2 mariano josé larra

20
Mariano José Larra Sobre el romanticismo en España hay dos visiones: - El romanticismo español es pura imitación de lo que se hace fuera: Francia. - Russell P. Sebold escribe sobre la literatura entre 1750-1850 y sostiene que n España hay un verdadero romanticismo en el siglo XVIII. En Colonel Don Jose Cadalso afirma que él fue el primer romántico del mundo. (Leonardo no está de acuerdo con esta visión) Larra fue el primer periodista en reunir sus artículos para ser publicados. Si se publicaron fue porque el escritor sabía que se iba a vender. De hecho algunos de los textos se modificaron para ser publicados. La colección que él mismo recopiló lleva el título de Fígaro. Fígaro era el nombre con el que Larra era conocido por sus contemporáneos y como Fígaro es cómo firma. Los contratos de los periódicos que el firmaban requerían el derecho a que firmara bajo ese pseudónimo sólo en el periódico con el que se firmaba contrato. Fígaro es un personaje de ficción, protagonista de una trilogía de comedias de Pierre-Augustin de Beaumarchais: El barbero de Sevilla, Las bodas de Fígaro y La madre culpable. Las dos primeras fueron convertidas en óperas, aun representadas en el siglo XXI, por Gioacchino Rossini (ésta es la versión que se conocía en España) y Wolfgang Amadeus Mozart, respectivamente. Fígaro era una comedia revolucionaria que se representaba en los salones aristócratas (primeros revolucionarios). Fígaro es un barbero en Sevilla. Los barberos eran personas importantes en la época y también quienes llevan los chismes. Sin embargo Fígaro les dice las verdades a los nobles. Es un hombre libre que dice la verdad: le dice al conde lo corrupto que es. En la primera obra Fígaro es un joven barbero de Sevilla, (que le da el nombre a la obra). Asiste al Conde de Almaviva en su conquista de Rosina, su 1

Upload: roberto-gimeno-perez

Post on 12-Apr-2016

16 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Larra

TRANSCRIPT

Page 1: 2 Mariano José Larra

Mariano José LarraSobre el romanticismo en España hay dos visiones:

- El romanticismo español es pura imitación de lo que se hace fuera: Francia. - Russell P. Sebold escribe sobre la literatura entre 1750-1850 y sostiene que n

España hay un verdadero romanticismo en el siglo XVIII. En Colonel Don Jose Cadalso afirma que él fue el primer romántico del mundo. (Leonardo no está de acuerdo con esta visión)

Larra fue el primer periodista en reunir sus artículos para ser publicados. Si se publicaron fue porque el escritor sabía que se iba a vender. De hecho algunos de los textos se modificaron para ser publicados. La colección que él mismo recopiló lleva el título de Fígaro. Fígaro era el nombre con el que Larra era conocido por sus contemporáneos y como Fígaro es cómo firma. Los contratos de los periódicos que el firmaban requerían el derecho a que firmara bajo ese pseudónimo sólo en el periódico con el que se firmaba contrato.

Fígaro es un personaje de ficción, protagonista de una trilogía de comedias de Pierre-Augustin de Beaumarchais: El barbero de Sevilla, Las bodas de Fígaro y La madre culpable. Las dos primeras fueron convertidas en óperas, aun representadas en el siglo XXI, por Gioacchino Rossini (ésta es la versión que se conocía en España) y Wolfgang Amadeus Mozart, respectivamente. Fígaro era una comedia revolucionaria que se representaba en los salones aristócratas (primeros revolucionarios).

Fígaro es un barbero en Sevilla. Los barberos eran personas importantes en la época y también quienes llevan los chismes. Sin embargo Fígaro les dice las verdades a los nobles. Es un hombre libre que dice la verdad: le dice al conde lo corrupto que es. En la primera obra Fígaro es un joven barbero de Sevilla, (que le da el nombre a la obra). Asiste al Conde de Almaviva en su conquista de Rosina, su interés romántico. Para la segunda comedia, el Conde y Rosina se han casado, Fígaro es el ballet del conde, y se prepara para casarse por su parte. La obra es socialmente subversiva para la época, al ser los conflictos vistos principalmente desde el punto de vista de los sirvientes, en vez de ser estos meros espectadores de los conflictos de la aristocracia.

Se puede argumentar que Fígaro es el barbero más famoso de la cultura occidental, usándose a veces su nombre como sinónimo de barbero. Además como imagen de un personaje hábil, bien informado y perspicaz, está en el origen del nombre del periódico francés Le Fígaro y del seudónimo usado por Mariano José de Larra.

Artículos, Larra. Edición Fígaro en editorial Cátedra. Artículos políticos, literarios y de costumbres.

Otras ediciones completas de los artículos:

Biblioteca de Autores Españoles (B.A.E.), editada por Carlos Leco

La editada por Joan Estrouch en Cátedra.

