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Sillas de ruedas: descripción, uso, criterios de elección B. Guillon, S. Bouche, B. Bernuz, D. Pradon La silla de ruedas, ayuda técnica en pleno desarrollo, presenta aspectos muy diferentes que conviene distinguir bien (silla manual, deportiva, eléctrica, verticalizador, etc.). Por este motivo, y tras un resumen histórico y un esquema de una silla de ruedas genérica, se presentan aquí las grandes categorías de sillas de ruedas y cojines, así como los recientes sistemas de posicionamiento destinados a los pacientes con alteraciones posturales. Se aborda a continuación la propulsión de la silla manual, seguida de las enfermedades relacionadas con la propulsión y los peligros inherentes a la silla, tanto la manual como la eléctrica. Estos peligros podrían limitarse con un mínimo aprendizaje al que se dedican algunas líneas. Para terminar este artículo se aborda el tema de la financiación de la silla y de los consejos y condiciones óptimas para elegirla. Algunos cuadros tratan la prescripción y los cargos u ofrecen informaciones complementarias sobre la accesibilidad, los distintos tipos de ruedas, así como varios consejos. © 2009 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados. Palabras Clave: Silla de ruedas; Persona minusválida Plan Introducción 1 Reseña histórica 2 Tipos 2 Silla de ruedas manual (SRM) 3 Sillas de ruedas eléctricas 6 Materiales especiales 9 Posicionamiento 13 Propulsión y circulación de las SRM: ejemplo del paciente lesionado medular 13 Ciclo de propulsión 13 Estilos de propulsión 14 Cinemática y cinesiología 14 Rendimiento mecánico y gasto energético de la propulsión 14 Rehabilitación al esfuerzo 14 Factores de manejabilidad y de buena circulación 15 Sobre dos ruedas 15 Trastornos y prevención, peligros de la silla de ruedas 16 Trastornos microtraumáticos del miembro superior y recomendaciones clínicas 16 Trastornos traumáticos: caídas y accidentes 16 Dominio de la silla de ruedas y programas de aprendizaje de su control 17 Criterios de elección 17 Criterios personales 17 Criterios ambientales 18 Criterios técnicos 18 Introducción La silla de ruedas (SR) es una ayuda técnica en constante desarrollo, como se comprobará tras una reseña histórica. Para hablar con propiedad de la silla, es importante conocer los términos precisos que la describen, tal y como se detalla a partir de un esquema de silla genérica. A esta descripción le sigue una presentación de las categorías más importantes de sillas y cojines que, con frecuencia, constituyen el complemento indispensable. Cuando el cojín no permite adoptar una postura idónea, se recurre en ocasiones a los sistemas de posicionamiento, en la actualidad en pleno auge, que se describen breve- mente. A continuación se aborda el tema de la pro- pulsión de la silla manual; ha suscitado múltiples preguntas que ha permitido realizar numerosos estu- dios de los cuales se presentan los puntos clave. Es un tema importante debido a la frecuencia de las enfer- medades por sobreuso del miembro superior. A conti- nuación se abordan estas lesiones en un epígrafe más general, dedicado a los peligros de la silla tanto manual como eléctrica. Estos peligros plantean el problema del aprendizaje y «habilidades con la SR» muy conocidos por los canadienses y, con frecuencia, subestimados en países del entorno europeo, salvo en los centros de reeducación especializados. Para finali- zar, se ofrecen algunos consejos y el listado de los criterios fundamentales de elección que faciliten encontrar una silla bien adaptada, haciendo hincapié en la importancia de probarla previamente y del préstamo de material. E – 26-170-B-10 1 Kinesiterapia - Medicina física

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Sillas de ruedas: descripción, uso,criterios de elección

B. Guillon, S. Bouche, B. Bernuz, D. Pradon

La silla de ruedas, ayuda técnica en pleno desarrollo, presenta aspectos muy diferentesque conviene distinguir bien (silla manual, deportiva, eléctrica, verticalizador, etc.). Poreste motivo, y tras un resumen histórico y un esquema de una silla de ruedas genérica, sepresentan aquí las grandes categorías de sillas de ruedas y cojines, así como los recientessistemas de posicionamiento destinados a los pacientes con alteraciones posturales. Seaborda a continuación la propulsión de la silla manual, seguida de las enfermedadesrelacionadas con la propulsión y los peligros inherentes a la silla, tanto la manual como laeléctrica. Estos peligros podrían limitarse con un mínimo aprendizaje al que se dedicanalgunas líneas. Para terminar este artículo se aborda el tema de la financiación de la sillay de los consejos y condiciones óptimas para elegirla. Algunos cuadros tratan laprescripción y los cargos u ofrecen informaciones complementarias sobre la accesibilidad,los distintos tipos de ruedas, así como varios consejos.© 2009 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Silla de ruedas; Persona minusválida

Plan

¶ Introducción 1

¶ Reseña histórica 2

¶ Tipos 2Silla de ruedas manual (SRM) 3Sillas de ruedas eléctricas 6Materiales especiales 9

¶ Posicionamiento 13

¶ Propulsión y circulación de las SRM: ejemplodel paciente lesionado medular 13

Ciclo de propulsión 13Estilos de propulsión 14Cinemática y cinesiología 14Rendimiento mecánico y gasto energéticode la propulsión 14Rehabilitación al esfuerzo 14Factores de manejabilidad y de buena circulación 15Sobre dos ruedas 15

¶ Trastornos y prevención, peligros de la silla de ruedas 16Trastornos microtraumáticos del miembro superiory recomendaciones clínicas 16Trastornos traumáticos: caídas y accidentes 16

¶ Dominio de la silla de ruedas y programasde aprendizaje de su control 17

¶ Criterios de elección 17Criterios personales 17Criterios ambientales 18Criterios técnicos 18

■ IntroducciónLa silla de ruedas (SR) es una ayuda técnica en

constante desarrollo, como se comprobará tras unareseña histórica. Para hablar con propiedad de la silla,es importante conocer los términos precisos que ladescriben, tal y como se detalla a partir de unesquema de silla genérica. A esta descripción le sigueuna presentación de las categorías más importantes desillas y cojines que, con frecuencia, constituyen elcomplemento indispensable. Cuando el cojín nopermite adoptar una postura idónea, se recurre enocasiones a los sistemas de posicionamiento, en laactualidad en pleno auge, que se describen breve-mente. A continuación se aborda el tema de la pro-pulsión de la silla manual; ha suscitado múltiplespreguntas que ha permitido realizar numerosos estu-dios de los cuales se presentan los puntos clave. Es untema importante debido a la frecuencia de las enfer-medades por sobreuso del miembro superior. A conti-nuación se abordan estas lesiones en un epígrafe másgeneral, dedicado a los peligros de la silla tantomanual como eléctrica. Estos peligros plantean elproblema del aprendizaje y «habilidades con la SR»muy conocidos por los canadienses y, con frecuencia,subestimados en países del entorno europeo, salvo enlos centros de reeducación especializados. Para finali-zar, se ofrecen algunos consejos y el listado de loscriterios fundamentales de elección que facilitenencontrar una silla bien adaptada, haciendo hincapiéen la importancia de probarla previamente y delpréstamo de material.

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■ Reseña históricaLa primera representación de SR conocida, fechada en

el año 525 d. C., proviene de China [1]. Más tarde, en1595, Felipe II de España, que padecía de gota, inaugurala primera SR confortable provista de respaldo y reposa-piés reclinables. En 1686, una «fístula» obliga a Luis XIVa desplazarse en lo que se convierte en sus «ruedas».Todos estos aparatos son empujados por una tercerapersona.

En 1650, Faifler, un relojero alemán parapléjico, seconstruye una especie de velocimano de tres ruedasaccionado por bielas que empujan la rueda delanteramediante un engranaje. La persona minusválida sevuelve autónoma. Es el antecedente del cochecito convolante ideado por Poirier entre las dos guerras, rápida-mente imitado por otros fabricantes (Fig. 1). Esteaparato ha experimentado un auge importante en formade los actuales triciclos (handbikes) (Fig. 2), auténticasbicicletas para parapléjicos.

Al final del siglo XIX, el desarrollo de la bicicletafavorece a la SR, cuyas ruedas se mejoran (radios deacero, llantas de caucho). A partir de la guerra de 1914-1918, la silla está compuesta por tubos reunidosmediante placas sobre las cuales se colocan los coji-nes. En 1933, el estadounidense Everest, parapléjico,idea junto a su amigo ingeniero Jennings una sillarevolucionaria: poco voluminosa, que se desliza portodos los sitios y se pliega para poder meterla en elcoche. Importada a países del entorno europeo en ladécada de 1950, la silla de Everest y Jennings adquierecon rapidez un gran éxito.

La silla prosigue su desarrollo gracias al deporte. EnInglaterra, a partir de 1945, el doctor Guttman organizalas primeras competiciones en el hospital de Stoke

Mandeville. Deportes como atletismo, baloncesto oesgrima se practican en silla de ruedas, lo cual completaconsiderablemente la rehabilitación. La mejora de lasprestaciones se relaciona con la del material, queevoluciona sin cesar: uso de nuevos materiales, ajustesdel centro de gravedad, retorno al chasis rígido, inclina-ción de las ruedas traseras, uso temporal de una ruedadelantera única (aunque luego se abandona) constituyenlas diferentes etapas que adaptan progresivamente a lassillas a la vida cotidiana. De forma paralela, la evolucióndel ocio y la sorprendente imaginación de los pacienteshan favorecido la creación de materiales cada vez másespecíficos: silla todoterreno, de parapente; etc.Teniendo en cuenta la evolución demográfica de socie-dades europeas, parece que se asistirá al desarrollo de SRmanuales realmente concebidas para personas de edadavanzada, inexistentes en la actualidad (las SR que se lesrecomiendan en la actualidad no están adaptadas: SR decómodas pero demasiado pesadas o SR clásicas pococonfortables); esto es tanto más sorprendente cuantoque una encuesta [2] acaba de confirmar un dato yaconocido: la media de edad de los 360.000 usuarios deSR censados en Francia es de 70 años.

