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222 | FORBES NOVIEMBRE 2014 ESPECIAL RIQUEZA LECH WALESA En estos tiempos, la mirada debe estar puesta en el bienestar de los individuos. Llegó la hora de repartir más el capital. Así lo plantea Lech Walesa, quien viviera en carne propia la fractura de una nación y que en entrevista ataja: “Debes estar determinado a resolver los problemas realmente y no hacer trampa”. POR JENNIFER JUÁREZ FOTOS: LIZETH ARAUZ PARA FORBES MÉXICO “LA VERDAD TE LIBERARÁ L AS COSAS NO ANDAN BIEN: 19.7% DE LA POBLACIÓN mexicana se encuentra en condi- ción de extrema pobreza y 53.3% en pobreza; durante el segundo trimestre de 2014, la tasa de empleo en México fue de 60.4% del total de personas en edad de trabajar (de 15 a 64 años), lo que significa la quinta tasa más baja de los países miembros de la ocde; mientras el mercado laboral en México pierde capacidad para absorber la creciente demanda de trabajo, la falta de movilidad social se expresa en bajos salarios y altos niveles de subempleo. El escenario hace pertinente hablar con alguien con la suficiente altura de mi- ras para conocer su lectura en torno de los caminos que deben tomarse para cambiar la historia. Era algo urgente, más aún, cuando hay agitación por la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero. La misión no era fácil. ¿Quién podría ser? El perfil que buscaba forbes México era el de un líder que, por su activismo, hubiera transformado el estado de cosas que regían su entorno y que, además, go- zara del reconocimiento internacional por su misión pacificadora. Así, apareció Lech Walesa, un técni- co electricista polaco que en los años 70 lideró el movimiento obrero en el astillero de Gdansk y en los años 80 inició el movi- miento Solidaridad, que comenzó como la unión de trabajadores de diversas indus- trias en huelga y se convirtió en el primer sindicato independiente reconocido por el gobierno polaco. Fue encarcelado varias veces por su lucha sindical y en 1983 fue premiado con el Nobel de la Paz, mismo que reci- bió su esposa Danuta, ya que él se negó a salir de Polonia por miedo a que no lo dejaran volver. En 1990 fue el primer presidente electo democráticamente en la Polonia moderna. Con él hablamos para conocer su plan para sobrevivir a tiempos difíciles. DEL CAPITAL El hombre que luchó contra el régimen prosoviético socialista en Polonia, y ganó, hoy asegura que hay que reformar el capitalismo. 222-226 LECH WALESA-IJM.indd 222 10/11/14 18:27

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ESPECIAL RIQUEZALECH WALESA

En estos tiempos, la mirada debe estar puesta en el bienestar de los individuos. Llegó la hora de repartir más

el capital. Así lo plantea Lech Walesa, quien viviera en carne propia la fractura de una nación y que en entrevista ataja: “Debes estar determinado a resolver los problemas

realmente y no hacer trampa”.POR JENNIFER JUÁREZ

FOTOs: LIZETH ARAUZ PARA FORbEs méxIcO

“LA VERDAD TE LIBERARÁ”

Las cosas no andan bien: 19.7% de la población mexicana se encuentra en condi-ción de extrema pobreza y 53.3%

en pobreza; durante el segundo trimestre de 2014, la tasa de empleo en México fue de 60.4% del total de personas en edad de trabajar (de 15 a 64 años), lo que significa la quinta tasa más baja de los países miembros de la ocde; mientras el mercado laboral en México pierde capacidad para absorber la creciente demanda de trabajo, la falta de movilidad social se expresa en bajos salarios y altos niveles de subempleo.

El escenario hace pertinente hablar con alguien con la suficiente altura de mi-ras para conocer su lectura en torno de los caminos que deben tomarse para cambiar

la historia. Era algo urgente, más aún, cuando hay agitación por la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.

La misión no era fácil. ¿Quién podría ser? El perfil que buscaba forbes México era el de un líder que, por su activismo, hubiera transformado el estado de cosas que regían su entorno y que, además, go-zara del reconocimiento internacional por su misión pacificadora.

Así, apareció Lech Walesa, un técni-co electricista polaco que en los años 70 lideró el movimiento obrero en el astillero de Gdansk y en los años 80 inició el movi-miento Solidaridad, que comenzó como la unión de trabajadores de diversas indus-trias en huelga y se convirtió en el primer

sindicato independiente reconocido por el gobierno polaco.