Fotocopias 7 y 8: índice de artículos estudiados de la edición Fígaro

1

Page 2: 2 Mariano José Larra

1. Temática política

Referente a la sublevación carlista frente a los liberales:

- Nadie pase sin hablar con el portero- La planta nueva o el facinacioso. - La junta del Castel.2. Temática costumbrista3. Crítica literaria

El suicidio (quizá por una frustración amorosa: Dolores Armijo le reclama las cartas) condena la visión que tenemos de Larra y le otorga rasgos románticos. Los amigos de Larra decidieron llevarlo a una iglesia a lo que se opuso el cura por haberse suicidado.Sus amigos lo llevaron a un velatorio católico. Lo forzaron y llevaron el cadáver en un entierro público rompiendo la regla del tiempo. En Madrid hasta los años 30 se enterraba en las iglesias Se organizó una campaña de médicos en contra de los enterramientos dentro de las ciudades. En 1808 con José Bonaparte se plantean los cementerios fuera de Madrid y en 1830 se abren los primeros ementarios de extramuros.

El de Larra es el primer entierro público y de un suicida. Lo que e suna provocación. Esto fue una provocación juvenil: el primer entierro público de Madrid y fue de un suicida. Hubo un elogio fúnebre y también obituarios. Es una defensa del poeta con una función especial en la sociedad: Zorrilla le dedica unos versos en su funeral (empezó de revolucionario y acabaría como reaccionario).

Pero Larra no es un romántico, aunque su vida no era la típica. Fue hijo de un médico que trabajaba para el gobierno francés y pasaron años en Francia exiliado. Vuelven a Espala y a los 18 años Larra se empancina y se gana la vida como escritor.

En su obra encontramos poesía floja, novela histórica que comparte rasgos con Walter Scott, teatro convencional de comedias burguesas, y periodismo. Larra escarbe sobre todo en sus artículos. Larra es un cronista.

Larra no ha leído a muchos románticos hasta que llega a París en 1831. Antes del 31 se refiere al romanticismo como una moda. Lo que hay de expresión directa al romanticismo es poco. Sólo conoce el Romanticismo de verdad en París en 1836 un año antes de morir. Larra no es un verdadero romántico. Es más bien un cronista del mundo romántico.

En su periodismo escrito Larra habla de todos los temas. El periodismo es simultáneo en el tiempo con los hechos. Al juntar sus artículos les puso el título del nombre que usaba para firmar sus contratos: Fígaro. Colección de artículos dramáticos, literarios, políticos y de costumbres. Se distinguen: artículos dramáticos: sobre teatro, literarios, una minoría, políticos, las circunstancias del tiempo y de costumbres, un género nuevo. En realidad no se puede hacer esta clasificación con rigor porque se entremezclan los discursos continuamente: tienen múltiples matices.

No hay una edición completa de todos los artículos de Larra. Muchas veces además, no firmaba. En la edición Fígaro, Larra cambia los artículos (en la edición de Crítica s e incluye una referencia a las variantes). Pero también hay cambios previos del

2

Page 3: 2 Mariano José Larra

manuscrito al primer impreso, de estilo o de intención, y su causa principal es la censura.

Nombres genéricos para periódicos en los siglos XVIII y XIX: gaceta (carácter informativo), diario (opinión)y carta/correspondencia (periódico concebido como una carta que envía el periodista y recibe el lector, con periodicidad cronológica, sobre actualidad y con la fecha y la firma).

1. Los artículos políticos: el asunto carlista

El carlismo es un fenómeno específico español con equivalentes en otros países europeos. En Francia por ejemplo estaba el legitimismo: agrupación de políticos que se sienten identificados con el antiguo tras la revolución francesa. Personifican esos valores en una persona. Lo mismo ocurre en España con el infante don Carlos. Este movimiento tiene efectos sociales, económicos, artísticos… Este grupo social que vive anclado en lo que ha sido puede producir creaciones.

El carlismo es la defensa de una línea genealógica, la del infante don Carlos que defiende los intereses de las clases dominantes del Antiguo Régimen. Se defienden las ideas tradicionales como la familia, la moral, la iglesia (por eso se unen muchos campesinos), la legislación local (los nacionalismos locales). Tiene éxito sobretodo en la periferia y clases sociales amplios.

El carlismo

Los hechos a los que el carlismo se refiere son los siguientes:

19 de marzo de 1892, la Constitución de Cádiz divide entre liberales y absolutistas. Cuando Fernando VII acceda al poder restaurará el Antiguo Régimen. El reinado de Fernando V es una lucha continua, llena de tensiones.

Golpe de Riego: En 1820 el coronel Rafael de Riego, al mando de una compañía de soldados, que debían embarcar para sofocar la rebelión de las colonias de América recorrió Andalucía haciendo propaganda de los ideales liberales de la Constitución de Cádiz. Consiguió cierto apoyo popular en las ciudades y de sectores del ejército. Formó un gobierno liberal, obligó al Rey a jurar la constitución, se declaró una amnistía y se convocaron elecciones a las cortes que ganaron los liberales. 

Entre 1820 y 1823, es el trienio liberal, pero no supieron gobernar. En estos tres años en Europa hubo un pacto internacional antirevolucionario. España se convierte en refugio de los liberales europeos.

El Congreso de Viena manda a los 100 000 hijos de San Luis para liberar al rey que estaba en Cádiz. A solicitud del rey de España, Fernando VII, Francia intervino militarmente en España el 7 de abril de 1823 para apoyarlo frente a los liberales y restablecer el absolutismo, en virtud de los acuerdos de la Santa Alianza. El ejército francés, denominado con el nombre de los Cien Mil Hijos de San Luis. Fernando VII restaura el absolutismo hasta que muere en el 1833.

