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11.- EXPERIE ClA DOCENTE - lNVESTIGACION - CURRlCULUM VITAE

Mi primera vinculaci6n a la docencia universitaria se realiz6 en el afto de 1960, cuando todavía estaban en cur­so mis estudios propios de la carrera de Arquitectura.

En esa ocasi6n presté mis servicios como Profesor Auxi­liar de Cátedra en la asignatura Laboratorio de Concreto. El programa desarrollado fue el siguiente, que consigno sintéticamente :

1..- módulo de finura de la arena. 2.- m6dulo de finura de los áridos gruesos. 3.- gravedad específica del cascajo. 4.- capacidad de absorci6n del cascajo. 5.- impurezas orgánicas en la arena. 6.- gravedad específica del cemento. 7.- consistencia normaJ del cemento. 8.- fraguado del cemento. 9.- gL~vedad especifica de la arena.

10.- resistencia del cemento a tracci6n. 11.- resistencia del concreto a compresión.

Me pareci6 conveniente complementar el programa ante­rior con una publicaci6n para los estudiantes sobre el. tema Disefto de iezclas de Concreto, extraida de las cl.ases ordinarias recibidas en la asignatura Concreto, a cargo del ingeniero l1auricio González.

Es interesante anotar que el Laboratorio de Concreto dej6 de dictarse por bastante tiempo sin mayores expli­caciomes. Se estableció de nuevo dentro del Pénsum regu­lar en el segundo semestre de 1970 a instancias de la Sección de Construcción, concediéndole la importancia que merece una disciplina de tal naturaleza.

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Una vez terminados los estudios reglamentarios en la Facultad, comenc~ el trabajo de elaboraci6n de la Tesis de Grado, que era de rigor en aquel entonces.

Fui nombrado, a comienzos de 1963, como Profesor Auxi­liar Especial de Medio Tiempo y asignado al Taller de Dise­ño 1, en asocio del Profesor Arquitecto Darío GonzAlez de Greiff.

En este Taller de Diseño tuve la oportunidad de intro­ducir progresivamente algunas bases te6ricas del Diseño que siempre me han parecido indispensables en los Talleres de Composici6n y Diseño Básico, como preparaci6n para los Ta­lleres más avanzados.

Adopt~ en principio el texto ~Undamentos del Diseño, del Profesor Gillam Scott. Posteriormente se sumaron otros más que llegaron a constituir la bibliografía de referencia

· propia de una naciente Teoría de la Arquitectura.

Todas estas inquietudes tenian su raz6n de ser, ya que en el P~nsum de la Facultad figuraba una asignatura distin­guida con ese nombre, pero que en realidad no se dictaba ni existian programas definidos. Estas circunstancias no dejaban de preocuparme; las habia vivido antes como estudian­te y ahora como Profesor de la misma asignatura, de impor­tancia fundamental en la formaci6n estética preliminar de los estudiantes.

En este periodo terminé la Tesis de Grado y obtuve el título de Arquitecto junto con mi compafiero Luis Fernando Londoño Restrepo, quien ha sido también Profesor de la Fa­cultad.

El d1a 27 de noviembre de 1963 recibimos el Grado correspondiente con el trabajo de Tesis denominado Insti­tuto de Neumología, el cual fue distinguido con Menci6n Honor1fica, segdn juicio del urado Calificador.

El trabajo de investigaci6n realizado, se organi­z6 a manera. de libro, que con el titulo Instituto de Neu­mología ha quedado como auxiliar de consulta para los es­tudiantes sobre el tema asistencial-hospitalario.

Corriendo el tiempo, ha sido de utilidad para mis propios alumnos, en posteriores Talleres de Diseño que he debido atender •

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Después de 1a fecha de Grado, continué traba "ando como Profesor Especia1 de 1edio Tiempo, siempre ubicado en el Taller de Diseño 1, concentrando mi atenci6n en la forma­ci6n de los estudiantes recién llegados a la ~acultad y procurando sentar bases firmes en cuanto se referia a la citada Teoria de 1a Arquitectura, para que los criterios y determinantes de un proyecto o trabajo de composici6n, se clarificaran cada vez más.