En cuanto a las sillas de ruedas eléctricas, el primermodelo preparado en Canadá data de 1955 pero, en elcaso de Francia, no llega hasta 1973, a través de laAssociation Française contre les Myopathies (AFM). Lasmejoras se han focalizado después en el mando electró-nico, la ergonomía del desmontado de los pequeñosmodelos, la aparición de motorizaciones ligeras encontrapunto con el posicionamiento multifuncionalpara las más sofisticadas, así como el desarrollo de lasinterfaces de conducción. Los futuros progresos debierancentrarse en la comodidad para la conducción (suspen-siones elaboradas), el acceso al coche con inmoviliza-ción segura de la silla (validado por crash test), lastécnicas de aprendizaje de la conducción y la evaluaciónde las funciones cognitivas de los pacientes, así comolos sistemas de asistencia en la conducción para lospacientes más afectados en la esfera motora o cognitiva.

■ TiposAntes de pasar a detallar los grandes tipos de SR, la

Figura 3 permite conocer los diferentes elementosdescriptivos de una SR estándar.

Existen más de 400 SR y carritos. Clasificar todosestos modelos en grandes categorías, permite compren-der mejor su interés y especificidades.

Figura 1. Velocimano La Pavanne.

Figura 2. Handbike.

Figura 3. Silla genérica. 1. Agarrador para empujar para elacompañante; 2. respaldo; 3. palanca para bascular hacia atráspara el acompañante; 4. rueda trasera grande; 5. pasamanos; 6.pequeña rueda delantera; 7. reposabrazos (mango apoyabra-zos); 8. asiento (cojín del asiento); 9. freno; 10. horquilla repo-sapiés con correa para la sujección de las piernas; 11. tablillasreposapiés.

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Silla de ruedas manual (SRM)

Sillas de ruedas plegables

Clásicas (Fig. 4)

Sus prestaciones y calidades han mejorado con eltiempo. Algunas disponen de características que antessólo eran propias de los modelos de gama alta, como elnivel de las ruedas traseras (pero con ajustes máslimitados) y la gran oferta de distintas opciones ytamaños.

Tienen el inconveniente de ser algo menos robustasque las de gama alta; no están realmente concebidaspara soportar las grandes tensiones ocasionadas por unparapléjico que lleva una vida activa.

Gama alta

Se caracterizan por tener asientos a medida, unmultinivel para las ruedas traseras y una amplia gamade opciones; son más caras pero robustas y de buenacalidad. Varios estudios estadounidenses [3-5] handemostrado su general superioridad respecto a lasprecedentes (sin embargo, con un mismo equipamiento,no son más ligeras, y mal ajustadas pueden resultarpeligrosas: riesgo de vuelco hacia atrás).

Las dimensiones «a medida», cada 2 cm (elección dela anchura, la profundidad del asiento y la altura delrespaldo), permiten una mejor adaptación de la morfo-logía del paciente a su SR.

El nivel de las ruedas traseras (Fig. 5) permite modi-ficar su posición a partir de tres ajustes:• el ajuste de la altura de las ruedas traseras permite

modificar la inclinación del asiento hacia atrás(comodidad), modificar el centro de gravedad asícomo la posición de los miembros superiores sobre elpasamanos, lo cual mejora la calidad de la propul-sión, que depende del grado de flexión del codo (esidóneo entre 100-120° según Van der Woude et al [6]);

• el ajuste del avance de las ruedas delanteras mejora elgiro [7] y el acceso al pasamanos, limitando la retro-pulsión del hombro; facilita también la posición«sobre dos ruedas» pero aumenta el riesgo de caídahacia atrás;

• las posibles inclinaciones (con una mayor separaciónde las ruedas traseras en la parte inferior que en lasuperior) mejoran el eje y la estabilidad pero alarganla SR (Fig. 6).Muchos otros autores, entre ellos Boninger et al [8] y

Tomlinson [9], han estudiado la importancia de estosdiferentes ajustes, todavía infrautilizados porque soncomplicados de modificar, pero determinantes paratodos los pacientes que se autopropulsan.

Están disponibles numerosas opciones (Fig. 7): hor-quillas reposapiés fijas o extraíbles, reposabrazos, ruedastraseras y delanteras (de varios diámetros, neumáticas ollantas que no se pinchan), pasamanos (de aluminio,inoxidables, de titanio o antideslizantes, incluso conespolones), protectores de dedos, distintos colores.

Sillas de ruedas para pacientes hemipléjicosSalvo excepción, estas sillas ofrecen poca o ninguna

autonomía fuera del domicilio o si existen obstáculos(cuesta, acera). En estos casos, si las capacidades cogni-tivas del paciente lo permiten, puede considerarse el usode una silla de ruedas eléctrica (SRE). Existen tres modosde propulsión diferentes.

Sistema de palanca pendular (Figs. 8 y 9)

La palanca única asegura a la vez la propulsión y ladirección. Es útil al comienzo de la rehabilitación,aunque es poco manejable en casa y difícil de empujarpor otra persona en el exterior. Por este motivo, ya nose prescribe demasiado. Cuando se emplea, suele sernecesaria una segunda silla, clásica, para las salidas.

Doble pasamanos (Figs. 10 y 11)

Se colocan dos pasamanos sobre la misma rueda, enel lado válido del paciente, activando la rueda opuestamediante un pantógrafo (que permite el pliegue pero noel desmontado) o, cada vez con más frecuencia, gracias

Figura 4. Silla de ruedas clásica.

Figura 5. Multinivel de las ruedas traseras en una silla deruedas ligera de alta gama.

Figura 6. Inclinación de las ruedas traseras.

Figura 7. Silla de ruedas de alta gama.

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3Kinesiterapia - Medicina física

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a un disco (que permite el desmontado, no siemprefácil). La silla equipada con un doble pasamanos es fácilde empujar por otra persona, pero requiere un buenentendimiento del paciente y un mínimo de fuerza desu lado sano, lo que limita su uso. La generalización delos dobles pasamanos de aluminio anodizado, másresbaladizos que los de acero cromado (prohibido) oinoxidable (más caro), reduce aún más las indicacionesde esta silla, ya que requiere todavía más fuerza apacientes que carecen de ella.

Asiento bajo (Fig. 12)

El principio consiste en propulsar la silla con la manoválida y dirigirla, incluso arrastrarla, con el pie en elsuelo. Aunque imperfecto, es un sistema sencillo y bienaceptado. La clave es determinar la mejor altura delasiento teniendo en cuenta el cojín, lo que permite unbuen apoyo del pie en el suelo: ni demasiado alto nidemasiado bajo, permitiendo también que el paciente, silo necesita, pueda levantarse. La elección de la silla esmuy amplia, ya que la mayoría de las sillas clásicas delmercado dispone de un ajuste de esta alturasuelo-asiento.

La tendencia de la pelvis a escurrirse hacia delantedebe corregirse eligiendo un buen cojín (por ejemplo deespuma viscoelástica).

Sillas de ruedas confortablesEstas sillas disponen de asiento y respaldo rígidos

envolventes que mejoran el mantenimiento de la pos-tura del paciente y facilitan la buena fijación de acceso-rios como sujeciones torácicas o reposacabezas. Puedendiferenciarse dos tipos:• las que disponen de un sistema de inclinación del

asiento (conjunto respaldo-asiento-reposapiernas)(Fig. 13) muy importante para la comodidad, peroque no son plegables (se desmontan de forma más omenos fácil);

• las que pueden plegarse pero carecen de asientoreclinable, cuya comodidad es menor.Sus sistemas de inclinación pretenden respetar cada

vez más la fisiología articular (eje de rotación frente alas articulaciones, respaldo, reposapiernas [10]).

A pesar de lo que puede constatarse, sobre todo en lasresidencias de ancianos, estas SR no parecen estar bienadaptadas para las personas de edad avanzada:• su importante peso (30-40 kg) no permite el despla-

zamiento autónomo de pacientes debilitados;• su respaldo rígido no se adapta a la deformación

vertebral en forma de importante cifosis que presen-tan muchos ancianos;

Figura 8. Silla para hemipléjicos con palanca pendular.

Figura 9. Propulsión de una silla para hemipléjicos con pa-lanca pendular.

Figura 10. Silla para hemipléjicos con doble pasamanos.

Figura 11. Propulsión de una silla de ruedas con doblepasamanos.

Figura 12. Silla de ruedas con propulsión pedia.

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• la posición de las ruedas traseras, demasiado haciaatrás, no se adapta a unos hombros rígidos que se venentorpecidos por la retropulsión requerida.

Sillas de acero tradicionales (Fig. 14)

Estas sillas, al ser de acero, son bastante pesadas(20 kg de media), plegables y de estilo tradicional;algunos pacientes ancianos las prefieren a los modelosmás recientes, así como algunas instituciones, queconsideran que su mantenimiento es más sencillo(soldadura) y su resistencia, superior.

Sillas de ruedas multisport

El deporte en silla de ruedas ha evolucionado mucho.El desarrollo de la competición y de los deportes al airelibre ha dado lugar a la fabricación de sillas cada vezmás específicas, empleadas sólo para la práctica deldeporte para el que han sido diseñadas (atletismo,todoterreno). Sin embargo, se mantienen numerososmodelos polivalentes, los multisport (Fig. 15), bienadaptados al deporte como afición (por ejemplo, tenis)y que se emplean con frecuencia en la vida cotidiana,sobre todo por personas parapléjicas, incluso tetrapléji-cas bajas. Estos modelos multisport se caracterizanprincipalmente por su chasis rígido (aunque su respaldo,por lo general plegable, permite meterlos en el cochetras desmontar las ruedas traseras). Este chasis noplegable los aligera dándoles una estructura más robustareforzando la reactividad de la SR en el arranque (sinjuego en las articulaciones del sistema de plegado). Lasruedas traseras suelen ir cubiertas por el chasis, lo quemejora la movilidad en los giros pero aumenta laanchura total.

Algunos puntos determinan que no sean convenien-tes para todos: reposapiés no desmontables, ausenciafrecuente de accesorios como reposabrazos, ruedasdelanteras de pequeño diámetro, relativa inestabilidad

(centro de gravedad adelantado para mejorar la rota-ción) y modo de transporte en coche privado. Aparte deestos datos, presentan sin embargo importantes venta-jas: peso ligero, solidez, rodadura excelente y respaldoconfortable (regulable en altura e inclinación para unamejor adaptación).

