07-07-1910. nº 19 (de 425 a 448).zetaestaticos.com/comun/upload/0/644/644722.pdf · 2017. 3....

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N'Qál]i80 19 1)141(1 0 DE LAS 42 5 SESIONES DE CORTE S CONGRE S O DE LO S DIPUTADO S PRE S I D E N CIA D EL EXC M O . SR . CONDE DE RO>'IA IN O N E S SESION D EL JUEVES 7 DE, JULIO DE 191 0 SUMARIO Se abre la sesión á las tres y cuarenta minutos, y se aprueba el Acta de la anterior . Defectos é ilegalidades que puedan existir en la cons- titución de algunas Juntas municipales del Censo : comunicación . Juramento c :el Sr . Mejías y promesa de los Sres . Giner de los Ríos, Ventosa, Albert y Corominas . Régimen administrativo de la provincia de Canarias : ruegos y pregunta del Sr . Matos .-Ruego del señor Morote, que á la vez presenta una exposición felici- tando al Gobierno por su política anticlerical .- Ruego del Sr . Sol y Ortega .-Contestación del sefior Presidente del Consejo de Ministros . Reemplazo de íos contingentes licenciados de los Cuer- pos que forman la guarnición de nuestras plazas y territorios africanos : rue ;o del Sr . Santa Cruz .-Con- testación del Sr . Ministro de la Guerra . Necesidad de que continúen las sesiones hasta que se hayan discutido la guerra de Melilla, los sucesos de Barcelona, la concesión de una amnistía y la aboli- ción de la ley de Jurisdicciones ; 'sucesos de -Valen- cia, sentencia dictada por el Tribunal Supremo en causa por injuria y calumnia contra un abad de So- rfa : preguntas y anuncio de interpelación formula- das, por el Sr. Soriano .- Contestación del Sr . Presi- dente del Consejo de Ministros . Abusos cometidos por el alcalde de Benamargosa en las elecciones municipales : ruego del Sr . Giner de los Ríos .-Contestación del Sr. Ministro do la Gober- nación . Régimen administrativó de la provincia de Canarias : manifestaciones de los Sres . Morote (D . Luis), Sol y Ortega y Matos .-Rectiticación del Sr . Morote . ORDEN DEL DIA .-Crédito extraordinario al presu - puesto vigente para gastos de confección y suminis- tro de títulos de la Deuda perpetua al 4 por 100 in- teríor : dlctamen .-Queda aprobado . Contestación al discurso de la Corona : continúa la discusión del d :ctamen .-Alusiones personales del Sr . Iólesias (D . Pablo) .-Incidente producido por unas palabras del Sr . Iglesias y en el cual intervie- nen, además del Sr . Presidente de la Cámara y di- cho Sr . Diputado, los Sres . Pedregal, Presidente del Consejo de Ministros, Azcárate y Dato . - E1 Sr . Pre- sidente da por terminado el incidente .-Continúa su discurso el Sr . Iglesias .-Prórroga do la sesíón : pro- puesta .-Acuerdo .-Concluye el Sr . Iglésias su dis- curso . -Se suspende la discusión . Forma en que ha de constituirse el Tribunal de actas protestadas durante la época d :; vacaciones : comu- nicación .-Propuesta del Sr . Azc .írate .-Xcuerdo . ORDEN DEL DI¡ PAR :1 MAÑ :1NA .-Se levanta la sea- a ión á lao sio4e y cincuenta y cinoo minutos . itt

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N'Qál]i80 19

1)141(10DE LAS

425

SESIONES DE CORTE S

CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

PRE S I D E N CIA D EL EXC M O . SR . CONDE DE RO>'IA IN O N E S

SESION DEL JUEVES 7 DE, JULIO DE 191 0

SUMARIO

Se abre la sesión á las tres y cuarenta minutos, y seaprueba el Acta de la anterior .

Defectos é ilegalidades que puedan existir en la cons-titución de algunas Juntas municipales del Censo :comunicación .

Juramento c:el Sr . Mejías y promesa de los Sres . Ginerde los Ríos, Ventosa, Albert y Corominas .

Régimen administrativo de la provincia de Canarias :ruegos y pregunta del Sr. Matos.-Ruego del señorMorote, que á la vez presenta una exposición felici-tando al Gobierno por su política anticlerical .-Ruego del Sr . Sol y Ortega .-Contestación del sefiorPresidente del Consejo de Ministros .

Reemplazo de íos contingentes licenciados de los Cuer-pos que forman la guarnición de nuestras plazas yterritorios africanos : rue;o del Sr. Santa Cruz.-Con-testación del Sr . Ministro de la Guerra .

Necesidad de que continúen las sesiones hasta que sehayan discutido la guerra de Melilla, los sucesos deBarcelona, la concesión de una amnistía y la aboli-ción de la ley de Jurisdicciones; 'sucesos de -Valen-cia, sentencia dictada por el Tribunal Supremo encausa por injuria y calumnia contra un abad de So-rfa: preguntas y anuncio de interpelación formula-das, por el Sr. Soriano .- Contestación del Sr. Presi-dente del Consejo de Ministros .

Abusos cometidos por el alcalde de Benamargosa en laselecciones municipales : ruego del Sr . Giner de losRíos .-Contestación del Sr. Ministro do la Gober-nación .

Régimen administrativó de la provincia de Canarias :manifestaciones de los Sres . Morote (D . Luis), Sol yOrtega y Matos.-Rectiticación del Sr . Morote .

ORDEN DEL DIA .-Crédito extraordinario al presu -puesto vigente para gastos de confección y suminis-tro de títulos de la Deuda perpetua al 4 por 100 in-teríor : dlctamen .-Queda aprobado .

Contestación al discurso de la Corona : continúa ladiscusión del d :ctamen.-Alusiones personales delSr . Iólesias (D. Pablo) .-Incidente producido porunas palabras del Sr . Iglesias y en el cual intervie-nen, además del Sr . Presidente de la Cámara y di-cho Sr . Diputado, los Sres . Pedregal, Presidente delConsejo de Ministros, Azcárate y Dato . - E1 Sr. Pre-sidente da por terminado el incidente .-Continúa sudiscurso el Sr . Iglesias .-Prórroga do la sesíón: pro-puesta .-Acuerdo.-Concluye el Sr . Iglésias su dis-curso. -Se suspende la discusión .

Forma en que ha de constituirse el Tribunal de actasprotestadas durante la época d :; vacaciones: comu-nicación .-Propuesta del Sr . Azc .írate .-Xcuerdo .

ORDEN DEL DI¡ PAR :1 MAÑ :1NA.-Se levanta la sea-aión á lao sio4e y cincuenta y cinoo minutos.

itt

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4? 6 7 DE JULIO DE 1910

Al?iert.a la sesión á las tres y cuarenta minutosde li, tarde, sc leyó y fué aprobada el Acta de la an-terinr.

El Congreso quedó enterado de una comunica-ción del presidente de la Junta Central del Censo{ 7i.Llil'1{)ET?(1U que, en vista de la que, por acuerdodel Sr . l'resi.dcnte del Congreso y á consecuencia depreguntas f:;rmu:adas por el Diputado Sr . Rodés,sobre interpretación del art . 53 de la léy Electoral,le l,a sido dirigi.da, la expresada Junta se reuniráen el día da mañana, con el fin de adeptar aquellasn.ecsidas encamina .das á que inmediatamente se sub-san.en los defectos é ilegalidades que pueden .existiren la constitución de algunas Juntas municipalesdel Censo y que sirvieron de fundamento para queel Congreso acordase la nulidad de la elección deDiputados á Cortes, verificadas en aquellos distritosá que esas Juntas corresponden.

Juró el carjo de Diputado el Sr . D. Antonio Mejías y Asensio, anunciándose que ingresaba en lasección sexta .

Prrmetieron por su honor loe Sres . D. Herme-ne?itdu Giner de los Ríos, D Juan Ventosa Calvell,D. Salvador Albert y Pey y D . Pedro Corominas yA,ont :aña, anunciándose que ingresaba en las seccio-nes torcera, cuarta, quinta y séptima, respeetiva-meete.

parece Interrumpida esa política de orden Yeneral,y we ins-ante es aquel en que ha subido al Poder elpartido liberal .

Este Gobierno y el anterior parece que han va-riado la política seguida en Canarias .

El día 15 de Noviembre del pasado año-y entroya directamente en lo que es objeto del ruo ;o-,sicudo -Presidente del Consejo y Ministro de la Go-bernación el Sr . Moret, se dictó un Real decreto enel cual se establecía que el gobernador civil de laprovincia de Canarias (87 Sr. Morote, D. Luia, pide lapalabra) tendría la obligación de visitar anualmentetodas tas islas, y decía también que esa autoridadgubernativa residiría alternativamente seis mesesdel año en Santa Cruz de Tenerife y otros seis enLas Palmas .

Han esperado Gran Canaria y las demás islas laocasión de que ese plazo de seis meses fijado en eldecreto venciera . Venció el día 15 de Mayo, y sin quese haya publicado en la Qaceca ninguna disposiciónderogatoria de aquellas justas medidas contenidasen el Real decreto, es lo cierto que el gobernadorcivil de Canarias reside oficialmente en Santa Cruzde Tenerife, y hasta hace muy pocos días no ha vi-sitado la ciudad de Las Palmas . Por consiguiente, conrelación á este Real decreto, solicito, en nombre deGran Canaria y de la circunscripción de Las Palmas,su inmediata aplicación .

Consecuencia también obligada de esta políticaexpansiva seguida por los Gobiernos con relación SGran Canaria para mitigar la dureza de la unión ála capital, el Sr . Ministro de Fomento, convencidode que era imposible que la acción del ingenierojefe de Obras públicas pudiera extenderse desde Te-nerife á las demás islas del archipiélago, publicó unaReal orden acertadísima y justa, en la cual se esta-blecía la división de la jefatura de la provincia ; ycuando en Gran Canaria existía un gran contentopor tan justa disposición, se vieron allí sorprendidoscon otra Real orden, en que, sin que se expusiese enella motivo alguno que supusiera cambio de criterioen el Gobierno, ni se hubiese puesto en práctica laReal orden, ni hubiera nada que demostrara queaquella medida no fuera conveniente ó justa, se sus-pendieron sus efectos; es decir, volvió á quedar con-flada la jefatura de Obras p4blicas á un ingenierojefe con el personal subalterno correspondiente.

Y ya con esto limito y concreto los dos ruegosque dirijo al Gobierno : es uno, el de la inmediataaplicación del Real decreto que estableció la resi-dencia alternativa del gobernador civil en SantaCruz y las Palmas; es otro, que se derogue esa Realorden que ha suspendido otra acertada y justa, comoes la que estableció la creación de la jefatura deObras públicas en Gran Canaria .

Con ocasión de esta Real orden surgió un hondomalestar, un notorio disgusto en las tres islas queforman el grupo oriental de Canarias, se elevarondiferentes protestas al Sr . Presidente del Consejo, yéste las contestó con un telegrama que calmaba losánimos, en el cual decía que no era su propósitorealizar una reforrna del régimen administrativu deCanarias mediante Reales decretos y Reales órde-nes, que era su propósito, conociendo que existíauna cuestión, que era preciso fallarla, traer ínte-gramente al Parlamento esa cuestión, y terminabael tekqrama dici+enda so para 44 de año, "o dea•

El Sr. PRESIDEPT]E: Tiene la palabra el señor1Natos.

El Sr . MATOS: Eeñores Diputados, necesito di-rigir un ruego y formular una pregunta al Sr. Pre-sidente del Consejo de Ministros, y es preciso queexronga algunas rrevísima5 consideraciones parajustificar la procedencia del ruego y la pertinenciade la pregunta .

Represento á la circunscripción de Las Palmas,que, con:o es sabido, está compuesta por las tresislas de Gran Canaria, Lanzarote y FuerteventuraEs sabido tanlbién que en aquel arcbipiélago dosislas constituyen grandes y principales centros devida .

Ci,pital primero del archipiélagq fué Las Pal-mas, después se trasladó á Santa Cruz de Tenerife,y :urgió, naturalmente, el ansia de recobrar aque-lios derechos de capitalidad, y aun cuando Gran Ca-r.aria co :;serva la creencia firme de su derecho, havariado la acción en ejercicio, y si en un principiose ejercitó la acción reivindicatoria, hoy se ejercitala acción de dividir la cosa común, es decir, la di-visión de lx provincia, aspiración del distrito querepresento.

Por ser imposirle que se mantuviera la vida en-tre Las Palnras y Stintá Cruz de Tenerife en la mis-ma relación en que se conserva esa misma vida en-tre los pueblos y la capital, los Gobiernos han con-sWerado sería de absoluta necesidad dar á Gran Ca-n~ ria, al grtlpo oriental de aquellas islas, medios devida que lr, permitieran el desenvolvimiento á quetiene lu rfecto derecho.

1'ero en esa carilraña seguida por los Gibiernos,que supotle t na afirmación de la personali3ad deGran Canaria, ha sobrevenido un in~lw on que

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de el primer momento esta cuestión se tratará enel Parlamento.

Comprenderá el Sr. Presidc•nte del Consejo deMinistros la impaciencia que existe en Canarias porconocer lus propósitos de S. S., en esta cuestión, noen cuanto al fondo, porque Gran Canaria sólo de-sea que se discuta el asunto, que se convenzan todosde la razón de lo que pide, y que se falle otorgandojusticia, pero sí respecto á la tramitación que á élse ha de dar. Recientemente ae ordenó abrir unainformación mediante un cuestionario en el cual seconsignaban diferentes preguntas, referentes todasal régimen administrativo que debiera seguirse enCanarias: P.sa información está abierta en las islas .¿Cuál es el propó3ito del Gobic;rno? ¿Espera para to-mar resolución sobre la cuestión á que esa inffor-mación venga á la Cámara? Una vez aquí, ¿cómo seva á tramitar la cuestión? ¿Es que el Gobierno va áexponer su criterio en ella? ¿Es que, por el contra-rio, se va á dejar en libertad á la Cámara para re-solver sobre las peticiones que desde allí vengan,encontradas, como es natural, puesto que el grupooccidental pedirá el mantenimiento de la unidad yel grupo oriental pedirá la división?

Este era mi propósito al pedir la palabra, y es-pero, en nombre de Gran Canaria, la respuesta queel Sr. Presidente del Consejo de Minisiros habrá dedar á mis palabras.

El Sr . PRESIDENTE : El Sr. Morote tiene la pa-labra.

El Sr . MOROTE: No necesita mi querido com-pañero el Sr. Matos que yo apoye su petición, tanrazonada y tan justa; pero para demostrar que todoslos Diputados por el distrito de Las Palmas, que com-prende Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote,estamos de acuerdo, no estará de sobra que yo hablebreves minutos .

El Sr. Matos planteaba la cuestión diciendo quenecesitaba saber cuál iba á ser el régimen de GranCanaria, siendo así que aún no se ha aplicado el de-creto de 15 de Noviembre de 1909 . Yo voy á insistiren la pregunta del Sr . Matos, porque creo que tene-mos derecho á preguntar y á saber á qué atenernos .¿Se va ó no se va á derogar el decreto de 15 de Nó-viembre de 1909? Conste por adelantado que, paralas aspiraciones de las Canarias orientales, el de-creto de 15 de Noviembre estableciendo una capita .lidad alternativa seis meses en Santa Cruz y seis enLas Palmas, llevando en la maleta los papeles y losexpedientes de una isla á otra, no nos satisface ; peroes una concesión mínima para el derecho grande quenosotros pretendemos conquistar, y que conquista-remos en virtud de la razón que nos asiste, que dederecho, de naturaleza y por la historia nos asisteplenamente .

Por consiguiente, nosotros pedimos que no se de•rogue ese decreto, con el fin de que sirva de una ga-rantia y de un antecedente legal para la resolucióndel problema; y, hoy por hoy, sólo le preguntamosal Gobierno si está dispuesto á dejar esta cuestióníntegra á la información que está abierta en GranCanaria lo mismo que en Santa Cruz de Tenerife,para que venga el problema á las Cortes en el prósi-mo Octubre. Planteado el problema, sólo por la di-visión podrá resolverse.

Con la veaia 4e18r. Presidente, ya qae estoy ex

pie, como una preparación, aunque no la necesita elSr. Presidente del C-insejo de Ministros, Fara queme conteste y á fin de no pedir otra vez la palabra,presentó un mensaje de felicitación de los ciudada-nos de Benitayó y de todo el distrito de Chiva-Car-let á la política anticlerical del Gabinete, y lo entre-go á un ujier para que lo pase al Sr. Presidente delCongreso á fin de que conste que si nosotros estamosunidos, los de allí y los de aquí, conservadores yliberales, para pedir lo que conviene á los interesesde Gran Canaria y lo que cumple á su derecho, entodo lo demás estamcs separados .

El Sr. PRESIDENTE: El Sr . Sol'y Ortega tienela palabra.

El Sr. SOL Y OBTEaA - He pedido la palabra yperdonen los Sres . Matog y Morote, á propósito delruego que entrambos se han servido dirigir no sé sial Sr. Ministro de la Gobernación ó al Sr. Presi-dente del Consejo de Ministros .

Yo en este momento no me he de oponer á laspretensiones de los Sres. Matos y Morote, ni he defavorecerlas; he de permitirme dirigir un ruego alGobierno que se sienta en ese bancó, ruego que notiene finalidad política alguna, que tiene finalidadexclusivamente patriótica . Se trata de algo que serelaciona con las Canarias ; se trata de algo que serelacioca con un problema que allí desgraciada-mente ha surgido; y digo desgraciadamente, porquetratándose de las islas Canarias, de algo que estáfuera de la Península, todo puede llegar á revestircaracteres de gravedad, de transcendencia y de im-portancia, y yo, ya que hablo de este asunto, loúnico'que he de pedir al Gobierno es que procedacon gran reflexión y gran mesura, con objeto de evi-tar se exacerben las pasiones en Las Palmas y enTenerife, y prevenir los conflictos que de ello pudie-ran resultar.

El problema de la división del archipiélago hasurgido en mal hora; yo no me opongo á que esteproblema oportunamente sea examinado y sea re-suelto en justicia, pero sí entiendo que no debeadoptarse ni ponerse en práctica resolución algunaque directa ó indirectamente venga á prejuzgar laresolución del problema; y el hacer aplicación en elmomento presente del decreto que se ha invocado,estimo que vendría á prejuzgar de alguna manera lacuestión fundamental que allí se ventila. Yo ruego,pues, al Gobierno, que inspirándose en estas consi-deraciones, que son consideraciones, no de interéspolítico, sino de alto interés patriótico, se abstengapor ahora de hacer aplicación del art . 28 del decretoá que se ha aludido. (El Sr . Morote: No heinos pedidola aplicación, sino que no se derogue .)

Yo creo que debemos abstenernos de perturbarel statu quo de, aquel Archipiélago; que se planteetan pronto como se quiera ante el Parlamento lacuestión fundamental ; entunces de una vez la dis-cutiremos y la resolveremos, pero yo insisto en ro-gar al Gobiecno que de ningún modo prejuzgue di-recta 6 indirectamente la solución que `deba darseen definitiva al problema de que se trata .

El Sr . PRESIDENTE: El Sr . Presidente del Con-sejo de Ministros tiene la palabra .

