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ENTREGA DE LA ESTACIÓN DEL FERROCARRIL EN AMBATO

Ambato, 27 de diciembre de 2012

Queridas ambateñas, ambateños, tungurahuenses, compañeras, compañeros:

El Sistema Ferroviario, es Patrimonio Histórico del Ecuador, representa valores intrínsecos de la Revolución Alfarista y de la Revolución Ciudadana: la unidad del Ecuador; la conectividad de las regiones diversas que nos caracterizan como país; el

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desarrollo integrado de las zonas urbanas y rurales; y la demostración de lo que somos capaces de hacer, cuando unimos talento humano y voluntad política para construir una Patria para todas y todos.

Queridos jóvenes, aprendan de la historia, estudiémosla, apreciémosla, disfrutémosla y aprendamos de ella. Ahora las cosas parecen fáciles, este fue el ferrocarril, en su momento más difícil del mundo, ahora es el más hermoso del mundo, ¿verdad? Ya no es el más difícil, pero es el más hermoso.

Pero imagínense un poco antes de que existiera el ferrocarril, final del siglo XIX, inicio del siglo XX, no se conocía en la Sierra qué era el camarón, qué eran los peces del mar, la corvina, etcétera, ¿por qué?, porque quince días demoraba el viaje del perfil costanero a los Andes y se pudría cualquier cosa. Es con el ferrocarril que empieza a haber un intercambio fluido, se unen Costa y Sierra, se integra el país, hasta los matrimonios mixtos (costeño-serrano) aumentaron, aumentaron mil por ciento porque hubo mucho más comunicación, se empieza a conocer el país… Y, esta obra tan monumental, tan

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representativa, tan fundamental de lo que es la identidad, la nacionalidad ecuatoriana, la dejaron morir en la larga y triste noche neoliberal. ¡Prohibido Olvidar!

El “Tren más difícil del mundo”, desde su nacimiento fue revolucionario, porque simboliza no solo el adelanto tecnológico, sino también la equidad social, la ciudadanía, lo público, la igualdad; ahora en adelante lo podremos llamar, insisto, ya no el tren más difícil del mundo, que sí fue bastante difícil reconstruirlo, pero sin lugar a dudas: “El tren más hermoso del mundo”.

Queridos jóvenes, aprendan de la historia, disfrútenla, ámenla. El Sistema Ferroviario fue un Proyecto Emblemático de Eloy Alfaro; la vía férrea unía por primera vez, no solo la Costa con la Sierra, sino que integraba a su paso comunidades y pueblos que antes no contaban con caminos ni electricidad ni correos ni salud pública ni educación pública ni prácticamente ninguno de los servicios que deben proveerse por parte del Estado, muchos de los cuales llegaron por primera vez junto con el tren. Por primera vez se estaba construyendo Patria. Se trataba de unir a ese

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país divido en regiones, en feudos. Se trató también de un proyecto económico, para el desarrollo, para la prosperidad; y también de un proyecto político, para democratizar el acceso a la producción de los campesinos, de los pequeños productores, de los comerciantes, de los artesanos.

Por convicción revolucionaria, por vocación bolivariana, por coherencia alfarista, con visión de Patria, desde el inicio de esta Revolución nos reconocimos como bolivarianos y alfaristas, esa es nuestra doctrina, ese es nuestro convencimiento: y decimos lo que pensamos y cumplimos lo que decimos. Dijimos que el tren regresaría, y aquí está, uniendo nuevamente a este Ecuador que renace en su autoestima, en su dignidad, que avanza sin detenerse, como una locomotora que cruza la historia, sembrando futuro y alegrías a su paso. Así como ese tren, como esa Empresa de Ferrocarriles, desguazada, saqueada, abandonada, quebrada, tenía más de ochocientos trabajadores y no había tren. Cuando recibimos la empresa, ochocientos y no había servicio de tren. Ese era el país que recibimos. ¡Prohibido Olvidar! El país de la

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desesperanza, de la desidia, de la falta de fe, del conformismo… Ahora se ve la Patria llena de esperanza, llena de autoestima, de confianza en nosotros mismos, y cuando un pueblo tiene esos atributos no hay obstáculo que no pueda superar, compatriotas.

