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Madrid Edición popular

Martes 3 Año MDCCCVIII

mayo de 1808 Número especial

D I A R I O I N S U R R E C T O D E L A M O N A R Q U Í Aw w w . a b c . e s

El generalMurat ordenauna brutalrepresión porvenganza

FOTOGRAMA DE «EL DOS DE MAYO», DE JOSÉ LUIS GARCILa gente sencilla se enfrenta a la caballería de Napoleón y a sus soldados durante los trágicos sucesos acaecidos ayer

Los capitanesDaoíz y Velardese inmolan enMonteleón

Navaja albaceteña «Viva el honor de mi dueño» Cupón para conseguirla por sólo 1 real

Por el Rey, por EspañaEL PUEBLO MADRILEÑO SE ALZA EN ARMAS CONTRA EL INVASOR FRANCÉS

Repartieron armas del Parque de Artillería entreel pueblo llano y lo defendieron hasta la muerte,sufriendo numerosas bajasš8 y 9

Relación completa delos muertos, fusilados yheridos durante el motínde ayer, con sus historias,en www.abc.es

413 muertos y 169 heridos entre los militares, artesanos, mujeres y niños que trataron de impedirel secuestro de Don Francisco de Paula š Disturbios en Palacio, Sol y aledaños, y Maravillas

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ABC MARTES 3š5š1808 LA TERCERA 3

Ahora, la noche se abre como la muerte, co-mo el sueño. Noche de lóbrega carnicería,de ejecuciones en masa, de exterminio, en

el Manzanares y Moncloa. Ahora, en medio del si-lencio, del miedo que provocan los cascos de los ca-ballos pasando en gran número por las calles lle-nas de cadáveres y heridos gimientes, el tumultovocinglero de la mañana y el furor anti-napoleóni-co que ha arrojado al pueblo entero de Madrid a lacaza y degüello del mameluco y del soldado fran-cés, son un poco de ceniza y de gloria.

Las descargas de fusilería se aprietan ahora,menos dispersas, concertadas en el ritmo de quie-nes apuntan y disparan sobre la siniestra esceno-grafía de los paredones enrojecidos por la sangre.Como el grito de una sirena que anuncia a los bar-cos su naufragio, la brisa de este mayo coléricotrae corazonadas de madrileños con los brazos enalto, patéticos y sublimes ante sus verdugos, moni-gotes y arcángeles, anónimos e inmortales, memo-rias del paso sonoro de coraceros y dragones quehacen temblar bajo sus espadas y bayonetas las de-tenidas tierras vivas de España.

¿Quién, a la entrada de Madrid, no verá maña-na la muerte impuesta por las instrucciones deMurat, que dicen «Se ha derramado sangre france-sa y eso exige venganza», «Todo lugar donde seaasesinado un francés será quemado», «Toda re-unión de más de ocho personas será considerada se-diciosa»? ¿Quién no oirá mañana el golpe de las ar-mas y el chapoteo nocturno de la sangre? Ni el másmiserable, ni el más débil y distraído de los españo-les olvidarán algo de esta historia.

¿Pero hay una historia? ¿O la historia vendrádespués con su pasión de batalla y el brillo polvo-riento de una revancha? Tan pronto como el ordendel invasor sanguinario ha sofocado los gritos deun pueblo tumultuoso, gigantesco, feroz y verdade-ro, un pueblo que ha masacrado y ha sido masacra-do, he querido nombrar los sitios donde se despa-rraman los muertos —Palacio Real, Puerta de Tole-do, Puerta del Sol, Plaza Mayor, Parque de Artille-ría de Monteleón— y dar un poco de luz a la génesisdel furioso y triste torbellino de la mañana; peroen seguida he comprendido que, aquí, quizá no que-pa la verdad, que, a veces, resulta imposible sacarciertas verdades en claro. ¿Ha sido una conspira-ción calcada sobre el aciago motín que en Aranjuezderribó a Godoy y forzó la abdicación de Carlos IV?¿Ha mediado la provocación imperial, según elplan de quitar a los Borbones la corona de Españay sus Indias con cualquier pretexto para dársela algran duque de Berg o a alguno de los Bonaparte?¿O sencillamente ha sido un motín repentino e in-esperado, un fulminante y devastador ataque deira que ha seguido a la pérdida de una paciencia ex-cesiva? ¿Y de qué ha servido batirse con tijeras, ha-chas, cuchillos de cocina, sables o escopetas anteel más aguerrido y profesional ejército de Europa?La vana inutilidad de todo examen se me presentaahora con dolorosa elocuencia.

Sólo hay dos cosas claras en el centro de esta te-la de claroscuros, ruido y furia: que la barbarie hasido unánime y que, a pesar de que se repita queaún habitamos el siglo de las Luces, el hombre si-

gue empeñado en matar sin compasión alguna,con la rutinaria frialdad que ilustran los disparosque ahora suenan en la noche. Le repito a usted laspalabras que escuché de Danton en París en un mo-mento en que los discursos de Robespierre empeza-ban a producirnos dolor de cuello y vislumbrába-mos la muerte: «¿Qué es esto en nosotros que forni-ca, miente, roba y asesina?»

Sé lo que piensa. Me lo ha dicho muchas vecescuando la juventud aún albergaba en mi helado co-razón cierta esperanza: «¿No parece simple que enuna época en que la marcha de la historia es más rá-pida, también se queden más hombres sin aliento.»

Pero acaso ahí resida lo terrible. La historia,que en 1789 ha alterado la raíz del Viejo Mundo, nosaplasta, y nadie salva a nadie con sus heridas. Trasla muerte de Mirabeau, cuando la posibilidad de lamonarquía constitucional quedó aniquilada, laviolencia y el ensañamiento han dominado Euro-pa: la Convención, el Terror, que quiso construir laigualdad como Bajazet sus pirámides, de cabezashumanas, las ejecuciones de los reyes y demillares de personas de toda condición, la guerrainternacional, el Consulado, la belicosa expansiónnapoleónica, y finalmente, el Imperio, que intentauna monarquía universal mediante la conquista yque, ahora sí, ha quitado del rostro de Napoleónsus máscaras.

Acaso, después de Marat, Saint Just y Robespie-rre, después del Comité de Salud Pública y de la sis-temática degollina que un día presenciamos us-ted y yo, en París, guardar alguna ilusión sobrelas virtudes y la capacidad de progreso moral, ¿noes una candidez? ¿Acaso la razón, cuando se olvi-da de sus propios límites y deja de comportarse crí-ticamente en relación consigo misma y con su hi-ja, el progreso, no produce los monstruos y pesadi-llas que ha tejido el pintor Goya alrededor de susCaprichos?

Y sin embargo, no pocos de nuestros hombresde mayor mérito e ilustración se han empeñado enno ver. Todavía les ciega el lamentable espectáculode nuestros reyes, la vileza en que ha caído la mo-narquía y el fanatismo de nuestro pueblo. Quieren

creer en Napoleón, al que imaginan como regene-rador de la patria, en quien han descubierto el hu-racán que entierra a su paso las fortalezas del oscu-rantismo bajo olas de bayonetas. Piensan que su po-tencia es incontenible y que hay que obrar en con-secuencia: es decir, aceptarla y colaborar en susplanes para seguir adelante. Como usted, y yo mis-mo en el pasado, muchos han puesto sus admiracio-nes y sus esperanzas en Francia, la dulce y civiliza-da Francia. Y pienso que, a pesar de todo, a pesarde la violencia y del crimen en masa que ahora seestá cometiendo en Madrid, le seguirán concedien-do crédito.

Triste, vana ilusión. Quien camina hacia un ti-rano, escribió Plutarco al describir la muerte dePompeyo en Egipto, es ya su esclavo, aunque lo ha-ga en libertad. Y nosotros, desde el rey al príncipe,pasando por nuestra nobleza y nuestras minoríasilustradas, hemos caminado durante demasiadosaños en dirección al tirano.

Adivino su gesto: ¿Napoleón, tirano?... ¿Perono lo es quien alberga los mismos sueños imperia-listas de Luis XIV sobre España y para quien la or-ganización gobernante de Francia y sus satélitesequivale a instituciones de dictadura, armas deguerra? ¿Tiene un emperador, a pesar de su heroís-mo y genuina grandeza, derecho a cambiar el mo-do íntimo y racional en que otro pueblo quiere regu-lar su existencia material y moral? ¿Hasta cuándolas huellas de la libertad serán tumbas? ¿Hastacuándo seguiremos ignorando que hay proyectospolíticos en los que cada coma es un golpe de sabley cada punto un campo de batalla sembrado de mu-tilados y agonizantes?

Sí, el rostro del pueblo español me estremece,porque a veces se parece a un Minotauro que cadasemana necesita sus cadáveres y sigue con pasiónlas consignas del clero vociferante, pero el ordende Napoleón es el orden de la fuerza y de los cemen-terios bajo la luna, el orden de Saturno, que devoraa sus propios hijos, el orden del hombre de acciónque no conoce miramientos, que sacrificaría todo,a sí mismo, a su familia, a sus mariscales, a su pa-tria, al mundo.

No me he echado a la calle en medio de lametralla y estoy demasiado viejo para seguir bandería alguna. No obstante, pienso que hoy, dosde mayo, aquí, en Madrid, capital del Reino de Espa-ña y sus Indias, la nación ha hablado, y que a partirde ahora mi deber está en colocarme de su lado. Nolidiaré, como tal vez podáis pensar, por la Inquisi-ción , ni por el interés de los grandes de España. Li-diaré por los preciosos derechos de un rey al queaborrezco, por nuestra religión, nuestra constitu-ción y nuestra independencia. Y no creáis que el de-seo de conservarlos está distante del de destruircuantos obstáculos puedan oponerse al propósitode regenerar España y levantarla al grado de es-plendor que tuvo algún día. Todo, amigo mío, mearrastra a la penumbra de una batalla quizá perdi-da de antemano. La gloria de esta decisión es la tris-te forma de mi olvido.

CARTA DE UN NOBLE ESPAÑOLA UN PENSADOR INGLÉS

El conde de Torrealegre ha encargado al historiador y colaborador de ABC Fernando García de Cortázar

la redacción de esta carta abierta a Thomas Payne sobre los trágicos acontecimientos de ayer

FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZARDirector de la Fundacion Dos de Mayo. Nación y Libertad

«Sólo hay dos cosas claras en elcentro de esta tela de claroscuros,ruido y furia: que la barbarie ha sidounánime y que el hombre sigue

empeñado en matar sin compasión»

«Pienso que hoy, dos de mayo, aquí,en Madrid, capital del Reino deEspaña y sus Indias, la nación hahablado, y que a partir de ahora mideber está en colocarme de su lado»

2 SUMARIO MARTES 3š5š1808 ABC

Cuando losministrosAzanzay0'Farril de laJuntapresidi-da por el Infante Don Antonio se presentaron aMurat al ce-

sar el fuego, ¿le harían creer que la revuelta no había sidocaldeadapornadieyquenohabía razones, sinoerrores es-parcidos? ¿Sólo un tumulto fácil de disipar... si los france-ses se abstenían de toda represalia? Fueron ayer tarde amostrarse ministros, generales y autoridades por las ca-lles llamando «¡A la paz, que no habrá consecuencias!», altiempo que el duque de Berg proclamaba ante sus tropas:«Soldados: el populahodeMadrid se ha sublevadoyha lle-gadohastael asesinato... Lasangre francesahasidoderra-mada y clama por la venganza». Eso, ministros, ¡a la paz!

