2 31 de enero/6 de febrero de 2013 grupos sectarios ...países. así, el lugarteniente del líder de...

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La multiculturalidad de zonas costeras hace que organizaciones con prácticas de manipulación poco éticas pasen prácticamente desapercibidas Todos necesitamos algo en lo que creer. A veces, esta fe no está circunscrita a un término religioso. A menudo se trata de aceptarnos a nosotros mismos y que los demás también lo hagan. No obstante, hay personas que aprovechan ese instinto de pertenencia al grupo, esa necesidad de sentirnos queridos y apoyados para hacer daño o, al menos, para sacar provecho económico o de cualquier otro tipo de la persona en cuestión. En tal caso hablamos de relaciones sectarias abusivas o destructivas. En Marbella se encuentra uno de los mejores profesionales especializados en sectas a nivel nacional. José Miguel Cuevas es profesor del Departamento de Psicología Social de la Universidad de Málaga, tiene un máster en Terapia de Conducta, además de ser Experto en Adicciones por la Universidad Complutense de Madrid. Cuevas, que ha escrito varios libros al respecto, lleva años estudiando este tipo de relaciones, que tienen en la Costa del Sol un campo abonado. “La interculturalidad tiene muchas cosas buenas pero otras que no lo son tanto. Somos un lugar de acogida, lo que supone que también recibimos creencias importadas”, explica Cuevas como una de las razones para que esta zona sea uno de los lugares preferidos por las sectas para operar. TODO SON SECTAS “La palabra secta no es ningún insulto. Por sí misma no significa nada malo, solo cuando se llega a una relación abusiva y destructiva” sentencia este profesor en Psicología. De hecho, el vocablo secta no hace más que señalar a un grupo de una doctrina ideológica o re- ligiosa. No obstante, con el tiempo se le ha dado un matiz peyorativo, algo que asimismo recoge la Real Academia de la Lengua al explicar que el propio hablante considera dicha creencia falsa o perjudicial cuando la denomina secta. Para Cuevas “cualquier gru- po lleva en su semilla la posibilidad de ser destruc- tivo o constructivo. La ma- yoría son buenos, pero en ciertas ocasiones, algunos con un mal líder, el cual tiene una personalidad con- creta, puede evolucionar en secta destructiva”, porque cualquier relación entre una persona y un grupo es factible de ser malsana. Por ello, prefiere llamarlas relaciones sectarias destructivas, re- firiéndose a “cómo determinadas organizaciones des- arrollan estrategias manipuladoras que consiguen controlar y someter al individuo, anulando su libertad, pensamiento crítico y poder de decisión, cambiando su tabla de valores y aislándolo del medio”. Interesado desde hace años por este tema, creó de la mano de Marbella Solidaria un programa centrado en adicciones grupales, otra forma de denominar las rela- ciones sectarias, puesto que casi siempre crean depen- dencia de la comunidad en cuestión. Desde allí atiende a familiares y afectados por este tipo de patologías de toda la Costa del Sol. “La gente se sorprendería si supiera la cantidad de relaciones sectarias que se dan a nuestro alrededor”, sentencia. Uno de los problemas que plantean las sectas es que por lo general no tienen un lugar geográfico de acción definido sino que expanden sus tentáculos por varios países. Así, el lugarteniente del líder de Defensores de Cristo (detenido el 25 de enero en México) es de Fuen- girola, vecina ciudad donde además reside otro grupo cuya carismática maestra dice ser la reencarnación de Grupos sectarios, lobos con piel de cordero La multitud de nacionalidades y culturas, además del hecho de que la Costa del Sol sea un lugar abierto a todo el mundo, ha provocado que se convierta en una zona idónea para el asentamiento de grupos con prácticas sectarias Entre paréntesis La Costa del Sol ha importado creencias extranjeras, algunas de las cuales, en un mal desarrollo, se han convertido en sectas destructivas. No obstante, ya no sirven los estereotipos pasados. Los grupos sectarios han pasado de la doctrina religiosa a la venta de productos o a los cursos de formación para captar adeptos. Por otro lado, estos responden a un perfil de persona culta, de nivel adquisitivo medio-alto pero que es vulnerable por una circunstancia sobrevenida como un divorcio o un cambio de ciudad Isabel Mª Martínez Fotografía: Antonio Paz Actualidad TRIBUNA EXPRESS 2 31 de ENERO/6 de FEBRERO de 2013