La Rehabilitación Integral del Sistema Ferroviario del Ecuador es un Proyecto, tal vez no el más importante, pero es uno de los más emblemáticos de la Revolución Ciudadana; es recuperar ese espíritu de Alfaro, es mantener su historia viva, es mantener ese proyecto que en su momento unió, integró a la Patria. Ecuador ama la vida y ama la gran variedad cultural que nos conforma: comunidades indígenas, mestizas, montubias, afroecuatorianas, que con la ruta ferroviaria se posibilita el desarrollo sustentable de sus economías, con pleno respeto de su identidad cultural.

Ustedes no se imaginan cuántas comunidades, por lo menos treinta, dejaron morir los neoliberales con el abandono del tren, porque vivían exclusivamente del tren. Este proyecto, la inversión no se recupera. “Ah, -dirán los neoliberales o los economistas que no

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entienden de economía- no es financiable, no es rentable”. Si no es rentable financieramente, económicamente es más que rentable: revive comunidades; atrae turismo, esta es el ancla, pero los turistas que vienen del exterior no solamente vienen por el tren, viene básicamente por el tren –este proyecto ha dado la vuelta al mundo- pero van a participar de muchas otras cosas; crea puestos de trabajo; genera valor agregado; mantiene comunidades vivas; evita migración. Pero los economistas ortodoxos, neoliberales, no entienden de esas cosas, creen que el análisis económico es el análisis financiero, es un error craso. Lo financiero es un subconjunto de lo económico, una partecita, costo y beneficio hay que medirlos a nivel económico, no solo a nivel financiero y este tren es altamente rentable a nivel económico y social.

El trazado de la ruta ferroviaria atraviesa 6 Provincias, 22 Cantones, 54 Juntas Parroquiales, y cariñosamente, une en su ruta las diversas regiones del país y dinamiza las economías locales, beneficiando a más de un millón de pobladores de las zonas rurales. Eso es muy importante: atender el

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campo, para evitar la migración a Ambato, la migración a Quito, la migración a Guayaquil. Eso es altamente positivo a nivel económico, así no se refleje en flujo financiero, flujo monetario.

Al recuperar el emblemático Tren del Ecuador, recuperamos no solo infraestructura sino soberanía nacional. Recuperamos la Patria, en valores tangibles y en valores intangibles. Al rehabilitar la infraestructura y la operatividad del Sistema Ferroviario, no solo incrementamos en casi 500 millones de dólares el Patrimonio Nacional, la riqueza que compartimos entre todos los ecuatorianos, sino que también recuperamos la historia, la memoria y la esperanza para muchas comunidades y pueblos que ven cómo, después de décadas de abandono, regresa la Patria en el alegre y cariñoso sonido de las locomotoras, en el movimiento de las Estaciones, en las fiestas populares de las plazas, en la alegría que siempre acompaña el paso del tren, que se reinaugura para brindar nuevos servicios a la ciudadanía del siglo XXI y ojalá por muchos siglos más.

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Con el paso del tren, con su recuperación también se reconstruye la confianza y serán palabras mayores en un país donde, insisto, nos habían robado hasta la esperanza.

Cuando yo llegué al gobierno nadie creía en nada, lo más difícil fue reconstruir esa confianza y este es un paso más para que esa confianza en nosotros mismos, esa cohesión social sea indestructible, por más que intenten dañarla el futuro con nuevos feriados bancarios, con nuevos atracos, etcétera, que sabemos que el pueblo jamás permitirá que vuelvan a ocurrir.

El Sistema Ferroviario apoya el cambio de la matriz productiva, ya que constituye un gran impulso para el sector de servicios a lo largo de su ruta, propiciando un nuevo modelo de desarrollo para la economía popular y solidaria de los sectores rurales. Ustedes tienen aquí cafeterías a cargo de madres organizadas, de comunidades, etcétera, economía popular y solidaria, es un ejemplo de economía popular y sustentable, integra a las comunidades en el manejo de los espacios públicos y de los servicios ferroviarios directos e indirectos,

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generando miles de empleos, especialmente en el área del turismo. Se calcula que de forma directa e indirecta, con la rehabilitación del tren se están generando más de diez mil puestos de trabajo.