E1 otro medio tiempo restante, 10 oaupé en 1a prác­tica de1 ejercicio profesional, fuente abundante de ex­periencias.Como proyectista, tuve oportunidad de parti­cipar en varios concursos arquitect6nicos en asocio de -distinguidos colegas, teniendo la suerte de ganar a1gu­nos de ellos.

As! pués, permaneci como Profesor de Diseño 1 en la Facu1tad, hasta el dia 10 de noviembre de 1964, fecha en la cual debi emprender viaje hacia el exterior, gracias a la beca honorífica de estudios que me fue concedida por la Universidad Naciona1 de Colombia.

En vista de mi interés por profundizar en las ramas técnicas de la Arquitectura, decidi tomar e1 curso regu­lar de Insta1aciones Técnicas en los Edificios, que se dicta en 1a Facultad de Arquitectura del Politécnico de Ivlilán, Italia.

Dicho curso termin6 a mediados de 1965, y aunque no result6 tan exhaustivo como 10 esperaba, me ofreci6 1a oportunidad de recoger experiencias de organización y docentes, sobre metod01ogia y sistemas utilizados en ese centro docente para la enseffanza de tales asignaturas. Toda esta documentación me serviría más adelante para or­ganizar los cursos correspondientes en nuestra Facultad, sobretodo aquellos que parcialmente marchaban un poco a 1a deriva, unas veces por falta de programas y otras, por 1a fa1ta absoluta de estabi1idad del profesorado que po­dia responsabilizarse de estas materias técnicas.

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Posteriormente viajé a España, y en el Instituto Eduar~ do Torroja de la Construcción y del Cemento, con sede en Madrid, realic6 el Curso de Estudios Mayores de la Cons -trucción, conocido internacionalmente con el nombre de CEMCO ~.

Este Curso fue exclusivo de post-grado, de un contenido francamente interesante y que me resultar1a de gran utilidad para la serie de acontecimientos que se me presentar1an en el futuro.

En este Instituto de Investigación dicté una conferen­cia especializada para mis colegas, Ingenieros y Arquitectos Hispano-americanos, sobre el tema El Diagrama de Estado o J/X en los cálculos de acondicionamiento del aire. Este trabajo fue publicado con carácter privado para loa asistentes al Curso.

Anoto al margen, que todos los integrantes del Curso tuvimos el honor de asistir como Delegados a la V Asamblea Espafiola del Hormigón Pretensado, llevada a efecto en la ciudad de Bilbao en abril de 1966.

Los temas tratados en el C1mlCO 66 fueron los sigui en--tes, en su orden :

Estudio del material hormig6n. Cálculo y ejecuci6n de hormig6n armado. Cálculo y ejecuci6n de hormig6n pretensado. Cálculo electr6nico de estructuras. Industrializaci6n de la Construcci6n. Tipología estructural. Composición y estética de las construccione~ •

. Como puede observarse, todos son temas de particular

importancia dictados dentro de una impecable organizaci6n docente, con todos los medios auxiliares audio-visuales, prácticos, etc. requeridos.

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Después de una permanencia de dos años en Europa, re­gresé a la Facultad y entonces fui vinculado como Profesor Asistente de Medio Tiempo a partir del l0 de noviembre de 1966.

Inmediatamente comencé a dictar el Curso de Instala­ciones Eléctricas Residenciales, ya en las postrimerías del semestre y en vista de la solicitud de los estudiantes puesto que esta asignatura no se estaba dictando por falta de profesor.

Pude constatar por esa época, cómo en la Facultad se estaba viviendo una efervescencia de cambio, principalmen­te en la manera de enfocar los sistemas y metodOlogía en los talleres de Diseño, con base en el establecimiento de determinantes más firmes como criterio general para todos los talleres y no como intenciones aisladas, de validez privativa en algunos talleres particulares.

Comenzaron a aparecer las denominaciones de Expresi6n, Educaci6n Visual, etc. que se conservan en la actualidad, con una configuraCión propia para distinguirlas de los Ta­lleres de Diseño posteriores.

Entonces se me aceptó la sugerencia de introducir pro­gramas definidos sobre Teoría de la Arquitectura, en los que deberían tratarse temas estéticos, espaciales, plás­ticos y afines en una primera parte, y más adelante, hu­manos, sico16gicos, económicos, sociales, etc.

