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EDITORIAL • Cambio, poder y conocimiento, los aliños de la enfermería en la posmodernidad FENOMENOLOGÍA • Calidad Humana • Amiga enemiga mía HISTORIA • Evolución de los cuidados enfermeros. Análisis iconográfico desde la perspectiva de Virginia Henderson ANTROPOLOGÍA • El cuerpo como práctica artística y primer instrumento de los cuidados • La imagen de la Enfermería española en cuidados críticos vista por pacientes centroeuropeos • Investigación Etnorrativa del Prototipo Enfermero en la Reescritura de Cuentos Tradicionales (Caperucita Roja) TEORÍA Y MÉTODO • Una introducción a la naturaleza del Cuidado • Seminario investigativo: Experiencia desde la Perspectiva de Enfermería • Análisis de la identidad profesional a través de la competencia educadora de la Enfermería MISCELÁNEA • Biblioteca comentada • Programa de Doctorado 1 er . Semestre 2004 • Año VIII - N.º 15 ASOCIACIÓN NACIONAL DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE LOS CUIDADOS CONSEJO DE ENFERMERÍA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA SEMINARIO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA DE LOS CUIDADOS ENFERMEROS DEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA UNIVERSIDAD DE ALICANTE

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EDITORIAL• Cambio, poder y conocimiento, los aliños de la enfermería en la posmodernidad

FENOMENOLOGÍA• Calidad Humana• Amiga enemiga mía

HISTORIA• Evolución de los cuidados enfermeros. Análisis iconográfico desde la perspectiva de Virginia Henderson

ANTROPOLOGÍA• El cuerpo como práctica artística y primer instrumento de los cuidados• La imagen de la Enfermería española en cuidados críticos vista por pacientes centroeuropeos• Investigación Etnorrativa del Prototipo Enfermero en la Reescritura de Cuentos Tradicionales (Caperucita Roja)

TEORÍA Y MÉTODO• Una introducción a la naturaleza del Cuidado• Seminario investigativo: Experiencia desde la Perspectiva de Enfermería• Análisis de la identidad profesional a través de la competencia educadora de la Enfermería

MISCELÁNEA• Biblioteca comentada• Programa de Doctorado

1er. Semestre 2004 • Año VIII - N.º 15

ASOCIACIÓN NACIONAL DEHISTORIA Y ANTROPOLOGÍADE LOS CUIDADOS

CONSEJO DEENFERMERÍADE LA COMUNIDADVALENCIANA

SEMINARIO DE HISTORIA Y ANTROPOLOGÍADE LOS CUIDADOS ENFERMEROSDEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA

UNIVERSIDAD DE ALICANTE

Cultura de los Cuidados • 3

1.er Semestre 2004 • Año VIII - N.° 15

SUMARIO

NORMAS DE PUBLICACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

EDITORIALCambio, poder y conocimiento, los aliños de la enfermería en la posmodernidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5AMEZCUA MARTÍNEZ, MANUEL

FENOMENOLOGÍACalidad Humana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9FORTES ZABALA, MARÍA ROSA

Amiga enemiga mía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12SANTOS GARCÍA, FRANCISCO JAVIER

HISTORIAEvolución de los cuidados enfermeros. Análisis iconográfico desde la perspectiva de Virginia Henderson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17NUÑEZ DEL CASTILLO, MERCEDES; SILES GONZÁLEZ, JOSÉ

ANTROPOLOGÍAEl cuerpo como práctica artística y primer instrumento de los cuidados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26GARCÍA HERNÁNDEZ, ALFONSO MIGUEL

La imagen de la Enfermería española en cuidados críticos vista por pacientes centroeuropeos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32LILLO CRESPO, MANUEL; CASABONA MARTÍNEZ, ISABEL; GALAO MALO, ROBERTO; MORA ANTÓN, Mª DOLORES

Investigación Etnorrativa del Prototipo Enfermero en la Reescritura de Cuentos Tradicionales (Caperucita Roja) . . . . . . . . . . . . . . 37SALAS IGLESIAS, PEDRO MANUEL

TEORIA Y METODOUna introducción a la naturaleza del Cuidado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43SALAS IGLESIAS, MANUEL JESÚS

Seminario investigativo: Experiencia desde la Perspectiva de Enfermería . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49DAZA CABALLERO, ROSITA

Análisis de la identidad profesional a través de la competencia educadora de la Enfermería . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55CHOCARRO GONZÁLEZ, LOURDES; GUERRERO BONMATTY, RAFAEL;

VENTURINI MEDINA, CARMEN; SALVADORES FUENTES, PALOMA

MISCELANEABiblioteca comentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63Programa de Doctorado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64

DIRECCIÓNJosé Siles González

SUBDIRECCIÓNLuis Cibanal Juan

DIRECCIÓN TÉCNICA Y FINANCIERAJosé A. Ávila OlivaresAntonio Verdú RicoMercedes Núñez del CastilloJuan José Tirado DauderFrancisco Mulet FalcóFrancisco J. Pareja Lloréns

COMITÉ ASESOR NACIONALManuel Amezcua (Granada)Carmen Chamizo Vega (Gijón)Alberto Gálvez Toro (Jaén)Manuel J. García Martínez (Sevilla)Antonio C. García Martínez (Sevilla)Esperanza de la Peña Tejeiro (Mérida)Cecilio Eseverri Cháverri (Palencia)Francisca Hernández Martín (Madrid)Francisco Herrera Rodríguez (Cádiz)Amparo Nogales Espert (Valencia)Natividad Sánchez González (Albacete)Francisco Ventosa Esquinaldo (Salamanca)

COMITÉ ASESOR INTERNACIONALCarmen de la Cuesta Benjumea Marilyn Douglas (EE.UU.)Ximena Isla Lund (Chile)Carmen Luz Muñoz Mendoza (Chile)Cecilia Rohrbach (Suiza)Raquel Spector (EE.UU.)Mª Teresa Torres (Ecuador)Rick Zoucha (EE.UU.)Asesor Enfermería Militar: Capitan J. Fco.Montes Jiménez

CONSEJO DE REDACCIÓNSECRETARÍAElena Ferrer Hernández [email protected] ELECTRÓNICOPablo Martínez CánovasMiguel Castell MolinaIsabel Casabona MartínezJuan Mario Domínguez SantamaríaBelén Estebán FernándezPilar Fernández Sánchez Eva Mª Gabaldón BravoRoberto Galao MaloYolanda Gallardo FríasPedro Hernández VidalManuel Lillo CrespoDavid Molero TolinoAsunción Ors MontenegroRosa Pérez-CañaverasMª Mercedes Rizo BaezaCarmen Solano RuizFlores Vizcaya MorenoMª Teresa Ruiz RoyoJosé Ramón Martínez Riera

RELACIONES INTERNACIONALESMaribel Sanz QuinteroMª José Muñoz ReigAdrián S. Morse

Cultura de los Cuidados. Revista socio-fundadora del Consejo de Editores deRevistas de Enfermería Iberoamericanas.SUSCRIPCIONES: Consejo de Enfermería dela Comunidad Valenciana (CECOVA)C/. Xàvia, 4 - 3º Pta. 10 - 46010 ValenciaTarifas 2 números (1 año)

España y Portugal: 12,02 eurosAlumnos Enfermería: 7,21 eurosExtranjero: 18,03 euros

Revista «on line»: http://enfe.ua.esISSN:1138-1728-Dep.Legal: A-1309-1997Título clave: Cultura de los CuidadosTítulo abreviado: Cul.Cuid.Edita: Consejo de Enfermería ComunidadValenciana (CECOVA)Imprime: Gráficas Estilo, S.C. AlicanteLA DIRECCIÓN DE LA REVISTA NO SE HACE RESPON-SABLE DE LOS CONTENIDOS DE LOS ARTÍCULOS

4 • Cultura de los Cuidados

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Aunque sujeta a variaciones, en aras de su filo-sofía contextualizadora, la revista constará de sec-ciones tales como:

1.- Editorial.

2.- Fenomenología: sección destinada a la publi-cación de originales y/o revisiones sobre fenomeno-logía clínica. Asimismo tendrán cabida en este apar-tado las experiencias clínicas de los profesionalessea cual sea la forma de expresión: narrativa, ensa-yo, poética o plástica. Por último, también serán sus-ceptibles de publicación los originales que, a juiciodel comité de redacción, contribuyan al desarrollohumanístico de la enfermería (en cualquiera de susvertientes).

3.- Historia: destinada a la publicación de origi-nales y/o revisiones de historia de enfermería.

4.- Antropología: sección reservada para lainclusión de originales y/o revisiones de trabajosantropológicos en materia de cuidados enfermeros.

5.- Teoría y métodos enfermeros: apartado dedi-cado a la publicación de originales y/o revisionesque contribuyan tanto al desarrollo teórico-filosóficode la enfermería como a sus métodos y aplicacionesprácticas.

6.- Miscelánea: Sección dedicada a la divulga-ción de actividades, noticias, agenda etc, revisión denovedades editoriales.

7.- Cartas al Director.

PRESENTACIÓN DE LOS TRABAJOS

Para adaptarnos a las normas internacionales seha seguido el sistema de citas adoptado por revistasinternacionales de enfermería tales como: Journal ofAdvanced Nursing, Journal of Clinical nursing,International Journal of Nursing studies.

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea.Paidós, Barcelona (Libro).

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea.Enfermería Científica 8, 22-27 (Artículo revista).

Sánchez, J. (1997) Historia de la revista panacea.En las revistas españolas de enfermería (Cibanal, L.ed.), Síntesis, Madrid pp. 88-102. (capítulo de Libro).

United Kingdom Central Council for Nursing,Midwifery and Health Visiting (1990) Post-Registration Education and practice Project. UKCC,London.

- Las ilustraciones, gráficas y fotografías se envia-rán a parte indicando su número de orden y título apie de página o en su reverso en el caso de las foto-grafías. Las gráficas, preferentemente, deberán pre-sentarse en blanco y negro.

- Presentación: en soporte papel mecanografia-dos en hojas DIN A4, letra Times New Roman, tama-ño letra 12, a doble espacio, por triplicado y endisco 3 1/2 (WORD 6-7 o equivalente).

- Estructura del manuscrito: En la primera páginafigurará el título del artículo seguido del nombre delos autores, su categoría profesional y la dirección delprimer autor; en la segunda página, un resumen deltrabajo no superior a 200 palabras, con 3 ó 4 pala-bras clave; las siguientes páginas incluirán el conte-nido del artículo, con una extensión no superior a losdiez folios; la última página estará dedicada a labibliografía.

- Las ilustraciones, gráficas y fotografías se envia-rán aparte indicando su número de orden y título a piede página o en su reverso en el caso de las fotografí-as. Las gráficas serán en blanco y negro.

- Dirección donde deben remitirse los manuscri-tos:

Asociación de Historia y Antropología de los cui-dados enfermeros. Departamento de Enfermería.Universidad de Alicante Apartado 99/ E-03080.

ESTRUCTURA DE LA REVISTAY NORMAS DE PUBLICACIÓN

Amenudo se insiste en que la formación delos profesionales debe ser la principalestrategia para articular el cambio de la

enfermería, y debe ser cierto, aunque tenemosserias dificultades para definir a qué cambio nosestamos refiriendo y en qué ámbitos situamos laformación. En una sociedad compleja como lanuestra, enfermerías hay muchas (me refiero aposibilidades de entender la práctica profesional delas enfermeras) y estamos demasiado acostumbra-dos a comprobar cómo se esgrime el discurso delcambio para desacreditar de una manera casi obse-siva a los profesionales.

Hace poco escuchaba al sociólogo JuanIrigoyen afirmar que la obsesión por el cambio quecaracteriza a las organizaciones sanitarias obliga a“desaprender” a los profesionales, generando unasensación de inseguridad y desatención que nohace más que aumentar la distancia entre lasexpectativas de unos y de otros. Con sus lamenta-bles consecuencias para la ciudadanía, que por otraparte vive ajena al debate, ya que ni unos ni otrosle reconocen la capacidad de pensar el sistema desalud en términos políticos.

Lo que está claro es que las instituciones sani-tarias ya no son lo que eran. En la nueva dialécticadel cambio (sólo en la dialéctica) se ha desterradocasi por completo el concepto de administración(propio de las organizaciones inmovilistas tradi-cionales) y se habla más de gestión en su sentidoempresarial, aunque por ahora se expresa máscomo deseo que como realidad. La cuestión es que

no basta con que las instituciones funcionen, tam-bién hay que hacerlas viables, y por tanto se impo-ne un desempeño basado en los principios de la efi-ciencia. Es aquí donde surge una serie interminablede interrogantes que aluden a la posición de laenfermería en el nuevo orden organizacional.Podríamos empezar por éste, ¿son costo efectivaslas enfermeras?, posiblemente sí, pero nos faltaconocimiento para defender esta respuesta conrotundidad. Y el problema es que la respuesta tie-nen que aportarla las propias enfermeras, ya quelas organizaciones, desde el modo de pensamientoúnico que les caracteriza, prefieren utilizar la dudapara defender un desempeño de mínimos orientadoexclusivamente al sostenimiento del modelo médi-co dominante.

Lejos ya de las tesis reformadoras de Alma-Ata(Salud para todos, ¿se acuerdan?), las organizacio-nes sanitarias del nuevo milenio se caracterizan,entre otras cosas, por la despolitización de la salud-enfermedad. De esta manera el problema de saludse despoja de sus dimensiones sociales y culturales(illness, sickness), aislando el componente biomé-dico (disease) para centrarse en él, con lo que selogra dotarle de una visión individual y privada. Lagestión por procesos, que activa el itinerario asis-tencial en torno al diagnóstico médico, es un claroejemplo del modelo emergente en las organizacio-nes. Incluso cuando las variables sociales pesan demanera determinante sobre el problema de salud(enfermedades infecciosas, salud mental, drogode-pendencias, vejez, etc) se crean estructuras colate-

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EDITORIALCAMBIO, PODER Y CONOCIMIENTO, LOS ALIÑOS

DE LA ENFERMERÍA EN LA POSMODERNIDADCHANGE, EMPOWERMENT AND KNOWLEDGE,

SEASONINGS FOR POSTMODERN NURSINGManuel Amezcua Martínez

Jefe de B. de Docencia e Investigación, Hospital Universitario San Cecilio, GranadaPresidente de la Fundación Index

rales que no hacen más que situar los sectores atí-picos de la población asistible en una posiciónliminal del sistema de salud. Es el caso de los lla-mados hospitales socio-sanitarios, que se estánestableciendo en algunas comunidades autónomasa partir de unidades tradicionalmente periféricas.

Pero otra característica de este modo diferentede pensar las organizaciones es la elaboración deun discurso dual ciertamente contradictorio quetiene como objeto aliviar desde un plano teóricoalgunas de las contradicciones del modelo tecno-crático. De esta forma se reinventa la posición delciudadano ante el sistema de salud, proponiendoetiquetas como “El ciudadano es el centro del sis-tema” o “El ciudadano es el eje del sistema”. Enrealidad se trata de una forma refinada de nuevodespotismo (todo para el ciudadano, pero sin el ciu-dadano) que oculta una de las verdaderas lacras delsistema de salud, como es su escaso nivel de demo-cratización. Si observamos el diseño de los llama-dos “hospitales de última generación”, comproba-remos que una de sus constantes es la prescripciónde lo cotidiano, de lo básico, que se manifiesta enun control robotizado del medio ambiente (aire,luminosidad), de la ocupación del espacio (crecien-te tendencia al aislamiento), de los procedimientosmédico-asistenciales, cada vez más dependientesde la tecnología. Vamos a encontrar muy pocas pis-tas que nos hagan pensar que ese establecimientoaltamente tecnificado vaya a continuar siendo loque en realidad es: una comunidad (espacio de con-vivencia continuada de las personas) dentro de otracomunidad mayor que es la ciudad. En un regresoconceptual al pasado de los internados, el hospitalposmoderno se va pareciendo cada vez más a lasinstituciones totales de Goffman, sólo que revesti-das de un ambiente futurista tan impresionantecomo inalcanzable para el ciudadano.

Entre tanto ¿qué posición adoptan o debenadoptar las enfermeras ante la dualidad del discur-so de las organizaciones? “¿Cómo podemos evitarfallecer?”, me preguntaba con patetismo una jovenresidente de Salud Mental en un reciente evento desu especialidad. “Participando” (tomando parte) lerespondí casi instintivamente. Las enfermeras ten-dremos que asumir tarde o temprano los principioséticos que sostienen nuestra profesión, y algunosde ellos insisten en la necesidad de “tomar partido”

por quienes ocupan la posición más vulnerable enel sistema de salud, que no son precisamente losmédicos o los gestores. Además hay que desarro-llar la habilidad de aprovecharse de las contradic-ciones del nuevo orden institucional. Pues si el ciu-dadano es el centro del sistema, habrá que gestio-nar sus legítimas demandas, aspiraciones y expec-tativas. Y aquí surge una nueva pregunta ¿quéesperan los ciudadanos de las enfermeras?.Posiblemente que le aclaremos qué pueden esperarde nosotros.

Salgámonos por un momento de nuestra reali-dad más cercana. Algo se mueve en el mundo glo-bal de la enfermería. Estamos empezando a cono-cer modos de pensar la enfermería universalmenteválidos (modelos avanzados de práctica enferme-ra), estamos conociendo lenguajes estandarizadosque pretenden garantizar el conocimiento compar-tido, estamos constatando que la adherencia a lasnuevas tecnologías produce una mayor circulacióndel conocimiento, estamos comprobando que lautilización del conocimiento en la práctica (movi-miento de la evidencia científica) fomenta el pen-samiento crítico. Y esto nos lleva a otra pregunta:¿a qué esperan las enfermeras clínicas para mover-se también? Posiblemente, a que alguien lasmueva, pero ¿podría hoy el viejo reglamento de laenfermería conventual aportar soluciones ante losdilemas ético-asistenciales de nuestro tiempo?Algunos síntomas estamos experimentando quenos hacen pensar en una activación del compromi-so profesional y disciplinar entre las enfermeras,en su mayor parte vienen de la mano de las socie-dades científicas, que en el caso español experi-mentaron una creciente aceptación a partir de lademocratización del país y de la inclusión de laenfermería en la universidad.

Algunas sociedades han surgido en torno a pro-yectos muy concretos de fomento del conocimien-to, como es el caso de la Asociación de Historia yCultura de los Cuidados, con sede en laUniversidad de Alicante. Por su parte la FundaciónIndex se configura como la única entidad enferme-ra española dedicada a la gestión del conocimien-to, con la producción de bases de datos bibliográfi-cas (entorno CUIDEN) y grupos de investigaciónmuy consolidados que lideran movimientos comola Enfermería Basada en la Evidencia o la incorpo-

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ración de metodologías cualitativas a la investiga-ción en cuidados, entre otros. Estas iniciativas noson casuales, sino causales, no en balde laFundación Index y el Departamento de Enfermeríade la Universidad de Alicante desarrollan desdehace tiempo una productiva relación que en esteaño se materializa en la convocatoria del primerPrograma de Doctorado de Enfermería con unaorientación hacia la Cultura de los Cuidados, conel que pretende generar conocimiento en torno adimensiones de la salud de alto impacto social,pero de escasa atención por el sistema de salud.

Cambio, poder y conocimiento son conceptosque cabalgan juntos. Quien posee un conocimientoconsiderado cierto por las instituciones, está en unaposición privilegiada para introducir cambios en laorganización e influir en la toma de decisiones.Dicho de otra manera, puede más quien más cono-ce. Pensemos un momento en qué poseen los gru-pos de poder que les hace ser fuertes: un mayor ymejor acceso a la información, una distribuciónmás generalizada del conocimiento entre susmiembros, un control de los flujos y de las redes decomunicación que afectan a la organización en suconjunto. Es precisamente el monopolio de estoselementos el marcador identitario del poder institu-cional. Nueva pregunta ¿cómo afecta a las enfer-meras la distribución del poder? Aquí hemos dereconocer que tenemos serios problemas. Lasenfermeras tienen una escasa influencia en la tomade decisiones. No se trata de algo nuevo, sea por laherencia de un pasado demasiado reciente marcadopor las adherencias a otras disciplinas, sea comoconsecuencia de una formación que no ha primadoprecisamente la adquisición de competencias en lagestión, lo cierto es que un padecimiento muy par-ticular de las enfermeras es la anorexia de poder, olo que es lo mismo la adicción a la dependencia, loque provoca respuestas tan contradictorias como lade reafirmar en otros la toma de decisiones pro-pias, pasando así a considerarlas como impropiasde la enfermería. Mucho tiene que ver con estaposición de absentismo de los escenarios de tomade decisiones la inhabituación de consumo deconocimiento, que perpetúa posiciones de insegu-ridad que inhabilitan para el ejercicio del poder. Laconsecuencia de todo ello es clara: la invisibilidadde las enfermeras en la organización.

Pues volvamos al principio, si la formación hade ser el motor del cambio, ¿qué característicasdebiera tener para que resulte efectiva?Propongamos algunas ideas.

(a) Que incremente la competencia profesional.Casi todas las propuestas que se realizan en estosaños previos a la adopción de un modelo europeode formación superior ponen énfasis en que la for-mación tiene que estar orientada a la adquisiciónde competencias por parte de los alumnos. Estosignifica que la formación da un giro importante,en tanto centra su interés en formar personas pre-paradas para un ejercicio profesional eficaz, decalidad y eficiente en una sociedad compleja ydiversa como la que nos ha tocado vivir. Las orga-nizaciones no son ajenas a esta nueva orientación eintroducen la gestión de competencias como unode los estandartes de un proceso de modernizaciónde las instituciones. Felizmente estamos viendocómo algunos planes de formación de enfermeraspromueven la adopción de modelos de prácticaprofesional avanzada, que incorporan taxonomíasy lenguajes estandarizados en diagnósticos, resul-tados e intervenciones, igualmente fomentan laadopción de planes de cuidados aplicados a necesi-dades individuales de los pacientes y fomentan elmanejo de los principales problemas de salud.Dentro de la metodología enfermera, se incorporanherramientas como la entrevista, la observaciónclínica, el diagnóstico diferencial, la preparaciónde sesiones clínicas, o las habilidades de comuni-cación, que claramente orientan hacia una enfer-mería competente en la toma de decisiones clíni-cas.

(b) Que tenga capacidad transformadora. Losdefensores del movimiento de la enfermería basa-da en la evidencia suelen decir que si las enferme-ras incorporasen a la práctica los hallazgos que aldía de hoy nos proporciona la investigación, elejercicio de la enfermería no se parecería en casinada al que ahora desempeñamos. La aplicación enla práctica los resultados de la investigación noslleva necesariamente a modelos de gestión de cui-dados que incorporan como eje la toma de decisio-nes, en un contexto de administración de recursosdesde unas coordenadas éticas y profesionales.

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(c) Que genere conocimiento. En los procesosde cambio, la innovación se convierte en una cons-tante y de ésta se desprende conocimiento que biengestionado se convierte en una poderosa herra-mienta para orientar la toma de decisiones. Lasenfermeras que se inscriban en modelos avanzadosde enfermería han de tener una sólida formación enmetodología de investigación aplicada a los cuida-dos. La clinimetría se presume como la principalorientación para la investigación sobre resultadosenfermeros, que a su vez van a proporcionar evi-dencias sobre la efectividad de los cuidados. Perono hay que olvidar que los cuidados de enfermeríaconstituyen un constructo complejo al que hay queacercarse necesariamente desde perspectivas feno-menológicas, y en este sentido la enseñanza demetodologías cualitativas son esenciales paraconocer la experiencia del padecimiento y otrasrespuestas sociales y culturales en el procesosalud-enfermedad.

(c) De naturaleza emancipatoria. La formaciónde las enfermeras tendría que servir para redimirlasde los excesos de un sistema altamente medicaliza-do que no parece estar dispuesto a ceder en unápice las cotas de poder que acumula. El que lasorganizaciones sean permeables al pensamientoenfermero constituye al día de hoy la única oportu-nidad de democratizar el sistema de salud, en elsentido de orientarlo mínimamente hacia las nece-sidades y expectativas de los ciudadanos. Lasorganizaciones sanitarias no debieran ser portado-ras de una forma de pensamiento único, ya lohemos dicho, y sólo si las enfermeras se dignan aparticipar activamente (y las dejan) en las políticasde salud, si son capaces de generar también cultu-ra organizacional desde su modo de hacer y depensar la salud, si conocen y participan en el dise-ño y desarrollo de los instrumentos de gestión, siparticipan activamente en los órganos de toma dedecisiones, si cuentan con la autonomía necesariapara realizar su trabajo, sólo entonces podremosasistir a un sistema de salud donde las relacionesprofesionales-ciudadanos sean más igualitarias,donde un nuevo conocimiento compartido puedafluir en beneficio de los intereses comunes.

Concluyendo, cambio, poder y conocimientoconstituyen los aliños que no deberían faltar en los

planes de formación de las enfermeras si queremosestar preparados para los retos de la posmoderni-dad. Como diría José M. Morales se trata de pasarde una Enfermería Basada en la Obediencia a unaEnfermería Basada en la Evidencia, o en laCiencia, en la Conciencia, en la Presencia, en laVivencia, en la Existencia... Se articulan cuatroetapas secuenciales que se relacionan entre sí conun sentido cíclico: si las enfermeras participan másactivamente en el sistema de salud, liberarán lasestrecheces que ponen límites a su desarrollo pro-fesional, con lo cual aumentarán considerablemen-te sus competencias tanto en la clínica como en lagestión y en la docencia, que les proporcionaránuna visión crítica de la organización que bienadministrada producirá un conocimiento válidopara la toma de decisiones basada en la eficiencia,con lo cual aumentarán su peso y participaciónconstructiva en el sistema de salud, y así sucesiva-mente. En realidad acabamos de diseñar lo quepodríamos denominar el ciclo del empoderamientode la enfermería, que tiene como objeto construiruna enfermería altamente profesionalizada tan útilpara sí misma como para la sociedad.

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El día que obtuve mi título de “Auxiliar deEnfermería” no imaginaba los momentospor los que tendría que pasar los tres meses

siguientes.Quizá por mi edad, inexperiencia y ganas de

comerme el mundo, me fui directa a una residenciade ancianos. Allí pedí hablar con la directora ygeriatra del centro. Cuando estuve ante ella, lemostré mi diploma y le pregunté si cabía la posibi-lidad de que hubiera algún puesto de trabajo libre,pues en verano (por la época de vacaciones) semasifican estos centros, y la mano de obra esimprescindible. Mientras yo hablaba, noté que ladirectora no levantaba la cabeza del papel que teníadelante. Llegué a dudar que estuviera escuchandomis palabras. Al verla tan absorta, di marcha atrás,tomando con mi mano la manivela de la puertapara irme. Mas sus palabras me detuvieron.

- “Siéntate”- dijo. – “Es cierto que necesitamospersonas jóvenes y dispuestas a trabajar en estoscentros, pero hay una cualidad que exijo en estecentro que regento y a la que otorgo más impor-tancia incluso que al certificado que acabas deponer sobre mi mesa. Se trata de la “calidad huma-na” de la persona que esté atendiendo a los resi-dentes”.

No entendí del todo sus palabras. Sabía a laperfección tomar las constantes vitales y pasarlas agráfica, preparar a un enfermo para cualquier prue-ba o para quirófano, suministrarle medicamentos(éstos nunca por vía parenteral) y un largo etcéte-ra. Sin embargo, no recordaba ninguna asignaturade “Calidad Humana”.

Debió notar mi desconcierto y, sonriendo, mecitó para empezar al día siguiente:

- “Te haré un contrato de tres meses. Harásprácticas y empezarás a manejar esa asignaturapendiente que sólo se adquiere con el trato y eltiempo que pasas junto a los residentes de estoscentros. Tu turno comienza a las siete de la maña-na, e irás rotando cada mes, o sea que cada treintadías cambiarás de turno.”

Dándole las gracias, salí del lugar con unainmensa alegría en mi interior, bendiciendo al des-tino por lo que acababa de conseguir: ¡Nada menosque mi primer empleo!

Los tres meses siguientes serían para mí muyricos en experiencias, me darían madurez y algoimportante que me tenía intrigada: empezaría amedir mi “calidad humana”.

Después de varios años en esta profesión sé queaquel lugar no era ni mejor ni peor que otros, pero,quizá por ser el primero en el que trabajaba, lanovedad me hacía verlo de forma diferente.

