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7 das antes del da Z Chris HardleEl da era oscuro acorde con lo que le iba a suceder. Su jefe Tom Marvle lo haba llamado a su despacho. Chris ya se haba mentalizado, haca semanas que no encontraba una buena noticia que documentar. Las noticias escaseaban ltimamente. En un mes haba escrito cinco noticias carentes de inters. Una mujer que haba cado de un quinto piso y se haba fracturado el dedo meique de la mano; un hombre que haba recorrido el mar del norte, helado, a nado; un mdico que haba operado mal las tetas de una mujer y hubo que operarla de nuevo, extirpndole una de ellas; y, la mejor de todas, un hombre que se haba quedado atascado en el vter de un avin. Todas noticias horrorosas sin ningn mrito. Haba intentado buscar una buena, incluso manipularla para hacerla de mayor relevancia, pero no tuvo valor. Y aquella maana lleg el momento de hacer frente a su mayor temor.

-Siento decirle que queda despedido, seor Hardle- Fue lo primero que dijo su jefe justo al entrar.

No era mal tipo y pareca como si quisiera liberarse rpidamente del gran peso del despido. Simplemente le dijo que cerrara la puerta y se sentara en la silla, y sin ms dilacin le dio el hachazo en la cara.

-Despedido? Pero...

-Lo siento chaval a m me duele ms que a ti, te lo aseguro.

-[Cmo que te duele ms a ti? Yo ser el que pase por la cola del paro, me llevar semanas, o incluso aos, pasando hambre si no consigo otro trabajo. Tendr que volver con el rabo entre las piernas a casa de mis padres. Seguro que es peor para ti?] Pero, seor, yo fui el que cubr el atraco al banco central, estuve dentro, me jugu la vida por mi trabajo; el secuestro del primer ministro y el asesinato de su mujer; joder, estuve a punto de caerme del helicptero cuando grabamos el tsunami en Beach plaza.- Le recordaba Chris.

-Lo s, lo s.- Asinti - Pero no has dado palo al agua en estas ltimas semanas.

-No puedes despedirme por lo hecho en unas semanas sabiendo lo que he hecho por esta empresa todos estos aos. Adems, sabe que lo he intentado. Me he esforzado.

-Y el resto de tus compaeros. Si no te despido a ti ser a uno de ellos y ambos sabemos que lo han hecho mejor que t.

-[Sam no, hijo de puta lameculos, no ha dado golpe en toda su carrera pero como le trae todas las maanas su taza de caf y unas bonitas palabras: buenos das, jefe; qu tal est hoy, jefe?; le veo muy bien, ha ido ltimamente al gimnasio, jefe?. Maldito bastardo]- Pens para sus adentros.

-As funciona esto.- Pareca que le haba ledo la mente y le estaba contestando y aunque saba que era imposible, una ligera incomodidad recorri su cuerpo- Es una carrera, da igual como empieces, si te quedas atrs, quedas eliminado y t has cado lesionado antes de llegar a meta.- Le explic.

-Jefe, le demostrar que no estoy lesionado, djeme una semana, le demostrar que an soy til, buscar la mejor noticia que haya habido.- suplic Chris.

-Lo siento chaval, pero esto no funciona as, la noticia puede aparecer hoy, maana o pasado, pero no sers t el que se encargue de ello. Quedas despedido.- dijo con nfasis para demostrar que l tena el poder.

-Pero seor...

-No quiero ms quejas! La decisin est hecha, no hay vuelta atrs, ah tienes el sobre con tu despido y una pequea parte del finiquito, el resto ser abonado al banco. Cuando veas lo generoso que he sido no estars tan molesto. S que es duro soportar un despido, pero te recuperars, an eres joven.- El seor Marvle le dedic una sonrisa a Chris.

-[Maldito cabrn, encima sonre]- Pens

-Vamos hombre, no ests as, ahora eres libre.

-[Encima querrs que te d las gracias] En ese caso, gracias [ No, si al final tambin soy como Sam, un pelota, me est echando y le doy las gracias ]-

-Joder, no me hagas esto an ms duro... Encontrars trabajo fcilmente, tienes un gran expediente y decir que trabajaste para nosotros te abrir muchas puertas.

-Mir la habitacin y se le escap una lgrima- Ir a recoger mis cosas. Ha sido un honor trabajar para usted [Pedazo de mamn desagradecido].- Le dio la mano y el hombre mayor que antes fue su jefe le dio un abrazo- Hasta otra seor Marvle.

