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    - Negri, Antonio. El movimiento de los movimientos. Nuevas condiciones para el nuevo movimientode los movimientos.

    - Garca Linera, lvaro. Comentario.

    En publicacin: Cuadernos del Pensamiento Crtico Latinoamericano no. 15. Buenos Aires : CLACSO,Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Diciembre 2008

    Disponible en:http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/secret/cuadernos/15/15negri.pdf

    Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de Amrica Latina y el Caribe de la Red CLACSOhttp://www.biblioteca.clacso.edu.ar/

    [email protected]

    http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/secret/cuadernos/15/15negri.pdfhttp://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/secret/cuadernos/15/15negri.pdfhttp://www.clacso.org.ar/bibliotecamailto:[email protected]://www.clacso.org.ar/bibliotecamailto:[email protected]://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/secret/cuadernos/15/15negri.pdf
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    EL MOVIMIENTO DE LOS MOVIMIENTOS *

    NUEVAS CONDICIONES PARA EL NUEVO MOVIMIENTO DE LOS MOVIMIENTOS

    ANTONIO NEGRI(Padua, 1 de agosto1933). Filsofo y militante marxista. Miembro del Partido Socialista Italiano (PSI) hasta 1963 y fundador, entreotros, del grupo Potere Operaio (Poder Obrero). En los aos 70 particip activamente en el proyectoAutonoma Operaia. Escribijunto a reconocidos referentes del movimiento obrero, estudiantil y feminista italiano, entre los que se destacan Raniero Panzieri,Mario Tronti, Sergio Bologna, Romano Alquati, Mariarosa Dalla Costa y Franco Berardi (Bifo). Ms recientemente, en coautora con

    Michael Hardt, publicImperio (2000) obra que gener un amplio debate y an no cerrado debate.

    El tema que se me ha propuesto para esta conferencia es El movimiento de los movimientos. Se trata, entonces,de definir qu ha sido, qu es y lo que esperamos que pueda ser. El movimiento de los movimientos nace esencialmentecomo reaccin a la crisis de los aos setenta y ochenta, una crisis extremadamente profunda en la extrema izquierda. Escuando en el movimiento de los movimientos se registra una nueva situacin desde el punto de vista econmico, desdeel punto de vistapoltico y desde el punto de vista general de su programa y de su capacidad de accin.

    Digamos que la nueva situacin surge por una transformacin del capitalismo que se da entre esos aos. Aprincipios de losaos noventa nos encontramos frente a un capitalismo desterritorializado, que ya no enmarca su accindentro de la forma Estado-nacin. Otro elemento de transforrnacin importante es la mutacin del carcter hegemnicode la definicin de fuerza de trabajo: se da una forma de explotacin que se centra cada vez ms en los elementoscognitivos -y ya no tanto materiales- de la produccin. Un tercer elemento es que nos encontramos frente a unaampliacin cada vez ms profunda de los procesos rnigratorios.

    Como consecuencia de todo esto, encontrarnos especialmente en los pases centrales una granfragmentacin de laorganizacin laboral en el mismo capitalismo, sobre todo desde el punto de vista de la organizacin del trabajo. Desde el

    punto de vista poltico, se empieza a identificar, en primer lugar un proceso de unificacin de1 poder del capitalismo anivel global y, en segundo lugar, la aceptacin del mundo capitalista del fin de la Guerra Fra. Hablamos entonces de launificacin del mando capitalista desde los acontecimientos de 1917.Todo esto significa que se produce una nuevaidentificacin del poder central que unifica los proceses de transnacionalizacin de la produccin con ciertas grandespotencias mundiales del capitalismo. Este es el teln de fondo en el que surge el movimiento de los movimientos.

    Es muy importante enfatizarel carcter novedoso de este teln de fondo. Esta situacin emerge porque la historiadel movimiento obrero es totalmente interrumpida por esta transformacin. Cuando Eric Hobsbawm habla de un ciclobreve, habla justamente de este parntesis heroico, formidable, que el movimiento obrero ha protagonizado en el periodoque va de 1417 a 1989, en el cualhaba formado su centralidad histrica.

    El movimiento de los movimientos nace, justamente, sobre una base que tiene el carcter de novedad terica. Porlo tanto, setrata de interpretar la nueva figuraque la democracia asume, la nueva figuradel capitalismo y la nueva figuradel poder;es decir, los lmites de la democracia, los lmites del desarrollocapitalista y loslimites de ladefinicin del poder

    moderno.

    LOS LMITES DE LA DEMOCRACIA

    Recordemos que cuando el movimiento de los movimientos se presenta, expresa esencialmente una reivindicacindemocrtica, una radicalizacin de la democracia, teniendo en cuenta los limites conceptuales y prcticos que lademocracia presenta. Qusignifica esto? Significa que lo que se pone en discusin son , en general, los grandes temasfundamentales de la democracia, particularmente el tema de la representacin. Sobre la representacin se ejerceprecisamente la primera gran experiencia de critica del movimiento.

    * El texto publicado en este Cuaderno es parte de Imperio, multitud y sociedad abigarrada. Libro que compila un ciclo de SeminariosInternacionales titulado Pensando el mundo desde Bolivia (La Paz, Bolivia, 2008).

    http://es.wikipedia.org/wiki/Paduahttp://es.wikipedia.org/wiki/1_de_agostohttp://es.wikipedia.org/wiki/1933http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Autonom%C3%ADa_Operaia&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Franco_Berardi&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Imperio_(libro)&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Imperio_(libro)&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Franco_Berardi&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Autonom%C3%ADa_Operaia&action=edit&redlink=1http://es.wikipedia.org/wiki/1933http://es.wikipedia.org/wiki/1_de_agostohttp://es.wikipedia.org/wiki/Padua
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    La participacin es un tema que se desarrollardesde Porto Alegre, segn experiencias que sehan basado sobre

    todo en los niveles municipales o en los niveles de gobierno regionales, que agregan fundamentalmente el valor desolicitar e impulsar la reflexin sobre la representacin. No creo que nadie dentro del movimiento de los movimientoshaya credo efectivamente que las experiencias de participacin que se desarrollaron en torno a Porto Alegre poseyeranun significado general, tpico o paradigmtico. Se trataba, en realidad, de la cuestin de la transformacin de lademocracia, es decir, del retorno a los grandes problemas del poder constituyente.

    Es necesariotomar en cuenta, conmucha atencin, que cuando se enfrenta este tema crtico de la representacin,se lo puede enfocar desde varios puntos de vista. Se lo puede encarar a partir de losmecanismos de la representacindemocrtica, es decir, de la critica de la transferencia de la soberana del pueblo a la nacin, del pueblo al Estado.Tambin se lo puede afrontar, por ejemplo, desde la ineficacia de la representacin en la accin ejecutiva, esto es, en ladisolucin sistemtica del concepto de gobierne en aquello que se denomina governance(gobernabilidad}, es decir, en ladisolucin de la tradicin de gobierno, de la poltica y su ejercicio. Esto significara que, en general, est en crisis larelacin entre el sujeto de la representacin y el ejercicio del poder.

