1995 - 2005 · ciada por amigas solidarias (2004) - construcción de 3 casas en abancay, en...

10 años de historia

1995 - 2005

10 años de historia 1995-20052

Para Santi

EDITORIAL

10 años de historia 1995-2005 3

Diez años de historias…me resulta muy difícil

resumir tantos recuerdos. He pasado algún tiempo

revisando fotos, boletines de Voz Solidaria,

memorias de actividades…y me ha faltado Santi

para hacerme ver que esta revista iba a salir bien,

que no lo dudara. Empezamos a hablar de ella allá

en Septiembre de 2005, sabiendo que no nos

quedaba mucho tiempo para prepararla, pues

queríamos tenerla en Noviembre. Santi hizo un

esquema, al que he tratado de ser fiel, pero al

mismo tiempo esta revista se convierte en un

homenaje a él. Queremos recordaros algunos de

los proyectos realizados y sobre todo, queremos

haceros llegar un trocito de Perú a través de los

textos redactados por voluntarios y colaboradores.

Quiero agradecer a todos ellos que dedicaran su

tiempo a escribir algo, sabiendo el esfuerzo que

supone para la gran mayoría. Quizás esta revista

tendría otra cara si la hiciera un profesional o la

llevásemos a una imprenta, pero ya sabéis que

nuestros recursos son limitados y tratamos de

ahorrar al máximo. De todas formas supongo que

nos servirá como recordatorio, de cómo un simple

viaje se transformo en una puerta a la esperanza

para cientos de beneficiarios de los proyectos.

Quien sabe, es probable que nos reencontremos

dentro de otros diez años. Te he echado de menos

AMIGO para hacer esta revista.

Es por ti y para ti, SANTI.

El padre de una fábrica de sueños

El padre Santi.

Fragmento del libro de visitas de la casa de Inti en Lima.

VOLUNTARIOS


Santiago Castro Lucini

Mara Rodriguez Hermida

Maria del Carmen Rial Gonzalez

Maria del Pilar Varela Tabares

Eduardo Castro Martin

Maria del Carmen Castro Martin

Maria Loreto Castro Martinez

Cristina Abalde Martinez

Maria Gimenez Fernandez

Amparo Rodriguez Miguez

Año de creacion: 1995N.i.f. g 36802221Numero nacional: 160975Nº xunta de Galicia: SGPA 802-A8 ONGD52Nº agencia peruana de cooperacion: 005-2004/APCISede principal: iglesia 11, a vilaza (Gondomar)Direccion: apartado 40 36380 Gondomar (Pontevedra) Españ[email protected]: www.onginti.comNumero de cuenta: Caixanova 2080 0035 11 0000189537Numero de socios: 307 (febrero de 2006)Numero de voluntarios: 25Objetivos generales:- Desarrollo integral de las familias beneficiarias, abarcando las áreas económica, social, sanitaria, educacio-nal y formativa, centrándose de manera especial en la promoción de la mujer.- Promoción y formación de grupos de voluntarios/as no remunerados que aporten su trabajo y sus conoci-mientos para contribuir al cambio social y en el ámbito de la cooperación al desarrollo.- Promoción de campañas sociales dirigidas a sensibilizar a la población ante las desigualdades e injusticiasentre los países del Norte y del Sur, fomentando valores de justicia y solidariedad.

Socios Fundadores

Datos de la ONG Inti

VOLUNTARIOS


En el verano de 1995 diez personas vinculadas alClub Xuventude Gondomar viajaron al Perú paraconocer la realidad del país. Tras esta experiencia, enNoviembre del mismo año se constituye la ONGINTI. Su nombre quechua INTI (sol) trata de repre-sentar el sol de la fraternidad, justicia y solidaridadque queremos hacer llegar a los más necesitados.Nace bajo el lema también en quechua: ccospan-chiscca chaskinchicmi, que significa compartir esrecibir.

Al viaje de los fundadores le siguió la aventura detrece jóvenes en el verano de 1996. Tras colaborarpuntualmente en comedores infantiles, asilos yparroquias del Perú, regresaron decididos a impulsarINTI con la creación de proyectos propios. Su labory constancia no se vio recompensada hasta 1997,cuando al adquirir una casa en Lima, ayudados por elObispado de Tuy – Vigo, pudieron por fin comenzara dar solidez a todas las ideas que venían soñando.Así nace el programa Amigo Solidario que continuahasta la actualidad y se crea el centro de salud “Tópi-co INTI”. La vida de aquellos jóvenes ha cambiadomucho, seguro. Y también INTI. Juntos han idoevolucionando, y ya quedan pocos de aquellos volun-tarios que pasaban sus tardes de domingo ideandoproyectos, planificando el siguiente viaje y disfrutan-do de la hospitalidad de Santi. En el fondo, todossiguen estando ahí, porque cada voluntario ha escri-to un capítulo de esta ong, quizás esta sea una desus peculiaridades, INTI sigue creciendo, y son losvoluntarios nuevos los que lo hacen posible, los quehacen que perdure en el tiempo. Han sido 50 losvoluntarios desplazados a Perú, pero otros muchoscolaboran activamente en España, si bien es ciertoque el Perú te pasa por dentro, y marca un antes yun después de tu experiencia como voluntario. Aque-lla casa ubicada en el distrito de San Miguel en Limapronto se quedó pequeña: los servicios médicos, lascharlas formativas, los talleres ocupacionales, elapoyo escolar, etc. Y hubo que ampliarla con untercer piso, que todavía está en construcción porfalta de presupuesto. También nos aventuramos conproyectos en la sierra, y hasta Ayacucho y Abancayllegó Amigo Solidario. Y aceptamos nuevos retos:ejecutar proyectos propios de construcción de infra-estructuras (letrinas en Laguna Alta y casas en Aban-cay). Y quizás, también, nuestro Amigo Solidariopueda llegar a la selva, donde ya empezamos a cola-borar con aportaciones económicas puntuales, ropa

y juguetes. Aquí en España contamos con un núme-ro aproximado de 25 voluntarios en activo, siendo ungrupo muy heterogéneo, tanto en las edades comoen las profesiones. Pero además, contamos conmuchos colaboradores que hacen posible el envío delos contenedores, que contribuyen económicamentecon donativos anónimos o participando en las cenasbenéficas. La primera cena benéfica se celebró enMayo de 1997 y contó con la participación de 100comensales; dos años más tarde ya éramos 250.Ellos, también forman parte de la historia de INTI.

Tras diez años de trabajo seguimos consolidándo-nos como una pequeña ONG que presenta un traba-jo coherente y transparente. Quizás ese “complejode ong pequeña” no nos permita a veces poderaventurarnos en grandes proyectos y desde luegoque nos vemos limitados en tiempo al trabajar conpersonal voluntario y no asalariado. Pero no debe-mos olvidar que los verdaderos protagonistas deldesarrollo son los propios beneficiarios y es graciasa ellos y con el empuje de los voluntarios que vanconsiguiendo grandes logros en sus vidas.

El noviembre de 2005 cumplimos diez años y hansido muchas las personas y entidades que nos hanayudado a crecer. Gracias a los voluntarios, sus fami-liares y amigos, gracias a los Amigos Solidarios,gracias a todos los socios y colaboradores en Espa-ña y Perú, al Ayuntamiento de Gondomar y Vigo, a laDiputación de Pontevedra, al Fondo Galego deCooperación, a la Coordinadora Galega de ONGs ya todos los anónimos que han compartido en estosaños con INTI su camino. Un agradecimiento espe-cial a Santiago Castro Lucini, miembro fundador yprincipal impulsor de la ong, fallecido el 9 de octubrede 2005. El, lo hizo posible.

INTI es una ONG de ámbito nacional, quetrabaja en cooperación internacional para eldesarrollo en Perú a través de voluntariado.Defendemos un modelo de desarrollo basado enla defensa de los derechos humanos, en la parti-cipación directa de los beneficiarios, que cues-tione las condiciones sociales, económicas ypolíticas que producen la desigualdad entre lospaíses del Norte y del Sur, donde la cooperaciónexterior constituya un estímulo al desarrollo, peronunca una forma más de dependencia. Desarro-llo de manera integral y sostenible, respetando elmedio ambiente, las culturas y tradicionespropias de los pueblos.

Así empezó

PROYECTOS Y AYUDAS


- Construcción del Hogar para jóvenes campesi-nas en Lircay, Huancavelica (1996-97)

- Ayuda económica para pobladores del caseríode Pallasniyocc en el distrito del San Pedro enAyacucho para la construcción de Boca Tomadel canal de regadío y revestimiento del túnel(1997)

- Equipamiento de talleres artesanales, casataller de la mujer campesina, para la ONGESCAES, Ayabaca-Piura. (1997)

- Ayuda económica al centro de PromociónJuvenil del Cercado de Huancavelica (1997)

- Construcción de locales multiusos en Pando,San Miguel-Lima (1999)

- Donación de medicinas, ropa, juguetes y unamáquina de escribir a la Comunidad de Pisco-pampa, Lircay-Huancavelica (2000).

- Preparación y arreglos de la Casa Hogar JuanPablo II en Vilcashuaman, Ayacucho (2000).

- Ayuda económica mensual para manutenciónal Hogar de niños de Ferreñafe (1999-2001).

- Creación de 17 Puntos de Asistencia Sanitaria(PAS) en distritos de Lima (2000-2001).Subvencionado por la Xunta de Galicia

- Ayuda económica para la construcción de 100viviendas y material de ayuda humanitaria paralos damnificados del terremoto del 23 de Junio2001 en Chuquibamba (Arequipa).

- Adaptación de locales para talleres en SanMiguel, Lima (2002).

- Envío de un total de 17 contenedores, ayudaseconómicas puntuales y apoyo con voluntariosen otras instituciones de ayuda social (comedorinfantil de Huancavelica, asilo de Huancavelica,Traperos de Emaus, Hogar del Niño de Chorri-llos-Lima, Hogar de Vilcashuaman, Comunidadde Contamana en Ucayali, Cáritas de Abancay,cárcel de Chorrillos, Hospital Dos de Mayo de

Proyectos realizados y ayudas concedidas

Madres en Abancay

Niños del proyecto “Amigo solidario”.

Letrinas para la comunidad de Laguna Alta, en Pacucha.

PROYECTOS Y AYUDAS


Taller de higiene.

Talleres de costura en San Miguel, Lima.

Tópico en el barrio de San Miguel, Lima.

Lima, Clínica Sta. Teresa de Abancay, Hogar deniños de Ferreñafe, etc.).

- Construcción de 46 letrinas en la Comunidadde Laguna Alta (Andahuaylas 2004) Subvencio-nado por el Fondo Galego de Cooperación.

- Implementación con una terma de agua calien-te en el Hogar de niñas de Huancarama, finan-ciada por Amigas Solidarias (2004)

- Construcción de 3 casas en Abancay, en cola-boración con Cáritas, subvencionadas por unparticular y dos parroquias españolas, S. JoséObrero de Vigo y S. Juan de Ávila (2005).

- Inicio de la construcción de un local comunita-rio en Pampachiri (2005)

- Programa de becas: iniciado en 2005 y desti-nado a mayores de 14 años para que puedancontinuar sus estudios. Los casos son seleccio-nados entre las familias de Amigo Solidario oniñ@s con buenos resultados académicos queviven con las madres de la Divina Providencia.De momento se han concedido 6 becas.

- Construcción de un local multiusos en laComunidad de Laguna Alta, financiado por laParroquia de La Soledad en Vigo (2005).

- Inicio de la construcción de un local multiusosen la Parroquia de la Sagrada Familia de Aban-cay, subvencionado por la Parroquia de laSagrada Familia de Vigo (2005)

- Amigo solidario. Programa de desarrollo inte-gral de familias, a través de una ayuda económi-ca mensual, la capacitación en talleres, el apoyoescolar y la asistencia médica. Comenzó en1998 y actualmente se desarrolla en Lima,Abancay, Huancarama y Chaluanca, aunquetambién se ha desarrollado en Ferreñafe yVilcashuaman.

- Tópico INTI: creado en 1998 en San MiguelLima. Da asistencia sanitaria básica a personassin recursos. Atención médica, enfermera ydispensación de medicinas.

DIARIO


¿Qué día es hoy?¿Será 13? 13-VII-95 desde luego ayer fue el día más largo de

nuestras vidas: empezó a las 8 de la mañana y a las 12 de la nochehacía un sol resplandeciente, no sé cómo se las apañaran en Finlan-dia, pero nosotros al final teníamos un descontrol... de hecho yo aúntengo el reloj por la hora española y aunque parezca increíble nosvamos todos a desayunar ahora mismo, son las cuatro de la tarde(y/o de la mañana ¿quién sabe?).

En el viaje conocimos alguna gente que también venia a Suda-mérica, a ayudar: un sacerdote Jesuita que iba a Colombia y unapandilla que iba a Nicaragua, y dos pandillas más que iban a Perú: ala Costa y a la Selva.

Nosotros, como íbamos uniformados con nuestras camisetas,llamábamos más la atención y mucha gente nos preguntó que signi-ficaba lo que estaba escrito, quiénes erramos y a qué íbamos, peroluego se ve que desconectaban porque siempre nos entendían mal.

Mara le dijo a uno de los de Nicaragua que éramos Catequistasy le dice el tío ¿cómo? ¿anarquistas?, otra pensaba que éramos Reli-giosas y yo aún le decía que sí; que éramos católicos.

El viaje no fue demasiado palizorro: Santiago-Caracas 8 horas;y Caracas-Lima 4 horas. Lo más horrible era esperar 6 horas entreun vuelo y otro, pero estuvimos jugando a ¿un qué? ¿un quinqué? Ya un limón medío limón, con lo que la gente pensaba que éramosmonjas, hasta que la azafata de Viasa nos hizo callar porque no oíaa unos clientes... ¡Jó! ¡Que tía! ¡si estaba hablando todo el mundo!

El aeropuerto de Caracas es un desastre. Es que lo están arre-glando y muchos establecimientos están en obras, apenas hay esca-parates para matar el aburrimiento y, lo más importante, una azafatava gritando por los pasillos para avisar los embarques. La recogidade billetes es manual, y lo más lenta posible. Es muy caótico, peroallí nadie se estresa, creo que la inauguración del nuevo aeropuertoserá dentro de varios años.

En la segunda parte del trayecto nos pasaron dos cosas muyemocionantes: la primera fue que nos pillo una buena tormenta, y losrayos iluminaban el interior del avión y la inestabilidad lo hacía tamba-lear, pero la emoción duró muy poquito. Lo segundo fue que cuan-do llegamos a Lima, nadie nos esperaba. Don Santiago estaba quefumaba en pipa, con los brazos en jarras y pegándose paseos, a versi veía a alguien que nos reclamase, pero la verdad es que nosotrosestábamos tan campantes, sentados en una esquina y sitiados porlos carros con nuestras maletas. Estábamos apampanados mirandoa la gente cómo esperaba a la intemperie a sus familiares (ya que nose permite entrar en el edificio del aeropuerto), y como, por otro lado,el pase por la aduana es lento y minucioso, pues los vistas abren lasmaletas y fuchican a gusto los objetos personales de la gente quetenía algo que declarar.

De repente y sin saber muy bien cómo, nos vimos metidos en

un microbús con los que se iban a la Selva.Don Santiago se había encontrado a un colega de La Salle y,

bueno, como venía a buscar a estos chicos para darles acogida ensu colegio, pues nada, qué más da diez más y su equipaje que diezmenos. El caso es que la furgoneta iba a reventar. Por suerte, cuan-do empezaba a faltar el oxigeno y después de jugarnos el tipo porlas calles de Lima (que no sabemos para que tienen semáforos ydirecciones únicas) llegamos al colegio donde dormimos de maravi-lla nuestro sueño atrasado. Eran las 6:30 a.m., hora española.

