1 trabajo final emerson martínez el espacio público asociado a la infraestructura de movilidad
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El modelo Barcelona de espacio público y diseño urbano.
El espacio público asociado a la infraestructura de movilidad
rápida y rodada de Barcelona.
Autor: Emerson Martínez Palacios.
Tutor: Antoni de Padua Remesar Betlloch.
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Facultad de Belles Art
El modelo Barcelona de espacio público y diseño urbano.
El espacio público asociado a la infraestructura de movilidad
rápida y rodada de Barcelona.
Autor:
Emerson Martínez Palacios.
Trabajo final para la obtención del grado de Master Oficial en Diseño Urbano, Arte,
Ciudad, Sociedad.
Tutor:
Dr. Antoni de Padua Remesar Betlloch.
Facultad de Belles Art Universitat de Barcelona
Junio de 2014.
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"Cuando se viaja en pos de un objetivo,
es muy importante prestar atención al Camino.
El Camino es el que nos enseña la mejor forma de llegar
y nos enriquece mientras lo estamos cruzando".
El Peregrino de Compostela
Agradecimientos.
A Dios, quien nos permite hacer y ser.
A mis Padres y hermanos por el continuo amor recibido.
A mi esposa, quien ha llenado mi vida con su amor y me
ha acompañado en esta ruta de hacer ciudad.
A mi hijo Emilio, que con su nacimiento
nos ha traído la mayor felicidad y un nuevo mundo por descubrir.
En agradecimiento especial, Al Dr. Remesar y
El Máster de Diseño Urbano, Arte, Ciudad, Sociedad,
quienes me han hecho concebir el diseño urbano como
un proyecto personal y profesional.
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RESUMEN
El desarrollo de las ciudades está intrínsecamente relacionado con las posibilidades que
tienen éstas de comunicarse mediante las diferentes opciones de movilidad, tanto a nivel
local como regional; éste es el caso de la creación de las autopistas que enlazan vialmente
una ciudad con otra y llegan a generar los diferentes aspectos de comunicación inter urbanos
que inciden sobre los intra urbanos. Barcelona es un ejemplo de ello, y debido a su carácter
histórico de anexiones de las poblaciones adyacentes a ella, se han desarrollado diferentes
planes urbanísticos y proyectos de intervención urbana que muestran la transformación de la
Ciudad desde lo local a lo global, es decir, teniendo en cuenta la necesidad de movilidad
externa como la interna, siendo esta última con diferente escala, forma, función y modo de
transporte urbano. Esto ha creado la necesidad de entender el territorio urbano y su
complejidad en pro de articular el uso del espacio público con la red viaria de la Ciudad y las
diferentes modalidades de movilidad urbana, de manera que se pueda concebir la
infraestructura de movilidad urbana no solo como un elemento de transporte rodado en la
ciudad sino como soporte integrador de funciones urbanas desde y para los ciudadanos,
determinado mediante caracteres de cohesión y continuidad urbana en el espacio público.
Teniendo en cuenta lo anterior, este proyecto final de Máster de diseño urbano, arte, ciudad,
sociedad, estudia la relación entre el espacio público y la infraestructura de movilidad
urbana, tales como las rondas, avenidas y autopistas, plazas y nudos urbanos, desde los
aspectos de la transformación del territorio, las actuaciones urbanísticas y el diseño del
espacio público.
Para tal fin se ha establecido una revisión bibliográfica y tres capítulos, los cuales de manera
progresiva estudian la infraestructura de movilidad rápida y rodada de Barcelona, y la
relación del espacio público asociado a ella en el desarrollo de la Ciudad.
En este sentido, se inicia con la definición del marco histórico, en el cual se estudian las
situaciones, y planes urbanísticos que se han desarrollado para la creación de la
infraestructura de movilidad rápida en la ciudad de Barcelona, en donde se empiezan a
generar características y determinantes para la construcción de espacio público aplicado en la
red vial hasta el día de hoy.
El segundo capítulo corresponde a la importancia y el papel que cumplieron y cumplen las
rondas en Barcelona y su modelo de transformación urbana; así mismo la importancia del
espacio público asociado a las mismas en los procesos de desarrollo urbano a nivel de barrio,
local y global.
La tercera parte realiza un estudio de la composición del espacio urbano y la infraestructura
vial mediante la aplicación de la sección urbana como herramienta de entendimiento, análisis
y proyección del espacio público, con lo cual se llega a determinar en una matriz de análisis
formal y los diferentes aspectos funcionales, que inciden en el desarrollo del espacio público
actual, mostrando los diferentes tipos de espacios públicos asociados a la red de movilidad
urbana. Finalmente se concluye con los aspectos más relevantes a tener en cuenta para la
proyección de espacio público, de manera tal que puedan ser material de uso, discusión e
investigación futura.
Palabras clave: Espacio público, Infraestructura vial, Modelo Barcelona, Diseño urbano.
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ABSTRACT
The development of cities is intrinsically related to the possibilities of communicating with
these different mobility options both locally and regionally ; this is the case of the creation of
the highways linking the city with vialmente other and come to generate the different
aspects of inter urban communication , which affect the intra urban . Barcelona is an example
of this , and because of its historic nature of annexations of adjacent to it populations have
developed different urban plans and projects of urban intervention showing the
transformation of the city from the local to the global, ie taking into account the need for
external as internal mobility , the latter with different scale, form, function and mode of
urban transport . This has created the need to understand the urban area and complexity in
favor of joint use of public space to the road network of the city and the different modes of
urban mobility , so conceivable urban mobility infrastructure not only as a transport element
out in the city but as inclusive support urban functions from and to citizens , determined by
characteristics of cohesion and continuity in urban public space.
Given the above, this final wok of the Master urban design, city , society, studies the
relationship between public space and urban infrastructure , such as rounds mobility ,
avenues and highways , squares and urban nodes , from aspects of the transformation of the
territory , the urban development and design of public space.
To this end it has established a literature review and three chapters, which progressively
studying infrastructure quickly and Rolled Barcelona mobility, and the ratio of public space
associated with it in the development of the City.
In this sense , begins with the definition of the historical context in which situations are
studied , and urban plans that have been developed for the creation of rapid mobility
infrastructure in the city of Barcelona , where they begin to generate features and
determinants for the construction of public space in the road network applied to today .
The second chapter corresponds to the importance and role that met and meet the rounds in
Barcelona and its model of urban transformation ; likewise the importance of public space
associated with them in the processes of urban development worldwide, neighborhood and
local .
The third part makes a study of the composition of urban space and road infrastructure
through the use of urban section as a tool for understanding, analysis and projection of
public space , which it is determined in a matrix of formal analysis and different functional
aspects that influence the development of the current public space , showing the different
types of public spaces associated with the network of urban mobility. Finally we conclude
with the most important aspects to consider for projecting public space, so that material can
be used , discussion and future research.
Keywords: Public Space, Road Infrastructure, Model Barcelona, Urban Design.
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ÍNDICE
RESUMEN ............................................................................................................................................ 9
ABSTRACT......................................................................................................................................... 10
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 15
OBJETIVO GENERAL ..................................................................................................................... 16
METODOLOGÍA .............................................................................................................................. 16
1. Marco Histórico: Evolución de la infraestructura viaria y su espacio público según el
planeamiento en Barcelona. ............................................................................................................ 20
1.1. El proyecto de Ensanche Cerdá como inicio de unión de vías interurbanas. ............ 20
- La Gran vía de Les Corts Catalanes. ................................................................................ 22
- La Diagonal ......................................................................................................................... 23
- La Meridiana ....................................................................................................................... 23
- El Paral·lel ............................................................................................................................ 24
1.2. La conexión como necesidad interurbana entre el ensanche de Barcelona y sus
municipios limítrofes. .................................................................................................................... 26
1.3. El plan Jaussely, 1907. ........................................................................................................ 27
1.4. Las Rondas en el Plan de Jaussely. ................................................................................... 28
- La circunvalación de la industria. .................................................................................... 28
- El paseo de ronda. .............................................................................................................. 28
- El Paseo rural ...................................................................................................................... 28
1.5. El Plan de enlaces de 1917. ................................................................................................ 28
1.6. El Camino hacia un territorio de movilidad funcional de Barcelona.......................... 29
1.7. El Plan general de ordenación de Barcelona y su zona de influencia. ........................ 30
1.8. La determinación de una red viaria básica para conexión vial de Barcelona. ........... 32
1.9. Plan director del área metropolitana de Barcelona 1966 – 1968. .................................. 33
1.10. Los cinturones de ronda (Los años 70). ....................................................................... 33
- El primer cinturón de ronda y sus efectos urbanos. ...................................................... 34
- El segundo cinturón de ronda. ......................................................................................... 34
1.11. Plan General metropolitano 1976. ................................................................................ 35
1.12. El PGM y el sistema viario de Barcelona. .................................................................... 36
12
1.13. Del plan general al proyecto urbano. .......................................................................... 37
1.14. Del proyecto urbano a la escala local: el barrio. El nuevo gobierno democrático
1979 – 1986. ...................................................................................................................................... 38
1.15. Plan de vías de 1984 y el espacio público. ................................................................... 40
1.16. Los juegos olímpicos, las rondas y el espacio público. ............................................. 42
1.17. Los cinturones de ronda. ............................................................................................... 45
1.18. Las áreas de nueva centralidad y la terciarización de la ciudad. ............................ 46
1.19. La Barcelona Postolímpica, las rondas y su espacio público. ................................... 48
2. La infraestructura de movilidad urbana y el espacio público. ......................................... 52
2.1. Infrestuctura y movilidad. Los cinturones de Barcelona. ............................................. 53
2.2. El equilibrio entre las diferentes modalidades de movilidad urbana. ........................ 54
2.3. La innovación en el desarrollo del espacio público asociado a las vías de movilidad
rápida y rodada. ............................................................................................................................. 56
2.4. El proyecto urbano viario y la realización de espacio público..................................... 59
2.5. Las rondas, su composición y la continuidad de su espacio público. ......................... 60
2.6. La determinación de la nueva sección. ............................................................................ 61
2.7. El carácter poli funcional de la sección: Del eje vial a la calle urbana......................... 63
2.8. Continuidad urbana dada por el espacio público de la red viaria. ............................. 66
3. El proyecto de espacio público asociado a la red viaria. .................................................... 70
3.1. La función urbana del espacio público de la red viaria. ............................................... 71
- Función urbana de conexión y movilidad: ..................................................................... 71
- Función de formalización y configuración urbana: ....................................................... 71
- Función local de actividades deportivas y culturales: .................................................. 72
3.2. La forma urbana del espacio público de la red viaria. .................................................. 74
3.3. Tipos de formación de la red vial y su espacio público. ............................................... 74
- Sección de espacio público por zanja. .............................................................................. 76
- Sección de espacio público por semizanja. ................................................................... 77
- Sección de espacio público por cubrimiento con loza. .................................................. 78
- Sección de espacio público por túnel. .............................................................................. 79
- Sección de espacio público por superficie....................................................................... 80
13
- Sección de espacio público por voladizo. ....................................................................... 81
- Sección de espacio público mixto ..................................................................................... 82
3.4. Tipos de espacios públicos asociados a la infraestructura vial de movilidad rápida.
83
- Espacio público central continuo. .................................................................................... 83
- Concepción de los nudos urbanos como potencial de espacio público. ..................... 83
- La intersección de vías como plazas urbanas. ................................................................ 85
- Espacio público paralelo y lateral articulado con los barrios. ...................................... 86
CONCLUSIONES ............................................................................................................................. 87
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................. 89
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES ...................................................................................................... 91
15
INTRODUCCIÓN
Las ciudades y el desarrollo de sus grandes infraestructuras de movilidad y por ende de
comunicación vial urbana han sido desde la historia factores importantes que han propiciado
la ruptura urbana generando descohesión y zonas periféricas o apartadas de la ciudad, en
donde se puede llegar a desconocer tanto el espacio público como las mismas interacciones o
efectos que este produce en un determinado territorio.
“A esas líneas con una función prioritariamente metropolitana hay que aplicar también la
visión local: no es indispensable que rompan la integridad de los barrios que atraviesan y más
esforzarse en servir y complementar las redes locales existentes o en fase de realización. Hay
que trazar más calles en el sentido más tradicional del término: calles anchas que unan y no
disgreguen y que asuman el papel global de la ciudad (Bohigas, 1986)”.
La carencia de correlación de los diferentes modos de transporte, y la priorización a las
características puramente funcionales de la movilidad rodada y motorizada han sido los que
propician la reducción del espacio público en la ciudad, no obstante cuando se crea una
nueva perspectiva del espacio público, en donde también se proyecta la movilidad peatonal
y se tiene en cuenta las otras posibilidades de transporte urbano se puede llegar a una
generación de espacios urbanos, no solo equilibrada sino también estructurada a partir de las
diferentes modalidades de movilidad que se determinan en el espacio público.
Muestra de ellos es lo que actualmente podemos reconocer como nuevos paradigmas o
referentes, que en lugar de ser adversos a la construcción de ciudad, corresponden a factores
de cualificación urbana; tal es el ejemplo de las rondas de Barcelona, en las cuales de acuerdo
a su carácter multimodal confluyen diferentes formas de movilidad, equilibrando el
transporte rodado privado y público de velocidad alta y urbana con las posibilidades de
movilidad peatonal, creando nuevas áreas de centralidad en los barrios, que generan nuevas
actividades soportadas en espacios públicos que convocan a la ciudadanía, siendo
compatibles con el entorno tanto de viviendas como de comercio.
Lo anterior se ha determinado gracias a una sucesión de planes, que de acuerdo a su historia
muestran las problemáticas y las situaciones que se dieron en las planificaciones iniciales que
con el tiempo fueron formando las necesidades de espacio público hasta consolidarse y
mostrar hoy aspectos que tuvieron y siguen teniendo la incidencia de la innovación y el
diseño puesto sobre la superficie urbana construyendo conjuntos relacionados de espacio
público e interacciones de cohesión urbana.
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OBJETIVO GENERAL
Recorrer, registrar y ejecutar un marco de análisis, la formación de las rondas y los espacios
públicos asociados a ellas, de acuerdo a su configuración urbanística, funcional y formal,
teniendo en cuenta su ubicación y preexistencia.
METODOLOGÍA
La metodología a utilizar para la realización del presente trabajo final y el logro del objetivo
anterior, se divide en tres fases, las cuales cada una de ellas es congruente con cada uno de
los capítulos de este trabajo y se subdivide así:
Ilustración 1. Gráfico explicativo de la metodología en cada una de las fases y la relación entre ellas. Elaboración propia.
- Marco histórico.
Revisión bibliográfica y cruce de la información recibida de ella.
Para el desarrollo de este capítulo se hará una revisión y lectura Bibliográfica, en
donde se relacionará dicha información desde los puntos de vista de los autores con
mapas, fotografías y esquemas, con el fin de crear un seguimiento de las situaciones
urbanas que han acecido para entender la actualidad del objeto de estudio y sus
características.
- La infraestructura de movilidad urbana y el espacio público.
Revisión bibliográfica y comparación con el recorrido estructurado al eje vial.
Al igual que la primera parte se seguirá con una revisión bibliográfica y comparará
esta información percibida con la observación análoga y en persona de los espacios
públicos correspondientes al objeto de estudio. De esta manera se hará un mayor
entendimiento de la lectura de la bibliografía, pues estará en constante comparación
con lo observado creando una comprensión del contexto de estudio y los diferentes
puntos de vista de los autores. De esta manera se categorizará esta comparación o
cruce de información con el fin de determinar aspectos de síntesis y compilación de lo
observado. Las actividades que soportan esta fase de la metodología son el recorrer a
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pie (previamente planeando la ruta a seguir), registrar con fotografías y diseñar un
posible marco de análisis contextual del objeto de estudio.
- El proyecto de espacio público asociado a la red viaria.
El recorrido estructurado, el registro fotográfico y la realización de la sección urbana
transversal y longitudinal como método de entendimiento y análisis del objeto de estudio.
En esta etapa se reconoce el recorrido a pie del objeto de estudio como un pilar
fundamental en el proceso de reconocimiento del espacio público y sus situaciones
asociativas a la red vial. De la misma manera el registro fotográfico de los lugares
recorridos en función de su entendimiento para su posterior análisis formal y
funcional. Dicho análisis se hará mediante el levantamiento de secciones tanto
transversales como longitudinales del espacio público, en donde se evidenciará el
papel y la relación que este cumple en el desarrollo vial y la movilidad urbana, así
como los elementos urbanos que componen las Rondas. Este estudio se mostrará
vinculado a este capítulo y se mostrará ampliamente en el trabajo de campo.
Ilustración 2. Diagrama correspondiente a las rutas de recorrido a pie de los espacios públicos asociados a la red de movilidad rápida de Barcelona. (Trabajo de campo). Elaboración propia.
En síntesis, se establecerá una relación metodológica entre los diferentes capítulos que
iniciará con una revisión bibliográfica, pasando luego por un recorrido previamente
planeado con respecto a los ejes viales, para finalizar con un marco de análisis a través de la
realización de secciones urbanas del objeto de estudio.
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1. Marco Histórico: Evolución de la infraestructura viaria y su espacio público según
el planeamiento en Barcelona.
La evolución urbana de la Ciudad desde la infraestructura de movilidad y el espacio urbano
asociado a ella, parte desde el siglo XIX, cuando se dio inicio al proceso de transformación de
Barcelona, en los momentos en que fue una ciudad amurallada ubicada en un espacio
demarcado naturalmente por el río Llobregat, las montañas de Collserola, el mar
mediterráneo y el río Besos, en donde también se encuadraba un amplio territorio agrícola y
no construido que colindaba con las poblaciones que se formaron fuera de esta área con
límites naturales. Por esta razón se realizó una serie de planes urbanísticos que conllevaron a
la conexión con dichas poblaciones mediante vías rápidas de movilidad rodada, las cuales
con el tiempo buscan equilibrar las diferentes tipologías de movilidad urbana e
intermunicipal.
1.1. El proyecto de Ensanche Cerdá como inicio de unión de vías interurbanas.
“Las murallas de Barcelona que miran a la parte de tierra y que constituyen el recinto de la Plaza,
serán demolidas” (Florensa 1970).
Ilustración 3. Plànol topogràfic, 1855. Ildefons Cerdà. Plànol dels voltants de la ciutat de Barcelona aixecat per orde del Govern per a la formació del projecte d'eixample, 1855. Arxiu Històric de la Ciutat. (En línea) http://www.anycerda.org/web/arxiu-cerda/fitxa/planol-topografic-1855/404 Consulta el 24 de febrero de 2014.
Con el derribo de las murallas en 1854, y el establecimiento de una nueva posibilidad con la
ingenieril civil, habiendo desaparecido la intervención del ramo militar en el planteamiento
del ensanche, se dio inicio a la elaboración de los aspectos topográficos del nuevo territorio,
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en el que se encarga al ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, don lldefonso Cerdá, .Los
trabajos de levantamiento del plano de los alrededores de la Ciudad de Barcelona,
consignando que el encargo es "en virtud de autorización superior"». Al año siguiente, el
citado ingeniero termina la meritada labor, que presenta en escala de 1: 5000, y complementa
con la publicación de unas «noticias estadísticas.» (Florensa 1970).
Como resultado visible del levantamiento topográfico, se da a conocer todo un territorio
disponible, el cual determina el anteproyecto de Ensanche, concebido por Cerdá para el
concurso de Proyecto de Ensanche convocado por el Ayuntamiento en el año de 1859.
De acuerdo a la caracterización topográfica del llano de Barcelona y la ciudad amurallada, se
da como etapa inicial el “Plan Cerdá”, aprobado en el año 1859 que plantea el Ensanche de
Barcelona hacia este espacio de límites naturales como lo son el río Llobregat, las montañas
de Collserola, el mar mediterráneo y el río Besos.