Y ¡Prohibido olvidar, queridos compatriotas! Somos demasiado buena gente los ecuatorianos y tenemos memoria demasiado frágil, pero quien olvida su historia está condenado a cometer los mismos errores, a ser víctima de los mismos victimarios, que ya se frotan las manos para regresar, porque vivimos una democracia muy dinámica y tenemos nuevamente elecciones generales: presidenciales, para asambleístas; pero ¡Prohibido Olvidar!, recibimos un Sistema Ferroviario fracturado, inoperante, con menos de 20 kilómetros de vías útiles y más de 800 trabajadores –¡¿se imaginan?!-, mientras que hoy cuenta con más de 500 kilómetros habilitados. Ya ustedes pueden ir de Quito a Durán en vías en perfectas condiciones, además del tramo Ibarra-Salinas; y además, el próximo año empezaremos el tramo Otavalo-Ibarra, que

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también va a ser espectacular, se pasa por Atuntaqui, San Antonio de Ibarra, etcétera.

En el año 2010, se creó FERROCARRILES DEL ECUADOR EMPRESA PÚBLICA – FEEP, para ejecutar la rehabilitación integral de la línea férrea y sus estaciones de servicio público –ya habíamos empezado desde el 2008, pero se reestructura la empresa-, y para implantar un modelo de gestión que ofrezca paquetes de servicios turísticos vinculados con las economías populares y solidarias a lo largo de la ruta, para propiciar el desarrollo local.

La Empresa de Ferrocarriles –y fíjense que es muy raro escuchar de mi estas cosas, porque soy muy exigente, lo cual no es una virtud, es un defecto, algunas veces uno cae recontra antipático por ser tan exigente, pero, para consuelo de aquellos a quienes les exijo demasiado, tengan la seguridad que a quien más exijo es a mí mismo-, la Empresa de Ferrocarriles está logrando resultados que van más allá de lo esperado en sus objetivos y está consiguiendo la rehabilitación total de la línea férrea y sus servicios en estos pocos años, venciendo el derrotismo de

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casi un siglo sin mantenimiento y más de treinta años de abandono total del Sistema Ferroviario Nacional.

La ruta sigue representando, como en el siglo XIX, grandes retos, en varios tramos la vía está por encima de los 3.000 metros; nuestros técnicos cuentan con el asesoramiento de la RED NACIONAL DE FERROCARRILES ESPAÑOLES, RENFE, no solo en cuanto a ingeniería, sino también en lo que se refiere a desarrollo de talento humano, porque los maquinistas y motoristas de la Empresa Nacional de Ferrocarriles están siendo capacitados en España, para brindar servicios de excelencia, con la mayor seguridad y la mejor atención.

Nuestro tren… Escúchenme bien, hay muchos motivos para sentirnos orgullosos. Ya mismo inauguro el ECU 911 de Ambato, es el Sistema Integrado de Seguridad más moderno de América Latina y de los más modernos del mundo. Hay muchas cosas que están ocurriendo en el Ecuador que nos deben llenar de orgullo. Por supuesto, cierta prensa no publica estas cosas, pero la ciudadanía sabe que están pasando, y llenémonos de sano

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orgullo de todo lo que está ocurriendo en el nuevo Ecuador, en el cambio de época, en la Revolución Ciudadana. Nuestro tren es hoy el Tren Patrimonial más importante de Latinoamérica y su proyección turística regional e internacional será de gran importancia para el desarrollo equitativo del país.

Venimos recorriendo estos paisajes únicos que parten desde ese querido barrio popular de Chimbacalle, al sur de Quito; ruta que nos permite apreciar las maravillas de Tambillo, Machachi; venimos inaugurando una Unidad de Policía Comunitaria en Lasso; pasamos por la ciudad de Latacunga, Salcedo, donde ni siquiera estaba planificado parar, y todo eso nos retrasa, pero unas mil personas se habían reunido espontáneamente en la Estación y tuvimos que detenernos un rato para saludarlas.