    LA CUESTIN DEL TRABAJO

    La segunda gran temtica que afronta elmovimiento de los movimientos despus de la representacin es la cuestindel trabajo. Y cuando se la aborda, se lo puede hacer tambin desde varios puntos de vista. El punto de vistaque conmayor frecuencia emerge en la discusin contempornea y que se impone dentro del movimiento de los movimientos,consiste en la transformacin del concepto de trabajo, en la percepcin de que el trabajo es, sobre todo, actividad social.Esto significa que el concepto de trabajo se separa del concepto de industria; vale decir, elconcepto de valorizacin seengancha cada vez ms con el concepto de actividad social. Estamos afrontando una valoracin del trabajo que sevuelve cada vez ms subjetiva, una concepcin del trabajo que es cada vez ms una percepcin de la cooperacinlaboral, de la capacidad de relacionarse en una actividad de la nueva cualidad comn de la actividad social, a la quellamamos trabajo. Tengo la impresin de que esta concepcin del trabajo es la que ha sido privilegiada dentro del

    movimiento de los movimientosEsto significa en s la manera en la que el capital pueda asumir esta nueva forma de trabajo. Hasta ahora, puede

    ser pensada en el nivel en que el trabajo es concebido como capital variable, es decir, como algo que puede servalorizado slo cuando es introducido como capital constante. Es posible que la actividad social como nuevo conceptodel trabajo sea concebidadentro del concepto de capital slo cuando sea considerada como elemento de valorizacin.Es, pues, el problema del capital unitario en el sentido que Marx le ha dado. Evidentemente, aqu surge tambin otroproblema: el do cmo concebir y considerar el desarrollo hoy en da.

    LA CRTICA DEL PODER Y LA RESISTENCIA

    Cuando se habla de la crtica del poder en este caso, se d m a una cosa muy sencilla con relacin a todo lo dichohasta ahora, y es que el concepto de poder no es un concepto unvoco. El concepto de poder es por lo menos el dobledel poder que ejerce el capitalismo. No existe una correspondencia, una homologacin entre el poder ejercitado por elcapitalismo y el poder que expresan los movimientos. Tomar el poder es una cuestin que pierde sentido cada vez ms.El concepto de poder se vuelve un concepto de una relacin en la cual la resistencia tiene el mismo valor que el dominio,donde la relacin es una relacin frgil, de ruptura, y la extensin y la difusin del poder deben ser consideradas con lamisma importancia que unificacin virtual del mismo poder.

    Entonces, este conjunto de temticas que hemos propuesto hasta ahora se resume en: primero, una diferenteconcepcin de la representacin y el intento de subjetivar, en el sentido pleno, el concepto de la relacin con el Estado;segundo, una concepcin diferente del trabajo, entendido como actividad social y, desde luego, el intento de concebir laproduccin como algo que tiene un carcter originario, esencialmente como trabajo vivo; y tercero, una diferenteconcepcin y prctica del poder.

    Veremos hasta qu punto la formacin, por as decirlo, de estos nuevos movimientos, las cosas que se vivan en los

    movimientos entre Seattle y Gnova y las diferentes situaciones y determinaciones de lucha, nos ayudan a comprender

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    si era realmente el verdadero momento de refundacin del movimiento de lucha social en el mundo contemporneo

    posterior a la Guerra Fra. Es decir, el problema en este punto es tratar de comprender con que profundidad, con queintensidad, todas las dimensiones y conceptos incluso las experiencias polticas que condujeron la actividad delmovimiento obrero tradicional son sobrepasadas, y no solamente con relacin al aspecto social, sino realmente a partirde toda la situacin que rodea a nuestras luchas.

    Si insistimos en estas caractersticas de los nuevos movimientos, podemos considerar sobre todo que y esto noest dado ni es obvio cuando al movimiento aparece y comienza a afirmarse, es tambin cuando tiene lugar la reaccingeneral de las fuerzas capitalistas .Todos conocemos las dinmicas que haban establecido, par decirlo de algunamanera, el imperio por un lado y la multitud por otro. Ese movimiento se ha roto a partir del 11 de Septiembre, y lo hahecho de una manera bastante caracterstica porque justamente probaba la determinacin que los movimientos habandescubierto.

    Esto quiere decir que la respuesta capitalista a estos movimientos fue una respuesta que trat inmediatamente dedar un orden a este nuevo carcter, a esta intensidad del movimiento. La respuesta fue bastante clara, la dimensin

    mundial se asuma como un territorio de guerra, comprendida sta como una intervencin policial que deba romper einterrumpir cualquier posibilidad de una determinacin continua de la lucha.Cabalmente, despus de 2001, con el ataque a las Toma Gemelas, la poltica capitalista a nivel mundial se

    determin de una manera absolutamente diferente. Todos los elementos de poder han sido acentuados, todos loselementos que empujaban hacia una oposicin capitalista, cada vez ms financiera y parasitaria, frente a unaorganizacin del trabajo cada vez ms importante, y sobre todo la propaganda blica y de la superioridad ideolgica ycultural del mundo occidental, significaban la exaltacin del capitalismo en cuanto tal y de las formas de democraciatradicionales. Esto ha adquirido cada vez mayor importancia.

    Sin embargo, la resistencia continu bajo formas bastante diferentes. Hay que decir que el movimiento de losmovimientos ha encontrado momentos de crisis muy importantes en Europa y en Amrica del Norte. Ante la exaltacinde la violencia, tanto militar como ideolgica, ante las consecuencias de la nueva organizacin capitalista, es decir, lafragmentacin y la ruptura del mundo del trabajo, y por lo tanto, el enorme debilitamiento de las organizaciones de los

    movimientos obreros, resultaba casi imposible poder desarrollar una ruptura con las continuidades del movimientoobrero, una accin de resistencia y de ataque. Pienso que en Europa y en Estados Unidos se vive una situacin en laque las organizaciones del trabajo y aquellas que luchan contra la explotacin ya no existen ms en sus antiguas formasde movilizacin. Los movimientos se encuentran en un momento en el que estn obligados a inventar nuevas formas deorganizacin en el nivel social que no tienen ninguna continuidad con el pasado, ni con las organizaciones de esepasado.

    PODER CONSTITUYENTE Y ESTADO-NACIN EN AMRICA LATINA

    Sin embargo, ante esta situacin en la cual, insisto, las organizaciones de la izquierda no existen ms el ciclo deluchas de la nueva fase, de la nueva poca, el movimiento de los movimientos contina de todas maneras viviendo ysubsistiendo en el mundo. Es por esto que resulta tan interesante la situacin de Amrica Latina, porque aqu estn vivasalgunas condiciones caractersticas del movimiento de las que hemos hablado hace algunos minutos, tanto en el terrenode la crtica de la representacin como en el terreno de la crtica del concepto de trabajo y en el de la crtica del poder.