Ilustración 4. Plano de los alrededores de la ciudad de Barcelona y proyecto de su Reforma y Ensanche. Ildefons Cerdà. Escala original: 1:5.000. Archivo-Biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid. (En línea) http://www.anycerda.org/web/arxiu-cerda/fitxa/plano-de-los-alrededores-de-la-ciudad-de-barcelona-y-proyecto-de-su-reforma-y-ensanche/109 Consulta el 24 de febrero de 2014.
La homogeneidad de la malla vial propuesta por el Ingeniero de caminos Idelfons Cerdá y el
ensanche desde la ciudad antigua, determinaron una nueva relación y comunicación con las
poblaciones adyacentes, lo cual hizo que se generara la necesidad de enlazar la trama
ortogonal con las vías y calles de las poblaciones que rodeaban Barcelona las cuales
correspondían a caminos antiguos y topografías ya establecidas.
Como característica de esta propuesta para una “nueva Barcelona”, se determinan aspectos
de cohesión tanto con la antigua ciudad amurallada como con los pueblos que se
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encontraban en relación topográfica y geográfica con Barcelona, mediante la distinción de
dos vías a 45 grados, con respecto a la ortogonalidad de las demás y una vía diagonal que
intersecta una de las anteriores en sonde se desarrolla una gran plaza, a la que se le da una
importancia relevante al ser el punto en donde converge las vías que visualmente marcan la
diferencia entre la homogeneidad. (Dicho punto convergente es la Plaza de Les Glories). En
términos de Idelfons Cerdá, estas vías trascendentales, son las que generan la conexión o
relación de movilidad con el territorio y poblaciones adyacentes, hasta comunicar a
Barcelona con la Ciudad de Madrid y Francia.
Ilustración 5. Demostración de las “vías trascendentales” que debían permitir la conexión de la Ciudad de Barcelona con su exterior. Ilustración modificada del Ensanche de Cerdá. Elaboración propia.
- La Gran vía de Les Corts Catalanes.
La Gran Vía proyectada por el Ingeniero de caminos Ildefons Cerdà es una avenida
longitudinal de treinta metros de anchura que trascurría de manera “paralela al mar” de
extremo a extremo del Ensanche. De acuerdo a su relevancia para la trama de la ciudad,
Cerdà desarrolló calles de veinte y treinta metros, la Gran Vía por lo tanto, fue una de las
avenidas principales de la ciudad, con un ancho mayor que las demás. De acuerdo a su
trazado se puede pensar que en aquel momento dicha vía se concebía como efecto de
conexión con las poblaciones vecinas en donde de manera posible se hallaba la lógica
funcional de un área metropolitana, aun así sin tener en cuenta las complejas situaciones de
la movilidad que tuvieron que solucionarse durante la segunda mitad del siglo XX. Es así
como La Gran Vía inicia desde el extremo Este del ensanche hasta finalizar en un gran
parque verde situado en los alrededores del río Besòs.
“La Gran Vía y la Diagonal son los dos grandes ejes del ensanche que fueron proyectados
precisamente con la visión integradora metropolitana a que antes se hace referencia. Como
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sabe todo el mundo el Plan Cerdá tiene una doble lectura: el trazado uniforme, igualitario, y
dentro de él, la fragmentación en unidades de barrio, cada una de las cuales se centra en la
parroquia o el edificio público y se articula con los paisajes y con la disposición de las fajas
edificadas. El mismo trazado igualitario ya es un esfuerzo de imagen global más allá de la
pura yuxtaposición de las unidades vecinales. Pero La Gran Vía, La Diagonal y La
Meridiana, al atravesar la red representan todavía un esfuerzo más poderoso que culmina en
la atrevida propuesta de la Plaza de Las Glorias Catalanes, encrucijada central de Barcelona
imaginada por Ildefons Cerdà” (Bohigas, 1986)
- La Diagonal
Ildefons Cerdà generó una línea que rompía con la reticularidad y las características
ortogonales de su Plan de Ensanche. Esta vía más allá de un recurso formal para la “nueva
ciudad”, es el máximo exponente de una de las tres clases de espacio público para circular,
que él mismo había definido: el pasaje, la calle y la vía trascendental, cuya misión era unir
dos núcleos urbanos muy alejados, lo cual explica la determinación diagonal de la misma, su
longitud, y su anchura.
"La anchura de las calles es una de las variables que más directamente influye en la expropiación,
explanación y construcción, al mismo tiempo que en su conservación y entretenimiento, que influye
también y de una manera muy notable, en la actividad de la circulación, en el precio de los solares y
finalmente en la salubridad de las habitaciones, y como todas estas circunstancias suponen
preferencias, privilegios y monopolios artificiales de unas calles en daño de las otras, cuando sean de
desigual anchura, y como por otra parte la misión del facultativo no le autoriza para dispensar aquellos
favores o inferir estos daños; de ahí es que por solo estos hechos, resulta probada la necesidad de que sea
igual la anchura para todas las calles de una ciudad…Sólo deberán tenerla mayor que la que se adopte
para estas vías, los grandes cruceros que, partiendo del centro o de los centros naturales de acción de la
ciudad, se destinen a la gran circulación ordinaria o perfeccionada para el interior de país, pudiendo
tener anchuras desiguales entre sí, según sea su importancia actual y la probable del porvenir
"(Padres, 1983)
- La Meridiana
Su nombre se debe a su ubicación, puesto que su tramo inicial coincide con el meridiano
Dunquerque-Barcelona, De acuerdo al plan de urbanización del Ensanche de Barcelona, se
tuvo en cuenta dos aspectos: el primero las necesidades de vida e higiene de los ciudadanos
que poblarían el Ensanche, el segundo aspecto es el estudio de las condiciones topográficas y
la orientación de las manzanas y edificaciones con respecto al sol. Es por ello, que dos de sus
principales avenidas serían El Paralelo y la Meridiana.
La Meridiana por su parte, al poco tiempo de la aprobación definitiva del Plan de
urbanización del Ensanche, la compañía de Ferrocarril del Norte la utilizaría para el paso de
su línea de ferrocarril a Manresa y Zaragoza. Así en 1863 comenzó a circular el ferrocarril
por la Meridiana. En estos momentos cuando los primeros trenes de la Compañía del Norte
surcaron su trazado, apenas estaba urbanizado su entorno. Los principales caminos que
interrumpía eran la carretera de Ribas en la actual plaza de las Glories, la carretera de
Sagrera a Horta y el camino de Santa Eulalia a Sant Andreu.
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- El Paral·lel
Esta vía fue inaugurada oficialmente el 8 de octubre de 1894. El nombre proviene del hecho
de que su trazado coincide con el de un paralelo terrestre.
Dentro de las cuatro avenidas que se trazaron en el “Pla de Reforma i Eixample de Barcelona”,
estuvo El Paral·lel. Antes de que se trazaran dichas avenidas, el espacio que hoy ocupa la
Avinguda Paral·lel no existía, se trataba de una zona fuera de murallas, compuesta
básicamente por campos de huertos; el motivo residía en que el año 1840 las murallas de
Barcelona todavía se encontraban bajo el régimen castrense y por lo tanto los terrenos
adyacentes estaban supeditados a sus leyes, que resultaban muy claras y estrictas en cuanto a
lo que implicaba la edificación dentro de una zona de influencia militar. Por tal motivo las
únicas construcciones que se podía observar alrededor de las murallas eran pequeñas
barracas con huertas y algún que otro convento que no había respetado esta zona de
influencia (Espinoza, 2011).
En 1861 comienza la proyección en el Parlamento de una ley general de planeamiento, que
desencadenará en la “Ley General para la Reforma, Saneamiento, Ensanche y otras Mejoras
de las Poblaciones” propuesta por el Ministro de Gobernación José Posada Herrera y que fue
rechazada por el Senado.
Desde que, en 1854, se proyectara el Paral·lel sobre plano, hasta su urbanización, pasarán
cuarenta años, durante los cuales recibirá diversos nombres. En 1874, Víctor Balaguer fue
encargado de dar nombre a las calles de la ciudad, y eligió para la avenida el nombre de
Marqués del Duero; este nombre acompañará a la avenida durante 106 años, aunque
popularmente siempre será conocida como Paral·lel.
Casi la totalidad de las calles que componen la malla ortogonal tienen un ancho de 20
metros, componiendo manzanas cuadradas con un chaflán de 20 metros. También presenta
dos calles de 50 metros, siendo estas hoy la Gran vía de Les Corts Catalanes y Calle de
Aragón, así como Urgel, que adquiere un ancho de 30 metros y el paseo San Juan de 50
metros. En general la malla se consolidó como una muy buena solución a los aspectos de
salubridad y movilidad urbana, puesto que fue concebido para el trazado de ferrocarriles y
para evacuación de aguas, resolviendo los problemas de higiene que la ciudad tenía. De esta
manera la propuesta de duplicar el área en un tipo de cruces con chaflán, respondió a una
interpretación de los problemas de tráfico y movilidad generando como solución la
conversión del ferrocarril a un medio de transporte urbano.
Ilustración 6. Ensanche de Barcelona. Plano de los cruces de calles previstos en el Plan Cerdà, 1859. , Museu d'Historia de la Ciutat, Barcelona. (En línea) http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cerda-avantprojecteEixample-1955.jpg consulta el 24 de febrero de 2014.
25
Para ello desarrolló un nuevo diseño de calles, en el cual se determinó el espacio público y
vías segregadas de movilidad rodada, pensando en un futuro motorizado con trazado de
ferrocarriles, definiendo así una nueva anchura de calles inusitada y una sección que
demuestra los espacios de movilidad rodada separadas de los de convivencia social que los
reservaba por las zonas interiores. Una de las características de este espacio público fue la
ubicación de árboles, uno cada ocho metros, siendo estos el plátano de sombra, para poblar
la ciudad después de analizar qué especie sería la más idónea para vivir en la ciudad.
(Bohigas, 1958).
Ilustración 7. Ensanche de Barcelona. Detalle en sección de una calle. Projecto de ensanche de Barcelona conocido como Plan Cerdà. 1859, Museu d'Historia de la Ciutat, Barcelona. (En línea) http://commons.wikimedia.org/wiki/File:CruillesCerda2.jpg consulta el 24 de febrero de 2014.
El enlace del casco antiguo con el Ensanche, estaba constituido por una ronda que conectaba
las nuevas vías con los antiguos caminos, lo cual creó la garantía de que la ciudad antigua se
conectara con “la nueva ciudad”, que entre en los años de 1896 y 1921 serían de manera
sucesiva anexos a Barcelona, generando unos nuevos límites urbanos, los cuales son
reconocible hasta el día de hoy; por esta razón sobre el plano de la ciudad, tal como se
muestra en la ilustración 2, se puede diferenciar tres tipos de áreas las cuales determinan la
ciudad medieval, El ensanche y los pueblos anexionados.
Teniendo en cuenta estas áreas, la Ciudad de Barcelona se define entonces por un nuevo tipo
de área, la cual se compone de tejidos heterogéneos, que según Jausely, “se asemeja a los
dedos de una mano que se extienden desde el Ensanche hasta los límites topográficos”, en
este caso los límites naturales de la Ciudad de Barcelona.
26
1.2. La conexión como necesidad interurbana entre el ensanche de Barcelona y sus
municipios limítrofes.
Ya en el inicio del siglo XX se dieron diferentes necesidades, y específicamente de índole
urbano las cuales conllevaron a que Barcelona cuestionara su conectividad con los
municipios aledaños, lo cual generó que se pensara en una transformación urbana que
permitiera solucionar en la Ciudad la necesidad de vincular y comunicar entre sí los
municipios anexionados al igual que hacer viable la creación de nuevas formas de
urbanización y referencias formales para la neutra trama del ensanche.
Ilustración 8. Proyecto de unificación y reforma de los pueblos del Pla de la ciudad de Barcelona. 1899. Fuente: Instituto Cartográfico de Cataluña. (En línea) http://andreumarfull.wordpress.com/2012/07/25/casassas-sola-morales-font-llop-vilanova-borja-roca-una-aproximacio-al-debat-de-la-planificacio-de-la-metropoli-barcelonina-i-el-paper-atorgat-a-sant-andreu-de-palomar/. Consulta el 28 de febrero de 2014.
Debido a estas necesidades y a las nuevas dimensiones urbanas de la Barcelona agregada, El
Ayuntamiento de Barcelona en 1903 determina que el proyecto de ensanche no acaba de
resolver las uniones del nuevo tejido urbano con los municipios aledaños, por lo que
convocó a un certamen internacional que se denominó “Concurso Internacional sobre
anteproyectos de enlace de la zona de Ensanche de Barcelona y los pueblos agregados entre
sí y con el resto del término municipal de Sarriá y de Horta”, cuyo objeto fue “El estudio y
formación de un anteproyecto de enlaces del antiguo casco urbano de Barcelona con los
pueblos agregados, el de éstos entre sí y además con los ensanches actuales y con los pueblos
de Sarriá y Horta no agrupados, proponiendo las ampliaciones, variaciones, creación de
zonas limítrofes, paseos de ronda o de circunvalación y demás que exija el enlace racional y
lógico de las distintas zonas urbanizadas o urbanizables que integran dicho término
(Florensa, 1970)”. A dicho concurso respondieron solo 5 propuestas, resultando ganadora la
del arquitecto León Jaussely en 1905, el cual se caracterizaba por aspectos policéntricos y por
un patrón de vías estructurado a partir de diagonales y centros de circunvalación.
27
1.3. El plan Jaussely, 1907.
A principios del siglo pasado Barcelona y sus cambiantes límites municipales conseguían
definitivamente la consolidación de su Ensanche, determinado por una serie de líneas y
límites como resultantes tanto de los proceso de anexión como del comportamiento
topográfico.
Ilustración 9. Plano de los tranvías y ferrocarriles. Léon Jaussely. Plano (dentro Proyecto Romulus) ganador del concurso para el Plan de enlaces de Bracelona, 1905. (En línea) http://www.anycerda.org/web/arxiu-cerda/fitxa/planol-dels-tramvies-i-ferrocarrils/363 . Consulta el 28 de febrero de 2014.
El objetivo de la propuesta plan de enlaces del Francés Leon Jaussely fue impulsar la
articulación, el funcionamiento y la comunicación de las partes que componían el conjunto
de poblaciones con Barcelona, logrando completar la “Gran Barcelona” a partir de la
urbanización de los vacíos que quedaban en los puntos de unión entre los municipios y el
Ensanche. Es así como de manera inicial se desarrollaron índices básicos de zonificación y
diferenciación de áreas urbanas dependiendo de su función y las actividades que allí se
desarrollaban, tales como industrial, comercial y residencial.
El Plan de Jaussely no se basó en un conjunto de normativas, sino en una variedad y
dinamismo de trazados viarios con amplios espacios específicos, de grandes parques y
equipamientos públicos, de una gran posibilidad de diferentes tejidos urbanos y de
densidades de edificación que son contrarios al carácter igualitario del Ensanche. Es así como
define un sistema circulatorio jerarquizado con una combinación de vías diagonales centro-
periferia y de rondas urbanas de circunvalación (incluyendo el trazado concreto de la actual
ronda del Mig). Dichas vías no solo tenían la finalidad funcional de conexión, sino también
aspectos formales en las intersecciones dadas entre las vías principales, las cuales son
28
consideradas como espacio cedente para equipamientos, monumentos y unidades
simbólicas o artísticas.
No obstante este proyecto llegó a ser calificado como utópico, ya que su implementación no
solo excedía las posibilidades presupuestarias del Ayuntamiento, sino también modificaba
el trazado ortogonal del Ensanche propuesto por Cerdá debido a sus diagonales.
1.4. Las Rondas en el Plan de Jaussely.
El Objeto del concurso consistía en el enlace de Barcelona con los pueblos limítrofes y el de
estos pueblos entre sí. La solución de este último problema, el de los pueblos entre sí, la
conseguía León Jaussely, de modo principal, mediante el trazado de tres envolventes de la
ciudad (Florensa, 1970):
- La circunvalación de la industria.
Este anillo tenía como propósito integrar el tejido residencial obrero al sistema industrial de
la Ciudad. Dicho anillo ponía en relación una futura área industrial detrás de Monjuic con
las áreas que ya presentaban un carácter industrial como las de Sant Andreu y Sant Martí,
pasando por futuras estaciones ferroviarias, equipamientos relacionados con el trabajo y
escuelas de formación profesional que también formaban parte de la propuesta. Como esta
propuesta incluía además la reorganización de la red ferroviaria, a partir de la construcción
de un anillo ferroviario que permitiera vincular las líneas convergentes en la ciudad y la
realización de un ferrocarril interior eléctrico subterráneo (metro), en los puntos de tangencia
de este anillo con el de ronda se creaban las estaciones (Alcalá, 2004).
- El paseo de ronda.
Fue consolidado con el carácter de paseo jardín (Florensa, 1970), y enlazaba entre sí los
distintos pueblos de anexión a Barcelona.
- El Paseo rural
Su trazado coincide, en su casi totalidad, con la carretera de Cornellá a Fogás de Tordera,
vulgarmente conocida por carretera de Esplugas y por carretera de Horta, urbanizada con
mayor amplitud al transformarla en paseo. Fue pensado como un eje que ligaría los espacios
verdes naturales con nuevas áreas residenciales tipo ciudad jardín. Este constituirá el primer
antecedente de la traza de la actual Ronda del Dalt.
1.5. El Plan de enlaces de 1917.
El proyecto Jaussely no quedó definitivamente olvidado. Poco después de que La Ilustració
Catalana lo sacara a luz, un nuevo Ayuntamiento, bajo la inspiración de los arquitectos -
concejales señor Busquets y señor Vega y March, dispuso que se reemprendiera el “estudio
del acondicionamiento urbano de Barcelona”, de acuerdo en lo posible con los trazados
contenidos en el proyecto Jaussely y las urbanizaciones aprobadas hasta aquella fecha.
(Florensa, 1970).
En el año de 1917 se consolida el “Plan de enlaces”, de los arquitectos Fernando Romeu,
Ezequiel Porcel y P. Falques el cual tuvo en cuenta los principales ejes viales que fueron
propuestos por Jaussely, e incluyeron el establecimiento de tres categorías de vías: las
construidas, las aprobadas no construidas y las que se encuentran en vías de estudio.
29
Ilustración 10. Plan de enlaces de 1917. Fernando Romeu, Ezequiel Porcel y P. Falques. 1917. Fuente: La formación de la urbanística metropolitana de Barcelona. De TORRES y CAPELL, 1999. (En línea) http://andreumarfull.wordpress.com/2012/07/25/casassas-sola-morales-font-llop-vilanova-borja-roca-una-aproximacio-al-debat-de-la-planificacio-de-la-metropoli-barcelonina-i-el-paper-atorgat-a-sant-andreu-de-palomar/ .Consulta el 28 de febrero de 2014.
1.6. El Camino hacia un territorio de movilidad funcional de Barcelona.
Ilustración 11. División del plano de la ciudad de Barcelona..Vicenç Martorell Portas. División del plano de la ciudad de Barcelona. Servicio Municipal, 1930-1940. (Reproducción de la serie Plano magistral, Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona). Tomado de http://www.anycerda.org/web/es/arxiu-cerda/fitxa/divisio-del-planol-de-la-ciutat-de-barcelona/461 el 28 de febrero de 2014.
30
Hacia los años 1920 y 1924 y siguiendo este proceso urbanístico de la ciudad, se realizó el
levantamiento topográfico de Barcelona y extensiones por parte de la Brigada Topográfica de
Ingenieros, a cargo de Vicente Martorrel Portas, quien en 1925, inicia la dirección de la
oficina del plano de la ciudad creada por parte del ayuntamiento. Sumado a esta tarea se le
confió la coordinación de varios servicios, entre ellos, el de la Edificación Particular y el de
Extensión y Reforma. Y por último, se le designó jefe de la Agrupación de Urbanismo y
Valoración, en cuyo cargo alcanzó la jubilación en 1949. (Florensa, 1970).