Sillas de ruedas para niñosEstas sillas recogen las características ya detalladas en

tamaños adaptados a los niños. La elección no suele serla ideal en la medida en que hay que anticiparse alcrecimiento, que varía según los niños. Debe preverseun asiento más profundo del necesario, ya que los niñoscrecen por lo general más rápido que engordan; secompensa en un principio con un cojín de respaldo.Respecto a la anchura, es importante tener en cuenta laposible necesidad de adaptarse a aparatos que abarquenmuslo y pierna, ya que aumentan mucho la anchura dela pelvis.

Existen también algunas sillas de evolución en lascuales es posible agrandar la carrocería en anchura ylongitud. Sus inconvenientes limitan su uso: cuando elniño crece, gana peso y es más activo; se aumenta eltamaño de la silla, lo que la debilita cuando, por elcontrario, debiera ser más resistente. Además, estosmodelos son algo más pesados debido a sus ajustes. Enla práctica, son escasos y están adaptados sobre todo alos niños pequeños. Algunos de ellos presentan sólo elajuste en profundidad pero proporcionan una solucióntransitoria.

Lo ideal sería poder cambiar las sillas todos los añoscon el fin de proporcionar el material mejor adaptado ala morfología de los niños.

Respecto a los niños instalados en una silla-corsé, lasilla no suele adaptarse bien, sobre todo cuando lacubierta obliga a las caderas a mantener una posición enabducción. Los reposapiés desplazados hacia fueraofrecen una solución satisfactoria, pero la escasa pro-fundidad del asiento sigue siendo un problema de difícilsolución en los niños pequeños. Los chasis de ruedas (cfinfra) constituyen una solución eficaz e interesante eninstituciones, pero están poco aceptadas por los padresal ser poco estéticas.

Ayudas eléctricas para silla manual(Figs. 16 y 17)

Estos materiales, de reciente aparición, permiten latransición entre las SRM (ya que la propulsión se realizasiempre con los pasamanos) y las SRE (ya que el efectode los pasamanos se multiplica mediante un motoreléctrico alimentado por batería).

El movimiento de las manos del paciente sobre elpasamanos de la SR acciona los sensores que desencade-nan la ayuda eléctrica de los motores colocados en lostapacubos de las ruedas.

Figura 13. Silla de ruedas cómoda.

Figura 14. Silla de ruedas tradicional en acero.

Figura 15. Silla de ruedas multisport.

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Se han realizados varias valoraciones del modeloServomatic [11-15], casi siempre por el mismo equipoestadounidense, que ha estudiado el consumo de oxí-geno y la frecuencia cardíaca durante una ergometría.También ha realizado una valoración biomecánica delefecto del sistema sobre el movimiento de los miembrossuperiores, sobre la estabilidad de la SR y su rendi-miento. Así mismo ha estudiado la aceptación de lospadres durante un recorrido simulando las actividadesde la vida diaria. Estos estudios demuestran que estesistema permite disminuir la demanda energéticadurante el desplazamiento, la frecuencia de los empujesmanuales, la amplitud de los desplazamientos articularesdel miembro superior durante los empujes. Así mismo,los pacientes afirman poder realizar con este sistemamaniobras en un recorrido de obstáculos con másfacilidad, aunque el tiempo necesario para efectuar esterecorrido sea idéntico. Por el contrario, el transporte encoche es más dificultoso que con una SR manual tradi-cional. La experiencia de los autores confirma el interéssuscitado por estos sistemas, sobre todo para pacientestetrapléjicos, para subir cuestas, realizar largos trayectosy circular sobre pavimentos irregulares. La asistenciaofrecida debiera contribuir a reducir los dolores de losmiembros superiores. Si se excluye el hecho de quealargan un poco la SR y requieren cierta destreza, elprincipal inconveniente sigue siendo la dificultad paratransportarla en coche a causa de su peso (rueda traserade 6,6 kg en la versión más ligera, pero 10 kg por ruedaen la versión más vendida). El uso de cabrestantesespecíficos para introducir la silla en un coche, inspira-dos en los ya comercializados, constituye probablementeuna de las soluciones que conviene desarrollar.

Sillas de ruedas eléctricas

GeneralidadesCon independencia de las ayudas eléctricas, se pue-

den distinguir cuatro grandes tipos de materiales eléctri-cos:• SRE con chasis fijos;• SRE con chasis plegables;• monitorizaciones eléctricas para sillas manuales;• scooters eléctricos.

Deben efectuarse ensayos con un médico rehabilita-dor y con la ayuda de un kinesiterapeuta o ergotera-peuta (salvo para los scooters) para evaluar susprestaciones, el nivel de comodidad y los ajustes delasiento (dispositivo sencillo de propulsión mediantemotor eléctrico para SRM, SRE de respaldo fijo, respaldoreclinable, asiento personalizado de tipo 1 y de tipo 2).

Según la normativa, las SRE pueden clasificarse entres categorías: A, interior; C, exterior (bastante rara enpaíses del entorno europeo); B: uso mixto (la másfrecuente). Esta clasificación se usa poco por ejemplo enFrancia, donde el uso mixto (interior y exterior) conti-núa siendo mayoritario.

Excepto los scooters y las motorizaciones para terceraspersonas, la mayoría se conducen mediante un joystick(o palanca de mando), pero se les pueden aplicarinterfaces de mando en función de la deficiencia (cfinfra).

Con independencia del tipo que sea, todas requierenun seguro de «daños a terceros» desde el momento enque el paciente circula por lugares públicos.

Todas son programables, por lo general a través de uncajetín informático (vendido como opción) que permiteregular la velocidad, la aceleración y desaceleración parauna mejor adaptación del paciente; cada vez con mayorfrecuencia, una aplicación informática permite unaprogramación más sofisticada: inversión de las direccio-nes, cambio de zona neutra, diagnóstico de las averías.

Los motores eléctricos tienen una potencia que varíaentre 100-500 vatios y, salvo excepciones, funcionancon una tensión de 24 voltios gracias a dos baterías de12 V (puestas en serie). Estas baterías son pesadas (de10-20 kg cada una, seis en algunos modelos) y debencambiarse con regularidad (todas las noches si el uso esintenso, diez horas como mínimo) mediante un carga-dor enchufado a la red. El precio es elevado, de ahí laimportancia de su mantenimiento.

SRE plegables o desmontables

Estos modelos (Figs. 18 y 19) están inspirados en lasSRM con motores y baterías instalados. Ofrecen dosgrandes ventajas respecto a las SRE de chasis fijo (cf

Figura 16. Silla de ruedas manual con ayuda eléctrica para lapropulsión.

Figura 17. Ruedas traseras con motorización de ayudaeléctrica.

Figura 18. Silla de ruedas eléctrica con chasis plegable.

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infra): pequeño volumen que facilita la manejabilidaden interior y posibilidad (en ocasiones teórica) deplegarse o desmontarse para su transporte (por unapersona no inválida en buena forma física). En lapráctica, muy pocas de ellas son fáciles de desmontar yse ha constatado que muchos de aquellos que creíanpoder desmontarlas apenas lo consiguen. El concepto deestas sillas hace que no se adapten bien a un usointenso; carecen de autonomía (entre 10-25 kmmáximo) y de robustez, lo que limita su comodidad,igual a la que se obtiene con una SRM plegable. Ladiferencia con las motorizaciones eléctricas para SRM (cfinfra) es, en ocasiones, mínima.

SRE con chasis fijo (Fig. 20)

A diferencia de las SRE con chasis plegable, estosmodelos están concebidos de entrada como auténticassillas de ruedas eléctricas. En teoría son, por tanto, másrobustos y potentes que los anteriores y disponen deuna mayor autonomía (entre 20-40 km de media). Estosmodelos eran también mucho más caros que los dechasis plegable. La mayoría de estas SRE pueden igual-mente ir equipadas con elementos de comodidad, muyimportantes para las personas que no dejan de utilizarla silla: inclinaciones eléctricas del asiento, del respaldoy del reposapiernas mediante mando a distancia.

En cambio, son pesadas (alrededor de 100 kg), másvoluminosas que las SRE plegables y sólo pueden trans-portarse en vehículos especialmente adaptados.

Algunas pueden llevar un elevador eléctrico opcional,el lift: el asiento (conjunto respaldo-asiento-reposapiés)se eleva, lo que le permite ponerse al mismo nivel queel entorno; acoplado a una inclinación del asiento hacia

delante, el lift puede igualmente permitir a algunospacientes, capaces de caminar pero no de salir de lasilla, una posición de pie para hacer algunos pasos(miopatía de las cinturas o distrofia de Steinert). Lamayoría de los modelos así equipados tienen un asientosobreelevado (incluso en posición baja), lo que puedeplantear problemas de acceso a los vehículos adaptados.No hay que confundirlos con las sillas verticalizadoras(cf infra) cuyo objetivo es desplazar a las personas enposición vertical sobre los reposapiés (mal adaptados,por tanto, para los pacientes que quieren levantarse dela silla).

En función de los objetivos buscados, es importantetener en cuenta la posición de sus ruedas motrices:• ruedas motrices traseras: son las SRE más frecuentes y

las de mejor conducción;• ruedas motrices centralizadas: SRE recientes muy

reactivas y móviles, pero problemáticas para franquearobstáculos y transportarlas en coche con doblerampa;

• ruedas motrices delanteras (tracción): SRE muy mane-jables tanto en el interior como en el exterior, perorequieren un buen dominio de la conducción o unaayuda de tipo giroscopio;

• algunos modelos también tienen cuatro ruedasmotrices.Se presentan generalmente en dos versiones:

• asiento personalizado 1 (AP1): respaldo reclinable,reposapiés sencillo y ausencia de reposacabezas;

• asiento personalizado 2 (AP2): asiento y respaldoreclinables, reposapiés sustituidos por reposapiernasreclinables y presencia de reposacabezas;Según los modelos, los precios de venta pueden

superar los 20.000 euros para los más sofisticados.Además, han aparecido estos últimos años SRE con

chasis fijos. Por lo general presentan una calidad acep-table y se adaptan bastante bien a un uso mixtointerior-exterior. En el modelo AP2, de serie, el asientoy el respaldo suelen inclinarse eléctricamente, lo quemejora mucho la comodidad, ya que el paciente puedehacerlo solo sin depender de nadie. Además, estosmodelos son con frecuencia de tamaño intermedioentre los chasis fijos clásicos y los chasis plegables, loque resulta cómodo para los que buscan un modeloconfortable pero no demasiado voluminoso, para poderemplearlo en el domicilio.