Hoy decidimos dedicar el día entero a ver Lima.Lima es impresionante, y aunque imagino que fue importante en

la época colonial, a penas quedan restos de aquella riqueza; hay algu-nos edificios interesantes y balconadas originales, pero en generales decadente y el arte deja mucho que desear. A mi no me pareceuna ciudad bonita pero es cierto que hay muchísimas cosas quellaman la atención.

Una de ellas es el olor. Todas las calles tienen un olor caracte-rístico a comida, pero no era olor a aceite de oliva, a pollo asado o aempanadilla. Era un olor indescriptible, como picante, tal vez a algu-na salsa o condimento. Esto era porque en todas las calles habíapuestos de comida: emparedados, bollos, dulces de coco, galletas,carne... todos ellos de fabricación casera.

Pero además había infinidad de tenderetes con todo lo que cadauno tiene por su casa para vender o alquilar, como las básculas quete ofrecen "su peso esacto". Un señor intentó convencernos a Cris-tina y a mí para que usásemos su tabla de hacer abdominales, porun módico precio. Los puestos eran muy especializados: un puestovendía camisetas de niño de 3 a 5 años, pero si el niño tenía 6 añosya no había talla para él. Otro vendía carpetas transparentes de plás-tico, pero no de cartón, ni bolis, ni folios; sólo carpetas transparen-tes de plástico.

Había sitios donde cortaban papel. Así lo decía en la puerta SE

Fragmentos de un diario (María Giménez, 1995)

Asi comenzó la aventura….

Machupichu a vista de llama.

DIARIO


CORTA PAPEL. Luego, si querías hacer cualquier otra cosa con elpapel, por ejemplo, ponerle un clip, tenias que ir a otro sitio, segura-mente especializado en clips.

Había muchísimos limpiabotas: eso es que la gente anda sinprisas. Todos tenían bastante trabajo, y, claro, había puestos dondesolo vendían betún, menos mal que ¡de distintos colores!

El mercado negro de dólares se hacía allí en medio, a la vista detodos: polis, ladrones y resto de la gente. Anunciaban el cambio agrito pelao o con pancartas. Una decía que su dueño compraba dóla-res rotos, sucios, y monedas; de todo.

Otra cosa que llamaba la atención era que de la innumerablecantidad de coches y “colectivos”, no hubiese ninguno con menosde 50 años. Veías chapas de varios coches, chapas oxidadas,chapas que no existían... el coche de moda se ve que era el volks-wagen modelo escarabajo. Muchos estaban choscos o en avanza-do estado de descomposición. Amparo y yo nos pusimos a ver quiéncontaba más y en dos segundos que miré para atrás, para ver quiénme llamaba, ya me llevaba 10 de ventaja.

También es raro que en todas las iglesias que visitamos hubieragente y en concreto, hombres, todos ellos muy devotos. Tambiénhabía el que por algún oscuro motivo no entraba, pero se persigna-ba al pasar por delante de la puerta.

Y ahora dejo este espacio por si luego se me ocurren más cosasraras que hayamos visto y paso a la acción: el chándal de las barren-deras ponía ¡MANOS A LA OBRA!

Don Santiago nos dejo a nuestro albedrío mientras que él inten-taba localizar a D. Eulogio, así que nos cogimos dos taxis para ir alcentro. Aquí cualquier objeto con ruedas puede convertirse en untaxi, con tal de que tenga un cartelito feito na casa en el cristal quediga "taxi".

Mientras esperábamos a que parase alguno, pasaron un par defurgonetas con un tío colgado de la puerta gritándonos algo que noentendíamos. Más tarde Don Santiago nos explicó que eran colecti-vos, y que el del griterío era el cobrador que animaba a los viandan-tes a que subiesen indicándoles, con berros, el itinerario.

Por supuesto cogimos dos taxis del mismo modelo, el modelode moda. El taxista no puso pega en que subiéramos 5 (con él 6), yademás dijo que nos rebajaba 50 ctms, aunque luego nos los cobró:4 soles = 200 Pts.

Una cosa que me hizo gracia fue que en medio de aquel atascoy pese a los semáforos, había un carrito de helados con un guardiade tráfico dentro, se supone que dirigiendo aquello. El carrito llevabaescritas recomendaciones como "NO TOQUE EL CLAXON","QUIEN VA DESPACIO LLEGA ÁNTES" y cosas así.

Pues nada, cuando llegamos a la plaza de Armas nos pusimos adar vueltas y a alucinar con el olor, y de pronto nos encontramos conD. Eulogio. Bueno, en realidad no fue una aparición ni nada, es queiba con un cura con el que habíamos entablado conversación a lapuerta del Obispado, que es un edificio precioso que está junto a laCatedral. Cuando pasaron por delante de nosotros, que estábamosdesparramados por las escaleras de la Catedral esperando a D.Santiago, éste cura nos saludó y le contó al otro que éramos Espa-ñoles e íbamos a Huancavelica, y así como dijo esto D. Eulogio dioun brinco y se vino hacía nosotros a repartir apretones de manos.

Nos explicó que estaba sin luz sin agua y sin teléfono, y que por esono sabia cuándo llegábamos ni nada.

¡Que hombre más pachorrento!. Si no llega a ser por el de LaSalle aún era hoy que estábamos en el aeropuerto viendo cómo losvistas abrían las maletas a la gente.

Después, ya con Don Santiago, vimos la Catedral, cambiamosdólares en la calle, comimos pollo por cuarta vez... yo me compré unainkakola, convencida de que era la competencia peruana de la pepsi,pero no; resultó ser un líquido amarillo fosforito, lo más parecido a unzumo de chicle cheiw con burbujas que probé en mi vida.

Fuimos a la plaza de San Martin, que me recordó a praça daLibertade de Porto, pero sin ser en cuesta; era bastante bonita vistoel resto. Mientras llamábamos por teléfono, la plaza empezó a llenar-se con una muchedumbre de gente. Yo ya pensé que sería un golpede estado y me acerqué con Amparo a curiosear, pero era una simplemanifestación de profesores, que están en huelga indefinida enprotesta por el salario 50.000 Pts.

Según el reportero de una cadena de T.V. que grabó la noticia almenos 4 veces, era "una manifestación pacifica" aunque los gritos deprotesta eran tan entusiastas que, la verdad, imponían.

Después echamos a andar y encontramos la casa de santa Rosade Lima, que para no dormir más de 2 horas al día se colgaba del peloen un clavo o algo así. A la pobre le pasaron cosas rarísimas y hastaal final resulta que no se llamaba Rosa, sino Isabel . Había en el patiode su casa un pozo de 19 m., en el que la gente echaba papelitoscon su deseo escrito. O muy lleno estaba el pozo, o lo de la profun-didad era ilusión óptica, pero de 19 m. nada.

También fuimos a ver el río Rimac o más bien, lo que queda deél; porque es poquísimo caudaloso y ésta hecho un asco, como conmucho lodo. En el puente sentimos un movimiento sísmico bestial,aunque según Don Santiago dijo tan tranquilo que era el peso de uncolectivo que pasaba.

Eduardo me da la brasa para que escriba todo, todo pero pasode él y me cambio a contar el día de hoy.

Algunas miradas atraviesan el alma.

ENTREVISTA


Alberto Cuevas, Sacerdote y periodista

Un día en la Clínica de Fátima me recor-dó Santy (yo siempre se lo escribía así) algode lo que ya habíamos hablado. Que leencantaría una colaboración mía en elnúmero especial del Boletín de INTI conocasión del décimo aniversario. “Bienpodría ser –sugería él como pensando enalto pero pidiéndolo- que, como periodista,entrevistases a alguien de los primerostiempos como por ejemplo Pili Varela. Asíse matan dos pájaros, porque tú tambiénestás entre los primeros de INTI; aunque tú– y no se calló el recordármelo otra vez conretintín- todavía tengas pendiente un granreportaje viniéndote allá al Perú conmigo ylos voluntarios”.

Después de aquella conversación en laclínica ahí voy pues con mi compromiso.Pero ¡cuánto ha cambiado en tan poco tiem-po el escenario! Ya no le voy a preguntar aPili lo que pensaba, ni todo ni del mismomodo. Y sin duda Pili no ve a responderigual. Al menos no estamos ninguno con lamisma perspectiva ni los mismos senti-mientos. Y algún ahogo y alguna lágrimatendrás que suponer tú, amigo lector, enmedio de nuestra charla que, a grandesrasgos, recojo a continuación.

Telegráficamente os presento a Pilar(Pili) Varela Tabarés. Casada recientemen-te en la penúltima boda que celebró Santy,tiene 32 años y es uno de los miembrosfundadores de INTI. Voluntaria desde el1995, estuvo en Perú 5 veranos consecu-tivos, aunque en el año 97 se quedó allá9 meses. Llevó a Jorge a Perú “de lunade miel, porque quien ama necesitacompartir y enseñar los lugares de los quehabla y que albergan tantas vivencias ylatidos del alma”. Fue Presidenta de laONG en el 2000 y es familia de Santy“que me animó a conocer la realidadperuana”.

ALBERTO: Todo nacimiento tiene untiempo previo de gestación, ¿cómo segestó INTI y cómo se dieron los pasospara convertirse luego en una ONG?

PILI: Fue en el verano de 1995, cuandoSantiago Castro, en ese momento párrocode Gondomar motiva y anima con éxito ajóvenes de la parroquia y de sus alrededo-res, así como a familiares y amigos, a queviviésemos una experiencia solidaria. Enconcreto, quiso que conociéramos la reali-dad del tercer mundo en Huancavelica(Péru) donde años atrás Santiago habíavivido diez años de su entrega sacerdotaly misionera. Después del mes en quedescubrimos realidades tan diferentes a lasnuestras -¡y a la vez injustas!-, nos encontra-mos con una gente que nos devolvía sonri-sas, abrazos y enormes muestras de agra-decimiento. Por esto ese grupo de diezvoluntarios, que descubríamos en un primercontacto con el otro lado del mundo el gozode ayudar, quisimos iniciar un camino decooperación en el que se implicaran muchasmás personas y así la ayuda fuese mayor.Así en Noviembre de 1995 se crea oficial-mente la ONG INTI.

A: ¿Quiénes fuisteis los fundadores yqué destacarías de aquel “espíritu inicial”?

P: Empezamos Eduardo y MamenCastro, María Jiménez, Carmen Rial, Ampa-ro Martínez, Loreto Castro, Cristina Abalde,Mara Rodríguez, Pilar Varela y SantiagoCastro. Y el espíritu inicial fue un sentimien-to ambiguo de miedo a lo desconocido y detemor a no aportar demasiado por nuestraparte. “Qué pinto yo en Perú”, pensába-mos cada uno. Pero al regreso, lo converti-mos en ganas de contar a otros la experien-cia y de enseñarles las necesidades de allá.En resumen, un deseo de volver, junto conun cambio interior y una experiencia quecambiaría nuestra visión del mundo alchocar con la realidad cotidiana.

A: Recuerda alguna anécdota de aque-llos primeros tiempos.

P: Que al llegar a Lima resultó que nadienos estaba esperando. Y que acabamossiendo acogidos en una casa de religiososde la Salle, que también albergaban a ungrupo de valencianos: ellos iban a colaborarun mes en la selva. Como al regreso volvi-mos a coincidir con aquellos jóvenes valen-cianos, esa casual coincidencia nos sirviópara intercambiar muchas experiencias.

A: De la primera estancia en Perú,¿qué impresiones y recuerdos guardas?

P: La que primero me viene a la mentees la de muchos niños que se pegaban anosotros constantemente. Nosotros lesdedicábamos tiempo para hacer actividadesde animación y numerosos juegos, en lascalles y plaza del pueblo. También hacíamosapoyo escolar. La gente se sorprendía deljolgorio que armábamos, porque jugar conlos niños ni les parecía importante ni erahabitual allí. También recuerdo la música, elbaile, la alegría de múltiples celebraciones einvitaciones cariñosas de la gente y las auto-ridades, a pesar de sus duras condicionesde vida. Igualmente la sorpresa y gratitud delos peruanos ante nuestra dedicación al

“Inti, debiera ser desde ahora una ong 10”ENTREVISTA a Pilar Varela, socia fundadora

Pilar Varela

ENTREVISTA / PEGATINAS


viajar a su país en nuestro tiempo libre.Seguramente debo enumerar, además, lasencillez de la gente, aprender y ver la super-vivencia, el gozo de compartir, la solidaridad,la extraordinaria acogida, su calma, losmodos de vida y los valores tan diferentes alos nuestros…

A: Pili, ¿por qué “enganchaba” Santi aque la gente joven colaboraseis con él?

P: Por el carisma que tenía con losjóvenes, siendo cercano a ellos. Confia-ba en la aportación que hacías comovoluntario y como persona. AdemásSanti reflejaba un carácter alegre y cariño-so, que hacía desaparecer los miedos eincertidumbres de los voluntarios y denuestros familiares. El intuía el caráctersolidario de los jóvenes y vivía con ellosintensamente sus vivencias. Santi creíaen INTI y así lo trasmitía de muchas

maneras. Facilitaba las cosas e intentabaminimizar las dificultades de los volunta-rios para que cada uno aportara su granode arena, que luego agradecía de cora-zón. Tenía tiempo para todos y para todo.Sabía que compartir es recibir y por esoéste fue el lema, en quechua, de la ONG:

CCOSPHANCHISCCA CHASKINCHICMI

A: ¿Cuál sería para INTI el mejor rega-lo en su 10º aniversario?

P: El mejor regalo sería celebrarlo conSanti. Pero eso ya no es posible con sucercanía física. Así que el 10º aniversarioreclama seguir contando con el apoyo desocios, colaboradores y voluntarios paraque INTI continúe la labor desarrollada juntoa Santi en estos diez años. Si inicialmenteéramos sólo 10 y en la actualidad cerca de30, ahora debería ser más fácil, echándoleganas y contando con que él y los coopera-dores nos van a animar como el primer año.

Estáis de cumpleaños. Así que ¡felicida-des! Estáis también, no lo oculto, en unamala edad. Pero teniendo a quien tenéis ycon influencia “en las altas esferas”, INTIdebiera ser a partir de ahora ¡una ONG 10!Os lo deseo.