FENOMENOLOGÍACALIDAD HUMANA / HUMAN QUALITY

María Rosa Fortes Zabala

Tenía una enorme estancia rodeada de grandesarcos cerrados al exterior por inmensas cristaleras,tan transparentes y nítidas que se dirían inexisten-tes. Las macetas abundaban y proporcionaban alentorno un colorido rico en matices y al ambienteun aroma suavemente penetrante. Predominaba elsencillo geranio, que en todos sus colores estraté-gicamente armonizados hermoseaba la estancia.Las plantas se encontraban enmarcadas en maceto-nes de barro cocido de formas clásicas y muy rús-ticas, lo que daba al recinto la apariencia de claus-tro antiguo. En el centro de la estancia sobresalíauna pequeña fuente no muy bulliciosa, pero quedisponía del caudal de agua suficiente como paraque su rumor susurrara lentamente el frescor quepretendía crear con sus caídas. A sus pies, mediadocena de aspidistras la rodeaban con sus grandeshojas frondosas y anchas de un verde profundo ylimpio. La solería formaba arabescos en fuertestonos de color y las paredes estaban encaladas enun blanco inmaculado. Toda la sala se encontrabarodeada de sillones de mimbre, todos vestidos concretonas del mismo tono. En un ángulo había untelevisor grande y mudo, pero siempre conectado.Cerca de la puerta, pegadas a la pared, agrupadasen parejas y plegadas, se encontraban las sillas deruedas. Casi todos los residentes las necesitaban enalgún momento y había que tenerlas a mano.

Los domingos y festivos todo el gran salón sellenaba de familiares que visitaban a los ancianos.Las caras de éstos reflejaban ilusión y alegría. Mas,de esta suerte no disfrutaban todos. Había quien notenía familia y otros que, a pesar de tenerla, norecibían visitas. Uno de ellos era D. José Mª, unveterano residente. Con buen porte, a pesar de suedad (rondaba los setenta) y su inseparable silla deruedas, era “todo un caballero”, como le escuchédecir en una ocasión a Doña Soledad, la directora.

Uno de estos días de visita, le vi tan solo queme senté a su lado.

- “¿Qué tal, Don José, aún no ha llegado sufamilia?”

- “No, jovencita”- Dijo clavando en mí su mira-da- “Aún no ha llegado, pero no pierdo la esperan-za de volver a verlos.”

Su respuesta me dejó un tanto sorprendida. Éllo captó y empezó a relatar anécdotas, vivencias,experiencias, gracias y desgracias que le habían

ocurrido a lo largo de su vida. Ese día me convertíen un miembro de su ya desaparecida familia. Consu charla y el paso del tiempo se fue apagando elmurmullo que había a nuestras espaldas. Poco apoco, la gran sala se quedó vacía de visitas. Seacercaba la hora de servir la cena a los residentes,que ese día se encontraban más cansados que decostumbre, pero satisfechos.

Pasé varias tardes de visita escuchando las his-torias que me relataba, deleitándome al oírlas, sininterrumpirle. Yo pensaba que “un buen amigo esaquel cuyo silencio no nos estorba”. Me hablaba dela Guerra Civil, en la que había participado siendoun chaval de tan sólo veinte años y donde le hirie-ron en la cabeza; y de cómo la enfermera que lecuidaba (una voluntaria) sería más tarde la mujerde su vida, ya que contrajeron matrimonio. Peroella murió joven y, al enviudar, no quiso volver acasarse porque no llegó a querer a ninguna otramujer con la misma intensidad, y concluyó dicien-do que el tiempo es la cruel pizarra en la que todose borra. Esas tardes en las que yo escuchaba, sen-tía a mis espaldas el paso quedo de Doña Soledad,la directora del centro, que al igual que observabaa los demás internos y familiares nos observaba anosotros con un íntimo gesto de agrado.

Más tarde, llegué a comprender que la causa porla que D. José Mª no estaba solo el día de visita erapara que yo fuera practicando no sólo en mis cono-cimentos de auxiliar, sino en mi “calidad humana”,cualidad que, como ya me advirtió el primer día,exigía a toda persona que trabajaba en el centro.

Una de las tardes de visita no tuve tiempo depasar por el salón. Algunos internos necesitaron laatención del personal con más asiduidad de lohabitual. Cuando me pasé a recoger a Don José Mªpara llevarle al comedor, le encontré con mal sem-blante, los ojos entornados, amodorrado y con unatiritona fuera de lo normal. Al tocarle las manos,noté su temperatura alta. Le cogí la muñeca y letomé el pulso, confrontando mi segundero.Efectivamente, tenía hipertermia. Le subí a suhabitación, acomodándole en la cama. Anoté enuna gráfica su pulso, respiración y presión arterial,y bajé al despacho de Doña Soledad a explicarletodo. Mi salida se retrasó en dos horas por estemotivo. Al terminar la jornada, agradecía el des-canso, ya que el trabajo había sido agotador.

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La neumonía que padecía D. José Mª se agra-vaba por días. A pesar de todo, él no perdía sucompostura y sus amables palabras hacia las per-sonas que le atendíamos. Una noche que entré paraver cómo seguía, pues ya terminaba mi jornadalaboral, me dijo con una voz apagada que nada secorrespondía con la de siete días antes:

- “Jovencita, creo que se está acercando la horade que yo también reciba mis visitas”.

- “¿Cuándo será eso?” - Pregunté entre asom-brada y escéptica.

- “Pronto, pronto”.El día siguiente era el último en que yo tenía

turno de tarde. Se despedía el mes de agosto y sólome quedaba un mes de trabajo en el centro. Cadadía me encontraba más segura al realizarlo.Sumida en estos pensamientos volvía de dar lacena a varios residentes que por distintas circuns-tancias no podían moverse de sus camas, cuando,al pasar por la habitación de D. José Mª, me llamóla atención verla abierta. Doña Soledad se encon-traba dentro. Dejé bien aparcado en el corredor elcarro con los restos de alimentos y entré. El enfer-mo había empeorado notablemente. Estupor y res-piración estertorosa eran dos signos inequívocos.La directora no me dijo nada. Nada se podía hacer.Sólo esperar. Nos encontrábamos una frente a laotra. Sólo nos separaba la cama. Mi vista se posóen la gráfica que se encontraba a la cabecera.Entonces comprendí que aquello era ya inminente:bradicardia, hipotensión. Las líneas habían descen-dido demasiado en tan sólo veinticuatro horas.

Las dos mujeres continuamos en la mismaposición bastante tiempo. Hubo una respiraciónmás honda que las demás. Después sus pulmonesse vaciaron con un leve ronquido intermitente yenseguida la absoluta y total quietud. Sus ojos sequedaron abiertos. Mi mano, un tanto temblorosa,los cerró.

A lo largo de mis años de profesión pasaría poreste trance tantas veces que llegaría a hacerse coti-diano. Ahora para mí el misterio de la vida es másprofundo que el misterio de la muerte, pero aque-lla fue la primera vez que la vi de cerca, y meencontraba sumamente impresionada.

Me disponía a desenchufar el suero y demástubos, pero Doña Soledad me indicó con un gestoque saliera de la habitación. Me siguió y, fuera de

ésta, me pidió que marchara a descansar. Actoseguido pulsó el timbre.

Cuando yo bajaba, subía personal ya curtido enestos menesteres. Al salir a la calle , de vuelta parami casa, mi cuerpo agradeció el aire del primer díade septiembre.

El último mes concluyó con más trabajo, puesingresaron nuevos ancianos que, por varias razo-nes, se hacían notar más que los demás. Para lamayoría de residentes, las primeras semanas eranlas más duras. Fuera de sus costumbres, entorno,alimentos y horarios, les costaba asimilarlo y sufrí-an crisis, depresiones, ansiedad, inapetencia eincluso se negaban a hablar, manteniendo los ojosconstantemente cerrados.

Y en este ambiente de trabajo llegó el últimodía de septiembre y, con gran pesar, me despedíade mis compañeros de trabajo y de los residentesque más había tratado. Al cruzar el corredor, pasépor la habitación que había sido de D. José Mª, másdeprisa de lo normal. Aún me dolía pensar en él, yfui directamente al despacho de Doña Soledad.

Ésta me esperaba con una abierta sonrisa. Medijo que estaba muy satisfecha de cómo habíadesarrollado mi trabajo durante los tres meses decontrato. Me dio un sobre que contenía una cartacon buenas referencias y el finiquito.

- “Por mi parte, estás aprobada en tu “CalidadHumana”. “Procura no deteriorar este aprobado alo largo de tu carrera profesional.” - dijo.

Esto me llenó de orgullo. Nos despedimos.De nuevo en la calle, comencé a andar hacia mi

casa. Iba absorta en mis pensamientos. Había deci-dido seguir avanzando en mis estudios y ampliarmis conocimientos en el campo de la medicina. Nome resultaría difícil. Me había dado cuenta de quetenía verdadera vocación... y había aprobado laprincipal asignatura. Con este material no podíafracasar.

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“Amigos verdaderos son los que vienena compartir nuestra felicidad cuando se les ruega

y nuestra desgracia sin ser llamados.”Demetrio de Falerea

Carmen estaba en la muy cuidada, terraza desu piso, sentada en la que definitivamentesería su inseparable amiga-enemiga con

ruedas. Miraba hacia la amplia avenida que se abríabajo sus pies. Ésta es la arteria principal del pueblodonde Carmen tendría que luchar diariamente paradesenvolverse, en ella el trajín de personas y vehí-culos era incesante durante todo el día; empresariosdirigiéndose hacia los bancos para realizar sus ges-tiones; amas de casa entrando en las mismas enti-dades para sacar o meter algún dinero; los distintosrepartidores dejando sus furgonetas en doble fila,contribuyendo muy directamente a aumentar elcaos circulatorio conforme pasan las horas; losjubilados ociosos dando sus lentos paseos o simple-mente sentados en algún banco viendo pasar lagente y charlando, a veces discutiendo, de cosas sinimportancia; los empleados municipales barriendoentre los estrechos espacios que dejan los coches,haciendo verdaderas piruetas para recoger toda labasura, cosa a todas luces imposible; las señorasbien arregladas, pero de manera informal, con suscarritos o bolsas para hacer la compra diaria, pues-to que la semanal desde hace tiempo se deja para irel sábado con la familia al “hiper” que montaron alas afueras del pueblo; y como no, algunos chavalesque ese día decidieron darse unas vacaciones delinstituto y que merodeaban de tienda en tienda sinrumbo fijo dejando pasar el tiempo.

Las lágrimas no cesaban de caer por susmejillas, aunque hacia todos los esfuerzos posiblespara detener este llanto, no lo conseguía, sería casicon toda seguridad porque desde el día del trágicoaccidente hasta ahora no había derramado una sola.Sentía que su vida se estaba volviendo triste, sinsentido y sin esperanzas.

Fue en un día con un sol espléndido cuando aCarmen se le ocurrió, maldita la hora, visitar a suamiga María. Cogió la moto de su hermano y comoera normal dejó el casco en casa. Ocurrió en un ins-tante, un cruce sin peligro aparente, una distrac-ción y la mala suerte de golpearse la cabeza con elparabrisas del coche con el que chocó, despuésvino el hospital.

En un principio los médicos no confiaban enque Carmen saliese de esta situación, pero lajuventud, la fuerza y las ganas de vivir hicieronque la evolución fuese favorable; poco a poco fuerecuperando el sentido, fue recordando su vida ycon el paso de los días se perdió el temor a la muer-te. Pero las secuelas se hicieron inevitables.Carmen quedó paralizada de cintura hacia abajo, ycon ello comenzaron los viajes de hospital en hos-pital, de ciudad en ciudad, buscando un remedioclínico o, a veces, un milagro. Este interminablerecorrido terminó cuando su familia se hizo a laidea de que este esfuerzo no tenía ningún sentido,que las energías había que encauzarlas hacia larecuperación psíquica de Carmen, había que ayu-darla a adaptarse a su nueva situación, había queenseñarla a desarrollar su vida normalmente, aco-plándola a este nuevo momento.

Todo esto ocurrió en tan solo nueve meses: elaccidente, los días en la UCI, la incertidumbre delas secuelas, la esperanza de una recuperacióncompleta, el apoyo de los verdaderos amigos yamigas, y lo más duro, cómo asumir al gran cam-bio que sufrió la vida de la joven y su familia.Ahora tenían que dar un giro a sus planteamientos.

Todos los días Carmen se desplazaba a la capi-tal, unas veces la llevaba su padre, otras su herma-no e incluso alguna que otra vez su “amigo”Daniel, allí recibía un tratamiento integral, en elcentro de recuperación que tenía la asociación deayuda al discapacitado en la cual Carmen se habíainscrito. Esta asistencia era completísima: tenía ungimnasio donde durante una hora realizaba agota-

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AMIGA ENEMIGA MÍAENEMY FRIEND OF MINE

Francisco Javier Santos García

dores ejercicios ayudada por magníficos monitoresmuy concienciados con su trabajo, talleres de tera-pia ocupacional donde le impartían clases acomo-dadas a su nueva situación: cómo desenvolversecon su, desde ahora, amiga-enemiga silla de rue-das, cómo adaptar los útiles diarios de su hogar,cómo utilizar mejor el mobiliario urbano, cómoincorporarse a la vida laboral,... y, sobre todo, teníaa su disposición un equipo de profesionales que leayudaban psicológicamente a incorporarse nueva-mente a la sociedad. Fue en una de estas sesiones,junto a sus familiares, donde Carmen planteó rei-niciar su trabajo.

-Papá, he estado hablando mucho del tema conlos doctores y todos coincidimos en que deberíacomenzar a trabajar de nuevo. Ellos me han ense-ñado a desenvolverme sola y yo me veo con fuer-zas para hacerlo –explicó Carmen dirigiéndose atodos-.

-¿No crees que aún es pronto para que salgassin ayuda a la calle? –afirmó más que preguntó sumadre-.

-Aquí en la ciudad, durante las clases, medesenvuelvo perfectamente y los monitores me handicho que estoy más que preparada –respondía ellaa su madre-. Además, la oficina donde trabajo estácerca de casa, no necesitaré usar ningún transportepara llegar a ella.

-Pero en el pueblo es distinto, allí vas a encon-trar más obstáculos en la calle, aquello no está pre-parado para las personas en silla de ruedas. Lagente no tiene cuidado al aparcar y taponan lospocos accesos que existen. Las aceras son estre-chas y repletas de obstáculos –insistía, esta vez, supadre-.

-Creo que deberían cambiar de postura y apo-yar a su hija en esta difícil decisión –precisó eldoctor-. Ya hemos visitado, junto a ella, la empre-sa donde trabajaba y no han puesto ninguna pega asu incorporación, todo lo contrario, están contentí-simos, prueba de ello es que se han comprometidoa poner una rampa en los escalones de la entrada ya adaptar su lugar de trabajo y los aseos en el plazode un mes. La sensación que yo me llevé fue mag-nífica, el grado de compromiso que vi en sus com-pañeras, compañeros y jefes ya lo quisiera paraotros casos –seguía relatando el doctor-.

-Yo, lo tengo muy meditado, voy a incorporar-me en cuanto realicen las adaptaciones. He llegado

a un acuerdo con ellos para trabajar cuatro días a lasemana, de lunes a jueves, así podré seguir vinien-do al centro los viernes. Mamá, papá, tenéis queser conscientes de que mi vida tiene que rehacerse,que la asistencia que estoy recibiendo cuesta dine-ro, las ayudas de las administraciones son escasasy llegan muy tarde. Necesito vuestro incondicionalapoyo para afrontar todo esto –intentaba convencerCarmen a sus padres-.

-Sabes que el dinero no es problema, no es quenos sobre, pero lo primero es lo primero –interve-nía esta vez su hermano José-, pero creo que llevasrazón, debes intentar con todas tus fuerzas hacer tuvida lo más normal posible. Yo me comprometo aacompañarte los primeros días, mientras te hacesun poco al recorrido.

-Muchas gracias hermano, no esperaba menosde ti.

-Bueno, si lo tienes tan claro, tu sabes quenosotros lo que queremos es lo mejor para ti, asíque vamos a poner todo de nuestra parte para quepuedas hacer lo que quieres –al fin, entraba enrazón su padre-.

-Mamá, no te veo muy convencida.-Es que las calles del pueblo están tan mal, hay

tanto tráfico y la gente no... –insistía su madrecabizbaja-.

-No te preocupes por eso, estando en el hospi-tal me visitó el amigo del hermano que es Concejalde Urbanismo y me prometió que las siguientesobras que se realizasen en el pueblo serían paraadaptarlo a la normativa –seguía explicandoCarmen-. Ese hombre es muy serio en lo que pro-mete y me dijo que él estaba muy concienciado conel problema, que no me iba a olvidar.

Pasaron un par de meses y las obras de adapta-ción en su oficina no habían terminado. Primerohubo problemas con el Ayuntamiento para hacer larampa en la entrada y luego surgieron otros con losaseos. Carmen no quería desesperarse, la verdad esque no faltaban visitas todos los días en su casa,Daniel y María iban a diario junto con otros ami-gos y amigas, pero ella quería salir no sólo a pase-ar, no quería dar lastima, quería con toda su almasentirse independiente, útil, ser una persona más,en silla de ruedas, pero una persona más.

Al fin se produjo es día tanto tiempo esperado,un año después del fatídico percance, Carmenpodía incorporarse nuevamente a su trabajo, podría

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reiniciar esa rutina que a ella no le cansó nunca yahora necesitaba con ansiedad. En su oficina fueacogida de manera entrañable, todas las compañe-ras y compañeros hacían lo posible para facilitarleel trabajo e informarla de las novedades produci-das durante su ausencia, casi todo fue perfecto,excepto ese excesivo paternalismo que Carmen nonecesitaba pero al cual tendría que ir acostumbrán-dose sino quería estar de mal humor con todos. Enla oficina sí rodaban las cosas como debían, pero elproblema surgía antes y después de la jornadalaboral. Este primer día, como prometió, su herma-no José la acompañó, ayudándola a subir en elpequeño ascensor de su bloque, en el que lógica-mente cuando lo instalaron no contaron con estetipo de contingencias, al igual que la ayudó parabajar los veinte centímetros de bordillo de la acera,la ayudó a sortear los coches mal aparcados que nopermitían el acceso a la acera de enfrente, la ayudóa bordear, sin caer fuera, los alcorques de los árbo-les que en ocasiones ocupaban casi por completo lavía y estaban evidentemente sin cubrir por una reji-lla, la ayudó quitando las motos que interrumpíanel paso, estacionadas de mal modo sobre el acera-do, la ayudó nuevamente a bajar y subir otros bor-dillos de otras calles que tampoco cumplían lamínima normativa y que alguien, en el gobiernomunicipal, olvida periódicamente de solucionar.Esto causo a Carmen una gran desilusión, aunqueestaba mentalmente preparada para afrontar estassituaciones, ella esperaba que la promesa hechapor el Concejal de Urbanismo, amigo de su herma-no y muy apreciado en su casa, estuviera ya cum-plida y que las barreras que obstaculizan su vidaestuvieran ya eliminadas, después de casi un añode haber comprometido su palabra. Ella no conta-ba con esta incidencia, la cual la obligaba a replan-tear la situación. Su hermano se comprometía a lle-varla por las mañanas, pero cuando terminaba lajornada a las tres de la tarde, José no podría, puesél tenía que estar en su puesto de trabajo, así quepor la tarde, y mientras el Ayuntamiento no cum-pliese con su obligación, se irían turnando las com-pañeras y compañeros del trabajo para acompañar-la de vuelta a casa.

Otro problema que solucionó con la ayudainestimable de Laura, una compañera, era el deldesayuno, pues los bares de alrededor no tenían unacceso adecuado; así que Laura iba por los cafés y

juntas desayunaban en la propia oficina.Así transcurrieron cuatro meses. En la oficina

se normalizaron las tareas, ella cumplía con su tra-bajo, básicamente ante el ordenador y los recorri-dos diarios de ida y vuelta seguían siendo una odi-sea digna de guión cinematográfico. Carmen sentíaque se la estaba privando del bien y del derechomás preciado, la libertad. La libertad de no tenerque depender de la ayuda de los demás. Pero ellano estaba dispuesta a que las cosas siguiesen así.Decidió asistir, por las tardes, a la autoescuela paranormalizar su carné de conducir y adaptar sucoche, que una vez más tuvo que sufragar ella sincontar con las tan cacareadas ayudas oficiales, ade-más un día armada de valor, descolgó el teléfono yllamó a ese hombre que un día le prometió suayuda.

-Ayuntamiento, dígame.-Buenos días, soy Carmen Jiménez, quisiera

hablar con el Concejal de Urbanismo, PacoMuñoz.

-Espere un momento –volvió a contestar esavoz que de muy mala gana se oía al otro lado delauricular-.

-Hola Carmen, cómo estás –respondió en uninstante el amigo de su hermano-, que quieres.

-Hola Paco, te llamo porque quería saber cómovan las obras de adaptación y eliminación de barre-ras arquitectónicas en la vía pública que hace yatiempo me dijiste que ibais a realizar en el pueblo.

-Mira, tenía que haberte llamado ya –contesta-ba el Concejal con voz nerviosa- para informartedel tema. Tu hermano cada vez que me ve, me lorecuerda y no sabes lo que insiste, pero es queestoy tan liado. Bueno a lo que vamos, estamos ala espera de recibir una subvención de la Junta queno acaba de llegar, pero en cuanto recibamos eldinero te aseguro que nos ponemos manos a laobra.

-Paco, sé que el dinero del Ayuntamiento espoco, pero es que a veces lo invertís en obras queno son urgentes y éstas pienso yo que son de extre-ma necesidad para que personas como yo, en sillade ruedas, podamos ejercer nuestros derechos–seguía insistiendo Carmen con más énfasis-.

-Ya lo sé Carmen, no te preocupes que estoy alcien por cien contigo y le voy a dar prioridad altema –concluyó Paco-, adiós, ya te llamare.

-Adiós, Paco.

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Continuaba la limitada vida de Carmen, con surutina que cada vez la cansaba más. Adaptó elcoche y aprendió con rapidez a manejarlo, con loque solucionó, a medias, el problema diario deltraslado al trabajo. Pero esto le creó otro nuevoproblema, ¿dónde aparcar?. Para ir al Centro derehabilitación los viernes no tenía dificultad, pueshabía varias plazas de aparcamiento reservadaspara personas con minusvalía. Pero el pueblo eraotro cantar, las poquísimas que existían estabanmal señalizadas y siempre ocupadas por alguiensin autorización “que creía que le hacía más falta”o “no había visto la señal”. La sociedad seguíainsistentemente poniendo trabas y más trabas aCarmen, pero ella resistía los envites del destinosin derramar una sola lágrima, afrontando los pro-blemas con valor y apoyándose en la gente queverdaderamente la quería, que no sentía lástima,sino que la comprendían y luchaban junto a ella.En esta fuerza moral que exhibía tenía mucho quever, además de su familia, su “amigo” Daniel. Élera su apoyo, quien no se olvidó de ella, todo locontrario, quien se volcó con Carmen. Y su amis-tad se fue convirtiendo con el paso del tiempo enamor. Un amor que la aceptaba tal y como era ellay su realidad.

Salían con la pandilla a la única cafetería delpueblo donde para tomar unas copas y escucharalgo de música no tenía la necesidad de “escalar elEverest”, y también encontraron en la capital uncine accesible al cual iban con cierta frecuencia.Esta comunicación, este compartir emociones ypercibir sensaciones relajantes y excitantes, hacíasentir a Carmen que su mente y su corazón estabanvivos.

El tiempo pasaba, Carmen una vez acabada lajornada laboral, llegaba cada día a casa más agota-da, dispuesta a practicar el “deporte” de tumbarseen el sofá unas horas para reponer fuerzas y seguircon sus actividades en aquel maravilloso pueblotan condenadamente lleno de barreras arquitectóni-cas. Un buen día, harta de promesas realizadas através del teléfono, decidió pedir permiso en el tra-bajo para ir a hablar directamente con el Alcaldesobre esas obras que no acababan de realizarse.

Pasar nuevamente por la calle delAyuntamiento le producía, después de tanto tiem-po, una rara sensación. Y mira que había pasado

veces por allí, pero en otros tiempos, cuando toda-vía podía caminar como la que más. Seguro quealgún recuerdo de entonces cruzaría por delante delparabrisas de su coche.

Tuvo suerte y encontró un estacionamientocerca, además junto a un vado que le permitióacceder a la acera con facilidad, con lo que en unmomento se plantó frente a esos dos colosalesescalones de mármol blanco, en la entrada del edi-ficio, que le infundían a éste un aire de grandeza,pero que para Carmen representaban la obligaciónde solicitar nuevamente ayuda si quería traspasar-los. Se armó de valor y así lo hizo. Con la colabo-ración de un par de jóvenes, que al igual que ellapretendían entrar, sorteó el primer obstáculo y sedirigió al puesto de información, donde encontróuna joven muy atenta pero algo despistada.

-Buenos días, quisiera hablar con el Alcalde–solicitó Carmen-.

-Buenos días, eso es en la planta primera –res-pondió la funcionaria-.

-Gracias, ¿dónde está el ascensor?.-Aquí no hay ascensor –se apresuró a responder

la muchacha advirtiendo que su primera informa-ción no había sido muy acertada-.

-Ya me lo temía –continuaba Carmen, esta vezun poco más irritada-. ¿Podrías llamar a su despa-cho y explicarle la situación?.

- No faltaba más, espere un momento que ense-guida realizo la gestión –concluyó la funcionaria,poniéndose manos a la obra-.

Transcurridos unos minutos, bajó la secretariadel Alcalde para atenderla; ésta que la conocía devista, le explicó que en esos momentos estaba reu-nido y que tardaría sobre una hora en terminar, a lavez que le preguntaba si ella podía serle de útilidaden algo. En vista de que insistía en verlo a él, lasecretaria le ofreció un despacho de la planta bajapara que esperase y donde luego le atendería.

En esa hora, que se le hizo interminable, rondópor su cabeza el pensamiento de que era una tonte-ría todo lo que estaba haciendo, que las cosas soncomo son y no valía la pena forzar las situacionese incluso pensó en marcharse y abandonar la ideade exigirle a la máxima autoridad de su municipioque cumpliese con su deber de hacer accesible elpueblo para todas las personas independientemen-te de sus circunstancias personales. Pero no lo

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hizo, siguió esperando en aquel pequeño cubículoocupado por una mesa y dos sillas, de esas que seabandonan derrotadas por el frecuente uso y quesólo se pueden encontrar en edificios tan viejoscomo ése, además de un par de cuadros, ambos conlos marcos desencajados y las estampas, represen-tando rincones del pueblo, muy descoloridas.Desde luego aquel lugar no se utilizaba desde hacíatiempo, pero aún así estaba muy limpio, como silos servicios de limpieza lo aseasen todos los díassin ninguna necesidad.

Al fin llegó el Alcalde. Con cara muy sonrien-te, aunque se notaba que era una sonrisa forzada,saludó a Carmen y ocupó una de las sillas junto aella. En ese momento sonó su móvil y pidiendodisculpas lo atendió durante un buen rato, saliendoincluso al pasillo en algunos momentos de la con-versación. Esta situación comenzaba a enojarlacada vez más, pero ella seguía manteniendo lacalma y su apariencia de amabilidad.

-Perdóname, pero es que hoy llevo un día horri-ble de reuniones y de llamadas, parece que todo elmundo se ha puesto de acuerdo para hablar conmi-go –intentaba disculparse nuevamente el Alcalde-.Creo que sé por qué vienes a verme. Paco ya me haestado hablando del tema en varias ocasiones ycreo que lo tenía solucionado, ¿o es por otro moti-vo?.

-No, no es por otro tema, es el mismo quedesde hace dos años vengo solicitando. La verdades que cuando estaba en el hospital y Paco me pro-metió que ibais a realizar las obras necesarias parahacer accesible el pueblo no le preste mucha aten-ción porque aún creía que me iba a recuperar total-mente, pero ahora no sólo pido, sino que exijo quese realicen esas obras como manda la Ley. No osdais cuenta que yo y otras personas con mi mismoproblema tenemos el derecho de sentirnos inde-pendientes. Que una sociedad avanzada es aquellaque mira por cada uno de sus ciudadanos y ciuda-danas. Además, estas obras también facilitarían eltransito de las personas con los carritos de la com-pra y de bebés, de los mayores y evitarían algúnque otro accidente –intentaba explicar Carmen alAlcalde-.

-No hace falta que insistas, yo estoy muy con-cienciado con el problema. Te aseguro que lohemos discutido y que estamos buscando solucio-nes –relataba el Alcalde de forma diplomática-, ya

te he dicho que Paco, el Concejal de Urbanismo,está en ello.