El Sr . Presidente del CONSEJO DE MINISTRO3(Canalejas) : Voy á recoger á un tiempo mismo elruego del Sr . Matos, el del Sr. Morote y el del se-iior Bol p Ortega bn muy ~s palabtes, poYque Bs-

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428 7 DE JULIO DE 1910

1tamos todos de acuerdo . El Gobierno declará su eri- El Sr . SANTA CRUZ: Para dirigir ttna preguri =terio terminantemente ; dijo á unos y á otros que ta y un ruego al Sr . Ministro de la Guerra, relació -estabá decidido á plantear el problema ante el Par- ; nados una y otro con la forma arbitraria en que s elamento, y á no prejuzgarle por ninguna resolución, ha realizado en estos últimos años el réem ;,lazopor ninguba palabra, por ningún acto, por ninguna de los contingentes licenciados de ios Cuerpos qú eomisión. Creo que áoy eaplícito y no dejo resquicio ¡ forman las guarniciones de nuestras plazas y terri -alguno por donde pueda ingerirae ninguna suspi- j torios africanos. Claro está que ese modo alrbitrarilicacia. de realizar estos reemplazos nace y arranca de la in -

Hubiera deseado someter esta cuestión á las Cá• justicia en que se basa el servicio militar, que erimaras en el primer momento, pero teníamos, en pri• ocasiones ha revestido caracteres de verdadera gra -mer iúgar, anunciada, decretada una información, y, vedad, de verdaderá injusticia, que se maíliíiestailen :egundo término, era noterio que hasta que r.o en la redeprión á txetálico del servicio de las arma sse discutierá y aprobara el mensaje, no l,odriamos y en la excepción ,;ue la ley establece de ese'mism daduptar resolución de ningún género . servicio en favcr do determi!,adas Asociacione s

Yo no prejuzgo ahora cuántos días de sesión he- Comunidades religíosas .mos de consagrar á nuestras tareas en este período . Es cierto que el Gobierno conservador present óPor mí cuantos quieian los Sres. Diputados ; cuantas un proyecto de ley estableciendo el servicio milita rmás sesiones se celebren, mejor, porque el Gobierno obligatorio para todos los ciudadanos españoles ; é 9no tiene afición ninguna á holgar ; está, al contrario, cierto también que aquello quedó pendiente de Apro -deseoso de obtener el concurso de los Sres. Diputa- bación en la alta Cámara, según manífestacíone ados indefinidamente . Pero tampoco puede prejuzgar hechas por el Sr. Presidente del Consejo de Minis +si ese concurso de los Sres . Diputados será tan asi- tros en la sesión del lunes, debido á que el Gobiern oduo que me permita comprometerme á sometar á no había tenido la energía necesaria para exigir delas Cámaras dentt o de unos días la resolución de aquella mayoría el concurso indispensable para l aeste problema. De todas suertes, yo ofrezco de un aprobación de los proyectos que él consideraba be -modo terminante que las Cámaras no reanudarán neficiosos para la Nación . Pero yo entiendo y cre dsús tareas, caso que hayan de suspenderse por las que aquéllo, más que á esta falta de energta, er aimperiosas vacacionee del estío, sin que en un3 6 en debido á una manifiesta complicidad con cierto sotra, yo supongo que será mejor en ésta, plantee- elementos que, afectos á intereses egotstas, prefle -mos la cuestión detenidamente, terminantemente, ren estos intereses á satisfacer los anhelos y las as-categóricamente, para estudiarla con espíritu de piraciones de la Nación, y loá añteponEn á los másjusticia, sin preferencias por unas 6 por otros, por- elementales principios de justicia, porque es indu-que yo creo, como el Sr. Sol y Ortega, que éste pue• dable que el Gobierno conservador pudo emplearde ser un germen de grandes discordias contrarías para la aprobacióri de este proyecto la imisma erier -al interés de la Patria, porque están las pasiones gla que empleó para aprobar leyes que favórecían -1muy vivas y agitadas, y á mí, en cierto modo, me Enipresas poderosas que no estaban en relación cosiinquíetan 1•as responsabilidad`Cs de Gobierno, el que los intereses del país, y en muchas ocasiones, algu -por unas ú otras razones hayamos de aplazar su re- nas de ellas señaladas por el Sr . Preiáídeñte delsolución hasta entonces; pero, en fin, ni un solo día Consejo, estabaú en oposición con esos misrnos in-más de los absolutamente indispensables, sin pre- tereses . Por consiguiente, más que falta de eneráía,juicio, niPn derogacián de decretos, ni en publicación y es preciso que lo sepa el país, puesto que el paisde otros nuevos, ni en Reales órdenes, ni en circu- está en gran parte conforme con lo qiie estoy di-lares. El problerna vendrá íntegro á la Cámara, na . ciendo, lo que existe es una verdadera complicidád .turalmemte, con la ponencia que corresponde á la Y vamos al ruego 6 pregunta del Ir. hlinistr'o déresponsabilidad del Gobierno, y la Cámara resolverá. la Guerra y á lá denuncia del hecho árbitrario qu e

El Sr. SOL Y ORTEGA: Pido la palabra . yo antes señalaba . Consiste en que pata los reem -El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S. plazos de 1908 y 1909, las zottas de Vinaroz y Cas=El Sr . SOL Y CRTEOA: Para dar las gracias al tellón, este último es el distrito que fniin'erecida-Sr. Presidente del Consejo de Ministros. No tengo mente represento en el Congreso, dieron un cotitiri -

más que manifestar . gente de 704 reclutás para uii reemplazo de unosEl Sr. MOROTie: Pido la palabra. 5.000 hombres, y esta3 misma9 zoná's que habíanEl Sr. PRESIDENTE: Eí Sr . Santa Cruz tiene la suministrado sus contingentes de reclutas á los ba-

palabra. tallones de cazadores de Mérida, Reu9 yÉStélla; §eEl Sr. MOROTE: Es sobre este asunto, Sr . Presi- encontraron ante aqúella guerra de 1 909, que mo-

dente . destamente se calificó de operación de pol4cfa, ee en -El Sr. PRESIDENTE: Ya la tendrá S. S. Ahora contraron, digo, con que tuvieron que eufrir conse -

no hay más que preguntas que se suceden unas á cuencias que no hubieran sufrido si se hubiese hé -otras . cho la d:stribución de los cupos cntre todas las zo -

El Sr. MOROTE: Pero, ¿cómo no se va á ventilar nas, como realmente debiera haceise. Como quieraeste asunto? ( E1 Sr. Matas pide iz patab'ra.-fZu- que el pueb'o con esa clarividencia asombrosá; e`onmares .) ese don que p,aede calificarse de profota, teme, cótf

El Sr. PRESI ENTE : lOrden! Estamos en pre- justo motivo, después de las miltiples .declaracionesguntas y no en un debate . (Bl Sr. ólorole pronuncia que se han oído, lo mismo en las Cámaras que fue -paiabrai que no se percíbe».-Ei Sr. Soriano : Hay que ra de ellas, que se pueden repetir los aconteciufien -di ;ciplinarse, Sr . Morote . Ya no está aquí S . S.,está tos que el año pasado ocurrieron en Africa, yo rue -ahá.--Continelan los rumurei.) í0rden, Sr. Sorianol go muy encarecidamente al Sr . ,1,dinistro de la Gue -

- r_ -- _- .- _ rra que dicte las dioposiciones ConveuienteA para

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-VtRE=~-A l

a que en lo sucesivo se atiendaá una estriata propor_ para que ampliamente, dentro del Reglamento siem •cionalidad en los reemplazos de esos contingentes pre, pueda desenvo?verlas.para que no pueda darse el caso de que para un con- El Sr. PRESIDENTE : Dentro del Reglamento .tingente de 5 .000 hombres aproximadamente se eai- El Sr . SORIANO: Yo quería, en primer término ,jan á las zonas de mi desgraciada provincia que ce- dirigir una pregunta al Sr . Presidente del Consej odan 704 hombres de la Caja de reclutas . Yo ya sé de Ministros; pero parece que S . S. se anticipó vaga -que por el Ministerio de la Guerra se dictó, creo mente á mi pregunta, con alguna manifestación queque á primeros de este año, una disposición que dis• ha hecho, respondiendo á la interrogación de su cir -tribuía los contingentes para este reemplazo ; pero cunstancial y querido correligionario Sr . Morote .esa disposición se refiere al presente año, no esta- (Risas . )blece de un modo sistemático una jurisprudencia, Contestando á las demandas del Sr . Morote ha -por decirlo así, para el reemplazo de esos-contin- bló, repito, aunque vagamente, muy vagamente, d egentes en años sucesivos ; de manera que viene á las obligaciones parlamentarias y de la consagrad aquedar pendiente también de la voluntad de cual- y famosa frase que viene á ser eternamente com oquier Ministro de la Guerra que suceda á S. S. el el freno de toda discusión en el Parlamento, lat :,nque eso se haga, y nos encontraremos siempre en periosas vacaciones del estío, que en este caso podr :lnlas mismas condiciones . facilitar al Gobierno, y más que al Gobierno (que r n

Como esto no es justo ni equitativo, yo ruego á esta cuestión apenas tiene responsabilidad, que pa -S. que dicte las disposicionea convenientes para rece como entre barreras presenciando el espec -

que esto no pueda repetirse, que si vienen días d .e táculo) al partido conservador, que en virtud de ldnelo, de luto, de amargura, no sean sólo los ho- calor, que viene á ser cómplice de muchas enormi-gares de mi provincia los que sufran esos perjuicios dades políticas, vería sin debate su gestión des le e ltan intensos, en tanto que otros tengan la fortuna momento en que hubiera el propósito de cerrar pron •de librarse de ellos; justo es que todos aquellos sa- tamente el Parlamento .eriflcios que tengamos que sufrir como patriotas Yo no sé si be entendido bien á S . S. (li Sr. Prw -nos lori repartamos de un modo equitativo, porque sidente del Consejo de iMiaisl roi hwe signos atyce ives) ,es ya tiempo de que se acaben las desigualdades y y celebro esos signos negativos, ya que mi preguntalas injusticias, que son las que representan todo el iba únicamente á arrancarlos de S . S .organismo nacional y to :io el funcionamiento de la No queremos, yo hablo en nombre propio, pero#dministración del Estado . tengo la seguridad de que expreso el sentimiento

El Sr. Ministro de la GUERRA (Aznar) : Pido la total de los españoles, y siendo de los españoles, d epalabra . esta minoría republicana, que es su embaj : .dor ; yo

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S . S. tengo la seguridad . .. (Rumores .) ¿Qué dice D. Dalma -El Sr. Ministro de la GUERRA (Aznar) : Como cio? (Varios Sres . Diputador. No está r .quf .-9randei

acaba de indicar 8. 8., las bajas y el reclutamiento risas y rumores .) Creta yo que el bueno, el excelentede los Cuerpos que•pertenecen al ejército de Meli- y activo D. Dalmacio estaba presente .lla se han cubierto hasta ahora con los contingentes Esta minoría está dispuesta, sin que nos impor -de las zonas de la parte de Lavante, pero precisa- te el calor, sin que haya imperio para nosotros enmente por entender el Ministerio de la Guerra que el estío, sin que haya vacaciones que nos deprima ndebía modificarse este procedimiento se ha dictado y estando dispuestos á discutir todo el verano yuna disposición por la cual esas büjas se cubren en hasta lo infinito si es preciso ; esta mirorla está dis -parte proporcional por todas las zonas de la Ponía- { puesta á discutir hasta que ello tenga freno en e lsula; de modo que de esa manera no hay ninguna acabamiento mismo, todo cuanto interesa al pais enprovincia que pueda ser perjudicada : procedimien- estos momentos, y es, en primer término, debati rto que ha de seguirse en años sucesivos y mientras ampliamente, con toda libertad, Sr. Ministro de l adure la actual organización . Guerra, y sin que nos importen fetichismos ni alta -

En cuanto al servicio militar obligatorio, tengo res consagrados, sino con la dignidad y la responsa -el gusto de signiflcarle que en esa orientación va el bilidad propia que la Patria nos exige, la guerra d eGobierno, que desea implantar lo más pronto po- Melilla en toda su amplitud, y discutir, que ya e ssible esa conveniente y necesaria reforma tan re- hora y ya es necesario, después del elocuente y ra -clamada por la opinión . zonado discurso del Sr. Iglesias, mi querido correli •

EI Sr . SANTA CRUZ: Pido la palabra. gionario, todo cuanto se refiere á la cuestión de Bar -El Sr. PRESIDENTE: La tiene S . S.

*celona, que tiene tantos y tan diversos matices ,

El Sr. SANTA CRUZ: Doy las gracias á S. S . por como son varios los crímenes perpetrados allí du-las manifestaciones explícitas y terminantes que rante la represión .acaba de hacer á la CámarA y que llevarán la tran- Queremos más : queremos que no se suspenda l aquilidad á aquellos hogares de que antes hablalCa vida parlamentaria sin que sepamos de una vez s iá S• S• el Gobierno está dispuesto, como prometió el Sr. Ca •

nalejas no ha mucho tiempo, á qus se dicte un aamplia ley de Amnistía, y, además, á que se derogu ela ley de Jurisdicciones. Sobre esto necesitamos que

El Sr. PRESIDENTE : El Sr. Soriano tiene la pa• el Sr. Presidente del Consejo de Ministros haga so-labra . lemnemente una declaración que aquiete y tran -

El Sr. SORIANO: Para rogar al Sr. Presidente quilice las conciencias. Queremos discutirlo tod ode la Cámara, ya que son varias las preguntas que ampliamente; y más que todo nos interes3 1levar a ltengo que dirigir al Gobíerno, alguna de cierta ian- país uDa ráfaga de tranquilidad y un momento d eportachelat que ine dispense una relat6va tolerancia relsoso# obteniendo la declaración de que el señor

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Ministro de la Guerra, respondiendo á la geatiÓn yá la iniciativa del Senado, ha de traer aquí inme-diatamente algo que sea como esperanza y realidad,si se puede, de que el Gobierno está comprometidoá implantar el servicio obligatorio.

Esto es lo que nos importa más ; porque, señoresDiputados, no creáis que porque sea yo quien lodiga, pretendo dar importancia y solemnidad á unanoticia que por sí sola se basta para tenerla : es queyo tengo aquí un telegrama, que es casi oficial ; esque tengo noticias particulares de allá, de aquellastierras de Africa, dende fué el Sr. Díaura, á conti-nuar, como pequeño descendiente de los . grandesReyes Católicús, una era de infortunio para la cris-tiandad y para la morisma . Es que allí se avecinannuevos barrancos del Lobo y nuevas catástrofes, se-ñor Presidente del Consejo, y no podemos suspen-der las sesioneQ y aplazar el debate hasta Octubresin saber si los hijos del pueblo van á sufrir lasmismas irremediables catástrofes é infortunios queen el verano pasado fueron veróüenza é ignominiade la raza española . (Rumores.) Sí ; porque es horaya de saber lo que ocur re . Aquí están los telegra-mas que dicen que han sido asesinados dos caídesafectos á España, que se reunen en los zocos todoslos enemigos de España ; que va á acabar pronto lasiega y que se avecina la guerra . Digámoslo franca-mente y sepamos si ahora quertis también que entoda España se reproduzcan los sucesos de Barcelo-lona, y que sólo sean los pobres los que vayan á laguerra .

El problema está planteado así, Sr. Presidentedel Consejo de Ministros, y yo llamo solemnementela atención de S . S . sobre esto . Si S . S. se callara óme respondiera vagamente, yo tendría siempre anteel país el alto honor de decir que he emplazado áS. S. á afrontar de una vez csa cuestión .

Aparte de esto, yo tengo que anun,iar á S . S.,ya de acuerdo con la Presidencia, la interpelación,que creo que podría explanar mañana, sobre lossucesos de Valencia .

Y además de esto, voy á someter al Sr . Ministrode Gracia y Justicia un techo curioso . Se trata dela augusta infalibilidad del Tribunal Supremo . Ya lohemos discutido aquí, y por lo tanto no es infalibleya, porque toda infalibilidad que se discute deja deserlo, puesto que vosotros, y el Sr . Maura mismo,habéis reconocido que podía pecar aquella augustainstitución.

Y voy á demostrar á S. S. ahora cómo no lo es .Es un caso típico; se trata de una sentencia del Tri-bunal Supremo, que aún no ha sido notificada, noobstante haber pasado muchos días y teniendo eldeber de bacerlo, y so trata de un hecho más escan-daloso aún. Había una querella por iLjuria y calum-nia contra un famoso abad de Soria que había diri-gido insultos precisamente á un correligionario delSr . Maura. La Audiencia de Soria condenó al abad,y el fiscal del Supremo se adhirió á la petición .

Por los mismos días el director de un periódicode Alcalá de Iienares, El Eco Complutense, por elenorme delito de coger de varios periódicos algunasque consideraba injurias un censor eclesiástico, queno se nombraba siquiera, el 8 de Junio, ha sido con-denado por la Sala del Tribunal Supremo . Pues bien ;

el abad de Soria que había injuriado y calumniadopersonalmente al Sr . Ayuso, compañero vuestro,Diputado conservador, no obstante haber sido con•denado por la Audiencia de Soria y haberse adheri-do el fiscal del Tribunal Supremo á la condena, hasido absuelto; pero con una circunstancia agravan-te, y es que yo, que tengo también una policía, aun-que sea modesta como mía, había emplazado 31 abady perseguídole, y salió el mismo día en que se cele-bró la vista del Tribunal Supremo y se fué derecha .•mente al telégrafo y allí puso un telegrama dicien-do que la sentencia era favorable al abad de Soria .

Yo no tengo más que remitir á S. S. lo queconsta en telégrafos y teléfonos ; pero ¿sábéis el mi-lagro de esto, vosotros que decíais ayer que no po-dían los Tribunales de Guerra ser inIIuídos por na-die? Es que el abogado del abad era el . . . . . . . Sr. Cier-va. (Grandes protestasen la minoríaconservadora .-BtSr. Conde del Moral de Calacrav .a : Eso no se puededecir.-El Sr. Garcfa; Alix: Es preciso mantener eldecoro de ;a Cámara.-Varios Sres. Diputados de laminoría conservadora pronuncian palabras que nopueden pereibírse .)

El Sr . PRESIDENTE : ¡Orden! iorden! Señor So-riano, esas palabras no pueden decirse, Y . por tanto,no constarán en el Diario de las Sesiones .

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros tienela palabra . (Rl Sr. Moral y otros Sres . Diputados : Quelas retire .-El Sr. Soriano : Ya están dichas . )

Et Sr . PBESI.DENTE: Señor Soriano, llamo áS. S. al orden por pri{mera vez.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS(Canalejas): Creo, Sres . Diputados, que interpreto élsentimiento de la Cámara entera . . . (Se reproducenlas protestas:-El Sr. García Alicc: Pero, ¿es queesto va á quedar as(7 ¿Ha retirado sus palabras elSr . Soriano?-El Sr. btoral pronuncia palabras queno se perciten claramente y á las cuales cu ntesta elSr. Soriano. )

El Sr . PRESIDENT .E: ¡Orden, Sies. iliputadosl ;está hablando el Sr. Presidente del Conaejo de Mi-nistros . Llamo á S . S. al orden por segunda vez, se-ñor Soriano. (El Sr. Soriano : Yo ya me he caliado;es un menor de edad el que me interrumre.-Rl se-aor Garc2a Alix : Esto no puede quedar así ; tieneque retirar esas palabras . )

El Sr . PR]dSIDENTE : Esas palabras están reti-radas . Ya he dicho que no constarán en el Diario delas Sesiones, porque Lo se han debido pronunciar .

El Sr . Presidente del CONSEJO DE MINISTROS(Canalejas) : Creo, Sres. Diputados . . . (Un Sr. Dipu-tado: Que retire las palabras .) Perdonadme nn mo-mento, Sres. Diputadol. Yo que iba á protestarde las palabras del Sr . Soriano (Denegaciones), ten-go que protestar ahora de vuestra actitud, porque el Sr . Presidente, en el ejercicio de su derecho,había accedido á la petición perfectamente legítimaque yo formulé, rogándole me permitiera hacer usode la palabra.