Santi reflejaba un carácater

alegre y cariñoso, que hacía

desaparecer los miedos e

incertidumbres de los

voluntarios

Reproducción de las pegatinas de Inti

VOLUNTARIOS/AS


1. SANTIAGO CASTRO LUCINI (1995, 1996, 1997, 1998, 1999,

2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005)

2. EDUARDO CASTRO MARTÍN (1995, 1997, 2001)

3. LORETO CASTRO RODRÍGUEZ (1995)

4. MARA RODRÍGUEZ HERMIDA (1995)

5. PILAR VARELA TABARÉS (1995, 1997, 1998, 1999)

6. CARMEN RIAL GONZÁLEZ (1995, 1996, 1997)

7. CRISTINA ABALDE MARTÍNEZ (1995)

8. MARIA GIMÉNEZ FERNÁNDEZ (1995)

9. AMPARO MARTÍNEZ MÍGUEZ (1995)

10. CARMEN CASTRO MARTÍN (1995)

11. PABLO IGLESIAS MILLARES (1996, 1997)

12. JESUS MARTÍNEZ BASTOS (1996, 1997)

13. BEGOÑA DE ANTA ÁLVAREZ (1996, 1997, 1999, 2001,

2004)

14. SANDRA BLACH BLACH (1996)

15. GEMMA ALONSO GARCÍA (1996)

16. ELENA LILLO REDONET (1996)

17. MARÍA JOSÉ PAZÓ DACOSTA (1996)

18. ROSA PEREIRA MUÑOZ (1996)

19. MIGUEL DOVAL CRESPO (1996)

20. BEATRIZ DOMÍNGUEZ BASTOS (1996)

21. ANA OLIVERA BERMÚDEZ (1996)

22. ANGELA COSTAS PARADA (1997, 1998, 1999)

23. MONSTE ABREU COMESAÑA (1997, 1998)

24. FERNANDA MONEO MONTES (1997)

25. AMANDO GARRIDO EIRÍN (1997)

26. ISOLINA ESTÉVEZ DURÁN (1997,1998, 1999)

27. ALMUDENA GONZÁLEZ SACAU (1997, 2000)

28. MARTA LORENZO GARCÍA (1998)

29. PILAR ORTEGA PEREIRO (1998)

30. PATRICIA RODRÍGUEZ ÁLVAREZ (1998)

31. JAVIER DAVID GARCÍA (1998, 1999, 2003)

32. BEATRIZ ESTÉVEZ DURÁN (1999, 2001)

33. ALBERTO PÉREZ CABALEIRO (1999, 2001, 2002)

34. PATRICIA MENESES ALONSO (2001, 2003)

35. NEREA TORRES PASCUAL (2001, 2005)

36. PAOLA IGLESIAS BLASCO (2001)

37. Mª PAZ RODRÍGUEZ PELETEIRO (2002)

38. ESTHER ALONSO MOURIÑO (2002, 2003, 2004, 2005)

39. PAULA GONZÁLEZ GONZÁLEZ (2002)

40. LUZ OJEA CORTES (2002)

41. PAULA FERNÁNDEZ GÁNDARA (2002)

42. DAMIÁN GIMÉNEZ FERNÁNDEZ (2002)

43. PAULA GARCÍA SÁNCHEZ (2003)

44. LEONOR GIMÉNEZ FERNÁNDEZ (2003)

45. EDUARDO GIMÉNEZ (2003)

46. JOSEFA FERNÁNDEZ (2003)

47. CARLOS LORENZO SANTIAGO (2004, 2005)

48. CRISTINA FILGUEIRA JANEIRO (2004)

49. FÁTIMA CARAMÉS SOLLA (2004)

50. CRISTINA PEREIRA FERNÁNDEZ (2004)

Voluntariado

Relación de voluntarios desplazados a perú 1995-2005

Voluntarios en 1995. Voluntarios en 1996.

VOLUNTAROS/AS


ANÓNIMO

El voluntariado se puede definir comocompromiso por el que la gente da su tiem-po, energía, creatividad y/o habilidadesespecíficas voluntariamente y gratuitamen-te, en un contexto formal, durante un perío-do concreto. Desde luego, esta es una delas maneras con la que podríamos definir elconcepto de voluntariado, pero desde miforma de entenderlo estaría incompleta ysin espíritu.

De la definición base, podría aportarque el voluntariado es una forma de vida,una elección que trasciende a todo lo quete rodea (padres, abuelos, hermanos,amigos, parejas, compañeros de traba-jo,....) y que indirectamente también a ellosles influye. Todos y cada uno de nosotrospodemos aportar algo, y no hablo en este

momento de “algo económico”, ese algoes una forma de hacer, de conocer distintasrealidades, de aprender y enseñar juntos ,de expresar, de luchar por las injusticias,una forma de sentir, de sonreír a la vida, deaprender a vivir juntos y a ser partícipes delmundo en el que nos ha tocado vivir.

Esto no se hace de ninguna otra mane-ra que desde el compromiso individual.Aquí no hay excusas.” Soy mayor, soyjoven, tengo problemas de corazón, tengomucho trabajo, tengo hijos que cuidar,...”cada uno en la medida de lo posible puedededicar algún tiempo a quienes más lonecesitan, que no son otros que nuestroshermanos, nuestros amigos y en este caso,las caras con rostro que todos conocemosy que en el caso de INTI en su pasaporteaparece la “nacionalidad peruana”

Santi supo como nadie trasmitirnos

esta forma de entender el voluntariado, sinprotagonismos, sin esperar nada a cambio,sin reclamar... desde la voluntad del quererhacerlo sin más, desde el amor, desde elejemplo de vida que nos dio Jesús de Naza-ret.

Este amigo que como algunos de losvoluntarios de INTI decíamos entre risasque “nunca daba puntada sin hilo”, tambiénlo hizo en el momento en que eligió el lemade nuestra organización: “Compartir esvivir”.

En verdad, esta es la mejor definiciónde lo que es el voluntariado para nosotros,nada más complicado ni más simple queesta frase resume. Es el legado de Santi,de ese cura misionero que nos enseñó,acompañó e hizo que creyéramos en estemundo del voluntariado.

Una elección que trasciende a todo lo que te rodea

Isolina EstévezVoz Solidaria mayo 2002

Hace tiempo se hacía ostentación depertenecer, colaborar… con una organizaciónhumanitaria del tipo que fuese. Sin embargola historia, los medios de comunicación…oquizás que se nos pide que aumentemos, díaa día, nuestro nivel de compromiso… sea porlo que fuere, no corren buenos tiempos paralo “humanitario”.

Por eso, desde aquí, y desde dentro,quiero defender e inclu-so pelear, por lo quehacemos, por quienes lohacemos, para quieneslo hacemos y pese aquienes lo hacemos.

En todo estado dederecho uno es inocentehasta que se demuestrelo contrario. En nuestrosdías, las cosas, conrespecto a estas organi-zaciones, no son así:desconfiamos a priori,

solicitamos “avales”, se cuestionan losmotivos de las personas que trabajamossin ánimo de lucro porque ¿qué beneficioobtenemos? Las respuestas son de todotipo, cada uno de los que estamos aquí,dedicando nuestro tiempo libre, nuestroesfuerzo, lo hacemos por razones bien dife-rentes, aunque creo que a todos nosmueve lo mismo: lo “humano”, algo muchomás básico que las grandes teorías solida-rias que nos sobrepasan, no entendemos y,a veces, incluso, producen rechazo.

En este carro de lo humanitario nossubimos muchos. Es, haciendo un símil,como una ”combi” limeña, un medio detransporte incómodo pero eficaz, en el queel recorrido es largo, las paradas muchas,hay gente que hace el recorrido completo yotra que se baja en la primera paradaporque no soporta lo que ve en el recorrido.Pero yo, desde aquí, os invito a que subáis;conoceréis gente maravillosa dentro y elpaisaje que recorremos es de los que no seolvidan nunca.

¿Cómo nos ven… cómo somos?

Dibujo de un niño peruano.Año 1999.

VOLUNTARIOS/AS


SANTI: Al cumplir diez años miramosatrás y nos quedamos asombrados de cómolo que había nacido como una experiencia deverano ha crecido tan rápido, “a lo ancho y alo largo” que hoy mismo los diez intrépidosaventureros ni se imaginaban en lo que sepodrían convertir sus primeros pasos enPerú.

BEGO: Y cuéntame Santi, cómo conse-guiste liar a esos diez.

S: Fue fácil, porque lo veníamos hablan-do desde hacía un año, y al final, de quince, sequedaron 10.

B: Menos mal “padresito” porque sinohoy tendríamos quince montañitas en la pega-tina y no diez, y no se vería el sol. Deja ya dereírte y cuéntame alguna anécdota de ese

primer año.S: La historia de la peluquera. A Cristina

se le ocurrió cortar el pelo a las niñas deLircay porque decía que sería más higiénico yademás lo tenían muy estropeado. Así quecon toda la buena voluntad del mundo, nicorta ni perezosa, empezó con los cortes depelo. Hasta que un padre se enteró y vinoenfurecido a recriminarle qué estaba hacien-do, porque ya no podrían celebrar la fiesta delcorte de pelo, a eso de los 13-14 años, comoes tradición. De inmediato, se dio orden deque nadie cortará el pelo a los niños, no fueraa ser que tuviéramos que salir corriendo delpueblo.

B: Pues yo recuerdo que en mi primer

año salimos a visitar una comunidad campe-sina quechua Pablo, Jesu y yo con uno de loscuras de Lircay. A aquella comunidad solollegaban una vez al mes, así que aprovecha-ban para confesar, celebrar misa, bautismosy matrimonios en el mismo día. La iglesia erauna nave de adobe, vacía por dentro. Yo entrecon mis dos compañeros y ninguno de lostres nos percatamos de la situación hasta quetodas las mujeres fijaron sus ojos en mi ycuchicheaban sin parar. Las mujeres estabansentadas en el suelo, todas al lado derechode la nave, y yo, “la gringa”, me había queda-do al lado de los hombres. Eran tantas lasmiradas que tuve que corregir mi error portemor a ofender a la comunidad.

S: Y recuerdas el paso de gigantes quedimos cuando el obis-pado nos ayudó acomprar la casa enLima. Eso impulsonuestros deseos decolaborar en el país.

B: Claro que lorecuerdo, eso cambiónuestra forma detrabajar, empezamos atener proyectospropios, nos dabalibertad de acción, deplanificar actividades yde vivir el Perú de otramanera.

S: Cuantas horaspasamos imaginando todo lo que se podíahacer en aquella casa.

B: Sí, la llenamos enseguida de talleres,charlas, niños,…se nos quedó pequeña.

S: A veces los voluntarios teníamos quesalir a tomar el aire porque la casa estaballena de niños, enfermos, mamás, curiosos.

B: “Padrecito”, ¿qué te parece si por findesvelamos el secreto de la tortuga?

S: Verán ustedes, en sus orígenes existí-an dos tortugas en la casa de INTI en Lima.Estas fueron regaladas pues nadie se podíaocupar de ellas. Un día, Almudena recién llega-da a Perú cayó en la trampa, pues como habíaoído hablar de las tortugas se puso a buscar-las, encontrando solo una buena mojadura. Yasí perdura la novatada, siendo el primer traba-

jo de los voluntarios buscar las tortugas.B: Refréscame la memoria, ¿Cuánto

tiempo estuvimos trabajando solo en Lima?¿cuatro años?

S: Si, daba miedo arriesgarse a trabajar enotras zonas, pues no sabíamos si contaríamoscon los recursos necesarios. Pero aparecieronlas “madresitas” de la Divina Providencia ypudimos comenzar proyectos en Abancay.

B: Que nostálgicos nos hemos puesto….S: Claro, son diez años de nuestras vidas,

y ha sido un placer compartirlos contigo y conotros muchos voluntarios.

B: ¿Sabes de lo que me acuerdo? Decuando vivías en Gondomar y los domingosinvadíamos tu casa. Y como no hacerlo, siem-pre había refrescos y helados.

S: Yo recuerdo la primera exposición en lafestividad de San Benito, como la gente decíaque erais unos chavales muy jóvenes paraandar por esos países. Pero vosotros, llenosde razón demostrabais con alegría e ilusiónque erais lo suficientemente maduros comopara enfrentaros a la dureza de la pobreza.

B: Ya ves, teníamos veinte años, peroahora con algunos años más seguimosconservando la ilusión.

S: ¡Hacíamos buenas fiestas y cuchipan-das!

B: Si, y nunca faltaban los tallarines conchorizo que cocinaban tus hermanas. Anímatey dedícales unas palabras a los voluntarios.

S: Yo le diría a cualquier voluntario que parasentir el gozo de vivir es magnífico compartir tutiempo, conocimientos e incluso la pequeñaeconomía con quien te recibe con los brazosabiertos y solo espera de ti una sonrisa o unapalabra de cariño. Esto, llena una vida ycompensa más que otras muchas realidades.

B: Lo mejor de estos diez años…S: La continuidad y ver como jóvenes y

también mayores viven ilusionados al compar-tir con los demás.

B: La parte negativa…S: Como algunos se acercan a la ONG

para servirse de ella, menos mal que el tiempolo aclara todo y que otros lo suplen con gene-rosidad.

B: Me voy ya “viejo”, que tengo quehacer recaditos. Se bueno.

S: Cuídate “elementa”….

Hablemos de inti

Patri Rodriguez en el tópico.

Esta conversación fue mantenida y transcrita por Begoñade Anta y Santiago Castro, el 4 de Octubre de 2005

VOLUNTAROS/AS


Cuqui, voluntaria

Diez años (en mi caso seis) son muchasexperiencias y momentos vividos para poderexpresarlos en un papel. Son miles de anéc-dotas, de ratitos compartidos, de agobios yalegrías... pero lo que marca un antes y undespués en el trabajo del voluntario/a es sugraduación, su viaje a Perú.

Por que allí le pones caras al trabajo, le dauna explicación tangible y palpable a tantaexposición, contenedor y charla, y vivenciasen primera persona que es eso de ser madre-sita.

Mi graduación fue hace cuatro años.Entre despedidas y más despedidas llega-mos a Perú cargadas de nervios, expectati-vas, esperanzas y más nervios.

Los dos primeros días fueron horriblesporque al llegar en fin de semana no habíatalleres en Lima y nos vimos envueltas enuna oleada de celebraciones y agradecimien-tos hacia nosotras que no comprendíamos.

Acabamos de llegar aquí y no hemoshecho nada para que nos lo agradezcan,pensábamos.

Partimos hacia Abancay y comenzó eltrabajo y la satisfacción. El desconcierto delprincipio dejo paso a la actividad (para Luchiy Esther había un regalito de gastroenteritis).Descubrimos la vida en la sierra peruana, lasmiradas de los niños/as, los gritos en silenciode unas madres que no podían sostener asus hijos y de la dureza del llanto sin lágrimas.

Con la esperanza de la madre Berta enque ingresáramos en la orden, nos fuimos alviaje estrella del voluntario/a: Cuzco yMachupichu.

Allí descubrimos el mal de altura, conoci-mos a gallegos (para confirmar el dicho deque hay gallegos en todas partes) y pordesgracia bailamos el Asereje con la radioperuana camino del Machupichu.

Sin palabras para expresar tal momento,nos volvimos en un taxi suicida con acompa-ñantes de regalo en el maletero, intentándo-nos vender chompas y demás, con el fin decapturar el autobús que nos llevaría aAndahuaylas, ya que lo habíamos perdido.

Una vez en Andahuaylas, sufrimos conBerto su perdida de maletas, y disfrutamos

con el queso y los viajes a Pacucha que hici-mos con el Padre Wilber. En medio de unpoblado sin letrinas, luz ni agua, descubrimosel quechua en su estado puro. Lejos de tele-visores y playstation , los niños/as disfruta-ban con una toallita de lavarse la cara y dibu-jan en su preciosas caras sus mejores

sonrisas.De vuelta a Lima conocimos porque el

Infiernillo tiene ese nombre, como la pobrezaen la ciudad es más despiadada y feroz, y decómo un niño/a se rinde ante una caricia yuna palabra dulce.

Entre talleres de las mamas y visitas afamilias acudimos a una boda en la que detanto cantar en la celebración, tuve que ir acasa a cambiarme. Una boda en la que latarta te la podías llevar para casa en una caji-ta y donde en vez de comida a rebosar, habíabaile y alegría.

En la graduación descubres que a tuscompañeras de viaje, no las vas a podervolver a mirar de la misma forma, porque hancompartido contigo un trozo de tu vida impor-tante. Han sufrido contigo las dudas de sitomar una Coca cola o no, han disfrutado conlos emailes de tia Betti y las patris animándo-nos en nuestro viaje, han sentido contigo laagonía de las madres, la sonrisa de lospeques, la impotencia del que no puede y lasatisfacción del que quiere.

Por eso aún en la distancia y la pocacomunicación, mi Ester, Paulita, Luchi y Bertoserán siempre alguien especial en mi vida,por que ellas me han acompañado en migraduación.

