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    Captulo IICaptulo II

    EL CASO GUANE. LA BSQUEDA DE UN ESQUIVOPROGRESO Y EL ASEGURAMIENTO DE LA SUBSISTENCIA

    Guane, la zona que hemos escogido para analizar la dinmica de una produc-cin familiar en condiciones relativamente precarias, es un corregimiento del

    municipio de Barichara que a su vez forma parte de la provincia de Guanent,con centro en la ciudad de San Gil. Hace diez aos DVILAy ZAMUDIO (1989) identi-ficaron un proceso de cambio tcnico, entre los campesinos de estos munici-pios17.

    Este cambio se produca con la introduccin masiva del cultivo del frjol, quesustitua al tabaco, lo cual significaba, segn estos autores, una transformacinsustancial en las relaciones sociales y econmicas en la medida en que semonetizaba una produccin que hasta el momento se haba basado en relacio-

    nes familiares con muy baja incorporacin de insumos monetarios. Los campe-sinos eran forzados a introducir nuevas prcticas, no slo en el cultivo (meca-nizacin de la preparacin de la tierra), sino en sus sistemas de interaccin conel mercado (surgimiento de nuevos comerciantes y de nuevas exigencias en

    17. Nos referimos al informe Cultivo, cultura y economa: productores y comerciantes de frijolen los municipios de Villanueva, Barichara y San Gil del proyecto del IER, tambin patrocinado

    porCOLCIENCIAS

    . Hemos escogido la zona de Guane porque adems de representar una economarural con las caractersticas que nos exigimos para esta investigacin, pertenece a una regin,la provincia Guanentina en la cual el IER ha venido trabajando desde hace ms de 15 aos,especialmente con las cooperativas rurales. Gracias a nuestras ya largas relaciones con estaprovincia, tenemos all un laboratorio propicio para la realizacin de actividades, tantoinvestigativas como de docencia y extensin.

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    cuanto a las labores de la cosecha) que implicaban a su vez una mayor vulnera-bilidad al riesgo.

    Aunque, en efecto, el cultivo del frjol introduce cambios en esta economarural ello no significa una ruptura tal como pensbamos cuando se hizo el men-cionado estudio. Pensamos ahora que la introduccin del frjol guarda continui-dad con el proceso de integracin de esta economa rural al mercado.

    Situados en el 2001 observamos, hoy en da, la permanencia y transforma-cin del tabaco, como una actividad agrcola comercial, con relativamente al-tos niveles de intensificacin tecnolgica y monetaria y a su vez la persistencia

    del maz como cultivo para el autoconsumo que garantiza en una buena medidala seguridad alimentaria18. Es decir, que ubicados en otro momento de la his-toria constatamos ms que un cambio en la naturaleza econmica de estaeconoma rural, una continuidad en la estrategia econmica de los campesi-nos consistente en combinar alternativas productivas que les permitan ofre-cer productos agropecuarios en el mercado, asegurar ciertos niveles deautoconsumo y garantizar algunos ingresos. Maz, tabaco, frjol y costales cons-tituyen, hoy en da, el eje de esta estrategia.

    La produccin de costales que es, en este caso, una actividad noagropecuaria en la medida en que los campesinos no cultivan sino que com-pran el fique que sirve de materia prima representa para muchos hogaresuna entrada semanal que a pesar de su baja remuneracin constituye un in-greso seguro. En palabras de algunos campesinos esta actividad da lo delmercadito. El tabaco en estos momentos, para quienes logran cultivar pormedio de contratos preestablecidos con la compaa tabacalera, es una acti-vidad que implica un bajo riesgo en trminos de la incertidumbre de los pre-cios. El frjol es el cultivo con el que los productores ms arriesgan y el que en

    determinadas ocasiones les aporta ingresos que compensan ampliamente suesfuerzo o les proporciona serios descalabros.

    Desde su conformacin en la colonia, el campesinado de la provinciaGuanentina ha participado en el mercado nacional en la medida en que formparte de ese sector econmico, artesanal y campesino, rural y urbano, lder deun desarrollo econmico que fue fuertemente afectado por las medidaslibrecambistas de mediados del siglo XIX. De otra parte una frrea estructura declase o de cuasicastas constituy un serio obstculo a su pleno desarrollo. Segn

    18. Veremos ms adelante que el consumo de maz en forma directa o de manera indirecta atravs de productos avcolas, basados en la utilizacin del maz para la alimentacin animal,representa un ingreso significativo para los campesinos de esta zona.

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    VIRGINIAGUTIRREZDE PINEDA(1975) la estructura social haba subordinado y margi-nado, por lo menos hasta la mitad del siglo XIX, el trabajo de los campesinos y

    artesanos a los privilegios de una clase dominante semiparasitaria.

    Con la redistribucin de la propiedad territorial que ha suscitado la disolu-cin de las viejas haciendas y con la desaparicin de la vieja estructura declases se ha dado en las ltimas dcadas una mayor integracin al mercado quesignifica, a su vez, condiciones ms favorables para los campesinos. Esta inser-cin al mercado, como acabamos de ver, ha guardado un equilibrio entre pro-duccin para el mercado, autoconsumo y manejo del riesgo por medio de lapoliactividad productiva agropecuaria y no agropecuaria. En la consolidacin de

    esta estrategia ha sido fundamental la estructura de soporte y apoyo institucionala la produccin que ha proporcionado la Cooperativa COMULSEB (cooperativamultiservicios de Barichara). Esta entidad coloca actualmente alrededor de mediomilln de dlares anuales en crditos de baja cuanta que atienden requeri-mientos productivos y de consumo de la poblacin rural19. Adems, alquila trac-tores a los campesinos y los provee de insumos bsicos.

    FAMILIA Y PRODUCCIN

    La familia

    La familia es en esta zona el eje de referencia fundamental. Todas las acciones,tanto productivas como sociales, estn orientadas y codificadas por las relacio-nes familiares. As, por ejemplo, las referencias simblicas de identidad y per-tenencia, el acceso a los recursos de produccin y al trabajo, las posibilidadesde desarrollo personal, estn mediados por la pertenencia a una unidad familiarlo cual conlleva derechos y obligaciones. Esto rige tanto para hombres como

    para mujeres pero opera segn mecanismos diferentes en cada caso y hay mar-cadas diferencias entre veredas.

    Los miembros del hogar orientan claramente sus esfuerzos hacia la repro-duccin de la unidad familiar. Esto redunda en la organizacin de la produccin,en el conjunto de intercambios y actividades que conforman la economa localy en la estructura de las relaciones sociales. Hemos identificado una combina-cin de estrategias productivas (produccin agrcola, ganadera, tejido de cos-tales, trabajo asalariado rural y urbano, comercio) y sociales (relaciones de

    trabajo, compaas y aparceras, intercambios, entre otros) basadas en una

    19. Datos suministrados por la gerente ADELA CARREO, enero de 2000.

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    estructura familiar slida y/o vnculos familiares de consanguinidad, afinidad ycompadrazgo que garantizan la supervivencia del hogar (RIVERA; 1989).

    Podra afirmarse que en este contexto se es primero familia antes que indi-viduo y que las acciones de cada persona estn determinadas por la forma comopueden afectar o favorecer a su grupo familiar. Es evidente, sin embargo, que lainstitucin familiar est sujeta a muchas tensiones entre los patrones ms mo-dernos y la tradicin, sobre todo en relacin con el rol femenino como se verms adelante.

    Se acostumbra el matrimonio entre parientes consanguneos cercanos inclu-

    so primos hermanos, y en general las veredas tienden a cerrarse sobre s mismasen trminos de matrimonio, sin que se pueda hablar de una endogamia estrictasalvo en el caso de la vereda de Butaregua.

    Las relaciones de parentesco son fuertes; se conserva clara memoria de loslazos familiares y el vnculo, en la medida de lo posible, incluso con aquellosque han emigrado. Las mujeres y los hombres se casan relativamente jvenes yen general los hijos se tienen igualmente temprano. Si bien el tamao de lasfamilias ha disminuido, todava se observa que tener varios hijos tiene unavaloracin positiva para los matrimonios, sobre todo para el hombre. Los pa-dres pertenecientes a las generaciones que hoy en da tienen menos de 35 aosno tienen por lo general ms de cuatro hijos. Antes las familias eran de 10, 13,incluso 25 hijos (no necesariamente con una sola mujer). Se tienen actualmentemenos hijos y se asegura ms, que antes, su subsistencia gracias al estableci-miento de cuidados sanitarios como el hervir el agua, lo cual ha disminuido losndices de mortalidad infantil.

    De otra parte han variado las concepciones sobre el rol de los hijos dentro dela economa familiar. Si bien los muchachos continan trabajando y asumiendoresponsabilidades desde muy temprana edad, tanto en la parcela como en elhogar y, si es el caso, en la produccin de costales, en este momento se recono-ce que a los hijos hay que darles por lo menos un mnimo de educacin.

    Los hogares estn compuestos por familias extensas. Un mismo techo escompartido por familiares en lnea directa pertenecientes a varias generacio-nes o por familias nucleares, que mantienen en general vnculos muy fuertescon la casa paterna, sobre todo si se trata de parejas jvenes. Otra formaque podramos llamar mixta consiste en que en el mismo predio cada familia

    nuclear habita en casas separadas pero comparten la mesa y, en consecuencia,los gastos del mercado y las labores de preparacin de las comidas; en este casopodra decirse que el hogar se define por la existencia de una sola cocina (entrminos de espacio fsico y de labores).

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    La posicin relativa de los miembros de la familia, los mecanismos de tomade decisin y responsabilidades de cada miembro muestran, a nivel de los casos

    establecidos, diferencias significativas en dos aspectos fundamentales: la si-tuacin de la mujer y las jerarquas internas de la familia en relacin con lasclases generacionales.

    La forma de unin imperante es el matrimonio catlico. Los casos de uninlibre y de madresolterismo han ido aumentando paulatinamente. Sin embargo,es claro que en ambas situaciones la mujer sufre una sancin social bastantefuerte: se le pierde el respeto20 y se genera un margen de permisividad queno obliga a los hombres a responder por los hijos.

    En estos casos, en general las mujeres no plantean demandas por alimentosya que al parecer stas no prosperan debido a un control clientelar de las ins-tancias de administracin locales. Esto las coloca en una situacin muy duradadas las limitadas opciones econmicas para la mujer en la zona. La situacinantes descrita presenta variaciones generacionales y veredales. Sin embargo,se plantea que la presencia y accin del ICBF han generado una dinmica demayor responsabilidad por parte de los hombres y ha influido en la reduccin delos ndices de maltrato familiar que al parecer antes eran bastante altos21. Sin

    embargo, al parecer, los procesos de socializacin son bastante rudos e incluyencastigos fsicos.

