1.- Jesús sale de Judea (Mateo

4:12; Marcos 1: 14a; Lucas 4:14, 15).

El ministerio de Jesús comenzó en Judea. Jesús no pasó a Galilea hasta después del encarcelamiento de Juan el Bautista, por Herodes Antipas.

Los evangelios sinópticos no mencionan el ministerio que tuvo Jesús en Judea. Parece que estos tres evangelistas le dan más importancia a los últimos meses del ministerio de Juan y al hecho de que fue encarcelado y decapitado; después de esto Jesús comenzó sus actividades en el norte (Mateo 4:12). En otras palabras, después que terminó la misión de Juan, empezó la misión especial de Cristo. (Marcos 1:2-3,7)

Fue entonces cuando Jesús decidió y se retiró a Galilea, región donde los fariseos y saduceos tenían menos influencia.

Otro aspecto es que los líderes religiosos en Judea no aceptaron el mensaje de Juan y demandaron de Jesús una señal de su autoridad (para purificar el templo)

Galilea fue la tierra donde creció Jesús. , y la mayoría de los relatos de los evangelios se sitúan en los alrededores del mar de Galilea

Los habitantes de la Judea, y especialmente de Jerusalén, menospreciaban a los galileos, en parte por la gran cantidad de personas de sangre mezclada que vivían allí.

En el ministerio del Señor en Galilea se destacan tres características: su actividad en la enseñanza pública; se manifiesta el poder del Espíritu Santo a través de sus milagros, y Jesús es glorificado por todos. Por esto, la noticia de lo que está haciendo allí se esparce con rapidez en todas direcciones (Lucas 4:14, 15).

2.- El Rey en Capernaum (Mt 4:12-17,

23-25)

Capernaúm. Esta ciudad junto al mar de Galilea llegaría a ser la sede de su ministerio público. Vivió allí y realizó muchos de sus milagros.

Mateo nos dice que la gente que vivía allí andaba en tinieblas y en la sombra de muerte. ¡Qué triste!

Esa es la sombra de muerte que vino al mundo a causa del pecado. Los gentiles de Capernaúm eran prisioneros, viviendo día en día bajo esta sombra oscura de muerte.

El pueblo asentado en tinieblas vio a Jesús, el sol resplandeciente de Dios. Vio la oportunidad de salir de debajo de la sombra de muerte.

¿Cómo ofreció Cristo esta luz y esta oportunidad a los gentiles? Mateo 4:23 nos dice que Jesús recorrió ese lugar enseñando, predicando y sanando a la gente.

Él enseñaba y predicaba acerca del reino de Dios y cómo entrar en él. Al sanar a los enfermos, ellos comprendían que Dios los amaba. Enseñando, predicando y sanando, Jesús trajo luz a la gente que andaba en tinieblas espirituales.

La Palabra de Dios es una luz que cambia la vida de

los que andan en oscuridad

Millones de personas pueden testificar hoy que, a través de la predicación y la enseñanza, han dejado sus sendas oscuras y han venido a la luz.

¿Cómo respondió el pueblo que andaba bajo la sombra de Muerte?

Las personas de todo el mundo actualmente quieren ser sanadas cuando están enfermas. Jesús tiene gran compasión, y Él sigue sanando hasta hoy. Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos (He 13:8). La gente también quiere ver los milagros de Jesús. ¡Pero el mensaje de Jesús era el arrepentimiento!

Ellos estaban ansiosos por aceptar la ayuda para sus problemas físicos. Mateo 4:24-25.

¿Cómo respondió el pueblo a su mensaje? ¿Se convirtieron de sus pecados de la misma manera que se volvieron a Él para recibir sanidad? ¿Quisieron andar en la nueva luz? Algunos sí. Sin embargo, hubo otros que no amaban a Jesús y que sólo por los milagros, o los panes y peces iban a Él.

Sin embargo, la mayoría de las personas de Capernaúm no quisieron cambiar sus actitudes. Mateo 11:20-24

¿Por qué prefiere la gente vivir en tinieblas bajo la sombra de muerte en vez de caminar en la luz? Juan 3:19 nos dice, “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.”

Hoy día tenemos nosotros a la oscuridad, la luz y la elección. La luz brilla en las tinieblas a través de la enseñanza bíblica, la predicación y la sanidad.

Cuando veamos la luz, escojamos andar en ella.

Arrepintámonos cuando Él nos diga que lo hagamos, para así poder

entrar en el reino de Dios.

3.- Jesús es rechazado en Nazaret (Lucas 4:16–30; Mateo 13:53–58;

Marcos 6:1– 6).

