116 revista de libros lamarck: filosofía zoológica. presentación

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116 Revista de libros LAMARCK : Filosofía Zoológica. Presentación y de J. Senent. Traducción de N. Vidal Díaz. Ed. Mateu, 1971. supervisión Barcelona: Aparecida en 1809, la Filosofía Zoológica, de Lamarck, consti- tuye una de las obras de mayor influencia sobre el pensar y el hacer de los siglos XIX y xx. Si a Lamarck puede atribuirse la paternidad de la Biología por su introducción del concepto de evolución de modo científico, también en él puede encontrarse la base de una doctrina de laissez faire, traducida en la defensa de una sociedad de libre competencia (sin libre competencia), o de la doctrina del igualitarismo cultural sostenida por regímenes de izquierdas, o de la doctrina del superhombre nietzscheano, de clara influencia en movimientos, como el racismo 'ario'. La teoría de la evolución presentada por Lamarck en su Filosofía Zoológica es una revisión y modificación del contenido expuesto en .su Systeme des Animaux sans Vertebres de 1801. Es interesante constatar que en ella el 'mecanismo lamarckiano', i. e. la herencia .de caracteres adquiridos, no juega un papel tan relevante como en su anterior publicación. En efecto, la doctrina de la evolución en la Filosoffa Zoológica puede considerarse como una doctrina bi-fac- torial: el proceso principal de la evolución es una tendencia al aumento de complejidad de los organismos, que se traduce en un desarrollo lineal, reproducción del cual pretende ser la ordenación lineal en la clasificación lamarckiana; un proceso secundario es la herencia de caracteres adquiridos, que permitirá explicar las desvia- .ciones del orden lineal. El aumento de complejidad de los orga- nismos resultará' a su vez de dos factores: el movimiento de los fluidos en el interior de los animales y la influencia de las nuevas circunstancias. Las nuevas circunstancias influyen sobre las costumbres y éstas sobre el estado de las partes e incluso de la organización, desarrollando (o aun creando) los órganos necesarios para hacer frente a las nuevas necesidades o provocando la degeneración (o aun la desaparición) de los ya no necesarios. Expuesta de este modo la doctrina de Lamarck, su falsación resulta más difícil de 10 que se ha pretendido a veces. La comple- jidad creciente de los organismos vivos, que lleva desde la ameba hasta el simio catirrino de tipo homínido, es un hecho; la adqui- .sición de caracteres en el individuo como resultado del uso o del desuso de órganos 10 es asimismo (Darwin no se mostró nunca en contra de ello); sólo la herencia de caracteres adquiridos -la doc- trina secundaria en la Filosofía Zoológica, de Lamarck, que puede -considerarse como exposición definitiva de su teoría de la evolución- es falseada de modo claro por la distinción entre células somáticas .Ygerminales, ya que una modificación sobre aquéllas no se traduce en una alteración del material hereditario de éstas. --- - - --- --- -

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Page 1: 116 Revista de libros LAMARCK: Filosofía Zoológica. Presentación

116 Revista de libros

LAMARCK: Filosofía Zoológica. Presentación yde J. Senent. Traducción de N. Vidal Díaz.Ed. Mateu, 1971.

supervisiónBarcelona:

Aparecida en 1809, la Filosofía Zoológica, de Lamarck, consti-tuye una de las obras de mayor influencia sobre el pensar y elhacer de los siglos XIX y xx. Si a Lamarck puede atribuirse lapaternidad de la Biología por su introducción del concepto deevolución de modo científico, también en él puede encontrarse labase de una doctrina de laissez faire, traducida en la defensa deuna sociedad de libre competencia (sin libre competencia), o de ladoctrina del igualitarismo cultural sostenida por regímenes deizquierdas, o de la doctrina del superhombre nietzscheano, de clarainfluencia en movimientos, como el racismo 'ario'.