-La verdad es que no se que creer, porque cadavez que veo los gastos que hacéis en el pueblo,algunos de ellos innecesarios o no urgentes comoquieras calificarlos, me pongo de muy mal humory hoy desde luego cuando he llegado a la puerta yhe comprobado que ni tan siquiera elAyuntamiento, la casa de toda la población, estáadaptado, ha sido para gritar de desesperación–seguía argumentando Carmen, cada vez más exal-tada, pero manteniendo el debido respeto y com-postura-.

En ese momento de la conversación, sonó nue-vamente el dichoso móvil del Alcalde, volviéndo-lo a atender, dejando a Carmen con la palabra en laboca. Esta fue la gota que colmó el vaso de supaciencia. Carmen, aprovechando que otra vezsalió al pasillo, decidió marcharse y así lo hizo.Cuando llegó a su casa no dijo nada a nadie, sedirigió a la terraza y se quedo fija mirando hacia lacalle.

-¿Por qué has vuelto hoy tan pronto? –pregun-tó su madre, a voces, desde dentro-.

-He terminado el trabajo de hoy rápido y notenía ganas de seguir –contestó, también a voces-,me encuentro algo cansada.

-¿Te encuentras mal? –insistió su madre-.-No, solo cansada. Déjame un rato aquí y se me

pasará –concluyó-.Carmen comenzó a llorar.

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EVOLUTION OF NURSING CARE. AN ICO-NOGRAPHIC ANALYSIS FROM VIRGINIAHENDERSON’S PERSPECTIVE

ABSTRACT

The aim of this study is to demonstrate thaticonographic material constitutes a sourcefor nursing history. For that purpose, a des-

criptive, retrospective, comparative, ethnographichistorical study was carried out. Iconographicmaterials come from all human ages and have beenclassified in categories such as: painting, sculpture,philately and photography. In order to potentiatethe hermeneutic process from nursing perspective,

categories from Virginia Henderson’s needs sys-tem have been used. The main conclusion of thisstudy consists in demonstrating pertinence of ico-nography materials in order to develop historicalknowledge of Nursing.

Key words:history of Nursing, nursing care, anthropology ofcare, iconography

RESUMEN

El objetivo de este estudio es demostrar queel material iconográfico constituye unafuente para la historia de la enfermería. Se

ha pretendido alcanzar dicho fin mediante un estu-dio descriptivo, retrospectivo, comparativo, histó-rico etnográfico. El material iconográfico utilizadose corresponde con el producido en todas y cadauna de las épocas de la humanidad y se ha organi-zado en categorías como son: pintura, escultura,filatelia y fotografía. Para potenciar el proceso her-menéutico desde la perspectiva de enfermería seha empleado la categorización del sistema de nece-sidades de Virginia Henderson. La conclusiónprincipal de este estudio consiste en demostrar lapertinencia del material iconográfico para desarro-llar el conocimiento histórico de la enfermería.

Palabras clave:Historia de la enfermería, cuidados enfermeros,

antropología de cuidados, iconografía.

HISTORIAEVOLUCIÓN DE LOS CUIDADOS ENFERMEROS. ANÁLISIS

ICONOGRAFICO DESDE LA PERSPECTIVA DE VIRGINIAHENDERSON

Mercedes Núñez del Castillo*, Jose Siles González***Enfermera asistencial del Hospital Universitario de San Juan de Alicante,

Antropóloga, Profesora asociada del Departamento de Enfermería de laUniversidad de Alicante.

**Catedrático del Departamento de Enfermería de la Universidad de Alicante

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INTRODUCCIÓNEste trabajo se ha desarrollado mediante un

estudio descriptivo, retrospectivo, comparativo,histórico-etnográfico de los cuidados de enferme-ría, analizado desde la perspectiva de las necesida-des básicas de Virginia Henderson, utilizandocomo fuente la iconografía.

Justificación.Alberdi,1986, define la enfermería como:”..

una disciplina tan antigua como el propio hombre,dado que tiene que ver con todos aquellos ele-mentos y factores materiales y humanos que con-vergen en una actividad innata y esencial en el serhumano. El cuidado del individuo, el grupo y lacomunidad..”(Siles, 1999).

Henderson, en su definición sobre Enfermeríahace hincapié en el cuidado, tanto de los indivi-duos enfermos como sanos, la independencia delpaciente es un criterio importante para la salud,hasta el punto que en sus escritos equipara saludcon independencia,

M.F. Collier, estudiosa de la materia dice que“los cuidados son un conjunto de actos de vida,habituales y cotidianos, que tienen por objeto per-mitir que esta continúe y se desarrolle”. En losorígenes,”.. las “prácticas cuidadoras”

ligadas a la conservación de la especie huma-na..”(Hernández ,1999), o, dar cuidados o cuidar“..era una noción ligada a cualquier forma de vida,y proporcionar cuidados puede considerarse inse-parable de la noción de supervivencia de los sereshumanos, de la continuidad de la vida en grupo, deldesarrollo y mantenimiento de la vida..”.

“..que cuidar representa un conjunto de actoscuya finalidad es la conservar la vida, asegurandola satisfacción de un conjunto de necesidadesindispensables para la vida, manifestándose dediferentes formas según los grupos..”(Domínguez,1986).

Por otro lado, “..los cuidados enfermeros cons-tituyen una constante histórica, que, desde el prin-cipio de la humanidad, surge con carácter propio eindependiente ..” (Hernández ,1999).

La necesidad de Henderson de comunicarsecon otros para expresar emociones, necesidades,temores u opiniones, constituyen las bases esencia-les de la relación de ayuda .(Rogers,1986) entre las

definiciones que da a la relación de ayuda,dice:”..es aquella en la que uno de los participantesintenta hacer surgir, de una o ambas partes, unamejor apreciación y expresión de los recursoslatentes del individuo, y un uso más funcional deéstos..”(Bermejo, 1996), a pesar de que puedeadaptarse de forma privilegiada a los cuidados deenfermería, el modelo original, no siempre puedetransferirse íntegramente a los cuidados de enfer-mería , sobre todo en el caso de la entrevista estruc-turada.

Y según Riopelle, la define como un inter-cambio “.. siendo a la vez verbal y no verbal, quepermite crear un clima de confianza, de respeto yde amor que el cliente precisa para satisfacer susnecesidades fundamentales..”(Phaneuf, 1982).

El hombre primitivo utilizó remedios porqueconoció las enfermedades, aunque sigue plante-ándose una cuestión ¿pero cual era su concepto deenfermedad, como interpretar las situacionesenfermedad o malestar?.

Albarracin, opina que pueden existir tres dife-rentes interpretaciones de enfermedad o malestar(Albarracin, 1987): La enfermedad entendidacomo penetración en el cuerpo de un objeto extra-ño, entendida como pérdida o evasión del alma, oentendida como consecuencia inmediata de laacción de los espíritus hostiles.

Para ver los cuidados a lo largo de la historiaentre otras fuentes, podemos observar, pintura,escultura o cualquier otra fuente histórica que senos presente,

Estas fuentes iconográficas reflejan y transmi-ten la sociedad y la cultura de ese momento, apor-tando datos importantes sobre el pasado de la acti-vidad cuidadora. “..En consecuencia, cabe afir-mar que, desde los orígenes del hombre, las acti-vidades de enfermería tienen su reflejo en los cui-dados más elementales, que son los relacionadoscon la supervivencia: Los cuidados durante elparto, la crianza, la lactancia y el destete..” (Siles,1999).

Santo Tomás, opina que “..investigar en histo-ria, implica saber utilizar los instrumentos que eltiempo ha ido poniendo a nuestra disposición..”,”..aprender a interpretar los testimonios que otroshombres y mujeres de épocas pasadas nos handejado como legado..”, sigue diciendo esta autora

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más adelante “..existen además otro tipo de fuen-tes que son manifestaciones artísticas.....estas fuen-tes llamadas iconográficas..”. “..Es por tanto laiconografía una fuente importante que podemos ydebemos utilizar las enfermeras que deseamosconocer nuestro pasado..” (Santo Tomas,1997).

Objetivos.El objetivo principal que se plantea es demos-

trar que el material iconográfico constituye unafuente para la historia de la enfermería.

Y los objetivos específicos son:. Demostrar através de la iconografía que la profesión enfermeraen sus diferentes denominaciones y funciones haestado presente a lo largo de la historia. Describiry analizar los cuidados de enfermería desde laperspectiva de V. Henderson en la iconografía.Demostrar que los conocimientos empíricos eintuitivos adquiridos por las cuidadoras de formaoral, se transmiten a través de la iconografía.Describir y analizar la relación de ayuda a lo largode la historia mediante el análisis iconográfico.Demostrar mediante análisis iconográfico, que laiconografía refleja de forma holística las realidadesde los cuidados de la salud

Hipótesis nuclear.La iconografía constituye una fuente de estu-

dios para la historia de la enfermería.

Otros puntos de partida.La profesión enfermera en sus diferentes deno-

minaciones y funciones, ha estado presente a lolargo de la historia en las diferentes fuentes icono-gráficas

La iconografía constituye una fuente para ana-lizar los cuidados de enfermería desde la perspec-tiva de Virginia Henderson. Los conocimientosempíricos e intuitivos adquiridos por las cuidado-ras de forma oral están presentes en la iconografía.La relación de ayuda, esta presente a lo largo de lahistoria en las fuentes iconográficas. La iconogra-fía refleja de forma holística las realidades de loscuidados de la salud.

Estado de la cuestión.Se han analizado artículos que relacionan la

enfermería y la iconografía como instrumento para

la investigación, utilizando dos tipos de referencias,los metodológicos y los estudios iconográficos, enlos primeros, Santo Tomás (1996, 1997), argumen-ta la importancia de la iconografía para el estudiode la historia de la Enfermería y propone una meto-dología para el estudio de las iconografías, y, que asu vez es la propuesta por Panofsky, 1995.

Siles, (1999) y Hernández (1999), argumen-tan un tipo de clasificación y análisis iconográficomuy similar a los autores anteriores, pero dando untoque más acorde a la Enfermería.

Encontramos en la bibliografía análisis icono-gráficos tanto enfermeros como médicos.

En los estudios iconográficos enfermeros, depintura se han identificado artículos, de Calvo ySanto Tomas, (1997,1998),Morales y Morente,(2001), García, (1996-97) hace un análisis a travésde dos tipos de fuentes: la escrita y la iconográfica.Aunque el autor hace referencia a la fuente icono-gráfica, de hecho incluye imágenes, no realiza nin-gún tipo de análisis iconográfico,.

En cuanto a fotografía, Lasarte, (2000) yMonge (2001), en sus artículos intentan reconstruirla historia de la enfermería a través de fotografíasde la época.

En escultura y vidrieras, Santo Tomás, es laúnica autora referenciada.

Respecto a los “carteles”, como iconografíason “posters” relacionados con enfermería y consalud; donde se reflejan las comidas para diabéti-cos, incidencias de úlceras por presión.

Guerra (2001), Ballesteros (2002) y Miralles(1995, 1999), pretenden conocer y aportar comola enfermería y los cuidados han estado presentes através de la filatelia, haciendo un recorrido y des-cripción de los sellos publicados tanto a nivelnacional como a nivel internacional

En cuanto a los análisis iconográficos médicos,González, (1996), Moran, (1996), Grau, (2001),Castillo (2002), llegan a un diagnóstico médicomediante el análisis de las la iconografías. DelÁguila, (2003), analiza y explica las costumbresde la época, relacionadas con la salud y la enfer-medad.

Soriano, /Fotomedic, (desde el 2000), han pro-porcionado fotografías de enfermeras y de cuida-dos, aunque lo extrapolan al enfermo, la ayuda, lasoledad, las patologías o los lugares del cuidado.

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1.er Semestre 2004 • Año VIII - N.° 15

METODOLOGÍA.El material iconográfico que se va a utilizar

para verificar o refutar las hipótesis es tanto civilcomo religioso, obtenido mediante búsqueda icono-gráfica, analizándolo desde principio de la historiahasta nuestros días, y organizados por categoríascomo son: pintura, escultura, filatelia y fotografía.

Las variables, también están distribuidas porcategorías y corresponden a las 14 necesidadesbásicas de Henderson, siendo estas: 1. Respirar, 2.Beber y comer, 3. Eliminar, 4. Moverse y manteneruna buena postura, 5. Dormir y descansar, 6.Vestirse y desvestirse, 7. Mantener la temperaturacorporal dentro de los límites normales, 8. Estarlimpio, aseado, y proteger sus tegumentos, 9.Evitar los peligros, 10. Comunicarse con sus seme-jantes, 11. Actuar según sus creencias y valores,12. Ocuparse para realizarse, 13 recrearse, 14.Aprender haciendo diferenciación entre dependen-cia o independencia, la relación de ayuda se anali-za como categoría independiente.

Análisis de los datos.Los datos cualitativos se han recogido a través

de la observación de las iconografías seleccionadasy se llevan a cabo dos tipos de análisis, el icono-gráfico propiamente dicho y el antropológico.

Para las iconografías, se va a utilizar la inter-pretación iconográfica propuesta por Panofsky “..y que se realiza en tres momentos, descripciónpreiconográfica, Análisis iconográfico e Interpre-tación iconográfica. El método iconológico va apermitir conjuntar el conocimiento de la historia,las tradiciones, costumbres y cuidados enfermeros.(Santo Tomas, 1997).

Para realizar los análisis iconográficos de pin-tura y escultura se va a utilizar los esquemas pro-puestos por Siles,(1999) .

Para la interpretación iconográfica de los cui-dados de enfermería, se va a utilizar el análisispropuesto por Henderson (Riopelle) para el estudiode las 14 necesidades.

Para realizar el análisis cuantitativo se ha utili-zado el programa Excel del Windows XP.

Para realizar el análisis cualitativo se ha utili-zado Heurística y Hermenéutica

La búsqueda HEURÍSTICA se realiza median-te la observación documental y mediante fuentes

indirectas constituidas por documentos e iconogra-fías, en cuanto al Análisis cualitativo nos apoya-mos en la HERMENÉUTICA Y FENOMENO-LOGÍA

Para estructurar la investigación, se va a clasi-ficar la Historia, según el esquema temporal pro-puesto por Siles, Hernández, etc., y que tiene unacorrespondencia con los propuestos por otrosexpertos en historia del arte.

Para mejorar la operatividad en el estudio dehistoria de la enfermería se acepta un modo de cla-sificar esta historia en tiempos convencionales, elesquema temporal es el propuesto por Childe ySiles.

Marco teórico.El objetivo de Henderson fue, expresar de

forma clara y concisa la función propia de la enfer-mería, teniendo presente las influencias tanto posi-tivas como negativas. Dedicó la mayor parte de suvida a formarse y a investigar, creando e impulsan-do el concepto de enfermería tal como la conoce-mos hoy, fue la pionera en la incorporación de unafilosofía humanista y existencialista a los cuidadosenfermeros.

De hecho, Henderson considera su trabajo máscomo una aserción filosófica, como una definición,que como una teoría, ya que el término teoría no seutilizaba en el momento en que ella formuló susideas. Desarrolla sus ideas motivada por sus preo-cupaciones sobre la función de la enfermera y susituación jurídica. (Wesley, 1997). En su libro Lanaturaleza de la Enfermería, publicado en 1966ofrece una definición concisa de la Enfermería enla que destaca la concepción del receptor de loscuidados como agente de cuidados de salud, otor-gando a la enfermera un rol complementario/suple-mentario en la satisfacción de las 14 necesidadesbásicas definidas en su modelo. (Fernández, 1994).

En 1955, la American Nurses Association,aprobó la definición de la práctica de enfermeríapropuesta por su comité de legislación. Esta siguesiendo la versión original publicada de nuevo en1962. Opina Henderson: “..que aunque aún muygeneral, sugiere al menos que la enfermera puedeobservar, cuidar y consolar al paciente y supervisara otros miembros del personal sanitario sin ser ellasupervisada por el médico..”.

Cultura de los Cuidados • 21

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Pero no fue hasta 1940, que pudo probar susideas en la práctica real, desarrollándose el únicoestudio avanzado en la enfermería médico-quirúr-gica. “..Este curso era único porque hablaba delcuidado individualizado del paciente y estaba orga-nizado alrededor de los problemas principales de laenfermería en vez de en los diagnósticos médicosy en las enfermedades somáticas..” (Henderson,1994).

En 1958, el Nursing Service Comité of theInternatinal Council of Nurses le pide que prepara-ra un boletín de enfermería básica, el boletín publi-cado en 1961, se cita: “..La función singular de laenfermería es asistir al individuo, enfermo o no, enla realización de esas actividades que contribuyen asu salud o su recuperación (o a una muerte placen-tera) y que el llevaría a cabo sin ayuda si tuviera lafuerza, la voluntad o el conocimiento necesario. Yhacer esto de tal manera que le ayude a adquiririndependencia lo más rápidamente posible..”.

“..Creo que la enfermera es, y debe ser legal-mente independiente capaz de hacer juicios inde-pendientes mientras no haga diagnósticos, prescri-ba tratamientos o emita pronósticos, porque sonfunciones del médico. Pero la enfermera es lamayor autoridad en los cuidados básicos de enfer-mería. (Henderson, 94).

En 1966, perfiló su definición de enfermería,desarrolló su definición basándose en las cienciasde la fisiología, medicina, psicología y física.Haciendo hincapié en el cuidado tanto de los indi-viduos enfermos como sanos, incorporando losaspectos espirituales al cuidado enfermero.(Wesley, 1997). Virginia Henderson no cita direc-tamente los cuatro conceptos del paradigma enfer-mero, por lo que son adaptados a partir de publica-ciones. (Marriner, 2003, Wesley,1997)..

Henderson define la ENFERMERÍA como laasistencia fundamentalmente al individuo enfermoo sano para que lleve a cabo actividades que con-tribuyan a la salud, a una muerte tranquila;.Requiere trabajar de forma interdependiente conotros miembros del equipo de salud, ayuda alpaciente a satisfacer las 14 necesidades básicas,realiza un cuidado individualizado y utiliza un plande cuidado enfermero por escrito. (Wesley, 1997).

PERSONA “..Es considerada por Hendersoncomo un individuo que necesita asistencia para

alcanzar un estado de salud e independencia o paramorir con tranquilidad, la familia y la persona sonconsideradas como una unidad..”, “..consta decomponentes biológicos, psicológicos, sociales yespirituales..”, y “.. se esfuerza por obtener un esta-do de independencia..”(Wesley, 1997), las perso-nas “.. tienen necesidades básicas reales de super-vivencia..”.

SALUD. “.. se refiere a la capacidad del indivi-duo para funcionar con independencia en relacióna las 14 necesidades básicas ..”, “.. requiere fuerza,voluntad o conocimiento..” (Wesley, 1997).

ENTORNO. Henderson no lo define explícita-mente. “.. los individuos sanos son capaces decontrolar el entorno, pero la enfermedad puedealterar esta capacidad..”, “..las enfermeras debenproteger a los pacientes de las lesiones mecáni-cas..”. (Marriner, 2003).

Henderson identifica 14 necesidades básicasque son los componentes del cuidado enfermero.Por tanto considerando estas 14 necesidades bási-cas de forma conjunta proporcionan un enfoqueholístico de la enfermería. (Wesley, 1997).

Búsqueda bibliográfica.Se ha realizado la búsqueda bibliográfica en las

bases de datos de enfermería CUIDEN, CUIDAT-GE, BDI, ENFISPO, MEDLINE, utilizando en pri-mer término las palabras clave, enfermera, enfer-mería, cuidados de enfermería, arte, iconografía,pintura, escultura, fotografía, carteles y filatelia,tanto en español como en inglés para realizar labúsqueda en MEDLINE. Dado que el número deartículos no era suficiente, se realiza una segundabúsqueda añadiendo los términos enfermedad,salud, patología y medicina, así mismo en españolcomo en inglés. Como sigue siendo limitado elnúmero de referencias encontradas, se procede alvaciado de algunas revistas que están relacionadaspero no indexadas en las bases de enfermería.

El descriptor “arte”, no ha resultado ser positi-vo, ya que el término es entendido como “arte en elcuidar”, “arte de la enfermería”,etc.; tampoco esmuy útil la variable “carteles”, donde se reflejanlas comidas para diabéticos, incidencias de úlceraspor presión, el resto son bases para concursos decarteles.

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RESULTADOSDe las 103 iconografías analizadas, se observan

claramente 298 necesidades de las descritas porVirginia Henderson, de estas un 49% son indepen-dientes y el resto, 51% dependientes, (gráfico 1).

En la prehistoria, todas las necesidades obser-vadas son de independencia, y siendo la de vestir,actuar según sus creencias y valores y la de apren-dizaje las más representadas. (Gráfico 2).

En la edad antigua, se mantiene un equilibrioentre las manifestaciones de dependencia (42%) ylas de independencia (58%), centrándose en lasnecesidades fisiológicas o de supervivencia y enlas de afecto y autorrealización, apareciendo porprimera vez la relación de ayuda en una iconogra-fía. (Gráfico 3)

En la Edad Media, los porcentajes de represen-tación de las necesidades son un 57% para las deindependencia, siendo las necesidades de moversey mantener una buena postura y la de dormir y des-cansar las más representadas, en un 18 y un 19%respectivamente, el resto de las necesidades estánmuy dispersas. La relación de ayuda sigue en dosde las iconografías analizadas. (Gráfico 4)

En la edad Moderna, Los porcentajes de repre-sentación de las manifestaciones de dependencia/independencia, representan un 57% para las nece-sidades de dependencia y un 43% para las de inde-pendencia, siendo la necesidad de moverse y man-tener una buena postura y la de dormir y descansarlas más representadas. Suponiendo un 26%. Larelación de ayuda vuelve a aparecer en una de lasiconografías analizadas. (Gráfico 5)

En la edad contemporánea, el 36% de las nece-sidades representadas corresponden a manifesta-ciones de independencia, mientras que el 64%corresponden a las de dependencia, siendo lasnecesidades de moverse y mantener una buenapostura (8%) y la de dormir y descansar (31%) lasmás representadas. (Gráfico 6)

Los resultados analizados por necesidades deHenderson (Tabla 1), son los siguientes:

DORMIR Y DESCANSAR. Es la necesidadmás representada en las iconografías analizadas,tanto mediante manifestaciones de dependenciacomo de independencia, MANTENER UNABUENA POSTURA. Es la segunda necesidad másrepresentada, siendo el 64% manifestaciones de

dependencia. La necesidad de BEBER Y COMER.Es la tercera, está representada en todas las etapasde la historia, representa un 0,8%, siendo el 75%de estas manifestaciones de dependencia. ESTARLIMPIO, ASEADO Y PROTEGER LOS TEGU-MENTOS y EVITAR LOS PELIGROS.

Necesidades que aparecen representadas a par-tir de la Edad media, en forma de manifestación dedependencia en un 67% y 69% de los casos, aun-que es escasa su representación (0,04%),

La necesidad de COMUNICACIÓN. YACTUAR SEGÚN CREENCIAS, representan un6,37%. APRENDER, VESTIRSE Y DESVES-TIRSE y OCUPARSE PARA RECREARSE. sonmenos frecuentes, MANTENER LA TEMPERA-TURA DENTRO DE LOS LÍMITES NORMA-LES. Casi invisible en las iconografías analizadas,solo en 3 ocasiones se representa esta necesidad,en la Edad Media y en la Moderna, la necesidad deRESPIRAR, es la menos observada en las icono-grafías analizadas, solo aparece en la edad moder-na y contemporánea y siempre en su aspecto dedependencia. (gráfico).

DISCUSIÓN.En la Prehistoria todas las necesidades obser-

vadas son en forma de manifestación de indepen-dencia, las necesidades se manifiestan mediantevalores indirectos o instrumentos.

El hombre adulto tiene conocimiento de suentorno y por tanto toma medidas, siendo este unode los factores biológicos que van a influir en lasatisfacción de la necesidad de evitar los peligros,aunque curiosamente esta necesidad solo aparecerepresentada en una ocasión.

El aprendizaje como valor sociológico, no esprecisamente una necesidad ampliamente observa-da de forma objetiva, pero si de forma implícita.

En la edad antigua, la dependencia de las nece-sidades analizadas, son como consecuencia de acti-vidades o de manifestaciones representadas en lasiconografías.

En la edad moderna y contemporánea, seobserva la dependencia de las necesidades en lastareas de las cuidadoras, y mediante signos indi-rectos observados en las iconografías.

En la necesidad de comunicación deHenderson, a la sexualidad le falta especificidad.

La relación de ayuda, empieza a observarse apartir de la edad Antigua, aunque en una propor-ción mínima, se mantiene constante hasta nuestrosdías

Al analizar los capiteles, metopas y canecillosno se puede realizar de forma individual exclusiva-mente pues constituyen en la mayoría de las oca-siones una continuidad dentro del monumento.

Se ha constatado la falta de especificidad dealgunas palabras clave al realizar la búsquedabibliográfica, pues son entendidas de forma dife-rente a los intereses del estudio.

CONCLUSIÓNES.Con la muestra analizada han alcanzado los

objetivos y se confirman las hipótesis que se plan-tean, llevando a las siguientes conclusiones:.

Que La iconografía representa una fuente paraestudiar los cuidados de enfermería y la historia dela profesión.

Que la profesión enfermera, en sus diferentesdenominaciones y funciones ha estado presente enlas iconografías analizadas a lo largo de la historia,desde la cuidadora intuitiva dedicada a los cuida-dos de supervivencia, pasando por las órdenes reli-giosas dedicadas al cuidado hasta los profesionalesactuales. Siendo la edad contemporánea la quefacilita más información, concretamente la foto-grafía.

La iconografía es una fuente para analizar loscuidados desde la perspectiva de VirginiaHenderson, siendo las pinturas rupestres las prime-ras manifestaciones donde se observan estas nece-sidades.

Los conocimientos empíricos e intuitivos quehan adquirido las cuidadoras de forma oral estánpresentes en las iconografías.

La relación de ayuda empieza a estar presente apartir de la Edad Antigua, observándose iconogra-fías donde se representa exclusivamente la comu-nicación terapéutica e iconografías donde la rela-ción de ayuda está presente junto a otras necesida-des de Henderson.

Y se ha demostrado mediante el análisis icono-gráfico, que las diferentes formas de iconografíareflejan de forma holística las realidades de los cui-dados enfermeros.

En España apenas hay constancia de artículos

que relacionen el tema de la Enfermería y los cui-dados con la iconografía, referenciándose los pri-meros a partir de 1996.

La mayoría de los trabajos se ciñen a la inter-pretación iconográfica directa.

Los períodos de estudio referenciados comien-zan en la Edad Media, siendo la iconografía elegi-da para el estudio de la enfermería y sus cuidadosla pintura principalmente.

A pesar que la necesidad de aprendizaje noestá muy presente en las iconografías a lo largo dela historia, éstas suponen un medio directo deaprendizaje.

El estudio aporta una base para realizar en elfuturo trabajos comparativos con otras culturas.

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1.er Semestre 2004 • Año VIII - N.° 15

Gráfico 1 Gráfico 2

TABLA 1

RELACIÓN DE NECESIDADES DE HENDERSON EN EL CONJUNTO DE LAS ICONOGRAFÍAS ANALIZADAS

N. Henderson Frecuencia (n) Proporción Porcentaje

5 Dormir y descansar 66 0.2214 22.144 Moverse y postura ade. 52 0.1744 17.442 Comer y beber 28 0.0939 9.398 Higiene e integridad piel 22 0.0738 7.389 Evitar peligros y lesionar 22 0.0738 7.3810 Comunicación 19 0.0637 6.3711 Actuar según creencias 19 0.0637 6.3714 Aprendizaje 15 0.0503 5.036 Vestirse y desvestirse 13 0.0436 4.3613 Recreación 10 0.0335 3.3512 Ocuparse para realizarse 9 0.0302 3.023 Eliminación 8 0.0268 2.68RA Relación ayuda 7 0.0234 2.341 Respirar 3 0.0100 1.00

298 1 100

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Gráfico 3 Gráfico 4

Gráfico 5

Gráfico 6

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THE BODY AS ARTISTIC PRACTICE ANDFIRST INSTRUMENT OF CARE

ABSTRACT

Our body is the pre-eminent instrument careis given onto, and the vehicle of care itself;has been and is a reviled enigma and an

undiscovered land: reviled for how much it hidesand how little it shows, and even more for what itstill has to reveal. Taken as the thread of thought,word is left out in order to articulate a mute dis-course, made visible through its artistic representa-tions. Defining the different parts of the body andthe various liaisons that lead to health and illness,by means of representations framed in a variety ofcultures and times, the body has become a surfacewhich acts as inspiration or base for our life eventsto be printed on.