    Es evidente que por la situacin en que se encuentra el poder del capitalismo internacional y del capitalismo globaldespus de la guerra a nivel mundial y despus del 11 de Septiembre en Amrica Latina se ha roto la relacin dedependencia con el centro imperial. Esta ruptura es un elemento absolutamente fundamental, y no solamente desde elpunto de vista del anlisis de la configuracin global del capitalismo, sino tambin de la condicin de los movimientos. Laruptura de esta relacin de dependencia es la consecuencia del hecho de que Amrica Latina se encuentra en unasituacin de interdependencia en el mundo global, lo que determina condiciones absolutamente distintas y nuevas. Esjustamente sobre este terreno que las caractersticas de los nuevos movimientos han encontrado una expresinexcepcional. Bastara hablar de lo que est sucediendo actualmente en Bolivia para comprender lo que hemos dicho apropsito de las nuevas determinaciones de la lucha de clases, porque resulta absolutamente evidente que eso es lo que

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    est 2en juego. No digo que esto sea un modelo, sino que es una experiencia, y sera fantstico que pudiera convertirse

    en un modelo.Desde el punto de vista del conocimiento actual, es evidente que la experimentacin de las relaciones entremovimiento y gobierno son un tema absolutamente central. Fjense bien, cuando planteamos este problema desde elpunto de vista de la lucha de clases, planteamos lo que los capitalistas estn tambin plantendose desde su posicin.En la medida en que la produccin no es ms una produccin que pueda ser concentrada en lugares fijos, que el controlsocial pueda pasar sobre la organizacin de la clase obrera central, en la medida en que las luchas han destruido lacapacidad del Estado-nacin de intervenir con sus propios medios en la lucha de clases para bloquearla y dominarla, laestructura misma del Estado-nacin est en crisis, porque no es capaz de ejercer su dominacin sino dentro de unsistema mundial, de un sistema que tiene que negociarse con otros. Esta es una situacin en la que los elementos dedecisin poltica se vuelven cada vez ms trascendentales. En esta situacin, est en crisis la forma misma del gobiernoconstitucional de derecho. Es evidente que el Estado-nacin europeo para no hablar de los dems no tiene ni laposibilidad de ejercer el monopolio de la fuerza, ni la capacidad de determinar el valor de su moneda, ni la posibilidad de

    determinar de manera independiente su ruptura, al margen de lo que se concibe como relaciones internacionales orelaciones globales.La nocin normal de los gobiernos sobre el ejercicio del derecho de gestin del poder pblico basado en el carcter

    universal y general de la ley que se deduce hasta la decisin de casos concretos, se vuelve imposible a nivel global y anivel local por la relacin de fuerzas existente, y son justamente las otras experiencias de gobierno las que se ejercencontinuamente a partir de decisiones de casos concretos las ms gobernables.

    Todo esto muestra hasta qu punto la fragmentacin de las capacidades de descentralizacin del Estado lo vuelvenfrgil; hasta que punto los procesos de gobierno se vuelven cada vez ms incapaces de ejercer su pleno poder. Perocuando afirmamos esto, retomando el nivel de la administracin efectiva de la sociedad, vemos el mismo dualismo queencontramos en el capital. Es decir que el mismo capital es imposible para el capital constante, pero al mismo tiempo elcapital, en tanto centro productor, hace imposible el gobierno del capital variable, porque ste es el lado activo, escognitivo, y por eso mismo tiene una cualidad que hace imposible reducirlo a una cantidad. Por este motivo, la

    produccin social y la ley del valor funcionan solamente en tanto expropiacin de la cooperacin social; este es elproblema. Para gobernar hoy se necesita a los movimientos; no podernos gobernar sin ellos. Es ridculo, no? Tantocomo que la izquierda tenga que ensearle a la derecha la forma de gobernar.

    Pero es evidente que volvemos a un problema central, el problema del poder constituyente. Es decir que desarrollaresta forma de gobierno entre los movimientos y la ejecucin y la voluntad de los movimientos no es simple; puede estarllena de contradicciones. La autonoma en s misma no es algo que pueda resolver el problema, la sociedad continasiendo una sociedad compleja. Por lo tanto, cuando logramos hacer intervenir en esta accin continua que es gobernarhoy el concepto de la prctica en comn, solamente entonces gobernar se hace posible, y se hace posible de unamanera revolucionaria, construyendo lo comn.

    Esta construccin de lo comn significa hoy recuperar todas las fuerzas de libertad y de igualdad que existen ennuestra sociedad y que estn ligadas, fjense bien, a la nueva forma que el trabajo asume. No es posible hablar del valorsin libertad, y no producimos valor sin lo comn. Lo comn y la libertad son dos cosas absolutamente ligadas entre s, yeste es el enorme problema y la gran desutopa. Y lo afirmo porque parece lejano como una utopa, pero est ya en laexperiencia de cada da, y por lo tanto la llamamos as: una utopa a la inversa, una esperanza que vive y un modelo aconstruir. Creo que eso es lo que el movimiento de los movimientos nos ha enseado, y espero que el ciclo de luchasque hemos visto contine, ms all de la derrota relativa que los movimientos han vivido en Europa y en Amrica delNorte. Hoy Amrica Latina tiene una importancia central gracias a estas experiencias, es nuestra esperanza, y AmricaLatina llega hasta Nueva York.

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    COMENTARIO DE LVARO GARCA LINERA **

    Comentar a Toni es una labor muy complicada; el suyo es un pensamiento muy complejo, muy audaz. Le sigo lapista de los aos setenta, en sus primeros textos, que ahora son muy conocidos, como Del obrero masa al obrero social.La produccin intelectual de Negri siempre ha sido una lectura refrescante y exigente, que reta a modificar los esquemaspreestablecidos en los cuales uno se mueve.

    Voy a intentar detenerme en algunos puntos para dialogar a partir de la experiencia boliviana, para hacerle conoceralgunos aspectos de nuestro pas y para que eso pudiera servir tambin como insumo para sus posteriores reflexiones.

    En trminos generales, Toni Negri nos propone que estaramos viviendo momentos de una transformacin generalde la organizacin del capitalismo, que tambin habra dado lugar a una modificacin de los modos, de las formas deresistencia de la sociedad y de organizacin, modificando las estructuras de representacin, las estructuras del trabajo ylas estructuras del poder.

    Estas transformaciones del capitalismo que Toni detecta por lo menos desde fines de los aos sesenta tienen que

    ver con una modificacin de la forma de organizacin del trabajo. l ha enumerado una serie de puntos: ladesterritorializacin, el carcter del consumo de la fuerza de trabajo, la intensificacin de los procesos migratorios y lafragmentacin de la organizacin laboral. Esas transformaciones del capitalismo se dan en todo el mundo; tambin ennuestro pas se los puede detectar con claridad.

    NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIN DEL TRABAJO EN BOLIVIA

    Con relacin a la fragmentacin de la organizacin del trabajo, si bien no somos una sociedad plenamente industrial enel sentido clsico del trmino, est claro que los niveles de industrializacin que ha tenido Amrica Latina y Boliviaentre los aos treinta y en los ochenta se han visto radicalmente modificados. Hubo un proceso de adelgazamiento de laproduccin industrial en el pas, incluso de desconcentracin de los procesos laborales, de la articulacin en red depequeas empresas desconcentradas y parcializadas, que sin duda ha modificado la idea general de lo que entendemos

    por desarrollo industrial. Atrs han quedado las grandes fbricas con sus grandes chimeneas, con sus grandesciudadelas obreras; lo que hoy tenemos es una actividad laboral fragmentada y diluida en el mbito de la pluralidad delas actividades sociales de nuestro pas.

    En buena parte, esto ayuda a entender bien la disolucin de la fuerza Organizativa y poltica de la Central ObreraBoliviana (COB), una central de trabajadores que intent aglutinar, en tomo al mundo obrero, al resto de la sociedadboliviana, y que tuvo como ncleo a los trabajadores de las minas de estao y de las grandes fbricas urbanas, quefueron protagonistas de los grandes procesos de transformacin revolucionaria de los aos cincuenta. Esta COB, que amomentos lleg a actuar incluso como un poder alternativo al poder estatal, logr crear m bloque social de campesinos,clases medias, trabajadores urbanos y otros, aunque, sin duda, su ncleo fueron las grandes minas y las grandesfbricas.

