1953, año cero

1953, Año Cero La lucha por la Soberanía de Baja California

Dip. Mónica Bedoya SernaDip. Gustavo Sánchez VázquezDip. Rosa Isela Peralta CasillasDip. Mario Osuna JiménezDip. Rosalba López RegaladoDip. Cuauhtémoc Cardona BenavidesDip. Gerardo Alvarez HernándezDip. María del Carmen FríasDip. Nereida Fuentes GonzálezDip. Miriam Josefina Ayón CastroDip. Marco Antonio Novelo OsunaDip. René Adrián Mendívil AcostaDip. David Ruvalcaba Flores

ÓRGANO COLEGIADO DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS LEGISLATIVOS

TERCER PERÍODO ORDINARIO DEL PRIMER AÑO DE EJERCICIO LEGISLATIVO

Dip. Rodolfo Olimpo Hernández Bojórquez, PresidenteDip. Fausto Gallardo García, VocalDip. Rosalba López Regalado, VocalDip. José Alberto Martínez Carrillo, Vocal

INSTITUTO DE ESTUDIOS LEGISLATIVOS

Miguel Angel Hueso Palacios, Coordinador de directoresHéctor Rafael Díaz López, Director de Investigaciones del Orden PolíticoClemente González Navarro, Director deInvestigaciones SocialesJuan Meneses Jiménez, Director deEstudios de la Administración Pública

COLABORADORESRafael Veytia Velarde, Investigación y fotografíaEsteban Romero Félix, Diseño editorialJose de la Torre Vásquez, InvestigadorLiliana Michel Sánchez Allende, InvestigadoraIris Ada Moreno Ortiz , Asistente general

No. 3

http://www.congresobc.gob.mx/ielweb

Instituto de Estudios Legislativosde Baja CaliforniaCentro Comercial Plaza FiestaLocales 3 y 4D, Centro Cívico CP 21000

Teléfono: Tel. (686) 558-60-47Mexicali, Baja California, México

Dip. Laura Torres Ramírez Dip. José Francisco Barraza ChiqueteDip. Felipe de Jesús Mayoral MayoralDip. José Alberto Martínez CarrilloDip. Irma Martínez ManríquezDip. Francisco Alcibíades García LizardiDip. Juan Manuel Molina GarcíaDip. Armando Reyes LedesmaDip. Julio César Vázquez CastilloDip. Rodolfo Olimpo Hernández BojórquezDip. José Roberto Dávalos FloresDip. Fausto Gallardo García

Congreso del Estadode Baja CaliforniaXXI Legislatura

l 16 de agosto de 1953 fija una linea divisoria donde se cuentan dos etapas marcadas en la memoria de nuestra región. Esa fecha marca el año cero en la historia como un Estado Libre y

Soberano de los Estados Unidos Mexicanos, es precisamente por eso que en este 2014 se conmemora el 61 aniversario de Baja California.

La forma de vida que vive la entidad al día de hoy, tiene sustento en una evolución democrática, intelectual y pacífica, realizada por bajacalifornianos de diferentes épocas antes de terminar en la erección como Estado.

Por ello la importancia de rescatar esa lucha llevada a cabo desde las primeras décadas del Siglo XX; estrategias que sirvieron de base para otros movimientos intelectuales hasta lograr el propósito en los albores de la década de los 50´s.

En este escrito se expone la aportación de los diversos autores y personajes ligados a iniciativas y propuestas que fortalecieron la idea de tener soberanía en las decisiones que conducían al progreso y desarrollo de la entidad.


Introducción

INSTITUTO DE ESTUDIOS LEGISLATIVOS DE BAJA CALIFORNIA

Desde la propia defensa armada de la región hasta la construcción de argumentos sólidos de ser independendientes y soberanos, la crónica nos relata un tesón general por conseguir la meta sin menoscabo del tiempo y las ocasiones necesarias para alcanzarla.

El trabajo intelectual de los bajacalifornianos plasmados en iniciat ivas, propuestas, manifiestos, exposición de motivos y posicionamientos de la época nos recrean los ideales que se trazaban por establecer la libertad de decisión.

Hoy en día sabemos los resultados de aquella lucha, pero se queda atrapada las motivaciones de aquel los bajacal i fornianos que se enfrentaron a una adversidad y es básicamente eso, la razón del presente trabajo.

Se rescatan de manera íntegra, los manifiestos de algunos grupos que trabajaron para conseguir la Soberanía, igualmente la exposición de motivos de nuestra Constitución y el sentir de los que trabajaron en redactarla. Palabras que tienen vigencia en nuestros días para seguir construyendo, en los estándares del progreso y el desarrollo, nuestro Estado Libre y Soberano: Baja California.

Miguel Angel Hueso Palacios5

iversos factores han influido en este proceso de transformación en la que la región norte de la península de Baja California se c o n v i e r t e e n E s t a d o . E s importante precisar que la

segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX se dan los movimientos ciudadanos en defensa de la región y los intentos organizado en pro del estatus de Estado. Estas luchas, primero contra los intentos de los estadounidenses de apoderarse de la porción sur de la California y luego con la idea de ser autónomos, fueron factor importante para crear el sentimiento identitario que daba la región, “aún cuando las iniciativas por parte del gobierno federal eran importantes para la realización de este fin, las de administración regional también tuvieron un papel notable en este sentido así como la propia voluntad por parte de los habitantes de la región para autogobernarse” (Taylor, 2000).

Invasiones de filibusteros e intentos de compra serían las primeras luchas que tuvieron que librar los bajacalifornianos, como la del Senador Henry F. Ashurst quien recomendó al Congreso de Estados Unidos (1918) comprar a México la península para transformarla en “granjas y jardines” so pena de que estas tierras pasarían cien años sin desarrollo y desolada como estaba en los albores del Siglo XX.

Los primeros movimientos organizados

dirigidos hacia la conversión de Baja California en Estado datan desde 1917. Comenzaron a surgir formalmente a finales de la década de los veinte, y continuaron formándose a lo largo de las siguientes dos décadas con el principal propósito de solicitar al Congreso de la Unión que declararan a Baja California como Estado Libre y Soberano.

La Constitución de 1824, es la que titula a estas tierras como: “Territorio de la Alta California” y “Territorio de Baja California”, la Constitución de 1857 también conservó este mismo título. Este Territorio se dividió en dos Distritos, Norte y Sur, cada uno tenía su jefe político, según la Ley del 14 de diciembre del 1877.

El decreto que promulgó como Distrito a Baja Cal i fornia Norte, no establecía claramente cómo se limitaba geográficamente el Distrito en la parte sur, mientras que la parte norte si estaba oficialmente dividida por la línea internacional entre México y Estados Unidos.

El cronista Oscar Sánchez Ramírez (2013) relata: “Por este motivo, el jefe político del Distrito Norte, Luis E. Torres se comunicó con el Secretario de Gobernación, lo enteró de la anomalía y propuso como límite el paralelo 28° latitud Norte, apoyando la proposición en que esta línea geográfica correspondía a lo que prácticamente se consideraba el límite, dividía la península en dos partes casi iguales, además cruzaba por una zona muy desértica”.

El proceso de evolución de

Baja California en Estado


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Documento original que modifica a la Baja California de Distrito a Territorio Federal publicado el 7 de febrero de 1931, en el Diario Oficial de la Federación.

El presidente Adolfo de la Huerta, el día 8 de noviembre de 1920, envió una iniciativa al Congreso de la Unión para modificar la categoría política del Distrito Norte de la Baja California a Territorio Federal, pero es hasta diciembre de 1930 con el Presidente Pascual

Ortiz Rubio, cuando el Congreso de la Unión expidió el Decreto que modificó el artículo 43 de la Constitución y se crean los Territorios Norte y Sur de Baja California, este dispo-sición entra en vigor el 7 de febrero de 1931.


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El artículo 45 determinaba el límite geográfico entre la Baja California Norte y Sur, aún con su modificación de Distrito a Territorio y finalmente en Estado en el año de 1951, continuó siendo el paralelo 28° de latitud norte, el que dividiría a la Baja California en Norte y Sur.

Requisitos constitucionales para la construcción de los Estados de la República Mexicana.

Para que un Territorio se proclamara como Estado y siendo fiel al cumplimiento de las letras plasmadas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, se debían cumplir con ciertos requisitos cons-titucionales para establecerse oficialmente, este se fundamenta en la sección III de las fa-cultades del Congreso, artículo 73, fracción II.

El artículo 73 menciona que el Congreso de la Unión tiene ciertas facultades:

II.- Para erigir los Territorios en Estados cuando tengan una población de ochenta mil habitantes y los elementos necesarios para proveer a su existencia política.

Sin embargo, actualmente, con la reforma al artículo 73 (8 de octubre de 1974) en su fracción III dice a la letra: “Para formar nuevos Estados dentro de los límites de los existentes, siendo necesario al efecto:

1o. Que la fracción o fracciones que pidan erigirse en Estados, cuenten con una población de ciento veinte mil habitantes, por lo menos.

2o. Que se compruebe ante el Congreso que tienen los elementos bastantes para proveer a su existencia politica.

3o. Que sean oídas las legislaturas de los Estados de cuyo territorio se trate, sobre la conveniencia o inconveniencia de la erección del nuevo Estado, quedando obligadas a dar su informe dentro de seis meses, contados desde el día en que se les remita la comunicación res-pectiva.

4o. Que igualmente se oiga al Ejecutivo de la Federación, el cual enviará su informe dentro de siete días contados desde la fecha en

que le sea pedido.5o. Que sea votada la erección del nuevo

Estado por dos terceras partes de los diputados y senadores presentes en sus respectivas Cámaras.

6o. Que la resolución del Congreso sea ratificada por la mayoría de las Legislaturas de los Estados, previo examen de la copia del expediente, siempre que hayan dado su consentimiento las Legislaturas de los Estados de cuyo territorio se trate.

7o. Si las Legislaturas de los Estados de cuyo territorio se trate no hubieren dado su consentimiento, la ratificación de que habla la fracción anterior, deberá ser hecha por las dos terceras partes del total de Legislaturas de los demás estados. �

Movimientos Pro Estado

1917La primera manifestación documentada

fue en una sesión del Congreso de la Unión, el día 26 de Enero de 1917, donde se leyó una petición de 5 ayuntamientos solicitando que se estableciera como Estado el Territorio de la Baja California (Incluyendo Norte y Sur en un mismo Estado). Entre los ayuntamientos que formaron parte de esta declaración fueron: San José del Cabo, Mulegé, San Antonio, Todos Santos y Santa Rosalía. (Aguirre, 1990:366).