-Ya no tienes por qu llamarme as, simplemente Tom.

-Nos vemos, Tom.- Sali de la sala con la cabeza gacha.

Escudri el sobre y descubri un fajo de billetes en el que habra unos 5000 en efectivo. [Tenas razn, no eras tacao. Te has comportado bien con lo respectivo al dinero].Recorri el gran pasillo pasando por todas las mesas de sus compaeros, los cuales no levantaron la mirada de sus asuntos. Cuando lleg a su mesa vaca sinti un pequeo toque en su espalda.

-Qu te ha dicho el gordo?- Era la voz de Ron, su ms leal compaero, se sentaba junto a l y siempre bromeaba con el tamao de la barriga del jefe as como de otros de sus defectos. Que si no ve a dos metros de distancia, que si tiene tantos pelos en la nariz que servira de alfombra para el edificio... Pero ese da se le notaba ms decado de lo normal. Saba que lo iban a despedir.

-Me ha echado- Respondi.

-Ser cabrn.- Su intento de fingir sorpresa no fue muy efectivo, pero Chris lo agradeci.

-Todos los insultos que se te puedan ocurrir, y ms, ya se me han pasado a m por la cabeza- Dijo mientras recoga las ltimas cosas de su mesa y quitaba su chaqueta de la silla.

-Bueno, esto hay que celebrarlo, te has librado del peludo, vamos esta noche a tomar unas birras? Me llevar alguna mujer para que te desfogues.

-No, djalo, esta noche me quedar en casa, no tengo fuerzas para nada.- Pronunci sus ltimas palabras mientras avanzaba al ascensor y apretaba el pulsador.

-Pero, to, tienes que alegrarte un poco.- Se oa mientras suba al ascensor- Bueno, te llamar!- Las puertas se cerraron y uno de sus excompaeros mand callar a Ron.

Cruz la puerta de cristal giratoria y se qued parado en la salida sin atreverse a dar un paso ms. Sac el paraguas, lo abri, avanz un par de metros, se gir y all se qued unos largos segundos contemplando el edificio en el que antes trabajaba. Los relmpagos y las luces que iluminaban el interior se reflejaban en las escasas gotas de lluvia que caan de los aires en un triste baile que haca juego con su corazn.Un rayo azul que navegaba por las oscuras nubes activ su cerebro, y, el sonido que le sigui, despert su cuerpo, que se encontraba sumido en un sueo intenso.El camino a casa pudo haber sido ms fcil si hubiera trado el coche, pero le gustaba caminar los das as. El sonido que hacan sus pasos sobre los charcos, el juego de luces en los cristales hmedos de los comercios y la resonancia que le daba a la ciudad la lluvia, le encantaba. Pero ese da todo le molestaba, y en su mente todo pareca tener un tono burln.Pareca haber recorrido un largo trecho cuando angustiado se volvi para contemplar su avance descubriendo que solo haba andado un par de metros. Fue demasiado para l y no pudo evitar que unas lgrimas le recorrieran la cara, solt el paraguas y dej que se le fundieran con la lluvia. Fue entonces cuando una rfaga de luz lo ceg y el sonido de un claxon le devolvi a la vida.A escasos metros de l una furgoneta redujo la marcha, baj la ventanilla y fren justo a su lado. Cuando se hubo parado se dio cuenta de que era del INF, la cadena para la que trabajaba.

-Vamos, sube Chris- Dijo una voz de mujer

-Sarah?

-Me he enterado de tu despido, lo siento mucho. Sube, te llevo a casa.

-Por qu paras? La boda del alcalde no va a esperar a nadie.- Se oy la voz de un hombre en la cabina trasera de la furgoneta.

-Sam?, que raro verte por la calle.- Respondi Chris al reconocer la voz del hombre.

-Hombre, Chris, cmo t por aqu? Ah, es verdad, ests despedido.

-Lo saba todo el mundo?- Pregunt ante el conocimiento de la noticia.

-En realidad solo lo saba yo pero no vi el motivo de ocultarlo- Contesto eufrico.

-Y ahora te encargas t de mi trabajo- Comprendi Chris.

-Solo hasta que encontremos un sustituto.

-Me despiden para contratar a otro?No tendrs tu nada que ver con el asunto?