Claro está que á mí no me corresponde, sino ála alta autoridad dPl Sr. Presidente, dirigir los de-bates y subrayar con su protesta, ya escuchada,aquellas frases que considere inoportunas y dignasde correctivo; pero yo declaro, porque es interés detodos nosotros, que no puede consentirse sin enér-gica protesta, caso de que se consienta., que cuandoun hombre de gobierno se ve en la dolorosa cecesi=

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dad de reálizar un acto, de cumplir una medida, deadoptar una resolución, recaigan sobre él epítetosque fuera de aquí constituirían una calumnia y queaquí no son delitos por la inmunidad rar'amenta-ria . (Muy bien, muy biera .-Bl Sr. Carcta Alix: Es queaquí se escudan en la impunidad .) Pei•o, ¿vamos áhablar á un tiempo el Sr. García Aliz, mi dignoamiáo, y yo? ¿Es que cuando yo formulo una protes-tá que responde á los mismos sentimientos de losseñores que me interrumpen, no ten-go derecho áque por lo menos me escuchen? (Muy bien . )

He dicho que atribuir calificativos que constitu-yen una calumnia 6 una injuria á actos realizadospor un hombre público con acierto 6 con error,fuera de aquí es un delito punible, y aquí se pue-de decir por la inmi•nidad parlamentaria, perosalvo el correctivo de la censura pública, de la cen-sura general, de la opinión parlamentaria y de lasadvertencias del Sr . Presidente .

El Sr. Soriano me invita á un debate que, por serabsolutamente antirreglamentario, yo no puedo ad-mitir, porque el Sr. Soriano á un tiempo quiereobligarme á contestar á siete interpelacionea . Yo nolo puedo hacer. La que se refiere á los sucesos (leValencia, que S . S. se ha servido anunciar para ma-ñana, con la venia del Sr. Presidente, queda acepta-da : pero las otras dcl servicio obligatorio, de la leyde Jurisdicciones, de la amnistía, todas esas las ire-mos examinando, y aún perm!tame S. S . que le digaque por la amplitud con que aquí se interpreta elIleglamento y se desarrollan los debates, puedeha5er en la discusión del mismo Mensaje ocasión dedirigir al Gobierno esa observación, pero no vamosá primera hora á tener un debate de interpelaciónpolítica de carácter general y en seguida el ampliodebate del Mmsaje . Por eso contestaré tan sólo áuna F reguuta de S . S. que me - ¡+arece pertinent.e,aun r, uaudo ya S . S. mismo dijo que me había anti-cipado á contestarle.

El Gobierno tiene el IIrmo propósito, es un cri-terio, una regla de conducta de este Gobierno ; ctian-do yo gobierne, cuando yo presida un Gabinete,será regla invariable de 'mi conducta, vacar muypoco, pedir el concurso constante, no sólo de la co-operación legislativa, sino de la fiscalización parla-mentaria, que no estimamos un mal, sino un bienen provecho do los intereses públicos. He dicho rei-teradamente que puede atribuirse, tanto cuanto loconsienta la Presidencia, una gran amplitud al de-bate del Mensaje y que aceptamos todas las inte :r-pelaciones que se nos dirijan. Ahora he añadido, se-ñor Soriano, que yo no puedo responder de que lavoluntad general, la abstención general de los se-ñores Diputados de concurrir á los debates obligueen fecha no inmediata, no próxima, pero ern una fe-cha del verano, á suspender,las sesiones; ni más nimenos .

De'suerte que, reservando mi derecho para con-4estar á las interpelaciones múltiples del Sr. Soria-no en el momento en que el Gobierno las acepte,digo por hoy que queda aceptada para mañana laque S . S. ha anunciado sobre los sucesos de Valen-cia. (El Sr. Soriano: Muchas gracias . )

El Sr . BREBIDENTB : Tiene. la palabra el señ<orGiner de los Ríos .

El Sr. GINER DE LOS RIOS: Para dirigir al se-flor Ministro de la Gobernación un ruego, y dispén-seme S. FL. si no lo he puesto en su conocimientoantes de hacer uso ds la palabra ; pero ya expuse alSr . Subsecretario de su Departamento las razoneapor las cuales no me ha sido posible comunicárse-lo. Voy á explicarme brevemente.

En el pueblo de Benamargo3a, del distrito elgc-toral de Vélez-Málaga, obtuvo el que tiene la honrade dirigiros la palabra en las últimas elecciones deDiputados á Cortes 14 v9tor de republicanos . Veri-ficadas recienteetemente otras elecciones parciales(El ru i do . que hay en ta Cámara no permite oir al ora-dor) m inicipales .. . Señor Presidente, mis mediosfísicos no me permiten levantar más la voz .

El Sr. PRESIDENTE: ¡Orden y silencio, señoresDiputadosl Continúe S . S.

El Sr . GINER DE LOS RIOS: Decía qué en elpueblo de Benamargosa, donde yo obtuve 14 votosde correligionarios míos en las elecciones generales,se han celtbrado el domiLgo 3 unas elecciones pár-ciales para concejales, donde hemos vencido por ma--yoría, sacando triunfantes todos los candidatos repu•blicanos . Lo cual prueba que en aquel puFblo no sebizo elección para Diputados á Cortes, puesto queigualmente que ahora habría obtenido mayoría desufragios, y no 14 votos. Una vez sentado este he-cho, lo grave del caso es que el alcalde, irritado porla derrota que ha• sufrido, está prendiendo á todosaquellos republicanos que le viene en gana ; de ellohe recurrido al gobernador de la provincia, y ahoralo hago á S. S . para que ponga coto á la conducta deesa antoridad que abusa de su poder, evitando al ha-cerlo un ^onflicto ; porque sépalo S . S., aquellos rr,pu-blicanoa están resueltos á no dejarse atropellar ni porlos caciques, ni pc.r nadie . ;'o reco .iozco el buen de-seo del señor subsecretario de Gobernación, que inme-diatamente que le telegrafié para que estas últimaselecciones se,hicicran con le .galic?ad, ha debido darórdenes al jefe civil de la provincia ; como lo pruebael hecho de que en las elecciones hemos obtenidolos repnblicanos el triunfo que merecíamos por elnúmero de votcs con que allí contamos; y ahora es-pero de la justificación del Sr . Ministro de la Go-bornacióu que corregirá las extralimitaciones deeste delegado de la autoridad de S . S. y no quierorelatar para que no sirvan de ludibrio y escándaloen el Parlaraento los procedimientos de aquel al-calde; pero estoy dispuesto á referir todo lo que sémenudamente, si S. S. no consigue, como estoy se-guro, la corrección de tales tropelías. Es cuanto te-nía que decir.

El Sr. Ministro de la GOBEBNACION (Merino) :Pido la palabra .

El Sr . PBESIDENTE: La tiene S . S.El Sr . Ministro de la GOBERNACION (Merino) :

Permítame el Sr. Giner de los Rios que antes detener el honor de contestar á la pregunta que se haservido dirigirme, exprese, no sólo en cumplimien-to de aquellos deberes de cortesía que yo reconozcoque l.a, Cámara merece, y muy grandes, sino en elde deberes de mi conciencia, algo que tengo que ha-cer aquí presente .

No por justí8cados han sido para mf menos sen-i sibles los motivos que me han obligado á no asistir

desde el primer día á las reuniones de laá Cámaraspara someterme á vuestiros juicios y, escuchar vues-

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tras opiniones; y después de esta obligada ausencia,por motivos de salud, tengo que rogaro .+ me conce-dá`s mil perdones, y, al mismo tiempo, expresar mireconocimiento á muchos de vosotros que por mísalud os habéis interesado. Y ahora voy á contestará mi digno amigo el Sr . Giner de los P íos .

En efecto ; no conocía lo que se había tramitadoen el asunto de las elecciones del .ayuntamiento deVéler Málaga, á que S. S. se ha referido. Desde lue-go, estoy seguro de que con '.a miema legalidad conque se han verificado est, s elecciones municipales,se habrán célebrado las anteriores, sin que puedecreerse ni suponerse que la falta 6 la diferencia deleRalidaden éstas con relación á lasanteriores puedahaber influido en el resultado de las mismas, por-que no es lo mismo, y el Sr . Giner de los Ríos loreconocerá así, una elección de Diputados á Cortesque una elección de concejales .

Se reQere principalmente el ruego que S. S. seha servido dirigirme á que el alcalde de aquelAyuntamiento no p9rsiga á los amigos de S . S . Des-de luego, yo garantizo á S. S. que ese alcalde nohará eso, porque como eso no se consiente en l2.sleyes, tengo la absoluta seguridad de que el gober-nador vigilará para que se curhplan y no consentiráque el alcalde emplea lo3 procedimíentos á queS. S. se ha referido .

El Sr . GINER DE LOS RIOS: Doy las gracias alSr . Ministro de la Gobernación .

El Sr. PRESIDENTE : El Sr . Morote tiene la pa-labra .

El Sr. MORaTE: Recordaréis que al principi ode la sesión había pedido la palabra antes que elSr. Sol y Ortega y en virtud de la conteetación queel Sr . Presidente del Conse;o nos habia dado al se•ñor Matos y d mí, y me extrañaba que el Sr . Presi-dentµ de la Cámara, en uso de su perfecto derecho,no me concediera 9ntonces la palabra, porque elSr. Conde de Romanones, con el Sr. Matos y conmi-go, es Diputado por Las Palmas. Nr creo que hayaningún interés superior, ni aun el de partido, al in-terés de la representación, sobre todo cuando se tra-ta de una representación de más allá de los mares,que puede alguna vez convertirse en peligrosa porlas iniquidades y los desaciertos de los Gobiernos .

Cuando pedí la palabra, lo hacía con el propósi-to de decir al Sr. Sol y Ortega, en nombre del señorMatos, que no necesita, sin embargo, que yo asumasu represent_ción, y en nombre propio, que no he-mos suscitado nosotros el problema, y es bien ex-traño que, dado el radicaliamo, de nombre ti de sus •tancia, del Sr. Sol y Ortega, sea él el que defiendael statu quo y seamos nosotros los que defendamosreformas autonómicas .

No es de ahora, Sr . Sol y Ortega, cuando estáplanteado el problema de Canarias. El problema deCanarias viene planteado . . . (El Sr. Presid-,onte agita lacampanilla .) deíGor Preeidente, voy á atenerme á larespuesta que necesito dar al Sr. Sol y Ortega, yacabo en seguida . Somos todos iguales en derecho,Sr. Presidente; todos somos Diputados de la Nación,y yo no me resigno á ser otra cosa .

Iba diciendo que no hemos sido nosotros los quehemos planteado la, cuestión : hen sido los de SantaCruz de Tenerife# que han enviado comisionados

aquí para que se derogue el decreto del Sr. Moret, ycomo el decreto del Sr . Moret es la legalidad, no es-tamos dispuestos á consentir que se derogue ese de-creto, sín poner de nuestra parte toda clase de enér-gicas protestas, porque, como he dicho antes, piramí lo primero es la representación de Las Palmas,y después lo demás. -

El Sr. 8OL Y ORTEGA: Pido la palabra .El Sr . PRESIDENTE : Comprenderá el Sr . Sol y

Ortega que este debate es completamente irregular.El Sr . SOL Y ORTE(;}A: Siquiera para contestar

brevemente á lo dicho por el Sr . Morote .El Sr . PRESIDENTE: Perdóneme el Sr. Sol y

Ortega. El Sr. Matos ha pedido la palabra antesque S. S .

El Sr Matos tiene la palabra .El Sr . MATOS: Señores Diputados, tres extre-

mos comprendía la pregunta que dirigí al Sr . Pre-sidente del Consejo de Ministros . De estos ha con -testado á des, y ha dejado uno incontestado .

Primer extremo. He preguntado al Sr . Presi-dente del Constjo de Ministros si pensaba traer á laCámara el problema de Canarias . Su señoría ha con-testa,lo afirmativamente .

He pedido al Sr. Presidente del Cons-jo de Mi-nistros que revoque una Real orden que suspendíaotra que crea una Jefatura de Obras públicas dobleen Canarias, y ha contestado S. S. que nada piensahacer en esta cuestión mientras no venga íntegraá la Cámara la cuestión de Canarias .

Y tercer extremo. He solicitado de S. S. la apli-cación del Real decreto que establece la residenciaalternativa, y cocro contestación á esta petición mía,no puedo darme por satisfecho con que el Sr. Pre-sidente del Consejo de Ministros diga que no piensahacer nada, por entender modestamente que no sólono puede hacAr nada, sino que es hacer mucho dejarde cumplir preceptos que no han sido derogadoo,que viven y que están en la Qaceta:

El Sr. SOL Y ORTECIA : Pido la palabra .Él Sr . PRESIDENTE: La tiene S . S .El Sr. SOL Y ORTEGA : He pedido la palabra

sencillamente para decir ál Sr . Morote que no en-tiendo lo que ha dicho dirigiéndose á mi persona.

¿De qué se trata? Se trata de que en las islas Ca-narias había un régimen alterado por el decreto áque se ha referido S . 8. (S! Sr. Morote, D. Luis: Se-gún el régimen de que se hable), alterado por eldecreto á que se ha referido S. S. (Riaat .-St Sr. Mo-rote, D. Luis: Inconvanientes de no haberme dejadohablar antes), cuyo decreto debía ser un precedentepara la división del Archipiélago en dos provincias .Esto motivó las cuestiones planteadas eu Las Palmasy en Tenerife, y para evitar que esta cuestión seencrespe,, as por lo que hemos pedido que por el mo-mento conviene el atatu quo anterior al decreto yque se traiga la cuestión al Parlamento, que aquí seexamine y se analice y se resuelva en justicia .

¿Qué tiene que ver esto con los radicalismosmíos á que ha aludido el Sr . Morotef Esos radica-lismos, Sr. Morote, tienen una ventaja sobre los deS. S. y es que son permanentes, que no cambian .

Y no tengo más que decir .El Sr . MOROTE (D. Luisi : Pido la palabra.El Sr. PSESIDH1vTE: ¿Supongo que S . S. se

hará cargo de las condiciones en que va A haoeruso dela palabra?

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NUMEBO 19 433

Tiene S. S. la palabra.El Sr. MOBOTE (D. Luis) : No me resigno á no

decir algo y voy á cantestar al Sr. Sol- y Ortega loque me importa establecer bien claramente .

El decreto de 15 de Noviembre de 1909, obra delSr. Moret, es reproducción, si no estoy mal informa-do, de algo que él propuso el año 1896 acerca do lareforma de las islas Canarias (Sl Sr. Sol y Ortega :¡Pues no ha llovido poco desde entonces á acá!) Tantoha llovido que hay por medio varios proyectos derégimen local y todos encaminados en sentido auto-nómico, entre otros el de 7 de Junio de 1907, del se-ñor Maura, y en las enmiendas aprobadas por el Con-greso estableciendo este principio de la división . (J*Sr. Sol y Ortsqa : Que no fué aprobada por el Senado.)Pero el Sr . Sol y Ortega debe saber que ha estado elarchipiélago canario dividido civilmente, como loestá, en otros órdenes, dos veces en el siglo XIX(91 Sr. Sol y Ortega : Pero tuvieron que dejarlo sinefecto) en el año 1852 y en el año 1858, y que hubouna cosa bastante honda y grave en la política es-pañola que ee llama la República de 1873 (El Sr. Soly Ortega: Y otra que se llama León y Castillo.-Ri-iaa► , y en la constitución de aquella República de1873 hay una enmienda suscrita por los Bres. Esté-vanez, Marqués de la Florida, León y Castillo, Eu-femiano Jurado y otros Diputados de' Santa Cruz deTenerife y de Las Palmas, por la que ; se establecíaque habría dos capitales : una en Santa Cruz de Te-nerife y otra en Las Palmas, y que la Dieta-porquehabría dos Estados-la Dieta federal estaría unasveces en Santa Cruz y otras en Las Palmas . ¿Es esouna novedad? El Sr. Sol y Ortega no está enteradode lo que sucedió en 1873 . (Bi Sr. Sol y Ortega: Mu-chas gracias por el curso de Historia.) liabrá más,Sr.. Sol y Ortega, cuando S . S. quiera.

ORDEN DEL DIA

Se leyó, y sin discusión fué aprobado, anun-ciándose que pasarla á la Comisión de corrección deestilo y se sometería á la aprobación deflnitiva delCongreso, el dictamen sobre el proyecto de ley con-cediendo un, crédito de 340 .725,75 pesetas al pre-supuesto vigente de la sección 9 .', «Obligacionesde los Departamentos ministerialesa, para satisfa-cer los gastos que ocasione la confección y suminis-tro de títulos de la deuda perpetua al 4 por 100 in-terior. Naae el Apéndice único al Diario núm . i8.)

Con teitacibn al di:curro deia Corona.

Continuando el debate pendiente sobre el dicta-men de la Comisión, dij o

El Sr. PHEBIDENTR : El Sr. Iglesias (D. Pablo)tiene la palabra para alusiones personales . .

El Sr. 7t1FL23IAS (D. Pablo) : Señores Diputados,me levanto á hablar en condiciones desventajosas,por tres razones: primera, tanto por la altura en quehemos colocado el debate, como por los oradoresque han tomado parte en él ; segunda, por encon-

tercera, por mis pocas condiciones, no ya para en-tablar un debate como el que se viene mantenien-do, sino para poder siquiera ir al paso de los demás .

Antes de entrar en materia, permitidme que de-termine aquí mi situación, como lo hice la primeravez que tuve el honor de dirigiros la palabra . For-mo parte del grupo de conjunción republicano-so-cialista, y á la vez represento al partido sócialista .En este momento hablaré en nombre del partido so-cialista . Posible es que en algunas cosas, acaso enla mayoría, esté de acuerdo con mis compañeros deconjunción ; pero habrá veces en que no lo esté, yme conviene desde luego hacer esta manifestación .Y al hacer esta manifestación para sucesivos deba-tes, para aquellos que no conozcan mi personalidad,debo indicar algo .

Represento, como todos sabéis, puede decirseque á una clase, y si no á una clase, á la parte másconsciente y avanzada . La causa es muy grande; elrepresentante es muy pequeño . Yo soy un productodel taller, y como tal producto del taller habré deconducirme aquí; no tengo conocimientos especiá-les, no tengo apenas instrucción, pero sí conozco losuficiente, por ciencia propia, para los debates queaquí puedan plantearse; sé lo que son los asilop, sélo que es la cárcel, sé lo que esa la autoridad guber-nativa, sé lo que es la autoridad judicial, sé lo queson casi todos los organismos que funcionan en lavida del Estado. Esto lo sé por ciencia propia ; peroaun sabiendo esto, no os habrá de extrañar mi faltade coudiciones para que yo pueda estar en armoníacon el debate.

' P,tra aquellos qne no hayan estudiado bien estascuestiones, aunque muchos lo sabrán, diré qué elpartido que yo aquí represento aspira á concluir.con los antagunismos sociales, á establecer la soli-daridad humana, y esta aspiración lleva consigo lasupresión de la magistratura, la supresión de laiglesia, la supresión del ejército y la supresión deotras instituciones necesarias para este régimen deinsolidaridad y antagonismo. El partido que ti -neesta aspiración no es un partido utópico, no vivefuera de la realidad ; aspira á proceder por etapas, árealizar reformaQ, á obtener ventajas que le permi-tan llegar á su ideal . No cree el partido que repre-sento que de aquí puede salir nada de eso. Por esto,en desacuerdo con algo que manifestaba el Sr . Pre-sidente de la Cámara el día que pronunció su dis-curso dando grr.cias por su elevación al puesto queocupa, el partido socialista cree que al venir aquípuede stirle útil este cuerpo de carácter eminente-mente burgués, donde está representada principal-mente la clase que puede, la clase que tiene, dondeno está representada apenas la clase que se llamaproletaria . Viene á buscar aquí lo que de uti!idadpuede hallar, pero la totalidad de su ideal no estáaquí; la totalidad entiende que ha de obtenerse deotro modo . Es dpcir, que este partido no ha cambia•do de opinión re .-pecto á este particular ; estará enla legüidad mientras la legalisad le permita adqui-rir lo que necesita ; fuera de la legalidad, como hanestado todos los partidos, cuando ella no ie permitarealizar sus áspiraciones .