La graduación del voluntario/a

El padre Santi observa el mar en compañia de voluntarios.

Lircay, 1996.

VOLUNTARIOS/AS


Pablo Iglesias Millares

Pronto se cumplirán ya 10 años de laprimera vez que algunos nos fuimos al Perú...Me han invitado a participar en esta revista yquiero agradecerlo de verdad, porque ha sidouna oportunidad perfecta para desempolvarun montón de recuerdos... en mi caso recor-dar aquellos años me produce una sensaciónagridulce: por una parte doy gracias porhaber tenido la oportunidad de conocer aque-lla realidad, de pasar aquellos dos veranosincreíbles y de poder atesorar en mi memoriatantos momentos imborrables... por otra,inevitablemente, como a todos, me falta unode los protagonistas de la historia. Y muchossabéis que Inti y Santi han marcado el deve-nir de mi vida profundamente, dirigiéndola allugar en que se encuentra ahora... en fin,cada uno de los que lo conocimos y compar-timos tantos momentos con él no nos hace-mos a la idea porque el vacío que ha dejadoes demasiado grande.

Pero, con motivo de esta celebración,que él tanto deseaba y le enorgullecía, miintención es traer a la memoria algunosaspectos que no quedaron nunca reflejadosen memorias de actividades o similares.Situaciones que mis compañeros “de aven-turas” y yo vivimos y siguen apareciendo ennuestras conversaciones. Supongo quealgunos esbozareis una sonrisa al recordarsituaciones vividas o al ver reflejadas vues-tras propias experiencias.

Mi primer viaje a Perú fue en el 96.Éramos un grupo muy numeroso, de once odoce personas. Resulta curioso que la prime-ra noche de nuestro viaje nos tocó pasarla enun hotel de 5 estrellas, el “Caracas Hilton”,a costa de la compañía por un retraso en laconexión Caracas – Lima. Algunos no dormi-mos aquella noche incapaces de asimilar“que carajo estábamos haciendo en un hotelde 5 estrellas en Venezuela”. Nunca habíavisto tantos canales de televisión juntos. Nicon la TDT ni leches, una pasada...

En fin, finalmente llegamos a Perú, y unade nuestras primeras sorpresas fue el sema-forito del aeropuerto que determina si inspec-cionan tu equipaje o no aleatoriamente. Incre-íble. Semaforito verde y... adentro! Algunos

años después descubrí que no es el únicopaís de la zona en que se utiliza. Es curioso,supongo que, a falta de medios, confían en elazar para “pillar” algo. Digo eu!

Bueno, el caso es que pasado el semáfo-ro ya estás en Perú. Y es otro mundo, mucha-chos, de verdad. Con sus propias normashumanas y naturales. Respecto a las natura-les, una de las que más sentimos al subir a lasierra fue el “soroche” (mal de altura).Recuerdo nuestra llegada a Huancavelica:después de 6 horas en un tren de vía estrechaa 30 Km. por hora nos moríamos de ganas demovimiento, actividad... así que al llegar deso-ímos por completo las indicaciones del padreCándido y nos pusimosa descargar el equipajea lo loco... a unos 3000metros sobre el nivel delmar. Acostumbrados ala altitud de Matamá(unos 200 metros en lascotas más altas), lasconsecuencias fueroninevitables: mareos yfuertes malestares,combatidos con matede coca calentito.Aunque hubo algunoque ni mate ni leches,sino que se tiró dos días en cama delirando(“voy a morir aquí”) mientras el padre Cándi-do intentaba curarle con mate de cocamezclado con un medicamento que norecuerdo, pero sin duda aquella mezcla nonos inspiraba ninguna confianza. Pero bueno,estábamos en los dominios del Padre Cándi-do... y él mandaba.

No fue por supues-to la única “complica-ción” de salud quepadecimos. Los proble-mas de estómago (enMéxico le llaman “lavenganza de Moctezu-ma”, en otros sitios“cagalera” o “irse porla pata abajo”) estabana la orden del día, unasveces por causas sindeterminar (agua, algu-

na comida...) y otras por causas bien determi-nadas, como atreverse a probar aquellos“ceviches” tan exquisitos como poco reco-mendables. Me se de alguna que casi sehace adicta al suero fisiológico por ser loúnico que podía meterse en el cuerpo envarios días.

Así volvíamos después, con unas cariñasy unas pintiñas que asustábamos. El primeraño, al regresar, estábamos esperando a lafamilia en Traviesas con todo el equipaje yuna patrulla de la Local paró para identificar-nos. No es coña…

Pero bueno, supongo que muchos coinci-diréis conmigo en que al repasar algunos capí-

tulos desde la distancia y el tiempo pareceincreíble que hayan sucedido... por ejemplo laforma de desplazarnos allí. En Cutervo salía-mos a las comunidades todos los días, y nuncasabíamos como nos las íbamos a ingeniar pararegresar al pueblo si no queríamos caminarvarias horas. Si la “combi” de Sócota venía

Batallitas…

Voluntarios al lado de uno de los contenedores. Año 2000.

En Abancay, año 2002.

VOLUNTAROS/AS


completa siempre tequedaba la posibilidad de viajar en la baca juntoa los bultos, con una rebaja en el billete. Otrasveces acompañábamos a los profesores delos colegios en la caja de un camión o lo queapareciese por algún camino... pero desdeluego caminamos más que en toda nuestravida. Por lo menos yo. Al llegar a las comunida-des, por supuesto, te comías lo que te pusie-sen delante sin vacilar lo más mínimo (normal-mente tocaba comerte medio “cuy” mientrasel resto te correteaba entre los pies), o unasopa de ingredientes no identificados quesentaba de un bien... ¡Imaginaos el subidóncuando después de un mes y medio aparecenSanti y Eduardo en Cutervo con un jamón,lomo, chorizo y salchichón! Creo que nuncahabrá un jamón que me sepa mejor que aquel,aunque teníamos que acompañarlo de galletas“crackers” a falta de pan. Y aunque os parez-ca increíble… ¡a casi nadie de allí de gustaba eljamón! Creo que por el tema de que es carne“sin cocinar”. En fin, ellos se lo perdieron y anosotros nos tocó a más.

Eso sí, una vez a la semana nos permití-amos un lujo: los viernes íbamos aun sitio en el que por 5 soles (250pesetas) te ponían _ de polloasado con patatas fritas. Eranuestra recompensa de la sema-na, y no veas lo bien que senta-ba... pero bueno, que sepáis queyo aquel año bajé siete kilos, y nosoy de los que no comen por“escrúpulos” ni mucho menos.Menudo susto miña nai cuandome vio.

Pero yo estaba hablando demedios de transporte ¿no? Pueseso. A mi siempre me había llama-do la atención el hecho de que los

autobuses tuviesen separada la zona deviajeros y la del conductor. Un día Jesu y yo,viajando entre Piura y Cajamarca ocupába-mos los primeros asientos, detrás delconductor, y por una rendija de la mamparaque nos separaba de él intentamos averiguarpor qué el autobús hacía eses en ocasionesy se pasaba al otro carril. Y no es que el tíoestuviese tajado (que podía ser, y que nadiese ofenda), es que tenía encima del volanteun plato de pollo asado con patatas, que seestaba comiendo mientras conducía... contenedor y todo, en serio.

Al poco tiempo de estar en Perú descu-brimos el sentido de las frases que adorna-ban los parabrisas de los camiones y autobu-ses, como la mítica “Cristo es la únicaesperanza”. Efectivamente, con aquelloscaminos, barrancos, y aquella forma deconducir, la frase era cierta... Otros eran másbordes con frases del tipo “Qué te importami vida”. A estas todavía no le he encontra-do una explicación lógica, pero bueno...

Podría escribir un montón de cosas másque me vienen a la cabeza de vez en cuando,

pero no quiero hacerme pesado contandobatallitas y, sobre todo, no quiero que nadiepiense que pretendo ridiculizar. Mi sentimien-to hacia toda la gente que allí conocí es deabsoluta gratitud porque siempre nos ofre-cieron su mejor cama, comida y, sobre todo,su mejor sonrisa y amistad. Sólo pretendodejar patente que desde nuestra forma devida y de pensar tan “cuadriculada”, nosencontramos con un montón de situacionesque nos rompen los esquemas y que noshacen gracia... como la facilidad que mues-tran a la hora de montar fiestas. En algunaocasión (excepcional) nos pasamos todo undía de celebración en celebración con distin-tas personas del pueblo celebrando cosas alas que aquí poca importancia daríamos (porejemplo, celebrando la concesión de unamoto por una subvención, la llegada de algúnfamiliar, o simplemente las ganas de estarjuntos y olvidar el día a día con música).

En fin, que son muchas emociones lasque me vienen a la cabeza al pensar en aque-llos días. Pero ante todo la sensación dehaber vivido una experiencia impresionante,

que me ha marcado, que me hacambiado... y un deseo enormede algún día regresar y patearaquellas calles y caminos en losque encontré a personas que noolvido aunque las tenga bastanteolvidadas.

Como mi amigo Elver, queuna noche se empeñó en darmesu camiseta de la selecciónperuana. Tuve que regalarle la“ferry’s” que llevaba para que nose congelase. Tengo que volver ycumplir mi promesa de regalarleuna del Celta.

Un beso para todos.Voluntarias en las minas de Lircay en 1997.

Convivencia de voluntarios en el año 2001 Cutervo 1997.

VOLUNTARIOS/AS


Carlos

En algún sitio por los montes de Galicia,en un coche que ni era mío, escuché en laradio que el cura de Gondomar, un tal Santia-go Castro Lucini, se marchaba al Perú connueve jóvenes, que se iban a hacer una expe-riencia de compromiso con los más pobres,que estaban muy ilusionados, que… sólopensé unas cosa… ¡TURISMO MISIONE-RO!... Tengo que reconocer que algo deenvidia si que tuve por esos jóvenes que eranllevados por un cura al Perú, hasta me pasópor la cabeza el presentarme en Gondomar,hablar con el susodicho cura y ver si podía-mos ser 11, como acababa de dejar el semi-nario, estaba libre y tenía cierta mano con loscuras, los conocía bastante, no sé, como quealgo de eso tenía yo dentro, además estabaen período de reflexión vocacional, me podríavenir bien… Pero mi idea era firme, sabía deltema, siempre muy ligado a los misioneros enmi formación de seminario, conocía amuchos y habíamos concluido que ir por unmes, o dos a un país de misión sólo podía serturismo. Por lo tanto, seguí con mis planes,me fui a trabajar al mar por un año, pescando“peixes espada”, quería saber de la vidaantes de ser cura o no… ¡Pero la vida sabemás que yo!

Al pasar unos años volví al seminario,estaba decidido a ser cura y ahora con másexperiencia de la vida, lo tenía todo domina-do, ¡tenía mucho mundo! ¿Como iba a pensaryo que me encontraría otra vez con esegrupo que se fue al Perú para hacer turismoconvertido en una O.N.G.? ¿Quién me diría ami que ese tal Santiago Castro Lucini iba aser mi rector? Lo cierto es que como losseminaristas somos gente preparada, sabía-mos que esa O.N.G. INTI era una lavadora deconciencias, que lo que hacían era práctica-mente nada, que… la verdad, era una críticasin haber entrado en la realidad, sin conocerni a las personas que se enamoraron de Perúy de sus gentes, sobre todo de las máspobres, ni lo que hacían.

Dicen que el roce hace el cariño, y debede ser por eso, por lo que ahora no diríamuchas cosas de la que me hice defensoracérrimo, yo era el seminarista abanderado

contra la O.N.G, y ahora,… aprendí a rectifi-car, más bien me enseñaron. “Volviendo a lodel roce y el cariño…” Tanto discutir conSanti, tanto hablar, que al final nos dió porconocernos, y al pasar esto, observé que elllevaba como un sello en el corazón, en lomás arraigado de si mismo, y eso me parecióINTI, sus proyectos, sus voluntarios, sushistorietas de solidaridad, sus… TODO.

Santi era otra persona con los volunta-rios, era como más joven, más ambicioso,me llamaba poderosamente la atención y yoquería saber porqué, ya que lo estaba cono-ciendo, esto podía ser un buen instrumento.Junto con estapretensión, en unmomento de despis-te, mi mente me jugóuna mala pasada, mepuse a pensar…“llevo tantos añoshablando de compro-miso, de cercanía alos más pobres, esoes lo que nos pideJesús, y yo cuandosea cura tendré quepredicar con el ejem-plo, y… ¿que hicehasta ahora?, ¿en queme comprometí?, ¿en donde metí mi tiem-po?... INTI puede ser una buena oportunidadpara actuar y dejar de hablar”.

En el año 2003 me metí en INTI, descu-brí que con un mes con los más pobres esimposible hacer turismo, de hecho, con dosdías entre ellos, tedas cuenta que novas de turista por elPerú aunque a veceste juntes con ellos,que tu misma vidacambia la mirada, ymás si tienes unacámara entre lasmanos, que laconciencia no se lavatan fácilmente, queaunque sea poco,siempre se puedehacer algo por los

demás. Con Santi y la O.N.G. descubrí queen los más pobres nos encontramos los quelo hacemos por Dios y los que lo hacen porun mundo más solidario, pero sobre todo,que juntos saboreamos a Dios y lo palpamosen la vida de los que sonríen cuando pensa-mos que deberían llorar y desesperarse porno tener nada, pero Perú nos sigue enseñan-do que la sonrisa es más barata que muchasde las cosas que poseemos, y sobre todoque alegra mucho más los corazones quetodas las cosas en las que podamos pensar.

Hoy en día soy un simple curilla, queademás es voluntario de INTI, estos dos

regalos de Dios me vienen por las sencillasmanos de Santi, por ellas doy gracias y sigoaprendiendo de la vida, ya no la tengo tancontrolada, pero la disfruto con más pasión,porque ahora ella me sorprende y me hacedisfrutar de lo más sencillo.

Quién lo iba a decir…!

Voluntarios en el año 2001.

Voluntarios en el año 1998.

VOLUNTAROS/AS


Choli Estévez

INTI aparece en nuestras vidas enenero de 1997 y por purita casualidad opor "culpa" del destino, que dirían otros;una amiga escucha una conversaciónentre dos personas en una cafetería, eintuye que una de ellas viaja al día siguien-te al Perú como voluntaria de una ONG.Mi amiga le pide información y nos ponenen contacto con un sacerdote de Gondo-mar y con INTI, quedamos con él y sali-mos de allí con una niña apadrinada y yocon el firme propósito de viajar ese año aPerú, y así fue.

Con el apoyo de todos, y el asombrode algunos, ese año, en agosto, me veohaciendo el viaje más largo de mi vida y¡yo sola!: Vigo-Madrid-Sao Paulo--Santia-go de Chile y, por fin, Lima. ¡Dios! Lima,qué ciudad.

En ese primer viaje INTI no desarrolla-ba proyectos propios sino que colaborabacon instituciones locales y a mí me tocó ira trabajar al "Hogar del Niño" en plenacosta limeña, lugar de acogida para niñosdurante el día. Allí me pasé el mes deagosto. Fue una inmersión total en lamiseria y, con la perspectiva de los añospasados, me doy cuenta que ese meshizo más por mi que lo que yo hice poresos niños.

Regreso a casa y a la vida cotidiana.Ese año fue de colaboración con INTI y deconvencimiento de volver. Y volví, peroesta vez acompañada por Javier. El viajefue radicalmente distinto en ese año.Tratábamos de poner en marcha unproyecto propio de INTI y nos dedicamosen cuerpo y alma a hacer un registro defamilias de la zona que pudieran sersusceptibles de entrar a formar parte delprograma "Amigo Solidario". Pateamos dearriba abajo el barrio de San Miguel (distri-to de Lima, de unos 150.000 habitantes).Volvimos a casa con unas 300 fichas ydejamos montada la estructura de lo quedespués, y aún hoy, sería la posta sanita-ria de la casa de INTI.

