2 la narracion cap 3

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    Capitulo 3: Elementos de narratologfa para el analistsdel relate

    Se puede considerar a la narratoloqla como el modelo queofrece una melodologia, 0 sea her ramientas para abordar e l anaIi-sisde laest ructura lnterna de un relata, razon par lacual le br lnda-remos mayor espacio que a otras propuestas.

    Cabe recordar que la i lusi6n cient if ici sta que el modelo pro-pugna se cor responde can una posture en relaci6n can la preble-rnatica del conocimiento y de la verdad. La "verdad" , desde el en-roque epistemol6gico en el que se funda el es tructurali smo, estacontenida en elobjeto a conocer, por 10 tanto 18 interpretacion con-siste en el in tento de acceder a ese objeto para conocerlo y lIegara la verdad. EI observador asume de ese modo, en tanto debeadecuarse aJ objeto que intenta conocer. un rol pasivo.

    Baja esta perspectlva. es conveniente decir que, si el analislsse llmita s610 a ser ia lar los recursos nar rati ves que acarecen en eltexto y no avanza mas alia de la lnrnanenc ia que la tsona propane,se carre el riesgo de activar s610 modos uniformes, juegoscombinatorios. esteriles de abordaje que no abren sino c lausuranSU sentido,

    Como senata la escrftora Flannery O'Connor:" "un relate esbuena cuanto mas se ve en e] y cuanto mas se nos escapa. Enfiaci6n cos y cos stempre es mas que cuatro".

    2 F O'Connor (1 95 7) " Th p. c am o ue n ov el is ! r n 1 1 '1. p r o tes tant SOU1 1 1 " en MlslPry andManners Farra SI G' . ., r, rauss & noux NuevaY o rk . c i ta do e n EI negro "rlltlClal (2 lXlO)

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    3.1 ..Historia y narraci6nUna misma historia, 0 sea una serie de acontecimientos, pus.

    de ser reter ida par diferentes medios (1

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    rslato odiscurso narrativo

    una narraclon 0sttuacion narrativa

    una historia0conjunlo de acontecimientos

    Narrador - - - - - - - - Na.rratario

    Esdecir, el relata implica un coniunto de acontecirnentosetsc,t ivamente ocurr idos -en el caso de los relates referencialss comopar ejemplo, la cronica periodislica a histor ica a en el caso de losrelatos Iilerar ios~, la construccion de un mundo ficcional y,a su vez,una situaci6n narrativa, La distinci6n de historia y narracion remitir iarespecl ivamente, a las nociones de enunciado y enunciaci6n quedescr ibe t:mile Benveniste (1978), en tanto la primera hace referencia a 1 0 dichO y fasegunda alproceso por e lcual un su ie to asurne elrol deenunciador 0 suieto de laenunciac i6n para dir ig ir se a unenunciatario , Dees le modo, e!enunciado remi te a lare lad6n que seestablece entree.1 nive l del reiala y el de la histor ia, 0sea, a losaspectos del relate que excluyen los defct icos que remiten a laenun-ciacion porque en el relato, como senala Benveniste, "nadia habla":y la enunciaci6n, a la que se eslablece entre eln ive l del relato y eldela narracron, 0 sea a las rnarcas 0 deicticos que senalan a los inte-grantes d 'e la si tuaci6n enunciativa. De esle modo, e l concepto deruutscor: esta inecaoto dentro del fen6meno fingufstico de /a enun-ciaci6n -nertetive- y de /a po/ironfa narratiV8.

    En el relate, como en todo acto cornunicativo, la pri rnera per -sona designa al locutor y la segunda al alocutario, 0 sea a los dosparticipantes del acto comunicativo a narracton, A su vez, la teres-ra remite a una no-persona que, en ter rn inos de Benveniste, ref ierea aquel lo que es objeto del discurso, tanto a tenornenos, procesos,objetoscorno a la persona que no par tic ipa dId acto de comuruca-cion que, como tal , es objeto y no sujeto de! discurso.

    Enel relata ora l de un recuerdo, como el que s igue, aparecenlos deict icos que ser ialan al enunciador y al enunciatario de la situacion comunicati va (alguien cuenta a otro anecdotes de su his tor iade vida), fundamentalmenle a t raves del pronombre de primera y desegunda persona ( "mi mama me contaba", "yo tecuento") . La teres-ra persona es el objeto del discurso ("Ia bisabusla se quecaba") :

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    Cuando rni b isabuelo se iba alcampo, mi bisabuela se queda-ba con sus hiios Era la epoca de los malones, de los indios ahfen 9 de Julio, tin del otro siglo, mas 0menos 1890, 1900. Erazona de muchas tolderlas todavta, Ahf carca, sabes, nacio'Ev ita. Mi mama me contaba que rni b isabuela, cada vez que e!mar ido sa iba a1campo, se ancarraba con los hijos. Lacasonaera de est ilo colonia l, con gale r ia . Una sscalera iba por fuerabacia una habitac i6n en !a que guardaba al imentos . Cuandosabla que los indios estaban par l Iegar, se encer raba ahf y losindios entrabana la casa, La gri taban: " iBaja, mujer blanca.que no te haremos dafiol". Pera mi bisabuela no se r novta deahl hasta que se iban. Esos eran los rnalones, Yo te cuenloss tas snacdotas, que son ver fdicas, para que la histor ia queestudies en la escuela S8 te vuelva mas cercaria. mas r eal.(Maria del Carmen, 57 a n os)La si tuaci6n nar rativa de una nar racion de f icc ion, a dileren-

    cia de la de un relato referendal (par ejemplo, la anecdote 0 elrecuerdo), es una enunciacion f icc ional que esta consl ituida por e lnarradory el naffataria, los que de ningun modo deben confundirsecan los part icipantes de la s ituaci6n 0 ammciacion l iterar ia, queso n e1autor y el lector.

    Ustedes se deben estar preguntando, tal como los conozco,que posicion ocupo yo en este r elato, que parezco saber loshechos mas de 10 que muestran a primera vista y hablo deel los y los t ransrnlto can la movil idad y la ubicuidad de quienposee una conciencia multiple y omnipresenle ( ...) (Juan JoseSaer, La pesquisa, Buenos Aires, Seix Barrat, 1994: 22)EI 'ustedes"en este texto no ssnala a un enunciatarlo real

    s ino al nar ratario, una construcc i6n tan li cc ional como 10 son lospersonajes de la histor ia que se nar ra.

    Genelte, que sigue la tradicton que homologa el ralato a laf rase, considera que, en tanto el verboes ele lemenio pr incipal delalrase, pod r ia analizarse al relate como la expansion de un verba.Proponeentonces anali zar el relato mediante las cateqonas conlas que ta gramatica analiza al verba, esto es en tuncton de lavoz, e/modo y el tiempo. Estes recursos d[scursivos, que Genetle

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    descr ibe en el "Oiscurso del relata" (en Figures flf), 58 impondranen los estudios de nar rato loqra como una suerte de principia con,ceplual baslco.

    Geneue centrara su analis ls en el n ive l del enunciado en lantoart iculaciOn con HI relate, 0 sea ta art icu lac ton ent re el n ivel de lahistoria (los hechos, el material que es configurado como relate)can el del relato (historia a la que se la da forma de texto) y el delrelata can et de la ruurecicn (proceso que per mite pasar de lahistoria al relate).

    Desarrollara su teoria de la narrativa, 0 "ooetlca" en funciOn tanovela de Marcel Proust En busea del t iempo perdido y de otrass iqnlf icativas de Jal iteratura del siglo XX, incluso de las novelasexper imentalas de sus conternporanaos que Iepermiten dar cuentatarnbren de los posibles desplazamientos de los recursos nar ratiovos que describe.