Motorizaciones eléctricas (para sillasmanuales)

Pueden distinguirse dos tipos:• aquellos destinados al paciente y que transforman la

silla manual en silla eléctrica conducida con unjoystick (Figs. 21 y 22);

Figura 19. Silla de ruedas eléctrica con chasis plegabledesmontado.

Figura 20. Silla de ruedas eléctrica con chasis fijo.

Figura 21. Silla de ruedas manual con dispositivo de propul-sión mediante motor eléctrico.

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• aquellos destinados a la persona que empuja y con-trola el aparato, de pie, por detrás y sin esfuerzo(Figs. 23 y 24).Estas motorizaciones se adaptan a la mayoría de las

SR manuales. Tienen la ventaja de tener un peso inferioral de las pequeñas SRE, lo que facilita su desmontado,pero su eficacia en cuanto a autonomía, potencia yfranqueo de obstáculos suele ser menor.

Interesa señalar la reciente aparición de un modelohíbrido en transición con los scooters eléctricos, el QuiX(Figs. 25 y 26). Es una especie de manillar eléctrico,fácilmente adaptable y desmontable que tira de la SRMgracias a una palanca de aceleración colocada sobre elmanillar.

Scooters eléctricos. Conducción con manillar

Estos aparatos (Fig. 27) se parecen a motos de tres ocuatro ruedas. Desde el punto de vista técnico se pare-cen mucho a las SRE clásicas, pero son diferentes en

cuanto a su conducción y diseño. La conducción conmanillar resulta más natural que la realizada con joys-tick de la SRE.

Estos scooters están destinados sobre todo a las perso-nas que caminan (o pueden mantenerse en pie) ya queel asiento alto y pivotante permite sentarse fácilmente

Figura 22. Silla de ruedas manual con dispositivo de propul-sión mediante motor eléctrico desmontado.

Figura 23. Control de la motorización eléctrica por otrapersona.

Figura 24. Motorización eléctrica para terceros.

Figura 25. Motorización eléctrica mediante manillar.

Figura 26. Tracción de la silla de ruedas manual mediantemanillar eléctrico.

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8 Kinesiterapia - Medicina física

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desde una posición en bipedestación; están mejoradaptados para uso exterior; en el interior, su manejabi-lidad es inferior a la de las pequeñas SRE. Los modeloscon cuatro ruedas son por lo general más estables,aunque también son más voluminosos y pesados paramaniobrar que los de tres ruedas que, aunque son másmanejables, son menos estables. Su seguimiento, hastaahora, ha sido muy heterogéneo.

Adaptaciones particulares

Interfaz de mandoCuando el joystick (o mando) no resulta útil (tetraple-

jía superior a C5-C6, invalidez motora cerebral [IMC]grave, etc.), se pueden ofrecer otros mandos:• mando por joystick sobre repisa, a la altura de la

barbilla (clásico), incluso del pie (más raro) medianteuna serie de contactos (casi siempre cuatro direccio-nes de formas variadas, teclado de gran tamaño de 15× 30 o contactos situados sobre un soporte redondode 5 cm de diámetro);

• mando occipital (cada vez más usado por pacientescon IMC o tetrapléjicos), mediante soplido (muyraro);

• mando mediante minijoystick o joysticks isométri-cos [16]; estos joysticks son muy interesantes en el casode enfermedades neuromusculares donde, en generalacoplados a un calentador de mano, pueden ofrecer laposibilidad de conducir a pacientes que habíanperdido esta capacidad, o mejorarla en el caso de estarmuy limitada [17]; el mando por inducción (Vic ofingerjoystick HMC) en el cual el desplazamiento deldedo dentro de un cajetín hueco juega el papel dejoystick, ha perdido interés con la aparición de losminijoysticks; sin embargo, son pocos los pacientesque lo prefieren;

• joysticks «resistentes» o heavy duty; fueron concebidospara resistir a los empujones violentos e incontrola-dos de ciertos pacientes (principalmente IMC) perono son proporcionales, lo que resulta lamentable ydebe mejorarse;

• la nueva repisa Pad HMC, similar a un gran rectán-gulo de formato A4 que funciona deslizando el dedosobre ella como si fuera el ratón de un ordenadorportátil, resulta un mando innovador muy promete-dor destinado a los pacientes con IMC;

• mando con desplazamiento (escáner u oruga), muylento y destinado a grandes inválidos (locked insyndrom, por ejemplo).

• los mandos vocales o visuales (eye gaze), utilizados enlos microordenadores, siguen siendo experimentales ycarecen de fiabilidad en la conducción de la silla.

Otras funciones

Algunos sistemas ofrecen un control del entornointegrado en el joystick. Además de la conducción de lasilla, el joystick dirige las funciones de inclinación de lasilla, del entorno (apertura de puertas, persianas, televi-sión), así como del microordenador (el joystick sustituyeal ratón). A pesar de haberse propuesto desde hacetiempo, la integración del control del entorno en la sillade los grandes inválidos se está desarrollando sólo desdehace algunos años. El alto precio y una relativa comple-jidad de uso, suponen todavía problemas para algunosvendedores que no lo conocen bien.

En los próximos años deberían aparecer los sistemasde asistencia en la conducción. Se han perfeccionadovarios prototipos que integran varios niveles y tipos deasistencia [18-21], aún no comercializados. Los sistemasde detección de obstáculos (infrarrojos o ultrasonidos),primer nivel de asistencia, están ya listos, pero sucomercialización no ha comenzado todavía. La necesi-dad de estos sistemas es real [22]pero la financiación, porlos pacientes o los servicios públicos, no está muy clara,lo que frena el lanzamiento de su comercialización.

Materiales especiales

Carritos (Figs. 28-30), armazón portasillas(Fig. 31)y sillas para empujar (Fig. 32)

Estos aparatos, destinados a los tetrapléjicos funcio-nales (grandes IMC o poliminusválidos, tetrapléjicos con

Figura 27. Scooter eléctrico.

Figura 28. Carrito sencillo.

Figura 29. Carrito multirregulable evolutivo.

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9Kinesiterapia - Medicina física

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nivel lesional alto o secuelas graves de polio, enferme-dades neuromusculares), presentan varias ventajas encomparación a los modelos tradicionales:• compacidad que permite acceder a lugares poco

accesibles (el diámetro de las ruedas traseras espequeño);

• no hay peligro de pinzarse los dedos en las ruedasgrandes (poliminusválidos, atetósicos importantes);

• anchura total del material razonable sin problema dereposapiés inadaptados para niños en silla;

• ligereza de los carritos pequeños (Fig. 28) y comodi-dad de los modelos más elaborados (inclinación delasiento y del respaldo (Figs. 29 y 30).

Sillas de ruedas verticalizadoras

Existen tres grandes tipos:• sillas de propulsión manual y verticalización manual

asistida (Fig. 33);• sillas de propulsión manual y verticalización eléctrica

(Fig. 34);• sillas eléctricas con verticalización eléctrica (Fig. 35).

Las SR verticalizadoras ofrecen un interés evidente enla prevención de las anomalías ortopédicas de losmiembros inferiores (tobillos equinos, flexum de lascaderas o de las rodillas), sobre todo en los niños congraves enfermedades neuromusculares. Todavía noexisten pruebas de su eficacia terapéutica en otroscontextos (prevención de escaras, de osteoporosissublesional, mejoría del tránsito intestinal). Existe uninteresante estudio sobre los traumatizadosmedulares [23]todavía discutible, ya que está basado enuna revisión de la literatura no siempre concluyente yen un cuestionario de satisfacción controvertido, dadoque los pacientes motivados para verticalizarse tiendena encontrar siempre ventajas.

Figura 30. Diferentes ajustes del carrito multirregulableevolutivo.

Figura 31. Armazón móvil portasillas.

Figura 32. Silla para empujar.

Figura 33. Silla de ruedas manual de verticalización manual asistida.

Figura 34. Silla de ruedas manual de verticalización eléctrica.

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10 Kinesiterapia - Medicina física

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Aunque falta demostrar estas ventajas, está claro queestas sillas pueden ofrecer a ciertos pacientes un benefi-cio psicológico no despreciable.

Dispositivos especiales, particulareso inclasificables

Al ser muy numerosos, no se pueden mencionar aquítodos los artículos relacionados con la SR. La imagina-ción de los fabricantes no tiene límites y con frecuenciasalen al mercado productos nuevos. A continuación, sepresentan algunos de estos artículos de consumo casihabitual.

La Joëlette (Fig. 36), es un tipo de silla de portadormoderna, con una sola rueda todoterreno que requieredos acompañantes y permite el paseo de personasminusválidas (campo, montaña, arena), las excursionesy el senderismo.

El Hippocampe (Figs. 37 y 38) es una silla de recreoconcebida para poder circular en la playa o en cualquierterreno (bosque, playa, caminos de costa), incluso en lanieve con el kit de nieve (esquí bajo la rueda delantera).Al principio fue concebida para los ocios náuticos(kayak, submarinismo, vela, carro con vela); permite a lapersona minusválida desplazarse sola sobre tierra suelta,y puede emplearse también como carrito con barra deempuje.

El Tiralo (Fig. 39) es una silla anfibia remolcada (y noempujada) por otra persona mediante una larga barra, loque facilita los desplazamientos sobre la tierra suelta(piedras, arena). Como flota, permite a la personaminusválida que no puede nadar adentrarse en aguasprofundas.