Ri a carcajadas Si se lo hubiera pedido nunca habra aceptado, adems, buscan a un becario que cobre menos por el mismo trabajo. Estamos en crisis y t nos salas muy caro.

-Bueno, seoritas, hay prisas y para charlar estn las horas libres. Chris, vamos a pasar por tu casa, te podemos acercar, no es molestia.

-No es necesario, voy dando un paseo.

-Con esta lluvia? Vamos sube.

-De verdad, no hay problema- No hubo terminado cuando se desat la tempestad y no tuvo ms remedio que aceptar a regaadientes.

Nadie se atreva a romper el silencio. A pesar del odio mutuo que sentan Chris y Sam ninguno se dijo nada. Iba a ser un trayecto muy largo. Hasta que por fin Sarah emiti un carraspeo y habl.

-Tranquilo Chris, no se acaba el mundo por perder el empleo. Yo misma tuve que presentar en muchos lugares mi curriculum y todos se negaron a aceptar por falta de experiencia. Falta de experiencia..., cmo voy a tener experiencia sin trabajo?

-No, no importa, simplemente estoy algo decepcionado.

-Joder, Chris, no niego que antes fueras una pieza fundamental de la empresa pero de unos das para ac no hiciste nada, absolutamente nada, que te librara del despido.- Interrumpi Sam.

-Calla Sam.- Soltaron al unsono Sarah y Chris.

Pasaron junto a un recinto cerrado que era utilizado por Los Protectores. Se trataba de un grupo militar que se encargaba de cubrir las situaciones ms graves sin tener que recurrir a la ayuda del ejrcito. Normalmente no se requera la ayuda de ninguno de estos, simplemente acuda la polica, los cuales no iban armados ms que con una pequea pistola 20mm, una porra, bridas y un tser, ni siquiera utilizaban chaleco antibalas. Fue por ese motivo por el cual Chris se extra del trasiego interior y el movimiento de coches pero se tranquiliz pensando que solo se trataba de un entrenamiento. Pero de qu se preocupaba? l ya no era periodista, por lo tanto las idas y venidas de Los Protectores no le deberan interesar en absoluto. Este pensamiento le hizo entristecerse an ms si cabe.

-Lo que quera decir era que an soy joven, me queda toda la vida por delante y un simple despido no va a impedir que en un futuro todo vaya mejor. Me tomar un tiempo libre, ir a tomar algo con Ron y mis colegas, visitar algn pas extranjero y, quiz, me busque alguna novia -sonri forzadamente-, ahora soy libre.- Se limit a repetir palabras ya odas como un papagayo.

-En ese caso deberamos quedar algn da, ya que eres libre y tendrs tiempo libre.- Lo mir de reojo mientras conduca- Maana libro, qu tal si quedamos esta noche ya que no tienes nada que hacer.

-No me jodas, ests intentando ligar con Chris?.- Sam emiti un sonido con la garganta en seal de repugna.

-Sam, por dios, cllate de una vez!.- Exclam Sarah.

-S, claro, sera un placer quedar contigo.

Justo en ese instante olvid, en parte, todo lo acontecido ese da y se alegr un poco. Se asom a la ventanilla y haba dejado de llover. El da haba cambiado completamente y empezaba a clarear, al igual que l mismo. Pero fue en ese momento cuando un coche de la polica apareci en el horizonte, con sus luces azules encendidas, a toda velocidad como los relmpagos azules que surcaron los cielos escasos minutos antes.

-Qu noticia os toc cubrir?-Pregunt Chris.

-La boda del alcalde -Respondi Sarah- por qu?

-Antes pareca que los Protectores se prepararan para algo y ahora la polica sale a toda pastilla en direccin opuesta a nosotros. Dejando aparte que no se necesita la ayuda de Los Protectores en una boda, se habran equivocado de direccin los policas?

-Es evidente que no.-Afirm Sam- Qu intentas decir?

-Que la verdadera noticia est en esa direccin.- Indic con el pulgar hacia el coche de polica que se alejaba tras ellos.

-Nos toc emitir la boda del alcalde no otra noticia, adems, tu ya no eres periodista no deberas interesarte por estos asuntos.- Sam segua hablando en un tono que rozaba la burla.

-Si difundiramos una noticia antes que el resto de emisoras la boda del alcalde quedara eclipsada, recuperara mi puesto y a vosotros os subiran el sueldo.- Dijo con tono ms animado.