Lo que contestó el Constituyente de 1917 a la petición fue: “Deberá continuar como Territorio. Porque los informes sobre población acusan un número inferior al exigido por la Constitución y además por ser conveniente y necesaria la continuación de su dependencia directa de la Federación, para que pueda ser objeto de una vigilancia y un cuidado más estricto” (Silva Cota, 1951:24).

La Ley que suprimió los Municipios: “Ley Orgánica de Distritos y Territorios Federales”, creó un ambiente político tenso y agitado, esto dio pie a la formación de partidos políticos y movimientos, un ejemplo de ello, es el hecho histórico de 1929 cuando se formó el primer

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grupo que exigía la transformación del Territorio de Baja California a un Estado Libre y Soberano. (Aguirre, 1990:366).

El primer Comité Pro Estado de 1929

Gracias a la activa participación ciudadana, se realizaron asambleas populares para elegir una mesa directiva, la cual dirigió el primer comité en la historia que promovió la formación del Estado de Baja California. Esta primera organización ciudadana se formalizó con siete integrantes: Presidente: Miguel Santacruz, Secretario: Ricardo Romandía, Te-sorero: Alfonso Cota, Subtesorero: Luis Vargas Piñera, Vocales: Luis Amador, H. Sotelo y F. Márquez.

La influencia de este Comité Pro Estado, logró que el 7 de febrero de 1931 se diera la categoría de Distrito a Territorio Federal, y fue en 1940 cuando se expidió el decreto donde se dividió a los Territorios Federales en Municipalidades. (Silva, 1951:65; Dueñas, 1988:70).

El Comité Pro Estado Libre y Soberano de Baja California de 1931

Señalado como el segundo en la historia de Baja California, se formó por un grupo de estudiantes en junio de 1931 con seis integran-tes: Braulio Maldonado Sandez, Rafael Osu-na, Guillermo Caballero Sosa, Francisco Due-ñas Montes, Ángel Martínez y Domingo Car-ballo. Participaban empresarios, comer-ciantes, periodistas, dirigentes laborales, así como otras profesiones y oficios. (Walther, 2000:17).

Su aportación más representativa fue en el año de 1936, cuando el comité envió una petición a la Secretaría de Gobernación y al Congreso de la Unión, en la cual proponen convertir a la península en un solo estado, ya que ni el Norte ni el Sur no cubrían los requisitos constitucionales para ser elevados a categoría de Estados, por sí solos.

Hubo una petición formal publicada el 24

de septiembre de 1936 por el Guillermo Cabalero Sosa integrante del Comité Pro Estado fundado en 1931 que entre otras cosas, argumentan la urgencia de llegar a la evolución estatutaria por razones de autonomía en la elección de sus representantes y el inter-minable acoso de los norteamericanos por ha-cerse de la península.

PETICIÓNQUE HACE EL COMITE PRO-ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE LA BAJA CALIFORNIA AL H. CONGRESO DE LA UNION RELATIVA A LA ERECCIÓN EN ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE LOS TERRITORIOS DE BAJA CALIFORNIA, EN CUMPLIMIENTO DE LA FRACCIÓN I I D E L A R T Í C U L O 7 3 D E L A CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPUBLICA

El Comité Pro-Estado Libre y Soberano de la Baja California que nos honramos en presidir, se dirige a este H. Congreso de la Unión, haciendo uso de la garantía otorgada por el artículo 8o. de nuestra Constitución General de la República, a efecto de que la H. representación nacional, dé cumplimiento a la fracción II del artículo 73 de nuestra Carta Magna, declarando Estado Libre y Soberano los Territorios de la Baja California, fundando nuestra petición en los siguientes hechos consideraciones de derecho:

HECHOS ECONÓMICOS. —La fracción II del Artículo 73, Constitucional exige que para que los Territorios puedan constituirse en estados libres y soberanos, necesitan poten-cialidad económica suficiente para su sos-tenimiento. Ahora bien, haciendo mi breve a-nálisis de la situación económica de ambos territorios, hemos de concluir que sí están capacitados para sostenerse por sí mismos.

MINERIA. —Tanto en la parte Norte, como en la Central y Sur, se encuentran yacimientos de diversos metales como oro, plata y cobre, pudiendo señalar como ejem-plos los minerales de El Real del Castillo, El Álamo, El Boleo, San Antonio e infinidad de

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fundos mineros explotados en pequeña escala, o en receso, pero que demuestran claramente que toda la península, es un fuerte filón de metales de todas las clasificaciones que sólo facilidades de los funcionarios que tienen la obligación de impartirlas con el objeto de desarrollar metalúrgica que debe ser floreciente en Baja California la misma rama es lo referente a los fundos salineros que existen en toda la península, pudiendo asegurar que la sal producida en Baja California, por su cantidad y calidad, bastaría para abastecer todos los mercados del mundo. Señalamos como ejemplos las salinas de El Carmen, San José, Ojo de Liebre, San Quintín, Omotepec y otras. A esta industria salinera de la Baja California debe dárseles más facilidades que las existentes en otros puntos de la República, por su falta de vías de comunicación que elevan grandemente el costo de transportación.

Sin embargo, se viene prefiriendo reducir la producción sobre todo en la costa del Pacífico, para aumentársela a otros centros de esta misma industria que tienen más facilidades para poner sus productos en los centros de consumo.

EXTENDIENDONOS A OTRAS FUENTES DE EXPLOTACIÓN, de esta misma naturaleza, hemos de mencionar los yacimientos de yeso, mármol y otros mate-riales de construcción que se encuentran en abundancia, pudiendo asegurar que muchas poblaciones norteamericanas han utilizado dichos materiales en diversas industrias y para levantar enormes y lujosas construcciones.

Hasta la fecha dichos materiales han sido utilizados únicamente en otros países por explotadores extranjeros concesionarios de estos yacimientos; el beneficio para el país y la región ha consistido solamente en impuesto de exportación y salarios para peones.

AGRICULTURA. - En el ramo de agricultura son perfectamente conocidos los productos de la península que en muchas ocasiones han abastecido a buena parte de los

mercados nacionales. Señalaremos como regiones productoras de algodón El Valle de Mexicali, que rinde por cosecha anual de 70 a 80,000 pacas de 225 Kg. cada una de dicha fibra. En el mismo valle y otras regiones fronterizas se cultiva el trigo que llega a alcanzar una producción de 20 a 30,000 toneladas anuales. En la parte Central nos encontramos con la exquisita producción de aceituna, dátil, higo y uva, al grado de que Baja California, en estos últimos productos, ocupa el primer lugar en la República. Esta producción no ha recibido nunca impulso que necesita; los métodos de conservación y empaque siguen siendo tanto más defectuosos que los primitivos enseñados por los Jesuitas introductores de esos cultivos, circunstancia que no puede abrirles los mercados de nuestras ciudades del interior las cuales consumen estos artículos importados de Europa y África a precios de cinco a diez veces mayor que el registrado en Baja California. Se entiende que este reducido precio de venta en Baja California no alienta a aquellos agricul-tores a ampliar sus campos de producción.

Como productora de uva, Baja California ocupa el primer lugar en la República, según estadística de la Secretaría de Agricultura y Fomento de 1933, superando aun al estado de Coahuila que tiene fama en producción vinícola. Esta producción es susceptible de aumentar notablemente si se aprovechan las grandes extensiones de tierras cultivables que se hallan abandonadas.

Si bien es cierto que los vinos elaborados en la Misión de Santo Tomás, Territorio Norte, han conquistado satisfactoriamente los mercados de la República hay que tener en cuenta que la producción del Territorio del Sur, que más importante no ha podido contribuir a la industria vinícola porque está grabada con su impuesto de $ 0.20 el litro y la falta de vías de comunicación recarga enormemente el costo de exportación.

Además del cultivo anterior también se producen en la parte sur, jitomate, caña de azúcar, frijol, maíz trigo, etc. Señalamos como

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hecho concreto la exportación anual de más de medio millón de cajas de jitomate, y en igual forma podrían exportarse otras legumbres como chícharo y chile que tiene amplio mercado en el extranjero. Este aspecto de la producción puede triplicarse en el extranjero. Este aspecto de la producción puede triplicarse por existir grandes extensiones de tierras propicias a la agricultura, como gran parte de las tierras que recientemente fueron recuperadas por el Gobierno Federal de la enorme concesión Delbert Haff sobre la costa del Pacífico, así como en el valle de San Quintín sobre la misma costa con una extensión aproximada de 40, 000 hectáreas y otra regiones.

Sobre este aspecto de la producción es necesario referirnos aunque sea en breves líneas, al decreto que estableció los Perímetros Libres en las poblaciones de Tijuana y Ensenada. El referido decreto establece la importación libre de todos aquellos productos no e l aborados en l a s menc ionada s poblaciones; sin embargo, existiendo en Ensenada dos molinos harineros, se ha permitido la importación de harina que no solo ha venido a matar a la industria harinera sino que ha perjudicado grandemente a los agricultores dedicados al cultivo del trigo.

PESCA.--- Seguramente la pesca, por razón natural, es una de las principales riquezas de la península, asegurando que tanto en el Golfo de Cortés como en el Pacífico se encuentran tan variadas especies marinas como son mariscos y moluscos; atún, sardina, baracuta, mero, concha, perla, abulón, langosta, etc. Especies que son y han sido aprovechadas prin-cipalmente por extranjeros por la falta de facilidades a los nacionales a los que siempre se obstrucciona. Como caso concreto podemos mencionar dificultades que ha tenido la empacadora LA INDUSTRIAL DE ENSE-NADA S.A.

Llenando todos los requisitos referentes a la pesca es decir, de acuerdo con la legislación positiva referente a la materia hace aproximadamente cuatro meses se estableció

en el puerto de Ensenada una planta empacadora de abulón denominada INDUSTRIAL, DE ENSENADA, S. A., inte-grada por mexicanos y capital mexicano. Después de haber hecho gastos que ascienden a más de $60.000, el Departamento Forestal y de Caza y de Pesca, por conducto de su dependencia en el Puerto de referencia ordenó que se le cancelara el permiso sin importarle los gastos hechos y que se quedaran sin ocupación los trabajadores, que ha sido evitado por los amparos que ha concedido el íntegro licenciado Mendoza López, Juez de Distrito en Tijuana. Como es de com-prenderse, esta actitud del referido depar-tamento no está en armonía con los benéficos propósitos del ciudadano Presidente de la República de dar facilidades a la Baja California con el objeto de crear y fomentar nuevas fuentes de vida, ni con su política eminentemente en favor de los trabajadores. En situación semejante, se encuentra el representante de otra empresa en el Territorio Sur, señor Carlos E. Bernstein incansable hombre de empresa y nativo de la península.

