100001

5
103 VOL. XX / Nº 2 / 2004 EDICIÓN ANIVERSARIO D urante casi una década la que va entre la mitad de los 80 y la mitad de los 90 el debate nacional respecto del desarrollo sustentable del sector forestal chileno pareció a veces un diálogo de sordos. En parte esto se ha visto reflejado en el lentísimo avance, lleno de retrocesos parciales, de una propuesta de ley para la protección y fomento del bosque nativo, que ya lleva más de 12 años sin un texto definitivo que concite el consenso requerido por parte de los actores interesados. Tras el primer texto que se propuso para esta ley, Ambiente y Desarrollo dedicó un número especial en 1992 bajo el título “Bosque Nativo: ¿la ley que todos esperaban?”. El tiempo ha demostrado que los signos de interrogación de tal título no eran gratuitos. Un ejemplo de este “diálogo de sordos” fue la preparación del Grupo de Trabajo Forestal para el 4º Encuentro Científico sobre el Medio Ambiente (Valdivia, 1992), el que fue liderado en conjunto, una atrevida idea de CIPMA, por el entonces Presidente de la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), Eladio Susaeta, y por la máxima dirigente de los grupos defensores del bosque nativo, Adriana Hoffmann 2 . Si bien durante el trabajo preparatorio de este grupo se mantuvo un espíritu predominante de diálogo y colaboración, durante el Encuentro mismo las duras fricciones entre “conservacionistas” y “desarrollistas” llegaron a la portada del diario local 3 . Debates sobre desarrollo sustentable del sector forestal en la última década Pablo Villarroel V. 1 Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente P.U.C. Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible, Universidad Austral de Chile. E-mail: [email protected] En el período que va desde la mitad de los 80 a la mitad de los 90, los actores del sector forestal productivo se sentían acosados por grupos y ONGs ambientalistas que le cobraban a este sector la fragmentación y severa disminución de la superficie de bosques nativos en la zona centro sur del país, en especial en las regiones IX, X y XII. Frente a esta a veces agresiva postura de los grupos ambientalistas, el sector forestal y sus agrupaciones corporativas tomaron una actitud defensiva que, al menos inicialmente, se centró en deslegitimar las demandas ambientalistas como fundamentalistas, “poco serias”, basadas en mala información, y con escaso o nulo respaldo técnico. Ambiente y Desarrollo documentó esta posición en los artículos “Ecología y desinformación en el sector forestal”, de Fernando Raga, entonces Vicepresidente “El debate público en torno al bosque nativo” Andrés Asenjo Durante los últimos años la discusión en Chile acerca del bosque nativo y su eventual puesta en producción ha estado marcada por la fuerte oposición de grupos y entidades sustentadas en las tradi- ciones “conservacionista” y “desarrollista”. Con el advenimiento del gobierno democrático en Chile a contar de 1990, la discusión sobre el futuro del bosque nativo se incorporó al interior del gobierno, reproduciéndose el esquema de antagonismos. Esto ha redundado en una dilación inconveniente en la promulgación de una ley sobre bosque nativo, que ya lleva más de un año en la discusión. Una vía de solución de este conflicto e intereses bien puede ser la aplicación del concepto de “desarrollo sustentable” al sector forestal chileno. Este aparece como un “lugar común” que posibilita un compromiso adecuado entre las variables económicas, sociales y ambientales. Y abre, también, el espacio necesario para llegar a acuerdos entre las dos grandes corrientes de opinión acerca de este tema. Debates sobre desarrollo sustentable del sector forestal en la última década / SECCIÓN ESPECIAL 20 años AyD / VOL. VIII / Nº1 : 7-12 1 El autor agradece al Director de Ambiente y Desarrollo, Guillermo Geisse, y al ingeniero forestal Luis Otero por sus comentarios a versiones intermedias de este artículo. 2 Posteriormente, Adriana Hoffmann encabezaría la ONG Defensores del Bosque Chileno. 3 Durante la realización del 4º Encuentro –mayo 1992–, El Diario Austral de Valdivia publicó con carácter de espectacularidad que las disputas entre los grupos ecologistas y desarrollistas respecto del tema forestal habían sido de muy alta tensión.