    3.2 ..1.EI tiempo del relata

    EI relate se constituye fundamentalmsnta sabre la base delt iempo; toea historia narra una transtorrnaclon y loda transforrna-cion es un proceso que se opera centro de un lapse de tiempo.Muchas teor tas l iterar laselaboraron modelos a f in de poder rnos-trar las diferentes implicancias ternporaies del reiala, que debe res-ponder a los imperati ves del codlqo l ingQfst ico, par un lado, como alas exigencias de la verosimil il ud, par e l otro.

    Como esevidente, nunca pocemos contar todo.en tooo retatosiempre se eliden hechos. En un relate escri to, Jalineal idad inevi la-blede 18escritura (a una palabra Ie sigue otra, a una oracion lesigue otra oraci6n) exige queel tiempo pluridimensional de losaconteci rn ientos (ast , par e lemplo. dos hechos que ocurren al mis -mo t iempo deben ser nar rados uno oesoues del otro) se acomodey organice en ese sentido.

    EI modelo que ofrece Genelle es considerado el masabarcativo y eficaz para analizar las diversas implicancias tempo-rales del reiato. Gl1et te las describe basandose en una doble arn-culaciOnla del tiempo del relato con la historla y del tiempo delrelate con la nar raclon. Segun este autor , los sucesos acontecenen un orden cronol6gico ideal y el tiernpo de 18historia se convierte

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    a suerle de abstracclon, Segun Genetie, eJ relato es unaen un cia dos veces temporal: distingue "~I tiempo de la cosa-secuen . ..hi Z 'I~ ( I'd " Que tos teoricos alemanes Haman er za te Zei nern-conla a ' ." . . ) "E ah l it"do) y "el t iempo del relate ( tiernpo de nar rar 0 rza Zelpo narra. . ". I. .. 0 de cuasi-ficei6n 0 "seudolemporal que equiva e a un-tlemp ... < ibili I. verd'dero- comola dualidad que no se-c 90S1 Iita astlsmpo d. .

    distorsiones temporales sino. sabre todo ' transtor rnar un t iernpoen ouo liempo. ..En funci6n de esa dualidad podemos estudiar las relacionesue S8eslablecen entre el orden temporal de sucesi6n de los aeon-Iqc imientos en la diegesis 0 his tor ia y elorden seudotemporal de sue , . IdisposiciOn enel retato: entre la duraci6n deesos aconlecimien osy la extension que ocupan en el texto: como tarnbien relaciones develocidad y de frecuencia.

    Por 10tanto, a partir de la dicotomia histona-narracion. Genetledistingue en Figuras fII, tres dimensiones temporalss -el orden, laduraci6n y la frecuencia- como las posibles alteracicnes 0dis tors iones lemparales que pueden oeurr ir en el relate que, pardiferentes motivos, tiende a subvertir alterar la d isposic i6n de loshechos de la historia.

    3 .2 . 1 . 1 .OrdenEstudiar elorden del relate es confrontar el orden 0 la disposi-

    c i6n de los acontecimientos en el d iscurso nar rative con el ordenen que S8 sucsden esos mismos acontecimientos en la histona,

    EInarrador puede elegir, como recurso discursivo. presenlarantes 0 despues un acontecimiento para dar d iterentes electosde sentido.

    No es 10mismo contar , en un rela lo poli cial. a f in de produc ir e lsuspenso nsceserro. los necnos en el orden que ocurrteron (elr n o v u de un ases inato, efc r imen, la investiqacion) q 'Je alterar lo (elcrimen, la investigaci6n, el movil ). Esa subversion del oraen de loshechos de la histor ia no s610inf luye en al t .iempo s ino, sabre todo,en 1'316gica interna del relato, ya que eslablece diferenles relacio-nes de causalidad.

    Genelte l lama enectonie aesa alter aci6n de la secuenciacrOnol6gica de la his toria , que produce una dis torsi6n temporalent re el orden de los acontec imientos en el d iscurso nar rative y elorden en que se suceden e50S mismos accntecimientos en la

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    hrstona. Las anacrontas son distorsiones temporales significativaspor su aloancs {Ia distancia temporal que existe ent re el momenfoen que se interrumpe la historia y eJpasado a futuro que se evoca,y su ampl itud ( Ia duraci6n de la narracion que la his toria recubre) .Esas anacronias se producen ouando se dis torsiona elorden de unrelato y el liempo "basetes interrumpido par la nar raci6n de he-enos antertores y posteriores: Genette llama 2 s sa s o os distorSionesenetepei y prolepsis.Intenlaremos ejempli ficarlo can el siguienle Iragmento de unacronies periodfstica:

    Pero la lecha I ragica lue el r ni er co le s 2 0 de diciembre de 20 0 0 .Alrededor de las 6 de la manana, Zulema salta de su depar ta-mento hacia la parada del 96, jus ta f rente a la puerta de.1edili-cia. Ur .d ia antes habia l Iegado de Peru su madre, que se habraalo iadoen lacasa de su hija . Zulema no tuvo t iempo de l Iegar ala parada Dos hombres, que aparenlemente se habian oculta-do en un pequeno deposito, ubicado en un recodo junto a Iaescatera, la a lacaron Zulema se resist io , y ta apona leron. Es -caparon COnla cartera que contents el oelular y su agenda.Nada tendr ia por que vincular e lmis terioso robo del d inero, enagosto, can el asalto. S610 un pequerio deta lle llama la aten-c ion, Quince minutos antes del ataque, la h ija de un matrimo-nio que vive en el tercer piso del edificio paso por el mismoiugar . A lguien habia desenroscado ta bornbita del p laf6n Es-taba a oscuras, pera a la joven nadie Ie hizo nada. Todo hacepensar que buscaban a la medica. (H. Cecchi, Pagina/12, 21de junio 2003)EI cronista ha optado par alterar el orden de los hechos tal

    como efec t:v'amente ocurr ieron. Int roduce en el " tiempo base" delrela lo (Zulema sale del departamento, la atacan dos hombres, e llase resists, la apunalan, escapan can la car ters) var ias analsps is : 13vista de su madre un ora antes, Ia . joven que queda a oscuras,alguien desenrosca la bombita y se oculta. La ultima analepsis,narrada a modo de conjetura,es la mas s ignif ica liva y funcional a lrelate dado que reveta que ta elecci6n de la viclima no tu e casual.Ioce enerecto def ordon de fahis/or ia urde en efrelsto una causa-tidad que responde menos a una refaci6n cronolOgica que logica46

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    entre los hechos. EI.siQ.uienle ejemplo corresponds a una novela, 0a un relata de ficclon:s e aQue Thomas Y Timothy mur iesen antes de nacer e lla tarnblenlo rmaba par le del motivo por el que Ruth Cole se convi .r ti6 e~scr itora. Oesde el mas temprano de sus recuerdos, sevia obl i-

    ~ada a imaginarios. Fue uno de ~sos ~oci~entes de ~utom6vilcan victimas adolescentes cuya investiqacion posterior reveloque los dos j6veneS nabtan sido "buenos chicos" y nlnguno delos dos estaba bebido. La pear de todo, para interminable tor -menta de sus padres, lue que ta coincidencia de aque! lugarconcreto era el rssultado de una pelea enlte sus padres pertec-tamenle evi table. Los padres revivir ian los tragicos resul tadosde sutrivial discusi6n durante el.resto de sus vidas. (John Irving,Una mujer diffcil, Barcelona, Iusquets, 1999: 20)E! orden de los heehos que la narracion ha alterado es el

    s iguiente: los padres discuten - se produce un acc idente aula rno-villstico en el que lallecen los dos hijos, Thomas y Timothy - lainvestigaci6n revela que no estaban bebidos - Ruth.(que naee des-pues del acc idente pero no sabemos no precision cuando) se haceescrnora - los padres viven con culpa.