Los productos de pesca en su estado natural que se obtiene en las costas del Pacífico, frente a la Península tienen un valor actual de cerca de DIEZ Y SIETE MILLONES DE PESOS, que se llevan para beneficiarse en el extranjero, dando ocupación a más de CINCO MIL PERSONAS.

La retención e industrialización de estas y otras especies marinas por nacionales y en la península, darán una idea a nuestras autoridades del engrandecimiento que podría alcanzar la Baja California que solo espera se realicen los múltiples ofre cimientos que se le han hecho. La explotación integral y honrada en esta forma de los recursos naturales de la península, sería suficiente para mantener una modesta Marina Mercante netamente nacional, que no existe y que vendría a resolver otro de los grandes problemas de Baja California.

GANADERIA. —Ambos Territorios cuentan con ganado vacuno, lanar y caballar,

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demostrándose esto con la existencia en La Paz de la primera Tenería de la República “SUELA VIOSCA" y la producción abun-dante de pieles, carne y queso que han alcan-zado cierta fama tanto en nuestros mercados como en los extranjeros. Se calcula que la península tiene aproximadamente 100.000 cabezas de ganado vacuno de mala calidad, pues nunca se ha tenido el cuidado de establecer postas zootécnicas tendientes al mejoramiento de la especie.

DEMOGRAFÍA.- La población de la Península de acuerdo con el censo de 1930, era de 95, 416 habitantes, agregando como hecho fundamental que la población bajacaliforniana tiene una cultura medio superior a todas las entidades de la República como lo demuestra el censo de 1930, levantado por la Secretaría de Educación.

Baja California, Territorio Norte, 21.37% de analfabetismo.

Distrito Federal, 23.06% de analfabetismo.Baja California, Territorio Sur, 37.06% de

analfabetismo.Nuevo León, 37.84% de analfabetismo.Sonora, 39.88% de analfabetismo.

ARGUMENTOS POLÍTICOS.- La península de la Baja California está dividida en abierta contraposición a los postulados democráticos en nuestro país, de acuerdo con lados Democráticos que rigen su propia organización política.

Al efecto, en la península y desde el año de 1937, quedaron derogadas las libertades municipales en virtud de la reforma conducente de la Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales y la propia Constitución General de la República, habiendo quedado así suprimidos todos los Ayuntamientos para convertirse en simples Delegaciones de Gobierno al igual que en el Distrito Federal.

La reforma de referencia se opone al espíritu y tendencia fundamental del artículo 115 constitucional ya que priva a una entidad federativa de una de las conquistas más preciadas de la libertad humana. Hemos

agregar que los gobernadores nombrados por el ejecutivo federal por lo general son ajenos a las necesidades y sentimientos del pueblo de Baja California, y que nombran como sus colaboradores con facultades absolutas a personas también muy ajenas a la Península. El Gobernador que asume a su vez la Jefatura de la Zona Militar, de hecho tiene el control absoluto de los empleados judiciales tales como Jueces, Ministerio Público, etc. etc. Es decir los Gobernadores de la Baja California, se convierten de hecho y de derecho en dictadores absolutos a guisa de Procónsul Romano.

Los únicos funcionarios públicos que pueden elegir los bajacalifornianos son dos Diputados Federales, que por lo general son impuestos por el Gobernador suprimiendo así la única libertad que podrían tener los habitantes de aquella desventurada península.

Estos representantes populares, elegidos por el Gobernador, resultan por consecuencia ajenos también de la península y a sus problemas. Las consecuencias de este anacrónico sistema de organización política son fatales ya que mata todo espíritu cívico de los bajacalifornianos y toda iniciativa en el orden económico y cultural, pues de hecho está considerado como pueblo esclavo, sujeto al criterio de sus gobernadores que en muchas ocasiones para completar esta situación un bárbara, son individuos incultos, de moral y antecedentes bochornosos. El gobierno de la revolución naturalmente por falta de visión clara de este fenómeno, se encuentra a cada momento con el problema de la separación o falta de cariño con los bajacalifornianos para el resto de la república, porque en verdad es un pueblo agobiado muy expuesto al pasto de las ambiciones nacionales y extranjeros.

Como ejemplo podemos señalar la reciente proposición del diputado norteamericano Kramer que viendo el descontento de los bajacalifornianos para con sus Gobernantes, u contemplado el estado de justa agitación de aquel pueblo, hizo ante el Congreso Norteamericano la peregrina proposición de comprar Baja California. Otros ejemplos más

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podemos señalar a través del curso de la historia de aquel girón de patria, que demuestran también la resistencia moral y el cariño patrio de los bajacalifornianos, ya que siempre han rechazado enérgicamente a los invasores y han preferido vivir bajo la férula y la bota del militar mexicano con todos sus defectos y desprestigios como suele suceder.

FUNDAMENTO DE DERECHO.--- Esta petición tiene su fundamento en el artículo 8º de la Constitución General de la Republica que confiere a todos los ciudadanos mexicanos el derecho de petición y a todo funcionario público el respeto u la atención debida a dicha garantía, y en la fracción II del artículo 73 de la propia Constitución que dice: El Congreso tiene la facultad para erigir a los Territorios en Estados cuando tengan una población de 80,000 habitantes y, los elementos necesarios para proveer su existencia política.

Atendiendo a los hechos anteriormente expuesto que demuestran con claridad que Baja California reúne los requisitos constitucionales y a las ambiciones de aquel olvidado y lejano pueblo que no quiere ser una carga para el Gobierno Federal, ni para entidad alguna de República, y sí contribuir en una forma plena en la resolución de los problemas de la región y nacionales, nos concretamos solamente a pedir a ese H. Congreso de la Unión que se cumpla con lo estatuido en el artículo de referencia.

CONCLUSIONES1º Désele entrada a la presente petición con dispensa de todo trámite dada la importancia y trascendencia del mismo.2º Modifíquense todas las leyes concernientes a esta materia.3º Declárese que los Territorios Norte y Sur de Baja California constituyen una sola entidad federativa y un Estado Libre y Soberano.

RESPETUOSAMENTEMéxico, D.F., Septiembre 24 de 1936.

POR IGUALES DERECHOS PARA LA BAJA CALIFORNIA COMITÉ PRO-

Otro Comité Pro Estado Libre y Soberano de Baja California en 1931

Nace de manera simultánea en el teatro “Iris” un intento más de movimiento bajaca-liforniano en Pro del Estado 29, con el pe-riodista José S. Castillo como presidente, Octa-vio Ibarra como vicepresidente también pe-riodista. Entre sus colaboradores estaban Rafael Corella, Rafael Lomelí, Luis G. Valdés entre otros ciudadanos.

Este podría considerarse como el tercer Comité Pro Estado en la historia de Baja California.

Las actividades realizadas por este equipo, no generaron los resultados como se esperaba, al paso del tiempo, se fue dejando y se paralizo. Pero, sin duda alguna, fue un ejemplo de t r aba jo y empeño sobre e s t a t i e r ra bajacaliforniana. (Pérez y Ramírez, 1975:1; 1991:482) (Sánchez, 2013: 58).

En una entrevista plasmada en la historia regional, entre el Profesor Enrique de la Chausseé (integrante del Comité Pro Estado anteriormente mencionado) y el Primer Cronista de la Ciudad de Mexicali, Pedro F. Pérez y Ramírez “Peritus”, mencionan las metas idóneas para fortalecer al tan aclamado Estado 29, una Baja California Libre y Soberana: 1.- Red de comunicaciones suficientes, eficiente y fuertemente vinculado al macizo de la Patria.2.- Industrias variadas, florecientes y en pleno desarrollo.3.- Casas bancarias e instituciones de crédito, solventes y progresistas.4. $30'000,000. Treinta millones de pesos como ingresos.5.- Un cuarto de millón de habitantes y tal vez más.6. Como material humano, legiones de hombres laboriosos y honestos, seleccionados entre los más valerosos y ambiciosos de toda la República. (Pérez y Ramírez: 1975).

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Comité Ejecutivo Territorial Pro Estado Norte de Baja California de 1933.

En el verano de 1933, un intento más se desarrolla, un nuevo comité que se forma con el anhelo de constituir el Estado, hubo diversidad de participantes, desde hombres de empresa, comerciantes, líderes obreros, periodistas y campesinos. Se podría considerar como el cuarto movimiento en la historia en Pro del Estado 29, donde el ciudadano Jorge García ofreció su casa para realizar las sesiones de este comité, mientras se establecían oficinas oficiales. Este movimiento buscaba ser popular, es decir, una organización fuerte y preparada al arribo del Presidente de la República Mexicana, Lázaro Cárdenas. Buscaron ser una organización preparada para que el Presidente reconociera que estaban listos para gobernarse a sí mismos. En este “Comité Territorial”, la directiva que tomo protesta fueron: como Presidente Narciso Arreola, Secretario Jesús Morales Espinoza, Tesorero J. Guadalupe V. Beltrán y Vocales los ciudadanos Pablo Pérez, Jorge García y Natividad Hernández. (F. Pérez y Ramírez, 1972).

La Asociación Cívica Pro- Baja California en Ensenada en 1936

Es t amb ién conoc ido como o t ro movimiento en busca de la consolidación de Territorio a Estado de la Baja California, que menciona el investigador Taylor Hansen (Tay-lor,2000:p.18).

No se encontró mayor información de postulados y propuestas.

Comité Pro Estado de 1940Continua la perseverancia y el deseo de

crear el Estado 29, así que surge otro Comité Pro Estado en la administración del Coronel Rodolfo Sánchez Taboada (1937-1944), donde también se llevó a cabo la reforma agrarista del Presidente de la República Lázaro Cárdenas, se formó un nuevo Comité Pro

Estado integrado por ciudadanos de Tijuana: Julio Dávila, Enrique Paulín, Arturo M. Escandón (Presidente); de Tecate: Jesús García Fimbres, Fernando Appel Carrillo; de Mexicali: Fausto A. Ramírez, Leandro Rivera; de Ensenada: Jesús Sobarzo, Miguel Santos Torres y Jaime S. Prado. Formado prin-cipalmente por funcionarios gubernamentales, ejidatarios y colonos. (Aguirre, 1990:367).

Comité Pro Estado de 1944Una propuesta más, se establece 1944 al

integrarse otro Comité Pro Estado, con las mismos motivos eternos de los comités anteriores: ser un Estado Libre y Soberano, los participantes fueron: Arturo M. Escandón, Carlos Kennedy, José Mapula, Manuel Acosta Meza, Francisco Andrade, Ricardo Gibert, Enrique Palacios.

