1916-14 marzo-el heraldo militar-exploradores zaragoza

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ANO XXI.~NUM. 7.095. HP:KAÍ.DO ÍMILITAK DüS EUlUONKSjiUAKiAS •';*f'*í ;Hi)M NiJI K CAVÍ: se-' ria de heroicidades y virtudes, sólo podemos sentir adtoiracón ante epapeyas como las de losSiri.is, filósofos como Gracián, artistas de la tili! Je Goy-a y ds Fradiila y hombres de cienMujel icinpie Je Costa y de Cajal H07, cea justo orj'jllay ubres del temor de que un tíogio desmedido picda atribuirse a ci ga va'iiciad de madre cariñuisa, ya que Li A4<im«t« de GviiAJmduuia ÍMÍ^SÍH^M.^ • - j wá^ aÜA per.cuialidad. d¿ la Nadón, al c«uce- lyoig expioradorevS de Zaragoza h a a Macírid los exploradoras de Zar.':, fdore del mcnsuje que al insig Al ll-^r á Us V medí» de un agu<i • Sant», «o , , _ araron en UHO de los mert ndwos, en dwnde d teniente de alealde del distrito de ^ '?, Sr. De Miguel, les díó ín bienven ombre del ptuckU, coatttsUHdale el Sr. iteitrán,^re8t«i«ii- te del Conseja de Zaragoza; el Sr. García IMo- linas. por el ouité directivo nacional; e) di- rector general de Primera enseñanza, Sr. Royo Villanova, y el Sr. Ca<íaSa". po; e! Ateneo Tcrmifiido esto, 9« pusieran «n marohn con dirección a la rediccíén de El ImfarcUl, llevaado delante «na sección de Caballería de la ouardia Municipal y la Uaiida de la Pa- loma El viwMi.t. ju , pí\iciit;;aiso en todo el trnytc- 10 por numeroso público. Al llegar los exploradores a la red^cflén de El Imparciai, fatron aplaudido? pfit el B(U- meroEO gentío esta,ionádo en la eille. . t Los exploradores zaragozanos acarón las banderas al balcói, dando vivas a Kspaña, al Rey, a Madrid y a Zarazo»?. Una rondalJ^ ar&gonesa cantó jotas en la caije., der a u.-té i un honor que sólo a lo.s elegí-los se concede', ñus da un hermoso ejemplo de ci- vism.' qucestatHos obligadas a imitar, Z;rago- za cree llegada la ocasión de abrir sus brazos y dirigirse 1 usted para decirle: ¡Hijo mío, si en tu hid ilgj corazón aragonés, tan grande como tu tálente, no ha apagado la ausencia el fuego del cariño fraternal; si juzgas que ui apasionado beso de tu madre puedj avivar la llama ds ta genio, infundir nu»;vos bríos en tu alma y prolongar tu vida muchos años, para bien de las letras españolas, no v.iciles en ve- nir a reposar ca mi regazo unos instantesl Y cuando lleguen ha.sta ti los ecos alegres de la (Ota y el supremo goce de la popalaridad haga que brote de tus ojos Hna lágrima de sa tisfacciOu indefinible, ¡concédeme la alegría de jurarme muy quado que a todos lo; honor;s y a todas 1 .s grandezas antepones la dicha dt; haber nacido aragonés! jVenl ¡Te lo ruega tu madre, lo quieren tus hermanos; lo desea tam- bién la Virgen del Pilar, que, al velar por tu salud, bien iierece Jas humiidfsimas ofrendas Saludan los zaragozanos a Cavia, y el seáor ¡ de una oración y una mirada de cariñol» A continuación, el Sr. Casañal hizo entrega a Cavia de la pluma de plata, donación de la García Molinas dedicó grandes elo-ios al ar- | lículo que ayer publicó el maestro, y agregó j „ ^ v m uc w piuma ac piaia, uonacion uc la que, puestq que éa ese artículo declara her- j yiufia de! escritor aragonés Emilio Alfaro Ma- insno mayor de les exploradsres, él, en nonp- í Jumbres bre de los exploradores, le colocaba en el oial j li ifMígnia, nombrándole explorador hono LA QUERRÁ EOEOPEA Por mar y por tíerr rario. bA Sr. García Molinas quitó a Cavia el clavel que sus compañeros le habían colo- caijb ^^uso ea su lugar la insignia de explo- rador. hn representftción del Com'té directivo de ! los exploradores madrileños habló el Sr. Gar- da Molinas, quien se congratuló de que la ini- ciativa del homcnrije haya partido de los ez- ploiadores, qua representan una futura España i fuerte y poderosa. El doctor Borovlo, en nom- E! director de El Imparctaí, 9r. López Ba- i bre de los exploradores zaragozanos, expuso llesteros, en ua eiocjinte aiscuiso dijo que a i medio siglo de vida el mr,yar éxito del periódi- co había sido este del bomeaaje al gran escritor Mariano de Cavia. El Sr. De Miguel habió comparando a Cavia con Cervantes. Cavia dio un vira a M idrid y ;'. Zaragoza, y coa la respuesta entusias-a de todos se dio por terminado el acto. Los exploradores madrileáos acompañaron a los de Zaragoza basta e! Gran Hotel, donde se alojan. EN cm DE «Et mmmi» el que tenían hriliante representación la reglón sa ferviente deseo de ver a Cavia en Zaragoza, y el comandante Sr. Télltz de Sotomayor leyó unos hermosos endecasílabos. Por último, el redactor jefe de El Impar- ctaí, D. Félix Lorenzo, leyc- unas cuartillas de Cavia, en las que? con el siempre lozano inge- nio del ilustre escritor, traslada éste el home- naje ai Gobierno y a la .'cademia Española, y saluda a ¡es exploradores como felfees mensa- jeros del porvenir de la Patria. ' ! njiinistro de la Gobernación, nombre del Gobierno, pronunció un elocuente discur- piuma, ha logrado congregar en sa torno a , , . ,, ' toda>í las representaciones de la vida nacional, araeonesa, la literatura, la política, Jas artes y 1 , ,.. ,. . , a n. r , ' r- . j . I ^^^ ultimas, palabras del 3r. Alba fueron el periodismo, se verincó ayer farde en los sa^ ' Iones de la Rcda^ión á^ nuestro querido co- lega El Imparcial la entrega al insigne Ma- acogldas entre grandes aplausos y entusiastas vivas a España, al Rey y a Cavia. Inmediatamente después pisaron los asis- riana de Cavia del mensaje de la ciudad de j . ^ , , , , . . . . ! tentes a los salones de! piso bsjo del edificio, Zaragoza, traído por los exploradores deaqae lia invicta capital. Presidió el acto el ministro de la Goberoa- don, Q. Santiago Alba, ocupndo su derecha , „„„ ^.