    Estas grandes minas y estas grandes fbricas hoy han desaparecido; en cambio tenemos pequeas minas ypequeas fbricas, numerossimas en cantidad, pero de reducido nmero en su concentracin de fuerza de trabajo.

    Adems de una desconcentracin territorial, dentro de los procesos organizativos del trabajo se da una rupturade los mecanismos de disciplina y de transmisin de saberes del obrero mayor al obrero joven que antes garantizabanla unidad de accin del movimiento obrero, al sustituirse la disciplina por transmisin de saberes y por antigedad,vinculados al asenso ya a una mejor renumeracin, por otra forma de disciplina. Esta transferencia de los conocimientosproductivos ya no est dentro del mundo obrero, sino en manos de la patronal, a travs de la transmisin empresarial de

    **Vicepresidente de Bolivia (comparti frmula con Evo Morales y asumi el 21 de enero del 2006). Comprometido con la docencia,

    la investigacin social y la poltica militante se vincul desde temprana edad con los grupos de trabajadores mineros e indgenas desu pas. Autor, entre otros, de: Estado multinacional (2005); Sociologa de los movimientos sociales en Bolivia (2004); y Losimpactos de la capitalizacin: Evaluacin a medio trmino, en Diez aos de la capitalizacin, Luces y Sombras (2004).

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    conocimientos. Asistimos, pues, a una autntica disolucin de los mecanismos tradicionales de disciplina del movimiento

    obrero. Un segundo elemento que coloca Toni sobre las transformaciones del capitalismo es el tema de lasmigraciones. En el caso de Bolivia tenemos, no recientemente sino de larga data, procesos migratorios intensos. Lacirculacin de obreros bolivianos hacia la Argentina o hacia Chile o de Chile hacia Bolivia y de Argentina hacia Bolivia asprincipios del siglo XX, se intensific notablemente. A partir de los aos sesenta la migracin de obreros bolivianos sedirigi fundamentalmente a tres lugares: la Argentina, el Brasil, los Estados Unidos, y recientemente, a Espaa.

    En los ltimos meses hemos visto la ampliacin de este proceso migratorio,que no solamente es fuerza de trabajosimple campesinos o pequeos productores, sino que tambin abarca a clases medias profesionales. Resulta as, amodo de parntesis, que Bolivia puede gastar cerca de 60 mil dlares para formar un profesional y que luego ste trabajade lavador de ropa, de barrendero o de cuidador de ancianos en algn lugar de Europa o de los Estados Unidos.

    Hay un proceso de ampliacin de esta migracin, que sin duda tiene influencias notables, primero, en la fuga decapacidades productivas internas, aunque la contraparte es el ingreso y el retorno de capitales por las remesas de estos

    trabajadores a sus familiares. Y segundo, Bolivia debe ser una de las sociedades, posiblemente junto con la Argentina, elSalvador y el Ecuador, con elevadas tasas de migracin en el continente, en especial durante los ltimos 10 aos.Otro elemento que menciona Toni es el del cambio en el carcter del consumo de la fuerza de trabajo, un paso de lo

    material fsico hacia lo cognitivo. Este es un tema que ya lo haba estudiado Marx en el siglo XIX a travs de la categoraque mencionaba Toni: la subsuncin formal del proceso de trabajo bajo el capital.

    Marx plantea que la capacidad intelectiva de las personas cuenta ms que el esfuerzo fsico, situacin que tiende aaumentar. Sin embargo, est claro que en el desarrollo del capitalismo nunca cont solamente lo fsico, porque la fuerzade trabajo siempre tuvo dos componentes: el componente intelectual-cognitivo y el componente fsico.

    Lo que ha hecho el capitalismo contemporneo es modificar la relacin entre lo intelectivo y lo fsico, ampliando cadavez ms el esfuerzo intelectivo y reduciendo a lo mnimo la parte fsica a medida que se desarrolla la tecnologa, puestoque el esfuerzo fsico puede ser sustituido por mquinas.

    En cambio, para la actividad intelectiva y cognitiva, Marx marca una modificacin en el polo capitalista: que lo

    intelectivo es social. Es un hecho universal el trabajo fsico individualizado y ms personalizado, que tambin es fruto dela colectividad, pero no hay nada ms universal que lo cognitivo, lo intelectivo y lo asociativo. Ciertamente, el capitalismose desarrolla mediante una apropiacin creciente de la capacidad cognitiva, que es un producto y una fuerza productivauniversal y universalizante; de ah este carcter totalizante y universal del desarrollo contemporneo del capitalismo.

    Toni introduce una categora muy interesante, yo dira rica: el movimiento de los movimientos, porque eso nos permitever la accin colectiva, la actividad de la sociedad, el movimiento obrero, no a partir solamente de su estructura, sinofundamentalmente de su accin. La clave de la accin colectiva de la sociedad es justamente eso: su proceso, sumovilizacin, que se objetivizan en sus estructuras, sus discursos, sus liderazgos. Pero lo fundamental es, sin duda, lapropia accin y la propia movilizacin. De ah el concepto preciso y valioso de movimiento de los movimientos.

    RETOS ORGANIZATIVOS DEL OBRERO SOCIAL

    Nos dice Toni que la historia clsica del movimiento obrero -que la conocimos en el mundo y en particular en Bolivia-ha sufrido una interrupcin, un quiebre. En el caso de Bolivia, eso es pattico. Hasta hace 20 aos, hablar demovimientos en Bolivia de lucha por la democratizacin, de capacidad de contestacin al Estado, era fundamentalmentehablar de la COB y del movimiento obrero; hoy ya no es as. Y no tanto porque ya no haya obreros.

    Si nos mantenemos en la definicin clsica de obreros como personas que son empleadas por otras personas o porestructuras que producen riqueza a partir de la apropiacin del trabajo contratado, hoy en Bolivia se ha extinguido laantigua estructura obrera, pero se ha ampliado el nmero de obreros. No es que no haya obreros, como fue la lecturaque nos daba el neoliberalismo en sentido de que se han extinguido los obreros, luego, se han convertido enempresarios de la revolucin neoliberal en Bolivia y en el continente; eso no es cierto.

    Ahora hay muchos ms obreros en el sentido clsico del trmino, y si hacemos caso al concepto de obrero socialque introduce Toni desde sus anteriores trabajos, obreros que pudieran abarcar otro tipo de actividades laborales que

    directa o indirectamente contribuyen a los procesos de valorizacin y de concentracin de la riqueza, por supuesto que

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    eso se incrementa aun mucho ms. Hay un proceso creciente de obrerizacin de la fuerza del trabajo en un sentido

    amplio del trmino, no meramente industrial clsico-fordista, digmoslo as.Pero tambin resulta claro que afirmar que hay obreros no significa que hay movimiento obrero, y menos aun quehaya una continuidad en el movimiento obrero. Hay un nmero creciente de obreros en el pas, pero lo que no hay es unmovimiento obrero, ni mucho menos una continuidad del antiguo movimiento obrero organizado de grandes entesindustriales. De otro modo, cmo podramos entender a los obreros agarrando algunas escopetas y atrincherndose ensus minas para que no sean objeto de nacionalizacin o de ocupacin de parte de los sectores indgenas de lugaresaledaos? No se podra entender la defensa a la patronal, digmoslo as, del centro de trabajo frente a lo que consideranun adversario: la socializacin de la riqueza por parte de los movimientos indgenas, campesinos y laborales urbanos,que buscan, ms bien, un proceso de apropiacin de esa riqueza.