Me encargué, junto con otros profesores, de la elabo­ración de los programas respectivos, de tal manera que fue distribuida esta asignatura en cuatro niveles en principio.

Así pués, llegué a dictar la cátedra Teor1a de la Ar­quitectura 11, cuyo programa detallado anexo a esta memoria para complementar la información.Desde el primer momento, esta materia se dictó con independencia de los primeros Ta­lleres de Diseño, circunstancia que personalmente conside­raba bastante inconveniente en vista de la importancia de su contenido, preCisamente orientado hacia ellos.

Transcurri6 el tiempo, y como era natural y de espe­rarse, acab6 asimilándose a esos Talleres BáSicos, por ha­cer parte de una lógica estructuraci6n integral en el pro­ceso del Diseño.

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Trayectoria semejante siguieron los otros tres cursos de Teoría que se hablan establecido : La Teoría I también se asimiló a los Talleres Básicos de Diseño y las otras dos restantes, tuvieron su incidencia en las cátedras de Historia de la Arquitectura y en la organizaci6n de un nuevo curso mejor conformado con el nombre de Principios de Economía y Sociología.

Estas operaciones se hicieron atendiendo al sano cri­terio de no crear nuevas materias que recarguen innecesa­riamente el plan de estudios, sino más bien de complemen­tar el contenido de aquellas que lo permitan, justificando además tales modificaciones.

Ni vinculaci6n definitiva como Profesor Asistente de Dedicaci6n EXClusiva, tuvo lugar desde el 9 de enero de 1967; en dicha categoría estoy ubicado en la actualidad. Esta dedicaci6n supone para mí un permanente contacto con la Facultad y una atenci6n intensa y especial en ciertos aspectos docentes.

Como ya quedó relatado anteriormente, conseguí la cris­ta1izaci6n de mis inquietudes en la parte referente a la Teoría de la Arquitectura. Ahora, con una mayor dedicaci6n, debía ocuparme activamente en la organizaci6n de las asig­naturas relativas a las Instalaciones Técnicas en sus áreas deficientes, es decir, 'en aquellos sectores en los cuales no se estaban dictando adecuadamente algunas de· ellas por falta de profesore~ y en ciertos casos, por ausencia de pro­gramas.

Me ví enfrentado a esta tarea desde el momento en que fu! asignado a la Sección de Construcción como Profesor de­pendiente directamente de ella, pero conservando también el carácter de Profesor de Diseño, esta vez en el tema de Vi­vienda.

As! las cosas, tuve que dedicarme afanosamente a la elaboraci6n de los programas propios para el grupo de asig­naturas que constituyeron la que más tarde se llam6 con el nombre genériCO de Construcción VII y que comprende las siguientes materias :

l.-Instalaciones eléctricas residenciales. 2.-Insta1aciones de iluminaci6n artificial. 3.-Instalaciones de aire acondicionado. 4.-Tratamiento acústico de los edificios.

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Cabe anotar que estas materias se hablan dictado antes en ~a Facultad, pero no de una manera regular y continuada, encontrando su mayor dificultad en ajustarse al nuevo ré -gimen de semestralizaci6n imperante.

Se fij6 para ~a Construcci6n VII una intensidad de seis horas seman~e6, de acuerdo con ~a densidad de su contenido, t~ como se puede apreciar en los programas adjuntos.

Una vez aprobados los programas mencionados, fui encar­gado como profesor de la asignatura, ~a cuaJ he dictado sin interrupci6n hasta la fecha y procurando siempre que se cum­p~an a cabalidad los objetivos formulados desde su inicia­ción : capacitar a los estudiantes para un trabajo interdisci­plinario, de modo que adquieran una visi6n universal, de con­junto que ~es facilite el contacto con los especialistas en cada rama.

Como es evidente, quedaban todavía asignaturas relati­vas a Inst~aciones Técnicas por revisar y sujetas a ulte­rior organizaci6n.

Considero importante ac~arar que la parte referente a Inst~aciones Sanitarias y Acueducto, funcionaba correcta­mente a cargo del profesor Arquitecto Darlo González ya que se contaba con los factores decisivos de estabilidad de~ pro­fesor y programaci6n amp~iamente definida.