Considering the body as a privileged instru-ment of care does not only imply mentioning theparticipating senses but rediscovering sensitivity.Rediscovering what it feels, searching what othersfeel and clarifying what one feels. Walking a per-sonal path that goes beyond using hands to handle,transport, lift, take, inject, press, caress, massage,etc.

Key words: art, body, care.

RESUMEN

El cuerpo es el instrumento por excelenciasobre el que se prestan los cuidados, y vehí-culo o mediador de los mismos, y ha sido y

es, un enigma denostado y un territorio por descu-

brir; denostado por lo mucho que nos oculta o porlo demasiado que nos muestra y más aún por lo quedebe todavía revelar. Tomándolo como hilo con-ductor del pensar implica que quite la palabra paraarticular un discurso mudo, que se hace visible através de sus representaciones artísticas.Definiendo incluso las distintas partes del cuerpo,así como las distintas relaciones que llevan a lasalud y la enfermedad, mediante representacionesenmarcadas en variedad de culturas y tiempos his-tóricos, donde el cuerpo ha sido una superficie quesirve de inspiración o soporte, para imprimir losacontecimientos de nuestra vida.

Hablar del cuerpo como instrumento privilegia-do de cuidados no es sólo mencionar los sentidosque de él participan, sino redescubrir la sensibili-dad. Redescubrir lo que siente, buscar lo que sien-ten los demás e intentar ser más claro con lo queuno mismo siente. Hacer un camino personal queva más allá de usar las manos para manipular,transportar, levantar, coger, pinchar, presionar, aca-riciar, dar masajes, etc.

Palabras clave: arte, cuerpo, cuidados.

"Mediante el uso del cuerpo se puedenprestar cuidados a otra persona. Esto nospuede llevar a preguntarnos por la utiliza-ción del cuerpo para cuidar y por el uso delos sentidos para diferenciar y prestar cui-dados." Collière (1993: 263)

El cuerpo versátil y su discurso cambianteNietzsche nos exigía, como tarea para los tiem-

pos venideros, pensar en el cuerpo y a partir del

ANTROPOLOGÍAEL CUERPO COMO PRÁCTICA ARTÍSTICA Y PRIMER

INSTRUMENTO DE LOS CUIDADOSAlfonso Miguel García Hernández

Enfermero. Profesor Titular de Fundamentos de Enfermería. Universidad de LaLaguna. Tenerife. Licenciado en Antropología Social y Cultural. Universidad

Católica San Antonio. Murcia

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cuerpo, tomarlo como hilo conductor del pensa-miento, convertirlo en criterio de toda moral y detoda realidad. El cuerpo era entonces, y todavía loes, un enigma denostado y un territorio por descu-brir; denostado por lo mucho que nos oculta, por lodemasiado que nos muestra y más aún por lo quedebe todavía revelar. Tomar el cuerpo como hiloconductor del pensar implica que tome la palabrapara articular un discurso mudo, que sin embargo,se hace visible a través de sus representaciones. Siel fenómeno del cuerpo, como creía Nietzsche, "esmás explícito y comprensible que el del espíritu",puede convertirse en clave de la interpretación; hade estar en primer lugar y ser el nudo de toda tareainterpretativa de la realidad y sus representaciones,sobre todo de las que el hombre ha hecho de sí a lolargo de la historia (Ginés Navarro 2002: 9).

La importancia histórica y actual del conceptode "cuerpo", tiene implicaciones en muy distintosniveles; todos ellos han sido dignos de estudios sis-temáticos, categorizados desde la variabilidad, demodo que aluden a los cambios que se producendurante el proceso ontogenético de los individuos(es decir, desde las transformaciones sufridas porel individuo desde que es fecundado hasta que seconvierte en un ser completo) y también durante lafilogenia (cada uno de nosotros somos parte de lahistoria de nuestras poblaciones y nuestra especie),así como los problemas teórico-metodológicos quese enfrentan al abordar la interacción biológica-social, han sido motivo de análisis recurrentes. Lacorporalidad ha sido vista desde diversos estatus,desde las presencias y variaciones que el cuerpoadopta en las obras literarias, pasando por las artesplásticas y escénicas, para continuar su reafirma-ción en las performances conceptuales, en las quela diversidad del mismo, se abre a la diversidad ypluralidad que en ocasiones se niega a ser recono-cida desde un discurso único, desde esa pluralidadirreductible, que eclosiona en una pléyade de sen-tidos, fragmentada, que procede a reconstruirseuna y otra vez hasta el infinito.

Soporte e inspiración de las prácticas de cuidarTodas las sociedades organizan un determinado

uso-prácticas del cuerpo, los ideales y respeto almismo son regulados. Mientras en la nuestra se dauna alineación-separación del cuerpo, pues somos

cuerpo, tenemos cuerpo, pero también miramos elcuerpo como algo separado: separación mente-cuerpo, trabajos manuales-intelectuales o menta-les, teniendo disciplinas que se encargan dedomesticar los cuerpos con la escuela, la política,el orden, la sanidad etc., y donde la sociedad seencarga de “criticar” a aquellos que se salen de losentendimientos establecidos.

En la mayoría de las culturas y los tiempos his-tóricos, así como en todas las clases sociales, elcuerpo ha sido una superficie que sirve de inspira-ción o soporte, que imprime los acontecimientosde nuestra vida. Cuando la experiencia es fluida,hay impresiones que se desarrollan en forma deemociones, y de hecho respondemos con nuestrocuerpo que es como la película que registra los dra-mas y las alegrías de nuestra vida. Cada lenguajees rico en metáforas corporales para describir lagama de reacciones posibles, las expresiones nosimilares de una cultura a otras en ocasiones, demanera que es imposible entender traduccionesliterales de estados emocionales. Seguimos lashuellas del cuerpo en diversos ámbitos privilegia-dos como las imágenes y las palabras, las cons-trucciones, templos, monumentos, metáforas delcuerpo en cuerpos móviles y diversos a modo deesculturas y un río continuo de una performanceurbanitas.

Decimos que "tenemos el corazón en la gar-ganta" para comunicar angustia, o que "nos senti-mos bien en nuestra piel" cuando nos identifica-mos con nosotros mismos; o que tenemos unmalestar psicológico al expresar "me siento comofuera del cuerpo", y si estamos angustiados o teme-rosos expresamos que "se nos pusieron los pelosde punta". En palabras de G. Deleuze (1987: 287):“El cuerpo es lenguaje porque es esencialmente"flexión", y en la reflexión, la flexión corporalqueda como desdoblada, escindida, opuesta a sí,reflejada sobre sí; aparece en fin, por sí misma,liberada de todo lo que ordinariamente la oculta.

Si el lenguaje imita a los cuerpos, no lo hacemediante la onomatopeya, sino mediante la fle-xión. Y si el cuerpo imita al lenguaje, no es por losórganos sino por las flexiones.

La socialización cultural no sólo modela larazón, el intelecto, la emoción y el afecto, sinotambién al cuerpo, se hace cuerpo, como elemento

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constructor y metaforizante, y no lo digo pensandoen la fácil asociación con el maquillaje, el fitness,el peeling, la silicona y la que ahora se llama "lipo-escultura", sino más bien lo hago pensando enaspectos más profundos como el dolor y el asco,sin olvidarme de los modelamientos corporales, elembodiment (entendido como un proceso a partirdel cual lo social entra en el individuo, donde elcuerpo es como el mediador, unido a la noción depersona a modo de proceso de corporización /encarnación a partir del cual lo social entra en elindividuo, y el cuerpo media nuestra socializa-ción.) y los movimientos corporales no simbólicos,que normalmente ubicamos en los territorios de lafisiología, de la enfermedad, la naturaleza y delinstinto (García Suárez, C. I., 1997) o la transgre-sión. Sería por tanto, necesario proceder al descu-brimiento de las articulaciones lingüísticas delcuerpo del lenguaje tanto como del lenguaje delcuerpo y dar nombre a los signos del cuerpo y sussignificados; una auténtica hermenéutica del cuer-po. Esa hermenéutica debería desnudar no sólo loque oculta el carácter flexional de la lengua, sinotambién lo que oculta el carácter flexional del cuer-po en las flexiones de la lengua. El cuerpo semueve entre la metáfora y la parodia, entre la ima-gen noble, idealizante, y la burla grotesca, entreDios y el animal (Ginés Navarro 2002: 81).

Prácticas artísticas y discursos que miran ycrean el cuerpo

El cuerpo se ha convertido en un espacio recu-rrente, en las distintas épocas histórico-culturales,nada neutral ni pasivo, sino más bien obsesivo enel que convergen y se proyectan prácticas artísticasy discursos críticos, un site (lugar) en palabras deHal Foster (1993:13), por tanto, ambiguo, a la vezconstruido y natural, semiótico y referencial.Donde desde la mirada, se encuentra localizado enel plano de los objetos y goza, como estos, de unacierta exterioridad para quien lo contempla. Alespectador, la visión del objeto es completa y seconstituye mediante una suma de múltiples pers-pectivas, escapando a la observación algunas desus partes, pues nuestra visión siempre es frag-mentaria, y el cuerpo irreductible y rebelde ante lamirada. Siempre habrá, en la imagen del cuerpo,una zona oscura y sombría a la cual no hay ningún

acceso, zonas calladas, donde el cuerpo no es elcuerpo, o deja de serlo, donde el cuerpo es el otro,un extraño a sí mismo. Donde cuerpo y todo esta-blecen sus confusos e inestables límites.

El arte no ha estado al margen de discursos cen-trados en el género del cuerpo, su masculinidad yfeminidad, en el cuerpo artificial o cyborg y cuer-po asexuado. Donde en ocasiones se ha entendidocomo una noción abstracta; más que desde la reali-dad del mismo - aunque lo real también está pre-sente -, lo que importa son sus apariencias, loexterno, la imagen virtual del mismo, pero tambiénsu capacidad de ser objeto real, y a la vez simbóli-co, de feroz devastación. De un cuerpo como últi-mo refugio de la autenticidad, tal como se plantea-ba en las prácticas de los años setenta hemos pasa-do a un cuerpo como sostén privilegiado de lofalso, lo artificial, lo simulado y agresivo. En cier-ta medida, hemos creado una imagen cautiva de lasociedad, rehén de la industria y el sistema econó-mico occidentalista imperante. El cuerpo no hapodido ni querido mantenerse al margen de serespectador y actor de una industria de las imáge-nes, de la informática, e incluso de la genética.

El hombre construye y simboliza su territoriocorporal, una imagen incompleta ante el sujeto, porlo que necesita de la mirada del otro, para llenaresos espacios vacíos, como un espejo en el quemirarse para sentir restituida su unidad, su imagencompleta. Es un territorio en construcción ydeconstrucción permanente, que es simbolizadopor sí mismo, de modo que nos determina y esta-blece la concepción del mismo y de los procesos desalud - enfermedad cuidados y muerte, ligada a unimaginario específico que armamos, resultado denuestras vivencias y creencias. Recordemos que laenfermedad constituye uno de los fenómenossocioculturales más antiguos de la humanidad ycada cultura ha tendido a cristalizar ese enfrenta-miento en formas de organización social peculia-res, estableciendo en torno a las mismas distintasrespuestas y diferentes conceptualizaciones.Alrededor del pilar la salud-enfermedad-atenciónse cristalizan muchas de las creencias y prácticassociales que son diferentes según las culturas y sis-temas organizacionales, pudiendo incluso dentrode una cultura, convivir diferentes sistemas sanita-rios con sus consiguientes concepciones sobre la

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enfermedad, salud y atención y el ser humano engeneral.

Tópicos, cuerpo y discursosExisten muchos tópicos relacionados con la

imagen corporal y el género a través de los mediosde comunicación, así como del influjo de otrosimaginarios que en nuestro entorno se concentransobre diversos elementos cambiantes. Desde haceaños las mujeres están siendo convertidas en imá-genes-objeto sexual para la sociedad, pues son máscuerpo que los hombres y tiene una mayor mani-pulación sobre este, pero hay más teoría que prác-tica ejercida, y aunque se han estudiado los dis-cursos sobre el cuerpo no se han analizado sufi-cientemente las prácticas corporales de la gente,inscritas en grupos sociales distintos, en estemundo tan complejo.

Los modelos sobre el cuerpo son duales, depertenencia (buscamos el modelo perfecto, modeloideal que cumplen las top-model) y los modelos dedisidencia (los que siguen esos modelos pero demodo contestatario). Los procesos corporales ypersonales van unidos, y las representaciones quelos sujetos elaboran de sí a través de las miradas delos otros, quedan fijadas y elevadas a su máximaintensidad en el arte, mediante sus representacio-nes artísticas, representaciones artísticas en susdiversos soportes y escenarios.

Es posible que hayamos renunciado a conocerel cuerpo, y fruto de ello, lo único que podemoshacer es desvelar la naturaleza de las miradas, delas imágenes que de él tenemos, lo cual nos revelamás sobre la mirada que sobre el cuerpo mismo. Otal vez no, porque también podemos pensar quecada mirada es una perspectiva, una dimensión dela proteica realidad del cuerpo presentada comoemisario y testimonio del cuerpo, relato de un serinaprensible, rebelde a todo orden definido, eterna-mente inquieto, puesto que se niega a permanecerencerrado dentro de sus límites y articulado de esemodo, en su ciega sucesión, una historia del cuer-po, una historia de la mirada en palabras de GinésNavarro (2002: 108).

El cuerpo en las artes ha traído y aportado dis-tintos discursos, desde el tratamiento del cuerpodesde la visión clásica del mismo (como presenta-ciones, representaciones o reproducciones) hasta la

transgresora, inmoral u ofensiva visión del mismo(A. Julius 2002: 23), en sus diferentes épocas, pro-fundizando en abordajes de conceptos másamplios: violencia sexual, asesinato, maltratoinfantil, lesiones físicas, mediante el uso de dife-rentes técnicas, soportes y tratamientos y la plura-lidad estética y multiplicidad de prácticas artísti-cas: Pintura, escultura, performance, etc.Presentándose el cuerpo, conceptualmente, desdediferentes discursos: como soporte, como objeto(fetiche), como sujeto, como instrumento de medi-da del mundo, como centro de un mundo fenome-nológico, pero también como cuerpo social, reli-gioso y moral (Guasch 2000: 502). Pero el cuerpoen su máxima transgresora, por instantes traspasala frontera y viola y a la vez preserva los tabúes,por lo que reafirma los límites. Compartimos lasentencia de Marcel Mauss que causó a Batailleprofunda impresión “los tabúes están para violar-los”. Fijémonos en el sacrificio, que es una trans-gresión religiosa, expresada en millones de obrasartísticas, la transgresión del tabú del asesinato.Mientras, las voces actuales de las religiones nosdictan que nacemos a un "nuevo cuerpo", desde lafe, y establecen el cuerpo en el que renace el ini-ciado, elocuentemente y fielmente reflejado desdelos abordajes religiocéntricos en los que a lo largode la historia subyace dicha idea.

Para un buen número de artistas plásticos, larepresentación o presentación del cuerpo humano,ha supuesto un proceso de fragmentación, que nosretrotrae a visiones descarnadas de guerras, holo-caustos o dramas, aproximándonos a imágenes,mezcla de desaprobación y admiración, en esemomento mori como objeto de contemplación quese resiste a encontrar su espacio, público o privado,y que da una información innecesaria e indecente ala que en ocasiones terriblemente nos resistimos,queriendo censurar. En palabras de Guasch,(2000:503) las "obras fragmentarias, parciales ymutiladas concentran sus esfuerzos sobre aquelloque les queda o que les falta. La rutina, el frag-mento, puede significar el fin, la muerte. Sinembrago, los fragmentos no son frágiles, puescuanto más disminuyen mejor resisten". Cuerpopuede entenderse como cuerpo distorsionado,entendido desde un enfoque físico, psicológico y/osimbólico, y resuelto a través de los distintos

medios (fotográfico, escultórico objetual, video-performance, etc), que en definitiva propician unencuentro crudo con la realidad, sin velos encubri-dores, sin marcos de representación, desde lo realpor sí mismo, hacia un encuentro con la esenciahecha imagen como si de un eidolón se tratase, eltabú recibe una sacudida pero no se acaba con él,estableciéndose una complicidad entre cuerpo yviolación del mismo a modo de placer y dolorcombinados in extremis. Donde lo explicito llega avolverse en ocasiones ambiguo o un elemento dedenuncia física o espiritual, de denuncia ante eldolor, o la tragedia (de la prosperidad al sufrimien-to y el caos) de los demás, desde la visión que entraen la privacidad de personajes de distintas proce-dencias. Donde rebelión y tradición se mezclanante los ojos atónitos y la mirada impasible delespectador.

Vehículo de los cuidados versus receptor de cui-dados

El cuerpo, instrumento por excelencia sobre elque se prestan los cuidados, y por tanto el vehícu-lo o mediador de los mismos, en el sentido en elque Mac Luhan lo entiende, como invitación a unmensaje, que cumple una acción que va a dar lugara una transformación hace que hagamos el camino-necesidad, tal como nos refiere Collière (1993:263) de intentar volver a descubrir las propiedadesdel cuerpo: energéticas, propioceptivas, térmicas,mecánicas, etc., propiedades desarrolladas o inhi-bidas que se traducen en mecanismos de defensabio-psico-afectivos o en reacciones de empatía.Por ello que hablar del cuerpo como primer instru-mento privilegiado de cuidados, no es sólo men-cionar los sentidos que de él participan, sino redes-cubrir la sensibilidad, lo que siente tanto él comolos demás e intentar ser más claro con lo que unomismo siente. Hacer un camino personal que vamás allá de usar las manos para manipular, trans-portar, levantar, coger, pinchar, presionar, peinar,acariciar, dar masajes, etc. Un camino que va másallá de escuchar las palabras e intentar compren-der el simbolismo de las mismas, aspirando a ver ydescubrir los rostros de las personas en su entorno,revelando los mensajes de sus cuerpos receptivos,expectantes, contorsionados, expresivos, sosega-dos, abiertos o enfrentados. En el sentido que esta-

blece y describe Constance Classen cuando serefiere a la antropología de los sentidos, como per-cepción sensorial, como acto no sólo físico, sinotambién cultural, en esa mezcla de terror y éxtasis.Esto significa que la vista, el oído, el tacto, el gustoy el olfato no sólo son medios de captar los fenó-menos físicos, sino además vías de transmisión devalores culturales, desde la creación a la extinciónde la vida, desde la reafirmación de las miradassubjetivas.

La impersonalización del cuerpo sólo puedeconducir a unos cuidados impersonales, desperso-nalizados, impersonalizantes. Por ello que deba-mos redescubrir el cuerpo, preguntándonos ¿cómoentender el cuerpo?, ¿cómo poderlo vivir?, ¿cómoadecuar o decidir los cuidados prestados al cuerpo?y ¿cómo buscar las condiciones que facilitan lavida del cuerpo y la permiten?. De otro modo,todos los instrumentos serán siempre sucedáneos,cómodas tapaderas, medios más aceptables, unajustificación que no va más allá de la liminalidadde la piel. Y tras desgranar las cuestiones relativasal sentido del cuerpo y sus tabúes, habrá que pro-fundizar en las tecnologías relacionadas con loscuidados, tecnologías relacionadas con el manteni-miento de la vida, las tecnologías relacionadas conla curación y las tecnologías relacionadas con lainformación. Pues los cuidados aunque han recu-rrido al uso de las tecnologías diversas, no hacenotra cosa que servir para el mantenimiento de lavida: cuidados habituales de higiene, de alimenta-ción, y también de relajación y de apariencia.Unidos posteriormente a instrumentos y técnicasde curación cada vez más complejas a las quehabrá que añadir todas las tecnologías de la infor-mación.

Toda situación planteada al cuidar, como situa-ción antropológica, es decir que afecta al hombredentro de su medio ambiente, tejido con todo tipode relaciones simbólicas (Collière 1993: 297)requiere hacer un camino mejor adaptado para des-cubrir a las personas que son cuidadas haciendosignificativas las informaciones que dan. El enfo-que antropológico es un enfoque global que vuelvea centrar a las personas en su contexto, intentandocomprenderlo respecto a las costumbres, los hábi-tos de vida, las creencias, los valores que conduce,y centrar el impacto de la enfermedad y los daños

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relacionados con ella respecto a este contexto, a locual sin lugar a dudas las representaciones artísti-cas ayudan de manera considerable.

Un enfoque global de la prestación de cuida-dos, consiste en descubrir y comprender que el hiloconductor de los mismos no radica en una solahebra. La madeja de la vida, la tejen muchos hilos,siendo todos y cada uno de ellos portadores de unmarcado simbolismo, de los que ningún aspectopodría estar aislado; por eso el enfoque antropoló-gico debe ser ampliado hacia un enfoque antropo-biológico, que intenta reconocer el juego de lasfuerzas presentes que se tienen que enfrentar enuna misma dialéctica: fuerzas de la vida y fuerzasde la muerte.

Identidad de los cuidados versus identidad delcuidador

Los profesionales del cuidar buscan y expresansu identidad, o una nueva identidad de los cuidadosque esperan ser identificados, prestando cuidadosal cuerpo y al individuo portador del mismo, quereclaman ser entendidos en toda su magnitud.Moldeando una identidad de la práctica del cuidara fuerza de influencias: corrientes socioeconómi-cas, medio de trabajo, modelos sociales, predomi-nio de determinados conocimientos y la forma enque son utilizados en la práctica del cuidar. Unaidentidad creada y/o recreada a la luz de modelosconceptuales que pueden servir de modelos dereferencia que constituyen profesionales con unaimagen que se transforma y diversifica y que correel riesgo de volverse más confusa a medida que laestabilidad del rol de quien cuida se tambalea.Estamos asistiendo pues al resurgir de una épocaen que el cuerpo y el entendimiento del mismocondicionan inexorablemente una nueva definicióny consumación de la prestación de cuidados a quesometemos al otro, lo cual se traduce esencialmen-te en una preocupación de la revalorización dequien presta los cuidados, en el camino hacia labúsqueda de una identidad profesional.

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logía de los sentidos. http://www.unesco.org/issj/rics153/classenspa.html

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Guasch, (2000). El cuerpo mutilado (la angustia demuerte en el arte). Valencia. Conselleria de Cultura,Educació y Ciencia, Colección Arte, Estética yPensamiento, nº 2, pp. 53-102.

Julius, A. (2002) Transgresiones. El arte como pro-vocación. Ediciones Destino. Barcelona.

Luhan, M. (1968) Pour comprende les media. París.Seuil.

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VV. AA. (1993) The politics of the Signifier II. Aconversation on the Informe and the Abject. Pp. 13.Citado en Guash, A. M. 2001. El arte último del SigloXX. Del posminimalismo a lo multicultural. AlianzaEditorial.

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IMAGE OF CRITICAL CARE NURSING INSPAIN AS SEEN BY CENTRAL EUROPEANPATIENTS: An approach towards the identityof Spanish care professionals in the context ofthe European Union.

ABSTRACT

During the last few years, there has been anincrease of citizens from central and nort-hern Europe along the Spanish

Mediterranean coastline, either as residents or astourists (who can also be admitted to hospital).Specifically in the Alicante province, a growingnumber of Scandinavians can be found in theMarina Alta County, and English people inTorrevieja. The chosen group for our study com-prises mostly Dutch people. They are retired andmean age is older than 60. For age and health rea-sons, they tend to make a frequent use of the

Spanish health care system (mostly private); that iswhy it is interesting to find out their opinion onhealth care professionals in Spain, in order to esta-blish a comparison with other European countries(in this case, their own) within the professionalcontext of the European union.

In general, Spanish nurses excelled most ofthese patients’ expectancies. A nursing professio-nal profile could be therefore established as: relia-ble, empathic and communicative –in spite of thelanguage barrier-; self-confident towards their joband transmitting security to patients accordingly;capable of a quick response, of giving an opinionand problem-solving; respectful with intimacy alt-hough somewhat distant when carrying out proce-dures affecting privacy. .

KEY WORDS: nursing image, centralEuropean, professional identity, European Union,qualitative research.

RESUMEN

En los últimos años, en toda la costa medite-rránea española, ha habido un aumento muyimportante de la población del centro y del

norte de Europa tanto como residentes durantetodo el año como de no residentes, es decir, turis-tas o que ocupan un período vacacional (y quetambién son susceptibles de ingreso hospitalario).En concreto en la provincia de Alicante encontra-mos grupos numerosos de escandinavos en lacomarca de la Marina Alta (sobre todo en Alfaz delPí) e ingleses en Torrevieja. El grupo que nosocupa comprende a holandeses en su mayoría.Estos grupos de población suelen estar jubilados yla edad media está por encima de los 60 años. Son

LA IMAGEN DE LA ENFERMERÍA ESPAÑOLA EN CUIDADOSCRÍTICOS VISTA POR PACIENTES CENTROEUROPEOS:

Una aproximación hacia la identidad de los profesionales delos cuidados españoles en el contexto de la Unión Europea

Manuel Lillo Crespo, Isabel Casabona Martínez, Roberto Galao Malo, MªDolores Mora Antón

Clínica Vistahermosa de Alicante

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pacientes que por razones de edad y salud suelenacudir a menudo al sistema sanitario español (en sumayoría privado); es por ello que resulta interesan-te conocer cual es su opinión acerca de los profe-sionales de los cuidados en España, con la finali-dad de establecer una línea comparativa con otrospaíses europeos (en este caso, los suyos propios)dentro del contexto profesional de la UniónEuropea.

En líneas generales podemos afirmar que lasenfermeras/os españoles superan positivamente yen su mayoría las expectativas de los pacientescentroeuropeos. Podríamos hablar pues de un per-fil de profesional de Enfermería como: profesiona-les fiables, empáticos y comunicativos, aún tratán-dose de idiomas diferentes, seguros de su trabajo yque a su vez transmiten seguridad al paciente, concapacidad de respuesta, de establecer una opinión,así como resolutivos, respetuosos con respecto alos momentos íntimos, aunque poco comunicativosy cercanos durante la realización de los mismos.

PALABRAS CLAVES: imagen de enfermería,centros europeos, identidad profesional, UniónEuropea, investigación cualitativa.

INTRODUCCIÓNEn los últimos años, en toda la costa mediterrá-

nea española, ha habido un aumento muy impor-tante de la población del centro y del norte deEuropa tanto como residentes durante todo el añocomo de no residentes, es decir, turistas o que ocu-pan un período vacacional (y que también son sus-ceptibles de ingreso hospitalario). En concreto en laprovincia de Alicante encontramos grupos numero-sos de escandinavos en la comarca de la MarinaAlta (sobre todo en Alfaz del Pí) e ingleses enTorrevieja. El grupo que nos ocupa comprende aholandeses en su mayoría. Estos grupos de pobla-ción suelen estar jubilados y la edad media está porencima de los 60 años. Son pacientes que por razo-nes de edad y salud suelen acudir a menudo al sis-tema sanitario español (en su mayoría privado); espor ello que resulta interesante conocer cual es suopinión acerca de los profesionales de los cuidadosen España, con la finalidad de establecer una líneacomparativa con otros países europeos (en estecaso, los suyos propios) dentro del contexto profe-

sional de la Unión Europea. Llegados a este punto,nos invaden preguntas como: ¿por qué son cada vezmás los países de la UE que demandan profesiona-les de Enfermería españoles?, ¿qué razón existepara que algunos países de la UE lleven a cabo “losplanes de choque” en España, haciendo uso única-mente de las instalaciones y el personal deEnfermería español? Y en definitiva nos plantea-mos como pregunta de investigación: ¿cuál es laimagen que los profesionales de los cuidadosdamos a los residentes de otras naciones europeas?.

Las características culturales de estos pacientesson distintas a las de los españoles, y por lo tantosu percepción de la salud, la enfermedad y el perio-do de hospitalización. Cuando este último tienelugar, el “shock cultural” ocurre de manera fre-cuente, al enfrentarse su cultura nativa a otra nueva(Luckmann, 1999), debido a que su concepto de loque es normal y de cómo van a desarrollarse lasecuencia de los acontecimientos es diferente.Existe un vacío absoluto en la literatura mundial detrabajos que aborden de manera específica la formaen que los extranjeros perciben un sistema sanita-rio que no es el suyo y al profesional sanitario delos cuidados, de forma práctica. Tan sólo se hapodido encontrar uno (Teil, 1997) y que concluyeque estos conflictos suelen estar originados máspor causas institucionales que por las diferenciasculturales. Con lo que respecta a los centroeurope-os, los trabajos son escasos pero hay que destacarel de Steckler (en PURNELL y PAULANCA,1998), aunque sólo trate a los inmigrantes-residen-tes alemanes de Estados Unidos, y no hable enconcreto de su percepción del sistema sanitario.