Ahora ya los dos formábamos partede INTI y, al año siguiente, vuelta a viajar

y a continuar apoyando y trabajando para"Amigo Solidario". Viajamos a la sierrapara, sobre el terreno, comenzar lo quepodrían ser otros dos proyectos, uno enAyacucho y el otro en Chic1ayo. y entreLima y la sierra transcurrió otro mes y yaestamos en el año 99.

Al año siguiente dudamos hasta el últi-mo día. Teníamos que viajar un 15 de julio,pero nos falló un enlace de avión por loque, de nuevo, la casualidad o el destinono permitió que viajásemos, pero enton-

ces ¡oh sorpresa! el21 de julio llegó Ana.A partir de entonces mi colaboración yparticipación en INTI siguió desde aquí, deforma intensa y plena. Javier viajó denuevo en el año 2003.

Seguro que volveremos a viajar,juntos o por separado, pero lo que sí esseguro es que INTI forma parte de la vidade mi familia más allá de la solidaridad, lasganas de hacer algo o de la idea de parti-cipar en pequeños cambios de la vida deotros y de este mundo tan desigual.

Por purita casualidad o por “culpa” del destino

Dibujo de un niño peruano Voluntarios en el año 2004.

Niña peruana.

VOLUNTARIOS/AS


CuquiVoz Solidaria noviembre 2002

Ilusiones, preguntas, nerviosismo,expectativas… este verano las maletas delos/as voluntarios que han viajado estabanrepletas de todo ello pero, sobre todo, deganas de trabajar. En agosto, el convoy esta-ba compuesto por el Padre Santiago a lacabeza y comandado por Paula y Damián.Durante un mes han estado supervisando ytrabajando en Lima, Abancay y Andahuaylasen los proyectos que llevamos a cabo enestas comunidades. No les fueuna tarea fácil y seguro que hubodías muy duros, pero lo mejor esque retornaron con el espíriturenovado y con unas ansias enor-mes de trabajar y transmitir suentusiasmo a todo el grupo.

La comitiva de septiembreestaba presidida por Berto que,como buen veterano en estosasuntos, ya que era la tercera vezque se embarcaba en un viaje aPerú, guiaba a unas primerizasEsther, Luchi, Paula y Kuki. Allíteníamos que trabajar quince díasen la sierra y otros tantos enLima. Nuestro primer contactofue Abancay, después de estar dos días enLima palpando el espíritu andino. Allí visita-mos a las nuevas familias que están en espe-ra de encontrar un amigo/a solidario/a. Pudi-mos comprobar y constatar la miseriaeconómica en la que están sumergidos, asícomo el ánimo y fuerzas quetienen para sobrellevar una vidallena de penurias.

Conocimos realidades quenos pusieron los pelos de puntaya que, demasiadas veces, lasmujeres y niños/as sufren todotipo de maltratos e injusticias;estuvimos con madres violadas,abandonadas, rechazadas…otras que no tenían nada más queuna manta para tapar a sus treshijos que dormían en el suelo detierra. Aún así, nos sorprendió elcalor que nos ofrecieron, el cari-

ño… y, por supuesto, los besos que te rega-laban todos/as esos/as niños/as de miradaprofunda, llena de amor, que reflejaban quelas penurias económicas, familiares, sanita-rias… no impiden que brote la ternura.También tuvimos la oportunidad de visitar uncentro de salud (por llamarlo de algunaforma), el Hogar de los chicos y un orfanato,gracias a que la Madre Berta, Marleni y Doris,nos regalaron su tiempo y, muchas veces, supaciencia.

De aquí partimos hacia Andahuaylas, conalgún que otro altercado y pérdida de maletas

en los autobuses. Guiados por el PadreWilber, nos mostró la cárcel de la cuidad,donde malvivían unos 60 reclusos hacinadosen un espacio destinado a 20. Las condicio-nes en las que estaban día tras día, sin posi-

bilidad de higiene, ni asistencia médica,legal… no les impedía sacar fuerzas paratrabajar en unos talleres realizando manuali-dades y carpintería.

Estuvimos varios días en la Comunidadde José Olaya, en Pacucha (también llamadaPachuca) realizando el censo de dicha comu-nidad, reuniéndonos con los comuneros yrecogiendo todas las sugerencias que, desdela comunidad, se nos planteaban.

Abandonamos la sierra y nos dirigimos aLima, donde nos esperaban el alma de laONG, la Sra. Elsa y Paty. Allí trabajamos en

animación infantil todas las tardescon los niños/as del programaAmigo Solidario, asistimos a lostalleres de cocina de las mamás ydimos algunas charlas sobreproyectos y economía doméstica.También visitamos los P.A.S., quesiguen funcionando (uno de ellospronto se hará independiente) ycomprobamos cómo el trabajoconstante de la Sra. Elsa ha dadosu fruto en el tópico, que funcionamuy bien.

Realizamos visitas a algunasfamilias del programa comproban-do, en algunos casos, el progresoque habían alcanzado gracias al

esfuerzo y la ayuda de INTI. Pudimos sentir laimportancia que tiene la ONG en la vida demuchas mujeres, ya que les ayuda personal-mente a creer en ellas mismas y a buscar esafuerza, esa lucha, que sólo la Sra. Elsa consus historias y Paty con su trabajo, saben

sacar.Con la sensación de que el

tiempo había volado, con el cora-zón repleto de sensaciones,olores, sentimientos, colores… ycon unas ganas enormes detransmitiros lo que sentimos, loque merece la pena, de contagia-ros nuestra ilusión y ganas decambiar, de trabajar… nos hemosvuelto para la madre patria, dejan-do allí a Esther durante un mesmás, en las mejores manos quese puede estar, disfrutando de elloun poco más de tiempo.

Diario de unos voluntarios/as

Voluntarias en Perú en el año 2002.

Convivencia de voluntarios durante el año 2002.

VOLUNTAROS/AS


Paula González.Voz Solidaria noviembre 2002

Hacía mucho que no lloraba. Agradecíala oportunidad de haber podido viajar a Perúy me sentía contenta al pensar en el trabajoque íbamos a desarrollar allí. Muchas veceshabía imaginado cómo sería, desde queempecé a oír hablar de ello a los que habíanestado allí antes y, sobre todo, desde quedecidí viajar.

Y aquel día me topé de frente con larealidad ante la que, aquí, tantas veces se

cierran los ojos. Y lloré. Lloré de rabia, deimpotencia y lloré por lo injusto de estemundo de poseedores y desposeídos. Peroal mismo tiempo sentí, que gracias al traba-jo de INTI y al de todos los que formamosparte de esto, aquellas personas se sentíanmenos desamparadas, menos desprotegi-das, menos olvidadas. Y todo eso da fuer-zas. A ellos para seguir esperanzados y anosotros para “recargarnos las pilas” y paracontinuar con mayor ilusión trabajando poresas personas a las que, ahora, ya conoce-mos, a las que hemos puesto nombre y cara,

por las que, gracias a los que no cierran losojos, han mejorado y por las que puedentener la posibilidad de hacerlo.

Todo lo visto y lo vivido reafirman la ideade que somos tremendamente privilegiadosy no podemos olvidarnos de los olvidados.

Es por eso que me gustaría animar atodos los que no han viajado a que lo hagan,a que vean que lo que hacemos vale paraalgo, a que, también, con su presencia, apor-ten esperanza e ilusión porque eso repercu-tirá en nuestras propias ganas de continuarno olvidándonos de los olvidados.

Para no olvidar

Carmen RialVoz Solidaria diciembre 1997

A un mes de regreso de Perú, en agostodel 96, no sé lo que me pasaba, si era añoran-za o qué, pero tomé la decisión de repetir. Estavez por más tiempo que en años anteriores.

La idea se fue afianzando, comenzaronlos preparativos y llegó la fecha de partida. Eldía 9 de abril, partimos Pili Varela y yo. Llega-mos a Lima después de 18 horas de vuelo; unviaje tranquilo, aunque las últimas horas nopasaban tan rápido como quisiéramos. Yadeseábamos llegar. Una vez en Lima, intenta-mos arreglar los papeles del visado; como notenían fácil solución y, con el deseo de llegara nuestro campo de batalla, nos fuimos.

Ya en Huancavelica, nosacogieron las monjas que llevan elSeminario de esta cuidad, que sonde la congregación Hijas de Nues-tra Señora del Sagrado Corazón.Al día siguiente ya comenzamos ahacer la distribución y a coordinarnuestros trabajos. Lo primero fuecolaborar en un comedor, el de laProvidencia, que atienden estasmonjas y en el cual comen unos500 niños su única comida del día.El menú consistía en un plato desopa y un potaje, acompañadospor un bollo de pan. El resto del día

lo ocupaba en atender a señoras que sereunían en un salón donde yo impartíaclases de corte y confección, costura, labo-res y confección de muñecas de tela, bolsasy mochilas en tejidos artesanales de la zona.

Huancavelica está a 500 Km. al sur-centro de Lima, es capital de departamentoy se encuentra a 3.700 m. sobre el nivel delmar. Para llegar aquí se suele viajar en auto-bús hasta Huancayo (8 horas) y, desde aquí,se va en tren hasta Huancavelica (5 horas).Este pueblo se dedica a la agricultura y laganadería; es la zona más pobre del Perú,tiene un índice de mortalidad muy alto debi-do a la mala alimentación y al frío.

En Huancavelica mi estancia fue de 4meses, pues en el mes de julio me propu-

sieron el poder realizar una experiencia enotra zona del país.

A principios del mes de agosto llegamos aAyavaca, en el departamento de Piura, queestá a 1.200 Km. al norte de Lima y a 2.700 m.sobre el nivel del mar. El clima es más agrada-ble que en Huancavelica, hay bastante diferen-cia de costumbres, entre ellas la forma devestir, la forma de hablar (tienen un acentopeculiar) y el paisaje, mucho más verde y latierra más rica en su cultivo.

Mi trabajo aquí fue como en Huancavelica,sólo resaltar un programa de radio que hacía enuna emisora del pueblo. El programa era decocina y se llamaba “Cocinando con Carmen”.En él intentaba realizar platos acomodados alos ingredientes que allí se pueden encontrar,

que fuesen económicos y fáciles depreparar, pues las cocinas son, la mayo-ría, una olla de hierro puesta al fuego yapoyada en unas piedras. Su economíano les permite disponer de una cocina degas o keroseno. También, con la colabo-ración de unas personas de allí, pudeconstruir un invernadero, lo cual les llamómucho la atención, pues no conocen estaforma de cultivo.

Esta experiencia en Ayavaca fuerealizada gracias a una ONG peruanallamada ESCAES (Escuela Campesinade Educación y Salud) cuya labor principales la promoción de la mujer campesina.

Huancavelica-Ayavaca 97

Voluntarias en Perú con trajes típicos, año 1997.

VOLUNTARIOS/AS


Pablo iglesias.Voz Solidaria diciembre 1997

Eran las 11 de la noche del día 26 de juniocuando llegamos a Lima, Begoña, Jesu y el queos escribe (Pablo). Todo fueron emociones alvolver a pisar lugares conocidos pero, en estecaso, ya no sentíamos la fascinación del primeraño, sino la satisfacción de haber cumplidonuestro propósito de regresar y comprometer-nos más con el ideal que el año pasado noshabía llevado hasta aquellas tierras.

Los primeros días permanecimos en Lima,“estrenando” la casa y recibiendo a un montónde voluntarios de toda España que iban a traba-jar a distintas partes del país. Paseando porLima volvimos a vivir la misma sensación decaos, prisas, olores y clima enrarecido. Nadahabía cambiado.

En Lima contactamos con las dirigentes dela ONG peruana ESCAES (Escuela Campesinade Educación y Salud) la Dra. Carmen Parradoy la profesora Delicia Coronado, y nos pusimosa su disposición para viajar y comenzar el traba-jo cuando lo creyeran oportuno. Un par de díasdespués partimos hacia Chiclayo (750 Km. alnorte) donde el hermano del P. Héctor, a quienno conocíamos, nos acogió con los brazosabiertos y, durante dos días, nos hicieron sentircomo en casa. De Chiclayo se dice que es laCapital de la Amistad, y con razón. Pero lo cier-to es que, para nosotros, todos los lugares enlos que hemos estado, tanto en el 95 como enel 96, han sido capitales de la amistad porque laacogida de la gente ha sido realmente emocio-nante.

Al día siguiente por la tarde llegamos aCutervo, capital de la provincia que lleva elmismo nombre, en el departamento de Caja-marca. Allí nos encontramos con un equipo dedos ingenieros zootecnistas, cuatro técnicosagrónomos, tres profesores y una secretaria:los componentes del equipo operativo deESCAES en Cutervo. Y la “chamba” (trabajo)comenzó inmediatamente, ya que al día siguien-te salimos todos a una comunidad a exponer losmétodos y objetivos del “Proyecto de Desarro-llo Integral Agrícola y de Protección del MedioAmbiente- Microcuenca Yatún” que era en elque íbamos a colaborar Jesu y yo a plena dedi-cación y Begoña en los días que le dejase libres

su actividad de control de nutrición y crecimien-to y educación alimentaria.

Así Jesu y yo pasamos a formar parte delequipo de “Auspiciamientos” (lo que aquí seconoce como apadrinamientos) y nuestro traba-jo consistía en “patear” las comunidades(Yerbabuena, Chipuluc, La Succha, Yatún, SanLorenzo, la Colca, La Sola, Culla, El Verde, etc.)junto con los responsables del equipo, la profe-sora Clara Coronado y el profesor Félix Monte-negro y hacer fotografías y expedientes familia-res de todos los niños. El trabajo es duro, másque nada por las dificultades de desplazamien-to. Las caminatas de varias horas están a laorden del día ya que, a la mayor parte de lascomunidades sólo se llega por caminos deherradura (sólo para acémilas o a pie) y hay quemadrugar mucho (varias veces incluso a las5:30 de la mañana) para aprovechar el día ycaminar cuando no pega mucho el sol. Esta-mos satisfechos con el trabajo realizado, ya quela meta a alcanzar era, empezando en el mes dejulio, conseguir, hasta el mes de diciembre, lasfotos y fichas de 800 niños y, cuando nosfuimos, a mediados de septiembre, habíamoshecho, ya, más de 700. Por otra parte, en losdías libres entre salidas, comenzamos unosdiagnósticos situacionales de las doce comuni-dades en las que trabajamos. El trabajo consis-tía en reunir datos sobre educación, vivienda,servicios, etc. de los pobladores y elaborar unasestadísticas e informes sobre cada comunidadpara presentar al organismo financiador delproyecto, ya que es algo imprescindible a lahora de presentarlo. Este trabajo no pudimosfinalizarlo, ya que sólo nos dedicábamos a él enlos días que nos dejaba libre el proyecto deAuspiciamientos, pero ya quedaron trazadas laspautas y el material preparado para que cual-quier otro pudiese continuar.

Mientras tanto, Begoña, junto con unajoven nutricionista que trabaja para ESCAES,trabajaba en un proyecto de Control de Desa-rrollo y Nutrición en dos comunidades, así comodando unas charlas sobre higiene, alimentación,etc. Todo ello ya está empezando a arrojar resul-tados. Como ella aún se encuentra por allí traba-jando, ya os relatará su experiencia en el núme-ro de diciembre.

La última semana de nuestra estancia en elPerú, la dedicamos a visitar a los compañeros.