Conviene que fije b:en esta cuestión y tambiénque determino algo más . Ilay, no me lo negaréis,muchos convencionalismos, y será imposible que yo

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puedo considerar en esta Cámara más que la repre-sentación del país de derecho, de hecho no, porquevosobros mismos, al discutir las actas, al tratar delos poderes de cada cual, habéis determinado cómohan venido muchos, cómo han venido otros . Unoshan venido-esto no se puede negar, y si se niega seniega la verdad-por el dinero, otros por la infiuen-cia oficial . Es más; ni representáis muchos, no dirétodos, legítimamente los intereses de vuestros distri-tos . Por consiguiente, cuando yo discuta algunas cues-tiones, no puedo mirar las cosas más que con arregloá esta realidad, y lo que no obtenga el partido socia-lista respecto á lo que de aquí puede esperar, no lopuede esperar tampoco de vuestro espíritu de justi-cía, porque sobre ese espíritu de justicia están losintereses de la clase que representáis, que aspira ála fuerza ó busca la influencia que esa fuerza hagasentir aquí . Y al hablar de esta fuerza, creo que mehabréis entendido bien, porque la fuerza se mani-flesta de muchos modos, y yo no bab!o de la violen-cia, hablo de la fuerza que esta organización puedatener.

Explico esto para que se comprenda perfecta-mente cómo entiende el partido socialista el Parla—mento y lo que puede esperar de él, encontrandohoy, no en éste, sino en todos loa Parlamentos, peroen éste principaln:entepor rr:otivos que conocéis me-jor que yo, una porción de defectos que le convienecorregir, para que el escepticismo que haya fuerano sea tan grande y no podáis recibir un día, cuan-do esa fuerza os falto, alguna sorpresa.

Dicho esto paso A ocuparme de algo, porque creoque no tendré alientos para más, relacionado *conlos asuntos aquí tratados. Mi amigo el Sr . Salillasse ocupó de lo relativa á Barcelona, y yo he de da-cir algo sobre esto; poco será, serán acaso aclaracio-nes, porque no tendré, como digo, fuerza para más ;pero, en fin, algo.

Se ha tratado de la cuestión de la huplga gene-ral. En Junio, si no recuerdo mal, se produjo lacuestión; es decir, se produjo como consecuencia dela cuestión de la guerra .

El partido socialista español, que es una ramadel partido so;•ialista internacional, cumpliendo consu deber, cumpliendo con sus deberes intPrnaciona-les, apenas se presentó esta cuestión, hizo campañacontra la guerra . Se hablaba de que aquello no eramás que un incidente, de que todo quedaba reduci-do á castigar á unos moros que habían asesinado átres 6 cuatro españoles, pero que no era más queesto; y por poco que nosotros conozcamos estascuestiones, veíamos que bahía algo más . Se habla•ba de Tratados secretos, se hablaba del Acta de Al-geciras, se hablaba de nuestra política colonial, denuestro porvenir en Africa, y claro está que te-niendo en euenta todo esto, por poco que nosotrossupiésemos, habíamos de ver claras las cosas ; queallí estaban comprometidos intereses de la Nación .

Para nosotros no hay gu3rra legítima ; si acasohay una, la defensa de la independencia, porque lomismo que el individuo de8ende su dignidad y suindependencia, los pueblos deben defender la suya ;pero ir á la conquista, váyase astutamente 6 váyasepor la fuerza, nosotros no l.o admitimos, porque siadmiiiéramoe eso, entonces tendríamos que bajarla cabeza cuando alguien más poderosó que nos-

tiendo de este princiaio, aparte de que el Rif, apar-te de que los moros que en ciertás cósas son supe-riores á nosotros, púeda ser un país inferior, nos-otros no vemos ni motivo ni derecho para ir á con-quistar el Rif, y desde este punto de vista nos opu-simos á la guerra, por estas razones que acabu deexponer .

Y teníamos que oponernos además porque, aunadmitidos vuestros principios, los que acepta por lomenos la masoría de esta Cámara, de que la políticacolonial está muy bien cuando uno es superior alque va á conquistar, para procurar arrancarle me-dios para enriquecer á su país, atendiendo á esteériterio tampoco resultaba la necesidad de ir á laguerra, porque yo he de preguntar : si el país, no yalas clases proletarias, no ya el partido socialista,sino la España entera, no había clamado por estaguerra, ¿quién era, cuando el Gobierno que presidióel Sr . Maura llevó al país á esa desdichada empresa,quién era él que clamaba por eso ?

Acaso se me diga que había unas leyes, unosTratados, unos compromisos. Pero, ¿coámpromisos porencima de lo que el país reclama? ¿Compromisos porencima de los intereses de aqnPllos á quienes se re-presenta desde el Poder? Si habí :t esos compromisos,lo que había que procurar era romperlos ; pero ircontra el interés nacional, no .

¿A quién ha _'avorecido la campaña $el Rif, queno la querían los trabajadores, que no la querían lasclases medias, que no la querían ni aun todos loscapitalistas? Porque podrían quererla algunos deellos ; pero, ¿por eso se iba á realizar esa empresa?¿Por eso se iba á realizar la campaña que ha tenidodespués las consecuencias que sabéis, porque no hásido una sola? Cuando nosotros combatimos la gue-rra en los mee iings; cuando nosotros, viviendo en lalegalidai, mo-strábarnos como sabíamos y podíamoslas consecuenmas de esta empresa, en realidad to-mamos en nuestras n,anos el interés nacional, no yael interés de los socialistas, no el interés del prole-tariado, tomamos el interés de casi todos los espa-ñoles. Lo que ccurriófué una cosa, que aunque seainmedestia nos honra, y fué que mientras los traba-jadores tuvieron en este particular arrestos, no lostuvo la clase media, no lós tuvieron los otro .3 ele-mentos á quienes en sus Intereses dañaba aquellaempresa, y la clase obrera puso en este asunto todolo que pudo poner, hizo campaña legal en meetingr,pretendió llevar á cabo manifestaciones, no se ladejó, insistimos, y se anunciaron aquí conferenciaspara volver á tratar el mismo tema; se nos impidiócelebrarlas; no se nos dejó seguir haciendo propagan-da dentro de la ley ; y cuando esto vimos, recurri-rros al medio para nosotros casi supremo: la huelga .Con la huelga general buscábamos nosotros una ma-nifestacíón tan potente, taú clara, que después deella no se pudiera decir que éramos sólo unos pocoslos que protestábamos contra la guerra, porque estono se podría decir cuando hiciéramos una manifes=tación qtie entrara por los ojos de todos.

Yo no niego ¿cómo he de negarlo? que este pro`-cedimiento envuelve ciertos peligros para los ele-mentos que lo emplean; pero, ¿qué derecho en suejercicio no puede tener algún inconveniente ó al-gún peligro? Lo cierto es que nosotros nos propusi-mos hacer esto con todas las consecuencias que ellopodiera luner. eorque hay utta cosai señoresi se ha-

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bla aquí de falta de carácter, se habla aquí da co -bardías, y es verdad ; es verdad que éxisto cobardíaen nuestro país ; pero existe cobardía en los elemen•tos que no debieran tenerla, en los elementos quepasan por más instruídos, en los elementos en quie-nes menos puede hacer efecto la autoridad, y encambio han tenido valor aquellos qúe en casi todossus actos se juegan los medios da vida, aquellos queen antos de e3ta naturaleza tienen que contar con la .prisión, y no sólo con la prisión, sino con todo aque-llo que ha realizado el partido cnn3erva+ior en el úl-timo verano, con aRuellaq crueldades tan tremendas .(Aplausos en la izquierda. )

Y es que cuando se tiene noción del deber hayque proceder así . Por eato tengo que decir una cosa„y lo enlazo con lo que vengo diciendo, porque en el .Mensaje se habla, y por eso ha sido oportunísima lapregunta del Sr. Soriano al Sr. Presidente del Con-.sejo de Ministros, en el Mensaje se habla de los gas••tos de la guerra, que es uno de los bene8cios quenos ha traído la gu^rra de Melilla, se habla de esos30 millones que van á ir á Guerra, para poner aliejército en condiciones de luchar ; y yo anunciodesde aquí, y no lo tome el (}obierno ni lo tome laCámara á.desplante, tómelo á cumplimiento del de-ber, yo anuncio que si eso se reproduce, la claseobrera volverá á hAcer lo rnisnio que hizo, y si haypersecuciones y encarcelamientos y fusilamientos,los sufrirá, porque es así como ee cumplen los de-beres . (Aplaaaoi en la izquierda .) Se piden pruebasde civismo; pues hay que darlas, jugá.ndoae todo loqiie sea preciso .

En aquella ocasión recurrimos nosotros á esemedio de la huelga, y, en . efecto, ya el vértigo quehabía empezado á apoderarse de las cabezai de nues•tros gobernantes pasó á mayores ; en cuanto seanunció la huelga general vino la racha de la per-secución, el estado de sitio, los aprisionamientos:en Madrid se metió en la cárcel en aquellos días ámás de 200 individuos; el lunes 2 de Agosto, dla'que estaba indicado para el paro, las Delegacione3estnban llenas de dete-)ijos . Del trato no hay quehablar; yo no puedo quejarme; el que á mí se medió fué trato privilegiado; se me llevó en coche ála cárcel ; á otros compañeros no se les maltrató,pero á otros que no sabía el delegado quiénes eran,nada más que porque se había dicho que eran ene-migos de la guerra, se les llevó esposados, maniata•-dos codo con codo, para que no se escapasen, hombresque no habían pensadó en escaparso, hombres queestaban dispuestos á dar la cara . Considerxciones,las que suele haber en estos casos por los agentesde la autoridad, que están muy mal educados porlas autoridades superiores . Aquí, en Madrid, aun-que no se extremó tanto como en otras partes,la nota del rigor se empleó .

Un compañero mío, ex concejal, vocal del Insti-tuto, estaba enfermo, y- enfermo se le lleva á la car-cel, y allí estuvo entro la vida y la muerte . No osextrañéis, pues, que cuando llegan hechos persona-les de esta naturaleza, cuando esas injusticias sepresentan, cuando esas injusticias menudean, hayahombres que se encaren con quienes representanesas injusticias y vayan contra ellas ; no os extra-ñéis de eso. lA un hombre que se encontraba entan penosa situación, que no había hecho nada, lle-

eaageración . Los que allí estábamos sentimos penafrabia, dolor al ver el estado de aquel compañero.

Creo que estas detEnciones no se realizaron sóloen Madrid, fueron generales ; se hicieron en pob13•ciones donde ni siquiera hubo paro. El caso eraprender á todo el mundo, que se apoderara el te-rror de las gentes, y, claro está, esta huelga t:eldia'2 fué decapitada prir las autoridades en todaspartes donde se pretendió realizarla, habiendo co-gido- aquí á todos !os individuos más si ;niflcadosdel partido, habiendo hecho lo mismo en Bilbao,habiendo cogido en las demás localidades tambiéná esos individuos y habiéndose hecho además otracosa, habiéndose encargado desde Gobernación quese sembr,ira el terror, diciendo que se iban á hacertales y cuales cosas ; y es natural que, cuando estoocurría, el movimiento quedaáe decapitado .

Procedimientos de terror. Dispensadme que osmoleste. Voy á leer el bando que no se dejó que sepublicase en los periódicos de Madrid, pero que sefijó en las esquinas, qúe firmaba el Sr . Marqués delVadillo, para que se vea el procedimiento que seempleó, y para ji.istiflcar después la actitud del par-tido socialista, de la clase trabajadora respecto alpartido conservador, y, sobre todo, al Sr . Maura,jefe del mis-no-

Ese bando se publicó después de estar en la cár•cel casi todos los presidentes de Juntas directivas,los que lo habían sido y una porción d : individuosmás, porque se dieron palos de cie;o, pues se em-pleaba el si ;u?ente procedimiento: se llegaba á lacasa de un individuo á quien se quería prender ysi se encontraban de visita dos ó tres personas, todosiban á lá cárcel .

Dice así el bando :al3ago saber: Que teniendo noticias de que ele-

mentos perturbadores hacen propaganda para queen el día de mañana, 2 del corriente, se declaren enhuelga general los obreros de Madrid, y siendo talesactos contrarios á la ley y gravemente psligrosospara el orden público, me hallo dispuesto á proce-der con gran energíá y resolución contra l03 que tanantipatrióticamente vienen lab)raad~ y contra losque les secunden ;'que el ejemplo de lo o^urrido enalguna otra región española deminda severí3imocastigo para quienes no rétroceden ante los m?ilesque producen á España esos criminales atentados ásu honor, á su tranquilidad y á su progreso, A

¡Buenos defensorew de la tranquilidad de Españalos qué desataron las tempestades, los que desataronlos furores, los que habían hecho sufrir grandes sa-criflcios á lo9 humildes y á los que no eran humil-des; los que en realidad, después de lo que ha pa-sado el año último, moralmente están condenados áno volver jamás al Poder l

.En su virtud, prevango á los vecinos dAMadrid :

t .° Serán detenidos inmediatarnente quienes ha=gan pública propaganda de la huelga general, ejerpzan coacción sobre los obreros qud quieran trabajará abandonen aquellos trabajos, qu° según las leyesvióent3s exigen prevenciones y plazos de notitica-ción que no se hayan cumplido .

2° Queda prohibido Yormar grupos en la víapública, y se advierte que los agentes de la aut-)riidad y fuerzas que les auxilien tienen órdenes ter-

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los grupos se disuelvan, de hacer inmediatamenteuso de las armas .

3° Serán tratados como sediciosos los que agre-diesen á las personas 6 causaren destrozos en la víapública, en el. alumbrado y en los edificios particu-larea, y la fuerza pública procederá inmediatarr :enteá hacer uso de las armas contra los que realizarencualquiera de dichos actos .

4 .° Los establecimi.entos que, sin obedecer á fuer-za mayor, cerraran las puertas para sumarse á laprotesta ilícita que se intenta, serán anotados y losagentes de la autoridad darán cuenta para adoptarcontra los dueños de dichos establecimientos lasmedidas procedentes. »

Snpongo que entonces se haría un artículo quecastigase esto, porque hasta entonces no ezistla, niahora tampoco. Y termina el art . 4.' diciendo :

tDeseo que los vecinos de Madrid queden bienadvertidos de que en circunstancias com-i las actua-les las autoridades, que han de velar por la tranqui-lídad pública, no pueden vacilar un instante, y es-pero de que, haciéndosi cargo de que estoy obligadoá proceder con energía excepcional, me secundarán,absteniéndose de realizar actos que en el orden legalson punibles y ante la conciencia nacional verdade-ros crímenes contra la Patria, é imponiéndose tam-bién, como bsenoá ciudadanos, á todos aquellos queen esta villa y Carte de Madrid . pretenden hacer unensayo de proced mientos anárquicos hondamenteperturbadores del orden social .

Madrid í .° de Agosto de 1910 .=El gobernador,Marqués del Vadillo »

Este bando no se permitió publicarlo á los pe-riódicos, porque entoncea no se permitía publicar nilos nombres de los presos ; supongo que sería paraque las gentes no se escandalizaran, y si era así, lamedida resultaba muy natural .

Yo recuerdo que en la cárcel, la víspera de lahuelga general, el í .', se me anunció que el Sr. Soly Ortega hab :a sido fusilado en Barcelona, que ha-bía sido fusilado también mi amigo D. EmilianoIglesias, y que yo, en cuanto pasase en Madrid no séqué cosa, ibz á ser fusilado también, y la personaque me lo contaba, que no era un cualquiera, medecía : «Créalo usted.» A mí me parecía absurdo, meparecía mentira, y lo juzgué como en realidad debíajuzgarlo .

Había necesidad de sembrar el pánico entre lagente, aterrarizarla para que no ocurriera nada,para que no hiciera nada, y eso que en lo referenteá Bircelona después se recargó bien la mano, por-que se llegó á hablar de separatistas ; en las prime-ras noticias que llegaron aquí se hablaba de críme-nes y de cosas que después se ha sabido que no hanocurrido . Estas fueron las medidas de gobierno quetomó el partido conservador.

Es, pues, un hecho que, inmediatamente quenosotros pensamos declarar la huelga general, lasautoridades prendieron á todos aquellos obreros quecreyeron que podían tener alguna influencia sobresus compañeros; tanto en Madrid como en otros si-tios se realizaron actos de la naturaleza de los queacabo de mencionar .

De Barcelona nos escribieron á nosotros dicién-donos que pensaban que en Madrid se celebrase unCongreso para acordar la huelga general, á cuyóCongreso

pués, y conste que esto se hizo (porque iré buscandola relación para la cuestión Ferrer), se hizo por unperiódico socialista de Barcelona, se anunció comoacuerdo del Comité de la Federación regional socia-lista, órgano de la Internacional, y después se pi lióque el Congreso se celebrase, y comprendiendo queera casi imposible, porque hacía poco tiempo, trató-se de veriíicarlo allí, y como se negó la celebraciónde actos contra la guerra, se irritaron aquAlos com-pañeros que tenían á au cargo la dirección de estemovimiento, y la huelga estalló ., Como á mí no me duelen prendas en este asunto,

he de tener, como suele ddcirse, las cartas sobre lamesa, y no tengo inconveniente en manifestar que,por la noticias que tuve entonces y que son fidedig-nas, los elementos que allí organizaron la huelgaeran elementos anarquistas, elementos sindicalistasy elementos socialistas .

Claro está que si en este movimiento los socia-listas tenían parte en lo que se refiere á la huelga,habían de tenerla los comités del partido . Esto yo lohe sabido después, éstos fueron los elementos• quediri;ieron la huelga, y cuando vini, por las razonesexpuestas aquí ayer por el Sr . Iglesias (D. Emilia-no), no por dificultades ni por hechos que allí seprodujeran, la irritación por las noticias de h~,elillay por la cuestión de los reservistas que llegó muyá lo vivo, y con gran razón, á las familias obreras, se

'produjo aquéllo, y no hubo preparación, y no podíahaberla porque aquéllo no se había preparado ; sequería solamente realizar la huelga, esperando vercómo respondían en otros puntos, en los cuales nose declaró la huelga por haberla anunciado preci-pitadamente y por lasmedidas del Gobierno, y claroestá que como allí no estaba nada preparado y cadauno andaba por su lado, no hubo dirección alguna.

Se habla-y tengo que irlo enlazando así-deldinero dado por Ferrer para el movimiento . ¿Cómoiba á ser esto así, si los organiz ;dores de esta huel-ga no pudieron mandar delegados más que á Cata-luña, y no á Zaragoza, á Valencia y á otros puntos ádonde pensaban mandarlos porque les faltó dinero?Aparte de que los socialistas no hemos tenido nuncarelaciones con Ferrer, no porque eso nos perjudica-ra, ni porque lo consideráramos cosa mala, sinoporque no las hemos tenido.

La huelga, cuando la guerra, la plantearon loselementos socialistas . Si hemos trabajado en ellahace mucho tiempo desde el último Congreso inter-nacional, y á mí me enviaron á una reunión á tra-tar de esto en París, y fuimos nosotros los iniciado-res, por deber, por obligación, y la huelga y sus de-rivados arrancan de ahí, ¿cómo había de llevar ladirección de Ferrer?

Pero vamos á examinar la situación de estos ele-mentos . Estos elementos sindicalistas, ácratas ysocialistas, y supongo que también los radicales,que son un partido muy numeroso entre los obre-ros, terminada la huelga tomaron parte en estoshechos violentos, llamémosles como son ; pero Fe-rrer no intervino en esto

Yo podría presentar cartas hablándome del asun-to Ferrer ; pero es más, uno de los interesados lo hadeclarado en París diciendo: yo he sido uno de esos .Suponían ellos que Ferrer estaba fuera .

Vino despuéi la quema de los conventos, y da

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obreras, para la culpabilidad de Ferrer y para unaporción de consecuencias qie en realidad no sepuede sacar. Los elementos radicales, anarquistas,socialistae, todos han predicado contra los conven-tos, y han t redicado con tanto más motivo, cuantoque allí la invasión clerical ha sido tremenda y hahecho mucho daño en el orden del trabajo . Yo nosé cómo políticos que tienen quienes puedan infor-ir:arles, no cEtán informados de ello ; uno de los mo-tivos de la quema de los conventos es la antiratía,no la antipatía, al odio que les tienen los trabajado-res p .r la cuestión del trabajo.