3

Page 4: 2 Mariano José Larra

2. Los artículos costumbristas

L 8 11 10 (final costumbrismo)

Los textos periodísticos funcionan en un contexto. Un texto literario funciona porque nuestra mente nos lleva a otros textos. En el periodismo esto funciona reduplicativamente: funciona en el contexto y en la materia informativa que tenemos. Las publicaciones periódicas fidelizan. Hay que incluir un artículo junto a otros de Larra con los que está relacionado.

“El día de los difuntos” es costumbrista. “Horas de invierno” es una reseña, crítica literaria. “La Nochebuena” es costumbrista. “Necrología” es en realidad el nombre de la sección del periódico, no el título que Larra le dio. “Los amantes de Teruel” es una crítica de una obra literaria”. La política subyace aludida solo lejanamente. Su gran crisis personal es que no habla de política. Le hicieron diputado en Ávila y se comprometió con un partido – el periodista libre se comprometió – y desde abril/mayo no escribe de política. Tras las elecciones, con el golpe se queda sin ser diputado y desde agosto la situación es muy comprometida. Desde la crisis de 1836 aparecen los primeros gobiernos liberales.

Su ideología básica es: democrática, constitucionalista, liberal. Cambia de posición en cada coyuntura. Es un oportunista en el sentido etimológico (de OPORTET, lo que conviene hacer). Según él, el periodista político debe ser así. Hay un artículo donde explica su tesis con claridad, su idea de cómo debe ser el periodista político: “El siglo en Blanco”

En 1934 el gobierno de Martínez de la Rosa prometió cambios, pero algunos como Espronceda vieron que no iba a haber tantos cambios como querían y montaron un periódico: El Siglo. Antes había censura y había que pedir muchos permisos. El gobierno de Martínez de la Rosa dio una solución política para publicar: cada periódico podía proponer su censor (libertad de expresión). Proponen al duque de Frías como censor, que era amigo de ellos. Pero al gobierno de Martínez de la Rosa le interesaba una buena relación con el gobierno francés por lo que nombró al duque embajador y tuvo que irse a París. Un funcionario pasó a ser su censor y tachaba muchos artículos.

En el número 14 censuró todos los artículos, incluyendo una poesía de Espronceda. Lo que hicieron fue publicar solo el título de los artículos y todo lo demás en blanco. Fue un escándalo.

Larra escribía en periódicos que no son partidarios de un cambio tan rápido y de eso habla en el “El siglo en blanco”. Dice que hay que hablar de forma que la censura no te pueda cortar para así seguir hablando.

En los artículos de crítica literaria a veces incluyen algo de contenido político.

3. Los artículos literarios: la crítica literaria / artículos del monólogo dramático.

Son críticas de libros, crónicas de actos culturales como “Las crónicas de las sesiones del Ateneo”: sociedad privada de conferencias y actos culturales relacionados con la política, la ciencia… El Ateneo tiene sesiones muy importantes.

Hoy los consideraríamos artículos literarios, lo llamaríamos dedicados a la vida teatral. El argumento dramático y las crónicas teatrales son muy importantes. Tiene un

4

Page 5: 2 Mariano José Larra

gran número de artículos dedicados a la vida teatral. Es un crítico teatral fundamental. La vida teatral era muy importante para la época. Junto con los toros para la plebe eran los dos grandes espectáculos (además de la liturgia). En un local privado, un palacio, grandes locales de teatro (corrales, patios de las casas) se actuaba. Desde el siglo XVII se cierran y se hacen teatros como el corral del Príncipe (actual Teatro Español, inaugurado en 1849 y llamado así por el nacionalismo/españolismo) o el corral de la Pacheca.

Larra es cronista de la vida teatral de los años 30. No solo habla de las obras de teatro sino de los actores, de la edificación, de los problemas de legislación, las técnicas de representación… de todo lo que influye en el teatro y en la puesta en pie. Larra vive en una coyuntura de cambio y Larra se compromete. Ocurren los mismos cambios que en la sociedad: de una sociedad rígida a una sociedad en la que el movimiento de dinero tiene mucha importancia (el liberalismo económico). El teatro del Antiguo régimen es de una rigidez asombrosa, todo estaba controlado. Hay actores que quieren que esto sea más flexible.

El francés Grimaldi había venido en 1823 a España con los 100 000 hijos de San Luis, con un ejército de ocupación que estuvo varios años en Madrid. Grimaldi montón un teatro pequeño en francés y así la sociedad española empezó a ver otro teatro. Al morir Fernando VII, una de las primeras medidas fuer liberalizar el teatro. Grimaldi se convierte en empresario desde 1834 de los teatros. Se casa con la Rodríguez, una actriz y traducen sus obras al castellano. Larra detesta el teatro del Antiguo Régimen y hace propaganda de Grimaldi.

Grimaldi hace también grandes óperas italianas en su programa de representación teatral y trae a grandes cantantes italianos como a la Grissi. En el día en el que Larra se suicida la Grissi canta Norma. Larra también es crítico de ópera.

Larra elogia a Nicolás Fernández de Moratín quien muere en 1828 cuyo teatro estaba prohibido. Con el cambio en 1833, su obra, El sí de las niñas fue la primera obra representada.