-No, t vas a tu casa y nosotros a la boda. No nos metas en problemas.- Contest Sarah a su propuesta.

-Estamos hablando de un aumento de sueldo, Sarah.- Recapacit Sam.

-T y el dinero.

Al observar la indecisin de Sarah, Chris se encarg de decidir por ella antes de que cambiara de opinin, se lanz al volante y dio un giro en redondo. Sam grit, los coches esquivaron a la furgoneta mientras hacan sonar las bocinas y Sarah le dio un puetazo a Chris una vez hubieron dado la vuelta.

-Podras habernos matado.- Dijo Sarah.

-Sigue al coche.

Las luces casi se haban perdido de vista pero fueron acelerando y consiguieron llevar el ritmo hasta llegar al centro comercial de la ciudad. All el coche fren junto al cordn policial donde otro grupo de policas y Protectores esperaban rdenes que provenan de la radio. El lugar estaba muy concurrido. Muchas personas se haban aglomerado en el permetro y empezaban a darse codazos y empujones por ver qu suceda. Los policas amenazaban con responder con violencia si se traspasaba la zona.

-Bueno, menos mirar y ms actuar.- Exigi Sam.

Bajaron todas los aparatos y cmaras del camin y se dispusieron a emitir. Sarah cargaba con la cmara y era Sam el que se encargaba de informar.

-Chris quedas fuera.- Dijo Sam.

-Qu dices? He sido yo el que os ha trado. Me lo debis.

-Recuerdas que te despidieron?.

-S, Chris, mantente al margen. Si todo sale bien hablaremos bien de ti al jefe. Te lo debemos.- Intent consolarlo la muchacha.

Sam mir de reojo a Sarah en seal de oposicin. Chris tuvo que aceptar la propuesta, despus de todo no debera estar all. Haba sido despedido y an as se encontraba en primera fila.

-Empezamos en 3, 2...- No dijo ms, sino que seal con los dedos lo que quedaba de cuenta atrs.

-Hola, buenos das, Soy Sam Jamieson de la INF. Estamos en el centro de la ciudad, en los centros comerciales Sun Coast...

Segn les haba comentado un ciudadano que viva en la residencia frente al centro comercial haba tenido lugar una pequea explosin. Pensaron que se trataba de un joven con un petardo en un contenedor pero al asomarse observaron que el humo provena del comercio. Ms tarde llegaron los Protectores y la polica, acordonaron la zona y no dejaron entrar a nadie, incluso ellos se alejaron.

-Segn nos han informado los agentes de la ley, se trata de una fuga de gas de uno de los conductos de ventilacin y automticamente, por un fallo electrnico, las puertas han quedado bloqueadas y no se puede entrar ni salir...- Continuaba el informador.

Los bomberos llegaron poco despus de los agentes pero debido a un cortocircuito no pudieron entrar en el lugar. Pero Chris sospechaba que ocultaban algo, puesto que las puertas eran de cristal y podan romperse con bastante facilidad, por lo que decidi acercarse a inspeccionar.

-Aseguraos que nadie entra ni sale del centro comercial, es de vital importancia que nadie entre ni salga. Me ha entendido Agente Tormenta de arena?

-Alto y claro, seor. Nadie entra ni sale.

Es lo nico que pudo or Chris antes de que se cortara la comunicacin y lo alejaran a la fuerza.

Nada suceda pero ninguno de los Protectores, la polica ni los bomberos movi ni un msculo, pareca que nada iba a suceder.

-Maldito, nos dijiste que iba a haber una gran noticia!- Exclam Sam furioso.

-No tena conocimiento de la noticia.- Fue su nica defensa.

-Tranquilos, no pasa nada.- Intent calmarlos Sarah.

-De tranquilo nada. Es una puta fuga de gas!

-O que no podan dejar entrar ni salir a nadie, debe ser algo importante no una simple fuga.-Dijo Chris.

-Joder Chris, nos van a echar, como a ti. Estars contento!

-Pues s.- Estaba de los nervios y contest lo primero que se le ocurri para enfadarlo.

Sam se acerc an ms y le propin un derechazo en la cara. l respondi con un puetazo en el estmago. Se agarraron del cuello y empezaron a forcejear, con los gritos de la multitud de fondo, los agentes y la propia Sarah pidiendo que pararan. Pareca que todo iba a acabar mal para uno de ellos cuando una voz son y todos se giraron.