    Asimismo han disminuido los brotes de violencia intracomunitaria que die-ron incluso lugar a varias muertes, principalmente bajo efectos de la drogaetlica (el trago). Sin embargo, el consumo de alcohol bsicamente chicha ycerveza contina siendo alto y sigue generando conflictos tanto familiares comocomunales.

    La unidad familiar se ve afectada, pero no completamente disuelta, por lamigracin de un alto porcentaje de sus miembros que parten en busca de mejo-res opciones ya que la economa local no permite sostenerlos a todos. Esteproceso, que viene de mucho tiempo ha implicado que cada familia de la zonatenga familiares por fuera, fundamentalmente en la Costa Atlntica. Los vncu-los entre estos familiares se conservan en la mayora de los casos y se renuevancon permanentes visitas. Implican adems, para las familias que permanecen,una importante estrategia de acceso a recursos. Sobre las migraciones volvere-mos ms adelante. Queremos hacer enseguida algunas precisiones sobre el tema

    20. Entrevista, enero del 2000.

    21. No se tienen datos precisos sobre esta situacin.

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    de la familia en las tres veredas en que realizamos nuestra investigacin, deButaregua, Carare-Regadillo y Guanent.

    Se debe advertir que la vereda de Butaregua es reconocida como la msaislada, tradicional y atrasada del municipio de Barichara. Los campesinospertenecan a una antigua hacienda que fue cedida voluntariamente por susantiguos dueos, a los antiguos aparceros, con la mediacin del INCORA. Tieneactualmente una organizacin comunitaria que reclama su reconocimientocomo cabildo indgena de la etnia guane aunque el vnculo de los ancestros delos actuales butaregenses con la cultura guane, desaparecida casi por comple-to, bajo la dominacin espaola, no es muy claro. La persistencia indgena est

    quiz muy profundamente oculta bajo la cultura mestiza-catlica de estos pue-blos pero de ninguna manera parece ser ms fuerte en Butaregua que en otrasveredas. Dan testimonio de la subsistencia de la sangre indgena algunos apelli-dos de los habitantes de las tres veredas estudiadas.

    La comunidad de Butaregua es bastante cerrada y tiene un comportamien-to endogmico generalizado; tanto ellos como los vecinos de otras veredascoinciden en que nadie de Butaregua se casa con alguien de fuera deButaregua22. Esto se ratifica con el enunciado de que aqu todos somos fa-

    milia y el limitado nmero de apellidos en la vereda. Los matrimonios entreprimos hermanos, hijos incluso de primos hermanos entre s, son moneda co-rriente en esta vereda. En las otras dos veredas, Carare-Regadillo y Guane, sepresentan frecuentemente matrimonios entre los individuos del grupo veredalpero no se trata de una endogamia estricta. Llama la atencin que las mucha-chas que parten en busca de mejores opciones de vida suelen casarse congente de la misma vereda que encuentran en su zona de destino. Pocos secasan con gente de otra parte pero es evidente que la emigracin ha ampliadoel espectro de uniones posibles.

    Se encuentra un alto porcentaje de hogares conformados por familias exten-sas, donde los miembros del hogar colaboran estrechamente entre s para ga-rantizar la reproduccin del mismo. Las comidas se hacen colectivamente perocada grupo familiar maneja sus entradas y sus gastos individualmente. La cola-boracin a la olla familiar no est estrictamente delimitada: cada uno ponelo que puede cada da.

    La pertenencia a una familia le permite a los hombres acceder a un pedazode tierra para la produccin, brindndoles un estatus dentro del grupo local yfavoreciendo sus posibilidades de establecer su propio ncleo familiar. A las

    22. Slo se mencionan dos excepciones.

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    mujeres les garantiza proteccin y respeto, determina igualmente su acceso ala conformacin de su propia familia y define unos estrictos lmites en sus posi-

    bilidades de accin y libertad personal. En general se observa que se favorece laconformacin de familias nucleares si bien las nuevas parejas siguen mante-niendo sus vnculos afectivos y de ayuda mutua con sus hogares paternos. Losmecanismos de acceso a la tierra a travs de arriendos (en realidad aparceraso asociaciones) favorecen esta independencia. El terreno donde se construye lavivienda puede ser adquirido por la pareja despus de un tiempo o en ocasionescedido por la familia de alguno de los cnyuges.

    Las formas familiares ms tpicas obedecen a reglas de residencia virilocales,

    es decir, segn la costumbre los matrimonios se establecen cerca a la residenciade la familia del marido23. Si bien al inicio del matrimonio la pareja puedehabitar la casa paterna, se trata rpidamente de construir una casa aparte. Secomparte la cocina, la unidad sanitaria cuando la hay, el caney y el espacio desombra donde se hallan el telar y los husos. En este caso lo usual es que secompartan las comidas, si bien cada uno hace su mercado por aparte, y que seresponda conjuntamente por las obligaciones de la casa24.

    Mucho ms en Butaregua que en las otras dos veredas, las mujeres solteras

    estn, en general, restringidas al espacio domiciliario y sujetas al control pa-terno en donde su capacidad de autodeterminacin es muy reducida o casi nula.An en Butaregua las mujeres ms jvenes, o pertenecientes a familias conpadres ms jvenes, estn construyendo al parecer mrgenes de libertad y detoma de decisiones un poco ms amplios. Sin embargo, es evidente que losespacios femeninos de socializacin y desarrollo estn restringidos, afectandoen consecuencia sus opciones personales.

    Las mujeres de Butaregua tienen menos oportunidades de salir, trabajar en

    Barranquilla, y en dado caso se exponen a una sancin social difusa que limita,y en algunos casos imposibilita, su retorno a la vereda; se les pierde el respe-to. En las otras dos veredas hay una cierta emigracin femenina pero no tanalta como en otras comunidades rurales de Barichara. A las mujeres se les colo-can restricciones para evitar que se vayan. Se pretende evitar que se diga deellas que andaban de mantequeras en otra parte25.

    23. Nuevamente slo se reconoce una excepcin condicionada por el hecho de que la madre de lanovia era viuda y no se la poda dejar sola.

    24. Entrevista, junio 1999.

    25. Aunque Lla palabra se refiere al oficio de la cocina (se deriva de manteca) tiene una acepcinsexual posible de trabajadora sexual despectiva porque alude a la posibilidad de que la situa-cin de empleada domstica est acompaada de la prestacin de favores sexuales.

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    En Regadillo-Carare y Guanent, si bien el hombre es nominalmente el jefede hogar las decisiones sobre la produccin y el hogar se toman en forma con-

    junta con la mujer. Podra decirse que en estas veredas los miembros de lapareja se conciben como compaeros, donde cada uno tiene responsabilidadesy obligaciones similares en referencia a la reproduccin del grupo familiar. Sibien hay diferencias generacionales se observa que las mujeres en estas vere-das tienen un estatus bastante alto dentro del grupo familiar y que se reconoceque su trabajo, principalmente en la elaboracin de costales, es fundamentalpara la economa hogarea. Actan con bastante autonoma en sus decisiones yhan generado sus propios proyectos productivos, a lo cual ha contribuido laasociacin de mujeres que existe en la zona. Aunque la mujer se encuentre en

    una circunstancia de subordinacin sta no es muy acentuada en la medida enque se liga a factores de proteccin: se la limita porque se la cuida.

    En cuanto a los hijos, hombres y mujeres, stos participan en las laborestanto de produccin como del hogar como parte de sus obligaciones. No recibenretribucin econmica, se les da la comida y el vestido. Cuando llegan a unacierta edad se establece con ellos sociedades; ah empiezan a disponer de sudinero en forma independiente. Si continan viviendo en la casa paterna debenayudar a los gastos.

    Produccin y familia

    El trabajo familiar es la base de la economa. Cada miembro de la familia tieneresponsabilidades, obligaciones y derechos en relacin con la produccin y lareproduccin de la unidad familiar. Como se mencion anteriormente, un grupofamiliar puede conjugar varias estrategias con miras a garantizar los ingresosnecesarios para su supervivencia.

    Los hombres se encargan de todas las labores que tienen que ver con laproduccin, tales como las labores de preparacin de la tierra, sembrar, desyer-bar, manejar obreros y de la administracin del cultivo; compra de insumos,aplicacin, venta de la produccin, destinacin de los recursos. Estas son laslabores que se consideran ms pesadas. Con el mismo criterio se ocupan tam-bin del tejido de los costales, generalmente los sbados ya que stos se llevana vender los domingos. En la vereda de Regadillo asumen tambin en ocasionesel hilado del fique, trabajo para el cual han desarrollado una habilidad muy

    especial como respuesta a las limitadas capacidades productivas de la vereda.El trabajo del campo se considera duro: ponerle la espalda todo el da al soly con muchos riesgos: eso es ms lo que se pierde que lo que se gana lo cualexplicara, en parte, que muchos jvenes opten por la emigracin y tambin

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    que se haga nfasis en el trabajo de los costales que para algunos es msdescansado ya que se trabaja a la sombra y ms seguro en la medida en que

    no est sometido a los azares del clima y la variacin en los costos del mercadono es muy grande.

    Sin embargo, como se dijo atrs, las diferencias de remuneraciones entretrabajo agrcola y tejido de costales as como las posibilidades de acceder a latierra pueden explicar que la gente opte por la agricultura en vez de laconfeccin de costales como puede ser el caso de la vereda Guanent. Igual-mente, como veremos en el captulo IV, se combinan dos factores que por lomenos en un amplio mbito pueden estar explicando que la gente resuelva

    quedarse en el campo. En primer lugar quienes efectivamente se han quedadoles gusta ms el medio rural que el urbano; y en segundo, la actividadagropecuaria en la mayor parte de los hogares remunera el trabajo invertidopor encima del salario mnimo.

    Las mujeres se hacen cargo de las labores del hogar. El trabajo se reparteentre todas las que viven en la finca segn edades y capacidades. Las laboresson la cocina, el lavado de la ropa, el aseo. Tambin tienen que traer la leaque se prefiere al gas por costos. En algunos casos, bastante excepcionales,

    tienen que ir igualmente por el agua que a veces no llega hasta las casas porquefallan las instalaciones domiciliarias26. Cuando hay obreros se encargan depreparar los alimentos y de llevarlos a la labranza lo cual puede en ocasionessignificar una hora o ms de camino.