El módulo todoterreno (MTT) (Fig. 40) está consti-tuido por un chasis y una rueda delantera todoterrenoque se instala en la mayoría de las SR manuales. Equi-pada de esta forma, la silla puede circular sobre diferen-tes terrenos de difícil acceso para una silla clásica:caminos forestales, con grava, a la orilla del mar,jardines, etc. El MTT eleva la parte delantera de la silla,lo que hace que las ruedas delanteras giratorias nochoquen demasiado con los obstáculos. Ya no es nece-sario hacer transferencia, las dos ruedas quedan inútiles,y se facilita la subida a las aceras o salvar otrosobstáculos.

La TopChair (Fig. 41) es una SRE sobre todo deexterior que permite a su usuario, gracias a su versiónsubeescaleras (TopChair-S), subir escaleras de formaautónoma sin la ayuda de otra persona. La subida de lasescaleras se lleva a cabo gracias a dos llantas oruga. Lasubida se efectúa marcha atrás y la bajada hacia delante.

La 4Power4 (Fig. 42) es una SRE todoterreno concuatro ruedas motrices. El asiento se inclina hacia

Figura 35. Silla de ruedas eléctrica de verticalización eléctrica.

Figura 36. Silla de ruedas Joëlette.

Figura 37. Hipocampo, concebido para los deportes náuticos.

Figura 38. Hipocampo, permite los desplazamientos sobretierra suelta.

Sillas de ruedas: descripción, uso, criterios de elección ¶ E – 26-170-B-10

11Kinesiterapia - Medicina física

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delante para subir cuestas o franquear obstáculos y seinclina hacia atrás para descender. Sus neumáticos sonanchos, lo que permite circular sobre la arena o grava;puede subir peldaños (de 15 cm de altura). Las ruedasde baja presión mejoran la comodidad y la adherencia.

Cojines

Desde el momento en que la persona permanecesentada en la SR más de una hora, es indispensable eluso de un cojín. Es un artículo muy importante para lacomodidad e indispensable para el paciente con altera-ciones sensitivas. Para que resulte eficaz, debe adaptarseprimero a la anchura y longitud del asiento. Hay queconsiderar también su espesor para determinar la buenaaltura de respaldo, reposabrazos y reposapiés.

Entre los distintos tipos, existen cojines de espuma,de gel (con o sin espuma), de espuma viscoelástica ytambién cojines de aire llamados de células telescópicasneumáticas.

Observaciones

Los cojines de aire son los más eficaces en cuanto ala prevención de escaras, pero su estabilidad es relativa.Se venden siempre con un bomba y se recomiendavigilar regularmente el estado de inflado. No hay quedoblar las válvulas, colocadas normalmente en la partedelantera del cojín.

Para los lesionados medulares sin sensibilidad, el usode un cojín de prevención de escaras debe acompañarsede otras medidas preventivas: tracciones regulares;cambios de posición, buena instalación en la silla(muslos horizontales, reparto de los apoyos); evitar almáximo que el paciente resbale del asiento (cizalla-mientos); prudencia en los traslados; combatir la mace-ración; vigilancia de la piel; alimentación equilibrada(aportes hídricos suficientes).

El desarrollo técnico actual abarca:• los cojines a medida adaptados a la morfología del

paciente;• el cojín de aire Air Alert Askle; este nuevo cojín tiene

una alarma que suena si el paciente choca (ísquionesen contacto con la placa del asiento) cuando elinflado es insuficiente; este cojín es interesante yaque, así como los cojines de aire están consideradoscomo los más eficaces en la prevención de las escaras,sigue existiendo el riesgo de pinchazo inadvertido ysu buen inflado sigue siendo un verdadero problema:el inflado bajo con apoyo contra la silla es como notener cojín, pero el inflado excesivo reduce conside-rablemente su eficacia (ausencia de inmersión en elaire y en consecuencia mal reparto de las presiones)lo que los hace peligrosos;

• la llegada de los cojines estadounidenses con estruc-tura de nido de abeja Stimulit Slimline, en varios

Figura 39. Silla de ruedas Tiralo.

Figura 40. Módulo todoterreno.

Figura 41. Silla de ruedas eléctrica subeescaleras TopChair.

Figura 42. Silla de ruedas eléctrica 4Power4.

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12 Kinesiterapia - Medicina física

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espesores y densidades, ofrece una mayor eficacia enla lucha contra la maceración gracias a la circulacióndel aire en los alvéolos [24];

• los nuevos cojines alternating, como el ScareSeat, soninteresantes gracias a su relativa facilidad de trans-porte; este modelo está constituido de seis cojinetesalternativamente inflados de tres en tres gracias a unligero compresor alimentado con una batería (peso de620 g) colgada en la empuñadura del respaldo; loscojinetes están colocados en los dos tercios posterio-res de una especie de cofre de espuma; el tercioanterior está formado por una espuma viscoelástica.

■ PosicionamientoPor varias razones, muchas personas están muy mal

instaladas en su silla; ausencia de seguimiento ortopé-dico, retracciones, desequilibrio de la pelvis, espastici-dad, etc., y a veces aparecen graves deformaciones queimpiden una buena postura en la SR. A pesar de losprogresos en los ajustes de las SR y la llegada de sillasmás cómodas, la colocación de algunos pacientes no esla correcta. Los pacientes más afectados son los miópa-tas, IMC, pacientes con esclerosis en placas (EEP), asícomo algunos tetrapléjicos y parapléjicos de estaturaalta.

Salvo la clásica silla-corsé, a menudo mal tolerada porlos pacientes adultos (e inadaptadas a los lesionadosmedulares), existen soluciones intermedias: adaptacionesen espuma personalizadas o sistemas de cojines comolos Jay. En el mercado norteamericano, estas ayudastécnicas son muy numerosas (se han catalogado más de500 en un informe realizado para la Agence d’Eva-luation des Technologies et des Modes d’Intervention dela Santé de Quebec [25]).

Sin embargo, desde hace varios años, varias empresashan exportado artículos de ayuda técnica para la pos-tura con cierto éxito y un aumento constante de clien-tela, sobre todo entre los ergoterapeutas.

Por este motivo, en 2003 apareció en el mercado unaempresa canadiense que propone un amplio catálogo deproductos que van desde las ayudas técnicas estándarpara la postura (Fig. 43), hasta las adaptaciones comple-tamente personalizadas. La realización de estos «posi-cionamientos» se basa en una valoración precisa querequiere gran experiencia. La dificultad reside en esta-blecer un estudio de cargas preciso de las necesidades: elmejor posicionamiento posible pero compatible con las

actividades de la vida diaria (traslado, aseo, etc.).Efectuadas en estas condiciones, estas ayudas técnicas einstalaciones ofrecen excelentes resultados.

Una de las dificultades que entorpecen la buenarealización de las instalaciones es la incapacidad decoordinar correctamente a los diferentes participantes: elvendedor (muy a menudo poco formado, debe tener unbuen nivel técnico y un conocimiento médico mínimo)y el equipo pluridisciplinario, compuesto en general porun paramédico (ergoterapeuta o kinesiterapeuta) y unmédico especialista. Esta coordinación tiende a organi-zarse en algunos centros piloto siguiendo el ejemplo delas «clínicas de posicionamiento» canadienses.

■ Propulsión y circulaciónde las SRM: ejemplodel paciente lesionado medular

La fisiología de la propulsión de la silla en el pacientelesionado medular implica varios parámetros entre loscuales se encuentran el nivel neurológico, la capacidadaeróbica, las cualidades mecánicas de la silla y unaadaptación óptima de su propietario (ajustes,accesorios) [26].

Ciclo de propulsión (Fig. 44)

El movimiento propulsor de la SR manual está consi-derado como cíclico. El ciclo se descompone en una fasede propulsión (manos en contacto con el aro) y otrafase de recuperación o retorno [28, 29]. La fase de propul-sión se divide a su vez en dos subfases. La primera es unmomento de tracción en el cual la mano se sitúaposteriormente a la vertical del eje de la rueda trasera;comienza al primer contacto de la mano con el aro ytermina en la vertical del eje de la rueda. La segundasubfase es un momento de empuje que comienza alllevar la mano hacia delante de la vertical del eje de larueda trasera y termina con el final de la fase propul-sora, con el último contacto de la mano en el aro [27].La fase de propulsión representa alrededor del 33% dela duración del ciclo [30], lo cual puede variar en funciónde la técnica de propulsión empleada, de la frecuenciade la propulsión, de la velocidad de desplazamiento de

Figura 43. Armazón móvil portasillas equipado con posiciona-miento.

IA

AE

FA

-90° +90°

Dirección del movimiento

SM

Hombro

Codo

MuñecaCM

Fase de recuperación

Fase de empuje

Figura 44. Ilustración de un ciclo de propulsión según [27].CM: Contacto de la mano; SM: soltar con la mano; AE: ángulo deempuje (propulsión); IA: inicio de ángulo (de propulsión); FA:final de ángulo (de propulsión).

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13Kinesiterapia - Medicina física

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la silla o de la inclinación del suelo. A velocidad deter-minada y sobre un suelo liso, esta frecuencia estácomprendida entre 55-65 ciclos/minuto [31].

Los parámetros modificables por el paciente paraaumentar la velocidad de la silla son la frecuencia depropulsión, el ángulo de empuje y la fuerza eficazejercida sobre los aros.

Estilos de propulsión (Fig. 45) [32]

Las características cinemáticas de la muñeca respectoal aro durante el ciclo permiten describir cuatro estilosde propulsión: semicircular, bombeante, propulsión debucle único (PBU) y propulsión de bucle doble(PBD) [32].

Las personas con poca experiencia o debilidad en losmiembros superiores emplean el estilo bombeante,durante el cual la trayectoria de la muñeca en las fasesde propulsión y recuperación es la misma pero ensentido contrario.

El estilo PBU parece ser el más empleado, por delantede los estilos PBD, semicircular y bombeante [32]; elsemicircular es el más recomendado (cf infra).

Los rendimientos deportivos en SR se llevan a cabomediante una variante del estilo semicircular llamadaboxing, durante la cual desaparece la prensión del aro enbeneficio de un simple contacto, lo que permite unaumento de la cadencia.

Cinemática y cinesiologíaAlgunos autores se han interesado por las amplitudes

y variaciones angulares de los diferentes grados delibertad de las articulaciones del hombro, el codo, lamuñeca y el raquis durante la fase propulsora [33-37]; deestos estudios, bastante complejos y en ocasionesdivergentes, se pueden extraer los movimientos yamplitudes siguientes.