    La anatepsis es s ignif icativa en esle fragmenlo porque recu-pera datos, hechos que funcionan en el relate como exphcacion depar que Ruth Cole se convir tio en escr itora. La anticlpaclon de loshechos a t raves de laproleps is acernua elsentido de fatal idad de lacual los padres no podran escapar . Deesa torrna, la relacton cau-sal de los hechos rnuestra de Que modo los acontecirnientos pasa-dos S8 inscr iben en e\t iempo posterior de un sujeto y construyen suidentidad. (Esta exper ienc ia de fa temporalidad que el nar rador ylos per sonajes poseen del tiempo sera sl sje de la tsorla sabre lanarraCi6n de Paul Hicoeur.)

    Ens intesis , la analepsis es una alleraci6n a par ti r de la cual e lrelata retrocede en el ! iempo para contar sueesos anter iores a!t iem-po base. Gerard Genet te la def ine como " toea evocaci6n luera detiampo de un acontecimiento anter ior al punto en que se encusntrala historian. La analepsis es. entonces, retrospective. Este segundorelato analeptico puecs estar a cargo del narrador 0 de cualquisrade los personajes, como oeurre. par ejemplo en el cuento "La forma

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    de taespada", de Borges, en laque elpersonaje cuenta ta historia desucicamz: su relato es uoa gran analepsis que justi fiea su conducta.

    Las analepsis estan generalmenle marcadas por el usa delpreterite pluscuamperfecto y par indicadores,Jemporales precisog("Ia semana pasada', "el .verano anter ior") que 'muestran el retroce-so del t iempo en relac i6n cen el. t iarnpo base.

    Sin embargo. en el relata conternporaneo -como, por ejemplo,en Et t imoneto r es ! de Juan Jose Saer- la inserci6n de he.chosanter iores al t iempo base no es inlroducida por ninqun rnarcador, 10que exige que el lector par tic ipe act ivamente en la lec ture del rela.1 0 para reconocer la. Otros relates, como par ejemplo el cuervoComo si esluvieras jugando de Juan Jose Hernandez, se estructurancomo una sene de analepsis, de modo tal que la histor ia, en lugarde avanzar, pareceria rstroceder y el t iempo base se c ircunscribe auna minima secuencia can la que se inicia y se finahza el r elata.

    A dilerencia de la analepsis. taprolepsis ( "Los padres revivi -nan los t raqicos resultados de su t ri vial d iscusi6n durante el res tode sus vidas") es prospectiva, es decir. es una alteracion en elorden temporal del relata que impliea el movimiento de laantic ipa-c ion. Se adelantan sueesos en relacion con los que se nar ran en eltiempo base. Crean de ese modo una expectativa en ellector yarr iesgan, muchas veces un sentido de tatalidad al relato. Dadoque se trata de una prospeccion de hechos que efeclivamenteocurriran en la historia, se suelsndar; en la narracion ficcional ,sobre todo en las novelas y cuando se esta en presencia de unnarrador omnisciente. Enel fragmento que sigue la antieipaci6n delos hscnos contados desde la perspectiva de un personals -elrnarido que espera el regreso de su muler temiendo que no vueIva-no puede ser cons iderado una pro lepsis, en tanto es una conjeturaque constr uye el hombre como un muro contr a 10 irnprevisible:

    Cuando Cata lina regresara, e lias cenarian aleiando las mari -posas. EInino gri tariaen su primer sueno: Catal ina intsrrumpi-r ia un momento de la cena. ( ...)- -Despues de cenar irernos al cine -resolvio el hombre. por-que des pues del cine serta nnalrnente la nocne, y esle dia sequebrada con las alas en las rocas de Arpoador .(Clarice Uspector, Lazos de familia, Barcelona. Monlesinos,1988: 92)

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    Genet:e senala diferentes t ipos de analepsi~ y pro lepsis que. mas en el siguisnte esquema Y ejempillicaremos can lasresum1re . . . ( , ' I . I I

    I . IS de los dos fragmentos citados de la croruca po rcia y aanaepsnQvelade INing):Analepsis 0 prolepsis

    Externa 0 heterodiegetica:es toda rctrospecci6n 0 antioi-paci6nluera de la diegesis 0 historia nfj rrada que proper-ciona una aclaraci6n al lector sabre los antecedentes , 0sea como se ha Ilegado a la situacion actual que es narradaen el t iempo base (par ejemplo,el accidents La los horrna-nos de Ruth que inl luy6 en su decision de ser escr itora, esuna anaieosis que no pertenece al t iernpo base del relata) .Interna u hOmodiegetica: es toda relrospecci6n 0 annci-pacion demro de tadiegesis, esdecir cuyo campo temporalquada comprendido enel relata y que permi te completaruna elipsis (el heche de que alguien nava desenroscado labombita de luz y se haya ocultado en el dep6sito sonanalepsis que estan comprendidas en el t iempo base delrelata). Geneile seriala que dentro de este tipo deanalepsis. las completivas lIenan vaclos a eli psis y per-rniten que el lector r ecupere informacion; las iteralivasmencionan hechos similares habituales que el personajerepite. y las repatit ivas aluden de forma axpncita al mismopasado del relate.Mixta:es toda retrospecci6n 0 antic ipacion que se originaiuera de la historia narrada 0 diegesis pero que invade elcampo temporal de lahistor ia, suampli lud temporal cubreun per iodo de tiempo que final iza centro del relata pri rnero(eontar , por e jemplo. e l relata acerca de como Zulema co-nocio a su nov io y pr incipal sospechoso de su asesinato.seria un t ipo de ret rospeccion que se inicia aries antes delc rimen pero empalma con el t iempobase del relata) .

    *

    3 . 2. 1 . 2 . Ve/ocidad 0duraci6n temporalGenette considera que la ansracion temporal mas cornplsja

    de idenlificar es la de la dur aci6n tamporal, ya que nadie puedemedi r taduraci6n a t iempo de lectura de un relate. Los dos t iernpos

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    de relerencia para considerar la durac i6n del relate son el t iempode la his/aria y el tiempo queel relata Ie ofrece al Iapso temporalque esta narrando: el narrador puede extenderse var ias paginas enrelatar , como 10hace Cortazar en No se Gulpe a nadie, la intra seen-dente acc i6n de ponerse un pullover 0 Juan Jose Saer, cuandodespl iega una accion en su minima detal le, 0, al contrario, conden.sar muchos anos en una sola Irase: "veinte anos despuss 10encon-tro en su casa", En un caso, el relate es rnoroso y demorado, enotro, avanza can rapidez.

    Por ese mot ivo, GeneUe equipara la duraci6n a la veJocidaddel relata, en tanto nos permite es tablecer una relac i6nentre unamedida espacral - Ia longi tud del tex to- y una medida temporal de lahistoria, cuantif icable en anos, meses, dias, horas, Es deeir , en tan-to la duracron del tiernpo del relate nunca se ei fie a 10que se supo-ne que duran los neches en fa his toria , Genette propane anal lzeresta relacion cornparando el lapso temporal al que alude Is historiay ra eantidad de espaeio nsrco -paqinas, renglones a palabras-que el relate le olorga.

    Estetipo de disparidad entre lavelocidad del t iempo de lahisto-ria y el del r elato da cuenta, entonces, del ritmo nar rativo y de losdilerentes efeetos de ritrno -0 anisocronfas- que implican una acele-racion 0 un retardo del relata. Genene establece de ese modo unagradacion ent re el relato mas lento y el mas veloz : las pausas css-criptivas y escenas contr ibuyen a un relato moroso; el resumen y lae lipsis a un reiala mas vert ig inoso en el que predomina la accion.