    En relacin con la produccin se hacen cargo de tareas como sembrar yrecolectar el maz; sembrar, regar, recoger, transportar y ensartar el tabaco. Enocasiones ayudan a desyerbar pero este oficio se considera pesado. Tambinayudan en la clasificacin y elaboracin de las pacas de tabaco para llevarlo a

    vender. En la poca de la cosecha, el trabajo de la adecuacin del tabaco,ocupa intensamente a mujeres, hombres, viejos y nios. Las mujeres se encar-gan tambin del cuidado de los animales; aves de corral, ganado, cabras. Algu-nas se ocupan de la atencin de la huerta casera. La ocupacin femenina mssignificativa, a la que dedican una buena parte de su tiempo y la que les generams entradas econmicas es el oficio de los costales, ocupacin que de acuerdocon los resultados de este trabajo tiene una remuneracin mucho ms baja queel trabajo agropecuario aunque con menos riesgos.

    26. El agua potable es surtida, por pequeos acueductos veredales o por medio de mangueras quela gente conecta a las fuentes ms prximas. La escasez en los prolongados veranos es crticay obliga a estrictos racionamientos que, pueden durar hasta dos o tres das seguidos.

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    Como se dijo arriba algunas mujeres se dedican a la labranza. Esto enGuanent es relativamente comn sobre todo teniendo en cuenta que all no se

    hacen costales y que el trabajo agrcola es, por tanto, el mecanismo econmicoprivilegiado. En las otras veredas en general esto se presenta slo bajo la cir-cunstancia de que en la casa no haya un hombre que pueda encargarse de estastareas; bien porque son solteras y los hermanos varones tienen ya sus propioshogares; bien porque el padre est enfermo y no est en capacidad de respon-der por la labranza, bien porque han enviudado y los hijos, si los hay, todavason muy pequeos. En estos casos se trabaja al igual que los hombres bajo ladinmica de ganarse los brazos, generalmente con sus hermanos y/o familia-res cercanos.

    El trabajo del hilado del fique si bien subremunerado se considera una ga-ranta en la medida en que por las condiciones del clima, falta de lluvias, mu-chas cosechas se pierden. Las mujeres pueden adems obtener empleo comomadres comunitarias en los Hogares de Bienestar del ICBF. Tambin las encontra-mos trabajando como promotoras de salud; si bien este trabajo, a diferenciadel anterior, no tiene un carcter restrictivamente femenino en la zona lo rea-lizan exclusivamente mujeres. Ambos empleos son muy apreciados y dado querequieren una capacitacin bsica mnima tambin tienen asociado un cierto

    estatus.

    El mercado en el pueblo (comprar la remesa) involucra tanto a los hombrescomo a las mujeres, eso depende de quin vaya al pueblo. Lo mismo sucede conla venta de la produccin semanal de costales. La comercializacin de otros pro-ductos, fundamentalmente el tabaco, est en general a cargo de los hombres.

    El trabajo de los nios y nias depende de su edad, capacidad fsica y dispo-nibilidad de tiempo. Se orienta igualmente segn los parmetros de gnero ya

    enunciados. La intensidad y horarios de trabajo de stos est en funcin deltiempo e importancia que se le adjudica al estudio. En general trabajan un ratodespus de la escuela, a partir de los doce aos. En el trabajo del fique seempieza incluso ms temprano:

    En el oficio de los sacos que llamamos, el oficio de ebanar cabuya, los nios a los 5aos, ya saben darle vuelta a un ovillo de cabuya. Pero anteriormente se cultivaba eltabaco, empezaban por ah a los 12 aos, ahorita empiezan a los 13 14, cuando esoa uno le decan que era ms muchacho, ya cuando a los 15 aos ya era un hombrononn,era como a crecerse ms que ahora. Es ms pequeo el pelado27.

    27. Entrevista a productores campesinos, enero de 2000.

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    Cuando terminan la primaria entran de lleno a participar en el trabajo. Estastareas en general no tienen ningn reconocimiento econmico, se considera

    que estn obligados a colaborar y que la comida y el vestido son lacontraprestacin. El momento en que los muchachos entran a participar comosocios en las ganancias depende mucho de las condiciones econmicas de cadahogar. Cuando los recursos son muy bajos esto se retrasa incluso ms all de lamayora de edad; su parte, al igual que la de otros miembros se aporta a lasupervivencia del hogar. Cuando hay mejores recursos el padre establece socie-dades con sus hijos, les da el costo, ms o menos a partir del momento en quedejan la escuela, alrededor de los 13 aos.

    Los nios comienzan a trabajar con los paps, despus los papas los van ense-ando a aislarlos, les dicen este pedacito es para usted, para que coja plata, paraque aprenda a trabajar. Es importante que vean que el trabajo paga. Ellos consi-guen obreros, a veces con los mismos hijos, los ensean a ellos a trabajar porquea veces no alcanza para pagar obreros, ellos devuelven brazos28.

    En general las decisiones, tanto sobre la produccin como sobre el futuro dela familia, las toma el hombre quien es el jefe de hogar. La autoridad del padreprima sobre la de la madre, pero hay variaciones a nivel veredal. En Butareguaste es claramente el caso y la mujer est en una marcada situacin de subor-

    dinacin. En Regadillo y Carare cada miembro de la pareja tiene sus espacios detrabajo bastante definidos y actan como compaeros en otros. La mujer man-da sobre la huerta, la produccin de costales, los animales. En Guanent elhombre controla la produccin pero la mujer tiene la posibilidad de trabajarella misma un pequeo pedazo de tierra (una listica) lo que le permite algu-nos ingresos.

    Relaciones de trabajo y asociacin

    Las relaciones de trabajo no estn, en general, monetizadas en Butaregua mien-tras que en la vereda de Guanent se pagan ordinariamente jornales.

    Para la realizacin del trabajo priman formas de cooperacin como la manovuelta que en la zona se denomina ganar las fuerzas, ganar el da o ganarel obrero. Esta preferencia obedece a las restricciones de acceso a recursosmonetarios. Este intercambio de trabajo est rgidamente regulado tanto en sucalidad como en la de la alimentacin y en las reglas de reciprocidad y obliga-ciones mutuas. El dueo de la finca acta como el orillero, es quien da la

    28. Entrevista a productores campesinos, agosto de 2000.

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    pauta del trabajo, empieza a trabajar un surco y los otros lo siguen al ritmo quel impone, lo cual garantiza una adecuada retribucin del trabajo. Slo se de-

    tienen a tomar guarapo, tres veces al da.

    Para trabajar de esta manera se prefieren los amigos o parientes, de quienesse conoce su forma de trabajar. A veces se constituyen equipos, grupos perma-nentes que intercambian su trabajo regularmente. Cuando el calendario de tra-bajo se intensifica tambin se intensifica la presin sobre el trabajo familiar,particularmente el de la esposa y/o los hijos mayores, quienes no reciben re-muneracin en dinero. Slo pagan jornales cuando la intensidad del trabajo lohace inevitable y por la poca (preparacin de la tierra, cosecha) es imposible

    posponer la devolucin del trabajo.

    En el caso tpico del pequeo propietario aparcero mecanizado de Guanentse observa por el contrario que cuando se requiere trabajo extra al que proveela unidad familiar se prefiere pagar jornales. De un lado este tipo de productortiene ms fcil acceso a recursos monetarios y tambin tiene una actitud dife-rente respecto a la produccin en la que su rol es ms el de un administradorque el de un obrero. En esa medida considera que ganar jornales no es unabuena inversin, que mientras trabaja en la tierra de otros lo puede hacer en la

    propia y con ello asegura adems la calidad de su trabajo.

    Como en la zona la demanda por trabajo es muy restringida, los jvenes queno tienen tierra deben salir a jornalear, se van a andar, es decir, salen aconseguir pa hacer pa la ropita29. En este mercado tambin participan perso-nas mayores, aunque en nmero reducido.

    El mercado de trabajo obedece a un calendario laboral ordenado segn lasnecesidades de los cultivos imperantes en la zona. En general los muchachosvan y vienen, tratan de cumplir con las necesidades de trabajo de sus casas ybuscan ganarse unos pesos fuera.

    En marzo se empiezan a arreglar las tierras para los cultivos. Para este tra-bajo generalmente se recurre al uso de los servicios de tractores de la coopera-tiva o bien a los de los reinosos o piojosos, una serie de tractores quellegan a la regin para la poca, provenientes de el reino, el altiplanocundiboyacense30. Los tractores de la cooperativa se consideran mejores por serde doble traccin y aptos para los terrenos locales que son ms montaosos y

    29. Entrevista a productor campesino, enero 2000.

    30. El calificativo de reinosos viene de la poca de la independencia. Se refiere a la fidelidad alrey que guardaron pobladores indios y mestizos del altiplano cundiboyacense.

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    pedregaludos. Los de los reinosos son buenos para terreno plano pero son msfciles de conseguir porque en la cooperativa hay que hacer largas colas e inclu-

    so, segn dicen algunos, porque hay tratos preferenciales para algunos.

    El frjol y el maz se siembran en abril, el tabaco en mayo. En ese momentoes cuando se requiere de trabajadores extras y los muchachos de Butaregua,Carare y Regadillo van a jornalear a Guanent y a otros pueblos de la provinciaguanentina. En julio hay un receso y se vuelve a empezar el proceso en agosto,lo cual dura hasta noviembre. De noviembre a marzo no hay mucho que hacer ymuchos jvenes parten en busca de trabajo para Barranquilla. Esta es una bue-na poca para este fin o para conseguir tiendas en arriendo porque los propieta-

    rios y trabajadores que estn all permanentemente suelen venir a la regin apasar vacaciones durante esos meses.

    El pago del jornal vara de una vereda a otra, en Carare-Regadillo 6.000 7.000 y en Guanent puede llegar a 8.000 (pesos de 2001). Adems se da laalimentacin que consiste en desayuno, almuerzo y comida y todo el guarapoque se quieran tomar. Al considerar la remuneracin en especie los salarios enRegadillo y Guanent estn ligeramente por debajo (en el primer caso) y ligera-mente por encima en el segundo, del salario mnimo legal vigente diario que es

    de $9.533 (4,09 dlares31

    ).

    En Butaregua, por el contrario, se pagan 4.000 pesos por el jornal, suma queal aadirle la alimentacin equivale a un 60% del salario mnimo. Este bajonivel, hasta donde conocemos, se presenta en zonas campesinas que, excepcio-nalmente, continan, por el lado de la demanda, desarticuladas al mercadonacional de trabajo. En esta vereda la contratacin de trabajadores es excep-cional y muchas veces esconde un contrato de contraprestacin segn el cual eltrabajador contratado espera que el contratante trabaje en su predio para re-

    tribuirle su servicio. Sucede tambin, que los contratados son personas que porlimitaciones especiales no pueden salir a trabajar fuera de su propia vereda.Quienes, realmente, optan, por ganarse un salario se ofrecen efectivamente enotras veredas vecinas como Guanent o van a otras zonas.