1.7. El Plan general de ordenación de Barcelona y su zona de influencia.
Al finalizar la guerra civil, y con mayor actividad a mediados del siglo, se fue consolidando
en España la emigración del campo hacia la ciudad industrial, caso que se dio entre
Barcelona y su comarca, lo cual hizo que el crecimiento demográfico pasara a más de un
millón de habitantes. Es así como la ciudad de Barcelona empieza a agotar el término
municipal y se hace necesario una planificación en conjunto a con sus comarcas vecinas,
pensando en nuevos territorios habitables y de referencia, que abarquen varios municipios
mediante un órgano gestor. Así fue como se elaboró el "Plan Comarcal de Ordenación Urbana de
Barcelona”, que se aprobó en 1953, creándose la Comisión de Urbanismo de Barcelona, con la
Gerencia como órgano ejecutivo. (Florensa, 1970).
Dicho plan realiza la extensión hacia 27 municipios, y el espacio del territorio comprendido
por sus límites naturales es ahora como visto como un espacio de relación e interacción con
las demás poblaciones, por lo tanto los sistemas de comunicación y vías adquieren una
relevante importancia.
Ilustración 12. Plano de Accesos a Barcelona por carretera. Soteras i Mauri, Josep. "El Plan de ordenación de Barcelona y su zona de influencia en la Exposición del Día del Urbanismo." Cuadernos de arquitectura [en línia], 1950,, Núm. 14 , p5. (En línea.) http://www.raco.cat/index.php/CuadernosArquitectura/article/view/107186. Consulta el 1 de marzo de 2014.
31
El plan comarcal establece una propuesta de vías de diferente categoría y orden, y es allí
donde se da inicio a determinarlas como “cinturones de ronda” (Florensa, 1970). Dichas vías
abren la posibilidad de rodeo de la Ciudad así como del desvío del centro urbano y su
trazado se realiza para denotar un límite al proceso expansivo del área central urbana.
Ilustración 13. Zonas del Plan de Ordenación de Barcelona (aprobado en 3 de diciembre de 1953). Institut Cartogràfic de Catalunya. (En línea) http: //cartotecadigital. icc.cat/cdm/singleitem /collection/catalunya /id/2935/rec/1. Consulta el 28 de febrero de 2014.
Las aportaciones urbanísticas de alcance del plan son las siguientes:
- Un modelo de ciudad jerarquizada para el desarrollo de núcleos independientes,
manteniendo su carácter propio. Se propone un crecimiento urbano de forma
“nuclear” basado en las teorías organicistas.
- Una política de descentralización. En el plan existe una preocupación por vincular el
ambiente urbano con la naturaleza frente a la congestión de las grandes
concentraciones urbanas.
- La protección del paisaje, el patrimonio y sistematización de los espacios libres con
carácter vinculante.
32
Ilustración 14. Plan de Ordenación de Barcelona y su Zona de Influencia de 1953. Secciones tipo de las principales vías de acceso a Barcelona. Fuente: Artículo COAC: “El Plan de Ordenación de Barcelona y su zona de influencia en la Exposición del Día del Urbanismo Autor: José Soteras Mauri.
1.8. La determinación de una red viaria básica para conexión vial de Barcelona.
Durante la vigencia del Plan comarcal de 1953 se motivó y suscitó la estructuración de la
Red Arterial de la Comarca por parte del Ministerio de Obras Públicas. El retraso en el
estudio de esta red de accesos y cinturones de ronda originó la revisión de varios planes
parciales, pero a raíz de su aprobación técnica pudieron hacerse en los planes parciales las
reservas de suelo necesarias para el paso de las grandes carreteras, lo que fue de
extraordinaria importancia porque, unos años más transcurridos sin preservar este suelo y lo
costoso de las expropiaciones hubiera hecho punto menos que prohibitivo el establecimiento
de una red arterial de las características que Barcelona y su comarca requerían. (Florensa,
1970).
La Red Arterial de Barcelona fue elaborada siguiendo los trazados principales de León
Jaussely, en el Plan de Enlaces. Hacia el año de 1963, teniendo en cuenta únicamente un
carácter funcional, se definen las vías para la ciudad de Barcelona, las cuáles serán de índole
especializada y estarán fuera del área metropolitana de la ciudad. Estas vías se determinan
en diferentes tipos tales como autopistas, túneles y los cinturones de ronda. A las vías -
autopistas que comunican Barcelona con las poblaciones limítrofes, se le adicionan tres
cinturones del lado de la montaña que se unen y cierran con una ronda en el litoral y tres
vías t que unen dichas rondas y la ciudad en dirección a mar y Collserolla, logrando así la
conexión mar montaña. Una de las características más importantes de estas autopistas es su
conexión directa al sistema de grandes arterias viales de la ciudad, haciendo de ellas ejes de
acceso rápido y de paso a través de la ciudad.
33
1.9. Plan director del área metropolitana de Barcelona 1966 – 1968.
Transcurridos diez años después de la aprobación del Plan Comarcal de 1953, se suscitó un
proceso de concentración demográfica e industrial, el cual fue totalmente inesperado de
acuerdo a la previsión de crecimiento demográfico sobre las cuales se había elaborado. Por
esta razón la Comisión de Urbanismo decidió dar inicio al estudio y reconsideración de
dicho Plan Comarcal. En 1964 se creó un la Comisión técnica para la revisión del Plan
Comarcal, el cual obtuvo la autorización oficial para proceder a la revisión anticipada, ya que
aún no se cumplían los quince años que la Ley del Suelo otorgaba de vigencia a los planes.
Luego de iniciar los trabajos de revisión, la Comisión de Urbanismo de Barcelona
proporcionó en 1965 una declaración de principios y objetivos y en 1966 quedó ultimado el
trabajo, con el nombre de Plan Director del Área Metropolitana de Barcelona, sin embargo su
aprobación se dio hasta el 24 de julio de 1968 por el Subsecretario del ministerio de vivienda.
Este plan reconoce el estado de la urbanización y de la relación funcional entre los núcleos
urbanos diferentes a los que se habían previamente definido; así mismo prevé la
descongestión de Barcelona con el “Estudio de descongestión de la comarca de Barcelona”
(Florensa, 1970) a través de la relocalización de sectores industriales y de la localización de
dos centros de crecimiento. Con respecto al sistema viario, el Plan director del área
metropolitana de Barcelona, incorpora la red arterial definida como “plan de infraestructuras
metropolitanas”.
1.10. Los cinturones de ronda (Los años 70).
Desde 1960 estaba pendiente la creación de un anillo periférico viario que generara las
posibilidades de la movilidad rodada de una manera envolvente. En el Plan general
metropolitano se dio el inicio de la proyección de la infraestructura vial la cual llegó a
generar opiniones diferentes debido a los trazados de vías dispuestos que hacían que los
barrios tuvieran una alta posibilidad de desconexión y por lo tanto de segregación urbana,
situación podían llegar a degradar irreversiblemente los tejidos urbanos por los que fuesen a
Ilustración 15. Plan director del área metropolitana de Barcelona. 1966. Fuente: Historia del Urbanismo en Barcelona. Del plan Cerdá al Área Metropolitana. Comisión de Urbanismo y Servicios comunes de Barcelona y otros Municipios. Barcelona: Editorial labor, S.A., 1970.
34
pasar, por lo cual se creó la necesidad de controlar de manera urbana estas vías con el fin de
que se puedan consolidar como un elemento que aporte a la cohesión urbana .
Ya finalizados los ejes viarios de acceso al centro de la ciudad, se inicia la proyección de la
realización de los cinturones de ronda. Barcelona empieza con la construcción del primer y
segundo cinturón, y de la construcción del túnel de la Rovira, que permitía la unión de los
dos en el área urbana.
- El primer cinturón de ronda y sus efectos urbanos.
“….Pero en el otro extremo de la misma trinchera están los «vialistas», Que son unos
enemigos más encubiertos, porque pretenden resolver los problemas urbanos sin negar la
ciudad, pero desconociendo – o menospreciando- el intríngulis real de su estructura. En los
últimos años hemos visto crucificar muchos barrios de nuestras ciudades con el trazado de vías
especializadas en las que solo cuentan las exigencias de tránsito rodado, según criterios que
proceden de las carreteras y autopistas y no del análisis de las estructuras sociales reales,
físicas y sociales de los barrios afectados. Es decir, aunque sea desde el otro flanco, se trata de
manipular los mismos criterios de «desurbanización»….” (Bohigas, 1986).
La proyección del “paseo de ronda” realizada por Jaussely, en comparación con el primer
cinturón, sigue sustancialmente el mismo trazado con las determinantes de una vía rápida
que en algunos sectores posee una sección más urbana. Su realización creó conflictos de
índole urbana, pues en los lugares en donde existían suelos urbanos disponibles se
encontraban barrios, por lo que dada la urgencia funcional de esta vía, causó no solo la
desconexión de estos barrios, sino también la primacía de la conectividad vial por encima de
la trama urbana existente. Lo anterior indicó una falta de coherente inserción del plan al
proyecto urbano, pues no tuvo en cuenta la realidad urbana sobre la cual se estaba actuando.
Aun así, actualmente el primer cinturón de ronda posee en algunos de sus tramos, vías con
caracterización urbana y diferentes secciones, causa que llegó a ser reivindicación por parte
de los vecinos.
- El segundo cinturón de ronda.
“– Las nuevas murallas –, como las llamó Josep Martorell que han desvirtuado una importante
imagen topográfica de Barcelona, han destruido una tipología residencial amable e inteligente
y han imposibilitado la aglutinación social de diferentes barrios”(Bohigas, 1986).
Tanto en el primer como en el segundo cinturón de ronda, los procesos de expropiación, los
derribos de las construcciones existentes y la imposición de soluciones técnicas y su coacción
urbana, afectaron de manera negativa en algunos sectores de los barrios el tejido urbano pre
existente, lo cual promovió el surgimiento de procesos de reivindicación social y vecinal, que
llegaron a detener en ocasiones la construcción de dichos proyectos viales. Esta situación
afectó la construcción del segundo cinturón llamado la Ronda del Litoral.
La fuerza del desarrollo que preponderaba a finales de los años 60 y principios de los años 70
logró la construcción de algunos tramos de la Ronda del Litoral, sin concretar la formación
del proyecto completo. El inicio de estas intervenciones se realizó en los lugares menos
favorecidos en donde los barrios denotaban gran necesidad de un apropiado enlace con la
35
ciudad. Dichos sectores contaban con una menor capacidad económica que la necesaria para
poder contrarrestar de manera legal y judicial las decisiones técnicas que afectaban de forma
negativa sus bienes e intereses. No obstante la fortaleza de las reacciones sociales y
movimientos vecinales que surgieron como resultado de las intervenciones urbanas,
acabaron con paralizar dicha construcción.
Ilustración 16. Plan de La Ribera 1971. (En línea): http://lub.upc.edu/web/arxiu_LUB/a_p_ribera.html#. Consulta el 18 de abril de 2014
En este contexto, se dio el Plan de la Ribera, una propuesta por la que sus promotores
privados ofrecían la financiación del Cinturón del Litoral a cambio de construir un barrio
residencial de alta calidad. En el proyecto, el barrio se ordenaba paralelo a la línea de costa y
el Cinturón se trazaba por detrás de éste, asegurando la accesibilidad rápida al barrio pero
sin interferir en su relación con el mar. La ciudad existente en cambio, y el barrio que
históricamente tuvo vedada su accesibilidad al mar por la presencia del ferrocarril, seguirían postergados detrás de la autopista. Esta propuesta fue abortada como resultado de
una fuerte movilización de la ciudadanía (De Solà – Morales, 1974).
1.11. Plan General metropolitano 1976.
En 1974 se establece la Corporación Metropolitana de Barcelona, y se encarga de la
elaboración del PGM, Plan general metropolitano que se estructura desde 1974 hasta el 1976,
año en el que se aprueba con modificaciones sobre el mismo; gracias a la gestión de los
técnicos y la debilidad de la administración local de corte franquista, constituyó el plan de
ordenación urbanística de Barcelona y los 26 municipios que componían el ámbito de la
corporación metropolitana de Barcelona, el cual determinó varios hechos positivos para la
ciudad tales como las reservas del suelo para espacio público y equipamientos urbanos, el
equilibrio de usos del suelo, criterios urbanísticos de uso y forma con el fin de sustituir el
zoning, posibilitando la coordinación territorial de mayor escala, y creando la relación centro
– periferia en el ámbito metropolitano (Borja, 1995). El plan general metropolitano al ser redactado y estructurado bajo los instrumentos y
métodos de un plan, produjo una directriz hacia la realización de soluciones urbanísticas
concretas (Bohigas, 1986), (no obstante la caracterización técnica y detallada de dichas
directrices fueron dispuestas de manera genérica), por lo que el PGM se puede concebir
como una aproximación a proyecto, teniendo en cuenta que dichas soluciones se basan en
actuaciones proyectuales y obras que construyen la ciudad. Ilustración 17. El Plan General Metropolitano de Ordenación Urbana de la Entidad Municipal Metropolitana de Barcelona, aprobado en 1976. (En línea) http://urbannetworks.blogspot.com/2012/05/los-grandes-eventos-como-catalizadores.html. Consulta el 18 de abril de 2014.
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Por lo tanto el plan general metropolitano se consolida en la ejecución del proyecto, pues este
no debe verse solo como ordenanzas o factores cuantitativos legales, o como un control de
aplicación a las licencias urbanísticas de planificación, sino también desde el punto de vista
proyectual para ser promovido y aplicado a corto plazo, teniendo en cuenta que la ciudad se
consolida a través de él y no solo de controles o planes.
Una de las realizaciones más importantes de este plan es la estructuración del suelo y
organización del territorio, desde dos nociones importantes, las zonas y los sistemas. Las
zonas son definidas como aquellas que tienen sobre el suelo propiedad privada y los
sistemas, son correspondientes a un interés colectivo, ya sean de propiedad privada o
pública. El concepto de los sistemas en el plan general metropolitano han sido los que han
conformado el instrumento para la realización de planes subsiguientes.
1.12. El PGM y el sistema viario de Barcelona.
Ilustración 18. Sistema Viario Básico. Plan general metropolitano de 1976. (En línea): http://blogs.lavanguardia.com/postbarcelona-shu/tag/barcelona-regional. Consulta el 18 de abril de 2014.
El sistema viario básico es determinado por el enlace del sistema de vías urbanas de
Barcelona con el resto del área metropolitana mediante la continuidad de algunas vías y la
creación de tres cinturones interiores y uno litoral. El fin de este plan fue la creación de una
comunicación básica entre los diferentes centros que componen el área metropolitana.
Este plan general establece tres tipos de vías: autopistas urbanas, distribuidores básicos,
arterias urbanas, vías cívicas y vías de la red local. Los dos primeros tipos de vías conforman
lo que es denominado la red básica primaria, las arterias urbanas forman la red básica
secundaria y las cívicas y de red local, forman la red viaria básica cívica. El hecho de realizar
una división de vías en 1976, hizo que se consolidaran de manera sintética y concreta tanto la
definición como las diferentes funciones que cada grupo de vías debía de cumplir; y por
ende el inicio de una formulación de los aspectos formales que demostraran la diferenciación
de la categorización de la red vial de Barcelona.
37
1.13. Del plan general al proyecto urbano.
Tal como lo dice Oriol Bohigas (1985), “la ciudad se controla con los proyectos y las obras”
(Borja, 1995), y se reconstruye y consolida con proyectos, por lo que al PGM se reconoce
como un elemento flexible que paso a paso en su posibilidad de aplicación, se va
convirtiendo en una serie de decisiones puntuales y proyectuales en la ciudad.
De esta manera se pasa entonces a la intervención proyectual en la ciudad, en donde actúa la
escala intermedia y se empiezan a consolidar proyectos en el plan realizando ajustes o
verificaciones para cada lugar que dan lugar a actuaciones urbanísticas, sin que se deje de
lado el conjunto urbano de la ciudad.
Esta forma de proceder es un común para las intervenciones de recalificación urbana, y en
ella se dan tres tipos de escalas de trabajo, según Joan Busquets (1994): las de escala de
rehabilitación urbana, las cuales actúan a nivel local y generan un fuerte impacto en los
entornos urbanos inmediatos, las de escala de reestructuración urbana que tendrán un fuerte
impacto en la estructura urbana general y será la que determine el carácter de un nuevo
modelo funcional de ciudad y por último otras claves estructurales de la forma urbana, que
retroalimentan las posibilidades locales de Barcelona con las globales, teniendo en cuenta su
incidencia de manera global.
“…dos maneras de entender la ciudad: entenderla como un gran sistema coherente y racional, en el
cual domina una especie de metafísica de la totalidad o entenderla desde la pieza relativamente
autónoma del barrio, del barrio, del sector de estructura física consolidada, de las formas urbanas que
han de posibilitar primordialmente la mejora de las condiciones de vida del usuario más inmediato.
Como un todo metafísico o como la suma de varias realidades sectoriales.”(Bohigas 1986).
Estos proyectos urbanos tuvieron su inicio en el periodo comprendido entre 1979 y 1982, lo
que propició un renacimiento de la ciudad como espacio y proyecto colectivo que se
manifestó en el encuentro ciudadano, creando un ambiente favorable y logrando las
primeras obras de mejoramiento de los espacios públicos, los parques y jardines,
instalaciones de equipamientos públicos en la mayoría de municipios.
Este fue un proceso de intervenciones de carácter público con miras a una mejora progresiva
de la ciudad mediante actuaciones puntuales repartidas por la ciudad; el centro de atención
se colocó en los barrios los cuales tuvieron mayores deficiencias. Las actuaciones urbanísticas
que allí se dieron fueron encaminadas a la construcción de nuevas plazas y parques de
barrio, Centros Cívicos, y otros equipamientos de ámbito local, En estos años se realizaron
una serie de acciones concretas enmarcadas en el objetivo general, expresado por el
arquitecto Oriol Bohigas (Borja, 1995), entonces responsable del urbanismo municipal, el cual
puede resumirse en tres grandes puntos o consideraciones a tener en cuenta para las
intervenciones y actuaciones urbanísticas:
- La realización de intervenciones puntuales o acupuntura urbana.
- Sanear el centro y monumentalizar la periferia.
- Proyectar y generar la pacificación del tránsito rodado.
38
1.14. Del proyecto urbano a la escala local: el barrio. El nuevo gobierno
democrático 1979 – 1986.
De acuerdo a la estructura general contenida en el PGM, este adquiere características y
actuaciones particulares y específicas a través de diversos instrumentos, principalmente el
Plan Especial de Reforma Interior (PERI), el cual está desarrollado previamente en la
legislación urbanística, y se especifica en los ámbitos de barrios o zonas urbanas detalladas
de la ciudad, y tienen como objetivo la adecuación de las propuestas urbanísticas del PGM y
la caracterización específica de cada uno de los barrios o sectores a intervenir, teniendo en
cuenta los objetivos locales que no habían sido contemplados en el PGM.
Debido a la caracterización del PERI permite que la población en general esté más cerca de
las acciones de planeación y desarrollo urbano a nivel de barrio, ya que se hace más
perceptible y pragmático para los ciudadanos la visualización de las transformaciones y
mejoras que se realizan en cada uno de los sectores de la ciudad; por esta razón es que el
Plan especial de Reforma Interior se considera como una actuación proyectual local, a nivel
de barrio, en donde se consolida una visión de ciudad desde el punto de vista del mismo
barrio.