Nos fuimos desde Cutervo a Ayavaca que está,en coche, no en autobús, a unas 14 o 15 horas.Allí estuvimos un día, con Pili y Carmen y, al díasiguiente viajamos desde Ayavaca a Lima,pasando la noche en el bus del tercer tramo delviaje; Chiclayo-Lima. En total desde Ayavaca,fueron unas 18 o 19 horas de bus. Llegamos aldía siguiente por la mañana a Lima y, esa mismanoche, cogimos el bus para Huancayo, dondellegamos de madrugada con el tiempo justopara coger el tren para Huancavelica. Allí estuvi-mos dos días con Montse, Amando y Ángela yfuimos a Lircay a visitar a los conocidos y losniños (en mi caso, especialmente, a mi ahijado)y rápidamente nos volvimos a Lima, parando enHuancayo para hacer las compras de rigor. Fueuna semana realmente agotadora, pero bienaprovechada. Como decía Jesu: “Ya tendre-mos tiempo para descansar en España”.

En definitiva, para nosotros, el trabajo hasido muy satisfactorio por los resultados que sevan a ver a medio plazo. Por otra parte ha sidoenormemente enriquecedor al trabajar conESCAES, tanto por el gran trabajo que realizacomo institución como por la amistad quehemos trabado con todos sus componentes.Ellos ya saben cuánto les agradecemos suapoyo y preocupación por nosotros. Ojalápudiésemos quedarnos hasta, por lo menos,diciembre, como nos sugerían ellos. Hemosdejado una parte de nosotros por allí, así que,sin duda, tendremos que regresar (eso sí, pormás tiempo).

Sólo nos queda decir que, con esta colabo-ración con ESCAES se abre una puerta para losvoluntarios de tiempo largo (un mínimo aproxi-mado de medio año) ya que nosotros ya hemoscomprobado que, en proyectos de este calibre,menos tiempo se queda corto, tanto para elvoluntario como para la persona de allí que ya seha acostumbrado a trabajar con él. Por todo ellointentaremos garantizar a ESCAES que nues-tras colaboraciones sean largas, continuadas ycon voluntarios que nos ofrezcan TOTALconfianza, ya que somos la Junta Directiva losque tendremos que responder antes ESCAESpor los voluntarios que les enviemos.

Y por último, una condición imprescindiblepara trabajar en Cutervo: tener unas buenasbotas y mucha pierna.

Un saludo para todos.

Cutervo 97 (Colaboración de los miembros de la ONG INTI Jesús Martínez,Begoña de Anta y Pablo Iglesias con la ONG ESCAES)

VOLUNTAROS/AS


AmandoVoz Solidaria diciembre 1997

Lima, oscura y sucia…Pero casa limpia yducha después de… Aquí bien. ¡Bueno, conmuchas ganas de irnos para nuestro destino(Huancavelica)!

Santi, Eduardo, Ángela, Montse y el menda(Amando), llegamos pasando primero por el Ticlio(4.800 m. sobre el nivel del mar) y luego Huanca-yo en el Buenaventura, pillando desde aquí eltren, antiguamente “Machu”, para Huancavelica.(El Ticlio lo encontramos nevado, teniendo quepasar una noche dentro del bus hasta que abrie-ran el puerto; este Niño!).

Casa parroquial, lluvia, Seminario Menor…Aquí en este último lugar, hasta el final y bajada aLima pasando de nuevo por Huancayo a realizarlas últimas compras.

Asilo, Colegio Bilingüe, Comedor de la Provi-dencia y todas las tardes y domingos por la maña-na en la Aldea San Francisco…

Desorganización, suciedad, muchos niños yniñas… así podemos definir un poco Huancave-lica. Bueno, en general a todo el Perú… (con susexcepciones ¡claro!).

La experiencia positiva. Todo nuevo. Améri-ca es diferente. Perú, país de los contrastes; ysus gentes de otra mentalidad…

En general, el país es pobre. Sí tiene recur-sos, pero creo que no los saben explotar adecua-damente, o quizás se los exploten otros de fuera,o unos cuantos del propio país. No lo sé.

En Huancavelica, la mayoría de las casas notiene agua corriente. La vivienda de paredes grue-sas de adobe y con poca luz… La alimentación,basada en el arroz y las papas, escasa y pocoequilibrada.

De todas formas, creo que la mayor inver-sión que se puede realizar es en educación. Y aesa no podemos llegar, siendo, a la vez, muylenta… No sé.

Pero al estar con los viejos quechuas en elasilo, o con los niños de la aldea o del comedor…

el jugar, el hablar, el… Ese compartir, ese dar eserecibir fue lo más grande de nuestro viaje.

Nuestra tarea fue la de ayudar, sobre todo aotras personas que estaban ya trabajando.Apoyo, complementación…

Sí, claro, dejamos nuestra pequeña huella,que si no volvemos a pisar, ésta, poco a poco, seirá borrando…

Ahora sí, nos quedó TODO el cariño deniños, adultos y ancianos, todos agradecidos,siempre receptivos, todos apenados por nuestramarcha (Aún quedan compañeras allí reforzandoesa “huella”).

- ¿Vais a volver para el año?- No lo sé.Y pasó ya un mes, y… Uno aquí sigue en su

mundo, muy diferente a aquel. ¡No las personas,PERSONAS! Sí la forma de pensar o de yo quésé…

¡Claro! Nosotros aquí metidos en Europa,sabes! Y ellos allá dentro de esa pobre AméricaLatina.

Huancavelica 97

Isolina Estévez Durán

Mi estancia en Perú fue de un mes esca-so. Este mes ha sido uno de los más intensosde toda mi vida.

Mis planes eran llegar y trabajar en elreformatorio “Hermelinda Carrera” peroproblemas ajenos a INTI impidieron que estofuera así por lo cual mi trabajo, fundamental-mente, se desarrolló durante todo el mes enel Hogar del Niño de Chorrillos.

El Hogar está situado en la costa deLima; para llegar allí tenía que emplear casihora y media de transporte, ya que tenía queutilizar dos “combis” (furgonetas de trans-porte de pasajeros) una desde la casa de INTIhasta el colegio María Auxiliadora (Avda.Brasil) y otras desde aquí hasta Chorrillos.

En el momento en que yo estuve en elcolegio, se daba acogida a unos 400 niños,distribuidos en dos grupos de mañana y tarde;el grupo de la mañana llegaba en los ómnibussobre las 9 de la mañana, formaban y se distri-buían por sus diferentes aulas, se les daba undesayuno que consistía en leche y un bollo de

pan, desarrollaban su actividad escolar y, sobrelas 12:30 comían en el Hogar; esta comida eracompartida por todo el personal que trabajabaallí. Al acabar el almuerzo son llevados a suscasas, al igual que el grupo de la tarde quetambién almorzaba en elHogar y que era dejado en suscasas sobre las seis de latarde, después de tomar suleche.

Mi trabajo en el Hogarconsistía en hacer lo quepodía con lo poco quecontaba. Por la enfermería,que improvisamos en uncuarto que estaba vacío,desfilaron todos aquellosniños que tenían algúnproblema, desde pequeñascuras de heridas a primerosauxilios, así como elementa-les clases de higiene; procuré en todomomento que, mientras realizaba estastareas estuviese presente alguna “señori-ta” del Hogar y así, aparte de curar o ense-

ñar al niño, éstas aprendían cómo hacerlopara cuando no haya nadie.

Al margen de estas actividades,también desarrollé otras, como acompañara las asistentes sociales cada vez que

surgía un problema de tipo social; por estarazón salí con ellas varias veces a visitar afamilias en los “pueblos jóvenes”, lo queme dio una

Lima

(Amando Garrido, Ángela Costas, Montse Abreu)Redondela. Gondomar. Porto. Lisboa. Ámsterdam. Lima.

Almudena en pueblos jovenes de Lima 2000.

VOLUNTARIOS/AS


idea mucho más realde cómo es la vida de estos niños.

La acogida en el Hogar, tanto por partede los niños como de las personas que allítrabajaban, me hizo sentir parte del grupo,yo era una más participando en todo (tantobueno como menos bueno), mis conversa-ciones con el personal como mis momen-tos con los niños, me hicieron conocermucho mejor cuál es la realidad del Perú yde Lima, más concretamente.

El trabajo en el Hogar se desarrollóparalelamente con la ayuda que presté en laParroquia de Santa María Madre de Dios;aquí sobre todo acompañando y participan-do en las actividades de todo tipo que desa-rrollan en ella; atención a enfermos, activi-dades con ancianos, visitas a enfermos dela parroquia que están hospitalizados, etc…el balance de todas estas actividades esmuy positivo tanto a nivel personal comoprofesional, la forma que tienen de acoger-

te y hacerte participar de todo lo suyo hizoque no me sintiera, en ningún momento,ajena a lo que allí pasaba.

Aprovecho estas palabras para recalcary ensalzar la obra que se realiza en estaparroquia, sobre todo desarrollada, por lospadres Eulogio y Jorge y la señora Elsa ytambién para manifestar mi gratitud haciaellos ya que, a pesar de estar sola y muylejos de mi casa, me hicieron sentir queformaba parte de la suya.

José Luis MosqueraConcejal de Cultura del Ayuntamiento de GondomarVoz solidaria octubre 1999Llevaba ya algún tiempo intentando

saber en qué consistía el trabajo que INTIhacía en Perú. Había asistido a alguna desus cenas y curioseado en susmercadillos, también estabaenterado, por alguno de suscomponentes de las dichas ydesdichas de su labor humani-taria.

“Algún día tendré que ir”me decía, pero siempre encon-traba una excusa para seguirejerciendo, un año más, comoturista, cliente ocasional dealguna renombrada agencia deviajes y todo eso.

Al mismo tiempo, cadaaño, leía los informes que INTIenviaba al Concello, sus reali-zaciones, sus necesidades yquedé gratamente sorprendidode su proyecto solidario. Asíque este año hablé con Santia-go y decidí viajar con él paraconocer a los voluntarios, suentorno y su trabajo.

De la mano de ellos entrépor la puerta grande en elmundo de la necesidad y, enveintiún días intensos y veinti-dós noches, me trasladaron almundo de la solidaridad. Delviaje por esos dos mundos,

uno siempre vuelve distinto, con la sensa-ción de haber dejado de alguna causapendiente, de no haberse esforzado losuficiente. Tengo que confesar que lleguéa sentirme muy pequeño, muy poca cosaante tal demostración de dedicación yentrega. De qué otra forma podría sentir-

me siendo un mero espectador de laspreocupaciones de Pili, de Angela y Beticuando algo no les salía bien en suprograma para las madres de San Miguel.¿Es que puedo presumir de generosodespués de ver los esfuerzos del PadreEulogio para intentar sacar adelante a los

vecinos marginados de suparroquia? ¡Cómo no voy asentir desesperación y rabia alno poder ayudar a las monjas deFerreñafe en su intento determinar su albergue para niñosabandonados o sus fracasadosintentos de conseguir unaambulancia para su pequeñopero digno hospital!

Al volver he pasado unosdías intentando resumir misexperiencias a colegas yamigos; no me ha sido fácilencontrar la frase precisa, lapalabra adecuada porque eltrabajo que desarrolla INTI enPerú es para ver, sentir, tocar,difícil de plasmar en informes ymemorandos. Con todo ello, yohe rubricado con ellos un pactode lealtad que es el de esforzar-me mucho más para conseguirdespertar la conciencia solidariade las vecinas y vecinos deGondomar y, por supuesto, delgobierno municipal y conseguirde todos un mayor compromisode ayuda para los que menostienen.

Inti: solidaridad, misión imposible“RENUNCIAR NO ES PERDER, ES GANAR”Santiago Castro Lucini

Amando en el Hogar de niños 1997.

Cena benéfica.

AMIGO SOLIDARIO


Javier DavidVoz solidaria diciembre 2000

He oído en distintos foros y a distin-tas personas esta discusión; que si es“pan para hoy y hambre para mañana”,que si no es la solución para un problemacada vez más grande… que si la ayudano llega, etc., etc.

Cada persona o grupo esgrime susrazones, más o menos sostenibles, y lashace saber a los demás. Yo dudo de misrazonamientos y, sobre todo, de podersostenerlos. Pero de lo que no dudo es

de la expresión de los ojos, de las voces,de los abrazos de los niños que he teni-do la suerte de conocer en ese Perú tancaótico que todos vemos por la televi-sión y tan fascinante y lleno de vida quevemos cuando estamos allí.

No dudo de las necesidades diariasde esos niños, ajenos a las grandes deci-siones políticas y a los vaivenes de losgobiernos. No dudo, efectivamente, deque, con grandes proyectos a muy largoplazo, quizá se puedan cambiar lascosas; pero estos niños están ahí hoy, yes hoy cuando, a través de INTI, estás

con ellos, con su educación, con sucuidado médico, con su alimentación…con su alegría.

Amigo Solidario de INTI es unproyecto de apoyo integral a familiarperuanas a través de ese niño que tú hasdecidido “apadrinar”. No dudes enseguir apoyándolo, no dudes en comen-zar a hacerlo, no dudes que sus necesi-dades tienen 24 horas, igual que lastuyas. No dudes que los casi 80 niños deeste proyecto agradecen tu esfuerzo ysaben que su Amigo Solidario, tú, noso-tros, vamos a seguir apoyándolos.

Apadrinamiento sí, apadrinamiento no

Javier DavidVoz solidaria diciembre 2000

Somos un grupo de señoras católicas,que hace casi tres años escuchamos unatarde del mes de Mayo al fundador de INTIDon Santiago, que ya está con el Señor ya una voluntaria de esta ONG llamadaCuqui. Ellos dos nos hablaron de la grannecesidad que tenían treinta y seis niñas,de una vida digna, pues padecían hambre,desnutrición, frío y todo lo que acompaña alcarecer de casi todo. En ese precisomomento, brotó en nuestros corazonesuna llamita de amor hacia esas niñas quesin conocerlas, empezamos a amarlas ynos decidimos a ayudarlas económicamen-te, cada una con la cantidad que pudiese.

Actualmente, han mejorado muchísi-mo con nuestra ayuda y los maravillososcuidados de tres monjitas, una de lascuales Sor Doris, nos visita cuandopuede, y nos cuenta todo sobre ellas,por ejemplo que desde que comen lonecesario rinden mucho en la escuela,tienen vitalidad, ganas de jugar, reír,asearse bien, (les pusimos agua calien-

te, porque sólo la tenían helada) y todaslas mañanas y noches, dan gracias aDios por nosotras. También nos escri-ben y mandan fotos con bastantefrecuencia.

A todos los lectores de esta revista

queremos deciros con la mayor sinceridadque la solidaridad tiene la gran capacidad dehacer felices a los seres humanos, sobretodo a los que se deciden a compartir.

Cariñosos saludos deUn grupo de Amigas Solidaria

Madrinas e INTI proyecto Hogar Santa María Goretty en Huancarama, Perú

Niñas del Hogar acompañadas de voluntarios y del padre Santi.

AMIGO SOLIDARIO


Baudi y Loli, Amigos Solidarios

Somos un matrimonio con dos hijas,una de 16 y otra de 11 años, a las cuales, noles falta de nada.

De debatir si tener un tercer hijo, masadelante adoptarlo y por ultimo, traer duran-te uno o dos meses algún niñ@, pero viendoque no todos estábamos de acuerdo, conninguna de las opciones, apareció INTI, porlo cual, no lo dudamos y nos pusimos encontacto para poder apadrinar algún niñ@.

Los responsables de la ONG INTI enaquel momento, nos parecieron lo suficien-temente responsables, para animarnostodavía mas en seguir adelante con nuestroproyecto.

