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Por la senda de Satyajit Ray Adoor Gopalakrishnan - Imagineindia S OLAMENTE dos cineastas indios han obtenido el Premio Sutherland del British Film Institute, que se concede a la película más original e imaginativa: Satyajit Ray y Adoor Gopalakrishnan. No es casualidad que estos dos nombres aparezcan asociados (también) en la concesión de este galardón, porque entre ellos hay, además, muchos puntos en común en cuanto a los intereses temáticos y una fuerte vinculación que les relaciona en la historia, más allá de su común origen geográfico. Ambos mostraron un camino en el cine de calidad en la India, que en los tiempos actuales se encuentra en proceso de encontrar sucesor. Gopalakrishnan (Kerala, 1941) es quizás el cineasta más académico del país, con guiones que suelen gravitar en torno a temas bien establecidos en la teoría social, política y jurídica. Mientras sus películas han tratado ideas tan diversas como la infiltración de la conciencia política común en la vida del pueblo, el legado persistente de las estructuras feudales y el rechazo del sistema de la pena de muerte, sus imágenes se han asociado con mayor frecuencia a la exploración del papel de las mujeres en las diversas configuraciones sociales, según se cuenta hasta aquí llega por la influencia de su madre. Director de cine, productor y crítico, con más de treinta largometrajes y cortometrajes desde mediados de los años sesenta en su filmografía, Gopalakrishnan fue un pionero clave en el movimiento de la sociedad cinematográfica en la India durante los años 60, siguiendo la estela de Satyajit Ray. Además de ganar el Premio Nacional numerosas veces, ganó el premio FIPRESCI con Mathilukal (1990) en el Festival de Cine de Venecia. Gopalakrishnan está considerado entre los artistas más importantes e influyentes del movimiento del cine paralelo en la India en cuyo origen se vuelve a situar, como no podía ser de otra manera, el propio Satyajit Ray. Su obra de ficción ha llegado a representar para muchos espectadores el rostro de la cinematografía india relacionada con el arte y su excepcional influencia en los nuevos directores indios está sobradamente reconocida. En palabras del crítico Jean Michel Frodon: «Las películas de Adoor son únicas ya que articulan historias humanas y sociales que son universales pero al mismo tiempo tienen un fondo, una forma y un ambiente muy locales. Para mí, es muy impresionante encontrar una respuesta original a una pregunta muy general de cómo traducir el cuestionamiento local, social e histórico a un nivel global y, al mismo tiempo, descubrir un mundo nuevo». Este mes se proyectan en el Doré seis de sus largometrajes, como retrospectiva del Festival Imagineindia, del que Filmoteca acogerá también cuatro películas que figuran dentro de su Sección Oficial. Un buen momento para reivindicar una figura popular en su país de origen, a la que hay que hacer justicia por sus enormes valores cinematográficos y otorgar a su cine la merecida visibilidad que se ha ganado con el paso del tiempo. Ciclo realizado en el marco de Imagineindia. Jean Rouch, el viaje y el trance Centenario del director francés C UANDO Jean Rouch estrenó en el Festival de Venecia su cortometraje Les Maîtres fous (1956) fue recibido en medio de una enorme controversia. La filmación de un ritual de posesión, encantamiento y trance colectivo de la secta Hauka, en los alrededores de Accra, la capital de la actual Ganha, fue visto por unos como un ejercicio de explotación colonial y consolidación de los tópicos y los estereotipos del África negra, y por otros, como una renovación de la manera en la que el cine etnográfico se acercaba a la filmación de aquellos «otros» a los que no entendemos. Visto muchos años después, es innegable que Les Maîtres fous, y todo el resto de la obra de Rouch, filmada en África o en Europa, está mucho más cerca de un gesto revolucionario y renovador que de la visión colonialista y paternalista, cuando no directamente racista, con la que la etnografía se había acercado hasta entonces al estudio y la filmación de las culturas alejadas de los centros de poder occidentales. Porque el trabajo de Rouch, inventor del cinéma vérité, esa