Yacontamos con un balance aproximado de los héroesqueayer cayeronen la luchao frenteal pelotón, así co-

mo de los heridos y muchas de sus historias (www.abc.es).El total asciende a 169 o 171 heridos y entre 413 y 430muer-tos, según fuentes confidenciales. Entre los fallecidos secuentan1abogado, 1 agentedenegocios, 3 clérigos, 2 corre-dores de vales, 15 funcionarios, 22 individuos sin oficio ycon título de Don, 5 médicos y cirujanos, 39 militares, 23servidoresde laCasaReal, 6 panaderos, 2músicos, 75 indi-viduossinoficioni título, 2mendigos, 3plateros, 12 zapate-ros, 3 sastres... Ayer perdieron la vida 57 mujeres y 13 ni-ños. A 113 fusilaron en la diezma. Que Dios les acoja.

LA JUNTA DE GOBIERNO Y «LA PAZ» ÚLTIMO PARTE DE VÍCTIMAS

Galería š La mirada de Garci se posa en 1808

Hoy el diario le ofrece 16 páginascon el siguiente orden:

ABC Confidencial

3DE MAYO DE 1808

Santoral La Iglesia celebra hoy lafestividad de la invención de laSanta Cruz

EditadoporDiario ABC, S. L. Juan Ignacio Luca de Tena, 7. 28027Madrid.Publicidad: 902 334 556 Suscripciones: 901 334 554 Att. al cliente: 902 334 555Edición popular

ÍNDICE

El tiempo EnMadrid seesperanintervalossoleados y lluviaesporádica

La pintura primero y ahora el cine componen el homenajede las Artes a la rebelión del Pueblo de Madrid. Losfotogramas inéditos de la visión de Garci sobre la históricafecha en abc.es/galerias

Más información š Bibliografía recomendadaLea la más completa bibliografía sobre el Dos de Mayo y laGuerra de la Independencia. La biblioteca fundamental en elespecial de ABC.es

Documento š En memoria Listado íntegro de losespañoles muertos y heridos en los combates del Dos deMayo de 1808 y los fusilamientos de prisioneros que lesiguieron.

Al detalle š Partes de combateInforme del estado de las Fuerzas del Ejército Español y delas del Ejército Imperial Francés en Madrid. Partes decombate de las batallas fundamentales.

MÍN. MÁX.

10 17,5Madrid Madrid

© Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicaciónpública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sinprevia, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a laque se manifiesta oposición expresa. Número especial D. L.I: M-13-58 Apartado de Correos 43, Madrid

Martes

Jorge III Informe del cónsul británico en Madrid (encontrado por Alicia Laspra)

Agradecimientos

A José Luis Garci, directorde la película «El Dos deMayo», en fase de montaje,las fotografías que ilustraneste número. A ArsenioGarcía Fuertes, autor dellibro «Dos de mayo. El gritode una Nación» (Ed. Inédita),buena parte de ladocumentación que se puedeencontrar en www.abc.es.Así como a la BibliotecaNacional, al Museo delPrado, al Británico, al delEjército y al Municipal deMadrid porque albergan loscuadros, grabados y objetosque documentan la edición.A la Fundación LázaroGaldiano y al historiadorRicardo García Cárcel porsu asesoramiento.

Este númeroespecial

Tulio Demicheli concibióeste diario para la exposición«2 de Mayo. Un pueblo, unanación», que ha comisariadoArturo Pérez-Reverte, autorde la novela «Un día decólera» (Alfaguara), para elCanal de Isabel II y laComunidad de Madrid.Realizó el diseño CarmenRodríguez Blasco y le ayudóRicardo Blanco García.

LA TERCERA 3EDITORIALES 4ENFOQUE 5ESPAÑA 6AGENDA 14CIENCIA Y FUTURO/HOGAR XIX 15LA ÚLTIMA 16

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4 EDITORIALES MARTES 3š5š1808 ABC

Ya se veía venir desde la derrota de Trafalgar en 1805, todopor causa de esta alianza contra Inglaterra subordinada alos intereses de Francia, pues le ha mostrado al Empera-dornuestragran flaqueza interna. ¿Enquépensabael sere-nísimoPríncipede laPazcuandoaceptó el reinodelAlgar-be si facilitaba al francés el paso por la Península para lapartición de Portugal? ¿No vio que avalaba el inmediatodesmembramientodeEspaña, troceadaen reinosmenoresdonde entronizar a los Bonaparte o a sus afectos? ¿Acasodio elGeneralísimo—yahoraestapusilánimeJuntadeGo-bierno— por cerrada nuestra gloriosa Historia?Arrogante, porhabersidoelungidodeDonCarlos cuan-

doapenas eraunmozo lampiñoen laGuardiadeCorps; en-greído, porhabermanejado los asuntos delEstadocon realimpunidad tantísimos años,ManuelGodoy ha ido precipi-tando, paso a paso, esta crisis que sólo puede conducir a larendiciónde laCoronaaNapoleón.Yeso, ¡nuncaseconsen-tirá!MaloeselbalancedeDonManuel, puesal cabo tampo-co ha sabido resolver los asuntos pendientes de la vida es-pañola, así le sea benevolente la posteridad por sus virtu-des: la extensión de la educación y el fomento de las Artes,las Ciencias y las Letras. Pero éste no es el momento. Op-cióndelReyentre losAranday losFloridablanca, su refor-mismomásbiensirvióaunaambición, oquizá, aunacoar-tada: la suya.Quisoserelhombre nuevo, ésequeoreabades-de laFrancia regicida,peroa laespañola.Paraencumbrar-se, aduló a los liberales y luego los vaciló. ¡A ver cuántos ledefienden ahora! Solo el Rey caído, contra su hijo.AlGranAlmiranteypresidentedelConsejo, haber sido

destituido por un golpe de fuerza (jaleado como motín, elpasado19demarzo enAranjuez), quizá lehayahechoreca-pacitar. Y quizá vea su funesta imprevisión de las conse-cuencias de una política exterior sin estrategia—me alío,

me desalío, ahora firmo una paz sin avisar a mi aliado—quenoha recuperado el respeto de granpotencia atlánticaque España y su imperio de Indias ameritan entre las na-ciones.Bien es verdadqueSuAlteza intentó enmendarse aúltimahora cuando, cierto yaqueerauna invasiónen todaregla—decenas de miles los franceses en el Reino— acon-sejó alMonarcaquemarchaseaSevillayqueemprendieraviaje a las Américas, como antes hizo el Rey de Portugal.Mas en Aranjuez, las múltiples intrigas que se han ido

urdiendo alrededor del Príncipe deAsturias (y que aflora-ron durante la fallida Conjura del Escorial, a finales delañopasado), no sólo frustraronun exilio que salvaguarda-se laprimacíadinástica ymantuviereviva la llamadeunaPatria independiente. Sino que esas intrigas forzaron unanomuy clara abdicación de Don Carlos, sobre la cual difí-cilmente podría sostenerse la legitimidad de Don Fernan-do—ambos, a punto de encontrarse en Bayona.Un secuestro éste —el de la Real Familia, cuyo miem-

bromenor, el InfanteDonFrancisco de Paula, ayer nos fuearrebatado junto con laReina viuda deEtruria, su herma-na María Luisa— que sólo servirá a los planes que trama,desdesumismallegadaenmarzo, elmariscalJoachimMu-rat, GranDuque de Berg... Pues, como bien se sabe, él tam-bién aspira en silencio a este sitiado Trono de España.AlenfrentarseesteDosdeMayoconlosdragones, los co-

raceros, los artilleros y legiones de polacos y mamelucos.el pueblo llano le ha venido a recordar a Don Manuel Go-doy que más allá de los pleitos entre Carlos IV y FernandoVII;másallá de la inepciadesusministros ymásacáde lascamarillas; por encimade todo, las gentes salieronadefen-der lo suyo: A su Rey, como símbolo de permanencia de lafamilia a lo largo de los siglos. Y a la tierra de sus padres,España, que ahora se bautiza, quizá, comoNación.

Ayer, muchas gentes de bien se quedaronencasa, cerraron los balcones yaguarda-ron a que llegara la calma. Las autorida-des velaron para que se restauraran latranquilidad y el orden público. No hubopresencia notable en el levantamiento nide la nobleza, ni de la Iglesia, ni de laemergente burguesía. Tampoco se sumóel Ejército, que siguiendo las directricesde la Junta de Gobierno encabezada porel Infante Don Antonio, permanecióacuartelado, excepción hecha de los capi-tanes Luis Daoíz y Pedro Velarde quie-nes, junto con algunos pocos oficiales,soldadosyvoluntariosdelEstado,desobe-decieron las órdenes del capitán generaldon Francisco Javier Negrete, armandoal pueblo llano y defendiendo hasta darsu vida el Parque de Artillería deMonte-león. Sin embargo, el ejemplo dado por la«manolería» madrileña: sus mujeres, ar-tesanos, obreros, indigentes yniños—unejemplo que nos recuerda la necesidad deempezar a contar con las clases popula-res—debeanimarnosabuscar las fórmu-lasde integraciónquehaganposible lade-fensa de nuestro amado Rey y de la inde-pendencia del Reino. Sabemos que el se-cretariodelAlmirantazgoy fiscal del Su-premo Consejo de Guerra, don Juan Pé-rez Villamil, se halla en Móstoles alen-tando a sus alcaldes—donAndrés Torre-jón y don Simón Hernández— para queproclamenunbando llamandoa los espa-ñoles a secundar la defensa de la Patria.Unadefensa sóloposible si se logra launi-dad de todos.

