Pondréfina…
Nuncaterminóaquellafrase.Altaïr,quequisomiraralosojosalTemplarioantes
www.lectulandia.com-Página164
dedarleelgolpedegracia,sacósuhojaylecortóelcuelloenunmovimiento;todalaacción fue enun abrir y cerrardeojos.Conunbreve sonidoahogado,Federico elRojoseencogióysucuelloseconvirtióenunenormeagujerorojo,queinundabadesangrelapiedraasualrededor,haciendohonorasunombre.
Durante unos segundos, sus hombres se quedaron en silencio, con los yelmosarrebatándoles cualquier emoción, demodo queAltaïr tan solo podía imaginar lasexpresionesdesorpresadetrásdelacero.Entoncesserecuperaronyatacaron.Altaïratravesóconsuhojalarendijadelosojosdelprimero.Enelcascoseoyóunruidoasfixiante de angustia y la sangre goteó por la viseramientras el espadachín caía.Luegoelsegundodelosdosduelistasatacó,blandiendosusablemásconesperanzaque con la expectativa de alcanzar su objetivo. El asesino le esquivó fácilmente,cogió un cuchillo arrojadizo almismo tiempo, giró, en un únicomovimiento, y leclavóalcaballeroelarmaenelpectoral.
Labatallahabíafinalizado,habíadejadotrescadáveressobrelapiedra,yAltaïrechóunvistazoalpatiomientrasrecuperabaelaliento.
El castillo, con escasa población, tenía sus ventajas, pensó. Volvió al balcón,saliendoigualquehabíaentrado.Ensuviajedevuelta,lainsistentevozdeladudasehizomásfuerte.Lamayoríadeloscuerposquehabíapasadoerandelosquehabíadejadoantes, todavía intactos, ynohabíani un centinela.Ninguno. ¿Dónde estabatodoelmundo?
Obtuvolarespuestapocodespuésdeabandonarlafortalezayrecorrerlostejadoshacia el refugio, con ganas de poder descansar y tal vez de una justa verbal conMaría. Inclusoquizápodría conversar conella.Todo loquehabíadeducidodeesamujerhasta entonceseraqueprocedíade Inglaterra,quehabía sido la ayudantedeRobertdeSablé(Altaïrnosehabíapreguntadoquésignificabaaquelloexactamente)yquehabíaparticipadoenlasCruzadastrasunincidenteencasa,ensupaís.Aquellolehabíaintrigadoyesperabaaveriguarprontoloquelehabíasucedido.
Derepente,viohumo,unaespesacolumnaqueoscurecíaelcielo.Yveníadelrefugio.El corazón le golpeaba con fuerza conforme estaba más cerca. Vio soldados
cruzados haciendo guardia y alejando a cualquiera que intentara aproximarse aledificio,queardía.Las llamassalíande lasventanasypor lapuerta,yunasdensasvolutasdehumonegro coronaban el tejado.Por esemotivo el castillo deFedericoapenasteníavigilancia.
En lo primero que pensó Altaïr no fue en la seguridad de la Orden, ni enAlexandernienotrodeloshombresdelaResistenciaquepodíanestardentro.EnloprimeroquepensófueenMaría.
La furia le invadió.Agitó lamuñeca para expulsar la hoja. En unmovimientohabíasaltadodeltejadoparatoparsecondosguardiasTemplariosabajo.Elprimeromuriógritando,alsegundolediotiempoadarselavuelta,conlosojosmuyabiertosporlasorpresa,mientraslahojadeAltaïrleabríalagarganta.Elgritoseelevóymás
www.lectulandia.com-Página165
soldadosllegaroncorriendo,peroAltaïrcontinuóluchando,desesperadoporalcanzarelrefugio,puestoquenosabíasiMaríaestabaatrapadadentro,talvezasfixiadahastamorir. ¿La habían dejado encerrada? ¿Estaba allí ahora, aporreando la puerta,intentando coger aire en la habitación llena de humo?En ese caso, tan solo podíaimaginarseelmiedoqueestaríapasando.LlegaronmásguardiasTemplariosconlaspuntasdelasespadassedientasdesangre.Ycontinuóluchando.Seenfrentóaelloscon cuchillos arrojadizos y la espada, hasta que estuvo agotado y la calle quedórepleta de cadáveres de Templarios, que ensangrentaban el suelo. Después corrióhaciaelrefugiohumeanteylallamóporsunombre.
—¡María!Nohuborespuesta.Ahora se acercaban más Templarios. Con gran tristeza, Altaïr huyó hacia los
tejadosparahacerbalanceyplanearsupróximomovimiento.
www.lectulandia.com-Página166
38
Resultó que su siguientemovimiento ya estaba decidido. Sentado en lo alto deunatorre,alasombradeunacampana,Altaïrfueconscientedelmovimientoenlascalles,quehabíanestadotanvacías.Lagenteestabasaliendodesuscasas.Noteníaniideadeadóndeiban,peroqueríasaberlo.
Comoeradeesperar,conelhumoaúnelevándosedelosrestoscarbonizadosdelrefugio, losTemplariosseestabanmovilizando.Altaïrusó los tejadosparaseguiralos habitantes de la ciudad mientras se abrían paso hacia la plaza y vio lasexpresiones que tenían en sus rostros, oyó sus conversaciones. Se hablaba devenganzayrepresalias.MásdeunavezoyóelnombredeArmandBouchart.Decíanqueacababadellegaralaisla.Teníaunareputaciónaterradora.Unareputacióncruel.
Altaïr estaba a punto de ver aquella reputación en acción, pero demomento lecausógranalegríaveraMaríaentrelamultitud,vivaeilesa.EstabaflanqueadapordoscaballerosTemplariosentre laspersonas reunidas;alparecer,era suprisionera,aunquenoibaatada.
Como la del resto de la gente en la plaza, su atención estaba centrada en losescalonesalacatedral.
Lamantuvoensulíneadevisión,permaneciendofuerade lavistaenuntejadoque daba a la plaza, al tiempo que observaba cómo Osman se colocaba en losescalonesyseapartabaaunlado,preparadoparalaentradadeArmandBouchart,elnuevolíderTemplario,queseacercóaél.
ComoDeSablé antes que él,Bouchart parecía haber sido elegido tanto por suformidableaspectocomoporsucapacidaddeliderazgo.
Llevaba una armadura completa, pero parecía fuerte y ágil debajo de ella. Eracalvo,defrenteanchaqueparecíahacersombraalosojos.
Lospómuloshundidosleotorgabanasurostrounaspectocadavérico.—Unasquerosoasesinohaalteradomiorden—bramóconunavozqueatrajola
atención de toda la plaza—.Hanmatado…al queridoFederico elRojo.A él, queservíaaDiosyalpueblodeChipreconhonor,seleharendidohomenajeconlahojadeunasesino.¿Quiénentrevosotrosmetraeráalresponsable?
Noseoyónadaporpartedelamultitudsalvoelsonidodelospiesmoviéndose,incómodos.LosojosdeAltaïrvolvieronaBouchart,quecadavezteníapeorcara.
—¡Cobardes!—rugió—.Nomedejáisotraopciónexcepto ladehacer saliryomismoal asesino.Por lapresente, otorgo inmunidadamishombreshastaque estainvestigaciónhayaconcluido.
AltaïrviocómoOsmancambiabadeposición, inquieto.Normalmentesu rostrobrillaba, pero ahora no. Parecía preocupado mientras avanzaba para hablar con ellíder.
—Bouchart,losciudadanosestánalterados.Talvezesanosealamejoridea.Bouchartapartó lacarademodoqueOsmannopudieravercómosuexpresión
www.lectulandia.com-Página167
reflejabaunafuriaterrible.Noestabaacostumbradoaquecuestionaransusórdenes:esoestabaclaro.Yencuantoasiloconsiderabaonounainsubordinación…
Conunmovimiento,desenvainósuespadaylaclavóenelestómagodeOsman.Conungritoque retumbóalrededorde laplaza llenadeasombro,elcapitánse
dobló sobre la piedra, aguantándose la barriga. Se retorció en los escalones uninstantehastaquemurió,un ruidodemuerte ensordecedorenel silenciodehorrorque envolvía a la muchedumbre. Altaïr hizo una mueca de dolor. No conocía aOsman, claro, pero le gustaba lo que había visto de él. Otro hombre bueno habíamuertosinnecesidad.
BouchartlimpiósuespadaenelbrazodelatúnicadeOsman.—Sialguienmásseopone,leinvitoaquedéunpasoadelante.Elcuerposemovióunpocoyunodelosbrazoscayócolgandosobreelescalón.
LosojossinvidadeOsmanmirabanfijamentealcielo.Nohuboobjeciones.DerepenteMaría,quesehabíaliberadodesusdoscaptores,soltóungrito.Corrió
hacialosescalonesysetiróalasrodillasdesulíder.—ArmandBouchart—dijo.Aunquesonrióalreconocerla,noeralasonrisadeunamigo.—Ah—dijoconsorna—,unaviejacompañera—yvolvióacolocarlaespadaen
sucinturón.—Bouchart—dijoMaría—, un asesino ha venido a Chipre. Conseguí escapar,
peronopuedeestarmuylejos.Desdesuposiciónprivilegiada,aAltaïr se lecayóel almaa lospies.Esperaba
que…No.AntetodoeraunaTemplaria.Siemprelosería.Leerafielaellos.—Vaya,María—dijoBouchart,animado—,estaseríalasegundavezqueescapas
milagrosamente de los asesinos, ¿no?Una vez cuandoDe Sablé era el objetivo yahoraaquí,enmiisla.
AltaïrviolaincomprensiónunidaalpánicoenelrostrodeMaría.—No estoy confabulada con los asesinos, Bouchart —espetó—. Por favor,
escucha.—DeSabléeraundesgraciadosinfuerzadevoluntad.Elversículosetentadela
ReglaTemplaria fundacional prohíbe expresamente tener trato conmujeres…Puesenellaseldiablotejesumásfuertered.DeSabléignoróesteprincipioylopagóconsuvida.
—¿Cómoteatreves?—replicóy,asupesar,Altaïrsonrió.CualquiermiedoquepudierasentirMaríaledurabapoco.
—Hemetidoeldedoenlallaga,¿no?—RugióBouchart,divirtiéndose,yluegodijo—:Encerradla.
Yconesaspalabras,terminólareunión.Bouchartsediolavueltaparamarcharse,dejandoelcadáverdeojosvidriososdeOsmanenlosescalonesdetrásdeél.AMaría
www.lectulandia.com-Página168
laataronyselallevaronarastras.AltaïrapartólosojosdelafiguradeBouchartparamiraraMaría.Nosabíaqué
hacer,intentabadecidirsupróximomovimiento.Bouchartestabacerca.Puedequenovolvieraa tener laoportunidaddeatacarle
cuandomenosseloesperara.PeroentoncesvolvióapensarenMaría.Bajódeltejadoysiguióaloshombresqueselahabíanllevadodelaplazadela
catedral,supuestamenteaunacárcel.Mantuvounadistanciaprudencial.Entonces,alsaliraunacallemástranquila,atacó.
Unosinstantesmástarde,losdosguardiasestabanmuertosyAltaïrseacercabaadonde había quedado tirada María, con las manos aún atadas, esforzándose porponersedepie.Fueacogerla,peroellaloapartó.
—Quítame las manos de encima —dijo bruscamente—. Me consideran unatraidora,graciasati.
Altaïrsonrióindulgentemente,apesardequeellahabíaalertadoaBouchartdesupresencia.
—Nosoysolounaexcusaoportunaparatucólera,María.LosTemplariossontuverdaderoenemigo.
Lamujerfruncióelentrecejo.—Tematarécuandotengalaoportunidad.—Si tienes la oportunidad… Entonces nunca encontrarás la Manzana, el
Fragmento del Edén. ¿Y qué mejor para congraciarse ahora mismo con losTemplarios?¿Micabezaoelartefacto?
Ella lemirócon losojosentrecerrados,pues loquedecía teníasentido.Pareciórelajarse.
Demomento.Muchomás tarde, se encontraron de nuevo conAlexander. Su rostromostraba
preocupaciónmientrasledecíaaAltaïr:—Apesardesusbravuconadas,Bouchartsindudasetomóenseriolaadvertencia
de María. —Al decir esto, le lanzó a la mujer una mirada tan furiosa que,inusitadamente, la dejó sin palabras—.Mis fuentes me han dicho que después dedestruirnuestrorefugiosaliódeinmediatohaciaKyrenia.
Altaïrfruncióelceño.—Quélástima.Esperabareunirmeconél.—Aúnplaneabairaverle—.¿Cuáles
larutamásrápidaparallegarhastaallí?—preguntó.
www.lectulandia.com-Página169
39
Viajaroncomounmonjeysuconsorte,alencontrarespacioenlabodega.Devezen cuando los miembros de la tripulación bajaban de la cubierta principal y seacurrucaban a dormir allí también, tirándose pedos y resoplando, prestando pocaatenciónalosdosextraños.
Mientras María dormía, Altaïr encontró una caja, abrió su diario y sacó laManzanadeunfardoquellevabaensutúnica.
Libredesuenvoltorio,brillabayselaquedómirandoporunmomentoparaluegoempezaraescribir:
—MeheesforzadoporencontrarsentidoalfuncionamientoyfindelaManzana,delFragmentodelEdén,peronoséconcertezasisusorígenessondivinos.No…,esunaherramienta…,unamáquinadeexquisitaprecisión.¿Quétipodehombreseranlosquetrajeronestamaravillaalmundo?
Seoyóunruidodetrásdeél.EnuninstantecogiólaManzanaylacubrióunavezmás,ocultaensutúnica.EraMaría,quesedespertaba.Cerrósudiario,caminósobrelos cuerpos dormidos de dos miembros de la tripulación y cruzó la bodega hastadondeellaestabasentadaconlaespaldaapoyadaenunmontóndecajasdemadera,temblandoybostezando.ApretólasrodillascontrasupechoyobservócómoAltaïrse sentaba en el suelo junto a ella. Sus ojos eran ilegibles. Por un momentoescucharonelchirriardelbarco,lasolasdelmarchocandocontraelcasco.Noestabasegurodesieradedíaodenoche,nidecuántotiempollevabannavegando.
—¿Cómoesqueestásaquí?—lepreguntó.—¿Nolorecuerdas,hombresanto?—dijomaliciosamente—.Túmetrajiste—y
susurró—:Soytuconsorte.Altaïrseaclarólagarganta.—MerefieroaTierraSanta.AlasCruzadas.—¿Deberíaestarencasaconelregazollenodecrochetyunojoeneljardinero?—¿Noesesoloquehacenlasmujeresinglesas?—Estano.Soyloquellamanlararaenmifamilia.Alcrecer,siemprepreferílos
juegosdeniños.Lasmuñecasnoeranparamí,loquenodejabadeexasperaramispadres.Solíaarrancarleslacabeza.
—¿Atuspadres?Serio.—Amismuñecas.Asíque,porsupuesto,mispadreshicierontodoloposiblepara
hacermemenos escandalosa, y cuando cumplí dieciocho añosme dieron un regaloespecial.
—¿Yquéera?—Unmarido.Diounrespingo.—¿Estáscasada?
www.lectulandia.com-Página170
—Loestaba.SellamabaPeteryerauncompañeromuyagradable,pero…—¿Qué?—Bueno,esoeratodo.Soloera…agradable.Nadamás.—Asíquenoeramuyútilcomocompañerodejuegos,¿no?—En ningún sentido. Mi marido ideal habría aceptado esos aspectos de mi
carácterquemispadresquerían eliminar.Habríamos ido a cazar juntos.Mehabríaenseñadodeportesyacombatir,ymehabríaimbuidodeconocimiento.Peronohizonada de eso. Nos retiramos a la casa solariega de su familia, Hallaton Hall, enLeicestershire, donde como castellana debía organizar al personal, supervisar elfuncionamientodelacasay,porsupuesto,engendrarherederos.Almenostres.Doschicosyunachica,preferiblementeeneseorden.
Peronoestuvealaalturadeloqueesperabacomoélmismonoestuvoalaalturade lo que esperaba yo. Lo único queme importabamenos que las jerarquías y lapolíticade los empleadosera criarhijos, sobre todoelnacimientoquevieneantes.Trascuatroañosdeevasivas,memarché.Por suerte, elobispodeLeicestereraunamigocercanodelancianoLordHallatonypudoconcedernosunaanulaciónenvezde arriesgarse a que aquella chica tonta e impulsiva le trajeramás vergüenza a sufamilia. Por supuesto, era personanongrata enHallatonHall—dehecho, en todoLeicestershire—yalregresaracasa,lasituaciónnomejoró.Hallatonhabíaexigidoqueledevolvieranladote,peromipadreyaselahabíagastado.Alfinaldecidíquelomejorparatodoelmundoeraquememarchara,asíquemefuguéalasCruzadas.
—¿Cómoenfermera?—No,comosoldado.—Peroeres…—Experta en disfrazarme de hombre, sí. ¿No te engañé aquel día en el
cementerio?—SabíaquenoerasDeSablé,pero…—Noteesperabasquefueraunamujer.¿Ves?Tantosañosarmandoescándalopor
finvalieronlapena.—¿YaDeSablé?¿Leengañasteaél?Altaïrpercibiósusonrisacompungida,másqueverla.—AlprincipiomegustabaRobert—dijoenvozbaja—.Sindudaviomásdemi
potencial que Peter. Pero, desde luego, también vio cómo podía explotarme.Y notardómuchoenhacerlo.—Suspiró—.Estuvobienquelomataras—dijo—.Noeraunbuenhombreynosemerecíalossentimientosqueyoalbergabahaciaél.
—¿Tedioesto?—preguntóAltaïr al cabodeun rato, señalandoen sumano lagemaqueallíbrillaba.
Lamiróyfruncióelentrecejo,casicomosihubieraolvidadoquelallevaba.—Sí.Fueunregaloquemehizocuandomeacogió.Estoestodoloquemequeda
demislazosconlosTemplarios.Hubounsilencioincómodo,quealfinalrompióAltaïr:
www.lectulandia.com-Página171
—¿Hasestudiadofilosofía,María?Lemiróconrecelo.—Heleídoretazos…nadamás.—ElfilósofoEmpédoclespredicabaquetodavidaenlaTierraempezódeforma
sencillayrudimentaria:manossinbrazos,cabezassincuerpos,ojossincaras.Creíaquetodasesasformassecombinaron,muypocoapoco,conelpasodeltiempo,paracreartodalavariedaddevidaquevemosantenosotros.¿Interesante?
Nohizomásquebostezar.—¿Sabesloabsurdoquesuena?—Losé…peromeconsueloconelconsejodel filósofoAlKindi:unonodebe
temer las ideas, sin importar su fuente.Ynuncadebemos tenermiedo a la verdad,inclusoaunquenosduela.
—Noleencuentrosentidoatusdivagaciones.Serioenvozbaja,sonabaadormiladaycariñosa.Talvezlahabíajuzgadomal.Quizánoestabapreparadaparaaprender.Perojusto
entonces sonó una campana, la señal de que habían atracado en Kyrenia. Selevantaron.
Altaïrlointentódenuevo.—Tansolounamentelibredeimpedimentosescapazdecaptarlabellezacaótica
delmundo.Eseesnuestrogranpuntofuerte.—Pero¿acasoelcaosesalgoquedebacelebrarse?¿Eseldesordenunavirtud?
—preguntóyalgoenélsedespertóanteaquellapregunta.Talvezerareceptivaaunconocimientosuperior,despuésdetodo.
—Se presenta con desafíos, sí —dijo Altaïr—, pero la libertad da másrecompensasquelaalternativa.ElordenylapazquelosTemplariosbuscanrequiereservilismoyencarcelamiento.
—Hmmm—dijoella—,conozcoesasensación…Percibió cierto acercamiento hacia ella cuando llegaron a los escalones que
llevabanalacubiertasuperiorysediocuentadequeeralomismoquehabíaestadosiguiendo casi desde que se habían conocido. Ahora lo tenía, le gustaba. Queríamantenerlo.Aunasí,debía tenercuidado.¿No lehabíadichoyaque teníapensadomatarle?SulealtadhacialosTemplariossehabíaroto,peroesonosignificabaquederepentefueraaseguirlascostumbresasesinas.Porloquesabía,ellateníasupropioproceder.
Yloibaacomprobar.En la escaleraMaría sonrió, extendió lasmanosy él lamiró condesconfianza.
Perolamujernopodíasubirconlasmanosatadasy,detodosmodos,viajabanconpiratas:aunquelospiratasteníanmuchísimamenosética,hastaellossesorprenderíananteunmonjequellevaraasucompañeraatada.Losquehabíanestadodurmiendosepusierondepie, bostezaron, se rascaron la entrepiernay les lanzaronunamirada aambos.Aescondidas,Altaïrextrajolahojaycortólacuerdadesusmuñecas.María
www.lectulandia.com-Página172
lemiróconagradecimientoantesdesubirlaescalerademano.Entonces,éloyóalgo.Unmurmullo.Fueeltonodeloquedecíanloquelepuso
en alerta. Sin que fuera evidente, escuchó. Como había pensado, los dos piratashablabanentreellos.
—Sabíaqueeraél—dijounocontonoáspero—.Telodije.Altaïrpodíanotarsusojosenlaespalda.—Meapuesto loque seaaque losTemplariospagaríanunabuena recompensa
porlosdos.Ensilencio,elasesinomaldijo.Siteníarazón,tendríaqueusarsuhojadenuevo
encualquiermomento…Oyóquedesenvainabanunascimitarras.…ahora.Altaïrsediolavueltaparaenfrentarsealosdoshombresmientrassucompañera
decidíaseguirelprocederdeMaríaeintentabaescapar.Lediounapatadaconelpieque le colgaba y lo envió a trompicones contra un lateral de la bodega, lo que lecausóunfuertedolorenlacara.
Tambiénledoliópordentro,peroaquelerauntipodedolordiferente.Sehabíamarchado,habíadesaparecidoporelcuadradodeluzdelapuertadela
bodega. Altaïr volvió a maldecir de nuevo, pero esta vez en voz alta, y se pusoderechoparaenfrentarsealataque.Elprimerpiratasonrióabiertamentealacercarse,pensando sin duda en la recompensa, en el vinoy lasmujeres quepodría comprarcuandolaganase.
Altaïrleatravesóconlaespadaelesternón,elpiratadejódesonreír,yélretirólahoja,mojada. Le dio al segundo que pensar y se detuvo. Entrecerró los ojos y secambióelarmademano.Altaïrlesonrió,diounapatadaenelsueloysealegróalverqueelotroreaccionabaencogiéndose.
Bien,pensó.Legustabaquelosmercenariospiratasseasustaranunpocoantesdemorir.
Ymurió.LosojosdelpiratasepusieronenblancocuandoAltaïrhundiólahojaen su costado, después cortó rápido hacia el frente y le abrió un tajo profundo aldejarlo caer al suelo, junto a su compañero. El asesino subió por la escalera yparpadeóporlaluzdelsolalllegaralacubiertaprincipaldondebuscóalafugitiva.Lospiratas,alertadosporlapresenciadeMaría,salieroncorriendo.UngritosealzócuandovieronaAltaïrycayeronenlacuentadequiénera.Elasesinocruzóatodavelocidad la cubierta, semetió bajo las jarcias, y luego corrió con agilidad por laplancha hacia losmuelles deKyrenia, donde buscó comoundesesperadoun lugardondeesconderseparadejarpasarlaamenaza.
Yentoncespensó,enfadado,queencontraríaaMaría.Estaveznodejaríaqueseescapase.
Miróa sualrededor.Estabaenotraciudad tomadapor losTemplarios.Brillabaporelsol.Dealgúnmodo,erademasiadohermosaparaestarenmanosdelenemigo.
www.lectulandia.com-Página173
40
Almenos, encontrar aMaríano le costómucho.Atraía losproblemas como labodegadeunbarcoalasratas.Comoeradeesperar,cuandoAltaïrvolvióacruzarsecon ella, los cadáveres de unos piratas estaban esparcidos a sus pies y había treshombresdelazonaporallícerca,sacudiendolasangredesusespadasyrecuperandoelalientotraslabatalla.SetensaroncuandoAltaïrapareció,peroestealzólasmanoscomogestodebuenafe,asimilandolaescena:María,loshombresylosmuertos.
Unavezmás,alparecer,habíatenidolasuertedeescapar.—Pensabaqueyanoteibaavolveraver—ledijoconlosbrazosaúnlevantados.Ellateníaeldondenosorprenderseantecualquiergirodelosacontecimientos.—Ojalátuvieraesasuerte…Lamiróconelentrecejofruncidoyluegosedirigióaunodeloschipriotas,elque
probablementeeraellíder.—¿Quétenéisqueverconestamujer?¿SoisunoslacayosTemplarios?—No,señor—tartamudeóelhombre.Teníalaespadadesenvainadaylasmanos
deAltaïrestabanvacías,pero,aunasí,elchipriotareconocíaaunguerreroexpertoalverlo—.Lospirataslaatacaronyteníaqueayudar.Peronosoyunlacayo.OdioalosTemplarios.
—Entiendo.Noereselúnico—respondióAltaïr.Elhombreasintió,agradecido,alestablecersesupropósitocomún.—MellamoMarkos,señor.Ayudarécomopueda,sisignificalimpiarmipaísde
esoscruzados.Perfecto,pensóAltaïr.—Entoncesnecesitoquemantengasasalvoaestamujerhastaqueregrese.Tengo
queencontraraalguienantesdequelohaganlosTemplarios.—Estaremos en el puerto todo el día. Estará a salvo aquí, con nosotros—dijo
Markos,yunavezmásMaríarefunfuñómientrasloshombresselallevabanarastras.Estaríabien,pensóAltaïrmientrasobservabacómoseiban.Pasaríaeldíaconun
pardechipriotascorpulentos,mirandocómofuncionabaelpuertodeKyrenia:habíamejores maneras de malgastar unas pocas horas, pero también mucho peores. AlmenossabíaqueestaríaasalvomientrassereuníaconelcontactodelaResistenciaquelehabíadadoAlexander,elBarnabasdelquelehabíahablado.
CuandoAltaïr lepreguntósielrefugioteníaunazonaquepudierausarsecomocelda, sonrió servilmente y le aseguró que por supuesto tenía una, pero vaciló,primerofueaunapuerta,queabrióycerró,ydespuésaunasegunda,porlaqueseasomó antes de anunciar que el secadero tenía una parte con barrotes que podíautilizarsecomocelda.
—He estado siguiendo aArmandBouchart—le dijoAltaïr aBarnabas un ratodespués,ahoraqueambosestabansentadossobreunossacosdegranoenladespensa.
—Ah…¿BouchartestáenKyrenia?—Preguntóelhombrede laResistencia—.
www.lectulandia.com-Página174
ProbablementeestévisitandoasusprisionerosenBuffavento.—¿Esunafortalezaqueestácerca?—Sí,esuncastillo.Anteseralaresidenciadeunaadineradanoblechipriotahasta
quelosTemplariosseadueñarondesupropiedad.AltaïrfruncióelentrecejoantelacodiciadelosTemplarios.—¿Puedesllevarmeallí?—Bueno…, puedo hacer más que eso. Puedo meterte sin que los guardias se
inmuten.Peroantestienesquehaceralgopormí.PorlaResistencia.—Unapeticiónquemeresultafamiliar—dijoAltaïr—.¿Dequésetrata?—Tenemosuntraidorentrenosotros—dijoBarnabas,misteriosamente.EltraidorerauncomerciantellamadoJonás,ydespuésdequeBarnabaslediera
losdetallesnecesarios,Altaïr lesiguióhastaelanfiteatroenelcentrode laciudad.SegúnBarnabas,JonásestabarevelandosecretosalosTemplarios.Altaïrseloquedómirandounrato,mientrassereuníaconotroscomerciantes,haciéndosepasarporotrohombre de negocios. Entonces, cuando dio la vuelta paramarcharse, el asesino lesiguiódesdeelanfiteatrohastalosbarriosbajos,ysediocuentadequeelmercaderpocoapocoibasiendoconscientedequeleestabansiguiendo.Lanzabacadavezmásmiradashaciaatrás,aAltaïr,conlosojosmásabiertosymásasustados.Derepenteechó a correr y Altaïr fue detrás, encantado de ver cómo Jonás se metía en uncallejón.
Aceleróycorriódetrásdesupresa.Elcallejónestabavacío.Altaïrsedetuvo,miróatrásparacomprobarquenoleveíanyluego,¡zas!,sacóla
hoja. Dio dos pasos hacia delante para estar al nivel de una gran pila de cajasinestable,quesetambaleabaunpoco.Seinclinóligeramenteyatravesóconlahojaunacaja.Lamaderaseastillóyseoyóungrito.LapilasecayóhaciaAltaïr,quesecolocóbienparanoperderelequilibrio.
Peroestabatranquilo.Cuandolamaderacayóasualrededor,serelajó,ymiróenla dirección que indicaba su brazo estirado, por el que Jonás estaba inmovilizadograciasasuhoja,quehizoquelasangresalieradespaciode laheridadesucuello.Todavía agachado, el mercader, una figura desesperada y patética, había elegidoesconderse.Y aunqueAltaïr sabía que era un traidor, y que la información que lehabíadadoalosTemplariossindudasehabíausadoparamatar,capturarytorturaramiembrosdelaResistencia,secompadecíadeél,tantoqueretirólahojaconcuidadoal tiempo que empujaba los restos de las cajas para dejar a Jonás en el suelo einclinarsehaciaél.
Lasangrerezumabadelaheridadesucuello.—¿Qué es esto? —Dijo Jonás casi sin aliento—. ¿Un asesino? ¿Acaso Salah
Al’dintambiéntienelosojosenlapobreChipre?—Losasesinosnotenemosningunarelaciónconlossarracenos.Vamosporlibre.Jonástosióyrevelóunosdientesensangrentados.
www.lectulandia.com-Página175
—Seacualseaelcaso,sehaextendidolanoticiadevuestrapresencia.ElTorolehapuestoprecioatucabeza…yalacabezadetucompañera.