    En la osuse; nada acontece en ta historia y sin embargo lanarracion continua; Ia acci6n se detiene 0 se lent il ica de tal modoque su avarice es minimo e imperceptible. La presencia de unnarrador que descr ibe y caractsriza un personaje 0un lugar proou-ee un relata en el que abundan los indicios de lugar 0 de tiempo:

    La avenida esta lIena de camiones que esperan hace dtaspara descargar en los s ilos . Las colas lIegan hasta la v il la y sino se meten adentro es porqua nosstan seguros de salir ente-ros. (H. coon "Como un leon", en Cuentos Comp/etos, Bue-nos Aires , Emsce. 1994: 161)o comenta, ref lexiona, evalua 10que se asia contando a modo

    de dig resion:

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    La narraci6n

    Referi r can alguna realidad loshechos de :sa tarde ser i~ dinc.IIqu iza improcedente. Un atr ibuto de 10Infernal es la lr reali -

    ~ad, unatributo que parece mi tig~r sus ter r~res y que 1 0agra~ve tal vez: l.C6mo nacsr vsroslrnit una accton en la que casno orey6 quien 1 8 ajecutaba, como recuperar ese breve caosQue hay la memoria de Emma Zunz repudia y confunde? ( ! . L.Borges, "Emma Zunz" , en Obras Comp/etas,. Buenos Aires,Emece, 1974: 565)E n ta escens, el t iempo del relate es casi igual al tiernpo de la

    historia, de modo tal Que puede sstablecerseuna equivalencia conlaesoena dramatic. Si bien coincide por 10general can la presen-cia del dialogo entre personaies, no sis rnpre es asl, En laescena laacci6nes narr aoa de lorma drarnatica y de forma demorada par-Quese despliega en su minimo detal le ta l como si sucediera anteouestros ojos:

    EI viejo, engrandecido, torno un traqo, can segur idad, dej6la copa y consu!t6 con amargura el sabor en la boca. Res-t regaba un labia con otro, restellabala lengua can disgus tocomo s i 10 que era bueno ruera intoler able. Yo esperaba, elcarnarsro esperaba, ambos nos lncuaabamos, en suspen-so. EIcarnarero curv61a cabeza reludente con sometimientoy gratitud, salio inclinado, y yo respire con alivio. (ClariceLispeclor, "La cena", en Lazos de familia, Barcelona,Montesinos, 1988: 96)Par ese motive muchas escenas estan contadas en presente

    hist6r ico a f in de srnular un nar rador que va contando los hechos amedida que suceden yen el l iempo " real ":

    Ella l lora, derrumbada sabre la cornooa y suena que alguienviene por detras y se lncllna par a sostenerla, para gem!r ylIor ar en su cuello can ella, para darle vuelta y levantarte lacara, besar le los oios, boca en agua, en mejilla, en caballo.Per o no hay nadia, 5610mi padre, sentado del otro lade de lahabilaci6n, en una sillablanca y rosa can respaldo ( ... ), unenoje hetado metido det ras de su cara, cer rado can I lave come .un negocio de neche, una cara atada con tanta fuerza como

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    un zapata. ( Lorr ie Moore, " La que se llsvan", en AutoaYUdaBuenos Aires" Ernsce. 2001' 56) ,Un buen narrador debe construir escenas con peso yespacial i-

    dad, esto es, representar laacci6n de modo "sensible" a fin de instalaral Iector en elespacio mismo de laaccion, convocarlo como espscta.dar, colocarlo en la piel del protagonista.. Mientras las eseenas mues-ffan 1 0 que se narra, es decir 1 0 que suoede, el resumen 1 0 coeote. Lasescenas pueden ser narradas a modo de resumen:"EI viejo pa!ade6el vino mientras el carnarero y yo esperabamos". Cuando las acclo-nes son narradas bajo la forma de escena, ellector t iene [aimpresi6nde estar junto a[viejo y verlo degustar el vino.

    Sien la escena pareciera que los hechos hablaran p or S 'Imis-mas, en el resumen el nar rador adquiere mayor presenc ia en tantoes a traves de ta seleoci6n de hechos que realiza, que el lectorconoce 10 ocurr ido. En el resumen, unas pocas Hneas permitenavanzar la historia en arios:

    Ciento diez anos despues, el bisn ieto de esa pareia, convale-ciente en un hospita l de Par is, rec ibe una carta de su lia Orai fa ,de Buenos Aires. (Edgardo Cozar insky, La novia de Odessa,Buenos Ai res, Emecs: 23)De ese modo, e l t iernpo del relata es menor que el t iempo de la

    historia. Se resume y se omilen 0 eliden hechos.Desde el punto de vista temporal, 18elipsis implica la omisi6n

    significativa del t iempo de la historia. algo slqnficativo acontaceenla hisloria que el relata no da cuenta, a sea. cier tos acontecimien-los importantes han tenido lugar en la histor ia pero no se nar ran.Esla def in icion encier ra dos puntos impor tantes a tener en cusnta.En primer lugar, que Genetle define la elipsis desde el punto devista temporal, por 10 tanto no se refiere con ella a ta ausencia demeros "datos" en la historia (omitir la descripci6n del color de loscabellos 0 el tarnano de la casa no se relacionar ia con la tempera-l idad sino con la eleeci6n de inlormanles 0 indicios que realizaelnarrador) . En segundo lugar , que no reconoce como elipsis a todaomlsion temporal, s610aquella que contribuye al sent ido de la his-tor la a fin de distinguirla de ta amisi6n de hechos innecesanos 0poco signif icat ivos que es const itul iva de todo relate52

    La narraci6n

    Genette reconoce t res t ipos de elipsis: las explicitas, que se". a uellas que poseen marcas de rererencta temporal ("seisna n Q .. b d d h. s mas tarde"), las implfcllas, que SI len carecen e IC asaM s son inferibles par indices indirectos que perrniten reponermarea ,tss acciones que no fueron nar radas y las hipotetic8S que se con-. luran pero son impos ib les de loealizar .Je Como vemos,esle ooneepto de duraei6n 0 velocidad esta es-trechamente l igado a al de r ilmo narrativo que esta dado por e l pasode una aSincron[a a otra, Ningun relata se construye enteramentecomo escena rncomo resumen, ni mucho menos como elipsis queimplicaria el silencio completo del relate. La narraci6n se consatuveen 81equil ibrio de todas estas formas narratives: un buen narradorsabra, a lin de generar suspenso, e legir la tension necesar ia paraque el relato avance de modo dinarnico en algunos momentos 0sedislienda en descr ipciones, en otros. La eleccion contr ibuira, sabreto do , a lograr ladislancia que el narrador considere mas eficaz entreelleclor y determinadas secuencias de la historia.

    3.2.1.3. FrecuenciaSib ien lodo hecho es unlco e i rrepetible , percibimos a aque-

    lias que acontecen can caracteristicas sirni lares (porejemp!o, 1 0 -das las neches nos acostamos a dormi r) , como acontecimientosrepetidos, as decir , como s i fueran identic os. T am bien 1 31discursol iene la posib il idad de repet ir los acontec irnlentos (o, podr tarnosdecir tarnbian, de optar por presentar los hechos que oeurren comoacontecimientos sinqulares 0 como acontecimientos repetidos.)E s a s l que es posible narrar un hecho que se produce una sola ve z(un crimen) var ias veees -desde dilerentes perspectivas, por ejem-plo- a se puede nar rar, tarnbien, un hecho que se repite (alguien seacuesta a dormi r) una sola vez.

    Es esa relaclon que se observa ent re el relate y ladiegesis , esdec ir entre la canlidad de veces qU=3un hecho apareee en el d is-eurso y las veces que sucede en la historia, to que Genetle llamafrecuencia narraliv3. A par ti r de las pos ib les varianles que otrecedfcha relacion, distingue Ires l ipos de relate, el relate singulativo, elrepetitivo y 131terative.