Partido Regionalista de la Baja Ca-lifornia de 1946

En la ciudad de Tijuana también hubo ruido político con su “Campaña Pro-Estado Libre”, ya que el 11 de abril del año mencionado, se publicó un manifiesto que expresa la necesidad de los habitantes del Territorio Norte de constituirse en Estado, uniéndose con el Territorio Sur. El comité ejecutivo estaba formado por: Presidente Arturo Meza Romero, Vicepresidente Alejandro Mendoza M.; Como Secretario de Actas y Acuerdos Manuel Casillas B.; Secretario del Interior Gumersindo C.; Secretario del Exterior Crispín Ceseña; Secretaria de Finanzas Isabel Miranda de Acosta, Pro-Secretario de Finanzas Salomón Sandez, Secretario de Organización y Propuesta Manuel Acosta Meza, Secretario de Est. y Archivo Felipe S; Secretaria de Acción Femenil María de la Luz A. de Palacios, Pro-Secretaria Bertha Estrada; Porta-Estandarte, Mario Cota Moreno, Pro-Porta Estandarte Jesús Roa.

Enseguida se presenta una transcripción íntegra del programa que promovió este movimiento.

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Baja Californiano:

CONSIDERAMOS que es un deber inelu-dible de todos los nativos y viejos residentes de la Baja California, y en general de todas aquellas personas que sientan cariño por esta región para ayudar y cooperar en la medida de su esfuerzo al progreso y engrandecimiento de ambos Territorios. Los que hemos nacido en la Península, los que han vivido en ella, durante algunos años y aún los simples visitantes, nos hemos percatado de la gran potencialidad económica, y del vasto porvenir que tiene ésta región; por desgracia abandonada desde hace mucho tiempo por gobernantes anteriores. Por éstas razones y porque las circunstancias son propicias para generar toda noble idea de progreso; nos hemos permitido lanzar el presente manifiesto para exponer nuestros

puntos de vista, sobre los diversos problemas que afectan a nuestro pueblo y la forma de resolverlos; así cumplimos con nuestro deber y esperamos que también los hombres de experiencia de la Baja California, los profesionistas y hombres de mediana cultura, aporten sus ideas sobre puntos tan im-portantes. Permanecer callados en estos mo-mentos, es falta de Patriotismo y de res-ponsabilidad; las circunstancias difíciles por las que atraviesa nuestra República y el mundo en general, obliga a todos los hombres, a prestar nuestro contingente, nuestro trabajo y nuestras ideas para que el progreso pueda encausarse, en todos los órdenes, y podamos así ser útiles y dignos a nuestra causa libertaria, para lo cual está luchando la humanidad entera. Ahora bien, consideramos que la condición indispensable, para que cualquier pueblo, o para cualquier hombre, pueda progresar, es que sea libre en todas sus manifestaciones. La esclavitud conduce fatalmente, a la exclusión de las facultades humanas, jamás un pueblo esclavo ha progresado. En todos los actos del hombre se requiere, su libre voluntad. Por eso es que nosotros hemos tomado como Bandera Pol í t ica del Par t ido Regional i s ta , la CREACIÓN DEL ESTADO LIBRE DE LA BAJA CALIFORNIA, para que todos los ciudadanos mexicanos, radicados en la Península, podamos libremente constituir nuestro Gobierno. El Gobierno, electo por el pueblo, deberá ser capaz de encauzar el progreso de esta región, en todos sus órdenes. Al sentirnos libres para elegir nuestros Gobernantes, habremos adquirido un gran sentido de responsabilidad, enfocando todas nuestras actividades, hacia el engrandecimiento de la Baja California, para que así surjan nuevas industr ias , para que nuestras t ierras fructifiquen, para que el comercio florezca, en síntesis; para que en estas tierras, puedan vivir muchos de nuestros connacionales que viven en otras partes de la República, en condiciones difíciles, y para que podamos abrir los brazos a todos los hombres, de progreso y de acción,

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siempre que sean mexicanos por nacimiento o por naturalización.

Por otra parte, la Baja California ya está en condiciones de erigirse en ESTADO LIBRE Y SOBERANO, de acuerdo con nuestra Constitución Política; cuenta al efecto con número necesario de habitantes, con suficien-tes recursos económicos, para sostenerse administrativamente (el solo presupuesto del Territorio Norte, es superior al de varios Estados juntos, del interior de la república). Como dato elocuente, que prueba nuestra potencialidad económica, señalamos el hecho de que Baja California, ocupa el primer lugar tanto en sus recursos naturales como en otros; como ejemplo citamos los que más han engrandecido la Península, siendo ellos: los productos marinos y los vinícolas. Posi-blemente este año llegue a convertirse en

primer productor de aceite de olivo, algodón, chile, cebada trigo, etc. Hemos de hacer hincapié en que estas empresas han sido organizadas y encauzadas, gracias al esfuerzo entusiasta y fecundo de nativos y viejos residentes de la Península. Concuerda la idea de erigir en Estado Libre la Baja California, los propósitos mismos de Presidentes que en diversos períodos Presidenciales y en más de una ocasión han manifestado sus deseos de que este pueblo se Gobierne por sí solo (ver declaraciones del señor General Ávila Camacho, durante su gira Presidencial y las proclamas del ex presidente Cárdenas, en su visita a los territorios). Afortunadamente el pueblo de Baja California, está suficiente-mente preparado para llegar a constituir un Gobierno propio, honesto y capaz de regir los destinos de la Península. La Cultura media de nuestro Pueblo, ocupa el primer lugar en nuestra República, contamos con profe-sionistas nativos y viejos residentes y con técnicos en diferentes órdenes. Además, en ambos Territorios, existen hombres de experiencia suficiente que pueden ser guía seguro para encauzar el progreso de nuestro Estado. Con respecto a las dificultades geo-gráficamente existentes en la Península, con-sideramos que puedan subsanarse fácilmente con las nuevas vías de comunicación; las grandes distancias que separan a los pueblos en la actualidad, pueden ser recorridos en breves horas, además, ambos Territorios cuentan aunque escasamente con diversos caminos intervecinales que los une y conecta fácilmente.

Consideraremos la opinión de los habitantes del Territorio Sur, llegado el tiempo para solicitar la erección del Estado Libre de la Baja California, para borrar la línea divisoria entre ambos Territorios, los cuales fueron separados en forma artificiosa sin ninguna causa ni motivo legal, para que en esta forma los Territorios Norte y Sur, queden unidos definitivamente y entre ambos constituyan la nueva Entidad que tendrá que progresar a med ida que vayamos impu l sando y


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encauzando nuestra Cultura, aclarando que el Territorio Norte de la Baja California, por si solo y dado sus recursos y población, está en posibilidad en constituirse en Estado Libre.

El tradicionalismo noble y fecundo de los habitantes del Territorio Sur, unidos al sentido práctico y experiencia de los Terrinorteños, hará que surja el Nuevo Estado de la Baja California, potente y vigoroso, más mexicano que nunca. Otra condición indispensable, para que un pueblo pueda progresar, es que cuente con organización y disciplina. Difícilmente los pueblos desorganizados sin cohesión y unidad en sus diversas manifestaciones, pueden en-cauzar su progreso por senderos ciertos y efica-ces. Por eso nosotros al lanzar el presente Ma-nifiesto, planteamos el principio de buena organización, con programa, doctrina y con disciplina organizativa, al efecto hemos elaborado también una plataforma de prin-

cipios que podrá servir de norma en las futuras actividades económicas, políticas, y sociales. La idea central nuestra es que lleguemos a organizar un Partido Permanente, serio y capaz de agrupar en su seno a nativos y viejos residentes, sin distinción de credos políticos y religiosos, para que así todos unidos, reali-cemos un programa con sentido práctico y que tenga como mira única, engrandecer la Baja Cali fornia, y para que pueda f igurar dignamente entre todos los Estados Libres y Autónomos de la República Mexicana; al respecto, nosotros con profundo sentido de responsabilidad, hemos elaborado la siguiente plataforma de principios progresistas, que sujetamos a la consideración de todo el pueblo de la Baja California, para que lo discutamos, ampliando o modificando en la forma que sea más práctico para los intereses del pueblo.

PROGRAMA:1.- EL PARTIDO REGIONALISTA DE LA BAJA CALIFORNIA, está constituido de conformidad con el Art. 9o. Constitucional, sus tendencias son: POLITICO, ECO-NOMICO, SOCIAL, en beneficio colectivo Peninsular.2.- Convertir los Territorios de Baja California en ESTADO LIBRE Y SOBERANO, formando así otra entidad según las facultades del H. Congreso de la Unión, Art. 73, Fracción II de nuestra Carta Magna. 3.- Los Municipios Libres a que se refiere el Artículo 115 Constitucional, formando un Gobierno Republicano Representativo Popular; como consecuencia del Estado Libre. 4.- Solicitar del C. Presidente de la República que mientras se nos conceda el Estado Libre y dentro de las facultades que le concede el Art. 89 Constitucional, autorice un Gobierno plebiscitario para los Territorios Norte y Sur, capacitando a los Ciudadanos nativos y viejos, residentes el ejercicio Cívico Electoral; los originarios de otros Estados pueden participar al concederse los plebiscitos siempre que tengan antigüedad de 10 años en el Territorio en que se practique ese derecho.


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5.- Todos los puestos públicos por designación, serán ocupados por ciudadanos responsables, honorables y vecinos de la Delegación con 10 años de residencia efectiva para desempeñar los cargos administrativos que se les confieran.6.- Amplia cooperación con los Gobiernos provisionales de los Territorios, consistente en la vigilancia de los problemas y formas para resolverlos mientras se nos conceda el Estado Libre y Soberano. 7.- Gestionar desde luego, que las cantidades que se recauden por los impuestos especiales como son: la pesca, gasolina, minería y concesiones especiales, se inviertan prin-cipalmente, en beneficio general de la región destinándose si es posible la Construcción de la Carretera Trans-Peninsular, incluyendo las Juntas de Mejoras Materiales que manejarán el porcentaje que pertenece a las Delegaciones o Municipios en su caso.