    Los sitios a los que se dirigen a jornalear son: El Palmar, Aguafra o Villanueva,donde est el cultivo del frjol. Para conseguir el trabajo hay lugares dedicadosa ello en Villanueva. Tambin los contratan en Guanent y vienen a buscarlos ala misma vereda. El trabajo es bsicamente para echar mocho (azadn), pica,

    31. Se toma como tasa de cambio del dlar $2.330,88 pesos de octubre 2001.

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    machete. Se van toda la semana, de lunes a sbado. Cuando los muchachossalen y el padre se queda sin ayuda le toca compensar la labor de sus hijos

    ganndose las fuerzas con los vecinos.

    Las mujeres, como ya se dijo, tienen la opcin de trabajar como hilanderascon una remuneracin muy baja; como madres comunitarias en el ICBF (los cuposson limitados) y como promotoras de salud. Tambin pueden partir a trabajaren el servicio domstico o como nieras en Barichara bajo unas condiciones detrabajo tambin duras ya que slo tienen un da libre cada 15 das y trabajandoce horas diarias por un salario de aproximadamente 163.000 pesos (ao 2001).

    Una seria dificultad al abordar un proceso productivo es conseguir el cos-to, o sea, cubrir los gastos de alimentacin tanto personales como de obreroscuando se hacen necesarios. En esta medida una de las formas de asociacinms caracterstica consiste en que una de las partes aporta estos gastos, la otraaporta el trabajo necesario, tanto personal como de obreros, cuando se hacennecesarios. La preparacin de la tierra, los abonos y venenos se costean a lapar y la produccin se divide igualmente al 50% para cada asociado. Es claro porconsiguiente que al contabilizar la mano de obra aportada por el aparcero oarrendatario la relacin es asimtrica en la distribucin de costos e ingresos:

    mientras ste aporta mucho ms del 50% de los costos recibe apenas la mitad dela cosecha.

    Este tipo de asociaciones suelen darse entre padres e hijos, sobre todo cuan-do stos ltimos estn aprendiendo a trabajar o cuando an no han logrado elproceso de acumulacin necesario o bien no estn en condiciones de solicitarun crdito ante la cooperativa o el Banco Agrario (la Caja).

    Tambin se presenta entre vecinos. En estos casos el acuerdo es verbal, nose requieren papeles porque las reglas estn claramente delimitadas por latradicin local y en la misma medida lo estn las sanciones. A ninguna de laspartes le interesa fallar en sus obligaciones; de un lado no es fcil conseguirmano de obra y de otro, dados los riesgos que tiene la agricultura tampoco esfcil conseguir un inversionista.

    Tambin se suelen conseguir tierras en arriendo que es realmente una formade aparcera. Las tierras disponibles son de migrantes que conservan su propie-dad o bien de propietarios que no cuentan con mano de obra suficiente paraexplotar toda su tierra (30 40 ha). La renta se define como un porcentaje de

    la produccin y el propietario debe recogerla en el surco o pagar a quien lohaga. Esto implica que se disminuyen las desconfianzas y que el trabajo derecoleccin corre por cuenta del dueo. El monto de la renta, como ya se expli-c, depende de la calidad de la tierra, de la relacin entre asociados, de las

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    condiciones de vida del dueo de la tierra, del cultivo al que se dedique y de losaportes que haga el dueo de la tierra. Segn la calidad de la tierra cuando el

    labrancero pone trabajo y abonos paga la quinta o la sexta parte. Para eltabaco, se descuentan los abonos, y debe pagar una cuarta parte o una quintaparte. El maz est sometido a un rgimen especial y la forma de repartirlodepende estrictamente de quines son los asociados, si es entre padre e hijoque habitan en la misma casa el maz no se reparte sino que se comparte, sino viven juntos el dueo recibe una quinta parte. En general es el arrendatarioquin decide qu siembra.

    En los casos en que el propietario no aporta insumos ni mano de obra, la

    parte de la cosecha que l recibe constituye en sentido estricto una renta de latierra la cual tiende a ser la sexta parte de la produccin obtenida. Es una rentatpica de aparcera cuyo monto es aleatorio pues vara de acuerdo con el volu-men y los precios de las cosechas.

    Cuando hay aportes monetarios para pagar insumos y parte de la mano deobra, la relacin es de asociacin y no de aparcera. El propietario de la tierravaloriza antes que todo su inversin en dinero y despus la tierra aportadadurante el ciclo productivo. En este caso la renta de la tierra es residual con

    respecto al rendimiento del capital y puede ser igual a cero o inclusive ligera-mente negativa.

    Tambin se plantean asociaciones para el cuidado de los animales. La UMATApor ejemplo financi un proyecto con cabros en el que se trabajaba al 50%. Loscabros eran de la institucin y el campesino aportaba el cuidado y la alimenta-cin.

    En Butaregua la mayora de los parceleros de edad (que superan los 55 aos)ya no pueden trabajar. En consecuencia trabajan con32, uno o ms de sushijos varones o le dejan un pedazo de tierra a los yernos. stos se hacen cargode las tareas productivas, aportan los insumos en las pocas ocasiones en que seusan y le entregan al padre una parte de la produccin siendo sta la forma deasociacin ms caracterstica. En los cultivos destinados a la comercializacin,fundamentalmente el tabaco, esta parte equivale a un sexto de la produccin(de cada cinco surcos uno). En lo que se orienta para el consumo, bsicamenteel maz, el criterio es que este producto no se reparte sino que se comparte;eso lo vamos trayendo y comiendo ac en la casa. Sin embargo, en los casos

    32. Dado que se hace entre familiares no se habla de arriendo sino de trabajar con. Segn sedice no se acostumbra arrendar la tierra; como cada uno trabaja en su parcela.

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    en que el productor, generalmente el yerno, no vive en la misma casa con eldueo de la parcela la norma es entregar una quinta parte de la produccin.

    Tambin se usan las compaas, igualmente limitadas a padres e hijos; nosuelen hacerse entre personas vinculadas por otro tipo de relacin. En ellas elpadre pone el costo es decir la alimentacin ya que no se usan prcticamenteinsumos y las ganancias se parten por mitad.

    El nmero de hijos que participan de la produccin depende de las edades delos mismos y de su estado civil y est, a su vez, limitado por el tamao de laparcela. El padre ensea a trabajar a sus hijos. Cuando son menores se consi-

    dera que estn aprendiendo y que su trabajo es una forma de retribuir la comi-da y el vestido. Cuando llegan a los 18 aproximadamente y/o cuando se casan33

    se establecen las asociaciones o el pago de arriendos en la forma ya descrita.Los solteros responden por el hogar paterno, una vez se casan su responsabili-dad es con su nuevo ncleo familiar, ms an si tienen hijos.

    Si el padre ya no tiene capacidad de trabajar (por vejez o enfermedad) estasasociaciones entraan un criterio de responsabilidad y obligatoriedad con res-pecto a la necesidad de acompaar a los padres y ver y responder por ellos.En estos casos los trminos de la obligacin no estn claramente determinados,ellos dan lo que puedan34, lo cual opera tanto para productos comerciales(tabaco) como de autoconsumo como el maz y/o la yuca. Como se siembrapoco se les da un surquito de arriendo, la yuca se va sacando y mandando hastaque se acaba35.

    Las obligaciones de las hijas solteras con los padres son ms restrictivas. Porun lado el dinero que su trabajo produce no les pertenece sino que se destina ala remesa semanal y por otro no se le da una valoracin muy alta: sirve papoder comprar por ah la sal36. Adems, como ya se dijo, no tienen mayorcapacidad de autodeterminacin y su obligacin de acompaar a los padresimplica muchas veces la renuncia a sus propios intereses.

    33. Se adquiere estatus de adulto a travs del matrimonio.

    34. Entrevista a productor campesino, enero de 2000.

    35. Entrevista a productor campesino, enero de 2000.

    36. Entrevista a productor campesino, junio de 1999.

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    Migraciones

    Las tendencias de la poblacin observables en el cuadro 2.1 muestran que enconjunto los municipios de Barichara y Villanueva (teniendo en cuenta que elsegundo se escindi del primero en 1949) tienen una poblacin rural estable.Esto, a nuestro juicio, refleja una adecuacin de la estructura productiva paramantener una poblacin activa constante y con un relativo progreso en las con-diciones de vida en un contexto de frontera agrcola cerrada. Esta misma ten-dencia, es compartida por algunos otros municipios de la provincia guanentina.

    CUADRO 2.1

    Provincia de Guanent: evolucin de la participacin de la poblacin

    rural en la poblacin total por municipio. 1951-1993

    Tasa anual de

    crecimiento

    1951-1993

    Aratoca 85% 81% 85% 5,376 1,679 76% 0.15% 0.40%

    Barichara yVillanueva* 78% 79% 69% 10,972 5,763 66% 0.44% -0.45%

    Cepita 85% 84% 86% 1,729 280 86% -1.11% -1.15%

    Coromoro 94% 93% 91% 5,874 592 91% 0.20% 0.28%

    Curit 73% 74% 72% 6,381 2,714 70% 0.68% 0.78%

    Charal 72% 59% 73% 6,153 6,090 50% -0.76% 0.09%

    Encino 93% 94% 91% 2,153 255 89% -0.31% -0.21%

    Jordn 95% 93% 93% 1,153 46 96% -1.49% -1.52%

    Mogotes 83% 76% 75% 8,546 3,257 72% -0.35% -0.03%

    Ocamonte 95% 94% 92% 4,404 544 89% 0.73% 0.88%

    Onzaga 90% 86% 86% 5,724 1,100 84% -1.12% -0.95%Pramo 91% 85% 81% 2,087 715 74% -1.00% -0.53%

    Pinchote 91% 86% 87% 2,464 565 81% -1.10% -0.83%

    San Gil 42% 29% 24% 6,966 28,157 20% -0.11% 1.68%

    San Joaqun 87% 87% 84% 2,783 726 79% -1.19% -0.98%

    Valle de San Jos 79% 75% 68% 6,589 1,544 81% 1.39% 1.33%

    Prov. Guanent 77% 69% 66% 83,557 56,939 59% -0.05% 0.45%

    Santander 68% 56% 46% 496,520 1,102,168 31% -0.04% 1.83%

    Nacional 60% 48% 39% 9,595,770 23,514,070 29% 0.83% 2.61%

    * Incluido Villanueva, municipio creado en el ao 1966.

    Excluido Cabrera por datos incompletos.