Larra también comenta nuevas obras francesas como el Hernani de Víctor Hugo y las obras de amigos suyos que escriben un nuevo teatro, entre ellos, Martínez de la Rosa.

Crítica literaria en los artículos de Larra.

Larra hablas pocas veces de romanticismo como tal. La identificación Larra/romanticismo está influida por su suicidio, que es un gesto típicamente romántico, pero no específicamente. Muchos románticos hacen de su suicidio un espectáculo, pero no Larra.

Lo que hay que fijarse es en cómo Larra vio ese nuevo movimiento artístico al que se llamaba romanticismo y durante los años de formación del escritor, que los pasó en España, se sabía muy poco por la censura. La publicación de Walter Scott, el gran novelista histórico no fue permitida porque Ivanhoe hablaba sobre la lucha contra un tirano que había usurpado el poder. Esto, en la España de Fernando VII, podía interpretarse como algo revolucionario. Dentro de España se sabía muy poco sobre el romanticismo.Desde la muerte de Fernando VII se empiezan a traducir obras. Espronceda, que había

5

Page 6: 2 Mariano José Larra

vivido fuera de España, sí que había conocido lo que estaba pasando; al igual que el duque de Rivas.

Larra, teniendo una gran dificultad para conocer y con la reducida información que tenía, enseguida intuye que el romanticismo es un movimiento revolucionario. Sin embargo, en su obra, tan apenas aparece la palabra romanticismo.

En “Blanca”, publicado en El Español en los últimos años de su vida, tras el desencanto político (defiende a Instúriz y al nuevo gobierno). “Blanca” apareció sin firmar, pero se sabe que es de Larra no sólo por el estilo, que también, per la literatura es imitación de otros textos, pero existe el documento en el propio periódico donde el administrador escribía en cada artículo el nombre del periodista y la cantidad que había de pagarle a modo de libro de cuentas.

“Blanca” es la reseña de un poema bastante malo de un joven poeta amigo suyo. El poema aparece en el párrafo final y en el artículo nombra a poetas como Lord Bryon, Espronceda y Victor Hugo. Larra aconseja a su joven amigo:

Animámosle por el contrario a que tome ejemplo de los jóvenes que arriba le dejamos citados, que hojee día y noche los buenos modelos de nuestro Siglo de Oro, y puesto que es romántico, que nutra su entendimiento con copiosa lectura, porque le añadiremos que no consiste el romanticismo en usar de versos quebrados, y en adornar con descripciones de usos de los siglos medios los partos de su ingenio. El espíritu del siglo, inclinándose hacia lo positivo y lo realmente útil, exige cada vez más saber en el poeta verdades importantes y profundas, admoniciones provechosas a la sociedad regenerada; he aquí lo que es preciso poner en música poética: no sentimientos fútiles y pasajeros. La nueva escuela es la que verdaderamente trata de realizar la antigua máxima del clásico Horacio, y ahora más que nunca es el saber mucho la fuente del escribir bien.

De acuerdo con Larra, el romanticismo no es hacer versos quebrados y usar el medievalismo sino en entrar en la realidad e ir más allá, en la percepción y la imaginación. Larra cita a Horacio, que es símbolo del clasicismo. Para ser romántico se necesita saber mucho.

La poética de Larra: la idea que tiene de literatura

“Profesión de fe” como sintagma es la denominación del texto que el catolicismo hasta el s. XVIII daban a la enunciación de los dogmas, el Credo. El símbolo del barón de Dolores va a ser trasladado a la siguiente dirección: es el revolucionario política y socialmente. Esta versión secularizada a final del siglo XIX será el obrero anarquista, que también es el Cristo Redentor. Hay una cadena en la evolución del símbolo. Larra hace uso de esta simbología.

En muchos artículos desde 1832, Larra hace alusiones a algún capítulo de la vida de Cristo. Son alusiones constantes, se establece un traslado de la situación bíblica a la situación actual.

“El día de Difuntos” fue publicado el 2 de noviembre. El día 1 es todos los Santos y el dos el día de todos los muertos cristianos. La de honrar a los muertos es una práctica en todas las sociedades. En los países latinos es el día de la visita a los difuntos y cuando se reunía toda la familia.

6

Page 7: 2 Mariano José Larra

En las ciudades se enterraba en las iglesias y con las pestes había muchos muertos. José Bonaparte fue el primero en tomar medidas para crear un cementerio fuera de Madrid (1831-32). La gente va al cementerio ese día y por las calles y las iglesias no hay nadie. En el artículo el escritor está en su casa, fuera de la realidad, ensimismado. Y de pronto suenan las campanas con un toque fúnebre (relación con el estado de ánimo de pesimismo con la situación política que a él le ha afectado). Con la ley de Mendizábal el estado se apropia de las propiedades de las “manos muertas”: las tierras no cultivadas, latifundios, las propiedades de las iglesias y de los mayorazgos. Con esta ley de desamortización se le quitaban las campanas a las iglesias y se fundían para hacer cañones: “van a morir colgadas”.

Sale a la calle y la ve vacía. Pasa por 15 lugares, como estaciones del via crucis en el que él es el Barón de Dolores. Cada lugar significa el hundimiento de la esperanza política, la sensación de que Madrid es un cementerio. Siempre dice “Aquí yace”, en cada lugar hay un valor democrático y constitucional. Larra se horroriza de lo que ve y vuelve a su interior. Acaba con un poema lírico con una capacidad asombrosa.