Mientras tanto, comencé a investigar en otro campo muy interesante de la Teoría y de indudables repercusiones en el Diseño Arquitect6nico : e~ aso~eamiento.

Como esta aSignatura aparecla en el pénsum de la Facul­tad, se me permiti6 colaborar en la asesoría de los estu -diantes, en asocio de otros profesores. Dicté entonces con­ferencias regulares tanto para ablmnos como para profeso­res interesados en estos conocimientos básicos.

Hice acopio de notas y experiencias coa miras a la pu­blicaci6n de un estudio sobre el tema, con e~ fin primor -dial de divulgar este tipo de conocimientos, hacerlos más asequibles y simplificar el trabajo por medio de gráficos complejos ya elaborados, complementado todo ello con las explicaciones mAs indispensables.

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Llegado el afio de 1968, continué dictando la cátedra de Construcción VII y simultáneamente desempeñando el car­go de Profesor de Diseño, en esta ocasión en el tema Asis­tencia1 y concretamente el problema de Diseño de Hospita -les, con el cual ya estaba familiarizado.

Esta fue una nueva oportunidad para insistir enfáti­camente en la definición de los determinantes inherentes al problema, y en la absoluta necesidad de un estudio previo de investigaci6n que garantice la seguridad tanto de los profesores como de los alumnos, para enfrentarse a un pro­yecto de tal complejidad y categor1a.

Como es fácil comprender, el buen resultado de un proyecto depende en alto grado de esa seguridad. Cuando hay desconocimiento o un conocirnjento nebu1oso, hace su nefasta aparición el descontr01.

Todo lo anterior entraba en consideración obedecien­do a una clara metodologia introducida opor~lnamente en el Proceso del Diseño y que se ha impuesto con carácter de o­bligatoriedad en todos los niveles de la Facultad.

En este momento puedo hacer algunas observaciones conforme a la experiencia de los ~timos años :

Hay casos en los cuales se intensifica demasiado la investigaci6n o documentaci6n preliminar, mientras se des­cuida casi totalmente la parte de proyecto inicial, que de­beria ser simultánea.

Por esta raz6n prinCipal, algunas veces se han obte­nido resultados francamente mediocres desde el punto de vista arquitect6nico, a pesar del magnfico dominio teóri­co que demuestran los estudiantes.

No basta pués el total conocimiento del tema propues­to cuando puede faltar f1sicamente el tiempo necesario para llegar a buenas realizaciones; circunstancia que correspon­de principalmente a los profesores controlar con una adecua­da programaci6n de sus temas y el estricto cumplimiento de las etapas que deben ser progreSivamente superadas.

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En ese mismo año de 1968 debí atender una tarea bas­tante compleja, ya que para el primer semestre de 1968 co­menzaron a dictarse por primera vez las nuevas asignaturas conocidas con el nombre de Electivas de Construcci6n - hoy asignaturas regulares del plan de estudios-y que demandaron mi colaboraci6n en la redacci6n de los programas respecti­vos, principaJmente de la Electiva 1 de Construcci6n rela­tiva a Normalizaci6n de materiales, Coordinaci6n Modular, Prefabricaci6n e Industrialización de la Construcci6n. Adjunto el programa en el anexo correspondiente.

Qued6 bajo mi responsabilidad esta nueva materia que pude organizar y dictar gracias a mis estudios de post­grado realizados en el Instituto Eduardo Torroja de Madrid, Espafia.

Me ocupé de esta asignatura con el objetivo principal de comunicarle el impulso inicial a disciplinas completamen­te nuevas en los estudios de Construcci6n, mientras se pro­curaba de alguna manera la provisi6n futura de profesor pro­pio, verdadero especialista.

Por ese año mi carga docente fue bastante pesada pues­to que ya habia acumulado un buen námero de materias a mi favor y los campos en que desarrollaba mi actividad docen­te se multiplicaban cada vez mAs.

As! puás dicté la materia Electiva 1 de Construcci6n parcial o totalmente desde entonces hasta el primer semestre de 1970, cuando fue encargado de ella el Profesor Arquitec­to Jean Louis Gouffier, con carácter temporal.