Upload: jaime-vargas-c

Post on 28-Sep-2015

87 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Texto

TRANSCRIPT

  • 102 VOL. XX / N 2 / 2004EDICIN ANIVERSARIO 103VOL. XX / N 2 / 2004 EDICIN ANIVERSARIO

    Durante casi una dcada la que va entre la mitad de los 80 y la mitad de los 90 el debate nacional respecto del desarrollo sustentable del sector forestal chileno pareci a veces un dilogo de sordos. En parte esto se ha visto reflejado en el lentsimo avance, lleno de retrocesos parciales, de una propuesta de ley para la proteccin y fomento del bosque nativo, que ya lleva ms de 12 aos sin un texto definitivo que concite el consenso requerido por parte de los actores interesados. Tras el primer texto que se propuso para esta ley, Ambiente y Desarrollo dedic un nmero especial en 1992 bajo el ttulo Bosque Nativo: la ley que todos esperaban?. El tiempo ha demostrado que los signos de interrogacin de tal ttulo no eran gratuitos.

    Un ejemplo de este dilogo de sordos fue la preparacin del Grupo de Trabajo Forestal para el 4 Encuentro Cientfico sobre el Medio Ambiente (Valdivia, 1992), el que fue liderado en conjunto, una atrevida idea de CIPMA, por el entonces Presidente de la Corporacin Chilena de la Madera (CORMA), Eladio Susaeta, y por la mxima dirigente de los grupos defensores del bosque nativo, Adriana Hoffmann2. Si bien durante el trabajo preparatorio de este grupo se mantuvo un espritu predominante de dilogo y colaboracin, durante el Encuentro mismo las duras fricciones entre conservacionistas y desarrollistas llegaron a la portada del diario local3.

    Debates sobre desarrollo sustentable del sector forestal en la ltima dcada

    Pablo Villarroel V. 1

    Magster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente P.U.C. Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible, Universidad Austral de Chile.

    E-mail: [email protected]

    En el perodo que va desde la mitad de los 80 a la mitad de los 90, los actores del sector forestal productivo se sentan acosados por grupos y ONGs ambientalistas que le cobraban a este sector la fragmentacin y severa disminucin de la superficie de bosques nativos en la zona centro sur del pas, en especial en las regiones IX, X y XII. Frente a esta a veces agresiva postura de los grupos ambientalistas, el sector forestal y sus agrupaciones corporativas tomaron una actitud defensiva que, al menos inicialmente, se centr en deslegitimar las demandas ambientalistas como fundamentalistas, poco serias, basadas en mala informacin, y con escaso o nulo respaldo tcnico. Ambiente y Desarrollo document esta posicin en los artculos Ecologa y desinformacin en el sector forestal, de Fernando Raga, entonces Vicepresidente

    El debate pblico en torno al bosque nativo Andrs Asenjo

    Durante los ltimos aos la discusin en Chile acerca del bosque nativo y su eventual puesta en produccin ha estado marcada por la fuerte oposicin de grupos y entidades sustentadas en las tradi-ciones conservacionista y desarrollista. Con el advenimiento del gobierno democrtico en Chile a contar de 1990, la discusin sobre el futuro del bosque nativo se incorpor al interior del gobierno, reproducindose el esquema de antagonismos. Esto ha redundado en una dilacin inconveniente en la promulgacin de una ley sobre bosque nativo, que ya lleva ms de un ao en la discusin. Una va de solucin de este conflicto e intereses bien puede ser la aplicacin del concepto de desarrollo sustentable al sector forestal chileno. Este aparece como un lugar comn que posibilita un compromiso adecuado entre las variables econmicas, sociales y ambientales. Y abre, tambin, el espacio necesario para llegar a acuerdos entre las dos grandes corrientes de opinin acerca de este tema.

    Debates sobre desarrollo sustentable del sector forestal en la ltima dcada / SECCIN ESPECIAL 20aosA

    yD / V

    OL. V

    III / N1 : 7-12

    1 El autor agradece al Director de Ambiente y Desarrollo, Guillermo Geisse, y al ingeniero forestal Luis Otero por sus comentarios a versiones intermedias de este artculo.2 Posteriormente, Adriana Hoffmann encabezara la ONG Defensores del Bosque Chileno.3 Durante la realizacin del 4 Encuentro mayo 1992, El Diario Austral de Valdivia public con carcter de espectacularidad que las disputas entre los grupos ecologistas y desarrollistas respecto del tema forestal haban sido de muy alta tensin.