Estas actuaciones corresponden a la necesidad de generar respuestas localizadas en
diferentes puntos de la ciudad, con soluciones a las demandas que la población realizaba al
nuevo gobierno democrático, el cual debía dar a conocer su carácter en la proyección y
solución, en este caso urbanística de la ciudad. Por ello este fue un período de intervenciones
urbanísticas atomizadas, y debido a esto hace resaltar la importancia de “el proyecto” sobre
“el plan”, mostrando que únicamente desde la intervención del fragmento es posible
intervenir con eficacia en la ciudad, dado que es ilusorio pretender el control global al que
aspiraban los planes urbanísticos (Borja, 1995).
No obstante con ello no se determina a que el plan no tenga importancia sobre la realización
de los proyectos, por el contrario ambos se relacionan de manera intrínseca en donde el
proyecto toma del plan los parámetros básicos y los interpreta en un nuevo entorno o
contexto, en donde va a ser aplicado, a nivel político y urbano.
Ilustración 19. Fotografía de La Ronda del General Mitre, que muestra un tramo de vía con una sección que divide el barrio. Fuente: Fotografía de archivo personal 2013.
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Una de las grandes intervenciones urbanas propuestas desde el PGM fue la realización de
nuevas vías y cinturones de ronda que fragmentaban los barrios y dividían la ciudad en
sectores que de acuerdo al trazado de vías creaban desconexión y aislamiento de barrios, lo
cual debía solucionarse desde el punto de vista local, es decir desde el barrio, lo que llevó a
que las autopistas con función metropolitana, tuvieran que verse desde la óptica local, en
donde se buscó que no se rompiera la integridad de los barrios, por el contrario si la
complementación de las redes locales existentes, logrando que el trazado de vías, uniera a la
ciudad y no la “descohesionara”.
Según Bohigas, para la realización de estos instrumentos de control urbano y de las
intervenciones detalladas y puntuales se mantuvieron siete criterios los cuales estructuran
cada uno de los proyectos (Bohigas, 1986):
1. Carácter de proyecto de los Planes, lo cual se refiere a el compromiso de
intervenciones formales y funcionales a corto y mediano plazo, eliminando las
posibles realizaciones a largo plazo o que de alguna manera se pueden llegar a
conformar y ser entendidas como utópicas para la ciudadanía. Como resultado de
esto, en los barrios se busca que se vuelva a la dinámica de decisiones coyunturales
propias que, si bien es cierto no solucionan todas las situaciones problemáticas, si
permiten mejoras parciales y frenan la degradación de los barrios.
2. Prioridad para las soluciones de detalle como matriz indispensable para la solución
general, lo que conlleva al entendimiento de los PERI como una síntesis de una serie
de problemas y situaciones determinadas y localizadas que han sido analizados y
concluidos desde una relativa y coherente autonomía, entendiendo lo que es el
ciudadano y su relación con el próximo entorno, lo cual logró unir la gestión pública
de la intervención urbana con las necesidades claras y puntuales de la comunidad.
3. Las actuaciones e intervenciones puntuales fundamentales y de primera necesidad,
las cuales son referidas a la dotación de equipamientos y a la reconsideración del
espacio público como un elemento en cuya calidad puede incorporarse una
rehabilitación y recalificación de todo un sector, incluso en sus elementos privados.
4. Homogenización de la ciudad desde lo cualitativo y cuantitativo, teniendo en cuenta
las bases históricas de la ciudad y la dualidad centro – periferia, el cual de acuerdo a
su coyuntural diferencia, debe poseer un equilibrio de significaciones y usos que se
articulen y den el entendimiento al ciudadano suficiente para hacer uso del espacio
público y su continuidad. Es importante tener en cuenta que tanto la periferia como el
centro, de acuerdo a la idea de la homogenización deben ser calificadas como
habitables.
5. Comprensión de la ciudad como una suma de fragmentos y realidades con una cierta
autonomía y no como un sistema global racional, viendo los problemas a partir de las
necesidades manifiestas del barrio, comprobadas a diario por el usuario, más que a
partir de una visión global de las cuestiones, que no aporta solución a ningún
problema coyuntural ni puntual. Por esto es fundamental la eficaz participación del
ciudadano a través de sus organizaciones, único camino para conocer y analizar la
40
problemática real de las necesidades e incorporarla a un desarrollo general de la
calidad de vida en la ciudad.
6. Eliminación o suavización de los trazados de autopistas de circulación rápida y
segregada, utilizando las afecciones en curso, al objeto de reducir densidades y
alcanzar un trazado urbano que esté dentro de la tradición de la plaza, la calle, el
paseo y el jardín. La razón de este apartado es debido a que los trazados de vías
dispuestos en el PGM hacen que los barrios tengan una alta posibilidad de
desconexión, por lo tanto de segregación urbana, por lo que se crea la necesidad de
“controlar” de manera urbana - local dichas autopistas o vías con el fin de que se
puedan consolidar como un elemento que aporte a la cohesión urbana.
7. Respeto absoluto a los trazados históricos y tendencia a corregir la ausencia de
calidad urbana de la periferia y de los barrios que fueron proyectados según el
urbanismo de los bloques aislados, sin ninguna atención a la forma urbana,
acelerando con ello el retorno a una ciudad formalizada a partir del espacio público
como resultante de la arquitectura.
Estas acciones determinadas por parámetros como los que anteriormente se muestran,
hicieron que se desarrollaran de manera múltiple espacios de índole pública de calidad y de
acuerdo a las necesidades locales o del entorno inmediato, creando nuevas maneras de
concebir y vivir la ciudad desde el individuo hacia la ciudadanía en general, y de la misma
manera se revalorizó el patrimonio histórico de la ciudad antigua, así como del ensanche y
del puerto, con lo que se alcanzó a crear una imagen e identidad de la ciudad de Barcelona
de alto valor y apropiación.
1.15. Plan de vías de 1984 y el espacio público.
Ilustración 20. Plano de vías básicas. Propuesta de red de circulación. Adjuntament de Barcelona, 1984. Fuente: Tesis Doctoral Hacia la asimilación delas vías segregadas en el ámbito urbano. El caso de las rondas del Dalt y del litoral en Barcelona, Laura Inés Alcalá 2004.
41
El plan de Vías determina el inicio de un posible “equilibrio” entre la planificación
metropolitana general y la readecuación de las necesidades urbanas con índices locales.
El seminario de Sarriá de 1984, que da origen a lo que se conoce como el “Pla de Vies” resulta
un espacio de reflexión entre arquitectos e ingenieros que acercan sus posturas disciplinares
en la interpretación de lo que “ha de ser” el proyecto viario y en el que se crea una “base
común” en la interpretación de la ciudad y el territorio donde deberán concretarse las vías
previstas por el Plan General Metropolitano (Alcalá, 2004).
Este Plan parte de la consideración de que el viario no puede ser diseñado de manera
meramente funcional y unidimensional. A estos criterios se incorporan varias
consideraciones formales y del medio ambiente. Se considera que los proyectos viarios deben
reducir el impacto negativo sobre la ciudad y que el tráfico es uno, pero no el fundamental
de los criterios de diseño. La urbanización del viario se debe afrontar además “por su
capacidad reequilibradora y por su fuerza configuradora de la imagen de la ciudad”
(Busquets, 1992).
El sistema viario básico definido por el Plan General Metropolitano de 1976 es reinterpretado
desde el análisis previo de la capacidad de la red viaria de la ciudad. A partir de un estudio
del tránsito en los distintos tejidos se considera que en Barcelona la red viaria tiene un
enorme potencial desaprovechado por la existencia de rupturas y cuellos de botella que
distorsionan el funcionamiento global de esa red. Se detecta por ejemplo un desequilibrio
entre tránsito y urbanización: por exceso del tráfico fundamentalmente en los barrios
centrales de la ciudad con pérdida de calidad residencial e incremento de actividades
terciarias; por defecto o carencia de urbanización: no satisfaciendo una movilidad potencial y
desaprovechando aquella como posible estructura de estos barrios respecto del conjunto.
Se detectan sectores, en comparación, como el del ensanche cuya geometría homogénea
permite el “paso a través”, a diferencia de otros de geometría inconexa que presentan una
distribución de accesos más jerarquizada. Estas consideraciones constituyen el primer paso
para sostener la necesidad de un modelo de intervención diversificado.
El análisis reconoce una importante cantidad de suelo urbano expectante de urbanización.
Urbanización que podría representar una cualificación y recuperación de barrios; contribuir
a la re-equilibrio de la ciudad al reforzar la conexión entre barrios para restar pendularidad
al centro. Esto requiere además el completamiento del servicio de transporte público con una
estructura más diversificada (Alcalá, 2004).
El trazado del Cinturón Litoral y del Segundo Cinturón previstos por el planeamiento, se
asumen como ineludibles, sin embrago se conciben como vías que deberán dar respuesta
simultánea tanto a la relación ciudad área metropolitana, como a la relación Inter- barrios, De
este modo las vías vendrían a:
- Interconectar piezas tangentes incomunicadas (efecto ronda) y sistematizar los ejes de
distribución de escala metropolitana (cinturón como vía especializada).
Es así como la propuesta general planteó cuatro niveles de articulación (Alcalá, 2004):
- La maxi red o red primaria. El cinturón del litoral y el de la montaña actuando como
“rondas distribuidoras” encadenadas a la red secundaria con el fin de favorecer los
42
recorridos medios entre barrios. Con un diseño conjunto que incluyera dos partes,
una vía segregada que permita el tránsito rápido (con la menor incidencia posible en
las áreas de tangencia, su espacio público y espacios privados tales como residencias
y comercio) y una red viaria urbana con capacidad de difusión y distribución de ese
tránsito (con capacidad de configuración urbana).
- La red secundaria de grandes calles: Aumentando sus capacidades como vías locales
con un papel estructural fundamental dentro de la ciudad como ejes de borde en
situaciones asimétricas, como ejes estructuradores y ordenadores de sectores
discontinuos o fragmentados, como eje de equipamientos (paseo o vía con
continuidad propia y referencia del peatón).
- La red local o red interna que conforma el tejido urbano.
- Los espacios peatonales.
El Plan de Vías constituyó un punto de inflexión decisivo para la orientación estructural del
conjunto del proyecto de ciudad. Pero en lo que atañe concretamente a la renovación del
espacio público, este plan introdujo dos ideas que tendrían un profundo impacto. Por un
lado, reivindicó el carácter urbano y cívico de cualquier calle, lo cual implicaba repensar el
sistema de tráfico para permitir la integración de los requerimientos del tráfico en calles
multifuncionales, ambientalmente y formalmente cualificadas. Por otro lado, el Plan de Vías
avanzó la idea que, al igual que existía una red jerarquizada de tráfico, debería pensarse en
una red de espacios públicos de prioridad peatonal, complementaria y articulada con la red
de tráfico.
Por esta razón, al final de los 80, uno de los objetivos explícitos de la política municipal de
espacios públicos fue potenciar esta visión sistémica a través del diseño de recorridos
urbanos. Vincular distintos espacios y hacer legibles estas conexiones era más importante
que el diseño específico de un espacio concreto. Esta concepción condujo a la reurbanización
de muchas de las calles de la ciudad, empezando por ejes urbanos singulares, continuando
por avenidas representativas y terminando por viarios de todo tipo (Marti, 2004).
El Plan proponía identificar distintos tipos de recorridos urbanos dentro de la red general:
recorridos peatonales, ramblas, calles estándares, avenidas principales, vías parque o
autopistas urbanas integradas. Más allá de unos tipos concretos, lo fundamental era la idea
de definir tipologías lineales como herramienta que hace posible percibir desde la
experiencia sensorial del espacio público la existencia de redes y recorridos estructurales de
espacios públicos. Del mismo modo que una sección tipo puede contribuir a la identificación
de un determinado recorrido urbano, el recurso a tipologías lineales puede llevar más lejos la
comprensión de la estructura sistémica, permitiendo al ciudadano tomar conciencia que
estos recorridos urbanos están interconectados y jerarquizados (Marti, 2004).
1.16. Los juegos olímpicos, las rondas y el espacio público.
La nominación en octubre de 1986, de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de
verano de 1992 permite abordar proyectos de mayor escala de intervención que los
realizados hasta ese momento.
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En realidad, los JJ.OO son el catalizador que permitirá políticas urbanísticas más ambiciosas,
siguiendo así un esquema tradicional en Barcelona, mediante el cual grandes operaciones de
transformación urbanística se hacen bajo los impulsos de eventos que, en principio, no tienen
una razón de ser primordialmente urbanística. Considerando, pues, el año 1992 como una
cita para concretar intervenciones urbanísticas, es lógico que los proyectos a ejecutar sean
aquellos que por su escala no eran abordables desde la normalidad del “día a día”, o al
menos no lo eran con la urgencia con que la ciudad los reclamaba (A. Barcelona, 1984).
Ya desde el año de 1982 se había decidido que la Ciudad de Barcelona optaría a la
celebración de los Juegos olímpicos de 1992, incluso se llegó a bocetar las primeras líneas
urbanísticas y de equipamientos a desarrollarse para los juegos olímpicos, por lo que hubo
un espacio de tiempo de diez años para poder determinar el esquema básico urbano que se
quería construir. Este era el momento en el que la ciudad debía plantearse una
transformación de mayor escala, pues haciendo la sumatoria de las intervenciones detalladas
por los barrios de Barcelona, era el preciso tiempo para pasar del ámbito local del barrio al
aspecto global de la ciudad, con la formulación de un proyecto general de transformación de
la misma ciudad y su entorno.
Las actuaciones del gran período transformador 1986 – 1992, fueron precedidas de las actuaciones de
más pequeña escala del periodo anterior 1979 - 1985 y luego siguieron por otras intervenciones desde
1992, las cuales configuran más claramente la nueva escala de la ciudad. Estos tres tipos de
actuaciones deben considerarse como un todo, puesto que es el conjunto el que define el cambio global
de la ciudad (Borja, 1995).
Hacia el año de 1984, Barcelona lanzó su candidatura olímpica con el fin de impulsar la
ciudad hacia un ámbito internacional, y comprometer al sector público en la construcción de
una nueva ciudad que atrajera la inversión foránea como estrategia de financiamiento para la
reconversión económica y urbanística, lo cual fue un gran acierto, pues al crear un esquema
urbano de desarrollo permitió determinar un conjunto de actuaciones urbanísticas
estratégicas, las cuales eran indispensables para la realización de los juegos olímpicos y para
el futuro y la viabilidad de la ciudad, después de los juegos olímpicos.
Al mismo tiempo en que se lanzó la candidatura se redactó un documento el cual describía el
programa de las bases urbanísticas y espaciales para la ciudad que se estructuró desde estos
cinco ejes fundamentales (Borja, 1995):
1. Ubicar las operaciones olímpicas deportivas dentro de la ciudad (en sus cuatro
esquinas) de forma que se sirviera a los objetivos de reforma urbana global y que
fuera una excusa para la construcción del gran anillo periférico viario pendiente de
construcción en la ciudad desde 1960.
2. Utilizar la construcción de la ciudad deportiva, que conllevaba estadio y pabellón
olímpico, para terminar de ordenar y urbanizar la montaña de Montjuic, enclavada
en el centro de la ciudad y prácticamente abandonada en un 60% de su superficie.
3. Aprovechar la construcción de la Villa Olímpica para reformar toda la degradada
zona industrial del siglo XIX que separaba la ciudad del mar; y en consecuencia
recuperar el frente marítimo y las playas de una ciudad costera sin playa.
4. Utilizar las áreas deportivas, la Villa Olímpica y las operaciones de articulación viaria
para lanzar un gran proyecto de Áreas de Nueva Centralidad, dentro del continuo
urbano, buscando un reequilibrio entre el centro y las periferias urbanas.
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5. Inventar acontecimientos culturales suficientes, asociados a la olimpiada, para
provocar la rehabilitación y dignificación de un casco antiguo degradado y marginal
en el centro de la ciudad.
La fuerza política que hizo posible vincular estas actuaciones al compromiso (internacional y nacional)
de los JJ.OO. residía en la coherencia del esquema urbano y en el amplio apoyo social y cultural
ciudadano al conjunto del proyecto. Conviene destacar la dialéctica positiva entre esquema urbano-
apoyo social-liderazgo político. El esquema urbano se basaba en algunas ideas fuertes: la accesibilidad
de la ciudad y la movilidad interna (rondas, túneles, aeropuerto-puerto como base de futura zona
actividades logísticas), las cuatro áreas olímpicas en los vértices del rectángulo de la ciudad,
concebidas como nuevas centralidades y, por lo tanto, bien articuladas con la ciudad central y el eje de
desarrollo del frente de mar (Borja, 1995).
Teniendo como base lo anterior, se determina que la globalidad de la ciudad, no solo es
entonces una sumatoria de unas intervenciones locales, sino las relaciones de estas con una
gestión combinada de actuaciones. Estos aspectos globales de la ciudad, se inician con la
participación de la ciudadanía y se continúa con la actuación urbanística, la cual se lleva a
cabo mediante la capacidad de crear iniciativas públicas, privadas y público-privadas.
“El proyecto olímpico de la ciudad para 1992 ha de ser entendido fundamentalmente como una gran
infraestructura, que ha actuado sobre la red viaria, sobre la red ferroviaria, sobre el puerto y el
aeropuerto, sobre el sistema de alcantarillado, sobre la defensa y regeneración de playas, e incluso sobre
la reestructuración de servicios urbanísticos como la distribución eléctrica y las telecomunicaciones. Y
en la medida en que era un proyecto primordialmente de tipo infraestructural implicó la necesidad de
programación previa, de concertación entre niveles de la Administración, de compromisos explicitados
públicamente.” (Borja, 1995).
Uno de los efectos más importantes y que se consolida como eje proyectual fue la creación de
doce áreas de nueva centralidad, que sirven para la descongestión del centro y para
articulación de una ciudad más equilibrada. Cuatro de estas áreas coinciden con las cuatro
áreas olímpicas, mientras que el resto aprovechan bien la reconstrucción de accesos y
construcción de las vías perimetrales o las rondas.
Ilustración 21. Fotografía del Mall de la Fusta y la ronda del Litoral 2013. Fuente: Fotografía de archivo personal.
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Es así como la infraestructura vial de las rondas son un eje de conexión y enlace de las
nuevas áreas olímpicas de centralidad; de esta manera las intervenciones de movilidad
urbana que se realizaron por esta época no solo se limitaron a la creación de infraestructura
vial funcional sino también, el concepto de ciudad en conjunto, ya que los sectores de
afectación vial se asumían como una articulación entre las vías segregadas, la red local de
movilidad, el nuevo espacio público desarrollado y las nuevas edificaciones.
1.17. Los cinturones de ronda.
Una cosa son las vías urbanas, que forman la red local de calles y plazas, y a las que
consideramos como estructuras complejas, poco favorables a la especialización funcional, y
otra son las vías especializadas de alta capacidad de tráfico, que tienen su razón de ser en la
conexión entre la red local y la regional y que afectan gravemente el tráfico urbano en la
medida en que condicionan las entradas y salidas de la ciudad y la accesibilidad desde la red
regional hasta las áreas centrales. La operación infraestructural del 92, en material viaria,
implica, entre otros proyectos, la construcción de los Cinturones de Ronda, reinterpretando
una parte de la red arterial prevista en el Plan General Metropolitano.
Estas vías habían sido concebidas con unos criterios de diseño hoy ya superados, en los que
solo importaba su capacidad, y se comenzaron a construir a principio de los años 70 como
autopistas urbanas, segregadas y especializadas, sin percatarse de que por su dimensión y
situación podían llegar a degradar irreversiblemente los tejidos urbanos que atravesaran.
Poco tiempo después de iniciada su construcción, los desastres morfológicos y paisajísticos, y
el manifiesto fracaso que experiencias de este tipo habían tenido en otras ciudades europeas,
hicieron que la presión de muchos colectivos y asociaciones de vecinos lograran detener su
construcción. Cuando en 1988 se reemprende la construcción de los cinturones de Barcelona
como una pieza clave para la movilidad de la ciudad y también para la de los propios JJ.OO,
pues sirven de conexión a las cuatro áreas olímpicas, los criterios de diseño han variado
sustancialmente.