Altaïrvioquelavidaseleiba.—Cadavezvalgomás—dijoyledioelgolpedegracia.Cuandoselevantó,nofueconlasatisfaccióndeuntrabajobienhecho,sinocon
una terrible sensación de que pasaba algo. El Toro que Jonás había mencionado.Fueraquienfuese,erafielaArmandBouchartysabíaqueAltaïryMaríaestabanenKyrenia.¿EraeseelorigendelainquietuddeAltaïr?
Subióalostejados,conlaintencióndeencontraraMarkosyaMaríaenseguida.
—Bien,María,porlovistolehanpuestounprecioaltoanuestrasdoscabezas—dijoAltaïr,cuandolaencontró.
Justo como se había imaginado, estaba sentada en un banco de piedra, entreMarkosyotrohombrede laResistencia,concaradeenfadada,algoa loqueyaseestabaacostumbrando.
—¿Unprecio?MalditoBouchart.Seguroquecreequesoytuaprendiz.—AlguienllamadoelTorohaenviadoasushombresparaquenosbusquen.Maríasaltócomosilahubieranpicado.—¿ElToro?¿Asíquelehandadoaesefanáticosupropiaparroquia?—¿Esamigotuyo?—preguntóAltaïrconironía.—Apenas. Se llama Moloch. Es un fanfarrón piadoso con los brazos como
troncos.AltaïrsevolvióhaciaMarkos.—¿ConoceselrefugiodelaResistenciaenelDistritoComún?—Sé dónde está, pero no he estado nunca dentro. —Markos se encogió de
hombros—.NosoymásqueunsoldadodeapieparalaResistencia.Altaïrreflexionóyluegodijo:—NopuedenvermeconMaría,asíque tienesque llevártela.Mantenlaocultay
reúneteconmigoallícuandoestésasalvo.—Conozcoalgunoscallejonesytúneles.—Puedequetardemosmás,perolallevaréhastaallídeunapieza.Fueron al refugio por separado y Altaïr llegó el primero. Barnabas se había
tumbado sobre unos sacos de granos para relajarse, pero se puso de pie en cuantoentróAltaïr,conteniendounbostezocomosiacabaradedespertarse.
—MeacabodeenterardequealguienhaencontradoelcadáverdelpobreJonás—dijocondesdén—.¡Quédesperdicio!,¿eh?
Sesacudióelgranodelatúnica.—Lo conocías mejor que yo —respondió Altaïr—. Estoy seguro de que
comprendíaelriesgodetrabajarparaambosbandos.Miró aBarnabas con detenimiento, prestando atención a la sonrisa torcida que
www.lectulandia.com-Página176
llevaba.Altaïrnodisfrutabaconlamuerte—conlamuertedenadie—yerapropensoamirarmalalosquesílohacían,yafueranTemplarios,asesinosodelaResistencia.Porunlado,Barnabaseraunaliado.Porotro…SiAltaïrteníaclaraunacosaeraqueconfiabaensuinstintoysuinstintoahoraleestabafastidiando;eraunamolestiabajaysilenciosa,pero,apesardetodo,insistente.
Barnabascontinuaba:—Sí… Por desgracia, esto ha complicado la situación. Jonás era un chipriota
respetadoysumuertehaprovocadodisturbioscercade laVieja Iglesia.Elpúblicoestá ansioso por vengarse y elToro les dirá que tú eres el responsable. Puede quepierdaselapoyodelaResistencia.
«¿Qué?».Altaïr se le quedómirando, apenas sin dar crédito a lo que estabaoyendo.Ese
instintosuyo:ahorapasabadeunamolestiaaunacosorotundo.—PeroJonáserauntraidorparalaResistencia.¿Nolosabían?—No los suficientes, me temo —admitió Barnabas—. La Resistencia está
bastantedispersa.—Bueno,tendráslaoportunidaddedecírselotúmismo—dijoAltaïr—.Algunos
hombresvienendecamino.—¿Vasatraergenteaquí?—Barnabasparecíapreocupado—.¿Podemosconfiar
enellos?—Ahora mismo no estoy muy seguro de en quién puedo confiar—respondió
Altaïr—, pero merece la pena arriesgarse. Tengo que ver esos disturbios por mímismo.
—En cuanto a nuestro acuerdo, veré lo que puedo hacer para acercarte aBouchart.Untratoesuntrato,¿eh?—dijoBarnabasyvolvióasonreír.
Altaïrnodioimportanciaaaquellasonrisa.Cadavezlegustabamenoscuandolaveía.
www.lectulandia.com-Página177
41
Altaïr visitó la iglesiay se le cayóel almaa lospies al ver losdisturbios.Losguardias Templarios habían formado un cordón para contener a los ciudadanosmaleantes a los que habían impedidomarcharse de los alrededores de la iglesia yestabanrompiendotodoloqueteníanalavista.Sehabíanastilladocajasybarrilesyhabía hogueras desperdigadas por las calles. Los puestos callejeros estabandestrozadosydesmontados,yelolordelosalimentospisoteadossemezclabaconelhumo.Loshombressehabíanreunidoengruposycoreabanconsignasalritmodelostamboresyelconstantegolpeteodeloscímbalos,intentandoprovocaralasfilasdecaballeros Templarios, que los observaban desde detrás de unas barrerasimprovisadas,puestosycajasbocaabajo.Devezencuando,pequeñospelotonesdesoldadoshacíanbreveseimplacablesincursioneshastalamuchedumbreparasacararastras a hombres que daban patadas y gritaban, a los que golpeaban con lasempuñaduras de sus espadas o los tiraban detrás de la barrera para llevarlos a unacelda,aunquesusasaltosnohacíannadaporasustaralosalborotadoresniporapagarsugenio.
Altaïrloobservabatododesdearriba,agachadoenelbordedeuntejado,envueltoen la desesperación. Algo había ido mal. Algo había ido muy mal. Y si el Torodecidíaanunciarqueélhabíasidoelasesino,lasituaciónibaaempeoraraúnmás.
Tomóunadecisión.ElToroteníaquemorir.Cuandovolviódenuevoalrefugio,buscóenvanoaBarnabas,alquenoveíapor
ningunaparte.AhoraAltaïrestabasegurodequesehabíaequivocadoalconfiarenély se estabamaldiciendo a símismo.Había escuchado a su instinto.Aunque no losuficiente.
Markosestabaallí, en cambio, igualqueMaría, a laquehabíanmetidoenunacelda, mucho más resistente que la cárcel improvisada que había utilizado enLimassol. La puerta entre el secadero y la despensa estaba abierta, de modo quepodíanverla:estabasentadadetrásdelosbarrotes,conlaespaldaapoyadacontralapared,ydevezencuandodabapatadasentrelosjuncosquehabíaextendidosporelsuelo y contemplaba las idas y venidas a su alrededor con una expresión torva ysardónica. Altaïr la observó y reflexionó sobre todos los problemas que habíacausado.
Seenteródequeella,MarkosyvarioshombresdelaResistenciacuandohabíanllegadoalrefugioselohabíanencontradodesierto.
Cuandollegaron,Barnabasyasehabíamarchado.Quéoportuno,pensóAltaïr.—¿Qué pasa ahí fuera?—ExclamóMarkos—.Hay un gran desconcierto en la
ciudad.Hevistodisturbios.—Lagenteestáprotestandoporlamuertedeunciudadano,unhombrellamado
Jonás.¿Hasoídohablardeél?—Mipadreloconocíabien.Eraunbuenhombre.¿Cómohamuerto?
www.lectulandia.com-Página178
El ánimo de Altaïr se hundió y evitó mirar a Markos a los ojos mientrasrespondía:
—Con valor. Escucha, Markos, las cosas se han complicado. Antes de queencuentreaBouchart,tengoqueeliminaralToroyponerfinaestaviolencia.
—Tegustabastanteelcaos,Altaïr—ledijoMaríadesdelacelda.Aéllegustabacómosonabasunombreensuslabios.—El Toro es el responsable de la subyugación de miles. Pocos llorarán su
pérdida.Cambiódeposición.—¿YproponesmeterteenKantara,pincharleysalirsinquetevean?Serodeade
fervientesadoradores—dijoellaysuvozretumbóenlaprisióndepiedra.—Kantara…¿Esoestáaleste?—preguntóAltaïr,percatándosedelainformación
quehabíadadoaconocerdemanerainvoluntaria.—Sí,estámuyprotegido…Locomprobarástúmismo.
www.lectulandia.com-Página179
42
Altaïr,dehecho, lovioporsímismo.ElcastillodeKantaraestabavigiladoporsoldadoscruzadosyfanáticosdeMoloch.Escalólosmuros,caminóporlosbaluartes,separóalgunavezaoírloshablaryrecogióalgunosretazosdeinformaciónsobreelhombrealquellamabanelToro.Seenteródequeeraunfanáticoreligiosoqueatraíaa seguidoresde ideasafines, fanáticosque trabajabancomoescoltapersonal, comosussirvientesoqueandabanporlascallesdeKyrenia,corriendolavoz.EstabaunidoalosTemplarios.Sudevociónporellíder,Bouchart,eracasitanfervientecomosufereligiosa,yelcastillodeKantaraerasuciudadelaparticular,supuestamenteunregalode losTemplarios. Se sabía de él que pasaba lamayoría del tiempo rezando en lacapilladelcastillo.
QueeradondeAltaïresperabaencontrarlo.Al entrar en la fortaleza, vio tanto fanáticos como guardias. Los fanáticos
parecían…, bueno, tenían el aspecto que se esperaría de unos fanáticos: nerviosos,con losojosmuyabiertosyentusiastas.Losguardiascristianos,quepatrullabandedosendos,losdespreciabansinreparoysindudacreíanqueestabapordebajodesusresponsabilidades encontrarse en aquel castillo. Altaïr se escondió en un huecomientraspasabandosdeellos,unoquejándosealotro.
—¿Porqué losTemplarios toleranaeste loco?ElToroysusfanáticossonmáspeligrososquelosciudadanosdeChipre.
—LosTemplariostienensusrazones—respondióelotro—.Verás,esmuchomásfácilparaellosgobernarporpoderes.
—Supongo.Pero¿cuántotiempovaadurar?ElToroylosTemplariosnoestánexactamentedeacuerdoencuestionesdefe.
—Ah,cuantomenosdigasdeeso,mejor—replicóelprimero.Altaïr los dejó pasar y después continuó avanzando mientras el pasillo se
oscurecía.María había dicho que el castillo estaba bien protegido y, sin duda, dehaberreclutadounejércitoyplanearasaltarsusmuros,asíera.Paraunsoloasesino,encambio,elhechodepenetrarenlafortalezafurtivamenteeraunatareamásfácil.SobretodocuandoseeraunMaestro.CuandoseeraAltaïr.
Ahorasehallabaenun inmensosalóndebanquetes.En laotrapuntahabíadosguardiasysacódoscuchillosarrojadizos.Loslanzó:uno,dos.Enunosinstantes,loshombresyacíanretorciéndosesobrelapiedrayAltaïrpasóporencimadeellos.Sabíaqueestabacerca,Molochnopodíaestarmuylejos.
Noloestaba.Altaïrllegóaloqueparecíaunpasillosinsalidaysediolavueltapara comprobar si había alguien detrás. ¿Por qué estaba aquella parte vigilada?Entoncesviounatrampilla.Seagachó,escuchóyluegosonrió.HabíaencontradoalToro.
Conmuchocuidado,levantólatrampillaybajóhaciaeltecho.Sehallabaenlasvigas del lugar de veneración del castillo, una amplia sala vacía, iluminada por el
www.lectulandia.com-Página180
fuegodeunenormebraserocercadelaltar.Arrodilladoanteelfuego,ocupándosedeél,estabaMoloch.LadescripcióndeMaríahabíasidoexacta.Eraunoso:conlacabezadescubierta,
un bigote caído, el pecho al aire, con una medalla, y tenía aquellos brazos comotroncosquelehabíandescrito.Elsudorbrillabaenélmientrasechabaleñaalfuego,cantandounensalmoquesonabamáscomoungruñidoquecomodevociónpiadosa.Absortoensutrabajo,nosealejódelahoguera,noapartólavistadeella,altiempoquebañabasurostroenelcalordelasllamas,ajenoacualquierotracosaquehubieraenlasalaymenosaún,alapresenciadesuasesino.
Bien.Molochparecíafuerte,bastantemásqueAltaïr,quenodeseabaentrarconél encombate.Nosolo leganabaenmúsculo, sinoque sedecíaqueempuñabaunarmacomounmartillometeoro, conunpesomortal añadidoa la cadena.Sedecíaquelausabaconprecisiónindefectibleyqueeraimplacableconella.
Asíqueno.Altaïrnoteníaningunasganasdeentrarconélencombate.Esteibaaserunasesinatosigiloso.Rápido,limpioyensilencio.
Sinhacerruido,Altaïrcaminóporlasvigasysedejócaerenelcentrodelasala,detrásdeMoloch.Estabaunpocomáslejosdeloquelehabríagustadoycontuvolarespiración,tenso.SiMolochlehubieraoído…
Perono.Elanimalseguíaabsortoenelbrasero.Altaïravanzóunoscuantospasos.Ensilencio,sacólahojayla levantó.Laluzanaranjadadanzóenelacero.ElToroestabaaunlatidodelamuerte.Altaïrseagachóunpoco,flexionólosmúsculosdelaspiernasydespuésselanzó,conlahojaapuntodeatacar.
EstabaenmediodelairecuandoMolochsediolavuelta,muchomásrápidodeloque ledeberíahaberpermitido su tamaño.Almismo tiempo sonrió abiertamenteyAltaïrsepercatódequehabíasabidoqueestabaallítodoelrato;quetansolohabíadejado que Altaïr se acercara. Entonces el asesino quedó a merced de aquellosgigantescosbrazos,que leelevarondel suelo,y sintióqueunamano leapretaba lagarganta.
Durante unos instantes permaneció en aquella posición,Moloch alzándolo conunamanoenelaire,comosifuerauntrofeoquemostrarenlosescalonesdelcastilloy ahogándosemientras forcejeaba. Daba patadas al aire y con lasmanos buscaba,desesperado, el guante de Moloch para intentar soltarse del monstruo. La visióncomenzóanublárseleylaoscuridadcadavezestabamáscerca.Notóqueperdíaelconocimiento.EntoncesMolochlotiróhaciaatrásyquedódespatarradoenelsuelodelacapilla,dondelacabezalerebotódolorosamentecontralalosa.Sepreguntóporquélehabíadejadovivir.
PorqueelToroqueríamásdiversión.Habíasacadosumartillometeoroyconunsologiroporencimadelacabeza,selolanzóaAltaïr,queloúnicoquepudohacerfuequitarsedeenmedioparaquenolediera.Elarmaabrióuncráterenlapiedraquelesalpicóconalgunosfragmentos.
Altaïrsepusodepiecondificultad,aturdido,ysacudiólacabezaparadespejarse.
www.lectulandia.com-Página181
Desenvainólaespada.Conlahojaenunamanoylaespadaenlaotra,saliócomounaflechahaciaunladomientraselTororecuperabasumartilloylovolvíaalanzar.
Chocó contra un pilar junto a Altaïr y una vez más le abordó una lluvia defragmentos de piedra. Con el martillo de Moloch desenrollado, Altaïr tenía unaoportunidady,atodavelocidad,arremetióconlaespadaylahoja.Pero,másrápidodeloqueparecíaposible,MolochrecuperólacadenaylasostuvoadosmanosparabloquearlaespadadeAltaïr;luego,balanceóelmartillodenuevoyelasesinotuvoqueagacharseunavezmásporsupropiaseguridad.
AltaïrpensóenAlMualim,elAlMualimquelehabíaentrenado,noeneltraidorenelquesehabíaconvertido.PensóenLabibyensusotrostutoresdeentrenamientoconlaespada.RespiróhondoyseretiróaunladopararodearaMoloch.
ElTorolesiguióconscientedequeelasesinoestabapreocupado.Cuandosonrió,revelóunabocadedientesirregularesyennegrecidos,lamayoríadesgastadoshastacasi desaparecer. Desde la parte trasera de la garganta emitió un gruñido cuandoAltaïrseacercóaél.EstenecesitabahaceralgoparaforzaraMolochadesprendersedesumartillo.Elasesino teníauna idea.Eraunabuena ideapero teníaundefecto.Sería fatal si no le salía bien. Moloch tenía que soltar el martillo, pero hasta elmomento,cadavezquelohabíahecho,habíaestadodemasiadocercadehundirloenelcráneodeAltaïr.
Elmartillovinohaciaél.Giróporelaireychocócontralapiedra.Altaïrtansolosaltó, pero aterrizó sobre sus pies y, en vez de ponerse a cubierto, corrió hacia elmartillo.PisóelpesoycorrióporlacadenatensahaciaMoloch.
Molochdejódesonreír.Tuvounsegundoparacomprenderqueelágilasesinoseacercaba a él por la cuerda floja de la cadena antes de que la espada deAltaïr leatravesaralagargantaquelesalióporlanuca.Emitióunsonidoentreasfixiaygrito,mientras la espada le sobresalía del cuello.Altaïr soltó la empuñadura y giró parasepararle loshombrosalToroyhundir lahojaensucolumnavertebral.AunasíelToroseguíaforcejeandoyAltaïrvioqueseaferrabaalavidacontodassusfuerzas.Agarró lacadenay laarrastrópara rodearelcuellodesuvíctimacon lamanoqueteníalibre,gruñendoporelesfuerzoquelesuponíatirardeella.Molochseretorcióyempujóhacia atrás, yAltaïr se dio cuenta deque estaba siendo arrastradohacia elfuego.
Notóel calor a suespaldae intensificó susesfuerzos.Labestianomoría.Olióalgoquesequemaba,¡eldobladillodesutúnica!Gritandoporeldoloryelesfuerzo,tiróconfuerzadelacadenaconunamanoyleclavóaúnmáslahojaconlaotrahastaqueal finalalgocedió,unaúltima fuerzavital separtiódentrodeMolochyAltaïrsubióencimade loshombrosque todavíaaquelbrutosacudía,dobladoenelsuelo.Allítumbado,respirandocondificultad,conlasangrealmibaradaextendiéndoseporlapiedra,pocoapocosemoría.
Porfindejóderespirar.Altaïrdioungransuspirodealivio.Molochnoseríacapazdevolveralagenteen
www.lectulandia.com-Página182
contradelaResistencia.Sureinodetiraníahabíafinalizado.Sinembargo,nopudoevitarpreguntarsequélosustituiría.
Ibaaobtenerlarespuestamuypronto.
www.lectulandia.com-Página183
43
Maríanoestaba.Selahabíanllevadoloscruzados.MientrasAltaïrluchabaenelcastillo de Kantara, los soldados habían atacado el refugio y, aunque hubo unabatalla,salieroncorriendoconalgunosprisioneros,entreellosMaría.
Markos, uno de los pocos que habían escapado a la captura, estaba allí pararecibir al asesino, con la preocupación grabada en el rostro, inquieto, mientrasbalbuceaba:
—Altaïr,nosatacaron.Intentamoshacerlesfrente,pero…perofueinútil.Bajólosojos,avergonzado.¿Oestabafingiendo?Altaïrmiróhacialapuertadelsecadero.Estabaabierta.Másallá,lapuertadela
celdaconbarrotes tambiénestabaabiertayse imaginóallí aMaría,mirándoloconsusojosalmendradosy laespaldaapoyadaen laparedmientrasdabapatadasa losjuncosesparcidosporelsuelo.
Sacudió la cabeza para borrar la imagen. Había más en juego que sussentimientos por lamujer inglesa: no tenía que pensar en ella antes que en lo queconcerníaalaOrden.Pero…lohacía.
—Quisedetenerlos—estabadiciendoMarkos—,perotuvequeesconderme.Erandemasiados.
Altaïr le miró con dureza. Ahora que conocía la duplicidad de Barnabas, seresistíaaconfiarencualquiera.
—Nohasidoculpatuya—dijo—.LosTemplariossonastutos.—HeoídoqueutilizanelpoderdeunOráculoOscuroenBuffavento.Debióde
serasícomonosencontraron.¿Era cierto? Altaïr se quedó reflexionando. Sin duda los Templarios parecían
sabercadaunodesusmovimientos.PeroquizáteníamenosqueverconeloráculoymásconelhechodequelaResistenciaestabaplagadadeespíasTemplarios.
—Es una teoría curiosa—dijo sin fiarse, pues Markos podía estar intentandoengañarleadrede—.PerosospechoquefueBarnabasquienlesdioelchivatazo.
Markossesorprendió.—¿Barnabas? ¿Cómo puede ser? El líder de la Resistencia Barnabas fue
ejecutadoeldíaantesdequellegaras.Por supuesto.Altaïr semaldijoa símismo.HabíahabidounBarnabas fiel a la
Resistencia,perolosTemplarioslohabíanremplazadoporunhombredelossuyos,unBarnabasfalso.AltaïrpensóenJonás,quienhabíamuertoamanossuyas,bajolasórdenesdeunespía,yalgúndíaesperabacompensareseerror.Jonásnosemerecíamorir.
Altaïr se fue a la zona del puerto, donde retenían a los prisioneros de laResistencia,ypasópordelantedelosguardiassinquelovieranparadescubrirqueestabanapiñadosenunaceldasuciayestrecha.
www.lectulandia.com-Página184
—Gracias,señor,queDiososbendiga—dijounomientrasAltaïrabríalapuertayledejabasalir.
Tenía lamismaexpresióndegratitudquelosdemás.AltaïrnosoportabapensarenloquelosTemplariosdebíandetenerpreparadoparaellos.
BuscóaMaríaenvanoenlaprisión…—¿Sellevaronconvosotrosaunamujer?—¿Aunamujer?Sí,peroelhijodelToro,Shalim,selallevóencadenada.Nose
callaba.No,pensóAltaïr.EstarcalladanoerapropiodeMaría.Pero¿quiéneraesehijo,
Shalim?¿TomaríaelmandodelreinodetiraníadelToro?
Así fue como Altaïr se encontró escalando los muros de la fortaleza deBuffavento, abriéndosecaminohacia el interiordel castillo, ydespuéshacia abajo,hacia sus oscuras, húmedas y empapadas profundidades, donde la piedra de colornegro brillaba, donde las luces de las antorchas titilantes apenas penetraban laoscuridad imponente, donde las pisadas retumbaban y había un constante goteo deagua. ¿Era allí donde los Templarios guardaban su famoso oráculo? Eso esperaba.Todoloquesabíahastaahoraeraquelellevabanciertaventaja.
Fuera lo que fuese lo que tenían enmente, sabía que no le iba a gustar: no legustaba la idea del archivo, del que no dejaba de oír hablar, ni que tantas veceshubieranestadoapuntodeaplastaralaResistencia.Ibaahacertodoloqueestuvieraensumanoparadetenersuavance.Ysiesosignificabaunacazadebrujas,queasífuera.
Ahoracaminabaporlospasillosdelasentrañasdelcastillo;cadavezestabamáscercadeloquesuponíaqueeralamazmorra.Detrásdeélyacíanloscuerposdedosguardiasconlosquesehabíatopadoenelcamino,ambosdegollados,suscadáveresocultosalavista.
Igual que en el castillo de Moloch, había podido avanzar por el corazóncombinando sigilo y asesinato. Ahora oía voces y una de ellas la reconoció deinmediato.EraladeBouchart.
Estabahablandoconunhombre al otro ladodeunapuertade acero, picadadeóxido.
—Asíquelachicaseescapódenuevo,¿eh?—dijoelTemplariobruscamente.Elotrohombrellevabaunasuntuosatúnicaforradadepiel.—Estabaencadenadayenunabrirycerrardeojossehaido…—Nome insultes,Shalim.Todoelmundoconoce tudebilidadpor lasmujeres.
Bajastelaguardiayseescapó.—Laencontraré,GranMaestro.Lojuro.AsíqueaqueleraShalim.Altaïr leprestóunaatenciónespecial,apenas lehizo
gracia. Nada en él, ni el aspecto, la constitución y mucho menos el atuendo, le
www.lectulandia.com-Página185
recordabaasupadre,Moloch.—Hazlo rápido—le estaba diciendoBouchart—, antes de que lleve al asesino
directamentealarchivo.Shalimsediolavueltaparamarcharse,peroBouchartledetuvoyledijo:—YShalim,encárgatedequeleentreguenestoaAlexanderenLimassol.LedioaShalimunsacoqueelhombrecogióaltiempoqueasentíaconlacabeza.
Altaïrsintiócómoseletensabalamandíbula.AsíqueAlexandertambiéntrabajabaconlosTemplarios.Elenemigoparecíaestarmetidoentodaspartes.
Losdoshombressehabían idoyAltaïr reanudabasuavancehacia laceldadelOráculo.Comonopodíaatravesarlaspuertas,trepóporunbalcónyrodeóelexteriorde la fortaleza, luegobajóotra vezhasta que llegó a lasmazmorras.Másguardiascayeronbajosuhoja.
Prontodescubriríanloscadáveresyhabríaunaalertageneral.Teníaquemoverserápido.
Sinembargo,parecíacomosilosguardiastuvieranyabastanteconsumisión.Oíagritarydespotricarconformeseacercabaaloquepensabaqueeranlasmazmorras.Alllegaralfinaldeltúnel,queseabrióaloqueparecíaunaprisión,sediocuentadeadóndehabíaidoBouchart,porqueallíestabaotravez,hablandoconunguardia.Sehallabaalotroladodeunadivisiónconbarrotesporfueradeunafiladepuertasdeceldas.
Bueno, pensó Altaïr, al menos había encontrado su calabozo. Se agachó paraapartarsede suvistaenunhuecodel túnel.Enun fondodegritos,oyóaBouchartpreguntar:
—¿Quépasa?—Es esa mujer, señor—respondió el guardia, que levantó la voz para que le
oyeranporencimadelbarullo—.Estáhechaunafuria.Haydosguardiasheridos.—Dejadlajugar—sonrióBouchart—.Haservidoasuspropósitos.De nuevo Altaïr encontró el camino entre él y Bouchart bloqueado. Habría
preferidoacabarya,inclusoconelguardiapresente:podríaarrollarprimeroaesteydespués ocuparse de Bouchart. Pero no iba a ser así. Se vio obligado a observar,frustrado,mientrasBouchartyelguardiasemarchaban,ydejaban lazonadesierta.Saliódesuesconditeyfuehastaladivisión,dondeseencontróconlapuertacerradaconllave.Consusdedoshábilestrabajóenelmecanismo.LacruzóysedirigióalaceldadelOráculo.El grito de lamujer se intensificó, ahora eramás inquietante, yAltaïrtragósaliva.Notemíaaningúnhombre.Peronosetratabadeunhombre.Estoeraalgomuydistinto.
Tuvoquecalmarlosnerviosmientrastrabajabaenlasegundacerradura.Cuandola puerta se entornó, con un quejido agudo de las bisagras oxidadas, le latía confuerzaelcorazón.
Su celda era inmensa, del tamaño de un salón de banquetes; un gran salón debanquetessobreelquecolgabaunpañodemuerteydecadencia,connieblayloque
www.lectulandia.com-Página186
parecían parches de follaje entre los pilares, como si el exterior penetrara poco apoco,hastaqueundíareclamaraporcompletoloqueerasuyo.
Cuandosusojosseacostumbraronalapenumbra,labuscó,peronovionada;tansolooyósualaridoinfernal.Hacíaqueselepusieradepuntaelvellodelosbrazosycontuvountembloraladentrarseensu…¿celda?
Eramásbiensuguarida.Derepente,sehizoelsilencio.Sussentidosseaguzaron.Secambiólaespadade
manoaltiempoquelosojosexplorabanlasalaoscura,apenasiluminada.—Sangrepagana—dijounavoz,detonoirregular,comodirectamentesacadade
una pesadilla. Se volvió en dirección al sonido, pero entonces la oyó otra vez ypareciómoverse—.Conozcotunombre,pecador—cacareó—.Séporquéestásaquí.Diosguíamisgarras.Diosmedafuerzaparapartirtushuesos.
Altaïr tan solo tuvo tiempo de pensar: «¿Garras?». ¿De verdad tenía garras?Aparecióde entre la oscuridad, dandovueltas comouna endemoniada, con el pelonegroagitándoseasualrededormientrascortabaelaireenfrentedesucara.Altaïrdioun salto hacia atrás. Ella se agachó como un gato, le miró y gruñó. Estabasorprendido:habíaesperadounaviejabruja,peroesamujer…teníaunaspectonoble.
Porsupuesto.EralamujerdelaqueBarnabaslehabíahablado,laquevivíaantesen el castillo.Era jovenyhabría sido atractiva.Pero fuera lo que fuese lo que losTemplarioslehabíanhecho,alencarcelarlaporlovistosehabíavueltoloca.Losupocuando sonrió, y al revelar unas filas de dientes podridos y una lengua queamenazaba con pender de la boca, de pronto ya no pareció tan noble. Se riotontamenteyvolvióaatacar.
Lucharon, el Oráculo atacando a ciegas, moviendo las uñas, cortando a Altaïrvarias veces hasta hacerle sangre. El asesino mantuvo la distancia y avanzó paralanzar un contrataque hasta que al final consiguió aplastarla e inmovilizarla en unpilar. Desesperado, intentó sujetarla —quería razonar con ella—, pero se retorcíacomounanimalsalvaje; inclusoalempujarlahaciaelsueloysentarseahorcajadassobreella,conlahojaensugarganta,ellalegolpeabaymascullaba:
—GloriadeDios.Soysuinstrumento.LaejecutoradeDios.Notemoeldolornilamuerte.