corriente tantas veces confundida con el direct cinema, y con la que apenas comparte un afán de explorar las posibilidades de la cámara como elemento para encontrar la verdad oculta en lo real, supuso una verdadera revolución cinematográfica pero también política y epistemológica: Rouch trató de abandonar su posición de europeo que se otorga el poder de representar al otro, y buscó las maneras de dar a sus protagonistas las herramientas para construir y producir sus propios discursos, y elegir sus propias representaciones, dejando así de ser ‘objetos’ filmados, piezas de museo, trofeos de caza cinematográfica, para tomar la palabra sobre sus propias vidas y sus representaciones audiovisuales. Cuando se cumplen 100 años de su nacimiento, Filmoteca Española recupera a modo de homenaje algunos de sus (muchos) títulos imprescindibles, para reivindicar un trabajo que desbordó lo puramente etnográfico, hundiendo sus raíces en una nueva concepción del mundo, para encontrar las formas cinematográficas que no perpetuaran y reprodujeran las relaciones de poder y control, y señalando el que vendría a ser uno de los caballos de batalla del cine documental de ahí en adelante: el problema de la (imposible) objetividad, que Rouch nunca persiguió, por imposible, decantándose por experiencias audiovisuales más cercanas a la inmersión, al trance, o a las relaciones con la ficción, o la mentira, como camino para construir una cierta verdad. En sus propias palabras: «Para mí, cineasta y etnógrafo, no hay prácticamente ninguna frontera entre el cine documental y el cine de ficción. El cine, arte del doble, es ya de por sí el paso del mundo real al mundo de lo imaginario, y la etnografía, la ciencia que estudia los sistemas del pensamiento de los otros, es también una travesía permanente de un universo conceptual a otro, una gimnasia acrobática en la que perder pie es el menor de los riesgos». Resistencia al olvido Rithy Panh / Margarita Ledo D OCUMENTAMADRID dedica las retrospectivas de esta nueva edición a dos cineastas cuyas obras fluctúan entre el testimonio, la poética y la militancia política; aproximaciones a la devastadora historia del siglo XX, y a la restauración de una memoria acallada, pendiente de revisión y análisis crítico. El cine de Margarita Ledo (Castro de Rey, 1951) está dedicado a recuperar voces y relatos. Voces de exiliados y revolucionarios, voces de mujeres migrantes. Todos ellos ligados íntimamente a Galicia, pero dispersos en una diáspora que los dejó marcados. Cineasta, poeta, profesora y también escritora, su filmografía supone una singular apuesta autoral dentro de nuestro cine por el modelado continuo de unos mismos temas, que van asentándose en busca de una cada vez mayor complejidad formal. Un cine de la memoria, de los contrapoderes, de la relación con la tierra y la lengua propias con el objetivo de recuperar la complejidad de los relatos silenciados. Rithy Panh (Nom Pen, 1964) es uno de esos cineastas que han dedicado su vida a rehabilitar una memoria traumática –personal y colectiva–, y Camboya el país donde su mirada lúcida y certera se ha inscrito ya como parte consustancial de la propia historia que se ha propuesto restablecer. En S-21: La máquina roja de matar (2003), Rithy Panh realiza una inmersión sin límites en los espacios y psicologías de los verdugos, reinterpretando a través de ellos las técnicas de tortura y ejecuciones, y enfrentándolos a las víctimas. Panh quiere ser preciso, recrear minuciosamente los procesos del terror para dejar constancia fidedigna para la historia futura y el juicio presente. En 2011 publica en colaboración con el escritor Chistophe Bataille el ensayo La eliminación. Una obra estremecedora donde narra en paralelo sus experiencias de supervivencia durante el tiempo de la Kampuchea Democrática, junto a una entrevista realizada al máximo responsable del campo de exterminio S-21, que a su vez da lugar a la película Duch, le maître des forges de l’enfer (2011). De ese mismo libro nace su siguiente película, La imagen perdida (2013), donde por primera vez Panh se aproxima a las traumáticas experiencias personales que tuvo que afrontar durante los años del régimen de Pol Pot y los jemeres rojos. Unos