^ .„ ., ._. ,, " "^ una obra de arte ridoairable. Forma un grueso «I maestro Mariano de f avia, v su izquierda el 1 „^i„^,., ^„^., j .„ J ,„ • , j a 1 ' ^ i volumen encuadcTnado en r^tel de Rus^a. La donde se hallaba servido el lunch. El mensaje de los ziragozaaos al maestro es inspirado poeta aragonés D. Alberto Casañal 'íhakery. A ambos lados tomaron asiento las f altas personaiHad:;s que citamos anterior- mect . Frente a la piesidencia formaron semidrcu- Jo los exploradores zaragozanos En el testero del despacho y sobre la mesa :ial .se h ¡liaba extendida 1^ bandera de irjs exploradores zaragozanos. Prey¡a_s^ breves palabras del LUT^ tAr ou j»«- rl¿dico, Sr. López Ballesteros, el Sr. 'Jasañal, en nombre del Ateneo de Zaragoza, leyó el mensaje que por iniciativa de esta entidad le dirige la ciudad de Zar- goza, autorizado con más de doce mil firmas. Dice este documento: «Estj nuestra querida madre Zaragoza, que tuvo la alegría de ./lecerle en sus brazos, no es una madre asustadiza y zalamera, con tan estrecho concepto de la vida y tan escasa con fianza en la fortaleza de sus hijos que quiera a todas boras tenerlo* pegadicos a las faldas 60.no si el cierzj del Moncayo pudiese derri- barlos o no supieran ellos medrar y defenderse sin ajena ayuda. Indiferente al parecer, con sublime abaega- ción en rcaii.iad, suéltalos d.: la mano cuando se hacen mozos, y, convencida le que la to- zudez y la constancia aragonesas han de triun- far de toJos los obstáculos, deja que por sí mismos venzan y se encumbren, y reserva la inagotable ternura de su corazón y el opulento tesoro de su gratiiud ijara aquellas grandes ocasiones ea que, á ios ojos de la Humanidad entera, todo -iogto pueda parecer pobre y todo afecto insuficiente. Usted, baturro hasta U medula y gran co- noce Jar de la especial psicología del puebio en que ba nacido, aabe ma/ bien que los zarago- zanos no gustan de aspavientos ni lagoterías, ajup i r i ri su valor cuando se otorgan a dia fií) ualquier motive. Acostiambralos desde ia niñez a correr sfn aso.nbi'arnos detrás de los gigantes, a contemplar sin conmover- nos la sublime grandeía de nuestros edificios y a leer impasibles toda una proJiglosa histe prinjprosa eneuadernacé.T está avalorada con i cantoneras y adornos d'í plata repujada oxi- dada. En la parte superior, a la izquierda, ha/ un escudo de Zaragoza de oro y esmalte rojo. La primera página es una magnífica acua reía original del arqulecto Ó. Miguel Ángel Navarro. En la parte suoeríor, a la izquierda, j aparece el escudo de Zaragoza, y desde la par- te inferior se elevan unida* no» pluma de oro y una rama de laurel, aVidedor de los cuales se enlaza una cinta de los colores nacionales, en la que aparecen escritos lo^ títulos de las más populares secdones periodísticas que cul- tivó Cavia: «De pitón a pitón», «Plato del día», «Españolería andante», «Chachara», «Despa- cho del otro mundo», etc. En la parte superior de ía derecha aparece un retrato de Cervantes y más abajo una re- produceióB del Museo del Prado, en recuerdo del célebre artículo del maestro Cavia. La segunda hoja del mensaje es una bellísi- ma acuarela de! notable dibujante D. Antonio Brun, representando el escudo de España, del cu3l pende la gran cruz de Alfonso XFI. I'1 mensaje está escrito en admirable letra gótica, obra del profesor de la Escuela de Co- mercio de Zaragoza D. Rafael Asensl, y todas las hojfls que lo constituyen son de riquísima vitela. Una carta del S<>. BU"AM. t:\ ministro de Instrucción pública dirigió al Sr López Ballesteros la c r u siguiente: «Mi querido Luis: He recibido, con retraso para iameotabie, la invUacióa al acto de entrjga del homenaje que la ciudad de Zara goz, envía a nuescro gran Mariano do tía via por medio de Jos exploradores zarago- zanos. Siento en el alma no hab.;r podido concu- rrir a la fiesta; p:ro tanto Mariano como usted saben que, en cuanto es honor tributado a quien tanto adnjíro y a quien vive ten profun damente en mi carirío, estoy siempre presente en espíritu y en verdad. Su buen amigo que le quftre, Julw Bu- rtll.» Los ataques a Verdun j Pai'te oficial francés.-—ta liioha an Ver- | üun y an ol 09»te rfal frente. | Pirís, 14.—Al Norte del Aisnc, la MrtÜleríi i francesa destroió en varios puntos las :.rgani zaciones alemanas de la meseta de C uclerc. . En la Champagne, tiro preciso de las bate- , rías pesa las íraccesas contra las obras alema- ; ñas de Maisons le Chamoagne y d"; (a región ; Oeste de Na varíe Al Norte de Vtrdun ha aumentado el caño- : neo al Oeste dei Jilosa, en el Mort Homme y 1 en la región de Ls bosques. Las ba'erfas f-ancesas han cañoneado los acantonim'entos alemmes eitre Forges y el br»STiie de los Cuervos. En Ln orilla d-^recha del Mosa y en la IVoevre, actividad media de ambas artillerías. , < Ninguna .icciór de Infantería en e! trans curso del día. En la alta Alfada, al liste de Seppois, des- pués de una violerta preoaración de artillería ' atacaron los alencanes las trincheras que les ' habían vuelto a totiar los franceses estos días ] pasados, la Infantería alemana, detenida por \ el tiro de contención y por el de fusil, se re- • plegó a sus trincheras, después de haber sufrí- " do considerables pérdidas. Los aviadores fnnceses del Cuerpo de Ejér- ! dfo y los de combite han dado prueb.» el día •' 13 en toda la región de Verdun de notab'e ' actividad. Un,i escnadrüla, compuesta de seis aviones, lanzó 130 ohuses contra la estación estratégica de Drieulles, al Norte de Verdun. - Los francés:2S hm sostenido numerosos com- j bates, de los que salieron victoriosos. En el i curso de estos combates fueron derribados tres Í aviones alemanes, uno en K.s líneas francesas, y los otros dos en las primerñs lineas alema- nas. También se han visto caer otros aviones; pero no se ha podido comprobar su ción Cañoneo vivísimo. Berlín, 14.