  • 104 VOL. XX / N 2 / 2004EDICIN ANIVERSARIO 105VOL. XX / N 2 / 2004 EDICIN ANIVERSARIO

    Pablo Villarroel V. / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA

    de la CORMA, y El debate pblico en torno al bosque nativo (1992), del socilogo Andrs Asenjo, quien trabajaba entonces en una asesora para esa corporacin empresarial.

    Entonces la posicin editorial de Ambiente y Desarrollo fue que los mitos y estereotipos cruzados tanto de los grupos ambientalistas hacia la industria forestal y como de estos hacia aquellos introduca un grave problema adicional a un caso de por s complejo. Y lo que hizo CIPMA y la Revista fue intentar establecer puentes de dilogo entre ambos grupos de actores. Por otra parte, se comenz a abrir la revista a la ciencia forestal y a la ciencia ecolgica para poner en circulacin el conocimiento disponible en el pas respecto de este tema4.

    Un hito importante de este esfuerzo institucional y editorial fue el artculo de Michael Nelson de CIPMA, titulado Informacin y desinformacin en el sector forestal chileno (1992), donde el autor, luego de exponer las causas del empantanamiento del debate pblico sobre el tema, planteaba una serie de preguntas clave cuya respuesta por parte del pas contribuiran a destrabar la discusin y a avanzar hacia una poltica forestal sustentable. Entre ellas estaba la pregunta respecto de cunto conservar, es decir, cules eran los objetivos de conservacin de biodiversidad que el pas se planteaba respecto

    de sus bosques originarios. La otra pregunta central haca referencia a si el pas contaba con una informacin de base cartogrfica respecto de sus bosques que permitiera abordar el problema desde una perspectiva prctica y territorial y no solo desde la perspectiva de las ideas.

    UNA PROPUESTA PARA NEGOCIAR (QUE NO FUE ESCUCHADA)

    El panorama inici un leve cambio durante el perodo preparatorio del 5 Encuentro Cientfico sobre el Medio

    Ambiente organizado por CIPMA (Temuco, 1995). En esta ocasin el Grupo de Trabajo Forestal fue coordinado por Antonio Lara de la U. Austral de Chile e integrado por representantes de todas las posiciones. Al igual que el de 1992 dio lugar a un dilogo ya no de sordos, si bien todava no aparecan con claridad los eventuales puntos de encuentro entre las posiciones en conflicto.

    Los principales resultados de este Grupo de Trabajo, y del 5 Encuentro, fueron dos. El primero, fue la clara conciencia de que se requera una respuesta a la segunda interrogante que haba planteado Michael Nelson, esto es, para avanzar en la discusin y eventualmente alcanzar consensos se requera contar con informacin de base cartogrfica confiable que permitiera reubicar el debate forestal desde el plano exclusivo de las ideas a su expresin en el territorio. Esto, a su vez, implicaba determinar dnde y en qu estado se encuentran los bosques nativos chilenos. El segundo resultado fue que la CORMA haba elaborado una propuesta concreta para sentarse a conversar y negociar con los dems actores interesados. Esto era un hecho nuevo. La propuesta consista bsicamente en reconocer tres tipos de bosques nativos en funcin de sus caractersticas y, lo ms importante, en funcin de los objetivos de poltica: los bosques de produccin, los de proteccin y los de preservacin. Los primeros eran sujeto exclusivo de la actividad privada y deban regirse solo por las leyes de mercado. Los segundos estaban determinados por diversas leyes que protegen cursos de agua y el suelo en pendientes fuertes. Los terceros eran los bosques que existen en el Sistema Nacional de reas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). La propuesta que haca

    En el perodo que va desde la mitad de los 80 a la mitad de los 90, los

    actores del sector forestal productivo se sentan acosados por grupos y

    ONGs ambientalistas que le cobraban a este sector la fragmentacin y severa

    disminucin de la superficie de bosques nativos en la zona centro-sur del pas.