pequeños muñecos manufacturados en barro son los testigos y actores de esas vivencias que agrupan la indescriptible tragedia y la rememoración de tiempos mejores. En La France est notre patrie (2015), el cineasta franco- camboyano hace suyas las armas con las que ha querido recomponer la memoria de un país a través de sus imágenes y audios. El archivo fílmico como instrumento para desvelar la verdad histórica tergiversada y manipulada por los colonizadores. Su última película, Exile (2016), es un poema visual donde se rememoran y escenifican las experiencias del hambre, supervivencia extrema y muerte de un joven camboyano durante los años de la dictadura de Pol Pot. Evocación, sueño y delirio en la búsqueda de una verdad perdida tras un pasado imborrable. Ciclos realizados en el marco de DocumentaMadrid 2017. Rithy Panh presentará su película Exil (Exile, 2016) el sabado 6, a las 19:45 h., en el Cine Doré. Margarita Ledo presentará su película A cicatriz branca (La cicatriz blanca, 2012) el martes 9, a las 20:00 h., en el Cine Doré. en permanente contacto con lo más abyecto de la naturaleza humana, al mismo tiempo no rehúyen la belleza y la poesía, precisamente, en palabras del cineasta (quien presentará su obra en el Doré), “porque fue toda forma de poesía lo que se propuso aniquilar” el terror genocida de la Kampuchea Democrática. A su modo, el cine del indio Adoor Gopalakrishnan conjuga dos de las grandes tendencias en el programa de mayo del Doré. Por un lado, el interés por explorar el papel de la mujer en la configuración social y las expresiones cinematográficas, y por otro el modo en que el cine ha documentado realidades culturales y políticas alejadas de los centros de poder occidentales sin renunciar a su compromiso con el arte. Un consejo: déjense llevar por la curiosidad y la revelación del descubrimiento frente a las imágenes de este hijo espiritual de Salvajit Ray, déjense llevar por el magnetismo estético y la precisión narrativa de sus imágenes, por el humanismo que respiran. Las últimas películas del georgiano Otar Iosseliani y del japonés Kiyoshi Kurosawa, en la sección “Cinéditos”, también se suman a esa necesidad de alumbrar las expresiones que no entran en el radar mercantilista o en las regiones de dominación cultural, pero que precisamente por ello, atendiendo a su interés y calidad, encuentran perfecta cabida en las pantallas de Filmoteca. El concepto de “lógica difusa” que en su quinta edición ha adoptado el Festival Rizoma tomará forma en la selección de sus películas (25-27 mayo), entre ellas A Space Program, lúcida y divertida reconstrucción del trabajo “espacial” del artista Tom Sachs (quien presentará el film), y también la celebrada Operación Avalancha, de Matt Johnson, en torno al supuesto rodaje simulado por Stanley Kubrick del hombre en la Luna, y que se mostrará en el Doré antes de su estreno comercial. Los homínidos y dinosaurios bajo el discurso de la ciencia ficción que envuelven los títulos de Filmoteca Junior acaso vienen a dar respuesta, con lógica difusa, a las teorías conspiratorias que en la era de la post-verdad están llamadas a hacer tambalear nuestras certezas. Carlos Reviriego Director de Programación Rita Azevedo Gomes presentará la restrospectiva de su obra, el sábado, 13 de mayo, en el Cine Doré. La memoria y la creación E L CINE portugués contemporáneo ha tomado una relevancia internacional sin precedentes en la cinematografía lusa. La valoración en festivales de todo el mundo de cineastas como Rita Azevedo Gomes, João Pedro Rodrigues, Miguel Gomes, Joaquim Pinto o Vítor Gonzalves representa un fenómeno excepcional y simboliza la herencia legada por Manoel de Oliveira y João César Monteiro, por la vasta e incalculable influencia de ambos. Cuando han transcurrido dos años desde que el gigante portugués desapareció, dejando tras de sí una de las filmografías más ineludibles del cine universal, Filmoteca Española quiere celebrar el empuje y la honestidad creativa de Azevedo Gomes (en mayo) y de Rodrigues (en junio, en el marco de Film Madrid), cuyas deudas con el autor de O Convento son tan manifiestas y especiales como sus respectivas personalidades creativas. Ambos cineastas acompañarán sus películas (y a los espectadores) durante las retrospectivas que el Cine Doré dedicará a sus valiosas obras en estos meses primaverales. Títulos como O Som da Terra a Tremer (1990) o Morrer Como Um Homem (2009) proyectan una clase de energía y singularidad realmente difíciles de encontrar en el cine reciente. La autora de La venganza de una mujer (2012), poseedora de una filmografía que se adentra en las profundidades más nobles de la cultura europea –la tradición alemana, el simbolismo francés, el modernismo decimonónico, etc.