-Alguien sale!.- Grit una mujer que contemplaba lo sucedido.

Todos los agentes se giraron y sacaron sus armas.

-No te muevas de ah!- Grit uno.

-No abras las puertas!- Se oy decir a otro.

-Quieto o disparo!- Exclam otro.

El hombre de la puerta se fren y levant las manos. Empez a hablar pero no se oa nada en absoluto debido al gento y las puertas de vidrio.Unos hombres salieron de uno de los camiones vestidos con trajes antivirales y se acercaron a las puertas, colocaron plsticos y, por fn, tras media hora se atrevieron a entrar. Le dejaron una radio al hombre y uno se qued con l, el resto entraron en el edificio, en busca de ms supervivientes.Se empez a or la voz del hombre a travs de la radio pero haba mucha interferencia. Hicieron girar la pequea rueda buscando la mejor frecuencia hasta que se oy perfectamente.

-Probando, se me oye?- Dijo el hombre a travs de la radio.

-Le recibimos bien, seor- Respondi el agente Tormenta de arena que deba ser el jefe.

-Me llamo Eugene y soy virlogo.- Chris se tema lo peor- Esto no es una fuga de gas como ya sabris.

-S, seor. Sabemos que han liberado un virus por los conductos de ventilacin.- contest Tormenta de arena.

-Nuestros lderes tan santos como parecen han estado manipulando virus mortferos para hacerlos an peores. Pero nada se asemeja a la fuerza de manipulacin de la naturaleza. El virus que acabamos de liberar fue encontrado en los restos de una civilizacin antigua que tuvo un final parecido a la Atlntida, Sodoma o Gomorra. Desaparecieron en escasas semanas. Esto es una muestra de lo que es capaz la Madre Tierra. Cuando veis el poder destructor de esta nueva arma, y lo llamo arma porque ese iba a ser su destino, comprenderis cul es el motivo de que yo haya puesto en juego mi propia vida.En un principio se propuso utilizarlo para curar cientos de heridas, con fines medicinales, pero era casi imposible de manipular y acababa teniendo fines desastrosos, contrarios a lo que se quera conseguir. Por ello se pens utilizar como arma, a lo que yo me negu.- Se notaba cierto temblor y terror en el habla y se transmita a los presentes. Tan pronto como Tormenta de Arena se dio cuenta del peligro de la conversacin redujo el volumen de la radio, pero Chris, Sam y Sarah guardaron silencio y se acercaron an ms Lo que vis a presenciar es simplemente una muestra del poder devastador de este virus. Es ms manejable cuando se mantiene en lugares cerrados y no causar demasiados daos, si sabis controlarlo y, creedme, lo sabris. Seguro que los altos cargos se han enterado ya de que falta una muestra del virus y han enviado hombres a seguirme. Las puertas han sido bloqueadas para que nadie salga y el virus no se disperse. Ya no es infeccioso por va area, pero por otros medios s lo es, Coff.- Tosi- Ya empieza. Hoy me tocar morir a cambio de daros una leccin, espero que funcione.- Vomit sangre. El agente que estaba a su lado estaba muerto de miedo, deba ser muy joven- No imaginaba que el acelerador metablico fuera tan eficaz.

De repente cay de bruces y la radio dej de funcionar. El joven intent reanimarle de mil formas sin entrar en contacto fsico con l pero no funcion. El resto de hombres volvieron sin supervivientes y se llevaron al joven casi a la fuerza. Se lavaron y se quitaron los trajes. Uno de los hombres gritaba, tena una herida en el brazo.Sarah estaba horrorizada y Sam no poda pestaear sin que un escalofro le recorriera la espalda.

-Qu le ha ocurrido?- pregunt Tormenta de arena refirindose al hombre herido.

-No lo sabemos, se separ del grupo y no supimos nada de l hasta ms tarde.

-Deberais llevarlo a la enfermera, que le miren esa herida.- Orden.

-S, seor.

-Corriente Marina- Hizo llamar el lder- Qu ha sucedido con las personas?

-No lo sabemos, todos estaban muertos. No tenan heridas de bala ni de ningn tipo.- Respondi el hombre.

El joven que llevaron a rastras segua bloqueado mirando al paciente que perdi.

-Encargaos de Lluvia Gris. Ha sido un duro golpe, su primera misin y encontrarse con esto...