—Gonaunica el gran Cuartel ge- neral ahmán que a causa de las buenas con dlciones en que se podían hacer las observa ciones, fué muy viva, en la mayor parte del frente, ia actividad de ambas artillerías. Más ' enérgica a ambos lados del iMosa y hacia el [ Mosela. ' C6:no Mtac»i ios alemanes.—Uas b <Ja« de , Le Matin dice qae las pérdidas alemeni!, ] calculadas en conjunto, deben andar cerca de '' U110S diico Cuerpos de ejército, o sean aproxi - J madamente ioo.ooo hombres. 1 Oficiales proo:dentes de Verdun—añade— ' han declarado unánimemente haberse puesto * de manifiesto que el ataqae que dio el enemi- ; go el viernes último a las alturas del fuerte de \ Vaux constituyó un verdadero record de la f carnicería humana. Los alemanes avanzaron por columnas de a cuatro, que fueron materialmente secadas por j viai'crí jas alturjas atioz.neate tríaa del Mo», dejando .J-SÍ pasa; el tieaipo hasta que rccibaí^ la erdan óe ataqee. Uas bajas francesas y las «'emaHas. Los perkWicos fransoses publica» la siguien- te nota oficiofa: „, i, ...... «Lu Comisión del Ejercite en la Cámara ha recibido ya informes que dan a conocer las cifras de h s pérdidas experimentadas por las tropas francesas en la región i^e Verdun desde el 21 de Fcbíero, y las sufridas por los aleía.i B's No puede establecerse comparación entre unas y otrjs; IfS pérdidas alemaaas son for- midables; las nuestr.is, relativanaesle escasas, y querríamos dar a conocer las cifras para de- mostrar que si Insistimos en este punto es por- que hasta ahora la mctrall) alemana no ha debilitado nuestras fuerais. k las bajas alemanas de la primera quince- nas, calculadas, como va .se ha dicho, en más de 125.000 hombres, hay que sumar las que ha sufri lo el cncmi.'^o en Ins cu*tro iltlmas jornadas, las más sangrientas de todas.» t , « bajuA ffí na««4*"en toda Is oampísBa. Un radiograma de procedencia alemana dice qua el ministro de la Guerra francés, M. Gal- Heni, en una sesión secreta de la Comisión del Ejército en el Palacio Sorben, comunicó que las pérdidis totales fraacesas ascendían a a.500.000 kombreJ, de los cnales 800.000 muertos, 400 000 gravemente heridos, UH mi- llón de heridos v 300.00; desaparecidos. Añadió que los ingleses habían perdido sola- meatí 600 00 hombres. Estas declaraciones parecen haber produci- do honda impresión. P "ivi oficial alemán. Berlín, 13.—Al Noreste de Neuville hicimos estallar con écito una mina y ocupamos el ho- estruc- i yo producido por ia explosión. i En la región al Oeste del Mosa se cansó el i enemigo en ataques completamente infructuo- \ sos c.»nira nuestras nuevas posiciones, sufrien- ^ do grandes pérdidas. E,í las alturas al Este del río y en la llanura [ del W evre, la activida i de !a lucha quedó ¡ más o menos reducda a vivos combates de ar- \ tilleria. \ Las cifras indicadas an los partes de 29 de íj Febrero y 4 de Marzo, re'erentes a los pristo ' aeros y botín cocidos desda el ori idoio ae los H acocttecim; mtos eu h región del Mjsa, se ; han elck'ado a 430 oficiales, 26.042 hombres i prisioneros ilesos, 19 cañ.'nes, entre los i cuales 41 degruaso calibre, 7232 amatraila ¿ doras. ' En Obersept, los franceses, a pesar <!e repe- tidos ataque.', tampoco co.tisiguieroi ayer po- ner pie en su-- anteriores posiciones; fueron sangrientamente rechazados. El franie alemán de Verdui).—Bfeeioa de la artillería. El corresponsal del New York World, uno (1 fuego francés; los hombr^.s rodaban por las í '*«'«^ periodistas neutrales que fueron aut ri- pendieotes, acumulándole en enormes monto- \ 'f^'^ P^^« ^'^^^ «' '^«""^ ^ '«'^^« '^^Y.f.'*:'"' ees grisáceos, que rdlsnaban los accidentes del terreno. Los asaltante.'! quedaron agotados; aint-Mlhiel y comprendieron finalmente la imposibilidad de llegar a b cúspide trepando por los cuerpos de los compañeros muertos, y el asalto se detuvo por mismo ante el horror de aquellas mon- tañas de cadáveres. En ['Homme Entílame declara Ciernen- ceau que, aun absteniéndose de la tendencia a aumentar desmesuradamente las pérdidas ale ¡ manas delante de Veriu.i, es cierto que alcan- zan propordones mucho más elevadas y fuera de toda comparación coa las francesas, y pue- j den calcularse en tres veces más. I A juzgar por la cifrí de las «vacuaciones to- i madas en Ir^s estaciones reguladoras, Clemen- j ceau dice haber 5ido grata.nente impresionado I por el número, relativimente pequeño, de los í heridos franceses despaés de una batalla tan I larga como ¡«placable, j «Lo más sorF>rendente aún—añade—es que ¡ se trata, so^ire loito, de heridos leves.» Ua táot^oa dei general PetAin.—Para aho- rrar bajas.— La artillería tíeeídiíA el i triunfo. í Londres, 1%.