    Fuente: elaborado con base en censos de poblacin y vivienda de 1951, 1964, 1973 y 1993 del DANE.

    1951 1964 1973 Resto Cabecera Porcentaje Resto TotalRural

    Municipios,departamento y

    nacional% Poblacin rural

    1993Nmero de habitantes

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    Esta estabilizacin de la poblacin rural se explica, en primer lugar, por eldesarrollo de un modelo productivo que integra alternativas de produccin que

    favorecen el equilibrio autoconsumo/ventas, y que permite implementar simul-tneamente actividades de diferentes grados de riesgo, con el fin de garantizaruna base mnima de subsistencia, como se expondr ms adelante.

    De todas formas las restricciones en la demanda de trabajo local han propi-ciado emigraciones prolongadas y/o definitivas, hacia Santa Marta y Barranquillaprincipalmente, aunque tambin se dirigen hacia Bucaramanga, Barranca, SanAlberto - Cesar, entre otros destinos.

    Aunque no todos tienen la oportunidad de hacerlo los muchachos y mucha-chas en general desean irse en cuanto llegan a una cierta edad. En cierta medi-da este trnsito se ha convertido en un ritual de paso que marca la mayora deedad del que lo atraviesa. No tiene necesariamente que ser definitivo ni exitosopero debe hacerse. La migracin se da en etapas, primero se fueron dondefamiliares, trabajan cultivando y pagando arriendo. O bien por la comida pormitades37. Cuando hay algn tipo de relacin como el padrinazgo se le ayuda almigrante para que vaya haciendo unos ahorros y se le dan condiciones muyfavorables, incluso no se le cobra arriendo.

    Cuando regresan a la vereda, ya sea de paso o del todo, los muchachos quetraen algunos ahorros los ven desaparecer rpidamente en actos ostentatorioscomo invitaciones a tomatas de cerveza a todos los amigos. Tambin lleganembambados con cadenas de oro, compran electrodomsticos para la casa y enocasiones invierten en el mejoramiento de la vivienda.

    La emigracin se ve favorecida por la existencia de una red de familiares yconocidos que apoyan a los migrantes en su proceso, los reciben en sus casas,los alimentan mientras consiguen trabajo y/o les ayudan a conseguirlo. Tam-bin se remplazan unos a otros permanentemente, cuando uno parte de untrabajo deja a otro conocido en su lugar.

    Los migrantes se integran en sus lugares receptores a una colonia de genteproveniente de su mismo lugar de origen. Por eso no es extrao que la mayorase casen all con gente de la zona e incluso de su misma vereda lo cual siguefavoreciendo el patrn endogmico vigente.

    La emigracin viene teniendo lugar desde hace muchos aos. Originalmente

    se dio una migracin hacia zonas cercanas bien por razones econmicas bien a

    37. Entrevista a productor campesino, enero del 2000.

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    causa de la violencia poltica que incluso dio lugar a la conformacin del pueblode Villanueva en el ao 1949 y al que se reconocera como municipio a partir de

    1968.

    Los migrantes hace unos aos tenan prcticamente garantizado el xito. Lagente de esta regin controla en gran medida el mercado de vveres de SantaMarta, Barranquilla, Barranca; un muchacho que parta hace unos diez o quinceaos lograba rpidamente hacer un capital y montar una tienda en alguno de losbarrios de estas ciudades. Hoy en da la situacin no es la misma, el mercado seha saturado y muchos fracasan en el intento o se someten a unas circunstanciasde trabajo muy duras, horarios agotadores y baja remuneracin. Algunos resis-

    ten, y entre ellos, mediante trabajo duro y disciplina unos cuantos logran susobjetivos. Otros no se amaan y se devuelven pero no les resulta fcil adaptarsede nuevo al rudo trabajo del campo. Los baricharenses, como los guanentinosen general son preferidos por los empleadores, en primer lugar porque las rela-ciones de parentesco y de vecindario, que guardan en razn a su origen territo-rial comn, garantizan un control social y, en segundo lugar, porque son consi-derados mejores trabajadores, entre otras cosas, por el hecho de someterse acondiciones de trabajo relativamente extremas en su condicin de migrantes,situacin que los costeos no siempre estn dispuestos a aceptar.

    La emigracin obedece a varios propsitos. Para unos representa una opcinde futuro que segn ellos la vereda no les ofrece, para otros es un mecanismopara ayudar a sus hogares y garantizar una entrada fija mensual lo cual nopuede hacerse en la zona por las estrechas y estacionales condiciones del mer-cado laboral. Otros parten con la idea de hacer unos ahorritos que les permi-tan acceder a un pedazo de tierra y ser independientes y en cuanto lo logran sedevuelven. Y en todos los casos est motivada por la el hecho de tener la expe-riencia en s misma que como se dijo atrs constituye un ritual de iniciacinpara los jvenes.

    En general quienes se han ido contribuyen con los gastos cotidianos y seencargan de enviar plata para la remesa acudiendo a algn conocido que viaje.Adems, estn dispuestos a responder el llamado a la solidaridad familiar, en-viando recursos, cuando se presentan urgencias en las familias como enferme-dades graves o algn problema mayor. Por otro lado son los que invierten en lacompra de ciertos artculos de lujo como el televisor, o en el mejoramientode la vivienda.

    Los muchachos que migran terminan trabajando en las tiendas de vveres,como ya se dijo bajo duras condiciones laborales. A las mujeres les toca algosimilar o bien se emplean para el trabajo domstico y como nieras. Ellas notienen que partir tan lejos, pueden trabajar en Barichara o en San Gil. Las

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    opciones laborales estn limitadas por los, en general, bajos niveles educativosde la zona.

    La mujeres que migran, dependiendo de su vereda de origen, no hallan fcilvolver, a menos que se casen y adquieran con ello cierta respetabilidad o, susalida haya estado tan controlada por los mecanismos familiares que se garan-tice su buen comportamiento. En veredas como Butaregua una mujer que salepone en entredicho su buen nombre; la gente de Guanent las trata de mante-queras calificativo que, como ya se mencion, no tiene slo que ver con laslabores domsticas que en general desempean sino tiene adems una connota-cin de relajamiento sexual.

    No obstante, son muchas las que se deciden a partir sobre todo porque en lazona no hay muchas opciones econmicas para las mujeres, excepcin hechadel trabajo del fique al que muchas consideran una tarea dura y mal remunera-da. Los trabajos fuera de la vereda les permiten ganar mejor y, particularmen-te, vestirse bien lo que parece ser muy importante sobre todo entre las msjvenes. En general pueden disponer del dinero que consiguen, aunque algunasestn obligadas a colaborar con los gastos de sus casas dada la situacin econ-mica de sus hogares.

    Los hombres aducen razones similares, adems del hecho de que no hay unaoferta laboral continua, el trabajo del campo no les resulta atractivo, dicen quees muy duro eso de estarle poniendo todo el da la espalda al sol, no quierenechar azadn ni machete. Un comentario general en el rea es que un mucha-cho que se ha ido jams vuelve a echar mocho. Adems opinan que con laagricultura se corren muchos riesgos y que a veces no se logran siquiera cubrirlos crditos y uno queda mal. En esa medida el trabajo en las tiendas si bienes duro ofrece al menos la ventaja de un salario seguro. Sin embargo, comoveremos en el prximo captulo la vida en el campo es altamente valorada por

    quienes finalmente no toman la decisin de irse.

    Normalmente los que se han instalado ya por fuera vienen al menos cada dosaos y permanecen por perodos largos de dos o tres meses. Tratan de mantenersus vnculos con la vereda. La poca preferida es la de Navidad pero tambinvienen a bautizar a sus hijos en su casa, este gesto es como una marca deidentidad, dicen que su hijo debe ser bautizado en el lugar de donde ellosson38. Por otra parte la mayora no venden sus tierras, algunos porque no hayquien las compre, otros porque estn contemplando la opcin de volver aun-

    que sta puede no realizarse nunca. Cuando viajan los que son propietarios detiendas las arriendan, generalmente a gente de la misma vereda y/o parientes

    38. Entrevista en la vereda Regadillo, agosto del 2000.

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    muy cercanos. Esto les permite a stos ltimos iniciar un proceso de acumula-cin pero tambin ha significado la ruina para muchos.

    FAMILIA Y PRODUCCIN

    El tabaco

    El tabaco negro es el cultivo de ms antigua tradicin en la zona de Guane. Ensu momento remplaz a la caa de azcar39 y lleg a ocupar extensiones tanamplias en todas las veredas40 que incluso algunos lo responsabilizan de la situa-

    cin de erosin y deforestacin que se evidencia en la zona. A este respecto nohay un acuerdo generalizado, para otros, la zona ya estaba altamente maltrata-da y el tabaco por el contrario ha permitido mejorar un poco los suelos41.

    En los aos setenta, los consumidores de cigarrillos comienzan a desplazarsus gustos hacia el tabaco rubio disminuyndose proporcionalmente el rea sem-brada ya que esta zona no es propicia para este tipo de tabaco, salvo en lasveredas de Guanent y Lubigar.

    La produccin tabacalera, tanto de rubio como de negro se ve afectadaadems por otros factores entre los cuales destaca el contrabando. Si bien lazona ha tenido algunas bonanzas, como la del ao 1987, la produccin se havisto afectada por este fenmeno llegando a tocar fondo en los aos 1994 y1995. Las compaas tabacaleras pueden planificar sus requerimientos a largoplazo, en trminos de necesidades y expectativas, y en esa medida slo contra-tan la cantidad de tabaco que van a necesitar. Esta situacin favoreci el desa-rrollo del cultivo del frjol que adems para el momento tena muy buen precio.Tambin contribuy a orientar el trabajo familiar hacia la produccin de costa-

    les de fique. A partir de la decidida intervencin de la DIAN en el control delcontrabando se ha visto una mejora significativa en la demanda del productonacional que ha implicado incluso la necesidad de importar tabaco de sitioscomo Brasil a unos costos significativamente altos.

    39. Vase GALN, (1947). Algunos entrevistados todava recuerdan cuando la zona estaba cultivadaen su gran mayora en caa. Haba ms de treinta trapiches, infraestructura que desapareci

    posteriormente.40. Tambin se recuerda que todo lo que uno vea estaba en tabaco, todo el mundo sembraba

    tabaco.

