Un problema que puede derivarse de una mala planificacin de rascacielos es la desertizacin urbana y, por tanto, la prdida de continuidad y de aquella compacidad que considero indispensables en una ciudad. Efectivamente, la edificacin en altura ha de comportar la liberacin de una buena parte del suelo si queremos que se mantengan las cuotas de densidad establecidas en el proyecto global del rea. Ese problema solo tiene dos soluciones: la primera es aceptar un aumento de densidad en puntos concretos, de acuerdo con un proyecto urbano que compense los excesos concentrando zonas no edificadas pero definidas y urbanizadas- en un sector prximo; la segunda es organizar la volumetra de manera que entre las torres se mantengan una continuidad a menor altura, con unas actividades que definan la forma y la vida del espacio pblico.

El caso ms conocido de la primera solucin y seguramente el ms logrado, pese a sus problemas evidentes- es una buena parte de Manhattan. El Central Park viene a compensar aproximadamente las elevadsimas densidades edificatorias de las calles y las avenidas, las cuales, gracias a la yuxtaposicin de los rascacielos, siguen leyndose por lo menos en los sectores ms afortunados- segn la tradicin de la continuidad y la compacidad. As, la parte central de Manhattan no presenta ninguna tendencia a la desertizacin, sino todo lo contrario: el viandante la lee como una continuidad alineada, casi como una calle-corredor tradicional. Se trata, no obstante, de un caso muy especial y seguramente extremo, difcil de proclamar como modelo; algunas operaciones europeas ms contenidas y proyectualmente controladas seran quiz modelos ms reales. De la segunda solucin hay ejemplos abundantes en los barrios centrales modernizados de casi todas las ciudades centroeuropeas e incluso en los escasos barrios residenciales que han tratado de huir de la suburbializacin.

Sin embargo desengamonos y aprovechemos la ocasin para denunciarlo-, si nos referimos a todo el panorama internacional, la frmula ms frecuente no es la juiciosa limitacin formal y funcional, sino la brutal desprogramacin urbana: ciudades en pleno libertinaje, que admiten la improvisacin de la iniciativa privada y aceptan un aumento escndalos de densidad edificatoria sin ninguna compensacin, es decir, utilizando esta vez s- los rascacielos como instrumento de especulacin territorial. Las grandes ciudades asiticas son un ejemplo paradigmtico de ello, y muestran tambin de modo bien manifiesto los graves problemas secundarios de esa densificacin. Resulta as que una nueva tipologa arquitectnica que tiene muchos valores puede convertirse, sin un control eficiente, en enemiga de la ciudad.

1.9. Breve introduccin a los estilos arquitectnicos de los rascacielos internacionales.

En cualquier libro divulgativo que tenga que ver con los rascacielos puede encontrarse con un despliegue de imgenes asombrosas por su belleza, la evolucin formal de estos grandes edificios.

De entre todos ellos, por su sencillez y claridad expositiva, destaca el ensayo publicado por la crtica estadounidense de arquitectura Ada Louise Huxtable con el ttulo: Rascacielos La bsqueda de un estilo. Su labor fue premiada con los premios Pulitzer y McArthur.

Por su indudable inters y porque creemos que esta introduccin genrica tambin quedara incompleta si no contemplase, aunque sea resumidamente una aproximacin a los estilos formales que se han empleado y se emplean en el diseo de los rascacielos, es por lo que acometemos en este apartado una visin formal de los mismos apropindonos de las ideas que Ada Louise vierte en su ensayo.

Antes de empezar conviene advertir que la mayora de los autores, entre los que se encuentra la propia Ada Louise, desarrollan su visin arquitectnica sobre los rascacielos dejando de lado totalmente la infinidad de edificios de gran altura destinados con exclusividad a viviendas, que son ignorados olmpicamente tal vez porque, en general, los crticos y los propios arquitectos piensen que sus cualidades proyectuales sean ms bien vulgares y escasas. Sin embargo nosotros creemos

firmemente que no siempre es as, y existen ejemplos de notable inters arquitectnico, o al menos de un inters igual o parecido, al conjunto de edificios que inundan hasta el tedio ms absoluto con idnticas filosofas de diseo, la infinidad de revistas y libros que un da s y otro tambin, aparecen en las libreras ocupndose de los edificios de altura.

Fig.1.60. Esta imagen de Sao Paulo, tomada por el fotgrafo brasileo Sebastiao Salgado, expone por un lado el mundo real de los edificios de gran altura olvidados por la crtica arquitectnica y, por otro lado, hasta donde

puede llegarse con el urbanismo que los permite.