–, ha seleccionado además un programa de películas que recorren el ecléctico y resonante acervo de su cultura cinematográfica. En la Carta Blanca de la lusa confluye la inquietud por Oliveira con el Buñuel más secreto y desconocido, el testamento fílmico de Bergman con la refinada comedia de Lubitsch, el canto del cisne analógico de Godard con el entramado operístico de Schroeter. Junto al inmenso interés que despertó el mes pasado el ciclo “Maya Deren, la cámara creativa”, el foco sobre Margarita Ledo de este mes, el conjunto de películas de directoras pioneras del cine español programado para junio y el papel de la mujer en el cine chino del siglo pasado (en julio), el ciclo “Rita Azevedo Gomes: luz feliz, luz maligna” no hace sino remarcar el vigor y la relevancia que tiene para Filmoteca Española el cine realizado desde la perspectiva femenina, y cuya presencia en el Doré responde a un proceso de naturalización que realmente no precisa de coartadas programáticas. De Maya Deren a Jean Rouch El último día del mes se cumplirá el centenario del maestro del cinéma vérité Jean Rouch. El pequeño ciclo dedicado a su obra (cinco de sus largometrajes más relevantes y un mediometraje mítico) se propone también como caja de resonancia con Maya Deren, cuya experiencia trance en Divine Horsemen: The Living Gods of Haiti (1985) no deja de dialogar directamente con Les Maîtres fou (1955) del cineasta francés. Los juegos de espejos son incesantes. El componente antropológico de la obra de Rouch nos traslada a la “etnografía de la barbarie” que pone en escena el apabullante corpus fílmico del camboyano Rithy Panh, protagonista de la retrospectiva que le dedica DocumentaMadrid en colaboración con Filmoteca Española. A través del patrimonio fílmico, el director camboyano busca acaso un pasaje a la comprensión del dolor que ha sufrido su pueblo. Desde el Baphona Centre (la ‘filmoteca’ camboyana) que cofundó con su colega Ieu Pannakar, se dedica a la recuperación, preservación y difusión del legado audiovisual de su país, amenazado tanto tiempo por un sistema de aniquilación que se propuso borrar su pasado y reinventar su historia. Entre la memoria y la creación, la obra y vida de Rithy Panh encarnan por sí mismas el papel del cine como garante de la recomposición del pretérito, y aunque sus películas están Suscripción a la alerta del programa mensual del cine Doré Sede Filmoteca Española: C/ Magdalena,10 28012 Madrid Tel.: 91 467 2600 [email protected] Precio: Normal: 2,50 € por sesión y sala 20,00 € abono de 10 sesiones. Estudiante: 2,00 € por sesión y sala 15,00 € abono de 10 sesiones. Horario de taquilla: 16.15 h. hasta 15 minutos después del comienzo de la última sesión. Venta anticipada: 1/3 del aforo para las sesiones del día siguiente. De 21.00 hasta cierre de taquilla (mínimo 21.30) Sala de proyección: Cine Doré C/ Santa Isabel, 3 28012 Madrid Tel.: 91 369 3225 91 369 1125 (taquilla) 91 369 2118 (gerencia) Entrada libre a cafetería Horario de cafetería: 16.00 h. - 23.00 h. LUNES CERRADO Buzon de sugerencias: [email protected] mayo 2017 Jean Rouch, el viaje y el trance Documenta- Madrid: Rithy Panh y Margarita Ledo 90 años de Ciudad Universitaria Rita Azevedo Gomes: luz feliz, luz maligna + Carta Blanca Adoor Gopalakrishnan / Imagineindia Chant d’hiver (2015), de Otar Iosseliani, en “Cinéditos” Ciclos organizados en colaboración con: JEAN ROUCH EL VIAJE Y EL TRANCE MAYO 2017 RITA AZEVEDO GOMES LUZ FELIZ, LUZ MALIGNA MAYO 2017 Agradecimientos: Musée des Civilisations de l’Europe et de la Méditerranée (MUCEM), Universidad de Sevilla, Numax CLa venganza de una mujer (A Vingança de Uma Mulher, Rita Azevedo Gomes, 2012) CFor Ever Mozart (Jean-Luc Godard, 1996)