Fue encarcelado varias veces por su lucha sindical y en 1983 fue premiado con el Nobel de la Paz, mismo que reci-bió su esposa Danuta, ya que él se negó a salir de Polonia por miedo a que no lo dejaran volver. En 1990 fue el primer presidente electo democráticamente en la Polonia moderna.

Con él hablamos para conocer su plan para sobrevivir a tiempos difíciles.

del capiTal El hombre que luchó contra el régimen prosoviético socialista en Polonia, y ganó, hoy asegura que hay que reformar el capitalismo.

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estar limitada a un país; mira los teléfonos móviles, Internet, la tv satelital.

Los problemas medioambientales no pueden estar acotados a un país. Los siste-mas financieros ya no pueden ser confi-nados; mira la crisis financiera y bancaria que tuvimos recientemente.

Si fuera un político más activo hoy, pri-mero, preguntaría qué problemas no pue-den ser solucionados desde la perspectiva de un solo país y necesitan ser abordados desde un enfoque mayor, y qué asuntos pueden crear futuras crisis.

Algunos, dicen que serán los combus-tibles los que causen la siguiente crisis. Otros, que el acceso al agua generará otra y que la comida podría causar una nueva crisis global. Necesitamos llegar a un con-senso y entonces tratar de evitar esa crisis anticipándonos a ésta.

sociales, y si tenemos tantas discrepan-cias, no podemos integrar al mundo a un mundo globalizado. Y por supuesto no podemos costear todas las diferencias de un día para otro. Así que debemos establecer un camino a seguir, identifi-car qué discrepancias serán niveladas y cuándo, por lo que preguntaría cómo reformar el capitalismo.

Ciertamente el modelo que tenemos no será sostenible hasta el final de este siglo. También propondría la pregunta: ¿cómo dar propiedad y bienes a mucha gente? Porque necesitamos al menos cuatro veces tantos dueños del capital como tenemos ahora. Porque la cantidad de propietarios del capital que tenemos ahora es demasiado pequeña para defen-der el sistema. Todo eso nos mantendría muy ocupados.

Dijo que el capitalismo no es sostenible en su forma actual y que debemos ex-pandir la base de propietarios. ¿Cómo podemos hacerlo?Primero debemos estar conscientes que el ser humano está en el centro y el capi-tal y los bienes vienen después. Cuando vivíamos en una confrontación, en gue-rra, con un sistema contra otro, un país contra otro, intentábamos adelantarnos a los demás lo más rápidamente posible y, como queríamos ser los más rápidos y obtener todo lo que fuera posible, siem-pre dejábamos atrás a los más débiles.

Hoy en día ya no estamos corriendo. Debemos enfocarnos de nuevo en el hu-mano; en el individuo. En el lugar donde yo era obrero [el astillero de Gdansk] hoy hay un robot haciendo el mismo trabajo que yo hacía y, de hecho, él tiene muchas mejores condiciones laborales de las que yo solía tener porque él no ne-cesita condiciones especiales de trabajo, mientras que yo estaba agotándome, dañando mi salud.

Ahora, sé que hay un robot que tiene mejores condiciones de trabajo que yo. Introdujimos la automatización pero despedimos a los trabajadores, los deja-mos en la calle. No debemos seguir así.

Necesitamos la automatización, pero si un robot reemplaza a un trabajador tenemos que reentrenar a ese trabajador

¿Cuáles son las mejores inversiones a las que debe apostar un gobierno para generar riqueza en su ciudadanía? Si supiera la respuesta podría recibir otro premio Nobel. Hay muchas ideas y oportunidades distintas que los especia-listas tienen que revisar para ver cuáles son buenas oportunidades de negocio. En el comunismo podías planear qué esperar, pero en la economía de mercado realmente no es posible.

En su juventud, nunca se conformó con lo que el sistema le ofrecía y eventualmente ganó los derechos por los que luchó. Si usted fuera ese joven Lech Walesa de veintitantos años, en estos tiempos, ¿cuá-les serían las causas por las que lucharía?Hoy hemos dejado de pensar en nues-tros respectivos países, sobre todo en los

DEBEMOS ESTABECER UN CAMINO A SEGUIR, IDENTIFICAR QUÉ DISCREPANCIAS SERÁN NIVELADAS Y CUÁNDO, POR LO QUE PREGUNTARÍA CÓMO

REFORMAR EL CAPITALIMO”.

pequeños. Estamos tratando de establecer estructuras más grandes.