—Unavezfuisteisunachipriota—ledijoAltaïr,queseesforzabaporsostenerla—.Unanoblerespetable.¿Quésecretoshabéiscontadoaesosdemonios?
¿Sabíaquealayudara losTemplarioshabía traicionadoasupropiagente?¿Lequedabaaúnalgoderazónparaentendereso?
—Este sufrimiento tiene un propósito —dijo con voz áspera y de repente setranquilizó—.Porordendivinasoysuinstrumento.
No,pensó.Noloera.Habíaperdidolacabeza.—Sea lo que sea lo que os hayan hecho los Templarios, mi señora, se han
equivocado—dijo—.Perdonadmeporesto.Eraunactodemisericordia.Lamatóydespuéshuyódeaquelterriblelugar.
www.lectulandia.com-Página187
Mástarde,devueltaenelrefugio,abriósudiarioyescribió:
¿Por qué nuestros instintos insisten en la violencia? He estudiado lasinteracciones entre las diferentes especies. El deseo innato de sobrevivirpareceexigirlamuertedelotro.¿Porquénopuedenircogidosdelamano?Poresomuchoscreenqueelmundolocreóunafuerzadivina,peroyosoloveolosdiseñosdeunloco,empeñadoencelebrarlamuerte,ladestrucciónyladesesperación.
TambiénreflexionósobrelaManzana:
¿Quiénes eran losque estabanantes?¿Qué les trajohastaaquí?¿Quéhaydeesosartefactos?¿Sonmensajesenunabotella?¿Unasherramientasque sedejaronparaayudarnos yguiarnos?¿O luchamospor el control desusdesechos,a losque lesdamospropósitoy significadodivinocuandonosonmásquejuguetesdescartados?
www.lectulandia.com-Página188
44
AltaïrdecidióseguiraShalim.Alfinyalcabo,Maríahabíaestadoconélperodealguna manera la había perdido y ahora le habían encargado buscarla, lo quesignificabaqueambos ibandetrásdeella.AltaïrqueríaasegurarsedeestarcercasiShalimlaencontrabaantes.
AunqueShalimnoseesforzabamuchoporbuscarlaenaquelmomento.MarkoslehabíadichoaAltaïrqueloúnicoqueShalimteníaencomúnconsupadreeraelhecho de que servía a los Templarios y tenía mucho genio. En lugar de fervorreligioso, legustabaelvinoydisfrutabade lacompañíadeprostitutas.Alseguirle,Altaïr vio que satisfacía ambas cosas. Mantuvo una distancia prudencial mientrasShalim y dos de sus escoltas caminaban por las calles de Kyrenia con pasoimpetuoso,comountríodepequeñosdéspotas,reprendiendoconiraalosciudadanosy mercaderes, abusando de ellos, cogiendo productos y dinero como preparativosparairaalgunaparte.
Aunburdel,porlovisto.AltaïrobservócómoShalimysushombresseacercabanaunapuertadondeunborrachoestabamanoseandoaunadelasputasdelazona.Elhombre o era muy estúpido o estaba demasiado ebrio para reconocer que Shalimestaba de mal genio, porque alzó su recipiente de cuero para saludar al tirano,diciendo:
—Alzalajarra,Shalim.Shalimnorompióelpaso.Abofeteóalborrachoconlamanoplanademodoque
sucabezarebotóenlaparedquesealzabatrasélconungolpeseco.Elrecipientedecuerocayóyelhombresedeslizóporlaparedhastasentarse,conlacabezacolgandoy el pelo apelmazado por la sangre. En el mismomovimiento Shalim agarró a laprostitutadelbrazo.
Lamujerseresistió.—Shalim,no.Porfavor,no.Pero ya se la estaba llevando a rastras. Echó la vista atrás y llamó a sus dos
acompañantes:—Divertíos,hombres.Yreunidaotrasmujeresparamícuandohayáisterminado.Altaïr había visto bastante. Shalim no estaba buscando aMaría, de eso estaba
seguro,yélno ibaaencontrarlasiguiendoaShalimadondequieraquefueracon laputa:alacamaoalataberna,sinduda.
Asíqueregresóalazonadelmercado,dondeMarkosdeambulabasinrumbofijoentrelospuestos,conlasmanosunidasalaespalda,esperandonoticiasdeAltaïr.
—TengoqueacercarmemásaShalim—ledijoaMarkos,cuandoseretiraronalasombra,haciéndosepasarpordoscomerciantesqueseprotegíandelardientesol—.Siestanestúpidocomodescarado,puedequelesaquealgunossecretos.
—Hablaconunodelosmonjesenlascercaníasdelacatedral.—Markosserio—.LavidacaprichosadeShalimexigeconfesionesfrecuentes.
www.lectulandia.com-Página189
AsífuecomoAltaïrencontróenlacatedralunbancobajountoldoondeanteysesentó a ver pasar elmundo. Esperó hasta que un solitariomonje de hábito blancopasójuntoaéleinclinólacabezaparasaludarlo.Altaïrledevolvióelgestoydijoenvozgraveparaquesoloelmonjeleoyera:
—¿No te molesta, hermano, sufrir los pecados de un hombre tan vil comoShalim?
Elmonjesedetuvo.Miróaunlado,despuésaotroyporúltimoaAltaïr.—Sí—susurró—,perosimeopongoloúnicoqueconseguiréserálamuerte.Los
Templariostienendemasiadoenjuegoaquí.—¿Terefieresalarchivo?—PreguntóAltaïr—.¿Puedesdecirmedóndeestá?Altaïr había oído hablar de ese archivo. A lo mejor guardaba la clave de las
actividadestemplarias.Peroelmonjenegóconlacabeza.De pronto, se armó un pequeño alboroto. Era Shalim, vioAltaïr, sobresaltado.
Estabamontandounaplataformaparaunorador.Yanoestabaconéllaprostitutayparecíamenosborrachodeloquehabíaestadoantes.
—Hombresymujeres deChipre—anunció,mientras su audiencia se reunía—,ArmandBouchartosenvíasusbendiciones,peroconladuracondicióndequetodoslos que fomenten el desorden con el apoyo de la Resistencia sean atrapados ycastigados.Losquequieranelordenylaarmonía,yobedezcanalSeñoratravésdelbuentrabajo,disfrutarándelacaridaddeBouchart.Bueno,trabajemosjuntoscomohermanosparareconstruirloqueelodioylairahanderribado.
Aquelloeramuyextraño,pensóAltaïr.Shalimparecíadescansadoysaludable,notenía el aspecto que Altaïr habría esperado después de sus recientes actividades.AquelShalim tenía el potencial de convertirse enunhombrequepensabapasar elrestodeldíabebiendoyyendodeputas.¿Yeste?Eraunhombredistinto.Nosoloporelaspectosinoporlaactitud,porelcomportamiento,ajuzgarporelcontenidodesudiscurso,sufilosofíaalcompleto.YesteShalimnoteníaescoltaqueleacompañara.AesteShalimAltaïrpodíavencerlofácilmente,talvezenunodeloscallejonesdelaavenidaprincipaldeKyrenia.
CuandoShalimbajóde laplataformaysemarchó,dejandoatrás lacatedral,endirecciónalascallesdoradas,Altaïrlesiguióalacaza.
Noestabasegurodecuántollevabancaminando,cuandoderepenteelgigantescocastillodeSanHilariónsurgióimponenteanteellosyviocómoShalimsedirigíaalinterior.Enefecto,cuandoalcanzaronlasenormespuertasdelcastillo,entróporunportillo y desapareció de su vista. Altaïr lanzó unamaldición. Había perdido a suobjetivo. Aun así, en el castillo bullía la actividad, e incluso ahora se estabanabriendo las puertas, hacia atrás, para permitir que cuatro hombres sacaran unpalanquín. Sin duda estaba vacío—pudieron avanzar deprisa—yAltaïr los siguióhacia el puerto soleado, donde dejaron su carga y se quedaron esperando, con losbrazoscruzados.
Altaïr esperó también. Se sentó en un muro bajo del puerto, con los codos
www.lectulandia.com-Página190
apoyadosenlasrodillas,yobservóelpalanquínyalossirvientesqueaguardaban,alosmercaderes y pescadores, los bonitos barcos que semecían contra la pared delpuerto.Ungrupodepescadoresqueluchabanconunaredenormesedetuvieronderepente, miraron hacia una de las embarcaciones y sonrieron. Altaïr les siguió lamirada para ver aparecer a un grupo demujeres, vestidas con seda transparente ychiffondecortesanas,quecaminabanhaciaelpuertoconpasoseguroydelicado.Lospescadoresleslanzaronmiradaslascivasyalgunaslavanderaschasquearonlalenguaenseñaldedesaprobacióncuandolasmujerescruzaronelmuelleconlacabezabienalta,puessabíanlaatenciónquedespertaban.Altaïrlasobservó.
EntreellasestabaMaría.Ibavestidadecortesana.Lediounvuelcoelcorazónalverla.Pero¿quéestaba
haciendo?HabíaescapadodelasgarrasdeShalimparavolveralpeligro,oalmenoseso parecía. Ella y las demás mujeres se subieron a bordo del palanquín. Lossirvientes esperaron hasta que se acomodaron todas, entonces lo cogieron ycontinuaronmásdespacioqueantes,cadahombredobladobajoelpeso,parasalirdelpuertoy,siAltaïrteníarazón,dirigirsealcastillodeSanHilarión.Donde,sinduda,Shalimyaseestabafrotandolasmanosconregocijo.
Altaïr se dio la vuelta para seguirlos, escaló la pared de un edificio cercano, ycaminóporlostejados,saltandodeunoaotro,siguiéndolelapistaalpalanquín,queestaba debajo de él. Al acercarse a las puertas del castillo, esperó, agachado.Entonces,calculóelsaltoybajódeltejado.
Pam.Elpalanquíndiounosbandazoscuandoloshombresquelososteníanseajustaron
alnuevopeso.Altaïrconfiabaenqueestuvierandemasiadotiranizadosparaalzarlavista y tenía razón. Se limitaron a echarse al hombro el peso extra y continuaronandando.Ysilascortesanasdelinteriorhabíanadvertidoalgo,tampocodijeronnada,y laprocesióncruzócon tranquilidadelumbraldel castillohasta llegaraunpatio.Altaïr miró a su alrededor y vio unos arqueros en los baluartes. En cualquiermomento ledescubrirían.BajóyseescondiódetrásdeunmurobajoparaobservarmientrassacabanaMaríadeltransporteyselallevabanescoltada,lejosdelpatio,porunapuertecita.
Subióal tejadodeunaedificaciónanexa.Tendríaqueentrarporelcaminomáslargo. Pero sabía una cosa. Ahora que la había encontrado, no la iba a perder denuevo.
www.lectulandia.com-Página191
45
Aunampliobalcónybajouncalorachicharrante,esdondefueapararMaría,ellugar enelque le ibanapresentar aldueñodel castillodeSanHilarión.Aunodeellos,almenos.AltaïrignorabaqueShalimteníaunhermanogemelo,Shahar.FueaShahar al que vio pronunciar el discurso sobre la caridad, lo que respondía a lapreguntadelasesinosobrecómounhombrequehabíapasado lanochebebiendoyacompañadodeprostitutaspodíaestartanllenodeenergíaaldíasiguiente.
María,porotrolado,conocíaalosgemelosy,aunqueeranidénticos,sabíacómodiferenciarlos.Delosdos,Shalimteníaojososcurosyelaspectodeunhombreconsuestilodevida;Shaharparecíaelmás juvenilde losdos.Fueaélaquienellaseacercó.Estesevolvióparamirarlaysurostroseiluminó;sonrióalcruzarelbalcónhaciaél,resplandecienteconsutrajedecortesana,recogidolosuficienteparaatraerlaatencióndecualquierhombre.
—Noesperabaverteotravez.—Lamiróconlascivia—.¿Cómopuedoayudarte,zorrita?
Pasójuntoaellaparavolveraentrarenlasala.—Noestoyaquíparaquemehalaguen—dijoMaríaconbrusquedad,apesarde
queaparentabalocontrario—.Quierorespuestas.María permaneció detrás de él y, cuando llegaron a la sala, él se la quedó
contemplando,desconcertado,aunquedemaneralibidinosa.Ellaignorósumirada.TeníaqueoírporsímismaloqueAltaïrlehabíacontado.—¿Eh?—dijoShahar.—¿Esverdadloqueheoído?—insistió—.¿QuélosTemplariosqueréisutilizarla
Manzana,elFragmentodelEdén,paraelmal?¿Noparailuminaralaspersonas,sinoparasometerlas?
Élsonrióconindulgenciacomosileexplicaralascosasaunaniñaadorableperoingenua.
—Lagenteestáconfundida,María.Soncorderossuplicandoquelosguíen.Yesoesloqueofrecemos:vidassencillas,libresdepreocupaciones.
—PeronuestraOrdensecreóparaprotegeralaspersonas—persistió—,nopararobarlessulibertad.
Shaharlevantóellabio.—AlosTemplariosnonos importa la libertad,María.Buscamoselorden,nada
más.Sepusoacaminarhaciaella.Maríaretrocedióunpaso.—¿Orden?¿Oesclavitud?Suvozadquirióuntonomásoscuroalresponder:—Puedesllamarlocomoquieras,querida…Alargó la mano hacia ella y sus intenciones —sus intenciones demasiado
evidentes—fueroninterrumpidasporlairrupcióndeAltaïr.
www.lectulandia.com-Página192
Shaharsediolavueltayexclamó:—¡Asesino!CogióaMaríaporloshombrosylatiróalsuelo,haciéndoledaño.Altaïrdecidió
queseloharíapagaraaquelmatón.—Misdisculpas,Shalim,porcolarme—dijo.Shaharsonrióabiertamente.—¿Así que estás buscando a Shalim? Estoy seguro de que a mi hermano le
gustaráreunirseconnosotros.De arriba provino un ruido yAltaïr alzó la vista hacia una galería, por la que
Shalim se acercaba, sonriendo. Luego, dos guardias atravesaron la puerta abierta,listosparaabalanzarsesobreMaríaque,depie,sediolavueltayarrancólaespadadelafundadeunguardiaparausarlacontraél.
El hombre gritó y se encogió justo cuando ella se volvía y, sobre una rodilla,atacaba de nuevo, despachando al otro. En esemismo instante, Shalim saltó de lagaleríayaterrizóenmediode lasala, juntoasuhermano.Altaïr tuvounmomentoparaveralunoalladodelotro,ylesorprendiólomuchoqueseparecían.JuntoaélestabaMaría,conlaespadareciénadquiridagoteandosangre,loshombrossubiendoybajando,amboscontralosgemelos.Altaïrsintióqueelpechoselellenabadealgoqueenparteeraorgulloyenpartealgoquepreferíanonombrar.
—Ellosdos—dijo—ynosotros.Sinembargo,Maríavolvióasorprenderle.Envezdelucharasulado,selimitóa
emitirun sonidodedesdény salió corriendopor lapuertaque losguardiashabíandejado abierta. Altaïr tuvo un instante para pensar si debía seguirla, pero loshermanosseabalanzaronsobreélysepusoalucharparasalvarsuvidacontralosdosespadachinesexpertos.
La lucha fue larga y brutal. Los gemelos comenzaron con mucha confianza,segurosdequeenseguidaaplastaríanalasesino.Alfinyalcabo,erandosyamboseranhábilescon la espada; con toda la razón, esperabanacabarconél.PeroAltaïrestabaluchandollenodeirayfrustración.Yanosabíaquiénerasuamigoyquiénsuenemigo.Lehabían traicionado loshombresquese suponíaqueeransusamigosyhabíanresultadoserlocontrario.Losquecreíaqueseconvertiríanenamigos—oenmásqueamigos—habíanrechazadolamanodelaamistadqueélhabíaofrecido.Loúnicoquesabíaeraqueluchabaenunaguerraenlaquehabíamuchomásenjuegodeloquesabíaeincluíapodereseideologíasqueaúnteníaqueentender.Debíaseguirluchando,seguiresforzándose,hastallegaralfinal.
Ycuandoloscuerposmuertosdelosgemelosporfinyacieronasuspies,conlaspiernasylosbrazosretorcidos,enmalángulo,ylosojosabiertosdeparenpar,nodisfrutónisintióningunagratificaciónporlavictoria.Tansolosacudiólasangredesuespada,laenvainóysedirigióalbalcón.Pordetrásoyóquellegabanmásguardiasmientrasestabaenlabalaustradaconlosbrazosextendidos.Debajohabíauncarro,alqueselanzó,ydespuésdesaparecióporlaciudad.
www.lectulandia.com-Página193
Más tarde, cuando regresó al refugio, Markos estaba allí para recibirle,impaciente por oír la historia de la muerte de los hermanos. A su alrededor, losmiembrosdelaResistenciaseabrazaban,rebosantesdealegríaporlanoticia.PorfinlaResistenciapodríarecuperarelcontroldeKyrenia.YsiloconseguíanconKyrenia,entoncesseguroquehabíaesperanzaparatodalaisla.
Markoslesonrió.—Está sucediendo, Altaïr. El puerto se vacía de embarcaciones Templarias.
Kyreniaserálibre.QuizátodaChipre.Altaïrsonrió,animadoporlaalegríadelosojosdeMarkos.—Séprudente—leaconsejó.Recordóquetodavíalequedabadescubrirlaubicacióndelarchivo.Lamarchade
losTemplariosledecíaalgo.—Nodejaríanelarchivosinprotección—dijo—,asíquenopuedeestaraquí.Markossequedópensando.—LamayoríadelosbarcosquesehanidosedirigíanaLimassol.¿Podríaestar
allí?Altaïrasintió.—Gracias,Markos.Hasservidobienalpaís.—VeconDios,Altaïr.Mástarde,AltaïrencontraríaunbarcoquelellevaríadevueltaaLimassol.Allí,
esperabadesentrañarelmisteriodelas intencionesdelosTemplariosyaveriguar laverdadsobreAlexander.
Reflexionósobretodoellodurantelatravesíayescribióensudiario:
Recuerdomimomentodedebilidad,cuandomiconfianzaflaqueóporlaspalabrasdeAlMualim.Él,quehabíasidocomounpadre,resultósermigranenemigo.Lebastabacon lamásmínimadudaparaentrarenmimenteconeste aparato. Pero derroté a sus fantasmas, recuperé mi confianza y leeliminé.
www.lectulandia.com-Página194
46
Limassol estaba más o menos como lo había dejado, plagado de soldados yhombres Templarios, un pueblo resentido que seguía como siempre, con eldescontentoensusrostrosmientrasseocupabandesusasuntos.
Sinperdertiempo,AltaïrlocalizóelnuevorefugiodelaResistencia,unalmacénabandonado, y entró, decidido a enfrentarse a Alexander por la conversación quehabíaescuchadoaBouchartyShalim.PerocuandoentróeneledificiofueAlexanderquienreaccionó.
—Retrocede, traidor. Has traicionado a la Resistencia y has vendido nuestracausa.¿HasestadotrabajandoconBoucharttodoestetiempo?
AltaïrsehabíapreparadoparaunaconfrontaciónconAlexander, talvezinclusoparaentrarencombate,peroalveralhombrede laResistenciaenaquelestado,secalmó y pensó que habría malinterpretado lo que había visto. De todas maneras,siguióprudente.
—Estabaapuntodepreguntartelomismo,Alexander.OíaBouchartmencionartunombre.Tehaentregadounpaquete,¿no?
Con los ojos entrecerrados,Alexander asintió.Nohabíamuchosmuebles en elrefugio,perocercahabíaunamesabajaysobreellaestabaelsaquitoqueBouchartlehabíaentregadoaShalimenKyrenia.
—Sí—dijoAlexander—,lacabezadelpobreBarnabasenunsacodearpillera.Altaïrseacercóalpaquete.Tiródelcordóndelsacoylatelaseretirópararevelar
lacabezadecapitada,pero…—EstenoeselhombrequesereunióconmigoenKyrenia—dijoAltaïrmientras
miraba fijamente,con tristeza, lacabezacortada.Habíacomenzadoadecolorarseydespedíaunfuerteolordesagradable.Losojosestabanmediocerrados,labocaestabaunpocoabiertayseveíalalenguadentro.
—¿Qué?—dijoAlexander.—MataronalverdaderoBarnabasantesdequeyollegaraylosustituyeronporun
agente Templario que hizomucho daño antes de que yo desapareciera—le contóAltaïr.
—Que Dios nos asista. Los Templarios han sido igual de brutales aquí, loscapitanesdeambulabanporelmercado,elpuertoylaplazadelacatedral,arrestandoacualquierpersonaquecreyeranconveniente.
—No desesperes —dijo Altaïr—. Kyrenia ya se ha quitado de encima a losTemplarios.TambiénlosexpulsaremosdeLimassol.
—Debes tener cuidado. La propaganda templaria ha vuelto a algunos de mishombresentucontra,ymuchosotrosnosefían.
—Graciasporavisarme.Altaïr buscó por la ciudad a Bouchart en vano, pero cuando regresó para
compartir lasmalas noticias conAlexander, se encontró el refugio vacío salvo por
www.lectulandia.com-Página195
unanota.EstabaenlamesayAltaïrlacogió.Alexanderqueríaqueseencontraraconélenelpatiodelcastillo.Oalmenosesoeraloquedecíalanota.
Altaïr pensó: ¿había visto alguna vez la letra deAlexander? Creía que no. Detodosmodos,elhombredelaOficinapodíahabersevistocoaccionadoparaescribirlanota.
Mientrassedirigíaalencuentro, todossus instintos ledecíanqueaquellopodíatratarsedeunatrampa.Selehundióelalmacuandosetopóconuncuerpoenelpatio.
«No»,pensó.Enseguida miró a su alrededor. Los baluartes vacíos que rodeaban el patio le
devolvieron la mirada vacuamente. De hecho, toda la zona estaba mucho mástranquila de lo que había esperado. Se arrodilló junto al cuerpo y sus miedos sevieronhechosrealidadcuandolediolavueltaparavercómolemirabanlosojossinvidadeAlexander.
Entoncesarribaseoyóunavoz,seirguióysevolvióparaverunafiguraenlosbaluartesquedabanalpatio.Deslumbradoporelsol,alzóunamanoparaprotegerselos ojos, todavía sin poder distinguir el rostro del hombre que había allí. ¿EraBouchart?Fuera quien fuese, llevaba la cruz roja de los cruzados y estaba con laspiernasligeramenteseparadas,lasmanosenlascaderas,todounhéroevictorioso.
ElcaballeroseñalóelcadáverdeAlexanderysuvozsonóburlonaaldecir:—¿Eraamigotuyo?Altaïrconfióenqueelcaballeronotardaseenpagaraqueldesprecio.Elhombre
cambióunpocodeposturayAltaïrporfinpudoverloconclaridad.Eraelespía.Elque se había hecho pasar por Barnabas en Kyrenia, el que probablemente era elresponsable de la muerte del propio Barnabas. Otro buen hombre muerto. Altaïrconfió en hacerle pagar por eso también. Apretó los puños y los músculos de lamandíbulasemovieron.Aunqueporprimeravezsehallabaendesventaja frentealespía.
—Tú—lellamó—.Nosétunombre.—¿QuétedijeenKyrenia?—Elcaballero,elespía,serio—.Barnabas,¿no?DerepentesealzóungrangritoyAltaïrsediolavueltaparaveraungrupode
ciudadanosque entrabanen el patio.Lehabían tendidouna trampa.El espíahabíahablado en su contra.Había calculado que la furiosamuchedumbre llegaría en esemomentoyahora le incriminaríanporelasesinatodeAlexander.Erauna trampayhabíacaídodellenoenella,inclusocuandoelinstintolehabíaadvertidoqueactuaraconcautela.
Volvió a maldecirse. Miró a su alrededor. Los muros de arenisca se alzabanimponentessobreél.Unasescalerasllevabanalosbaluartes,peroallíarribaestabaelespía,sonriendodeorejaaoreja,disfrutandodelespectáculoqueestabaapuntodeempezar en serio mientras los ciudadanos corrían hacia Altaïr, con la sangrehirviendo,conunanecesidaddevenganzayjusticiaardiendoensusojos.
—¡Ahíestáeltraidor!
www.lectulandia.com-Página196
—¡Colgadle!—¡Pagarásportuscrímenes!Altaïrsemantuvofirme.Suprimerimpulsofueecharlamanoasuespada,pero
no:nopodíamataraningúnciudadano.Alhacerlo,destruiríalafequetuvieranenlaResistencia o en los asesinos. Lo único que podía hacer era declarar su inocencia.Peronoibaapoderrazonarconellos.Desesperado,buscóunarespuesta.
Ylaencontró.LaManzana.Eracomosileestuvierallamando.Derepentefueconscientedequeestabaenel
fardoasuespaldaylasacóparasostenerlafrentealamuchedumbre.Noteníaniideadeloqueintentabahacerconellaynoestabasegurodeloque
sucedería. Sentía que la Manzana obedecería sus órdenes, que comprendería suintención.Perotansoloeraunaimpresión.Unasensación.Uninstinto.
Ylohizo.Vibróyresplandecióensusmanos.Emitióunaextrañaluzdiáfanaqueparecíacolocarsealrededordelgentío,quesecalmóalinstanteysequedóinmóvil.AltaïrvioalespíaTemplarioretrocederporelimpacto.Porunosbrevesinstantes,sesintió todopoderosoy en esemomento reconocióno solo el encanto tentadorde laManzanaylafuerzadivinaqueotorgaba,sinoelterriblepeligroquerepresentabaenlasmanosdeaquellosquelapodíanutilizarparaelmal,porsupuesto,perotambiéncontraél.Nisiquieraélerainmuneasutentación.
Laestabautilizandoahora,seprometióasímismonousarladenuevo,almenosnoconaquellaintención.
Entoncessedirigióalamultitud.—ArmandBouchart es elhombre responsabledevuestro sufrimiento—dijo—.
ContratóaesehombreparaenvenenaralaResistenciacontrasímisma.Saliddeaquíycongregadavuestroshombres.Chiprevolveráaservuestra.
Porunosinstantessepreguntósihabríafuncionado.CuandobajaralaManzana,¿la muchedumbre malhumorada reanudaría simplemente su linchamiento? Pero labajó y el gentío no se lanzó contra él. Sus palabras habían influido en ellos. Leshabíanconvencido.
Sin más ceremonias, se dieron la vuelta y salieron del patio, tan rápido comohabíanllegado,perosometidos,inclusoarrepentidos.
Una vez más el patio estaba vacío y, durante unos instantes, Altaïr miró laManzana que sostenía en lamano, observó cómo se apagaba, se sintió intimidado,asustado,atraído.Después,laguardómientraselespíadecía:
—Menudojuguetequetienesahí…¿Teimportasilotomoprestado?Altaïr sabíaunacosa:elTemplario tendríaquecoger laManzanadeuncuerpo
muerto. Desenvainó la espada, preparado para el combate, mientras el Templariosonreía,previendolalucha,apuntodebajardelosbaluartescuando…
Sedetuvo.Ylasonrisasedeslizódesurostrocomoaceitechorreando.
www.lectulandia.com-Página197
Desupechosobresalióunaespada.Lasangre florecióensu túnicablancaysemezcló con el rojo de la cruz que llevaba. Bajó la vista, confundido, como si sepreguntaracómohabíallegadohastaallíesaarma.Debajodeél,enelpatio,Altaïrsepreguntabalomismo.
EntonceselTemplariosebalanceóyAltaïrviolafiguradetrásdeél.Unafiguraquereconoció:María.
Lamujersonrió,empujóalespíahaciadelantedesdeelmurodelpatioehizoquecayera con fuerza al suelo. Allí, de pie, con su espada goteando sangre, sonrió aAltaïr,lasacudióylametióensufunda.
—Asíque—dijo—hastenidolaManzanatodoeltiempo.Élasintió.—Yahoravesquétipodearmaseríasiestuvieraenlasmanosequivocadas.—Nosésilastuyaslasllamaríayobuenas.—No.Perosíbastantebuenasporqueladestruiría…olaescondería.Hastaque
encuentreelarchivo,nolosabré.—Bueno,nobusquesmás—dijo—.Estásdepiesobreél.
www.lectulandia.com-Página198
47
Justo entonces se oyó un fuerte grito en la entrada del patio y un grupo desoldados Templarios entraron corriendo, mostrando unos ojos peligrosos tras lasrendijasdesusviseras.
DesdearribaMaríadijo:—¡Poraquí,rápido!Sediolavueltaysalióatodavelocidadporlosbaluarteshaciaunapuerta.Altaïr
estuvo a punto de seguirla cuando tres hombres se le echaron encima y lanzó unamaldición,conunrepiquedeaceroalacercarseaellosyperderdevistaaMaríadenuevo.
Eran expertos y habían practicado mucho —los músculos del cuello así lodemostraban—, pero incluso tres caballeros no eran rivales para un asesino, quedanzabaasualrededorconagilidad,atravesándolesconlaespada,hastaquelostrescayeronmuertosasuspies.
Miróhaciaarriba.Losbaluartesestabanvacíos.TansololosocupabaelcadáverdelespíaTemplarioalfinaldelosescalonesynohabíanirastrodeMaría.Subiólasescalerasdandosaltos,deteniéndosetansolounmomentoparamiraralmuerto.Sieltrabajodeunagenteeracrearproblemasalenemigo,estehabíahechomuybiensutrabajo;casihabíavueltoalpuebloencontradelaResistenciayloshabíaentregadoalos Templarios, que planeaban no precisamente iluminarlos sino someterlos ycontrolarlos.
Altaïr continuó corriendo hasta llegar a la puerta. Aquella, entonces, era laentradaaledificioqueconteníaelarchivo.Entró.
Lapuertasecerródegolpeyseencontróenunpasilloquerecorríatodalaparedde un cavernoso pozo que llevaba hacia abajo. Las antorchas de la pared apenasdaban luz y proyectaban unas sombras danzantes sobre las cruces templarias quedecorabanlosmuros.