—El mando francés ha visto ? desde el eomienzo de is batalla de Verdun que se trata de una lucha en la cual Jo más impor- : taote es el consumo de proyectiles de cañón. j La artillería que pueda ^star diez mil tonela- das asas de cheddita r ce melinita, derrotará ; a Ls fuerzas adversariís, aunque éstas sean su- ; periorcs. La victoria nj ^lertenecerá a la bayo- : neta, sino a los cañones de artillería gruesa y a ' los pcoyectiJes (utpiosivos. Las tropas fraacesas soo muy interiores en • número a las de su adversario en todos los . puntos de ía línea de fuego porque, en el sen- tir del general Petain, acJOJular hombres en poslcioues expuestas eo u» frente estrecho de batalla, devastado por la artillería alemana, es hacer un sacrificio de vi das iiumanas complc- Umente iaúiil, sin que en ningún caso corres- ponda el resultado al sacriScie. Por esta razón, íniwítras los alemanea se alineas y avanzan em naasas compactas y co- rradas para verse dietmuiis y destruidas, los iraaceses Jds «speraa etn Jia ai«v« / IMJO la Uu- | dice a su periódico que entre B-as hay millares de cañoscs. «En todo alrededor—añ?.de—hay. verdade- ra.': m ntañis de ftiunidones cajas de grana- dds de rnaÁ»y montones de proyectiles, desde los d:; 77 hasta los más enor oes de la artilleríí- gruesa. Todo deja ver que los alemanes están decididos a obtener una solución inmediaia. iiajo el tiro de los cañones franceses se cons trure un ferrocarril para transportar los caño- nes de grueso .-alibre y los aprovisionainlentos, así como para transportar a los heridos. Por todas partes asistimos a una batalla de artille- ría. En primera línea loe de 77; a unos «ente- nares de metro.s detrás, los de 150; luego, los de 2I5J y, nalmente, tres o cuatro kilómetros más lejos, ios morter»s austríacos de 305. Ja- más he visto tanta artillería en los otros fren- tes visliados. Delante de Vaux hay enormes morteros de sitio.» Refiriéndose a Douaamont, -¡ue pudo ver de lejos, dice este corresponsal: «Las ruinas de la aldea están en manos de los alemanes; pero los franceses tienen una fu.Tte trinchera a la misma entrada de la a'- cea, desde donde continúan bombardc;mdo Jas posiciones ocupadas por Jos alemanes. El fuer- te de Oouaumoat está emplazado cono purito de observación.» S^ún contó un ' fidal a eite corresponsal, las ruinas iel fuerte fueron ocupadas por los brandeburgueses a favor de ur.a espesa niebla; .sólo hay en ellas unos 50 hombres mandados por un oficial. Estas manifestaciones confirman la versió 1 francesa respecto a la poc¿i importancia del fuerte, cuya conqui ta no necesitaba el formi- dable asalto que tant han celebrado el bole- tín del alto mando alemán y Jos despachos del Kaiser. i 1 corresponsal coafirma que Jas vías de ac- ceso al fuerte continúan ba|o el fuego de los c^^ones franceses; pero qu^ 11 guarnición pue de comunicarse con las línea alemanas duran- te 11 noche. 'i m muy é'¿Éng*iaÍ0niá «|ua atiMnoie usted en ''HERALDO lULITJIIR,, ¡GUERRAS LA ANEMIA! PARA ^ USENLPS^JtNOS YLAS PERSONAS MAYORES EL. JARA.BE DE mmm SALUD iCOMBATE IK.^PETENCIA ,Y D£BJL,ipArJ GEN£RAL ON TWTA ROJA HlPOPQSn ilOS SALUD} • RECOMCNOADO POR L C MAS CMIfjENTeS MéOlCOS * Alemania y ios Estados Unidos CI naeve memorándum alervián. Londres, 13—Se sabe que en el memoráa- dum últimamente entregado por el e nbajador de Alemania al ministro yanqui de Negocios extranjeros, Alemania expone ampliamente así la necesidad en que se ha visto de usar de los submarinos pira diñir al comerch enemigo como del nuevo régiraen de guerra submarina adoptado. Aporta nuevas pruebas de que el Almirantazgo ingles tiene dadas instrucciones a sus buques mercantes para la destrucción de sus submarinos. Dice qae los aliados se apro- vechan de la actitud de los Estados Unidos para combatir impunemente a los submarinos. Si la cosa resulta bien —agrega—, no hay nada que hablar, y, e i el caso contrario, dicen lue- go que seí torpedeó a un buque llevando pasa- jeros neutrales. En resumen—dice la nota--, la situación es la sicuiente: Primero. El bloqueo, contrario al derecho de gentes, tiene al comercio neutral alejado desde hice un añ délos puertos alemanes, lo que hace imposible la exportación alemana. Segundo. Restricciones cada vez más es- trechus virtualmmte contrarias a Derecho con ¡elación al contrabando, son inpuestas desde hace año y medio en el tráfico por mar de los Ekt^dos neutrales vecinos de Alemania con esta nación, Tertero. Interviniendo, contra el Derecho de gentes, en el servicio postal, los aliados se esfuerzan para impedir las relaciones de Ale- mania con «1 exiranjero. Cuarto. Las violencias, eada vez más gra- v;s, que se ejercen sobre los neutrales Inter- ceptan todo el comercio de Alemania más allá de sus frofiteías, a fin de estrechar el bloqueo, que tiende a hacer perecer a la pobladón pacf- fiaa de los Imperios centrales. Quinto. Los alemanes encontrados en el mar por el enemigo son apresados, sin dete- H&r^e a süber si son o no combatientes. Termina la nata manifestando el Gobierno alemán la esperanza de que los yanquis apre- «iaran equitativamente sus puntos de vista, a p sar je ias dificuUaJes creadas para el arreglo por los aliados. NUEVO PRODUCTO NACIONAL Pedid en todas pa> tes. Fábr'Ott en Guernica (Vizcaya^. u .¿¿í^i. ,:_j.. &u.-.^ i mm SOLUCIÓN i No hav ningún motivo para que las personas que siempre se distinguieron al hacer algún regalo por su gusto significado para que eíl la actualidad rehuyan sus compromisos poi te- mor a no conseguir el medio que les acreditó su buen tono. 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ANO XXI.~NUM. 7.095. HP:KAÍ.DO ÍMILITAK DüS EUlUONKSjiUAKiAS