La tecnología que hemos desarrollado no puede ser restringida a esos países. La información, por ejemplo, no puede

Creo que estos serían los asuntos que consideraría. Lo otro que diría, con el ejemplo de Europa, es que los distintos países tienen distintos sistemas fiscales, diferentes sistemas de salud, beneficios

lech Walesa lideró en la década de los 80 el movimiento sindical solidaridad, que después se transformó en partido político.

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para encontrarle otra posición. Si introduci-mos la automatización tiene que servir tam-bién para el beneficio de los trabajadores.

Ahora es más redituable el robot, pero no es así como deberíamos ver las cosas. Eso también es un trabajo para los sindicatos: todo debe servirnos, no oprimirnos.

Entonces, hay mucho que debe replantearse, y se puede hacer mucho porque ya no estamos en guerra, las fronteras están abiertas, ahora podemos reenfocarnos en los humanos. Antes es-tábamos demasiado ocupados luchando guerras. Ahora es diferente.

de la polÍTicaDurante toda su vida como líder sindical, Lech Walesa fue criticado por sus com-pañeros más radicales por mantener un diálogo constante con el gobierno polaco prosoviético. Fue electo en 1990 como el primer presidente democrático de Polonia después de 45 años de gobierno del partido comunista polaco, pero en 1995 perdió las elecciones ante un candidato de izquierda.

Después de 12 años de transición, Mé-xico decidió, en las urnas, devolver el poder a un partido que instauró lo que muchos analistas llamaban la “dictadura perfecta”. Usted fue el primer presi-dente electo democráticamente en la Polonia postsoviética. ¿Cómo superar la desilusión de la democracia recién adquirida, como en su momento ocurrió en Polonia?No hay modelos perfectos. Sólo la parti-cipación, el monitoreo y el control de los activistas; sólo organizarse, es la única forma. Claro que podemos mejorar las plataformas de la actividad política y hay preguntas básicas, como si deberíamos buscar el desarrollo basándonos sólo en las libertades, o tal vez también en los valores.

Por el ahora, parece que lo que más necesitamos son los valores en el sentido de que los que hagan el bien deben ser promovidos y quienes hagan el mal deben ser castigados. No hay otra forma.

Antes y después de ser presidente, us-ted lidió con extremos en ambos lados. ¿Cómo se mantuvo en un medio sin ser

percibido como poco comprometido por los distintos jugadores?En cualquier causa por la que luchaba y contra la que luchaba, presentaba la mejor argumentación para la causa. Por eso gané frente a todos a lo largo del camino. No debes temer a tus oponentes.

Debes estar determinado a resolver los problemas realmente y no hacer trampa. La verdad te liberará. Nunca usé trucos; siempre dije lo que pensaba; siempre dije directamente lo que sentía.

Usted fue un líder sindical. La mayo-ría de los sindicatos en México están coludidos con grupos políticos o son controlados por la empresa a cuyos tra-bajadores supuestamente representan. ¿Cuáles son algunas estrategias median-te las cuales los trabajadores pueden obtener una representación legítima para sí mismos? Hay una diferencia entre la lucha que uste-des tienen en este país y la lucha en la que

participé. Yo tenía un enemigo exterior: el comunismo de la Unión Soviética.

Aquí en este país su enemigo es interno; hay carencia de regulaciones apropiadas, los grupos informales, mucho abuso y violencia de muchos tipos, y creo que su enemigo interno requiere métodos distin-tos de lucha.

Sus sindicatos requieren reformas tam-bién. Siempre digo que todos los activistas de los sindicatos, los activistas políticos, deberían tener un chip personal implantado que grabara todo lo que hacen, con quién hablan y hasta con quién se van a la cama. Porque yo no voy a controlar a un activista en particular, pero si este político o activista nos engaña, ni a esa persona ni a nadie de su familia debería permitírsele tener un cargo público durante los próximos 15 años.

Actualmente tenemos chips que tienen la capacidad de grabar todo el periodo en funciones de un activista.

Si alguien no desea ser un activista sindical, está bien, pero si decide serlo

en 1990, lech Walesa gana las elecciones

presidenciales en polonia. es el primer gobierno

democrático de la era postsoviética.