Estabaensilencio.No,nodeltodo.Dealgúnsitiomuyabajoproveníanunosgritos.Guardias,talvez,alertadosporla
presencia de… ¿María? Un espíritu tan libre no podría nunca alinearse con lasideologías templarias.Ahora era una traidora. Se había inclinado hacia el lado delasesino:habíamatadoaunTemplarioy lehabíaenseñadoaAltaïr laubicacióndelarchivo.Lamataríanallímismo.Aunque,porsupuesto,segúnloquehabíavistodeellaencombate,aquelloseríamásfácildedecirquedehacer.
Comenzó a descender, corriendopor los oscuros peldaños, y de vez en cuandosaltandohuecosenlamamposteríaquesedesmoronaba,hastaquellegóaunacámaraconelsueloarenoso.Allíestabanesperándole tresguardiasy liquidóaunoconuncuchilloarrojadizo,pillódesprevenidoalsegundoyleclavólaespadaalhombreenelcuello.Empujóelcuerpocontraeltercero,quecayó,ymientrasseretorcíanenel
www.lectulandia.com-Página199
suelo,Altaïrterminóconellos.Alcontinuarhacialasprofundidades,oyóquecorríaagua,yseencontróenunpuentequepasabaporenmediodedoscascadas.Elsonidofuesuficienteparaahogarelruidodesullegadayquelosdosguardiasquehabíaenelotroextremonileoyeran.Losderribócondosestocadas.
Los dejó y continuó su camino hacia las entrañas de… la biblioteca. Habíaestanteríasdelibros,salasllenasdeellas.Esoera.Estabaallí.
Noestabasegurodeloqueesperabaver,perohabíamenoslibrosyartefactosdeloqueimaginaba.¿Aquelloconstituíaelauténticoarchivodelquehabíaoídohablar?
Peronoteníatiempodedetenerseainspeccionarsuhallazgo.Oíavoces,elsonidometálicodelosgolpesdeunaespada:doscombatientes,unodeellossindudaeraunamujer.
Delantedeél,ungranarcoestabadecoradoconlacruztemplariaensuvértice.Fue hasta allí y entró en una cámara enorme, con una zona de ceremonias en elcentro, rodeada por unos intrincados pilares de piedra. Allí, en el medio, estabanBouchartyMaría,peleando.
Estaba frenando al Templario, pero tan solo eso, y cuando entró Altaïr en lacámara,laatacóyellasecayóalsuelo,gritandodedolor.
Bouchartlamiróconindiferencia,yadándoselavueltaparaenfrentarseaAltaïr,quenohabíahechoningúnruidoalentrar.
—El estúpido del emperador Comnenus —anunció el Templario, hablandodespectivamente del antiguo líder chipriota— era un tonto, pero era nuestro tonto.Durante casi una década operábamos sin ninguna intromisión en esta isla.Nuestroarchivo era el secretomejor guardado deChipre. Por desgracia, incluso los planesmejortrazadosnoeraninmunesalaidiotezdeIsaac.
Durantecasiunadécada,pensóAltaïr.Peroentonces…DiounpasohaciadelanteyapartólavistadeBouchartparamiraraMaría.
—EnfadóalreyRicardoytrajoalinglésdemasiadocercaparaestarcómodo.¿Noesasí?
CuandoBouchartnohizoningúnmovimientoparadetenerlo,cruzó lasalayseinclinójuntoaMaría.Lesostuvolacaraparacomprobarsiestabaviva.
Boucharthablaba,disfrutandodelsonidodesupropiavoz.—Por suerte, fuimos capaces de convencer aRicardo para que nos vendiera la
isla.Fuelaúnicamaneradedesviarsuatención.María parpadeó y se quejó. Estaba viva. Altaïr suspiró, aliviado, y colocó su
cabeza con cuidado sobre la piedra.Se irguió para enfrentarse aBouchart, que loshabíaestadoobservandoconunasonrisaindulgente.
—Comprasteisloqueyacontrolabais…—apuntóAltaïr.Ahoraloentendía.LosTemplarioslehabíancompradoChiprealreyRicardopara
impedirquedescubrieransuarchivo.Noleextrañabaquehubieransidoagresivosensupersecucióncuandollegóalaisla.
Bouchartconfirmóqueteníarazón.
www.lectulandia.com-Página200
—Y mira dónde nos ha llevado. Desde que llegaste y metiste las narices endemasiadosrinconesoscuros,elarchivonohaestadoasalvo.
—Ojalápudieradecirquelosiento.Perosueloobtenerloquequiero—contestóAltaïr,quesonósegurodesímismo,perosabíaquealgonoibabien.
Enefecto,Bouchartestabasonriendoabiertamente.—Oh,estavezno,asesino.Ahorano.NuestropequeñodesvíoaKyrenianosdio
eltiemposuficienteparadesmontarelarchivoymoverlodesitio.Por supuesto.Noerael escasoarchivoquehabíavistoalbajar.Eran los restos
que no necesitaban. Lo habían distraído con lo de Kyrenia y habían usado esaoportunidadparatrasladarlo.
—Noestabais llevandoartefactosaChipre, sinoque los sacabaisdeallí—dijoAltaïrcuandoloviotodoclaro.
—Exacto—contestóBouchart, conungestoelogioso—.Perono tieneque irsetodo…Creoqueosdejaremosaquí.
Bouchartsaltóhaciadelante,dandoestocadasconsuespada,yAltaïrleesquivó.Bouchartestabapreparadoyesquivóelgolpe,manteniendosuataque,yAltaïrsevioforzadoamantenerladefensadeunaseriedeestocadasycortes.Boucharterahábil,sinduda.
Tambiénera rápidoyconfiabamásen lagraciayel juegodepiernasqueen lafuerzabrutaquelamayoríadeloscruzadosponíanenundueloaespada.Peroavanzóesperando ganar y ganar rápido. Su desesperación por vencer al asesino le hizoolvidarsedelasexigenciasfísicasdelapelea,asíqueAltaïrdefendió,dejandoqueseacercara, absorbiendo sus ataques, ofreciendo de vez en cuando un ataque breveadecuadoparaabrirheridas.Untajoaquí,unrasguñoallá.LasangreempezóagotearpordebajodelacotademalladeBouchart,quecolgaba,pesada,sobreél.
MientrasAltaïr luchaba,pensabaenMaríayenaquellosquehabíanmuertopororden de los Templarios, pero frenó aquellos recuerdos que se transformaban endeseodevenganza.Ensulugar,dejóqueledierandeterminación.LasonrisahabíaabandonadoelrostrodeBoucharty,mientrasAltaïrpermanecíaensilencio,elGranMaestro Templario resoplaba por el esfuerzo; por eso y por la frustración. Lasestocadas de su espada eran menos coordinadas y no alcanzaban su objetivo. Lasangreyelsudoremanabandeél.Enseñabalosdientes.
YAltaïr le abriómásheridas, le cortó en la frente para que la sangre saliera aborbotoneshacialosojosytuvoquesecarseconelguantelacaraparalimpiársela.Bouchartapenaspodíalevantarlaespadayestabadoblado;laspiernaserancomodegomayloshombrossubíanybajabanmientrasseesforzabaenrespirar,ysoloveíasombras y formas.Ahora era un hombre derrotado. Lo que significaba que estabamuerto.
Altaïr no jugó con él. Esperó hasta que el peligro hubiera pasado. Hasta queestuvosegurodequeladebilidaddeBouchartnoerafingida.
Entonceslerepasódearribaabajo.
www.lectulandia.com-Página201
Bouchart cayó al suelo yAltaïr se arrodilló junto a él. El Templario lemiró yAltaïrviorespetoensusojos.
—Ah.Le…haceshonoratuOrden—dijoentrejadeos.—Ytútehasapartadodelatuya.—Nomeheapartado…,laheexpandido.Ysitú,asesino…,sisupierasalgomás
apartedecómomatar,loentenderías.Altaïrfruncióelentrecejo.—Ahórrate la charla sobre la virtudymuere sabiendoquenuncadejaré que la
Manzana,elFragmentodelEdén,caigaenotrasmanosquenoseanlasmías.Mientrashablaba,lanotabacalientecontrasuespalda,comosisedespertara.Bouchartsonrióconironía.—Guárdalabien,Altaïr.Llegarásalasmismasconclusionesquenosotros…ensu
momento…Murió.Altaïr alargó lamano para cerrarle los ojos, justo cuando el edificio se
agitabaylecaíaencimaunalluviadeescombros.Fuegodecañones.LosTemplariosestabanbombardeandoelarchivo.Teníamuchosentido.Noqueríandejarnadaatrás.
SeacercóapresuradamenteaMaríaylapusodepie.Porunmomentosemiraronalosojosyunasensaciónnoexpresadapasóentreambos.Después,letiródelbrazoparasacarladelagrancámarajustocuandoestasesacudíaporotrocañonazo.Altaïrsediolavueltaatiempodeverdospreciosospilaresencogerseycaer,unosgrandestrozos de piedra que se hicieron pedazos en el suelo.Después, se vio siguiendo aMaríamientras corría, subiendo las escaleras de dos en dos para llegar al pozo ydespués al archivo hundido. Se sacudió por otra explosión y la mampostería delpasilloserompió,perocontinuaroncorriendo,esquivandolosescombros,hastaquellegaronalasalida.
Los peldaños se habían desprendido, así que Altaïr subió, arrastrando aMaríadetrásdeélhastaunaplataforma.Salieronalaluzdeldíamientraselbombardeoseintensificaba y el edificio parecía derrumbarse, lo que les obligó a apartarse de unsalto.Yallísequedaronunrato,tragandoairefresco,contentosdeestarvivos.
Mástarde,cuandolosbarcosTemplariospartieron,llevándoseconsigoloúltimoquequedabadelvaliosoarchivo,AltaïryMaríacaminabanbajolaluzmortecinadelpuertodeLimassol,ambosperdidosensuspensamientos.
—TodoporloquetrabajéenTierraSantayanoloquiero—dijoMaríatrasunalargapausa—.YtodoloquedejéparaunirmealosTemplarios…Mepreguntodóndequedóysideberíatratardeencontrarlodenuevo.
—¿RegresarásaInglaterra?—preguntóAltaïr.—No…, ya estoymuy lejos de casa, continuaré al este.A la India, tal vez.O
hastaquelleguealextremodelmundo…¿Ytú?Altaïrpensó,disfrutandodelaproximidadquecompartían.
www.lectulandia.com-Página202
—Todo aquel tiempo sometido a Al Mualim, pensaba que mi vida habíaalcanzado su límite y que mi único deber era enseñar a los demás ese mismoprecipicioquehabíadescubierto.
—Unavezsentílomismo—dijoella.DesufardosacólaManzanaylalevantóparainspeccionarla.—Tan terrible como es este artefacto, contiene maravillas… Me gustaría
entenderlalomejorposible.—Caminasporelfilodelanavaja,Altaïr.Asintiódespacio.—Losé.Peromehavencidolacuriosidad,María.Quieroconoceralasmejores
mentes, explorar las bibliotecas del mundo y aprender todos los secretos de lanaturalezayeluniverso.
—¿Todoesoenlamismavida?Esunpocoambicioso…Élserio.—¡Quiénsabe!Puedequeunavidaseasuficiente.—Quizás.¿Yadóndeirásprimero?Lamiróysonrió,puessabíaquequeríaquelaacompañaraelrestodelviaje.—Aleste…—respondió.
www.lectulandia.com-Página203
CuartaParte
www.lectulandia.com-Página204
48
15dejuliode1257
Maffeoenocasionestienelacostumbredemirarmedeformaextraña.Escomosicreyera que no le estoy proporcionando toda la información necesaria.Y ya lo hahechovariasvecesdurantenuestrasesiónderelatos.YaseacontemplandoelmundopasarenelconcurridomercadodeMasyaf,disfrutandodeunasbebidasfrescasenlascatacumbasbajolaciudadelaopaseandoporlosbaluartes,viendolospájarosdandovueltasymetiéndoseenlosvalles,memiradevezencuandocomosidijera:«¿Quéesloquenomeestáscontando,Nicolás?».
Bueno,larespuesta,desdeluego,noesninguna,salvomipersistentesospechadeque la historia al final nos incluirá a nosotros de alguna manera, de que le estoycontandoestascosasporalgúnmotivo.¿IncluirálaManzana?¿Otalvezsusdiarios?¿Oelcódice,ellibrodedondehaextraídosushallazgosmásimportantes?
Aunasí,MaffeomeclavalaMirada.—¿Y?—¿Yqué,hermano?—¿AltaïryMaríafueronaleste?—Maffeo,MaríaeslamadredeDarim,elcaballeroquenosinvitóaquí.ObservémientrasMaffeo giraba la cabeza hacia el sol y cerraba los ojos para
dejar que se le calentara el rostro mientras absorbía aquella información. EstoysegurodequeintentabahacercoincidirlaimagendelDarimqueconocía,unhombredeunossesentaaños,alqueselenotabaenelrostro,conalguienquetuvieramadre,unamadrecomoMaría.
Ledejéreflexionarysonreíconindulgencia.IgualqueMaffeomemolestabaamícon preguntas durante la narración, por supuesto yo también había molestado alMaestro,aunqueconbastantemásdeferencia.
—¿DóndeestálaManzanaahora?—lepreguntéunavez.Parasersincero,teníalaesperanzadequeenalgúnmomentolasacara.Alfinyal
cabo,habíahabladodeellacon tantaveneraciónque inclusoparecíaque le tuvieramiedoaveces.Naturalmente,yoesperabaverlaconmispropiosojos.Talvezparacomprendersuatractivo.
Lamentablemente,aquellonoocurrió.Seenfrentóamipreguntaconunaseriedesonidosirritadosypudeverqueestabaconsiderandorespondermeono.Alomejorcreyó que mi deseo de ver la Manzana podría inhibir el hecho de disfrutar ocomprendersushistorias,asíquedecidiódarmelarespuesta:mecontóquedespuésdeliberarChipredelosTemplarios,establecióunabaseparalaHermandadenlaisla,una fortaleza clave para laOrden, y quemuchos,muchos años después, tras pasardécadasestudiandolaManzana,leasignóaDarim,suúnicohijo,latareadellevarlaalafortalezachipriota,dondepermanecehoyendía.
www.lectulandia.com-Página205
Pero no debía preocuparme pensando en laManzana,me advirtiómoviendo eldedo.Debíaocuparmedelcódice.PuestoqueenaquellaspáginasestabanlossecretosdelaManzana,dijo,perolibredelosefectosmalignosdelartefacto.
El códice. Sí, había decidido que era el códice lo que sería importante en elfuturo.Importanteenmifuturo,incluso.
Perodetodosmodos,devueltaalpresente,observéaMaffeoreflexionandosobreelhechodequeDarimeraelhijodeAltaïryMaría;dequedespuésdeunprincipiodeconfrontaciónhabíaflorecidoentrelaparejaprimerorespetoydespuésatracción,amistad,amory…
—¿Matrimonio?—PreguntóMaffeo—.¿MaríayAltaïrsecasaron?—Sí.Unosdosañosdespuésdelosacontecimientosquehedescrito,secasaron
enLimassol. La ceremonia se celebró allí en señal de respeto a los chipriotas quehabíanofrecidosuislacomobaseparalosasesinos.CreoqueMarkosfueelinvitadode honor y se hizo un brindis irónico a los piratas, que sin querer habían sido losresponsablesdequeconocieraaAltaïryMaría.Pocodespuésdelaboda,elasesinoysumujerregresaronaMasyaf,dondenaciósuhijoDarim.
—¿Suúnicohijo?—No.DosañosdespuésdelnacimientodeDarim,Maríadioa luzaotroniño,
Sef,unhermanodeDarim.—¿Yquéfuedeél?—Todoasutiempo,hermano.Todoasutiempo.Bastadecirporahoraqueesto
representó un periodo principalmente tranquilo y fructífero para elMaestro.Hablapocodeello, comosi fuerademasiadovaliosopara sacarloa la luz,pero lamayorpartedeeseperiodoestárecogidoenelcódice.Sepasabaeltiempohaciendonuevosdescubrimientosydisponíadenuevasrevelaciones.
—¿Cómoporejemplo?—Lasregistróensusdiarios.Allísevennosolocompuestosdenuevosvenenos
asesinos, sino también de medicina. Describe logros por venir y catástrofes delfuturo; diseños de armaduras y nuevas hojas ocultas, incluida una que disparaproyectiles.Reflexionósobrelanaturalezadelafeylosprincipiosdelahumanidad,forjadosenelcaos,unordenimpuestonoporunsersupremosinoporelhombre.
Maffeoparecíaimpresionado.—«Forjadosenelcaos,unordenimpuestonoporunsersupremo…».—Laspreguntasdelasesinosecentrabanenlafe—dije,nosinunciertotonode
pomposidad—.Hastalassuyaspropias.—¿Yeso?—Bueno,elMaestroescribíasobrelascontradiccioneseironíasdelosasesinos.
Porquébuscabanlapazaunqueusabanlaviolenciayelasesinatoparaconseguirla.Porquéqueríanabrirlasmentesdeloshombressiexigíanobedienciaalmaestro.Losasesinosenseñanlospeligrosdecreerciegamenteenunafeestablecida,peroexigenalosseguidoresdelaOrdenquesiganunCredoincondicionalmente.
www.lectulandia.com-Página206
»También escribió sobre los que vinieron antes, los miembros de la primeracivilización,quedejaronlosartefactosquebuscabantantoTemplarioscomoasesinos.
—¿LaManzanaeraunodeellos?—Exacto. Una cosa de inmenso poder que se disputaban los Caballeros
Templarios.Sus experiencias enChipre le habían enseñadoque losTemplarios, envez de intentar arrebatarle el poder por los medios habituales, habían elegido elsubterfugioparasuestrategia.AltaïrlosTemplarios,envezdeintentararrebatarleelpoder por los medios habituales, habían elegido el subterfugio para su estrategia.Altaïrllegóalaconclusióndequeasítambiéntendríanqueactuarlosasesinos.
»LaOrdendejódeconstruirgrandesfortalezasyderealizarespléndidosrituales.Decidióqueaquellonoera loquehacíaunasesino.Loqueconvierte a alguienenasesinoessuadhesiónalCredo.Elqueoriginal,aunqueirónicamente,propugnóAlMualim.Una ideologíaquedesafiaba lasdoctrinasestablecidas.Queanimabaa losacólitosabuscarmásalláde símismosyhacerposible lo imposible.Fueronestosprincipios los que Altaïr desarrolló y le acompañaron durante los años que pasóviajandoporTierraSanta;estabilizólaOrdeneinfundióenellalosvaloresquehabíaaprendido como asesino. Tan solo enConstantinopla se atrancaron sus intentos depromoverlascostumbresasesinas.Allí,en1204,hubograndesdisturbioscuandolagentesealzócontraelemperadorbizantinoAlexius,ynopasómuchotiempoantesdequeloscruzadosseabrieranpasoycomenzaranasaquearlaciudad.Enmediodeaquel tumulto,Altaïr fue incapaz de llevar a cabo sus planes y se retiró.Aquel seconvirtióenunodesuspocosfracasosduranteesaépoca.
»Escurioso,cuandomelocontó,memiródeformaextraña.—¿QuizáporquenuestracasaestáenConstantinopla?—Posiblemente.Tengoquepensarmástardesobreeseasunto.Puedequenuestro
llamamientodesdeConstantinoplay su intentodeestablecerunaasociaciónallínoesténrelacionados…
—¿Dicesquefuesuúnicofracaso?—Sí.Enlosotroslugares,AltaïrpromocionólaOrdenmásqueningúnotrolíder
que le antecediera. Tan solo fue el ascendente deGenghisKhan el que le impidiócontinuarconsutrabajo.
—¿Quésucedió?—Hace unos cuarenta años, Altaïr escribió sobre eso en su códice. Cómo se
levantaba una oscura corriente en el este. Un ejército de tal tamaño y poder queenseguidatodoelpaíssepreocupó.
—¿Estabahablandodel imperiomongol?—PreguntóMaffeo—.¿ElascensodeGenghisKhan?
—Exacto —respondí—. Darim tenía veinti-pocos años y era un arqueroconsumado,yresultóqueAltaïrsellevóconsigoasuhijoyaMaríaydejóMasyaf.
—¿ParaenfrentarseaKhan?—AltaïrsospechabaqueelavancedeGenghisKhanpodríadebersealaayudade
www.lectulandia.com-Página207
otroartefacto,similaralaManzana.TalvezlaEspada.Teníaqueestablecersiaqueleraelcaso,asícomodetenerlainexorablemarcha
deKhan.—¿CómoquedóMasyaf?—AltaïrdejóaMalikparaqueseencargarade todoensuausencia.DejóaSef
tambiénparaque leayudara.Sefestabacasadoy teníadoshijas jóvenesporaquelentonces,Darimno,eibanaestarfueramuchotiempo.
—¿Cuántotiempo?—Estuvo ausente diez años, hermano, y cuando regresó a Masyaf todo había
cambiado.Nadavolveríaaserlomismo.¿Quieresquetelocuente?—Porfavor,continúa.
www.lectulandia.com-Página208
49
Desde lejos todo parecía que iba bien en Masyaf. Ninguno de ellos —Altaïr,MaríaoDarim—teníaideadeloqueibaasuceder.
AltaïryMaríacabalgabanunpocomásadelante,elunoalladodelotro,comolesgustaba hacer, felices de estar juntos y contentos por ver su hogar, cada unoondulando con el lento y constante ritmo de sus caballos. Ambos cabalgabanorgullososenlasillaapesardellargoyarduoviaje.Puedequehubieranpasadolosaños,ambosteníansesentaytantos,peronoselesveíaconloshombroscaídos.Aunasí,ibandespacio:habíanelegidosusmonturasporsufuerzayresistencia,noporlavelocidad,yatadoacadaunahabíaunasno,cargadodeprovisiones.
DetrásdeellosibaDarim,quehabíaheredadolosojosbrillantesydanzarinesdesumadre,lasfaccionescoloridasdesupadre,ylaimpulsividaddeambos.Lehabríagustado ir al galope y subir por las pendientes del pueblo hasta la ciudadela paraanunciar el regreso de sus padres, pero trotaba dócilmente detrás, respetando losdeseosdesupadredeunamodestavueltaacasa.Devezencuandomatabacon lafustaalasmoscasqueseleposabanenlacaraypensabaqueiralgalopehabríasidolamaneramáseficazdedeshacersedeellas.
Sepreguntósilesestaríanobservandodesdeloschapitelesdelafortaleza,desdelatorrededefensa.
Pasaron losestablosyatravesaron laspuertasdemaderahaciaelmercado,queseguía igual. Entraron en el pueblo, donde los niños corrían, entusiasmados, a sualrededor, reclamando regalos, puesto que eran demasiado jóvenes para conocer alMaestro.AunquealdeanosmayoresloreconocieronyAltaïrsediocuentadequelesmirabancondetenimiento,noconacogidasinoconrecelo.Volvíanelrostrocuandointentabamirarlesalosojos.Laansiedadhincóeldienteensustripas.
Una figura que conocía se acercó a ellos y se encontraron al final de laspendienteshacia laciudadela.Swami.Unaprendizcuandosemarchó,unodeesosjóvenesdemasiado aficionados al combateymenos al aprendizaje.Sehabíahechounacicatrizenlosdiezaños transcurridosquese learrugabaalsonreír,unaampliasonrisaquenoibaaningunapartecercadesusojos.TalvezyaestabapensandoenlasenseñanzasdeAltaïrquedeberíasoportarahoraquehabíaregresado.
Perolassoportaría,pensóAltaïr,ysusojospasarondeSwamialcastillo,dondeunaenormebandera,quellevabalamarcadelosasesinos,ondeabaenlabrisa.Habíadecretadoque retiraran labandera: losasesinos seestabandeshaciendodeaquellossímbolosvacíos.
PeroeraevidentequeMalikhabíadecididoquedebíaondear.Él seríaotroquetendríaquesoportaralgunasenseñanzasenlostiemposvenideros.
—Altaïr—dijoSwami,inclinandolacabeza,yAltaïrdecidióignorarelerrordelhombrealnodirigirseaélporsutítulocorrecto.Demomento,almenos—.Cómomealegrodeverte.Confíoenquetusviajeshayansidofructíferos.
www.lectulandia.com-Página209
—He enviado mensajes —dijo Altaïr, inclinándose hacia delante en su silla.Darim se colocó al otro lado de modo que los tres formaron una línea, y miró aSwami—.¿LaOrdennohatenidonoticiasdemisprogresos?
Swamisonrióservilmente.—Claro,claro.Hepreguntadotansoloporcortesía.—EsperabaencontrarmeconRauf—dijoAltaïr—.Élestámásacostumbradoa
misnecesidades.—¡Ah,pobreRauf!Swamimiróalsuelopensativamente.—¿Hapasadoalgo?—Rauf,metemoquemuriódelafiebreestosúltimosaños.—¿Porquénomehaninformado?Swami se limitó a encogerse de hombros. Un gesto insolente, como si no lo
supieranileimportara.Altaïr frunció los labios,alguien teníaquedarleexplicaciones,aunqueno fuera
aquelbellaco.—Puesdéjanoscontinuar.Nuestrasdependenciasestaránpreparadas,¿no?Swamivolvióaagacharlacabeza.—Metemoqueno,Altaïr.Hastaentonces,parapoderalojarosmehanpedidoque
tedirijaaunaresidenciaenlaparteoestedelafortaleza.AltaïrprimeromiróaDarim,queestabafrunciendoelentrecejo,yluegoaMaría,
quelemiróconunosojosquedecían:«Cuidado.Estáclaroquealgonovabien».—Muybien—dijoAltaïrconprudenciaydesmontaron.Swami les hizo unas señas a algunos sirvientes, que se acercaron a coger los
caballosycomenzaronaascenderhacialaspuertasdelaciudadela.Allílosguardiasinclinaronlacabezaenseguida,comosi,igualquelosaldeanos,evitaranlosojosdeAltaïr,peroenvezdeseguir subiendopor labarbacana,Swami los llevódandounrodeoporfueradelmurointerior.Altaïrcontemplólamuralladelaciudadelaqueseextendíaporencimadesuscabezas,conganasdeverelcorazóndelaOrden,cadavezmásirritado.Peroelinstintoledecíaqueesperaraalmomentooportuno.Cuandollegaronalaresidencia,estaresultóserunedificiobajo,clavadoenlapiedra,conunbrevearcoen laentradayunasescalerasque llevabanaunvestíbulo.Losmuebleseran escasos y no había personal para recibirlos. Altaïr estaba acostumbrado a unalojamiento modesto —de hecho, pedía que fuese así—, pero en Masyaf, comoMaestroasesino,esperabaquesusdependenciasestuvieranenlatorredelMaestroosuequivalente.
Enfurecido, se dio la vuelta, a punto de discutir con Swami, que estaba en elvestíbuloconlamismasonrisaservilensurostro,cuandoMaríaleagarródelbrazoyseloapretóparadetenerle.
—¿Dónde está Sef? —le preguntó la mujer a Swami. Sonreía con simpatía,aunqueAltaïrsabíaquedetestabaaSwami.Lodetestabaconcadafibradesucuerpo
www.lectulandia.com-Página210
—.MegustaríaqueSefvinieraenseguida,porfavor.Swamiparecíaafligido.—LamentodecirqueSefnoestáaquí.HatenidoqueviajaraAlamut.—¿Ysufamilia?—Sehamarchadoconél.MaríalelanzóunamiradadepreocupaciónaAltaïr.—¿QuéasuntosteníamihermanoenAlamut?—preguntóconbrusquedadDarim,
másofendidosicabequesuspadresporaquellasdependencias.—¡Ay,nolosé!—soltóSwami.Altaïr respiró hondo y se acercó a Swami. La cicatriz delmensajero ya no se
arrugaba,pueslaaduladorasonrisahabíadesaparecidodesurostro.TalvezlehabíanrecordadoderepentequeaqueleraAltaïr,elMaestro,cuyadestrezaenlabatallatansololaigualabalafierezaenlaclase.
—InformaaMalikenseguidadequequieroverle—gruñóAltaïr—.Dilequenostienequedarexplicaciones.
Swamitragósalivayretorcióunpocolasmanosdeformadramática.—Malikestáenprisión,Maestro.Altaïrdiounrespingo.—¿Enprisión?¿Porqué?—No lo puedo decir,Maestro. Se ha convocado una reunión del consejo para
mañanaporlamañana.—¿Elqué?—AlentrarMalikenprisión, se formóunconsejoparasupervisar laOrden,de
acuerdoconlasleyesdelaHermandad.Esoeracierto,pero,aunasí,Altaïrseensombreció.—¿Quiénlopreside?—Abbas—respondióSwami.AltaïrmiróaMaría,cuyosojosahorareflejabanauténticapreocupación.Alargó
lamanoparacogerledelbrazo.—¿Y cuándo voy a reunirme con ese consejo?—preguntóAltaïr con una voz
calmada,quecontradecíaalatormentaquehabíaensuinterior.—Mañanaalconsejolegustaríaoírlahistoriadetuviajeyqueinformaraisala
Ordendelosacontecimientos.—Ydespuésdeesosedisolveráelconsejo—dijoAltaïrconfirmeza—.Dileatu
consejo que lo veremos al amanecer. Que consulten las leyes. El Maestro haregresadoydesearecuperarsuliderazgo.
Swamihizounareverenciaysemarchó.Lafamiliaesperóhastaquesefueantesdemostrarsusverdaderossentimientos.
AltaïrsevolvióhaciaDarimyconurgenciaenlavozledijo:—VeaAlamut.TraeaSefdevuelta.Lenecesitamosenseguida.
www.lectulandia.com-Página211
50
Aldíasiguiente,AltaïryMaríaestabanapuntodesalirdelaresidenciahacialatorre principal, cuando fueron interceptados por Swami, que insistía en llevarlos atravésdelabarbacana.Mientrasrodeabanlamuralla,Altaïrsepreguntóporquénooíael ruidohabitualde lasespadasyelentrenamientoalotro lado.Alentrarenelpatio,obtuvolarespuesta.