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ria de heroicidades y virtudes, sólo podemos sentir adtoiracón ante epapeyas como las de losSiri.is, filósofos como Gracián, artistas de la tili! Je Goy-a y ds Fradiila y hombres de cienMujel icinpie Je Costa y de Cajal

H07, cea justo orj'jllay ubres del temor de que un tíogio desmedido picda atribuirse a ci ga va'iiciad de madre cariñuisa, ya que Li

A4<im«t« de GviiAJmduuia ÍMÍ^SÍH^M.^ • - j wá^ aÜA per.cuialidad. d¿ la Nadón, al c«uce-

lyoig expioradorevS de Zaragoza

h a a Macírid los exploradoras de Zar.':, f d o r e del mcnsuje que al insig

Al l l -^ r á Us V medí» de un agu<i

• Sant», «o , , _ araron en

UHO de los mert ndwos, en dwnde d teniente de alealde del distrito de ^ '?, Sr. De Miguel, les díó ín bienven ombre del ptuckU, coatttsUHdale el Sr. iteitrán,^re8t«i«ii-te del Conseja de Zaragoza; el Sr. García IMo-linas. por el • ouité directivo nacional; e) di­rector general de Primera enseñanza, Sr. Royo Villanova, y el Sr. Ca<íaSa". po; e! Ateneo

Tcrmifiido esto, 9« pusieran «n marohn con dirección a la rediccíén de El ImfarcUl, llevaado delante «na sección de Caballería de la ouardia Municipal y la Uaiida de la Pa­loma

El viwMi.t. ju , pí\iciit;;aiso en todo el trnytc-10 por numeroso público.

Al llegar los exploradores a la red^cflén de El Imparciai, fatron aplaudido? pfit el B(U-meroEO gentío esta,ionádo en la eille. . t

Los exploradores zaragozanos acarón las banderas al balcói, dando vivas a Kspaña, al Rey, a Madrid y a Zarazo»?.

Una rondalJ^ ar&gonesa cantó jotas en la caije.,

der a u.-té i un honor que sólo a lo.s elegí-los se concede', ñus da un hermoso ejemplo de ci-vism.' qucestatHos obligadas a imitar, Z;rago-za cree llegada la ocasión de abrir sus brazos y dirigirse 1 usted para decirle: ¡Hijo mío, si en tu hid ilgj corazón aragonés, tan grande como tu tálente, no ha apagado la ausencia el fuego del cariño fraternal; si juzgas que u i apasionado beso de tu madre puedj avivar la llama ds ta genio, infundir nu»;vos bríos en tu alma y prolongar tu vida muchos años, para bien de las letras españolas, no v.iciles en ve­nir a reposar ca mi regazo unos instantesl

Y cuando lleguen ha.sta ti los ecos alegres de la (Ota y el supremo goce de la popalaridad haga que brote de tus ojos Hna lágrima de sa tisfacciOu indefinible, ¡concédeme la alegría de jurarme muy quado que a todos lo; honor;s y a todas 1 .s grandezas antepones la dicha dt; haber nacido aragonés! jVenl ¡Te lo ruega tu madre, lo quieren tus hermanos; lo desea tam­bién la Virgen del Pilar, que, al velar por tu salud, bien iierece Jas humiidfsimas ofrendas

Saludan los zaragozanos a Cavia, y el seáor ¡ de una oración y una mirada de cariñol» A continuación, el Sr. Casañal hizo entrega

a Cavia de la pluma de plata, donación de la García Molinas dedicó grandes elo-ios al ar- | lículo que ayer publicó el maestro, y agregó j „ ^ v m uc w piuma ac piaia, uonacion uc la que, puestq que éa ese artículo SÍ declara her- j yiufia de! escritor aragonés Emilio Alfaro Ma-insno mayor de les exploradsres, él, en nonp- í Jumbres bre de los exploradores, le colocaba en el oial j li ifMígnia, nombrándole explorador hono

LA QUERRÁ EOEOPEA

Por mar y por tíerr

rario. bA Sr . García Molinas quitó a Cavia el

clavel que sus compañeros le habían colo-caijb ^^uso ea su lugar la insignia de explo­rador.

hn representftción del Com'té directivo de ! los exploradores madrileños habló el Sr. Gar­

da Molinas, quien se congratuló de que la ini­ciativa del homcnrije haya partido de los ez-ploiadores, qua representan una futura España

i fuerte y poderosa. El doctor Borovlo, en nom-E! director de El Imparctaí, 9r. López Ba- i bre de los exploradores zaragozanos, expuso

llesteros, en ua eiocjinte aiscuiso dijo que a i medio siglo de vida el mr,yar éxito del periódi­co había sido este del bomeaaje al gran escritor Mariano de Cavia.

El Sr. De Miguel habió comparando a Cavia con Cervantes.

Cavia dio un vira a M idrid y ;'. Zaragoza, y coa la respuesta entusias-a de todos se dio por terminado el acto.

Los exploradores madrileáos acompañaron a los de Zaragoza basta e! Gran Hotel, donde se alojan.

EN Lñ cm DE «Et mmmi» el que tenían hriliante representación la reglón

sa ferviente deseo de ver a Cavia en Zaragoza, y el comandante Sr. Télltz de Sotomayor leyó unos hermosos endecasílabos.

Por último, el redactor jefe de El Impar­ctaí, D. Félix Lorenzo, leyc- unas cuartillas de Cavia, en las que? con el siempre lozano inge­nio del ilustre escritor, traslada éste el home­naje ai Gobierno y a la .'cademia Española, y saluda a ¡es exploradores como felfees mensa­jeros del porvenir de la Patria.

