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EL MEJOR INSTRUMENTO MUSICAL

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Hasta fines de este año 2009 el instrumento musical más costosovendido en una subasta pública, es un violin Stradivariussubastado en 2.03 millones de dólares. Sin embargo se comentatambién que en ventas privadas violines de Stradivari y Guarnerihan alcanzado sumas más elevadas que ésa.

Pero qué hace que estos instrumentos de 300 años de antiguedadvalgan tanto en nuestros días?

La calidad del sonido, por supuesto.

Antonio Stradivari, Giuseppe Guarneri y Nicolo Amati, tres de losfabricantes de violines más exitosos de la historia vivieron en elsiglo 17 y sus violines de 300 años de antiguedad no solo son losinstrumentos más caros en la actualidad, sino tambien de unacalidad sonora impresionante, muy apreciados y usados enconciertos especiales por los mejores violinistas del mundo.

Para cualquier músico es una experiencia increíble tocar un bueninstrumento, aunque éste no valga millones de dólares; peroquienes somos músicos podemos claramente distinguir un bueninstrumento, no sólo por la calidad sonora del mismo, sinotambién por lo cómodo que resulta tocarlos, y tambien enmuchos casos por su apariencia física y acabado. Los músicosconstantemente estamos soñando con adquirir nuestro próximoinstrumento. Hace poco compré una guitarra nueva, no es tancara ni de una calidad elevada, aún así es mejor que la guitarraanterior que tenía, y es un gusto tocarla, disfruto muchohaciéndolo y estoy mucho más contento con la calidad final de mitrabajo, además es notoria la diferencia en cuanto a calidadsonora en comparación a mi instrumento anterior.

Así que no solo disfruto de un mejor instrumento musical, sinoque el instrumento me ayuda a mejorar la calidad de mi trabajo, ytambién me hace quedar mucho mejor como músico. Es una granherramienta para mí, y ahora la tengo todos los días a midisposición en cualquier instante que yo lo precise.

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EL MUSICO, O EL INSTRUMENTO

Siempre es impresionante a ver a un músico que posee un gran dominio de su instrumento, ya

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sea éste un violinista, guitarrista, baterista, un cantante con la voz como su instrumento, ocualquier otro músico. Se los ve como si fueran uno con su instrumento; de hecho, si dominantan bien sus instrumentos es precisamente porque pasan mucho tiempo con ellos practicando yestudiando hasta que el instrumento se vuelve casi como una extensión natural de ellos mismo,es decir, se vuelven uno con el instrumento. Uno no imagina el arduo trabajo y estudio detrás deuna buena interpretacion musical, pero están ahí horas y horas interminables de práctica, lo cuallleva al dominio en la ejecucion de un instrumento musical.

Y cuando termina una presentación o concierto, la gente aplaude emocionada... a quien? Almúsico por supuesto, no al instrumento. Por más que el instrumento sea bueno, caro o bonito,la gente por lo general aplaude al músico, no al instrumento; ya que el instrumento es solo éso...un instrumento, un objeto inanimado en sí mismo; el ejecutante es quien hace todo el trabajo,la única función del instrumento es reproducir con exactitud y belleza las notas musicales, suúnica función es sonar bien.

El instrumento no es nada sin el ejecutante, depende de éste para crear la música, para sonar,para brillar e incluso para existir, pues los instrumentos musicales se fabrican para losejecutantes y no al reves, por supuesto. El ejecutante no depende del instrumento para existir,pues si el instrumento se rompe o envejece, éste simplemente busca otro nuevo o mejor. En elcaso de los violines Stradivarius dichos instrumentos han demostrado que pueden llegar acumplir siglos de vida útil, ya que todavía hoy en día son usados y por supuesto valorados y biencuidados porque son excelentes instrumentos.

NOSOTROS TAMBIEN SOMOS INSTRUMENTOS

Creo que es muy acertada de la comparación de nosotros, como instrumentos de Dios.Frecuentemente decimos que los cristianos somos instrumentos de Dios en sus manos, y meimagino que debemos haber entre todos nosotros buenos y malos instrumentos, algunos deexcelente sonido y valor superior como un Stradivarius, que aunque pasen los años, Diossiempre quiere seguir usándolos, y se deleita haciéndolo como aquel experto violinista dando suconcierto con un excelente violín. Algunos quizá no somos tan buenos instrumentos, porquenuestro sonido es mediocre, somos dificiles a la hora de ser usados y permanentemente somosdescartados por Dios por no ser instrumentos eficaces en sus manos, pues no solo somos deinferior calidad, sino que para colmo estamos siempre sucios, descuidados, descalibrados ydesafinados y no dejamos que Dios nos corrija, nos arregle nos dé el mantenimiento apropiadocon el cual podríamos llegar a ser buenos instrumentos, porque somos rebeldes y no nosdejamos cuidar.

Algunos de nosotros, si damos un concierto con Dios, siempre buscamos quedarnos con losaplausos que le pertenecen a Dios; porque la gloria siempre es para el concertista, no parainstrumento. Pensamos tal vez que Dios nos necesita, sin darnos cuenta que es al revés:Nosotros le necesitamos para existir. Por qué insistimos con agarrarnos la gloria que sólo a Diosle pertenece?

Aún quienes somos músicos cristianos cometemos muchas veces el error de creer quemerecemos los aplausos y alabanza de la gente, aunque con nuestra boca decimos que la gloriaes para Dios, sin embargo en nuestro corazón recibimos esa gloria para nosotros mismos. Somosmalos instrumentos, quizas proximamente a ser deshechados por Dios si no cambiamos nuestraactitud.

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Dios es como un músico que posee millones de instrumentos; y El quiere tocarlos todos, elquiere usarlos a todos, pues para eso los creó, para su gloria y para su deleite, pero finalmentesólo usara a los mejores instrumentos, a los que suenen mejor y sean más dóciles en sus manos,a aquellos que le permitan mostrase en toda su gloria, poder y esplendor. Si somos malosinstrumentos no podemos esperar que Dios nos use; si queremos ser usados por El, lo único quenos queda es aprender a ser buenos instrumentos con humildad, madurez espiritual y devociónpor él y por su Palabra. Muchos de nosotros no necesitamos que alguien nos diga lo quedebemos hacer, sabemos la fórmula para ser buenos instrumentos de Dios, pues la hemosescuchado en cada iglesia, conferencia, campamento y convención a la que hayamos asistido,sólo nos queda pasar de la teoría a la práctica, sin embargo ésa es la parte más dificil de la vidacristiana. Aprender toneladas de teoría bíblica y doctrinal es facil.. llevar unos cuantos gramos ala práctica, es dificil.

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Raúl AlvarezAlábenle! Produccioneswww.alabenle.com

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