Era porque no había nadie entrenando con las espadas.Antes, el interior de laciudadelabullíadeactividadyvida, retumbabaelsonidometálicode losgolpesdeespada, los gritos y las maldiciones de los instructores, pero ahora estaba casidesierto. Miró a su alrededor y vio unas ventanas tapadas. Los guardias de losbaluartes los miraban desapasionadamente. El lugar donde los ilustraban yentrenaban, el crisol del conocimiento asesino que él había dejado, habíadesaparecidoporcompleto.AltaïrsepusoaúndepeorhumoralacercarsealatorreprincipalyverqueSwamilesdirigíaalasescalerasquellevabanalasaladedefensayluegoalsalónprincipal.
Allíestabareunidoelconsejo.Habíadiezhombressentadosenladosopuestosdeunamesa conAbbas a la cabeza, unparde sillasvacíasparaAltaïr yMaría: unassillasdemadera,conelrespaldoalto.Tomaronasientoy,porprimeravezdesdequeentraronenlasala,AltaïrmiróaAbbas,suviejocontrincante.Vioalgoenélapartedeladebilidadyelresentimiento.Vioaunrival.YporprimeravezdesdelanochequeAhmadfueasucuartoysequitólavida,AltaïrnosecompadeciódeAbbas.
Altaïr leechóunvistazoalrestode lamesa.Talcomohabíapensado,elnuevoconsejoestaba formadopor losmiembrosde laOrdenque teníanmenoscarácteryeran más confabuladores. Los que Altaïr habría preferido echar. Todos ellosconstituíanelconsejo,alparecer,ohabíansidoreclutadosporAbbas.Unodeellosera Farim, el padre de Swami, que le observaba bajo sus párpados caídos, con labarbillametida en el pecho. Su amplio pecho.Había engordado, pensóAltaïr condesdén.
—Bienvenido, Altaïr —dijo Abbas—. Estoy seguro de que hablo por todoscuandodigoquetengoganasdeoírtushazañasporeleste.
Maríaseinclinóhaciadelanteparadirigirseaél.—Antes de contar nada sobre nuestros viajes, nos gustaría recibir algunas
respuestas, Abbas. DejamosMasyaf en orden. Por lo visto esos principios se hanperdido.
—¿Dejamos Masyaf en orden?—sonrió Abbas, aunque no miró a María. NohabíaapartadolavistadeAltaïr.Ambosteníanlavistaclavadaelunoenelotroconuna abierta hostilidad—. Cuando abandonaste la Hermandad creo recordar ser elúnicoMaestro.Ahoraporlovistotenemosdos.
—Tencuidadoconesainsolencia,Abbas—leadvirtióMaría.—¿Esainsolencia?—Abbasserio—.Altaïr,porfavor,dilealainfielqueapartir
www.lectulandia.com-Página212
deahoranohableamenosqueseledirijadirectamenteunmiembrodelconsejo.Conungritodeira,Altaïrselevantódesusilla,queresbalóhaciaatrásycayóal
suelo.Tenía lamanoen laempuñaduradesuespada,perodosguardiasavanzaron,conlasespadasdesenvainadas.
—Guardias, quitadle el arma—ordenóAbbas—.Estarásmás cómodo sin ella,Altaïr.¿Llevaslahoja?
Altaïrextendiólosbrazoscuandounguardiadiounpasoadelanteparaquitarlelaespada.Lasmangascayeronpararevelarquenoteníalahojaoculta.
—Ahora podemos empezar —dijo Abbas—. Por favor, no sigas malgastandonuestrotiempo.PonnosaldíadetubúsquedaparaneutralizaraKhan.
—TansoloencuantomedigasquélehapasadoaMalik—gruñóAltaïr.Abbasseencogiódehombrosylevantólascejascomosidijeraqueestabanenun
impasse,yeraevidentequeloestaban,ningúnhombreestabadispuestoadarseporvencido,porlovisto.Conunresoplidodeexasperación,Altaïrcomenzósuhistoria,en vez de prolongar el pulso. Narró sus viajes a Persia, India yMongolia, dondeMaría,Darimy él habían actuadode enlace con el asesinoQulanGal, y les contócómohabíanviajadoalaprovinciadeXia,cercadeXing-ging,queestabasitiadaporelejércitomongol,laextensióndelimperiodeKhanerainexorable.Allí,dijo,Altaïry Qulan Gal habían planeado infiltrarse en el campamento mongol. Se decía queKhanestabaallítambién.
—Darimencontróunpuntoestratégiconomuylejosdelcampamentoy,armadoconsuarco,nosvigilaríaaQulanGalyamímientrascaminábamosporlastiendas.Estabamuyprotegidoyconfiamosenélparaqueeliminaraacualquierguardiaalquealertáramosoqueparecieraquepodíadarlavozdealarma.—Altaïrechóunvistazoalamesaconunamiradadesafiante—.Ydesempeñósudeberdeformaadmirable.
—Detalpalotalastilla—apuntóAbbas,conmásqueciertodesdénensuvoz.—Talvezno—dijoAltaïr,sinalterarse—.Porquealfinalfuiyoelresponsable
decasialertaralosmongolesdenuestrapresencia.—Ah—dijoAbbas—,noesinfalible.—Nadie lo es, Abbas —respondió Altaïr—, y yo el que menos; dejé que un
soldado enemigo se echara sobre mí. Me hirió antes de que Qulan Gal pudieramatarlo.
—¿Teestáshaciendoviejo,Altaïr?—seburlóAbbas.—Todo elmundo,Abbas—replicóAltaïr—.Yestaríamuerto siQulanGal no
hubiera conseguido sacarme del campamento y ponerme en lugar seguro. Susacciones me salvaron la vida. —Miró a Abbas con detenimiento—. Qulan Galregresóalcampamento.PrimeroformulóunplanconDarimparahacersaliraKhande su tienda.Al darse cuenta del peligro,Khan trató de escapar a caballo, pero lederribóQulanGalyDarimacabóconélgraciasaunaflecha.
—Sindudaesunhábilarquero.—Abbassonrió—.Deduzcoquelohasenviadolejos,¿talvezaAlamut?
www.lectulandia.com-Página213
Altaïrparpadeó.Porlovisto,Abbaslosabíatodo.—Sí,dejólaciudadelabajomisórdenes.PeronotedirésifueaAlamutono.—¿Fueaver aSefaAlamut, talvez?—insistióAbbas.SedirigióaSwami—.
ConfíoenquelesdijerasqueSefestabaallí.—Comomeordenasteis,Maestro—contestóSwami.Altaïrsentíaahoraalgopeorquelapreocupaciónensuinterior.Algoquepodría
haber sido miedo. También lo percibía en María: tenía la cara demacrada yangustiada.
—Diloquetengasquedecir,Abbas—dijo.—¿Oqué,Altaïr?—Oloprimeroquehagacuandorecuperemiliderazgoseráechartealcalabozo.—¿ParaunirmeaMalik,quizá?—DudoqueMaliktengaqueestarenlacárcel—espetóAltaïr—.¿Dequécrimen
seleacusa?—Deasesinato.Abbassonrióconsuficiencia.Fuecomosiaquellapalabragolpearasobrelamesa.—¿Elasesinatodequién?—preguntóMaría.Ylarespuestasonócomosiladijeraalguiendesdemuylejos.—DeSef.Malikmatóavuestrohijo.LacabezadeMaríacayóensusmanos.—¡No!—oyóAltaïrquealguiendecíayluegosediocuentadequehabíasidosu
propiavoz.—Losiento,Altaïr—dijoAbbas,hablandocomosirecitaraalgodememoria—.
Sientoquehayas tenidoque regresarparaoírestanoticia tan trágicaypuedodecirque hablo en nombre de todos los que estamos reunidos cuando extiendo miscondolenciasatiyatufamilia.PerohastaqueciertosasuntosseresuelvannopodrásrecuperarelliderazgodelaOrden.
Altaïr estaba aún intentando aclarar el revoltijo de emociones en su cabeza,conscientedequeMaríaestabaasulado,sollozando.
—¿Qué?—exclamó.Yluegomásalto—:¿Qué?—Estás en una situación comprometida—dijoAbbas—, así que he tomado la
decisióndequeelcontroldelaOrdenpermanezcaenmanosdelconsejo.Altaïrseagitóllenodefuria.—Yo soy el Maestro de esta Orden, Abbas. Exijo que se me devuelva el
liderazgo,conformealasleyesdelaHermandad.Decretabanquesemedevolvería.Ahoraestabagritando.—No.—Abbassonrió—.Yano.
www.lectulandia.com-Página214
51
Mástarde,AltaïryMaríasesentaronensuresidencia,acurrucadosjuntosenunbanco de piedra, en silencio, casi a oscuras. Habían pasado años durmiendo endesiertos,peronuncasehabíansentidotanaisladosysoloscomoenaquelmomento.Seentristecieronporsushumildescircunstancias;lamentaronqueMasyafsehubieradescuidadoensuausencia;ysepreocuparonporDarimylafamiliadeSef.
PerosobretodolloraronlamuertedeSef.Le habían acuchillado en la cama, decían, hacía solo dos semanas; no habían
tenido tiempo de enviarle un mensaje a Altaïr. El cuchillo se descubrió en lasdependencias deMalik. Un asesino le había oído discutiendo con Sef antes aquelmismodía.Altaïrtodavíateníaqueenterarsedelnombredelasesinoquehabíaoídoladiscusión,perofueraquienfuesehabíainformadodequehabíaoídoaSefyMalikdiscutir por el liderazgo de la Orden, que Malik pretendía quedárselo al regresarAltaïr.
—Por lo visto, su discusión se produjo al enterarse de que volvías—se habíaregodeadoAbbas,quesedeleitabaanteelaspectocenicientodeAltaïryelsilenciosollantodeMaría.
HabíanoídoaSefamenazarconrevelaraAltaïrlosplanesdeMalik,asíqueestelemató.Esaeralateoría.
Juntoaél,María,quehundiólacabezaenelpechoyrecogiólaspiernas,seguíasollozando.Altaïrleacaricióelpeloylamecióhastaquesecalmó.Entoncesviolassombrasproyectadasporlaluzdelalumbrequetitilabanydanzabansobrelapiedraamarilladelapared,escucharonlosgrillosdelexterioryelcrujidoesporádicodelaspisadasdelossoldados.
Unratodespués,María sedespertóconunsobresalto.Él tambiénseasustó.Sehabía quedado dormido, arrullado por las llamas. Se incorporó, temblando, y seenvolvióbienenlamanta.
—¿Quévamosahacer,miamor?—preguntóella.—Malik—selimitóadecir.Estabaconlavistaclavadaenlapared,conunosojossinvida,yhablabacomosi
nohubieraoídolapregunta.—¿Quépasa?—Cuandoéramos jóvenes.LamisiónenelMontedelTemplo.Misacciones le
causaronungrandolor.—Peroaprendiste—dijo—yMaliklosabía.Apartirdeaqueldíanacióunnuevo
Altaïr,quellevólaOrdenalagrandeza.Altaïremitióunsonidodeincredulidad.—¿Grandeza?¿Enserio?—Ahorano,miamor—dijo—.Quizásahorano,peropuedesrestablecerlaa lo
que era antes de todo esto.Eres el únicoquepuedehacerlo.NoAbbas.—Dijo su
www.lectulandia.com-Página215
nombrecomosiprobaraalgoespecialmentedesagradable—.Niunconsejo.Sinotú.Altaïr.ElAltaïrquehevistoserviralaOrdendurantemásdetreintaaños.ElAltaïrquenacióaqueldía.
—Malikperdióasuhermano—dijoAltaïr—.Ytambiénelbrazo.—TeperdonóytehaservidocomotutenientedeconfianzadesdeladerrotadeAl
Mualim.—¿Ysieraunafachada?—preguntóAltaïrenvozbaja.Podíaversupropiasombraenlapared,oscurayominosa.Maríaseapartódeél.—¿Quéestásdiciendo?—TalvezMalikhabíacultivadoodiopormídurantetodosestosaños—dijo—.
TalvezMalikcodiciabaensecretoelliderazgoySeflodescubrió.—Sí, y tal vez me crezcan alas por la noche y eche a volar—dijo María—.
¿Quiéncreesquedeverdadalbergaodioporti,Altaïr?NoesMalik,sinoAbbas.—ElcuchilloseencontróenlacamadeMalik—dijoAltaïr.—AlomejorAbbasoalgunodesusesclavoslopusoallíparaimplicarle.Nome
sorprenderíaqueSwamifueraelhombreresponsable.¿Y qué hay del asesino que oyó discutir a Sef y Malik? ¿Cuándo se va a
presentar?Cuandoleveamos,¿creesquedescubriremosqueesunaliadodeAbbas?¿Tal vez el hijo de otro miembro del consejo? ¿Y qué hay del pobre Rauf? Mepreguntosideverdadmurióporlafiebre.
MeavergüenzodetipordudardeMalikcuandoestáclaroquetodoestoesobradeAbbas.
—¿Teavergüenzasdemí?—La rodeóconelbrazoy ella se apartó.Fuera, losgrillos cesaron su ruido como si los oyeran discutir—. ¿Te avergüenzas demí pordudardeMalik?¿Nohevividolaexperienciadequeotrosa losqueamabasehanvueltocontramí,yporrazonesmuchomásdelicadasquelasdeMalik?AAbbaslequeríacomoaunhermanoeintentéhacerlocorrecto.AlMualimtraicionóatodalaOrden,peroeraamíalquehabíaacogidocomoaunhijo.¿Teavergüenzasdemíporserdesconfiado?Confiaresmiperdición.Confiarenlagentequenoselomerece.
Lamirócondurezayellaentrecerrólosojos.—Debesdestruir laManzana,Altaïr—dijo—.Teestádistorsionando lamente.
Unacosaestenerlamenteabiertayotrabiendistintaestenerlatanabiertaquelospájarossetecaguendentro.
Lamiró.—Noestoysegurodesilodiríaasí—dijoyseleformóunatristesonrisa.—Talvezno,peroaunasí…—Tengoqueaveriguarlo,María—dijo—.Tengoqueasegurarme.
Era consciente de que los observaban, pero era un asesino y conocía Masyaf
www.lectulandia.com-Página216
mejorquenadie,asíquenoeradifícilparaéldejarlaresidencia,subirporlapareddelmurointerioryagacharseenlassombrasdelosbaluarteshastaquelosguardiaspasarandelargo.
Controló su respiración. Todavía era rápido y ágil. Aún podía trepar por lasparedes.Pero…
Talveznocon lamisma facilidadqueantes.Lo recordababien.Laheridaquehabía recibido en el campamento de Genghis Khan también lo ralentizaba. Seríaestúpido sobrestimar su propia capacidad y tener problemas por ello, boca arriba,como una cucaracha moribunda, oyendo a los guardias acercarse porque habíacalculado mal un salto. Descansó un poco antes de continuar por los baluartes,avanzandode laparteoestede laciudadelaalcomplejode la torresur.Evitóa losguardias durante todo el camino y llegó a la torre, donde bajó al suelo. Fue a losalmacenesdegrano,dondelocalizóunasescalerasdepiedraquellevabanaunaseriedetúnelesabovedadosmásabajo.
Allísedetuvoaescuchar,conlaespaldaapoyadaenlapared.Oyóelaguafluirporunospequeñosarroyosquecorríanporlostúneles.
Lasmazmorrasde laOrdennoestabanmuylejosy,comoapenasseutilizaban,habríanservidodedespensasinohubierasidoporlahumedad.AltaïresperabaqueMalikfueraelúnicoocupante.
Continuósigilosamentehastaquevioalguardia.Estabasentadoeneltúnelconlaespaldaapoyadaenunladodelapareddelbloquedeceldas,conlacabezacolgando,dormido.Sehallabaaciertadistanciadelasceldasynisiquieralasteníaensulíneadevisión, así queno se podía decir que estuviera exactamente vigilando.Altaïr sesintió indignado y a la vez aliviado por la dejadez del hombre. Pasó junto a él ahurtadillasyprontoquedóclaroporquéestabasentadotanlejos.
Eraelhedor.Delastresceldas, tansololadelmedioestabacerradayAltaïrsedirigióallí.Noestabasegurodeloqueesperabaveralotroladodelosbarrotes,peroestabaclaroloqueolía,asíquesetapólanarizconunamano.
Malikestabaacurrucadoentrelosjuncosquehabíaesparcidosporlapiedrayqueno absorbían la orina. Iba vestido con harapos, parecía un mendigo. Estabaconsumidoy,porsucamisahechajirones,Altaïrveíalaslíneasdelascostillas.Suspómuloseranmarcadosafloramientosensurostro;llevabaelpeloylabarbalargos.
Llevabaenlaceldamásdeunmes.Sinduda.AlcontemplaraMalik,Altaïrapretólospuños.Habíaplaneadohablarconélpara
determinarlaverdad,perolaverdadestabaallí,ensuscostillasprominentesyenlasropashechasjirones.¿Cuántotiempollevabaenprisión?Losuficienteparaenviarunmensaje a Altaïr y María. ¿Cuánto tiempo llevaba Sef muerto? Altaïr prefirió nopensarenello.LoúnicoquesabíaeraqueMaliknoibaaseguirallí.
Cuandoelguardiaabriólosojos,vioaAltaïrsobreél,yentoncesparaéllaslucesse apagaron. Al despertar, se encontraría encerrado dentro de la celda con olor ameados,pidiendoayudaenvano,yMalikyAltaïrsehabríanidohacíatiempo.
www.lectulandia.com-Página217
—¿Puedescaminar,amigo?—lepreguntó.Malik le miró con los ojos borrosos. Todo el dolor estaba en aquellos ojos.
CuandoporfincentrólavistaenAltaïr,lagratitudyelalivioinvadieronsurostrodeforma tan sincera que, si había habido lamásmínima duda en lamente deAltaïr,habíadesaparecidoenseguida.
—Porti,caminaré—respondióMalikeintentódedicarleunasonrisa.Peromientras regresaban por el túnel, pronto estuvo claro queMalik no tenía
fuerzasparacaminar.Altaïrlecogióporelbrazobueno,seloechóaloshombrosyllevóasuviejoamigohastalasescalerasdelatorre,luegoporlosbaluartesyalfinaldescendieronporelmurodelladooestedelaciudadela,evitandoalosguardiasporelcamino.Porfinllegaronalaresidencia.Altaïrmiróprimeroaunladoydespuésaotroantesdeentrar.
www.lectulandia.com-Página218
52
Tumbaron aMalik en un camastro yMaría se sentó a su lado para ayudarle abeberdeunataza.
—Gracias—dijoentrejadeos.Los ojos se le habían aclarado un poco. Se incorporó en la cama, al parecer
incómodo por la proximidad de María, como si pensara que era deshonroso seratendidoporella.
—¿QuélepasóaSef?—preguntóAltaïr.Al estar los tres, la habitación se hacía pequeña; pero ahora se hacía aúnmás
pequeña,comosisecerrasesobreellos.—Loasesinaron—respondióMalik—.HacedosañosAbbasorganizóungolpe.
MatóaSefyluegocolocóelarmadelcrimenenmihabitación.OtroasesinojuróquenoshabíaoídoaSefyamídiscutir,yAbbasllevóalaOrdenalaconclusióndequeyoeraelresponsabledelamuertedeSef.
AltaïryMaríasemiraron.Suhijo llevabamuertodosaños.Altaïrsintióque larabiahervíaen su interiory seesforzóporcontrolarla,por controlar el impulsodedarselavuelta,abandonarlahabitación,iralafortalezaaporAbbas,verlesuplicarpiedadydesangrarlohastaelfin.
Maríalepusounamanoenelbrazo,sintiendoycompartiendosudolor.—Lo siento —dijo Malik—. No pude enviar un mensaje mientras estaba en
prisión.Además,Abbascontrolabatodaslascomunicacionesdedentroyfueradelafortaleza. Sin duda ha estado ocupado cambiando otras ordenanzas durante elencarcelamiento,parasupropiobeneficio.
—Lohahecho—dijoAltaïr—.Porlovistotienepartidariosenelconsejo.—Losiento,Altaïr—repitióMalik—.DebípreverlosplanesdeAbbas.Durante
años tras tu marcha trabajó para debilitarme. No tenía ni idea de que habíaconseguidoeseapoyo.Nolehabríapasadoaunlídermásfuerte.Notehabríapasadoati.
—Notepreocupes.Descansa,amigo—dijoAltaïrylehizounasseñasaMaría.Enlaotrahabitaciónsesentaronlosdos:MaríaenelbancodepiedrayAltaïren
unasilladerespaldoalto.—¿Sabesloquetienesquehacer?—preguntóMaría.—TengoqueacabarconAbbas—dijoAltaïr.—Peronoporvenganza,miamor—insistióella,mirándolealosojos—,sinopor
laOrden.PorelbiendelaHermandad.Pararecuperarlaydevolverlesuesplendor.Sipuedeshacerlo,ysiconsiguesanteponerloatuspensamientosdevenganza,laOrdentequerrácomoaunpadrequemuestraelverdaderocamino.Sidejasquetecieguelairaylaemoción,¿cómoesperasqueellosescuchencuandoloquelesenseñasesotracosa?
—Tienesrazón—dijo,trasunapausa—.¿Cómodeboproceder,entonces?
www.lectulandia.com-Página219
—DebemosenfrentarnosaAbbas.Debemoscuestionarlaacusaciónquehahechocontra el asesino de nuestro hijo. La Orden tendrá que aceptarlo y Abbas se veráobligadoacontestarélmismo.
—SerálapalabradeMalikcontraladeAbbasysuagente,seaquiensea.—¿Una rata comoAbbas?Su agente es inclusomenosdignode confianza,me
imagino.LaHermandad tecreerá,miamor.Querráncreerte.EreselgranAltaïr.Sipuedes contener tudeseodevenganza, si puedes recuperar laOrdenporunmediojustoynosucio,entonceslabasequecreesseráinclusomásfuerte.
—Tengoqueverleahora—dijoAltaïrysepusodepie.ComprobaronqueMalikestabadormidoyluegosemarcharonconunaantorcha.
Conlaniebladeprimerahorade lamañanaarremolinándoseasuspies,caminarondeprisa para rodear la parte externa delmuro interior y luego dirigirse a la puertaprincipal. Detrás de ellos estaban las pendientes de Masyaf, el pueblo vacío ysilencioso,queaúndebíadespertarsedesusueño.Unguardiaasesinoadormiladolosexaminó, insolente en su indiferencia, y Altaïr tuvo que reprimir su rabia, peropasaron por delante del hombre, treparon por la barbacana y entraron en el patioprincipal.
Sonóunacampana.NoeraunaseñalqueAltaïrconociera.Levantólaantorchayechóunvistazo,la
campanacontinuabasonando.Entoncespercibióunmovimientoenelinteriordelastorresquedabanalpatio.MaríaleapremióyllegaronaunasescalerasquellevabanaunatarimaenelexteriordelatorredelMaestro.Altaïrsediolavueltayvioaunosasesinosvestidoscon túnicasblancas,portandoantorchasencendidas,queentrabanenelpatioqueteníandebajo,convocadosporlacampana,queparóderepente.
—DeseoveraAbbas—ledijoAltaïralguardiaenlapuertadelatorreconvozaltaycalmadaenmediodeaquelsilencioinquietante.
María miró atrás y, ante su fuerte respiración, Altaïr se volvió. Soltó un gritoahogado. Los asesinos se estaban reuniendo. Todos les miraban a ambos. Por uninstante, se preguntó si estaban bajo algún tipo de presión, pero no. Él tenía laManzana, estaba a salvo en el interior de su túnica, aletargada. Aquellos hombresestabanesperando.
¿Aqué?Altaïrteníalaimpresióndequeprontoloibaaaveriguar.LapuertadelatorreseestabaabriendoyAbbasestabadelantedeellos.AltaïrsintiólaManzana.Eracasicomosiunapersonaleestuvierapinchandoen
laespalda.Talvezleestabarecordandosupresencia.Abbascaminóagrandeszancadashacialaplataforma.—Porfavor,explícameporquéirrumpisteenlasceldasdelaOrden.SedirigíaalamultitudasícomoaAltaïryMaría.Altaïrmiródetrásdeélyvio
queelpatioestaballeno.Lasantorchasdelosasesinoserancomobolasdefuegoenlaoscuridad.
AsíqueAbbaspretendíadesacreditarledelantedelaOrden.PeroMaríaestabaen
www.lectulandia.com-Página220
locierto,noeradignodelpuesto.Abbashabíaconseguidoacelerarsupropiacaída.—Quieroqueserevelelaverdadsobremihijo—dijoAltaïr.—¿Ah,sí?—Abbassonrió—.¿Estássegurodequenohasvenidoavengarte?Swamillegóysubiólosescalonesdelaplataforma.Llevabaalgoenunsacode
arpillera que le ofreció a Abbas, quien asintió. Altaïr miró el saco con recelo altiempoqueelcorazónlelatíaconfuerza.AMaríatambién.
Abbas se asomó al saco ymiró con falsa preocupación a lo que había dentro.Después, con aire dramático,metió lamano dentro y se detuvo unmomento paradisfrutar del escalofrío de anticipación que recorrió a la concurrencia como untemblor.
—PobreMalik—dijoysacóunacabezasincuerpo.La piel del cuello estaba recortada y goteaba sangre fresca. Tenía los ojos en
blancoylalenguasobresalíaunpoco.—¡No!Altaïr comenzó a avanzar y Abbas les hizo unas señas a los guardias, que se
apresuraron a coger aAltaïr y aMaría, desarmaron aAltaïr y le inmovilizaron lasmanosalaespalda.
Abbasdejócaerlacabezaenelsacoylotiróaunlado.—Swami os oyó a ti y a la infiel tramando lamuerte deMalik. ¡Qué pena no
poderllegaratiempoparaevitarla!—¡No!—GritóAltaïr—. ¡Miente!NuncahabríamatadoaMalik.—Sedeshizo
delosguardiasquelososteníanyseñalóaSwami—.Estámintiendo.—¿Tambiénmienteelguardiadelcalabozo?—PreguntóAbbas—.Elquetevio
sacandoa rastrasaMalikde lacelda.¿Porquéno lomatasteallí,Altaïr?¿Queríashacerlesufrir?¿Queríatumujeringlesahacerlecortesvengativosellamisma?
Altaïrforcejeó.—Porque no lematé—gritó—.Gracias a élme enteré de que fuiste tú el que
ordenólamuertedeSef.Yderepentelosupo.MiróaSwamiyviosudesprecio,supoquehabíasidoélel
que había matado a Sef. Notó la Manzana en la espalda. Con ella podría hacerestragosenelpatio.Mataracualquierperrotraidorquehubieraenél.Todossentiríansufuria.
Pero no. Había prometido que nunca volvería a utilizarla enfadado. Le habíaprometidoaMaríaquenopermitiríaquelavenganzanublarasuspensamientos.
—Eres tú el que ha roto el Credo, Altaïr—afirmó Abbas—, no yo. No estáscapacitadoparallevarlaOrden.Porlapresente,asumoelliderazgo.
—Nopuedeshacerlo—semofóAltaïr.—Sípuedo.Abbasbajóde la plataforma, cogió aMaríay la atrajohacia él.En esemismo
movimientosacóunpuñalquesostuvocontrasugarganta.Lamujerfruncióelceñoyforcejeó,maldiciéndole,hastaquelapinchóconelpuñal,lehizosangreylaacalló.
www.lectulandia.com-Página221
Miró aAltaïr por encimadel brazo deAbbas para enviarlemensajes con los ojos,puessabíaquelaManzanaloestaríallamando.EllatambiénsehabíadadocuentadequeSwamihabíamatadoaSef.AligualqueAltaïr,ansiabasucastigo,perosusojoslesuplicabanquemantuvieralacalma.
—¿DóndeestálaManzana,Altaïr?—PreguntóAbbas—.Muéstramelaoleabriréalainfielunanuevaboca.
—¿Looís?—DijoAltaïr,porencimadelhombro,alosAsesinos—.¿Oíscómoplaneaquedarseconel liderazgo?Quiere laManzananoparaabrir lasmentessinoparacontrolarlas.
Leestabachamuscandolaespalda.—Dímeloya,Altaïr—repitióAbbas.La pinchó más fuerte con el puñal y Altaïr reconoció el cuchillo. Había
pertenecido al padre de Abbas. Había sido el puñal que Ahmad había usado paracortarse la garganta en la habitación deAltaïr hacía toda una vida.Y ahora estabasobreelcuellodeMaría.
Seesforzóporcontrolarse.AbbasllevóaMaríahastalatarimaparadirigirsealamuchedumbre:
—¿Confiamos en Altaïr con el Fragmento del Edén? —les preguntó. Comorespuesta se oyó unmurmullo evasivo—. ¿Altaïr que usa su genio en lugar de larazón?¿NodeberíaobligárseleaentregarlaManzanasinrecurriraesto?
Altaïr estiró el cuello para mirar por encima de su hombro. Los asesinos semovían, incómodos, hablando entre ellos, todavía impresionados por el giro de losacontecimientos. Sus ojos se centraron en la bolsa de arpillera y luego en Swami.Advirtió que tenía sangre en la túnica como si la sangre de Malik le hubierasalpicado.YSwamisonreíaabiertamente,conlacicatrizarrugada.AltaïrsepreguntósihabríasonreídoalmataraSef.