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Por la senda de Satyajit RayAdoor Gopalakrishnan - Imagineindia

SOLAMENTE dos cineastas indios han obtenido el Premio Sutherland del British Film Institute, que se concede a la película más original e imaginativa: Satyajit Ray

y Adoor Gopalakrishnan. No es casualidad que estos dos nombres aparezcan asociados (también) en la concesión de este galardón, porque entre ellos hay, además, muchos puntos en común en cuanto a los intereses temáticos y una fuerte vinculación que les relaciona en la historia, más allá de su común origen geográfico. Ambos mostraron un camino en el cine de calidad en la India, que en los tiempos actuales se encuentra en proceso de encontrar sucesor.

Gopalakrishnan (Kerala, 1941) es quizás el cineasta más académico del país, con guiones que suelen gravitar en torno a temas bien establecidos en la teoría social, política y jurídica. Mientras sus películas han tratado ideas tan diversas como la infiltración de la conciencia política común en la vida del pueblo, el legado persistente de las estructuras feudales y el rechazo del sistema de la pena de muerte, sus imágenes se han asociado con mayor frecuencia a la exploración del papel de las mujeres en las diversas configuraciones sociales, según se cuenta hasta aquí llega por la influencia de su madre.

Director de cine, productor y crítico, con más de treinta largometrajes y cortometrajes desde mediados de los años sesenta en su filmografía, Gopalakrishnan fue un pionero clave en el movimiento de la sociedad cinematográfica en la India durante los años 60, siguiendo la estela de Satyajit Ray. Además de ganar el Premio Nacional numerosas veces, ganó el premio FIPRESCI con Mathilukal (1990) en el Festival de Cine de Venecia.

Gopalakrishnan está considerado entre los artistas más importantes e influyentes del movimiento del cine paralelo en la India en cuyo origen se vuelve a situar, como no podía ser de otra manera, el propio Satyajit Ray. Su obra de ficción ha llegado a representar para muchos espectadores el rostro de la cinematografía india relacionada con el arte y su excepcional influencia en los nuevos directores indios está sobradamente reconocida.

En palabras del crítico Jean Michel Frodon: «Las películas de Adoor son únicas ya que articulan historias humanas y sociales que son universales pero al mismo tiempo tienen un fondo, una forma y un ambiente muy locales. Para mí, es muy impresionante encontrar una respuesta original a una pregunta muy general de cómo traducir el cuestionamiento local, social e histórico a un nivel global y, al mismo tiempo, descubrir un mundo nuevo».

Este mes se proyectan en el Doré seis de sus largometrajes, como retrospectiva del Festival Imagineindia, del que Filmoteca acogerá también cuatro películas que figuran dentro de su Sección Oficial. Un buen momento para reivindicar una figura popular en su país de origen, a la que hay que hacer justicia por sus enormes valores cinematográficos y otorgar a su cine la merecida visibilidad que se ha ganado con el paso del tiempo.

Ciclo realizado en el marco de Imagineindia.

Jean Rouch, el viaje y el tranceCentenario del director francés

CUANDO Jean Rouch estrenó en el Festival de Venecia su cortometraje Les Maîtres fous (1956) fue recibido en medio de una enorme controversia. La filmación de un

ritual de posesión, encantamiento y trance colectivo de la secta Hauka, en los alrededores de Accra, la capital de la actual Ganha, fue visto por unos como un ejercicio de explotación colonial y consolidación de los tópicos y los estereotipos del África negra, y por otros, como una renovación de la manera en la que el cine etnográfico se acercaba a la filmación de aquellos «otros» a los que no entendemos. Visto muchos años después, es innegable que Les Maîtres fous, y todo el resto de la obra de Rouch, filmada en África o en Europa, está mucho más cerca de un gesto revolucionario y renovador que de la visión colonialista y paternalista, cuando no directamente racista, con la que la etnografía se había acercado hasta entonces al estudio y la filmación de las culturas alejadas de los centros de poder occidentales.

Porque el trabajo de Rouch, inventor del cinéma vérité, esa corriente tantas veces confundida con el direct cinema, y con la que apenas comparte un afán de explorar las posibilidades de la cámara como elemento para encontrar la verdad oculta en lo real, supuso una verdadera revolución cinematográfica pero también política y epistemológica: Rouch trató de abandonar su posición de europeo que se otorga el poder de representar al otro, y buscó las maneras de dar a sus protagonistas las herramientas para construir y producir sus propios discursos, y elegir sus propias representaciones, dejando así de ser ‘objetos’ filmados, piezas de museo, trofeos de caza cinematográfica, para tomar la palabra sobre sus propias vidas y sus representaciones audiovisuales.