El hombro realiza una flexión entre 60-0° de exten-sión, una aducción entre 60-30° de abducción y unarotación externa [36, 37].

El codo realiza una flexión (de aproximadamente 15°)en la primera mitad de la fase propulsora (momento de

tracción) y después una extensión (de alrededor de 35°)en la segunda mitad de la fase propulsora (momento deempuje) [27].

Los valores angulares máximos de la muñeca son de30° de flexión y de extensión [38].

Veeger et al [39], Lees [40] y Van der Woude et al [41,

42]han detectado un aumento de la flexión del troncodurante el incremento de la actividad. Lees precisa queesta flexión del tronco permite tanto mejorar la estabi-lidad como favorecer la propulsión.

El patrón electromiográfico de activación musculardurante el ciclo de propulsión permite diferenciar lasfases de propulsión y de recuperación (Fig. 46) [43].Nótese que el supraespinoso está activo durante las dosfases, tanto de forma concéntrica como excéntrica, loque muestra la importancia de la demanda y la posiblerelación con la frecuencia de las tendinopatías delmanguito de los rotadores en esta población.

Este patrón varía poco en función del nivel lesional,ya que la fase propulsora requiere sobre todo trabajoproximal de los antepulsores y aductores del hombro encada ciclo.

Rendimiento mecánico y gastoenergético de la propulsión

El rendimiento mecánico de una SRM (energía pro-porcionada por el paciente y transmitida a la silla y a sudesplazamiento) es bajo, de alrededor de un 10% [44, 45].

Las características mecánicas y musculares de lapropulsión están muy influidas por una modificación delos ajustes de la silla [3, 6-9, 46]. Una silla ligera de gamaalta bien ajustada puede tener un 33% de rendimientomás que un modelo tradicional [8].

Los lesionados medulares presentan un consumo deoxígeno (VO2máx) estimado dos veces menor que el delas personas válidas [44, 45], diferencia que se acentúacuanto más alto sea el nivel lesional neurológico delpaciente. La rehabilitación de esfuerzo puede mejorarestas capacidades aumentando el volumen muscular delos miembros superiores y la capacidad cardiorrespirato-ria del individuo.

El gasto energético de la propulsión de una SRmanual con una velocidad cómoda sobre terreno liso yregular, eliminando cualquier obstáculo, es del orden de200 J/m [44, 47, 48] cercano al de la marcha, que se sitúaentre 150-200 J/m. Este gasto se incrementa cuando lasdificultades aumentan (velocidad, cuesta, terrenosirregulares, obstáculos). Cuanto mayor es el nivellesional neurológico, más cuesta la técnica de propul-sión y mayor es el consumo energético. Un pacientetetrapléjico cuya VO2máx es baja, alcanza en seguida suconsumo máximo de oxígeno, lo que le limita rápida-mente en el uso de una SRM, sobre todo fuera deldomicilio, teniendo en cuenta además que el peso de lasilla se ve aumentado con los accesorios que la personaparapléjica necesita (respaldo alto, reposabrazos).

Rehabilitación al esfuerzoLas técnicas clásicas de rehabilitación y el uso regular

de la silla permiten preparar a los pacientes para elmanejo de la silla en condiciones óptimas fuera deldomicilio, pero el desarrollo de las handbikes ofreceperspectivas de futuro muy interesantes. Jansen [49] hademostrado el interés de su uso en el entrenamientoaeróbico de los pacientes tetrapléjicos o parapléjicospoco deportistas, gracias a un rendimiento mecánicosuperior al de la SR, lo que permite aumentar aún másla frecuencia cardíaca y la potencia desarrollada por elpaciente.

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Figura 45. Los cuatro ciclos de propulsión según [32].A. Semicircular.B. Propulsión de bucle único.C. Propulsión de bucle doble.D. De bombeo.

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14 Kinesiterapia - Medicina física

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Factores de manejabilidad y de buenacirculaciónAdelantamiento de las grandes ruedastraseras

La circulación de la silla mejora mucho adelantandoel eje de las ruedas traseras, lo que le da mayor inesta-bilidad [3, 7-9, 20].

El paciente es quien debe encontrar el mejor equili-brio entre movilidad y estabilidad.

Buen inflado de los neumáticosde las ruedas traseras

Es un factor determinante y muy sencillo de llevar acabo, siempre que se disponga de una bomba adaptada.

Deben evitarse las ruedas que no se pinchan: aunqueeliminan los riesgos de pinchazo, reducen mucho elrodamiento (entre un 30-100% de pérdida según losmodelos).

Combinación llantas delanterasy neumáticos traseros

Se aconsejan unas ruedas delanteras duras y contrapinchazos. Si los neumáticos de las ruedas traserasmejoran la circulación, la función pivotante de lasruedas delanteras pequeñas conlleva un efecto inverso:equipadas de neumáticos, éstos se aplastan en lasrotaciones, lo que frena la movilidad giratoria.

Inclinación del ejeCuando la separación de las ruedas traseras es mayor

abajo que arriba, el pivote de la silla mejora. Aún siendo

pequeña (de 1-2°), para no aumentar demasiado lalongitud total de la silla, la separación facilita la correc-ción de los desniveles (por ejemplo, la tendencia de lasilla a salirse de la acera).

Sobre dos ruedas

Conducir sobre dos ruedas consiste en mantenerse enequilibrio sobre las ruedas grandes traseras (Fig. 47),

Empuje Recuperación

Paraplejía baja

Recuperación

Paraplejía alta

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Tetraplejía C7/8

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Tetraplejía C6

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Ciclo % Ciclo %

EmpujeEmpuje

Empuje

Deltoides anteriorPectoral mayorSupraespinosoInfraespinoso

Serrato anteriorBíceps braquialDeltoides medio

Deltoides posteriorSupraespinosoSubescapular

Trapecio medioTríceps braquial

Deltoides anteriorPectoral mayorSupraespinosoInfraespinoso

Serrato anteriorBíceps braquialDeltoides medio

Deltoides posteriorSupraespinosoSubescapular

Trapecio medioTríceps braquial

Figura 46. Patrón de activación de los músculos de la cintura escapular durante el ciclo de propulsión en función del nivel lesional según [43].

Figura 47. Bajada de una acera sobre dos ruedas.

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15Kinesiterapia - Medicina física

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colocando el centro de masa en la vertical del eje deestas últimas. Saber hacer esto presenta ventajasimportantes.

Permite franquear obstáculos como aceras pequeñas ycircular sobre un terreno irregular (grava). Bajar de laacera es bastante fácil, mientras que subirla lo es menos.Sólo aquellas personas que están bien entrenadas pue-den subir aceras de 10 cm de altura o incluso más (hasta15 cm para los más diestros).

El dominio de esta posición permite así mismo ysobre todo ajustar la silla hacia una posición de inesta-bilidad aceptable (avanzando las ruedas traseras), lo quefacilita la propulsión. El esfuerzo requerido para avanzardisminuye, lo cual protege los hombros, teniendo encuenta que la propulsión debe ser armoniosa a causa dela inestabilidad de la silla: un arranque brusco desesta-bilizaría la silla con riesgo de caída hacia atrás. Acortadoel avance de las ruedas traseras, la silla es más maneja-ble en espacios reducidos. Sin embargo, al ser el espaciomás reducido entre las ruedas delanteras y traseras(distancia entre ejes), subir aceras con una silla inestablees paradójicamente más complicado que con una sillaclásica y requiere mayor técnica. En el programa dehabilidades con las sillas (cf infra), se evalúa el dominiode esta técnica gracias a unas diez pruebas de dificultadprogresiva.

El tiempo necesario para el dominio de la silla es demedia 45 minutos, aunque varía entre 15-75 minutos,lo que equivale a dos o tres sesiones de una mediahora [50]. Subir las aceras es una etapa suplementaria querequiere una formación muy superior y no valorada.

Para aquellos que no consiguen mantenerse sobre dosruedas o que no tienen interés en ello (personas mayo-res), existe un sistema antibasculante innovador estu-diado en 2001 por Kirby [51]que parece ofrecer unabuena solución al permitir bascular sobre dos ruedas sincaerse.

■ Trastornos y prevención,peligros de la silla de ruedas

Trastornos microtraumáticosdel miembro superiory recomendaciones clínicas

En las personas en SRM, son frecuentes los trastornospor sobreuso de los miembros superiores.

Según Gellman [52], la frecuencia en los lesionadosmedulares se estima en un 67%; predominan las altera-ciones del hombro (artropatías acromioclaviculares ,alteraciones subacromiocoracoideas [53], tendinopatíasdel manguito de los rotadores) y los síndromes de lostúneles de la muñeca [54].

Para prevenir estos trastornos, pueden detallarsealgunos datos concordantes de la literatura: rebajar lafuerza del impacto en el momento de agarrar el pasa-manos, ralentizar la frecuencia de los ciclos de propul-sión aumentando su duración (propulsión ligera) yadoptar el modo de propulsión circular (o semicircular)en el cual la mano pasa bajo la parte superior delpasamanos en la fase de retorno. El estilo semicircularpresenta un tiempo de contacto superior con los aros ymenores aceleraciones angulares de la espalda y delcodo [55-57].

Así mismo, el peso del binomio silla/paciente pareceser un elemento primordial en la aparición de alteracio-nes de los túneles, cuya frecuencia se ha estimado en un49% en los pacientes parapléjicos [58]. Se han ofrecidoalgunas recomendaciones sobre las amplitudes máximasde la muñeca, que en ocasiones permiten limitar estostrastornos: 15° en flexoextensión, 5° en aducción, 10°en abducción [59]. Por otro lado, las presiones más

importantes dentro de los túneles se dan cuando lamuñeca está en hiperextensión, lo que conllevaríaproponer realizar los cambios de posición y tracción dela muñeca en posición neutra, con el puño cerrado [58].

Algunos ajustes de la SRM parecen ser prioritarios:asiento posteriorizado (es decir, rueda trasera anteriori-zada), disminución de la distancia entre el hombro y elpasamanos [56].

La sinergia simultánea derecha/izquierda ofrece unmejor rendimiento que la sinergia alterna [60].