' ! njiinistro de la Gobernación, e» nombre del Gobierno, pronunció un elocuente discur-

piuma, ha logrado congregar en sa torno a , , . ,, ' toda>í las representaciones de la vida nacional,

araeonesa, la literatura, la política, Jas artes y 1 , , . . , . . , a n . r , ' r- . j . I ^^^ ultimas, palabras del 3r. Alba fueron

el periodismo, se verincó ayer farde en los sa ' Iones de la Rcda^ión á^ nuestro querido co­lega El Imparcial la entrega al insigne Ma-

acogldas entre grandes aplausos y entusiastas vivas a España, al Rey y a Cavia.

Inmediatamente después pisaron los asis-riana de Cavia del mensaje de la ciudad de j . ^ , , , , .

. . . ! tentes a los salones de! piso bsjo del edificio, Zaragoza, traído por los exploradores deaqae lia invicta capital.

Presidió el acto el ministro de la Goberoa-don, Q. Santiago Alba, ocupndo su derecha , „„„ ^.^ .„ . , . _ . ,, „

" " una obra de arte ridoairable. Forma un grueso «I maestro Mariano de f avia, v su izquierda el 1 „^i„^, . , ^„^., j .„ J ,„ • , j a • 1

' ^ i volumen encuadcTnado en r tel de Rus^a. La

donde se hallaba servido el lunch.

El mensaje de los ziragozaaos al maestro es

inspirado poeta aragonés D. Alberto Casañal 'íhakery. A ambos lados tomaron asiento las f altas personaiHad:;s que citamos anter ior-mect .

Frente a la piesidencia formaron semidrcu-Jo los exploradores zaragozanos

En el testero del despacho y sobre la mesa :ial .se h ¡liaba extendida 1 bandera de

irjs exploradores zaragozanos. Prey¡a_s breves palabras del LUT^ tAr o u j»«-

rl¿dico, Sr. López Ballesteros, el Sr. 'Jasañal, en nombre del Ateneo de Zaragoza, leyó el mensaje que por iniciativa de esta entidad le dirige la ciudad de Zar- goza, autorizado con más de doce mil firmas.

Dice este documento: «Estj nuestra querida madre Zaragoza, que

tuvo la alegría de ./lecerle en sus brazos, no es una madre asustadiza y zalamera, con tan estrecho concepto de la vida y tan escasa con • fianza en la fortaleza de sus hijos que quiera a todas boras tenerlo* pegadicos a las faldas 60.no si el cierzj del Moncayo pudiese derri­barlos o no supieran ellos medrar y defenderse sin ajena ayuda.

Indiferente al parecer, con sublime abaega-ción en rcaii.iad, suéltalos d.: la mano cuando se hacen mozos, y, convencida le que la to­zudez y la constancia aragonesas han de triun­far de toJos los obstáculos, deja que por sí mismos venzan y se encumbren, y reserva la inagotable ternura de su corazón y el opulento tesoro de su gratiiud ijara aquellas grandes ocasiones ea que, á ios ojos de la Humanidad entera, todo -iogto pueda parecer pobre y todo afecto insuficiente.

Usted, baturro hasta U medula y gran co­noce Jar de la especial psicología del puebio en que ba nacido, aabe ma/ bien que los zarago­zanos no gustan de aspavientos ni lagoterías, ajup i r i ri su valor cuando se otorgan a dia • fií) ualquier motive. Acostiambralos desde ia niñez a correr sfn aso.nbi'arnos detrás de los gigantes, a contemplar sin conmover­nos la sublime grandeía de nuestros edificios y a leer impasibles toda una proJiglosa histe

prinjprosa eneuadernacé.T está avalorada con i cantoneras y adornos d'í plata repujada oxi­

dada. En la parte superior, a la izquierda, ha/ un escudo de Zaragoza de oro y esmalte rojo.

La primera página es una magnífica acua reía original del arqulecto Ó. Miguel Ángel Navarro. En la parte suoeríor, a la izquierda,

j aparece el escudo de Zaragoza, y desde la par­te inferior se elevan unida* no» pluma de oro y una rama de laurel, aVidedor de los cuales se enlaza una cinta de los colores nacionales, en la que aparecen escritos lo^ títulos de las más populares secdones periodísticas que cul­tivó Cavia: «De pitón a pitón», «Plato del día», «Españolería andante», «Chachara», «Despa­cho del otro mundo», etc.

En la parte superior de ía derecha aparece un retrato de Cervantes y más abajo una re-produceióB del Museo del Prado, en recuerdo del célebre artículo del maestro Cavia.

La segunda hoja del mensaje es una bellísi­ma acuarela de! notable dibujante D. Antonio Brun, representando el escudo de España, del cu3l pende la gran cruz de Alfonso XFI.

I'1 mensaje está escrito en admirable letra gótica, obra del profesor de la Escuela de Co­mercio de Zaragoza D. Rafael Asensl, y todas las hojfls que lo constituyen son de riquísima vitela.

Una car ta del S<>. BU"AM.

t:\ ministro de Instrucción pública dirigió al Sr López Ballesteros la c r u siguiente:

«Mi querido Luis: He recibido, con retraso para mí iameotabie, la invUacióa al acto de entrjga del homenaje que la ciudad de Zara goz, envía a nuescro gran Mariano do tía via por medio de Jos exploradores zarago­zanos.

Siento en el alma no hab.;r podido concu­rrir a la fiesta; p:ro tanto Mariano como usted saben que, en cuanto es honor tributado a quien tanto adnjíro y a quien vive ten profun damente en mi carirío, estoy siempre presente en espíritu y en verdad.

Su buen amigo que le quftre, Julw Bu-rtll.»

Los ataques a Verdun j Pai'te oficial francés.-—ta liioha an Ver- |

üun y an ol 09»te rfal frente. | Pirís, 14.—Al Norte del Aisnc, la MrtÜleríi i

francesa destroió en varios puntos las :.rgani zaciones alemanas de la meseta de C uclerc. .

En la Champagne, tiro preciso de las bate- , rías pesa las íraccesas contra las obras alema- ; ñas de Maisons le Chamoagne y d"; (a región ; Oeste de Na varíe

Al Norte de Vtrdun ha aumentado el caño- : neo al Oeste dei Jilosa, en el Mort Homme y 1 en la región de Ls bosques.