Cuando se cumplen 100 años de su nacimiento, Filmoteca Española recupera a modo de homenaje algunos de sus (muchos) títulos imprescindibles, para reivindicar un trabajo que desbordó lo puramente etnográfico, hundiendo sus raíces en una nueva concepción del mundo, para encontrar las formas cinematográficas que no perpetuaran y reprodujeran las relaciones de poder y control, y señalando el que vendría a ser uno de los caballos de batalla del cine documental de ahí en adelante: el problema de la (imposible) objetividad, que Rouch nunca persiguió, por imposible, decantándose por experiencias audiovisuales más cercanas a la inmersión, al trance, o a las relaciones con la ficción, o la mentira, como camino para construir una cierta verdad. En sus propias palabras: «Para mí, cineasta y etnógrafo, no hay prácticamente ninguna frontera entre el cine documental y el cine de ficción. El cine, arte del doble, es ya de por sí el paso del mundo real al mundo de lo imaginario, y la etnografía, la ciencia que estudia los sistemas del pensamiento de los otros, es también una travesía permanente de un universo conceptual a otro, una gimnasia acrobática en la que perder pie es el menor de los riesgos».

Resistencia al olvidoRithy Panh / Margarita Ledo

DOCUMENTAMADRID dedica las retrospectivas de esta nueva edición a dos cineastas cuyas obras fluctúan entre el testimonio, la poética y la militancia

política; aproximaciones a la devastadora historia del siglo XX, y a la restauración de una memoria acallada, pendiente de revisión y análisis crítico.

El cine de Margarita Ledo (Castro de Rey, 1951) está dedicado a recuperar voces y relatos. Voces de exiliados y revolucionarios, voces de mujeres migrantes. Todos ellos ligados íntimamente a Galicia, pero dispersos en una diáspora que los dejó marcados. Cineasta, poeta, profesora y también escritora, su filmografía supone una singular apuesta autoral dentro de nuestro cine por el modelado continuo de unos mismos temas, que van asentándose en busca de una cada vez mayor complejidad formal. Un cine de la memoria, de los contrapoderes, de la relación con la tierra y la lengua propias con el objetivo de recuperar la complejidad de los relatos silenciados.

Rithy Panh (Nom Pen, 1964) es uno de esos cineastas que han dedicado su vida a rehabilitar una memoria traumática –personal y colectiva–, y Camboya el país donde su mirada lúcida y certera se ha inscrito ya como parte consustancial de la propia historia que se ha propuesto restablecer. En S-21: La máquina roja de matar (2003), Rithy Panh realiza una inmersión sin límites en los espacios y psicologías de los verdugos, reinterpretando a través de ellos las técnicas de tortura y ejecuciones, y enfrentándolos a las víctimas. Panh quiere ser preciso, recrear minuciosamente los procesos del terror para dejar constancia fidedigna para la historia futura y el juicio presente.

En 2011 publica en colaboración con el escritor Chistophe Bataille el ensayo La eliminación. Una obra estremecedora donde narra en paralelo sus experiencias de supervivencia durante el tiempo de la Kampuchea Democrática, junto a una entrevista realizada al máximo responsable del campo de exterminio S-21, que a su vez da lugar a la película Duch, le maître des forges de l’enfer (2011). De ese mismo libro nace su siguiente película, La imagen perdida (2013), donde por primera vez Panh se aproxima a las traumáticas experiencias personales que tuvo que afrontar durante los años del régimen de Pol Pot y los jemeres rojos. Unos pequeños muñecos manufacturados en barro son los testigos y actores de esas vivencias que agrupan la indescriptible tragedia y la rememoración de tiempos mejores.

En La France est notre patrie (2015), el cineasta franco-camboyano hace suyas las armas con las que ha querido recomponer la memoria de un país a través de sus imágenes y audios. El archivo fílmico como instrumento para desvelar la verdad histórica tergiversada y manipulada por los colonizadores. Su última película, Exile (2016), es un poema visual donde se rememoran y escenifican las experiencias del hambre, supervivencia extrema y muerte de un joven camboyano durante los años de la dictadura de Pol Pot. Evocación, sueño y delirio en la búsqueda de una verdad perdida tras un pasado imborrable.