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Page 1: 2 31 de ENERO/6 de FEBRERO de 2013 Grupos sectarios ...países. Así, el lugarteniente del líder de Defensores de Cristo (detenido el 25 de enero en México) es de Fuen-girola, vecina

La multiculturalidad de zonas costeras hace que organizaciones con prácticas de manipulación poco éticas pasen prácticamente desapercibidas

Todos necesitamos algo en lo que creer. A veces, esta

fe no está circunscrita a un término religioso. A menudo

se trata de aceptarnos a nosotros mismos y que los

demás también lo hagan. No obstante, hay personas

que aprovechan ese instinto de pertenencia al grupo,

esa necesidad de sentirnos queridos y apoyados para

hacer daño o, al menos, para sacar provecho económico

o de cualquier otro tipo de la persona en cuestión. En

tal caso hablamos de relaciones sectarias abusivas o

destructivas.

En Marbella se encuentra uno de los mejores profesionales

especializados en sectas a nivel nacional. José Miguel

Cuevas es profesor del Departamento de Psicología

Social de la Universidad de Málaga, tiene un máster

en Terapia de Conducta, además de ser Experto en

Adicciones por la Universidad Complutense de Madrid.

Cuevas, que ha escrito varios libros al respecto, lleva

años estudiando este tipo de relaciones, que tienen en

la Costa del Sol un campo abonado. “La interculturalidad

tiene muchas cosas buenas pero otras que no lo son

tanto. Somos un lugar de acogida, lo que supone que

también recibimos creencias importadas”, explica

Cuevas como una de las razones para que esta zona sea

uno de los lugares preferidos por las sectas para operar.

TODO SON SECTAS

“La palabra secta no es ningún insulto. Por sí misma

no significa nada malo, solo cuando se llega a una

relación abusiva y destructiva” sentencia este profesor

en Psicología. De hecho, el vocablo secta no hace más

que señalar a un grupo de una doctrina ideológica o re-

ligiosa. No obstante, con el tiempo se le ha dado un

matiz peyorativo, algo que asimismo recoge la Real

Academia de la Lengua al explicar que el propio

hablante considera dicha

creencia falsa o perjudicial

cuando la denomina secta.

Para Cuevas “cualquier gru-

po lleva en su semilla la

posibilidad de ser destruc-

tivo o constructivo. La ma-

yoría son buenos, pero en

ciertas ocasiones, algunos

con un mal líder, el cual

tiene una personalidad con-

creta, puede evolucionar en

secta destructiva”, porque cualquier relación entre una

persona y un grupo es factible de ser malsana. Por ello,

prefiere llamarlas relaciones sectarias destructivas, re-

firiéndose a “cómo determinadas organizaciones des-

arrollan estrategias manipuladoras que consiguen

controlar y someter al individuo, anulando su libertad,

pensamiento crítico y poder de decisión, cambiando su

tabla de valores y aislándolo del medio”.

Interesado desde hace años por este tema, creó de la

mano de Marbella Solidaria un programa centrado en

adicciones grupales, otra forma de denominar las rela-

ciones sectarias, puesto que casi siempre crean depen-

dencia de la comunidad en cuestión. Desde allí atiende

a familiares y afectados por este tipo de patologías de

toda la Costa del Sol. “La gente se sorprendería si

supiera la cantidad de relaciones sectarias que se dan a

nuestro alrededor”, sentencia.