—Puedestenerla—dijoAltaïr—.PuedestenerlaManzana.—No,Altaïr—gritóMaría.—¿Dóndeestá?—preguntóAbbas,queestabaalfinaldelatarima.—Latengoyo—respondióAltaïr.Abbasparecíapreocupado.SeacercómásaMaríaparausarlacomoescudo.La
sangrelecaíadedondelahabíacortadoconelcuchillo.AlhacerAbbasunaseñalconlacabeza,losguardiassoltaronaAltaïr,quesacóla
Manzanadesutúnica.Swamialargólamanoparacogerla.Paratocarla.Yentonces,muybajo,paraquesoloAltaïrpudieraoírlo,dijo:—Ledije aSef que fuiste tú el queordenó sumuerte.Murió pensandoque su
propiopadrelehabíatraicionado.LaManzanaresplandecíayAltaïrnopudocontrolarse.Swami,conlamanoenla
Manzana,derepentesepusotensoylosojosseleabrieroncomoplatos.Entoncessucabezaseinclinóaunlado,elcuerposemovióyseretorciócomosi
www.lectulandia.com-Página222
algunafuerzainteriorlomanejara.Abriólaboca,peronosalieronpalabras,sinounresplandordorado.Lalenguasemovíadentro.Entonces,obligadoporlaManzana,seapartóy todosvieroncómose llevaba lasmanosa lacaraparaarrancarse lacarne,abriéndoseprofundosagujeroscon lasuñas.La sangrecorríapor lapiel revueltayaúnseatacabaasímismo,comosifueraunamasa,serasgólapieldelasmejillas,quitándoseunbuenpedazo,ysearrancóunaorejahastaquequedócolgandodeunladodelacara.
Altaïrsintióelpoderrecorriendosucuerpo,comosisaltaradelaManzanaysepropagaracomounaenfermedadporsusvenas.Comosisealimentaradesuodioysunecesidaddevenganza,yluegofluyeradelaManzanaaSwami.Altaïrsintiótodoaquellocomounamezclaexquisitadeplacerydolorqueamenazabaconlevantarledelsuelo,queledabalaimpresióndequelacabezaibaaexpandirsehastaexplotar,unasensaciónmaravillosaperoalavezterrible.
TanmaravillosayterriblequenooyóaMaríagritarle.NitampocofueconscientedequeseapartabadeAbbasybajabacorriendodela
tarimahaciaél.Almismo tiempo Swami sacó su puñal de la funda y lo usó contra símismo,
haciéndose unos salvajes y anchos cortes, abriendo heridas en la cara y el cuerpo,haciéndose daño a sí mismo mientras María los alcanzaba e intentabadesesperadamentequeAltaïrdejaradeusarlaManzana.Altaïrtuvounsegundoparaverloqueestabaocurriendo,peroerademasiadotardeparadetenerlo.Vioelreflejode la espadadeSwami,yMaría, con lagarganta al descubierto, quede repente sedesprendió,llenadesangrequesalíadesucuello.Sedoblóhacialamaderaconlosbrazos extendidos. Respiró una vez. Mientras la sangre se extendía rápido a sualrededor, sus hombros subían y bajaban con un largo e irregular grito ahogado altiempoqueconunamanogolpeabaunsoportedemaderaenlatarima.
Eneseprecisoinstante,Swamicayóylaespadarepicóenelsuelo.LaManzanaresplandecióbrillanteunavezyluegosefuedebilitando.
AltaïrcayóderodillasjuntoaMaría,lacogiódelhombroylediolavuelta.Ellalemiróyparpadeó.—Séfuerte—dijo.Ymurió.Elpatioquedóensilencio.LoúnicoqueseoíaeraelsollozodeAltaïrmientras
abrazabaaMaría.Estabadestrozado.OyóaAbbasquedecía:—Hombres,cogedle.Entonces se puso de pie.Con los ojos llenos de lágrimas, vio que los asesinos
corrían hacia la tarima. En sus rostros había miedo. Aún sostenía laManzana. Elgrupo estaba desorganizado. La mayoría había desenvainado las espadas, aunquesabíaqueelaceroseríainútilcontralaManzana,peroeramejorquehuir.Derepente,el impulsodeusar laManzanafueaúnmásfuerte,casiaplastante;queríadestrozartodoloqueveía, incluidoasímismo,porqueMaríahabíamuertoporsusmanosy
www.lectulandia.com-Página223
ella había sido su luz. En un instante, en un cegador instante de cólera, habíadestruidoloquemásquería.
Losasesinossedetuvieron.¿UsaríaAltaïr laManzana?Veía lapreguntaensusojos.
—¡Cogedle! —chilló Abbas y los arqueros dispararon en cuanto Altaïr saliócorriendodelpatio.
Las flechas cayeron a su alrededor y una le hizo un corte en la pierna. Deizquierda a derecha más asesinos llegaban corriendo, con las túnicas al viento,sosteniendo sus espadas.Tal vez ahora comprendían queAltaïr no iba a utilizar laManzanaporsegundavezysaltarondelosmurosylasbarandillasparaunirseasupersecución.Altaïrhuyóyllegóaunarcoqueencontróbloqueado.Sediolavuelta,retrocedió y salió disparado hacia dos asesinos que le perseguían.Uno de ellos leabrióunaheridaenelbrazoconlaespada.Gritódedolor,perocontinuó,puessabíaquepodríanhaberle cogido; loshabía sorprendido,pero sabíaque teníanmiedodeatacarleoeranreaciosahacerlo.
Sediolavueltaotravez,enestaocasióndirigiéndosealatorrededefensa.Allívioaarquerosapuntándoleysabíaqueeranlosmejores.Nuncafallaban.Noconeltiempodelquedisponíanparaapuntarydisparar.
Excepto que él sabía cuándo dispararían. Sabía que tardaban un instante enencontrarelobjetivoyotrosegundoentranquilizar,respiraryentonces…
Disparar.Seechóaunladoyrodóporelsuelo.Unalluviadeflechascayóconviolenciaen
el lugarqueacababadedejar, salvándosepor lospelos.Unode losarqueroshabíacomprobado su objetivo y su flecha rozó la mejilla de Altaïr. La sangre corrió araudalesporsurostromientrascogíalaescalera,subíacorriendoporellayllegabaalprimerpiso, dondeun arquero sorprendidono supo si desenvainar ono su espada.Altaïrlesacódesuposiciónydiounavolteretaenelsuelo.Habíasobrevivido.
Ahora Altaïr subía por la segunda escalera. Le dolía todo y estaba sangrandomucho.Animado—nosabíaelqué,peroleanimaba—,llegóalapartesuperiordelatorredelaquehabíasaltadohacíamuchísimotiempo,tandesgraciadoentoncescomolo era ahora. Cojeó hasta la plataforma y, mientras los hombres subían a la partesuperiordelatorredetrásdeél,extendiólosbrazos.
Ysaltó.
www.lectulandia.com-Página224
53
10deagostode1257
AltaïrquierequedifundamoslapalabradelosAsesinos,eseessuplan.Ynosoloquedifundamoslapalabra,sinoquecreemosunaOrdeneneloeste.
Me avergüenzo por haber tardado tanto en entenderlo, pero ahora que lo hehecho,lotengotodoclaro:nosconfíaanosotros(especialmenteamí,porlovisto)elespíritudelaHermandad.Nosestápasandolaantorcha.
Nos han dicho que los belicosos mongoles se acercan al pueblo y cree quetendríamosquemarcharnosantesdequecomiencenlashostilidades.Maffeo,desdeluego,parecebastanteemocionadocon la ideadepresenciar laacciónymeparecequepreferiríaquedarse.¿Ysusantiguasansiasdeconocermundo?Handesaparecido.Nuestrospapelessehaninvertido,porlovisto,puestoqueahorasoyyoelquequieremarcharse.Ya seaque soymáscobardequeélo tengouna ideamás realistade lacruda realidadde laguerra, estoyde acuerdo conAltaïr.Masyafbajo asediono eslugarparanosotros.
La verdad es que estoy preparado para marcharme, llegue o no el grupo demongoles quemerodea por aquí. Echo demenosmi hogar, esas noches calurosas.Echodemenosamifamilia:amiesposayamihijo,Marco.Cumplirátresañosenpocosmeses y tengo plena conciencia de que he vistomuy poco de sus primerosaños.Meheperdidosusprimerospasos,susprimeraspalabras.
En resumen, creo que nuestro periodo enMasyaf ha llegado a su fin natural.Además,elMaestrohadichoquenosquierever.Hayalgoquequiereentregarnos,dice,enunaceremoniaquelegustaríarealizarenpresenciadeotrosasesinos.Diceque es algo que debe mantenerse a salvo, lejos de las manos del enemigo: losmongoles o losTemplarios.Me he dado cuenta de que a esto nos han llevado sushistoriasytengomissospechasdeloquepuedesertanpreciadoobjeto.Yaveremos.
Mientrastanto,Maffeoestáimpacienteporoírelrestodemirelato,queestátancercadesuconclusión.Pusomalacaracuandoledijequeavanzaríaeneltiempolanarración, desde el instante que Altaïr saltó de los baluartes de la ciudadela, unhombre avergonzado y destrozado, a un periodo veinte años más tarde y no enMasyaf,sinoenunlugardeldesiertoadosdíasacaballo…
…Enunallanurainterminablealanochecer,queparecíaestarvacíasalvoporunhombreacaballoquellevabaotroanimal,unsegundojamelgoquecargabajarrasymantas.
A lo lejos el jinete parecía un comerciante con susmercancías, y de cerca eraexactamente eso y sudaba bajo su turbante: un comerciante corpulento y muycansadoquesellamabaMukhlis.
Asíque,cuandoMukhlisviounabrevaderoen ladistancia, supoque teníaquetumbarse y descansar. Esperaba llegar a casa sin parar, pero no le quedaba más
www.lectulandia.com-Página225
remedio:estabaagotado.Duranteelviaje, el ritmodel caballo lehabíaadormiladomuchas veces y había notado la barbilla tocar el pecho y los ojos parpadear hastacerrarse. Cada vez le resultaba más difícil resistir el sueño. Cada movimiento delviaje lemecía hacia el sueñoy tenía lugar una nuevabatalla entre el corazóny lacabeza.Teníalagargantareseca.Latúnicalecolgaba,pesada,asualrededor.Todosloshuesosymúsculosdesucuerpozumbabandecansancio.Laideadehumedecerselos labios y tumbarse envuelto en su thawb, por unas horas tal vez, bastaría pararecuperaralgodeenergíaantesdereanudarelviajeacasa,aMasyaf.Bueno,tansololaideaerademasiadoparaél.
Lo que le hizo dudar, sin embargo, lo que le hizo temer esa parada, era laconversaciónquehabíaoído,laconversacióndeunosbandidosenelextranjero,unosladronesqueseaprovechabandeloscomerciantes,lesrobabansusmercancíasylescortabanelcuello,unabandadeforajidosdirigidaporundegolladorllamadoFahad,cuyabrutalidadlegendariatansololaigualabasuhijo,Bayhas.
DecíanqueBayhas colgaba a sus víctimaspor los pies antes de cortarles de lagarganta a labarrigay lasdejabamorir lentamente,mientras losperros salvajes sedabanunfestínconsustripascolgantes.Bayhaslohacíaysereía.
Mukhlis prefería que sus tripas siguieran dentro de su cuerpo. Tampoco teníaganasdeentregarlessusmaterialesalosbandoleros.Alfinyalcabo,lasituaciónenMasyaf era dura y estaba empeorando. A los aldeanos se les obligaba a pagarimpuestos cadavezmásaltos al castillodelpromontorio.El costedeproteger a lacomunidadestabaaumentando,lesdecían;elMaestroerainflexiblealexigirtributosal pueblo y con frecuencia enviaba grupos de asesinos por las pendientes paraobligarlos apagar.Segolpeabaa losque senegabany luego se les echabaalotrolado de las puertas para que vagaran con la esperanza de ser aceptados en otrapoblación,oamerceddelosbandidosquesehabíanadueñadodelasrocosasllanurasque rodeaban Masyaf y parecían ser cada vez más atrevidos en los asaltos a losviajantes.
Anteslosasesinos—olaamenazadesupresencia,almenos—habíamantenidolasrutascomercialesasalvo.Peroporlovistoyano.
Asíquedevolveracasasinuncéntimo,incapazdepagarlosdiezmosqueAbbasexigíaaloscomerciantesdelaaldeaylosimpuestosquequeríadesupueblo,podíasucederqueecharanaMukhlisyasufamilia:él,sumujerAaliaysuhijaNada.
Estabapensandoen todoesocuandoseacercóalabrevadero,aúnsindecidir siparabaono.
Había un caballo al lado de una enorme higuera que se extendía sobre elabrevadero,ungranmantoatractivodefrescasombrayrefugio.Estabasinamarrar,pero la manta de su lomo mostraba que pertenecía a alguien, probablemente uncompañeroviajeroquesehabíadetenidoabeberagua,arellenarsuscantimploraso,talvez,comoMukhlis,aapoyarlacabezaydescansar.Aunasí,Mukhlisseacercóalabrevadero nervioso. Su caballo percibió la proximidad del agua y resopló,
www.lectulandia.com-Página226
agradecido,asíquetuvoquefrenarloparaquenosalieraaltrotehastaelpozo,dondeahoraveíaunafigura,durmiendo,acurrucada.Dormíaconlacabezaensufardo,latúnicaenvolviéndole,lacapuchasubidaylosbrazoscruzadossobreelpecho.Nosele veía mucha cara, pero Mukhlis vio una piel marrón y ajada, arrugada y concicatrices. Era un anciano, de setenta y tantos u ochenta años. Fascinado,Mukhlisestudióelrostrodelquedormíaylosojosseabrierondegolpe.
Mukhlis retrocedióunpoco, sorprendidoy asustado.Losojosdel anciano erandurosyatentos.SequedótotalmenteinmóvilyMukhlissediocuentadeque,aunqueéleramuchomásjoven,eldesconocidonosesentíaintimidadoporél.
—Sientohabertemolestado—dijoMukhlis con la cabeza inclinada, titubeandounpoco.
Eldesconocidonodijonada,tansoloobservócómoMukhlisdesmontaba,llevabaasucaballohastaelpozoyrecuperabaelcubodecueroparapoderbeber.Duranteunos instantes, el único sonido fue el suave golpe del cubo en la pared del pozomientrasrecogíaelagua,ydespuéslossorbosdelcaballoalbeber.Mukhlistambiénbebió.Tragóyengulló,semojó labarbaysesecó lacara.Llenósuscantimploras,cogió agua para el segundo caballo y los ató a ambos. Cuando volvió a mirar aldesconocido, comprobóque sehabíavuelto aquedardormido.Loúnicoquehabíacambiado en él era que ya no tenía los brazos cruzados, sino junto a la cabeza,apoyadosenelfardoqueusabadealmohada.Mukhlissacóunamantadesupropiofardo,encontróunsitioalotroladodelpozoysetumbóparadormir.
¿Cuántotiempohabíapasadocuandooyóunmovimientoyabriólosojosypudoveralafiguraqueestabaanteél?Unafigurailuminadaporlosprimerosrayosdelsolmatutino,conelpelonegroylabarbasalvaje,descuidada,unarodeoroenunaoreja,y una sonrisa amplia aunque maliciosa. Mukhlis intentó ponerse de pie, pero elhombresepusoencuclillasylecolocóunpuñalbrillanteenelcuello,demodoqueMukhlissequedóinmóvilporelmiedoyunquejidoescapódesuslabios.
—SoyBayhas—dijoelhombre,queseguíasonriendo—.Soylaúltimacaraqueverás.
—No—gimoteóMukhlis,peroBayhasyaestaba tirandodeélparaponerlodepie.
ElcomerciantevioqueBayhasteníadoscompañeros,queestabanquitandodeloscaballoslasmercancíasparaponerlasensuspropiasbestias.
Buscó al anciano que dormía, pero ya no estaba allí, aunqueMukhlis veía sucaballo.¿Yalohabíanmatado?¿Estabaporallídegollado?
—Unacuerda—dijoBayhas.TodavíateníaelpuñalenelcuellodeMukhliscuandounodesuscompañerosle
tiróunrollodecuerda.ComoBayhas,teníaunabarbanegraydescuidadayelpelotapadoconunkeffiyeh.Asuespaldateníaunarco.Eltercerhombrellevabaelpelolargo y no tenía barba, pero sí una ancha cimitarra en su cinturón, y estaba muyocupadohurgando los fardosdeMukhlis ydescartando los artículosquenoquería
www.lectulandia.com-Página227
sobrelaarena.—No—gritóMukhlis,alverunapiedrapintadacaeralsuelo.Se la había dado su hija como regalo de buena suerte el día que se había
marchadoy,alvercómolatirabaunladrón,nopudosoportarlo.SeapartódeBayhasycorrióhaciaeldelpelolargo,quesemovióhaciaélconunasonrisaydespuésloderribó con un despiadado golpe en la tráquea. Los tres ladrones soltaron unascarcajadascuandoMukhlisseretorció,asfixiado,enlaarena.
—¿Qué es esto?—se burló el del pelo largo, inclinándose hacia él.Vio dóndemirabaMukhlisycogiólapiedraparaleerlaspalabrasqueNadahabíaescritoenella—.«Buenasuerte,papá».¿Esporeso?¿Estoes loque tehahecho tanvalientederepente,papá?
Mukhlisalargólamanoparacogerlapiedra,desesperadoportenerla,peroeldelpelolargoleapartólamanodeungolpecondesdénydespuésfrotólapiedraporlaparte trasera—riéndosetodavíamásmientrasMukhlisbramabadeindignación—ylatiróalpozo.
—Plop—seburló.—Tú…—comenzóadecirMukhlis—.Tú…—Átalelaspiernas—oyóquealguiendecíadetrásdeél.Bayhasletirólacuerdaaldelpelolargoydiolavuelta,secolocódecuclillasy
pusolapuntadelcuchillocercadelojodeMukhlis.—¿Adóndetedirigías,papá?—preguntó.—ADamasco—mintióMukhlis.Bayhaslecortólamejillaconelcuchilloyélgritóporeldolor.—¿Adóndeibas?—repitió.—Sus telas son de Masyaf —dijo el del pelo largo, que estaba atándole las
piernas.—¿Masyaf, eh? —Dijo Bayhas—. Antes podías contar con el apoyo de los
asesinos,peroyano.Talvezdeberíamoshacerleunavisita.Puedequeencontremosaunaviudaapenadaquenecesiteconsuelo.¿Quédices,
papá?Cuandoterminemoscontigo.Eldelpelolargosepusodepieylanzóelextremodelacuerdasobreunadelas
ramasdelahigueraparatirardeellaysubiraMukhlis.El mundo se puso boca abajo. Se quejó mientras el del pelo largo ataba el
extremo de la cuerda al arco del pozo para asegurarlo. Bayhas le empezó a darvueltas.Giróyvioalarqueroaunosmetrosbalanceándosesobresustalonesporlarisa. Bayhas y el del pelo largo estabanmás cerca y se reían también. Bayhas seinclinóhaciaél.
Todavía girando, vio pasar la pared del pozo, dio otra vuelta y vio a los tresladrones,eldelpelolargoyBayhas,detrásdeelloseltercerhombre,y…
Unpardepiernasaparecieronporelárbol,detrásdeltercero.Pero Mukhlis seguía girando y la pared del pozo pasó de nuevo. Giró, más
www.lectulandia.com-Página228
despacioahora,haciadelante,dondelostresladronesignorabanlapresenciadelotrohombre que estaba entre ellos, detrás de ellos.Un hombre cuyo rostro estaba casiocultobajolacapuchadelatúnicaquellevaba,conlacabezaligeramenteinclinada,losbrazosextendidos,casiamododesúplica.Eraelanciano.
—Basta—dijo.Comosucara,suvoztambiénestabagastadaporlaedad.Lostresladronessedieronlavueltaparamirarle,tensos,dispuestosaliquidaral
intruso.Ylostrescomenzaronareírseporlobajo.—¿Qué es esto? —Se burló Bayhas—. ¿Un anciano viene a detener nuestra
diversión? ¿Qué tienes pensado hacer, viejo? ¿Aburrirnos hasta la muerte con tushistoriasdeantaño?¿Tirarteunpedo?
Susdoscompañerosserieron.—Suéltalo—dijo el anciano, señalando a dondeMukhlis todavía colgaba boca
abajo,balanceándoseenlacuerda—.Enseguida.—¿Yporquéibaaquererhaceryoeso?—preguntóBayhas.—Porquelodigoyo—bramóelanciano.—¿Yquiéntecreesqueeresparaexigirmeeso?Elancianomoviólamano.¡Zas!
www.lectulandia.com-Página229
54
El arquero cogió su arma, pero con dos grandes zancadas Altaïr le alcanzó,describióungran arco con su espaday le abrió el cuello, partiendo el armapor lamitadycortándolesutocadodeunsologolpe.Seoyóunsuaverepiqueteocuandoelarcodelforajidocayóalsuelo,seguidoporelfuertegolpedelcuerpoalacompañarlo.
Altaïr—quenohabíacombatidodesdehacíadosdécadas—sequedóallí,conloshombros subiendo y bajando, observando cómo cambiaban las expresiones deBayhas y el del pelo largo, de burla a cautela.A sus pies el arquero se retorcía ygorjeabamientras lasangremanchaba laarena.Sinapartar losojosdeBayhasyeldelpelolargo,Altaïrseapoyósobreunarodillayleclavólahojaparasilenciarlo.Elmiedoahoraera lamejorarma, lo sabía.Aquelloshombres tenían la juventudy lavelocidad de su parte. Eran violentos y despiadados, estaban acostumbrados a lamuerte.Altaïrteníaexperienciayesperabaqueconesolebastara.
El del pelo largo yBayhas intercambiaron unamirada.Ya no sonreían. Por uninstante,elúnicosonidoenelabrevaderofueelsuavecrujidodelacuerdaenlaramade la higuera, mientras Mukhlis observaba todo boca abajo. Tenía los brazosdesatados y se preguntó si podría intentar liberarse, pero creyó que seríamejor noatraerlaatención.
Los dos matones se separaron con la intención de flanquear a Altaïr, queobservaba el espacio que se había abierto entre ellos y revelaba al comerciantecolgandodel revés.Eldelpelo largopasó su cimitarradeunamanoaotra conunsuavechasquido.Bayhassemordióelinteriordelamejilla.
Eldelpelolargodiounpasoadelanteparaatacarconlacimitarra.Elaireparecióvibrar con el sonido retumbante del acero cuandoAltaïr le detuvo con su espada,barriendoconunbrazolacimitarra,altiempoquenotabaquejarsesusmúsculos.Silosladroneshacíanataquescortos,noestabasegurodecuántopodríaaguantar.Losancianosseencargabandelosjardinesopasabanlastardesreflexionandosobresusestudios, leyendoypensandoen losquehabían amadoyperdido:no semetían enduelosdeespadas.Ymenosauncuandolesganabanennúmerounosoponentesmásjóvenes. Dio unas estocadas hacia Bayhas para que el líder no le flanqueara, yfuncionó.PeroBayhas se acercóenseguida lo suficiente conel puñalpara cortar aAltaïrenelpecho,abrirleunaheridayhacerlesangrarporprimeravez.
Altaïr le atacó cuando llegó su turno y chocaron sus espadas, intercambiarongolpes,perolediounaoportunidadaldelpelolargoparaqueleatacara,antesdequeAltaïrpudieraprotegerse.EldelpelolargoarremetiócomounlococonlaespadaylehizoungrancorteaAltaïrenlapierna.
Grande.Profundo.SalíalasangreaborbotonesyAltaïrcasitropezó.Cojeóaunlado,tratandodepegarsealpozoenvezdedefendersesolopordelante.Llegóhastaallí,sepegóallateraldelabrevadero,conelcomerciantecolgandoasuespalda.
—Sé fuerte—oyóque ledecía envozbaja elmercader—y,pase loquepase,
www.lectulandia.com-Página230
tienesmiagradecimientoymiamor,yaseaenestavidaoenlasiguiente.Altaïr asintióperono sedio la vuelta, sinoque sequedóobservando a los dos
matonesque teníadelante.AlversangraraAltaïr, sehabíanalegradoy,animados,avanzarondandomásestocadasypinchazos.Altaïrrechazótresofensivas,enlasquerecibiómás heridas, que sangraban profusamente,mientras cojeaba, sin aliento. Elmiedoya no era su arma.Había perdido aquella ventaja.Loúnico que le quedabaeranunashabilidadese instintoshacía tiempoaletargadosyrecordóalgunasdesusmás grandes batallas: cuando venció a los hombres de Talal, al ganar aMoloch oderrotara loscaballerosTemplariosenel cementeriode Jerusalén.Elguerreroquehabíaparticipadoenaquellasbatallashabríaeliminadoaaquellosdosencuestióndesegundos.
Pero aquel guerrero pertenecía al pasado. Había envejecido. El dolor y elaislamiento le habían debilitado. Había pasado veinte años llorando la muerte deMaría, obsesionado con la Manzana. Sus habilidades de combate, tan magníficascomoeran,sehabíanmarchitado,porlovisto,hastamorir.
Notólasangreensusbotas.Lasmanosleresbalaban.Dabaestocadasa lo lococon la espada, no tanto defendiendo como tratando de quitarse de encima a susatacantes.Pensóensu fardo,quecontenía laManzana,a salvoen lahiguera.Si lacogiera, saldría victorioso, pero estaba demasiado lejos y, de todasmaneras, habíaprometidonovolverautilizarlanuncamás;lahabíadejadoenelárbolporesamismarazón, para mantener fuera de su alcance la tentación. Pero la verdad era que sihubiera podido cogerla, la habría usado en aquelmomento, en vez demorir así yentregarles almercader, pues seguro que lo condenaban a unamuertemuchomásdolorosayatormentadaporlasaccionesdeAltaïr.
Sí,habríautilizadolaManzanaporqueestabaperdido.Ysediocuentadequeleshabíapermitidodarlelavuelta.Eldelpelolargoseacercóaélporlaperiferiadesuvisiónygritóporelesfuerzodeesquivarlo.Eldelpelolargoseenfrentóasusataques—un,dos, tres—yencontróun lugarbajo laguardiadeAltaïr,donde leabrióotraheridaenelcostado,uncorteprofundoquesangrócopiosamenteenseguida.Altaïrsetambaleó, jadeando por el dolor. Era mejor morir así, supuso, que rendirsedócilmente.Eramejormorirluchando.
Eldelpelolargoavanzóylasespadasvolvieronachocar.Altaïrresultóheridodenuevo,estavezen lapiernabuena.Cayóde rodillas,con losbrazoscolgandoysuinútilhojasintocarnadasalvolaarena.
Eldelpelolargocaminóhaciadelante,peroBayhasledetuvo.—Déjameloamí—ordenó.Condebilidad,Altaïrseencontrópensandoenotraépoca,hacíamilvidas,cuando
su oponente había dicho lo mismo, y cómo en esa ocasión había hecho pagar alcaballero por su arrogancia. Aquella satisfacción se le denegaría esta vez porqueBayhasibahaciaAltaïr,quesearrodilló,balanceándose,derrotado,enlaarena,conla cabeza colgando. Intentó ordenar a sus piernas que se levantaran, pero no
www.lectulandia.com-Página231
obedecían.Intentóalzarlahojadelamano,peronopudo.VioelpuñalacercarseaélypudolevantarlacabezalosuficienteparaverlosdientesdeBayhas,elpendientedeoroquebrillabaalaluzdelsolmatutino…
Elcomercianteseestabarebelando,sehabíabalanceadoy,bocaabajo,abrazabaaBayhaspordetrás,loquedetuvosuavancemomentáneamente.Conunfuertegrito,unaúltimaexplosióndeesfuerzo,Altaïr reunióenergíadeno sabíadónde, seechóhacia delante, con la espada hacia arriba y se la clavó a Bayhas en el estómago,abriendo un tajo en vertical que terminó casi en su garganta. Al mismo tiempo,MukhlisagarróelpuñalantesdequesedeslizaradelosdedosdeBayhas,tiróhaciaarribay cortó la cuerdaque lo sujetaba.Cayó, se diounbuengolpe en el costadocontralapareddelpozo,perosepusodepieapresuradamenteparacolocarsealladodesusalvador.
Altaïrestabacasidobladoporlamitadymoríaasuspies.Peroalzólaespadaysequedómirandoconlosojosentrecerradosaldelpelolargo,quien,derepente,seveíasuperadoennúmeroysepusonervioso.Envezdeatacar,retrocedióhastaquellegóaun caballo. Sin apartar los ojos deAltaïr yMukhlis, semontó en él. Se los quedómirando fijamente y ellos hicieron lo mismo. Entonces se pasó un dedo por lagargantaadredeysemarchócabalgando.
—Gracias—ledijoMukhlisaAltaïr,jadeando,peroelasesinonorespondió.Sehabíadoblado,inconsciente,hacialaarena.
www.lectulandia.com-Página232
55
Fueunasemanamástardecuandollegóelenviadodellíderdelosforajidos.Lagentedelpueblolevioatravesarlazonahacialascolinasquellevabanalaciudadela.EraunodeloshombresdeFahad,decían,ylosmássensatospensabanqueconocíanla naturaleza de sus asuntos en la fortaleza.Dos días antes, los hombres de Fahadhabían llegado a la aldea con la noticia de que ofrecerían una recompensa acualquieraqueidentificaraalhombrequehabíamatadoalhijodeFahad,Bayhas.Lehabía ayudado un mercader de Masyaf, decían, y el comerciante saldría ileso sisacaba al perro cobarde que había liquidado al querido hijo del líder de losbandoleros.Losaldeanoshabíannegadoconlacabezayhabíancontinuadoconsusasuntos.Loshombressehabíanmarchadoconlasmanosvacías,mascullandooscurasadvertenciassobresusplanesderegreso.