Ciclos realizados en el marco de DocumentaMadrid 2017.

Rithy Panh presentará su película Exil (Exile, 2016) el sabado 6,a las 19:45 h., en el Cine Doré.

Margarita Ledo presentará su película A cicatriz branca (La cicatriz blanca, 2012) el martes 9, a las 20:00 h., en el Cine Doré.

en permanente contacto con lo más abyecto de la naturaleza humana, al mismo tiempo no rehúyen la belleza y la poesía, precisamente, en palabras del cineasta (quien presentará su obra en el Doré), “porque fue toda forma de poesía lo que se propuso aniquilar” el terror genocida de la Kampuchea Democrática.

A su modo, el cine del indio Adoor Gopalakrishnan conjuga dos de las grandes tendencias en el programa de mayo del Doré. Por un lado, el interés por explorar el papel de la mujer en la configuración social y las expresiones cinematográficas, y por otro el modo en que el cine ha documentado realidades culturales y políticas alejadas de los centros de poder occidentales sin renunciar a su compromiso con el arte. Un consejo: déjense llevar por la curiosidad y la revelación del descubrimiento frente a las imágenes de este hijo espiritual de Salvajit Ray, déjense llevar por el magnetismo estético y la precisión narrativa de sus imágenes, por el humanismo que respiran. Las últimas películas del georgiano Otar Iosseliani y del japonés Kiyoshi Kurosawa, en la sección “Cinéditos”, también se suman a esa necesidad de alumbrar las expresiones que no entran en el radar mercantilista o en las regiones de dominación cultural, pero que precisamente por ello, atendiendo a su interés y calidad, encuentran perfecta cabida en las pantallas de Filmoteca.

El concepto de “lógica difusa” que en su quinta edición ha adoptado el Festival Rizoma tomará forma en la selección de sus películas (25-27 mayo), entre ellas A Space Program, lúcida y divertida reconstrucción del trabajo “espacial” del artista Tom Sachs (quien presentará el film), y también la celebrada Operación Avalancha, de Matt Johnson, en torno al supuesto rodaje simulado por Stanley Kubrick del hombre en la Luna, y que se mostrará en el Doré antes de su estreno comercial. Los homínidos y dinosaurios bajo el discurso de la ciencia ficción que envuelven los títulos de Filmoteca Junior acaso vienen a dar respuesta, con lógica difusa, a las teorías conspiratorias que en la era de la post-verdad están llamadas a hacer tambalear nuestras certezas.

Carlos ReviriegoDirector de Programación

Rita Azevedo Gomes presentará la restrospectiva de su obra, el sábado, 13 de mayo, en el Cine Doré.

La memoria y la creación

EL CINE portugués contemporáneo ha tomado una relevancia internacional sin precedentes en la cinematografía lusa. La valoración en

festivales de todo el mundo de cineastas como Rita Azevedo Gomes, João Pedro Rodrigues, Miguel Gomes, Joaquim Pinto o Vítor Gonzalves representa un fenómeno excepcional y simboliza la herencia legada por Manoel de Oliveira y João César Monteiro, por la vasta e incalculable influencia de ambos. Cuando han transcurrido dos años desde que el gigante portugués desapareció, dejando tras de sí una de las filmografías más ineludibles del cine universal, Filmoteca Española quiere celebrar el empuje y la honestidad creativa de Azevedo Gomes (en mayo) y de Rodrigues (en junio, en el marco de Film Madrid), cuyas deudas con el autor de O Convento son tan manifiestas y especiales como sus respectivas personalidades creativas. Ambos cineastas acompañarán sus películas (y a los espectadores) durante las retrospectivas que el Cine Doré dedicará a sus valiosas obras en estos meses primaverales. Títulos como O Som da Terra a Tremer (1990) o Morrer Como Um Homem (2009) proyectan una clase de energía y singularidad realmente difíciles de encontrar en el cine reciente.