Esta imagen del Barón de Dolores representa la actitud permanente del escritor. Es una línea de continuidad. El periodista vive del hoy. Entre sus otras circunstancias son lo que comenta Goethe en Poesía y verdad: todo lo que yo he escrito son fragmentos de una gran confesión. Se puede aplicar esto a los articulistas. Esos son sus circunstancias¨su visión del mundo, el mundo occidental, el cambio a la modernidad y también los cambios políticos en España. El cambio a la modernidad no se refiere a la contraposición del neoclasicismo del XVIII al romanticismo del XIX si no a la dialéctica creativa en los valores de la dealéctica con la cara oculta de la razón. En esa relación es donde se funda la modernidad como fenómenos histórico cultural. . Hoy lo que vivimos es la postmodernidad.

Larra lo poco que puedo recibir del romanticismo lo intuyó y asimiló perfectamente. En el artículo “Felipe II” de 1936 Larra dice que «la gran disputa del clasicismo y del romanticismo no es otra cosa que el resultado de ese desasosiego mortal que fatiga al mundo antiguo». La pugna clásicos/románticos, ya planteada por el grupo de Jena a finales del s. XVIII, se divulgó por Europa como la oposición entre los partidarios de la imitación de los clásico y las locuras de esos jóvenes sin sentido de la realidad. Se hicieron muchos debates en España sobre esta oposición entre el neoclasicismo y el romanticismo. Larra intuye que ahí hay algo mucho más profundo.

En los artículos del final de Larra hay referencias a la vida cotidiana, a la vida política y social, pero Larra añade esa fuerza de artista usando una imagen recurrente, la imagen de Cristo (“El día de los difuntos”, “La Nochebuena de 1836”: come y bebe de mis artículos).

Larra también escribe un artículo sobre la obra teatral «El Trovador» cuyo autor, don Antonio García Gutiérrez era un soldado desconocido. En la publicidad no aparecía el nombre del autor pero al ser el estreno un éxito tuvo que salir a saludar. Lo mismo ocurrió con Los amantes de Teruel y don Juan Eugenio Hartzenbusch, que era hijo de un alemán y era un desconocido. Larra elogia mucho esta obra:

«Y conseguir esto en veinticuatro horas, y tener mañana un nombre, una posición, una carrera hecha en la sociedad, el que quizá no tenía ayer dónde reclinar su cabeza, es algo, y prueba mucho en favor del poder del talento. Esta aristocracia es por

7

Page 8: 2 Mariano José Larra

lo menos tan buena como las demás, pues que tiene el lustre de la de la cuna y pues que vale dinero como la de la riqueza. »

Es una referencia intertextual a textos bíblicos.

Los lectores contemporáneos ya percibían algunas de estas referencias. En El Redactor General, en el artículo “La Nochebuena de 1836” aparecen estas referencias. En El Español hace referencias al hecho de que está entre tumbas. En El Mundo presenta a un Fígaro dado al mundo (demonio, mundo carne, enemigos del alma). Fígaro se presenta como que se ha levantado después de estar entre tumbas. Su juego lo perciben del cruce de la imagen de Larra crucificado y resucitado. “Horas de invierno” lleva el título de un libro que se había publicado hacía poco. Es crítica literaria de cuentos franceses. Aprovecha para hablar allí de la industria cultural en España y la compara con Francia. Larra lamenta la pobreza cultural española.

«Escribir y crear en el centro de la civilización y de la publicidad, como Hugo y Lherminier, es escribir. Porque la palabra escrita necesita retumbar, y como la piedra lanzada en medio del estanque, quiere llegar repetida de onda en onda hasta el confín de la superficie; necesita irradiarse, como la luz, del centro a la circunferencia. Escribir como Chateaubriand y Lamartine en la capital del mundo moderno es escribir para la humanidad; digno y noble fin de la palabra del hombre, que es dicha para ser oída. Escribir como escribimos en Madrid es tomar una apuntación, es escribir en un libro de memorias, es realizar un monólogo desesperante y triste para uno solo. Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta. Porque no escribe uno siquiera para los suyos. ¿Quiénes son los suyos? ¿Quién oye aquí? ¿Son las academias, son los círculos literarios, son los corrillos noticieros de la Puerta del Sol, son las mesas de los cafés, son las divisiones expedicionarias, son las pandillas de Gómez, son los que despojan, o son los despojados? »

El problema es que no se escribe porque no se lee y no se lee porque no hay industria.

“Nochebuena e 1836” es un artículo central de los de crítica literaria. El subtítulo “Yo y mi criado” es un desvío lingüístico, desautomatiza (un proceso por el cual el espíritu creador del individuo irrumpe en el lenguaje rebelándose contra su carácter colectivo y socializado, rompiendo la relación estatuida y convencionalizada del lenguaje) cambiando el orden porque el 'yo' es la figura principal del artículo. El criado es como una figura costumbrista: torpe, borracho, que reclama el aguinaldo. Ese criado, cuando está borracho es el propio Larra. Es el desdoblamiento del yo. El modelo literario ya se encuentras en una sátira de Horacio en que habla con su criado en el día en que podía tener libertad, se emborracha y le hace una crítica feroz.