Uno de los problemas que plantean las sectas es que

por lo general no tienen un lugar geográfico de acción

definido sino que expanden sus tentáculos por varios

países. Así, el lugarteniente del líder de Defensores de

Cristo (detenido el 25 de enero en México) es de Fuen-

girola, vecina ciudad donde además reside otro grupo

cuya carismática maestra dice ser la reencarnación de

Grupos sectarios, loboscon piel de cordero

La multitud de nacionalidades y culturas,además del hecho de que la Costa del Solsea un lugar abierto a todo el mundo, haprovocado que se convierta en una zonaidónea para el asentamiento de grupos conprácticas sectarias

Entre paréntesis

La Costa del Sol ha importado creencias extranjeras, algunas de las cuales, en unmal desarrollo, se han convertido en sectas destructivas. No obstante, ya no sirvenlos estereotipos pasados. Los grupos sectarios han pasado de la doctrina religiosa ala venta de productos o a los cursos de formación para captar adeptos. Por otrolado, estos responden a un perfil de persona culta, de nivel adquisitivo medio-altopero que es vulnerable por una circunstancia sobrevenida como un divorcio o uncambio de ciudad

Isabel MªMartínez

Fotografía: Antonio Paz

ActualidadTRIBUNA EXPRESS2 ● 31 de ENERO/6 de FEBRERO de 2013

Page 2: 2 31 de ENERO/6 de FEBRERO de 2013 Grupos sectarios ...países. Así, el lugarteniente del líder de Defensores de Cristo (detenido el 25 de enero en México) es de Fuen-girola, vecina

Cleopatra.

Esto no nos debe llevar a engaño. La religión no es el

denominador común de las relaciones sectarias. Cuevas

explica que las hay de todo tipo, desde las comerciales,

hasta las que se dedican a fines formativos y humanitarios.

“Lo que buscan es llegar y satisfacer a priori los

intereses del individuo”, afirma. Por ello se puede

llegar a una relación sectaria destructiva a través de un

curso de yoga o de inglés, de manera que se entra de

forma saludable pero, tras cumplir las expectativas de

la persona y generar seguridad sin pedir

nada a cambio, se llega posteriormente a

la exigencia y a cobrar un precio por ello”.

EL PERFIL DEL LÍDER

Debemos apartarnos de los estereotipos

para entender lo que es una secta moderna. “El líder ya

no usa túnica, sino traje y corbata”, asevera Cuevas.

Aunque siguen existiendo personas que se rodean de

un halo que se acerca a lo friki, la normalización y mo-

dernización de los grupos sectarios ha pasado a la

empresa bien organizada con aspecto de absoluta

seriedad. Un nuevo perfil que facilita el acceso a un

tipo de adeptos más rentables para el grupo. De esta

manera hay una “progresiva sofisticación” del sectarismo

que usa para sus fines programas que los expertos

llaman de “segunda ge-

neración” con técnicas

pseudocientíficas que, a

veces, cuentan con la co-

laboración de académi-

cos reputados. Además,

aunque tienen una jerar-

quización muy marcada,

aparentemente se trata

de una estructura hori-

zontal o, en otro caso,

utilizan el deseo de llegar

a los altos niveles, como

anzuelo para enganchar

a la víctima.

El experto en sectas aña-

de que sus líderes son

personas a las no les

gusta el mundo donde

viven porque en él no

son nadie, así que crean

el suyo propio. “Fuera

del contexto de la secta,

son fracasados y se jus-

tifican en ello para ais-

larse y crear un mundo

nuevo”. Les suelen mo-

ver intereses económicos y de poder y

casi siempre tienen tendencias para-

noides y narcisistas. “Muchos de ellos

tienen un perfil psicopático en tanto

que despojan al individuo de su pro-

piedad humana y lo tratan como un

objeto, pero con carisma y mostrando

un falso afecto; como las frutas de

plástico que parecen más reales que

las que son de verdad”. A pesar de

ello, Cuevas deja claro que “distinguen

entre el bien y el mal y por lo tanto

pueden ser juzgados”.

Los líderes tienen unos rasgos carac-

terísticos. En primer lugar el paranoico.