Para completar este panorama del año 1968, por ausen­cia definitiva del Arquitecto Dar!o GonzAlez, tuve que hacer­me cargo también de la parte referente a Instalaciones Sani­tarias y Acueducto.

Propuse entonces una ampliaci6n del programa para com­plementarlo con temas que aán no se habían incluido en los programas generales de instalaciones, como por ejemplo el de circulaciones mecánicas verticales. Fué aprobado este com­plemento y se configuró as! el programa que se sigue en la actlla] idad.

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Esta a signatura tom6 el nombre de Construcci6n VIII, respondiendo al nuevo orden introducido para facilitar la codificaci6n de materias y se le fij6 la intensidad de cuatro horas semanales que tradicionalmente habla tenido. La he dictado también desde aquel momento de manera permanen­te hasta la fecha.

Adjunto el programa con las modificaciones introducidas para abrir la posibilidad de ampliar el campo hacia otras instalaciones importantes no incluidas anteriormente.

En sintesis, quedaron bajo mi dependencia directa to­dos los programas referentes a Instalaciones Técnicas que se dictan en la Facultad.

, Para comenzar el año de 1969, ya estaban organizados de una manera más o menos definitiva los programas de las asignaturas de Construcci6n que me hab1an sido confiadas y que debí dictar durante los dos semestres de ese año, sin desatender mi vinculaci6n con los talleres de Diseño, en los temas Asistencial y de Conjuntos de Vivienda represen­tada por una asesoría peri6dica a los estudiantes.

As! pués, durante el año de 1969 tuve a mi cargo las siguientes asignaturas de Construcci6n I

Electiva I de Construcci6n -normalizaci6n de materiales -coordinaci6n modular -prefabricaci6n -industrializaci6n de la construcci6n

Co ' strucción VII .

-instalaciones eléctricas residenciales -instalaciones de iluminaci6n artificial -instalaciones de aire acondicionado -tratamiento acústico de los locales

Construcción VIII -evacuaci6n de aguas negras y lluvias -instalaciones de acueducto -circulaciones verticales mecánicas -evacuación y eliminaci6n de basuras

6 h/s

6 bis

4 h/s

En este mismo año de 1969 conseguí terminar el traba-

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jo de investigación y recopilación sobre el tema de asolea­miento, que habia emprendido tiempo antes. Este trabajo fue debidamente publicado por el Centro de Publicaciones de la Universidad Nacional en Medellin, bajo el titulo de Asoleam1 ento, Teoria General y Diagramas. Un ejemplar del mismo acompaña esta memoria.

Espero que este tipo de trabajos sean fomentados co­mo pOlitica universitaria, para la provisión de textos pro­pios que buena falta nos hacen en muchas materias.

Considero además que ha logrado su principal objeti­vo : economizar tiempo y energias a profesores y alumnos en la solución de problemas especificos del Diseño,sin ne­cesidad de recurrir a textos complicados,que en ocasiones prácticamente hay que descifrar •

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Comienza el año de 1970 y durante su primer semestre continué dictando normaJmente las materias mencionadas de instalaciones técnicas en los edificios, con las denomi -naciones ya conocidas de Construcci6n VII y Construcci6n VIII.

Además me correspondi6 dictar parcialmente la Electi­va I de Construcci6n en sus preliminares : Normalizaci6n de Materiales y Coordinaci6n Modular. Prosigui6 la mate­ria el Profesor Jean Louis Gouffier, qüien babia sido ex­presamente contratado para ello y recientemente habia lle­gado de Francia.

Fui asignado como Profesor en la Secci6n de Diseño de manera temporal y ubicado de nuevo en el tema asistencial. Se desarro1l6 en esa oportunidad el proyecto de un Hospital Regional en la localidad de Caldas, Antioquia •

Al trabaJo normal de asistencia personal a los alum­nos, agregué una recopilaei6n de vocabulario o terminolo­gía m~dica, que result6 de inter~s como auxiliar de la bi­bliografia sobre el tema en referencia, y de las conversa­ciones de documentaci6n mantenidas con personal especiali­zado.