Las diferencias principales radican en que los cinturones no deben tener la máxima
capacidad de tráfico posible, sino la capacidad deseable, sobre todo teniendo en cuenta la
capacidad de la red local, y también que en su concepción no deben primar exclusivamente
los parámetros derivados del tráfico de paso, sino que deben ser considerados como vías
colectoras y distribuidoras entre los tráficos regional y local.
Una vía de circunvalación diseñada exclusivamente para obtener la capacidad máxima
puede producir sobre la red local una situación de bloqueo por dificultades de mecanismos
de conexión, actuando como si se tratara do un efecto invernadero. Es decir, la red principal
se puede llegar a cargar de tanto tráfico que, a partir de un nivel y después de un cierto
tiempo, la red local es insuficiente para admitir tanta capacidad, por lo que se produce una
ruptura de continuidad entre las dos redes por tanto, una situación de bloqueo en una de
ellas o en ambas. Por el contrario, la anilla de cinturones que se está construyendo se ha
concebido, en términos metafóricos, para que, actúe como efecto ozono.
Se trata de una anilla con la máxima capacidad que resulta de la interrelación entre la red
regional y la capacidad real de la red local, diseñada para que actúe como protección y
46
garantía de la fluidez del tráfico urbano, a partir de la asunci6n de tres principios previos (A.
Barcelona, 1984):
- Considerar la anilla de cinturones como una estructura de relación entre las redes
regional y local, atendiendo a los niveles de servicio prefijados y a los puntos críticos
de estacionalidad, pero también atendiendo estructuralmente a los diferentes
escenarios urbanos que atraviesa.
- Diversificar al máximo los itinerarios de conexión de la red regional con las áreas
centrales, atendiendo a la capacidad real y compleja de nuestras calles y plazas.
- Imponer a la anilla unas condiciones de diseño que permitan absorber parte de los
tráficos entre barrios o entre centro y periferia, que hoy se realizan exclusivamente
por la red local, a fin de que produzcan un efecto balsámico sobre el tráfico del
Centro.
Desde estas premisas hay que entender los cinturones como vías especializadas de alta
capacidad y velocidad, diseñadas como estructuras complejas, capaces también de absorber
parte de los tráficos locales, así como vertebradores urbanos especialmente en cuatro
aspectos : a través de la construcción de galerías para servicios urbanos; mediante la
ampliación cuantitativamente muy importante del sistema de zonas verdes; como
generadores de servicios de atención al automóvil y de aparcamientos; y como generadores
de nuevos equipamientos y vivienda pública.
1.18. Las áreas de nueva centralidad y la terciarización de la ciudad.
En Barcelona hacia finales de los años ’80, se llegaba a ver un aumento de terciario
cualificado, tales como áreas comerciales, oficina de servicios y comerciales, servicios
especializados para las empresas, consultorios, hoteles, corporaciones, etc., lo cual hizo que
se diera un desequilibrio entre la oferta del suelo terciario y el equipamiento global urbano
de áreas cualificadas, debido a la falta de una política urbana más selectiva con respecto a lo
metropolitano. La transformación del sistema industrial llego a fortalecer en el terciario
funciones de reorganización urbana, puesto que la descentralización de la industria, así
como la nueva ubicación de las empresas en algunos sectores rurales, propició que el
crecimiento del terciario emergente incidiera de una forma centralizada, lo cual contribuyó a
que Barcelona en este periodo se notara como una ciudad “unicentralizada”, creando los
inconvenientes urbanos que redundan desde un solo lugar concebido como centro.
“…si la base de la centralidad había sido la accesibilidad a las grandes infraestructuras viarias y al
transporte, hoy en día se está demostrando más prioritario el acceso a los espacios urbanos cualificados
y a los sistemas de información bien alimentados” (Borja, 1995).
Siendo así, y gracias al proceso de transformación urbana y pensando en la globalidad de la
ciudad, se detectan espacios urbanos que pueden llegar a ser también un lugar central,
siempre y se dé una actividad urbana y social que reclame estos puntos focales. Las áreas de
Nueva Centralidad, que superan la idea monocéntrica de los años ’70 de los centros
direccionales autónomos y vuelven a la tradición anterior de pequeñas áreas urbanas
especializadas, se plantearon bajo una programa único para toda la ciudad, con un cierto
47
grado de especialización funcional cada uno, pero sobre una base común terciaria. Piezas
urbanas sobre las que se buscaba una idea arquitectónica fuerte, que por su imagen y por su
conectividad con el resto de la trama urbana, pudieran establecer una competencia real a la
creciente terciarización del ensanche de Cerdá (Borja, 1995).
“…El hito de los Juegos Olímpicos de 1992 es el mejor estímulo para dar a la ciudad unas buenas
infraestructuras y equipamientos. Nos da la oportunidad de desarrollar unas nuevas áreas centrales
donde ubicar nuevas actividades. De esta forma se puede compensar la polarización experimentada
hasta ahora, a la vez que se sitúa a Barcelona en el nivel de calidad urbana que le corresponde...”
(Pascual Maragall 1986).
La propuesta de áreas de centralidad, durante el proceso de transformación urbanística de
Barcelona, muestran un alto grado de valor urbanístico al hacer explícito un posible proceso
de descentralización de actividades terciarias de la ciudad en doce localizaciones, de las
cuales cuatro son olímpicas, que por su contexto, y las buenas condiciones para su
transformación urbana, reunían las condiciones básicas y plausibles para crearlas. Bajo estas
características generales y comunes, las áreas de intervención que se seleccionaron fueron de
distinta naturaleza, y contenido formal y funcional, por lo que la participación pública y
privada podía adoptar distintas formas de inclusión en los proyectos: desde la gestión, la
urbanización, las concesiones de suelo, etc.
Las nuevas áreas de centralidad son estas (A. Barcelona, 1987): Diagonal – Sarriá 1, Carrer
Tarragona 2 , Renfe Meridiana 3, Plaza Cerdá 4, Villa Olímpica 5, Puerto urbano 6, Plaza de
Las Glorias 7, Vall d’Hebron 8, La Sagrera 9, Diagonal Prim 10, Montjuic 11, Diagonal
Pedralbes 12.
Ilustración 22. Las nuevas áreas de centralidad de Barcelona, incluidas las cuatro para los juegos olímpicos. (En línea) http://elbloc.net/wp-content/uploads/2012/07/areas-nueva-centralidad-bcn.jpg Consulta el abril 23 de 2014.
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1.19. La Barcelona Postolímpica, las rondas y su espacio público.
En este periodo se dio inicio al trabajo sobre la idea de una segunda renovación, y es así
como Barcelona empieza a plantear un cambio de modelo de gestión de las
transformaciones urbanísticas, después de la finalización de los juegos olímpicos.
Principalmente se evidencia en la gran influencia de la iniciativa privada en los nuevos
proyectos, ya que el sector público tenía que bajar el ritmo de las inversiones realizadas en
pro de la estabilización de la cartera y recuperar las deudas contraídas. Dentro de los
principales proyectos que marcaron la transformación de este período, se señalan los
siguientes agrupados en tres partes (Busquets, 2004):
- La redefinición del viario. En estas actuaciones está la ejecución de las Rondas, no
sólo por el impacto en la circunvalación urbana sino por su carácter integrador de los
diferentes distritos y barrios de la ciudad (Borja, 1999), lo que generó un aumento en
el tráfico de la ciudad, ante esta situación se buscó reducir las secciones de vía y
aumentar espacio para el peatón, la bicicleta y la vegetación. La creación de las
Rondas produjo un nuevo valor a los espacios circundantes, en los cuales se procuró
intervenir mediante la reurbanización de estos espacios, permitiendo el
establecimiento de nuevas actividades. Ejemplos de estas intervenciones son la
transformación de la Plaza Cerdá, La Roda del Mig y la Gran Vía de Les Corts
Catalanes.
- La culminación de algunas áreas de centralidad: En donde se destaca la el centro
comercial La Illa como referente de área comerciales con integración de usos diversos
en una macro manzana, El Port Vell como operación de ocio, comercio y servicios
conjugado con espacios abiertos y una pasarela peatonal, y el centro comercial y
barrio residencial del sector de la Maquinista.
- Nuevos grandes ejes urbanos: En esta categoría se encuentran los proyectos
urbanísticos que marcan la transformación de la Barcelona Postolímpica, entre ellos el
proyecto del tranvía de la Diagonal y otros que tuvieron ejecución tales como
parques, plazas y espacio público en general, lo cual llevó que a los barrios de manera
progresiva dieran inicio a la modificación de cambiaban su aspecto visual
disminuyendo las anteriores posibilidades de fragmentación y segregación urbana.
Ilustración 23. La redefinición del viario. La plaza Cerdá y Rambla del Brasil. 2013. Fuente: Fotografía de archivo personal.
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Ya desde el año 1992 hasta el ’94, se realizó un proceso de introspección en donde se dieron
dos aspectos a manera de conclusión, ya que después de lograr el basto número de
intervenciones urbanísticas desde que se dio la candidatura de Barcelona para los juegos
olímpicos, era necesario realizar un reconocimiento del momento en el cual se encontraba la
ciudad:
- Uno de estos aspectos es la manera concluyente de las actuaciones urbanísticas
olímpicas y las dinámicas generadas alrededor de ellas, lo que contribuyó a realizar
un balance de objetivos cubiertos y pendientes y también de costes y
disponibilidades. En suma, estos años han servido para realizar una valoración del
estado de la ciudad y sus capacidades para abordar nuevos retos (Borja, 1995).
- De acuerdo a la experiencia adquirida del proceso de renovación urbanística de
Barcelona mediante los juegos olímpicos de 1992, se quiere abordar esta y aplicar en
el tejido residencial de la ciudad, solucionando desde el punto de vista urbano
algunas situaciones problemáticas que presentaban envejecimiento y despoblación,
mediante la actuación pública y la ganada capacidad de concertación con los
operadores privados, aprovechando la experiencia ya adquirida.
Como ejemplo de este proceso de la segunda renovación, se tienen dos operaciones
urbanísticas las cuales son muy representativas con respecto a este nuevo período que inicia
la ciudad de Barcelona hacia el año de 1995, el cual busca como objetivos reforzar la inserción
en la región metropolitana, la cual es cada vez más dinámica y su papel en las redes de
comunicación internacional (Borja, 1995):
- La transformación ferroviaria y urbanística del área de Sant Andreu-La Sagrera, con
motivo de la llegada a la ciudad del Tren de Alta Velocidad (TAV), en base a la
disponibilidad del suelo que resulta del traslado de algunas antiguas grandes
industrias y de la propia modernización ferroviaria es una de las grandes operaciones
que ha entrado en proceso de concreción después del año 1992.
- Las actuaciones en la desembocadura del río Llobregat, en su mayor parte fuera del
término municipal de Barcelona, pero afectando a dos elementos tan importantes
para la ciudad como son el puerto y el aeropuerto, es otra actuación trascendental
para su futuro.
Las rondas fueron desde su caracterización un proyecto viario, sin embargo su actuación fue
establecida dependiendo de las necesidades locales de cada uno de los barrios, es decir desde
el proyecto urbano detallado, generando la posibilidad del espacio público con interés de
índole colectiva. Este “proyecto urbano” como es llamado por Manuel de Sola Morales
(1987), hace referencia a estos aspectos, los cuales cualifican la relación del viario con el
espacio público:
- Un intento de superar la dicotomía entre el “planteamiento” y el “proyecto de
arquitectura”
- Una escala de actuación intermedia entre un sector específico y el conjunto.
- La multifuncionalidad de la intervención.
- Minuciosidad en el estudio de la ciudad existente y del territorio.
- Una especial atención a la forma urbana.
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En cumplimiento de estos aspectos, hoy vemos el comportamiento urbanístico de las
Rondas en donde no solo integra la trama urbana de vías sino también las posibilidades de
cohesión de barrios soportada mediante vías de índole más urbanas y espacio público acorde
a las necesidades y actividades sectoriales de la ciudad, estando compuestas por proyectos
que son claves para la articulación urbana, ya que busca que en los espacios desarrollados se
den oportunidades de significación urbana mediante las actividades que se pueden
desarrollar sobre él, así como lugares de encuentro e innumerables formas de
aprovechamiento como complejos deportivos, ramblas, centros cívicos, bibliotecas, entre
otros, logrando adaptarse a la organización del barrio.
52
2. La infraestructura de movilidad urbana y el espacio público.
“Este doble ajuste entre forma urbana y forma de tráfico, y entre sistemas generales y locales, se
materializa en dos hipótesis de diseño, que aun siendo de naturaleza diferente deben producir un
proyecto unitario. Por un lado, el estricto dimensionado de las vías y nudos que han de dar lugar a
elementos urbanos cualificados, plenamente integrados. Por otro lado, un sistema de gestión que
asegure un funcionamiento y mantenimiento eficiente de la nueva red (A. Barcelona, 1984)”.
“Una calle no es una carretera”. Seguramente la movilidad as el más complejo y difícil de los
sistemas generales urbanos. Su definición funcional es difícil, pues existen muchos factores
externos que la afectan y que no son fáciles de controlar, puesto que las mayores partes de
las actividades urbanas la atañen de un modo u otro. Por otro lado, su materialización en
forma de calles o plazas da lugar a componentes más definidores del paisaje urbano. En
realidad, el conflicto entre “forma de tráfico y forma urbana” es el peor resuelto y el que más
negativamente ha marcado a las ciudades europeas en este siglo.
Teniendo en cuenta que la rehabilitación urbana pasa por la mejora de sus estructuras más
características, la calle, la plaza y el jardín, y que Barcelona es una ciudad con un viario muy
rico, es lógico qua los proyectos sobre el viario fueran fundamentales para la concreción de
las funciones y del paisaje urbano.
El primer problema para resolver este conflicto entre forma de tráfico y forma urbana reside
en la dificultad de definir las características precisas de la movilidad urbana, frente a los
modelos de movilidad de escala interurbana, que frecuentemente se trasladan
mecánicamente a la ciudad, dando lugar a un efecto de rechazo por su imposibilidad de
integración en los tejidos urbanos, o a una falta de rendimiento funcional en su gestión
posterior, cuando no a unos efectos contrarios a los deseados.
Son varios los puntos que distinguen la movilidad urbana de la de una carretera: una visión
diferente de la fluidez y capacidad de la vía, los efectos de la estacionalidad , la distinta
naturaleza de los condicionantes contextuales; pero todos ellos implican una mayor
complejidad en la movilidad urbana, pues la funcionalidad de las calles va más allá de su
condición de arteria de tráfico, teniendo claro su especialización, y su indefinición funcional
haciendo que pueda servir a modelos de movilidad muy diferentes y hasta opuestos en muy
poco espacio de tiempo. De manera que, mientras una carretera debe atender solo a
funciones primarias fácilmente definibles, la calle contiene funciones primarias de difícil
concreción, y simultáneamente funciones secundarias derivadas de su condición de espacio
urbano significativo.
Esta interpretación compleja de las vías urbanas no es inmediata ni fácil. Con frecuencia, los
departamentos especializados de las grandes ciudades tienden a considerar determinadas
parcelas urbanas, el tráfico por ejemplo, como competencias exclusivas y autónomas.
Seguramente Barcelona es un buen ejemplo de superación de este especialismo funcional que
tanto ha empobrecido la producción urbana desde el movimiento moderno.
La coordinación y acción conjunta de criterios entre los departamentos responsables del
tráfico y de los proyectos urbanos ha permitido la elaboración de muchos y buenos
proyectos, en los que su rendimiento y eficacia funcional para el tráfico no significaban
nunca menoscabo en su condición de estructuras urbanas (A. Barcelona, 1987).
53
Durante el desarrollo del presente trabajo se muestran estos tipos de desarrollos urbanos de
espacio público, los cuales mediante el proceso de su observación dan a conocer parámetros
de coherencia funcional y formal con la ciudad y sus situaciones de movilidad.
2.1. Infrestuctura y movilidad. Los cinturones de Barcelona.
El cambio de escala desarrollado progresivamente en los proyectos de espacio público
realizados en la Ciudad de Barcelona desde 1982, con auge de los JJ.OO., determinan la
necesidad de articular los aspectos funcionales de la infraestructura vial y de movilidad
urbana rodada con los factores urbanos de conectividad y las diferentes necesidades de
espacio público del barrio.
Este desarrollo de espacios públicos urbanos se ha venido elaborando en concordancia con el
sistema general urbano, lo cual ha llegado a conceder que las grandes infraestructuras
viales, especialmente los cinturones de ronda, se generen desde una consideración urbana y
desde un “hacer ciudad”, que evite la contradicción entre la forma y la función urbana y la
funcionalidad de tráfico vial. Es de esta manera como las actuaciones urbanas que se han
desarrollado sobre la red vial, el transporte, la circulación perimetral de la ciudad, y las
diferentes modalidades de traslación peatonal, establecen actuaciones estratégicas de
cohesión urbana que viabilizan las posibilidades que ofrece el sistema de movilidad de
Barcelona. Esta relación ha logrado equilibrar la red de infraestructura de movilidad con los
entornos urbanos habitables y de uso público y, a su vez la creación de elementos
motivacionales para que el ciudadano acoja y sienta como suyo el entorno urbano.
Ilustración 24. Fotografía de la Plaza Lesseps. 2013. Fuente: Fotografía de archivo personal.
54
2.2. El equilibrio entre las diferentes modalidades de movilidad urbana.
Ilustración 25. Clasificación de la red vial. Conceptos de “pasar y estar” tomados del documento Criterios de movilidad en zonas urbanas. Barcelona, 1996. Fotografías tomadas de archivo personal, Zona vial del Parc del Castell de L’Oreneta, 2013. Elaboración propia.
De acuerdo al desarrollo de las vías de movilidad rápida dispuestas de manera segregada en
la red vial y las diferentes necesidades de movilidad y transporte interurbano, ha hecho que
el equilibrio entre peatones, vehículos privados, transporte público, motos, bicicletas,
movilidad en patines y tablas, en la ciudad sea cada vez más compleja. Cada una de estas
modalidades de transporte o movilidad urbana hace necesario que existan espacios en la vía
urbana que denoten la posibilidad de transportarse y moverse por la ciudad de manera
diferente.
55
Es así como se entiende que la red vial es un “marco de confluencia y equilibrio”, en donde
deben actuar diferentes elementos urbanos que soporten las modalidades de movilidad,
teniendo en cuenta que la vía es el efecto “jerarquizador” o la columna vertebral sobre el cual
se construye y estructura la movilidad.
El análisis elaborado en el campo de estudio de la red permite establecer una jerarquía de
usos del espacio viario que permita la coexistencia entre peatones, coches privados y el resto
de transportes.
Las necesidades de cada vía quedan establecidas en función del número de vehículos que
circulen, de su entorno y del uso que diariamente le dan los ciudadanos. Así, la red vial del
entorno urbano puede dividirse básicamente en cuatro tipos de vías (Racc, 1996):
Vía interurbana – vías segregadas, (red nacional), vías que conectan las carreteras, autopistas
y autovías con la trama urbana.
Vías de pasar – vías urbanas, (red básica), caracterizadas por un importante volumen de
circulación y por garantizar la conectividad entre varias zonas de la ciudad.
Estas vías garantizan la conectividad y la fluidez de la circulación de los vehículos privados
y del transporte público, mediante un número mínimo de carriles y una gestión eficaz del
tráfico (regulación semafórica, señalización, carriles multiuso, mobiliario urbano), sin
restringir la capacidad de circular de los peatones.
Paralelamente, y si se dispone de suficiente espacio, tienen carriles multiuso, con
aplicaciones distintas en función de la demanda, como carga y descarga o aparcamiento de
residentes. La velocidad máxima es de 50 km/h. El conjunto de vías para pasar configura la
red básica de Barcelona.