Venimos disfrutando de esas cadenas montañosas, los valles, las quebradas, los montes, las lagunas, de Yambo por ejemplo; acompañados de miles de rostros jubilosos, ustedes saben que hay ancianos que cuando ven pasar al ferrocarril, caen de hinojos,

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hincados, de rodillas, llorando, porque no lo pueden creer, no pueden creer que el ferrocarril está de vuelta, y la alegría de nuestros conciudadanos que ya pueden tocar la esperanza.

Es un privilegio en este día entregar la Estación de Ambato; es la más moderna de toda la ruta, no es de las clásicas, no es de las de inicio de siglo, es de los años 60, pero un espacio público como Ambato lo merece, con Cafetería, Tienda de Artesanías, Computadoras, etcétera. Es un orgullo para el gobierno de la Revolución Ciudadana entregar la Estación de Ambato. Ambato, tierra de los tres Juanes, cuna de Don Juan Montalvo, se conecta así con Riobamba y el resto del país nuevamente a través del ferrocarril.

Mañana recorreremos Ambato-Riobamba-Colta-Guamote y cuántas estaciones a su paso, ¿verdad?, que se van a reactivar con el ferrocarril; luego de muchos años de silencio y tristeza pasa el ferrocarril donde antes había vías abandonadas, que en cambio hoy se llenan de saludos y alegrías, cuando pasan los viajeros, saludando al futuro.

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La Patria es nuestra heredad, pero también es el amor que nos une, la vida conjunta que fabricamos; el futuro que construimos de manera mancomunada, la visión colectiva de país… Algunos nos hablan de que el país está “dividido”, “polarizado”, que ahora es que hay “división entre los ecuatorianos”. ¿Y los dos millones de migrantes expulsados de su propia patria después del feriado bancario? Ahí no había desunión, porque entre los ricos, los dueños del país, tal vez la argolla estaba intacta. Ahora, que el país está cambiando, es que “hay desunión”… Lo que pasa, es que se está construyendo una nueva visión colectiva de país, que no les conviene a los poderes fácticos, y por eso están desesperados y dispuestos a impedir, con cualquier recurso, este cambio histórico de la Patria; pero, se está construyendo esa visión colectiva de país, esa nueva sociedad, y en el imaginario de la Patria, ésta está íntimamente ligada al Ferrocarril.

Así cumplimos con la rehabilitación de la obra pública más importante de toda la historia ecuatoriana, en ese momento una obra de ingeniería monumental: el Ferrocarril, que dejó de pasar de Quito a

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Durán hace 25 años y que por fin recobra su operatividad, ahora turística. La Revolución Ciudadana recupera el legado alfarista del “Tren más difícil del mundo”, para transformarlo en el Tren más hermoso del mundo.

Queridas ambateñas, ambateños, tungurahuenses, compañeras, compañeros:

Sea cual sea la voluntad popular que se exprese en las urnas en febrero del 2013, nunca más, más allá de quién sea el gobierno, ¡nunca más debemos permitir, como sociedad, que se abandonen obras emblemáticas de la Patria!, como el Ferrocarril, el Registro Civil, Correos del Ecuador, que ahora es de los mejores correos de América Latina y se lo quería arrendar en 16 mil dólares anuales cuando llegamos al gobierno y lo tuvimos que impedir, ya estaba casi listo todo… Los cambios positivos que vivimos en todos los ámbitos del quehacer nacional hay que consolidarlos y defenderlos para que permanezcan en el tiempo, cambios positivos EN TODOS LOS ÁMBITOS, así los mismos de siempre quieran negar lo innegable.