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OBJETIVOConocer la percepción que otros pacientes

europeos tienen acerca de la Enfermería Españolaen cuidados críticos y realizar comparaciones per-tinentes con sus países de referencia con la finali-dad de saber cual es el papel del profesional de loscuidados español dentro de la Unión Europea y enrelación a sus ciudadanos.

MATERIAL Y MÉTODOSEl trabajo se llevó a cabo desde la perspectiva

de la investigación cualitativa, basada en las entre-vistas cortas a pacientes y entrevista en profundi-dad al informador clave (intérprete de la institu-ción donde se llevó a cabo el trabajo). También seincluyó una hoja de Datos demográficos.

Concretamente, en las entrevistas cortas se lespreguntaba acerca de: la imagen a grandes rasgosde la Enfermería española, las diferencias funda-mentales que encuentran con respecto a laEnfermería de su propio país, las técnicas realiza-das por Enfermería, la actitud de los profesionalesde Enfermería hacia ellos y las expectativas queellos pusieron en estos profesionales.

En cuanto al tiempo empleado en el procesoinvestigador, se dispuso de 5 meses; en los cualesse trabajó con una muestra de 30 pacientes extran-jeros centroeuropeos, en su mayoría holandeses ycon la excepción de 4 individuos que aún siendo denacionalidad holandesa procedían de otras áreasculturales como India, Tailandia, Polinesia yAlemania., por motivos de raíces familiares. Todala información se obtuvo dentro de la ClínicaVistahermosa de Alicante, donde nos encontramoscon pacientes extranjeros residentes en Alicante,así como aquellos que no residen y que acudencomo turistas o pertenecientes al plan de choque desu país, en este caso “plan de choque holandés”.

Para el abordaje de cada uno de los pacientes seemplearon 40 minutos aproximadamente, inclu-yendo un primer acercamiento en el que se lespedía su colaboración desinteresada, se les aseguróconfidencialidad y se aseguraba la guardia y custo-dia de sus respuestas, así como se les pidió la firmaen la hoja de consentimiento informado para locual no expusieron ningún problema.

En cuanto a la entrevista, la estructura acorda-da por el grupo de investigadores fue:

- Presentación.- Explicación de los objetivos.- Explicación de cada tema a tratar y el porqué

de los mismos.- Feed-back y empatía.

Por otra parte, los criterios de inclusión yexclusión son los que a continuación se detallan:

A.- Criterios de inclusión: Los pacientes quese recluten para este estudio serán aquellos que:

1) Sean del género masculino o femenino.2) Tengan la nacionalidad de alguno de los paí-

ses que conforman Centroeuropa.3) Hayan vivido en el país centroeuropeo al

menos 15 años de su vida.4) Se identifiquen a si mismos con la naciona-

lidad del supuesto país centroeuropeo.5) Sea capaz de hablar y entender alguno de los

idiomas en los que se presentará la informaciónpara la recogida de datos: castellano, inglés, ale-mán y holandés.

6) Hayan tenido contactos previos con el siste-ma sanitario de su propio país.

B.- Criterios de exclusión: Se consideraránestos a todos aquellos criterios que pudieren anularalguno de los criterios de inclusión, anteriormentecitados.

RESULTADOSDiferenciados en los siguientes grupos:

RESULTADOS-DATOS DEMOGRÁFICOS:El porcentaje de hombres entrevistados fue del

18%, mientras que el 82% restante eran mujeres.El 73% de la muestra fueron pacientes de ori-

gen étnico holandés mientras que el 27% restanteaún siendo residentes en Holanda tenían otras pro-cedencias étnicas como: Tailandia, India yPolinesia. Estos últimos contaban con más de 20años residiendo en Holanda.

En cuanto a la religión, el 36% se consideraroncatólicos, el 26% cristianos reformistas y el resto(38%) se consideraron dentro del grupo de ateos yno contestan.

El 97% de los entrevistados contaba comomínimo con educación básica o media (2 de los

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cuales tenían estudios superiores), mientras que elresto decían no tener estudios coincidiendo con losholandeses de diferente origen étnico.

Todos los entrevistados comentaron tener unnivel económico medio/alto.

El 45% de los participantes comentaron teneranimales domésticos en casa.

RESULTADOS-PROTOCOLO DE ENTREVIS-TA CORTA:IMAGEN DE ENFERMERÍA

El 84% consideró que la imagen de Enfermeríaera positiva o muy positiva.

DIFERENCIAS ENTRE SISTEMA SANITARIOHOLANDÉS Vs ESPAÑOL

Un 40% de los participantes se consideraronatendidos por profesionales jóvenes en España adiferencia de Holanda, mientras que el resto apor-ta respuestas encaminadas a las funciones deEnfermería: las enfermeras españolas toman másdecisiones que las holandesas, se percibe a laenfermera española como muy profesional y lacalidad en la información que se daba fue mayor.Por otra parte, un 10% no encontraron diferenciasentre ambos sistemas sanitarios.

ACTITUD DE LOS PROFESIONALES FRENTEA LOS PACIENTES

El 54% refirió encontrarse satisfecho con laactitud demostrada por las enfermeras. De estaactitud destacaron especialmente: su imagen deseguridad, la accesibilidad del propio profesional,la dedicación y atención, así como su amabilidad yrespeto hacia el paciente.

EXPECTATIVAS DEL PACIENTE HACIA LAATENCIÓN DEL PROFESIONAL

El 36% de los entrevistados esperaba más aten-ción y más comunicación del profesional deEnfermería, el 16% no esperaba nada pero suimpresión final fue valorada como positiva y en el48% sus expectativas se vieron superadas.

TÉCNICAS ESPECÍFICAS DE ENFERMERÍAAunque en este apartado el 93% tampoco pre-

sentó ningún problema, hubieron algunos comen-tarios acerca de la destreza de los profesionales a la

hora de canalizar vías periféricas, indicando quealgunos tenían dificultades mientras que otros eranmuy eficaces.

DISCUSIÓNA partir de los datos obtenidos del cuestionario

de preguntas abiertas y de la entrevista a la infor-madora clave, podemos afirmar que la satisfacciónreflejada por los pacientes extranjeros a partir de suforma de percibir un sistema sanitario distinto, enel que se vieron envueltos, ha sido buena o muybuena. En esta fue determinante el papel de enfer-mería, encontrando diferencias significativas conrespecto a su país en cuanto al rol que juegan, prin-cipalmente en los aspectos técnicos y sociales(dedicación, amabilidad...). Sin embargo aquí tam-bién se ha detectado un problema. Un porcentajeconsiderable esperaba más atención y más comuni-cación. Es posible que las enfermeras holandesasdediquen más tiempo por paciente en lo que serefiere a educación, adaptación al proceso de laenfermedad y en definitiva a establecer una rela-ción de ayuda. Los aspectos interpersonales de loscuidados de enfermería son considerados como unelemento fundamental en la satisfacción final delpaciente. Con el fin de mejorar este punto se debe-rán realizar esfuerzos en el futuro. A pesar de estoúltimo y en definitiva, la valoración de la imagende la enfermería ha sido alta, aspecto que se puederelacionar con la alta satisfacción, y que viene ademostrar el importante papel que juegan estosprofesionales, para la consecución de la misma.

CONCLUSIONESEn líneas generales podemos afirmar que las

enfermeras/ os españoles superan positivamente yen su mayoría las expectativas de los pacientescentroeuropeos. Podríamos hablar pues de un per-fil de profesional de Enfermería como: profesiona-les fiables, empáticos y comunicativos, aún tratán-dose de idiomas diferentes, seguros de su trabajo yque a su vez transmiten seguridad al paciente, concapacidad de respuesta, de establecer una opinión,así como resolutivos, respetuosos con respecto alos momentos íntimos, aunque poco comunicativosy cercanos durante la realización de los mismos.

La imagen de Enfermería es observada en rela-ción a la imagen que desde sus países tienen sobre

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España y en especial sobre las comunidades delMediterráneo, ya que se sorprenden que los profe-sionales sean limpios y pacientes con ellos.

Es interesante destacar el problema que lesplantea determinados patrones culturales como eldel tono de voz, ya que el propio español lo consi-deran como muy alto y escandaloso.

Aunque en general destacan una buena comu-nicación en todos los ámbitos, parece que durantelos momentos de más intimidad como la higiene seacusa más la falta de comunicación por parte de losprofesionales.

En definitiva, concluiremos diciendo que estetipo de trabajo, que a su vez nos aporta resultadosacerca de la evaluación de la satisfacción de lospacientes, resulta útil para la aproximación minu-ciosa a los problemas que los pacientes/ clientesprocedentes de otras culturas le plantean a los pro-fesionales de Enfermería en cuanto a sus necesida-des, a la organización e incluso a las funciones delos mismos; así como nos da una aproximación a laimagen que, actualmente y ante la inminente aper-tura de la UE, tienen nuestros profesionales deEnfermería.

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1.er Semestre 2004 • Año VIII - N.° 15

ETNONARRATIVE INVESTIGATION OFNURSING PROTOTYPE IN REWRITING OFTRADITIONAL STORIES (LITTLE REDRIDING HOOD)

ABSTRACT

The present article tries to demonstrate thepresence of elements conforming nursingprototype in Traditional Tales such as Little

Red Riding Hood, which will allow a betterunderstanding of the new nursing care within theetnonarrative paradigm. For that purpose, differentdefining elements will be explained, such as simi-larities with informal care (family support networkas in the case of Little Red Riding Hood), and dailylife historic literary Nursing Care will be descri-bed, as well as the adaptation of work to diverseNursing Models such as those of Dorotea Orem,Virginia Henderson and Ernestina Wiedenbach

Key words: Nursing prototype, TraditionalTales, Little Red Riding Hood, Informal Care,Nursing Models, Science, Etnonarrative Paradigm.

RESUMEN

El presente artículo intenta demostrar la pre-sencia de elementos configuradores del pro-totipo enfermero en Cuentos Tradicionales

como es el de Caperucita Roja, lo que permitirá unmayor entendimiento de los nuevos cuidadosenfermeros en el paradigma etnonarrativo. Paraello, se expondrán diversos elementos definitoriosentre los que se encuentran: similitudes con loscuidados informales (red de apoyo familiar enca-bezada por Caperucita), se describirán losCuidados enfermeros histórico literarios de la vidacotidiana, así como la adecuación de la obra adiversos Modelos Enfermeros tales como los deDorotea Orem, Virginia Henderson y ErnestinaWiedenbach.

Palabras clave: Prototipo enfermero, Cuentostradicionales, Caperucita roja, CuidadosInformales, Modelos Enfermería, Ciencia ,Paradigma Etnorrativo.

INTRODUCCIÓNEl presente artículo intentará contribuir al enri-

quecimiento de la Ciencia Enfermera integrada enla sociedad del desarrollo tecnológico pero no des-provista de su parte humana y más esencial del cui-dado humano, para desembocar en una EnfermeríaAvanzada mediante la reflexión crítica y apoyadaen la investigación. Precisamente recientes movi-mientos en pro de la definición correcta de laEnfermería por el RAE (Asociación EspañolaEnfermería Docente; Sobre la Definición deEnfermería en el Diccionario de la Real AcademiaEspañola) no han conseguido ubicarla, más que enuna acepción aproximativa pero limitante de larealidad: “Profesión y titulación de la persona quese dedica al cuidado y atención de enfermos y heri-dos, así como a otras tareas sanitarias, siguiendo

INVESTIGACIÓN ETNORRATIVA DEL PROTOTIPO ENFERME-RO EN LA REESCRITURA DE CUENTOS TRADICIONALES

(CAPERUCITA ROJA)Pedro Manuel Salas Iglesias

Enfermero Consejería Asuntos Sociales, IASS, Junta de Andalucía, Huelva

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pautas clínicas”, quedando por tanto, con tal defi-nición carente como todo Arte o Ciencia de la posi-bilidad de aplicación del entendimiento, conoci-mientos y habilidades específicas de la disciplina(OMS,25). Serán precisamente la contribución dela Ciencia de las Humanidades Enfermeras,Antropología de los Cuidados o de la propiaEnfermería Superior y Avanzada, las que permiti-rán el entendimiento de todas las fuentes literariasescritas u orales clásicas y recientes, filosóficas,comportamentales, culturales, empíricas y raciona-les...y donde se podrán brindar con mayor facili-dad los nuevos cuidados de las Teorías y Modelosenfermeros.

En cuanto a la metodología científica que seempleará, se tomará como patrón de referencia elparadigma etnorrativo investigativo de corte cuali-tativo, discurriendo y tomando como objeto unafuente literaria ambientada en el acervo de losfamosos cuentos tradicionales, y ejemplificadaconcretamente en Caperucita Roja de CharlesPerrault. Se intentarán tomar como referenciadatos instrumentales de estudios previos,contras-tándolos en cuanto a metodología empleada, fuen-tes,etc. Será como consecuencia de los resultadosobtenidos donde se intentará descubrir el prototipoenfermero rescribiendo todos aquellos matices,actividades, ideologías..que se puedan enmarcar yubicar en el seno de algún modelo, sistema,teo-ría,etc. empleadas por la Enfermería como discipli-na Superior.

MATERIAL Y MÉTODOSEl estudio básicamente de corte descriptivo

retrospectivo, se llevó a cabo durante dos mesesconsecutivos tras la finalización de la temporadaestival del verano de 2003. Se ha tomado comomaterial esencial de estudio el cuento deCaperucita Roja. Todos los datos obtenidosmediante lectura crítica y realizada con rigor cien-tífico cualitativo, se han intentado contrastar yverificar con material bibliográfico publicado,asícomo con otros estudios realizados. La búsquedaen bases de datos reconocidas por su valía científi-ca y prestigiosas por la seriedad que tienen en suactuación, permitirán afianzar la calidad científicade cualquier estudio que se vaya a realizar. En losbuscadores se introdujeron palabras clave para las

categorías: Caperucita Roja, Cuidados Informales,Cuentos Tradicionales, Mitología y Paradigmas,así como elementos relacionativos entre estos cam-pos. Destacar que aunque existen algunas referen-cias bibliográficas para los términos establecidosde manera aislada, al intentar vincular y establecerrelaciones para las categorías: caperucita roja ycuidados informales, caperucita roja y enfermería,caperucita roja y cuidados... estas posibilidadesson muy limitadas y casi nulas, por lo que la inves-tigación llevada a cabo tiene el carácter de nove-dosa al no existir precedentes, de ahí el interés quesuscita y en concreto por ser una investigaciónefectuada por primera vez para la disciplinaEnfermera.

Las bases de datos consultadas fueron CUI-DEN(Base de Datos de Enfermería en Español dela Fundación Index y donde se recogieron un totalde 73 registros recuperados), BDI(Base de Datosde Investigación Enfermera, entre las que seencuentra la del Instituto de Investigación de SaludCarlos III de España, con 8 registros), y como baseinternacional: MEDLINE (PubMEd), de laBiblioteca Nacional de Medicina de EEUU y delos Institutos Nacionales de Salud,con un total de649 para los registros investigados.

HACIA LA INVESTIGACIÓN ENFER-MERA: RELACIÓN CON MÉTODOS,ENFOQUES, TÉCNICAS... (A MODO DERESULTADOS)

Se intentará en todo momento demostrar unahipótesis cualitativa previa: “existe un prototipoenfermero en los cuentos tradicionales (ejemplifi-cado en este caso a través de la reescritura deCaperucita Roja).

Para ello, si se practica un primer acercamientoa la Ciencia Enfermera se observan en la citadaobra similitudes con los cuidados de salud denomi-nados informales(persona, familiar o no, que pro-porciona la mayor parte de los cuidados y apoyodiario a quien padece una enfermedad o requiereayuda para el desarrollo de las actividades de lavida diaria, sin percibir remuneración económicapor ello (Escuredo et al)). Se establece una red deapoyo familiar de primer orden encabezada porcaperucita, que lleva en su cestita alimentos (pas-teles, bote de miel,etc) a casa de la dependiente

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abuela enferma. Además existen elementos comu-nes con el rasgo caracterizador definitorio del cui-dador informal: atendidos en el seno de la propiafamilia y fundamentalmente del género femenino(esposas, hijas,nietas,etc), incremento de las activi-dades domésticas al tener una persona enferma a laque cuidar (madre de caperucita atiende las necesi-dades de la abuelita además de las suyas propiaspracticando relación de ayuda en la alimenta-ción),etc.

Por otra parte existen elementos configuradoresque conformarán el prototipo enfermero y permiti-rán demostrar nuestra hipótesis previa:

-Uno de ellos serán los colores dominantes enCaperucita y que guardan una estrecha relacióncon la Enfermería: el rojo y el blanco. El primeroda nombre a la obra y está presente desde el iniciohasta el final, su simbología con la sangre recuerdaa la enfermería que presta sus servicios en aquellasunidades en las que dicho elemento hemático es suprincipal objetivo, como por ejemplo: en Banco deSangre, bien realizando pruebas cruzadas y trans-fusiones sanguíneas, a la que trabaja enExtracciones, Laboratorios,etc.. El segundo colorel blanco,es el color de las paredes de muchos hos-pitales, y con el que está pintado las paredes de lacasa de la abuela del bosque.

-Por otro lado, la forma de la capa de caperuci-ta también se incluiría como elemento configura-

dor,ya que nos evoca a las capas de la enfermeríamilitar de las guerras mundiales(aún cuando elcolor no coincidiera al ser negro), y que eranempleadas para protegerse del frío cuando teníanque prestar sus servicios en el exterior y al salir ala calle.

-Otro elemento que nos servirá para demostrarnuestra tesis investigativa ,viene representada porla idea de que al igual que la enfermería trabaja conla enfermedad, tenemos a la abuela que está enfer-ma y agentes patógenos que la rodean como lasbacterias y virus:el dañino lobo; así como la enfer-mera que presta los cuidados llámense de atenciónprimaria domiciliarios o enfermeras de enlace (caperucita roja que atiende a su abuelita en sudomicilio).

-También hallaríamos relación de los elemen-tos de Caperucita con los empleados por la enfer-mería quirúrgica (Instrumentistas) y que vienenreflejados de forma clara en la obra: El cazadorsacó su cuchillo y rajó el vientre del lobo (usandoeste cuchillo a manera de antecedente del bisturípara poder realizar incisiones en tejido abdominal).En el cuento, dicha intervención quirúrgica meta-fóricamente recuerda a una cesárea (cuyo fin esextraer el feto por vía abdominal cuando el partono se puede verificar por sus vías naturales) ,sacan-do el exterior en el caso del texto literario a tratar,a unos seres vivos (aunque adultos) y previniendoel sufrimiento de estar aún dentro de la cavidadestomacal del lobo: la Abuelita y Caperucita esta-ban allí, ¡vivas!.

-Por otro lado se pueden definir, funciones deenfermería que se desempeñan en una parte centraldel cuento, y que bien recuerdan a las que son pro-pias de las enfermeras que trabajan en los servi-cios de Triage o Clasificación, llegándose a reali-zar una valoración por aparatos: ojos, orejas, dien-tes, etc., y que se ve reflejado en el siguiente pasa-je: Abuelita, abuelita,¡qué ojos más grandes tie-nes!.., abuelita,abuelita, ¡qué orejas más grandestienes!... abuelita,abuelita¡qué dientes más gran-des tienes!...

-Si investigamos los elementos definitorios delcampo vida salud enfermero, destacaría la acep-ción encontrada para la cesta, que lleva caperucitallena de pasteles y otros alimentos a su abuela. Sibien etimológicamente esta palabra proviene de la

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raíz latina cestus ,una de sus acepciones en térmi-nos de salud (Dorland,284) es: célula en cesta,estrellada inferior de la corteza cerebelosa, asícomo una de las condensaciones de neurofibrillasintracelulares en la demencia senil (degeneraciónneurofibrilar de Alzheimer), por lo que estaríamospreparados para lanzar una subhipótesis secundariaen virtud de la cual el autor de manera indirecta,estaría asentando los precedentes literario-históri-cos de dicha enfermedad (en la época en la que elautor Charles Perrault escribió el cuento (1697), sedesconocía tal enfermedad, no siendo descritahasta 1907, por su mismo descubridor: AloisAlzheimer). Se demuestra, por tanto que se lleva-ría a cabo un uso lógico y correcto del término (alser el destinatario de la cesta, la abuela de caperu-cita),ya que precisamente será en personas mayo-res donde haga su aparición tal enfermedad (men-saje subliminal del cuento?).

CUIDADOS DE ENFERMERÍA HISTÓ-RICOS EN EL PLANO DE LA VIDA COTI-DIANA DE LA OBRA ESTUDIADA

En Caperucita se describen cuidados enferme-ros que pertenecen al mundo de la época Históricade la Enfermería Renacentista en que se data laescritura de este cuento tradicional, y que se des-criben a continuación: En concreto la mujer(madre de caperucita) vemos que controlará y diri-girá todas las tareas necesarias para el desenvolvi-miento normal de la familia, coincidiendo con lastareas propias de la época real de la historia rena-centista enfermera ( Siles G,J,180). Si bien el cui-dado de los enfermos van a ocupar un espacio vitalcentral en su vida (incluso entre las clases altasrenacentistas como aristócratas y burgueses van aejercitar su espíritu cristiano, mortificando suscuerpos mediante el cuidado de enfermos y otrosservicios sociales y sanitarios que prestaban enhospitales). Por otra parte, también se luchará enesta época contra la enfermedad mediante los cui-dados caseros (madre de caperucita y la mismacaperucita) y será de uso común la consulta de pro-fesionales como los barberos sangradores, losmédicos y los boticarios. La familia se constituiráen el núcleo básico donde el niño (representado porcaperucita) pueda socializarse, educarse y protegerfrente a la enfermedad.

¿UNA OBRA CON METODOLOGÍA ENFER-MERA?

Para responder a dicha pregunta se han analiza-do los diferentes Modelos Enfermeros existentescon rigor científico, encontrando muchas caracte-rísticas que la encuadran en algunos de ellos y quea continuación se pasa a detallar:

En cuanto al Modelo de los Autocuidados pos-tulado por Dorotea Orem, los elementos caracterís-ticos que aparecen en la obra serían: En un primertérmino por la incapacidad de la abuela para poderadministrar sus propios autocuidados, dada su con-dición de enfermedad, temporal. De los tres siste-mas de enfermería, la abuela necesitará de laayuda de su propia nieta Caperucita (que actúacomo enfermera) del sistema parcialmente com-pensatorio. La abuela en este subsistema, puedesatisfacer parte de los requisitos de autocuidado,pero no requiere de la enfermera para todos. Nopresenta una agencia de autocuidados tan limitadaque su bienestar dependa de otros (como sucederíaen pacientes inconscientes, sistema totalmentecompensatorio). No necesita ayuda en la toma dedecisiones, control de conducta, adquisición dehabilidades ( sistema de enfermería de apoyo-edu-cativo).

Los cuatro conceptos del metaparadigma enfer-mero (Wesley, 85,86) defendidos por Orem, seidentifican en la obra en los siguientes:

Cultura de los Cuidados • 41

1.er Semestre 2004 • Año VIII - N.° 15

En un primer lugar la Persona representada porla abuelita, es un ser que tiene funciones biológi-cas, simbólicas y sociales, sujeto a las fuerzas de lanaturaleza, con potencial para aprender y desarro-llarse, y con capacidad para autoconocerse, paraaprender las medidas de autocuidado, y que puederealizar una acción deliberada, interpretando expe-riencias y acciones beneficiosas. En el Entorno seincluye un ambiente de desarrollo,mediante la pro-moción de la motivación para alcanzar metas adap-tando la conducta para satisfacer dichas metas,pudiendo de la misma manera afectar el entornopositiva o negativamente a las capacidades de laabuela para promover su autocuidado. En el cuen-to el tercer concepto de Orem: la Salud también seve reflejado ya que está formado por aspectos físi-cos, psicológicos, interpersonales y sociales (con-templados por caperucita cuando ve a su abuelita),incluyendo la promoción y mantenimiento de lasalud, así como el tratamiento de la enfermedad yprevención de complicaciones en la abuelita. Delcuarto concepto Enfermería, caperucita que adoptael rol de enfermera recurra a ella como serviciodirigido a la ayuda de otros, precisándose de ellapara promocionar a la abuela como agencia deautocuidados, contemplando el servicio enfermerocomo un servicio de ayuda y emplea uno o más sis-temas de enfermería para promover el autocuidadodel enfermo.

Continuando con otro Modelo Enfermero delque podemos hablar destaca el de ViriginiaHenderson: Se incide prioritariamente tanto en elcuidado de los individuos enfermos como sanos,asistiendo a la abuela tanto en actividades paramantener la salud, como para recuperarse de laenfermedad. El nivel de independencia que se lle-gue a alcanzar se hace de vital importancia, ayu-dando caperucita a satisfacer las 14 necesidadesbásicas componentes del cuidado enfermero, yproporcionando un enfoque holístico de la enfer-mería. En este caso se incide esencialmente en elnivel de función enfermera sustituta, ayudante ycompañera.

Por otro lado, la familia de la abuelita entiendeque existe una teoría prescriptiva con un propósitocentral, una prescripción y una realidad. Ante locual existe una provisión de ayuda (Modelo deErnestine Wiedenbach) personalizada en caperuci-

ta y su madre. El aspecto esencial de la filosofía dedicha familia hacia su abuela se basarán en unafilosofía personal donde destacarán tres aspectosfundamentales: la veneración por la vida, respeto ala dignidad de la abuela, y decisión para actuardinámicamente en función de las ideas asumidascomo propias. Coincidiendo también conWiedenbach se ofrece una conceptualización delos cuidados en Caperucita que asume la identifi-cación de ayuda de la abuela (enferma), la presta-ción de la ayuda requerida y la validación de quedicha acción prestada era la adecuada para la abue-la. En el cuento tan sólo contradice a Wiedenbachla definición que emplea para la persona, ya que nola considera parte de la unidad familiar, aunque sícomo ser humano.

SIMBOLOGÍA DEL MUNDO ANIMAL YRELACIÓN CON LA ENFERMERÍAACTUAL

Es notable hacer mención sobre la postura sim-bólica que ocupa el lobo(dominándolo todo),y encambio la enfermera(caperucita), aparece subyu-gada al primer orden. Sin embargo tal situacióncambiará conforme avanza el relato, conseguirállegar a doctorarse gracias a la relación de ayudapropiciada por el leñador que corta la barriga allobo y la saca, permitiendo que continúe de estaforma metafórica su independencia y ascensocomo profesión autónoma en el terreno de los cui-dados, orientados hacia la Excelencia. Es un deseocompartido por todo el colectivo profesional, queen breve se pueda acceder al título académico degrado (según políticas de convergencia europea deEducación Superior), y no haya más poderes ocul-tos (lobos) que impidan su reconocimiento, consi-guiendo por fin llegar a ocupar el lugar que lecorresponde con el rango de Disciplina Superior.

CONCLUSIONESA modo conclutivo, tras el estudio realizado

estamos en disposición de poder aceptar la inicialhipótesis que planteaba la existencia de elementosdefinitorios del prototipo enfermero en los cuentostradicionales. Si bien es importante hacer mencióna las limitaciones surgidas para conseguir planteardicha investigación, dada la escasa bibliografía oestudios al respecto de las categorías relacionadas,

y tan sólo existentes de forma aislada. Sin embar-go y no por ello, la investigación etnorrativa reali-zada sobre cuentos tradicionales abandona en nin-gún momento los primeros planteamientos científi-cos; y la convierten por el rigor seguido, seriedad,originalidad, adecuación y pertinencia a la Cienciade los Cuidados Enfermeros, como un estudiodigno y a tener en cuenta entre los de mayor cali-dad dentro del paradigma cualitativo enfermero.Además se cumple un objetivo que toda enfermeradebe cumplir, al hacerse visible el potencial enor-me que tiene, planteando metas donde el espíritucrítico investigador sea su eje vertebrador. Por todolo cual se han intentado en todo momento permitirque Enfermería avance hacia la Excelencia ydonde se considere al hombre globalmente, con-templado en sus diferentes vertientes.

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1.er Semestre 2004 • Año VIII - N.° 15

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1.er Semestre 2004 • Año VIII - N.° 15

AN INTRODUCTION TO NATURE OF CARE

ABSTRACT

This document analyses the biological andcultural nature of Care, explaining to whichextent innate and learned principles can be

found in it. As a result, apart from highlighting itsprecise and universally accepted dimension as anactivity of attention or assistance applying to theanimal world and essential for survival, a need isproven for resorting to an abstract dimensionaccording to the demands inherent to its comple-xity. Furthermore, this analysis reveals that thenotion of Care not only refers to an act in itself buta phenomenon within reality, exclusively humanand universal. This work concludes with new con-siderations for the sciences that understand Care asan unfailing part of its object of study.