    Los proyectos de manejo de bosque nativo en Chile Claudio Donoso

    Durante este siglo, el Estado chileno no se ha interesado por los bosques nativos. Ha terminado, de distintas maneras, abandonando su responsabilidad y entregndolos al sector privado. As, la propiedad de los bosques que hoy son posibles de manejar es casi exclusiva-mente privada. Estos bosques estn siendo destruidos y sustituidos por diversas actividades antropognicas, muchas de las cuales se rea-lizan en forma casi secreta y solapada. Una actividad forestal como la del proyecto Cascada Chile en la X Regin del pas, dirigida con un objetivo claro y por una empresa que seala por escrito una serie de compromisos para estimular y, en alguna medida, exigir- a los propietarios la aplicacin de mtodos de silvicultura en los bosques abastecedores de la planta; que les ofrece producirles plantas para enriquecer algunos bosques intervenidos, y tambin capacitacin para los propietarios y trabajadores forestales, constituye una situa-cin evidentemente mejor que la que tenemos hasta ahora.

    AyD

    / V

    OL.

    XV

    / N

    3 :

    18-2

    2

    4 Al respecto, Cfr: Moya (1992), Schmidt (1992), Jiles (1992), Nez (1992), Armesto y Smith-Ramrez (1994), Weber (1995), Franklin y Armesto (1996).

  • 104 VOL. XX / N 2 / 2004EDICIN ANIVERSARIO 105VOL. XX / N 2 / 2004 EDICIN ANIVERSARIO

    Informacin y desinformacin en el debate pblico sobre la Ley del Bosque Nativo Michael Nelson

    El autor denuncia el escaso aporte a la informacin que han realiza-do los actores principales del debate sobre la Ley de Bosque Nativo (gobierno, industria y ecologistas), favoreciendo las interpretacio-nes interesadas del documento que ha sido enviado al Congreso. Esto conduce a una gran confusin; no hay certeza frente al re-torno econmico que puede obtenerse a travs de la explotacin sustentable del bosque, lo que impide establecer los principios de un debate, que al mismo tiempo los ecologistas rechazan de plano, pretendiendo establecer una veda al bosque nativo por 10 aos. Es urgente entonces, la realizacin de evaluacin seria.

    AyD

    / VO

    L. VIII / N

    3 : 32-34

    la CORMA era sentarse a conversar para definir qu superficie de bosques de preservacin requera y cunto estaba dispuesto a invertir en ello el pas. Una vez definido esto, tomar el compromiso de dejar libertad a la iniciativa privada en los denominados bosques de produccin5.

    Esta iniciativa de la CORMA pas en buena medida de largo, porque las ONGs ambientalistas y otros grupos acadmicos preocupados de la conservacin no tenan ni el enfoque pragmtico necesario ni la base de informacin tcnica que permitiera negociar de igual a igual. En general, el punto de tope de esta propuesta para los sectores ambientalistas incluidos profesionales forestales que abogan por el manejo sustentable de los bosques nativos chilenos (Lara 1996) fue la resistencia a aceptar el principio de no restriccin a la operacin del mercado en los bosques de produccin.

    El ao 1995 finaliz con un duro enfrentamiento de posiciones entre CORMA y los sectores ambientalistas producto de la filtracin al Congreso y a la prensa de un informe crtico sobre el estado presente y las proyecciones futuras del bosque nativo elaborado por la Unidad de Cuentas Ambientales del Banco Central. Este informe presagiaba que, de seguir las tendencias existentes, la superficie de bosques nativos se vera drsticamente reducida hasta casi desaparecer en plazo de pocas dcadas segn el escenario ms desfavorable. Frente a ello, el sector forestal productivo reaccion con firmeza cuestionando la metodologa del informe y la inoportunidad poltica de dar a conocer pblicamente un informe del Banco Central que, a su juicio, era opinable con el consiguiente dao competitivo que ello poda provocar a las exportaciones forestales del pas. La polmica termin con la intervencin del Ministro de Agricultura y con el cierre en la prctica de la Unidad de Cuentas Ambientales.