El criado de Larra no dice generalidades sino que son cosas muy subjetivas por eso puede ser el otro yo de Larra. Es el primer caso del otro yo en la literatura española. Otro ejemplo podría ser El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde.

Esto es un descubrimiento moderno porque en Horacio se trata de un personaje ajeno. El 'yo' hecho de diferentes facetas se descubre con la modernidad. Navidad es la gran fiesta de la tradición española; se celebra el 24 de diciembre. Larra cuenta cómo se celebra en Madrid con el gran mercado de la Plaza Mayor. Es otro paseo por Madrid, como el del día de los Difuntos.

8

Page 9: 2 Mariano José Larra

En ese momento, en plena guerra carlista, Bilbao que era nacional liberal, estaba siendo sitiado y no había forma de hacerles llegar comida. Lo que Larra no sabía es que el cerco ya se había roto. Esa imaginación constituye una imagen:

«Para ir desde mi casa al teatro es preciso pasar por la plaza tan indispensablemente como es preciso pasar por el dolor para ir desde la cuna al sepulcro. Montones de comestibles acumulados, risa y algazara, compra y venta, sobras por todas partes y alegría. No pudo menos de ocurrirme la idea de Bilbao. Figuróseme ver de pronto que se alzaba por entre las montañas de víveres una frente altísima y extenuada; una mano seca y roída llevaba a una boca cárdena, y negra de morder cartuchos, un manojo de laurel sangriento. Y aquella boca no hablaba. Pero el rostro entero se dirigía a los bulliciosos liberales de Madrid, que traficaban. Era horrible el contraste de la fisonomía escuálida y de los rostros alegres. Era la reconvención y la culpa, aquélla, agria y severa; ésta indiferente y descarada. »

Esta imagen recuerda a El Coloso, de Goya.

Regresa a casa y se encuentra a su criado borracho y se cumple el in vino veritas. Es un ejercicio de sátira autocrítica.

El artículo termina con un tópico de los años románticos.. El siglo XVIII era un teatro lacrimoso, con muchos lloros y lágrimas. Ahora en el romanticismo es una sóla lágrima.

«Una lágrima preñada de horror y de desesperación surcaba mi mejilla, ajada ya por el dolor. A la mañana, amo y criado yacían, aquél en el lecho, éste en el suelo. El primero tenía todavía abiertos los ojos y los clavaba con delirio y con delicia en una caja amarilla donde se leía mañana. ¿Llegará ese mañana fatídico? ¿Qué encerraba la caja? En tanto, la noche buena era pasada, y el mundo todo, a mis barbas, cuando hablaba de ella, la seguía llamando noche buena. »

Esa caja con el letrero mañana es una de las incógnitas de los biógrafos de Larra. Su familia que era muy fantasiosa y se ha dedicado al teatro, etc. mostraban desde el s. XIX una caja cnn un par de pistolas – aunque hay más cajas con pistolas de Larra.

Juan Negrete amigo de Larra y autor del mejor cuento español romántico: “Pamplona y Elizondo” fue muerto en el sitio de Bilbao y se hizo un funeral en Madrid. Larra escribe la crónica del funeral. Hace una consideración sobre el muerto como modelo de honradez que en vez de quedarse en Madrid hablando ha ido a luchar por su Constitución y da su vida por los demás (también como Cristo).

“Los amantes de Teruel” la escribe el 24 de enero, 20 días antes de su suicidio. Es literatura comparada. Es el gran mito e la cultura turolense, pero también conocido en todA España. Es el tema de Eros y Zánatos, el amor y la muerte, el amor total lleva a la muerte. En los amantes de Teruel no hay ningún objeto sino que mueren de amor. Este tema también aparecía en Bocaccio. Larra cita al Tenorio, al Fausto de Goethe, a Montalbán, a Molière, cita una novela que acaba de publicar Balzac (La peau de chagrin ).

En el final se hace esta reflexión:

«Algún otro lunar pudiéramos advertir, pero nos parece mejor dejarlo al propio discernimiento del autor, que tan bueno le manifiesta; en nuestro humilde juicio, las bellezas oscurecen los defectos; nosotros animamos al poeta a proseguir la carrera que tan brillantemente empieza, no ya como jueces de su obra, sino como émulos de su

9

Page 10: 2 Mariano José Larra

mérito, como necesitados de sus producciones; y si oyese repetir a sus oídos un cargo vulgar que a los nuestros ha llegado, y que ni mentar hemos querido en este artículo; si oyese decir que el final de su obra es inverosímil, que el amor no mata a nadie, puede responder que es un hecho consignado en la historia; que los cadáveres se conservan en Teruel y la posibilidad en los corazones sensibles; que las penas y las pasiones han llenado más cementerios que los médicos y los necios; que el amor mata (aunque no mate a todo el mundo) como matan la ambición y la envidia; que más de una mala nueva, al ser recibida, ha matado a personas robustas instantáneamente y como un rayo, y aun será en nuestro entender mejor que a ese cargo no responda, porque el que no lleve en su corazón la respuesta no comprenderá ninguna. Las teorías, las doctrinas, los sistemas se explican: los sentimientos se sienten. »

19 de octubre (pasado a medias, revisar)

(Leímos el artículo del facciosos fue casi línea por línea explicando, no tengo muchas notas, solo estas sueltas)

Faccioso se usaba como sinónimo de carlista, existía antes para designar a un agrupamiento marginal violento.