Yeso fue todo, dicen los rumores, almenos así fue comoempezó.Ni siquieraFahadseatrevióaenviarhombresalpueblocuandodisfrutabandelaproteccióndelos asesinos: le pedía permiso al Maestro. Ni siquiera Fahad se habría atrevido apedírseloaAltaïroaAlMualim,peroAbbaseraotroasunto.Abbaseradébilyselepodíacomprar.
Así que el enviado volvió. En el viaje de ida estaba serio, despreciaba a losaldeanosqueleveíanpasar,peroahoralessonreíaysepasóeldedoporlagarganta.
—PorlovistoelMaestrolehadadoaFahadpermisoparaentrarenelpueblo—dijo Mukhlis más tarde aquella noche, cuando las velas se consumieron. Estabasentadojuntoalacabeceradeldesconocido,hablandomásparasusadentrosquealhombre que estaba tumbado en la cama, que no había recuperado la conscienciadesdelabatallaenelabrevadero.Después,Mukhlislehabíasubidoapulsoalasillade su segundo caballo para llevarlo a casa, aMasyaf, para que se curara. Aalia yNada lehabíanatendido,ydurante tresdías sehabíanpreguntadosi sobreviviríaomoriría. La pérdida de sangre le había dejado tan pálido como la niebla y habíaestado tumbado en la cama—Aalia yMukhlis le habían dejado la suya— con unaspectocasisereno,comouncadáver,comosiencualquiermomentopudieradejarestemundo.Al tercerdía el color empezóavolver a su rostro.Eso lehabíadichoAaliaaMukhliscuandoregresódelmercadoysumaridosehabíasentadoensusitiohabitual, junto a la cama, para hablarle a su salvador, con la esperanza de quevolvieraensí.Sehabíaacostumbradoacontarleloquehabíahechoduranteeldía,aveces le hablaba de cosas importantes con la esperanza de despertar al paciente yreanimarlo.
—Porlovisto,Abbastieneunprecio—decíaenaquelmomento.Miródereojoaldesconocido,queestabatumbadobocaarriba.Lasheridasseleestabancurandobienycadadíaestabamásfuerte—.ElMaestroAltaïrhabríamuertoantesquepermitirtalcosa—dijo.
Seinclinóhaciadelanteyobservóalafiguraenlacamaconmuchodetenimiento.
www.lectulandia.com-Página233
—ElMaestro,AltaïrIbn-La’Ahad.Por primera vez desde que había llegado a casa de Mukhlis, los ojos del
desconocidoseabrieron.Era la reacción que esperaba, pero aun así Mukhlis se sorprendió y se quedó
mirandolosojosnubladosdelpacientequepocoapocorecuperabansuluz.—Eres tú,¿no?—susurróMukhlis, cuandoeldesconocidoparpadeóy luego le
miró—.Eresél,¿no?EresAltaïr.Altaïrasintió.LaslágrimasbrotaronenlosojosdeMukhlisysetiródelasillaal
suelodepiedra,paracogerunadelasmanosdeAltaïrentrelassuyas.—Hasvuelto connosotros—dijo entre sollozos—.Has venido a salvarnos.—
Hubounapausa—.¿Hasvenidoasalvarnos?—¿Necesitáisqueossalven?—preguntóAltaïr.—Sí.¿ParaesoveníasaMasyafcuandonosencontramos?Altaïrsequedóreflexionando.—CuandodejéAlamuterainevitablequemeencontraraaquí.Laúnicacuestión
eracuándo.—¿EstuvisteenAlamut?—Estosúltimosveinteaños.—Dijeron que habíasmuerto.Que lamañana quemurióMaría te tiraste de la
torredelaciudadela.—Sí, me tiré de la torre de la ciudadela —Altaïr forzó una sonrisa—, pero
sobreviví. Fui hasta el río fuera del pueblo. Por casualidad, Darim estaba allí.RegresabadeAlamut,dondesehabíaencontradoalaesposadeSefyasushijos.Merescatóymellevóconellos.
—Dijeronqueestabasmuerto—repitióMukhlis.—¿Quién?Mukhlishizoungestohacialaciudadela.—Losasesinos.—Lespegadecireso,perosabíanquenoloestaba.SesoltódelasmanosdeMukhlis,sesentóybajólaspiernasdelacama.Mirósus
pies,lapielarrugadayvieja.Ledolíacadacentímetrodesucuerpo,perosesentía…mejor.Lehabíanlavadolatúnicayselahabíanvueltoaponer.Sesubiólacapuchaylegustónotarlaensucabeza,respirarelaromaaropalimpia.
Sellevólasmanosalacarayadvirtióquesehabíanencargadodesubarba.Nomuylejosestabansusbotasysobrelamesa,juntoalacama,vioelmecanismodelahoja con un nuevo diseño que había recogido de la Manzana. Parecíaextremadamente avanzado y pensó en los demás diseños que había descubierto.Necesitabalaayudadeunherreroparahacerlosobjetos.Peroprimero…
—¿Ymifardo?—LepreguntóaMukhlis,quesehabíapuestodepie—.¿Dóndeestámifardo?
Sinmediarpalabra,Mukhlisseñalóqueestabaenlapiedra,enlacabeceradela
www.lectulandia.com-Página234
cama,yAltaïrmirósuformafamiliar.—¿Hasmiradodentro?—preguntó.Mukhlis negó con la cabeza firmemente y Altaïr le miró inquisitivamente.
Entonces, al creerle, se relajó, fue a buscar las botas e hizo un gesto de dolor alponérselas.
—Tengoquedartelasgraciasporcuidardemí—dijo—.Estaríamuertojuntoalabrevaderosinofueraporti.
Mukhlisserioyvolvióasuasiento.—Miesposaymihijasonlasquehancuidadodeti,yodeberíadartelasgracias.
Me salvaste de una muerte espeluznante a manos de esos bandidos.—Se inclinóhaciadelante—.TusaccionesfueronlasdellegendarioAltaïrIbn-La’Ahad.Selohecontadoatodoelmundo.
—¿Lagentesabequeestoyaquí?Mukhlisextendiólasmanos.—Porsupuesto.Elpuebloenterosabelahistoriadelhéroequemeapartódelas
manosdelamuerte.Todoelmundocreequefuistetú.—¿Yquéleshacepensareso?—preguntóAltaïr.Mukhlis no respondió, pero señaló con la barbilla a la mesa baja donde el
mecanismodelahojaresplandecíadébilmente,fabulosoyengrasado.Altaïrsequedópensando.—¿Leshashabladodelahoja?Mukhlisreflexionó.—Bueno,sí—contestó—,porsupuesto.¿Porqué?—Lanoticiallegaráalaciudadela.Vendránabuscarme.—Noseránlosúnicos—dijoMukhlis,arrepentido.—¿Aquéterefieres?—Unmensajerodelpadredelhombrequematastevisitóanteslafortaleza.—¿Yquiéneraelhombrequematé?—UndespiadadomatarifellamadoBayhas.—¿Ysupadre?—Fahad,ellíderdeungrupodebandolerosquevaganporeldesierto.Dicenque
estánacampadosadosotresdíasacaballodeaquí.Deallívinoelenviado.DicenquelepidiópermisoalMaestroparaentrarenel
puebloydarcazaalasesino.—¿AlMaestro?—PreguntóAltaïrconbrusquedad—.¿Abbas?Mukhlisasintió.—Seofrecióunarecompensaporelasesino,perolosaldeanoslahanrechazado.
PuedequeAbbasnoseatanestable.—Entonceslagentetienebuencorazón—dijoAltaïr—ysulíderno.—Raravezsehandichounaspalabrastanciertas—afirmóMukhlis—.Nosquita
eldineroynonosdanadaacambio,cuandoanteslaciudadelaeraelcorazóndela
www.lectulandia.com-Página235
comunidad,dedondeveníalafuerza,laorientación…—Ylaprotección—añadióAltaïrconmediasonrisa.—Esotambién—reconocióMukhlis—.Nosquedamossintodoesoalmarcharte,
Altaïr,ylosustituyó…lacorrupciónylaparanoia.DicenqueAbbas sevioobligado a acabar conun levantamientodespuésde tu
partida,unarebelióndelosasesinosqueteeranfielesatiyaMalik;quematóaloscabecillas;quetemequeserepitatalinsurrección.Suparanoialehacepermanecerenlatorredíaynoche,yallíimaginaconspiracionesycómomataralosresponsables.LosprincipiosdelaOrdensedesmoronanasualrededor,comolamismafortalezasedeteriora. Dicen que tiene un sueño recurrente. Que un día Altaïr Ibn-La’AhadvolverádelexilioenAlamutcon…—hizounapausaparamiraraAltaïrconreceloydespuésalfardo—unartefactocapazdederrotarlo…¿Existetalcosa?¿Planificasunataque?
—Inclusoaunqueexistiera,noesunartefactoloquederrotaráaAbbas.EslafeennosotrosmismosyenelCredoloquelohará.
—¿Lafedequién,Altaïr?Altaïrmovióunbrazo.—Latuya.Ladelagenteyladelosasesinos.—¿Ycómolarecuperarás?—preguntóMukhlis.—Dandounpocodeejemplo—contestóAltaïr—asutiempo.AldíasiguienteAltaïrsalióalpueblo,dondeempezóno tansoloapredicar las
costumbresasesinas,sinoademostrarlas.
www.lectulandia.com-Página236
56
HabíahabidopeleasenlasqueAltaïrhabíatenidoqueintervenir,disputasentreloscomerciantesquehabíanexigidomoderación,discusionessobrelatierraentrelosvecinos, pero ningunahabía sido tan peliaguda como la de las dosmujeres que sepusieronapelearporunhombre.Elhombreencuestión,Aron,estabasentadoenunbancoalasombra,encogidodemiedo,mientraslasdosmujeresdiscutían.Mukhlis,quehabíaidoalpuebloconAltaïrparaocuparsedesusnegocios,estabaintentandointerceder,mientrasAltaïrestabaaunpaso,conlosbrazoscruzados,esperandoconpacienciaqueterminaranlashostilidadesparapoderhablarles.Yahabíadecididoloqueibaadecir:Arontendríaqueejercerlalibrevoluntadenestecaso,legustaraono.LoquedeverdadlepreocupabaaAltaïreraelchico,cuyafiebreaúnteníaqueinterrumpirse,alque lehabíaadministradounapoción,cuyafórmulahabíasacado,porsupuesto,delaManzana.
O el cestero, que estaba creando nuevas herramientas para él con unasespecificacionesquelehabíadadoAltaïr,quehabíatranscritodelaManzana.
O el herrero, que le había echado un vistazo a los dibujos queAltaïr le habíadado, les había dado la vuelta y mirado detenidamente, luego los había colocadosobreunamesaparaqueAltaïrpudieraseñalarexactamenteloquenecesitabaforjar.
Pronto el asesino tendría un nuevo equipo; nuevas armas, unas que nunca sehabíanvisto.
Oelhombrequelehabíaestadoobservandoaquellosúltimosdías,quesemovíaconélcomounasombra, fuerade lavista,oalmenosesopensaba.Altaïr lohabíavistoenseguida,porsupuesto.Habíanotadosuporte,sabíaqueeraunasesino.
Teníaqueocurrir,desdeluego.Abbashabíaenviadoasusagentesalpuebloparasaberquiéneraeldesconocidoqueluchabaconlahojaocultadelosasesinos.AbbasseguroquehabríallegadoalaconclusióndequeAltaïrhabíaregresadoparareclamarlaOrden.Quizásesperabaque losbandidos lomataranporél;quizámandabaaunhombrequebajaralaspendientesparamatarlo.
TalvezsusombraeratambiénelAsesinodeAltaïr.Lasmujerescontinuabandiscutiendo.Mukhlisdijoporlobajo:—Maestro,creoquemeheequivocado.Estasmujeresnodiscutenporquiénse
quedaconeldesgraciadodeAron,sinoporquiéndeberíallevárselo.Altaïrserio.—Miopinióneslamisma—dijoymirócondiversióncómoAronsemordíalas
uñas—.Eljovendebedecidirsupropiodestino.Lelanzóunamiradaasusombra,queestabasentadoalasombradelosárboles,
envuelto en una túnica del color del barro, haciéndose pasar por un aldeanodormitando.
—Vuelvoenseguida—ledijoaMukhlis—.Suconversaciónmehadadosed.Sediolavueltaydejóelpequeñogrupo.Algunosdeellosestuvieronapuntode
www.lectulandia.com-Página237
seguirle,peroMukhlisleshizoseñasaescondidasparaquevolvieran.Altaïrsintiómásquevioasusombraponersedepietambiényseguirlemientras
entrabaenlaplazaparadirigirsealafuentedelcentro.Allíseinclinóparabeberysepusoderecho,fingiendoasimilarlasvistasdelpuebloasuspies.Entonces…
—Estábien—ledijoalhombrequesabíaqueestabadetrásdeél—.Sifuerasamatarme,yalohabríashecho.
—¿Ibasadejarquelohicieratanfácilmente?Altaïrserio.—Nohepasadomividacaminandoporelsenderodelguerreroparaqueunjoven
cachorromeelimineenunafuente.—¿Mehasoído?—Por supuesto que te he oído. Te oí acercarte con el sigilo de un elefante y
tambiénheoídoqueteapoyasenelladoizquierdo.Cuandoataquesdeberíamovermealaderechaparaencontrarmecontuladomásdébil.
—¿Nolosabríayodeantemano?—Bueno,esodependeríadelobjetivo.Porsupuesto,conoceríasbientuobjetivoy
seríasplenamenteconscientedesudestrezaenelcombate.—Séqueestenotieneigualenelcombate,AltaïrIbn-La’Ahad.—¿Ytú?DebíasdeserunniñocuandoMasyaferamía.AAltaïrsevolvióhacia
eldesconocido,quesebajólacapuchapararevelarelrostrodeunjoven,talvezdeunosveinteaños,conunabarbanegra.
TeníalamandíbulacuadradayunosojosqueAltaïrreconoció.—Loera—dijoelchico—,eraunreciénnacido.—Entonces,¿noteadoctrinaronenmicontra?—preguntóAltaïryseñalóconla
barbillalaciudadelaenelpromontoriosobreellos.Estabaallíagazapada,comosilosobservara.
—Aalgunosnoselesadoctrinatanfácilmentecomoaotros—respondióelchico—.Haymuchosquehanpermanecidofielesalosantiguoscódigos,ymuchosmás,alser más marcados los perniciosos efectos de los nuevos métodos. Pero yo tengoinclusomás razonesque losdemásparamantenermi fidelidad.Ambosasesinossequedaronmirándosejuntoalafuente,yAltaïrsintióquesumundosetambaleabaunpoco.
Derepente,casisedesmayó.—¿Cómotellamas?—preguntóysuvozparecióincorpóreaasusoídos.—Tengodosnombres—contestóelchico—.Elnombreporelquemeconocela
mayoríadelaOrden,queesTazim.Perotengootronombre,elquemedieron,elqueme dio mi madre en honor de mi padre. Murió cuando yo era solo un bebé, loeliminaronporordendeAbbas.Sunombreera…
—Malik.—Altaïr contuvo la respiración y caminó hacia delante, con lágrimasbrotandodesusojosmientrascogíaalchicoporloshombros—.Hijomío—exclamó—.Debíadehaberlosabido.Tieneslosojosdetupadre.—Serio—.Desusigiloyanodigolomismo,pero…tienessuespíritu.Nolosabía,nuncasupequehabíatenido
www.lectulandia.com-Página238
unhijo.—Amimadrelaenviaronlejosdeaquídespuésdequeleencarcelaran.Cuando
crecí,volvíparaunirmealaOrden.—¿Enbuscadevenganza?—Alfinal,quizá.Loqueseamásapropiadoparahonrarsumemoria.Ahoraque
hasvenido,yaveocómo.AAltaïrlerodeóloshombrosconunbrazo,seapartarondelafuente,cruzaronlaplazayhablaronintensamente.
—¿Quétaltushabilidadesparaelcombate?—lepreguntóaljovenMalik.—Bajo elmandato deAbbas esas cosas se han descuidado, pero he entrenado.
Aunque el conocimiento asesino apenas ha avanzado en los últimos veinte años.―Altaïrserio.
—Aquí no, tal vez. Pero sí aquí.—Se dio unos golpecitos en el lateral de lacabeza—.Aquíelsaberasesinohaaumentadodiezveces.TengomuchascosasqueenseñaralaOrden.Planes.Estratagemas.Diseñosparanuevasarmas.Elherrerodelpueblo las está forjando para mí. Los aldeanos respetuosos se apartaban de sucamino.TodosconocíanahoraaAltaïryallí,alpiedelafortalezaalmenos,volvíaaserelMaestro.
—¿Ydicesquehayotrosenelcastilloquemesonleales?—preguntóAltaïr.—HaytantosqueodianaAbbascomoelnúmerodelosquelesirven.Másaún
ahora,queheestadoinformandodeloquehevistoenelpueblo.LanoticiadequeelgranAltaïrharegresadoseestápropagandolentaperosegura.
—Bien—dijoAltaïr—.¿Sepodríaconvenceraesosseguidoresparareunirlosymarchartodosjuntoshaciaelcastillo?
El jovenMalik se detuvo y miró a Altaïr con los ojos entrecerrados, como siestuviera comprobando que el anciano no estaba de broma. Luego sonrióabiertamente.
—Quiereshacerlo.Deverdadquiereshacerlo.¿Cuándo?—ElforajidoFahadtraeráprontoasushombresalpueblo—dijo—.Necesitamos
tenerelcontrolantesdequeesoocurra.
www.lectulandia.com-Página239
57
Alamañanasiguiente,alromperelalba,Mukhlis,AaliayNadafuerondecasaen casa para informar de que el Maestro iba a subir la colina. Animado por laexpectativa,elpueblosereunióenlaplazadelmercado,depieengrupososentadosenmurosbajos.Alcabodeunrato,Altaïrseunióaellos.Llevabasutúnicablancayunfajín.Losquesefijaron,vieronelanillodelmecanismodelamuñecaensudedo.Caminó hasta el centro de la plaza, acompañado de Mukhlis, un teniente deconfianza,yesperó.
¿QuélehabríadichoMaríaahora?,sepreguntóAltaïrmientrasaguardaba.AltaïrhabíaconfiadodeinmediatoenelhijodeMalik.Habíadepositadotantafeenélquesiresultabatraicionado,acabaríadestrozado,ysusplanesporrecuperarlaOrdentansolo serían falsas ilusiones de un anciano. Pensó en aquellos en los que habíaconfiadoantesyquedespuéslehabíantraicionado.¿LeaconsejaríaMaríaahoraquetuvieraprecaución?¿Lehabríadichoqueerauntontoportenertantafeciegaenunaprueba tan pobre? ¿O le habría dicho, como ya lo hizo una vez: «Confía en tuinstinto,Altaïr.Las enseñanzasdeAlMualim te handado sabiduría; su traición tecolocóenelcaminodelamadurez»?
«Oh,yahorasoymássabio,amormío»,pensóquelediríaalretazodeellaqueguardabaasalvoensumemoria.
SabíaquehabríaaprobadoloquehabíahechoconlaManzana,losañosquehabíapasadoexprimiéndoleeljugo,aprendiendodeella.
No habría aprobado la culpa que cargaban sus hombros por su muerte; lavergüenzaquesentíapordejarquelairahubieraguiadosusacciones.No,nohabríaaprobadoeso.¿Quélehabríadicho?Aquellaexpresióninglesaquetenía:«Resiste».Al final lohabíahecho, claro,perohabía tardadoaños enconseguirlo, años en losque odió la Manzana, no soportaba verla, ni siquiera pensar en ella, en el podermalignoquepermanecíaaletargadoenel interiordelmosaicointemporaly lustrosodesuarmazón.Selaquedabamirando,deformainquietante,durantehoras,yrevivíaeldolorquelehabíacausado.
Abandonada, incapazdesoportarelpesodelsufrimientodeAltaïr, laesposadeSef se marchó con sus dos hijas. Le habían dicho que se había establecido enAlejandría. Un año más tarde, Darim también se marchó, ahuyentado por elremordimientodesupadreysuobsesiónporlaManzana.ViajóaFranciaeInglaterraparaadvertirasuslíderesdequelosmongolesestabanenmarcha.Alestarsolo,eltormentodeAltaïrempeoró.PasabalargasnochescontemplandolaManzana,comosifuerandosadversariosapuntodeentrarencombate,comosialdormirseoapartarlavistadeella,elartefactopudieraabalanzarsesobreél.
AlfinalpensóenaquellanocheeneljardíndeMasyaf,ensumentorAlMualimyaciendomuerto sobreelmármolde la terrazay lacascadaborboteandode fondo.Recordabahabercogido laManzanaporprimeravezysentirquedeellasalíaalgo
www.lectulandia.com-Página240
benignoynomaligno.Lasextrañasimágenesfuturistasquecreaba,deculturasmuylejanaseneltiempo
yenelespacio,másalládelaesferadesuconocimiento.Aquellanoche,eneljardín,entendióporinstintosucapacidadparaelbien.Apartirdeentonces, tansolohabíamostradosuaspectomaligno,peroaquellamagníficasabiduríaestabatambiénallí,enalgunaparte.Seteníaquelocalizarparasacarla.HabíanecesitadounagenteparasaliryAltaïrhabíaconseguidoutilizarsupoderantes.
EntoncessehabíaconsumidoporeldolorcausadoporAlMualim.Ahoraestabaconsumidoporeldolordesufamilia.TalvezlaManzanaprimeroteníaquerecibirparadar.
Fueracualfueselarespuesta,susestudioscomenzaronyllenódiario trasdiariocon sus escritos: páginas y páginas de filosofías, ideologías, diseños, dibujos,esquemas y recuerdos. Incalculables fueron las velas que se consumieronmientrasescribía con fervor, tan solo parándose para orinar. Durante días escribió sindescanso,durantedíasdejósuescritorioysaliódeAlamutsolo,pormandatode laManzana,para recoger ingredientesyprovisiones.Unavez, incluso, laManzana ledirigió a una serie de artefactos que cogió y escondió, sin revelarle a nadie sunaturalezanisulocalización.
Nohabíadejadodellorar,porsupuesto.TodavíaseechabalaculpaporlamuertedeMaría,perohabíaaprendidodeella.Ahorasentíaundolormáspuro:unanheloporMaríaySef,undolorquenoparecíaabandonarlenunca,queundíaeraintensoyagudo,comosiunahojalehicieramilcortesenelcorazón,yaldíasiguienteeraunasensaciónhuecaynauseabunda, como si unpájaro enfermo intentaradesplegar lasalasensuestómago.
Aunque a veces sonreía porque pensaba que María aprobaría que la llorase.Habría atraído a la parte que tenía de noble inglesa consentida, habría sido unaexpertaenclavarleaunhombreunamiradaaltivamientraslovencíaencombate,consu fulminante desaire tan cortante como su hoja.Y, por supuesto, habría estadodeacuerdo con que por fin hubiera resistido, pero sobre todo habría aprobado lo queestaba haciendo en aquelmomento: tomar su conocimiento y saber y llevarlos devuelta a la Orden. ¿Sabía, al terminar su exilio, que regresaba a Masyaf por esemotivo?Todavíanoestabaseguro.Loúnicoquesabíaeraque,unavezaquí,nohabíaotraopción.Habíavisitadoellugardondelahabíanenterrado;latumbadeMaliknoestabamuylejos,atendidaporsujovenhijo.AltaïrsepercatódequehabíaperdidoparasiempreaMaría,aSefyaMalik,asumadreyasupadre,inclusoaAlMualim.LaHermandad,encambio,larecuperaría.
Pero tan solo si el jovenMalik era fiel a supalabra.Yallí depie, sintiendoelentusiasmoy la expectaciónde lamultitud comounpesoque llevara a la espalda,acompañado deMukhlis, comenzó a reflexionar. Clavó los ojos en la ciudadela yesperóaquelaspuertasseabrieranparaquesaliesenloshombres.MalikhabíadichoqueseríanalmenosveinteyquetodosellosapoyabanaAltaïrconsumismofervor.
www.lectulandia.com-Página241
Conveinteguerrerosyconelapoyodelpueblo,AltaïrcreíaqueseríasuficienteparavenceratreintaocuarentaasesinosquecontinuabansiendofielesaAbbas.
SepreguntósiAbbasestaríalevantadoenlatorredelMaestro,mirandoconlosojosentrecerradosparadistinguirquépasabaallíabajo.
Esoesperaba.Durante toda su vida,Altaïr se había negado a encontrar la gratificación en la
muertedeotrapersona,pero¿enAbbas?Apesardelalástimaqueledaba,estabanlasmuertesdeSef,MalikyMaríaatenerencuenta;tambiénestabaladestruccióndela Orden bajo su responsabilidad. Altaïr se había prometido a sí mismo que nodisfrutaría—nisiquieraobtendríasatisfacción—conlamuertedeAbbas.
Pero sí disfrutaría y sentiría satisfacción con la ausencia de Abbas cuando lohubieramatado.Sepodíapermitireso.
Pero solo si las puertas se abrían y sus aliados aparecían. A su alrededor lamultitudempezabaa inquietarse.Sintióque la confianzay la seguridadcon laquehabíadespertadopocoapocodisminuían.
Entoncesfueconscientedeunmurmullodeentusiasmoentrelosaldeanosysusojossedirigierondelaspuertasdelcastillo—queseguíancerradasconfirmeza—alaplaza.UnhombreseacercóaAltaïrconlacabezagacha,sequitólacapuchaylesonrió. Era el joven Malik. Y detrás de él llegaban los demás. Todos, como él,aparecieron entre lamultitud como si de repente se hubieran hecho visibles. A sulado,Mukhlis soltóungrito ahogado.Laplazade repenteestaba llenadehombresvestidoscontúnicasblancas.YAltaïrcomenzóareírse.
En aquella risahabía sorpresa, alivioy alegría.Loshombres se acercaron a él,inclinaronlacabezaenseñalderespetoylemostraronlaespada,elarcooelcuchilloarrojadizo.Demostraronlealtad.
AltaïrcogióaljovenMalikporloshombrosylosojoslebrillaron.—Loretiro—dijo—.Túytodostushombrestenéisunsigiloincomparable.Malikagachólacabeza,sonriendo.—Maestro,deberíamosmarcharnosenseguida.Abbaspronto seráconscientede
nuestrapresencia.—Asísea—dijoAltaïrysesubióalmurobajodelafuente,apartandoaMukhlis,
que se había acercado a ayudarle. Se dirigió a la multitud—: Durante demasiadotiempo, el castillo de la colina ha sido un lugar oscuro e imponente, y hoy esperoconvertirlodenuevoenunfarodeluz,convuestraayuda.—Hubounbajomurmullode apreciación yAltaïr les pidió silencio—.Aunque lo que no haremos es recibirnuestronuevoamaneceratravésdeunvelodesangreasesina.Losquepermanecenfieles aAbbas sonnuestros enemigoshoy,peromañana se convertirán ennuestroscompañeros. Tan solo podemos ganarnos su amistad si nuestra victoria esmisericordiosa.Matad solo si es absolutamente necesario.Queremos traer la paz aMasyaf,nolamuerte.
Al decir esas palabras, se bajó delmuro y salió de la plaza al tiempo que los
www.lectulandia.com-Página242
asesinosformabandetrásdeél.Losasesinossetaparonlacabezaconsuscapuchas.Teníanunaspectoadustoydecidido.Lagente ibadetrás:entusiasmada,nerviosayconmiedo.Delresultadodependíanmuchascosas.
Altaïrsubiópor lapendienteque,cuandoeraniño,Abbasyél recorrían juntos.Como asesino, la había recorrido para entrenarse o por recados del Maestro, almarcharseparaunamisiónoalregresardeotra.Ahorasentíalaedadenloshuesosyenlosmúsculos,lecostabasubirlapendiente,perocontinuó.
UnpequeñogrupodepartidariosdeAbbas se topóconellos en las colinas,ungrupo de reconocimiento que habían enviado para comprobar su entereza. Alprincipio,loshombresqueacompañabanaAltaïrsenegaronaentrarencombateconellos. Después de todo, eran compañeros con los que habían vivido y se habíanentrenado. Los amigos se arrojaban unos contra otros; sin duda, si la peleacontinuaba, se encontrarían cara a caramiembrosde lamisma familia.Durante unlargorato,elgrupodereconocimientoalquesuperabanennúmeroylosseguidoresdeAltaïr se enfrentaron. El grupo de exploradores tenía la ventaja de estar en unsuelomásalto,peroporotroladoerancorderosenviadosalmatadero.
Altaïralzólavistayviolapartesuperiordela torredelMaestro.Abbaspodríaverleenaquelinstante,sinduda.Habríavistoalagentesubirporlacolinahaciaél.LosojosdeAltaïrseapartarondelaciudadelaysecentraronenlosexploradores,quehabíansidoenviadosalucharennombredesumaestrocorrupto.
—Nosetienequemataranadie—repitióAltaïrasushombresyMalikasintió.Unodelosexploradoressonrióconcrueldad.—Entoncesnollegaréismuylejos,anciano.Selanzóhaciadelante,dandoestocadasconlaespada,aporAltaïr,talvezconla
esperanza de ir a por la raíz de la rebelión: matar a Altaïr significaba detener ellevantamiento.
Como el movimiento de las alas de un colibrí, el asesino esquivó el ataque,desenvainólaespadayrodeóel ímpetudelcuerpodesuagresorparaagarrarlopordetrás.
La espada del explorador se cayó al notar la hoja de Altaïr en su garganta, ygimoteó.
—Nohabráasesinatosennombredeesteanciano—murmuróAltaïraloídodelexploradorylolanzóhaciaMalik,quelecogióyloinmovilizóenelsuelo.
Los otros exploradores avanzaron, pero con menos entusiasmo, sin ganas depelea. Se dejaron capturar y al cabo de un rato estaban todos apresados oinconscientes.
Altaïr observó la pequeña refriega. Se miró la mano donde la espada delexploradorlehabíacortadoyaescondidasselimpiólasangre.
