Una visión de la historia de Jornadas en Buenos Aires (o de como se llega a Tandil saliendo de una Villa en Retiro) 1 Mi hermana Silvia había realizado un retiro en el Colegio Santa Teresa de Jesús con un padre de Verbo Divino (Adolfo Ruhl) y tiempo después una compañera de curso (Marta Dollera) la invitó a hacer una Jornada de Vida Cristiana en Rafael Calzada. Poco tiempo después estaba haciendo su primer Jornada mi hermana Graciela (1972) y no se porqué ese sábado se me ocurrió acompañarlas al trabajo en la Villa de Emergencia… El país estaba en plena convulsión y la gente la pasaba muy mal. El grupo se reunía en la capilla, rezaban juntos y luego comenzaban a visitar las casillas de cartón y chapa. Algunos repartían ropa y alimentos, otros hablaban con los hombres sobre los problemas que les traía la falta de documentos, algunos rezaban en el pequeño altar que no faltaba en casi ninguna casa. Allí, al costado de la cama matrimonial, donde a veces dormían ocho personas, se juntaba el Sagrado Corazón, Evita y algunas otras devociones populares. En general, los chicos rezaban a María por los problemas de esas familias… casi siempre, yo permanecía afuera respetando lo que no compartía. No recuerdo bien cual fue el día que me uní al grupo en el momento de la oración, solo se que ese día cambio profundamente mi vida. Comencé, sin proponérmelo a revivir mi bautismo hasta que un 28 de agosto de 1973, la meditación de los Misterios del Rosario cambió mi vida para siempre. Cuento este proceso espiritual, por cuanto es paralelo a muchos otros procesos personales que dieron origen al Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana en la Arquidiócesis de Buenos Aires (hoy Movimiento de la Vida en Gracia, vinculado a Santo Domingo) y le dieron las principales notas de su identidad. Enrique Carrega era estudiante de abogacía, había hecho su Jornada con los padres Adolfo y Adán en Rafael Calzada y estaba trasladando el Movimiento con su domicilio de estudiante de la UBA. En 1974 fue mi primer Jornada (Enrique era Auxiliar y Luis Liberti - hoy s.v.d.- el laico Animador) y a las pocas semanas varios de la Jornada 33 de Rafael 1 A partir de la publicación del mismo nombre en el libro “El Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana en Argentina”, por el Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, Diócesis de Lomas de Zamora, a los 25 años de su fundación en la Argentina, en julio de 1999, páginas 87 y 88.

Calzada fundábamos, a instancias de Enrique, el primer Secretariado de Jornadas de Vida Cristiana de la Arquidiócesis de Buenos Aires.

En octubre de 1974 fuimos auxiliares (allí hizo Jornadas el misionero de Verbo Divino Wolfram Dressler svd y el hoy Maestro de estudiantes de los dominicos -entonces estudiante de medicina- Fray Mariano Liebana op y más tarde el actual Procurador General de la Orden de Predicadores en Roma Carlos Azpiroz Costa op) y la generosidad de Enrique, Adolfo y Adán nos regaló nuevos y muy numerosos miembros para fortalecer nuestra comunidad.

Gracias a ellos y a pesar de no tener una presencia sacerdotal, el Movimiento nació entre nosotros de manos de los servicios apostólicos, de modo que en muchos casos las personas nos integrábamos a Jornadas como Comunidad antes de hacer nuestra primer Jornada. Con Pepe Pestalardo, de vuelta de una clausura en Calzada y tomando como modelo el Estatuto del Centro de Estudiantes de Abogacía de la UCA redactamos nuestro primer estatuto local (que con modificaciones aún hoy subsiste) y concebimos dos proyectos que terminaron de fundarnos: Pepe animaría la primer Jornada de Capital en 1975 (el era Universitario) y yo el primer Camino de Vida Cristiana también en 1975 (yo estaba por comenzar el último año de mi secundario en el Colegio San Agustín).

Para diseñar la primera carpeta de Caminos trabajé con un texto de vida espiritual, los modelos de Cursillos, Jornadas y retiros de San Ignacio y escuelas de líderes. Todavía me acuerdo como hoy visitando al Hno Gabriel Villacé Bajo en el Colegio Manuel Belgrano para que revisara mis borradores. El aporte de Wolfram Dressler svd en la preparación fue crítico, fortaleció el enfoque predominantemente bíblico de los temas que nos marcaría en todo desarrollo futuro. En el primer equipo fue el entoces estudiante de ingeniería, hoy Fray Guillermo Fernández Beret op.