8.- Solicitar de la Secretaría de Comunicaciones el libre tránsito de camiones particulares, por las carreteras Federales de la Península, sin que se recabe permiso especial de la Oficina de Tránsito facilitando el traslado de mercancías, tanto al Comerciante, Industrial, Agricultor etc. , s iempre que en estos camiones particulares no hagan el servicio de carga por flete, sino únicamente sean de uso particular del propietario. 9.- La construcción de la carretera Baja Ca-lifornia-Sonora, la Transpeninsular, Mexicali-San Felipe y Ensenada-San Felipe, caminos vecinales, vías férreas etc., conservación de las existentes, nuevas vías de comunicación marítimas, aéreas y telegráficas. 10.- Desarrollo general de la Industria: Minería, Pesca, Ganadería, Agricultura y Comercio; construcción de obras de irrigación e intervención directa de la Presidencia de la República para la creación de la Presa en Río Colorado y en Santo Domingo, Baja California. 11.- Embellecimiento de las poblaciones en general, agua potable, saneamiento, p-avimentación, parques, jardines y centros de-portivos y culturales. 12.- Construcción de nuevos centros escolares; Superiores, Secundarias, de Agricultura, Primarias, Rurales, Jardín de Niños y especialmente de capacitación, técnicas industriales e impulso a las existentes, bibliotecas públicas.13.- Fundación de Centros de Asistencia Social y diversos dispensarios Médicos; construcción de Casas de Maternidad, Casas de Cuna y Hospitales. 14.- Fomento de distintas Instituciones de Crédito para aumentar las diversas actividades de la Economía de la Península y con especialidad la que se refiere a Productos Marinos, Minería, Ganadería y Agricultura. Los hombres de empresa y de acción contarán en esta forma con la ayuda práctica para el desarrollo de la Baja California, en la cual es indispensable la conservación de la Zona Libre. 15.- Sostendremos la Política Nacional Democrática e internacional, que realiza


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nuestro Gobierno al respecto, identificados como estamos con las Leyes Federales y conquistas Sociales emanadas de la Revolución en beneficio del Pueblo.16.- Formación de nuevos Centros de Población, Colonias Agrícolas e Industriales, se intentará la instalación de Centros Infantiles, bajo un programa Técnico Práctico. 17.- Solicitar la reglamentación de precios en los artículos de consumo necesarios, procurando un ajuste apegados a los salarios, según creación de un estudio económico que se organizará mejorando los salarios mínimos, principalmente en el Territorio Sur. 18.- Ayuda general en todas las actividades y necesidades de nuestro pueblo, rápida tramitación de sus asuntos, ayuda eficaz en todos sus problemas, obrando con seriedad en todos los actos que realicen los dirigentes y funcionarios en general del Partido. 19.- Gestionar el traslado de las Oficinas Generales de Caza y Pesca a Territorio Nacional, dando la mayor vigilancia sobre la materia, a efecto de ejercer un control Fiscal y defensivo de nuestras Costas. 20.- Establecimiento de Comités en las poblaciones de más importancia de la Península y Sub-Comités en los pueblos o colonias dentro de cada Delegación. 21.- Los originarios y viejos residentes de Baja California con antigüedad de 10 años, podrán ser designados para que ocupen los puestos de Gobernadores, Tesoreros, Secretario de Gobierno, Delegados e Inspectores de Policía, etc., ya sea por plebiscitos o por designación expresa del señor Presidente o por elecciones de acuerdo con la Constitución General de la República.22.- Que la Beneficencia Pública haga participe a los Territorios Norte y Sur de las cantidades necesarias para resolver sus problemas sociales, relacionado con los huérfanos, ancianos y enfermos que carezcan de medio para su curación. Solicitar el aumento de becas para los estudiantes Baja Californianos en la Capital de la República y los Centros de Enseñanza de otros Estados.

23.- Celebrar anualmente el Aniversario de la Defensa del Territorio Norte, declarándose fiesta Regional el día 22 de junio de 1911, fecha ésta en que un grupo de Baja Californianos expulsaron a los Filibusteros que quisieron apoderarse de nuestra querida Península. 24.- Se solicitará de la autoridad corres-pondiente el permiso para levantar un Censo General de la Baja California de Industria, Co-mercio, Ganadería, Minería, Agricultura y Población, datos en que se basarán nuestras gestiones para solicitar el Estado Libre de Baja California, agregando a éstos los informes económicos de ingresos y egresos de los territorios anualmente a efecto de conocer las posibilidades económicas y administrativas de los mismos.25.- Se gestionará ante quien corresponda la reivindicación de las tierras de Baja California en poder de empresas extranjeras o por arrendamiento a determinadas compañías que radiquen fuera de la Península y que no han desarrollado ningún beneficio en la misma, a efecto de que esos terrenos queden como legales dueños los actuales concesionarios, que sean de nacionalidad mexicana y las estén trabajando, sea en cultivo o en otras actividades.El Programa expuesto a grandes rasgos como dijimos anteriormente está a consideración del Pueblo de Baja California, muy especialmente de los hombres de experiencia, de los cuales esperamos su valiosa cooperación y sus ideas para ampliar y mejorar el programa de referencia. Queremos hacer notar a todos los habitantes de la Baja California, sobre las grandes posibilidades que tenemos para realizar, un programa de tal naturaleza. La política del Sr. Presidente de la República, esencialmente democrática y de justa ponderación. Tenemos la seguridad de que aceptarán nuestro programa y nuestra organización; pero es preciso que el pueblo se agrupe y se organice, poniendo toda nuestra fe y entusiasmo al servicio de ésta causa, noble y justa. Se hace necesario que cada uno de nosotros se


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convierta en un verdadero propagandista difundiendo ésta idea en la medida de sus posibilidades. Si nos presentamos así, ante la opinión del País, con entusiasmo, con lealtad y con justo anhelo en nuestra lucha, debemos tener la certeza, de que triunfaremos. Esta obra debe ser de todos y para todos. Solicitamos la ayuda y cooperación de los hombres de buena voluntad; de nativos, de viejos residentes y en general, de todos aquellos que sientan afecto y que tengan sentido de responsabilidad patria a efecto de que podamos realizar ésta idea noble y generosa, que nos hemos impuesto en beneficio de la patria y de Baja California.

Tijuana, Baja California, a 11 de abril de 1946.

Consejo Territorial de Comité Pro Estado de 1948

Un esfuerzo incasable de la participación ciudadana emerge de nuevo, durante el gobierno del Lic. García González, se conformó una nueva directiva para realizar las gestiones correspondientes al sueño anhelado, esta reorganización del comité de 1940, ahora en 1948, estaba conformado por: Dr. Gustavo Aubanel Vallejo como presidente, Julio Dunn Legaspy como vice-presidente y Carlos M. Kennedy fungió como Secretario. Además se formaron comités locales en las poblaciones más importantes, en Tijuana el Dr. Gustavo Aubanel y Núñez Cáceres, en Mexicali el Dr. Francisco Dueñas Montes, en Ensenada el ciudadano Julio Dunn Legaspy y en Tecate Federico Appel. (Aguirre, 1990: 368; Silva, 1951:66).

Este es el décimo movimiento que marcó la historia de estas tierras, con el mismo fin que los anteriores comités, la transformación del Territorio a Estado Libre y Soberano.

Un importante apoyo intelectual en este Comité Pro Estado, fue Evaristo Bonifaz, que se estableció en la entidad el 2 de enero de 1943, anterior a esto, Bonifaz ya destacaba por su gran carrera política en el centro del país,

ciertas situaciones lo encaminaron al puerto de Ensenada. Sin embargo, tras 6 años de calma, estabilidad y cero acciones políticas, en 1949 llega una sorpresa, en 1982, el propio Bonifaz escribió al respecto:

A mediados de ese año, se presentó un grupo de personas encabezadas por Don Julio Dunn Legaspy, Delegado de gobierno de la ciudad de Ensenada, acompañado de Manuel L. Careaga, Agustín Carrillo, dirigente obrero y otras dos personas cuyos nombres no recuerdo, para encomendarme que formulara un escrito dirigido al Presidente de la República, Lic. Miguel Alemán Valdez, pidiendo que cumpliera su promesa hecha cuando era candidato, y promoviera ante el Congreso de la Unión la reforma constitucional mediante la cual el Territorio Norte de Baja California pasaría ser el Estado 29 de la Unión (p. 129).

Todas las agrupaciones ciudadanas de Mexicali, Tecate y Tijuana ya la habían formulado y que no era conveniente que Ensenada se abstuviera de hacerlo, pues interpretarían mal su abstención. (Bonifaz, 1982:130).

Tras aceptar realizar la petición, el Lic. Evaristo Bonifaz advirtió que no se hicieran ilusión de que al convertirse en Estado y de Delegaciones a Municipios, no significaba que podrían elegir democráticamente a sus autoridades, pues regularmente era el Gobierno Federal quien las imponía.

Se envió al Presidente de la República las peticiones de todas las delegaciones. El Presidente Miguel Alemán cumplió su promesa, envió al Senado de la República el proyecto de ley que reformaba los artículos 43 y 45 de la Constitución Política de los Estados Un idos Mex i c anos p ropon i endo l a declaratoria de que el Territorio Norte de Baja California sería una nueva entidad estatal. (Bonifaz, 1982:130).

El 5 de noviembre de 1951, fue la fecha donde el Presidente Alemán envió el proyecto de reformas a las Cámaras legislativas. Y de


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Documento que decreta a Baja California como Estado Libre y Soberano, en el Diario Oficial de la Nación el 16 de Enero de 1952.


manera formal, el 16 de Enero de 1952, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, este decreto que creó al Estado Libre y Sobe-

rano de Baja California, dicho decreto fue aprobado por el Congreso de la Unión el día 31 de diciembre de 1951.

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El t raba jo académico que rea l i za Guilebaldo Silva Cota, a través de la investigación, redacción y publicación de su tesis para egresar de la Licenciatura en Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el año de 1951 fue también trascendente. Esa tesis fue dedicada a Baja California, al Comité Pro- Estado de esa época el cual fue llamado: “Consejo Territorial de Comité Pro-Estado” donde presidió el Dr. Gustavo Aubanel Vallejo, también fue dedicado a la prensa del Territorio y a los señores: General de División Abelardo L. Rodríguez, General Rodolfo Sánchez Taboada, Licenciado Alfonso García González, General Agust ín Olachea, Diputado Ricardo Alzalde Arellano y Diputado Lucio M. Rebolledo, así lo escribió en su tesis. El documento se denomina “Baja California Norte debe ser Estado”, y tiene ciertos capítulos claves que justifican la necesidad de la transformación a un Estado. Los capítulos VII: Baja California Norte tiene

los elementos para ser Estado, el capítulo VIII: Argumentos jurídicos, políticos, históricos en pro de la Erección del Estado y otras consideraciones, y por último el capítulo X: Situación local del problema Pro-Estado, contienen los motivos y fundamentos que jus t i f ican la imperiosa necesidad de establecernos en Estado Libre y Soberano al Territorio Norte.

