40 días de Ayuno, Oración y Renovación Personal

Mensaje Nro. 1Domingo 4 de septiembre

“El ayuno que Dios bendice”El camino hacia una vida en la continua bendición del Señor

Base bíblica: Isaías 58

Objetivo general: comunicar vida a todos los presentes.

Objetivo específico: motivar a los creyentes hacia la práctica del ayuno como una disciplina espiritual vigente, destacando la bendición que proviene de ponerlo en práctica con una vida de oración.

Introducción: todos anhelamos experimentar una vida de bendición, una vida en plenitud, experimentando la gracia de Dios en todo lo que emprendemos. ¿Cuál será la manera? ¿Qué cosas pide el Señor de nuestra parte? El texto que tenemos delante de nosotros es un desafío de Dios hacia Su pueblo. Nos dice: -“¿Ustedes quieren buscar y encontrar la bendición? ¿Quiere una vida que valga la pena? Pues… ¡yo puedo dárselas! ¡Yo les muestro cómo lograrla!” Exploremos juntos, pues, la Palabra del Señor.

Cuerpo:

1.- ¿Cuáles son las condiciones para vivir una espiritualidad auténtica?

A.- ¡Ser agentes de libertad! (vv.6 y 9)

Las palabras “romper”, “desatar”, dejar libres”, “acabar” se refieren a ayudar a que otros sean libres. La libertad se refiere al aspecto físico (acciones concretas para ayudar a que quienes están atados puedan alcanzar la libertad), pero también al aspecto espiritual (hablando con amor y valentía, predicando acerca de un Cristo que libera). Ver Isaías capítulo 61. El ayuno se manifiesta en ser agentes de libertad.

B.- ¡Ser portavoces de bendición! (v.9)

Ver lo que Dios le dice a Jeremías en el capítulo 15 de su libro (“si entresacares… serás como mi boca”). Hablar palabras de bendición a la gente (familia, vecinos, país, etc.). No maldecir, sino bendecir. El ayuno debe transformar también mis labios y convertirme en un portavoz de bendición.

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C.- ¡Ser instrumentos de misericordia! (v.7 y 10)

Las palabras “compartir”, “recibir”, “vestir”, “socorrer”, “servir”, “ayudar nos hablan de misericordia hacia los demás. El Señor nos impulsa no sólo a dar libertad y hablar bendición, sino también dar nuestra vida, darnos a nosotros mismos por los demás, mostrando la misericordia del Señor (ver Mateo 25). Cuando ayunamos, en oración, actuamos en misericordia hacia los demás así como el Señor obró en nosotros.

2.- ¿Qué cosas promete Dios cuando practicamos una vida de ayuno y oración?

A.- ¡Nuestra vida será llena de luz! (vv.8 y 10): LUZ

B.- ¡Nuestras heridas serán sanadas! (v.8): SANIDAD

C.- ¡La presencia de Dios estará en nosotros! (vv.8 y 11): PRESENCIA

D.- ¡Tendremos respuesta y dirección divina! (vv.9 y 11): RESPUESTA

E.- ¡El Señor será nuestro proveedor! (v.11): PROVISIÓN

F.- ¡Experimentaremos una continua renovación! (v.11): RENOVACIÓN

G.- ¡Seremos usados por Dios con poder! (v.12): RESTAURACIÓN

Conclusión: cuando practicamos el ayuno y la oración conforme a la Palabra del Señor, en obediencia a Dios, veremos la continua bendición de Jesús en todo lo que hacemos. ¡Una vida que Dios bendice!

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