    EI retato singulallvo da euenta de un aconlecimiento que haoCur rido una sola vez en lahis toria a t raves de un unico enunciado . .Si bien es el relate mas habitual, en tanto es habitual narrar un

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    acontecimiento significalivo en su caracter de singular y unicotarnbtsn son relatos singuletivos aqueuos que nar ran una acci6~que se repite una y otra vez de forma idsnti ca 0similar ..Enese caso81re lata da cuenta can un solo enunciado cada vez que aconte~un hecho, cuando, 10mas freeuenta ser ia e legi r para ello un relatoi terati ve (que luego pasaremos a deseribir )_ Esa aleccion, comotooa eleccion de un recurso nar rativo, responde a los propoSitosque per sigue el narrador, como par ejemplo, lIamar la atencionsabre las caracterlst lcas de la accion, traducir determinada psrs.pect iva de un persona]e. etc.

    Tarnbien la elecci6n de un relata repetltivo, que implica narrarvar ias veces un mismo acontec imiento que en 13his toria ha suce-d' ': lo s610una vez, responde al deseu del narrador de otorgarie uns ignif icado especial , Es te recurso predomina, par e jemp!o,en lanarrat iva del escri tor arqsnt ino Juan Jose Saer {Ellimonero rea~.En algunos tex tos li terar ios, como, par e iernplo, en 16novela Ex -otecton del escritor brltaruco Ian Mc Ewan, se narra un mismoaconteclmiento var ias veces pero desde puntas de vista diferen-tes, 0 sea desde la mirada de uno y otro personate qU6 Ie aslqnansignilicados diferentes.EI relata iterativo, que cuenta una un.ca vez 10que ha ocurndovar ias veces, es frecuente en el resumen 0en la descr lpeion (parejempio, cuando se narran habitos 0costumbres). Efusa de deler-minadas formulaciones silepticas ("'odas las noches"), del preteri -to imper feclo, de c iertos verbos ta les como soler a ecostombret 0de construcciones adverbiales ( ,f recuentemente" , "siernpre", "ameauoo" ), permite narrar a t raves de un solo enunciado accionesque se reiteran. La analepsis iterativa de Muerle por Alaeran deArmonia Somers of rece un casa interesante dado que elverba ele-g ido para representar la accion habitual es el in finit ivo:

    Tanto viaje compar tido habia acabado pur quilar les el lema,aunque no las sensac iones comunes que los hac lan de cuan-do en cuando vomitar alquna palabr ota en c6digo de lipo delvo lante ( . .-J . Y cuidarse mutuamente con respecto al suenoque produceentrs los ojos la raya blanca. Y sacar oor tur no tabotella (-- . ), Y desviar un poco las ruedas hasta aplastar unav ibora atravesada en el camino. (Somers, A. , Muerte po: A/a-cren, Buenos Aires , Cdlieanlo, 1979: 7)

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    La narraci6n

    Narraciones Que,por ejemplo, quieren dar cuenta de ob.seSio-anlas de un personaje 0 inscribi r los hechos en un uernponeS om ..'n at que parece no suceder nada Ir ascendente, ehgenrfll)erto eeste tipo de relate.

    3,2.2. ModoPara Genette, 81modo atiende, por un lado, al volumen de infor-

    maci6nque brinda elrelalo, y que l lama distancia; por elotro, alpuntode vista desde 81eual S8 la brinda, al que denomina perspecliva.

    3 .2 .2 . 1 . DistsncieLa dlstancia se relaciona con al eleccion que hace al narra-

    cor enlre dos modos de referir hechos verbales: esto es, si toma asucargo la narracion (mimesis, relato puro 0 telling) 0 si reproduceenunciados ajenos (diegesis, relato imitative 0 showing).

    Genette senala tres modos de relatar 0 reproducir las palabrasde los personaiss: el discurso narrativizado, el trsnspuesto 0 indi-recto y el reponeoo a citado. Establece entre estas tres Iormas unagradaci6n constituida par una distancia cada vez. mayor del narra-dor cor. respecto 031personaje hasta su total desaparici6n.

    EI discursa narraiivizado, en el que se bar ran las huetlas de laenunciaclon, consthuirta la forma mas distante de dar euenta unheche discursivo dado: "Bafbuce6 una debil protests". EI discursodel personaje queda, de este modo, subordinado al de nar rador.

    Enel discurso iranspuesto, el nar rador incorpora un aconte-cimienlo verbal en su discur so. Genette incluye en asts tipo derelato de palabras el discutso mdirecto (Mario Ie dijo sv nornbre),es decir cuando el nar rador presenla los dichos ajenos incorpo-randolos al propio discurso, y e l disc ursa inauecto fibre, en el quese hrsicnan el discurso del narrador y el del per sonaje sin ta me-diaci6n de un verba introductorio Dado que se eliminan las mar-cas de la dependencia sintactica y los verba dicendi, parecenabor rarse cas l totalrnente la dis tanc ia entre ambos discursos, sinembargo, e l nar rador se res iste aun a perder en forma absoluta elCOntrolsobre el discurso del personaje (el usa del prete-r ito imper-leclo, un t iempe propio del d iscurso del nar rador, y 103ercera per -sana, dan prueba aun de su presencia):

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    Los bocinazos, entonces, anoche. No, no iba a rnisa, No esta_ba para aguantar imper tinencias en la calle. Hacta demas ia-d o In o. D io s 1 0 3p srd on an a e sta vez. Se iba a resfriar. A suedadmejor acostarse. Sf. Acostarse. Olvidarse del vestido de espa:nola, (Jose Oonoso. EI fugar sin u m u o e , Santiago de Chile.Alfaguara, 1995: 28)En la rnayor ta de los relates la voz del nar rador se diferencia

    clar amente de la de los per sonajes; el lector no canfunde en qu~momenta es el narrador el que habla y en cual transcribe -en losretatos de hechas referenciales, como l a c ro n es per ioctst ica- lasvoces aienas, 0 "hace creer" -en los textos de l icci6n- que quieneshablan son los personajes.

    En estos casos ess iempre lavoz del nar rador laque introducelasvoces , las que, de ese modo, s ismpre Ieestan subordinadas. EIdiscurso teportsdo 0 cilado implica, entonces, fa desapar ic ion delnar rador, quien f inge cederle la patabra baciendo usa a no de ver-bo s del decir (verba dicendi), tales como decir , responder, pregun-tar, conte star, etc.

    AI respecto, es interesante observarlos diferentes artificios (tumancillaries) de los que se vale el narrador para reler ir 10 . palabra comodiscurso directo y que sondescnptos par Umberto Eco (1989: 13):

    1. -l.C6ma estas?-No me que]o, ty to?

    2. -lC6ma estas? -di jo Juan.-N o me quej o -, f .- Y lL i? -dijo Pedro.

    3. -le6mo? -dijo Juan. -LC6mo estas?Y Pedro, precipi tadamente: -No me queja, i . -Y tu?

    4. -l,C6mo eeras?-No me queio, ; . . y IU?-respondio Pedro en tono de bur ls.

    5. -LComo estas?-No me quejo - respondio Pedro con voz neutra. Luega,can una sonrisa indefinible: -LY IU?

    "Salvo en los dos primeros casos" , afi rma Eco (1989: 13) , "e nlos otrosse observa 10 que se def ine como instancia de enunc ia-c ion. E! autor in terv iene con un comentar io personal para suger ire l sent ido que pueden tener las patabra de uno y otro personaie".

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    preg.unta:

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    EI rnonoloqo inter ior es una tecnica l iteraria que constituyeuna de las grandes innovac iones de la l iteratura del s ig lo veinte (deta mana de W_Faulkner, V . Woolf, A_Camus, entre otros), como 10asel tarnoso mon61ogo del personaje Mol ly que, en el Uiises de JamesJoyce, da cuenta de su mundo interior y de las zonas mas reC6ndi-las de su conciencia, sin rnediatizar lo par la vozdal narrador.