Para el 21 de noviembre de 1952 se publica

el Decreto Constitutivo del Estado de Baja California, con capital en Mexicali. De una terna a propuesta del Ejecutivo Federal, el Senado nombra Gobernador Provisional al propio Gobernador del anterior Territorio, Alfonso García González, quién el 31 de diciembre convoca a elecciones de diputados constituyentes por los distritos electorales de

Mexicali, 1ro y 2do; valle de Mexicali 3ro, Tecate y parte del Valle de Mexicali, 4to; Tijuana 5to y 6to y Ensenada el 7mo.

El desarrollo de las elecciones para integrar el Congreso Constituyente se da ante la estructuración y formalización del nacimiento de Baja California.

“Los bajacalifornianos de entonces selec-cionaron a siete hombres distinguidos en su ejercicio profesional, comercio e industria; conocidos fundamentalmente por su dina-mismo y capacidad de trabajo. Evaristo Bon-ifaz Gómez, abogado oriundo de Chiapas, ave-cindado en Ensenada, B.C., hombre con ex-periencia en campañas electorales y quehacer político, quien desde joven estableció relaciones con gobernantes en el ámbito federal y quien había sido Diputado Federal por su entidad y, a la sazón bajacaliforniana por adopción. Miguel Calette Anaya, oriundo de México, D.F. y avecindado en Tijuana, B.C., ciudad en la que promovió la radio, la industria y la banca, y participó en organizaciones privadas como la CANACO, Comités de Turismo, Clubes de Servicio y donde era ampliamente conocido por su dinamismo y también por su actitud de bajacaliforniano adoptivo. Francisco H. Ruíz llegó a Baja California después de ocupar importantes puestos en la Administración Pública, principalmente como Juez Federal, pues era


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egresado de la Universidad de Jalisco, avecindado en Tijuana, B.C., fue asesor e integrante de Consejos de Administración de Consorcios Comerciales y Bancarios, llegó a ser apoderado general del Hipódromo de Tijuana, A.R.L. Celedonio Apodaca Barrera, oriundo de Santa Rosalía, Territorio Sur de la Baja California; desde muy pequeño avecindado en Mexicali, B.C., quien destacó como líder obrero. Francisco Dueñas Montes, oriundo de Mexicali, B.C. estudió medicina en la Ciudad de México y su entusiasmo por la Constitución del Estado 29 le llevó a la presidencia del Comité Municipal Pro- Estado Libre y Soberano de Baja California. Aurelio Corrales Cuevas, oriundo de Sinaloa y avecin-dado en nuestra entidad se destacó como in-tegrante de la Confederación Nacional de Cam-pesinos y fundador de la Comunidad d Ligas Agrarias y Sindicatos de Campesinos en Baja California; su popularidad le llevó a integrar dentro de los fundadores del Estado, del que se hizo hijo adoptivo. Alejandro Lamadrid Kachok, ensenadense de nacimiento, egresó de la UNAM como Licenciado en Derecho,

ejerció su profesión con gran éxito en el Estado, con base en su ciudad natal y por sus dotes personales, juventud y dinamismo resultó electo Primer Presidente del Congreso Constituyente”. (Extracto tomado de la revista Los Constituyentes. Baja California, sus raíces constitucionales. PLEBC, año 2000).

El Congreso Constituyente fue instalado el 5 de mayo de 1953, con la presencia del licen-ciado Angel Carvajal, Secretario de Gober-nación, en representación del Presidente Adolfo Ruíz Cortínez.

El 16 de agosto de 1953 como Diputado Presidente. Lic. Evaristo Bonifaz Gómez, Di-putado Vicepresidente Miguel Calette Anaya, Diputado Secretario Lic. Alejandro Lamadrid Kachok, Diputado Prosecretario Celedonio Apodaca Barrera, Diputado Dr. Francisco Dueñas Montes, Diputado Aurelio Corrales Cuevas y Diputado Lic. Francisco H. Ruíz vieron publicada la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja California de 113 artículos y 19 transitorios, misma que habían remitido un día antes al Gobernador


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provisional del Estado, Lic. Alfonso García González.ebido al adelanto alcanzado en los últimos años por el hoy Estado Libre y Soberano de Baja

California, al cual ha contribuido diferentes factores; pero muy esencialmente el esfuerzo y laboriosidad de sus habitantes, lo que unido el hecho de constituir Baja California el baluarte de nuestra nacionalidad en el Noroeste de la República, se creyó conveniente que era llegado el momento de otorgarle el momento de otorgarle soberanía y así bajo el régimen del Licenciado Miguel Alemán, fue reformada la Constitución Política de la República Mexicana, elevando la categoría de entidad federativa al antiguo Territorio Norte de la Baja California, dándose las bases poste-riormente para su estructuración jurídica, y en la actualidad, bajo el austero Gobierno de Don Adolfo Ruíz Cortines, ha sido posible dictar las bases fundamentales de organización de este naciente Estado de nuestra querida patria. Todo lo anterior nos ha hecho meditar sobre sus característ icas sociales, polí t icas, económicas, demográficas, históricas y geo-gráficas, habiéndose llegado a la conclusión de que las Consti tuciones no deben ser creaciones arbitrarias del intelecto humano, sino resultantes naturales del medio social, ya que sólo en esta forma es posible que la Ley básica responda a una necesidad palpitante y sea realmente una consecuencia lógica de las peculiaridades étnicas y territoriales acordes con las exigencias y tradiciones existentes en el momento histórico de su creación.

En el afán de estructurar un sistema

institucional para el Estado, hemos tenido como guía la idea de respetar escrupulosa-mente la honda tendencia a la libertad, a la igualdad y a la seguridad de los derechos, que siente el pueblo de Baja California; habién-dose inspirado esencialmente en el principio que nuestro sistema constitucional se distingue en que no solamente determina, define y fija la forma de organización de los Gobiernos y la distribución de sus funciones, sino que al prescribir todo ello tiene como indefectible propósito defender las libertades ciudadanas, rodear los derechos individuales de las mayores garantías, proteger la familia y resguardar dentro de los límites normales la propiedad, considerándola como una función social.

Asimismo, tomando en cuenta que nuestro país está organizado política y socialmente como una República representativa, de-mocrática y federal, compuesta de Estados Li-bres y Soberanos en su Régimen Interior; pero unidos en una Federación según los principios de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha imperado el concepto de que toda esfera de facultades y atribuciones de los Poderes Públicos, así como las Instituciones Jurídicas que se establezcan para beneficio de la colectividad, tales como las Constituciones Particulares de los Estados,


Exposición de motivosde la Constitución Política de

Estado de Baja California

D

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deben sujetarse incuestionablemente a los lineamientos establecidos por el Pacto Federal.

Por ende, partiendo del principio de que la Constitución Federal que nos rige es la piedra angular sobre las que descansan todas las instituciones de la Nación, pero de que, a la vez, esta Ley Fundamental reconoce la soberanía interior de los Estados y la facultad que tienen los mismo para darse las leyes que sean necesarias a efecto de organizar su vida como entidades de derecho, llegamos a la conclusión de que la Constitución particular de un Estado de la Federación debe esencialmente tener por objeto la cimentación de las instituciones Locales, a cuyo amparo pueda la Entidad laborar por su prosperidad, guiando su marcha hacia el progreso por la senda de la libertad y el derecho, manteniendo siempre el más alto espíritu de armonía con el resto de las Entidades Federativas y fortaleciendo los lazos de solidaridad social, que son necesarios no sólo para encauzar dentro de un país todo movimiento de perfeccionamiento humano, sino también indispensables para crear un concepto sólido y elevado de la Patria.

Se ha procurado fijar con la mayor claridad posible los principios de la unidad federativa, de la soberanía interior del Estado, en su jurisdicción territorial, de los derechos y obligaciones de los diferentes órganos del Poder Público, sin perder de vista que el objeto de todo Gobierno es el amparo y protección del individuo y de la sociedad, garantizando sus libertades y estimulando todos los atributos de la personalidad humana.

Si bien es cierto que dentro del cuerpo constitucional es parte principal de su objeto, reconocer y estatuir los derechos del hombre, no se consideró necesario hacer una enu-meración de éstos en la Constitución local, en virtud de que la Carta Magna de la República es

tan amplia y precisa en ese sentido, que basta remitirnos a aquella para dejar satisfecho tan importante requisito. Por ello en el artículo 7º. de la Constitución Política de Baja California, se establece, en forma obvia; pero que siempre resulta necesaria, la obligación del Estado de acatar, asegurar y garantizar a todos sus habitantes, el goce pleno de los derechos consignados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La interpretación errónea del origen del Estado, como Entidad Nacional y soberana organizada políticamente desde un principio en forma de República Federal, ha motivado en el curso de nuestra historia que, equivocando los conceptos de federalismo y de soberanía interior, algunos Gobiernos locales por desavenencias transitorias con el gobierno Federal, o simplemente por convenir así a sus particulares intereses, hayan pretendido no sólo plantear problemas de


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secesión, derecho del que carecen en absoluto, sino también, a pretexto de reasumir su soberanía, han desconocido la autoridad de los Poderes de la Unión, como si nuestro país fuera una Nación confederada, quebrantando los principios de la Constitución que nos rige. Si estos movimientos podemos aceptarlos con hechos cuyo origen algunas veces tuvieron posiblemente justificación política, es deber del Legislador toda amenaza de desunión nacional y consagrar para siempre el principio invariable de que la República es sólo una, única e indivisible y que nada justifica se desmembramiento, ni su división.

Fieles a esta idea, inspirada en el sentimiento que de la grandeza de nuestra Patria tenemos y cuya unidad ambicionamos sea inquebrantable, hemos establecido en el artículo 1º de la Constitución la declaración dogmática de que el Estado de Baja California, es parte integrante e inseparable de la Federación constituida por los Estados Unidos Mexicanos.

En la Constitución aparecen mencionadas las garantías sociales, lo que significa una innovación en Códigos de esta importancia, una de las conquistas más valiosas que obtuvimos del movimiento social de la Revo-lución Mexicana, cuyos ideales quedaron con-sagrados en nuestra Ley suprema.

Si la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica fue la primera y más caracte-rística de las instituciones democráticas del tipo individualista puro, la Constitución Mexicana de 1917 es la primera que contiene una nueva orientación del socialismo democrático, la cual, ajustándose sabiamente a nuestra idiosincrasia, a nuestras tradiciones y a nuestros problemas, tanto de obreros como agroeconómicos, ha encauzado la vida misma de la Nación hacia metas de la más amplia y generosa justicia social.