Y esto no s ilo lo piensan los demagogos y a.que-llos á quienes como á nosotros, se llama alboratad›res . 1\9P parece que no hace mucbos días el Circulode la Unión Mercantil, ó la Cámara de Comercio (nolo recuerdo bien porque mi memoria está muy dé-bil ) , ha reproducido un documento q uej4n tose do lacompetencia que á los elementos fabriles y comer-ciales hacen esos establecimientos. Y se quel 3n lasobreras á quienes (á oirlas á ellas y yo las creo) seles trata muy mal en esos establecimientos religio-sos, y en cambio se les hace trabajar mucho, y esetrabajo, compitiendo con el libre, hace daño á lostrabajadores llamados libres, aunque en realidad no1 9 son . Así es que ese odio á los in4títutos religiososera ya un factor digno de tenerde en cuenta .

Pero vamos á otro dato. Si no inspiraban, allíe?a antipatía, porque no quiero decir que para al-gunos elementos sea odio, los institutos religiosos,¿cómo se explica que siendo tan fuertes los elemen-tos de la Defensa social se viese con júbilo, con Ea-tisfacción la quema de los conventos? ¿Cómo esoselementos dejaron hacer eso? ¿Son esos tambiénclerófobos? ¿No había ahí un hecho digno de estu-dio para el Sr. Maura dePpués de, terminar el mo-vimiento? Si eran pocos los qÚe hacían esa quemade conventos, bdónde estaban los que aman tanto ála religión que no salieron inmediatamente á su de-fensa? (AprobactEn en la iaquierda .) ¿Dónde están, se-ñor D. Dalmacio Iglesias, esoselementos que, siendoun puíiado los que quemaban los conventos y sien-do ellos tantos y podErosos y ricos, dejaron hacerlo?(St Sr. Ig.'esia@, D Dalmaaio: Conflaban en que elGobierno los defondería .-Fuertes rumores) . Esa esvuestra religión, Dejáis que otros la deflendan, y¿así defendéis el orden y así contr:.bufs vosotros álapacificación del país? Quienes esto haceñ no tienenderecho á llamar hordas á los que se organizaronpara la protesta y de los cuales yo me declaro soli-dario. (Aplausos en la isquierda . )

Yo no creo que el Gobierno conservador pudie-ra considerar (esto sería una locura pretenderlo),que aquello estaba bien . Pero el Sr . Maura, que de-bía reconocer que la cuestión de la - guarra habíasido lachispa que rabía determinadoel movimiento,aunque no fuese más que una mfnima parte de loquecontribuía al descontento general, debió tener encuenta para el movimiento de represión otras con"-siderac,iones, entre 'ellas ésta que se lo ocurre á unoá pasar de su poca inteligencia: ¿cómo unos cuan-tos pobres han podido quemar conventos, y tos ca-pitalistas, los poderosos, esa Defensa social, contantos elementos (ya veremos lue;o los que tiene)no ha hecho nada para impedirlo?

Esto debía haber demostrado al Sr . Maura quela gran masa de la población de Barcelona, por unos

6 por otros motivos, estaba c .,nforme con lo hecho.Era una lección para S. S. que debió hacerle pensaren la ne?esidad, si no de extinguir esas causas dedeicontPnto-porque ya sé que eso no podía preten-derlo S . S., desde el punto de vista que sostiene-,por lo menos disminuir ese peligro que existe paranuestro país y procurar darle solución . Ahí debiahaber apreudi,lo S . S ; pero, lejos de aprender de loshechos, no derivó de ellos más que odio tremendo, yel Gobierno no tuvo más idea que castigar, no ya álos que creyera culpables, sino á los que les señaia-ban los chacales de la Defensa social . (Rumoret en lasminuy tas tradiciortaiista y conservadora .-Aprobacidnen la izquierda .) Es verdad ; habéis hecho eso, y voyahora á demostrarlo. Yo afirmo, y ya puede leer donDalmacio Iglesias todos los datos que quiera, quecomparando tudo3 los crímenes cometidos en esemovimiento, no son tantos como los habidos enotros puramente burgueses anteriores.

bCómo hombres que por espacio de unos díasfueron dueños de la población, no pensaron en ven-garse de las grandes injustici3s cometidas por aque-llos plutócratas, que en el orden de la explotaciónno diré que sean los primeros, porque les ganan losvizcainos? Esos hombres, más que rencor, dieronpruebas de tolerancia . ¿Cómo esos hombres, repito,dueño9 de Barcelona, no pensaron en los directoresde esa Defensa social para cazarles, para hacer loque ellos han hecho después, no con su valor, sinocon los medios que les ha prestado el Gobiereo?

Pues esos hombrets que procedieron asf, cuyoodio á los conventos fué inspirado en lo que acabode deciros, y cuyo respeto á los que estaban dentroQuedó patentizado-porque ann cuando se registrealgún hecho violento es disculpable en casos tales,ya que no hay quien pueda pedir que marche todopor camino tan llano como una tabla- ; esos 3om-bres, antes de quemar los conventos, decían á los queestaban dentro : «Retírense ustedes, que vamos á ha-cer esto.» Hubo entonces un respeto á la personali-dad que no habéis tenido vosotros despúés ; porqueos habéis convertido en hienas, pidiendo sangre,pidiendo castigo, pidiendo persecución, no ya sólopara los p.ombres que habían intervenido en esemovimiento, sino también para los que no habíantenido participación ninguna en él. (ñfuy bien, muybien, en la mi,:oria republicana )

Ese movimiento, señores, fué generoso, y no di-gáis que le faltó dirección, porque si hubiera tenidodirección, la cosa hubiera sido otra ; y no os hablode ven;anza, os hablo de aciertos, de garantías quese hubieran podido tomar para evitar lo que su-cedió después.

. Da mansra que estos sucesos de Julio fueronprovocados por la húelga general qua, á su vez, fuéprovocada por la cuestión de la guerra, y los auto-res de todo ello estaban en el Poder . Lo digo aquícomo lo he dicho en el meeting, porque no tengo doslenguajes; los autores de todo eso fueron los gober-nantes . Dcsaparezca el asunto del Rif, desaparezcala cuestión de la guerra y nada habría ocurrido enBarcelona, á pesar de que no faltan allí, como enotras puntos, motivos para que los trabajadores sealboroten .. Y dicho esto, vamos á otra cosa . ¿Cómo ha in-

tervenido en este asunto Ferrer? Yo, para cerciorar-me, para tratar de ver si había algo, aparte los datos

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que yo tenía y mi profundo convencimiento sobrequién°s habían intervenido, he leído todo lo que loscontrarios han escrito sobre ese particular . Y ¿dón-de está la pru: ba de que Ferrer fué el jefe del mo-vimiento, dirigió aquello? En ninguna parte . No re-sulta todo ello más que de una versión tremenda,fundada en una idea eminentemente equivocada .

Ferrer, mal 6 bien, como vosotros queráis, re-presentaba una - idea que allí, para cierta gente, eraodiosa, que no le convenía y por eso hacia todo loque podía pai•a extinguirla, y de ahí las persecucio-nes que ha habido, que han silo muchas ; no hansido sólo los prPSos á quienes ayer se reflri6 Emi-liana lglesias . Emiliano . Iglesias se ha referido áBarcelona ; pero en Mataró, Sabadell, Tarrasa y Si l -ges, donde nada sucedió, ha habido hombres que hanestado expuestos, de continuar Maura, á morir. Enmuchos pun ►os_esos señores soltaban el veneno paracomplicar á muchos obreros con los que habían , t.e•-nido cuestiones antes, pero que no habían interveni-do en nada en los sucesos, como pasó en Sitges y enotros pnnto~ (cuyos denunciadores han s Vo descu-bisrtos), doxaáe el día `If;, después de una huelña pa-cífica, volni.er^n al trabajo .

En esos sitios se les persiguió después y se lestrató de una reaanera inhumana ; porque ciertos se-=ñores no' lx:cíhn más que acosar á las autoridadescon ens palabras y a)n sus denuncias, á las que sedaba un valor extraordinario .

Yo sé de hechos ocurridos en Bareplona que con-firman lo dicho ayer por Emiliano Iglesias, respec -to á que conido un individuo, sus amigos se diri-gieron (varios individuos) al gobernador, creo queera el Sr. Crespo Azorín, diciéndole que era in r,en-te, que no había intervenido en nada, •y se les con-testó : Bueno, diríjanse ustedes á D . Fulano, que esde la Defensa social, y en cuanto é l lo diga serápuesto en libertad . (El Sr . Cre+po Asorin: Eso es in-exacto.-El Sr. Soriano: Ciertísimo.-=El Sr. Iytuiai,D. Daimacio : ¿Cómo se llamaba4 )

DisFénserre D . Dalmacio lglesias, en este mo-mento no lo recuerdo, porque es imposible que ten-ga aquí una porción do detalles . (El Sr. Iglaiáaa, donDalmacio: Cuando se viene á hacer una acusaciónse trae la prueba.-Rumores en ia minoria republi-cana . )

Cuando hablaba S. S. ayer, leía una cosa que noera de Ferrer, y no siendo de Ferrer, S. S. tenía elatrevimiento de leerlo como si fuese de él . Yo nopuedo venir aquf, ni creo que es necesario, con to-dos los datos de cuanto existe . Lo que yo digo es quese me comunicó por un amigo de toda mi confianzade Barcelona, dándome cuenta de ello, así como mehan escrito otras personas de Mataró y-de otras par-tes que no son socialistas. Además, yo no quieroque se me crea por los datos que pudiera traer, sinopor mis palabras, porque si no fuera verdad, no lodiría, me cortaría antes la lengua .

Yo repito que allí se realiió una persecución bár-bara, una persecución que hacía de nuestro país algopeor que Africa; porque no había nadie seguro, puesbastaba que algunos señores tuvieran deseos de ven-ganza por cualquier motivo contra algún obrero,como pasó en Sitges, donde tantas cuestiones obrerassuelen ®uscitarse, para que el obrero fuese perse :-guido ,

Pues bien ; Cuae;do ha llegado hasta ese ettirestao

la influencia de la Defensa social, no es extraño queen la cuestión Ferrer haya echado el resto, que hayaocurrido lo que ha ocurrido y lo que tendrá que ocu•rrir, porque. lo de Ferrer no ha terminado; cada díaque pase se agravará más la cuestión, cada día au-mentará más vuestra responsabilidad, cada día quepase aparecerá con más razón, porque no en Europa,en el mundo entero, están al lado de los intereses delos obreros.

El Sr . Salillas nos recordaba el otro día las callesque ha visto en Alemania y Bélgica con sl nombrede Ferrer . No se trata sólo de calles, sino que sonmuchas las estatuas que se le hau levantado, y nodigáis que esas estatuas las levantan hombres exal-tados; porque, por de pronto, os he de decir que esemovimiento á favor de Ferrer, porque en Ferrer haencarnado ese movimiento, es el de todo el socia-lismo internacional, y á los que le constituyen noles podéis llamar apaches, porque con ellos está laintelectualidad del mundo .

Loraud, Diputado belga, no es socialista, es sim-plemente liberal, y, sin embargo, tomó °p arte en laprotesta. Tanto él como otros que se han ocupado delasunto, co han querido flarse de cualquier dato ; hanexaminado .documentos, se han informado, han pro-curado hacer lo que no se ha hecho aquí para lle-var á cabo lo que se proponían . Tan es así, que yopuedo citar un dato: hubo un periódico que acusóal Sr . Moret dé haber dicho que estaba bien el fusila-miento de Ferrer. Nosotros lo comentames y dimosla noticia en El Socialista, é inmediatamente de fue -ra se me escribió, preguntándome qué era lo que.sabía de eso y si era ó no verdad . Yo contesté loque sabía, que lo habla dicho un periódico y que elSr . Moret no lo había confirmado ni rectiflcado; enfin, lo que sabía ; pero este dato prueba el deseo deinformación y el afán de saber la verdad . ¿Creéisademás, vosutros, que todo el profesorado francésse iba á embarcar en una aventura cuando bastaleer el Froceso que oficialmente se ha publicado yen el cual no vienen todos los icformes, para quecomprendan que Ferrer fué fusilado por sns ideas?

Por eso se le ha condenado, y por eso el mundose ha escandalizado con razón ; porque en el siglo XXse ha fusiiado á un hombre como Ferrer por profe-sar ciertas ideas. (Muy bten, en la izquierda .) Y poreso á la prótesta debe asociarse toda la España quepiensa, y porque el pensamiento del m»ndo pesa enla vida de los pueblos, ha dado cuenta del poder delSr. Maura en la primera crisis, y es natural que asíhaya sucedido. 3Es que creéis vosotros que los pue-blos viven ya aislados, amuralládoe, y que no les in-teresa lo que ocurre en los demás? Pues en las cues-tiones de Turquía y de Armenia bien ha ínfluído elmundo, y bendita esa influencia cuando se trata dedefender la libertad y los derechos del hombre y deimpedir que existan ideas que debían haber desapa-recido ya de entre nosotros, y que no solamente handesaparecido, sino que realizan crímenes . Por esoyo, que he hablado en meetin;lx, que he discurridosobre este hecho, estoy convencido de que la muer-te de Ferrer era infame y de que la responsabilidades del Sr. Maura; porque aunque aquí se ba habladodel Sr . Cierva, el Sr. Cierva habrá hecho, habrá rea •lizado la parte efectiva, pero yo me encaro con elSr. Matrra, porqtae ha sido el direotor de esa políti-es# el hoMbre qt.Ae ha attlorizado ese y el que ha hea

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cho representar á España un triste papel . Todosnosotros, todos, estamos interesados en que se es-clarezca esto y desaparezca totalmente esa política,para que vea el mundo que si no teníamus brío paraterminar con aquella situación, por lo menos lo quenosotros podíamos, de todo corazón lo hemos hecho.(Aprobación en la izquierda .)

Señor Pre9idente, me encuentro fatigado y desea-ría descansar un momento .

El Sr. PRESIDENTE : Se suspende la sesión pordiez minutos. »

Eran las cinco y cuarenta minutos .

A las seis y veinticinco minutos, dij oEl Sr . PRESIDE7TTE: Continúa la sesión .Sigue en el upo de la palabra el S-. Iglesias.El Sr. IGLESIAS (D. Pablo) : De; ía anteriormen-

te que los actos d^1 Gobierno conserva3or y la re-presión verificada por sus agentes han suscitado laprotesta universal, y que á esa protesta debían aso-ciarse todos los que, vi.endo cuán justa era, amasenademás la libertad .

Y ahora, como resumen de esta parte y justifica-cióa de la condur,ta del partido socialista en un ac`orealizado pocos días antes (le caer del Poder el señorMaura, diré que este partido, al ver lo que habíaocurrido con la guerra del Rif. es decir, los dañospor ésta causados á la Nación, al ver la conductaobservada por aquel Gobierno con motivo de las ma-nifestaciones que realizó el proletariado contra esaguerra, al ver los atropellos realizados contra lasclases trabajadoras, en su organización y en sushombres más importantes (quiero decir los que mástrabajan, no que tengan más importancia personalque los otros), en vista de la represión cruelísima, yen vista del fusilamiento de un hnmbre por susideas, que fué el coronamiento de todo ello, el par-tido socialista tuvo que declarar, de acuerdo con lasresoluciones tomadas por él en otros tiempos, queestaba dispuesto á unirse con todos aquellos ele-mentos que quisieran defender la libertad, que qui-sieran trabajar por los intereses del país, y que des-de luego á esto se hallaba decidido el proletari-,doque se cobijaba bajo la bandera roja . De modo quelo que no habían podido hacer muchas excitacionesde uno y otra campo, lo que no habían pódido lograrelementos que hablaban de formar bloques parafundir la opinión de todos los demócratas, lo reali-zó, con perjuicio para las ins'ituciones que defendía,el Sr. Maura .

El Sr. Maura ha hecho posible la conjunción delas fuerzas socialistas con las fuerzas republicanas,no la con las fuerzas republicanas de la extremaizquierda, sino con las fuerzas republicanas guber-namentales, con todas . Y el compromiso adquiridopor esta conjunción cuando el Sr . Maura seguía enel mando, era derribarle del Poder, considerarle unpeligro para los intereses del país, para la libertad,para todo lo que aquí debemos defender. Y no so-lamente derribarlo, sino trabajar para impedir queS. S. pudiera volver á él . Y como entendíamos quepadía no bastar Psto y además había otras razones,como garantía de que R. 8. no vuelva al Poder, ya.que S. 8. entiende que no gd debo retirar de la po-Ifsr;icat viendo la Aitopatia, viendo la inclinación de1,

régimen hacia S. S., comprometernos para derribarese régimen . (Grandes murmullos y protestas en lamayorta y minorías monárquicas -Varios sertorer dela minorta tradicionalista pronuncian patabras queno se perciten. )

El Sr . PRESIDENTE: ¡Orden, orden, Sr. IglesiaslNo se puede discutir el ré;;imen .

El Sr. IGLESIAS: IIagan las prótestas que ha-gan, lo mantengo . (El Sr . Dtas Aguado: No ea contraS. S. contra quien protestamos, sino contra que loúnicn sagrado aquí sea la Dinnarquía . )

Tal ha sido la indigración producida por la po-lítica del Gobierno presidido por el Sr. Maura en loselementos proletarios, que nosotros, ae quien,-s sedice que no estimamos á nuest-a Nación, que noestimamos los intereses de nuestro país, amándolode veras, sitttiendo las desdichas de tud(.s, hemosllegad) al . eatremo de considerar que. antes queS. S. suba al Poder debemos Iles ar hastn el atenta-do personzl . (Grandes prnteitas en la mayorfa y en laminorfa conservadora -El Sr . Presidenre ayi :a enérgieam°nre la campanilla reclamando orden )

El Sr . PRESIDENTE: lOrden, orden, sr IglesiaslSu señoiia no puede ampararse en la inmi nidadparlan.entaria para cometer un delito. Por lo tanto,S. S . tiene que retirar esas palabras y darlas por nodichas . (Rumores en la U-quierda ) No puede corti-nuar S. S . mientras no rectifique esas palabras . ¡Nofaltaba másl (Se reproducen los rumores ) ¡Orden,orden, 8res . Diputados! Señor Iglesias, ruego á S . S .que oiga las indicaciones de la Presidencia .

El Sr . IGLESIAS (D . Pablo): Manifestaba antesque yo no quc,rí L venir con nada que significase . . .(Rumores que impiden oir al orador.) Recordaba esto,citaba esto para demostrar el estado do ánimo, nomío solamente, sino de las fuerzas que yo represen-to, y para que no se creyera que esto que había di-cho fuera del Parlamento no tenía la sinceridad dedecirlo aquí . (Nuevas protestas é interrupciones )

El Sr. PRESIDENTE: lOrden, orden, Sr . Igle-sias! Su señoría no puede decirlo aquí, tiene que rec-ti8carlo, porque esc+es la comisión de cn delito . Lo quehaya podido S. S . decir fuera de aqui no le competeá la Presidencia ; lo que le compete es lo que aquídiga .

El Sr. IGLESIAS (D. Pabloj : Lo he dicho por esarazón .

El Sr. PRESIDENTE: A mí no me importa larazón de haberlo dicho . Su señoría tiene que darlopor no dicho.

EL Sr. IGLESIAS (D. Pablo): Lo he dicho poresa razón . (Grandes protestss en todos los lados de laCámara, yxen -s en 1•)s bancos republicanos . )

EL Sr. PRESIDENTE : ►Orden, oroen, Sres . Di-putados! LSilenciol, porque si no, la Presidenciá nopuede imponer su autoridad. Señor Soriano, sién-tese S. S. A la rectificación inmediata, Sr . Iglesias.(Cl Sr. Lerronx: Pero, ¿qué formas son esas, Sr . Pre-sidente4-Aumenta el ruído y la confusión .) ¡Orden,orden! La Presidencia no puede cumplir su misiónsi no ayudan con su silencio los 8res . Diputados .(Grandes apiausos al Presidente en todos los lados de laCámara . )

Señor Iglesias, invito á S. S. por última vez áque retire esas palabras . (Denegaciones de ¡a i,squier-da.-FillrtM voces En ted6i la CArr.ara . )

lOrden! Los Sres . Diputados de la mayoría ayu-

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darán á la Presidencia guardando Silencio . (Muybien.-Aplausos . )

Señor Iglesias, S. S. tiene que retirar las pala-bras que ha pronunciado, é invito á S. ti . á hacerlopor última vez .