    Desde otra concepcion, ta voz puede ser un recur so inlera-sante para observar de que modo algunas novelas, por ejemplo.traducen un discurso social. EI tilosoto ruse Mijail Bajlin (1898-1975) es elque propene elconcepto de dialogismo 0poktonta paradefinir la cancurrencia de mult iples discursos soc ia les que dia lo-gan enlre sf sin que ninguno se constituva como el dominanie.llama novelas polil6nicas a dial6gicas a aquellas en las que, adilerencia de los relatos monol6gicos en los que aparece una vozhegemoniea 0 dominants. un abanico de voces narrat ivas pone enescena la mul lipl ic idad de discursos sociales,

    EI !ragmenta que sigue, en el que la narradora recuerda suinfancia junto a las rnuchacbas que ser vian en la casa de la abue-la , permite ilust rarlo En esle relato en primera persona se cruzandiversas voces - Ia despect iva de laabuela, la de la propia narrado-ra tenida de tascinacion intantil y la de las r nuchachas- que dancuenta de valoraciones e ideologias diterentes:

    "Una chinusa sucia, iqnorante, quees capaz de limpiarse elculo y despues serv ir te la comida con las mismas manes" _As!pensaba laabuela de las sirvientas, ( ...) Decia que las mucha-chas tenfan fuer za de caballo, de manera que ninguna cant i -dad de Irabajo era excesivo para elias. ( .. .) Habia una mucha-cha que tenia t res ncvios: Juan, Joaqufn y Juan Car los. Sal iapor turno con cada uno de elias. YoIedaba consejos para queno 18descubr ieran. ( .. . ) Habia una que no sabla -jno sabia!-cuantos hermanos tenia. Con 10cual quedaba mas 0 menoseximida de decir si los querfa, (A . Steimberg, Musicos y retoie-ros, Buenos Aires, CEAL. 1983)

    3,222. PerspectiveNarrar una histor ia s iempre implica asumi r una perspect ive.

    que otorgue senti do a los hechos. EI narrador no puede sino

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    La nsrrecion

    d de cier lo angulo visual (sequn su proximidad a distan-hablar es . - . - .. respeclo de los objetos) , con un lana ~de r ronra, desden, rnge-C~~dd atc.) , una actilud moral (comprensr6n, condena), una apre-n~r ~6' ver edicliva (Ia duda, la increduliGbd, la certeza) todo 10cracr n .... -

    I 10oonfigura como un sujeto 0 una concrencia~. . . . d .Lacuest ion de la perspect rva hace relerencia a os acepc io-. designa, par un lado, al fen6meno Ifsico de rsstnccroo del

    ~:~po visual y,par elotro, tarnbien a lato.made posicion ~medianleapreciaciones, evaluaciones, etc.) , EI prrmero es un lenomeno deercepci6n, el segundo un tsnomeno de voz.

    P La perspect iva remite al anouro - visual y ax io l6gica- desdeel eual se presenlan los acontecimienlos, los actores y las coor-denadasespacio-temporales. Un mismo hecho. tat como unamarcha estudiant il , puede ge nerar relates di. lerentes en funci6nde las miradas 0perspectivas desde las que se obser va el aeon-lecimiento. No sarael mismo ralatoel de un dir i.gente estudiant iique el de un policta a un ciudadano que transitaba par la zona;cada uno de ellos const ru ira nar rativamente el acontec imientosequn sus propios valores, su slrnpatia y su conocimiento delhecho, como tarnbien desde el lugar a posicion fisica desde laque se encontraba. De esa forma, el lector oel auditorio de eserelata, no conocera el hecho en sf sino solo la version a cons-truccion discursive de ese hecho a partir del punto de vista 0mirada particular de tal 0 cual narrador. La realidades multiple ycada sujeto se asoma a ella desde su perspectiva peculiar. Apar ti r de la leor ia de la rela liv idad de Einstein, se problematiza elconcspto de realidad. Se afirma enlonces que la perspecliva eslaapar iencla que asume la raalidad para el su ieto observador Yque esta cambia si var ia la sltuaclon del observador. Ese juegode perspect ivas se resuelve, enlonces , como una res tr icci6n delcampo per ceptive que pone en escsna el juego del ser y el pare-cer, La verdad -el hecho en si- no es sino una controntacionentre diversas miradas.

    Todorov rescata en la palabra "perspectiva" ese senlidoelimol6gico de "mirada" y,por 10tanto, incluye dentro de los aspec-tos del relata la per spectiva desde la que se observa la acci6n.Enuncrauna c lasil icac ion que se ci rcunscr ibe ala relacion ent re elnarrador (el yo del discurso) y el personaje (el 131de la hisloria) yqus sintelizamos en el siguiente esquema:

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    EJnarrador sabe mas que el personaje (visi6n par detras uomniscienle del relate ctastco), esdecir, 91narrador da cuentade 10que el personae dice, no dice, piensa, suena,e lc . .EInarrador sabe 10mismo que el personaje (vision con), elnarr ador adopta el punto de vista de un per sonaje, por 10tanto su campo de vision se circunscribira al saber delpersonaje.EInarrador sabe rnenos que el personaje (vision por arue-ra) el nar rador solo reliere 10que el personals exoresa, noliene capaeidad de acceder a su eaneienc ia.

    S ib ien son muchos los autores que abordaron elestudio de laperspectiva (R. Ingarden, I. Lotman, B. Uspensky y M. Baj lin entreotros) , es lal vez la obr a de Gerard Genette la que se constituve enel punto de referencia de mayor envergadura para tados los quecon posterior idad a 191rabaiaron sabre el tema.

    Genel le descr ibe ala perspective como un modo de requlactonde la informacion y como punta de vista desde el cual se ta da. Sib ien retoma la clasi fcacion t radicional, in troduce el concepto defocalizaci6n, ami entender, quizaet mas interesante para abordarelanalisis de un relate, como tarnbien el mas efieaz para producirlo.

    Genet te equipara el termino can la rest ri cc i6n de la informa-cion, de tal modo que solo puede aplicarse a aquellos relates enlos que se reeanoce una restrlcclon del campo de vision. Aquel,entonces, que responde al modelo de la omnisciencia (0 visiondesde aluera sequn la clas il icaci6n de Todorov) no serta, seuunGenel1e. un relata foeal izado en tanto no exists una visi6n restr ingi-da de! narrador. Llama local izaclon cero a este tipo de perspecnvaen la queel nar rador se atr ibuye una compelencia que excede larestr icci6n de una focal izaci6n, es dscir , da cuenta de 10impercep-tible y de 10perceptible, de acciones que suceden sirnuttaneamen-teen diferentes lugares y que es tan general y vaga, abarcadora ypanorarnica que no parece una tocal izacion.

    La focalizaci6n implica, segun Genet te, siempre una res tr ic -cion del campo visual que produce siempre una incompletud delobjeto focalizado:

    Alejo pega ta cara a la chapa pero no ve nada mas que unamancha de bordes carcornidos y borrosos, Luego, como a

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    La nerrecioo

    ! raves de un Jente, la imagen se alusta, los t razos se endure-cen y l as sombras calzan en sus huecos. La mancha de luz esta frania de sol que penetra par la puerta de la cocina. AIprincipio no ve mas que eso y el gato lieso en media de lafranja. Len!amente, a medida que la eocina se ahueca canaquel resplandor arnar ill ento. brotan de la penumbra la mesade pino, e laparador , la rnaquina de coser, lacaja del carbon y,mas cerca, los l irantes de laarmadura. (H. Conti , "Otra qsnte",en Cuentos Completos, Buenos Ai res, Emece, 1994: 176)Ale jo ssta sabre el teeho y mira su casa a traves de un peque-

    n O agujero. La locali zaci6n da euenta de como su vis i6n va eneon-trando mayor precisi6n. No es que los objetos ir rumpan -rbroten"-degolpe sino que, a medida que se adapta a lasemipenumbra delhueco, Alejo -y el lector- va re-descubriendo los objetos.