    SE INICIA UN CAMBIO DE ESCENARIO

    Tras estos resultados del 5 Encuentro, la arena del debate forestal fue cambiando en los aos siguientes

    por al menos tres razones. La primera es que comenz a desarrollarse en el pas una vertiente de ecologa aplicada al manejo de bosques integrando la conservacin de biodiversidad6, la que fue generando informacin y capacidad cientfica en este campo. Un ejemplo muy significativo de esto fue la publicacin del libro Qu futuro tienen nuestros bosques? Hacia una gestin sustentable del centro sur de Chile, del destacado eclogo chileno y colaborador de CIPMA y de Ambiente y Desarrollo Eduardo Fuentes (Fuentes 1994). Este

    visionario e inspirador libro muestra qu le ocurri durante el siglo 19 y comienzos del 20 al bosque nativo mediterrneo que dominaba la zona central y actualmente est casi completamente desaparecido. Pero al mismo tiempo muestra que los bosques nativos del centro sur de Chile estn experimentando desde mediados del siglo 20 un proceso similar al que sufri el bosque mediterrneo con anterioridad. Eduardo Fuentes sugiere un uso del paisaje en mosaicos de uso donde es el conjunto de una macrozona la que cumple distintos objetivos, dentro de los cuales resulta perfectamente posible articular objetivos de produccin forestal, de proteccin de aguas y suelos, y de preservacin de la biodiversidad.

    La segunda razn que va abriendo paso por primera vez a un verdadero cambio de escenario, tambin muy significativa, fue la elaboracin del Catastro y Evaluacin de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile por parte de Conama, cuya primera versin estuvo

    La posicin editorial de Ambiente y Desarrollo

    fue que los mitos y estereotipos cruzados tanto de los grupos

    ambientalistas hacia la industria forestal y como de estos hacia aquellos

    introduca un grave problema adicional a un caso de por s complejo.

    Debates sobre desarrollo sustentable del sector forestal en la ltima dcada / SECCIN ESPECIAL 20aos

    5 Al respecto, Cfr : CIPMA (1995); Raga y Sierralta (1995); en este mismo nmero, el artculo de G. Geisse Manejo forestal sustentable y el mejoramiento continuo y sostenido de la biodiversidad .6 Por ejemplo, Cfr.: Amesto, Papic y Pliscoff. (2002), Simonetti y Acosta (2002).

  • 106 VOL. XX / N 2 / 2004EDICIN ANIVERSARIO 107VOL. XX / N 2 / 2004 EDICIN ANIVERSARIO

    Pablo Villarroel V. / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA

    disponible, aunque con restricciones, a contar de 1997. Este Catastro si bien sus resultados no estuvieron exentos de polmica en un principio era justamente la base de informacin cartogrfica que Michael Nelson consideraba imprescindible en 1992, y ha demostrado ya con creces su utilidad para destrabar la discusin o, al menos, para pasar de un debate de ideas a uno concreto y prctico sobre los bosques en el territorio.

    La tercera razn fue el avance de la idea de la certificacin ambiental en el sector forestal. Ese fue un tema que tambin estuvo presente en las reuniones del Grupo de Trabajo del 5 Encuentro. Con el tiempo, la certificacin ambiental de las actividades productivas forestales fue mostrndose como un importante avance que ha ido dando sus primeros frutos en la actualidad7.

    EL ESCENARIO ACTUAL

    Finalmente, en los ltimos 5 6 aos el escenario ha ido experimentando un cambio mayor. Los nuevos elementos ms relevantes para el largo debate ambiental han sido, por un lado, el desarrollo sistemtico de iniciativas y prcticas de certificacin ambiental forestal; y, por el otro, que se ha ido abriendo paso la concepcin de la cooperacin pblico privada respecto de las demandas sociales de

    produccin y conservacin de los bosques nativos.

    Ya en la segunda mitad de los 90 se fue consolidando en los sectores productivos y en el sector forestal en particular una visn de responsabilidad frente a las demandas ambientales de los pases socios comerciales de Chile. Esto ha llevado al sector forestal a iniciar la certificacin de sus procesos industriales y prcticas silvcolas a travs de las normas ISO 14.000 y, ms recientemente, a la iniciativa de

    crear el sello ambiental forestal CERTFOR (Geisse 2004). Estas iniciativas se vieron indirectamente beneficiadas por el fin de las exportaciones de astillas de bosques nativos chilenos a inicios de esta dcada debido a restricciones ambientales en el comercio internacional de este producto.