Quedan por realizar estudios de intervención paravalidar estas recomendaciones y disminuir la incidenciade estas alteraciones en estos pacientes.

Además de estos trastornos, hay que citar tambiénaquellos relacionados con la postura sentada prolon-gada, en particular con las escaras, que todavía afectansobre todo a los lesionados medulares, bien en SRM oen SRE.

Las cervicalgias también son frecuentes, a menudorelacionadas con los dolores de hombro [61].

La elección y el buen ajuste de una SRM adaptada, laadquisición de una buena técnica de propulsión, eldominio del control sobre dos ruedas que permite el usode una SR inestable y una actividad física regular sonexcelentes factores de prevención. Sin embargo, si losdolores resultan muy invalidantes, el uso de una asis-tencia eléctrica o una verdadera SRE aparecen comosoluciones para reducir o suprimir cualquier gestopotencialmente nocivo.

Trastornos traumáticos: caídasy accidentes

Además de estas alteraciones, las caídas representanuno de los mayores peligros de la SR [62]. Un estudioestadounidense publicado en 2006 [63] demostró unaumento importante de la cantidad de lesiones en SRtratadas en los servicios de urgencias: en 2003 secontabilizaron más de 100.000 casos (el doble que en1991). Estas lesiones se producen por caídas en un65-85% de los casos. Los autores observaron distintascircunstancias de aparición en los niños, en los cualeslas lesiones se producen sobre todo en el exterior (caídasen cuestas, al cambiar de acera, incluso en las escaleras),respecto a los adultos, en los cuales se dan sobre todoen interior (domicilio, institución u hospital). Sonposibles tres tipos de caídas.

La más frecuente es la caída hacia delante al tropezarla SR contra un obstáculo, provocando la eyección delpaciente, con un 46,3% de los casos según Kirby [64].Este tipo de caída, favorecido por el uso de ruedasdelanteras de pequeño diámetro (menor de 15 cm), estambién muy frecuente cuando la SR está equipada conun reposapiernas (con más razón si hay dos). Paraimpedir este tipo de caídas [65], un centro francés hapuesto en marcha un ingenioso sistema antibasculante.

La caída hacia atrás (29,5% [64]) con sillas pocoestables sin sistema antibasculante presenta un porcen-taje que probablemente deba revisarse al alza, teniendoen cuenta el aumento de las SR cuyas ruedas traserasestán más avanzadas que antes.

La caída lateral (24,2% [64]) es menos frecuente y sueleocurrir cuando se circula sobre inclinaciones muymarcadas o cuando el paciente se inclina demasiado.

Las caídas durante los traslados son también frecuen-tes, sobre todo si el paciente realiza la maniobra solo;entre las causas más comunes cabe citar la deficienteinmovilización de la SR: frenos mal ajustados o inexis-tentes, sobre todo en los pacientes ancianos, a menudodesorientados.

Las caídas de las SRE son menos frecuentes, ya que supeso es un factor de estabilidad; sin embargo, sonposibles en pacientes imprudentes o si la silla es defec-tuosa (25% de los casos en un estudio de Kirby [66]).

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En cambio, las colisiones y accidentes en SRE son másfrecuentes. Los médicos deben a veces sopesar el «pro»de una mejor autonomía y el «contra» que representanlos riesgos relacionados con una conducción deficiente,incluso peligrosa. Los criterios que permiten valorar lacalidad de la conducción son múltiples y difíciles depriorizar; muchos equipos estudian el tema, sobre todoen Canadá, donde un artículo de Mortenson publicadoen 2006 [67]aporta elementos de reflexión: se denieganSRE si se utilizan como arma (¡lo que no es infre-cuente!), si el paciente no sabe frenar, si conduce enestado de embriaguez o bajo los efectos de drogas y sino aprende de sus errores para mejorar.

■ Dominio de la silla de ruedasy programas de aprendizajede su control

Circular en SR, manual o eléctrica, no es fácil. Comocon cualquier material nuevo, hay que acostumbrarse,lo cual aún es más difícil cuando la persona es mayor,lo que suele ser frecuente, ya que la media de edad delos usuarios de SR en Francia es de 70 años [2]. Eldominio de una SRM se parece al de una bicicleta:traslados, desplazamientos, inclinaciones o cuestas,técnica de las «dos ruedas», salvar obstáculos, todo ellorequiere un aprendizaje progresivo. El dominio de unaSRE tiene algunos puntos en común con la conducciónde un automóvil en cuanto al conocimiento del volu-men de su «vehículo» y del control de un ratón deordenador, teniendo en cuenta la precisión necesariapara el manejo del joystick.

Esta formación se imparte en centros especializados(es el caso de la mayoría de los lesionados medulares)pero la mayor parte de los pacientes no tienen acceso aella (EEP o enfermedades neuromusculares por ejemplo,a pesar de la implicación de las grandes asociaciones). Aldepender de sí mismas, estas personas deben defendersesolas para desplazarse y acostumbrarse a su silla.

En un centro de rehabilitación, la valoración pluridis-ciplinaria permite escoger sin precipitación, probandolas sillas y, por tanto, aprendiendo progresivamente elmanejo de la SR. Fuera de estos centros, esto no esposible en la actualidad. Hay muchos pacientes que sontorpes con sus SR, con caídas y heridas frecuentes, loque es lógico dada la especificidad del material. De lamisma manera que no se aconseja montar en bicicletasin haber aprendido de pequeño, tampoco es conve-niente conducir un coche sin permiso. Los centros deaprendizaje del manejo de una SR y la valoración de sueficacia no existen en Francia; los centros que podríantal vez dedicarse a ello no disponen de tiempo omedios. Los servicios de ayudas técnicas están desborda-dos. Sin embargo, existen programas de formación [68];el más conocido es el Wheelchair Skill Program, llevadoa cabo en Canadá y mejorado constantemente desdehace unos quince años por Kirby y sus colaborado-res [69]. Este programa contiene varias etapas; primerofue adaptado a las SRM y después a las SRE y contieneincluso pruebas para acompañantes. Está principalmentecentrado en la movilidad (no en la comodidad), con-tiene 56 pruebas desde las más sencillas a las máscomplejas: poner y quitar los frenos, los reposapiés y losreposabrazos; atravesar una puerta; efectuar un traslado;subir o bajar una acera de 2 y hasta de 13 cm de altura;conducir sobre dos ruedas. Cada prueba está evaluada.Este conjunto de pruebas siempre está precedido poruna anamnesis que al final es validada, lo que permitepor un lado realizar una valoración de las personas enun momento dado, pero también planificar su forma-ción y seguir sus progresos.

Muchos pacientes mejorarían siguiendo este pro-grama. La simple comprobación de la posibilidad deaprobar (o no) los temas propuestos en la prueba podríaservir como primer aprendizaje.

■ Criterios de elecciónEstos criterios pueden clasificarse en tres grandes

grupos que se reagrupan con frecuencia: los criteriospersonales, los criterios medioambientales y los criteriostécnicos. Tras una breve descripción, se ofrecen algunosconsejos y criterios para escoger convenientemente susilla de ruedas.

Criterios personalesTrastorno

El Cuadro I recoge algunos de los trastornos másfrecuentes y las principales indicaciones de la sillaadaptada.

Tiempo de permanencia en la silla de ruedasLa elección difiere fundamentalmente si la silla es de

uso temporal o si el paciente debe pasar en ella todo eldía.

Si el paciente vive sentado en la silla, hay que elegirsin precipitación, intentar varios modelos y escogeraquel que ofrezca una buena instalación y aconsejar alos pacientes cambiar de domicilio cuando su viviendaes demasiado pequeña para permitir el uso de unmodelo adaptado (se escogen muchos modelos con baseen criterios estrictamente dimensionales).

Por el contrario, una silla temporal (salidas a la calle,trayectos largos), debe ser sobre todo ligera y fácilmentetransportable en coche.

Modo de propulsiónHay que tener en cuenta si el paciente se desplaza

solo o debe ser empujado por otra persona.El primer caso requiere una silla de alta gama (a

medida con multinivel de ruedas traseras bien ajustado)pero cara (a partir de 1.500 &z.euro;), incluso una SRE.Por el contrario, si el paciente es empujado, una sillaclásica es la ideal, sin que su peso sea superior al de lassillas de alta gama.

MorfologíaLos pacientes longilíneos y muy altos, obesos o los

que sufran de enanismo, necesitarán una SR a medida.

Hábitos de la vida diariaEl tipo de traslado y el modo de transporte de la SR

son muy importantes. El tipo de traslado requerirá,según la técnica empleada (solo, con ayuda de una grúa)tener cuidado con el tipo de reposabrazos (rugoso), dereposapiés amovible (el más utilizado), mientras que eltransporte impone ciertos obstáculos muy específicos(peso, plegado), sobre todo en las SRE (desmontado). Laimportancia de los hábitos de la vida diaria en laelección de la SR se ha tenido en cuenta en la conferen-cia de consenso sobre las ayudas técnicas de la AFM [47].

EdadCuanto mayor es la edad, más hay que detenerse en

los elementos de comodidad (respaldo poco inclinado,reposabrazos confortables, asiento reclinable).

Preferencia del pacienteAunque pocas veces se menciona como primer crite-

rio, el aspecto estético de la SR es, sin embargo, funda-mental. En ocasiones resulte secundario, pero en lapráctica es un elemento determinante en la elección.

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PrecioA pesar de las posibles ayudas a la financiación, este

criterio sigue siendo a menudo un problema que no hayque olvidar.

Criterios ambientales

Domicilio (o lugar de empleo de la silla)La buena accesibilidad del domicilio es determinante;

un piso de difícil acceso impone dimensiones delasiento a menudo inadaptadas al paciente, inclusopeligrosas (asiento demasiado estrecho, SR demasiadopequeña e inestable): evidentemente, hay que hacertodo lo posible para evitar estas elecciones que pordesgracia en ocasiones son inevitables (imposibilidad demudarse).

Entorno exteriorLas personas que viven en el campo deben tener

cuidado al elegir las ruedas (priorizando el diámetro yneumáticos grandes). Las cuestas pronunciadas puedenrequerir el uso de una SRE.