Proteger el libre ejercicio de las garantías sociales es un deber permanente de todos los Gobiernos emanados de la Revolución, por lo cual se ha creído conveniente que deben mencionarse en el capítulo de los derechos de

los habitantes del Estado, no sólo las garantías de los derechos de los habitantes del Estado, no sólo las garantías individuales que son clásicas en todas las constituciones, sino también las sociales que son nuestro orgullo, porque nos pertenecen como una carac-terística inconfundible del avance en la lucha por mejorar nuestras instituciones jurídicas.

La Enseña Patria, el Himno y el Escudo de la Nación son símbolos que nuestro pueblo admira, venera y respeta; constituyen un legado precioso que ha contribuido a fortalecer la nacionalidad mexicana, y, por lo tanto, su uso, obligatorio en los actos y ceremonias solemnes de carácter patriótico, debe estar siempre sujeto a las limitaciones de las Ordenanzas Federales a fin de que nunca se haga un empleo indebido de los mismos.

Aunque la Constitución Federal no proviene lo relativo a los Símbolos Nacionales y aun cuando dicha omisión no ha tenido tras-cendencia hasta ahora, es pertinente su cons-titucionalización en forma supletoria en la Carta Local, estableciéndose así un precedente legislativo. Tal es la razón del precepto contenido en el artículo 6º.

Se ha tenido especial cuidado de establecer límites precisos a la esfera de acción de los funcionarios de cada una de las ramas en que se divide el Poder Público a fin de mantener el equilibrio entre los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y así, evitar, en lo posible, la acumulación de atribuciones en un solo de ellos, lo que fatalmente llega a provocar los abusos del poder. Es de importancia, hacer notar de que la idea de división de los Poderes y limitar la esfera de acción de sus funcionarios n o d e b e s i g n i f i c a r a i s l a m i e n t o , n o incomprensión de los Poderes del Estado, pues, por el contrario, debe existir entre ellos cooperación y armonía a ala ves que respeto a sus respectivas atribuciones, como único medio de que conjuntamente cumplan la función política, social, económica y de cultura que tienen encomendada.

Hemos considerado que la costumbre de otorgar facultades extraordinarias al Ejecutivo,


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es inconveniente y contraria al espíritu constitucional de la división de Poderes. Estos han sido los motivos por los cuales al delimitar las atribuciones de los diferentes órganos gubernativos del Estado se ha procurado imprimir la mayor claridad a las funciones que a cada uno corresponde, eliminando la frecuente y perjudicial disposición de otorgar facultades extraordinarias al Ejecutivo.

Al establecerse las condiciones necesarias para poder ser e lectos Gobernador, Diputados, Presidentes Municipales y Regidores del Estado, no ha seguido el sistema de exigir en el caso de los nativos, una r e s i d e n c i a m í n i m a , i n s p i r a d o s fundamentalmente en la idea de que el solo hecho nacido dentro del territorio del Estado no da e l conoc imien to necesar io e indispensable para interpretar las necesidades de sus habitantes. Consideramos que es una garantía para el pueblo bajacaliforniano que sus gobernantes, aun siendo nativos, pero con requisito de la residencia mínima, tendrán la presunción de conocer el medio y posibilidad de encauzar mejor sus esfuerzos en beneficio del pueblo. Estas son las razones que inspiraron la fracción III del Artículo 17, la Fracción III del Artículo 41 y la Fracción II del Artículo 79.

Nuestra preocupación constante fue la de crear una verdadera autonomía municipal y estimando que esta depende fundamen-talmente de los recursos económicos de los Municipios, se estableció la facultad y la obligación del Congreso del Estado, en el Artículo 27 Fracción XI, de autorizar los gastos del Estado y de los Municipios para cada ejercicio fiscal, así como las contribuciones para cubrirlos, teniendo especial cuidado en que los arbitrios municipales sean suficientes para atender a sus servicios públicos.

En la fracción II del artículo 49 se estableció la facultad y obligación del Gobernador del Estado, de iniciar ante el Congreso leyes y derechos que redunden en beneficio del pueblo. Sin duda alguna todo gobernante y toda Administración Pública tienen como principal objetivo aquello que tienda a mejorar,

proteger y beneficiar al pueblo, es decir a aquello que procure la felicidad de los gobernados.

De suma importancia, es elevar a la categoría constitucional la facultad del Ejecutivo local para celebrar convenios con la Federación sobre participación de impuestos, dado que es un medio de eliminar el costo crecido de las contribuciones cuando éstos esencialmente deben dedicarse a la ejecución de obras y servicios públicos. Asimismo y siendo materia federal la educación, salubridad y asistencia pública etc., reconocemos que el Estado no puede desentenderse de estos ramos tan esenciales de la administración pública. He ahí la razón de lo establecido en la Fracción XXII del Artículo 49, que faculta al Ejecutivo local para coordinar sus esfuerzos con la Federación. Tomando en cuenta la necesidad de que las personas de escasos recursos económicos gocen de defensa en materia penal así como del patrocinio en asuntos civiles y administrativos, se creó en el artículo 74 de Defensoría de Oficio.

Se creó un capítulo especial sobre respon-sabilidades de los funcionarios públicos con-cediéndose acción popular para denunciar los delitos oficiales, sin obligación de constituirse en parte, con el objetivo primordial de garantizar al pueblo de que sus funcionarios públicos deberán actuar siempre de acuerdo con la Ley y destinar los fondos que están a su cuidado sólo en beneficio del pueblo.

Estimando que la mujer debe gozar de los mismos derechos y prerrogativas del hombre y considerándola elemento esencial dentro de la sociedad mexicana, en el artículo 98 en forma clara, expresa y precisa se establece que tiene los mismos derechos civiles y políticos de los hombres, pues no hay razón alguna para que teniendo la misma capacidad intelectual se la prive del derecho de llegar a los puestos gubernamentales, pues desde los primeros años guía la vida y los pasos de los hombres y en la vida moderna, ha mostrado ser un factor preponderante en las naciones, brillando en forma excelsa, luminarias en el campo de las ciencias y del arte.


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Baja California Estado libre y soberano en donde estaban ya protegidos los intereses de quienes dedican su vida al servicio de la cosa pública para la realización de las funciones y atribuciones del Estado, así se quiera en puestos de menor o mayor importancia dentro de la actividad administrativa, se pensó indispensable elevar a la categoría de norma constitucional el derecho a la protección de esos propios empleados para que las funciones públicas puedan ser debida y puntualmente realizadas y para que los mismos puedan con tranquilidad económica dedicarse al desem-peño de sus labores, sabiendo que solamente en los casos de responsabilidad podrán ser se-parados de sus puestos. Consecuentemente con estas ideas se dan las bases para que se dicte una Ley del Servicio Civil en el Artículo 99, estableciéndose los ascensos en forma es-calafonaria y atendiéndose a la competencia, antigüedad y antecedentes en el servicio.

Hondamente preocupados por l a estabilidad de la familia, la que es el substratum de la sociedad, en la que la Patria finen sus caros anhelos y esperanzas, en el Artículo 104 se estableció que la Ley Civil contendrá

disposiciones que tiendan a proteger la estabilidad del hogar y la constitución del patrimonio familiar, con miras a evitar el desamparo de la esposa y de los hijos.

Existen una serie de disposiciones especiales relativas a la propiedad literaria y artística, a los legados para fines de interés social, a la unificación de los presupuestos, a la forma de combatir los poderes ilegales y la aceptación automática en la Constitución Local de las formas de la Constitución General de la República.

Todas estas reglas normativas, a las que es conveniente dar categoría constitucional, son resultantes de la práctica y no producto de un espíritu de innovar. En la evolución general de las sociedades políticas hemos llegado ya, en los tiempos actuales, a lo que pudiéramos denominar período de la Ley escrita o período Legislativo con lo que se da a entender que en todos los países civilizados la mayor parte de las reglas de derecho se hacen contar por medio de Leyes positivas, a grado tal que puede afirmarse que el progreso coincide con el adelanto de su legislación. Honorable Asamblea.


El gobernador provisional del Estado, Alfonso García González, lee el discurso inaugural de los trabajos del Constituyente. Mayo de 1953.

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Sr. Gobernador del Estado.Honorable Tribunal de Justicia del Estado.C. Representante de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

Señores:

El Congreso Constituyente del Estado de Baja California, cumpliendo con el mandato que el pueblo le confiera, ha dado cima a su labor legislativa al concluir la estructuración del Código Fundamental del Estado.En este día memorable entregamos al pueblo que con su voto nos llevó al alto sitial de los legisladores, el producto de nuestro esfuerzo de nuestro entusiasmo y de nuestro cariño por el Estado de Baja California.No reclamamos aplausos y alabanzas. Solo imploramos comprensión e indulgencia. Sabemos que nuestra obra no es perfecta, ya que la perfección en obras de esta naturaleza no es asequible a la capacidad humana.Los Diputados Constituyentes hubiéramos querido poder, recoger y plasmar en la Carta Magna del Estado, todos los anhelos de los diversos sectores sociales que hicieron llegar hasta nosotros sus demandas inspiradoras de preceptos que deseaban tuvieran el rango de principios constitucionales. Hubiéramos quer ido poder r eba sa r l o s c l á s i co s lineamientos de la doctrina secular en materia constitucional; hubiéramos querido cristalizar

en fórmulas legales, todas las ideas que palpitaron en el seno del Congreso para hacer una obra que superara a otras de su mismo género, pero, razones de índole técnica nos lo impidieron y tuvimos que ahogar nuestros propios impulsos, tuvimos que sofocar la bullente ansiedad creadora que campeaba en el Congreso, para no deformar nuestra obra.Pero esos anhelos desbordantes y ese afán de superación que no encontraron cabida en el instrumento político-jurídico que elaboramos, quedan en la historia del Congreso como un testamento político que los futuros legisladores del Estado podrán recoger para darles fuerza a los preceptos legales dentro de la legislación común que habrán de dictar para encauzar las distintas actividades de la vida social y para imprimir el ritmo que necesita la marcha del progreso en Baja California. Sabemos que habrá sectores insatisfechos con nuestra obra; sabemos que esta será sometida a una crítica ponderada unas veces y despiadada otras, porque toda obra de igual o parecida naturaleza suscita opiniones encontradas; pero cualquiera que sea el veredicto de la opinión pública, los Constituyentes declaramos sincera y lealmente que actuamos con la mayor alteza de miras y que pusimos al servicio del Estado


Constituyente, Lic. Evaristo Bonifaz Gómez

16 de agosto de 1953.