Key words: Care, nature, innate, cultural, abstractdimension.

RESUMEN

El presente documento analiza la naturalezabiológica y cultural del Cuidado trayendo acolación las explicaciones respecto a qué de

innato y qué de aprendido encontramos en uncomportamiento de tales características. Comoresultado, además de evidenciar su dimensión con-creta y universalmente aceptada en tanto actividadde asistencia o atención extensible al mundo ani-mal y que resulta fundamental para la superviven-cia, se pone de manifiesto, mediante una definiciónprecisa de su naturaleza, la necesidad de recurrir auna dimensión abstracta acorde con las exigenciasque su complejidad encierra, toda vez que ademásde a un acto en sí mismo dicho análisis revela quela noción de Cuidado refiere más bien a un fenó-meno de la realidad, privativamente humano y concarácter universal. El texto termina con nuevasconsideraciones para las ciencias que entiendenque el Cuidado constituye parte indefectible de suobjeto de estudio.

Palabras Clave: Cuidado, naturaleza, innato, cul-tural, dimensión abstracta.

INTRODUCCIÓNEs muy escasa la confusión que el concepto de

cuidado suscita, en cuanto a su significación, en lamente tanto de doctos como de profanos, encon-trando unas asociaciones prácticamente unívocasentre significante y significado en alto gradohomogéneas tanto dentro del contexto académicocomo en el ámbito de lo social. Es más, a la luz dela realidad ostensible en los medios de comunica-

TEORÍA Y MÉTODOUNA INTRODUCCIÓN A LA NATURALEZA DEL CUIDADO

Manuel Jesús Salas Iglesias Doctorando Universidad de Alicante: Enfermería y Cultura de los Cuidados.

Licenciado en Antropología Social y Cultural. Diplomado y Titulado Superior en Enfermería.

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ción y expresión científica, así como en los forosde discusión de su comunidad, nos encontramosigualmente en condiciones de argüir que la repre-sentación conceptual en ambos grupos expuestosno difiere cualitativamente de manera notable. Esdecir, la noción de cuidado forma parte de nuestracotidianeidad, y su uso se halla tradicionalmentearraigado en el dominio tanto de lo público comode lo privado, en lo doméstico y en lo productivo,en lo manual y en lo intelectivo resultando común-mente aceptada su acepción vulgar, concreta oreducida casi de manera universal. Esto es así hastael punto de que dicha convención ha venido a deli-mitar con firmeza un espacio conceptual que hamantenido de manera incuestionable su dimensiónrestringida por encima de cualquier opción de dis-cusión respecto a lo controvertido de las condicio-nes efectivas de su naturaleza. En líneas generales,esta coincidencia de representaciones se sintetizaen la definición del cuidado en tanto una acción,actividad o su conjunto, de asistencia o atención,no solamente humana sino de la que participa elmundo animal en sentido extenso y que resultafundamental para la supervivencia (Colliére 1993;Hernández Conesa 1999; Hernández Conesa,Moral de Calatrava y Esteban Albert 2003;Eseverri Cháverri 1992; Torralba i Roselló 1998;Torralba i Roselló 2002; Wesley 1997).

En primera instancia, coincidimos en señalarque las causas del uso generalizado de esta acep-ción prosaica, de dicha conceptualización abrevia-

da, haya que buscarlas, entre otras, en los resulta-dos de una forma de pensamiento del mundo occi-dental cuyo contenido se ha venido a caracterizarde manera tradicional por la formulación de antíte-sis complementarias del tipo cuerpo-alma, físico-mental, vital-social (Kroeber 1975) o naturaleza-cultura. Toda vez que la utilidad de dicha diferen-ciación se manifiesta no sólo en una forma de dis-cernir entre la legítima naturaleza de una parte dela realidad, sino en la manera por medio de la cualaproximarnos a su conocimiento. En ese sentido, ladiscriminación que procede traer a colación, refie-re a la confrontación entre lo biológico y lo adqui-rido por cuanto tradicionalmente hemos convenidoen consensuar que el cuidado, haciendo uso de esanoción genérica universalmente aceptada, resultauna actividad con la que nacemos, aunque no sonescasos los argumentos que se pronuncian a favorde la naturaleza aprendida de dicho comportamien-to(Salas Iglesias 2001; Salas Iglesias 2002). Conello, el fundamento de la divergencia rivaliza bási-camente respecto a si nos llega el expresarnosmediante una acción de cuidado a través de laherencia biológica o por el contrario resulta seralgo que forma parte de nuestra vida y constituciónpor medio de agentes con los que la herencia notiene nada que ver. En el primer caso, podríamosafirmar que el hombre cuida de manera innata yque constituye un comportamiento similar, de lamisma naturaleza, al que encontramos en el mundoanimal y que en tanto actividad o acción deberíaser contemplado y estudiado, sin nada que discre-par respecto a la consideración efectiva de sudimensión concreta. En cuanto a la segunda de lascuestiones diríamos que el cuidado responde a uncomportamiento aprendido que la Cultura seencarga de definir y delimitar, diferenciándoseradicalmente no sólo en su origen sino en susmanifestaciones de lo que por cuidado animalpudiésemos entender.

EL CUIDADO: UN COMPORTAMIENTOINNATO O APRENDIDO, ANIMAL O PRI-VATIVAMENTE HUMANO

Nada tendríamos que objetar, respecto a la afir-mación, por ejemplo, de que la capacidad de hablares algo genéticamente determinado en la especiehumana, es decir, el hombre presenta una capaci-

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dad para hablar que está filogenéticamente estable-cida. Pero, del mismo modo, tendríamos que coin-cidir en señalar cómo el idioma que terminamoshablando de manera dominante es aprendido, todavez que éste no constituye un carácter que puedaser transmitido por medio de los genes. Por consi-guiente podemos afirmar que, en la especie huma-na, si bien existe una capacidad para hablar queviene filogenéticamente determinada, el idioma,por el contrario, está culturalmente definido(Kroeber 1975). Esto es, existen caracteres bioló-gicamente heredados y otros los aprendemos pormedio de la Cultura.

Otras especies animales también tienen capaci-dad de lenguaje. Sin embargo, el lenguaje en elmundo animal no es parte erradicable de su natura-leza, es decir, está tan contenido en él como susdientes, su modo de andar o sus instintos, a dife-rencia, por ejemplo, del idioma en el hombre, porlo que difícilmente ladrará un gato aunque se críe,azarosa o experimentalmente, junto a miembroscánidos. Por ese motivo y de manera irremediable,aunque nuestro gato experimental nunca hubiesemantenido contacto con otros miembros de suespecie, su instinto le alertaría sobre la conducta aseguir cuando este hecho se materializase.

En definitiva, queremos traer a colación la con-clusión de que en el mundo animal el comporta-miento está determinado por la herencia biológica,es decir, tanto la capacidad como su manifestaciónestán filogenéticamente determinadas. Sin embar-go no ocurre de igual manera en el hombre.

En esta misma línea podemos considerar, enprincipio, que tanto hombres como animales cui-dan, siendo el ejemplo más diacrítico la atenciónofertada a las crías desde el momento de su naci-miento.

Al reconocer el cuidado de las crías en tantocomportamiento animal hemos de entender queresponde a una manifestación instintiva y definidaal mismo modo que el ladrido del perro o el mau-llido del gato. Es decir, los animales poseen unacapacidad para cuidar contenida en su códigogenético, siendo su manifestación de la mismanaturaleza.

Hasta el momento, en el hombre, sólo en rarasexcepciones ha sido posible presentar la pruebaexperimental de respuesta de un mecanismo desen-

cadenante innato toda vez que estos maduran en elcurso de la ontogénesis y durante este tiempo aflu-yen múltiples experiencias al organismo(Eibl-Eibesfeldt 1993). Sin embargo, a la luz de losresultados en el campo de la etología, nos encon-tramos en condiciones de afirmar que, respecto alcuidado, existe, de manera innata, una tendencia aofrecer asistencia, una intención de prestar aten-ción al recién nacido como reconocimiento o res-puesta biológica desencadenada por una serie deestímulos evocados por el neonato, similares a losreflejos que conocemos. Es decir la biología huma-na es capaz de reconocer la necesidad de poner enmarcha una serie de actos de asistencia básicos enla misma línea de la acción comunicativa más ele-mental, recíproca a la manifestación de determina-dos comportamientos innatos en el recién nacido,capaces de despertar una aptitud de oferta en losreceptores. Y esta capacidad “natural” u orgánicapara reconocer una demanda básica de asistencia,en un mecanismo de funcionamiento muy similaral estímulo-respuesta, es genérico o universal ennuestra especie, es decir, es extensible a todos susmiembros sin, inclusive, hacer distinción de sexos.Por consiguiente, quedarían en entredicho todosaquellos condicionantes que culturalmente refuer-zan el papel cuidador de la mujer de manera natu-ral, por medio de estructuras pretendidamenteancladas en lo biológico, como el instinto mater-nal, toda vez que éste sea entendido como unacapacidad extrema en la madre de identificar deter-minadas demandas en el recién nacido(Esteban2000). Por lo que hemos de constatar la existenciade un fuerte contenido cultural en todas aquellasmanifestaciones que refieren a los atributos estruc-turantes de los géneros (Godeliere 1980) y susrefuerzos como dicho instinto, dado que la capaci-dad para reconocer la demanda elemental de asis-tencia existe en la misma medida en hombres queen mujeres.

Pero, volviendo al objeto primigenio de lacuestión, podemos afirmar en primer término queen el caso de la especie humana existe del mismomodo esa capacidad para cuidar que vemos en elmundo animal, al igual que heredamos de manerainnata la capacidad del lenguaje. Sin embargo de lamisma manera que resulta evidente que es laCultura la que define en última instancia el idioma

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que será dominante, el responsable del cuidado asícomo las diferentes manifestaciones del mismoserán atributos culturalmente determinados(Godeliere 1980; Salas Iglesias 2003a; SalasIglesias 2003b). Es decir, indudablemente, existencapacidades y actividades verdaderamente parale-las a las de los animales, aunque, a nadie escapaque hay algo más, que sin ser paralelo resulta ade-más muy diferente. Nadie puede negar, por tanto,que hay algo puramente animal de manera subya-cente en todo acto de cuidado, pero el hecho de queel cuidado resulte de un fundamento animal, pura-mente orgánico, no es motivo para entender, en suextrapolación a lo humano, el cuidado humanocomo una ampliación del acto animal, toda vez queel cuidado humano encierra en su conformaciónelementos socioculturales además de orgánicos(Kroeber 1975; González Alcantud y RodríguezBecerra 1996; Salas Iglesias, en prensa).

En un segundo nivel de concreción, conjunta-mente, en el hombre, y puesto que hablamos deacción y de percepción de estímulos, tanto la con-ducta como la percepción van acompañados inde-fectiblemente por las emociones, es decir, por sen-timientos, movimientos de ánimo o correlatos sub-jetivos(Barriga 1987). Estos sentimientos emoti-vos constituyen una categoría vivencial en simisma, es decir, nadie puede aprender el senti-miento de odio, ira, amor, celos, envidia, miedo,mala conciencia, etc..., que además resultan cate-gorías culturalmente universales, sino aquello quees susceptible u objeto de odio, amor, etc...(Eibl-Eibesfeldt 1993).Por lo que nos encontramos encondiciones de afirmar que las emociones son pro-

pias de los organismos y no de los genes, que todapercepción, al igual que todo comportamiento,implica unas emociones, una vivencia sujetiva,pero que sin embargo el objeto sobre el que sedesarrolla un tipo u otro de emoción es aprendidoy, por tanto, ante un recién nacido se pueden mani-festar las emociones que cada cultura imponga,siempre y cuando tengamos en cuenta que la pri-mera intención que de manera biológica se pone enmarcha es la prestación de asistencia elemental,tanto en el hombre como en la mujer, aunque sea lacultura la que disponga en qué medida ha de mani-festarse en uno u otro caso, además de si se ante-ponen exigencias de carácter individual o colectivo(Salas Iglesias, en prensa).

Por todo ello, aunque, como hemos advertido,el reconocimiento de mecanismos desencadenan-tes innatos en el adulto sólo es posible por indicios,podemos concluir, respecto al cuidado, que existeuna predisposición biológica a la asistencia delrecién nacido como forma más elemental de cuida-dos humanos, esto es, la capacidad biológica parapercibir situaciones de demanda de cuidados estápresente en el hombre, de manera innata, pormedio de rasgos elementales de comunicación-per-cepción. O lo que sería más correcto afirmar, exis-te una demanda biológica de asistencia, una nece-sidad biológica de atención que tiene una respues-ta cultural manifiesta en una o diferentes formascomo toda necesidad biológica, aunque no poda-mos afirmar igualmente que toda respuesta culturalresponda a una necesidad biológicamente definida(Kottak 1994). Y esta respuesta, que además decultural es también biológica, a la demanda deasistencia o atención se materializa en el hombrebajo la denominación de cuidado. Y, por tanto, antela cuestión respecto a si el cuidado es innato o cul-turalmente aprendido hemos de responder que estan biológico como cultural, encerrando tal afirma-ción las claves para comprender que el cuidadopresenta una dimensión abstracta(Salas Iglesias2002; Salas Iglesias en prensa; Salas Iglesias2003c) no sujeta al tiempo ni al espacio por cuan-to además de un acto, debe ser entendido como unfenómeno de la realidad. En ese sentido, la dicoto-mía naturaleza/cultura responde, en este caso, másbien a unas exigencias de equilibrio y de comple-mentariedad que a criterios divergentes o exclusi-

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vos y así debemos entenderlo cuando de aproxi-marnos a su conocimiento se trate.

Por último, habría que señalar, además, que lle-gados a este punto nos encontramos en condicio-nes de argüir que no movilizan el mismo universolas atribuciones que cuando con la noción de cui-dado nos referimos al hombre que al mundo ani-mal, toda vez que en el primero de los casos talacepción encierra una dimensión abstracta noextrapolable a otras condiciones animales, resul-tando dicha complejidad, por tanto, algo privativode nuestra especie.

CONCLUSIONES Y DISCUSIÓNEs consustancial a nuestra propia naturaleza

que en la primera fase del ciclo vital, como reciénnacidos, se inciten de manera instintiva hacia com-portamientos de respuesta en el entorno que se tra-duzcan en asistencia o atención, toda vez que,inmediatamente después del nacimiento, el lactan-te cuenta ya con un repertorio de señales y se halla,además, en situación de reaccionar adaptativamen-te a la atención de su madre o progenitor. Ensegundo lugar, existe la total capacidad, tanto en elhombre como en la mujer y en ambos en la mismaintensidad biológica, de entender tales actos refle-jos, ciertas acciones, gestos, expresiones comuni-cativas del recién nacido que se traducen en unapredisposición de los demás a la prestación de cui-dados, por cuanto dichas acciones, gestos, expre-siones, etc..., generan básicamente sensación debienestar, de reciprocidad de oferta, etc... que juntocon la herencia aprendida podrían desembocar enla estimulación o potenciación, incluso grupal, deofertar protección, alimentos, etc..., en función,lógicamente, de las necesidades grupales de super-vivencia, toda vez que en el hombre la manifesta-ción de ciertas capacidades se produce cultural-mente. Incluso esta manifestación cultural de unanecesidad biológica es uno de los fundamentossobre los que descansan los argumentos de ciertasteorías (Eibl-Eibesfeldt 1993) que encuentran elorigen de la sociabilidad, la solidaridad, etc...enesa interacción, comunicación, acción, etc... quehemos venido a definir como Cuidado. Con todoello podemos apelar a la denominación genérica deHomo curator(Diccionario spes 1981; DiccionarioR.A.E. 2001) por cuanto nos encontramos en con-

diciones de afirmar que somos una especie cuida-dora, en un intento de aproximarnos al conoci-miento de lo específicamente humano siempre quedicha noción difiere radicalmente en su naturalezarespecto a otras acciones de asistencia que encon-tramos en el mundo animal, no pudiendo ser extra-polables las conclusiones obtenidas en ambos cam-pos.

Llegados a este punto son tres las distincionesque hasta el momento debemos traer a colación yla comunidad científica desarrollar: En primerlugar que aunque tanto en el mundo animal comoentre los humanos podamos distinguir actividadesde asistencia o de atención, éstas difieren notable-mente en su naturaleza, por lo que no podemosdecir que sea lo mismo el cuidado animal que elhumano y, por tanto, cuando del cuidado hablemosserá preciso hacer siempre la distinción, si consi-derásemos que la noción sigue siendo apropiadapara designar ambas realidades, entre cuidadohumano versus cuidado animal. En segundo lugar,puesto que el cuidado presenta tanto una dimen-sión restringida como amplia, es necesario referir-nos a ella como “cuidado” cuando buscamos en sudesignación un mayor nivel de concreción versus“Cuidado” cuando de distinguir la complejidad desu dimensión abstracta se trate. En tercer lugar,toda vez que coincidimos en señalar el Cuidadocomo un fenómeno de la realidad que encierra todoel nivel de abstracción que su complejidad exige,debemos comprender igualmente que al referirnosal Cuidado nos remitimos a un contexto privativa-mente humano de comportamientos, emociones,conocimientos, etc... muy diferente de la realidadanimal. Por consiguiente, la noción de Cuidadodebe ser únicamente atribuible a la condiciónhumana, encontrando en el mundo animal accionesde atención o asistencia que garantizan la supervi-vencia pero no constituyen Cuidado en sí mismo.

Con todo ello, cuando nos referimos alCuidado en tanto una acción, actividad o su con-junto, de asistencia o atención, además de a ésteaspecto concreto, nos referimos a un conjunto decreencias, conocimientos, experiencias, emocio-nes, mecanismos, sistemas y estructuras comunica-tivas, sensitivas, perceptivas, valores, recursos,instrumentos, gestores, etc... en cada sociedad ocultura en particular o en general, que constituyen

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parte de una noción que intenta describir y conocerun fenómeno de la realidad con carácter universal,en sus múltiples dimensiones y con especificidadpropia.

La recurrencia a esta dimensión abstracta pro-cura tener acceso a la totalidad, a la integridad delfenómeno en su mayor expresión y magnitud, todavez que resulta un fenómeno de naturaleza com-pleja en su conformación, contenido e interaccióncon el resto de elementos que integran la realidadtanto biológica como sociocultural. En ese sentido,las ciencias que estudian los diferentes fenómenosde la realidad y en particular aquellas que entien-den que el Cuidado constituye parte fundamentalde su objeto de estudio, deben adoptar igualmenteun posicionamiento complejo en la definición de lafilosofía científica más adecuada para aproximar-nos a dicho fenómeno, toda vez que entender elCuidado en tanto una actividad, exclusivamente,además de acercarnos de forma parcelaria a la rea-lidad que queremos estudiar y encontrarse en diso-nancia con su verdadera naturaleza, hace un flacofavor a la ciencia que lo tutela por cuanto constitu-ye más bien un obstáculo que un motor de desarro-llo que contribuya a consolidar su estatus científi-co (Salas Iglesias 2002; Salas Iglesias 2003; SilesGonzález 1997; Siles González 1999).

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RESEARCH SEMINAR: EXPERIENCEFROM NURSING PERSPECTIVE

ABSTRACT

The research seminar of the JaverianaUniversity Faculty of Nursing has it startingpoint at the early 1980’s when the profes-

sors then in charge of the students education ques-tioned themselves about the foundations ofNursing as a professional activity, its field of study,the approach methods and the several theoreticalstreams on which the professional labour and thedisciplinary body relied on, these aspects beco-ming the leading axis in the continuous reflectionthat has characterized this area. As a pedagogicexperience, it has become a tradition within theFaculty that has enriched teaching practice,brought feedback to the educational processes andalso contributed to professional development froma research perspective. This article intends to ans-wer the following questions pointing out the mostrelevant aspects of the process: What is the rese-arch seminar? How has it developed? What are itsaccomplishments and limitations? What is itscurrent state? What are the arisen challenges?

Key words: Research seminar, Nursing Care,Carol Gilligan

RESUMEN

El seminario investigativo de la Facultad deEnfermería de la Pontificia UniversidadJaveriana, tuvo su inicio a comienzos de

1980 cuando el grupo de docentes que en esemomento participaban en la formación de los estu-

diantes empezó a cuestionarse acerca de los funda-mentos de la Enfermería como actividad profesio-nal y su objeto de estudio, los métodos de aproxi-mación y las diversas corrientes teóricas en las quese apoyaba el quehacer profesional y el ser discipli-nar constituyéndose -estos aspectos- en los ejesconductores que han estado presentes en la refle-xión continua que ha caracterizado este espacio.Como experiencia pedagógica, ha constituido unatradición al interior de la facultad que ha enriqueci-do la práctica docente, retro-alimentado los proce-sos formativos y generado aportes desde el puntode vista investigativo que contribuyen al desarrolloprofesional. Este artículo pretende dar respuesta alos siguientes interrogantes señalando los aspectosmás relevantes del proceso: ¿Qué es el SeminarioInvestigativo? ¿Cómo se ha desarrollado? ¿Cuáleshan sido sus alcances y limitaciones? ¿Cuál es elestado actual? ¿Cuáles son los desafíos planteados?

Palabras clave: Seminario Investigativo-Enfermería- Cuidado-Carol Gilligan

SEMINARIO INVESTIGATIVOLa palabra Seminarium proviene del latín y sig-

nifica semillero, plantación lugar de cultivo. Comoalternativa pedagógica se caracteriza por lossiguientes aspectos:

• La conformación de grupos centrados en elanálisis, reflexión, comprensión de un tema o pro-blema, en el cual todos los participantes, de unamanera activa, colaborativa y dialogal, contribu-yen al proceso de construcción de conocimientos.

• Otra de las características del seminario es sucontinuidad, permanencia, rigurosidad en la revi-

SEMINARIO INVESTIGATIVO: EXPERIENCIA DESDE LAPERSPECTIVA DE ENFERMERÍA

Rosita Daza de CaballeroProfesora Asociada Departamento de enfermería clínica. Facultad de Enfermería

Pontificia Universidad JaverianaMagíster en Dirección Universitaria. Universidad de los Andes

Magíster en Filosofía. Pontificia Universidad JaverianaEspecialista en Enfermería Pediátrica. UNAM

Bogotá, Colombia

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sión y análisis de la bibliografía como la motiva-ción, responsabilidad, compromiso e interés de susparticipantes.

• La elaboración de relatorías y de protocolosescritos de cada sesión constituyen exigenciasmetodológicas.

Como actividad permanente, favorece el traba-jo personal como el colectivo ya que estimula eldesarrollo intelectual de cada uno de los miembrosy permite reconocer debilidades y fortalezas paraenfrentar el trabajo intelectual de razonar, pregun-tar, argumentar y sustentar ideas. En cuanto al tra-bajo colectivo, el seminario permite, a través de lasdiscusiones revisar las posiciones personales pararetro-alimentarlas desde perspectivas diferentes yconstruir aportes nuevos y originales.

En el seminario se combinan la docencia y lainvestigación ya que lo que cada uno de los parti-cipantes aprende e investiga permite compartir conlos otros miembros del grupo. La exigencia delproceso les obliga a poner en práctica tanto las cua-lidades de maestro como de investigador.

EVOLUCIÓNEn los comienzos o iniciación de esta actividad

académica, el interés de los docentes estuvo cen-trado en indagar acerca de la esencia misma de laenfermería; para esto fue necesario remitirse a losorígenes mismos de las prácticas de cuidado desdelos comienzos de la humanidad, a rastrear minu-ciosamente como se fueron constituyendo las prác-ticas de las personas que se dedicaban al cuidadode los enfermos y cuales fueron los rasgos caracte-rísticos de la vocación y el oficio y como se fueronconsolidando a través de las distintas épocas hastallegar al desarrollo profesional actual.

Este proceso se llevó a cabo paralelamente a lareforma curricular del programa de pregrado,situación que indudablemente repercutió en lareforma en marcha. La pregunta tanto por la iden-tidad como por el método como forma de aproxi-marse a los fenómenos de la salud y enfermedadestuvieron presentes en esta primera etapa de evo-lución.

El desarrollo, continuidad y motivación de losmiembros del seminario constituyeron factoresdeterminantes en el proceso de maduración que se

empezó a gestar. Se planteó la necesidad de apo-yarse en otras disciplinas como la filosofía parapoder ampliar la visión, referente y alcance de lasdiscusiones y fue así como se contó con un direc-tor de esta disciplina que también ayudó a profun-dizar en lo que se constituía la episteme de laenfermería.

La pregunta por el objeto de la enfermería estu-vo presente lo mismo que el papel que juega elmétodo dentro del quehacer profesional. Se reco-noció la importancia de la reflexión teórica en unaprofesión que históricamente ha estado inmersa enel mundo del desempeño profesional, de las habili-dades técnico-científicas, dejando a un lado la acti-vidad teórica.

Es así como la etapa actual o de consolidaciónpermite hoy mirar retrospectivamente el caminorecorrido durante este tiempo, reconocer los avan-ces teóricos y las limitaciones, las dificultades ylos logros y reconocer que aunque el proceso hasido lento y complejo también ha permitido esti-mular y fomentar el trabajo de conceptualizacióntanto en los departamentos como en el grupo dedocentes que se han vinculando al proceso.

La socialización con otros grupos de carácternacional también ha sido una oportunidad de con-frontar y abrir nuevos espacios de intercambio ycrecimiento. La pregunta por el cuidado, sus fun-damentos y dimensiones han estado presentes enesta etapa.

DESARROLLO ACTUALDurante el primer semestre del año 2000 y res-

pondiendo a las necesidades de fundamentar lasdimensiones del cuidado, el seminario se ha cen-trado en el texto de Carol Gilligan, “La moral y lateoría: Sicología del desarrollo femenino”.Autorade diversos libros entre los cuales se destaca “ Envoces diferentes: teoría Psicológica y desarrollo dela mujer”.

Para el desarrollo de sus investigaciones y eldesarrollo teórico de su propuesta utiliza fuentesbibliográficas de carácter psicológico entre lascuales se destacan Freud, Erikson, Kohlberg,Piaget, Chodorow, Stoller y otras de carácter lite-rario en las que se apoya para ilustrar y señalar losaspectos relevantes relacionados con el desarrollode las mujeres como Chejov y Bettelheim.

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Utiliza su experiencia tanto profesional comoacadémica e investigadora en los diversos estudiosrelacionados con: estudiantes universitarias y deci-sión de abortar, que le permitieron explorar el jui-cio moral, la identidad y el desarrollo en los pri-meros años del adulto. Estos estudios también lepermitieron estudiar la relación entre experiencia ypensamiento y el papel del conflicto en el desarro-llo. Las hipótesis generadas le permitieron trabajarsobre derechos y responsabilidades que le amplia-ron los conceptos sobre moral, ego, experienciasde conflicto moral, elección y juicios sobre dile-mas morales hipotéticos.

En el desarrollo del seminario se ha podido iranalizando la tesis que subyace en el texto mencio-nado y que hace referencia a lo siguiente:

“Si empezamos el estudio de las mujeres yderivamos de sus vidas las elaboraciones del desa-rrollo empiezan a surgir los lineamientos de unaconcepción moral distinta de la descrita por Freud,Piaget o Kohlberg y conforman una descripcióndiferente del desarrollo En esta concepción, el pro-blema moral surge de responsabilidades en con-flicto y no de derechos competitivos y para su reso-lución pide un modo de pensar que sea contextualy narrativo, en lugar de formal y abstracto”.

A partir de la tesis expuesta por Gilligan seempieza a develar una concepción diferente endonde el problema moral y la manera de resolver-lo pone en conflicto las responsabilidades de losactores, entrando en juego los elementos de rela-ción y de cooperación en las mujeres y de justiciay competencia en los hombres. El camino que abreesta confrontación de visiones distintas nos ponede frente a la visión tradicional de occidente la cualha privilegiado una forma de conocimiento y unacosmovisión centrada en lo masculino, en detri-mento de una visión femenina.

Es necesario resaltar cómo el asumir una pers-pectiva desde lo relacional y de cooperación, quees la manera como las mujeres asumen el desarro-llo de los conflictos morales implica varios aspec-tos:

• Énfasis marcado en las relaciones interperso-nales, con el desarrollo de sentimientos de compa-sión por el otro, de preocupación por el otro y decuidado por el otro y con el otro, favoreciendo y/o

privilegiando las relaciones, y la conexión humanae interrelacional en el mundo de lo privado.