No solo la directiva de entonces, si no,que también los siguientes responsables yesperemos que los futuros, sigan losmismos pasos de este maravilloso trabajo eidea.

Ante todo, queremos decir, que noconsideramos en ningún momento, queexista tráfico de material ni monetario, comopueda existir en otras ONGS, si no que todolo contrario, las cuentas están muy claras,incluso detallándote los gastos que se efec-túan mensualmente, como pueden ser:

Gastos médicos y medicinas, colegio ymaterial escolar, ropa y si algo sobra, seprocura invertirlo en neceseres para la casa,como puede ser:

Un colchón, algo de vajilla, et. Sobretodo que todo que la cuota, repercute direc-tamente en el niñ@, y luego en su bienestarfamiliar.

Así también como el carteo existenteentre nosotros y el niño apadrinado y sufamilia, los cuales no tienen palabras paraagradecer la ayuda que les estas prestando.No tenemos una cantidad de cartas estable-cidas al año, pero solemos recibir unascuatro cartas al año, las cuales recibimos através de INTI, y normalmente te envíandibujos realizados por ellos, para demostrar-te lo mucho que te quieren y te aprecian.También nosotros mantenemos correspon-dencia con ellos y de vez en cuando, leenviamos alguna fotografía de la familia.

También recibimos correspondencia por

parte de INTI, la cual nos envía unos boletinesinformativos, en los cuales, nos cuentan eltrabajo que realizan en toda aquella zona,nuevos proyectos, como funcionan los talle-res educativos, como funcionan los dispensa-rios médicos, etc. Y sobre todo la evoluciónque adquiere el niñ@ y su familia, ya que ellostambién tienen que poner su granito y acudira los talleres educativos, ya que la meta esformar un poco a la familia e intentar que consus trabajos logren una mayor calificación ypuedan subsistir y valerse por si solos.

Algo que nos quedaba en el tintero(bueno, nos imaginamos que serán bastan-tes las que quedan atrás) y no queríamosdejarlo pasar, es la magnifica idea de lascampañas tanto de higiene y material esco-lar, algo que nos parece perfecto, ya que asítodos los niñ@s, reciben por un igual, unacantidad de material exacto, ya que antescon el sistema del regalo personalizado,había algunos que recibían mucho y otrosnada, o incluso los regalos que se les envia-ban, para ellos les eran inservibles.

A nivel familiar, pensamos que a sido

muy satisfactorio, tanto por nuestra parte,como por parte de las niñas, las cuales, sedan cuenta de cómo viven ellas y comoviven estos niños, y reflexionar de lasmuchas carencias que tienen estos niñ@s ysus familias.

Como todos sabemos, la ONG INTI, lafundo una persona admirable, sensible,sencilla y sobre todo y lo más importante,que era todo CORAZON, y querido por todoel mundo, no solo en nuestras tierras, si noque también en tierras peruanas, y a saberdonde mas........, nuestro amigo SANTI, quepor desgracia ya no se encuentra entrenosotros como persona física, pero si suespíritu, que continua y continuara por siem-pre entre todos nosotros.

Que más os podemos contar sobre INTIque no conozcamos todos, su sencillez, sutransparencia, su admirable y espectacularforma de trabajo, la cual, vista desde fuera,nos parece a todos muy sencilla, pero detrásde todo esto hay unos jóvenes, que ponentodo su empeño, muchas horas de trabajo,y costearse los viajes que realizan a Perú,

para inspeccionar insitu, colaborar, traba-jar y organizar losvoluntarios, que allí seencuentran.

Nos despedimosde todos vosotros, ycon nuestro sueñohecho realidad dedarle un poquito desonrisa a un niño.

Ya nos quedamenos para llegar,como se suele decir,a las bodas de plata, yque todos estosvoluntarios, sigan conesta obra tan enormey que nunca les fallenlas fuerzas, apoyadospor todos nosotros,simpatizantes, cola-boradores, padrinos ysocios, los cuales osdamos un fuerteaplauso.

Experiencia de ser amigo solidario

Carta de una madre de A.S. Lima.

LA MUJER


Nerea Torres Pascual, Educadora s. y psicopedagoga

El Perú tiene una población femenina depoco mas de 11 millones, que representanel 50.3% de la población total. El 70% deltotal de la población femenina reside enáreas urbanas, concentrándose 41% enLima. En las áreas rurales, ubicadas sobretodo en territorios de sierra y selva, resideuna tercera parte de la población femenina.Las mujeres mayores de 65 años compo-nen el 5%, presentándonos así ante unarealidad femenina eminentemente joven.

El analfabetismo es un problema deprimer orden para las mujeres del Perú,donde la mayoría de iletrados son mujeres,especialmente en sectores rurales. Laproporción entre géneros es de 3 varonespor 7 mujeres analfabetas, de acuerdo a laEncuesta Nacional de Hogares, realizada en1998.

Otra de las cuestiones que preocupanen Perú es la maternidad precoz. Según elINEI, el 13% de las adolescentes entre 15 y19 años ya son madres o están gestandopor primera vez. Los mayores porcentajesde adolescentes que son madres o estánembarazadas (37%) se presentan entre lasmujeres sin educación (Encuesta Demográ-fica y de Salud Familiar 2000 - ENDES,Lima, 2001). El uso de anticonceptivosentre adolescentes, es muy escaso, segúnel INEI. Además la tercera parte de los naci-mientos ocurridos en los últimos tiemposera no deseado

Otro punto donde se muestra la diferen-cia entre géneros es desempleo femeninofrente al masculino. Las mujeres peruanastienen una baja representación en los emple-os de alta categoría, y por el contrario tienengran porcentaje en prácticas preprofesiona-les, personal subempleado, trabajadorasfamiliares no remuneradas en las micro ypequeñas empresas. También, las mujeresson las más representativas en la categoríade trabajadoras de hogar. También es impor-tante su presencia en el comercio (vendedo-ras). El sueldo de los hombres en 1998 era71.4% más alto que el de las mujeres, y en1999, 76.4% más alto.

La unión de todas estas característicashace que las mujeres peruanas se enfrentendía a día a sobrevivir en un país donde lafalta de alternativas sociales y laboraleshundan sobretodo a la mujer en un estadode exclusión social.

La peruana es una mujer que lleva a sucargo una serie de historias personales ysociales que hace que su personalidad sevea repercutida creando en ellas un senti-miento de inseguridad y baja autoestima.

La mujer peruana desde que nace tienemuchísimas trabas, se espera de ellamuchas cosas, que se encargue de sacar lafamilia adelante, sea responsable, un puntode apoyo... sus metas son pequeñas, pien-san en el ahora, su objetivo es subsistir y

sacar sus hijos adelante, son personas muyluchadoras, en medio de una sociedadadversa y con unas condiciones vitales terri-bles y unas desigualdades enormes, queanulan las miras mas allá de la superviven-cia, del día a día.

La mayor parte de los hombres por elcontrario delega en ellas todo el peso delos hijos, la administración económica delhogar... siendo su única responsabilidad el

llevar ingresos a casa, desentendiéndosede todo lo demás, pero manteniendo el rolde autoridad. Es muy frecuente el abandonodel hogar por parte del hombre, por ellomuchas mujeres son madres solteras.

A pesar de todo esto, y gracias a esaconstrucción social de figura masculina domi-nante, las mujeres tienen en general unaautoestima muy baja, viven desde muy jóve-nes el miedo a la soledad, buscando protec-ción en tener una pareja masculina, aceptan-do y a veces buscando esa figura autoritaria.Necesitan la aprobación de los demás, lescuesta ser asertivas e inhiben sus sentimien-tos, no actuando relajadamente, sino confrustración y derrotismo. Por todo ello desa-rrollan un autoconcepto negativo.

La figura de la mujer peruana es de vitalimportancia en Perú, son el motor de lafamilia y de la sociedad en definitiva. Seencargan de la administración del hogar,transmisión de valores, educación de loshijos... por ello desarrollar en ellas un auto-concepto positivo puede ayudar a que en lafutura sociedad peruana disminuyan lasdesigualdades entre hombres y mujeres, ycree una sociedad más justa.

La mujer peruana

Mujer peruana con su hijo a la espalda.

CONCIENCIACIÓN


La importancia de la concienciación

Redacciones de alumnos del IES Auga daLaxe

Lourdes Gracia Abalde, 4º ESO“Hace cinco años Cris nos dió la idea de poder cartearnos con

chicas de Perú, a través de la ONG INTI. Nos gustó la idea porqueconoceríamos a gente de sitios distintos y también otras culturas. Lachica con la que me carteo se llama Isabel Aimara. Es de Abancay yllevamos estos cinco años carteándonos.

Gracias a ella y a los voluntarios de INTI que venían a darnos char-las al Instituto, muchos de nosotros descubrimos muchas cosas sobrePerú, como que no hay ni la mitad de cosas que hay aquí. Sin embargo¡ qué felices parecen !. Mientras nosotros nos divertimos con nuestrosamigos, algunos de ellos están trabajando para poder comer. Enmuchas ocasiones leíamos las cartas en clase y descubríamos cosasdiferentes de cada chica de Perú. Desde luego ha sido una experienciamuy enriquecedora para todos y con la que hemos disfrutado.”

Ana Mouriño y Guadalupe G. Patiño, 2º ESO“Saludos desde el IES Auga da Laxe ( Gondomar ). Noso-

tras somos Ana y Lupe de 2º A ESO. Empezamos el carteo en 1ºESO y hasta entonces hemos recibido una carta cada una, unade Linet y otra de Thalia. Ellas al igual que los treinta amigos denuestros compañeros de 2º A ESO y 2º B ESO, son de Abancay,un pueblo en la sierra de Perú. De las cosas que nos contaron ensus cartas, lo que más nos llamó la atención fue que Linet nomencionó a su padre y que en ambos casos pertenecen a unasfamilias muy numerosas. No podemos contaros mucho más deltema ya que de momento hemos recibido una carta. Estamosesperando la 2ª para marzo porque ahora ellas están de vacacio-nes. Pero lo que si os contamos es que nos gusta decir que“tenemos una amiga en Perú”. Gracias INTI.”

Cristina AbaldeProfesora de ReligiónIES Auga da Laxe.

El término “CONCIENCIACION” englo-ba las acciones y los instrumentos diseñadospara producir un cambio en la conciencia de losdestinatarios, de manera que entiendan lacomplejidad de una cierta problemática social(aún ajena a su realidad inmediata), se sientaninvolucrados en ella (como miembros de unasociedad global ), y sean capaces de actuar alrespecto.

La concienciación, en la labor diaria deINTI, es por lo tanto una herramienta destina-da a la creación de una “Cultura de la Solidari-dad” entre los ciudadanos pertenecientes asu ámbito de influencia, al objeto de quecomprendan la problemática de la realidad ruraldel Perú contemporáneo, sientan que les invo-lucra, y estén capacitados para actuar enconsecuencia.

En este sentido, INTI ha realizado desdesus inicios una fecunda tarea de información ypromoción basada no en abstractasconsideraciones morales, sino en elresultado concreto de los trabajos degestión y ayuda sobre el terreno que sehan materializado en diversos progra-mas desarrollados en Perú, como losorientados a la alfabetización de adul-tos, el apadrinamiento ( “el amigo soli-dario” ), la educación sexual, los talle-

res de formación profesional, las postas médi-cas, …

Como es obvio, la realización de estasactividades no habría sido posible sin el apoyode los colaboradores y simpatizantes de laasociación. Es por ello que, para profundizar yconsolidar los logros alcanzados, resultaimprescindible volcarse en la difusión de lasactividades que ya están en marcha, al objetode que las personas todavía no concienciadasasuman como propia la idea de que un repar-to más equitativo de la riqueza no sólo esinaplazable desde un punto de vista ético, sinoque redundará en beneficio de todos en unfuturo no lejano.

En el ámbito de la concienciación, sí megustaría destacar el trabajo que INTI viene reali-zando en diferentes parroquias, centros cultu-rales y escolares, exponiendo productosperuanos y dando charlas para explicar quié-nes son y qué trabajo realizan en España y enPerú.

En concreto, en el IES Auga da Laxe deGondomar, se viene realizando este trabajo

desde los primeros años de la ONG, por loque Perú resulta ya muy familiar para TODOSlos que aquí trabajamos.

Desde hace cinco años un grupo decuarenta alumnos mantiene una relación deamistad por carta con cuarenta niños del Cole-gio “Sor Ana de los Ángeles” de Abancay. Loque empezó como un proyecto “Mi amigo de… Perú ( España )”, se consolidó pronto comoun programa, gracias al papel mediador deINTI.

La evaluación que hacemos, tanto lasprofesoras implicadas ( en Perú Erna IperozaValdiglesias ), como los ochenta alumnos, esmás que positiva. Conocer otra cultura, otraforma de vida, otras costumbres, … ¡ y demanos de sus propios protagonistas ! ¿ quémás queremos ?. Indudablemente, no esnecesario mencionar las grandes amistadesque han surgido después de cinco años derelación.

En el curso 2004/05 hemos iniciado otroprograma con el mismo fin. Vuelven a seralumnos de 1º E.S.O., en concreto treinta

chavales con los que también quere-mos cartearnos. Más amigos en Perú,más anécdotas, más curiosidades,más cosas para aprender, más ilusio-nes y nervios por ver cuando llegan lascartas, más palabras nuevas, másAbancay, más Perú, más INTI, másCONCIENCIACION.

Gracias y Felicidades, INTI.

CONCIENCIACIÓN Y AYUDA


La educación en el Perú

Damian Gimenez Fernandezresponsable del contenedory presidente de la ONG INT

El contenedor es una de las actividadesmás públicas que tiene INTI. La recogida dematerial y su posterior envío al Perú pormedio de contenedores de transporte.

Las razones de ser del contenedor sonbásicamente dos. La primera es paliar lasituación de necesidad que se vive en Perú.El envío de material permite que nuestraONG reparta ropa, muebles y juguetesentre nuestros beneficiarios, primeros yprincipales receptores de los envíos. Nues-tra ONG también colabora con otras institu-ciones en el Perú que también recibenmaterial (médico, escolar,… ) para distribuiry darles un uso adecuado.

La segunda razón de ser es la de teneruna actividad en España de ayuda directa alPerú. Esta ayuda directa se convierte enpersonal al saber que el material embaladoy cargado en el contenedor llega íntegro alPerú sin intermediarios y repartido basándo-nos en criterios claros elegidos por la mismaONG, lo cual permite un control muy fuertesobre el cómo y el para qué de la actividad.

El contenedor ha experimentado unascenso gradual en su actividad. Desde unpequeño envío puntual y limitado se hapasado a enviar un contenedor de 40 piescada 6 meses. Esto ha supuesto un fuerteincremento de los gastos (cada envío cues-ta sobre 3.000 euro –medio millón de lasantiguas pesetas-) constituyendo el 10%del presupuesto total de la ONG.

La variedad del material enviado ha sidomuy grande. Desde colchones y neveras,pasando por ropa, juguetes, camas o lava-doras, hasta quirófanos.

Posiblemente una de las alegrías másgrandes que se puede llevar uno al llegar alPerú es reconocer material enviado por elcontenedor entre los enseres de los bene-ficiados y darse cuenta de que el trabajorealizado en España no ha sido en vano.