    El otro componente del nuevo escenario ha sido la creciente preocupacin social interna por la conservacin de la biodiversidad, de la cual los bosques nativos son pieza importante puesto que ellos son el hbitat principal de la mayor parte de la flora y fauna nativas del centro sur de Chile. Esta preocupacin se ha manifestado, por una parte, en el desarrollo de un gran nmero de reas protegidas privadas a contar de 1990, que en la actualidad se estiman en alrededor de 600, con una cobertura de 1,5 a 2 millones de hectreas (Villarroel 2004). Por otra parte, el Estado a travs de la Comisin Nacional del Medio Ambiente (Conama) ha impulsado la formalizacin de las reas protegidas privadas a travs del Reglamento del Art. 35 de la Ley de Bases del Medio Ambiente y est elaborando una Estrategia Nacional para la Conservacin de la Biodiversidad, tanto a nivel nacional como de las distintas regiones del pas.

    Esta mayor preocupacin social es el reflejo de una tambin mayor valoracin de la biodiversidad como parte del capital natural del pas. Esta mayor valoracin explica, por ejemplo, el desarrollo de una serie de proyectos de conservacin de bosques que ya no provienen de ONGs preocupadas del tema, sino de empresarios ecoinmobiliarios y con otros giros. Esto significa que est emergiendo un nuevo

    En los ltimos 5 6 aos, el escenario ha ido

    experimentando un cambio mayor gracias al desarrollo sistemtico de certificacin

    ambiental forestal y a una creciente conciencia

    de la necesidad de la cooperacin pblico

    privada en la conservacin de los bosques nativos.

    AyD

    / V

    OL.

    XII

    / N

    2 :

    69-7

    9

    La retencin de elementos estructurales del bosque durante su cosecha: Una alternativa de manejo para los bosques nativos chilenos Jerry Franklin y Juan Armesto

    Se propone un sistema silvcola de cosecha con retencin variable que puede ayudar a que el manejo forestal concilie mltiples objetivos ecol-gicos y econmicos asociados con la silvicultura moderna, tales como la mantencin de hbitats para la vida silvestre, la retencin de elementos estructurales del bosque original y el crecimiento de rboles con valor comercial. Este mtodo silvcola es extremadamente flexible y proporcio-na beneficios que no pueden ser obtenidos con los mtodos tradicionales que producen rodales coetneos, con baja diversidad y con rboles de crecimiento rpido. Los principales objetivos del sistema de retencin variable son: 1) proveer botes salvavidas para especies y procesos ecolgicos en el rea cosechada; 2) enriquecer el desarrollo subsecuente del rodal; y 3) mantener un nivel de conectividad entre fragmentos del bosque en un paisaje dominado por rodales de produccin. El sistema de cosecha de retencin variable es particularmente apropiado para el ma-nejo de bosques antiguos, tales como los que hay en muchas zonas del sur de Chile, puesto que permite la retencin de una proporcin significativa del hbitat original por, al menos, un perodo de rotacin.

    7 Al respecto, vase en este mismo nmero el artculo de G. Geisse Manejo forestal sustentable y el mejoramiento continuo y sostenido de la biodiversidad.

  • 106 VOL. XX / N 2 / 2004EDICIN ANIVERSARIO 107VOL. XX / N 2 / 2004 EDICIN ANIVERSARIO

    uso del suelo con valor de mercado y con prestigio social y reconocimiento internacional: la conservacin de la biodiversidad.

    Este nuevo escenario pone al sector forestal en una posicin novedosa, puesto que puede contribuir a l sin comprometer sus objetivos productivos. En efecto, una parte del patrimonio forestal de las empresas chilenas corresponde a bosques nativos que las empresas han declarado no estar interesadas en sustituir ni en poner en produccin. Existe en ello la oportunidad de contribuir con los objetivos sociales de conservacin de biodiversidad por la va de la certificacin, lo que representa a la vez un beneficio al sector productivo y a los objetivos nacionales de conservacin8. AYD

    Referencias bibliogrficas

    Ambiente y Desarrollo (1996) Entrevista a Mary Kalin. Ambiente y Desarrollo 12 (4): 27-29.