    Hoy el movimiento obrero emergente, pequeo, dbil sin duda, es muy distinto al movimiento que conocimos en losaos cincuenta, sesenta y setenta. Quizs sea preferible decir que estamos ante un proceso de reinvencin delmovimiento obrero, que no podr ser como el que conocimos en los aos cincuenta a sesenta por mltiples motivos

    materiales y subjetivos.Motivos materiales: ya no hay grandes concentraciones laborales, por lo tanto, no hay ciudadela, no hay una culturaagregada obrera cuestionada y con la capacidad de irradiar. Adems, los obreros estn dispersos, los obreros sonestudiantes de la carrera de Sociologa, son campesinos temporalmente, luego son asalariados, luego vuelven aconvertirse en pequeos empresarios; hay una hibridizacin de la actividad laboral en el pas y en el mundo en general,hay una modificacin de la idea de lo obrero.

    La pregunta es: cmo ir a surgir un movimiento obrero a partir de esas cualidades? Ser el mismo movimientoque tendr que inventar sus modalidades propias para construir un movimiento obrero social, digmoslo as. En elfondo, lo obrero se ha diluido en lo social, usando la definicin que daba el comandante V Nguyen Giap 1 cuandoexplicaba su batalla con los norteamericanos: Cuando nos concentramos, obligamos a la tropa norteamericana adispersarse por todas partes para buscarnos y nosotros podemos atacar un pedazo. Se concentran ellos, nosotrospodemos dispersarnos por todo del territorio, no nos pueden agarrar nunca. Pareciera ser que algo as es el intelecto

    obrero contemporneo: cuando se concentr fue atacado por todas partes y hubo un proceso material y objetivo dedisolucin en mltiples zonas de la sociedad.

    Lo que falta es que, dentro de la dispersin, el movimiento se convierta en una fuerza de movilizacin social obreraque ya no estar concentrada en un barrio, como Villa Victoria ac en La Paz, o en una mina como Huanuni o Catavi,sino que tendr que ser la totalidad de la sociedad.

    Esta sera una de las posibilidades del desarrollo de un nuevo movimiento obrero social que corresponda a lascaractersticas de su nueva base material fragmentada y dispersa. Pero tambin tendr que ser distinto por su propiaactualidad interna; muchos jvenes son obreros y muchas mujeres son obreras. En los aos cincuenta, menos del 10%de la clase obrera tradicional era mujer, mientras que hoy, cerca del 50% de las personas son mujeres, y las mujeresintroducen otras lgicas organizativas, -usos del lenguaje, del espacio, de la accin colectiva, del discurso, de lacapacidad de alianzas-, que rompen el molde patriarcal y en cierta medida machista que caracteriz al movimientoobrero en Bolivia y en el mundo.

    Cmo ser esa nueva lgica discursiva y organizativa del movimiento obrero? Quin sabe, pero est claro que yano puede haber movimiento obrero sin mujeres.

    DEMOCRACIA Y REPRESENTACIN EN BOLIVIA

    Toni menciona que uno de los puntos que estara siendo sometido a crtica por este proceso del capitalismo esel de la democracia, fundamentalmente el de la representacin poltica, un asunto muy cercano a nosotros.

    1 Durante los aos 50 y 60, el general vietnamita V Nguyen Giap fue el cerebro militar que acab con un siglo de dominio colonialgalo en Indochina y comandante de la desoncertante guerrilla comunista de Ho Chi Minh que acab con las pretensiones de EstadosUnidos en su pas.

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    La democracia es, por definicin, una contradiccin en s misma. Por una parte, es el proceso de disolucin de

    la toma de decisiones de la propia sociedad, pero por otra, tal como se ha dado histricamente, es el proceso deconcentracin de la toma de decisiones. Cuando se habla de concentracin se est hablando de representacin. Unasociedad de nueve millones de habitantes o de 60 de 100 de 200 millones de habitantes tiene que tomar decisiones,y al tomar decisiones tiene que concentrar. No siempre pueden concentrarse los nueve millones de personas para tomarestas decisiones, por lo tanto, hay que delegar responsabilidad y representar.

    Pero al delegar lo que es a la vez una doble contradiccin uno entrega su voluntad a otro y es necesariovolver a verificar la decisin de uno; resulta contradictorio porque ya no es uno el que toma la decisin, sino que ser otroquien lo haga por uno. Si no se delega, no hay eficacia en la toma de decisin, y si se delega, se est entregando lavoluntad de uno al criterio y la voluntad de otro.

    Esta contradiccin viene desde la poca de Cristo hasta nuestros das, son distintas modificaciones. Nosotrosaqu en Bolivia, vivimos nuestro proceso por una parte como una gran expansin de la democracia que sale a lascarreteras, a las calles, que se moviliza en sus sindicatos, en sus barrios, se indigna contra los gobernantes, les quita el

    derecho a tomar decisiones Snchez de Lozada, Carlos Mesa y otros y resuelve asumirse con ese derecho. Este esel momento de la expansin del hecho democrtico, la democracia se visibiliza como un derecho real, no meramenteformal de depositar el voto.

    Bolivia ha vivido los ltimos siete aos en un ciclo de intensas movilizaciones sociales que pueden ser ledascomo ciclos de intensas reinvenciones de la democracia: amas de casa, jvenes, campesinos, obreros, intelectuales,deliberando, tomando decisiones en sus manos, planteando sus objetivos, cambiando gobernantes y definiendo lo quetiene que hacerse con el pas: nacionalizar los hidrocarburos, la Asamblea Constituyente, recuperar los recursosnaturales. Como un programa de accin de gobierno, de gestin de lo colectivo que no naci ni de las universidades nidel antiguo movimiento obrero, sino de los procesos de deliberacin democrtica de la sociedad plebeya, desde suscentros territoriales locales, que se fueron agrandando y convirtiendo en grandes centros de deliberacin general.

    Pero hasta cundo puede mantenerse este movimiento, hasta dnde se puede mantener un procesoininterrumpido y permanente de deliberacin y de asuncin directa en la sociedad de sus decisiones sin necesidad de

    delegar? La experiencia que tenemos en Bolivia en los ltimos aos que tambin la podemos comparar con otro ciclode movilizaciones de los aos ochenta, parecido al actual pero con otro eje articulador: obrero, indgena, campesino esque la sociedad pareciera tener momentos de gran movilizacin, deliberacin y reapropiacin de sus decisiones, dondeno acepta ser representada, sino que exige representarse a ella misma en procesos de autorepresentacin social.

    Pero llega un momento en que esto no contina, llega a un lmite, comienza a reducirse, y hay que estudiar losmotivos. Entonces, comienza a plantearse la delegacin de funciones, la entrega de voluntad, no solamente enelecciones internas electorales sino, incluso, en trminos de las propias necesidades bsicas.

    Tomo como ejemplo la lucha por la recuperacin de la empresa del agua en Cochabamba, con la que se inici estapoca de grandes movilizaciones sociales en Bolivia. La gente de Cochabamba se moviliz, expuls a una empresa,cambi la ley, desconoci al Parlamento y dijo que el agua no debera ser privada, que debera ser de la sociedad; latom directamente y luego de hacer eso, se repleg a su casa a esperar tenerla pronto.