El contenedor

Ana Retamozo Correa Profesora peruana

Sé que el tema es extenso pero trataréde ser concreta y darles una idea de cómofunciona el sistema educativo en mi país,por lo menos hasta que yo trabajé para elestado peruano. Como pueden imaginar, eltiempo cambia muchas cosas, y ya van aser tres años los que hace que deje mipatria. También es cierto que cada gobiernotrae consigo reformas que a mi criterio enalgunas ocasiones, no dan ni tiempo a verlos resultados de la anterior gestión y deuna u otra manera influyen negativamenteen el proceso educativo. Mi país cuenta conun Ministerio de Educación donde se elabo-ra toda la documentación pertinente al añolectivo; luego se distribuye en todo el Perúa través de las Direcciones Departamenta-les de Edición, que tienen como sede lacapital de los departamentos, y estos a suvez, la hacen llegar a las Direcciones de loscentros educativos. El personal docente

que se reúne en Marzo adapta el modelo detrabajo a la realidad de cada zona. Perúconsta de sierra, costa y selva, zonas condiferentes idiosincrasias, costumbres yclimas. Se forman grupos de trabajo porniveles educacionales: educación inicial,primaria secundaria y superior. Existiendotambién algunas modalidades como educa-ción ocupacional que esta dirigido a perso-nas que tengan interés en trabajar en micro-empresas, para lo cual se les prepara en

talleres de opciones ocupacionales comoindustria alimentaria, artesanía o carpintería.Lamentablemente no contamos con talle-res equipados y el trabajo del maestro esrealmente mágico, porque de nada siemprecrea o hace algo, ya que las ayudas delgobierno son incipientes. Tal vez el protago-nista más cercano de los acontecimientosen un país tan rico en recursos, pero a la veztan pobre en identidad, es el maestro perua-no, que se enfrenta la pobreza en su mascruda realidad, es el que atiende a niños,jóvenes y adultos que luchan por mejorar sucalidad de vida en un país con un mal endé-mico, la economía mal distribuida, donde losricos son cada vez mas ricos y los pobresmás pobres. Doy un largo suspiro y piensoque mi país esta pasando por el procesoevolutivo que muchos países pasaron, yque vendrán tiempos mejores donde vence-remos la ignorancia, la corrupción y lapobreza. Mi corazón late en el Perú y sueñocon volver a mi patria, libre se su peorenemigo, el no saber compartir.

“La educacion es el primer

paso hacia el desarrollo, el

medio necesario para

transformar la sociedad y

liberarla de la ignorancia”

AYUDA


P. Tomás García, Abancay

Hace unos meses participaba en un curso de capacitación quetrataba sobre el tema del Rol de la mujer en la familia, y en la vida socialy política del Perú, en la ciudad de Abancay. En el transcurso de la capa-citación se trató por parte de los conferenciantes de la igualdad de lamujer con el varón, sobre la necesidad de una mayor participación dela mujer en toda la vida Social y política. En un momento determi-nado una joven ingeniera afirmó: “A partir de ahora se debe recha-zar los apoyos alimentarios y toda ayuda de ropa”. Al acabar suexposición otra mujer dirigente de barrio le respondió ¡”me pare-ce muy bien su idea de suprimir la ayuda humanitaria de losalimentos, ropas y otros subsidios; pero antes de quitarnos esossubsidios, dennos trabajo a la inmensa cantidad de mujeres queno tenemos ingresos familiares”!

Quienes trabajamos en el campo social del Perú en tareas debuscar el desarrollo de las personas y en erradicar la pobreza,somos concientes de que la ayuda humanitaria: alimentos, ropa,sillas de ruedas para enfermos, juguetes, nos sirven para arreglarbastantes de las necesidades de personas pobres.

Los largos años que viene apoyando, a diversos lugares delPerú, la ONG INTI ha logrado paliar muchos problemas de fami-lias pobres. Si bien es cierto, que hay que buscar un desarrollosostenible a largo plazo para que un país crezca económicamen-te; la ayuda humanitaria de ropa, alimentos, sirve de preparaciónpara que en el futuro las familias puedan ir sosteniéndose paso apaso. Con las telas, con los retazos largos de tela, y con la lana,las religiosas en los Clubs de madres enseñan corte y confeccióny ya son más de 200 madres que puedan componer vestidos ypantalones para la familia.

Lo mismo sucede con las tallas grandes de ropa nueva o enbuen estado, se deshace y se confecciona a la medida de lapersona.

Con la ropa que llega en los contenedores se apoya a perso-nas ancianas o discapacitadas sin exigirles nada a cambio. Peroal resto de personas procuramos antes, pedirles su capacitaciónen salud y nutrición, alfabetización o en desarrollar trabajos comu-nitarios como son el hacer canales de irrigación o limpieza de loca-les comunales, o en el cultivo de huertos familiares.

Somos concientes de que debemos incentivar el trabajo yluchar contra la flojera.

Aunque pueda parecerles divertido o chocante. Los vestidoso pantalones que ustedes donan con tanto cariño, solemos entre-garlos para que las familias reciban el matrimonio católico o civil,un traje en buen estado aunque sobre unos centímetros; es la prendaideal para el matrimonio. Y aunque somos pobres, también amamosnuestra dignidad, y se han dado varios casos en que las familias sinmedios económicos nos han suplicado: ayúdennos porque nos faltaropa para la mortaja de nuestro padre difunto. Y un traje o un vestidodigno es una bonita manera para el transito a la vida con Dios

A todos nos gustaría hacer cosas grandes en el mundo, y cambiar

esta historia de desigualdades y necesidades. Pero lo que a cada unonos toca es hacer cosas pequeñas, ayudando a veces a esas necesi-dades primarias y urgentes: Un vestido, una chaqueta, un juguete, unospanecillos.

Con estas líneas solo quiero animar a que sigan ayudando comolo han hecho hasta ahora, lo que a ustedes les sobra a nosotros nossirve para cubrir nuestras necesidades.

Estoy acostumbrado a ir a los mercados de nuestro querido Perúy veo como la gente compra diez plátanos buenos por un sol, y veocomo los mas pobres eligen veinte plátanos casi malogrados por un sol,son muchos en la familia y no tienen más dinero; lo mismo les sucedeen el vestido ¡Ah! Y la ropa que envían es de buena calidad, y lo quenosotros compramos suele durar poco, porque compramos lo másbarato.

¿Sirve la ayuda humanitaria?

Exposición en instituto.

Voluntarios delante del contenedor.

SATI


Cuqui, voluntaria

El día que conocí a Suma, era un día grisde esos en que la niebla se mezcla con unchispeo de lluvia molesto, impregnado todode un tono triste y apagado.

Lo vi caminando lentamente y mesorprendió la luz que irradiaba de su mirada ysu sonrisa, un resplandor en las tinieblas.Años más tarde descubriría que no había sidouna percepción casual, sino que formabaparte de su misión en esta vida: alumbrar enla oscuridad y encender la llama de la ilusiónen nosotros/as.

No sé en que momento encendió la mía,pero sin darme cuenta me fui envolviendo yempapando de su ilusión... conociendo a máspersonas que lejos de ser utópicas creían queen nuestro mundo (no el de los políticos ni elmundo en general) una llama puede encendermuchos hogares. Y es que el calor crececuando cierras una caja del contenedor, la

llama se aviva cuando ves a la gente acudir auna exposición o cuando una mano amiga terecuerda qué haces aquí.

En el viaje a Perú entendí que la mirada deSuma, tenía el brillo de muchos años en esatierra, poseía la intensidad de la sencillez quesólo poseen quienes conviven con la madreTierra y se despiertan con la luz viva del paísde los Colores.

Hasta ese momento, yo creía que sólo unmago, un sabio o un rey de cuento podíatener la capacidad de mantener vivo esefuego, pero ahí estaba Suma, que en su mira-da guardaba el secreto.

Cuando sentía a alguien desabrigado deluz, bastaba una mirada, un abrazo de los quete contienen pero que no ahogan, o una pala-bra mágica y la luz revivía de nuevo.

Te miraba sin ojos críticos,te hablaba sin juzgarte,te dejaba actuar aunque supiera que te

equivocabas,

igual que los magos, los sabios o losreyes de cuento.

Tal era la fuerza de su luz que enseñó aalgunos/as a proyectar esa mirada. Cuandose reunían les gustaba decir que estaban enel sol, o en INTI, que es lo mismo en quechua.

Un día Suma partió y fue ahí cuandodescubrí su verdadero nombre, Su majestad.

- ¿Por qué se llamaba así?- Porque era un rey -me contestaron-

pero de los que no necesitan corona.Antes de irse a iluminar otro lugar, quiso

que siempre perdurara la llama que habíanencendido él y sus amigos/as, así que paraasegurarse impregnó sus últimas miradas deuna chispa eterna que no permite que la luz seapague. Además cada vez que ven el sol o elInti , saben que un poco de la luz que emite essuya; son rayos llenos de contenedores, decharlas y exposiciones...

Cuenta la leyenda, que todo aquel que vióa los ojos a Suma, tiene un brillo especial.

Cuento para Santi

MRHestas palabras traen a mi mente imágenes, sonidos, olores,

recuerdos inolvidables de un viaje al Perú del que ya han transcu-rrido 10 años.

Gracias a Santi compartí con 9 compañeros de aventura, unaexperiencia fundamental en mi vida, en la que descubrí en primerapersona que hay otros mundos y otras realidades en las que nues-tros problemas cotidianos se diluyen hasta desaparecer cuandohablamos de hambre, enfermedad….

Sin embargo, más allá de mi experiencia personal sumamenteenriquecedora, lo más importante de este viaje fue que dio lugar aINTI; el SOL que ilumina y da calor a muchas personas -niños,enfermos, ancianos, madres…- gracias a todos los proyectospuestos en marcha durante esta década: apadrinamientos, envíode contenedores, la creación de la Posta Médica…

Pero nada de esto se hubiese llevado a cabo sin los volunta-rios que son las lucecitas que conforman el SOL de INTI. A lo largode estos años, por el camino se han apagado algunas lucecitas,unas momentáneamente para luego volver a brillar con más fuer-za, otras para siempre cediendo el testigo a nuevas luces dispues-

tas a brillar con intensidad. Y, desde la distancia veo con gran admi-ración algunas luces que no han dejado de iluminar y que son lospilares sobre los que se sustenta INTI, no se apagan nuncacreciendo ante la adversidad y superándose permanentemente.

Probablemente muchas personas crean que ser luz en INTI estan fácil como pagarse un viaje al Perú, pero se equivocan… es dedi-car los fines de semana a bucear entre ropa, calzado y juguetes paraun contenedor, asistir a reuniones después de una dura jornada detrabajo, preparar proyectos para conseguir fondos, idear nuevasiniciativas para enganchar a nuevos voluntarios, renunciar a las vaca-ciones para ir a trabajar al Perú, sortear muchos problemas y dificul-tades …

Por ello, quiero aprovechar esta oportunidad que me habéis brin-dado para pedirle a Dios que las lucecitas nunca se apaguen, que lasque se han apagado vuelvan a brillar y que aparezcan nuevas luceci-tas dispuestas a iluminar y conseguir que INTI siga siendo un gransol que acompaña a los que necesitan luz y calor.

Por último, muchísimas gracias a todos vosotros por conseguirque el sueño que tuvimos hace 10 años se haya materializado en tanbrillante realidad.

Ccospanchiscca Chaskinchicmi…

Alberto CuevasEl inesperado fallecimiento de Santiago

Castro Lucini, en la ciudad de Vigo, el 9 de octu-bre del año pasado, siendo Rector del Semina-rio Mayor y Párroco de “San Xosé Obreiro eSanta Rita”, nos obligó a hacer memoria –en losactos fúnebres que se organizaron y en el ecode los medios de comunicación- de los principa-les datos de su vida y de su trayectoria sacerdo-tal. Se nos reiteró que había sido ordenadosacerdote en la iglesia de la que era párroco(1968) y que celebró su primera misa en la capi-lla del Seminario Mayor en la que le despedimos.Y nos pasaron rapidísimas instantáneas de suactividad en las parroquias de esta diócesis:Anceu, Barbudo, Gondomar, Vilaza, Parada,Chaín. Su trabajo en Cáritas y de profesor endiversos centros; fue Arcipreste, miembro delConsejo Presbiteral, del de Consultores y delEpiscopal… Algunos volvisteis a subir con él –antes entre risas y esta vez con lágrimas- a lasaserradas cumbres de la cordillera de los Andesperuanos, hasta Abancay y Huancavelica, hastaLircay y el Cuzco… Y recordamos todos que elsol quechua (INTI) que un día le cegó, empadro-nó para siempre su vida de entrega a los máspobres y necesitados de allá y de aquí, porqueel mandamiento nuevo (“amaros los unos a losotros”) en Santy se había hecho de acero inoxi-dable.

Dije en su funeral, que Santy -mi ordenador

se resiste a aceptar como sinónimo lo de D.Santiago-, tuvo el señorío de saber vivir sin vani-dades tontas cuando hay y aún sobra, y el esti-lo de no quejarse cuando faltaba incluso lo míni-mo; nunca hirió a los tímidos y humildes, niapostrofó a los engreídos, pero éstos le apena-ban mucho más, por hipócritas y amargados; fuehonrado sin calificativos, con definición de diccio-nario; respetuoso, noble y fiel a la amistad; cari-ñoso, pero sobrio en la manifestación de los afec-tos; tan piadoso y ajeno a beaterías enfermizas,que no se le ocurría promover cruzadas contra laignorancia de los más sencillos. Era sí pacientepara enseñar y prudente para aguardar a que seasimilen las cosas; con un gran sentido juvenil ydeportivo de la vida, sabía aceptar las derrotas,pero procuraba no perder ni al julepe, ni a la bris-ca, ni al dominó, al parchís o en las cuentas de finde mes…Era un cura bueno que había hipoteca-do las ínfulas, los honores y los capisayos; y fueun sabio sencillo y práctico, que no daba clases,pero de quien los alumnos atentos pudimosaprender las más grandes lecciones.

Santy dejó escrito un folio que nunca creíque tendría que leer. Las palabras que transcri-bo de sus últimas voluntades debieran sercomo su testamento espiritual especialmentepara los voluntarios de INTI: “Pido que losmiembros de la ONG INTI – os escribió-compartan conmigo la fe, sobre todo en laeucaristía, y que sigan adelante en la labor.” Ahí

os quedan, clarísimos, sus deseos.Para todos los demás, recojo otros párra-

fos que tampoco tienen desperdicio, y adquie-ren ahora un significado especial: “Quiero mani-festar lo primero mi acción de gracias a Dios porhaberme llamado al sacerdocio…Sí, dadgracias y pedid con confianza mi descanso enel Señor. Quiero pedir perdón a quienes hayapodido ofender o escandalizar, que me perdo-nen y vean en ello un motivo mayor para inter-ceder por mí ante el Señor. Gracias por vuestroperdón y comprensión…Os he querido, osquiero y seguiré queriéndoos, porque yo quierocon el alma y el alma nunca se muere. Que laVirgen os guarde.¡Hasta el cielo!”

En nuestra larga y profunda amistad, Santyy yo, lógicamente, nunca nos habíamos despe-dido así. Por eso esta última frase, ahora y a mí,me llena de esperanza. Y me recuerda nues-tro viejo pacto, cuando tan jóvenes como aven-tureros, íbamos recorriendo en auto-stop,juntos, las preciosas tierras de España. De nopoder ir los dos en un mismo coche, el quellegaba primero aguardaba al otro en el puebloo ciudad que hubiéramos acordado; por ejem-plo, nos decíamos, mientras corrías con tu peta-te hacia el auto que había parado: ¡hasta laentrada de Valladolid! o ¡hasta la salida de Bena-vente!...Pero ahora Santy nos ha dicho a voso-tros y a mí: “¡hasta el cielo!” Desde luego él yyo jamás dejamos de cumplir la palabra.

¡Hasta el Cielo, Santy!

1995 - 2005 · ciada por amigas solidarias (2004) - construcción de 3 casas en abancay, en...

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