“Son personas desconfiadas tanto de

los individuos como de la sociedad”,

explica. Por otro lado, son antisociales:

“demuestran una falta de empatía, no les importa in-

cumplir las normas y se asientan en el pensamiento

del todo vale”. También son narcisistas: “tienen un

gran ego” y una característica es que sus currículos

están sobredimensionados apartándose bastante de la

realidad. Según constata Cuevas, “algunos tienen bio-

grafías increíbles, se creen que son guías o maestros,

pero cuando compruebas los datos, la mayoría son

mentira”.

CÓMO SE LLEGA A CAER

En contra de lo que se suele pensar, la víctima tipo no

suele ser alguien introvertido o con poca cultura. Al

contrario, los grupos sectarios suelen buscar a personas

de nivel educativo y social medio-alto puesto que una

vez imbuidos en la organización, les aportarán mayores

recursos. “La formación no salva a nadie, de hecho, la

mayor parte de las víctimas tienen estudios superiores

y una inteligencia media alta”, describe José Miguel

Cuevas, quien advierte de que “no existe un perfil de

víctima como tal, sino más bien factores de riesgo si-

tuacionales y de vulnerabilidad personal”. Este psicólogo

también desmiente que el crecimiento de las sectas en

la Costa del Sol y en el resto del país en general esté

vinculado con la crisis.

Existen varios aspectos que hacen que un individuo

sea un objetivo. Aquellas personas que sean idealistas,

A pesar de que si-guen existiendo organizaciones des-tructivas de índolereligioso, el perfil delas sectas ha evolu-cionado con los tiem-pos incorporandootros intereses comoel comercial, forma-tivo, político oecológico

Lassectas eligen

víctimas de nivelcultural y adquisi-

tivo medio-alto

Loslíderes tienen

perfiles psicopáti-cos pero distinguen

el bien del mal

José Miguel Cuevas, profesor de la UMA en PsicologíaSocial y experto en sectas

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TRIBUNA EXPRESS 31 de ENERO/6 de FEBRERO de 2013 ● 3

Actualidad

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ingenuos o que persigan metas utópicas. Los jóvenes

también se encuentran en este grupo puesto que están

en plena construcción de su identidad y en una

búsqueda constante de afectos. Pero también los

adultos son susceptibles de caer en la trampa. “Una

ruptura con la pareja o un cambio de ciudad puede

provocar esa vulnerabilidad que aprovechan los grupos

sectarios destructivos”, advierte Cuevas.

No obstante, al igual que hay factores de riesgo,

también los hay protectores. Las personas escépticas,

con un punto de vista crítico y unas relaciones sociales

saludables tienen menos posibilidades de ser capta-

dos.

Sea como fuere, entrar es muy fácil, puesto que los

grupos sectarios responden a la satisfacción de unos

intereses personales. Así, aquellos que se sientan in-

clinados hacia labores humanitarias pueden toparse

con una asociación que en último término mantenga

relaciones abusivas con sus miembros. Tampoco los

partidos políticos se salvan y alguno que concurre a

los comicios autonómicos e incluso nacionales está

catalogado como sectario por sus prácticas poco orto-

doxas.

DAR SIN ESPERAR NADA A CAMBIO

En el momento de la captación, la organización invierte

muchos recursos en el futuro adepto. “Al principio, el

grupo da y da y no pide nada a cambio, hasta el punto

de que la persona se siente culpable por no poder

mostrar una contraprestación”, explica el experto en

relaciones abusivas, quien añade que “no hay un

tiempo establecido para ‘engancharse’, algunas tardan

un mes en comprometerse completa-

mente y otras un año”.

Este “estar en deuda” con el grupo

crea un fuerte vínculo que la organi-

zación empieza a aprovechar para pe-

dirles pequeños sacrificios que final-

mente terminarán por una entrega

personal y patrimonial a la causa.