    Hasta qu punto es posible mantener ininterrumpidamente el movimiento de reapropiacin o cules son lascondiciones que explican que la sociedad, despus de haber conquistado y de haber ejercido su derecho democrtico,luego busque un camino de delegacin? En el fondo nuestro gobierno es eso, en el fondo es el resultado de ungigantesco proceso de movilizacin social, de autorepresentacin social y de cinco aos ininterrumpidos con decenas demuertos, perseguidos, mutilados; de heroicas movilizaciones que se expanden por todo el pas, y luego la gente dice:"Bueno, aqu est mi voto y usted, compaero, encrguese de continuar lo que yo hice".

    Fue correcto o no lo fue? Hasta qu punto no sera mejor esperar que la sociedad siga movilizndose y entoncesel gobierno, resultado de esta movilizacin, se convierta en algo irrelevante, secundario, innecesario?

    Cmo fue que la sociedad lleg hasta ah y entreg la posta a unos representantes para luego replegarsetemporalmente a la espera de que elloshagan cosas que haban sido esperadas por la sociedad? Cmo pensar en laposibilidad de una nueva democratizacin de la sociedad que no sea cunto hace el gobierno, sino cunto vuelve amovilizarse nuevamente la sociedad para ir por encima o por debajo del gobierno, a una nueva oleada? Esa es nuestra

    esperanza, y ahora hablo como gobernante, pero tambin como investigador.

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    La clave aqu es preguntarse: es posible que la sociedad se mantenga movilizada ininterrumpidamente, es posible

    pensar en un proceso de autorepresentacin? Hay algunas pistas en el mundo campesino indgena de tierras altas y detierras bajas, donde existen procesos de representacin, pero donde no hay un proceso de delegacin del poder. Laautoridad tiene que cumplir el mandato, pero el mandato en s mismo no tiene poder, no tiene un mecanismo decoercin, no tiene un mecanismo econmico. La ejecucin depende de la delegacin de la propia decisin de lacolectividad, incluso para poder pagar el transporte del representante; esa es una experiencia local comunitaria boliviana.

    Que esto pueda potenciarse para ir generando un mecanismo de representacin que no signifique delegacin de lasdecisiones, que no sea simplemente representacin de la decisin, sino ms bien preservacin de la capacidad demando material y objetiva de la sociedad que est siendo representada, a eso le hemos llamado un proceso decomunitarizacion del poder. Es otro trmino complicado y contradictorio en s mismo, porque todo poder es por definicinmonopolio y todo comunitarismo es por definicin socializacin.

    Pero quizs valga la pena cabalgar sobre la contradiccin, quizs sea esta la mejor forma de romper con lagovernance, que es la anulacin de la contradiccin. La clave de una nueva izquierda es cabalgar sobre la contradiccin,

    vivir en la contradiccin como nica manera de permitir siempre el flujo vital de la sociedad, pero a la vez, la eficacia deesa vitalidad en imagen y decisin.Apostar solamente a la movilizacin social y a la posibilidad de las grandes acciones colectivas es deseable para

    cualquier revolucionario. Resulta asimismo idealista porque la sociedad no se moviliza permanentemente niininterrumpidamente; la sociedad tambin reposa y luego vuelve a movilizarse, luego vuelve a reposar; el lapso de esosreposos puede ser de una semana o pueden pasar dcadas, es imprevisible.

    PODER Y RELACIN DE LOS MOVIMIENTOS CON EL ESTADO EN BOLIVIA

    Creo que la relacin del movimiento con el Estado es un tema nuevo en el debate actual, aunque no era nuevo paraLenin y los concejistas en el debate sobre la Revolucin Rusa. Aqu se ha acuado una frase: El gobierno de losmovimientos sociales, que resulta siendo tambin otra contradiccin.

    Ciertamente, todo gobierno tambin el nuestro ha llevado un proceso de concentracin de decisiones en ciertasmanos, pero lo interesante ac es que este es un gobierno en el que no solamente el lder -en este caso el Presidente,que viene de un movimiento social y que sigue rindiendo cuentas al mismo, sino el programa que lleva adelante, surgede la demanda y la movilizacin de los movimientos sociales, y buena parte de su esfuerzo administrativo lo ha tenidoque tramitar por la aceptacin, la valoracin buena o mala de las propias organizaciones sociales. Dira que es una cosanovedosa, que plantea el debate entre poder y movimientos sociales.

    Toni dijo una frase muy fuerte: El poder es una relacin y la resistencia es tan importante como el mando. En todocaso, ms que responderle, le comento nuestras experiencias internas porque no tienen solucin inmediata, elmovimiento ir resolvindolas en el proceso.

    Creemos que la experiencia boliviana introduce en todo el debate que se ha dado en los ltimos 20 aos este nuevoconcepto, el tema del poder, porque aqu no ha tomado el gobierno un partido de izquierda en sentido estricto; aqu hatomado el poder una aglomeracin flexible de movimientos sociales.

    Enverdad estarn ejerciendo el poder esos movimientos sociales? Es una pregunta que hay que responderse demanera muy objetiva. Lo que queda claro es que esos movimientos sociales no solamente son la base social movilizaday la gente que pone el voto, sino que son los que ponen el programa y los que en el fondo sostienen, rechazan, semovilizan o no se movilizan en torno a las acciones que torna el gobierno.

    No podramos haber tomado una sola decisin trascendental como gobierno si no hubiera sido por consulta, apoyo ymovilizacin de los movimientos sociales. Quizs estemos tomando decisiones que no siempre consultamos con lasbases de los movimientos sociales, porque no todo se lo puede consultar en una asamblea, pero queda claro que lasdecisiones estratgicas en trrninos de economa, sociedad y poltica, absolutamente todas, han pasado previamente porla deliberacin en los niveles dirigenciales ylos niveles intermedios de los movimientos sociales.

    Este es un gobierno de movimientos sociales. Hasta que punto es posible mantenerlo como gobierno demovimientos sociales y hasta que punto eso no va a traducirse luego en una nueva concentracin y delegacin? La

    historia tendr que definirlo. En todo caso, estamos en pleno hervidero poltico; es como el magma de un volcn que

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    todava no ha logrado cosificarse, es la lava que sigue volcndose en esta relacin compleja del poder de los

    movimientos sociales y Estado.El Estado es tambin una relacin social, y uno lo puede ver con mucha claridad cuando esta dentro del propioEstado, devorado por l, espero que no demasiado. Pero la idea del Estado que tenamos como marxistas era la de unamquina. Sin embargo, la idea de mquina de Lenin no es tan completa; el Estado es una mquina porque sonprocedimientos, procesos, reglamentos, decisiones que actan autoritariamente. Una decisin gubernamental tiene quepasar por los trmites, ministerio, vicerninisterio, burocracia, secretario, secretaria, y pone en funcionamiento a 40 60personas, hasta que se convierte en un texto escrito, que esel que conoce el ciudadano.

    Hay una mquina, pero por supuesto que es tambin una maquina relacional. A Lenin le falt decir que es unamquina de relaciones mas que una maquina en e1 sentido estricto, rgido del trmino. Es una mquina de relacionesporque a cada momento, en cada palabra, en cada decisin se est jugando el posicionamiento, el avance, la victoria, elretroceso o el beneficio de un grupo en detrimento de otro. En lo que sea: un decreto, la aprobacin de un contratopetrolero, la aprobacin de una inversin en caminos; en cada una de las decisiones se ponen en movimiento sectores

    favorecidos, empresas que se vern excluidas, sectores productivos que sern beneficiados, el trabajador que se verobligado a tal o cual accin o beneficiado por tal o cual accin, equipos que tendrn que ser comprados en el extranjero,recursos que tendrn que ser reembolsados, dineros que debern ser guardados, sin invertirlos en otro lugar, para pagarla deuda.