Discurso del Diputado

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no sólo nuestra modesta capacidad, sino nuestra más acendrada intención. Oímos a cuantos le hicieron a acordarnos sus ideas; estudiamos los antecedentes históricos nacionales en materia constitucional; repasamos las constituciones más avanzadas de los otros Estados de la Federación Mexicana para empapados en la doctrina que las inspiró; pero sobre todo, nos esforzamos por captar los anhelos que admitan en el pueblo bajacaliforniano, para traducirlos en fórmulas jurídicas que pudieran tener el rango de preceptos constitucionales; en fin, hicimos todo lo que aconseja la modestia y el sen-t i d o d e r e s p o n-sabilidad cuando se acomete una obra de tanta trascendencia.Naturalmente, no nos fue posible dar cabida a todas las sugerencias recibidas, porque al hacerlo, habríamos roto los rígidos cáno-nes de la técnica legislativa y habríamos de naturalizado nuestras funciones.Por supuesto que muchas de las ideas que rondará en el ambiente del congreso sin encontrar acomodo en el texto constitucional, no han muerto. Cuando las ideas son sanas y los anhelos tienen su raíz en la conciencia popular, continúan viviendo hasta que encuentran una forma definitiva de expresión.Además, hay que tener en cuenta que la ley no lo es todo: lo importante es la aplicación que de ella hacen los encargados de cumplirla y de hacer que se cumpla.Una ley, por buena que sea, no puede convertirse en instrumento de abuso ni opresión; en cambio, una ley obscura o deficiente, sí es interpretada con acierto, resulta benéfica y eficaz.Los Diputados Constituyentes no pretende-remos haber realizado una obra inconmovible

y eterna. Incurriríamos en una imperdonable vanidad si afirmáramos eso. Sabemos que las aspiraciones humanas no tienen metas definitivas y por eso toda obra legislativa está sujeta a un movimiento de constante adap-tación y superación. Y sabemos también que la vida de los pueblos ofrece aspectos que varían según el carácter de sus caudillos, según la ideología de sus estadistas. Cada Gobernante imprime a su época el sello de su propia personalidad.Tocó en suerte al Estado de Baja California surgir a la vida libre y soberana, dentro de las

l imi tac iones que marcan e l pac to f e d e r a l , e n m o-mentos en que cam-pea en el ambiente nacional, un hondo afán de reconstruc-ción moral. La meta-morfosis política de esta entidad se rea-liza bajo los auspicios de un régimen cuya a c t u a c i ó n p a r e-

ciendo que se escribirá con mayúsculas en la página de la Historia Nacional, porque es un régimen que ha enarbolado la bandera de la honestidad, reafirmando con ello el prestigio y respetabilidad de la patria y de sus institucio-nes.México pasó por la etapa convulsiva de la revolución armada; a esta siguió la etapa de la estructuración de las conquistas ideológicas; luego vino la era de la reconstrucción material. Cada época tuvo su fisonomía clara y definida, modelada por los hombres que la llenaron con su actuación. El día 1º de diciembre de 1952 se inició en el pueblo mexicano una nueva etapa de su desenvolvimiento histórico: La etapa del reajuste de los valores espirituales. Adolfo Ruiz Cortines, su iniciador, modela una nueva fiso-nomía al régimen imperante; propugna por la dignificación de las actividades políticas; im-prime austeridad a todos los actos de gobierno;


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procede a la selección de los servidores públicos; arremete contra los monopolios; suprime los privilegios indebido y… ¡reafirma el prestigio y la dignidad de la Nación Mexicana!Y es que, el actual Presidente de la república, ha sabido captar el clamor del pueblo mexicano; ha podido polarizar los anhelos nacionales marcando nuevos derroteros, conquistando así la admiración, el afecto y el respeto de todos conciudadanos. Hora en la bandera enarbolada por él, es para México una garantía; y bajo su amparo seguiremos por la ruta del progreso, ayudando con nuestro aliento el ideal revolucionario para que se proyecte con nuevo brillo hacia el porvenir de la Patria.Las conquistas revolucionarias se lograron a precio de mucha sangre, la ley y luto. Debemos conservar las con amor y dignidad, como una herencia sagrada que recibimos de aquellos que ofrendaron generosamente su vida en los campos de batalla. Debemos hacer honor a las Madres, a las viudas, a los huérfanos que regaron con lágrimas el suelo mexicano.Tenemos el deber y el compromiso de robustecer la obra de los pensadores y de los paladines que iniciaron y continuaron esta revolución que ahora está reajustando sus valores.Adolfo Ruiz Cortines, guía de México en esta nueva etapa, dice:” La felicidad y grandeza de la Patria dependen del bienestar de sus hijos”… Realicemos, entonces, nuestro propio bienestar para forzar la felicidad y grandeza de la Nación Mexicana.Los que vivimos en baja California, no somos qui jo tes n i Sancho-Panzas: Somos las dos c o s a s a l a v e z e n maravilloso equilibrio. Luchamos por nuestro propio bienestar; pero

sabemos romper lanzas por los ideales colectivos y por el honor de la Patria. Estamos, pues, cumpliendo con la sentencia de Ruiz Cortines. Y es que, en esta tierra inspiradora y estimulante, se ensancha el sentimiento patrio y se aprende a no sentirse extraño en ninguna parte comprendida entre la frontera Norte y la frontera Sur; entre las playas del Pacífico y las costas del Golfo de México, porque donde que pongamos pie, es nuestra tierra, es nuestra patria, es nuestro hogar; que importa que se llame Chihuahua o Veracruz, Colima o Tamaulipas; México es uno, y los mexicanos somos todos hermanos.Por eso bendigo a esta tierra bajo cuyo influjo el alma se vigoriza y magnifica; bendigo a esta tierra que realiza el milagro de unificar las aspiraciones y la voluntad de todos los mexicanos que nos agrupamos bajo su cielo para realizar nuestro propio bienestar dentro de la prosperidad colectiva.¡Pueblo de Baja California! El Congreso Constituyente, ha cumplido con el mandato que le conferiste: En esta fecha memorable se cierra un episodio de vuestra vida institucional y se abre una nueva etapa de vuestro desenvolvimiento histórico.Esta Constitución que te entregamos es para que la acates con el celo patriótico que el Estado reclama de sus ciudadanos y para que ex i jas de tus gobernantes su exac to


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cumplimiento, pues solo cuando se vive bajo el imperio de la Ley, se realiza el orden, el bienestar y la prosperidad de los pueblos.

LIC. EVARISTO BONIFAZ GOMEZ.

“Dentro del trabajo constituyente se dispuso que en un lapso de 15 días se convocara a elecciones a Diputados de la Legislatura y a Gobernador Constitucional del Estado para celebrarse el 25 de octubre de 1953. Se previó que el 1 de diciembre de 1953 la Legislatura del Estado reunida tomara protesta al Gobernador Constitucional del Estado, quien desde luego asumió sus funciones y tuvo la obligación de convocar dentro de los 15 días siguientes a las elecciones de ayuntamientos, las cuales se acordó se efectuaran el primer domingo de febrero de 1954, para tomar posesión y rendir protesta de

estilo el 1 de marzo de 1954.Las primeras elecciones en el Estado

tienen lugar el 29 de marzo de 1953. Contendieron los partidos, PRI, el PAN, el FPP (Federación de Partidos del Pueblo) y la UNS (Unión Nacional Sinarquista). El partido triunfador fue el PRI.

El 25 de octubre siguiente se celebran las elecciones para Gobernador y diputados locales. Resultando electos Braulio Maldo-nado Sandez para el primer cargo y como diputados, Samuel Ramos Díaz, Cesar Ruíz Moreno, Armando Fierro Encinas, Felipe Verdugo Amador, Genaro Castro Gessenius, Felipe Carrillo Sánchez y Pedro Loyola Lucq. El nuevo Gobernador Constitucional toma posesión el 1 de diciembre de 1953”. (Extracto del escrito de Carmona, Doralicia, Memoria Política de México).

Fuentes:Aguirre Bernal, Celso. (1990). Compendio histórico-biográfico de Mexicali, volumen II, 1° ed., México. Archivo Histórico de Baja California (AHBC).Archivo Histórico del Municipio de Mexicali. (AHMM).Biblioteca Legislativa “Héctor Terán Terán” del Congreso del Estado de Baja California.Oficialía de Partes, Archivo y Correspondencia del Congreso del Estado de Baja California.Biblioteca de la Universidad Autónoma de Baja California (Unidad Central). Biblioteca Pública Central Estatal Mexicali. (Gobierno del Estado).Colección privada de Gerardo Sánchez.Museo Regional Los Pioneros de Mexicali, Javier Galván Pérez.Colección privada de María Esther Valdez. Bonifaz Gómez, Evaristo. (1982). La Política. México.Caballero Sosa, Guillermo. (1953). Pro- Estado de la Baja California. Tijuana, Baja California, México: s. e.Dueñas Montes, Francisco. (1988). Historia del Constituyente en el estado de Baja California. Instituto de Historia del Estado de Baja California, Mexicali, B.C. González Oropeza, Manuel & Grijalva, Aidé. (1998). Digesto constitucional mexicano; la Constitución Política de Baja California. Mexicali, Baja California: UABC, SEP, Senado de la República.Pérez y Ramírez, Pedro F., (1991). Hombres, hechos y cosas. El periodismo en Mexicali (1915- 1959) editor Jorge Issachtts Corrales. Mexicali, Baja California.Pérez y Ramírez, Pedro F. (1972). El “Estado Norte de Baja California”. La Voz de la Frontera, s/n.Pérez y Ramírez, Pedro F. (1975). La lucha por el Estado Libre y Soberano. La Voz de la Frontera, s/n.Lizárraga Ochoa, Francisco (2000). Los Constituyentes. Baja California, sus raíces constitucionales. XVI Legislatura, Congreso del Estado de Baja California. México.Sánchez Ramírez, Oscar. (2013). Formación del Estado de Baja California. Editorial Algibe. MéxicoSilva Cota Guilebaldo. (1951). Baja California Norte debe ser Estado. México, D.F.: UNAM.Blaisdell, Lowell L. (1962). The Desert Revolution. Baja California. 1911. University of Wisconsin. EUTaylor Hansen, Lawrence Douglas. (2000). La transformación de Baja California en Estado, 1931-1952. 25 de junio del 2014, de Estudios Fronterizos, COLEF Sitio web: http://www.uabc.mx/iis/ref/REFvol1num1/EFV1N1-2.PDF


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1953, año cero

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