El Sr. IGI,ESIAS ( D. Pablo): ¿Por qué?El Sr. PRESIDENTE : Porque S . S . no ha debido

pronunciarlas.El Sr. IGLESIAS ( D. Pablo): Voy á explirarlas .

(Rumores. )El Sr. PRESIDENTE: Hay que retirarlas.El Sr. IGLESIAS ( D. Pablo) : ¿No puedo explicar-

as? Pues no las retiro. ( Aplausos en la mino ► !a repu •biicana . Enérgicas proteslas en la derecha y centro )

El 4r'. r . PRESIDENTE : Señor Iglesias, S. S. tienesuficiente dominio de la palabra para poder accederá esta petición, sin mengua ninguna de sus pressi-gios. Su señoría ha dicho una cosa que üo podía de-cir, y tengo la seguridad de que ahora estará pesa-roso de haberla dicho, porque aquí la inmunidadparlar: entaria no está hecha para venir á cometerdelitos, y lo que ha di ~ ho S. S. constituye nn de-lito . (Muy bien, muy bien . )

El Sr. IGLNSIAS (1) . Pablo): Su señoría ha ha-blado de retirarlas, y yo he hablado de explicarlas .(Rurn ores . )

El Sr . PEDREGAL : Que se lea el art. 148 delReglamento.

El Sr . PRESIDENTE: Se puede leer 3espuós quetermine el inc°dente . Ahora está en el•uso de la pa-labra el Sr . I;lesias . ( Prnteslas de l ,) s repu'_lieanos. )

El S r . PEDREGAL : Que se lea el art . 1 48 -delReglamento.

El 'r r PRESIDENTE : Se leerá .El Sr. SECREIARIO ( Arias de Miranda) : Dice

así:«Art . 148 . Si se pro9riere algun3 expresión mal-

sonante ú ofensiva á a'gún Uiputacfo, éste podrá re-clamar, luego qun concluya de hablar el que la pro-firió, y si é ste no satisface al Congreso ó al Diputa-do que se creyere ofendido, man ará el Presidenteque se escriba por un -secretario ; y si hubiere tiem-po, se delireraré sobre ella aquel n:isnio día, y si no,se dejará para otra sesión, acordando el Congreso loque estime conveniente á su propio decoro y á launión que debe reinar entre los Diputados . »

E? Sr. MARTIN SANCHEZ ; 1\o es eso ; es un de-lito que se ha cometido .

El Sr. PR ,2 SIDE rvTE: Tiene la palabra el señorPedregal . Lo que no veo es la aplicación de este ar-tícul o .

El Sr. PEDREGAL: Señores Diputados, á mi jui-cio no hay otro artículo en el Reglamento qua pue-da tener aplicación ; no creo que podamos hacer otracosa que seguir la tramitación que en é l se señala,porque no hay otro . ( El Sr . Armi>;án : Tampoco hahabido un caso igual á este . )

Yo he pedido la lectura de un artí ,~ ulo, creyen-do encauzar y salvar la situación parlamentaria .(Rumores ) Eipedito está el camino para cualquierotro Sr. Diputado que quiera cooperar á salir deesta situación, pidiendo la lectura de otro artículoque sea aplicable. (El Sr. Arrniñdn: No le hay ; nohay más que este .-Continúan los rumores )

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS(Canalejas) : Pido la palabra .' El' Sr: PREBIDENTE: La tiene S. B.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS(Canalejas) : Tengo, Sres . Diputados, para interveniren este incidente una obli-ación inexcusable, por-que corresprinde á la mayoría cuando surgen con-flictos entre las oposiciones marcar con eu pruden-cia, con su actitud severa, con su respeto al derechode t+sdos y al honor de todos, que aquí no somostestigos mudos de una contienda por el vil propó-sito de procurar aprovecharnos porque redundeen desprestigio de un partido que turna en la go-bernación del Estado, sino que somos para todos lospartidos y grupos parlamentarios una garantía delrespeto mutuo. (Aprobación. )

Hay que reconocer, y me dirijo singularmente,con la venia de la Presideucia, al digno jefe de laminoría republicana, que se está produciendo aquíayer y hoy una situación que e.s necesario que ahor-demos con serenidad de juicio, con recto propósito,animados por el misrr.o que inducía al Sr . Pedre-gal, reconozco su buena intención, á resolver esteconflicto .

Tenéis, Sres . Diputados de la minoría republi-cana, innegable darecho á censurar tan enérgica-mente como os parezca la conducta gubernamentaldel partido conservador; pero no tenéis derecho ádecir aquí, en presencia de una Cámara monárqui-ca, que vais á conspirar, si se resuelve la soluciónde una crisis en favor de un partido determinado,para derrocar el régimen; porque el régimen estáconsagrado por la Constitución (Grandes aplausos), ymucho menos ¡el Parlamento español jamás asistióá nada semojante! (Aplausos), á amenazar á nadiecon la comisión de un delito, de un delito casti ;a-do en el Código, de un atentado que repugna á laconciencia y al honor .

Eso no, Sr . Iglesias ; eso no, Sres . Diputados dela minoría republicana ; pensad bien en vuestrasresponsabilidades ; si aplaudís 6 si excusáis siquierala rensura de eso, sois cóml lices . . . (Aplauvos prolon-pados), y lo seríamos nosotros con nuestro silencio,y yo no puedo ni quiero serlo.

Consignada ya, con la ní .tural vehemencia queen un alma enamorada del bien ha de producir lainvocación al delito y en un representan0, del Po-der Reol la que produce la invocación revoluciona-ria contra el régimen, consignada queda nuestraprotesta. Ahora, momentos de calma y de serenidadpara pediros á todos que termine este conflicto, quehagamos posibles las serenas deliberaciones de laCámara .

¿Qué queréis? ¿Queréis colocar á la PreQidénci aen el caso extremo de apelar á recursos que no es-tán definidos en el Reglamento, prineipalmente porculpa mía? bQueréis producir . aquí un estado deperturbación, cuando se están discutiendo tantosasuntos que tocan al bien del país (cuanto mayorsea vuestro convencimiento más debéis querer queencarnen en la opinión), y queréis colocar á la Pre-sidencia en trance extremo? Vuestra será la respon-sabilidad, nero nosotros al lado del Presidente esta-remos . (Fuertes aplausos. )

Pero no queréis eso, seguramente . Ei Sr. Igle-sias dice que fuera de aquí ha vertido ciertos con-ceptos; yo quiero que me oigáis con atención .

Esas palabras del Sr. Iglesias son muy graves,porque son .un estímulo á los Gobiernos para quecuiden •muCho de escuchar y . reprin°ir las palabras

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NÚmHRO 19 44 1

que se digan fuera del Parlamento . Habíamos :lle-gado á un régimen de amplitud, de tolerancia, enel ejercicio de todos los derechos, tal vez ;' yo reco-nozco que en esas asambleasÍ populares s.o dicencosas que constituyen verdaderos delitos ;;y.dé~ir-las aquí es acrecentar la demasía . Al~lá entré'lasmasas, excitadas por vuestros acentos tribuñicüos,claro está, no hay quien las impugne ; pero' aquíhay contradicción, hay controversia . y reapétosmutuos.

Yo creo que el Sr. Iglesias no ha de tener ningúninconveniente, creo que sus amigos y compañerosde minoría, que asociarán 6 pueden asociar su res-ponsabilidad á la suya, no tendrán dificultad en de-cir que no es lícito, que no ha pasado jamás por supensamiento conscientementé el amenazar á ningúnDiputado, á ningún gobernante español con el aten-tado personal . ¿Qué reparos pueden tener para ;ha-cer esta declaraciónL jLa vanidad de haberlo dicho?¿La soberbia de perseverar en el error? No lo creoyo, ni lo espero de persona tan reflexiva como elSr . Iglesias

Así es, Sres . Diputados, que asocio mi ruego ycreo que debéis asociarlo todos al de la Presidencia,para pedirle al Sr. Iglesias que dé por no dichasesas palabras .

Pero eso no basta . Estamos en un momento muydifícil del debate. De unos á otros bancos, de losbancos de los conservadores á los de los republica-nos, han de cambiarse juicios y apreciariones gra-ves, y tengo que deciros, Sres. Diputados de la mi-nnría republicana, que aquí se os escucha, salvo in-cidentes que no permiten el silencio, con respeto,pero que no suelen guardar algunos señores miem-bros de la Comisión republicana igual atenciónpara las palabras ajenas, y tengo que estimularos ála concordit, porque se puede estar en la concordiade la cortesía, en la concordia del respeto al dere-cho ajeno estando en la opinión divergentes (dplau-ior ); porque podemos luchar, podemos impugnarpos,podemos pedir la execración-á mí también, se meha eiecrado por aht-contra lós hombres públi-cos, pero sin hacer la apología del atentado ni delcrimen.

Bajo estas bóvedas eso no se puede hacer ; bajoestas bóvedas eso no se puede decir, y si se ha dichoen momentos de ofuscación, es más generosoen hom-bres que tienen con:,iencia clara de su deber y deéus opiniones decir que se • han equivocado, y creoque así lo declarará el Sr . Iglesias . Si así se declara,ñadio entre nosotros puede tener interés en enve-nenar la cuestión ; pero si no se dice, al lado del Pre•sidente estaremos, por severa y enérgica que sea suresolución dentro del Reglamento, y, si es prtci .so,ampliando el Reglamento con espíritu sévero parahacer que se respete el honor de todos los Diputa-dos. (arander apTauios en la mayorla y en la minor(aconservadora.)

El Sr. PR]iBIDENTE: El Sr. Azcárate tiene lapalabra.

El Sr. AzCARATE : Señores Diputados, el señorPresidente del Consejo de Ministros ha tenidó á bienaludirme, olvidando que mi querido amigo y com-pañero el Sr. Iglesias empezó su discurso diciendoque hablaba esta vez en nombre de los socialistas yque está reconocida su representación como una mi-aoría; pero ütadiendo que babia Duntos en que ea-

tábamos conformes, y con este motivo habló de laconjunción republicano socialista .

Sobre este último punto quiero yo decir algo alSr. PreDidente del Consejo de Ministros, porque nosé por qué se han de sorprender ni el Gobierno, nila mayoría, ni la minoría conservadora, de que sediga que estamos como hemos estado aquí siempre,siempre, para procurar la sustitución del régimenexistente por el republicano . Lo hemos dicho siem-pra. Es más: en cierta ocasión, sentándose á la ca ba-za de ese banco el Sr. Silvela, y siendo Ministro dela Gobernación el Sr . Maura, al hacer yo la salvedadacostumbrada respecto del juramento y la promésa,hubo de decirme el Sr . Maura: por la promesa 6 porel juramento queda obligada la voluntad, no la in-teligencia. Y yo, comprendiendo bien á donde ibaeso, hice notar que manteníamos íntegramente todanúestra conducta en todas las relaciones, añadiendoque jamás, ni en España ni fuera de España, recor-daba quA hubiera habido un cambio dentro de la le-galidad . Con ese sentido hemos estado aquí siemprey con él permauecemos.

Ahora vamos á o :ra cuestión desagradable. Nonecesito der,ir, habiendo condenado siempre la doc-trina de aquellos que han defendido el regicidio,que ha de parecerme mal el atentado personal ; peroel Sr. Irplesias empezaba á explicar la frase, para fa-cilitar lo cual pidió mi querido amigo el Sr . Pedre-gal la lectura del artículo del Reglamento ; porqueel Sr. Pedregal estimaba, como estimo yo, que cuan-to más grave es una situación, más necesario es so-meterse á los preceptos del Reglamento.

Además, yo deseaba que no se interrumpiera alSr. Iglesias en la explicación que iba dando' alasunto, porque hubiese podido suceder que las ex-plicaciones resultasen satisfactorias para todos,puesto que empezaba explicando los motivos quetuvo para decirlo. Por eso hemos insistidu en quese cumpliera el artículo del Reglamento creyendoque dadas las condiciones del Sr . Iglesias, sólo conlo que él diga llegaremos á una solución satisfac-toria.. El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINIBTROS

(Canalejas) : Pido la palabra .El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.El Sr. Presidente del CONsEJO DE MINISTROS

(Canalejas) : Reconocerá el Sr . A7cárate, desde lue•go, la consideración personal que implicaba el ape-lar á su testimonio, sin entrometerme po en las re-laciones entre republicanos y socialistas, porque noes el momento para examinar tales problemas .. No me opongo ¿qué me he de oponer? al proce-

dimiento que el Sr. Azcárate indica. Habéis oído alSr. Iglesias declarar terminantemente, en forma queparecía á toda la Cámara excesiva, su resolución deno retirar las palabras ofensivas para los conserva-dores. En cuanto á la explicación del concepto, elSr. Iglesias, hombre de sinceridad, no puede apelaraquí á ciertas babilidades para mantener el concep-to ni la ofensa que en él va envuelta; y es el con-cepto, es la amenaza, es la insinuación del delito, esla inducción al delito lo que á todos nosotros nosalarmaba. ¿Se explica eso con tales 6 cuales fra-ses? Está bien ; pero las frases importan poco ; elconcepto es lo que importa .

El Sr. AZCARATE : Pido la palabra .I>;l Sr. pUs~TIL La iiene S. S .

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442 7 DE SDLIO DIl 1910

El Sr . AZOARATE: Si me lo permite el señorPresidente de la Cámara y el Congreso, diré quecuando la Presidencia interrumpió al Sr . Iglesias,éste empezó á explicar los motivos que había teni-do para pronunciarlas. Podrá ser este motivo cali-ficado si se quiere de vanidad, podrá ser por el te-mor de que se diga que el Sr. Iglesias no se atreveá afirmar aquí lo que en otra parte ha dicho ; peroló cierto es que estala dándo su explicación. En-tonces el Sr . Presidente, en su deseo de terminarla cuestión y en uso de su autoridad, en tal for-ma quiso obligarle á retirar las palabras, que elSr . Iglesias, por un movimiento pasional muy hu-mano, dijo : pues si no se me permite explicarlas,no las retiro.

Yo creo que dando otro giro á las cosas, se pue-de llegar á esa conclusión que todos deseamos .

El Sr . IGLESIAS (D. Pablo): Pido la palabra .El Sr. PBESIDENTE: La tiene S . S.

6l Sr . IGLESIAS (D. Pablo) : Voy á contestar enpocas palabras .

Yo, Sr. Presidente del Consejo de Ministros, nome he propuesto hacer la apología del atentado; yono me he propuesto amenazar ; lo que yo me he pro-puesto es indicar que cuando un hombre políticorealice, en las condiciones en que ha realizado elSr . Maura su política, con las desdichas inmensasque ha producido al país, el partido socialista y yocreíamos que si el Sr. Maura persistiera, si otra vezviniese á causar al país estos daños, hasta ahí sedebia llegar .

Esto es lo que quise decir y lo que digo . ((3ran-dse .rumorea. l

El Sr . PRESIDENTE: Pero, Sr. Iglesias, es ne-cesario que S. S. retire en absoluto sus palabras .

El Sr. IGLESIAS (D. Pablo) : El sentido que do yá estas palabras y que indica lo que yo siento no lopuedo retirar.

El Sr. PRESIDENTE: Pues yo invito á S . S. áque las retire .

El Sr. IGLESIAS (D. Pablo) : ¡Pero si ya lo heindicado desde un principio !

Decía yo, Sr . Presidente, cuando hablaba de losmotivos que hablan da3o lugar á que se realizase laconjunción socialista-republicana, que mi indigna-ción era tal, y la de los elementos que yo representolo mismo, que habíamos llegado á expresar esteconcepto.

Esto es lo que he manifestado, y como á esto mehe referido, esto lo mantengo con esta explicación.Ahora si el mantener estas frases me cuesta ir álos Tribunales, á los Tribunales iré. (Proteitas enla mayoría y en la minoría eonrervadora ) No es des-plante . Si el mantener estas palabras me cuesta sa-lir de la Cámara, estoy dispuesto á salir de la Cá-mara. (Siguen toi ru+Kores .)

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS(Canalejas) : Pido la palabra .

El Sr. PIIE9IDLNTE: La tiene S. S.El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS

(Canalejas): Reconoceréis, Sres. Diputados, que nopueden satisfacer á nadie las palabras del Sr . Igle-sias; digo á nadie que serenamente reflexione, no álos que, movidos por estímulos de pasión política,que yo respeto, nada menos que se mostraban yaen el propósito de acompañar al Sr . Iglesias en ta-les 4 cuales caminos.

No, Sr. Iglesias ; reflexione bien S. S. Dice 8. 8 . :«Si yo por esas palabras hubiera de ir á los Tri-bunales . . . » Ahí está el error precisamente. Por-que cuando se dice aquí algo no se va nunca á losTribunales, hay que pensar más en lo que se dice(ófuy bien), porque cuando las palabras producen lasanción de los Tribunales, suelen ser, aun los hom-bres de opiniones más extremas y radicales, muymesurados en el decir . (1Miuy bien.) La inmunidadparlamentaria no se dió para escudar la responsa-bilidad de esas palabras, de esos incentivos á la re-beldía 6 al delito, no; se dió como manto de legisla-dor, para que, cayendo sobre los hombros, tenga lapesadumbre de la conciencia del deber y del réspetode todos. (,Ápiauioi . )

Decía luego S . S .: «Si porque yo mantenga unaspalabras, aunque todos las juzguen mal y sean in-correctas, se me expulsa de aquí . . .• Pero, ¿es queS. S. ha venido aquí con el propósito de salir á pre-texto de unas palabras que hubiera de pronunciar?(Muy bien.-Grandei apiauaoi.) Precisamente porquetiene S. 8. representación que todos hemos deseadoque ostentara en la Cámara ; precisamente porque,tiene S . S . la responsabilidad de actuar en la polí-tica económica y en la política social de España,con la representación de su investidura parlamenta-ria, S. S. no puede hablar de la hipótesis de aálir,sino en el caso de que hubiera alguien que come-tiese con S . S. un injusto atropello; y si alguienpretendiera eso-que en la Cámara española nadielo pretenderá-, el defensor más ardoroso de S . S .seria yo, para amparar su derecho. (Muy bien, muybien. )

Una cosa ha dicho S . S. que á mí me parece quetodos tenemos que aceptar, que sería indiscutible silo hubiera dicho, - :omo yo supongo, c^n sinceridad,y no paso de ahí. Si el Sr . Iglesias dice : «loque dije,dicho está, lo que hablé en otro tiempo dicho estáy no se me puede imponer la obligación de que lo re-tire», en eso yo estoy conforme ; no como conceptovertido aquí, no como eapresiJn lanzada aquí, nocomo propósito de constituir este nuevo sistema, noya de proscripción, sino de atentado contra los hom-bres piíblicos . Los hombres públicos que dañan ásu país tienen la censura de él, tienen la responsa-bilidad legal ante los Tribunales y la maldición de laHistoria, si la merecieran ; pero el atentado no, por-que el atentado es el incentivo al crimeri y eso nose puede profesar en la Cámara ni por el Sr . Igle-sias ni por nadie; y si lo profesa, no lo podemos con-sentir, Sr . Presidente, no lo puede consentir la ma-yoría . (Muy bien, muy bien . )

El Sr . PRESIDENTE : Señor Iglesias, ¿está S. S.conforme con la explicación que de aús palabras hadado . rl Sr . Presidente del Consejo de Ministros?

El Sr. IGLESIAS (D . Pablo): Deploro decir queno he oído al Sr . Presidente del Consejo de Minis-tros por m6s que he prestado atención ; no le hanoído siquiera los Diputados que están en las filas dedelante .