Juego irónico: algunos facciosos de Álava se han levantado pensando: los facciosos no piensa.

Tribunal de Logroño, era implacable (delitos de fe y costumbre en España)

Larra asocia el relajo con la noción de tiempo, con el proceso de desarrollo: los carlistas viven fuera del tiempo.

Termina parodiando un documento legal. El lenguaje administrativo es objeto de parodia.

(X 27 10 10, RECUPERACIÓN)

4. Las firmas de Larra

El proceso de escritura de Larra en su literatura pública hasta el suicidio es corto. Larra nace el 24 de marzo de 1809 y muere el 13 de febrero con 28 años. En este proceso lo fácil sería rendirse al Larra “romántico” como Leopardi o Lord Bryon. Larra como escritor busca el campo literario donde puede conectar con los lectores, algo a lo que hace referencia en “¿Quién es el público y dónde se le encuentra?” aunque en ese caso se refiere al teatro.

El campo literario es un concepto de antropología desarrollado por Pierre Bourdieu, que explica como escritores como Flaubert consiguieron llegar a un gran público. Larra busca su campo literario: busco un lugar donde desarrollar su trabajo y tener una relación con los lectores.

Hasta el siglo XVIII los escritores no vivían de su trabajo sino de otros ingresos (aristocracia, Iglesia, beneficio eclesiástico). Además la mujer, literariamente, era invisible. Por eso de los siglos XVI y XVII se conservan sobretodo obras de monjas, inquietudes espirituales; Santa Teresa de Jesús, Sor Juana Inés de la Cruz.

10

Page 11: 2 Mariano José Larra

El teatro era la única vía de generar dinero, sobretodo gana a el propietario del local (ayuntamientos o asociaciones de beneficencia).

En el siglo XVIII, con el giro copernicano que da la literatura los escritores ya pueden vivir de las publicaciones periódicas, lo que es un ingreso regular y por tanto la vía de la profesionalidad.

Por eso Larra encuentra allí su campo literario y también porque es allí donde se encuentra más cómodo.

Entre sus primero manuscritos encontramos poesía: “Oda a la exposición de la industria española”, en 1828 y otros poemas satíricos. Pero no era un poeta lírico sino de sátira feroz.

Larra busca entonces su territorio en la novela al estilo de la novela histórica de Walter Scott. En 1834 publica El Doncel de Don Enrique el Doliente. Larra desarrolla el argumento en un drama romántico el mismo año: Macías. Macías es el nombre de un poeta gallego de cancioneros del siglo XV desde el que se construye una leyenda: está enamorado de la mujer de su señor y este le mata. Es el mártir por amor. Larra tiene un éxito relativo. Hizo experimentos en el teatro sobretodo con obras de éxito en París como las de Eugène Scribe que era un autor prolijo. Esto indica que Lara está pendiente de su presente. Larra adapta algunas de las obras de Scribe al ámbito español cambiando los usos sociales franceses trasladados a la vida social española. Para él, el traductor debe trasladar el espíritu de la obra. Pero esto tampoco le satisfizo.

Con la publicación de las revistas unipersonales, Larra descubre su territorio.

Larra, aunque ya había en el s. XVII, es el primer periodista moderno. Los periódicos del s. XVIII eran mensuales, semanales, cada tres días... Y cada periódico se lo hacía el escritor que se encargaba no sólo de escribir sino también de editar, distribuir... Así era en toda Europa. Así, The Spectator fue escrito por ejemplo por Addison.

Con la revolución francesa todo esto cambia. Con El Amigo del Pueblo (1854-55) comienza la colectivización. Y este sistema se extiende en el s.XIX. Ese cambio lo vive Larra. Este es el cambio del periodismo antiguo al moderno, del absolutismo al cambio democrático y el cambio de usos y costumbres sociales. Larra es el cronista de estos cambios. También hay otros costumbristas un poco marginales como Mesonero Romanos o Estébanez Calderón. Pero Larra de nos conmueve, su fuerza expresiva, nos hace reir, pensar, lo que le da valor artístico.

La trayectoria periodística de Larra

Sus dos primeros diarios son exclusivamente suyos.

- El Duende Satiricón del Día.

Las traducciones de obras de teatro las suele firmar con un anagrama: Ramón Arrida. Este es un personaje que habla en sus artículos con algunas firmas. No es muy original usar 'el duende' para criticar.

Este diario se publica entre el 25 de noviembre de 1828 y el 31 de diciembre del mismo año. Publica 5 números. Entonces Larra tenía 18 años. Lo curioso es que aún con la censura y trabas del absolutismo consigue la autorización para publicar.

- El Pobrecito Hablador.

11

Page 12: 2 Mariano José Larra

Lo publica entre el 17 de agosto de 1832 y el 26 de marzo de 1833.

Eran cuadernillos de un dieciseisavo. En estos dos periódicos se inventa a personajes. En El Pobrecito Hablador se inventa a dos personajes el Bachiller Juan Pérez de Jundías y Andrés Niporesas. Estos dos personajes se escriben cartas y así se presenta en el periódicos. Entró el polémicas. Atacan a los más impertinentes.