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Hoy nos critican porque hay problemas en el Hospital Regional de Ambato, ¡claro!, y pedimos disculpas en su momento a Ambato y a Tungurahua, porque de repente cierta burocracia se va al otro extremo y tiene sueños faraónicos y quería derrumbar un hospital que podía ser rehabilitado en su totalidad, y vaya vean cómo están quedando los hospitales rehabilitados, mucho mejor que nuevos, mucho mejor que clínicas privadas y lo ofrecimos para octubre de 2013 y cumpliremos, estamos acabando los estudios y los trabajos de rehabilitación empiezan en enero…

Pero lo que no se dice es que Tungurahua, junto con Cotopaxi, precisamente por el error que cometimos con el Hospital Regional de Ambato (y en el caso de Latacunga con el respectivo Hospital de Latacunga), fueron elegidas para ser las dos primeras provincias con la infraestructura de salud completa, integral, y que en estos momentos, de los 31 Centros de Salud ¡Y qué Centros de Salud! Pero Centros de Salud tipo C, que para cualquier gobierno anterior hubieran sido Hospitales Básicos, para nosotros Centro de Salud, y que en estos momentos ya se

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empezaron a construir 20 de los 31 Centros de Salud planificados para Tungurahua, y que Tungurahua con Cotopaxi será la primera provincia del país en tener la infraestructura sanitaria completa.

En todos los ámbitos estamos avanzando y los avances sociales que hoy vivimos son los legados y los cambios estructurales que está sembrado nuestra Revolución Ciudadana, para cambiar el presente, pero también el futuro, del tren y de la Patria.

Las voces de batalla que vuelven a retumbar en el Ecuador, siguen el ejemplo inmortal del guerrero que trabajó incansablemente por la paz y el desarrollo… Y, prohibido olvidar quiénes fueron sus asesinos. ¡Prohibido Olvidar! Jóvenes, aprendan de la historia, miren lo que decía la prensa de siempre del mejor ecuatoriano de todos los tiempos, don Eloy Alfaro Delgado, llamando abiertamente al magnicidio. Miren lo que decían de su gobierno: ladrón, que los ha cargado de tributos, que ha dividido a los ecuatorianos… ¿Les suenan conocidas todas esas acusaciones? Igualito en la época de Eloy Alfaro; pero trabajó incansablemente por la

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paz y el desarrollo, por eso lo reconoce su pueblo como el mejor ecuatoriano de todos los tiempos, sin embargo esas batallas ya no se trazan como en la época alfarista, con balas, con montoneros, sino con votos. No estamos a la sombra de Eloy Alfaro, estamos a plena luz de su ejemplo de dignidad que nos alumbra, nos orienta y nos guía.

Vamos, con todos los hombres y mujeres honestos, laboriosos y revolucionarios de la Patria a vencer al odio, a vencer a la codicia, a los traidores, a los falsarios que existen, no vamos a andar con eufemismos, hay que llamar las cosas por su nombre, y vamos a perfeccionar nuestros instrumentos democráticos, nuestros compromisos de lealtad con los postulados de paz y desarrollo, en un esfuerzo plural de las ecuatorianas y de los ecuatorianos, en un canto coral de dignidad, juntos, con una canción de amor y de combate, con un pacto de unidad.

Querido General, don Eloy Alfaro Delgado, no vamos a fallarte; General, ésta es una batalla más por la dignidad de la que saldremos airosos, victoriosos, más llenos de esperanza que nunca. Vamos a lograr una nueva victoria

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popular en las urnas. Que el paso del tren anuncie la llegada de una nueva época para la Patria y para la Revolución Ciudadana.

Querido Ambato, aquí tienes tu nueva Estación del Tren y está llegando en estos momentos el Tren de Alfaro, asesinado por la larga y triste noche neoliberal y recuperado por todas las manos, por todos los corazones, por todas las mentes, por la Revolución Ciudadana.

Y como ese Tren, con esa potencia, con esa fuerza, con ese empuje, ni un paso atrás, Ambato querido, ¡que esta Revolución no la para nada, no la para nadie!

¡Qué viva Ambato!

¡Qué viva el Tren de Alfaro!

¡Qué viva la Revolución Ciudadana!

¡Y hasta la victoria siempre compatriotas!

Rafael Correa Delgado

PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR