15 02. marx cap 24-47

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El Capital, acumulación originaria, Fragmento

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5. Repercusin de la revolucin agrcola sobre la industria. Creacin del mercado interno para el capital industrial La expropiacin y desahucio de la poblacin rural, intermitentes pero siempre renovados, suministraban a la industria urbana, como hemos visto, ms y ms masas de proletarios totalmente ajenos a las relaciones corporativas, sabia circunstancia que hace creer al viejo Adam Anderson (no confundir con James Anderson), en su "Historia del comercio", en una intervencin directa de la Providencia. Hemos de detenernos un instante, an, para examinar este elemento de la acumulacin originaria. Al enrarecimiento de la poblacin rural independiente que cultivaba sus propias tierras no slo corresponda una condensacin del proletariado industrial, tal como Geoffroy Saint-Hilaire explica la rarefaccin de la materia csmica en un punto por su condensacin en otro [79]. Pese al menor nmero de sus cultivadores, el suelo renda el mismo producto que siempre, o ms, porque la revolucin en las relaciones de propiedad de la tierra iba acompaada de mtodos de cultivo perfeccionados, una mayor cooperacin, la concentracin de los medios de [933] produccin, etctera, y porque no slo se oblig a trabajar con mayor intensidad a los asalariados rurales [80] 81, sino que adems el campo de produccin en el que stos trabajaban para s mismos se contrajo cada vez ms. Con la parte liberada de la poblacin rural se liberan tambin, pues, sus medios alimentarios anteriores. stos ahora se transforman en elemento material del capital variable. El campesino arrojado a los caminos debe adquirir de su nuevo amo, el capitalista industrial, y bajo la forma del salario, el valor de esos medios alimentarios. Lo que ocurre con los medios de subsistencia, sucede tambin con las materias primas agrcolas locales destinadas a la industria. Se convierten en elemento del capital constante. Figurmonos, por ejemplo, a los campesinos de Westfalia, que en tiempos de Federico II hilaban todos lino, aunque no seda; una parte de los campesinos fue expropiada violentamente y expulsada de sus tierras, mientras que la parte restante, en cambio, se transform en jornaleros de los grandes arrendatarios. Al mismo tiempo se erigieron grandes hilanderas y tejeduras de lino, en las que los "liberados" pasaron a trabajar por salario. El lino tiene exactamente el mismo aspecto de antes. No se ha modificado en l una sola fibra, pero una nueva alma social ha migrado a su cuerpo. Ahora forma parte del capital constante del patrn manufacturero. Antes se divida entre una gran masa de productores pequeos, que lo cultivaban incluso por s mismos y lo hilaban en pequeas porciones con sus familias; ahora est concentrado en las manos de un capitalista, que hace hilar y tejer a otros para l. El trabajo extra gastado en hilar el lino se realizaba antes en ingresos extras de innumerables familias campesinas o tambin, en tiempos de Federico II, en impuestos pour le roi de Prusse [para el rey de Prusia] [82]. Ahora se realiza en la ganancia de unos pocos capitalistas. Los husos y telares, dispersos antes por toda la regin, estn ahora congregados en unos pocos cuarteles de trabajo, al igual que los obreros, que la materia prima. Y husos y telares y materia prima se han convertido, de medios que permitan la existencia independiente de hilanderos y tejedores, en medios [934] que permiten comandar a stos [83] y extraerles trabajo impago. El aspecto de las grandes manufacturas, como el de las grandes fincas arrendadas, no deja ver que se componen de muchos pequeos focos de produccin, ni que se han formado gracias a la expropiacin de muchos pequeos productores independientes. Sin embargo, la mirada a la que no guan los preconceptos, no se deja engaar. En tiempos de Mirabeau, el len de ia revolucin, las grandes manufacturas todava se denominaban manufactures runies, talleres reunidos, del mismo modo que nosotros hablamos de campos reunidos. Dice Mirabeau: "Slo se presta atencin a las grandes manufacturas, donde centenares de hombres trabajan bajo el mando de un director y a las que comnmente se denomina manufacturas reunidas (manufactures runies). Aquellas donde un grandsimo nmero de obreros trabaja cada uno separadamente, y cada uno por su propia cuenta, son apenas tenidas en consideracin; se las pone a infinita distancia de las otras. Es un error muy grande, porque slo las ltimas constituyen un objeto de prosperidad nacional realmente importante... La fbrica runida (fabrique runie) enriquecer prodigiosamente a uno o dos empresarios, pero los obreros no sern ms que jornaleros mejor o peor pagados, y no tendrn participacin alguna en el bienestar del propietario. En la fbrica separada (fabrique spare), por el contrario, nadie se volver rico, pero muchos obreros vivirn desahogadamente... El nmero de los obreros industriosos y ahorrativos aumentar, porque ellos mismos vern en la morigeracin, en la diligencia, un medio para mejorar esencialmente su situacin, en vez de obtener un pequeo aumento de salarios que nunca podr significar algo importante para el futuro y cuyo nico resultado ser, a lo sumo, que los hombres vivan un poco mejor, pero siempre al da.