Vías de estar, (red local), donde se prioriza la figura de los peatones y limitar la presencia de
vehículos. Las vías de estar configuran la red local de Barcelona y dan prioridad, por este
orden, a la circulación de peatones, a los aparcamientos (regulados y de residentes), al
reparto de mercancías (zonas de carga y descarga), a la circulación de bicicletas y,
finalmente, al tráfico local de vehículos. En comparación con las vías de la red básica, las vías
de la red local tienen una intensidad de tráfico inferior y una amplitud menor entre fachadas.
El límite de velocidad es de 50 km/h, excepto en las:
Zonas 30, con distinción entre el espacio de la acera y la calzada, situados en distinto nivel, y
con una velocidad máxima que no puede superar los 30 km/h.
Zonas peatonales, formadas por calles de pavimento único, destinadas de forma prioritaria a
los peatones, permiten el acceso a residentes, al reparto de mercancías y a los servicios.
Excepcionalmente se puede permitir el paso del transporte público y de las bicicletas. La
velocidad máxima permitida debe ser de 20 km/h.
Vía peatonal – espacio público, (red local). Además de la fluidez del tráfico, uno de los
objetivos de la clasificación de las vías urbanas, y de las vías de pasar es consolidar la
protección y necesidad de movilidad del peatón.
Con la creación de una zona de prioridad, el peatón gana un espacio propio, bien definido,
donde los vehículos pasan a un plano secundario. Estas zonas integrarán calles con un
intenso flujo de peatones, habitualmente en zonas de cohesión urbana o conexión de barrios,
parques, paseos, zonas comerciales y también todas aquellas vías peatonales que se realizan
entre fachadas y vías urbanas, en cuyo caso se optará por una configuración formal –
funcional o sección diferente, así como su diferenciación de pavimento.
56
En dichas vías o espacios públicos el ciudadano tiene la posibilidad de estar y/o permanecer
en el espacio público, así como movilizarse mediante las diferentes modalidades de
transporte peatonal, tales como: bicicleta, patines, tabla o a pie, entre otros. Se realiza a partir
del cubrimiento parcial, cubrimiento total, pacificación e hibridación de modalidades de
movilidad urbana.
A partir de esta definición de las vías, se articula el espacio que corresponde a cada modo de
transporte: pie, vehículo privado, transporte público motocicletas, bicicletas patines y tabla.
2.3. La innovación en el desarrollo del espacio público asociado a las vías de movilidad
rápida y rodada.
La Barcelona que se inició en 1888, tras su industrialización, y que en 1929 se dio hacia la
metrópoli del siglo XX, efectuó la transición como ciudad de la era postindustrial que se
encamina hacia fin de siglo, con la llegada de los JJ.OO., por lo que se desarrolló una
intervención radical en la infraestructura básica vial. Por esta razón se introduce el sistema
de cinturones y rondas que modifican el trazado urbano de la red de movilidad urbana y de
las conexiones de la ciudad.
Mejorar las comunicaciones entre todas las áreas, ya existentes o nuevas, mediante una red
de vías rápidas, túneles, enlaces, conexiones, etc., fue una necesidad urbana de la ciudad de
Barcelona. Las nuevas intervenciones en la red viaria intentaron resolver varios factores tales
como los accesos a la ciudad desde los municipios vecinos, la relación de la trama del
Eixample con los núcleos históricos de integración posterior y con los demás municipios
próximos, y la relación de la ciudad entre sus límites naturales tales como los ríos Llobregat
y Besós las montañas de Colserolla y el Mar Mediterráneo, que hacen de Barcelona una
ciudad muy densa y con situaciones complejas de tráfico, los cuales han sido solucionados
desde las líneas de costa y de montaña con los cinturones de ronda (A. Barcelona, 1987).
Uno de los caracteres de innovación más importantes fue la infraestructura que se realizó a
partir de una resaltante preocupación por el orden formal de la ciudad. El hecho de haber
considerado con criterio estético los elementos urbanos tales como, como tramos de cinturón,
túneles, puentes, etc., que antes no habían sido entendidos desde el punto de vista del diseño
urbano como proyecto detallado y local, significó un salto cualitativo en las intervenciones
urbanísticas en la ciudad. Por lo tanto se plantearon los grandes ejes viarios de modo distinto
de cómo se estaban realizando, sumando a su carácter puramente funcional, factores de
conexión y cohesión urbana, mediante la creación de espacio público de calidad. Es así como
los cinturones de Ronda se entienden como distribuidores y organizadores de los barrios que
atraviesan y se integran con mayor atención al entorno urbano por el que circulan, mediante
subterráneos, semizanjas, o cubrimiento mediante lozas, y creando zonas verdes en su
recorrido.
Por esta razón, el aspecto de innovación, hace referencia a la nueva manera de entender la
situación que genera la infraestructura de movilidad rápida en la ciudad, puesto que esta
conllevó a situaciones de segregación de barrios y desconexión urbana, ya que los corredores
viales separaron los barrios que en otrora se encontraban unidos.
Esta nueva mirada se fundamentó teniendo en cuenta el entorno construido, la accesibilidad
de los barrios circundantes, las necesidades urbanas de cada uno de ellos y su conectividad,
57
de tal manera que esta infraestructura se concibiera desde la ciudad y el “proyecto urbano”
a diferencia de lo metropolitano, partiendo de la idea principal de que las Rondas deben
vincular las partes de la ciudad y no desconectarlas, cumpliendo así con un equilibrio entre
formas de movilidad, es decir una articulación entre la movilidad rodada rápida (vías
segregadas) , las vías urbanas (vías laterales) y el espacio público que cohesiona mediante la
movilidad peatonal.
Ilustración 26. Ubicación general, fotografía y sección de la Rona del Dalt a la altura de Carrer d’Irradier. Elaboración propia.
Es así como se inicia un nuevo desarrollo de espacios públicos mediante la visión de una
nueva sección urbana (ver Ilustración 23), que con la adición de elementos resultantes del
diseño del espacio público se llegase a cumplir con el cometido de esta nueva mirada de la
red vial y sus efectos sobre los barrios y espacios urbanos circundantes.
El factor de innovación no solo fue aplicado a la red vial, puesto que las intersecciones de
vías, nudos urbanos y desarrollo de parques y corredores urbanos, se desarrollaron con
características locales de realización urbana, proyectando funciones y usos adecuados para
cada contexto en particular, como por ejemplo la Plaza Alfonso Comín. (Ilustración 24).
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Ilustración 27. Ubicación general, fotografía y sección de la Ronda del Dalt – Plaza Alfonso Comín. Elaboración propia
De acuerdo a la observación y análisis realizado del trabajo de campo se logra entender que
aparte del esquema general de los cinturones, se tuvo en cuenta detalles de tramos que
denotan en su sección la relación de los sectores de la ciudad que en otro momento se
encontraban separados, por lo cual estos tramos unen la ciudad por donde la Ronda va
atravesando.
Ilustración 28. Fotografía del parque lineal García Faria. Al lado derecho está ubicada de manera segregada la Ronda del Dalt. Fuente: Fotografía de archivo personal. 2013.
En conclusión, unos de los elementos urbanos que se reformaron y crearon, fueron todas
aquellas líneas urbanas - cinturones, avenidas, aceras, túneles, puentes, y espacio público que
establecieron conexiones de tipo peatonal, de tráfico, comunicaciones, servicios, y
actividades deportivas y culturales, etc., entre los distintos barrios y zonas de la ciudad (A.
Barcelona, 1987).
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2.4. El proyecto urbano viario y la realización de espacio público.
“Creo que habré aportado algo si consigo dejar la sensación de que el proyecto de una carretera no es
más que la suma de proyectos encadenados por ellas; y que la continuidad y uniformidad en el medio
urbano se ha de ceñir al estricto espacio de la vía (entre “líneas blancas”, por decirlo así), el resto es el
territorio de la ciudad, formada o en formación, con sus tramos diferenciados y sus propios
requerimientos expresivos.”(Herce, 2001).
El proyecto urbano, tomando referencia el término desarrollado por Manuel de Sola Morales
(1999), y aplicado en las intervenciones urbanísticas de los años 80, hace alusión a una serie
de conceptos y determinantes que se pueden resumir de esta manera (Alcalá, 2004):
- Un intento de superación de la dicotomía entre el “planeamiento y el proyecto de la
arquitectura”.
- Un diseño más ligado a “la arquitectura de la ciudad” y al diseño “pluridisciplinar”
que a la arquitectura de los edificios y a la ingeniería del viario.
- El trazado viario como instrumento de formalización.
- La reinterpretación de los lugares urbanos.
- La multifuncionalidad de la intervención.
- Minuciosidad en el estudio de la ciudad existente y del territorio.
- Una atención especial a la forma urbana: preocupación por dar estructura y forma a
lo que sin forma que proponen los planes metropolitanos.
De la misma manera, para llegar a definir el concepto del “proyecto urbano” se debe tener en
cuenta estas determinantes:
- Cualquier intervención tiene efectos territoriales más allá del lugar o área de
actuación urbana.
- Realización de proyectos poli funcionales, con diversidad de usos, usuarios, ritmos
temporales, y desarrollo de orientación visuales mediante la creación de elementos
urbanos.
- Concepción del proyecto urbano como la escala intermedia entre el plan y el proyecto
arquitectónico, teniendo en cuenta el corto tiempo de su ejecución.
- Planteamiento formal del “hacer proyecto” para la ciudad, teniendo en cuenta que
este es un elemento más de ordenación urbana.
- El método de diseño del “proyecto urbano” debe ser “El proyecto del lugar”.
Realizando la aplicación de los parámetros y determinantes anteriores se desarrollaron
proyectos urbanos de espacio público en la red vial de Barcelona; es así como a manera de
ejemplo, en el tramo de la Ronda del litoral correspondiente a la Villa Olímpica se aplicó el
desarrollo del “proyecto urbano”, convirtiendo el sector en una zona urbana, en donde
además de la planificación de las intervenciones, también se planteó el paso de un cinturón y
a su vez al realización de infraestructuras logísticas como el desagüe de la ciudad y el
desmantelamiento de una infraestructura ferroviaria.
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Ilustración 29. Sección de la Ronda del Litoral y la formación del espacio público: El Parque del litoral. Elaboración propia.
La realización de este proyecto urbano multifuncional, parte de concebir la franja litoral
como posible ubicación y distribución de la villa olímpica y del Puerto Olímpico. Esta
propuesta hizo parte de las nuevas áreas de centralidad en la que cuatro de ellas se ubicaron
en este emplazamiento. Paralelamente se realizó la construcción de la Ronda del Litoral, no
solo como cumplimiento del PGM sino como una clara oportunidad de enlazar y generar la
continuidad entre las cuatro áreas olímpicas.
La construcción de esta Ronda en este tramo se realizó completando la red viaria local,
urbanizando vías que soportan el espacio público y las edificaciones, por lo que su
proyección tuvo en cuenta tanto los caracteres funcionales como los formales, creando un eje
urbano que estructuró y puso en relación los tejidos urbanos de distintos sectores de la
ciudad: Ciutat Vella, Poble Nou, y Eixample, creando la integración de estos a la Villa
Olímpica y esta con la Ciudad y el mar.
Ilustración 30. Fotografía de la Plaza de los Campeones. Debajo de ella transcurren las vías de la Ronda del Litoral. Fuente: Fotografía de archivo personal. 2013.
2.5. Las rondas, su composición y la continuidad de su espacio público.
Teniendo en cuenta el punto anterior, se puede denotar que la nueva infraestructura vial está
concebida desde los parámetros de la ciudad, partiendo de la idea en que las rondas
exteriores vinculan las diferentes partes de la ciudad, garantizando que su continuidad
61
realice conexiones con la trama urbana existente, lo que hace que se genere un proceso de
costura proyectando una composición vial con las vías urbanas locales y de barrio.
Es así como en el marco del desarrollo de las nuevas vías en pro de completar la red viaria, el
entendimiento de las rondas llegó hacerse como un proyecto viario en conjunto con la
ciudad, por lo que se articularon con el resto de la red, cumpliendo con el objetivo de unir la
ciudad mediante ejes de movilidad rápida, en acuerdo con líneas urbanas de transporte local
y diferentes modalidades de movilidad urbana, lo cual logró que la continuidad se diera no
solo en los ejes urbanos sino también entre las vías de diferente jerarquía vial.
El proyecto de las rondas no solo finaliza en la construcción de las mismas sino en sus planos
laterales y superior, que posibilitan la creación de espacio público especializado y de calidad
para la movilidad peatonal, configurando una sección global y “poli funcional”.
En el proceso de observación de la infraestructura vial de estudio se llega a denotar como la
construcción de las rondas está estrechamente relacionada con la apertura y la realización de
espacio público que ordena y articula la continuidad entre los diferentes tipos, funciones y
espacios públicos que se construyen a lo largo y lateral de estos ejes viales. Es por ello que
dicha continuidad muestra una “posible vocación” de la infraestructura de movilidad de alta
velocidad para apoyar y reforzar la accesibilidad y cohesión a los barrios, creando
conectividad entre ellos y el espacio público creado.
2.6. La determinación de la nueva sección.
La relación que parte entre las vías segregadas, las vías urbanas y el espacio público, hace
que se desarrolle un nuevo tipo de sección urbana, la cual denota las diferentes funciones y
usos del espacio urbano, y contiene diferentes elementos urbanos que posibilitan la
movilidad de distintas maneras a realizar.
Gracias a esta nueva sección, se da la importancia al espacio público desarrollado para el
peatón y/o el ciudadano vinculando su movilidad, estancia y uso del espacio público, al
desarrollo y funciones de las vías rápidas.
“Su presencia aportó, agregó significado al paisaje urbano existente sin cortarlo o negarlo, La
vegetación del separador central de las vías rápidas y su pavimento es ahora también la vegetación de
la sección urbana”(Alcalá, 2004).
Esta sección ha permitido que el peatón adquiera una visibilidad tanto de la acera como del
paisaje natural de la ciudad, así como el de la vía urbana y segregada, aparte de las
características sonoras, y la polución creada por el tráfico rodado. La depresión de la cota
urbana sobre la cual han sido construidas las vías, hace que el ruido se pueda controlar y que
se camine de manera aislada a las altas velocidades de los automóviles, lo cual crea un
ambiente “pacífico” en el espacio público.
Teniendo en cuenta que esta sección se complementa de vías segregadas y urbanas, estas
últimas son las que hacen parte de la percepción inicial y de entrega al espacio público, por
lo que se entienden como una extensión de la calle urbana y no de un eje de fraccionamiento
o rompimiento urbano.
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Ilustración 31. Ronda del Dalt. La cota de la ronda es diferente que la de las vías urbanas, y otra es para el espacio público asociado a la red vial. Fotografías del espacio público cerca de la Carrer del General Vives, con Carrer de Rafols. Ronda del Dalt. Tomadas de archivo personal. 2013.
El efecto del “rompimiento urbano” se reduce o minimiza gracias a que existen cruces
transversales que conectan con el otro extremo de la calle, lo cual representa el tipo de cruce
que se realiza en el resto de la ciudad, pasando por un área central de movilidad rápida o un
verde urbano inaccesible, que en la sección de las rondas se encuentran en una cota muy
inferior de la del espacio público.
La presencia de mobiliario urbano y de elementos urbanos en la “acera de conexión”
orientados hacia la vía segregada rápida, crean la posibilidad de que el mismo
funcionamiento de las vías rápidas se conviertan en un nuevo paisaje o en la inclusión de
aseste en el paisaje natural urbano (Alcalá, 2004).
Las fotografías mostradas en las ilustraciones 30, 31 y 32 muestran como en el carácter de las
vías urbanas o “vías de pasar”, se crea espacio público lateral a ellas, lo cual caracterizan el
valor de la “calle”, con aceras, espacios de estancia, recorrido, mobiliario urbano, etc., y se
integran al tejido de la ronda creando el sentido de una eje de espacio público continuo y por
ende una ciudad con características para recorrer mediante la movilidad peatonal.
Así mismo se crea espacio público cubriendo totalmente las vías segregadas, lo cual crea un
conexión completa entre las fachadas o extremos transversales del eje vial, tal como se
muestra en la ilustración 32, en donde se denota la realización de zonas de recorrido y
parques urbanos para la movilidad peatonal tanto longitudinal como transversal.
Ilustración 32. Espacio público desarrollado por el total cubrimiento de la vía rápida segregada de alta velocidad. Ronda del Dalt y Vía Favencía. Ronda del Litoral y Parc de les Cascades. Fotografías tomadas de archivo personal. 2013.
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2.7. El carácter poli funcional de la sección: Del eje vial a la calle urbana.
Una determinante que se denota tanto en la Ronda del Dalt, como en la Ronda del Litoral, así
como la Ronda del general Mitre, La Vía Julia y la Gran Vía de Les Corts Catalenes, entre
otras, es la funcionalidad mixta y ordenada que poseen gracias a su sección, lo cual hace que
se le atribuya el concepto de “calle”: La calle como “vía”, la calle como lugar, que se define
entre las edificaciones, construcciones y entornos o límites naturales, como espacio público
de intercambio, de superposición de significados, funciones y usos (Alcalá, 2004).
“La calle e incluso la tan denostada calle corredor sirve simultáneamente para muchas cosas: para
pasear, para que la gente se traslade a pie o en transporte público y privado…para aparcar los coches,
para entrar en las tiendas, en las industrias, en las viviendas y en los servicios, para recoger la basura,
para proporcionar luz y ventilación a las casas, para permitir el paso de procesiones y paradas
militares, para organizar la prostitución como itinerario y parada en los ámbitos semipúblicos, para
definir los dominios colectivos y privados, para degustar café, copa y puro, para parcelar el suelo, para
hacer barricadas cuando sobreviene una revolución, para que avance ordenadamente la policía a
caballo o con tanques cuando es hora de represión, para plantar árboles y flores, para colocar cabinas
telefónicas, rótulos publicitarios y de señalización, para servir de escaparate de la fuerza cultural de la
arquitectura y, por encima de todo, para propiciar la ocasión de diálogo y de encuentro, no en el ámbito
estático del jardín o de la plaza - lugares a los que uno va con intenciones precisas -, sino en la
movilidad del itinerario, es decir, en una organización dinámica que predispone inmediatamente a la
simultaneidad de usos y, por tanto, al perfeccionamiento de la información”(Bohigas, 1986).
Es así como “La calle” y sus diferentes dimensiones de calzada para automóviles y de
espacio público se adecuan a las necesidades del peatón y del vehículo, por lo que en ella se
desarrollan una agradable actividad de movilidad y estancia urbana, en donde se apuesta
por la polifuncionalidad y la coexistencia, es decir la determinación de espacios urbanos de
acuerdo a las necesidades concretas del ciudadano, con unos accesos rodados adecuados al
contexto urbano, a viviendas y demás.
Ilustración 33. Ubicación general, fotografía y sección de la Ronda del Litoral. Elaboración propia.
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Las secciones incluyen varias funciones urbanas en la cuales se encuentran distintos aspectos
formales en conjunto a la presencia activa de las vías segregadas, ya sea con el recubrimiento
total de estas vías, o parcial, lo cual ha permitido agregar espacios verdes, equipamientos de
uso público, equipamientos deportivos y/o culturales. De esta manera la vía genera un
intercambio de funciones que se inscribe dentro del espacio comprendido entre las fachadas
de la vía, convirtiendo estos entornos urbanos en lugares públicos específicos con alto nivel
de uso, tanto de recorrido como de estancia por parte de la ciudadanía.
Ilustración 34. Ubicación general, fotografía y sección de la Ronda del General Mitre. Elaboración propia.
Ilustración 35. Ubicación general, fotografía y sección de la Ronda del Dalt y la Vía Favenciá. Elaboración propia.