Área Financiera: Jorge OrtegaÁrea de Márketing: Javier CaballeroÁrea de Publicidad: Adolfo PastorÁrea Técnica: José CañizaresÁrea de Recursos Humanos: Raquel Herrera

PRESIDENTEDEHONOR:GUILLERMO LUCA DE TENA

PRESIDENTA-EDITORA:CATALINA LUCA DE TENA

CONSEJERODELEGADO: JOSÉMANUEL VARGAS

La represión ordenada por el mariscalMurat al general Emmanuel Grouchy ad-vierte que «los autores, vendedores y dis-tribuidores de libelos impresos o manus-critosque llamena la sedición, seráncon-siderados agentes de Inglaterra y arcabu-ceados». A lo largo de la mañana de ayer,las sedes de los diarios nacionales fueroncontroladas por las autoridades milita-res y suspendidas sus actividades hastanueva orden.Ante el acoso que sufre la li-bertaddePrensaydeexpresión, losdirec-tores deEl País, don JavierMoreno; deElMundo, don Pedro J. Ramírez; de La Ra-zón, don Francisco Marhuenda, y deABC, donÁngelExpósito, decidieron quela opinión pública debía estar informadade los acontecimientos minuto aminuto,y han puesto los medios necesarios paraque los diarios se impriman clandestina-mente.Actúa como secretario de la Juntade Emergencia, don Fernando GonzálezUrbaneja, presidente de la Asociación delaPrensa; y lapreside, comoesnatural, eldirector deABC, por ser el diario decano.

Director Adjunto: Eduardo San Martín. Subdirectores: Santiago Castelo, Fernando R. Lafuente, Alberto Pérez, Alberto Aguirre de Cárcer,José Antonio Navas y Pablo Planas. Jefes de Área: Jaime González (Opinión), J.L. Jaraba (España), Miguel Salvatierra (Internacional),Ángel Laso (Economía), Juan Cierco (Cultura, Ciencia y Deportes), Mayte Alcaraz (Fin de Semana), Jesús Aycart (Arte).Adjuntos al director: Ramón Pérez-Maura, Enrique Ortego y Ángel Collado. Redactores jefes: V. A. Pérez (Continuidad), A. Martínez (Política),M. Erice (Internacional), F. Cortés (Economía), A. Puerta (Regiones), J. Fernández-Cuesta (Sociedad), A. Garrido (Madrid), J. G. Calero (Cultura yEspectáculos), J. M. Mata (Deportes), F. Álvarez (Comunicación-TV), A. Sotillo (S6 y D7), J. Romeu (Fotografía), F. Rubio (Ilustración) y S. Guijarro.

DIRECTOR:ÁNGEL EXPÓSITOMORA

LAS CULPAS DE DONMANUEL GODOY LA SITUACIÓNPOLÍTICA

AL SERVICIO DELA LIBERTAD

DIRECTORGENERAL: JOSÉ LUIS ROMERO

ABC MARTES 3—5—1808

ENFOQUE5

w w w . a b c . e s

A pesar de que tanta rabia y dolor no se borrarán jamás denuestras retinas, los trágicos acontecimientos de ayer enMadrid deben quedar fijados para las próximas generacio-nes. ¿No es Goya el mejor pintor de España? ¿No deberíamosconfiarle este legado? ¿Sabe Goya que Murat ha ordenadouna venganza indiscriminada? ¿Pintará el fusilamiento deespañoles en laMontañade Príncipe Píou otros puntos? ¿Havisto al pueblo derrotar con tijeras y navajas a los mamelu-cos? ¿Conoce acaso Goya las intenciones del Fiscal del Con-sejo Supremo, Juan Pérez Villamil, y los Alcaldes de Mósto-les, Andrés Torrejón y Simón Hernández? ¿Sabe que han fir-madoun bando en el que nos piden que «muramospor el Reyy por la Patria, armándonos contra unos pérfidos que so co-lor de amistad y alianza nos quieren imponer un pesado yu-go»? ¿Sabe que ahora mismo viajan postas con destino a Ba-dajoz y Andalucía alentando a los Justicias a «escarmentartanta perfidia»? Que venga Goya y lo pinte para las genera-ciones futuras. Por su ojo la guerra nunca más será lo mis-mo.Porsupincel el futurohablarádeeste sa-crificio.Talvezdeaquía200añosseexpon-gan sus cuadros en un Madrid libre y, en-tonces, tanto dolor y cólera tendrán en esalibertad sentido.

Ángel Expósito. Director de ABC

QUE GOYA PINTE ESTEDOLOR Y ESTA CÓLERA

EL FOCO DEL DIRECTOR

FOTOGRAMA DE «EL DOS DE MAYO», DE JOSÉ LUIS GARCI

FOTOGRAMA DE «EL DOS DE MAYO», DE JOSÉ LUIS GARCI

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6 MARTES 3—5—1808 ABC

ESPAÑAw w w . a b c . e s

POR IGNACIO TORRIJOS

MADRID. Madrid contra elEjército de Francia. Frente aPalacio, ayer, reinó la muerte.Allí lacoronarongarrotesyme-tralla, y el odio fue su trono aflor de fuego.

Se vino un solmuydemayo,desmelenado de día. Prontoiban a pelarlo a navaja y bayo-neta. El sol majo, relimpio, fu-gadode la lluvia lanochedeldo-

mingo, despliega su banderaen lacalledeAlcaláyenfilaha-ciaPalacio. Lo sigueBlasMoli-na, cerrajero y espía fernandi-no, de sombra mosqueada. Vecorros por Madrid. Capas y fa-jas prestas, patillas encrespa-das, mandíbulas insomnes.Manolos y chisperos, mozos,amoladores, criados,menestra-les,mendigosopilluelos,uncu-raconpandilla,mujeresconca-nastos, salpicón de estudian-

tesy greyde forasteros venidosde Aranjuez y otros puebloscercanos. El pueblo está en lacalle, los finos en sus casas, losReyes en Bayona, el Estado enel limbo, las armas en conser-va, el futuro en el aire. Con elcuento gabacho del paso a Por-tugal, hay ya cien mil france-sesque imperanenEspaña.Só-lo falta la chispa donde prendala llama. Y Murat, al acecho,quiere apagarla en sangre.

Espera un carruajeNuevede lamañana.Ha cundi-do el rumor de que quieren lle-varse a Bayona al Infante, DonFranciscodePaula.Uncarrua-je le espera en la puerta delPríncipe.Yaestá allíBlasMoli-na, queve cómoparte enotro lareinadeEtruria…BlasMolinaSoriano lo cavila y se inflama.«¡Traición, traición, traición!—grita a toda garganta—. ¡Sellevan al Infante!». Unas seten-ta personas se juntan en la ex-planada. Molina se arrebata ala puerta del Príncipe; conotros que lo apoyan, va en posuna mujer atrevida y galana.Centinelas de guardia, cartu-cheras vacías, le franquean elpaso, y él remonta exaltado laescalera. El Infante, de pronto,camino del gabinete de su tíoDon Antonio, asoma en un re-llano. Catorce años cumplidosy nariz respingona. Da un ¡vi-va! el cerrajero, y el grupo lo co-rea.El chico lepromete, agrade-cido, que en un balcón saluda-rá a la gente si todos se retirana la plaza, donde el enjambrecrece.

Ha cumplido el Infante, en-tre grandes aplausos. El jefe deescuadrónArmandLaGrange,enviadoporMuratconunescol-ta, irrumpe entonces súbito enla masa. Viene faltón, rechulo,del palacio Grimaldi. Le mien-tan a sumadre. LaGrange tien-ta el sable. «¡Matadlos, mata-dlos!», bramaMolina, y hay co-natos y ropas desgarradas. Seinterpone Pedro de Toisos,exento de Guardia de Corps,que media y pone a salvo a losfranchutes. Desde la calle Nue-

va, surge un piquete de veinteimperiales que evacua a susmaltrechos compatriotas.O´Farril, el ministro de la Gue-rra, aparece en la puerta de Pa-lacio. Molina le increpa,O´Farril le empuja. «¡Márchen-seestos insurrectosasuscasas,pues nadie necesita de ellos!»,ordena el ministro. «Usía yotros pícaros venden a Españay nos pierden a todos», se enca-ra el cerrajero. «¡Fuera de aquí,o mando abrir fuego!». «¿Fue-go?... ¿Contra el pueblo?»… Elpueblo se exacerba de coraje yderabia, locorroen lasganasdemoliendafrancesa.Unmensaje-

rogalopasacercayse libra,gra-cias a un capitán de las Guar-dias Walonas. Molina se deses-pera: «¡A matarlos, a matar-los!»;y fieroporlascalles,al ins-tantesetopaconlapresaquean-siaba: un joven militar. Lo tun-dea bastonazoshastahartarse,y luego un Voluntario de Ara-gón lo ensarta de una vez, y elfrancésmuere.

La descargaUn redoble de tambor… Moli-na vuelve a Palacio. Un gentil-hombre de Corte vocea desdeunbalcón: «¡Quese llevanal In-fante!», y el gentío se abalanza

09:05

El pueblo se rebela en Palacioy empieza a reinar lamuerte«¡Que se llevan al Infante!», gritan losmadrileños, entregando sus vidas en elafán de retener a Don Francisco de Paula

09:4508:30 09:40 -10:00

Palacio Real

La reina de Etruria, hija de CarlosIV, sale del Palacio Real deincógnito.

El Infante Francisco de Paula, decatorce años, tiene queabandonar Palacio para viajar aBayona.

Se concentran unos 70madrileños ante Palacio.

Parque de Artillería deMonteleónLlegan Pedro Velarde y losVoluntarios del Estado.

Palacio Real

La multitud frente a Palacio crecepor momentos.

EL PRADODon Francisco de Paula en 1800, a los 6 o 7 años, por Goya

09:10

ABC MARTES 3—5—1808 7

10:05

sobre el coche del doncel, ren-didoypresode lágrimas.Ya so-mosmediomillar. Al punto ve-mos llegar tres piezas de arti-llería y otras fuerzas que con-fluyen sobre laPuertadelPrín-cipe. Vienen de San Nicolás.

Batallón de granaderos, petoblanco, chacósnegros, susuni-formes azules. Cañones en ba-tería, cargados de parca ar-diente. Tumulto, estupor y pá-nico. Un oficial da la orden:«¡Fuego!», y retumba el alma.Fusiles, infierno, esquirlas, ymás de cuarenta muertos bajoun sol ya desmayado. Si mayotrae amapolas, allí florecieronlíquidas sobre pechos españo-les. A mí me falta paleta parapintar el después. Agarre lospinceles, don Francisco de Go-ya. No, no, pinceles no. Esgri-ma más bien brochas y desen-vaine espátulas, o pinte con

los puños, o con uñas y dien-tes.Nada de cuadros al óleo, si-no lienzos a la sangre.

El pueblo vivo corrió paraescapar del espanto, y tam-bién para hazañarse. Clama-ba pidiendo armas. Quería elpueblo bélica venganza. Huíapor las esquinas, lloraba porlas ventanas, se propagó porMadrid como la pólvora cie-ga. Pero se armó como pudo;de piedras, cuchillos, hachas,trabucos o carabinas; de tra-llas de independencia, aga-llas bravas y orgullo.

Así empezó a rebelarse,mientras la muerte reinaba.