-S, seor.- Se acerc al muchacho- Vamos chaval, ese no merece tu afliccin, ha matado a todas esas personas.

Chris apremi a Sam para que lo contara todo, se haba quedado completamente bloqueado, pero, a pesar de todo, la cmara de Sarah continu grabndolo todo desde su pelea hasta el momento. Tenan la obligacin de grabar todo lo que sucediera y si tenan que ir a orinar que lo hicieran con la cmara conectada. Todo deba estar documentado. Por ello era la cadena de noticias ms vista.

-Crudas imgenes las que estamos presenciando...-coment Sam tras una pausa para respirar y asimilarlo.

En ese instante un movimiento en una de las rejillas de ventilacin llam la atencin de Chris. Por uno de los conductos se vio asomar una cabeza sin que el resto de pblico lo percibiera, ni siquiera los agentes.

-Eh, Sam.-Interrumpi Chris.

-Joder, Chris, estaba informando.

-Entonces da gracias a que no es un verdadero directo y manipulan las imgenes en la cadena antes de emitirlas.

-Qu quieres, maldita sea? Si quieres que me disculpe ests ms loco de lo que crea.

La cabeza se convirti en un cuerpo completo. Se trataba de un nio de unos diez aos que haba sobrevivido e intentaba escapar por los conductos de ventilacin.

-Calla y mira.- Le indic en direccin al pequeo sin que nadie lo viera.

-Joder, es un nio.- Se impresion por lo que suceda- Sarah, graba eso.

El nio salt del agujero, cay, rod y sali corriendo hacia las afueras de la ciudad sin ser visto menos por ellos tres.

-Tenemos que seguirlo.- Dijo Chris.

-Ests ms loco de lo que crea, definitivamente. Podra estar infectado.-Respondi Chris a su propuesta.

-Pero es nuestra noticia, la que nos dar la fama y el dinero. Se nos est escapando.- Record la conversacin con su jefe- Esto es una carrera, Sam, la meta se aleja y no pienso caerme y no llegar nunca a ella.

Le arranc el micrfono de las manos y sali corriendo. Cuando se gir vio que Sarah no lo segua.

-Vamos, por favor, es mi ltima oportunidad.

Sarah cerr los ojos y con un gran esfuerzo lo sigui.

Cruzaron carreteras, parcelas de casas privadas, calles cuesta arriba y cuesta abajo. Chris se choc con un muchacho que andaba por la calle y sin pedirle disculpas continu con su carrera, el muchacho les grit, cuando se dio cuenta de quin se trataba grit su nombre y maldijo. Pero eso no hizo disminuir la velocidad a Chris. Corri y estuvo a punto de embestir a una anciana. Corri y corri tanto que cuando se percat, Sarah ya no lo segua. Sali de la ciudad tras el pequeo, entr en un bosque y grit.

-Alto chaval, no vengo a hacerte dao.

El muchacho fren justo al borde de un pequeo precipicio que daba al ro.

-Esos hombres mataron a mis padres.-Solloz.

-Pero yo no soy esos hombres. Necesito que vengas conmigo y me cuentes que ha sucedido.- El pequeo dio un paso atrs y uno de los piececitos se le qued colgando en el vaco.

-Vienes a hacerme dao como ellos. Dijeron que tenan la cura al gas que sala de la ventilacin pero cuando le pusieron la inyeccin a mis padres, se pusieron peor, hasta que murieron.- Se limpiaba las lgrimas con los puos.

-A ti te la pusieron?.- Pregunt Chris.

-No, yo estaba escondido detrs de unas cajas. La gente gritaba y se pegaba cuando los hombres hablaron por la megafona.

-[El acelerador metablico iba en las jeringas, l podra estar infectado pero no presentar an sntomas] Vamos, pequeo, ven conmigo, tenemos que ir al mdico.

-No! No quiero agujas!- Chill.

-Entonces sin agujas, pero ven.-Empez a avanzar poco a poco.

Pero James debi dar un paso en falso, se resbal y el muchacho se asust y se desliz ladera abajo. Chris se levant rpidamente y se asom al barranco.

-Ayuda!- Gritaba el pequeo.

Haba quedado enganchado a una rama por el pie. Chris busc algo a lo que agarrarse para bajar pero no lo encontr.

-Espera, que voy a por ayuda.- Dijo tras mucho buscar.