• Lo relacional, lo cooperativo exige un tipo deabordaje que tiene que ver con lo comprensivo einterpretativo o hermenéutico, que necesita del len-guaje narrativo para expresarse y para acercarse ala construcción social de la realidad, diferente alabstracto y formal que ha acompañado a lo mascu-lino.

• Por el contrario en los hombres, la maneracomo resuelven los conflictos está mas relacionadocon el sentido de justicia y competencia, que con-lleva aproximaciones de manera más abstracta conénfasis en los derechos individuales, en el mundode lo público, privilegiando el papel de la razóncomo vía de lograr unos resultados basados en lajusticia y en una visión de desconexión.

Gilligan demuestra en este texto cómo los apor-tes realizados por Freud, Kohlberg, Piaget y otrosautores afines a esta corriente de pensamiento, hanbasado sus estudios en niños y han generalizado apartir de estos dejando de lado los desarrollosmorales de las niñas.

Frente a esto, Gilligan piensa que se ha mostra-do una visión parcial e incompleta de la realidadque es necesario complementar y tenerla en cuentaen aras de lograr una mirada que permita re-pensarel ciclo vital de hombres y mujeres desde la dife-rencia pero en el mismo lugar de coexistencia.

En este nuevo milenio, sigue vigente la pregun-ta por el desarrollo moral desde Gilligan, no paraabrir nuevamente el debate desde la perspectiva degénero, ya que esto ha sido ampliamente trabajadopor diversas autoras que han profundizado y deve-lado los supuestos que subyacen en los diferentesplanteamientos sino para repensar desde un marcoplural de co-participación de hombres y mujeres,en cómo lograr caminos que permitan re-significarel cuidado como eje central de la reflexión sobre elquehacer y el ser de la enfermería.

CUIDADO DESDE LA PERSPECTIVA DEENFERMERIA

Los elementos señalados por Gilligan, comofundamentales en el desarrollo de la conductamoral de las mujeres tienen que ver con lo relacio-nal y lo cooperativo, constituyen pilares importan-

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tes en la aproximación que se hace desde enferme-ría como profesión al concepto de Cuidado comoeje central del quehacer y del ser disciplinar y pro-fesional.

El Cuidado como concepto ha tenido diversasacepciones: como nombre, adjetivo, verbo y hasido conceptualizado por diversas autoras, teóricasen enfermería y por los diferentes grupos que estántrabajando desde la docencia y la asistencia. Estadinámica de trabajo ha generado diferentes pers-pectivas de abordaje e interpretaciones, entre lascuales se destacan las siguientes:

En el estudio realizado por Morse Janice y colen 1990, se identificaron cinco conceptualizacio-nes de Cuidado en las que se resaltan: Cuidadocomo rasgo humano, como imperativo moral comoafecto, como interacción personal, como interven-ción terapéutica. En este análisis se tuvieron encuenta los siguientes parámetros: la experienciasubjetiva del paciente, la respuesta física delpaciente, la experiencia subjetiva de la enfermera yla combinación de las categorías anteriores.

Como rasgo humanoDesde esta perspectiva se asume el cuidado

como parte de la naturaleza humana y necesariopara la supervivencia, aspecto que comparten lasque han trabajado en esta misma línea de pensa-miento. Sin embargo, se hacen distinciones entrelas autoras que oscilan entre pensar, que los cuida-dos difieren de acuerdo a las características cultu-rales de los individuos y grupos, (Leininger1988)exigiendo un tipo de responsabilidad diferente porparte de la enfermera y que no altere sus patronesculturales; hasta otras como Ray (1989) quienparte de la estructura organizacional, los roles yposiciones de las personas dentro de la organiza-ción como elementos fundamentales para la presta-ción de los cuidados y establece una diferencia deacuerdo a la utilización de descriptores que se uti-lizan en los diversos servicios institucionales.

Otras como Roach (1987) y Griffin (1980-1983) describen el cuidado como “forma esencialdel ser”. En donde se destaca que la forma humanade cuidar a otra persona permite lograr doblesbeneficios tanto para el que cuida como para el querecibe el cuidado. Resaltándose en esta perspectivala necesidad de recuperar la autenticidad humanaen el acto de cuidar.

Como Imperativo MoralDesde esta corriente se recupera el valor de la

persona como fundamental lo mismo que el respe-to y la dignidad, considerando el Cuidado comouna “virtud moral”. Autoras como Brody (1988)Gadow (1985) y Watson, concuerdan en afirmarque el Cuidado es fundamental para la enfermeríamientras que Fry (1989) lo considera básico para lahumanidad en general.

Watson clama por un cuidado basado en lasexperiencias mutuas de reciprocidad interactivaque le permitan al enfermero(a) crecer como per-sona y encontrar significados tanto en su propiaexistencia como en las experiencias de cuidar.Tanto Brody como Fry consideran la experienciade cuidar como una virtud ética en donde entran enjuego los valores de las personas que participan enla interacción y que tiene como meta resaltar ladignidad humana.

Cuidado como afectoFanslow (1987), Gendron (1988), Forrest

(1989) relacionan el Cuidado con una emoción,con un sentimiento de compasión o empatía por elpaciente, lo cual se constituye en el motor para quela enfermera suministre el cuidado. Este senti-miento o emoción debe ser demostrado por laenfermera de una manera auténtica y expresado deforma sincera de tal forma que permita un mejoracercamiento y comprensión del otro.

Cuidado como interacción personalEn esta perspectiva se reconoce la presencia del

esfuerzo entre la enfermera y el paciente paralograr una verdadera y auténtica relación en dondelos dos se benefician mutuamente. Se recupera elencuentro personal como espacio de compartirsentimientos, emociones y acciones orientadas a larecuperación de las personas enfermas, lo cualexige de ambos respeto, confianza y comunicacióntanto verbal como no verbal. Horner (1988),Knowlden (1988) y Weis (1988) consideran lareciprocidad esencial en el acto de cuidar.

Además, se pueden señalar dentro de estasperspectivas a otras teóricas quienes, aunque noconcretan el concepto de Cuidado si aportan ele-mentos importantes a la interacción, (King,Orlando, Paterson y Zderad, Peplau, Travelbee yWiedenbach, las cuales han destacado la imagen de

la enfermera centrada en la interacción de ésta conel paciente y con una clara orientación hacia larecuperación de lo que han denominado enferme-ría humanística.

Cuidado como intervención terapéuticaDesde esta perspectiva se han distinguido Gaut

(1986), Brown (1986) Larson (1988) Wolf (1986)quienes asumen al paciente como persona connecesidades que la enfermera estará dispuesta asatisfacer de acuerdo a un plan que le permitalograr las metas del paciente. Las actividades otareas son importantes para la satisfacción de lasnecesidades de los pacientes y para esto es necesa-rio que la enfermera cuente con habilidades ycompetencias técnico científicas.

Otras teóricas que han contribuido a crear unaimagen de la enfermería trabajando con el pacien-te y luchando por su independencia a través de laidentificación de sus necesidades y de la planea-ción de actividades son: Abdellah, Henderson yOrem.

Confrontación entre Gilligan y Aproximacionesdesde Enfermería:

Al contrastar el concepto de cuidado que se havenido trabajando desde la perspectiva de enfer-mería con los planteamientos realizados porGilligan, se pueden señalar algunos puntos de con-vergencias:

• El reconocimiento que hace del rol de los sen-timientos y la emoción como constituyente de uncarácter bueno que le hace abogar y preocuparsepor el otro para no dañarlo, es un rasgo distintivode la manera como afronta los conflictos las muje-res. En las aproximaciones de cuidado revisadas,las enfermeras destacan también la importancia delos sentimientos como rasgo fundamental en lainterrelación enfermera-paciente.

• Una ética del cuidado como la proponeGilligan trabaja desde una perspectiva de lo priva-do y lo íntimo de las personas. En el mundo de laenfermería los procesos de enfermar y morir gene-ran diversos significados comportamientos y reac-ciones que generalmente tocan la dimensión másíntima de las personas.

• Estas situaciones ponen de presente la vulne-rabilidad y la impotencia que se tiene frente a la

enfermedad, y el reconocimiento que se hace de larealidad de seres dependientes e indefensos frentea las agresiones biológicas y ambientales. El res-peto por la intimidad, el sufrimiento, la flaquezahumana y sus necesidades cobran gran importanciapara el profesional de enfermería.

• Una ética del cuidado como lo señala Gilligancomparte con las perspectivas de Cuidado plantea-das por enfermería, la necesidad de reconocer quepara la persona enferma y su familia la expresiónde sentimientos frente a la enfermedad tiene unagran importancia. Por esto el propiciar los espaciospara el intercambio de las vivencias permite unacercamiento más humano en donde se tiene encuenta al otro como persona que tiene necesidadesde conexión e interrelación.

Divergencias• Gilligan logra elaborar una teoría del desarro-

llo moral de las mujeres a partir de las experienciasinvestigativas realizadas con diversos grupos demujeres y estructurar una serie de conceptos inte-rrelacionados que van constituyendo un cuerpo deconocimientos alrededor de la elaboración del con-cepto de Cuidado, como categoría moral.

• Los diversos aportes tanto de las teóricas enenfermería, como los diversos autores, llegan a ladistinción de conceptos fundamentales para eldesarrollo de la profesión, en algunos casos se haceuna aproximación a lo denominado teoría, pero serequiere mayor elaboración, argumentación y arti-culación que permitan tanto su comprensión comosu implementación en la práctica cotidiana del cui-dar.

• Las prácticas de Cuidado son más complejasen su aplicación que desde la perspectiva teóricapor cuanto ponen en juego las dimensiones huma-nas, las relaciones de poder que se establecen entrelos cuidadores que sustentan el saber y los quereciben el cuidado; además las prácticas de cuida-do permiten la continua confrontación del yo enrelación con los otros.

DESAFIOS DEL SEMINARIOEl asumir el seminario como actividad perma-

nente y continua ha permitido al grupo docentereconocer la importancia que tiene el desarrollo dela reflexión teórica, como parte fundamental en laformación profesional, por cuanto propicia las

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capacidades argumentativas y de razonamientonecesarias para el análisis y solución tanto de losproblemas de salud, como los particulares de laprofesión.

Este aspecto plantea un desafío para la forma-ción, por cuanto exige combinar, tanto el compo-nente técnico científico como la capacidad dereflexión teórica, crítica y reflexiva, las cualesdeben ir paralelas con el desarrollo humano con elfin de formar profesionales competentes y concapacidad de tomar decisiones teniendo en cuentatanto los aspectos relacionales como racionales.

¿Cómo lograr, desde la práctica profesional ydisciplinar, construir modelos de cuidado en dondese privilegien las dimensiones relacionales quemantengan la dignidad y el respeto por las perso-nas que participan del cuidar dentro del actualmodelo de racionalidad eficientista y racionaliza-dor basado en la rentabilidad económica?

¿Cómo lograr, desde la asistencia, propiciarmodelos de cuidado de alta calidad humana que nose dejen reducir por los adelantos técnico-científi-cos, por las políticas burocráticas y económicas delas instituciones sanitarias dentro de la actual reor-ganización y re-estructuración del sector de lasalud?

¿Cómo lograr utilizar la actual crisis del sectorsalud y de los profesionales que participan en elcuidado de la vida, como catalizador que impulsela creación de un nuevo modelo de cuidado basadoen la perspectiva relacional?

¿De qué manera podremos lograr una culturauniversal fundamentada en el cuidado de la vida,en un mundo globalizado?

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ANALYSIS OF PROFESSIONAL IDENTITYTHROUGH NURSES’ EDUCATIONALCOMPETENCE

ABSTRACT

The present article deals with nurses’ percep-tion of their own professional competence,other health professionals’ view and

patients’ social perspective.Two discussion groups integrated by nurses

working in two Madrid hospitals were constituted;most of our general study was carried out in thesetwo hospitals. Both groups had different profiles,thus their discourses varied in many aspects, as canbe seen in the analysis and conclusions.

The aim was to identify discourses elaboratedby nurses interacting with other colleagues from

the same hospital regarding educational competen-ce towards hospitalised chronic patients.

From the analysis of discourses on the educa-tional role, characteristics assigned to education bythese two groups of nurses were identified, alongwith difficulties and conditioning factors.

The discussion groups own dynamics facilita-ted other discourses emerging in connection to thedevelopment of their educational role, such associal acknowledgement of the profession.

Key words: professional competence, educationalactivity, discussion groups, educational role,Nursing methodology, hospital.

RESUMEN

El presente artículo se centra en la percep-ción que tienen las propias enfermerassobre sus competencias profesionales, la

visión que tienen otros profesionales sanitarios y lavisión social que tienen los usuarios sobre estecolectivo.

Para ello se configuraron dos grupos de discusiónformados por enfermeras/os que trabajan en dos hos-pitales de Madrid, en cuyos ámbitos de trabajo sedesarrolla gran parte de nuestro estudio general. Seseleccionaron dos grupos con perfiles diferentes, demanera que sus discursos en muchos aspectos, tam-bién son diferentes, como se podrá observar en elanálisis y las conclusiones del trabajo.

Lo que se pretende es conocer los discursos queelaboraban las enfermeras/os, en interacción con

ANALISIS DE LA IDENTIDAD PROFESIONAL A TRAVÉS DELA COMPETENCIA EDUCADORA DE LA ENFERMERÍA

Chocarro González, Lourdes*, Guerrero Bonmatty, Rafael**, Venturini Medina,Carmen***, Salvadores Fuentes, Paloma****

*Prof. Titular Enfermería Medico Quirúrgica, **Enfermero. Licenciado enAntropología Social y Cultural. Prof. Titular Interino Enfermería Medico

Quirúrgica, ***Enfermera. Prof. Titular Interina Enfermería Medico Quirúrgica,****Enfermera. Licenciada en Sociología. Catedrática de Fundamentos

de Enfermería.Departamento de Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Rey

Juan Carlos (URJC), Alcorcón Madrid

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otros compañeros de trabajo del mismo hospital,respecto de su competencia en educación conpacientes crónicos hospitalizados.

Analizando los discursos que fluían entorno alrol educativo, se pudo identificar las característicasque estos grupos de enfermeras/os asignaban a laeducación que llevan a cabo en el hospital, asícomo la problemática derivada de su realización, ylos factores que la condicionan.

La propia dinámica de los grupos de discusión,facilitó la emergencia de otros discursos que estasenfermeras/os ligaban de manera directa con eldesempeño de su rol educativo, como son, el reco-nocimiento social de la profesión.

Palabras claves: competencias profesionales,actividad educadora, grupos de discusión, rol edu-cativo, metodología de Enfermería, hospital.

INTRODUCCIÓNEl análisis del discurso en el seno de los grupos

de discusión, es una herramienta útil que nos acer-ca al lenguaje de símbolos y representacionessociales de las personas que configuran el grupo.

La sociología y la antropología hacen aporta-ciones interesantes respecto al análisis del discur-so, como estrategia para acercarnos a las represen-taciones sociales, a las visiones del mundo. “Existepues, una vinculación intrínseca entre discurso ypoder, que se da tanto en el plano de las cosmovi-siones como en el de la narrativa de identidad.Podemos, en consecuencia, analizar y evaluar enqué medida las formas discursivas contribuyen asostener, reestructurar, desafiar o transformarrelaciones de poder”.

Analizando la problemática y la situaciónactual en la que se desarrolla la actividad educado-ra de la enfermera/o dentro del Hospital, nos acer-camos a las competencias desempeñadas por lasmismas en éste ámbito de actuación (AtenciónEspecializada).

La construcción de la “Europa del conocimien-to”, permitirá la formación de futuros profesiona-les capaces de desarrollar su trabajo en los distin-tos ámbitos que configuran el campo profesionaleuropeo de Enfermería.

En España diferentes grupos están trabajando,tanto a nivel Comunitario, como Nacional para

establecer, entre otras cosas, las competencias quedeberán desempeñar los futuros Enfermeros en elmarco de la Convergencia Europea.

En este artículo se presentan los resultadosobtenidos en el marco del proyecto de investiga-ción subvencionado por la CAM, en el año 2003sobre la “Incidencia del rol educativo de enferme-ría en la frecuentación hospitalaria”, ya que elestudio de la actividad educadora de la Enfermeríaen el ámbito hospitalario, permite conocer todo elcomplicado entramado de aspectos que influyen enel desarrollo de esta actividad profesional.

¿Por qué un enfermero/a y no otro profesional?¿Qué aportaciones específicas hace la enfermera/oen el ámbito del cuidado? ¿Cuál es su identidadprofesional? ¿Cómo los ven sus compañeros?¿Cómo los ven los usuarios?. En este sentido, se haescrito mucho sobre la identidad profesional.

Es interesante conocer lo que dice elDiccionario de la Real Academia sobre la “compe-tencia”: “pericia, aptitud, idoneidad para haceralgo o intervenir en un asunto determinado”.

En el presente estudio se pretende conocer lascompetencias en el área independiente de actua-ción en relación al desempeño del rol educativocon pacientes crónicos en Atención Especializada.Para ello hemos analizado los discursos elaboradospor las enfermeras/os en interacción con otroscompañeros que trabajan en el mismo hospital.Para tal fin se constituyeron dos grupos de discu-sión formados por enfermeras/os en activo, quetenían diferentes perfiles profesionales y desempe-ñaban su trabajo asistencial en dos hospitalespúblicos de la Comunidad de Madrid.

Analizando los discursos que fluyen en torno alrol educativo, se pudieron identificar las caracte-rísticas que estos grupos de enfermeras/os asigna-ban a la educación que llevan a cabo en el hospi-tal, así como la problemática derivada de su reali-zación, y los factores que la condicionan, quedan-do de esta manera reflejado el modelo educacionaldirectivo que se desempeña en los hospitales.

La propia dinámica de los grupos de discusión,facilitó la emergencia de otros discursos que estasenfermeras/os ligaban de manera directa con eldesempeño de su rol educativo, como es, el reco-nocimiento social de la profesión: qué nivel decapacitación se otorgan a sí mismos, cuales son sus

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competencias y cuales sus funciones, qué imagentienen tanto ellos mismos como la que tienen losusuarios del sistema público y la imagen que tienenlos propios compañeros sanitarios, sobre el papelde Enfermería como profesión. Ello viene condi-cionado en gran medida por las competencias pro-fesionales difusas y el reconocimiento social perci-bido por los profesionales.

Se detectan aspectos que tienen que ver con lascaracterísticas que conforman una profesión, entrelas que destaca la identificación de un área inde-pendiente de actuación. En este sentido los gruposhablaban de la necesidad de aplicar unaMetodología específica de Enfermería para garan-tizar los cuidados.

Los miembros de ambos grupos otorgan muchaimportancia al desarrollo de la investigación en elárea específica de Enfermería, que si bien seencuentran con dificultades para su desarrollo, loidentifican como un elemento clave que ayudará alimpulso y consolidación de la profesión.

En el presente documento reflejamos textual-mente aquellas expresiones más significativas encada uno de los discursos que hemos identificadoal respecto.

Por tanto podemos identificar los siguientesobjetivos:

• Identificar las competencias que desarrolla elDiplomado de Enfermería en el área independientede actuación respecto a las actividades educadoras.

• Describir la influencia que ejercen, la imageny reconocimiento social en el desempeño de susfunciones.

• Describir el desempeño del rol educativo y eluso de la metodología de Enfermería.

MATERIAL Y METODOSSe trata de un estudio descriptivo, en el que se

ha aplicado metodología cualitativa, mediante lautilización de la estrategia del Grupo de Discusión.

El ámbito de estudio se circunscribe a dosHospitales del Sistema Público de Salud, ubicadosen la Comunidad de Madrid.

Se configuraron dos grupos de discusión, for-mados por enfermeras y enfermeros que trabajanen los mencionados ámbitos hospitalarios de laComunidad de Madrid. Ambos grupos se configu-raron con perfiles diferentes.

El desarrollo de los dos grupos de discusióntuvo lugar en el mes de Julio de 2002.

Los aspectos más destacables de los diferentesperfiles son los siguientes: uno de los grupos esta-ba compuesto por seis enfermeras, todas ellas sonmujeres, de entre 30 y 45 años, con un ampliobagaje profesional (más de 7 años de desempeñode la profesión), que desempeñan su actividad pro-fesional en un hospital de nivel 1 de la Comunidadde Madrid en Unidades de HospitalizaciónMédicas, Quirúrgicas y UCI de adultos. El otrogrupo de discusión estaba compuesto por seis pro-fesionales de Enfermería (un hombre y cincomujeres), mucho más jóvenes que el anteriorgrupo, que han finalizado sus estudios reciente-mente (entre 2 y 7 años), y trabajan en un hospitalde nivel 3 de la Comunidad de Madrid.

COMPETENCIA EN EL DESEMPEÑO DELROL EDUCATIVO

Las características que se destacan en relacióna la educación que llevan a cabo las enfermeras/oscon los pacientes hospitalizados crónicos son lassiguientes:

• La importancia de utilizar un lenguaje asequi-ble al paciente y que sea poco tecnificado.

• La educación está condicionada por el tiempodel que se dispone dentro de la jornada laboral esdecir, la disponibilidad de tiempo limita su realiza-ción.

• Es necesario incluir al cuidador principal parallevar a cabo la educación a pacientes.

• Se necesita formación previa sobre cómo lle-var a cabo la Educación en Salud.

El grupo de mayor experiencia profesionalseñala las siguientes dificultades de su puesta enmarcha:

• El bajo nivel socioeconómico y cultural de lospacientes atendidos en este Hospital dificulta, enalgunas ocasiones, la comprensión por parte de lapoblación atendida respecto de la importancia quetiene en su proceso patológico cambiar hábitos nosaludables

• Las enfermeras/os no detectan las necesida-des de formación de los pacientes al ingreso

• Hay una falta de preparación y coordinaciónen el Alta del paciente entre las enfermeras/os y losmédicos.

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• No disponen de recursos suficientes quegaranticen un alta hospitalaria segura, es decir, queevite la aparición de complicaciones tras la llegadaal domicilio del paciente.

• Parece existir escasa conexión del Hospitalcon Atención Primaria o con los ServiciosSociales.

El grupo de enfermeras/os con menor experien-cia profesional destaca que:

• El estado de ánimo, el estrés, la presión asis-tencial, el interés de cada profesional son factoresque influyen en la realización de la educación a lospacientes.

• La educación a pacientes está condicionadapor las distintas formas de organización del traba-jo.

• Falta formación para llevar a cabo una correc-ta Educación en Salud.

• Falta tiempo.

Los miembros de ambos grupos identificancomo función propia el desempeño del rol educati-vo, sin embargo encuentran que su puesta en prác-tica es “decisión personal de cada enfermera/o”.Este hecho es una deficiencia que imputan al pro-fesional de Enfermería del hospital.

Se utiliza una metodología oral verbal. Educanponiendo ejemplos, dando nociones y compruebanel aprendizaje progresivo de habilidades técnicasmediante feed-back.

El modelo educativo que se sigue en ambosCentros no es participativo, sino direccional, en elque el protagonista es la enfermera/o. No se tieneen cuenta la necesidad de formación que manifies-te o no el paciente, ni su nivel de información pre-vio sobre el tema.

Informar al paciente es comunicarle aspectosque para la enfermera/o son importantes respectode su proceso sin tener en cuenta ningún otroaspecto. Los objetivos de la educación parecen serde la enfermera/o.

Las enfermeras/os manifiestan sentirse decep-cionados cuando intentan modificar actitudes y nolo consiguen, sin haber tenido en cuenta las expe-riencias y visiones del propio paciente: “Tienesque aceptar que no vas a tener éxito y no vas aconseguir tus objetivos…” “Es frustrante todo loque haces, tu trabajo no sirve para nada”.

“Cuando das el Informe al Alta sabes que elpaciente no va a hacer nada de lo que le hasdicho”.

Se apunta débilmente la importancia de la escu-cha activa, y la necesidad de mantener una actitudempática y de comprensión hacia el paciente en elmomento de llevar a cabo la educación.

Destacamos algunas frases que hacen referen-cia al modelo educativo que parecen seguir estasenfermeras/os:

• “Los objetivos se bajan por comodidad”. “Elque falla no es el paciente, eres tú porque no trans-mites el mensaje adecuado.”.

• No se tiene en cuenta al paciente: “si el enfer-mo se niega a hacer algo que intentas educar,pues hay que empezar por otro lado.” “No hay unpatrón a seguir. Hay que averiguar por qué noquiere aprender.”

• La educación se hace de forma general, “agranel”. Se cuestiona la eficacia de la educaciónque da la enfermera porque “se trabaja poco enella”, deja mucho que desear en cuanto a las for-mas y canales de comunicación empleados.

• Se insiste en que la “educación es sistemati-zada y no individualizada: “a todo el mundo le dasel mismo menú”. Dicen que la educación no es efi-caz “no obedecen a la enfermera, lo sería si elpaciente cambiara los hábitos.”

• Asimismo se señala lo necesario que es otor-gar al paciente un papel activo, pero no se ahondaen este aspecto. “El que sabe es el profesional”.

Según Sánchez Moreno, estas afirmacionescorresponden a uno de los enfoques propuestos ensu artículo, que tiene que ver con “La Educaciónpara la salud informativa y prescriptiva” y quecorresponde con un modelo autoritario que “obli-ga al paciente a seguir las normas”. La relaciónque se establece entre sanitario y paciente, en estemodelo es vertical, propio de la medicina galénica,coherente con la elitización del conocimiento y lajerarquización social”.

El grupo de mayor experiencia destaca el con-texto social de dependencia médica y alta medica-lización en que tradicionalmente se ha desarrolladola Enfermería, de manera que ha sido consideradacomo una “pseudoprofesión”. De ahí la necesidadde desarrollar el área independiente de la profe-

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sión, mediante la utilización de un lenguaje propio(Diagnósticos de Enfermería) y un método de tra-bajo específicos (Planes de Cuidados).

Son conscientes de las dificultades que conlle-va la utilización de estas herramientas “nuevas detrabajo” y se detecta un ambiente más propicioentre las enfermeras/os con más trayectoria profe-sional que en el grupo mas joven.

IMAGEN PROPIAEn este apartado se destacan las ideas que el

colectivo tiene de sí mismo y la percepción delresto de profesionales sanitarios.

El reconocimiento social empieza por unavisión nítida del las competencias que el colectivotiene de su propia profesión, pero en el caso de lasenfermeras/os están difusas: “la enfermera hacede todo”. Estas se ven condicionadas por el restode profesionales sanitarios que desarrollan su acti-vidad, de manera muy estrecha con este colectivo,en el ámbito hospitalario. Médicos, Auxiliares yCeladores, valoran positivamente el trabajo de laenfermera/o, pero son incapaces de identificar laaportación específica que estos realizan.

Las enfermeras/os con mayor experiencia seencuentran altamente capacitadas, pero encuentrandificultades para poder llevar a cabo sus funciones.Estas dificultades provienen de la interacción con

otros colectivos: “estamos demostrando que esta-mos en otro nivel, pero no nos dejan ocupar elpuesto”, “estamos preparadas, pero también nospueden pedir que cojamos la fregona.”

Dentro de las competencias identifican comosuyo el rol educativo, pero opinan que “las com-petencias de Enfermería no están bien definidas:“Quizá ayudaría a esclarecer su aportación si lasfunciones estuviesen escritas: “Tenemos exceso decargas de trabajo porque asumimos cosas que noson nuestras”. “Registramos y escribimos comouna autentica secretaria”. “La burocracia y losregistros que cumplimentamos innecesariamenterestan tiempo para educar. “

Se quejan de que la enfermera/o tiene integra-do el rol asistencial por encima del rol educativo.La enfermera/o recibe una formación pre-gradocentrada en el desarrollo de técnicas, situacionespatológicas, urgencias y se insiste poco en el desa-rrollo de otras competencias. Por ello no da impor-tancia al rol educativo y consideran muy importan-te la labor asistencial. “La mayoría de las asigna-turas eran de patologías”.

De forma unánime, opinan que todo el mundo,tanto las propias compañeras como el resto del per-sonal, valoran más la actividad asistencial quecualquier otro tipo de actividad, de manera que “sino haces cosas con las manos no te consideran”;“si no te estas moviendo no estas haciendo nadaútil”

En contraposición, se recoge que si se limitan arealizar las funciones más técnicas del profesionalde Enfermería, podría llegarse a la sustitución deestos profesionales por otros de categoría inferior yformación profesional técnica “Si vas a limitar unmontón de funciones terminará haciendo tu traba-jo un técnico”.

Existe un discurso entorno a la problemáticadel trabajo en equipo dentro del hospital, no sóloen el equipo de Enfermería formado por Enfermeray Auxiliar, sino también con el equipo Médico.