Las ba'erfas f-ancesas han cañoneado los acantonim'entos alemmes eitre Forges y el br»STiie de los Cuervos. En Ln orilla d-^recha del Mosa y en la IVoevre, actividad media de ambas artillerías. , <

Ninguna .icciór de Infantería en e! trans curso del día.

En la alta Alfada, al liste de Seppois, des­pués de una violerta preoaración de artillería ' atacaron los alencanes las trincheras que les ' habían vuelto a totiar los franceses estos días ] pasados, l a Infantería alemana, detenida por \ el tiro de contención y por el de fusil, se re- • plegó a sus trincheras, después de haber sufrí- " do considerables pérdidas. •

Los aviadores fnnceses del Cuerpo de Ejér- ! dfo y los de combite han dado prueb.» el día •' 13 en toda la región de Verdun de notab'e ' actividad. Un,i escnadrüla, compuesta de seis aviones, lanzó 130 ohuses contra la estación estratégica de Drieulles, al Norte de Verdun. -

Los francés:2S hm sostenido numerosos com- j bates, de los que salieron victoriosos. En el i curso de estos combates fueron derribados tres Í aviones alemanes, uno en K.s líneas francesas, y los otros dos en las primerñs lineas alema­nas. También se han visto caer otros aviones; pero no se ha podido comprobar su ción

Cañoneo vivísimo.

Berlín, 14.—Gonaunica el gran Cuartel ge­neral ahmán que a causa de las buenas con dlciones en que se podían hacer las observa ciones, fué muy viva, en la mayor parte del frente, ia actividad de ambas artillerías. Más ' enérgica a ambos lados del iMosa y hacia el [ Mosela. ' C6:no Mtac»i ios alemanes.—Uas b <Ja« de ,

Le Matin dice qae las pérdidas alemeni!, ] calculadas en conjunto, deben andar cerca de '' U110S diico Cuerpos de ejército, o sean aproxi - J madamente ioo.ooo hombres. 1

Oficiales proo:dentes de Verdun—añade— ' han declarado unánimemente haberse puesto * de manifiesto que el ataqae que dio el enemi- ; go el viernes último a las alturas del fuerte de \ Vaux constituyó un verdadero record de la f carnicería humana.

Los alemanes avanzaron por columnas de a cuatro, que fueron materialmente secadas por j

viai'crí jas alturjas atioz.neate tríaa del Mo», dejando .J-SÍ pasa; el tieaipo hasta que rccibaí^ la erdan óe ataqee.

Uas bajas francesas y las «'emaHas.

Los perkWicos fransoses publica» la siguien­te nota oficiofa: „, i, . . . . . .

«Lu Comisión del Ejercite en la Cámara ha recibido ya informes que dan a conocer las cifras de h s pérdidas experimentadas por las tropas francesas en la región i e Verdun desde el 21 de Fcbíero, y las sufridas por los aleía.i B's No puede establecerse comparación entre unas y otrjs; IfS pérdidas alemaaas son for­midables; las nuestr.is, relativanaesle escasas, y querríamos dar a conocer las cifras para de­mostrar que si Insistimos en este punto es por­que hasta ahora la mctrall) alemana no ha debilitado nuestras fuerais.

k las bajas alemanas de la primera quince­nas, calculadas, como va .se ha dicho, en más de 125.000 hombres, hay que sumar las que ha sufri lo el cncmi.' o en Ins cu*tro iltlmas jornadas, las más sangrientas de todas.» t , « bajuA ffí na««4*"en toda Is oampísBa.

Un radiograma de procedencia alemana dice qua el ministro de la Guerra francés, M. Gal-Heni, en una sesión secreta de la Comisión del Ejército en el Palacio Sorben, comunicó que las pérdidis totales fraacesas ascendían a a.500.000 kombreJ, de los cnales 800.000 muertos, 400 000 gravemente heridos, UH mi­llón de heridos v 300.00; desaparecidos.

Añadió que los ingleses habían perdido sola-meatí 600 00 hombres.

Estas declaraciones parecen haber produci­do honda impresión.

P "ivi oficial alemán. Berlín, 13.—Al Noreste de Neuville hicimos

estallar con écito una mina y ocupamos el ho-estruc- i yo producido por ia explosión.

i En la región al Oeste del Mosa se cansó el i enemigo en ataques completamente infructuo-\ sos c.»nira nuestras nuevas posiciones, sufrien-^ do grandes pérdidas.

E,í las alturas al Este del río y en la llanura [ del W evre, la activida i de !a lucha quedó ¡ más o menos reducda a vivos combates de ar-\ tilleria. \ Las cifras indicadas an los partes de 29 de íj Febrero y 4 de Marzo, re'erentes a los pristo ' aeros y botín cocidos desda el ori idoio ae los H acocttecim; mtos eu h región del Mjsa, se ; han elck'ado a 430 oficiales, 26.042 hombres i prisioneros ilesos, 1 9 cañ.'nes, entre los i cuales 41 degruaso calibre, 7232 amatraila ¿ doras. ' En Obersept, los franceses, a pesar <!e repe­

tidos ataque.', tampoco co.tisiguieroi ayer po­ner pie en su-- anteriores posiciones; fueron sangrientamente rechazados.

El franie alemán de Verdui).—Bfeeioa de la artillería.

El corresponsal del New York World, uno

(1 fuego francés; los hombr^.s rodaban por las í '*«'«^ periodistas neutrales que fueron aut ri-pendieotes, acumulándole en enormes monto- \ 'f^'^ P^^« ^'^^^ «' '^«""^ ^ '«'^^« '^^Y.f.'*:'"' ees grisáceos, que rdlsnaban los accidentes del terreno. Los asaltante.'! quedaron agotados;

aint-Mlhiel y

comprendieron finalmente la imposibilidad de llegar a b cúspide trepando por los cuerpos de los compañeros muertos, y el asalto se detuvo por sí mismo ante el horror de aquellas mon­tañas de cadáveres.