No saba qu hacer, si hubiera hecho caso a lo que le dijo Sam, no habra ocurrido nada. O si hubiera ido ms despacio y Sarah lo hubiera seguido quiz habra sabido qu hacer. Pero no era as y deba arreglarlo como fuera.

-Aguanta un poco.

-No, no te vayas. No me dejes, no me dejes como mis padres.

Si ya le era de por s difcil, ahora lo era an ms. Cuando se iba a dar por vencido se oy el sonido de las hojas secas siendo pisadas. Se gir y vio una figura acercarse con algo en las manos.

-Oh, menos mal, Sarah, ve y pide ayuda, por dios.- Suplic.

-Sarah? Perdone, usted se equivoca.- Era la voz de un hombre.

Cuando se encontr lo suficientemente cerca se dio cuenta de que era un hombre alto, vestido con pantalones vaqueros algo gastados y una camiseta oscura. Era muy fuerte y tena el pelo encanecido. Lo que llevaba en las manos era un gran hacha.

-Soy el guardabosques, joven. Y est en propiedad privada.- Se fij en la cara- Oh, usted es el seor de la tele, el tal Hardle, cuando se entere mi mujer... Qu hace aqu?

-Vaya por ayuda, un nio ha cado por el barranco y no alcanzo.

-Por dios, ir a mi caseta est a unos metros, ser un segundo, coger la radio y llamar a alguien. No se mueva.

El hombre mayor se alej. Y Chris volvi con el joven.

-Eh, chaval, has odo?, vienen a por ayuda.- El nio no contest- Eh, pequeo. Mierda!El nio haba quedado inconsciente por el miedo o por alguna herida y el pie se estaba empezando a soltar.

-No, no, no me hagas esto.

Chris se arm de valor y baj como pudo la pequea ladera empinada. Se resbal un par de veces pero consigui agarrarse.Cuando lleg al muchacho an se encontraba agarrado. Lo solt y se lo ech en brazos. Lo cogi por las axilas de frente a su cara para comprobar que an respiraba. Pero al hacerlo su cabeza se desliz hacia atrs. [Oh, dios, se ha partido el cuello]. Chris estaba completamente horrorizado pero no se atrevi a soltarlo dado que haba hablado escasos minutos antes, o haba sido su imaginacin, ahora dudaba.Iba a dejarlo caer cuando, por fin, el nio se movi.

-Tranquilo, tranquilo, no te muevas.- Consigui decir.

Saba que poda quedarse tetraplgico pero era mejor que la muerte. La cabeza se desliz hacia delante y dej ver una cara plida, muerta, con los ojos desviados mirando hacia ninguna parte. El pequeo emiti un gemido que hizo temblar a Chris, lo lanz lo ms lejos que pudo como si se tratara de un baln y el cuerpo cay al agua, corriente abajo.Se dispuso a subir an con los ojos turbios por las lgrimas, dio un paso, se resbal y cay ladera abajo hasta que sinti la humedad y frialdad del agua. [El nio ha muerto por mi culpa, es justo que muera ahora yo por l]Pero no fue as.Al cabo de unos segundos intent levantarse pero el dolor le hizo caer. Como le result imposible simplemente se qued miraba hacia lo alto del precipicio, desde abajo pareca ms alto. Vea el cielo, azul, ahora despejado. Senta la corriente empujarlo, el fango en la cara, la arena en los ojos y la sangre en la boca, los peces mordisqueando sus heridas y el susurro del viento que le recordaba a las burlas de Sam. Entonces mir de nuevo hacia arriba y vio a Sarah con sus ojos aterrados fijos en l. Iba a decirle que no tuviera miedo que no pasaba nada pero sus labios no respondan. Justo detrs apareci el guardabosques.Pareci pasar horas hasta que apareci un sanitario y un agente que con una cuerda bajo hasta l. Hasta que lleg el rescate slo pudo or la voz de Sarah que le deca que continuara con ella. Sobre l surcaron los aires dos cazas supersnicos, sonaban igual que los truenos de la tormenta, seguido de una explosin, una columna de humo llen el aire de hedor a muerte. Cuando el hombre lo sujet con las cuerdas para subirlo sinti tal dolor que todo se le nubl, se volvi oscuro como el humo y dej de ver y de or, quiz el olor a muerte era el suyo propio. Pero lo nico que poda pensar era que el seor Marvle tena razn, su carrera haba terminado, se haba lesionado antes de llegar a la meta.