    41. Entrevista a un funcionario de la Compaa Colombiana de Tabaco, San Gil, agosto de 2000.

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    El tabaco ha sido en mltiples ocasiones un cultivo ruinoso para los produc-tores de Santander y Boyac. Sin embargo, actualmente representa un ingreso

    relativamente seguro ya que las compaas tabacaleras, PROTABACO y COLTABACO,garantizan tanto la compra como el precio de venta mediante un sistema decontratos previos que obliga tanto a los productores como a las empresas. Me-diante este sistema la mayora de los productores aplican una tecnologa homo-gnea, supervisada por la compaa la cual les suministra los insumos bsicos,pero los productores que por diversas razones no acceden a estos contratos seven obligados a aplicar el paquete apenas parcialmente. En el cuadro 2.2 estaltima tecnologa corresponde a la de los productores de Butaregua en dondeel resultado en trminos de rendimientos (reflejado en el valor de las ventas) es

    el ms pobre, pero el mejor en cuanto al balance neto para la familia (un exce-dente familiar de produccin anual de ms de 2 millones por hectrea). En elotro extremo, los productores de Regadillo al aplicar todo el paquete reco-mendado obtienen mejores rendimientos pero a costa de sus ingresos netos loscuales resultan ser ruinosos para la familia.

    Existen varias modalidades de contrato; el ms simple es el de compraventasegn el cual las compaas se comprometen a comprar la produccin, calcula-da por el nmero de matas sembradas. Si la cosecha supera las expectativas las

    compaas, en general, la compran igualmente debido a que en este momentose est importando, y adems el tabaco permite su almacenamiento por casidos aos.

    La compaa PROTABACO tiene una modalidad de contrato segn la cual entregala semilla certificada, otorga crdito sin intereses para la compra de insumos ypara cubrir una parte de los gastos de produccin, le vende al productor losinsumos al costo (incluyendo los fletes) y presta asesora tcnica (fundamental-mente para el tabaco rubio). La COLTABACO por su parte ofrece prcticamente lo

    mismo pero cobra el inters bancario sobre los crditos. Sin embargo, segninformacin de esta empresa42, esto se compensa porque al efectuar los pagosel productor recibe un descuento del 20% sobre el valor de los insumos suminis-trados por la compaa. En suma, dicen, si el productor paga rpido este siste-ma lo favorece ms que el de la PROTABACO. La Colombiana que tiene una presen-cia ms antigua en el rea, ofrece al productor la ventaja de tener una casa decompraventa en la poblacin de Barichara con lo cual se reducen sus costos detransporte.

    El crdito y los trminos del contrato se definen de acuerdo a los metros desemillero que haya establecido el productor, a la cantidad de plantas que pueda

    42. Entrevista a un funcionario de la Compaa Colombiana de Tabaco, San Gil, agosto de 2000.

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    sembrar y a cuntos kilos puede producir. La financiacin depende estrictamen-te de cuntas matas le permita manejar el caney. El crdito puede ser de hasta

    dos millones y para obtenerlo no se requiere ser propietario. La decisin depen-de del tcnico y ste trabaja con base en parmetros como el conocimiento quetenga del productor, su capacidad de trabajo y su moralidad comercial.

    Las compaas tambin financian infraestructura pero en estos casos las con-diciones son ms rgidas, slo se le presta a propietarios y el crdito no cubresino un 65% aproximadamente de los costos totales. Se considera que debecomprometerse las fuerzas del trabajador para que la inversin redite.

    Al momento de la venta se le retiene al productor un tercio de lo producidohasta que los crditos quedan cubiertos. Las ventas se programan por zonas ytcnicos. El tabaco debe entregarse clasificado y se paga de acuerdo a las dife-rentes calidades, segn el tamao y la posicin de la hoja (que afecta el conte-nido de nicotina); la calidad del proceso de secado y de la clasificacin. En elmomento de la compra se evala la calidad de la hoja la cual tiene que ver a suvez con el proceso a que fue sometida. Las compaas han venido trabajando enun proceso para que el agricultor tenga claro que no solamente est vendiendotabaco sino que l est vendiendo tambin placer y satisfaccin43 en el cual el

    precio de venta acta como un incentivo y/o eventualmente una sancin.

    Estas modalidades de contrato garantizan a los productores acceso a recur-sos suficientes para aplicar el paquete tecnolgico completo, el cual est sien-do permanente probado y mejorado por los equipos de investigacin de lascompaas. Sin embargo, ste no es siempre el caso; por un lado algunos apro-vechan los insumos del tabaco para otros productos como el frjol, aunque nosean del todo compatibles; por otro lado los productores se resisten, sobre todolos de mayor edad, a aplicar ciertas prcticas productivas como por ejemplo la

    del cape. Una prctica que tampoco tiene mucha aceptacin es la del replante,a pesar de la insistencia de los tcnicos y de que ello les permitira lograr mayo-res beneficios en funcin de la inversin. Son pocos los que hacen los dos semi-lleros que esta tarea requiere. En general los tcnicos plantean que para lograrla aceptacin de cambios en el paquete tecnolgico se requieren de 2 a 4 aos.

    Los productores que no tienen acceso a crditos aplican parcialmente elpaquete tecnolgico, disminuyendo el uso de insumos agroqumicos que paraalgunos casos, como el de Butaregua, se reducen al mnimo. Es importanterecalcar, por las implicaciones que tiene para la mayora de las veredas denuestra cuenca de estudio, que la produccin de tabaco negro se est

    43. Entrevista con funcionario de PROTABACO, agosto del 2000.

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    desestimulando, y una de las estrategias es precisamente no otorgar crditospara este cultivo.

    El tabaco negro tiene casi el mismo trabajo que el rubio. La diferencia esque el negro necesita menos insumos y aguanta mejor el verano44. El perodovegetativo del tabaco negro es mucho ms largo, florece a los noventa das ypuede durar 150 das en mata. El tabaco Burley45 se termina de sacar a los ciendas. En consecuencia con el tabaco negro se logran mayores rendimientos y serequiere por tanto, mayor cantidad de mano de obra para el proceso, sobretodo para la ensartada.

    El tabaco Burley se siembra en abril y da una cosecha al ao. A veces se sacauna cosecha de traviesa pero es muy raro porque las condiciones de agua no lopermiten. El tabaco negro viene un poquito ms atrasado, esa se acaba enmayo, junio, algunos en julio.

    El tabaco negro requiere menos trabajo que el rubio al cual hay que brin-darle ms cuidado y exige prcticas culturales ms delicadas. El tabaco ne-gro es muy resistente a las inclemencias del tiempo, a las zonas secas, aaguantar perodos largos de sequa, entonces el agricultor de tabaco negroest acostumbrado a tratar sus maticas as, a lo que caiga, pero las plantas ledan de todos modos, por la rusticidad de la variedad, pero este tabaco rubiono, ese es como cuidando nias bonitas, como cuidando un jardn, si se des-cuida se le baj la produccin46.

    Una diferencia notable se evidencia en el proceso de clasificacin. El taba-co negro se concibe como el ahorrito, como la cenicienta47 mientras que elBurley s vale y no clasificarlo adecuadamente puede implicar una prdidade 200.000 pesos por carga. El negro tambin se clasifica pero hay producto-res que son perezosos. Los estmulos o sanciones en el precio han favorecidoun incipiente reconocimiento de la importancia de la clasificacin.

    La mayora de la produccin de tabaco en esta zona se hace bajo la moda-lidad de la aparcera. Esto implica que el productor, al no ser dueo de latierra, debe pagar una renta muy alta, que en ocasiones puede alcanzar hasta

    44. Entrevista con funcionario de PROTABACO, agosto del 2000.

    45. Principal variedad de tabaco rubio que se maneja en la zona.

    46. Entrevista a productor campesino,agosto de 2000

    47. Entrevista a productor campesino, agosto de 2000

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    el 25%. La colaboracin del propietario alcanza mximo a una cuarta parte delcosto de los insumos.

    Esta situacin afecta directamente la actitud ante la produccin, para el pro-ductor resulta desestimulante que una gran parte de su esfuerzo termine en manosdel propietario de la tierra. Dentro de esta relacin la mayora de los productoresprefieren ganar menos con tal de que el propietario de la tierra no gane tanto 48.

    Las parcelas de tabaco oscilan entre 0.5 y 1.5 hectreas, con una altsimainversin de mano de obra. Se requieren alrededor de 700 jornales por hect-rea, una cantidad de mano de obra extremadamente alta explicada por la in-

    tensidad de trabajo que requiere, de un lado la siembra y los primeros 30 dasdel crecimiento: preparacin de la tierra, establecimiento y cuidado del semi-llero, transplante, riego manual mata a mata durante los primeros 15 20 das.En segundo lugar la transformacin de la hoja, que al decir de algunos es unaartesana viva requiere largas jornadas de toda la familia para el picado, elensarte, el colgado, clasificacin y el empaque. En general es el jefe del hogarquien controla todo el proceso y las entradas y los gastos. Muchas veces lo quese produce, dados los pagos en renta, alcanza apenas para pagar la deuda delmercado de plaza que se ha acumulado durante todo el proceso productivo.

    Esto implica que no siempre hay un reconocimiento justo de la colaboracin decada miembro de la familia.

    Los hombres hacen el trabajo duro, transportar y desyerbar, si hay que echarlepica a la tierra o ponerle la espalda al sol. Pues aqu se tiene la cultura de que elagricultor quiere siempre ver sus cultivos muy limpios y ya se pasan a vecesdemasiado, el desyerbo es permanente, usted puede ver el tabaco y los surcoscomo est este cemento, limpios49.

    En consecuencia la prctica cultural ms comn en esta zona es despoblar

    completamente el suelo. Esto significa que quedan expuestos al sol y a la ero-sin producida por las lluvias. Las compaas tabacaleras estn incentivandoprcticas en las cuales se limpie alrededor de la mata pero no necesariamentetodo el cultivo. Tambin se estimula el que la maleza que se haya arrancado sedeje secar sobre el suelo para as proteger tanto los suelos como la misma matade tabaco que conserva una dosis de humedad y no se expone tanto al sol. Porsu parte, las mujeres ayudan a la siembra, a regar, a preparar las comidas (3 4) y a llevarlas. Adems colaboran, como se dijo en todo los procedimientos queimplica el beneficio.

    48. Entrevista a productor campesino, agosto del 2000.

    49. Entrevista a productor campesino, agosto del 2000.

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    Segn dicen algunos de los entrevistados, el cultivo del tabaco es cada vezms exigente en insumos: Eso antes no se necesitaba nada slo regar agua,

    prenda solo. Ahora, si no se le echan abonos y veneno no prende la matica50

    En el cuadro 2.2 pueden apreciarse los resultados econmicos del tabaco negroen Regadilllo y Butaregua que permiten contrastar dos modelos bien diferenciados:el de la primera vereda con una alta incorporacin de insumos agroqumicos y el dela segunda, con un uso mnimo de este tipo de insumos. El resultado es altamentefavorable a la estrategia de minimizar costos seguida por los butaregenses, encontrava de las recomendaciones y exigencias de las compaas tabacaleras. Inclu-sive logran ingresos superiores a los que obtienen los que siembran tabaco rubio,

    cultivo que implica un paquete tecnolgico ms sofisticado.