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Tal es el caso de la Ronda del Dalt (Ilustración 28) cuyas las vías segregadas cubiertas hacen
que se construya una sección urbana continua y conjunta, formalizando actividades
deportivas y de recorrido peatonal. Por lo tanto esta vía recobra las características de un
“lugar de intercambio” que se enmarca entre las fachadas de las edificaciones y desarrolla
espacios y equipamientos públicos.
Ilustración 36. Ubicación general, fotografía y sección de La Gran Vía de Les Corts Catalanes. Elaboración propia.
En términos generales, como se pueden ver en las ilustraciones 24, 28, 29, 30 y 31 se da la
generación de pantallas o recubrimientos, parciales y totales de las vías segregadas, lo cual
genera un aislamiento acústico y visual que reduce el impacto que produce el movimiento de
las vías rápidas en el tejido urbano, tratando de “separar” las vías segregadas del resto de la
ciudad.
En las Rondas del Litoral, Dalt y del General Mitre, Vía Júlia y Gran Vía, se denota en unos
de sus tramos, una relación directa entre el espacio peatonal y las áreas residenciales de
manera paralela, lo cual es logrado desde el diseño formal de la sección elaborada desde un
punto de vista frontal o alzado, ya que se puede observar cómo se construye la distribución
de áreas y vías y por ende una integración activa, haciendo una composición de estas en
acuerdo con las funciones de barrio que se necesitan. Esto no podría llevarse a cabo desde un
trazado en planta puesto que este punto de vista no permite la diferenciación de niveles, en
términos visuales, ni mucho menos la distribución acorde a la cota urbana necesaria.
Este diseño formal en vista frontal o alzada del espacio público y su relación con las vías de
movilidad rápida y urbana, representa una división tanto formal como funcional, en donde
66
cada uno de los niveles en los que se compone la “línea de sección”, posee una relación que
solo se puede notar en sentido vertical de su diseño y representación gráfica o visual.
De acuerdo a la actividad de observación y recorrido hecho en el trabajo de campo del objeto
de estudio, se observan secciones que poseen una coherencia entre la forma y la función del
espacio público y vías. No obstante también se denotan niveles de funcionamiento que al
estar segregados entre sí, conservan un vínculo visual y una referencia a las actividades
urbanas que se realizan en la cota urbana. (Alcalá, 2004).
2.8. Continuidad urbana dada por el espacio público de la red viaria.
De acuerdo a la sección de la vía rápida se desarrolla una continuidad urbana transversal a
las vías segregadas y laterales, creando la posibilidad de generar cruces a nivel urbano o cota
urbana, los cuales permiten un continuo de la movilidad peatonal en sentido transversal y
longitudinal de las rondas y vías rápidas.
Las vías y los espacios públicos que se generan como resultado de la intervención, se
configuran como “elementos” esenciales para la distribución de la movilidad desde las
rondas, sin perder el rol histórico y funcional de ser como una columna que cohesiona y
desarrolla los aspectos de continuidad de los barrios que conforman los alrededores de la
infraestructura vial de movilidad. Esto se ha visto reflejado en la prolongación de la
urbanización de los barrios mediante el desarrollo de espacios públicos que contribuyen a
facilitar el vínculo entre dos barrios próximos ubicados a ambos lados de la infraestructura
vial, en este caso las rondas.
Ilustración 37. Espacio público tipo cruce que genera un continuo en la movilidad peatonal. Passeig de la Vall d’Hebron con Avinguda Vallcarca. Fotografías tomadas de archivo personal. 2013.
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Estos cruces urbanos, como el que se muestra en la Ilustración 30, han sido el resultado de
una adecuación de la vía rápida al entorno previamente construido a la altura de la cota
urbana, por lo cual denotan un natural continuo, tanto para los peatones como para los
automóviles.
Ilustración 38. Continuidad urbana transversal y longitudinal por el espacio público desarrollado mediante el cubrimiento total o parcial de la infraestructura vial de movilidad rápida. Elaboración propia
Esta continuidad urbana (Ilustración 39) ha generado relaciones de tipo transversal y
longitudinal, las cuales cruzan las rondas y también que permiten la movilidad de manera
paralela a la infraestructura vial, es decir que la accesibilidad a los barrios se logra a través de
las rondas y su espacio público.
Es así como se produce entonces una relación que modifica la Ronda urbana desde un
carácter puramente funcional a tener en cuenta necesidades urbanas locales o de cada uno de
los barrios por donde pasa. Tal es el caso, a manera de ejemplo, de la Vía Júlia (Ilustración
39) y de la Vía Augusta (Ilustración 40) que por la capacidad de sus secciones y las
intervenciones de “costura urbana”, se produce el tipo de comunicación y relación que crea
una continuidad urbana tanto para la movilidad rodada como para la movilidad peatonal
mediante el espacio público.
De este modo, la infraestructura vial de movilidad rápida contribuye a “tejer” la mediación
de los barrios y de las zonas urbanas laterales a esta, garantizando la continuidad urbana
básica y dando ligar a nuevos espacio públicos y equipamientos urbanos (generados en los
bordes y encima de las vías segregadas cubiertas), lo cual hace que se connote una ciudad
continua en donde no se distinga con claridad las diferencias que en otrora existían entre la
ciudad central y la periferia urbana.
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Ilustración 39. Ubicación general, fotografía y sección de Vía Júlia. Elaboración propia.
La actual lectura que se realiza de esta infraestructura, mediante el trabajo de campo, es la
asociación del eje urbano a su contexto, siendo “parte del conjunto de barrios que la conforman”
(Alcalá, 2004). Una imagen colectiva que introduce elementos de identidad en cada uno de
los espacios públicos de los barrios generando continuidad y cohesión, articulando las
edificaciones laterales y los espacios públicos y como partes integrantes del continuo urbano.
Ilustración 40. Ubicación general, fotografía y sección de Vía Augusta. Elaboración propia.
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3. El proyecto de espacio público asociado a la red viaria.
De acuerdo al trabajo de campo desarrollado y el análisis de secciones elaborado de los
tramos en donde se concentra la actuación urbana de espacio públicos, que muestra un alto
nivel de “asociatividad” con las red vial, se denota que dicha infraestructura para movilidad
rápida tiene un comportamiento de eje urbano especializado y polifuncional, ya que
determina, de adentro hacia afuera, carriles segregados, carriles urbanos y espacio público
de continuidad urbana que no solo enlazan y cohesionan la ciudad en sentido longitudinal
sino también transversal, asumiendo de manera simultánea una capacidad de múltiple
funciones y usos.
Teniendo en cuenta la experiencia del recorrido, la observación, y el análisis realizado
mediante el levantamiento de secciones1 (ver anexo de secciones urbanas), se concibe este
espacio público como un “proyecto de diseño urbano” que contempla diferentes situaciones
las cuales hacen que la proyección de dicho espacio en una infraestructura vial, sea una
actuación urbanística de gran importancia para la ciudad y más allá de un problema de
ruptura urbana, una oportunidad para la realización de un sistema de comunicación que
integre y articule las diferentes posibilidades movilidad urbana.
Esta “oportunidad de proyecto urbano” enmarca diferentes pertinencias las cuales son
determinantes para su realización:
- Pertinencia en el equilibrio de la movilidad y la accesibilidad a los barrios.
- Pertinencia en la continuidad urbana para percibir a la ciudad como un todo y no
como diferentes fragmentos separados, mediante los cruces peatonales y vehiculares,
creando espacios que articulan las funciones urbanas necesarias del espacio
circundante.
- Pertinencia en la urbanización de los espacios vacíos, y tomarlos como potenciales de
desarrollo de equipamientos, espacio público de recorrido, deportivo y/o cultural.
- Pertinencia en el desarrollo coherente al conjunto urbano de la ciudad.
- Pertinencia en articular las edificaciones y valorar el paisaje urbano circundante, ya
sea natural o artificial.
- Pertinencia en la construcción de significados y elementos de identidad urbana.
- Pertinencia en los intersticios disponibles para convertirlos en espacio público de
calidad.
En suma y de acuerdo a la experiencia del recorrido y la observación, todas estas
pertinencias crean una capacidad de desarrollo urbano que se denota en cada uno de los
tramos estudiados, los cuales se conciben como proyecto urbano en común a toda la ciudad.
No obstante existe una diferenciación entre cada uno de ellos, puesto que estos se han
desarrollado teniendo en cuenta sus propios caracteres formales, los cuales buscan la
intermediación y la articulación en el tejido urbano a lo largo de la red vial y muestran
diferentes maneras de cómo homogenizar la ciudad y percibirla como un “todo urbano”.
1 Anexo de secciones urbanas: Levantamiento de secciones de: La Ronda del Litoral, La Ronda del Dalt, La Vía Júlia, La Vía Augusta, La Ronda del Mig, la Ronda del General Mitre y La Gran Vís de Les Corts Catalanes.
71
3.1. La función urbana del espacio público de la red viaria.
Los aspectos funcionales (que se han observado mediante el trabajo de campo) del espacio
público asociado a la red viaria confluyen bajo dos tipos de factores, uno de índole urbano
general con respecto a la ciudad y su conectividad, y otro local y de barrio como articulador
de actividades puntuales que se desarrollan de manera localizada para cada uno de los
contextos por donde transcurren las rondas.
- Función urbana de conexión y movilidad:
Las funciones de conexión están relacionadas con las de movilidad, puesto que dicha
conexión se logra en pro de construir infraestructuras que conecten los distintos espacios
públicos que se realizan a lo largo de la infraestructura vial, de tal manera que se pueda
transcurrir sobre ellos, refiriéndonos así únicamente al espacio público para la movilidad
peatonal. Desde este punto de vista, la función de conexión recrea la de la continuidad
urbana de la red local de espacios públicos existentes.
Ilustración 41. Conectividad de espacios públicos desarrollados mediante corredores peatonales en la Ronda del Dalt. Elaboración propia.
Ilustración 42. Ejemplo de conectividad entre espacios públicos. Passeig de La Vall d’Hebron (conectividad y movilidad lateral a las rondas) y Vía Favencía (conectividad y movilidad central). Fotografías tomadas de archivo personal. 2013.
- Función de formalización y configuración urbana:
La formalización del espacio público se desarrolla de acuerdo a las condiciones pre
establecidas de la configuración urbana de la red vial, por lo que cualquier intervención que
se quiera desarrollar debe contener parámetros de relación entre las diferentes piezas que
72
componen dicha configuración; con ello se posibilita una sola lectura del espacio urbano,
teniendo en cuenta las múltiples y diferentes partes que lo componen. Esto se denota tanto
en la sección transversal, la cual busca que la intervención no se desarrolle como corte o
límite y en la sección longitudinal del espacio público, la cual se desarrolla de manera
continua de acuerdo a las fachadas y posibles cruces peatonales y viales. Esta relación de
concebir el espacio público a través de las secciones y la cota urbana hace que se cree una
homogenización del espacio y un enlace entre el tejido de los barrios y la red vial; para ello es
de gran importancia tanto el espacio público desarrollado en los laterales como el que
construye encima de las vías segregadas puesto que estos muestran en conjunto la
continuidad urbana.
Ilustración 43. Formalización del espacio público de acuerdo a condiciones urbanísticas. Rambla del Brasil (espacio público sobre la Ronda del Mig) y Gran Vía de Les Corts Catalanes (Espacio público lateral sobre las vías segregadas). Elaboración propia.
- Función local de actividades deportivas y culturales:
Tanto en los márgenes dela red vial, como en las zonas centrales cubiertas, se abre la
posibilidad de implantar equipamientos urbanos de índole deportiva o cultural, siempre y
cuando estén en acuerdo con las necesidades del área urbana que circunda la infraestructura
vial. Desde el punto de vista público se conciben estos espacios como potenciales
introductores de servicios o equipamientos en áreas donde no existían y que permiten
agregar nuevos usos y actividades.
Esto conlleva a que se genere la polifuncionalidad dada por la mezcla de funciones y los
efectos positivos que esto genera en el tejido urbano (Bohigas, 2004).
Con respecto al espacio público central que se desarrolla gracias al cubrimiento de las vías, se
configura con espacios que referencian las necesidades del barrio o elementos que aportan
una continuidad de funciones y actividad urbana, como por ejemplo los equipamientos
deportivos y edificios culturales como centros cívicos, bibliotecas, entre otros.
73
Ilustración 44. Función local de actividades deportivas y culturales en el espacio público desarrollado de la red vial. Vía Favencía y Plaza de Alfonso Comin. Elaboración propia.
74
Ilustración 45. Función local de actividades deportivas en el espacio público de la red vial. Roda del Dalt. Elaboración propia.
3.2. La forma urbana del espacio público de la red viaria.
Las diferentes configuraciones del espacio público asociado a la red viaria, obedecen tanto a
las características naturales del paisaje urbano, ya sean naturales o creadas, como a las
determinantes y necesidades urbanas por las que se proyecta. También se desarrolla de
acuerdo al ancho disponible entre las fachadas y el de las vías segregadas, lo cual establece
que tipo formal de espacio público se realiza en sus laterales o en al área central, ya sea por
cubrimiento total, voladizos hacia el centro, o voladizos exteriores.
Para la formalización y proyección se hace necesario considerar el diseño en planta y desde
el punto de vista de la sección transversal, ya que mediante esta se consideran los elementos
urbanos que lo llegan a componer, haciendo del espacio público y la red vial una trazado
“continuo y único”, en donde se reconoce como “un todo” que se va modificando y variando
de acuerdo al contexto urbano y el espacio en donde se interviene.
Esta formalización del espacio público hace que el eje vial no se constituya como una barrera
sino como como un elemento de continuidad urbana, que desde el punto de vista del peatón
y su movilidad se llega percibir como un continuo de la ciudad y no áreas fragmentadas,
logrando una comprensión del espacio con sus diferentes usos y funciones establecidas.
3.3. Tipos de formación de la red vial y su espacio público.
Teniendo en cuenta el recorrido realizado por los espacios del objeto de estudio, y las
secciones elaboradas de cada uno de ellos, se ha determinado una caracterización con
respecto a su formación, las cuales demuestran siete tipos diferentes que dependen de las
condiciones formales sobre las cual fue construida la infraestructura vial de movilidad
rápida rodada. (Ver Ilustración 46).
75
Ilustración 46. Tipos de formación de espacio público en la infraestructura de movilidad rápida de Barcelona. Elaboración propia
Formación en zanja: Al realizarse la construcción de las rondas y sus vías de
manera segregada y deprimida a la cota urbana, hace que se desarrolle
espacio público en los espacios laterales y transversos a las vías rápidas, por
lo que se denotan andenes, puentes y mobiliario urbano en la cota urbana.
Formación en semizanja: La zanja de las vías segregadas están parcialmente
cubiertas por voladizos que van hacia el centro de la vía rápida, generando
las vías urbanas y paralelas a ellas la reproducción de espacio público y
mobiliario urbano que busca la continuidad peatonal.
Formación por loza de cubrimiento: La zanja de las vías segregadas están
cubiertas totalmente por una loza, que permite la realización de espacio
público peatonal central, equipamientos deportivos, culturales, áreas de
aparcamiento, y vías urbanas.
Formación por túnel: Esta formación se denota cuando las vías rápidas
segregadas transcurren entre una formación natural que puede ser
montañosa. Al estar las vías cubiertas de manera natural permite el desarrollo
de viviendas, edificios y parques urbanos sobre la superficie.
Formación en superficie: Las vías rápidas están ubicadas a la misma altura
de la cota urbana. Esta formación desarrolla espacio público lateral a las vías
urbanas y requiere de puentes peatonales para posibilitar la movilidad
peatonal transversal, y en algunos casos requiere de semaforización.
Formación en voladizo: Esta formación se denota cuando ocurre la extensión
del espacio público lateral, mediante la realización de una loza que está
“adicionada” y continua a una de las vías urbanas y por encima de las vías
segregadas de movilidad rápida.
76
- Sección de espacio público por zanja.
Ilustración 47. Formación de espacio público por vías segregadas en zanja. Elaboración propia.
77
- Sección de espacio público por semizanja.
Ilustración 48. Formación de espacio público por vías segregadas en semizanja. Elaboración propia.
78
- Sección de espacio público por cubrimiento con loza.
Ilustración 49. Formación de espacio público por cubrimiento con loza de las vías segregadas. Elaboración propia.
79
- Sección de espacio público por túnel.
Ilustración 50. Formación de espacio público por túnel. Elaboración propia.
80
- Sección de espacio público por superficie.
Ilustración 51. Formación de espacio público por vías segregadas en la cota urbana. Elaboración propia.
81
- Sección de espacio público por voladizo.
Ilustración 52. Formación de espacio público por vías segregadas cubiertas por voladizo. Elaboración propia.
82
- Sección de espacio público mixto
Ilustración 53. Formación de espacio público por vías segregadas en zanja, cubiertas o semicubiertas por loza. Elaboración propia.
83
3.4. Tipos de espacios públicos asociados a la infraestructura vial de movilidad rápida.
Las diferentes formaciones de las vías rápidas y segregadas, dan a conocer distintos tipos de
espacio público, los cuales se perciben en unidad y coherencia con respecto a las vías urbanas
y el espacio público de cada uno de los barrios por donde “cruza” la infraestructura vial. A
su paso se va formado especificaciones determinadas por espacios urbanos que de acuerdo al
recorrido y la observación de los mismos se pueden catalogar como:
- Espacio público central continuo.
De acuerdo a la formación del cubrimiento total o parcial de las vías por loza y voladizo, se
concreta un espacio público el cual tiene un trazado que garantiza la movilidad peatonal
continua mediante corredores, espacios verdes, y funciones que hacen reconocer de este
espacio una consecución de funciones y usos acordes al contexto de la actuación urbanística.
Como ejemplo más representativo de ello se tienen los espacios públicos de La Vía Favencía,
La Vía Júlia, El Parque García Faria, La Rambla de Brasil, El Parc del Port Olímpic, Mall de la
Fusta, entre otros.
Ilustración 54. Diferentes espacios centrales asociados a la red vial de Barcelona. Fotografías tomadas de archivo personal. 2013.
- Concepción de los nudos urbanos como potencial de espacio público.
El nudo urbano concebido desde el espacio público ha hecho que se reduzca el impacto de su
presencia en el paisaje urbano al hacer desaparecer estas “vías superpuestas” sobre la cota
urbana. A partir de la depuración de las conexiones que se dan en los nudos viarios a unas
rondas perimetrales de la ciudad, se crea un espacio interior con características que pueden
ser útiles, tanto desde el punto de vista funcional para para la ciudad, en cuanto a desarrollo
de espacio público, tal como es el caso del nudo de la Trinitat, y también como un tipo de
espacio vacío que contribuye a crear una lectura unificada del conjunto de elementos
urbanos que lo circundan, como en la Plaza Karl Marx y La plaza Cerdá.
84
Ilustración 55. Diferentes nudos urbanos como potenciales de desarrollo de espacio público. Elaboración propia.
85
- La intersección de vías como plazas urbanas.
El desarrollo de plaza urbana en las intersecciones, depende directamente de la formación de
la red vial, la cual se concibe como un eje que posibilita la conexión rápida entre los barrios
de su alrededor garantizando la accesibilidad a ellos, tanto desde la movilidad rodada como
desde la peatonal. Es así como las calzadas de las vías urbanas en su intersección se
conforman como glorietas, siendo articuladores urbanos sobre lozas en la cota urbana, que
generan espacio público y cruces determinados para los peatones, consolidándose así enlaces
para la movilidad peatonal y espacios de estancia. Ejemplo de ello lo tenemos representado
en la Plaza Alfonso Comín, Plaza Lesseps, entre otros.
Ilustración 56. Diferentes plazas urbanas asociados a la red vial de Barcelona. Elaboración propia.
86
- Espacio público paralelo y lateral articulado con los barrios.