    Se pone en movimiento total la sociedad; toda decisin del Estado, por muy simple que sea, es un flujo intenso derelaciones. El poder es -por definicin y en esencia- una relacin compleja de mandos, obediencias, decisiones,ejecuciones. Deben o no deben intervenir ah los movimientos sociales y la izquierda? Ese es el debate.

    Comparto con Toni la idea de que no es posible ver al Estado como una cosa, territorializada: hay un Estado al ladode otro y entonces vemos al mundo como una reunin de Estados. El mundo es, en el fondo, una relacin que tienemomentos de condensacin llamados Estado, pero este Estado est articulado, vinculado, y es una sntesis delmovimiento de los otros Estados: Brasil, Venezuela, Estados Unidos, Europa, Bolivia. Cualquier accin y decisin delEstado est en funcin de intereses, presiones, relaciones, influencias del resto de los Estados. El Estado es un hecho

    planetario que se visibiliza temporalmente de manera local, pero es una estructura planetaria. Eso se puede ver almomento de firmar un decreto o promulgar una ley en el Congreso, porque entran en juego la totalidad de las relacionesdel mundo.

    Tenemos problemas en la economa, tenemos inflacin y una elevacin de ciertos productos alimenticios en el pas,pero no es un problema exclusivamente del pas, es inicialmente un problema del globo, del fenmeno de El Nio que nolo controla ningn Estado, sino la naturaleza. Pero est claro que el problema de los alimentos aqu en Bolivia tiene quever con la produccin de alimentos en Estados Unidos, en Canad, tiene que ver con el precio del petrleo en el mundo ytiene que ver con la elevacin del precio de los minerales en China. En qu medida gobernamos eso? Es evidente queno lo podemos gobernar.

    Podemos influir en ciertas decisiones? S, el Estado tiene cierta capacidad de influir en ciertas decisiones, pero elfondo de las decisiones se mueve bajo otros hilos, bajo otras fuerzas de las cuales uno simplemente est en la partesuperficial.

    Eso significa que la izquierda y los movimientos sociales deben abandonar la idea de influir en la relacin? (sedeca ocupar el Estado, pero creo que hay que quitar la palabra ocupar; si el Estado es una relacin, no puede unoocupar una relacin). Unos dicen que no, nosotros decimos que s, y es nuestro humilde aporte al debate de la izquierda.

    Tomar el poder para cambiar el mundo, esa es una ilusin, porque tomando el poder del Estado no se est tomandogran parte del poder, porque el poder est en otra parte o en ninguna, quizs. Lo que se toma es el control de ciertosmecanismos de influencia y nada ms. Esos mecanismos de influencia son decisivos para el movimiento, para ampliar loque deca Toni Negri: la idea de lo colectivo, de lo comn. No hay socialismos de Estado, esa fue una farsa de lasizquierdas; ni la izquierda puede ser la abanderada de un neocapitalismo de Estado.

    Pero creemos que bajo ciertas condiciones, la sociedad se posiciona sobre el Estado, que es lo que literalmente sedio aqu. La modificacin de la relacin de fuerzas de poder temporal de una sociedad, bajo ciertos mecanismos, puedecontribuir en anclar, consolidar y, ojal, potenciar los nuevos movimientos de los movimientos, los nuevos derechos.

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    Ser que la sociedad avanza por oleadas? Marx hablaba de la revolucin como un proceso de oleadas, y lo que

    hace la sociedad es llevar la oleada ms all.VIGENCIA DE LA SUBSUNCIN DE MARX

    Toni plantea que hay una redefinicin del concepto de trabajo; esta es una de las series tericas ms fuertes deToni, que tiene que ver con el debate con el propio Marx en torno a si la valorizacin del trabajo sigue siendo la fuente dela acumulacin del capital. Hay un texto fascinante de Marx donde habla sobre el papel del intelecto general. La idea es,e intento resumirla, que la riqueza es cada vez menos producto de un grupo de obreros y ms de la sociedad entera, queha diseado e imaginado la produccin de la riqueza. Porque, por ejemplo, aqu hay zinc, y aqu hay un pedazo de aceroo de metal que ha sido producido con el trabajo de otras mquinas y de otros conocimientos que, a su vez, hablan de unproceso de creciente universalizacin.

    Deca Marx que el capitalismo es una contradiccin en s misma porque para vivir depende del trabajo individual del

    obrero, al que se le extrae la plusvala, pero cada vez ms ese producto tiene un componente mnimo de esfuerzohumano individual y es, ms bien, un producto general social de la sociedad universal. Entonces nos deca que elcapitalismo, por su propia definicin exacta, est condenado al fracaso. No nos quera decir que en 100 200 aos seiba a acabar, sino simplemente que su contradiccin interna era que la fuente de valorizacin de la riqueza capitalistaentraba en contradiccin con el propio desarrollo de la capacidad intelectiva, asociativa y creativa de la sociedad que erauniversal.

    Entonces Toni llega a la tesis de poner en debate el concepto de valorizacin del capital valor que se autovaloriza,deca Marx, ese es el capital. Es un tema terico, pero que tiene implicancias prcticas e inmediatas, por supuesto.

    No creo que sea necesario superar a Marx y a Lenin porque el concepto de subsuncin tiene todava la fuerza deexplicarnos este proceso al que2 Toni le da otro tipo de explicacin. Si el capital es fundamentalmente la subsuncin alproceso de valorizacin de las capacidades humanas y la principal e ilimitada capacidad humana en el intelecto, elcapitalismo se desarrolla subsumiendo fundamentalmente la capacidad intelectiva y asociativa de la sociedad, que es un

    componente de la fuerza de trabajo. Es decir, el capitalismo contemporneo se desarrolla porque subsume la ciencia, latecnologa, el conocimiento, la voluntad, la asociatividad, la esperanza de la propia estructura, y eso es ilimitado e infinito.Eso tambin es valorizable porque es trabajo.

    No necesitamos or otro concepto de trabajo ni de valorizacin para incorporar estos elementos, para entender eldesarrollo del capitalismo. La frmula quizs fuera el capitalismo contemporneo del que nos habla Toni, que en el fondotiene su sustento en la subsuncin real de la capacidad intelectiva, asociativa y emotiva de la fuerza de trabajo bajo elcapital. Si fuera as, podemos mantener en pie el concepto de valorizacin.

    Entonces, en este caso, el trabajo mantiene su centralidad pero, claro, no el trabajo en trminos de la fbricaclsica, sino el trabajo en el sentido social, en su sentido pleno de voluntad dirigida a un fin. Desde pensar, imaginar,reunirnos, hacer actividad fsica, todo es voluntad dirigida hacia un fin y todo puede ser acaparado por el desarrollo delcapital. Considero que las leyes del capital siguen, en teora, siendo vigentes para este tiempo de imperio y de multitud, ycreo que explican de manera ms contundente la idea de imperio y de multitud que Toni Negri ha trabajado en losltimos aos.

    MOVIMIENTO DE LOS MOVIMIENTOS EN AMRICA LATINA Y EN BOLIVIA

    El continente latinoamericano, nos planteaba Toni y comparto la idea, est viviendo un proceso detransformaciones muy intensas. En el debate acadmico y poltico en Amrica Latina, esto es visto como que existengobiernos de izquierda; esa es la superficie. Pero, en el fondo del fondo, yo creo que lo que describe Toni es correcto:hay una ruptura y un debilitamiento de los mecanismos de dependencia del poder central.