    50. Entrevista a productor campesino, agosto del 2000.

    CUADRO 2.2

    Guane: costos, ingresos y excedentes por hectrea de tabaco

    Pesos de 2001

    Duracin del ciclo 6 meses 6 meses 6 meses 6 meses

    Costos monetarios (CM) 4,640,309 382,241 3,433,288 4,561,696Mano de obra 2,920,228 0 627,880 941,819

    Otros costos 1,720,081 382,241 2,805,408 3,619,878

    Costos domsticos (CD) 2,376,249 2,690,725 1,507,892 1,625,620

    Mano de obra 2,376,249 2,690,725 1,311,680 1,331,301

    Otros costos 0 0 196,212 294,319

    Ingresos

    Ventas (V) 4,393,162 3,000,712 4,081,217 5,768,642

    Autoconsumo (A) 0 0 0 0

    ExcedentesFamiliar de produccin: V+A-CM -247,146 2,618,471 647,929 1,206,946

    De produccin: V+A-CT -2,623,395 -72,254 -859,963 -418,674

    Excedentes mensuales

    Familiar de produccin: V+A-CM -41,191 436,412 107,988 201,158

    De produccin: V+A-CT -437,233 -12,042 -143,327 -69,779

    Relacin beneficio/costo

    Considerando costos domsticos -37 % -2 % -17 % -7 %

    Sin considerar costos domsticos -5 % 685 % 19 % 26 %

    Fuente: estudios de caso. Trabajo de campo, 2000.

    CT: costos totales.

    Tabaco negro Tabaco negro Tabaco rubio Tabaco rubioRegadillo Butaregua sin riego con riego

    DescripcinProducto

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    El excedente de produccin, que como se explic, refleja el balance tcnicodel sistema productivo es en todos los casos negativo. Quiere decir esto que al

    descontar el valor de la mano de obra invertida en este cultivo, altamenteexigente en trabajo, sta termina siendo subremunerada y el sistema, desde elpunto de vista empresarial formal, dejara prdidas. Pero los niveles desubremuneracin son bajos, exceptuando el caso del productor de Regadillo, deforma tal que aunque esta actividad le deja a la familia ingresos menores a losque obtendra empleando la mano de obra en actividades por fuera de la parce-la remuneradas al jornal vigente, le proporciona de todas formas ingresos signi-ficativos para su hogar. Esto en ltimas podra denominarse una estrategia acep-table de reproduccin en condiciones de pobreza, si se considera que para gran

    parte de la mano de obra empleada, constituida por viejos, mujeres y ancianosno existen alternativas mejores. Recurdese que por ejemplo en Barichara elservicio domstico, que sera una de las pocas alternativas extraprediales en lamedida en que las mujeres no se emplean como jornaleras en la agricultura, sepaga muy por debajo del mnimo. Igualmente como veremos ms adelante, eltejido de costales que es una actividad complementaria a las agropecuarias,genera ingresos que no pasan de la mitad del salario mnimo.

    En Butaregua se cultiva slo tabaco negro. Algunos han hecho ensayos con

    tabaco rubio (amarillo) pero sin xito no se da segn dijeron nuestros en-trevistados. Se siembra las ltimas semanas de abril, o en mayo. La cantidadpromedio de siembra es de unas dos mil matas. En general se rotan terrenos,incluso cada ao, pero en general un terreno se utiliza durante unos tres aossobre todo por lo costoso que resulta desmontar.

    El tabaco no se fumiga ni se abona. Segn dicen el mejor abono es el agua,pero esto parece obedecer ms a una poltica de reduccin de costos moneta-rios y a que no se dispone de crditos para la siembra. Con las tabacaleras slo

    tienen contratos de compraventa, incluso estuvieron sancionados durante unoscinco o seis aos porque algunos no le cumplieron a la compaa y, dado que latierra fue propiedad comunal hasta hace muy poco, resultaron todos sanciona-dos. Sin embargo, algunos se las arreglaban para vender a travs de un tercero.El quedar mal con la compaa y las consecuencias que acarrea se consideraun gran problema. Sobre todo porque ste es un cultivo tan tradicional quemuchos lo han trabajado desde nios.

    La produccin de tabaco ha disminuido. En parte debido a la sancin ya

    anotada que implicaba que no se tena garantizada la compra. Para algunos laparcelacin, al limitar su acceso a la tierra implic que dejaran de sembrartabaco. Otros aducen que no les toc tierra buena para el tabaco y/o que sepresentaron una serie de aos malucos.

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    El cultivo del tabaco se considera importante en la medida en que operacomo un seguro cuando otros cultivos no rinden ya que garantiza la compra y un

    precio estable. Las relaciones de trabajo en esta vereda respecto al tabaco sonsimilares a las de la zona. Se siembra en aparcera pero en relaciones entrepadres e hijos, en general. La renta equivale a un sexto de la produccin. Engeneral no se tiene asistencia tcnica. A los tcnicos de las tabacaleras no lesinteresa trabajar all en la medida en que la produccin no es muy significativay slo hay tabaco negro.

    En Regadillo y Carare las condiciones de trabajo del tabaco son similares. Notodas las familias siembran tabaco. Algunos productores prefieren garantizar el

    autoconsumo y consideran al maz el cultivo ms importante. Sin embargo, hayproductores de tabaco que tienen una orientacin ms decidida hacia los culti-vos comerciales.

    Las parcelas son pequeas. El acceso a la tierra se da fundamentalmente atravs del arriendo, en terrenos que pertenecen a migrantes y/o en tierras depropietarios ausentistas o que tienen ms tierra de la que pueden o les interesaponer a trabajar. Cuando las tierras se agotan se busca contratar un terreno quehaya estado en descanso. El contrato de arrendamiento implica que el produc-

    tor tiene derecho a usar la tierra al menos por tres aos.

    Cuando el labrancero pone el trabajo y los abonos, paga una quinta parte.Sin abonos se paga a la cuarta. El propietario se encarga de recoger su propiosurco, lo cual favorece que no haya desconfianzas.

    Se dice que el tabaco negro es la mata que mejor aguanta las condicionesambientales, lo cual garantiza unas entradas mnimas. El clima no permite elcultivo de tabaco rubio: es demasiado caliente.

    La aplicacin del paquete tecnolgico de las tabacaleras depende del tipode contrato que tenga cada productor. Si hay crditos se aplica completo, sinembargo, como se anot antes, se puede usar parte de los insumos para otrocultivo. Adems la asistencia tcnica no es muy asidua, en parte porque se tratade tabaco negro. Algunos dicen que los tcnicos slo vienen a guarapear. Porotra parte la gente no considera que stos tengan mucho para ensearles.

    Se considera que la tierra no es muy buena para el tabaco, sobre todo cuan-do hay verano. Al menos en comparacin a la de Guanent.

    En Guanent se siembra tabaco del negro y tabaco rubio. Es la nica veredaen que es posible cultivar esta ltima variedad y sta se restringe a la partealta, cerca de Lubigar. Los productores entrevistados afirman que cuentan con

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    asistencia tcnica slo cuando estn haciendo el semillero y una vez que estsembrado los tcnicos ya no vuelven. En general hacen una sola cosecha al ao.

    El frjol

    El frjol se siembra fundamentalmente para la venta. Originalmente, antes delos aos noventa, los campesinos tenan unas pocas matas de pan coger perocon la crisis tabacalera, que coincidi con un buen precio de este producto,esta actividad que haba conocido un desarrollo muy importante en la mesetade Barichara fue adoptada por los productores de Guane, bajndola por la

    vertiente del Surez en condiciones relativamente precarias, determinadas poruna menor calidad de los suelos y por el contrario menos recursos para aplicarel paquete tecnolgico.

    El frjol se considera adems ms interesante que el tabaco porque tienemucho menos trabajo, sobre todo en las necesidades de desyerbe. La decisinde sembrar frjol depende de las condiciones de agua de cada parcela; se diceque el cultivo de frijol se daa en cuanto deja de llover, que no soporta bien lascondiciones climticas, particularmente las de las zonas bajas, Regadillo, Carare

    y Butaregua. Otra limitante del cultivo es el costo de los insumos.

    El frjol se le vende en Barichara a un intermediario quien lo comercializadirectamente en Bogot. Se dice de l que es un comprador justo en los preciosy en los pesos. La mayora sin embargo, lo llevan a vender a Villanueva el da demercado, para as reducir costos. La mayora de los productores se quejaron delprecio que tuvo el frijol para el ao 2000 debido, segn ellos, a que el gobiernono los protege y realiza importaciones de otros pases. (Efectivamente entre1996 y el 2000 se han importado 37.000 toneladas promedio anuales de frjol

    con una produccin nacional promedio de 127.000 toneladas51

    .

    En Guanent hay una produccin importante de frjol:

    porque el clima y la tierra permiten que prenda fcilmente, ... porque necesitaslo un desyerbe y est listo en 80 das. A esto se le suma el rendimiento de laproduccin ... siempre cubre al menos los costos52.

    El frjol se encuentra en una relacin de complementariedad con el tabaco.Por un lado se siembra generalmente de traviesa al recogerse la cosecha de

    51. De acuerdo con los datos de la base electrnica del Ministerio de Agricultura.

    52. Entrevista, agosto de 2000.

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    ste y adems se beneficia de sus insumos, que se sacan en buenas condicionesde crdito con las tabacaleras, aunque no sean los ms apropiados.

    Se destacan dos variantes de un mismo modelo tecnolgico. De un lado lamodernizacin relativamente completa (Guanent), con mecanizacin y aplica-cin regular de insumos. En este caso ha sido clave la asociacin, entre propie-tario de tierra y partijero, para compartir costos monetarios y el alto riesgorepresentado por las bruscas variaciones de los precios. Nuestro anlisis mues-tra que se trata de una forma de transferencia de rentas bastante benvola enla medida en que el partijero no ve afectado su ingreso tan sensiblemente comoen el caso del tabaco, o de otros productos en otras regiones del pas. En este

    modelo la utilizacin de gallinaza, si bien ha sido crucial para mantener lascondiciones de fertilidad, ha generado problemas fitosanitarios que implicanuna creciente utilizacin de plaguicidas y una continua elevacin de costos (vasecuadro 2.3).