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTEOB(Canalejas) : He dicho, Sr. Igle,ias, que si lo que en-tiende S. S. que debe declarar es que habiendo enotra ocasión y en otra parce dicho eso que dijo, nolo puede retirar, porque lo dijo y es un hecho físicoque no puede borrarse, ante e~a declaración de S. 8.,como un imposible no se puede solicitar de uadie,

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NúMERO 19

no podemos pretender nada . Pero si eso que dijoallí, conscientemente, deliberadamente, lo reprodu-,ce aquí S . S. con cualquier motivo, eso no lo pode-mos consentir aquí, y el buen juicio de S . S., al queyo apelo, ya restablecida la serenidad de su ánimo,no encontrará pretexto siquiera para aflrmarse enello .

De modo que procuremos terminar . este inci•.dente, consignando que aquí el Sr . Iglesias no haproferido concepto ni expresión alguna que supongaque á ningún hombre político español, sean cualesfueran sus responsabilidades, le está reservado el .castigo de un atentado, porque eso es contrario al .derecho, porcrue eso es incompatible con las rela-ciones parlamentarias, porque eso no lo puede con••sentir el Sr. Presidente, sin mengua de su autori-dad, y no lo podemos tolerar nosotros, sin menguade la nuestra. Creo que ahora me habrá entendi••do S . S .

El Sr. IGLESIAS (D. Pablo): Pido la palabra.El Sr . PRESIDENTE: La tiene S. S.El Sr. IGLESIAS (D. Pablo): Pues eso he dicho .

Me rcfería yo á que había dicho eso fuera de aquí .(Rumores .) Empecé por ahí .

El Sr . PRESIDENTE: Señor Iglesias, ¿acepta S . S .por completo la explicación dada por el Sr . Presi-dente del Consejo de Ministros?

El Sr . IGLESIAS (D. Pablo) : Conste que eso fuélo primero que dije .

El Sr . DATO: Pido la palabra.El Sr . PRaSIDENTE : bSobre este incidentetEl Sr . DATO: Sí, Sr. Presidente .El Sr. PRESIDENTE: Tiene S . S. la palabra .EL Sr . DATO: He pedido la palabra para decla-

rar, con profundo sentimiento, que esta minoría li-beral conservadora no entiende que Los prestigiosdel Parlamento hayan quedado á salvo con la lla-mada justificación 6 explicación de las palabras delSr. Iglesias .

Nosotros llevamos aquí dos sesiones oyendo ensilencio, pero con gran amargura, no ya los ataquesapasionados, no ya las acusaciones injustas, sino elagravio, el insulto, la injuria y la calumnia, y nos-otros tenemos que declarar ante la Cámara que 6podeanos estar aquí íntegramente como hombres dehonor, 4 no podemos estar aquí . (Muy bien, m la mi;-norta conservadora . )

El respeto que nosotros guardamos á los altos ymerecidos prestigios de la representación parlamen-taria. y aquel respeto que cuidadosamente nos guar-damos á nosotros mismos, nos impiden seguir enese camino á nuestros impugnadores, y como nos-otros no hemos de esgrimir jamás ni el insulto, nila.injuria, ni la calumnia como armas de cómbate,nosotros qneremos que se nos guarden aquellas con-sideraciones de cortesía, de. mesura y de templanzaquo son indispensables para la vida colectiva ; por-que cuando las colectividades no ven amparada sudignidad, tieneñ que defenderla por la fuerza.(Aplausos .)

Para que no haya estas colisiones, que deshon-rarían al Parlamento español, y para que aquí eais•ta respeto para todas laz persenas y para todas lasopiniones, pedimos al Congreso que se asocie á mismodestísimas palabras, declarando que ha oído conprofundo sentimiento las que ha pronunciado el se-ñor Iglesias; porque, Sr. Iglesias, en el acaloramien-

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to de los debates, en la excitación que produce lacontroversia de las pasiones políticas, cabe proferiruna palabra ofensiva, cabe que se profiera hasta unapalabra injuriosa; pero lo que no cabe, lo que es im-propio de hombres como debe ser S. S., como yoquiero creer que es S . S ., es la excitación al crimen,más culpab:e que el crimen mismo. (Aplausos.) SI;porque el que se lanza á cometer un,crimen, exponela vida, expone la libertad, arriesga muchas cosas;pero cuando se excita desde un meeting ó desde laredacción de un periódico (Bl,9r . lyleiia :, D. Emtlia-no: O desde el Ministerio de la Gobernación .-aran-dea protestas y rumorei), cuando sg eYcita á otro ála comisión de un atentado, ¡ah, señores!, muchasveces, si el atentado .se realiza, se ve claramente, love la conciencia pública, que aunque se haya casti-gado al autor material, se sustrae á la debida res-ponsabilidad el verdadero culpable .

No; S . S ., Sr. Iglesias, que es un hombre honra-do, que es un hombre de bien, no ha querido deciren el Parlamento español que entre las armas decombate de los partidos políticos, el atentado es unarma lícita; eso no lo ha podido decir S . S . Y yo ha-blo como abogado defensor de S. S., contra lo quepuedan parecer la3 intenciones de S . 8. mismo .

Y como yo busco la concordia, como nosotrosno queremos sino permanecer aquí para contestará los cargos que se nos dirijan para defender nues-tras ideas frente á las ideas que vosotros procla-máis, yo creo que vuestro asentimiento á mis mo-destas palabras podría signiflcar que á todos noshan causado profunda pena las que aquí ha pro-nunciado el Sr . Iglesias; y eso parbceme que seríasatisfacción debida á la minoría liberal conservado-ra y á la Cámara entera, porque yo no hablo ahoracomo conservador, sino como un . Diputado, queestá tan interesado como cualquier otro hombre, yno más, en que se mantenga el prestigio de nues-tras deliberaciones, el prestigio del Parlamento, enel cual vemos todos la garantía más firme y sólidade las 'libertades públicas de España. (Q•randeaaplausos . )

El Sr . Presidente del CONSEJO DE MINIaTROS(Canalejas) : Pido la palabra .

El Sr . PRESIDENTE: La tiene S . SEl Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS

(Canalejas) : Yo respeto las nobles y elocuentes pa-labras del Sr. Dato; pero permítame que no las con•sidere, siendo tan autorizadas, absolutamente náce-sarias ; porque habíamos dicho, el Sr. Presidente, enel ejercicio de sus funciones, y yo, en el cumpli-miento de mis deberés, cosa muy semejante á laque el Sr. Dato ha dicho, y que la mayoría haaplaudido,, no porque las dijera yo, sino porque lassentía hondamente. (81 Sr . Dato : Me ha faltado, se-ñor Canalejas, adherirme á las nobilísimas mani-festaciones de S. S. y del Sr. Presidente de la Cá-mara. Las habíamos aplaudido, y por eso creía ex-cusado, verbalmente, adherirme á ellas .) Entoncesno tengo más que decir .

El Sr. PRESIDENTE : Queda terminado este in-cidente y retiradas esas palabras. (Rumores . )

El Sr. IcILBSIAS (U. Pablo): Con el sentido queindiqué al principio, quedan las palabras .

El Sr . PRESIDENTE: Señor Iglesias, el inci-,dente ha quedado terminado y retiradas las pala-bras de 8 S. Ahora continúe S. S. su discurso.

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El Sr. PELIU: Pido la palabra .El Sr . PRESIDENTE : Señor Feliú, este inciden-

te ha terminado.EL Sr. DIAZ AGUADO : Se ha solicitado la opi-

nión de las minorías de la Cámara .El Sr. PRESIDENTE : Señor Feliú, si S. S. no

tiene grandísimo interés en hablar, yo le rogaríaque no hiciese uso de la palabra en este instante .Apelo á su buen juicio.

El Sr. Conde de RODEZNO : Pero el incidente,¿ha terminado?

El Sr. PRESIDENTE: El incidente ha ter-minado .

Continúa el Sr . Iglesias en el uso de la palabra.El Sr. IGLESIAS (D. Pablo) : Señores Diputados:

voy á ocuparme ahora concretamente de otro asun-to. Yo he oído, con verdadero asombro, al Sr . Pre-sidente del Consejo de Ministros, decir, ante las pa-labras del Sr. Azcárate, que no había aquí Gobier-no personal. En realidad, no creo que 1 mí sola-mente me hayan causado asombro esas palabras,sino que han producido asombro en muchos ele-mentos de la Cámara, y, sobre todo en el país . Lacrisis en virtud de la cual fué encargado el Sr . Ca-nalejas de iaPresidencia delConsejode Ministros, esuna de las más sonadas, es una de las que más handado que hablar, es una de las que han dado lugará un documento como el publicado por el Sr . Moret,donde se hablaba de la poca decencia con que se lehabía despedido del Poder, donde se hablaba de losintrigantes y de los desleales ; y no es solamenteque se hablase de eso, no es sólo que se haya podidopublicar el documento, es que ese documento causóen el país su efecto, es que el país, la Nación, des-pués de leída la carta del Sr . Moret, la encontrójustificadísima, encontró justificados sus términos,agregando esto: después de escribir el Sr . Moretesta carta, que era para el país, aunque iba diriáidaal Sr . Aguilera, no queda más que una de dos cosas :6 que el Sr . Maret se vaya á la vida privada, 6 queel Sr . Moret no vuelva á andar más en compañía dequien le ha despedido con tan poca decencia . Estaera la opinión del país .

Y, efectivamente, aunque lo que ocurre en esascrisis transcienda poco y se conozca sólo por lo quela prensa dice, todo el mundo vió algo extraordina-rio en la crisis en que cayó del Poder el Sr. Moret .Claro está que á nadie como al Sr . Moret debió sor-prender lo que ocurrió, pero á todo el mundo hubode causar sorpresa, porque á todo el mundo, menosá los que estaban en la intriga y en el secreto, pa-recía que aquello era anormal . Se hablaba de si te-nía ó no el Sr. Moret el decreto de disolución, deseguridades de continuar en el Poder, de no versemanifestaciones de la necesidad de otra política, ylos que motejaban al Sr . Moret de poco liberal, deirresoluto, de no mirar más que á conservar el Po-der, eran los elementos de quienes se ha dicho queestaban en inteligencia con el Sr. Moret; pero loselementos monárquicos, no; en los elementos mo-nárquicos nadie decía que el Sr. Moret debía llegará este extremo ó al otro, . que debía ser más avanza-do, que debía dar un programa en estas 6 las otrascondiciones, no; en realidad, aquella crisis, y creoexpresar la opinión general, fué debida á lo siguien-te: El Sr . Moret, todo el mundo sabe la actitud enque quedó con el Sr. Maura cuando éste declaró la

implacable hostilidad por la manera como se produ-jo el rompimiento en aquella célebre sesión, en lacual, si mi memoria no me es infiel, el actual señorPresidente del Cons3jo de Ministros estuvo por com-pleto al lado del Sr. Moret . Cuando vino lo de la im-placable hostilidad, el país se alegró, porque creíaque con eso dejaría de haber cierta clase le relacio-nes que parecen, más que relaciones políticas, com•padrazgos para la cuestión de las elecciones ; eso deusted tendrá tanto, usted cuanto, etc. ; y parecía queel Sr . Moret lo que se proponía era, para poder go-bernar liberalmente, con arreglo á su criterio, traeruna mayoría homogénea, teniendo en cuenta queuna de las causas de la caída del partido liberal ha-bía sido su fraccionamiento . Este parecía que era elpropósito del Sr . Moret.

¿Qué ocurrió en el seno del partido? ¿Es que semanifestaba, por parte de alguna fracción, que el se-ñor Moret se descuidaba en dar un programa? Lasdiferencias que pudieran existir entre el Sr . Presi-dente del Consejo, el Sr . Presidente de la Cámara yel Sr . Moret, ¿eran con relación á ideas más 6 me-nos avanzadas? No . Precisamente el Sr . Presidentede la Cámara se mostraba entonces contrario á unaresolución de carácter liberal, dentro del espíritu dela ley Municipal, relativa á los empleados, y semostraba disconforme, no porque fuese poco avan-zada dicha resolución, sino precisamente por lo con-trario.

En realidad, lo que produjo la disensión, por lomenos esta ha sido la explicación que el país se hadado, fué el reparto de los cargos; este grupo queríaestos, aquel grupo los otros, y eso era lo que al se-ñor Moret, que quería tener una mayoría homogé-nea, no podía resultarle . Eso es lo que el país co-noce; pero no se ha enterado de que ningún grupodel partido liberal dijese al Sr. Moret que estabádisgustado con él porque no realizaba tal programa .

Se produce la crisis, en tales . condiciones, con lapublicación del documento del Sr. Moret á que an-tes me he referido, y sube al Poder el Sr . Canalejas.bHabia, para quien tenía que resolver la crisis, unadiferencia de ideas entre los dos Gabinetes? ¿Había,por parte del país, un disentimiento con el Gobiernoque entonces existía? ¿Había eso? No . Lo que habíaera la situación del partido conservador enfrentedel Sr . Moret ; que el partido conservador había adop-tado cierta actitud, y be conoce que para que des-apareciese esa actitud, por ser más grata la influen-cia del partido conservador en ciertas regione,3 delo que pueda ser la del partido liberal, ayudado delo que no ha negado aquí nadie, y si se ha negadose ha sostenido también por muchos, de lo que hanpodido influir ciertas camarillas, vino á resolversela crisis en el sentido expuesto.

Para el Poder regulador el programa liberal erael programa más avanzado posible . Hubo resisten-cia antes á que entrasen los liberales, resistenciapor mucho tiempo, con riesgo para los intereses delpaís por la duración en el Poder del partido conser-vador, es decir, por lo que realizó . Se aceptó aque-lla situación, como se ha explicado aquí, con temor,con riesgo grande y como medio para evitar lo quese temía que ocurriese; pero sin deseo de aceptarprogramas radicales, programas míq avanzados, deaceptar, en fin, una política más liberal . ¿Cómo seexplica este cambio si no ea por lo que, en realidad,

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ha ocurrido, si no es por esas intrigas, por esa po-lítica que no se puede decir que -corresponde á unpaís constitucional ?

La continuación del ~Sr . Canalejas en el Poderpara, realizar un programa liberal 6 un programaradical, bestaba-asegurada? Su señoría sabe las fuer•zas de que podía disponer; S. S. sabe cuántos esta-ban de acuerdo por completo con su radicalismo .Su señoria sabía todo lo que esto podía durar, cómoesto podía mantenerse, teniendo enfrente, no sólolos disgustos que son de suponer con los otros gru-pos liberales, sino la oposición de los elementosconservadores, en,el caso de que no fuera ;rata suactitud; pero result3, que, cuando sube al Poder, laimplacable hostilidad desaparece, y los periódicosconaervadores y algo más que conservado^es mués-transe satisfechos del advenimiento de S . S. al Po-der. ¿Qué es esto? ¿Cómo? yEs que .los que creían queel partido liberal no debía subir aún al Poder, esque los que le declararon la implacable hostilidadaceptan al hombre que representa, dentro del par-tido liberal ; las ideas más radicales? Aquellos pe-riodicos, más conservadores, que han combatido álos liberales, por decirlo así, más templados, acogencon frases de satisfacción, y si no con. frases _de sa-tisfacción, por lo menos, con cierta benevolencia,con cierta simpatía al Sr . Canalejas.

Esto para el país fué una sorpresa. Es más, ¿nosabía S. S . en qué condiciones podía realizar su pro-grama? Porque para realizar su programa, por suradicalismo tenía necesidad de elementos que cons•tituyeran, no una mayoría, que eso se puede cons-tituir siendp jefe de un Gobierno, sino una fuerzapara realizar por completo ese programa, y eso nolo podía hacer S . S., porqüe, dentro .del partido li-beral, el grupo de S . S. era uno de los niás peque .ños . Su señoría, por lo que quiera que fuese, sehabía preocupado más de defender bu programa ra-dical, que de crear una fuerza política para, en laQcasión oportuna, ~poder realizarlo desde el Poder .¿Qué ha resultado de esto? ¿Es que el Sr. Canalejasha entrado en el Poder con Ministros radicales, conMinistros que hayan sentido másdevoción por susideas que por las de otros?

No; me parece que para un Gobierno radical noera buena la compañía del Sr . Presidente de la Cá-mara, que había hablado nuevamente de que debíamantenerse una restricción contraria al espíritu dela ley Municipal ; me parece que no era un Ministroadecuado al Gabinete radical el Sr . García Prieto,ni el Sr . Cobián, y, sin embargo, S . S. formó eseGabinete, que no respondfa por completo al carácterque había de dar á su política y sin fijarse en lasconsecuencias; porque aunque no se haya tenidoparte en las camarillas ni en ciertos trabajos, queen realidad no debe aceptar riingún hombre públicoque se estime~en algo, ¿es que no hay que tener encuenta; al encargarse de un Gobierno, el efecto quese produce en su partido? ¿Ignoraba S. " S. la forinaen que habfa sido d"pedido el Sr . Moret? ¿IgnorabaS. S . cómo entraba en el Poder? blgnoraba S . S. lassimpátías do los elementos conservadores con res-pecto á su entrada én el Poder, y que estas simpa-tías tenían que crearle una atmósfera perjudicialpara el desenvolvimiento de su programa? Pues yocreo que en .esas condiciones, teniendo en cuenta, nolos intereses le su partido, sino las ideas que con su

partido ha de desarrollar, no era conveniente el Po•der . Sin embargo, S. .S. entró en el Poder y despuésya hemos visto las consecuencias, mejor dicho, loshechos, que nos demuestran lo que puede significaresta política . Las simpatías del partido conservador,la actitud de esos elementos á quienes me he referi-do antes, la inteligencia para las elecciones con esoselementos, la actitud también respecto de estas iz-quierdas ; porque yo recuerdo aquí, y dispense el se-ñor Presidente de la Cámara que yo hasta ahora nohaya hablado de esto, el saludo que me dirigió alproncnciar el discurso de gracias, al tomar pose-,•síónde ese puesto; .entonces habló el Sr . Presidentede su felicitación, de su saludo cordialísimo al re-preseutante del socialismo aquí. Y yo- pensaba : ¿peroes que era cuento aquello que decían de que el señorConde de Romanones, en la dirección de los trabajoselectorales de Madrid, tenía una parte interesantísi-ma? ¿No había procurado, como el Gobierno, queesta izquienia, 6 mejor dicho, que parte de esta iz-quierda no saliese ó viniese en menor número? ¿Nose había echado el resto en las elecciones para que,en vez de obtener el pueato de las mayorías, obtu-viéramos el de la minoría? ¿Cómo era posible, sinopor uno de tantos convencionalismos como aquíse usan, que esa felicitación la estimase yo comosincera, cuando el Presidente de la Cámara yel Presidente del Gobierno hicieron todo lo quepudieron para que por Madrid no saliesen seis re-publicanos? (Bi Sr Presidente del lJonitjo de Mintatroi :¡Parece mentiral l

Y es:claro, es natural que esto ocurra: ese es unode tantos convencionalismos como aquí se usan, re-pito. Yo no diré que existiese el propósito queso atri-bufa al Gobierno de que dejásemosde venir, de aque-lla candidatura, dos: el Sr. Soriano y el que en estosmomentos os dirige la palabra; pero lo que sí Fé,porque lo ví y presencié, es los trabajos que hicísteisde todas clases para que sólo saliesen dos de estaminoría. Si trabajásteis en este sentido y si hicísteisporque sólo salieran dos, y yo ocupaba el últimolugar, si hubiesen salido los que queríais, no hubie-ra venido yo . ;Dónde está eso de que S. S. se felici-taba de que yo hubiera venido aquí? No; no ha ha-habido de parte de los Gobiernos . ese deseo ; se hadicho y se ha hablado de ello, pero no lo ha habidoen realidad .

Por pocos distritos podía yo haber salido, seño-res Diputados, pero hay una localidad, Bilbao, pó 1la cual he podido salir alguna vez, y los Gobiernosconservadores y los Gobiernos liberales saben muybien que el representante del socialismo no ha salidopor ese distrito, porque unas véces loB conservadoresy otras los liberales, mediante el dinero que allí seha empleado, han hecho fracasar siempre la candi-datura socialist, .