11:0010:35

«¡Fuego!», y retumbael alma. Fusiles,infierno, esquirlas, ymás de 40 muertos bajoun sol ya desmayado

ManuelaMalasañamuere amanos de losfranceses junto con otros niños héroes

10:25

JUAN PEDRO QUIÑONEROCORRESPONSALBAYONA. El anuncio de la in-mediata llegada a Bayona de S.M. el ReyDonCarlos IV y de laFamilia Real, custodiados porlas tropas del general Murat,coincide con los rumores de es-tallidos de cólera popular en lacapital española, cuando elanunciado encuentro personaldelEmperadorNapoleónBona-parte con S. M. el Rey Don Fer-nandoVII pudiera sugerir unaambiciosa maniobra institu-cional sobre Madrid, ocupadapor las tropas francesas.

La presencia en Bayona devarios banqueros influyentesen la plaza deParís es interpre-tada por algunas personalida-des locales comoelposible indi-

cio de operaciones financierasde Estado, que el Emperadorgustacubrirconelmantodear-miñodesu«liberalidad», cuan-do se trata de íntimas decisio-nes personales, como la propo-sición de 30 millones de realesanuales de pensión vitalicia aS.M. el Rey padre (Don CarlosIV), o la proposición muchomás modesta de 4 millones dereales de pensión vitalicia aS.M. elReyhijo (DonFernandoVII), sin que ambos aceptasenceder sus derechos, una vezque los generales de Napoleónhayan consumado la ocupa-ción de España.

El férreo aislamiento mili-tar al que está sometidoS.M. elReyDonCarlos IVparece suge-rir quepudiera ignorar laposi-ble presencia en el País Vascode su hijo Don Fernando, cu-yos partidarios consiguieronprecipitar una abdicación sinotra fuerza que la del sable, fi-nalmente sometido a la botafrancesa.

Entre los oficiales de la pla-zacirculanbromasbrutales so-bre la afición a la botella de Jo-sé, el hermano del Emperador,actual Rey de Nápoles, con in-confesables aspiraciones rea-les en una corte de opereta, enMadrid, ajena a todas las aspi-raciones del pueblo español.

10:15

Carlos IV está a punto dellegar a Bayona.Napoleón ha citado asu hijo, Fernando VII, alque propondrá queabdique a cambio degenerosas pensionespara él y su padre. Porahora, no ha aceptado

Tejemanejesen Bayona

El jefe de escuadrón ArmandLagrange, enviado de Murat, sepresenta en Palacio para valorarla situación.

Matan al primer soldado francés agarrotazos y sablazos junto alCuartel de San Nicolás.

Una unidad francesa se movilizapara disolver la manifestación.

El general Murat, máximaautoridad de las fuerzas deocupación francesas, ordena lasprimeras accionesmilitares.

Los enfrentamientos segeneralizan y se extienden desdePalacio a la calle Mayor y a laPuerta del Sol.

MUSEO MUNICIPAL DE MADRID«Recevimiento en Bayona», aguafuerte y buril

BIBLIOTECA NACIONALEl pueblo madrileño se amotina cuando los franceses intentan llevarse al Infante

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8 ESPAÑA MARTES 3š5š1808 ABC

POR ANTONIO ASTORGA

MADRID. Madrugó pronta lased de cólera ayer sobre una Vi-lla y Corte encharcada en san-gre y sol, que hacía muy resba-ladizo el pavimento. Huérfanode Rey, de Ejército, de Gobier-no, al grito de «¡Mueran los fran-ceses¡ A morir matando mame-lucos!» el valeroso pueblo lla-no, humilde, de Madrid se su-blevó con orgullo contra Napo-león: picapleitos y meretrices,agentes de negocios y arquitec-tos, clérigos y corredores de va-les, funcionarios y estudian-tes, don nadies y lavanderos,maestros y albañiles, mance-bos y marineros, mendigos yplateros, presos y panaderos,peluqueros y plateros, galeotesy sastres, serenos y torneros,vidrieros y yeseros, rufianes ydesertores, zapateros y músi-cos, mujeres y niños, manolas ymanolos... le mojaron la oreja ala mejor armada del mundo.Los chisperos descabalgaron alos invasores franceses a puntade navaja, y a la escolta asesinadel felón Murat, repleta de ma-melucos, granaderos, lancerospolacos, y los feroces dragonesde la emperatriz. Exáni-mes dieron la cara losbravos madriles conmacetas, facas, acei-te hirviendo...

La sed de ira se de-sató cuando el arrogan-te Murat penetró sus tro-pas en una ciudad de170.000 almas en vela, de lasque sólo tomaron las armas4.000 héroes para enfrentarse a30.000 soldados napoleónicos.Desde el Retiro salieron 3.000arcabuceros. Las botas de susescuadrones estremecían deacera a acera. Y así mesnadas ymás mesnadas... Cruzamos a lacarrera San Jerónimo, dondeel barón de Marbot se dirige aSol esquivando la balacera dela manolería: procede de obre-

ros poco dados al salario del fu-sil. De repente el caballo deuno de los dragones es abatido.El valiente pueblo sale de suscasas para combatir pie a tie-rra. Marbot y sus secuaces car-gan a sablazos contra el grupo,y le parten el alma a doce de losnuestros. El barón es apuñala-

do en las mangas de su dormán,pero conduce a sus divisiones ala Puerta del Sol. Al galope lle-gan escuadrones de la GuardiaImperial, mandados por Dau-mesnil, y precedidos por los ma-melucos, tipos de nada fiar. Elcamino a Sol es un hilo de san-gre diluida en el agua de loscharcos, donde asoman cuer-pos horadados en metralla, pa-sados a cuchillo, ensartados ensables, apaleados en miseria.Madrid huele a carne quemadapor Santa Clara, Espejo, Herra-dores, Hileras, San Martín, Pal-ma, Hita, Tudescos, San Pablo,San Ildefonso, Maravillas...

En Ballesta los cuchillosblanden pieles y huesos mame-lucos. El Madrid de las clasesbajas porfía bravo asomando sujeta a balcones y terrazas, ven-tanas y puentes. Atajamos porBarquillo, y vemos cómo unamaceta impacta en la testa delteniente Legrand. Ya grita elgentío: «¡Ha muerto el francés!¡Aquí no entra ni Dios!». Antes,a su paso por el Palacio del du-que de Híjar, diestros tiradoresguarecidos desmontan con pól-vora a la mamelucada, entreellos al terrible Mustafá, que enAusterlitz estuvo a punto de al-canzar al Gran Duque Constan-tino de Rusia. Juran venganza.Bajo una lluvia de balas esca-lan las ventanas, y empuñandocimitarras y trabucos asesinansin piedad: la mayor parte cria-dos de Híjar. Sus cadáveres son

arrojados por los balcones,y la sangre se mezcla con

la mameluca yaciente.Más abajo, en Puertade Toledo el paisaje

era desolador: he-roicas manolas de

La Paloma resistie-ron hasta ser vilmente

asesinadas. Los napoleo-nes ensartaron sus cuerpos

con saña e ira, que corría en pa-ralelo por las calles de Madrida los ríos de sangre. El pueblodigno y fiero ocupa Mayor yArenal. Empuñan armas desdelos pobres de Gran Vía a los no-bles de capa caída. Llueven pie-dras sobre un puñado de milita-res franceses que cobijan provi-siones. La corrala popular losajusticia. Clama vendetta. En laplaza de la Cruz Verde un sar-gento de caballería es apedrea-

do, navajeado y colgado de lospies, desnudo de equipaje, enun farol de la esquina del Rollo.Cantos rodados aplastan drago-nes a galope. Dos militares im-periales son pasaportados fren-te al teatro de los Caños del Pe-ral, tres son degollados en laPlaza del Conde de Barajas, yotros dos desollados con tije-ras en Botoneras. A un polacoque montaba guardia en la pla-zuela del Ángel frente a la casadel general Grouchy le desce-rrajan un trabuco en la espal-da. «¡Herejes sin Dios y sin ver-güenza!», animan niñas y mu-jeres a repeler al invasor conmacetas y tejas, alfileres y pe-llizcos. ¡Por España!, braman.

Marbot se topa entre las pla-zas de Doña María de Aragón ySanto Domingo con trabucai-res y mosquetes madrileños,que intentan retornar a Pala-cio. Granaderos de Friedrichsles ametrallan sin compasión.

El armamento

Los madrileños blandieron ayertodo un catálogo de armas ensu lucha contra los invasoresfranceses, a quienes lesdesposeían de ellas: carabinasy trabucos, pistolas y cuchillos,espadas, sables curvosorientales, navajas, aceitehirviendo, puñales o gumias,mazas de guerra, que caíancomo chuzos, hachas y

bastones, barras, útilesde albañil; piedras, tijeras,y leznas... (Informaciónsobre el estado de lastropas españolas yfrancesasenwww.abc.es)

Puerta del Sol

Llega la caballería francesa.

Carga de los mamelucos, losdragones de la emperatriz y lospolacos. La gente combate connavajas, tijeras, macetas...

Las tropas imperiales masacran alos insurgentes que huyen por lascalles del centro de Madrid.

Centro de Madrid

Refuerzos franceses se empleana fondo para aplastar la revuelta.

C. Guardias Españolas

El ejército permaneceacuartelado.

413 héroes madrileños muertos y 169 heridos es elbalance provisional de la jornada de furia y cólera antela injusticia francesa que ayer bañó de sangre la Villa yCorte. Sin Rey, Ejército ni Gobierno el valeroso pueblollano de Madrid frenó en la calle a Napoleón a facazos

11:00 a 11:10 11:15

TULIO DEMICHELIMADRID. Durante la mañanade ayer fueron muchos los ma-drileños que se organizaron enpartidas para batirse contralos invasores franceses. Éstasfueron algunas de ellas.Partida de Juan van Halen y JosédeHeceta.Estos alféreces la for-maron junto a Monteleón. De-fendieron las calles de San Jo-sé, San Vicente y Palma Alta.Quedaron aislados.Partida de D. Joaquín Fernándezde Córdoba. El marqués de Mal-pica, grande de España, diri-gió la resistencia en la Puertade Toledo.Partida de presos de la CárcelReal. Encabezada por Francis-co Javier Cayón, agrupaba a 56presos que prometieron volveral día siguiente. Pelearon en laPlaza Mayor tomando un ca-ñón a los franceses. Uno murióy sólo uno desertó.Partida de J. Fernández Villamil.La formó el dueño de una hoste-ría de la plaza de Matute; luchóen la plaza Mayor.Partida de José Blas Molina. Estemaestro cerrajero del partidofernandino la organizó conamotinados en Palacio que lue-go marcharon a Monteleón.Partida de José Rodríguez. El due-ño de una botillería de la Carre-ra de San Jerónimo la creó y lu-chó en Monteleón.Partida de Cosme Mora. La enca-beza un almacenista de carbónde la Corredera de San Pablo.Combate en Monteleón.Partida de D. Andrés Rovira. Estehidalgo la montó en la calle An-cha de San Bernardo. Acompa-ñó a Pedro Velarde a Monte-león donde combatió.Partida deD. JoséAlbarrán.Un mé-dico de la Familia Real la orga-niza en la calle Ancha de SanBernardo y consiguió llegarhasta Monteleón, pero fue ba-rrida por los franceses.Partida de D. Alfonso Sánchez. Elarquitecto y profesor de laReal de San Fernando la montópero no llegará a Monteleón.Fue batida en la calle Mayor.Partida de D. Cayetano M. Man-chón. El presbítero la reunió enla iglesia de San Isidro de la ca-lle Toledo. No alcanzó el Par-que de Artilleria: fue desarbo-lada en la calle Sacramento.

