1. GUIA DE LECTURA SOBRE LOS ESCRITOS PEDAGOGICOS DE DON BOSCO

DELIA PAOLA CUELLAR GARCIA

La Pedagogía Salesiana, se basa en los tres pilares fundamentales del

Sistema Preventivo de San Juan Bosco, razón, religión y amor, los cuales

encierran los principios elementales para hacer crecer a las personas

mediante propuestas que encaminan todas sus actividades en

experiencias positivas para prevenir las negativas o deformantes. Donde

la confianza, simpatía, espontaneidad y libertad dentro de un ambiente

familiar, es fortalecida por la asistencia y presencia de educadores y

animadores con el “carisma salesiano”, por medio del diálogo y la

alegría. Y este Sistema Preventivo tiene su origen en el sueño de San

Juan Bosco a sus nueve años, donde se le revela que no con golpes sino

con caridad y mansedumbre habrá de ganarse los corazones de los

jóvenes.

Se nos exponen cuatro razones del valor del Sistema Preventivo:

1. Al conocer las razones, es decir, conoce de antemano las reglas ya

que fueron dadas a conocer de manera amistosa y justificada, los

jóvenes entenderán el motivo del castigo y lo aceptarán sin

protesta, en caso de cometer una falta.

2. Es importante la constante advertencia, la voz amiga que

acompaña siempre para evitar la falta ante el olvido.

3. En el sistema represivo el castigo genera rencor y hasta venganza,

en el Sistema Preventivo es más una enseñanza para la vida.

4. Se conquista el corazón del joven, y a partir de esta victoria

acompañarle, guiarle, corregirle, aconsejarle para que se convierta

en un buen cristiano y honrado ciudadano.

La aplicación del Sistema Preventivo fundamentado en la Razón, la

Religión y el Amor. Es un llamado a las fuerzas interiores. En nuestra

acción educativa, recurrimos a las fuerzas interiores más profundas,

vivas y personales que el joven lleva dentro: la razón, el afecto y el

deseo de Dios. Don Bosco lo sintetiza en el trinomio: Razón, Religión y

amor. h) Presencia y asistencia educativa. Los rasgos precedentes,

característicos de Don Bosco se hacen realidad en la presencia-

convivencia de los educadores entre los jóvenes, participando de sus

vidas, animando sus iniciativas que elevan la autoestima y el

crecimiento seguro de su madurez humana, y al mismo tiempo

“previenen” las experiencias negativas brindándole una mirada de fe

sobre la vida.(estar con ellos).

Sintetizando las sugerencias del libro para la aplicación de este sistema

rescato lo siguiente:

1. Todos consagrados a su aplicación, dejar de lado lo que estorbe en

la búsqueda de este objetivo.

2. Los jóvenes y niños nunca deben estar solos ni desocupados,

nuestra presencia debe ser cercana y activa.

3. Que se sientan libres para SER, mediante el deporte y la cultura.

4. Que siempre existan espacios y tiempos para la confesión, la

comunión y modelos a seguir para la belleza sublime de la

santidad.

5. Siempre estar atentos a que nada ni nadie los desvie del camino

santo.

6. Siempre iniciar y cerrar con unas “palabritas” de amor y alegría

que celebren la vida y su espiritualidad.

7. Promover la comunión temprana.

8. Proponer espacios y tiempos para la comunión constante.

El sistema educativo que Don Bosco nos dejó está estrechamente unido

a su persona, a su forma de actuar y de responder a los retos que le

plantearon sus tiempos. Don Bosco no nos ha dejado una teoría

educativa plasmada en unos escritos o instituciones ya hechas, sino un

estilo de actuar, una historia personal. Su originalidad, por tanto, hay

que buscarla en la praxis y en el quehacer diario. No se trata, pues, de

entender un sistema de ideas, sino de entrar en contacto con una

vocación pedagógica, con una experiencia vital y de fe.

Los educadores según la visión de Don Bosco debe ser:

Entregado plenamente a su labor, siempre consagrado al bien de sus

niños y jóvenes, en especial a aquellos más necesitados; es un promotor

eterno de la razón, la religión y el amor. Debemos ganarnos su respeto,

crear vínculos tan profundos como si fueramos una familia, que confíen

en nosotros y ser también su consuelo en tiempos difíciles. Hacernos

amar antes que temer, alabar actitudes positivas y no reprimir con

coraje las accione negativas. La palabra al oído será nuestra gran arma

de amor y bondad, y dejar claro desde un principio nuestras “reglas del

juego” educativo. Guiarlos en su búsqueda de sentido ante la vida, con

amor y con alegría.

El estudio y preparación profesional, el deber y responsabilidad, la

buena educación, el trabajo y la profesionalidad, la moderación y la

sociabilidad son expresiones de la razón, o dimensión cultural del

proyecto, inspirada por la fe que aporta las motivaciones profundas y los

valores fundamentales.

La cercanía grata y compartida, el afecto demostrado sensiblemente a

través de gestos comprensibles, la confianza y la relación educativa

positiva, concretan el principio metodológico de la amabilidad, que es la

traducción pedagógica de la caridad cristiana que acompaña, anima y

sostiene la realización de lo anterior.

Mi presencia entre los muchachos de mi obra salesiana siempre ha sido

de cercanía, siempre tengo para ellos una sonrisa, una palabra amable

que toque sus corazones y trato ante todo de nunca enojarme, de

llamerles la atención con amabilidad.

Vivo cada día el sistema preventivo siendo puntual en mis espacios

educativos, con mi presencia en los recreos, atendiendo a mis alumnos a

la salida y estando atenta ante los signos de tristeza, lejanía, distracción

que muestran.

La pedagogía de la bondad ha sido para mi una enseñanza de vida, que

no solo aplico con mis alumnos, sino con toda la gente que me rodea y

con la que convivo, intento siempre estar contenta y transmitir esa

alegría siendo amable, teniendo caridad por todos, comprendiendo

desde el corazón sus acciones, tratando de ponerme siempre en los

zapatos del otro y promoviendo en mis clases el amor y el servicio al

otro.

MI ORACIÓN

DIOS BENDITO PERMITEME CADA DIA SER INSTRUMENTO DE TU PAZ Y DE TU AMOR,

SEMBRAR EN MIS ALUMNOS LA SEMILLA DE LA ALEGRÍA, LA PASIÓN POR LA VIDA, EL

DESEO DE SER BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS. GRACIAS POR SER MI

LUZ, POR INSPIRARME CADA DÍA, POR SER MI FUERZA ANTE LOS CAMINOS OSCUROS.

GRACIAS POR EL BIENESTAR QUE ME OTORGAS, POR LA PAZ DE MI ESPIRITU Y POR SER

GUIA DE MIS PALABRAS ANTE EL DOLOR DE MIS ALUMNOS. Y GRACIAS POR PONERME EN

SUS CAMINOS, PORQUE DE ELLOS TAMBIEN APRENDO.