Así es que se trata sólo de una de tantas frases,cuando decís: «Sentimos que aquí no estén los rAipresentautes del socialismo, sentimos que aquí nose oiga á los representantes del socialismo.» La-mentarlo de veras no puede-ser, porque con sólo htl-ber hecho que la legalidad se hubiese cumplido enotro tiempo, ese representante del socialismo, queera yo, ú otro, si no era yo, hubiera estado aquí.La conducta respecto de este particular del Sr, Ca-nalejas, del Gobierno, del Presidente del .Consejo dbMinistros me autoriza para desir eso . Si le cito por

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su nombre, no lo tome 8. S. como cosa despectiva. . .(Riraa.-Bi Sr. Presidente dei Con+tjo de ñfiniitror.¡No faltaba másl ; mi non:bre me honra.) Esto ¿no sig-nifica nada que pueda responder á otros motivos ?

¿Cómo ese Ministerio, presidido por el Sr. Cana-lejas, ha podido aparecer con carácter radical, apro-iimándose á los conservadores, y apartándose, de-clarando la guerra á este partido? Claro es que lasideas de S. S., las ideas que representa S. B., en loesencial difieren de las de esta minoría ; pero, ¿esque tenía necesidad S. S. de comprometer sus ideas,uniéndose á nosotros en la lucha electoral? No ; loque podía haber hecho S. S., y seguramente le hu-biera dado mejor resultado, era no consentir launión, que apoyó S. S . en las elecciones de Madrid,de dos candidatos liberales con dos conservadores,y para Senadores un individuo de la Defensa social.Es más, ya que hablo de esto, he de decir que unade las razones de la derrota de la candidatura libe-ral monárquica fué esa, fué el ir unida con dos can-didatos conservadores .

Pero dejando á un lado la cuestión de habilidadó inhabilidad en este asunto, sólo quiero hablar delo que representan la ideas. El Sr. Canalejas, queaparecía como el más radical de los monárquicos,no es posible que, siéndolo, vaya á mantener launión con aquellos que han apoyado á las derechasy que han hecho cuanto ha estado á su alcanceporque SS. SS. no viniesen aquí. Claro está queS. S. ha tenido que traer aquí un programa, y unprograma inspirado en sus ideas, en las ideas queha mantenido antes, más ó menos vagamente ex-puestas ; porque hay que advertir que S. S. ha hechodeclaraciones distintas y unas han amortiguado lasotras. Se públicaron las de L`Humanité y, apenasse conocieron aquí, hubo una rectificación de ellas .(El Sr. Preiidente del Coniejo de Ministros hace sig-nos negativos.) Claro es que el que m:,jor conoceeso es el autor de unas y otras, pero cuando se pi-dieron .e=plicaciones respecto á las declaracioneshechas en L`Humanitl, se daba la explicación deque aquello era un programa ideal, que pcdría rea-lizarse, si no estoy equivocado, en cincuenta 6 se-senta años, lo cual es como no formular progra-ma de Gobierno. Los Gobiernos deben hacer pro-gramas para realizarlos, pero no tomándose tantotiempo por delante ; porque así ya se puede seravanzado y llegar muy lejos. Después S . S . ha repe-tido muchas veces sus declaraciones, y en unasocasiones recogiendo y en otras soltando, en reali-dad no ée ha visto en S. S . fijeza alguna .

Y vamos al programa que hay en el Mensaje .Cuestión social . A nosotros, los sor.ialistas, se

nos ha reprochado el apartamiento de un Gobiernode la izquierda, el no prestarle ayuda, cuando erael que más podía hacer por nosotros. Por de pronto,ese Gobierno no ofrece garantías, puesto que le ve-mos en excelente armonía con los conservadores,con aquellos que tanto han hecho contra nosotros.Teníamos que ver esto, teníamos que ver cómo S. S .,al ocupar el Poder, no aparecía en situación claray definida. Pero, además, el partido socialista nopuede unirse á,l . 8., ni puede tampoco hacer másque cuando veng :tn proyectos, cuando vengan medi-úas que puedan favorecer á las clases trabajadoras,votar aquello que sea para nosotros bueno. Pero, detadoN sandAa} tentma3 q4ae atetaearno4, nA á las pala-*

bras, sino á los hechos, y nos hemos encontrado conque en vísperas de las elecciones las tabernas áeabrieron, el descanso dominical desapareció, y aho-ra las leyes de carácter social que ya existen y quedebíamos ver tan practicadas ó más que antes, nose practican por completu y vamos á sufrir más bajoel poder de S. S. que nunca. Y nosotros decimos:tcQmo se quiere ser radical y, sin embargo, seguiresta conducta? ¿Cómo hablarnos de retiros para losobreros y de otras soluciones en favor suyo, si lomás sencillo, lo que ya rige, lo que ya existe, no secumple? ¡Palabras, palabras y palabras !

Respecto á la cuestión milita :, S. S. sigue el ca-mino de los conservadores . Se ha hablado con mo•tivo del pr3grama, en lo relativo á lo militar, de lanecesidad de fortalecer estos elementos y de pedirrecursos para ellos. Y ocurre una cosa: lo que hoydomina en todos los países, en los países de más po-der militar, es la idea, es el pensamiento de reducirsus gastos; y ocurre que, cuando los países más ade-lantados piensan en esto, nuestro país, sin colonias,reclama una enorme cantidad para tener mayor nú-mero de soldados, mayor fuerza armada, y estocuando no se ven, porque hoy por hoy no se ven,los peligros para nuestro país.

Se piensa en fortalecer 6 en crear una armada(ya sé que no es esta una idea exclusivamente deS. S .) ; se trata de crear un gran ejército. Lo que hayes que se invierten los términos. Lo primero quehay que procurar, sobre todo en un país débil comoel nuestro, es que la producción se desarrolle, es quela enseñanza alcance ol grado que debe alcanzar, esque todo lo que constituye vida positiva, fuerza dela Nación, alcance la potencia debida, y entonces,cuando se hayan conseguido todas estas cosas, po-drá pensarae en reforzar la armada, el ejétcito, lamarina, pero no ahora, estando como está la Naciónen situación de debilidad grandísima, el pueblo endesdichadas condiciones de instrucción y los con-tribuyentes no pudiendo aguantar más las cargasque sobre ellos pesan .

Hay, señores, en el programa del Gobierno (ysiento molestar tanto tiempo la atención de la Cá-mara), nor lo que se refiere á la enseñanza, si lacuestión económica y á la cuestión militar, progre-sos . Se ha olvidado S . S., sin embargo, de consignaralgo importantísimo. No se dice en ese programanada, absolutamente nada acerca de algo que inte-resa mucho á este país, 6 sea la ley de Jurisdiccio-nes. Un demócrata, un radical, un hombre que tan-to tiene en cuenta la opinión europea debe saber quela existencia de esta ley constituye para nosotrosuna deshonra. Hablar de la independencia del Podercivil 6 de la supremacía del Poder civil, sin fijarseen que existe esta ley~y tratar inmediatamente dederogarla, me parece que es el primer olvido, si nola primera falta que puede cometer quien demócratase llame, y, sin embargo, no decís absolutamentenada, ni siquiera una palabra acerca de esto.

Pero hay otra cosa . Su señoría nos ha presenta-do un programa extenso, muy extenso ; pero pararealizarle no debe contar con fuerzas bastantes .

Porque yo recuerdo las frases dirigidas porS. S. á la mayoría respecto á su programa, y deellas se desprendo que S. S. no se pre3entaba allícomo un Jefe de Gobierno que va á realizar un pro-grama, sisao c0sao uta Jefa Aa (;Fobierno que rEupone

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que dentro de unos días saldrá del Poder. Y en estecaso, ¿qué representa todo ese programa? Su señoríadecía en la reunión de las mayorías lo siguiente :rYo, señores, perdonadme si hablo de mí más de loque debo y merezno, he venido á ocupar este puestopor unas horas,'ó por unos días, ó por unos meses,por el tiempo que fuere, á dirigiros en la presenteetapa de la política liberal.r

¿Es posible que un Jefe

de Gobierno que se dirige así á la mayoría tenga losbríos necesarios para hacer algo? (El Sr. Preiid?ntedei Consejo de Ministros: Pues los tengo) Decía, ade-más, S . S . : «No somos una solución de continuidaddel partido liberal ; somos el parti lo liberal . »

Es imposible que S . S., al creer lo que manifes-taba á la mayoría, suponga que puede realizar eseprograma, que, por más que se atribuya al partidoliberal, es el que representa su política . Así es queyo no sé si cuando c. S. decía esto, el estado de S. S.era el de poder hacer lo que en el programa se ma-niP.esta, 6 el de dejarlo, puesto que indicaba queacaso dentro de unos días no estaría en el Poder .

Pero es más; esto que voy á leer no lo ha dicho8. S., lo ha dicho un periódico que aparece inspira-do por S . S., 6 poco menos . Este periódico decía losiguiente : «Y sépalo esa mayoría : 6 se acomoda alelevado y patriótico deber de legislar fuera de laórbita de sus pasiones y sus apetitos, 6 la disolverá,el día menos pensado, el desdén de Maura ó la botacon espuelas de un general .

*Su señoría, por virtud de las condiciones en queha venido al Poder, no tiene una mayoría para rea-lizar su programa . (Bi Sr. Presidente dei Consejo deMinistros: En la votación del Mensaje lo veremos.)No tiene una mayoría . (El Sr Presidente del Crnsejode Mi► ,tstroa: La tengo de sobra . )

La mayoría que existe °n esta Cámara tiene porjefes á varios individuos, y esos individuos, quesienten la ambición del puesto que ocupa S . S. ; bus-carán la primera ocasión para ir á ese puesto, olvi-dándose del programa que S. S. ha traído. Y comopor otra parte, las relaciones de S. S. con el partidoconservador han permitido á éste traer una minoríaimpartante, esto es bastante para que esa mayoría,que carece'de carácter homogéneo, que tiene lasambiciones de los gri•pos correspondientes, atiendamás, como hemos visto en épocas pasadas, á la Pre-sidencia del Consejo de Ministros, muy codiciadapor ellos, que á la realización de las ideas, y, portanto, esa mayoría es incapaz de poder realizar elprograma. (Denegaciones en la mayorta.) Ya lo ve-remos.

Muchos de vosotros sois de la mayoría desdehace unos días, y no lo digo en el sentido de quehayáis entrado en esta Cámara por primera vez aho-ra, sino que no sois de la opinión del Jefe del Go-bierno. No tenéis, por consiguiente, el interés de laidea, no debe haberle, para que esta idea prospere ymás cuando puede tropezar con dificultades, cuan-do puede encontrar la resistencia, ya casi buscada,de las derechas que hay aquí y de los e'ementos defuerza que siguen á esas derechas.

Cuando S. S. contestaba al Sr. Azcárate respectoá la reforma constitucional, respecto á la - cuestiónrcligiosa y á otros puntos del programa, hablaba deque había que ir con compás y medida, y si aquí,cuando no se habla drs compás y medida, se va rí pasode tortuga¡ cuamdo se habla de compás y medxda»

¿qué no ocurrirá? Esto me recuerda el programaideal de los cincuenta años.

Hay más . En la cuestión religiosa, ¿ha dado S . S.pasos positivos? ¿No ha podido S. S ., para demostraresa actitud, para demostrar ese deseo de radicalis-mo, hacer por Reales órdenes algo más de lo quehemos visto? Su señoría, con lo referente al art . 11,no ha hecho más que darle la interpretación que de-bía tener . (El Sr . Presidente del Consejo de Ministros :Lo que no se había hecho en treinta y cuatro años .)Su señoría, con el recuerdo de la Real orden del se-ñor Moret, relacionada con el decreto de D. AlfonsoGonzález, ¿qué ha hecho? Si las Ordenes religiosas seacogen á la ley de Asociaciones, dentro quedan . Elproyecto de ley del candado me parece un tanto iró-nico, porque yo pregunto: ¿es que hay por ahí másCongregaciones y Ordenes religiosas que vengan áEspaña, suponiendo que haya alguna? Lo que hayes la garantía y seguridad, con tal que se acojan ála ley de Asociaciones, de todas las que existen enEspaña, y no es esto lo que correspondía hacerá S. S .

El Sr. PRESIDENTE: Señor Iglesias, han trans-currido las horas de Reglamento, y se va á preguntará la Cámara sl acuerda prorrogar la sesión hastaque S. S. termine su discurso. »

Hecha la pregunta por el Secretario Sr. Ariasde Miranda, el Congreso así lo acordó .

El Sr. IGFLESIAS (D. Pablo) : Voy á ser muy bre-ve, Sr. Presidente .

Por consiguiente, en la cuestión reli.-iosa elefecto que han producido en las derechas demuestrael valor de esas Reales órdenes, porque no ha habi-do en realidad cosa importante, y las derechas sehubieran mostrado más hostiles si el Sr. Canalejasse hubiera mostrado más radical; pero cuando esasderechas apenas se mceven y empiezan á avenirseá razones, prueban que no se irá más allá, y eso in-dica el escaso valor de las medidas que ha adoptadoel Gobierno.

Las condiciones en que el Sr. Presidente delConsejo ha llegado á ese puesto han dado por resul•tado una mayoría que no podrá realizar su progra-ma. (Protestas en la mayorta.) Pero ¿es que no lopuedo decir?

El Sr. PRFSIDENTE: lOrdenl Continúe S. S .El Sr. IGLESIAS (D. Pablo): Digo que sois una

mayoría que no podrá realizar tal programa porqueestáis rodeados de una minoría poderosa que os es•torbará toda labor, y que por las condiciones de losgrupos que os forman atenderéis, más que á lasideas, á lo que se ha atendido aquí más que nada,al disfrute del Poder ; y en estas condiciones, ¿quéhay para el país de progresivo, de conveniente, deútil? Esa política á quien favorece es á los elementos á quienes el periódico á que yo aludía antes serefería ; vosotros no tenéis unión bastante para con-tinuar en el Gobierno y seréis barridos por el des-dén del Sr. Maura 6 echados, por la bota militar áque se refería , 1 periódico á que antes he aludido .

Y e3o nó es eólu una política de vuestro parti•do, eso viene á ser una tendencia más general .

IIe de referirme ahora á una afirmación quehizo antes el Sr . Presidente del Conseja de Minis-troez Su señoría decía que aquí no so podía hablar

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de conspiraciones contra el régimen ; pero como contra el régimen se puede ir, claro está que tene-mos el derecho de decirlo ; aparte de que aunque noquisiéramos decirlo, vosotros lo hahéis dicho, y se-ría cosa perejrina que cuando viene aquí un re-presentante de un partido como el socialista á de-cir lo que vcsotros habéis dicho :nnchas veces, leneguéis ese derecho. Pero, en fin, examinando estasituación, la conjunción republicano-socialista, lossocialistas por lo menos, supongo que los republi-canos también, pero por si acaso dígo que los s

o cialistas, tenemos que ver en vuestra política un ap(lítica negativa que no conviene al país, y en loselementos conservadores una política que no puedevenir por el daño que hace, y no queda otra esperan-za para el país, para sus intereses, para su enseñan-za, para todo lo que este país anhela y necesita te-ner, porque el país está depauperado, ignorante, susenergías totalmente abatidas, y no puede abrigaresDeranzas en los partidos que se sientañ en esosbancos; sólo la puede tener en un cambio de ré-gimen :

El Sr. PRESIDENTE: Se suspende esta discu-sión .

cuenta que durante dicha época desaparecen las di-ferentes Salas del Supremo y se constituye la de va-caciones, que asume el carácter de Tribunal pleno,de Sala de Gobierno y de Sala de Justicia, y por otraparte que ni la ley Electoral ni el Real decreto de 19de Mayo de 1909, determinan espresamente- queel Tribunal de actas protestadas deba ser inamo-vible sino accidental en cada caso, estima como lomás correcto y racional, y también más ajustado alsentido y espíritu de la ley que durante la época devacaciones del Tribunal Supremo y tal como enton-ces funciona, debe constituirse el de actas protesta-das con el presidente de Sala más antiguo y los ma-gistrados más antiguos de entro los que formen laSala de vacaciones sin perjuicio de que si fuera pre-ciso se llame á algún otro magistrado, como autori-za la ley para auailiar,i< esta Sala dentro de la mis-ma; acordando la Junta que ésta su opinión se pon•ga en conocimiento del Congreso de los Diputados,como por conducto de V. EE. tenga el honor de ha-cerlo, á los fines que el mismo estiae procedentespor considerar el caso comprendido en el aparta-do 10 del art. 15 de la ley Electoral .

Dios guarde á V. EE. muchosaños.=Madrid ! .'de Julio de 19 t 0 .=E1 presidente, José de Aldecoa .~Sres. Diputados Secretarios del iCongreso.

Se leyó la siguiente comunicación:«Eacmos . Sres . : El párrafo 8 .° del art. 53 de la

vigente ley Electoral determina que «para el eza-men y depuración de las actas protestadas se cons-tituirá un Tribunal con el presidente de Sala y losseis magistrados más antiguos del Tribunal Supre-mo, que no sean ni hayan sido Diputados á Cortes,Senadores electivos ó candidatos en elecciones paraDiputados ó Senadores en los cuatro últimos años» ;y por Real decreto de 19 de Mayo de 1909 se ordenóque «el presidente y el Tribunal Supremo designa-rán el presidente y magistra9os que han de formarel citado Tribunal de actas protestadas, así comoaquellos que, en caso de incompatibilidad, recusa-ción, ausencia, enfermedad ú otros semejantes de3ansus tituirlea, nombrando también los secretarios ju-diciales y demás auxiliares subalternos que han deayudar en sus trabajos al referido Tribunal de actasprotestadat,r .

Anuladas por el Congreso de los Diputados, enuso de su prerrogativa constitucional, las eleccionescelebradas en varios distritos el día 9 de Mayo últi-mo, y debiendo procederse en los mismos á otrasnuevas, es más que probable que éstas hayan decoincidir en sus fechas con el período en que se en-cuentre en vacaciones el Tribunal Supremo, y tam-bién posible que éste tenga que cumplir el deber quela ley le impone de emitir informe sobre alguna delas actas de dichas elecciones, por existir en las deescrutinio general protestas 6 reclamaciones de cual-quier índole, ó por darse en los expedientes electo-rales los casos y hechos que se consignan en los pá-rrafos 4 .° y 5.° del art . 5t de la ley Electoral; pu-diendo, en consecuencia, surgir dudas acerca de lamanera cómo en la época de esas vacaciones legalesdel Tribunal Supremo haya de constituirse el de ac-tas protestadas .

La Juata central de mi presidencia, teniendo en

El Sr . PRESIDENTE: El Sr. Azcárate tiene lapalabra .

El Sr . szOARATE : Llamo la atenciónd_e los se-ñores Diputados acerca da la comunicacián que aca-ba de leerse, que no puede pasar sencillamente conla fórmula del enteradu.

Se refiere la comunicación á la forma en que hade conetituirse, durante las vacaciones de Tribuna-les, el de actas protestadas, porque no pudiendoconstituirse durante ese período en la forma quedetermina la ley Electoral, y habiendo de proceder-se á elecciones parciales eñ los distritos en que elel Congreso, á propuesta del Tribunal Supremo, haanulado las últimas, la Junta Central del Censo esde parecer que el Tribunal de actas protestadas secomponga del presidente de Sala más antiguo y losmagistrados más antiguos de los que forman la Salade vacaciones, pero para esto es necesario que loacuerde el Congreso, con el fin de que la Secretaríapueda remitirle las actas que reciba. ». Hecha, en virtud de las palabras del Sr. Azcá-

rate, la oportuna pregunta por el Secretario señorArias de Miranda¡ el Congreso acordó de conformi-dad con lo propuesto por el Sr . Azcárate, y por consiguiente con la opinión expresada por la Junta cen-tral del censo .

El Sr . PRESIDENTE: Drden del día para ma-ñana: Continuación del debate pendiecte y aproba-ción definitiva del proyecto de ley concediendo uncrédito de pesetas 340.725,75 al presupuesto vigen-te de la sección 9 .', «Obligaciones de los Departa-mentos ministeriales» .

Se levanta la sesión . »Eran las siete y cincuenta y cinco minutos .