El primer sermón del Señor que se menciona en los evangelios sinópticos fuepredicado en Nazaret. Jesús era el Ungido de Dios, que llevaría la salvación no solamente a los judíos, sino a todos los que creyeran en El.

Jesús vuelve a la ciudad donde se había criado y donde todo el mundo lo conocía.

Esto nos muestra la obligación de predicar el evangelio no sólo a las personas que nos son extrañas, sino también a aquellas que están relacionadas íntimamente con nosotros. A veces no es fácil testificar ante parientes y amigos íntimos, especialmente si no están dispuestos a aceptar la salvación ofrecida por Cristo. Sin embargo, el Espíritu puede capacitarnos para tener éxito aun entre aquellas personas que nos sean difíciles de alcanzar.

Lucas nos muestra sobre la vida religiosa de Jesús: “Entró en la sinagoga conforme a su costumbre.”

Allí era el lugar de reunión donde se oraba, se leían las Escrituras y después se explicaban.

La sinagoga en esta ocasión estaba llena de parientes, viejos amigos y conocidos de Jesús. Todos ansiaban oírlo, puesto que su fama los había alcanzado. El principal de la sinagoga solía escoger al lector entre los hombres más jóvenes. Cuando Jesús se puso de pie indicando su deseo de leer, le fue permitido hacerlo.

Entonces eligió una porción tomada del libro de Isaías (Isaías 61:1-2; 58:6) y afirmó a continuación que este pasaje se cumplía en su persona. En otras palabras, dijo que Él era el Mesías tan largamente esperado.

Analicemos un poco las palabras que Él dijo:

a) Un ministerio ungido. “El Espíritu del Señor está sobre mí.” La misma palabra “mesías”, en griego “cristo”, significa “ungido”. Jesús realizó la obra de Dios por el poder del Espíritu Santo, y ese mismo poder se halla a disposición de todos los creyentes.

b) Un ministerio de evangelización de los pobres, es decir, de los que sufren por su pobreza, tanto física como espiritual

c) Un ministerio de sanidad y liberación. El Señor sanó por el poder del Espíritu a los abrumados por aflicciones de la mente y del corazón.

d) Un ministerio de libertad para los cautivos. Satanás es el carcelero,mientras que el pecado es la cadena. El maligno “mantiene cautivos a los hombres sin darles esperanza alguna de escaparse por sus propios esfuerzos”. Jesús es quien pone en libertad a sus prisioneros (Mateo 12:29).

e) Un ministerio que les da la vista, tanto física como espiritual, a los ciegos. La frase “vista a los ciegos” en el texto hebreo es “abrir la prisión a los encadenados”. Es posible que llame “ciegos” a los cautivos “encadenados” en la oscuridad de las mazmorras. Estos recuperan la vista al salir de esa oscuridad.

f) Un ministerio que inaugura la era de la salvación. El “año agradable del Señor” es probablemente una referencia al cumplimiento espiritual del año de jubileo (Levítico 25:8– 22). Este año era siempre el año quincuagésimo que seguía a cada séptimo año sabático. En éste se proclamaba la libertad de los esclavos; se devolvía la tierra a sus propietarios originales y se concedía una amnistía general a los que tenían deudas. Las bendiciones prometidas a los antiguos israelitas son símbolo de una liberación aún mayor.

La idea que presenta el pasaje de Isaías es que el pecado empobrece, entristece, hace cautivo, esclaviza, ciega y oprime al hombre. En cambio, el Ungido es el evangelizador sanador, libertador, revelador y restaurador.

Jesús se detuvo en la parte que dice “a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová”, pues la frase siguiente, que dice “y el día de venganza del Dios nuestro”, se refiere a su segunda venida.

Cuando Jesús afirmó que en aquel día se había cumplido esta Escritura, los habitantes de Nazaret se maravillaron de sus palabras tan llenas de gracia. Sin embargo, muy pronto su actitud cambió, se desilusionaron porque no obró milagros para satisfacer su curiosidad (Mateo 15:38).

El Señor los oyó y les contestó sacando a la luz lo que albergaban en su mente. El refrán “Médico, cúrate a ti mismo” significa: “Demuéstranos que eres el Mesías, haciendo aquí los milagros que hemos oído que has hecho en Capernaúm.” Cristo señala mediante otro refrán una advertencia: si Israel rechaza a los que Dios les envía, entonces El los enviará a los gentiles.

Los que escuchaban en la sinagoga se llenaron de ira y trataron de matar a Jesús, pero Él pasó ileso por medio de ellos.

Espero que te haya hablado el Espíritu

Santo en esta clase. Te esperamos la próxima

semana con otro aspecto muy interesante sobre la

vida de Jesús. ¡¡¡ MARANATHA !!!