«Fuistelento—pensó—.Lapróximavezdejalapeleaparalosjóvenes».Aunasí,esperabaqueAbbashubieraestadomirando.Loshombressereuníanen
losbaluartes.Tambiénesperabaquehubieranvistolosacontecimientosenlacolinay
www.lectulandia.com-Página243
cómohabíantratadoconpiedadalgrupodeexploradores.Continuaronsubiendolapendienteyllegaronalaltiplanojustocuandolaspuertas
de la fortaleza por fin se abrieron. Por ellas salieron más asesinos, gritando,preparadosparalabatalla.
A sus espaldas oyó a los aldeanos gritar y dispersarse, aunque Mukhlis lesanimabaaquedarse.Altaïrsedio lavueltay levioconlasmanosalzadas,peronopodíaculparalagenteporsupérdidadedeterminación.Todosconocíanlaaterradoraferocidaddelasesino.Sinduda,nuncahabíanvistolucharadosejércitosasesinosytampoco querían verlo. Lo que vieron fue a asesinos saliendo por las puertas,gruñendo,enseñandolosdientesyunasespadasresplandecientes,mientrassusbotaspisaban el césped. Vieron que los seguidores de Altaïr se agachaban y se poníantensos, preparándose para la acción. Y se refugiaron, algunos corrieron paraescondersedetrásdelatorredevigilanciayotrosseretiraroncolinaabajo.Seoyóungrangritoyelrepiqueteodelacerocuandolosdosbandosseencontraron.AltaïrteníaaMalikdeescolta,ymantuvounojoenlosbaluartesmientraslabatallabullía; losbaluartes donde estaban los arqueros, tal vez unos diez. Si abrían fuego, la batallaestaríaperdida.
EntoncesvioaAbbas.YAbbaslevioaél.Duranteunosinstantes,losdoscomandantessequedaroncontemplándose,Abbas
en los baluartes yAltaïr abajo—fuerte y tranquilomientras la batalla giraba a sualrededor—, elmejor amigo de la infancia se había convertido en el enemigomásimplacable. Entonces se rompió aquel momento cuando Abbas les chilló a losarquerosquedispararan.Altaïrviolainseguridadensusrostrosmientrasalzabanlosarcos.
—Nadiedebemorir—lesuplicóAltaïrasushombres,puessabíaqueelmododeganarsealosarqueroseraconelejemplo.
Abbasestabadispuestoa sacrificaraasesinos;Altaïrno.Y tansolo lequedabaesperar que los corazones de los arqueros fueran auténticos. Rezó para que susdefensores mostraran compostura, que no les dieran a los arqueros ninguna razónpara abrir fuego. Vio a uno de sus hombres caer mientras daba alaridos por sugargantaabierta,ydeinmediatoelasesinoresponsablecomenzóaatacaraotro.
—Cógelo —le ordenó a Malik, señalando en dirección a la pelea—. Cógelo,Malik,perotepidoqueseasmisericordioso.
Malikseunióalabatalla,elpartidariodelrégimenretrocedióyMaliklegolpeóenlaspiernas.Cuandosuoponentecayó,sesentóahorcajadassobreélyledionoungolpe para matarlo sino tan solo con la empuñadura de su espada para dejarloinconsciente.
Altaïrvolvióamiraralosbaluartes.Allíviodosarquerosbajarsusarmasynegarconlacabeza.VioaAbbassacarunpuñal—elpuñaldesupadre—yamenazarconélasushombres,perodenuevonegaronconlacabeza,bajaronlosarcosycolocaron
www.lectulandia.com-Página244
lasmanos en las empuñaduras de sus espadas. Abbas se dio la vuelta, gritó a losarquerosdelbaluartedetrásdeélylesordenóqueeliminaranalosdesertores.PeroellostambiénbajaronlosarcosyelcorazóndeAltaïrseensanchó.Ahoraanimabaasushombresaavanzar,hacia laspuertas.Labatallacontinuaba,pero losoponentespoco a poco se dieron cuenta de lo que sucedía en los baluartes. Inclusomientrasluchaban intercambiaban miradas vacilantes, y uno a uno se fueron retirando delcombate, dejaron sus espadas, extendieron los brazos y se rindieron. El grupo deAltaïrteníaelcaminolibreparaavanzarhaciaelcastillo.
Llevó a sus hombres hasta las puertas y llamó con el puño. Detrás de él sereunieron losasesinosy losaldeanos regresaron también,demodoqueelaltiplanoestabaabarrotadodegente.Alotro ladode lapuertadel castillohabíaunaextrañacalma.LagentedeAltaïrsecalló,elambientecrepitabaporlaexpectación,hastaquede repente retiraron los pestillos y la puerta del castillo se abrió de par en par porunos guardias que dejaron sus espadas e inclinaron la cabeza por deferencia anteAltaïr.
Él asintió como respuesta, cruzó el umbral, bajo el arco, y caminópor el patiohastalatorredelMaestro.Detrásdeélllegabalagentedelpueblo;sedispersaronycircularon por los bordes del patio; los arqueros bajaron por las escaleras de losbaluartesparaunirseaellos,ylascarasdelasfamiliasyloscriadossepegaronalasventanasdelastorresquedabanalosjardines.TodosqueríanpresenciarelregresodeAltaïr,versuconfrontaciónconAbbas.
Subiólasescalerasdelaplataformayluegoentróenelvestíbulo.Delantedeél,Abbas se hallaba en los peldaños, con el rostro oscuro y demacrado, con ladesesperaciónyladerrotarecorriendotodosuser,comounafiebre.
—Sehaacabado,Abbas—dijoAltaïr—.Ordenaaaquellosqueaúntesonfielesqueserindan.
Abbasresopló.—Nunca.Enaquelmomentolatorreseabrióylosúltimosdesuspartidariossalierondelas
habitaciones laterales al vestíbulo: una docena de asesinos y criados. Algunosbajaban lavista,asustados.Otroseran ferocesydecididos.Labatallaaúnnohabíafinalizado.
—Dile a tus hombres que se retiren —ordenó Altaïr. Dio media vuelta paraseñalar alpatio,dondeestaba reunida lamuchedumbre—.Nohayposibilidadesdequeprevalezcáis.
—Estoydefendiendolaciudadela,Altaïr—dijoAbbas—,hastaelúltimohombre.¿Noharíaslomismo?
—YohabríadefendidolaOrden,Abbas—gruñóAltaïr—.Perotúencambiohassacrificado todo loque representábamos.Sacrificasteamiesposayamihijoenelaltardetupropioresentimiento,deturotundorechazoaaceptarlaverdad.
—¿Terefieresamipadre?¿Alasmentirasquedijistedeél?
www.lectulandia.com-Página245
—¿Noesporesemotivoporelqueestamosaquí?¿Noeslafuentedetuodiolaquehafluidoconlosañosenvenenándonosatodos?
Abbas estaba temblando. Tenía los nudillos blancos en la balaustrada de subalcón.
—MipadredejólaOrden—dijo—.Nuncasehabríasuicidado.—Sesuicidó,Abbas.Sematóconelmismopuñalquetienesocultoentutúnica.
Sesuicidóporqueteníamáshonordelquenuncaconocerásyporquenoqueríaquesintieranlástimaporél.Noselecompadecerácomoati,portodos,cuandotepudrasenelcalabozodelaciudadela.
—¡Nunca!—rugióAbbas.SeñalóconundedotemblorosoaAltaïr—.Dicesquequieres retomar la Orden sin que ningún asesino pierda la vida. Veamos cómo lointentas.Matadlo.
Yderepente,loshombresdelvestíbuloavanzaronentropel,cuando…Elsonidodelaexplosiónretumbóportodalasalaysilencióatodos:alamultitud
delpatio,alosasesinosyalospartidariosdeAbbas.TodosmiraronsorprendidosaAltaïr,queestabaconelbrazohaciaarribacomosi
apuntaraasuenemigo,comosihubieraapuntadolahojahacialospeldaños.Peroenvezdeunahojaenlamuñeca,habíaunavolutadehumo.
Enlasescalerasseoyóunbrevegritoahogado,ytodosobservaroncómoAbbasmirabahaciasupecho,dondeunpequeñoparchedesangreensutúnicapocoapocoseibaextendiendo.Teníalosojosmuyabiertosdelaimpresión.Moviólamandíbulamientrasintentabaarticularpalabrasquenoemitió.
LosasesinoslealesaAbbassedetuvieron.SequedaronmirandoboquiabiertosaAltaïr, que movió el brazo hacia ellos para que pudieran ver el mecanismo quellevabaenlamuñeca.
Era un solo disparo y lo había usado, pero eso los demás no lo sabían. Nadiehabíavistoantesunarmacomoaquella.Tansolounospocossabíandesuexistencia.Y al verla en su dirección, los partidarios del régimen se encogieron de miedo.Dejaronlasespadasenelsuelo.PasaronpordelantedeAltaïr,hacialapuertadelatorre,yseunieronalamultitud,conlosbrazosextendidosparaentregarse,justoenelmomentoenqueAbbasse lanzabahaciadelante, tropezabaen losescalonesycaíaconunruidosordoenelvestíbulodeabajo.
Altaïrseagachósobreél.Abbasrespirabacondificultad,conunodelosbrazosenunánguloextraño,comosiselehubierarotoenlacaída;lapartedelanteradesutúnicaestabamojadadesangre.Lequedabanunosinstantesdevida.
—¿Quieresquetepidaperdón?—lepreguntóaAltaïr.Sonrióydeprontoselevioesquelético—.¿Pormataratumujeryatuhijo?
—Abbas, por favor, no dejes que tus palabras en el lecho de muerte seanmaliciosas.
Abbashizounbrevesonidodeburla.—Aúnintentasservirtuoso.—Levantóunpocolacabeza—.Elprimergolpelo
www.lectulandia.com-Página246
diste tú, Altaïr.Me llevé a tumujer y a tu hijo, pero tan solo después de que lasmentirasmequitaranmuchasmáscosasamí.
—Noeranmentiras—selimitóadecirAltaïr—.Entodosestosaños,¿nisiquieralopusisteenduda?
Abbasseestremecióyapretólosojosporeldolor.Trasunapausa,dijo:—¿Alguna vez te has preguntado si hay otromundo después, Altaïr? En unos
instanteslosabréconseguridad.Ysiexiste,veréamipadre,yambosestaremosallípararecibirtecuandolleguetuhora.Yentonces…,entoncesnohabráningunaduda.
Tosió,gorjeóyunaburbujadesangreseformóensuboca.Altaïr lemiróa losojosynovionadadelhuérfanoalqueunavezconoció;novionadadelmejoramigoqueunaveztuvo.Loúnicoqueviofuealacriaturaretorcidaquetantolehabíahechopagar.
YmientrasAbbasmoría,Altaïr se dio cuenta de que ya no le odiaba ni sentíalástimaporél.Nosentíanada.NadamásquealivioporqueAbbasyanoestabaenestemundo.
Dos días más tarde el bandolero Fahad apareció con siete de sus hombres acaballoyseencontróenlaspuertasdelaaldeaconungrupodeasesinos,dirigidoporAltaïr.
Lesllevaronalbordedelaplazadelmercado,dondeseencontraronconunafiladehombresvestidoscontúnicasblancas.Algunosestabandebrazoscruzadosyotrosteníanlasmanosensusarcosoenlaempuñaduradesusespadas.
—Así que es cierto. El gran Altaïr Ibn-La’Ahad ha recuperado el control deMasyaf—dijoFahad,queparecíacauteloso.
Altaïrinclinólacabezaenseñalafirmativa.Fahadasintiódespacio,comosireflexionarasobreaquelhecho.—Tenía un acuerdo con tu predecesor—dijo por fin—. Le paguémucho para
poderentrarenMasyaf.—Yyalohashecho—respondióAltaïrentonoagradable.—Ah, sí, pero por una razón en particular, me temo—replicó Fahad con una
sonrisaturbiaysemovióunpocoensusilla—.Hevenidoaencontraralasesinodemihijo.
—Ytambiénlohashecho—dijoAltaïrconelmismotono.LaturbiasonrisadesapareciólentamentedelacaradeFahad.—Yaveo—dijoyse inclinóhaciadelante—.Entonces,¿cuáldevosotrosesel
responsable?Susojosrecorrieronlafiladeasesinos.—¿Notienestestigosqueidentifiquenalasesinodetuhijo?—PreguntóAltaïr—.
¿Quéapuntenalculpableentrenosotros?—Sí—dijoFahadcontristeza—,perolamadredemihijolesacólosojos.—Ah—dijoAltaïr—.Bueno,eraunarata.Puedequeteconsuelequehizopoco
porprotegeratuhijoo,dehecho,porvengarlounavezmuerto.Encuantotuvoque
www.lectulandia.com-Página247
enfrentarseadosancianos,envezdeauno,sediolavueltaysaliócorriendo.Fahadpusomalacara.—¿Fuistetú?Altaïrasintió.—Tuhijomuriócomovivió,Fahad.Disfrutabaadministrandodolor.—Unacaracterísticaqueheredódesumadre.—Ah.—Y,apropósito,insisteenquesunombreseavengado.—Entonces, no queda nada más que decir —dijo Altaïr—. A menos que
pretendasintentarloenestemismoinstante,teesperaréluegocontuejército.Fahadparecíanofiarse.—¿Mevasadejarmarchar?¿Nomevaadetenerningúnarquero?¿Aunquesepas
quevolveréconunafuerzaparaaplastarte?—Si temato, tendré que enfrentarme a la ira de tu esposa.—Altaïr sonrió—.
Además, tengo la sensación de que cambiarás de opinión sobre atacarMasyaf encuantovuelvasatucampamento.
—¿Yporqué?Altaïrsonrió.—Fahad,sientráramosenbatallaningunodelosdoscederíaterreno.Ambosnos
jugamosmásqueloquenuestroagravioexige.Micomunidadquedaríadevastada,talvezdeunmodoirreparable,perotambiénlatuya.
Fahadparecióreflexionar.—Porsupuestoesmíaladecisiónsobreloquemiagravioexige.—Nohacemuchoperdíamihijo—dijoAltaïr—yporesemotivoestuveapunto
deperderamigente.Mehedadocuentadequefueunpreciomuyaltoelquepagué,inclusopormihijo.Silevantáislasarmasencontradenosotrososarriesgáisaperdermucho.Estoysegurodequelosvaloresdetucomunidaddifierenmuchísimodelosmíos,peroestoysegurotambiéndequesontanvaliososcomodifícilesderechazar.
Fahadasintió.—Eresmássabioquetupredecesor,Altaïr.Muchodeloquedicestienesentidoy
loconsideraréenmiviajedevuelta.Perotambiéntendréqueintentarexplicárseloamimujer.—Cogiólasriendasydiolavueltaconsucaballoparamarcharse—.Buenasuerte,asesino—dijo.
—Porloquedices,erestúelquenecesitasuerte.Elbandolerolededicóotradesusturbiasytorcidassonrisasyluegosemarchó.
Altaïrserioymiróhaciaarriba,alaciudadelasobreelpromontorio.Habíamuchotrabajoquehacer.
www.lectulandia.com-Página248
58
12deagostode1257
Bueno. Era demasiado tarde para escapar deMasyaf antes de que llegaran losmongoles. De hecho, ya habían llegado. Como consecuencia, nos marchamos aConstantinoplaencuestióndehorasyestoyescribiendoestaspalabras rápidamentemientrasnosayudanasubirnuestrasposesionesaloscarros.YsiMaffeocreequelasdurasmiradasquemelanzabastaránparaquedejemiplumayecheunamano,estáequivocado. Ahora sé que estas palabras serán de vital importancia para futurosasesinos.Debenescribirseenseguida.
Esungrupopequeño,oesonoshandicho.Perolafuerzaprincipalnoestámuylejos.Mientrastanto,esegrupoderefriegasporlovistoquieredarseaconoceryhaestadolanzandopequeñosperoviolentosataques,escalandolosmurosdelpuebloyluchandoenlosbaluartesantesderetirarse.Sépocodelaguerra,graciasaDios,perosemeocurrequeestosbrevesasaltospuedequeseanunamaneradecalcularnuestrafuerzao la faltadeella.YmepreguntosielMaestrose lamentadesudecisióndedebilitar la ciudadela al disolver a los asesinos. Tan solo hace dos años ningúnpelotón se habría acercado ni diez pasos al castillo antes de caer a manos de losarqueros asesinos o bajo las hojas de los defensores. Cuando Altaïr le arrebató aAbbaselcontroldelaOrden,loprimeroquehizofueenviaraalguienabuscarsusdiarios:eltrabajodelMaestroeraserunafuerzatotémicaenlareconstruccióndelaOrden,fundamentalparaproporcionarloscimientosparadetenerlacaídadeMasyaf.BajoelreinadocorruptodeAbbasnohabíanaprendidoningunadelashabilidadesnihabían practicado el entrenamiento de antaño.LaHermandad tan solo eraAsesinaporelnombre.Laprimera tareadeAltaïr fue restablecer ladisciplinaquesehabíaperdido: el patio de entrenamientovolvía a retumbar con el sonidodel aceroy losgritos y maldiciones de los instructores. Ningún mongol se había atrevido a unarefriegaporaquelentonces.
PerocuandolaHermandadrecuperósunombreyreputación,Altaïrdecidióquela base en Masyaf ya no debía existir y quitó el emblema asesino del asta de labandera.SuvisiónparalaOrdeneraquelosasesinossalieranalmundo,dijo.Teníanqueoperarentrelagente,nosobreellos.ElhijodeAltaïr,Darim,llegóasuhogarenMasyafparaencontrarque tansoloquedabanunoscuantosasesinos, lamayoríadeloscualesestabanocupadosenlaconstruccióndelabibliotecadelMaestro.Cuandoterminaron,DarimfueenviadoaConstantinoplaparalocalizarnosamihermanoyamí.
Loquenos llevaalprincipiodenuestrahistoria,unosochentaañosdespuésdequeempezara.
—Perocreoquenosehaacabadotodavía—dijoMaffeo.Estaba esperándome. Teníamos previsto ver al Maestro en el patio principal.
www.lectulandia.com-Página249
EstábamossegurosdequeseríalaúltimavezynosllevóelayudantefieldeAltaïr,Mukhlis.
Alllegarpenséenloquehabríavistoaquelpatio.AllífuedondeAltaïrvioporprimeravezaAbbas,enmediode lanoche, inmóvilporsuafligidopadre.Allí fuedonde los dos lucharon y se convirtieron en enemigos; donde Altaïr había sidoavergonzadodelantedelaOrdenporAlMualim;dondeMaríahabíamuertoyAbbastambién.
NadadeaquelloselehabíaescapadoaAltaïr,quehabíareunidoalamayoríadelosasesinosparaqueoyeranloqueteníaquedecir.
Darim estaba entre ellos, con el arco, también el jovenMalik, yMukhlis, queestabasituadoal ladodelMaestroen la tarimadelexteriorde la torre.Losnerviosrevoloteaban como polillas en mi estómago y me encontré respirando de formairregularpara intentarcontrolarlos,puesel ruidode labatallaqueoíamosdefondoeradesconcertante.Losmongoles, alparecer,habíanescogidoaquelmomentoparalanzar otro de sus ataques al castillo, tal vez conscientes de que sus defensas sehabíanreducidotemporalmente.
—Hermanos—dijoAltaïr,depieantenosotros—,nuestrotiempojuntoshasidobreve,losé.Perotengofeenqueestecódiceresponderácualquierpreguntaqueaúntengáisenmente.
Locogíy ledi lavueltaenmismanos,conrespeto.Contenía lospensamientosmásimportantesdelMaestro,extraídostrasdécadasdeestudiodelaManzana.
—Altaïr —dije, apenas capaz de formar las palabras—, este regalo es…inestimable.Grazie.
AlhacerunaseñaAltaïr,Mukhlisavanzóconunapequeñabolsa,queentregóalMaestro.
—¿Adóndeiréisahora?—preguntóAltaïr.—AConstantinopladuranteun tiempo.Podemosestablecerunaagrupaciónallí
antesderegresaraVenecia.Serio.—TuhijoMarcoestaráimpacienteporoírlaslocashistoriasdesupadre.—Esunpocopequeñoparaesashistorias.Peropronto,algúndía,sí.Sonreíabiertamente.Mepasólabolsaynotéquehabíavariosobjetospesadosdentrodeella.—Unúltimo favor,Nicolás.Llévateestocontigoyguárdalobien.Escóndelo si
tienesquehacerlo.Levanté las cejas, pidiendo implícitamente su permiso para abrir la bolsa y
asintió.Leechéunvistazoalinterior,luegometílamanoysaquéunapiedra,unadecinco:comolasotrasteníaunagujeroenelcentro.
—¿Artefactos?—pregunté.Queríasabersiaquelloseranlosartefactosquehabíaencontradodurantesuexilio
enAlamut.
www.lectulandia.com-Página250
—Algo así —respondió el Maestro—. Son claves, cada una imbuida de unmensaje.
—¿Unmensajedequién?—Ojalálosupiera—dijoAltaïr.UnasesinoentrócorriendoenelpatioyhablóconDarim,queseadelantó.—Padre.Unavanguardiademongolessehaabiertopasoyhaninvadidolaaldea.Altaïrasintió.—Nicolás,Maffeo.Mi hijo os acompañará en la peor de las luchas.En cuanto
crucéiselvalle,seguidsucursohastaencontrarunpequeñopueblo.Vuestroscaballosyprovisionesosesperanallí.Manteneosasalvoyestadalerta.
Pequeño pueblo. Vuestros caballos y provisiones os esperan allí. Manteneos asalvoyestadalerta.
—Lomismodigo,Maestro.Cuidaos.Sonrió.—Loconsideraré.Yaldeciresaspalabras,elMaestrosemarchóaltiempoquegritabaórdenesalos
asesinos.Mepreguntésilevolveríaaverotravezmientrasmeechabaalhombrolabolsa de extrañas piedras y sujetaba con firmeza el inestimable códice. Lo querecuerdo después es una impresión de cuerpos, de gritos, del sonido del acero,mientrascorríamosaunaresidencia,yallímeacurruquéenunrincónaescribirestaspalabras, incluso cuando labatalla rugía en el exterior.Pero ahora tengoque irme.Tansolomequedarezarparaquepodamosescaparconvida.
De alguna manera creo que así será. Tengo fe en los asesinos. Solo esperomerecerlafedeAltaïr.Respectoaeso,eltiempolodirá.
www.lectulandia.com-Página251
59
1deenerode1258
Elprimerdíadeunnuevoañoyconunamezcladeemociones,limpioelpolvodela tapa de mi diario y empiezo una página en limpio, sin estar seguro de si estaentradamarcaunnuevocomienzooactúacomoepílogodelahistoriaquelaprecede.Talvezladecisiónseatuya,lector.
Laprimera noticia que tengoque comunicar la comparto con el corazón enunpuño.Hemosperdidoelcódice.ElquenosdioAltaïreldíadenuestramarcha,cuyocuidadonosconfió,estáenmanosdelenemigo.Siempremetorturaráelinstanteenque yacía sangrando y llorando en la arena,mientras observaba cómo el polvo selevantabaporloscascosdelgrupomongolatacanteyunodeellosblandíalacarterade cuero en la que guardaba el códice con la correa cortada.Después de dos díasfuera de Masyaf, con nuestra seguridad garantizada —o eso había parecido—,atacaron.
Maffeoyyoescapamosconvida,perosoloconeso,ysirviódepococonsueloeltiempoquehabíamospasadoconelMaestro,puespodríamoshaberaprendidomuchomásdelcódicequeconteníalasfacultadesparabuscareinterpretarelconocimientonosotrosmismos.
Decidimos que pronto deberíamos ir al este y recuperarlo (y por lo tanto,retrasaríamianterioroportunidadderegresaraVeneciayveramihijoMarco),peroantes tendríamosqueatenderunosasuntosenConstantinopla,puestoqueallíhabíamuchoquehacer.Pordelantenosquedabanalmenosdosañosdetrabajo,queseríaninclusomás difíciles sin la sabiduría del códice para guiarnos.Aun así, decidimosque, sí, habíamos perdido el libro, pero en nuestras mentes y corazones éramosasesinos, e íbamos a dar buen uso de nuestro conocimiento y de la recienteexperiencia adquirida. Por lo tanto, ya habíamos escogido el emplazamiento paranuestrabasedeoperaciones,unabreveexcursiónalnoroestedeHagiaSophia,dondeíbamos a abastecernos con los productos de la mejor calidad (¡por supuesto!).Mientrastanto,comenzaríamosapropagarydifundirelcredodelosasesinoscomoprometimoshacer.
Yalmismotiempoqueempezamoselprocesodeunanuevaasociacióntambiénocultamos las cinco piedras que nos dio Altaïr. Las claves. Nos dijo que lasguardáramosbieno las escondiéramos.Trasnuestra experiencia con losmongoles,decidimosquelasclavesteníanqueocultarse,asíquenospusimosaesconderlasporConstantinopla. Hoy esconderemos la última, así que, cuando leas esto, las cincoclavesestaránasalvodelosTemplarios,paraquelasencuentrealgúnasesinoenelfuturo.
Seaquiensea.
www.lectulandia.com-Página252
Agradecimientos
Doymismásespecialesgraciasa:
YvesGuillemotJeanGuesdonCoreyMayDarbyMcDevittJeffreyYohalemMattTurner
Ytambiéna:
AlainCorreLaurentDetocSébastienPuelGeoffroySardinXavierGuilbertTommyFrançoisCecileRusseilChristeleJalady
ElDepartamentoLegaldeUbisoft
CharliePattersonChrisMarcusEtienneAllonierMaríaLoretoAlexClarkeAliceShepherdAndrewHolmesClémenceDeleuzeGuillaumeCarmona
www.lectulandia.com-Página253
Epílogo
Encima de él, en la cubierta, el Asesino oyó los sonidos de un alboroto, losfamiliares golpes de las pisadas que acompañaban a la aproximación a tierra. Losmiembrosde la tripulacióncorríande suspuestos aproa,vibrandoen las jarciasocolgando de las cuerdas, protegiéndose los ojos para contemplar los relucientespuertosalosquesedirigían,anticipandolasaventurasquelesesperaban.
Alasesinotambiénleaguardabanaventuras.Porsupuesto,lassuyasseríanmuydistintasa lasque imaginabacon ingenuidadla tripulación,quesindudaconsistíanprincipalmenteenvisitarlastabernasytratarconalgunasprostitutas.Elasesinocasilos envidiaba por la simplicidad de sus empeños. Las suyas serían tareas máscomplicadas.
CerrólosdiariosdeNicolásyapartóellibro,dejándolosobreelescritorio.Pasólosdedospor la cubiertaenvejecidaymeditó sobre loqueacababadeaprender, elcompleto significado de lo que sabía que tardaría en darse a conocer.Y entonces,respiróhondo,selevantó,sepusosutúnica,aseguróelmecanismodelahojaensumuñecaysesubiólacapucha.Acontinuación,abriólatrampilladesusdependenciasparaaparecerenlacubierta.Éltambiénseprotegiólosojosparaecharunvistazoalpuertomientraselbarcocortabaelaguabrillanteparadirigirsehaciaallí,dondeyahabíagentereunidapararecibirles.
Eziohabíallegadoalagranciudad.EstabaenConstantinopla.
www.lectulandia.com-Página254
Relacióndepersonajes
Nicolás,elnarrador
MaffeoPolo
Losasesinos
AltaïrIbn-La’Ahad
María,sumujer(desoltera,Thorpe)
DarimySef,sushijos
AlMualim,elMaestro
Faheemal-Sayf
UmarIbn-La’Ahad,elpadredeAltaïr
AbbasSofian
AhmadSofian,elpadredeAbbas
Malik
Tazim,elhijodeMalik,tambiénconocidocomoMalik
Kadar,elhermanodeMalik
Rauf
Jabal
Labib
Swami
Farim
AldeanosdeMasyaf
Mukhlis,sumujer,Aalia,ysuhija,Nada
Loscruzados
RicardoIdeInglaterra,CorazóndeLeón
SalahAl’din,sultándelossarracenos
www.lectulandia.com-Página255
ShihabAl’din,sutío
LosnueveobjetivosdeAltaïr
Tamir,elcomerciantedelmercadonegro
Abu’lNuqoud,elreymercaderdeDamasco
GarnierdeNaplouse,elGranMaestrodelosCaballerosHospitalarios
Talal,untraficantedeesclavos
MajdAddin,regentedeJerusalén
GuillermodeMontferrato,señordeAcre
Sibrand,GranMaestrodelosCaballerosTeutónicos
Jubairal-Hakim,lídereruditodeDamasco
RobertdeSablé,GranMaestrodelosCaballerosTemplarios
EnChipre
Osman,elcapitándelaciudadelaenLimassol
FedericoelRojo,caballeroTemplariodegradosuperiorenLimassol
ArmandBouchart,elsucesordeRobertdeSablé
Markos,Resistencia
Barnabas,Resistencia
Barnabas,impostor
Jonás,uncomerciante
Moloch,«ElToro»
ShalimyShahar,loshijosdeMoloch
Losbandidos
Fahad
Bayhas
Eldelpelolargo
Agradecimientos
www.lectulandia.com-Página256
Doymismásespecialesgraciasa:
YvesGuillemot
JeanGuesdon
CoreyMay
DarbyMcDevitt
JeffreyYohalem
MattTurner
Ytambiéna:
AlainCorre
LaurentDetoc
SébastienPuel
GeoffroySardin
XavierGuilbert
TommyFrançois
CecileRusseil
ChristeleJalady
ElDepartamentoLegaldeUbisoft
CharliePatterson
ChrisMarcus
EtienneAllonier
MaríaLoreto
AlexClarke
AliceShepherd
AndrewHolmes
ClémenceDeleuze
GuillaumeCarmona
www.lectulandia.com-Página257
www.lectulandia.com-Página258