Las vías urbanas laterales inscriben la forma del espacio público, siendo este paralelo a ellas
y a las fachadas de las edificaciones. En él se desarrollan aceras que siguen la continuidad
urbana mediante los cruces por zonas peatonales inscritas por la semaforización. Las aceras
ubicadas en los extremos de las vías urbanas se conectan mediante cruces transversales que
se resuelven en la cota urbana, lo que permite el paso peatonal continuo, conservando la
lógica de la movilidad peatonal a nivel de superficie.
En la aplicación de este tipo de espacio se encuentran la Ronda del Dalt, La gran Vía de Les
Corts Catalanes, La Ronda del Mig, y en general todos los espacios públicos laterales de las
vías urbanas de la ciudad.
Ilustración 57. Diferentes espacios laterales asociados a la red vial de Barcelona. Fotografías tomadas de archivo personal. 2013.
En síntesis, los cuatro anteriores tipos de espacios públicos mezclan escalas de barrio, ciudad
y metropolitana, pues en ellos se encuentran elementos urbanos representativos de cada una
de ellas, generando una articulación entre los diferentes tejidos urbanos que allí convergen y
por ende entre las diferentes modalidades de movilidad urbana.
Son estos “espacios de articulación” en donde debido a la formalización de dicha
convergencia de la trama urbana, se dan situaciones funcionales que producen un orden y
elementos de significación en el eje vial, condicionados por la continuidad, la conexión, el
direccionamiento y la movilidad peatonal en relación a la infraestructura de movilidad
rápida y rodada.
87
CONCLUSIONES
La sección como herramienta del diseño urbano para la formalización del espacio público.
El proyecto urbano de espacio público, el cual busca como objetivo la transformación de las
áreas circundantes a la red vial, mediante aspectos de comunicación, conexión, accesibilidad
y equilibrio en las modalidades de movilidad urbana, puede utilizar como herramienta de
proyección la sección transversal, aplicándola al diseño de las intersecciones viarias y del
espacio público desarrollado de manera central y en su lateralidad, ya que en la proyección
de la sección transversal se puede ver cómo actúan los diferentes elementos urbanos, tales
como las vías segregadas, las vías urbanas, y el espacio público, de tal manera que se
organizan jerárquicamente entendiendo la función de cada uno de ellos por aparte, pero
concibiendo todo el espacio como “uno solo”.
Por lo dicho anteriormente, es importante considerar los tipos de sección, tanto transversal y
longitudinal, como herramienta central para la configuración del espacio urbano y sus
intervenciones urbanísticas, como los son las red vial, su espacio público y las conexiones
entre los elementos que componen el conjunto urbano de la movilidad rodada y peatonal.
El análisis mediante los diagramas, fotografías y levantamiento de secciones han permitido
reconocer que mediante el uso de esta herramienta gráfica se logran articular la sección
viaria en su conjunto en donde se denotan una serie de parámetros a tener en cuenta:
- Desde lo funcional:
Para el desarrollo de espacio público inscrito dentro del marco referenciado de la red vial, es
importante tener en cuenta múltiples aspectos relevantes para su proyección. No obstante
esta conclusión no pretende nombrarlos todos, pues muchos de ellos obedecen a caracteres
técnicos, ingenieriles y de planeación urbana, pero sí formular dos, que de manera abstracta
encierran y de acuerdo al trabajo de campo son los más relevantes. El primero de ellos es
implantar condiciones de “continuidad urbana”, que no se denoten como barrera funcional
transversa o como pantalla que visualmente no permiten una constante libre y accesible del
eje urbano, por el contrario debe realizase con un alto nivel de “transparencia” y linealidad
ininterrumpida en pro de la movilidad peatonal, de tal manera que pueda verse el recorrido
y entender el eje urbano por el cual se está movilizando.
El segundo de ellos es la “conexión” entre las fachadas laterales a la red vial, y los espacios
públicos que se encuentran sobre y a los lados del eje urbano, creando espacios de
conectividad y accesibilidad a los barrios y a espacios de referencia. La función principal de
esta conectividad sobre el espacio público de la red vial es vincular entre sí piezas o
elementos urbanos que estén des conexos, y a su vez, estos con el resto de la ciudad.
- Desde lo formal:
En el proceso de desarrollo formal del espacio público que se realice bajo el conjunto de la
infraestructura de movilidad, debe contar con los aspectos orográficos del contexto de
intervención y las condiciones sobre las cuales se desenvuelven los bordes de la red vial, los
cuales pueden ser fachadas de edificios, o bordes naturales. Para ello se debe consolidar las
diferentes líneas y planos de acción sobre los cuales actuarán los elementos compositivos de
las vías y sus espacios públicos, es decir, realizar la consolidación y diferenciación de cada
88
uno de los componentes con factores de articulación que permitan la distinción de las
funciones y su relación con el paisaje urbano natural o previamente creado.
Los aspectos formales de este espacio público deben buscar articular de manera funcional la
accesibilidad y la linealidad del espacio, estando de acuerdo a las fachadas de modo tal que
las integre a dicho paisaje.
Teniendo en cuenta el proceso de observación realizado en el trabajo de campo, se puede
sintetizar la formalidad del espacio público desde las áreas centrales (espacio público central
y continuo) sobre las vías, de modo tal que sea cohesionador entre los diferentes elementos
que se desarrollen sobre él, lo cual también se cumple para el espacio público que se
construya lateral a las vías. Lo anterior busca lograr una mediación y costura entre el tejido
urbano existente y la vía rápida, creando la posibilidad de “acercar” la ciudad en cada uno
de los espacios de intervención o creados.
La vía rápida como oportunidad de espacio público.
Si bien es cierto que una vía (Ronda) cohesiona los extremos o límites de una ciudad desde el
punto de vista de la movilidad rodada, también debe considerarse que esta lo debe hacer a
escala local o de barrio mediante la movilidad peatonal. Lo anterior genera un punto de vista
de tal manera que abre la posibilidad no solo de integración sino de homogenización de la
accesibilidad al espacio urbano, lo cual permite pensar el proyecto de intervención desde
caracteres puntuales y particulares de la actuación urbana así como los de índole general
hacia la ciudad interna y su contexto metropolitano.
Esta es una clara ocasión para crear infraestructuras de movilidad ordenadas de acuerdo a
las necesidades urbanas del barrio (que se consoliden en el espacio público mediante aceras,
cruces, áreas verdes, áreas peatonales colectivas, plazas y parques, equipamientos públicos,
etc.), y la coherencia con la red vial de la ciudad creando dimensiones urbanas de
intervención tanto de localización como de globalización respectivamente.
89
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SALA Morales, Manuel de. La segunda historia del proyecto urbano. Revista UR No 5 Barcelona,
1987.
91
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1. Gráfico explicativo de la metodología en cada una de las fases y la relación
entre ellas. Elaboración propia. ................................................................................................ 16
Ilustración 2. Diagrama correspondiente a las rutas de recorrido a pie de los espacios
públicos asociados a la red de movilidad rápida de Barcelona. (Trabajo de campo).
Elaboración propia. ................................................................................................................... 17
Ilustración 3. Plànol topogràfic, 1855. Ildefons Cerdà. Plànol dels voltants de la ciutat de
Barcelona aixecat per orde del Govern per a la formació del projecte d'eixample, 1855.
Arxiu Històric de la Ciutat. (En línea) http://www.anycerda.org/web/arxiu-
cerda/fitxa/planol-topografic-1855/404 Consulta el 24 de febrero de 2014. ....................... 20
Ilustración 4. Plano de los alrededores de la ciudad de Barcelona y proyecto de su Reforma y
Ensanche. Ildefons Cerdà. Escala original: 1:5.000. Archivo-Biblioteca de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid. (En línea)
http://www.anycerda.org/web/arxiu-cerda/fitxa/plano-de-los-alrededores-de-la-ciudad-
de-barcelona-y-proyecto-de-su-reforma-y-ensanche/109 Consulta el 24 de febrero de
2014. ............................................................................................................................................. 21
Ilustración 5. Demostración de las “vías trascendentales” que debían permitir la conexión de
la Ciudad de Barcelona con su exterior. Ilustración modificada del Ensanche de Cerdá.
Elaboración propia. ................................................................................................................... 22
Ilustración 6. Ensanche de Barcelona. Plano de los cruces de calles previstos en el Plan
Cerdà, 1859. , Museu d'Historia de la Ciutat, Barcelona. (En línea)
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cerda-avantprojecteEixample-1955.jpg
consulta el 24 de febrero de 2014. ............................................................................................ 24
Ilustración 7. Ensanche de Barcelona. Detalle en sección de una calle. Projecto de ensanche
de Barcelona conocido como Plan Cerdà. 1859, Museu d'Historia de la Ciutat, Barcelona.
(En línea) http://commons.wikimedia.org/wiki/File:CruillesCerda2.jpg consulta el 24 de
febrero de 2014. .......................................................................................................................... 25
Ilustración 8. Proyecto de unificación y reforma de los pueblos del Pla de la ciudad de
Barcelona. 1899. Fuente: Instituto Cartográfico de Cataluña. (En línea)
http://andreumarfull.wordpress.com/2012/07/25/casassas-sola-morales-font-llop-
vilanova-borja-roca-una-aproximacio-al-debat-de-la-planificacio-de-la-metropoli-
barcelonina-i-el-paper-atorgat-a-sant-andreu-de-palomar/. Consulta el 28 de febrero de
2014. ............................................................................................................................................. 26
Ilustración 9. Plano de los tranvías y ferrocarriles. Léon Jaussely. Plano (dentro Proyecto
Romulus) ganador del concurso para el Plan de enlaces de Bracelona, 1905. (En línea)
http://www.anycerda.org/web/arxiu-cerda/fitxa/planol-dels-tramvies-i-ferrocarrils/363 .
Consulta el 28 de febrero de 2014. ........................................................................................... 27
Ilustración 10. Plan de enlaces de 1917. Fernando Romeu, Ezequiel Porcel y P. Falques. 1917.
Fuente: La formación de la urbanística metropolitana de Barcelona. De TORRES y CAPELL,
1999. (En línea) http://andreumarfull.wordpress.com/2012/07/25/casassas-sola-morales-
font-llop-vilanova-borja-roca-una-aproximacio-al-debat-de-la-planificacio-de-la-
metropoli-barcelonina-i-el-paper-atorgat-a-sant-andreu-de-palomar/ .Consulta el 28 de
febrero de 2014. .......................................................................................................................... 29
92
Ilustración 11. División del plano de la ciudad de Barcelona..Vicenç Martorell Portas.
División del plano de la ciudad de Barcelona. Servicio Municipal, 1930-1940.
(Reproducción de la serie Plano magistral, Archivo Histórico de la Ciudad de
Barcelona). Tomado de http://www.anycerda.org/web/es/arxiu-cerda/fitxa/divisio-del-
planol-de-la-ciutat-de-barcelona/461 el 28 de febrero de 2014. ........................................... 29
Ilustración 12. Plano de Accesos a Barcelona por carretera. Soteras i Mauri, Josep. "El Plan de
ordenación de Barcelona y su zona de influencia en la Exposición del Día del
Urbanismo." Cuadernos de arquitectura [en línia], 1950,, Núm. 14 , p5. ............................... 30
Ilustración 13. Zonas del Plan de Ordenación de Barcelona (aprobado en 3 de diciembre de
1953). Institut Cartogràfic de Catalunya. (En línea) http: //cartotecadigital.
icc.cat/cdm/singleitem /collection/catalunya /id/2935/rec/1. Consulta el 28 de febrero de
2014. ............................................................................................................................................. 31
Ilustración 14. Plan de Ordenación de Barcelona y su Zona de Influencia de 1953. Secciones
tipo de las principales vías de acceso a Barcelona. Fuente: Artículo COAC: “El Plan de
Ordenación de Barcelona y su zona de influencia en la Exposición del Día del
Urbanismo Autor: José Soteras Mauri. ................................................................................... 32
Ilustración 15. Plan director del área metropolitana de Barcelona. 1966. Fuente: Historia del
Urbanismo en Barcelona. Del plan Cerdá al Área Metropolitana. Comisión de
Urbanismo y Servicios comunes de Barcelona y otros Municipios. Barcelona: Editorial
labor, S.A., 1970. ......................................................................................................................... 33
Ilustración 16. Plan de La Ribera 1971. (En línea):
http://lub.upc.edu/web/arxiu_LUB/a_p_ribera.html#. Consulta el 18 de abril de 2014 .. 35
Ilustración 17. El Plan General Metropolitano de Ordenación Urbana de la Entidad
Municipal Metropolitana de Barcelona, aprobado en 1976. (En línea)
http://urbannetworks.blogspot.com/2012/05/los-grandes-eventos-como-
catalizadores.html. Consulta el 18 de abril de 2014. ............................................................. 35
Ilustración 18. Sistema Viario Básico. Plan general metropolitano de 1976. (En línea):
http://blogs.lavanguardia.com/postbarcelona-shu/tag/barcelona-regional. Consulta el 18
de abril de 2014. ......................................................................................................................... 36
Ilustración 19. Fotografía de La Ronda del General Mitre, que muestra un tramo de vía con
una sección que divide el barrio. Fuente: Fotografía de archivo personal 2013. .............. 38
Ilustración 20. Plano de vías básicas. Propuesta de red de circulación. Adjuntament de
Barcelona, 1984. Fuente: Tesis Doctoral Hacia la asimilación delas vías segregadas en el
ámbito urbano. El caso de las rondas del Dalt y del litoral en Barcelona, Laura Inés Alcalá
2004. ............................................................................................................................................. 40
Ilustración 21. Fotografía del Mall de la Fusta y la ronda del Litoral 2013. Fuente: Fotografía
de archivo personal. .................................................................................................................. 44
Ilustración 22. Las nuevas áreas de centralidad de Barcelona, incluidas las cuatro para los
juegos olímpicos. (En línea) http://elbloc.net/wp-content/uploads/2012/07/areas-nueva-
centralidad-bcn.jpg Consulta el abril 23 de 2014. .................................................................. 47
Ilustración 23. La redefinición del viario. La plaza Cerdá y Rambla del Brasil. 2013. Fuente:
Fotografía de archivo personal. ............................................................................................... 48
93
Ilustración 24. Fotografía de la Plaza Lesseps. 2013. Fuente: Fotografía de archivo personal.
...................................................................................................................................................... 53
Ilustración 25. Clasificación de la red vial. Conceptos de “pasar y estar” tomados del
documento Criterios de movilidad en zonas urbanas. Barcelona, 1996. Fotografías
tomadas de archivo personal, Zona vial del Parc del Castell de L’Oreneta, 2013.
Elaboración propia. ................................................................................................................... 54
Ilustración 26. Ubicación general, fotografía y sección de la Rona del Dalt a la altura de
Carrer d’Irradier. Elaboración propia. .................................................................................... 57
Ilustración 27. Ubicación general, fotografía y sección de la Ronda del Dalt – Plaza Alfonso
Comín. Elaboración propia ...................................................................................................... 58
Ilustración 28. Fotografía del parque lineal García Faria. Al lado derecho está ubicada de
manera segregada la Ronda del Dalt. Fuente: Fotografía de archivo personal. 2013. ..... 58
Ilustración 29. Sección de la Ronda del Litoral y la formación del espacio público: El Parque
del litoral. Elaboración propia. ................................................................................................ 60
Ilustración 30. Fotografía de la Plaza de los Campeones. Debajo de ella transcurren las vías
de la Ronda del Litoral. Fuente: Fotografía de archivo personal. 2013. ............................. 60
Ilustración 31. Ronda del Dalt. La cota de la ronda es diferente que la de las vías urbanas, y
otra es para el espacio público asociado a la red vial. Fotografías del espacio público
cerca de la Carrer del General Vives, con Carrer de Rafols. Ronda del Dalt. Tomadas de
archivo personal. 2013. .............................................................................................................. 62
Ilustración 32. Espacio público desarrollado por el total cubrimiento de la vía rápida
segregada de alta velocidad. Ronda del Dalt y Vía Favencía. Ronda del Litoral y Parc de
les Cascades. Fotografías tomadas de archivo personal. 2013. ........................................... 62
Ilustración 33. Ubicación general, fotografía y sección de la Ronda del Litoral. Elaboración
propia. ......................................................................................................................................... 63
Ilustración 34. Ubicación general, fotografía y sección de la Ronda del General Mitre.
Elaboración propia. ................................................................................................................... 64
Ilustración 35. Ubicación general, fotografía y sección de la Ronda del Dalt y la Vía Favenciá.
Elaboración propia. ................................................................................................................... 64
Ilustración 36. Ubicación general, fotografía y sección de La Gran Vía de Les Corts
Catalanes. Elaboración propia. ................................................................................................ 65
Ilustración 37. Espacio público tipo cruce que genera un continuo en la movilidad peatonal.
Passeig de la Vall d’Hebron con Avinguda Vallcarca. Fotografías tomadas de archivo
personal. 2013. ............................................................................................................................ 66
Ilustración 38. Continuidad urbana transversal y longitudinal por el espacio público
desarrollado mediante el cubrimiento total o parcial de la infraestructura vial de
movilidad rápida. Elaboración propia .................................................................................... 67
Ilustración 39. Ubicación general, fotografía y sección de Vía Júlia. Elaboración propia. ...... 68
Ilustración 40. Ubicación general, fotografía y sección de Vía Augusta. Elaboración propia. 68
Ilustración 41. Conectividad de espacios públicos desarrollados mediante corredores
peatonales en la Ronda del Dalt. Elaboración propia. .......................................................... 71
94
Ilustración 42. Ejemplo de conectividad entre espacios públicos. Passeig de La Vall d’Hebron
(conectividad y movilidad lateral a las rondas) y Vía Favencía (conectividad y
movilidad central). Fotografías tomadas de archivo personal. 2013. ................................. 71
Ilustración 43. Formalización del espacio público de acuerdo a condiciones urbanísticas.
Rambla del Brasil (espacio público sobre la Ronda del Mig) y Gran Vía de Les Corts
Catalanes (Espacio público lateral sobre las vías segregadas). Elaboración propia. ........ 72
Ilustración 44. Función local de actividades deportivas y culturales en el espacio público
desarrollado de la red vial. Vía Favencía y Plaza de Alfonso Comin. Elaboración propia.
...................................................................................................................................................... 73
Ilustración 45. Función local de actividades deportivas en el espacio público de la red vial.
Roda del Dalt. Elaboración propia. ......................................................................................... 74
Ilustración 46. Tipos de formación de espacio público en la infraestructura de movilidad
rápida de Barcelona. Elaboración propia ............................................................................... 75
Ilustración 47. Formación de espacio público por vías segregadas en zanja. Elaboración
propia. ......................................................................................................................................... 76
Ilustración 48. Formación de espacio público por vías segregadas en semizanja. Elaboración
propia. ......................................................................................................................................... 77
Ilustración 49. Formación de espacio público por cubrimiento con loza de las vías
segregadas. Elaboración propia. .............................................................................................. 78
Ilustración 50. Formación de espacio público por túnel. Elaboración propia. .......................... 79
Ilustración 51. Formación de espacio público por vías segregadas en la cota urbana.
Elaboración propia. ................................................................................................................... 80
Ilustración 52. Formación de espacio público por vías segregadas cubiertas por voladizo.
Elaboración propia. ................................................................................................................... 81
Ilustración 53. Formación de espacio público por vías segregadas en zanja, cubiertas o
semicubiertas por loza. Elaboración propia. .......................................................................... 82
Ilustración 54. Diferentes espacios centrales asociados a la red vial de Barcelona. Fotografías
tomadas de archivo personal. 2013. ........................................................................................ 83
Ilustración 55. Diferentes nudos urbanos como potenciales de desarrollo de espacio público.
Elaboración propia. ................................................................................................................... 84
Ilustración 56. Diferentes plazas urbanas asociados a la red vial de Barcelona. Elaboración
propia. ......................................................................................................................................... 85
Ilustración 57. Diferentes espacios laterales asociados a la red vial de Barcelona. Fotografías
tomadas de archivo personal. 2013. ........................................................................................ 86