    Armesto, J. J. (1999) Impacto potencial del proyecto Cascada Chile sobre los ecosistemas forestales de la X Regin y su diversidad biolgica. Ambiente y Desarrollo 15(3): 13-17.

    Armesto, J. J., C. Papic y P. Pliscoff (2002) Relevancia de las pequeas reas silvestres para la conservacin de la biodiversidad en el bosque nativo. Ambiente y Desarrollo 18 (1): 44-50.

    Armesto, J. J. y C. Smith-Ramrez (1994) Criterios ecolgicos para el manejo del bosque nativo. Ambiente y Desarrollo 10 (3): 64-71.

    Asenjo, A. (1992) El debate pblico en torno al bosque nativo. Ambiente y Desarrollo 8 (1): 7-12.

    CIPMA (1995) Informe Preparatorio Grupo de Trabajo Forestal, 5 Encuentro Cientfico sobre el Medio Ambiente. CIPMA, Santiago.

    CIPMA (1996) Insercin global y medio ambiente. Informes Grupos de Trabajo del 5 Encuentro Cientfico sobre el Medio Ambiente. CIPMA. Santiago. 309 pp.

    Donoso, C. (1999) Los proyectos de manejo de bosque nativo en Chile. Ambiente y Desarrollo 15 (3): 18-22.

    Franklin, J. y J. J. Armesto (1996) La retencin de elementos estructurales del bosque durante su cosecha: una alternativa de manejo para los bosques nativos chilenos. Ambiente y Desarrollo 12 (2): 69-79.

    Fuentes, E. (1994) Qu futuro tienen nuestros bosques? Hacia la gestin sustentable del paisaje del centro y sur de Chile. Ediciones Universidad Catlica de Chile, Santiago. 290 pp.

    Geisse, G. (2004) Manejo forestal sustentable y el mejoramiento continuo y sostenido de la biodiversidad. Ambiente y Desarrollo 20 (2): 97-102

    Jiles, J. (1992) Anlisis econmico: valoracin social vs valoracin privada, dilema clave para una regulacin efectiva del bosque nativo. Ambiente y Desarrollo 8 (3): 27-31.

    Lara, A. (1996) Una propuesta general de silvicultura para Chile. Ambiente y Desarrollo 12 (1): 31-40.

    Moya, J. (1992) Conservacin y produccin, los difciles desafos de la Ley del Bosque Nativo. Ambiente y Desarrollo 8 (3): 14-19.

    Nelson, M. (1992) Informacin y desinformacin en el debate pblico sobre la Ley del Bosque Nativo. Ambiente y Desarrollo 8 (3): 32-34.

    Nez, J. (1992) Bosque nativo, ingreso econmico y cuentas nacionales. El caso de la X Regin Ambiente y Desarrollo 8 (3): 77-81.

    Raga, F. (1991) Ecologa y desinformacin en el sector forestal chileno. Ambiente y Desarrollo 7 (2): 22-26

    Raga, F. y L. Sierralta (1995) Un marco conceptual para una poltica forestal sustentable. Ambiente y Desarrollo 11 (4): 28-35.

    Schmidt, H. (1992) La necesidad de una ley general para el sector forestal. Ambiente y Desarrollo 8 (3): 35-37.

    Simonetti, J. y G. Acosta (2002) Conservando biodiversidad en tierras privadas: el ejemplo de los carnvoros. Ambiente y Desarrollo 13 (1): 51-54.

    Villarroel, P. (2004) Los gestores privados y su papel en la conservacin de la biodiversidad. Ambiente y Desarrollo 20 (1): 65-74.

    Weber, C. (1995) Definicin de estndares internacionales de sustentabilidad forestal. La necesidad de la participacin chilena. Ambiente y Desarrollo 11 (3): 42-46.

    Debates sobre desarrollo sustentable del sector forestal en la ltima dcada / SECCIN ESPECIAL 20aos

    8 Este aspecto es desarrollado con ms detalle en este mismo nmero en el artculo de G. Geisse Manejo forestal sustentable y el mejoramiento continuo y sostenido de la biodiversidad.