Durante este proceso se produce una

manipulación y un lavado de cerebro

que lleva al individuo a un aislamiento

paulatino de su entorno y a la gene-

ración de una dependencia con el

grupo cada vez mayor que condiciona

completamente su vida. “La mayor

parte de las veces existe un ‘engaño

místico’, donde se amenaza con que

si la persona no hace algo determinado

algo malo pasará o si no ocurre algo

bueno es porque no se ha esforzado

lo suficiente, ambas fórmulas son im-

posibles de rebatir”.

Otro de los síntomas que Cuevas cuenta por la expe-

riencia que tiene con algunos de sus pacientes son los

“recuerdos inducidos o cambiantes”, que distorsionan

completamente la realidad y que suelen formar parte

de ese proceso de manipulación y aislamiento del en-

torno. Así, este experto en sectas recuerda el caso de

una chica que afirmaba que su padre y su tío la habían

violado, aunque era incapaz de concretar cómo, dónde

o cuándo.

Como en todas las relaciones abusivas, la víctima no

suele ser consciente de lo perniciosa que es la situación,

por ello, Cuevas anima a las familias a que pidan

ayuda cuando vean un severo cambio en el comporta-

miento de una persona y que ante todo, intenten

mantener el contacto con el adepto aunque negándose

a darle dinero o a cederle pertenencias.

No obstante, muchas de las víctimas vuelven a caer.

“En el grupo les advierten de que la gente no va a

comprenderles, que les hablarán mal de la organización”,

explica Cuevas, manifestando que así su cubren las

espaldas ante lo que puedan decir familia y amigos

cuando averigüen la malsana dependencia.

TÉCNICAS DE CONTROL MENTAL

Todas las personas que entran en una secta lo hacen

porque en un principio esta responde a sus expectativas

del tipo que sean. Normalmente las sesiones sean de

yoga, formación, iluminación personal o incluso co-

merciales, llevan al adepto a una reunión o “terapia”

donde se trabaja la sumisión.

Existen unos puntos en común en casi todas ellas:

hacer creer al adepto que ha sufrido algún trauma

infantil o sexual que tiene reprimido; la regresión al

momento del nacimiento, como vía efectiva para sanar

y crecer adecuadamente; llegar a un estado de catarsis

para “curarse”, especialmente a través de gritar, golpear

o insultar; en algunos grupos sectarios se alude a

poderes mágicos o místicos.

Los testimonios de cientos de exadeptos que han

logrado salir y de sus familiares unidos en plataformas

como Redune (Asociación para la Prevención de la

Manipulación Sectaria) o Aiiap (Asociación Iberoa-

mericana para la Investigación de los Abusos Psicoló-

gicos) dan una visión de este tipo de prácticas. Una de

ellas es la conexión con el animal interior donde el

maestro o terapeuta exhorta a los miembros a que se

comporten como animales, revolcándose por el suelo,

chocando, imitando comportamientos en la caza y el

apareamiento. Otra de estas técnicas es el renacimiento

donde se teatraliza un parto que supone el nacimiento

del adepto a una nueva vida. Igualmente se finge que

la persona va a su casa y dice a sus padres biológicos

que quiere ser independiente y que dejen de manipularle.

Todo esto es expuesto como técnicas de liberación del

espíritu.

VÍCTIMAS CONSENTIDAS Y LEGISLACIÓN VIGENTE

Precisamente por ello es muy difícil llevar ante los

tribunales a los líderes de una organización destructiva.

“Hay muchas denuncias”, declara el experto en sectas,

“pero también hay mucha gente que va a decir que

eso es mentira, que los va a proteger, incluso las

propias víctimas”. El problema radica en que no hay

una retención contra la voluntad de la persona y de-

mostrar los métodos coercitivos y la manipulación es

muy difícil. Además, las propias víctimas no son

vistas como tales porque permanecen en el seno del

grupo por decisión propia. Contra ello, Cuevas alega

que “las personas que padecen control mental y mani-

pulación no son víctimas voluntarias”. Por ello, la

mayoría de las veces, los líderes que caen en manos

de la justicia suelen ser los que desembocan en activi-

dades delictivas como drogas, proxenetismo o estafa.