La verdad es que los Colegios católicos estaban en crisis y nosotros veníamos muy bien para ayudar a resolverla. Chicos de secundario que

evangelizan a chicos de secundario. Eso fue nuestro fuerte. Luego tomaron esquemas e ideas nuestras para casi todos los movimientos "intracolegio" que hoy existen. En este sentido fue particularmente lúcido el aporte de Fray Federico Lenzi op con los Cenáculos a partir de su trabajo de Capellán de los Colegios Champagnat y Cardenal Newman. Los sacerdotes que nos ayudaron entonces fueron Wolfram Dressler s.v.d., Raúl Zancheta (del clero secular de la Arquidiócesis), Rubén Gonzalez Alderette s.v.d., Alberto Aguirre s.j. y mas tarde Angel Rodríguez o.s.a. Lo cierto es que un religioso marista, Gabriel Villacé Bajo (del Manuel Belgrano de donde había egresado Pepe) nos ayudó con su tiempo, biblioteca y entusiasmo, pero la construcción de esa primer comunidad descansó fundamentalmente en un enorme grupo de laicos dispuestos a no limitar la Gracia de Dios y poner en obra lo que Dios suscitaba. Nos recuerdo dos veces juntando todo lo que teníamos de oro para venderlo (anillitos, cadenas, medallas), la primera vez para hacer la Biblioteca de formación, y la segunda para constituir la Fundación Pro Vida (por toda la vida desde la Gracia de Dios) muchos años después. La primer generación de chicas del Santa Teresa y estudiantes como Enrique había dejado paso a una segunda generación nacida de las propias Jornadas y muy marcada por el ambiente de la Universidad Católica argentina (UCA). Allí fue donde muchos tomamos contacto con la Orden de los Predicadores cuyo Convento de Buenos Aires fue encargando hasta hoy a sus Frailes el Asesoramiento Espiritual de los jóvenes. Salesianos, Jesuitas y Dominicos vieron entrar en sus comunidades a varios jóvenes renacidos a la gracia en una Jornada, pero sobre todo la Iglesia se vio enriquecida por un sin número de profesionales que vimos nuestra vida espiritual unida a nuestra vida estudiantil primero y ahora a nuestra vida profesional. De allí nació la Revista De Colores, las Jornadas de Profundización, la Escuela de Dirigentes, la Fundación Pro Vida y el Programa Por la Vida que atendió a enfermos de SIDA. Con el tiempo comenzamos a hacer nuestras familias y nacieron las Jornadas de Matrimonios y cuando quisimos ampliar nuestros horizontes geográficos seguimos el camino que Adán y Adolfo nos plantearon al pedirnos la fundación de Jornadas en Neuquén. Fundamos Jornadas y Caminos en Mercedes, Azul, Tres Arroyos, Mar del Plata y Bahía Blanca. Otros fueron mas lejos mudándose a vivir (y compartir la historia) con los

que habían conocido cuando estudiantes en las misiones de verano a lugares tan “cercanos” como la Quebrada de Humahuaca. He conocido a mi esposa en Jornadas, allí (misionando en Dock Sud) conoció mi hermana Silvia a su esposo, mis mejores amigos los conocí allí y siguiendo “la aventura de la Gracia” mi esposa y yo bautizamos a nuestros hijos y nos mudamos a Tandil para fundar el Colegio Santo Domingo en la Sierra. Nuestro Obispo, Monseñor Emilio Bianchi Di Carcano, nos pidió fundar un centro de formación para laicos en Ciencias Religiosas y nosotros nos hemos preguntando como hacerlo, pero no porqué hacerlo, eso lo aprendimos en Jornadas. Luego la historia ha seguido. Hoy hay cincuenta y cinco catequistas de Azul, Bahía Blanca, Capital, Olavaria y Tandil con otros veintisiete estudiantes que nos vistan doce días (en seis encuentros) durante tres años y discuten con nosotros las verdades de la Fe. Por mi parte, parto para Providence, Rodhe Island, donde Karen Woods (de Arizona) y yo representaremos a los laicos de todo el mundo en el próximo Capitulo General Electivo de la Orden de Predicadores, ella a los miembros de las fraternidades seglares, yo a los “cachorros” que comen bajo la mesa2. Barcelona, 2 de julio de 2001

Roberto Marcelo Estévez3

2 Mc. 7, 27-28 Le dijo ella: «Maestro: incluso los cachorros bajo la mesa comen de las migajas de los hijos». 3 Licenciado en Ciencias Políticas, especializado en Relaciones internacionales (UCA - 1980); Doctor en Ciencia Política, tesis sobre la relación entre el pensamiento sobre la crisis de la Civilización y la propuesta de Pablo VI de la Civilización del Amor (U.Salvador - 1984); Abogado (UCA - 1989); Master en Dirección de Empresas (IAE - U.Austral - 1989). Ha sido Profesor de la UCA (Buenos Aires) y de la UNSTA (Tucumán), Director del DICE (U.Austral) y actualmente se Profesor de Etica de la U.Austral en Buenos Aires y Rosario. Dirige, con su esposa (María Virginia Magnasco), el Colegio Santo Domingo en la Sierra en la Ciudad de Tandil. Ambos son laicos dominicos, tienen cinco hijos y tres sobrinos: Roberto, Santiago, María Belén, Martín, Ana Inés, Agustín, Valeria y Daniela. Ha escrito los libros: “Breve historia de un pueblo peregrino en la Argentina” (Guadalupe), “Comportamiento Humano y Valores” (3° UNSTA), “Notas sobre la Cosmovisión Actual” (2° UNSTA), y “la Constitución Nacional y Alberdi” (1° UNSTA).