En Espaa, donde parece no existir tampoco mediticamente la arquitectura de Benidorm, de igual forma han sido sistemticamente ignorados en los escritos de arquitectura los edificios altos residenciales que pueblan nuestra geografa, exceptuando el edificio Torres Blancas del arquitecto F.J. Sainz de Oiza + C.F. Casado, S.L., exponente claro de un estilo organicista y expresionista que no tuvo continuidad alguna, salvo en el homenaje que del mismo se ha hecho en Benidorm con el Neguri Gane, de esbeltez y altura mayor, proyectado por el arquitecto Roberto Prez Guerras + Cype Ingenieros, Estudios y Proyectos,S.A.

Fig.1.61. Edificios de gran altura completamente residenciales: Torres Blancas (Madrid) del arquitecto F.J. Sainz de Oiza + C.F. Casado, S.L., y el Neguri Gane (Benidorm), de Roberto Prez Guerras + Cype Ing.

Estudios y Proyectos, S.A. Ambos edificios de carcter organicista y expresionista.

No sabemos con certeza cuales son las razones de este sistemtico olvido, aunque sospechamos con algo de maldad, que posiblemente sea debido a que los arquitectos que proyectan y construyen edificios altos residenciales en nuestro Pas, no tengan el tiempo y los medios suficientes para promocionarlos mediticamente, mientras que las firmas arquitectnicas que aparecen con asiduidad en los concursos, revistas y libros de arquitectura, provenientes en un nmero elevado de las Ctedras de Proyecto de nuestras Universidades, parece ser que el tiempo, los medios y la mano de obra necesaria, les sobra en abundancia para poder hacerlo.

Sirvan nuestras palabras nicamente como un toque de atencin a este injusto olvido para aquellos que pueden remediarlo, y que de ser subsanado dicho olvido con la ecuanimidad adecuada, sin lugar a dudas mejorara considerablemente la arquitectura con la que se resuelven estos edificios en Espaa, beneficindonos todos de que as sea.

1.9.1. El periodo funcional.

Prcticamente todos los autores coinciden en sealar que los edificios de altura se inician con unas caractersticas propias en la ciudad de Chicago, seguida muy de cerca por New York; rivalizando ambas ciudades por liderar la arquitectura de estas construcciones.

El desarrollo espectacular que tuvo Chicago tras su incendio, coincidiendo con el nacimiento y pujanza de la economa norteamericana, propici el nacimiento de grande compaas y el desarrollo de los servicios terciarios a todos los niveles, sustentando una demanda creciente de espacios donde poder ubicar las empresas, sus oficinas y despachos.

Para satisfacer esta demanda de oficinas, contando ya con los grandes avances tecnolgicos que la ingeniera proveniente de la Revolucin Industrial estaba poniendo a un ritmo imparable al servicio de la arquitectura, nacieron los primeros edificios de gran altura, que fueron bautizados con el nombre de rascacielos.

Este primer periodo de los rascacielos es conocido como el PERIODO FUNCIONAL, donde no exista un estilo definido que pudiera seguirse como referencia indiscutible en el proyecto de los mismos y abarca los aos finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El ingeniero David Bennet se atreve a enmarcarlo entre los aos 1880 y 1900.

El rascacielos funcional, caracterstico de este periodo, fue un fenmeno esencialmente econmico que responda a las necesidades reales de la sociedad, a las necesidades de una actividad empresarial que era el motor que impulsaba todo tipo de innovaciones.

Ada Louise define y resume este periodo esplndidamente:

El banquero inversor era el mecenas, y la eficacia, desde el punto de vista del coste, era la musa; la arquitectura estaba al servicio de la ingeniera, y el diseo era algo muy secundario. Son edificios tan hermosos como tiles. Poseen una claridad y una fuerza que les confiere un notable vigor expresivo.

Fig.1.62.a. Edificios caractersticos del periodo funcional proyectados por: W. Baron Jenney, J.W.Root, D Burnham, L. H. Sullivan, W. Holabird, M. Roche, etc..

Fig.1.62.b. Edificios caractersticos del periodo funcional.

Los nombres ms citados que han pasado a la historia de la arquitectura, como pioneros en el diseo de los primeros rascacielos, los encabeza el ingeniero William Le Baron Jenny, formado en la Escuela Politcnica de Pars, que en 1885 construy el Home Insurance, primer edificio soportado ntegramente por una estructura metlica. Bajo los auspicios de Jenney, se formaron Louis Sullivan, Daniel Burnham, William Holabird y Martin Roche, que constituyeron el ncleo de lo que result conocido posteriormente como escuela o estilo de Chicago.

En estos primeros edificios de cierta altura (de diez a quince plantas), los muros de carga portantes tradicionales fueron sustituidos en sus estructuras por piezas metlicas, primero de fundicin, luego de hierro y finalmente por el acero, mucho ms fiable, dctil y resistente. Tan slo en las fachadas y en los ncleos de comunicacin verticales, los muros de carga se mantuvieron inicialmente como elementos de estabilidad horizontal, pero a medida que las estructuras verticales se fueron rigidizando con nudos ms slidos y celosas planas