En ['Homme Entílame declara Ciernen-ceau que, aun absteniéndose de la tendencia a aumentar desmesuradamente las pérdidas ale

¡ manas delante de Veriu.i, es cierto que alcan­zan propordones mucho más elevadas y fuera de toda comparación coa las francesas, y pue-

j den calcularse en tres veces más. I A juzgar por la cifrí de las «vacuaciones to-i madas en Ir s estaciones reguladoras, Clemen-j ceau dice haber 5ido grata.nente impresionado I por el número, relativimente pequeño, de los í heridos franceses despaés de una batalla tan I larga como ¡«placable, j «Lo más sorF>rendente aún—añade—es que ¡ se trata, so^ire loito, de heridos leves.»

Ua táot^oa dei general PetAin.—Para aho­r r a r bajas.— La artillería tíeeídiíA el

i triunfo. í Londres, 1%.—El mando francés ha visto ? desde el eomienzo de is batalla de Verdun que

se trata de una lucha en la cual Jo más impor-: taote es el consumo de proyectiles de cañón. j La artillería que pueda ^star diez mil tonela­

das asas de cheddita r ce melinita, derrotará ; a Ls fuerzas adversariís, aunque éstas sean su-; periorcs. La victoria nj ^lertenecerá a la bayo-: neta, sino a los cañones de artillería gruesa y a ' los pcoyectiJes (utpiosivos.

Las tropas fraacesas soo muy interiores en • número a las de su adversario en todos los . puntos de ía línea de fuego porque, en el sen­

tir del general Petain, acJOJular hombres en poslcioues expuestas eo u» frente estrecho de batalla, devastado por la artillería alemana, es hacer un sacrificio de vi das iiumanas complc-Umente iaúiil, sin que en ningún caso corres­ponda el resultado al sacriScie.

Por esta razón, íniwítras los alemanea se alineas y avanzan em naasas compactas y co­rradas para verse dietmuiis y destruidas, los iraaceses Jds «speraa etn Jia ai«v« / IMJO la Uu- |

dice a su periódico que entre B-as hay millares de cañoscs.

«En todo alrededor—añ?.de—hay. verdade­ra.': m ntañis de ftiunidones cajas de grana-dds de rnaÁ»y montones de proyectiles, desde los d:; 77 hasta los más enor oes de la artilleríí-gruesa. Todo deja ver que los alemanes están decididos a obtener una solución inmediaia.

iiajo el tiro de los cañones franceses se cons trure un ferrocarril para transportar los caño­nes de grueso .-alibre y los aprovisionainlentos, así como para transportar a los heridos. Por todas partes asistimos a una batalla de artille­ría. En primera línea loe de 77; a unos «ente-nares de metro.s detrás, los de 150; luego, los de 2 I5J y, nalmente, tres o cuatro kilómetros más lejos, ios morter»s austríacos de 305. Ja­más he visto tanta artillería en los otros fren­tes visliados. Delante de Vaux hay enormes morteros de sitio.»

Refiriéndose a Douaamont, -¡ue pudo ver de lejos, dice este corresponsal:

«Las ruinas de la aldea están en manos de los alemanes; pero los franceses tienen una fu.Tte trinchera a la misma entrada de la a'-cea, desde donde continúan bombardc;mdo Jas posiciones ocupadas por Jos alemanes. El fuer­te de Oouaumoat está emplazado cono purito de observación.»

S^ún contó un ' fidal a eite corresponsal, las ruinas iel fuerte fueron ocupadas por los brandeburgueses a favor de ur.a espesa niebla; .sólo hay en ellas unos 50 hombres mandados por un oficial.

Estas manifestaciones confirman la versió 1 francesa respecto a la poc¿i importancia del fuerte, cuya conqui ta no necesitaba el formi­dable asalto que tant han celebrado el bole­tín del alto mando alemán y Jos despachos del Kaiser.

i 1 corresponsal coafirma que Jas vías de ac­ceso al fuerte continúan ba|o el fuego de los c^^ones franceses; pero qu^ 11 guarnición pue de comunicarse con las línea alemanas duran­te 11 noche.

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Alemania y ios Estados Unidos

CI naeve memorándum alervián. Londres, 13—Se sabe que en el memoráa-

dum últimamente entregado por el e nbajador de Alemania al ministro yanqui de Negocios extranjeros, Alemania expone ampliamente así la necesidad en que se ha visto de usar de los submarinos pira diñir al comerch enemigo como del nuevo régiraen de guerra submarina adoptado. Aporta nuevas pruebas de que el Almirantazgo ingles tiene dadas instrucciones a sus buques mercantes para la destrucción de sus submarinos. Dice qae los aliados se apro­vechan de la actitud de los Estados Unidos para combatir impunemente a los submarinos. Si la cosa resulta bien —agrega—, no hay nada que hablar, y, e i el caso contrario, dicen lue­go que seí torpedeó a un buque llevando pasa­jeros neutrales.

En resumen—dice la nota--, la situación es la sicuiente:

Primero. El bloqueo, contrario al derecho de gentes, tiene al comercio neutral alejado desde hice un añ délos puertos alemanes, lo que hace imposible la exportación alemana.

Segundo. Restricciones cada vez más es-trechus virtualmmte contrarias a Derecho con ¡elación al contrabando, son inpuestas desde hace año y medio en el tráfico por mar de los Ekt^dos neutrales vecinos de Alemania con esta nación,

Tertero. Interviniendo, contra el Derecho de gentes, en el servicio postal, los aliados se esfuerzan para impedir las relaciones de Ale­mania con «1 exiranjero.

Cuarto. Las violencias, eada vez más gra-v;s, que se ejercen sobre los neutrales Inter­ceptan todo el comercio de Alemania más allá de sus frofiteías, a fin de estrechar el bloqueo, que tiende a hacer perecer a la pobladón pacf-fiaa de los Imperios centrales.

Quinto. Los alemanes encontrados en el mar por el enemigo son apresados, sin dete-H&r e a süber si son o no combatientes.

Termina la nata manifestando el Gobierno alemán la esperanza de que los yanquis apre-«iaran equitativamente sus puntos de vista, a p sar je ias dificuUaJes creadas para el arreglo por los aliados.

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