Criterios técnicos

PesoEs el criterio fundamental. Todo usuario busca una SR

ligera pero la mayoría de los pacientes, sobre todo conla edad, requieren accesorios que añaden peso a la silla.Por ello es indispensable valorar correctamente lasventajes reales de cada accesorio (un respaldo reclinableque se considera indispensable tal vez nunca sea recli-nado por falta de ayuda).

ComodidadCada usuario requiere un mínimo de comodidad. Las

buenas dimensiones del asiento (con cojín), más la

elección de un buen respaldo (altura, inclinación) y unainstalación satisfactoria son los elementos más impor-tantes. La elección de un modelo con neumáticos ysuspensión es un tema secundario. Algunas SRE ofrecenuna conducción más confortable que otras (suspensio-nes derivadas de la tecnología automovilística).

Rodamiento

Se conocen bien los criterios de rodamiento de lasSRM. En las SRE, los ajustes y una buena programaciónpueden cambiar la calidad del rodamiento y la precisiónde la conducción.

Neumáticos inflables o llantas que no se pinchan

Los neumáticos ofrecen una comodidad evidente,pero deben inflarse con frecuencia y presentan riesgo depinchazos. Se aconsejan para las ruedas traseras grandes,ya que mejoran el rodamiento de la silla (en oposicióna las llantas). En cambio, en relación a las ruedasdelanteras, su función pivotante hace que las ruedas seatasquen y frenen la silla cuando gira. Salvo en el casode que se busque una comodidad excepcional, se suelendesaconsejar, sobre todo si se busca una buenamaniobrabilidad.

La presión máxima recomendada en el inflado es de4,5 bares en las ruedas traseras ordinarias (hasta 10 enlos neumáticos de alta presión, frecuentes en las sillas dealta gama) y de 2,5-4,5 bares en las ruedas delanteras.Este valor está siempre indicado en el lateral de losneumáticos. Por encima de los 2 bares, es indispensableutilizar una bomba con manómetro.

Las llantas suprimen los riesgos de pinchazo peroresultan incómodas:• en las ruedas traseras, reducen de un 20 a un 100%

la distancia recorrida con ruedas libres;• en ruedas delanteras, la calidad del suelo influye en

la comodidad y el giro; cuanto más dura es la llanta,mejor gira la silla pero es menos confortable. Las

Cuadro I.Algunas sugerencias para la elección según la enfermedad.

Hemiplejía Se dispone de tres tipos diferentes de sillas. En caso de duda, una silla ligera con asiento descendido resultainteresante. Para pacientes cuyas funciones cognitivas no están afectadas, una SRE es indispensable desdeel momento en que se prevea una salida al exterior

Personas de edad avanzada Tercera edad Suele ser suficiente una silla ligera de gama media

Cuarta edad La principal solución propuesta en la actualidad es una silla cómoda empujada por otrapersona. Es el último recurso, ya que estas SR, pesadas y poco manejables, descartancualquier posibilidad de desplazamiento autónomo

Esclerosis en placas Corta evolución Es preferible una silla ligera de alta gama propulsada por el paciente; sin embargo, unestudio comparativo [70] entre 14 pacientes EEP, 14 parapléjicos y 14 válidos ha demos-trado menores ajustes para los pacientes SEP (retraso para soltar los pasamanos y em-puje asimétrico que limita la funcionalidad de la SRM en el exterior)

Larga evolución Una buena solución es una silla clásica (fácil de transportar y de empujar), en ocasionescon respaldo reclinable (cómodo), teniendo en cuenta que, en el domicilio, el pacientepuede propulsarse solo, pero debe ser empujado fuera

Suele ser necesaria la prescripción de una SRE para obtener una verdadera autonomía ylimitar el cansancio

Esclerosis lateral amiotrófica Un estudio estadounidense [71] ha puesto de manifiesto la importancia de los dolores y ofrece algunasideas en consonancia con la experiencia de los autores; sugiere las siguientes SR:

SRM transportable, mejor plegable con un mínimo de comodidad (respaldo alto reclinable con apoyaca-bezas);

SRE compacta con máxima comodidad (respaldo rígido alto con apoyacabezas multirregulable y reposa-piernas con inclinaciones eléctricas del respaldo, asiento y reposapiernas), mando electrónico de evolu-ción

Amputados Una silla plegable clásica con retraso de las ruedas traseras que evite el riesgo de caída al darse la vuelta lasilla y, en ocasiones, con respaldo reclinable

Paraplejías Precisan una silla de alta gama a medida con multiniveles de las ruedas traseras o una silla multisport

Tetraplejías según el nivel le-sional y el carácter completoo no

Puede ser el mismo tipo de silla que para los pacientes parapléjicos con algunos accesorios suplementarios(pasamanos antideslizantes, alargadores de freno, antibasculación) o una SRE, preferiblemente conasiento adaptado con inclinaciones eléctricas (asiento, respaldo, reposapiernas)

SR: silla de ruedas; SRE: silla de ruedas de propulsión eléctrica; SRM: silla de ruedas de propulsión manual; EEP: esclerosis en placas.

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llantas delanteras de goma flexible (en contraste conel poliuretano) ofrecen a la vez comodidad, movilidade imposibilidad de pinchazo.

Diámetro de las ruedas

Grandes ruedas traseras. El diámetro estándar es de60 cm (24’’); suelen utilizarse ruedas de diámetro de 55(22’’), incluso de 50. Facilitan los traslados laterales (elribete es menor delante y en el lateral respecto alasiento) y acortan la silla. Sin embargo, la propulsión esmenos eficaz ya que la distancia entre la mano y elpasamanos es menor.

Pequeñas ruedas delanteras. El diámetro normal esde 20 cm (8’’) y tiende a reducirse a 15 cm, lo quepermite no lastimarse en los desplazamientos y reduceel volumen de la silla. No obstante, en terreno irregular,cuanto menor sea el diámetro más tiende la rueda abloquearse si hay agujeros. Los pacientes parapléjicosque dominan las dos ruedas emplean ruedas máspequeñas (diámetro 12,5 o 10, incluso 7,5 cm, bladeroller de 3’’); el uso de estas ruedas no resulta molesto

cuando la silla es inestable (avance de las grandes ruedastraseras), lo que aligera la delantera de la silla y dismi-nuye los riesgos de bloqueo.

Pasamanos

Existen varios tipos y materiales. Los más frecuentesson el aluminio anodizado (ligero) o el acero inoxidable(un poco más pesado pero con mayor agarre). El titanioreúne todas estas cualidades pero es más caro, el cauchoo el plástico antideslizante se aconseja para los pacientescon poca fuerza (ancianos, tetrapléjicos, esclerosis enplacas): aquellos equipados con espolones se utilizancada vez menos, ya que son poco funcionales y por elloson cada vez más difíciles de encontrar; están siendoreemplazados por las SRE.

Compacidad, estabilidad, problemasde accesibilidad

Una SR compacta carece de estabilidad pero puedemanejarse en cualquier sitio.

Robustez

Se trata de un criterio clave para muchos usuarios,sobre todo para los que circulan con SRE, para quienesuna avería es sinónimo de catástrofe ya que impidecualquier desplazamiento autónomo hasta la reparación.

Servicio posventa, distribución

Es un criterio fundamental para las SRE. En ocasioneses mejor escoger una SRE menos adaptada al pacientepero con un buen servicio posventa en lugar de una SREque queda totalmente inutilizada en la primera avería.

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“ Puntos esenciales

Consejos prácticos• Probar las sillas.

Alquiler o préstamo de larga duración. Salvoexcepciones, es indispensable probar la silla, algoque se ha confirmado en una prueba públicasobre la adquisición de una ayuda técnica, cuyoinforme final [72]menciona un fuerte acuerdo encuanto a la necesidad de probar la silla «en elentorno en el que se espera utilizar». Aparecendificultades, sobre todo el tema del seguro de lassillas eléctricas en caso de accidente: heridas delpaciente o de terceros (anciano atropellado en laacera) tras un choque o un simple deterioro delmaterial prestado.

A pesar de todo, las pruebas son primordiales:sirven tanto de prueba como de aprendizaje y,sobre todo, contribuyen a la validación delproyecto de vida del paciente y a su desarrollo.

Las condiciones de las pruebas son importantes:C prueba en el lugar donde se vive;C de nada sirve prestar una SR mal ajustada y

mal adaptada al paciente; es obligatorioofrecer un mínimo de consejos y ajustes; encaso contrario, por ejemplo, con una SRofrecida por un vendedor mal formado, sepierde el tiempo;

C una vez probada la silla, una tercera personadebe valorar las conclusiones: SR adaptada orevisión de los criterios.

• Pedir la ayuda de un profesional.Un ergoterapeuta o un kinesiterapeuta, incluso

un médico rehabilitador; hay que informarse encentros especializados y en cualquier asociaciónque trabaje en el ámbito de la minusvalía; se hademostrado que cuando el kinesiterapeuta o elergoterapeuta experimentado da los consejos, eluso de la SR es mejor a largo plazo [73]. Elprocedimiento específico incluye en la valoraciónun programa de entrenamiento particular.• Hay que prestar atención al servicio posventa.

La venta siempre es eficaz, mientras que elseguimiento y los ajustes posteriores son másvariables.

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Para saber más

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Karp G. Choosing a wheelchair. A guide for optimal independence.London: O’Reilly and Associates; 1998.

B. Guillon ([email protected]).S. Bouche.Service Aide au choix du fauteuil roulant, Fondation Garches, Hôpital Raymond Poincaré, 104, boulevard Raymond-Poincaré, 92380Garches, France.

B. Bernuz.Unité de médecine physique et de réadaptation fonctionnelle Widal 1, Hôpital Raymond Poincaré, 104, boulevard Raymond-Poincaré,92380 Garches, France.

D. Pradon.Laboratoire de la marche, Hôpital Raymond Poincaré, 104, boulevard Raymond-Poincaré, 92380 Garches, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Guillon B., Bouche S., Bernuz B., Pradon D. Fauteuilsroulants : description, utilisation, critères de choix. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Kinésithérapie-Médecine physique-Réadaptation,26-170-B-10, 2009.

Disponible en www.em-consulte.com/es

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