11:20 a 13:0011:20 a 13:OO

¡Amorir matandomamelucos!

ACERO SIN PIEDAD

Muchos vecinosorganizaronpartidas por sucuenta para batira los franceses

11:20

ABC MARTES 3—5—1808 ESPAÑA 9

Al fin damos con nuestros hue-sos enSol, dondeuna riadanosarrastra a una marabunta de,ya, 20.000 personas, que rugecontra el invasor francés. Cruzde navajas. Clic, clac, clac ha-blan las facas albaceteñas desiete leguas. «¡VivaEspañayVi-va elRey! ¡Amorirmatandoma-melucos!». Los majos y majasde Madriles se confunden en-tre los cascos de los caballos, yse cuelgan de las sillas atrave-sando mamelucos y lancerosen piernas, brazos, y vientres;abriendo en canal a los anima-les que caen coceando sus pro-pias tripas. La carga de losma-melucos se prolonga dos horas,y sólo termina cuando los fran-ceses limpian Sol con metra-lla. El estruendo contagia a laCárcel de la Villa, donde los re-clusos se amotinan para expo-ner su vida «contra los extran-jeros». De los 94 que formaban

la cuerda 38 no salieron, y parahoy se confía en el retorno, songentedepalabra, de 52.Los pre-sos voltearon un cañón, y learrearonde lo lindoaunescua-drón.Más demil fueron las ba-jas invasoras, aunque muchosfranceses salvaron su pellejopor la misericordia del granpueblo madrileño. Pero la hi-dra napoleónica no conoce lí-mites: al mediodía comenzabaa arcabucear sangre inocenteenEl Prado, BuenRetiro,Alca-lá, Recoletos, Cibeles... bajo elpretexto de portar armas. Yaen la redacción de ABCme lle-ga una versión de que la costu-rera de 15 años Manuela Mala-saña fue registradaal regresarde bordar y, sin más motivoque haberla hallado unas tije-ras, bárbaramente fusilada.Con ella 413 héroes españolesasesinados, y 169 heridos, enun día de ira y furia.

11:30 a 13:00

Centro de Madrid

Combates en la puerta de Toledo,plaza de la Paja, plaza de San Luis,

calle Ancha de San Bernardo,Portillo de Recoletos (actualGénova, sede del PP), calleArenal, Iglesia de San Ginés, calle

de la Bola, Embajada de Portugal,Corredera de San Pablo y calleSilva (actual esquina con GranVía).

Cárcel Real

Motín de presos. Juran volver.Luchan 56, 1 muere, 1 deserta.

Atocha

Enfrentamientos e intento deasalto al Hospital General.

11:30 a 13:00

EMILI J. BLASCO CORRESPONSALLONDRES. De «carnicería» y«matanza fría y deliberada» hacalificado el Foreign Office, através de su cónsul enMadrid,John Hunter, la intervenciónde las tropas francesas paraaplacar el levantamientopopu-lar registrado ayer en la capi-tal de España. «Los españolesal principio tenían —afirmaHunter— un posición ventajo-sa en la mayor parte de la ciu-dad, pero en cuanto comenza-ron a ponerse en práctica lasdisposiciones de Murat, la si-tuación quedó en manos de losfranceses».Enel informeremi-tido al ministro de Exteriores,George Cunning, Hunter esti-maque los franceses perdieroncuatro mil soldados, entre ba-jas y deserciones, y se produjolamuertedeunode sus genera-les. (Informe enwww.abc.es)Los sucesos serán analiza-

dos esta tarde en la visita queel primer ministro, WilliamCavendish, realizará a Palaciopara despachar con Jorge III.En caso de organizarse una ex-pedicióna laPenínsula Ibéricaen apoyo de los elementos anti-napoleónicos, ésta podría em-barcar dentro de tres meses yquedar almando de sir ArthurWellesley.

11:30

El 13 de octubre del pasadoaño Bonaparte organizó enMarsella un escuadrón decaballería con 150 mamelu-cos, la guardia del PrimerCónsul. Ayer en Madrid susefectivos eran 80 hombresmahometanos de tez morena,tropas de élite egipcias, queprobaron el acero madrileño.Junto a ellos los Dragones dela Emperatriz, de la GuardiaImperial, acantonados en elRetiro, y los Coraceros. Losdragones atravesaron Madriddesde el Retiro, pasando porSol. La derrota mamelucanublará el día de Napoleón,que no olvidará jamás este 2de mayo de 1808.

11:30 a 13:0011:30 a 13:00

¿Quiénes son estosmamelucos?

FOTOGRAMA DE «EL DOS DE MAYO» DE JOSÉ LUIS GARCILos enfrentamientos con las tropas invasoras fueron especialmente violentos ayer en la Puerta del Sol

Londres calificade «matanza fríay deliberada» larepresión enMadrid

FOTOGRAMA DE «EL DOS DE MAYO» DE JOSÉ LUIS GARCI

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10 ESPAÑA MARTES 3š5š1808 ABC

MUSEO BRITÁNICO«Murat resuelto ya a desplegar su fuerza irresistible contra los rebeldes», aguafuerte y buril

El bando del francés

Murat ha toreado a la Juntadel Infante Don Antonio,hermano del Rey padre,insinuando que no habríarepresalias. Pero actoseguido, ayer anunció que«todos los que han sidopresos en el alboroto y conlas armas en sumano, seránarcabuceados». Prohíbe todareunión de más de ocho por«junta sediciosa», ordenaque sea quemado «todolugar donde sea

asesinado un francés» yamenaza a los editores quepubliquen «libelos» de serconsiderados «agentes deInglaterra» (el bando deMurat en www.abc.es).

PORMANUEL DE LA FUENTE

MADRID.Miabuelaesunama-drileña de toda la vida, unachispera de armas tomar, a laquenoconviene llevarle la con-traria si uno no quiere recibirun sartenazo. Por eso, cuandoayer entró en mi habitación algritode«Lolo,Lolo,porDios, le-vanta, tu jefe tenía razón», deun trallazo he sabido que se es-taba armando la de San Quin-tín. Y sí,mi jefe,mi redactor je-fe, tenía razón: «De la Fuente,vete a casa de tu abuela Petra,medaen lanarizque losartille-ros tienen ganas de bulla y depelea, y seguro que la montancerca deMonteleón», me habíadicho el domingo.

Enmenos que cantaun gallo(para gallos y gallitos, los puñe-teros gabachos) mi abuela Pe-tra, Petra Gómez, de la calle deMontserrat, a tiro de piedra delcuartel de los Guardias deCorps (allí seguirán ahora re-panchigados los mostachos delaGuardia Imperial), y a tiro demosquete del parque del ya cita-do Parque deMonteleón,mepu-so en antecedentes ymehizo decorrido laentradillade esta cró-nicaquenuncaquerríahaberes-crito. «Manuel, están tirandodenavajacontra la franchutadaenSan Bernardo, junto al novicia-do, y andan a puñadas, tortas ycuchilladas en medio Madrid,se están zurrando lo que no estáen los escritos». Me zampé conprisas, en un urgente suspiro, ycon legañasdebecariounasmi-gas con leche recién traídas dela vaquería de la calle de Ama-niel (se cuenta que el lechero espelín afrancesado), cogí re-cado de escri-

bir y me tiré a lacalle. «Manuel,Manuel (cuando

me dice Manuel esque la cosa anda jorobada),

notedejeslalaestampitadeSan-taCatalina de losDonados».

Olía a pólvora gabacha en laAncha de San Bernardo, ymientras corría hacia el Par-que, se me crujieron los áni-mos al cruzarme con un par demanolos hechos trizas, sangremadrileña sobre sus camisas,

y una carreta con cantidad depaisanaje malherido. «Dicenque dos capitanes se hanhechofuertesenMonteleónyestánre-partiendoarmasal pueblo», ex-plica Pascual Calzada, patillu-do y fino bigotito, pasaporte decasticismo, dueño de una boti-llería en San Andrés, albacete-ña enmano, y con los ojos sali-dos de las órbitas. «Vaya, dosmilitares que prefieren la Pa-tria a las ordenanzas», me co-mentó poco después el propioCalzada en un susurro paramis aterrorizados adentros.

Sangre, sudor y lágrimasOlíaa sangre, sudory lágrimasen los aledaños del Parque.Olía, claro, a chamusquina,cuando me uní a la primerapartida que pasaba por allí(hombres,mujeresyniños,per-trechados de cuchillería de an-dar por casa, garrotes, estacas,tijeras, serruchos) y tiramosparaMonteleón. A la carrera ycon lasmanos chorreando san-gre senos echó encimaun laca-yo del Conde de Altamira, Fé-lix Vidal, que viene de la callede la Bola, y de Sol, y del Are-nal. «Lo he visto con mis pro-pios ojos», solloza Vidal hechoun mar de lágrimas.«Los ma-melucos están haciendo unacarnicería en la Puerta del Sol,pero los paisanos se les hanechadoal cuelloyhandadoma-tarile aunos cuantos, y a otros,por lomenos les handespanzu-rrado la caballería». Sus pala-bras caen como un jarro deagua fría entre los de la parti-da. «Armas, armas, sangre,sangre», es el letal estribillo

con el que se reciben laspalabrasdeFélix.Seoyen

detonaciones, y ruido de fusi-lería que anega el aire de estemartirizado lunesdemayoquepor fas o por nefas promete quelosmadrileños, chisperosyma-nolos a la cabeza, van a entrarpor la puerta malherida y san-grantede laHistoria. «Hanma-tado a un niño, han matado aunniñoa trespasos deaquí, unchavalillo cadete de las RealesGuardiasde Infantería».Noha-bía tiempo para duelos, pero sípara tantos quebrantos, en elbarriode lasMaravillas.Mara-villa la de este pueblo de amorpatrio henchido el corazón, yconunardorguerreroqueayer

POR IGNACIO CAMACHO

MADRID. No es de fiar. Nuncalo ha sido demasiado, por mu-cho gran ducado de Berg queluzcaentre sus rizos, pero loúl-timo que un español puede ha-cer estos días es confiar en lapalabra de JoachimMurat. Suorgullo de Austerlitz, Jena yEylau está herido por unmotínde menestrales, y no hay nadamáspeligrosoqueesaarrogan-cia desafiada.

Le ha sorprendido la feroci-dad de la resistencia y el corajede la plebe, pero conoce desdelos tiempos del Consulado ellenguaje de la represión. Enrealidad, es el quemejor habla;le excita el instinto de la san-gre.

Ayer no se atrevió a pisarlos escenarios de la revuelta.Le sorprendió la algarada dePalacio en su cercana residen-cia de Grimaldi, donde mandó

subir a los coraceros ya losma-melucos, y desde allí se fue alCampo de Guardia en la Cues-tadeSanVicente.Cuando laco-sasepuso feaenMonteleón, en-vió a Lagrange a vérselas conlos sublevados. Los que le vie-ron de cerca cuentan de su ex-presión colérica y desencaja-da.Quiereaplastar,unademos-tración de fuerza, un escar-miento que resuene hasta enParís. Por eso no hay que creeren su palabra de caballero.Anoche había por todoMadridfusilamientos indiscrimina-dos, y todo indicaquevanacon-tinuar. No hay caballeros enlos momentos críticos;Murat se está ju-gando una co-rona, y lo sabe.Quizá sepa tam-bién, o lo intuya,que esto no ha acabado. Esmás: puede que no haya hechomás que empezar.

11:45 12:00 12:1512:10

La unión del pueblo y el Ejército pusoen jaque a los franceses enMonteleónLos capitanes Daoíz y Velarde, que repartieron armas al gentío,mueren heroicamente defendiendo el Parque de Artillería

El peligroMurat

Parque de Monteleón

El capitán Daoíz permite armarseal pueblo de Madrid.

El batallón de Infantería deWestfalia se aproxima al parquepara tomarlo.

Las piezas de artillería abrenfuego a través de la puerta delparque.

Se espera el segundo ataquefrancés.

Nuevo asalto de las tropasinvasoras que es rechazado porlos resistentes.

LA VENGANZA

12:05

ABC MARTES 3—5—1808 ESPAÑA 11

12:25 3 de mayo 04:0020:00

Dice un mensaje: «LaPatria está en peligro.Madrid perece víctimade la perfidia francesa.Españoles acudid asalvarla. Pásalo»

llejas y esquinas, le hizo frenteal Ejército más poderoso delmundo, al coloso imperialistanapoleónico.

Pero también los uniforma-dos dieron la cara, más allá deloquesussuperioresquerían,oincluso imaginaban. Así, y se-gún fuentes generalmente bieninformadas, cercanas a los Vo-luntarios del Estado, alrededorde las 11, el capitánVelarde, se-cretario de la Junta Superiordel EstadoMayor deArtillería,se levantó de sumesa y se enca-ró con el coronel José NavarroFalcón, comandante en jefe delos artilleros, y le dijo: «Señor,vamos a batirnos con los fran-ceses…». Ante el asombro delsuperior, siempresegúnlasmis-mas fuentes, don Pedro Velar-de (sobre quien han circuladoen los últimos días rumores so-bre su implicación en un pro-yecto dedefensade laNación, yen el espionaje de los franceses,asícomola fabricaciónclandes-tina de cartuchos), se echó a la

calle al patriótico y casi suici-

da grito de «A batirnos, a batir-nos,abatirnos»,ysaliócomoal-ma que lleva el diablo (horasmás tarde sería Nuestro SeñorJesucristo quien se lo llevaseen volandas, con una herida depistola a las espaldas) caminodeMonteleón.

Jadeantes, sudorosos (lama-ñana en los Madriles era tem-plada, pero la sangre hervía)nos plantamos a las puertasdel Parque. A mi lado, unamo-zadebuenverymejorpelear seembravecía y puesta en jarrasnos zurró la badana a todos delo lindo: «Parecéis putitas denoble, se nos quieren llevar alInfante y seguís ahí mirandocomo toliques, al parque, va-mos al parque, la gente de uni-forme está repartiendo ar-mas». «Déjate de monsergas,Clara, y vamos p'allá», le espe-tó quien parecía su marido. Elenardecido y decidido gentíome llevó envolandas,mientrasapretaba en mi mano ardientela imagen de Santa Catalinade los Donados. El Parque al fi-

lo delmediodía era el desidera-tum.Semezclansoldadosypai-sanos. Y por fin, tras confir-mar nuestras primeras infor-maciones, supimos quién esta-baal frente, el capitánDaoíz, se-cundado por los tenientesArango y Ruiz. A toda prisa(ya cundía entonces la especiedequedesde la calledeFuenca-rral se nos venía encima el Ba-tallón de Infantería de Westfa-lia) Daoíz hizo emplazar cua-tro piezas de artillería ante laspuertas. A estas alturas, ya te-níamos a la gabachada en lasnarices, forzando la puerta, através de la cual dispararon

nuestros artilleros, que hicie-ron un estrago infernal en losgastadores imperiales, que sereagruparon dispuestos a darbuena cuenta de nosotros, enlos aledaños del convento deNuestra Señora de las Maravi-llas, desde el que una hermanalanzó escapularios a los nues-tros para que se empleasen,además de con valor, con la fe yla verdad contra el invasor.

Con todo tipo de armasSe luchó como se pudo, con lasmanos, con los dientes, con lasuñas, con las horquillas, conlos ganchos de las carnicerías,con las azadas, con los azado-nes, con berbiquís de matasa-nos, con navajas de barbería,con cristales rotos, con pica-portes, conmartillosdecarpin-tero, con estoques de torería,con picas de alancear bestias,se luchó como sepudo, peroa latercera, como es habitual, fuela vencida y los gabachos arra-saron el Parque.

Informacionesdeúltimaho-

raapuntanaqueDaoíz yVelar-de figuran entre los muertos,además de numerosos paisa-nos de todos los pelajes y fortu-nas, comoManuela Malasaña,quinceañera y una de las mo-distillas más rechulas y dicha-racheras del barrio, muerta encircunstanciasquehastaelmo-mentonosehanpodidoesclare-cer. Al filo del mediodía, lunesdemayoenMadrid, lunesde lu-to en España, los nuestros sedesbandaban, pero sin hincarla rodilla. La unión del puebloy la tropa puso ayer en jaque alEjército Imperial.

Aúltimahora, cuandose re-dactaba esta crónica que nun-ca quiso ser impresa, unapalo-mamensajera se posaba sobrelas ruinas de Monteléon. Alcuello, anudado un cordelitorojigualda, rojo, amarillo y ro-jo, con una leyenda, con unapromesa impresa: «La Patriaestá en peligro. Madrid perecevíctima de la perfidia france-sa. Españoles acudid a salvar-la. Pásalo».

15:0012:45 a 14:00

Antonio GómezMosquera disparay hace estragos entre losfranceses.

Los invasores toman en pocosminutos el Parque de Artillería deMonteleón. A las 2 de la tardetodo está ya bajo control francés.

Buen Retiro

Empiezan los fusilamientos en ElPrado, Buen Retiro, Puerta deAlcalá, Recoletos y Cibeles.

Parroquia de San Martín

Llegan los cadáveres de loscapitanes Luis Daoíz y PedroVelarde.

Príncipe Pío

41 paisanos, 1 sacerdote y 1artillero de Monteleón sonfusilados.

MUSEO MUNICIPAL DE MADRIDLa defensa del Parque de Artillería de Monteleón vista por Manuel Castellano

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12 ESPAÑA MARTES 3š5š1808 ABC

Palacio Real:El pueblo se rebela cuando elcarruaje que llevará al InfanteDon Francisco de Paula a Bayona,estaciona frente a palacio.Las tropas francesas reprimenel alboroto brutalmente

Puerta de Toledo:Los coraceros acudendesde el sur para reforzara las tropas de Murat.El gentío ataca y bloqueaa los franceses conbarricadas

Puerta del Sol:Con el objetivo de tomarel centro de Madrid, lastropas acantonadas en elRetiro avanzan por SanJerónimo y Alcalá

Parque de Artillería de Monteleón:Los artilleros del parque desobedecen las órdenesy se unen a la insurrección. Los capitanes LuisDaoíz y Pedro Velarde se encierran en el parquecon sus hombres y, tras repeler varias ofensivasfrancesas al mando del general Lefranc,mueren luchando

Cárcel Real:Se da permiso, bajojuramento de regreso, paraque los presos voluntariossalgan a luchar.56 presos salieron, sólouno se dió a la fuga

Plaza Mayor:Gran parte delas tropas imperialesse agrupan trasdesalojar a la gentecongregada allí

Palacio deGrimaldi,viviendade Murat

Batallas y escaramuzas

Movimiento de tropasfrancesas

Parque deArtillería deMonteleón

PalacioReal

Puertadel Sol

Plaza Mayor

Plaza dela Cebada

Puerta deToledo

Calle Atocha

Mesa delPrado

BuenRetiro

Plaza deAtocha

Calle de

Alcalá

Calle deFuencarral

Calle de SanBernardo

Cuarteldel CondeDuque

Calle de San José

CarcelReal

ABC MARTES 3—5—1808 ESPAÑA 13

JESÚS GARCÍA CALEROMADRID. Madrugada en lapuerta del Convento de donJuan de Alarcón, en la calle deValverde.Algunospatriotas serefugian en sagrado, pálidosde rabia insomne. Lejanas re-tumban las detonaciones de fu-silamientos.El silencio apuntay descarga a la luz de faroles.Temor.Seescuchanunospa-

sos. Un hombre se acerca y lospatriotas le chistan, pero él losignora. Tensión. Oculto bajoun sombrero, porta una carte-ra llena de papeles. ¿Un espía?«¡Maestro, a estas horas!»

Le cojo del brazo y se detiene.Es don Francisco de Goya, pin-tordeCámaradelRey.Leescri-bo preguntas en papeles suel-tos, porque está sordo.Nosdiceque viene de la parte de Prínci-pe Pío, uno de los lugares don-de están ejecutando a los dete-nidos. La tristeza demacra surostro sexagenario.Solicitamos su opinión pa-

ra ABC. Don Francisco: ¿creeque Madrid ha sido bravo con-tra el francés? «Tengo tristespresentimientos de lo que hade acontecer», contesta. ¡Mue-ren españoles, sí... y un buenpuñado de franceses! «Con ra-zón o sin ella. Carretadas parael cementerio», espeta. Rezu-ma dolor y amargura y noatiende.¿Tiene horchata en las ve-

nas?, —le increpa uno—. ¡Sihasta lasmodistillas han dadohoy la talla de su valor! «Danvalor, sí... ¡y son fieras!», res-ponde el pintor. A su alrededorla charla se enerva. Le pidenmás coraje. ¡Los mamelucos sehan llevado lo suyo! «Grandehazaña, ¡y con muertos!», res-ponde conunsarcasmo.Y le re-prochan: ¡Si nos están matan-do! Y dice: «Para eso nacimos,ynohay remedio» ¿Y los fusila-dos? Responde con temblor enlos ojos: «Yo lo vi. Yno se puedemirar». ¿Y los muertos? «Sólonos queda enterrar y callar»,responde, demasiado agotado.El grupo insiste: ¡Y los hé-

roes de Monteleón! «Murió laverdad», responde seco, y haceademán de retirarse. Entonces¿quéhemosdehacer?, le implo-raunamujer. «Nada, ellodirá».Sombrío se aleja y entra en sucasa, el número 15. El eco deotra descarganosdejahelados.

POR ALFONSO ARMADA

MADRID. Fue el pueblo en ar-mas el que se sublevó contra elgabacho.Sólounpuñadode ofi-ciales vendió caro su pellejo yal ensangrentar sus casacassalvó el honor de un ejércitoque en aquellas primeras ho-ras no supo estar a la altura desu juramento. La gloria ven-dría con su ajado laurel mástarde, mucho después del som-brío velatorio de Daoíz yVelar-de: casi solos cuando muertos,casi solos cuando vivos. Trascaer exánime, a Velarde no lorespetaronsusverdugos: ledes-pojaron los francesesde suuni-forme, comosi le arrancaran lasegunda piel, la de los adscri-tos al parque de Artillería delPalacio de Monteleón. A LuisDaoíz, que por veterano hubode asumir el mando, le hirie-ron primero enunapiernay lo-gró mantenerse erguido gra-ciasa lamuletadeuncañón. In-sultado por el general Lefranc,Daoíz le respondió con el sable:le cosieron a bayoneta calada.Aún vivo, fue llevado por el

tenienteArangohastaun cuar-to, dondeun cirujano francés leatendió, dejando a sus propioscompatriotas heridos para otrahora.Deunaescalahicieronpa-rihuelapara trasladarlo,prime-roa lacasadelmarquésdeMejo-rada, donde fray Andrés Cano

leconfesóyabsolvió; luego, a supropiavivienda, enel 2º pisodelnúmero 12 de la calle de la Ter-nera, donde expiró sosteniendola mano de otro fraile, RománGarcía, que le llevó el viático.Fueentre las sietey las ocho

de la tarde cuando el escribien-te meritorio Manuel Almira ylos enterradores Mariano He-

rrero, José Gutiérrez, LucasGutiérrez y Pablo Nieto condu-jeron el cadáver de Daoíz a laparroquia de San Martín.Amortajado con su uniforme,le bajaron con disimulo a la sa-cristía y de allí, a una bóvedabajo el altar mayor, para hur-tarlo a la ira gabacha.Asu ladotendieron a Velarde, acunadopor cuatro artilleros en dos ta-blas de una cama, amortajadocon la tela de una tienda decampaña. Velados por un pelo-tónde fieles, fueron enterradosencima de otros cadáveres, enel tercer tramo de piedras jun-to al arco de la capilla de laBal-banera, junto a un pozo deagua dulce que allí había. Tu-

vieron lacauteladedejarlos ca-siarasde tierra,porsi se tercia-badarles en fechamásdulce se-pultura digna de su gesta.Fue mejor su suerte que la

de muchos otros madrileños,los 409 (entre ellos 13 infantes y57 mujeres), que según recuen-to temprano perdieron la vidaaquel día aciago. En ese cordeldemuerte se incluye a los pasa-dos por las armas: fueron fusi-lados un total de 113 hasta las 4de hoy, lamayoría en El Prado,la Montaña del Príncipe Pío yelBuenRetiro.Testigospresen-ciales, como los padres de SanJerónimo el Real, que recogie-ron ropas y despojos ensangre-tadosde losarcabuceadosenElPrado, dieron cuenta de cómo«para escarmiento» abandona-ron los franceses anopocos ca-dáveres en las calles de Ma-drid, solos, como perros.

«SÓLO QUEDA

ENTERRAR Y

CALLAR»

Al capitán Pedro Velarde lo aviaron los franceses de undisparo de pistola que le atravesó la espalda. Altambién capitán Luis Daoíz le acribilló a bayonetazos laescolta del general Lefranc. Fueron velados en unsótano de la iglesia de San Martín, por unos pocos

Testimonio exclusivoDON FRANCISCO DE GOYA

La soledad de losmuertos

Última hora

MUSEO MUNICIPAL DE MADRIDVelatorio de Luis Daoíz y Pedro Velarde, recreado por José Nin y Tudó

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AGENDAMARTES 3—5—1808 ABC

w w w . a b c . e s

EFEMÉRIDES

TEATRO

Máiquez podría haberhuido a Granada tras elmotín de ayer

JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN

A causa del motín popular queanegó ayer de sangre y fuegolas calles de esta Villa y Corte,las autoridades competenteshan ordenado el cierre detodos los teatros de la capitalmientras se restablece elorden público. En los distur-bios se sabe que se ha signifi-cado por su participaciónactiva el conocido actor donIsidoroMáiquez, quien, alparecer, ha huido a Granadapara evitar su detención. Losespectadores madrileñosrecuerdan con fervor losúltimos trabajos deMáiquez,que, como es notorio, tantosproblemas ha tenido en lasúltimas temporadas por suenemistad con otros actores,hasta el punto de ser excluidopara el año cómico de1808-1809.

En los mentideros aún secomenta con elogio su inter-pretación del GranMaestre de«Los Templarios», de Ray-nouard, y la posterior de«Orestes», según la traduc-ción que de la tragedia deAlfieri realizó don DionisioSolís, quien dedicó precisa-mente ese texto al ilustreintérprete.

El entendido y apasionadopúblico de esta ciudad habráde esperar un tiempo pruden-cial para volver a disfrutar demontajes como los estrenadosen la pasada Pascua deResurrección, cuando abrié-ronse el 17 de abril del año encurso los dos teatros de laCorte con obras de Calderónentrambos, ejecutando, en elPríncipe, la Carmona yAntonio González, «Bienvengasmal si vienes solo»,con tonadilla; y «El Payo decentinela», de sainete; y en laCruz, Coleta Paz y JuanCarretero, «El secreto avoces», tonadilla, sainete ybolero. Es de hacer notar queen los dos teatros flotaba elespíritu de la gran Rita Luna.

MÚSICA

El renacer de la guitarra

ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE

En el salón de actos de la RealSociedad EconómicaMatriten-se de Amigos del País, consede en la madrileña Torre delos Lujanes, se ha escuchadoal joven guitarrista DionisioAguado. Nacido en Fuenlabra-da, Aguado es ya, a susveinticuatro años, y junto conFernando Sor, uno de los

máximos responsables delrenacer de la guitarra, elinstrumento demoda. Conrazón, los organizadores sevieron en la necesidad dehabilitar nuevos puestos enlos que acomodar al numerosopúblico que allí se dio cita.Todos los presentes, y algúnotro obligado a escuchar en elsalón contiguo, aplaudieroncon ganas la gracia y eldesparpajo del intérprete,especialmente afortunadoante losminués, las contradan-zas, los valses y las siemprealegres seguidillas.

Aun así, no faltó quienapuntara que el carácterhumilde y dulce de Aguadocontrastaba con el fuego y laexuberancia de Sor, capaz decondensar enminiatura todoslos efectos de orquesta compa-tibles con el instrumento. Laopinión no pudo ir más lejospues el majismo en los moda-les eclipsó aquellas otrasprofundidades y emocionesque han hecho famoso a unafrancesado como Sor y queson, en todomomento, ajenasal espíritumás auténtico de lamúsica española, tal y comomuy bien defendió DonPreciso, nuestro colega en el«Diario deMadrid».

La celebración de estaacademia armónica ha sidoposible gracias a la iniciativade la duquesa de Alba, losduques de Osuna, el marquésdeManca y la condesa-duquesa de Benavente. Deforma excepcional declinócolaborar el duque deMedina-celi, inclinado hacia el arte deSor, a quien tiene en especial

consideración por ser estemúsico administrador de susbienes en Barcelona.

La salud de Beethoven

La salud de Ludwig vanBeethoven preocupa a susconciudadanos. A su yaconocida sordera, hay queunir recientes dolores de ojosy de cabeza, afecciones delsistema respiratorio y deldigestivo. Lamala suerteparece perseguir al famoso ygenial compositor, quien haestado a punto de perder undedo como consecuencia de unpanadizo. Pero una vezmás,ha quedado demostrada laheroica aptitud de Beethovenante el dolor quien en unreciente concierto dirigió su«Cuarta sinfonía», el tercerconcierto para piano, conFriedrich Stein en la partesolista, y la obertura de«Coriolano». Para dentro deunos días se espera el estrenode un novedoso «Tripleconcierto», para piano, violíny violonchelo, que tendrálugar en la vienesa Augarten-saal. Mientras, Beethoventrabaja en una nueva sinfonía

dedicada a la naturaleza.

España triunfa en ParísTodavía está reciente el éxitoen el Teatro de los Caños delPeral deMadrid de algunas delas últimas composiciones deManuel García, y entre ellas«El galeote honrado», «Elpoeta calculista» y «El criado

fingido», cuando se nos hacesaber que el tenor se ha vueltoimprescindible en la compa-ñía de Ópera Bufa del TeatroOdeón. La desinhibida pasióny el espontáneo virtuosismode sus interpretaciones estáncreando furor entre el públicoquien ya le considera el másgenuino representante del«sonido español». No secomprenden las reservas de lacrítica empecinada en señalarque «una canción bien frasea-da y afinada, con pocosadornos pero bien situados,obtienemejores resultadosque los “tours de force” ytodos los artificios y recursosestériles bajo los cualesrezuma la mediocridad». Parademostrarlo, en el anuncio dela publicación de algunasarias ya se añade como signode distinción la frase «canta-da por Don García». Asimis-mo, García ha anunciado elnacimiento de su segundohijo, María Felicia, de quienvaticina que será una de lasgrandes cantantes del siglo.

1240 Las tropas cristianasconquistan a los musulmanes laciudad de Écija (Sevilla)1283 La escuadra aragonesa deRoger de Lauria derrota a lafrancesa en el combate naval deMalta.

1487. Fernando el Católico entraen la ciudad de Vélez-Málaga.1493. Se funda Santa Cruz de laPalma, capital de la isla canaria deSanMiguel de la Palma. Por otraparte, el Papa Alejandro VIdelimita la zona dedescubrimientos de España yPortugal, base del Tratado deTordesillas.1523. Cristóbal de Oliddesembarca en lo que hoy esHonduras y toma posesión ennombre de la Corona española.1720. Federico de Hesse escoronado rey de Suecia.1791. Polonia aprueba su primeraConstitución, que es la segundaCarta Magna moderna después dela de EE.UU.