    Esto no es solamente un hecho de voluntad poltica o de liderazgo. Hay una base material del continente enbiodiversidad y recursos energticos que permite una plataforma de intervencin y de eficacia en cierta toma dedecisiones a nivel mundial; una consolidacin creciente de un mercado regional frente a Europa, frente a la China y

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    frente a la India. Pero tambin hay mltiples, sofisticados y difusos, pero activos, mecanismos de su acreditacin que

    todava estn vigentes.Buena parte del empleo continental y la deuda externa latinoamericana de los aos sesenta y setenta se sostuvieronsobre los petrodlares, y eso permiti crear una serie de grilletes y de cadenas al desarrollo continental. Era muyevidente que el continente era un siervo frente a otros poderes. En el momento actual los petrodlares han retrocedido ohan surgido otros "petrodlares locales", otra forma de riqueza local que ha permitido una relativa soberana.

    En Bolivia, hace tres aos, exportbamos 1.600 millones de dlares, hoy estamos exportando 4.000 millones dedlares; en dos aos hemos casi triplicado la exportacin. Eso tiene relacin con el potenciamiento de sectoresproductivos, pero tambin con una mayor capacidad de este gobierno para tomar decisiones.

    Hasta hace dos aos, los gobiernos bolivianos tenan que ir al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial apedir dinero para pagar salarios a sus trabajadores. Hoy no tiene por qu pasar por eso; puede pagar salarios con suspropios recursos. ?Significa que estamos regresando al capitalismo de Estado de los aos sesenta? No, porque losmecanismos de interdependencia y de interconexin son mucho ms evidentes. Hay exportacin de este pas porque

    hay la China que consume ms mineral, hay la India que extrae su produccin, y si no fuera por eso, nuestrasexportaciones estaran limitadas y no tendramos la solvencia para tomar decisiones.Entonces, hay una renovacin de mecanismos de decisin autnoma con otros flujos de determinacin externa. Lo

    que ha variado son las caractersticas de esos flujos externos y la fuerza de los mecanismos de decisin interna, lo queest permitiendo, sin duda, una reconfiguracin del continente. En cierta medida, pareciera ser que el continentelatinoamericano se est adelantando a otros en estas cosas.

    Esta modificacin de la relacin de dependencia y de soberana no en el sentido decimonnico, sino en el sentidocontemporneo de que puede haber soberana relativa sobre ciertos asuntos y dependencia sobre otros estpermitiendo cosas muy interesantes en el continente. Potencialmente, existen mayores procesos de integracin, undespertar ms activo de una sociedad civil que se querella por el excedente y su distribucin ms correcta, y que alquerellarse por la distribucin del excedente crea formas de participacin y de accin poltica diversas, desde lasautnomas hasta las mediadas o subordinadas a viejos y nuevos poderes. Pero, en todo caso, el continente y no

    solamente Bolivia- es una zona de experimentacin de nuevas formas del movimiento de los movimientos.Creo que en Latinoamrica se estn inventando cosas nuevas, que a veces parecen antiguas pero que en el fondo

    son muy nuevas. La experiencia Argentina con el movimiento piquetero, los procesos de intercambio de productos y elfomento del comercio solidario, experiencias urbanas que fueron un modo de desarrollo de la creatividad social; laexperiencia brasilera con el Movimiento Sin Tierra y las experiencias de gobierno regional y municipal han creado otroescenario de experimentacin de mecanismos de organizacin muy nuevos. Y Bolivia, a su modo, tiene tambin supropio aporte en lo nuevo.

    Hemos pasado de una forma de movilizacin territoriaiizada fbrica, gran empresa a un tipo de accin colectivadesterritorializada usando abusivamente de su poder. Es la movilizacin de El Alto, la movilizacin del altiplano aimara, lamovilizacin de los regantes y ciudadanos de Cochabamba.

    Estas grandes movilizacionens no partieron de una fbrica ni de un barrio, sino de mltiples actores, obreros,microempresarios, campesinos, intelectuales que, a partir de redes locales territoriales, crearon otra red flexible, mvil,que se desplazo a lo largo de la sociedad y que ocup el territorio, porque no perteneca a un territorio especifico, porquepoda moverse como si la totalidad del territorio fuera propia.

    En Bolivia no hay movimientos sociales de base territorial; podra decirse que lo que hay son movimientos socialescon temticas transversales. El tema del agua y el tema del gas juntan a campesinos, a intelectuales, a pequeosproductores, a comerciantes, a obreros asalariados, que se mueven en torno a un objetivo. Una vez conquistado elobjetivo, cada cual regresa a su actividad local, territorial, para luego ser convocados nuevamente por otra accincolectiva, por otra movilizacin y por otra demanda.

    Algo nuevo ac, que resulta central para entender Bolivia, es el replanteamiento del terna de la identidad. Toni Negrideca que, en el fondo, todo es lucha de clases yo coincido plenamente con esa afirmacin, y lo interesante en Boliviaes que las clases sociales han sido construidas tnicamente o, si se prefiere, hay una dimensin tnica de la clase social.

    En el fondo, toda clase social tiene una dimensin tnica cultural, pero no siempre la dimensin tnica cultural es el

    mecanismo mediante el cual se visibilizan las clases sociales. En el mundo entere, las sociedades tienen una dimensin

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    y un componente tnico cultural, pero las circunstancias han hecho que en Bolivia esta parte tnica cultural de la

    constitucin material de las clases sociales sea el resorte identitario movilizador en torno al cual se despiertan lasconvocatorias, las indignaciones y las propuestas frente al Estado.Afirmar que hay clases por un lado y etnias o celectividades tnicas culturales nacionales por otro es falso, porque

    en el fondo la sociedad contempornea y los Estados contemporneos son siempre racializados, aunque han escondidoeste su carcter detrs de un discurso de universalidad respecto del liberalismo del siglo XVIII, cuando estaban en eseproceso.

    En el caso de Bolivia, la forma de visibilizacin de la organizacin, no la nica pero la ms importante y con mayorcapacidad de presin social, se ha hecho notoria a partir de la reivindicacin del complemento tnico, cultural y deidentidad. Y no por casualidad, porque era una sociedad racista que esconda la dominacin de clase detrs de unadominacin tnica, y las clases sociales podan visibilizarse a partir del color de la piel, del idioma, del apellido.

    Lo interesante en Bolivia es que hay una movilizacin colectiva de pequeos productores, de obreros fragmentados,de obreros desterritorializados, pero que no se movilizan ni levantan sus banderas pblicas a travs de la identidad

    obrera, sino de la identidad cultural o, en otros casos, a partir de una temtica aglutinadora. Por supuesto, eso obliga areinventar las formas de organizacin, las formas discursivas y las formas de interconexin.El trabajo que se requiere para juntar las cosas es infinito y la sociedad ha hecho innumerables esfuerzos en ese

    sentido, porque lo que prevalece en la sociedad es, sin duda, la fuerza de la segregacin, que es lo normal; lo no normales la fuerza de agregacin. Construir mecanismos de agregacin; entender que tena que ser por temas y nonecesariamente por programas de corte partidario; el tener que comprender que las estructuras polticas tenan que tenereste carcter flexible de alianzas y no de monolticas organizaciones al estilo clsico, ha requerido tambin un debateinterno entre dirigentes, organizaciones y la propia iniciativa social de las personas.