La teoría de la evolución presentada por Lamarck en su FilosofíaZoológica es una revisión y modificación del contenido expuesto en.su Systeme des Animaux sans Vertebres de 1801. Es interesanteconstatar que en ella el 'mecanismo lamarckiano', i. e. la herencia.de caracteres adquiridos, no juega un papel tan relevante como ensu anterior publicación. En efecto, la doctrina de la evolución enla Filosoffa Zoológica puede considerarse como una doctrina bi-fac-torial: el proceso principal de la evolución es una tendencia alaumento de complejidad de los organismos, que se traduce en undesarrollo lineal, reproducción del cual pretende ser la ordenaciónlineal en la clasificación lamarckiana; un proceso secundario es laherencia de caracteres adquiridos, que permitirá explicar las desvia-.ciones del orden lineal. El aumento de complejidad de los orga-nismos resultará' a su vez de dos factores: el movimiento de losfluidos en el interior de los animales y la influencia de las nuevascircunstancias. Las nuevas circunstancias influyen sobre las costumbresy éstas sobre el estado de las partes e incluso de la organización,desarrollando (o aun creando) los órganos necesarios para hacerfrente a las nuevas necesidades o provocando la degeneración (o aunla desaparición) de los ya no necesarios.

Expuesta de este modo la doctrina de Lamarck, su falsaciónresulta más difícil de 10 que se ha pretendido a veces. La comple-jidad creciente de los organismos vivos, que lleva desde la amebahasta el simio catirrino de tipo homínido, es un hecho; la adqui-.sición de caracteres en el individuo como resultado del uso o deldesuso de órganos 10 es asimismo (Darwin no se mostró nunca encontra de ello); sólo la herencia de caracteres adquiridos -la doc-trina secundaria en la Filosofía Zoológica, de Lamarck, que puede-considerarse como exposición definitiva de su teoría de la evolución-es falseada de modo claro por la distinción entre células somáticas.Ygerminales, ya que una modificación sobre aquéllas no se traduce enuna alteración del material hereditario de éstas.

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Por ello creo que la crítica a la teoría de Lamarck debe venirasimismo enmarcada por la satisfacción o no de los requisitos plan-teados a toda doctrina evolucionista, como subraya J. S. Wilkie ensu artículo «Buffon, Lamarck and Darwin: the originality of Darwin'stheory of evolution» (en Darwin's biological work. Ed. by P. R. Bell,Cambridge Univ. Pr., 1959): asimilar (1) la distribución geográficade los seres vivos, (2) las similaridades reales de estructura anatómicay (3) el recuerdo fósil. Sólo el requisito (2) fue objeto de mayoratención para Lamarck y aun aquí su deísmo restaría valor científicoa su tratamiento, al tener éste como supuesto la creencia en unproceso de evolución que, dirigido por Dios, tiende directamente ala producción del hombre, traduciéndose ello en la serialidad linealevolutiva de que antes hablábamos.

La traducción política del pensamiento lamarckiano ha sido,cuando menos, triple. Teóricos del liberalismo, como Spencer, en-cuentran en Lamarck apoyo para su doctrina de la libre competencia:la sociedad, funcionando sin trabas (libre competencia), seleccionaa los mejor preparados para la lucha por la existencia, aquellos cuyosesfuerzos conscientes tienen más éxito. Teóricos de las izquierdas(controversia Lysenko) encuentran en Lamarck el apoyo para su doc-trina del igualitarismo: las mejores condiciones de vida y la instruc-ción no sólo afectan a los individuos que las disfrutan, sino queposeen un efecto acumulativo. Finalmente, teóricos de las derechasen nuestro siglo, como Nietzsche, encuentran en Lamarck el apoyopara los movimientos de orgullo racial.

J. SANMARTÍNESPLUGUES

ALICJA KUCZYNSKA y JANUSZ KUCZYNSKI: H umanismus.

Original polaco traducido al checo por Mane Cyzowa.Publicado por Mladá Fronta Ediciones Most. Praga. 1972.151 páginas.

El libro, escrito en forma de ensayo, trata de ofrecer una síntesistanto teórica como histórica del humanismo socialista. El aspectohistórico queda además destacado por la misma distribución dellibro: cinco capítulos, dedicados sucesivamente al humanismo rena-centista, al humanismo burgués y al humanismo socialista. Con ellose prepara intuitivamente al lector a la tesis constantemente repetida:«El movimiento obrero se convierte así en el heredero de los éxitosmás hermosos de la cultura y la tradición humanista» (64). Al tratarla época del Renacimiento se destacan aquellos aspectos que encon-trarán su continuidad en el marxismo y en el capítulo dedicadoal humanismo burgués (naturalmente,. a su «crisis», pues es uncapítulo exclusivamente polémico para repetir la imagen standarden países socialistas de un Occidente degenerado, incapaz de nueva

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