    Es un ejemplO de focalizaei6n interna -que GeneUe equipa-fa a la "vision con" sequn Todorov- que define a aquella pers-pectiva en la queel narrador seinstala en la consciencia de unpersonaje. Puede ser l ij a ( Iodo el relate esta focaHzado s iernpredesde la perspectiva de un rrusrno persona]e), var iable (Iafocalizaci6n varia 0 se desplaza de un agente focalizador a otro)o multiple 0 esteraoscopica (el mismo aconlecimiento es obser -vado desde perspec tivas dist in tas , ta l como ocurre en el cuento"La senor ita Cora" de Jul io Cortazar 0 en la novela Expiaci6n deIan Mac Iwan), perspective que no impliea la totalidad de la vi-si6n del narr ador omnisciente ya que cada una de las perspec-tivas, que no se dan de forma slmutranea, responden siempre auna limitaclon del campo de la vision Genelle llama paralipsis yparalepsis a aquellas distorsiones que infringen el estatuto de lalocal izaci6n y que responden 8 18 necesidad del relalo de reve-lar u ocultar informacion. La pr imera, frecuen\e en el relato poll-cial, aluds a la informaci6n que no puede desconocer el perso-naje focal pero que, sin embargo, no se da a conoeer al lector.La segunda ocurr e cuando se br inda cierta informacion que noPUede tener 91 personaje focal.. Segun Genette, pocas veces la focalizaci6n interna se mani-hestaen sentido est ric to, dado que su runcion es menos lade mos-trar 1 . . .a per sona]e por centro. que ta de vaterse de el como agenteIQCaliz8dor:

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    Se oyeron pasos endemoniados de bot ines muy negros, a la -dos can coroones que al desatarse provocan accesos mor ta-les de rabia. La falda can alas de demonic volvio a revolotearsobre los v idrios: los pies desnudos dejaron de salter : los piesc orrla n e n rondas s in a tc an za rs s: ta !alda corrra detras de 1 03piec itos desnudos, a largando los brazos con las gar ras abier-tas, y un rnechon de pelo qued6 suspcnoido, pr endido de lasmanos de la falda negra, y brotaban gri los de pelo t ironeado.(Si lv ina Ocampo, "Clalo de Claraboyas". en Cuentos Comple-to s l. Buenos Aires, Ernece, 1999)Una nina esta debajo de un cieloraso en el que hay una clara-

    boya a traves de la cual ve los pies de los que viven en e! piso dear riba. La descr ipci6n es i rnpreclsa porque esta tenida par la ate-r rori zada mirada de la espectedcra inlanli l; i nfer imos, solo a par ti rde jirones disper sos, que una mujer de faldas Ie lira del pelo a unanina de pies desnudos. Es asi que el lector, en tuncion de latocatizacion, conoce menos al obieto focal izado -qIJe es descr iptodesde una perspective particular- que at sujeto que 10observa. Por10tanto, si eambrara el su ieto 0 su ublcaclon, carnbiar ia tarnbien elobjeto 0 l a imagen que de el se const ruye.

    La tocal izacion es uno de los medios mas sutnss y eficaces demanipular al lector: 131arrador que percibe un aeontecimienlo des-de dster rn inado ounto de vista, exige al lec tor adoptar identica po-sic ion 0 perspectiva. EIcuento rl.a forma de laespada" de Borges ,que nos convoca a obsarvar los hechos desde la mirada del traidor,constituye un excelente ejemplo al respeeto

    La focalizaci6n externa -que Genette equipara con 18visiondesde aluera segun Todorov- es aquella perspectiva en la que elloco se situa tuera de cualquier personaje de modo tal que elnarrador 5610 regislra 10 per ceptible, tal como ocurre en el Irag-mento que sique:

    Las mujer es blancas bailan can los onciaies. No van maqui-uadas. Mujeres hechas al trabaio duro, parece, honradas, LoSbai larines no hablan entre st , como si un reglamenta 10prohl-biera Las mujeres sobrs tooo estan sar ias, son profesiono3lesdel baile, sonrien como las manjas, en un contento general,por principia. Llevan vestidos claros, discretos, t loreados. La

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    La narraci6n

    nina mi ra esas casas con una especie de tascinaci6n.(Marguerite Duras, EI amanle de te China del Nor te, Barcelo-na. tusovets, 1991 129)GeneUe advierte que latocauzscion interne y externa son equi-

    valentes en tanto las encontramos a1temadamente en el relata(Iocal/zar desde determinado personaje implica a su vez unafocali zaci6n externa de otros personajes de los que este regist ras61010perceptible)

    3 .2 .3 . L a v ozAIdeslindar el modo de 103oz narratve, Genette separa el suie-

    tode la percepcion (el que ve l del suieto de la enunciac i6n (el quehabla) -si bien, en algunos casas puede coincidir , como par ejernplocuando el narrador es un personsje- a 10$ que otras tipoloqlas narra-t ivasincfuyen dentro de una misma catsqona. SegOn Genetle, lavozas la puesta en relaci6n entre el mundo narrado y el sujeto que 10narra,es decir el narrador, 031ue no se debe confundi r con el autordel relate. Ambos son instanclas que t ienan di lerente estatuto deexistencia. Martinez Bonati (1973) senala, en Estruc lura de la obraIfteraria, que en el relato l iterar io no s610se representa un mundo,sinotarnbien una sitoacion comunicativa com pieta.

    EI autor imagina, cr ea los personajes y las acciones. se en-I renta can los dif fc iles desalios de la escr itura; e l nar rador es unaconSIrucci6n del autor 0 3 1 igual que 10son los personaies y, en unlexlo l iterar io, participa del mismo estatuta de ticcion que elias por-que la"s ituacion nsr ranva" tarnbien es f iec ionaL A di ferencia de lasituacion comunicativa real, en 103ue un autor real escribe, repre-senta un rnundo para un lector real y ambos saben que ese mundoElSiecional ; la situacion ticcicnal que construye el autor se compo-ne de un narrador que dirige su dtscurso a un enunciatario 0nar ratario que. tanto uno como otro, ereen que ase mundo es real.En .tanto es solo esta situacion ncucia ta que Ieinleresa al sstructu-rahsmo y no la situaci6n real, esta ult ima no IS objeto de su analisis.

    EI eutor hace "como si" un narrador contara una historia a~ar tir de una va z singular. A su vez, en tanto lectores podemosI enl if icarnos con el narratario. cuya existanciaesta circunscr ipta

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    por el propio texto pero nunca confundirnos con I. En algunosrelates ta presencia de un "yo" deja sus marcas ( linguisl icas -per.sona gramaHcal, deict icos, t iempos verbales- 0 juicios valorativQSode ver idicc ion t rente a 10nar rado) en el texto y puede ser ident ili -caco sin dif icul tad: en otros. esas huel las no aparecen. Sin embargo en tanto no es posible la enunclacion sin enunciador y, por 10tanto tampoco un relate sin narrador, ese ' 'y o n s tt eo o r" e x iS le c omopresupuesto -"yo te cuenlo que"- que puede anteponerse al relato,La condici6n de una obra liter aria se lunda precisamente enel la : un sujeto que escribe i rwanta un yo que narra (el que a su vez,Iecedsra la voz a los diterentes personajes de su his tor ia).

    La voz se define a su vez en funci6n del tiempo de la narra.cion, los niveles narratives y la persona.