La autora de La venganza de una mujer (2012), poseedora de una filmografía que se adentra en las profundidades más nobles de la cultura europea –la tradición alemana, el simbolismo francés, el modernismo decimonónico, etc.–, ha seleccionado además un programa de películas que recorren el ecléctico y resonante acervo de su cultura cinematográfica. En la Carta Blanca de la lusa confluye la inquietud por Oliveira con el Buñuel más secreto y desconocido, el testamento fílmico de Bergman con la refinada comedia de Lubitsch, el canto del cisne analógico de Godard con el entramado operístico de Schroeter. Junto al inmenso interés que despertó el mes pasado el ciclo “Maya Deren, la cámara creativa”, el foco sobre Margarita Ledo de este mes, el conjunto de películas de directoras pioneras del cine español programado para junio y el papel de la mujer en el cine chino del siglo pasado (en julio), el ciclo “Rita Azevedo Gomes: luz feliz, luz maligna” no hace sino remarcar el vigor y la relevancia que tiene para Filmoteca Española el cine realizado desde la perspectiva femenina, y cuya presencia en el Doré responde a un proceso de naturalización que realmente no precisa de coartadas programáticas.

De Maya Deren a Jean Rouch

El último día del mes se cumplirá el centenario del maestro del cinéma vérité Jean Rouch. El pequeño ciclo dedicado a su obra (cinco de sus largometrajes más relevantes y un mediometraje mítico) se propone también como caja de resonancia con Maya Deren, cuya experiencia trance en Divine Horsemen: The Living Gods of Haiti (1985) no deja de dialogar directamente con Les Maîtres fou (1955) del cineasta francés. Los juegos de espejos son incesantes. El componente antropológico de la obra de Rouch nos traslada a la “etnografía de la barbarie” que pone en escena el apabullante corpus fílmico del camboyano Rithy Panh, protagonista de la retrospectiva que le dedica DocumentaMadrid en colaboración con Filmoteca Española. A través del patrimonio fílmico, el director camboyano busca acaso un pasaje a la comprensión del dolor que ha sufrido su pueblo. Desde el Baphona Centre (la ‘filmoteca’ camboyana) que cofundó con su colega Ieu Pannakar, se dedica a la recuperación, preservación y difusión del legado audiovisual de su país, amenazado tanto tiempo por un sistema de aniquilación que se propuso borrar su pasado y reinventar su historia. Entre la memoria y la creación, la obra y vida de Rithy Panh encarnan por sí mismas el papel del cine como garante de la recomposición del pretérito, y aunque sus películas están

Suscripción a la alerta del programa mensual del cine Doré

Sede Filmoteca Española:C/ Magdalena,1028012 MadridTel.: 91 467 [email protected]

Precio:Normal:2,50 € por sesión y sala20,00 € abono de 10 sesiones.Estudiante:2,00 € por sesión y sala15,00 € abono de 10 sesiones.

Horario de taquilla:16.15 h. hasta 15 minutos después del comienzo de la última sesión.

Venta anticipada:1/3 del aforo para las sesiones del día siguiente. De 21.00 hasta cierre de taquilla (mínimo 21.30)

Sala de proyección:Cine DoréC/ Santa Isabel, 328012 MadridTel.: 91 369 3225

91 369 1125 (taquilla)91 369 2118 (gerencia)

Entrada libre a cafetería

Horario de cafetería:16.00 h. - 23.00 h.

LUNES CERRADO

Buzon de sugerencias:[email protected]

mayo2 0 1 7

Jean Rouch, el viaje y el trance

Documenta-Madrid: Rithy Panh y Margarita Ledo

90 años de Ciudad Universitaria

Rita Azevedo Gomes: luz feliz, luz maligna + Carta Blanca

Adoor Gopalakrishnan

/ Imagineindia

Chant d’hiver (2015), de Otar Iosseliani, en “Cinéditos”

Ciclos organizados en colaboración con:

JEANROUCH

EL VIAJEY EL TRANCE

MAYO 2017

034-

17-0

01-9

03

4-1

7-0

01

-9

RITAAZEVEDOGOMES

LUZ FELIZ,LUZ MALIGNA

MAYO 2017

Agradecimientos:

Musée des Civilisations de l’Europe et de la Méditerranée (MUCEM), Universidad de Sevilla, Numax

CLa venganza de una mujer (A Vingança de Uma Mulher, Rita Azevedo Gomes, 2012)

CFor Ever Mozart (Jean-Luc Godard, 1996)