Identifican actividades independientes ydependientes, pero también hacen lo que el grupodenomina “trabajo subalterno”, que consiste enhacer cosas que solo le sirven a otro profesional:“me traes, me sacas, me pones, me llevas”, quenuevamente resta tiempo para desarrollar funcio-nes independientes.

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Se ven a si mismos como un colectivo “con-formista y muy crítico con sus pares. Se comunicanpoco entre ellas, se implican poco y no quierenadoptar más responsabilidades, de manera gene-ral.”

Se reconocen como “la base dentro del equipo,como un elemento fundamental”, pero la falta dereconocimiento a lo largo del desempeño de la pro-fesión suele ser un factor de desmotivación paradesarrollar más competencias.

Las funciones pueden estar identificadas segúnel modo de trabajo del hospital. La organización decada equipo, parece que está condicionada por la“costumbre o la tradición”, pero no por una deci-sión tomada desde otro criterio más profesional.

Las enfermeras/os perciben que las Auxiliaresvaloran más positivamente a las enfermeras/os queles quitan trabajo: “cuantas mas cuñas pongas eresmejor enfermera/o”.

El médico considera que la buena enfermera/oes la que “es de plantilla, conocida y que resuel-ve”.

Las enfermeras/os se consideran ubicadas entrelas auxiliares y los médicos. Prima la actividad decolaboración con el médico y piensan que la enfer-mera/o no puede dejar de hacer determinadas cosasal paciente porque es insustituible, mientras que elmédico sí puede dejar de hacerlo: “la tradición esayudar al médico pero además debes prestar aten-ción integral al paciente y no puedes dejar nadasin hacerle”

Un criterio que parece explicar el que algunosEquipos de Enfermería funcionen bien, parece ser“el llevarse bien y llevar mucho tiempo trabajan-do juntas”

Incluso aluden que dentro de la misma Unidadcada turno de trabajo, organiza el trabajo de mane-ra diferente: “hay quien trabaja de la mano, otrosvan por separado”, “toda la gente no tiene elmismo concepto de trabajo en equipo.” “Dentrode un equipo hay distintas formas de ser y deactuar”.

Las enfermeras/os con mayor experiencia pro-fesional se quejan por no conocer la actividad lle-vada a cabo en otras Unidades.

Piensan, en general, que no se trabaja en equi-po y que el paciente lo percibe: “No hay Equipo deEnfermería”. “Toda la gente no tiene el mismo

concepto de trabajo en equipo.” “Dentro de unequipo hay distintas formas de ser y de actuar”.“Los pacientes dicen: hay formas de trabajo distin-tas… pero hacen su trabajo y me informan de losmismo”.

IMAGEN SOCIAL QUE LAS ENFERMERASCREEN QUE PERCIBEN LOS USUARIOSDEL SISTEMA

Las enfermeras/os con mayor experiencia pro-fesional piensan que los usuarios del SistemaPúblico de Salud, tienen una idea mas clara res-pecto de la contribución de las enfermeras quedesempeñan su trabajo en los Centros de AtenciónPrimaria de Salud: “allí si hay reconocimiento. Lagente habla muy bien de ellas”.

Al mismo tiempo y en contraposición, piensanque los pacientes que han pasado por el hospital,sobre todo crónicos, se sienten más satisfechoscuando están atendidos en el hospital, ya que lesaporta mayor seguridad el trabajo de EnfermeríaEspecializado. “luego no se fían de las enferme-ras/os de Atención Primaria”, “el hospital les daseguridad”.

Este grupo de profesionales opina que lasenfermeras/os de Atención Primaria están pocoformadas para mantener la continuidad de cuida-dos en algunos pacientes crónicos, y que estas ins-tituciones (los Centros de Salud) cuentan conpocos medios, lo que dificulta aún más su activi-dad asistencial.

Faltaría conocer la opinión que tiene los usua-rios, pero no se les ha incluído como informante eneste artículo. Otros estudios realizados, dicen quelos usuarios discrepan respecto a la opinión de losexpertos, y ven alas enfermeras/os desde una ima-gen “anclada en ideas de tipo religioso, maternal,y con carácter de dependencia; no hay noción dela complejidad del rol profesionalizante”.

ROL EDUCATIVO Y METODOLOGÍA DEENFERMERÍA

Ambos grupos identifican la utilidad del uso delos Diagnósticos de Enfermería (DdE) ya que con-tribuye a identificar el área específica e indepen-diente de actuación de la enfermera/o, pero sonmuchas y variadas las dificultades que se encuen-tran tanto en su uso como en las estrategias de

implantación. Se identifican los diagnósticosenfermeros como parte importante de la autonomíade la profesión.

De los dos grupos de discusión emergen lasdificultades para la puesta en marcha de metodolo-gía de cuidados que incluya el uso de losDiagnósticos de Enfermería (DdE).

No se identifica un claro rechazo hacia los DdEpero sí hay cierto recelo. Se reconoce que laDirección de Enfermería otorga importancia altema, aunque las estrategias de implantación noestán libres de fallos, “el marco teórico va por unlado y no tiene nada que ver con la realidad”.

Ambos grupos identifican la importancia decontar con unos buenos registros, ya que favorecenel desarrollo de la profesión.

Muchos registros de los que se cumplimentanderiva de la burocracia de otros profesionales,generalmente del médico, y restan tiempo paradedicar al paciente y a los registros de Enfermería.

Entre las dificultades expresadas por ambosgrupos en relación al registro de estas actividadesdestacamos los siguientes:

• “Que no hay costumbre de registrar”. “No seorganiza la planificación y por tanto no queda porescrito”.

• Requieren tiempo para su cumplimentación.“Se necesita mas tiempo para registrar. Es impor-tante registrar porque lo que no está registrado noestá hecho”. “Registramos y escribimos como unaautentica secretaria”, “Tenemos exceso de cargasde trabajo porque asumimos cosas que no sonnuestras”.

El Informe al Alta de Enfermería pretende serel registro indicador específico de la planificacióny continuidad de los cuidados. En él debe quedarreflejada la actividad enfermera, siendo parte deésta, la educación llevada a cabo con el paciente.

Este Informe se realiza acorde a criterios quedebe cumplir el paciente. El grado de cumplimen-tación de éste no es el mismo en todas y cada unade las Unidades de Hospitalización de adultos: “Sehace con determinados enfermos y dependiendodel Servicio donde se genere el Alta”.

La falta de institucionalidad en la cumplimen-tación del Informe se ve reflejada en el contenidode los mismos: “no están adecuados a la metodo-logía de enfermería”.

CONCLUSIONESExiste coincidencia tanto en el grupo de menor

como en el de mayor experiencia en que la activi-dad educativa se lleva a cabo en el hospital, y sereconoce como una función propia.

El medio social hospitalario no ayuda en lapuesta en práctica de la Educación en Salud. Losturnos, la presión asistencial, la falta de formaciónal respecto, son algunos de los aspectos que frenanel desarrollo de una actividad educadora rica ydinámica.

Los pacientes crónicos demandan informacióna las enfermeras/os.

Entre el propio colectivo todavía se sigue valo-rando mas la actividad asistencial que cualquierotro tipo de actividades, al que restan importancia.

Las enfermeras/os identifican los factoressocioeconómicos y culturales de sus pacientescomo elementos a tener en cuenta a la hora degarantizar un Alta segura al domicilio, y noencuentran demasiados recursos para evitar peli-gros a sus pacientes.

El modelo educativo que se sigue es directivo.Posiblemente esté condicionado por el ambiente ylimitaciones que impone la dinámica cotidiana dela vida de las enfermeras en el hospital.

Se sienten reconocidas pero algo infravaloradasen el desempeño de su trabajo, tanto por los usua-rios como por los otros compañeros sanitarios.

Las enfermeras/os se sienten altamente capaci-tadas para el desempeño de multitud de funciones,y al mismo tiempo se sienten muy responsables desus pacientes.

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Cada equipo de Enfermería se organiza el tra-bajo de maneras muy diferentes y los criterios sonvariados.

Los grupos identifican el uso de un lenguajeespecífico de Enfermería (DdE) y de una metodo-logía propia como la clave para la consolidacióndel colectivo como profesión.

Se deben analizar los recursos humanos y téc-nicos con los que se cuentan para adaptar las metasa conseguir.

Hay que destacar, como necesidad prioritaria,cambiar la metodología de trabajo y pasar delmodelo biomédico a un modelo centrado en losCuidados de Enfermería.

Los registros son reconocidos por las enferme-ras/os como instrumentos indispensables paradocumentar y evaluar su actuación. Actualmentehay un reto importante al respecto para documen-tar la calidad de los cuidados y las acciones cuida-doras de las enfermeras/os.

Los registros transmiten la información necesa-ria para la atención de un enfermo entre distintosprofesionales sanitarios, pero están poco o nadadesarrollados los aspectos más específicos relacio-nados con la transmisión de información entre lospropios profesionales de Enfermería, utilizando unlenguaje propio.

En el análisis del discurso de estos grupos, sevislumbra que las enfermeras/os identifican mejorlos problemas interdependientes que los problemasindependientes.

La actividad enfermera se ve determinada porla motivación y compromiso individual. Influyenel bajo reconocimiento social y la“desmotivacióna lo largo del desempeño de la profesión por faltade nuevas metas de futuro”.

La actividad técnica - asistencial prima porencima de cualquier otra actividad de carácter másintelectual. Esta actividad técnica proporcionamayor seguridad y mayor reconocimiento al profe-sional. Se evita la implicación en actividades querequieren mayor compromiso. Las enfermeras/osque participan en grupos de trabajo suelen hacerlofuera del trabajo asistencial cotidiano. Asimismo,se identifica como gran condicionante para el desa-rrollo de actividades que no son puramente asis-tenciales, tener que mantener las presencias físicas,así como la organización de las plantas de hospita-lización, y el problema que suscita la ausencia de

una enfermera en la Unidad durante su jornadalaboral.

Ambos grupos coinciden en que el desarrollode la investigación en el ámbito de la enfermeríamejoraría su imagen social, aumentaría la motiva-ción profesional y se fomentaría el desarrollo de laprofesión en múltiples y variados ámbitos.

BIBLIOGRAFÍA- ALBERDI, R. M. (1992). “La identidad profesio-

nal de la enfermera”. Revista Rol de Enfermería nº 170,39-45.

- ARIÑO, A. (1997). Ideologías, discursos y domi-nación. Revista Española de Investigación (REIS). 79,179-220.

- Diccionario de la lengua española (2001).Vigésima segunda edición.

- GARCÍA, A y col. (2000). Imagen social de laenfermera. Desarrollo Científico Enfermería. Volumen 8nº 9, octubre

- SALVADORES, P, y col. (2003). Incidencia del roleducativo de Enfermería en la frecuentación hospitala-ria. Número de proyecto Ref 08.7/0004/2001.1.año2003.

- SALVADORES, P, y col. (2003). Red deEnfermería para la Convergencia con Europa.Comunidad Autónoma de Madrid- ORDEN 6533/2002,de 26 de noviembre, del Consejo de Educación.

- SÁNCHEZ, A. (1995). Estructura de racionalidaden educación para la salud: fundamentos y sistematiza-ción. Rev sanitaria Hig Pub. 69; 1, 5-15.

Cultura de los Cuidados • 63

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FRANCISCO, CRISTINA (2003) MEMORIASDE UNA ENFERMERA. LA ESFERA DELOS LIBROS, MADRID.

Ya hace algunos meses que, en una tarde llu-viosa, conocí a Cristina Francisco. Fue en un con-greso de enfermería en Zaragoza, allí me sorpren-dió su gran humanidad, pero cuando leí sus“Memorias de una enfermera”, comprendí que lasuya era una humanidad que había que escribirnecesariamente con mayúsculas. La novela, escritacon estilo sencillo y de claro carácter divulgativo,denota su objetivo de llegar a alcanzar la atencióny comprensión del público en general para que ellector llegue a captar la imagen de la enfermería.Se trata de una historia llena de vida, de una vidaautobiografiada en la que se narran las experien-cias de la misma autora, de los aconteceres que lefueron sucediendo a lo largo de los años. CristinaFrancisco escribe como vive e introduce en sunarración todo lo que acontece: trabajo, amor,humor, compañerismo, sentimientos, gracias ydesgracias.

Aconsejo su lectura no sólo para que se conoz-ca nuestra profesión –la enfermería- y se reflexio-

ne sobre la misma, sino a todos los enfermeros,dado que a través de las experiencias narradas, sepueden sentir identificados con los de la autora.Gracias por esta obra Cristina.

Encarni García Hernández (enfermera ypedagoga)

FRANCISCO HERRERA RODRÍGUEZ &MIGUEL ÁNGEL CABALLERO SÁNCHEZ(2003) CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN.EL DR. FEDERICO RUBIO Y LA RENOVA-CIÓN DE LA MEDICINA ESPAÑOLA (1827-1902). AYUNTAMIENTO DEL PUERTO DESANTAMARÍA. CONCEJALÍA DE CULTU-RA, PUERTO DE SANTAMARÍA.

La publicación sobre la vida y obra del por-tuense Federico Rubio, constituye uno de los resul-tados más notables de la serie de actos conmemo-rativos organizados con motivo del 175 aniversariode su nacimiento y el centenario de su fallecimien-to. Los profesores Francisco Herrera y MiguelÁngel Caballero ya nos tienen acostumbrados atrabajos históricos en los que abunda el rigor enarmonía con la claridad expositiva y el ingenio lite-rario, pero con esta nueva aportación vuelven asuperarse a sí mismos llegando a elaborar un textoen el que se consideran de forma global las dife-rentes dimensiones del personaje: formación, esti-

MISCELÁNEA BIBLIOTECA COMENTADA

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El programa de doctorado: “Enfermería y Cultura delos Cuidados” se impartirá en México el próximocurso académico. Para presentar dicho programa, sedesplazó hasta Ciudad Victoria (Taumalipas) el pro-fesor Siles (que aparece en la foto entre el Rector dela Universidad Autónoma de Taumalipas (UAT)Jesús Levin Santos y el vicerrector de relacionesinternacionales Modesto Robledo Robledo), expusolos contenidos y filosofía del programa ante los 4decanos de las correspondientes facultades de enfer-mería de la universidad mexicana. Asimismo, conposterioridad, se desplazó a las sedes de las 4 facul-tades (Ciudad Victoria, Tampico, Nuevo Laredo y

Matamoros). Entre otras actividades, es de reseñarla potenciación de intercambios entre los doctoran-dos del programa que cursan sus estudios en Españay México con la finalidad de incentivar los encuen-tros interculturales y el conocimiento de las diferen-tes culturas atesoradas por ambos países.

CONVENIOS

PROGRAMA DE DOCTORADO: “Enfermería y Cultura de los Cuidados”

lo, carácter, ética y compromiso social y político.Ciertamente, con la lectura de este libro, el lectorno sólo conocerá el perfil profesional y las aporta-ciones que el doctor Rubio realizó a la medicina engeneral y a la enfermería en particular (fundaciónde la escuela de enfermeras de Santa Isabel deHungría), sino que llegará a entrelazar sus aspira-ciones intelectuales y académicas con sus opcionespolíticas y todo ello en un clima narrativo concisoy ordenado; incluso se insertan algunas descripcio-nes sobre los maestros de Rubio Gali que permitenconocer lo que el honorable doctor opinaba sobresus profesores. Así, Rubio expresa de forma grácily decidida su visión sobre José Gabarrón (uno de

sus más notables docentes tal vez algo iconoclastay poco dado al autoalago): “Carecía de orden; des-conocía toda autoridad, la suya la primera. Hacíaimposibles para que no lo respetan y, sin embargo,se le respetaba; estudiantes y no estudiantes, todosle queríamos.”. En definitiva una nueva aportaciónde los profesores Herrera y Caballero que resultaaltamente recomendable para los lectores en gene-ral y para los profesionales de enfermería en parti-cular.

José Siles González

Presentación A través de un convenio de colaboración, laUniversidad de Alicante y la Fundación Index con-vocan el programa de doctorado "Enfermería yCultura de los Cuidados ", que en la actualidad rea-liza el Departamento de Enfermería de la citadaUniversidad. Esto significa que el único programade doctorado en nuestro país específicamenteenfermero realizado íntegramente por unDepartamento de Enfermería se realizará tambiénen Granada, en las instalaciones de la FundaciónIndex. Esta iniciativa tiene como objeto cubrir lanecesidad expresada por multitud de enfermeros yenfermeras de Andalucía, que habiendo realizadolicenciaturas en Enfermería y disciplinas afines,desean formarse en un tercer ciclo propio.Igualmente pretende dar cobertura a las institucio-nes académicas de América Latina con las que laFundación Index tiene convenios de cooperación.

Información generalLos programas de doctorado, según la normativavigente sobre las enseñanzas de tercer ciclo de losestudios universitarios, comprenden, al menos, dosaños y se estructuran en dos fases:

- Periodo de docencia: supone la obtención de, almenos 20 créditos (200 horas) de docencia en cur-sos y seminarios de tipo M (Metodológicos),F(Fundamentales) o A(Afines)- Periodo de Investigación: supone la obtención de,al menos 12 créditos (120 horas) de investigacióntutelada.Los estudios de tercer ciclo pueden dar lugar a:- Certificado de docencia de tercer ciclo (tras cur-sar un mínimo de 20 créditos docentes, de los cua-les 15 deberán corresponder a materias de tipo F)- Diploma de estudios avanzados (tras haber supe-rado los períodos de docencia e investigación, yhaber superado una valoración de los conocimien-tos adquiridos por el doctorando ante un tribunalde suficiencia investigadora)- Título de Doctor (tras haber superado los perio-dos de docencia e investigación, haber obtenido elDiploma de estudios avanzados y haber presentadoy aprobado un trabajo de investigación, la tésisdoctoral)Titulación requerida para acceder a estudios de ter-cer ciclo: - Título de licenciado, arquitecto o ingeniero, porla Universidad Española

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Departament d´InfermeriaDepartamento de Enfermerí

Presentación

Información general

Información específica

Contenido

Profesorado

Preinscripción

PROGRAMA DE DOCTORADOENFERMERIA Y CULTURA DE LOS CUIDADOS

- Título de licenciado o nivel equivalente por unaUniversidad extranjera, previa homologación de sutítulo, o sin necesidad de homologar el título,mediante la solicitud de admisión dirigida alRector de la Universidad.

Mapa curricular

MAS INFORMACIÓN (Matricula, normativa, tasas, becas, plazos, etc.)

CEDIP ( Centro de Estudios de Doctorado yPostgrado de la Universidad de Alicante)

Información específica"Enfermería y Cultura de los Cuidados" es un pro-grama de doctorado cuyos contenidos, objetivos,recursos humanos y materiales, y la planificaciónen su conjunto, obedecen a un fin que se ha consi-derado esencial desde el inicio de este proyecto:conciliar la práctica clínica y las teorías enfermerascon las disciplinas que más pueden contribuir aldesarrollo docente e investigador de la enfermería.Testimonio de la profunda planificación del pro-grama lo constituye el hecho de actividades trans-versales tales como la existencia de una revistacientífica de enfermería: "Cultura de losCuidados", la celebración de JornadasInternacionales de "Cultura de los Cuidados", laAsociación Nacional de Historia y Antropologíade los cuidados, la colaboración estrecha e intensacon la Fundación Index (y toda la riqueza queimplica: revista Index de Enfermería, Laboratoriode Investigación Cualitativa, Observatorio deEnfermería Basada en la Evidencia, jornadas cien-tíficas, etc). En consecuencia, de acuerdo con lafilosofía de este programa, se abordan cuestionestales como: el estudio de los cuidados desde unaperspectiva cultural y transcultural (de acuerdo conlas necesidades emergentes de la sociedad actual),la antropología educativa (en sus ámbitos docentey clínico), la fundamentación teórica, histórica ymetodológica de los cuidados enfatizando la rele-vancia de la investigación cualitativa y su contex-tualización en la práctica clínica y comunitaria, lasfuentes para la aplicación clínica de los diagnósti-cos, las técnicas de comunicación y los cuidadosde salud mental. Asimismo la dinámica a la queestá sometida la sociedad transformando sus nece-sidades continuamente hace necesaria la adecua-

ción de la enfermería a las nuevas demandas y pro-blemáticas sociales: el envejecimiento de la pobla-ción, la violencia doméstica, el problema de géne-ro y los avances en la reproducción y desarrollohumano, la cultura penitenciaria, etc. Resulta de vital importancia poder obtener el títulode doctor, dado que es el único medio de alcanzarla plena aptitud en docencia e investigación, dosactividades que se dan la mano, dado que la reno-vación de conocimientos (material a transmitir enla actividad docente), sólo se puede conseguirmediante la investigación.

Objetivos- Conocer y comprender la enfermería como dis-ciplina inmersa en una cultura.- Identificar y relacionar los aspectos históricos yantropológicos que inciden en la formación de lacultura de los cuidados. - Conocer y comprender los modelos de enferme-tría transcultural, herencia cultural y competenciacultural. - Ser capaces de analizar, explicar y someter a crí-tica la teoría de la cultura de los cuidados.- Conocer las diferentes corrientes existentes den-tro de la teoría de cultura de los cuidados.- Explicar los conceptos de multiculturalismo,interculturalismo y transculturalismo en el contex-to de la enfermería. - Comprender la naturaleza de la cultura de loscuidados en sus dos sentidos: particular y univer-sal.- Relacionar los conceptos de individuo, persona,familia y comunidad en el contexto de la cultura delos cuidados- Comprender la dialéctica entre libertad y culturade los cuidados.- Identificar los rasgos esenciales del fetichismo, lamagia y la religión en diferentes contextos desde laperspectiva cultural de los cuidados. - Explicar los conceptos de Institucionalismo,burocracia, sistemas de salud y cultura de los cui-dados de forma relacionada.- Rentabilizar etnográficamente el texto comocampo de trabajo en cultura de los cuidados.- Dominar las técnicas iconográficas desde la pers-pectiva de la cultura de los cuidados. - Conocer y trabajar las publicaciones especializa-das en cultura de los cuidados.

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Datos generalesPrograma convocado por: Universidad de Alicantey Fundación Index (España)Departamento coordinador: EnfermeríaDepartamento responsable: EnfermeríaSede en Granada: Fundación IndexDirector del programa: Prof. José Siles GonzálezNúmero mínimo de alumnos: 10Número máximo de alumnos: 15 (Sede deGranada)Áreas de conocimiento: Enfermería

Tribunal de suficiencia investigadoraPresidente: Joaquín de Juan HerreroSuplente: Juan B. Martí LloretVocal 1: Luis Cibanal JuanSuplente: Rosa Ferrer DiegoVocal 2: José Siles GonzálezSuplente: Emilia Tonda Monllort

Criterios de admisiónExpediente académico: 45%Calificación en Asignaturas de licenciatura corres-pondientes al área o perfil del programa: 25%Trabajos y seminarios realizados en relación alárea o perfil del programa: 15%Universidad de la licenciatura: 15%

Información administrativaGranadaFundación IndexC/ Horno de Marina, nº2, 3º-2, 18001, Granada,España.Apartado de correos nº 734, 18080, Granada,España.Tfno/Fax: (34) 958293304Web: www.index-f.comSecretaría

AlicanteSecretaria de la Comisión de Doctorado(Edificio Germán Bernácer)Universidad de AlicanteApdo. de correos 99. E-03080 AlicanteE-mail: [email protected]

ContenidoCódigo

PERIODO DE DOCENCIA (Cursos y seminarios)

Créditos

Fundamentales

61568CULTURA DE LOS CUIDADOS3

61569ENFERMERÍA TRANSCULTURAL Y EDUCA-CIÓN PARA EL DESARROLLO3

61570ENFERMERÍA EN EL MARCO DE LA RELA-CIÓN DE AYUDA Y LA TEORÍASISTEMÁTICA DE LOS CUIDADOS3

61572LA ENFERMERIA A TRAVES DE FUENTESESCRITAS, ORALES E ICONOGRÁFICAS;LOS CUIDADOS EN LA PRENSA ESCRITA,LA LITERATURA Y EL CINE3

62242INVESTIGACIÓN, CUIDADOS DE ENFER-MERÍAY DESARROLLO DE LA COMUNIDAD3

Metodológicos

ESTADO DE BIENESTAR , SALUD PÚBLICAY POLÍTICAS DE INMIGRACIÓN2

CUIDADOS ALTERNATIVOS EN SALUD2

61576INVESTIGACIÓN CUALITATIVA E INNOVA-CIÓN EN LA CLÍNICA ENFERMERA3

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PERIODO DE INVESTIGACIÓN

61573ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN YCUIDADOS BIOPSICOSOCIALES12

61580CULTURA DE LOS CUIDADOS: CONTEX-TUALIZADOS HISTORICANTROPOLÓGICA,TEÓRICA, METODOLÓGICA Y CLÍNICA DELA ENFERMERÍA12

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS(OPTATIVAS)

INSTITUCIONES DE SALUD, CUIDADOS DEENFERMERIA Y MULTICULTURALIDADComplementario a los seminarios 61568 y 61569Seminario que tendrá lugar en el Hospital españolde Tánger (Marruecos)

JORNADAS INTERNACIONALES SOBRECULTURA DE LOS CUIDADOS Y REUNIONSOBRE INVESTIGACION CUALITATIVA ENSALUDComplementario a los seminarios 62242 y 61576Reuniones científicas que tendrán lugar enGranada en 2005 y en Alicante en 2006

CULTURA Y SABERES TRADICIONALES ENSALUDComplementario al seminario "Cuidados alternati-vos en salud" Seminario que tendrá lugar en la Sierra Sur (Jaén),con visitas a las casas y santuarios de los santos ycuranderos

Organización y desarrollo del programa

Periodo de Docencia- El alumno/a debe obtener al menos 20 créditos(200 horas) de docencia distribuidos de la siguien-te forma: un mínimo de 15 de los cursos de tipoFundamental y 5 de los cursos de tipoMetodológicos y Afines.

- Los cursos y seminarios correspondientes a estafase se impartirán en las aulas de la FundaciónIndex durante el curso 2004-2005.- Las actividades complementarias son optativas yse desarrollarán durante el periodo académico,estando ubicadas en los seminarios que se corres-ponden con su temática.- Los cursos son presenciales y de carácter teórico-práctico. Los trabajos prácticos realizados dentrode los diferentes seminarios serán evaluados parasu publicación en las revistas Index de Enfermeríay Evidentia (Fundación Index), o en Cultura de losCuidados (Asociación Nacional de Historia yAntropología de los Cuidados).

Periodo de Investigación- Consiste en la obtención de, al menos, 12 crédi-tos (120 horas) de investigación tutelada. Para ello,el alumno/a será tutelado por un profesor-tutor delprograma, y se realizarán seminarios de apoyosobre metodología de investigación. Las investiga-ciones deberán ubicarse dentro de las líneas pro-puestas en el programa.

ProfesoradoDr. José Siles GonzálezCatedrático de E. Universitaria. Universidad deAlicante (España)

Dra. Rachel SpectorCatedrática de Antropología. Boston College(EEUU)

Dr. Luis Cibanal JuanCatedrático de E. Universitaria. Universidad deAlicante(España)

Dr. Antonio García MartínezProfesor titular. Universidad de Huelva (España)

Dra. Carmen de la Cuesta BenjumeaProfesora titular. Universidad de Antioquñía(Medellín, Colombia)

Dra. Ana L. Velandia Mora. Profesora titular. Universidad Nacional de Bogotá(Colombia)

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Dr. Manuel SpectorProfesor titular Emérito. Boston college (EEUU)

Dr. Manuel López MoralesProfesor asociado. Universidad de Jaén (España)

Dra. Amparo Nogales Espert. Profesora titular. Universidad Juan Carlos I(Madrid, España)

Dra. Francisca Hernandez Martín. Profesora titular. Universidad Complutense(Madrid, España)

Dado el carácter interdisciplinario del Programa de"Enfermería y Cultura de los Cuidados", dentro decada curso se invitará a profesores e investigadoresde reconocido prestigio de otras universidades ycentros de investigación.

FUNDACION INDEX Apartado de correos nº 73418080 Granada, España - Tel/fax: +34-958-293304Enviar correo electrónico

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REVISTA DE ENFERMERÍA Y HUMANIDADESDATOS PERSONALES

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Población Cód. Postal Provincia

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� Domiciliación bancaria

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Cultura de los CuidadosORDEN DE PAGO POR DOMICILIACIÓN BANCARIA

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Clave del Clave y n.° de control N.° de Cuenta CorrienteBanco de la sucursal

Ruego a ustedes se sirvan tomar nota del recibo que deberé abonar anualmen-te en mi cuenta con esta cantidad cuyo recibo será presentado para su cobro porel Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA).

Nombre del titular de la cuenta o libreta

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