    3 .2 .. 3. 1 . EI tiempo de te nsrrecionLa narracion 0 enunc iacion l iene su propia temporal idad que

    es eltiempo de ra narracion, 0 seaei momento en 81 que se inscribeel discurso del narrador. Ese tiempo puede reconocerse solamente5iaparece la voz del nar rador y comenta, evalua, ref lexiona sabres u o ro ota c oo otc to n d e n arr ad or y de las d ec ls io ne s q ue d eb e to -mar. De ese modo, en los cuenlos de Borges suele aparecer elnarrador que retlexiona acerca de 10que narra y, de ese modo.problernatlza el rnisrno acto de narrar:

    Yoquerr ia saber que sinl i6 en aquel instants de ver tigo en queal pasado y el presente se confundieron, yo quer ria saber s ie lhijo perdido renaci6 0mur i6 en aquel ex tas is 0 si alcanz6 areeonoeer, siquiera como una criatura 0 un perro, los padres yla casa. ( J. L. Borges, "EI caut ivo", de E/ neceaor, en Obrascamp/etas, Buenos Aires, 1974: 788)EI nar rador realiza planleos rnetadiscursivos. Ese t iempo del

    narrador es el presente de laenunciaci6n, 0sea el tiempo en que elacto de narr ar se lIeva a cabo.

    EIt iempo de la narracion 0 temporalizaci6n enunciativa setia-ta ta posicion del narrador en r elacion can la histor ia nar rada. Deesa torma, e! relate puede ser :

    Ulterior -como en la mayo ria de los casas, dado que loshechos slernpre anteceden al reiato-, si la narracien

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    La nerrecio

    (en t iempo preteri te) se da con poster ioridad al aconteci -n'l iento que se narra:EIhombre beb/6 con evidez y, poco", poco, 5U cere ",dqul-ria un color amarillento.Simul la leo, siel narrador sirnula narrar (en tiernpo presen-tel a rnedida en que acaecen los hecnos. La narracionadQJiere caracter de representacion sscenica:EIhombre bebe can eviaez Y o poco a poco, sucara adquie-re un color amarillenlo.Anter ior (en futuro)si se anticipan los hechos. EI relate seimpone como una profecia:EI hombre beber8 con avidez y ; poco a pOCO, su cars ad-qvifir8 un coior amarillento.

    3,2.3.2. Niveies narrativosTodo nacho que S8narra en unralato ssta en un nivel diegetico

    (conjunto de acontec irnentos de la hislor ia narrada) inmediata-mente superior -0nive l ext radieqefico- . a aquel en el que se s ituael,acto narrativo que produce dicho relato..Por 10tanto, en el nivel8xtradiegelico -expresado en la f6rmula "yo ts cuento que" queanteponemos a todo relate- se ubca el narrador (en pr imera perso-na) que sosliene la historia.

    Pera todo relata puede a su vez subord inar otras enunciacio-nes, 0 relates, Si,enlonces, un psrsonaje 0 actor del nivel diegetico-tal como 10hace el Inq les en elcuenlo "La forma.de laespada" deBorges- cuenta una histor ia , es deci r se instala como nar rador ; esun narrador diegetico 0 ln trad ieqet ico que cuenla una histor iametadiegetica ( Ia tustoria de su clcatnz). En este caso, el narradord iegetico (Borges) Iecede la palaora. En el reteto enmarcado, en-toncas, en tanto el ac to de nar rar esta incluldo dentro de un relate,seabrs una nueva s iluaci6n deenunciaci6n (Borges -al ter ego delescri tor- pasa de ser nar rador a nar ratar lo) que genera una nuevahistor ia que posee su propia autonornta con respecto a la anter ior.

    Podemos itustrano de este modo:

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  • 8/6/2019 2 La Narracion Cap 3

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    Irene Klein

    Nerreaor Nerreterio del nivel ex/radieg(l/icorelala 1--- -,- ~ nlvel die.gelico (conjunlo de aeon.I tecimientos de t e ~ ~ . nauada)

    ............................ Nalra/ario del nivel diegelicoarrador ..relata 2____________ ~. nivel metadiegr/ico

    3.2.3.3. PersonaEI narr ador es una canslrucci6n ficcianal, es una voz que da

    forma al munda del relate: decide el tiempo del relate, ss decir 81orden en que narra las hechos, su frecuencia y velacidad; quereveler y que ocultar de cada personals: que elementos del espa-cia se precisaran, etc. Puede derar marcas en el lexto a no dejarn inguna, puede evaluar. reflexionar sobre el rnundo nar rada. Pue-de, lam bien, parti cipar de el, es dec ir par lic ipar como personaje delas hechos que narra.

    A partir de esa rslacion que el narrador establece can elmunda narrada y no a partir de la persona gramatical -ya que ladenominaci6n claslca de narrador en " ter cera per sona" pareceolvidar que todo relato es produclo de un acto de narracion, esdec ir de un sujeto nar rador- , Genet te disl ingue t res t ipos de nar ra-dores en funci6n de su participaci6n 0 no en el nive! diegelieo. Deese modo. def ine como nar rador ncmoaieqetico a aquel que par"licipa en calidad de lestigo de la historia que se cuenta yaufodiegetico a aqusl que participa en calidad de protaqor usta,es deeir aquel que euenta su propia historia (relata autobioqranco).EI narrador helerodiegelico es aquel que no partieipa del mundonar rado y que, dado que cuenta de alguien que no es el rrusrno, 10designa en tsrcsra persona.

    Podemos i luslrar los tres tipos de narradores en los tres relatosde recuerdo que s iguen,Miabuela tenia '18 c uando se cas6 con mi abuelo que yonunca conoeL Se enamoro de el a primera vista en un baile yse separaron por motives que oesconozco. Ella sufr io muchoporque 91vivi6 s610para su I rabajo. Nunca pudo demostrar 91

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    La narracion

    a/ecto a sus hips, ten ia 1 3 1 caractsr de un militar aunque no 10luera. (Mariana, 54 aries)Fuimos a un baile a un club y en el baile estaba tu abuelo. Mesae6 a ballar y yo me negue. Entonces les jug6 a los muc~a-hos una botella de vino que me iba a sacar otr a vez y yo. i bac . .a acceder. Cuando vino, Ie explique que no podia bauar pie-zas mavidas porque me apretaba el vestido Entonces me PI -di6 que bai lara el vats. Y ahi me enamors de el. (El isa, 78 anos)Raque era pastor de ovejas, cuidaba las ovejas del padre enlIalia, Potenza. Eslaba todo el dla en la montana y as! conoei6a una chica que tarnbien era pastora y se enamoraron. Fueroncrec iendo y se pusieron de novios, has ta que 8 1 se cans6 deesa v ida. Tenia 17aries y quer la cambiar. En ese mamento sehablaba de America como el lugar del progreso. Don RoqueIIeg6 a America desoues de un via je barbaro en barco donde10aoarro una tormenta que casi se muere, easi dos aries des-pues, Pero cuanda fue a busear a su novia, e lla se habfa casa-do , Para el fu e tan doloroso que no quiso quadarse en BuenosAi res, lue a ta estacion de lerrocarril, tome el primer Iren y selue a Concepc. i6n del Uruguay. Can un bols ito, can sus i lusio-nes y s in nada mas. (Raberto, 52 arias)En los oo s primeros relates aparecen las nuenas del yo na -

    r rador ( "fuimas" , " rni abuela" ): pero es 5610.en la segunda que elnarrador partieipa de la historia como protaqorusta. En sl tarcero,el narrador cuenta la historia que Ie ocurri6 a otro (a Roque). Sibien, en sste ult imo caso, no aparecen las huellasdel narrador,COmo en lodo relato,el narrador esta irnpllcito en el acto de enun-ciaci6n narrativa. De ese mado, podrfamos antepanerle la clau-sUla: " Yo te cuento que ..." .

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