También colaboré, pero de una manera muy ocasional, en la asesoria de los Conjuntos de Vivienda que se estaban proyectando en la Facultad •

Una vez finalizado el primer semestre, y más exacta­mente el dia 9 de Junio de 1970, el Señor Decano de la Fa­cultad me comunic6 el nombramiento como Jefe de la Secci6n de Construcci6n de la Facultad, en BU propio reemplazo.

Por otra parte, me parece del caso agregar que tra­dicionalmente, desde 1967 inclusive, he debido desempeñar­me como Profesor Consejero de los estudiantes en aquellos periodos propios para la gesti6n de matricula.

Esta circunstancia posiblemente influy6 para que el dia 10 de julio del mismo año, recibiera el nombramien­to de Director de la Carrera de Construcción, también por resolución emanada del Consejo Directivo de la Facultad.

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Como es obvio, estas nuevas responsabilidades me han exigido una dedicación intensiva en áreas fundamentales de la Facultad, como por ejemplo la organizaci6n de la nueva carrera de Construcci6n : estudio y consulta del P6nsum definitivo, requerimientos de personal docente y auxiliar, etc., tarea que ha sido necesario realizar sin dilaciones.

Esta Carrera está en sus comienzos, como es bien sa­bido, y requiere preCisamente un gran esfuerzo para llevar­la adelante, continuando la encomiable labor realizada por un distinguido grupo de profesores que ha empeñado efecti­vamente sus energías en la creaci6n y promoci6n de este importante campo de desempeño profeSional.

De la misma manera debi ocuparme de la organ izaci6n de las asignaturas y distribuci6n de personal docente pro­pios de la Carrera de Arquitectura, en el campo de la Cons­trucci6n, para garantizar así su correcto funcionamiento durante el segundo semestre de 1970jesta labor se me facili­t6 visiblemente en mi condici6n de l{1embro de la Comisi6n de Horarios para el se~estre mencionado.

Finalmente, en carta del dia 28 de julio de 1970, el Sefior Secretario General de la Universidad Nacional, Dr. Jorge Durán Villamizar, me comunicó mi designaci6n como Miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Arquitec­tura de Medellín, como representante del Consejo SUperior Universitario, para el periodo 1970-1972 y por Resoluci6n del mismo Consejo Superior Universitario.

Esta serie de cargos que me han sido confiados, exi­gen la constancia de mi reconocimiento a la Universidad y a sus Directivas, a quienes agradezco de manera especial la confianza que me han dispensado •

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Ordenando adecuadamente mi horario de trabajo, con­segui atender las actividades particulares que cada cargo me demandaba.

Sinembargo conaide~ que no pod!a, ni deb1a en ab­soluto , alejarme de la labor docente; y fué as! como con­tinué dictando durante todo el segundo semestre de 1970, las dos asignaturas de Construcción que desde hacia ya bas­tante tiempo permanecían a mi cargo : Construcción VII y Construcción VIII.

Como es natural, ha merecido mi atención especial la Carrera de Construcción. Oonseguimos elaborar el Pén­sum más definitivamente y establecer los programas de cada lma de las asignaturas incluídas en ese Plan de Estudios. Todo lo anterior se ha reunido en un volumen para su cons­tante confrontación y consulta.

Hasta ahora las dificultades más notables se han presentado en la consecución de persona~ docente.

En cuanto a la gestión de materiales y de equipos indispensables para el adecuado funcionamiento de esta ca­rrera, conviene informar que ya han llegado los primeros instrumentos solicitados y seleccionados por el Arq. Or­lando Hurtado, Jefe anterior de la Sección, y por un gru­po de profesores de la misma Sección.

Ya para finalizar el segundo semestre de 1970, el Señor Decano de la Facultad solicitó a la Sección de Cons­trucción la realización de un Seminario o Cursillo espe­cializado sobre el tema Industrialización de la Constru­cción, para profesionales vinculados al campo de la Cons­trucción en sus diferentes modalidades.

En efecto, así se hizo. Se encargó de dictarlo, al Profesor Jean Lou1s Gouffier; el éxito fue notable pués la cantidad de solicitudes de inscripción recibidas, rebasó ampliamente nuestros cálculos iniciales.

Como el Cursillo se efectu6 por la misma fecha de la ExpOSición CM4ACOL 70, resultó muy interesante la vin­culación de la Universidad a estas actividades de divulga­ción.