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tenemos que registrar cada minuto de su activismo y de su vida, porque si no nunca controlaremos lo que hace.

Mi sugerencia es que tú propongas que se implementen estos chips. Y que los trabajadores se organicen. No hay otra forma en la democracia, simplemen-te tienen que estar vigilantes.

de la JUsTiciaEn 1970, Lech Walesa tenía 27 años y trabajaba en el astillero de Gdansk (en el norte de Polonia), cuando una revuelta obrera se desató como respuesta a un aumento de precios de los alimentos. La policía disparó contra los trabajadores y tres de ellos murieron en el Puente número 2 del astillero.

Diez años después, el sindicato libre Solidaridad erigió en este lugar un monumento en honor a las docenas de muertos y encarcelados en las tres gran-des huelgas durante el régimen prosovié-tico ocurridas en 1956, 1970 y 1976.

Como usted sabe, en septiembre pa-sado, en el estado de Guerrero en el sureste mexicano, 43 estudiantes fue-ron secuestrados y desaparecidos por policías vinculados con el narcotráfico. Pero el narcotráfico está profundamen-te enraizado en la sociedad mexicana; son nuestros policías, políticos e inclu-so nuestros vecinos.Tienen que estar realmente determina-dos a descubrir lo que sucedió y castigar a los responsables de este hecho, o si no nunca lo erradicarán, sin importar quién cometió este crimen, debe asignársele la responsabilidad por lo que hizo. Y tienen que enfrentar esta violencia.

En el mundo de hoy hay un debate con argumentos que son palabra contra palabra, no palabra contra violencia. Ma-tar a jóvenes es terrible; esto realmente requiere una venganza del cielo.

¿Cómo puede un país luchar con un enemigo entretejido en la sociedad?El Estado tiene a su Ejército, prisio-nes, tiene a la policía y el país tiene sus fuerzas legales. Los criminales tienen su fuerza ilegalmente. Pero no hay salida, es necesario quitarles ese poder ilegítimo.

HISTORIA EN BREVECuando Lech Walesa nació, en 1943, Polonia era un territorio que Alemania y Ru-sia se habían dividido en un pacto firmado en 1939, días antes de invadirlo y con ello dar inicio a la Segunda Guerra Mundial.

Al término de la guerra, Polonia recobró su territorio casi íntegro y se esta-bleció un gobierno que respondía directamente a los intereses de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (urss).

En la mayor parte de Occidente la lucha por los derechos laborales se ha identificado con la izquierda. Durante la Guerra Fría “los rojos” eran los que en su constitución declaraban que “todo el poder pertenece en la urss a los trabajado-res de la ciudad y del campo”. Un icono representativo de la urss es la silueta, so-bre un fondo rojo, de un obrero con gorro o casco, o de una mujer con un pañuelo en la cabeza y una herramienta en la mano que denotan sus oficios.

Pero en la Polonia de los 80, el partido no era el favorito de los trabajadores y el Estado no tenía mucho que ofrecer; lo que abundaba era la escasez de alimen-tos y de derechos políticos. Los trabajadores no podían crear sus propios sindica-tos; tenían que afiliarse al del Partido.

Lech Walesa nació en septiembre de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. Tiene 71 años.

Su padre fue prisionero de los nazis para trabajos forzados. Murió cuando Lech tenía alrededor de dos años. A sus 14 años de edad, terminó sus estudios, para después migrar a Gdansk, donde conoció el mar. No pudo entrar al College of Technology para ser ingeniero, por falta de dinero.

A los 16 años se va a la Trade School. En el 61, a los 18, se gradúa como electri-cista. Tiene un buen trabajo en casa de sus padres y a los 23 (en el 67) se harta de todo y se va al astillero. Ahí le pilla la tensión política de las protestas estudianti-les de 1968.

Durante las revueltas se convierte en líder sindical. Su madre y tío se van a Esta-dos Unidos, y en 1975 ella muere en un accidente automovilístico. Él tenía 32 años.

En 1976 lo despiden del astillero. Para 1980 nace su sexto hijo y él es encarcela-do de nuevo. En 1982 nace su séptima hija y lo sueltan. Un año después, recibe el Premio Nobel de la Paz. En 1990 asume la Presidencia de Polonia.

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