INDULGENCIAS DEL DÍA

INFORMACIÓN DEL «DIARIO DE MADRID»

A las 07:00 del día 2 de mayo hace 10 grados (8º, Reaumur) en la capital. A las12:00 la temperatura se eleva a 17,5º (14º, R) y a las 17:00 desciende a 16,25º (13º, R). El día 1 llovió apartir de las 22:00 y el 2 ha de lucir el sol, aunque por la noche se cubra el cielo y vuelva a llover. Laluna, en cuarto creciente. El día tiene 13 horas y 38 minutos, y la noche 10 y 22, respectivamente.

FALLECIDOS

Alfonso E. Reluz (11), Alfonso García (?),Alonso Pérez Blanco (42), AmaroFrancisco Otero (24), Ana Mª Gutiérrez(49), Andrea de la Rosa (?), AndreaSánchez García (?), Andrés CanoFernández (24), Andrés Ibáñez Bayeu(74), Andrés Lestegas (22), AndrésMartínez (70), Andrés Ovejero (?)...

El presente año es bisiesto. De laEncarnación de Nuestro SeñorJesucristo el 1808. De la Creacióndel mundo el 7007. Del DiluvioUniversal el 4765. De la Fundaciónde Roma el 2561. De la de Españael 4052. De la de Madrid el 3977.Del Pontificado de nuestroSantísimo Padre Pío VII el 9. DelReinado de nuestro CatólicoMonarca el 21

Los días 1, 2 y 3 de mayo loslectores de ABC pueden ganar laIndulgencia de las XL horas en laParroquia de Santa Cruz.

CUMPLEN AÑOS EL TIEMPO del 2 de Mayo

© A

BC

GuadarramaTorrelaguna

12 3

Móstoles13 6

Buitrago9 3

Somosierra10 3

9 4

MADRID17,5 10

Alcalá de Henares14 7

Arganda14 7

Vallecas13 7

Chinchón12 6

Aranjuez14 7

S. M. de Valdeiglesias10 5

Despejado

Lluvia

Nubosidadvariable

Lluvia débil

Nevada

TormentaEl Sol Sale5.03 h

Se pone18.57 h

CiudadMax. Min.

Niebla

Año bisiesto

La Luna Crecientea las 04.27 (León)

Emmanuel-JosephSieyès, 60

August von Kotzebue(dramaturgo), 47Charles Tennant(químico francés), 40

Lista completa de muertos, fusilados yheridos, con sus historias, en:http://www.abc.es/

ABC MARTES 3—5—1808 15

CIENCIAyFUTUROšHOGAR XIXw w w . a b c . e s

AutomovilismoCoche volanteEntre los nuevos avancesdestaca este coche volador defigura triángula y curvilínea,que se apoya sobre tresruedas. El buque interiorconsta de 8 pies de longitud y 4de latitud; tiene 6 asientos,desde los que se dirige lamáquina tocando levemente lamanecilla. No puede volcarseporque el árbol y velamengravitanmás bajos que el eje.Esta ventajosa máquina,ejecutada en España por unpatricio, es tan sutil y cómodaque proporciona las mayoresventajas, como poder viajarsin caballería con seguridad yprontitud. El coche volante sesirve pintado enmuy diversosy alegres colores. El anuncioha sido impreso por el graba-dor Francisco Hernández yalgún día se expondrá en elMuseoMunicipal deMadrid.

MobiliarioSilla de manos pararecoger enfermos delas calles

Las hermandades y órdenesque dedican sus empeños aayudar a los más necesitadospueden disponer de esta sillademanos para realizar suscaritativas rondas de noche,no las que que llaman de pan yhuevo (que llevan comidapara alimentar a los muchospobres de solemnidad que sehacinan por doquier), sino lasque se organizan para recogera los enfermos de las calles denuestras yamuy inhóspitasciudades. La silla que destaca-mos va primorosamentepintada con una comitiva queha recogido a uno, sobre el quevelan amorosamente laVirgenMaría, SanMiguelArcángel y San Antonio. Lasilla es tan bella que algún díanomuy lejano formará partede la colección delMuseoMunicipal de Madrid.

ÓpticaFunda de gafasLa generalización del uso degafas ymonóculos paracorregir defectos de la visión,como pueden serlo la presbiciay la miopía, hace necesario eluso de fundas para conservar-los el mayor tiempo posible sinque sufran arañazos suscristales, ni desperfectos susmonturas. La funda que

presentamos viene decoradacon unmajo quemuestraairosamente los encantos delbaile.Tan airosa y cómoda de

uso es la pieza que un díaacabará viéndose en elMuseoMunicipal deMadrid.

MedicinaMaletín quirúrgicoEste moderno estuche paratransportarmaterial quirúrgi-co contiene el instrumentalnecesario para efectuar la

operación de «hidrocele». Esteestuche lo utilizan con fre-cuencia los oficiales médicosde nuestros gloriosos ejércitosy es de tanta utilidad encampaña que seguramenteformará parte de las coleccio-nes delMuseo del Ejército.

Coche Volantepara viajar sin caballería conseguridad y prontitud

Silla de manospara las hermandades querecogen enfermos callejeros

Novedadesde la vida moderna

Imperio para élTraje a la últimamoda,confeccionado en seda, cueroymetal. Se compone de casacade sarga rayada en sedanegra, chaleco y calzones desedamarrón, media cruda yzapatos de cuero negro.

Funda de gafasconmajo bailarín

Estuche quirúrgicopara operar encampaña el hidrocele

Fotos procedentes del catálogo de la exposición MADRID EL 2 DE MAYO DE 1808. VIAJE A UN DÍA DE LA HISTORIA DE ESPAÑA. Madrid Capital Cultural de Europa, 1992

Imperio para ellaVestido largo con cola, cortebajo el pecho, de escote amplioy redondo, media manga,adornada con puntilla deencaje y falda tableadaparcialmente en el centro dela espalda. Está realizado entafetán de lino crudo y decora-do conmotivos floralesbordados en hilo, hilo metáli-co y lentejuelas de diferentesformas y tamaños.

Vestircon estilo

ANA ASENSIO

MUSEO DEL TRAJE

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BeatrizCortázar

La sangre de los niños héroes

Sangre niña a borbotones ayer enMadrid, en las fauces de la repre-sión francesa. La de José Amador,

quequiso estara laalturade susherma-nosAntonioyManuely lossiguióalPar-que de Artillería. A la carrera y sin re-suello, a grandes zancadas para alcan-zarlos, y con zigzagueo de ardilla paraevitar los manotazos de los dos chicosmayores, que trataban de enviarlo devuelta a casa. No hubo forma. Queríacombatir y se hizo hombre de golpe enMonteleón, ayudando en cuanto le con-fiaban, bajo una lluvia de plomoymuer-te.Sólounbalazopudoquebrarel templedel muchacho. Tenía once años. Junto aél, cayó un cadete que apenas le supera-ba en edad: el granadino Juan Vázquez,de trece años. Formaba parte de la Se-gundaCompañíadelTercerBatallóndelRegimiento de Voluntarios del Estado.

De Manolita Malasaña mucho secuenta ycasinada se sabe concerteza, alas pocas horas del levantamiento y enla confusión de los balances aún tur-bios e inconclusos de víctimas. Relatanvarios testigos que la joven, de quinceaños y vecina de la calle de SanAndrés,no titubeó en proveer de cartuchos a supadre Juan Malasaña en el Parque deArtillería, aventurándose para ello va-rias veces en idas y venidas que, al fi-nal, le costaron la vida. Cayó abatidapor una bala.

También se cebó el odio invasor conla curiosidad inocente en los balcones yen las plazas. O segó juegos infantiles,en razzias indiscriminadas. A José Ga-cio, de once años, lo reventó un balazoen la calleCarretas. Igual queaAlfonso

EsperanzaReluz, quesehabíaaventura-do en la escaramuza de la calle de Tole-do y la Plaza de la Cebada, o AntonioFernándezMenchirón,dedoceaños,he-rido de extrema gravedad en la calle Le-ganitos.

De él, como de otros críos, se teme sufallecimiento inmediato, tal es el alcan-ce de sus heridas: No queda resquiciode esperanza para Manuela FernándezCancela ni para Manuela Armayona,dedoceaños,niparaClaraMichel,Mar-celina Izquierdo o Esteban Castarera,los tres de nueve años. En estado agóni-

coquedó también lapequeñaLuisaGar-cía Muñoz, de siete años, herida en elbalcón de su casa.

Otros se hanconvertido enhéroes deúltima hora, por el arrojo propio de susquince años: Tomás González de la Ve-ga, gravísimamenteherido enel choquede la Puerta del Sol, y Gregorio AriasCalvo, fusilado.Antesdecaer, losdos tu-vieron cumplida noticia del aplomo deDonFrancisco dePaula enPalacio. Consólo catorce años, el Infante fue laúnicareferencia tangible para el pueblo, enuna jornada capital y trágica.

EN SU PUNTO

Desde hacía un tiempo la ilusiónhabía vuelto a brillar en los ojos

deMaríaBeano, unaviudadeclaseme-dia con cuatro hijos, que perdió a sumarido militar y desde ese instantese dedicó a cuidar y sacar adelante asus pequeños. María tenía demasia-do trabajo comoparapensarqueotrohombre podría ocupar sus sueños. Oeso pensaba.

Perodesdehaceun tiempo los ojosde María brillaban con otra intensi-dad. Su secreto comenzó la mañanaque se asomóal balcón para regar lasmacetas. Justo en esemomento el ca-pitán Pedro Velarde, 28 años y más demedia vida en el ejército, se cruzó ensu vida. Fueron unos segundos, peroel impacto hizo que desde ese instan-te todas las mañanas se repitiera esaescena. Por eso, la mañana del 2 demayo fue crucial. En su fuero internosabía que algo pasaba y de ahí que laangustia fueraenaumento.Era laho-ra y su capitán no había asomado. Enla callehabía revueloyMaría nopen-saba seguir quedándose en el balcónesperando. Dejó a sus hijos al cobijodeunavecinaysalióenbuscadenoti-cias.Denegro, conuna toquilla sobrela cabeza y el rostro más pálido quenunca, preguntó a cuantos se cruza-ban y lo único que recibió fueronma-las noticias: «Los artilleros están lu-chando en la plaza deMonteleón».

Sabíaquenopodíasoportarunase-gundadesgraciaensuvidayporesoig-noró los gritos de los centinelas que laalertaronparaquenosiguieracorrien-do porque su vida corría peligro... Mi-nutos después el cuerpo de unamujervestida denegro yacía en el suelo. Unabala puso fin a una historia de amorquesealimentódemiradasysilencios.

Siguieron ayer la estela de susmayores en el levantamientocontra el invasor y murieron porEspaña. Más de una decena deniños se dejaron la vida enMadrid y algunos de ellosrubricaron episodios heroicos

BLANCA TORQUEMADA

ANTES MUERTA

QUE VIUDA DEL

CAPITÁN VELARDE

E. ÁLVAREZ DUMONTEl padre de Manuela Malasaña apuñala al francés que la mató

Martes 3 de Mayo de 1808

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