“Hay una falta de jurisprudencia y de sensibilidad

social y legal respecto a las consecuencias de los

delitos cometidos en el seno de una secta”, denuncia

Cuevas.

El artículo 515.3 del Código Penal alude a las asocia-

ciones ilícitas, entendiendo por estas “las que, aun te-

niendo por objeto un fin lícito, empleen medios

violentos o de alteración o control de la personalidad

para su consecución”. Sin embargo, si las propias víc-

timas no son consciente de serlo, la consecución de

una condena se convierte en imposible.

TIPOS DE SECTAS

◙ Comerciales

Amway, 4life, Grupo Avancil...

Organizaciones multinivel pi-

ramidales. Presuntamente pro-

meten la riqueza en poco

tiempo con un sistema de venta

que aúna la captación y la cre-

encia en métodos, terapias y ar-

tículos pseudocientíficos.

◙ Yoguísticas

Dharma Tradición, Budas Fac-

tory, Brahma Kumaris... Basán-

dose en la práctica del yoga y

la tradición budista piden su-

puestamente a sus seguidores

donaciones de su patrimonio y

que trabajen para la agrupa-

ción.

◙ Místicas-religiosas

Defensores de Cristo, Centro

de la Luz Divina, Familia Crís-

tica Ibérica... Aúnan creencias

en el más allá con la adoración

a un líder como si fuera un

dios.

◙ Formativas

Algunos grupos de Nueva

Acrópolis y Nueva Era captan

a través de cursos.

Sara tiene miedo de decir su verdadero nombre, incluso de

que se haga público el grupo sectario al que hoy en día

todavía pertenece su hijo, John.

“Mi hijo pasó por una depresión y al poco de

salir de ella, conoció a una chica que era

budista”, recuerda Sara, añadiendo que

pensó que ello lo ayudaría a superar

sus problemas psicológicos. Fue

dicha chica, a la que llamaremos

Rafaela, quien lo introdujo en la or-

ganización. “Un 24 de diciembre John

me dice que lo han dejado porque así se

lo había dicho su maestro”. La madre

apenas le da importancia al comen-

tario, pensando que eran enfados

de novios. Casi al mismo tiempo, la familia compró otra vi-

vienda en la Costa del Sol, pero John cada vez estaba

menos en la casa y no ayudaba a su reparación y

mantenimiento “porque se iba al monte a

predicar”. A partir de ahí empezaron

las exigencias por parte de su hijo

para conseguir dinero. No lo pidió

directamente, sino que intentó con-

vencer a su madre para hacer ciertos

negocios vendiendo otra vivienda

familiar y creando sociedades, a lo

que la progenitora se negó. “Un día

hablé con su antigua novia, que había

conseguido salir. Yo casi no me podía creer lo que me

contaba. Me dijo que tenían separados a hombres y mujeres,

que ellas eran tratadas peor que a los animales; que no los

dejaban dormir...” Jonh había sido convertido en monje y

convencido de que con su nuevo estatus no podía mantener

relación con ninguna mujer. Asimismo, debía donar todo lo

que tuviera al grupo. La madre intentó hablar con él en

varias ocasiones sin éxito. Hoy en día lleva casi cinco años

sin verlo, solo sabe a través de conocidos que está, al

menos, bien de salud. Lo único que espera es que algún día

se percate de su equivocación. “Rafaela consiguió escapar

porque le pidieron que les cediera su piso y ella no quiso

por sus hijos. Ojalá que pase algo así, ruego todos los días

por ello y que John se dé cuenta. Pero también me da

miedo, porque entonces volverá a recaer en la depresión”.

“Perdí a mi hijo por una secta budista”

Fuente: Índice Redune 2011 de presuntos grupos con prácticas sectarias

TRIBUNA EXPRESS4 ● 31 de ENERO/6 de FEBRERO de 2013

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