Pero como su acidez verbal, una lengua cuidadísima y sus aciertos en la sesera de unos cuantos inteligentes que no se las daban de nada comenzaron a golpear en sus conciencias, fue —incluso antes de suspender la salida de El Pobrecito— invitado a colaborar en las páginas de La Revista Española, una publicación de gran empaque mediático fundada y dirigida por José María Carnerero, el mismo que le convenció —ante los tribunales— para que dejara de publicar El Duende…

José María Carnenero había sido criado de Godoy, afrancesado, absolutista, y se va haciendo literal. Era el periodista de más éxito. Así encontraba Larra su hueco. Carnenero pensó que lo mejor era comprar a Larra, no atacarle así que le hizo su empleado.

Fue en La Revista Española (luego Revista Mensajero) donde estrenó la firma de su alter ego fundacional para la historia de las letras: Fígaro. Con él siguió azotando cristos literarios y dramaturgia anómala. Fígaro ocupó el puesto que dejaba libre Mesonero Romanos al ser nombrado adelantado de La Revista Española en el extranjero. Hasta la muerte del Indeseable, no pudo Larra, empero, desplegar el estilo que había apuntado en sus publicaciones autogestionadas.

Larra publicó en La Revista Española entre el 7 de noviembre de 1832 y el 19 de noviembre de 1835. La firma de Fígaro es la que le va a hacer famoso. El contrato lo firma con el nombre de Fígaro, lo que vende es ese pseudónimo. El lector de periódico busca secciones y firmas. Con su firma tiene garantizada la venta del periódico. Escribe en La Revista Española entorno a 3 años y simultáneamente escribe en otros periódicos don diferentes iniciales, nombres, pseudónimos o incluso sin firmar: en El Correo de las Damas (para mujeres), El Observador…

La Revista Española se fundió con El Mensajero de las Cortes y pasó a ser La Revista Mensajero. Allí Larra escribió entre el 2 de marzo de 1835 y el 9 de agosto del mismo año. Entonces emprendió un viaje por Europa con la excusa de cobrar una deuda que un belga debía a su padre. Pasó por Portugal, Londres, Bélgica y París. Conoció la cultura moderna y aprendió de la política, economía, literatura, música… que eran modelo. En ese tiempo hace buenos contactos y se hace amigo del duque de Frías que le introduce en la buena sociedad y en la gente con relieve en el mundo de la cultura. Conocer a Víctor Hugo, el gran romántico francés. La relación más estrecha la hace con un político que se dedicaba a la cultura (museos) y lo trae a España. Venía con la intención de comprar cuadros.

De regreso a Madrid trabajó para el periódico El Español. En esta época, la preocupación política dominaba en sus escritos. Larra apoya al principio al gobierno de Mendizábal que era liberal sin tacha, gran banquero en Inglaterra y venía a terminar con la guerra Carlista. Sin embargo comienza a criticarle al observar que la desamortización redunda en perjuicio de los más necesitados.

Andrés Borrego es quien dirige El Español y contrata a Larra con un sueldo extraordinario. Larra escribe allí entre el 5 de enero de 1836 y el 29 de enero de 1837. Sus primeros meses allí fueron bastante políticos. Pero desde la primavera de distancia

12

Page 13: 2 Mariano José Larra

del periodismo porque comparte el punto de vista de otros amigos suyos como Espronceda. Mendizábal no garantizaba el cambio – no es trigo limpio. Se compromete en una aventura política. En el partido liberal Istúriz, presidente del Parlamento y Mendizábal, presidente del gobierno se enfrentan. Hay una crisis de gobierno, se rompe el partido y hay nuevas elecciones. Larra se presenta a las elecciones por Istúriz y escribe una carta al director para decir que no va a escribir más de política.

Tras la caída del gobierno de Mendizábal, decidió intervenir en la política activa a favor de los moderados, siendo elegido diputado por Ávila (1836). Sin embargo, el Motín de La Granja (12 de agosto de 1836), con la que se restaura la Constitución de 1812, impidió que tomara posesión de su escaño. En el Motín de la Granja Mendizábal compra a los militares y da un golpe de estado en la que obliga a la reina María Cristina a jurar la Constitución de 1812, anula las elecciones y forma otro gobierno.

Desde el golpe de estado Larra publica poco y lo hace sobre su propia persona. Muestra depresión, pero es algo más que la crisis amorosa. Su creciente desaliento e inconformidad ante el curso de la sociedad y la política españolas junto con el dolor que le produjo su separación definitiva de Dolores Armijo (Larra la había visitado en Ávila en febrero de 1836, sin conseguir ningún resultado positivo) quedaron reflejados en sus últimos artículos. Quizá el más notable es El día de difuntos de 1836, publicado en El Español, en el que detrás de su habitual ironía aparecía un hondo pesimismo.

Larra también publicó en El Mundo y en El Redactor General. Allí tenía un buen sueldo y firmaba como Fígaro. Un dato clave es que la firma dominante de Larra es la de Fígaro, pero se alude a otras firmas suyas en muchos de sus artículos. Este es el recurso del heterónimo: el desdoblamiento de la personalidad real del escritor. Por eso Larra es radicalmente moderno.

13