    El otro modelo imperante entre nuestros productores podra calificarse detecnificacin incompleta y es tpico de los pequeos productores de la re-gin agrosocioecolgica de Guane (en el cuadro 2.3 representado por el pro-ductor de Regadillo). El paquete se aplica slo parcialmente debido a las limita-

    ciones monetarias y al alto riesgo que representa la escasez de lluvia en estazona. Estos productores siembran el frjol en una escala mucho ms reducidaque los de Guanent, quienes en calidad de aparceros llegan a sembrar entre 10y 15 ha, en tanto que en este otro caso los lotes de frjol abarcan entre media yuna hectrea.

    Al comparar los cuadros 2.2 y 2.3 resalta el hecho de que el frjol tiende aser un cultivo que genera mayores excedentes que el tabaco desde el punto delbalance tcnico del sistema (vase excedente de produccin) e ingresos fami-

    liares positivos en todos los casos con unos costos significativamente menores.Otras razones tienen que ver con la mayor exigencia de este cultivo en relacinal rgimen de lluvias y la calidad de los suelos y por supuesto, con la asidualabor de las compaas tabacaleras, para enganchar a los productores. Losindicadores calculados muestran en los tres modelos tecnolgicos analizados unexcedente de produccin positivo. Como para el clculo de esta variable se handescontado todos los costos, incluyendo los de la mano de obra familiar, el frjolresulta ser una actividad que remunera ampliamente el trabajo de la familia yque arroja, en consecuencia, una rentabilidad positiva cuando se contabilizan

    todos los costos.

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    El maz

    Como en tantas otras zonas del pas, el maz de ladera es un producto tradicio-nal que tiene niveles de productividad sumamente bajos comparados con elmaz tecnificado pero que sigue siendo un cultivo importante en la estrategiade los productores familiares. El maz tiende a ser un cultivo con mnima utili-zacin de insumos monetarios dirigido al autoconsumo con algunos excedentesmercadeables. En el cuadro 2.4 se presentan tres modelos tecnolgicos. Deellos el de Regadillo, que tiene muy baja incorporacin de costos monetarios,es efectivamente el ms utilizado.

    La importancia para la dieta alimentaria del maz es doble: como grano ycomo base para la produccin de protena animal, por medio de la cra de aves.

    Duracin del ciclo 3 meses 3 meses 3 meses

    Costos monetarios (CM) 364,269 630,565 692,293

    Mano de obra 0 185,185 246,914

    Otros costos 364,269 445,380 445,380

    Costos domsticos (CD) 413,699 627,374 705,722Mano de obra 413,699 372,151 450,499

    Otros costos 0 255,223 255,223

    Ingresos

    Ventas (V) 1,215,575 1,709,402 1,709,402

    Autoconsumo (A) 31,814 95,442 95,442

    Excedentes

    Familiar de produccin: V+A-CM 883,120 1,174,278 1,112,550

    De produccin: V+A-CT 469,421 546,904 406,828

    Excedentes mensuales

    Familiar de produccin: V+A-CM 294,373 391,426 370,850

    De produccin: V+A-CT 156,474 182,301 135,609

    Relacin beneficio/costo

    Considerando costos domsticos 60% 43% 29%

    Sin considerar costos domsticos 242% 186% 161%

    CUADRO 2.3

    Guane: costos, ingresos y excedentes por hectrea de frjol

    Pesos de 2001

    Regadillo Guanent LlanoDescripcin

    Vereda

    Fuente: Estudios de caso. Trabajo de campo, 2000

    CT: Costos totales

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    En la zona se siembra dos tipos de maz: el amarillo y el duro. El amarillo seutiliza fundamentalmente en el autoconsumo humano. Se almacena tratando deasegurar la disponibilidad de maz todo el ao. Para almacenarlo se trae de la

    labranza bien seco y se entroja, se guarda en un enrejado con base de madera,conservando la cscara, la cual se fumiga para protegerlo del gorgojo. El mazamarillo slo se vende cuando hay excedentes relativamente grandes. En generalse dice que el maz no se reparte sino que se comparte. Constituye un elemen-to de intercambio que refuerza los lazos tanto familiares como vecinales.

    La dieta de la regin tiene un alto consumo de este alimento. Se utiliza enlas sopas, la famosa arepa santandereana, la elaboracin de la chicha que tieneun componente ritual y sirve para reforzar las relaciones intracomunitarias, losayacos. Tambin es importante para el consumo animal, principalmente las ga-llinas y los piscos para lo cual se complementa con el millo.

    El maz duro se siembra en abril y se recoge en agosto. Se selecciona y sevende todo porque no sirve para entrojar. Lo utilizan generalmente en la

    Duracin del ciclo 5 meses 5 meses 5 meses

    Costos monetarios (CM) 35,843 212,013 235,755

    Mano de obra 0 71,225 94,967

    Otros costos 35,843 140,788 140,788

    Costos domsticos (CD) 550,375 401,828 480,176

    Mano de obra 550,375 372,151 450,499Otros costos 0 29,677 29,677

    Ingresos 747,863 747,863 612,536

    Excedentes

    Familiar de produccin: V+A-CM 712,020 535,850 376,781

    De produccin: V+A-CT 161,645 134,022 -103,395

    Excedentesmensuales

    Familiar de produccin: V+A-CM 142,404 107,170 75,356

    De produccin: V+A-CT 32,329 26,804 -20,679

    Relacin beneficio/costo

    Considerando costos domsticos 28% 22% -14%Sin considerar costos domsticos 1987% 253% 160%

    Fuente: estudios de caso. Trabajo de campo, 2000.

    CT: costos totales.

    CUADRO 2.4

    Guane: costos, ingresos y excedentes por hectrea de maz amarillo

    Pesos de 2001

    Descripcin

    Regadillo Guanent Llano

    Vereda

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    elaboracin de concentrados as es que tiene un buen mercado. Algunas vecescon lo que este cultivo produce se pagan los insumos para trabajar otros pro-

    ductos. Los excedentes de venta se usan como mecanismo de redistribucininterno en las familias: se les da a los hijos para sus gastos personales.

    Si bien el maz se cultiva en toda la zona no es igualmente importante entodas las veredas. En Butaregua, por ejemplo, es tan significativo que para sucultivo se destina el terreno de lo bueno, el nico que tiene disponibilidad deagua garantizada durante todo el ao. A medida que nos vamos alejando de estavereda y en funcin de la calidad de la tierra, observamos una tendencia aprivilegiar los cultivos comerciales as ello implique en un momento dado la

    necesidad de comprar el maz.

    Posiblemente el balance de este cultivo sera negativo si le aplicramos losprecios al productor vigentes en el pas. Para el cuadro 2.4 nos limitamos ahacer la valoracin con los precios al consumidor vigentes en la zona, ya que elmaz se dirige fundamentalmente al autoconsumo. El resultado muestra, queen el caso de Guane, para una empresa familiar que optimiza al mismo tiempoventas y consumo sembrar maz no es decisin irracional.

    La ganadera

    La ganadera bovina en la regin agrosocioecolgica de Guane se ubica un pocopor encima de los parmetros de la ganadera extensiva a pequea escala. Sebasa en pastoreo con casi nula tecnificacin de potreros pero una rotacinadecuada, aprovechamiento de algunos residuos de cosecha y cuidado relativa-mente intensivo de los animales. Ocupa, por lo regular, zonas marginales endonde se presentan mayores limitaciones para la agricultura con una carga de

    no ms de 0.75 cabezas por hectrea.

    Llama especialmente la atencin el alto nivel de ingresos en relacin con laganadera extensiva del pas en general: en estos casos tenemos $883.226 ha/ao, mientras que en la tpica ganadera extensiva de ladera estos ingresos nopasan de los $201.938 (pesos de 2001). Esto se debe a que a pequea escala elaprovechamiento para el autoconsumo de la leche se optimiza frente a la gana-dera extensiva de levante y an a la de doble propsito.

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    La fabricacin de costales

    Es sta una actividad sumamente tradicional que vena desde la colonia prcti-

    camente sin ningn cambio tcnico. ltimamente se ha introducido el husoelctrico en veredas como Carare y Regadillo53. En esta regin no se cultiva elfique de manera que la materia prima es comprada a intermediarios que latraen de algunos municipios santandereanos o de regiones tan distantes comoel departamento del Cauca.

    El proceso comprende el hilado del fique, a cargo de las mujeres a excep-cin de Regadillo donde los hombres tambin hilan y el tejido de los costales,tarea de los hombres, de acuerdo a una estricta divisin sexual del trabajo.

    53. Esto ha generado cambios notables en la orientacin estratgica del hogar, la distribucin deltiempo para las diferentes tareas y en el estatus del trabajo femenino generalmentesubvalorado.

    Nmero de cabezas/ha de potrero 1.25 cab./1 haCostos monetarios (CM) 51,090

    Mano de obra 0Otros costos 51,090

    Costos domsticos (CD) 221,985Mano de obra 221,985

    Otros costos 0IngresosVentas (V) 720,641Autoconsumo (A) 213,675

    Excedentes

    Familiar de produccin: V+A-CM 883,226De produccin: V+A-CT 661,242

    Excedentesmensuales

    Familiar de produccin: V+A-CM 73,602De produccin: V+A-CT 55,103

    Relacin beneficio/costo

    Considerando costos domsticos 242%Sin considerar costos domsticos 1729%

    Fuente: estudios de caso. Trabajo de campo, 2000.

    CT: costos totales.

    CUADRO 2.5

    Guane: costos, ingresos y excedentes de la actividad pecuaria por hectrea de

    potrero/ao. Pesos de 2001

    Descripcin

  • 8/8/2019 04.CapituloII

    35/56

    91JAIME FORERO LVAREZ

    Normalmente la tarea ms dispendiosa y de baja remuneracin es la del hiladomanual (sin huso elctrico), lo cual limita considerablemente el nmero de

    costales que pueden hacerse en el curso de una semana y por ende las ganan-cias y el inters en esta actividad. La elaboracin de los costales ocupa general-mente a miembros de la familia que no participan activamente del trabajoagrcola y los agricultores la tienen como una actividad complementaria.

    La fabricacin de costales de fique es una actividad econmica que generarecursos limitados y sin embargo, es muy importante para toda nuestra zona deestudio, salvo para la vereda de Guanent donde no se trabajan. Su importanciaradica en que es el mecanismo que asegura el mercado semanal, lo que a su

    vez, en muchas ocasiones, constituye el medio que permite alimentar a losobreros y, en consecuencia, financia el costo de la produccin. Sin embargo,al realizarse en unas condiciones artesanales bastante precarias no permiteasegurar una entrada representativa. La limitante principal est en el hiladodel fique, un trabajo dispendioso y lento, particularmente si se realiza a laantigua con el huso manual, instrumento con el cual adems es necesario hacerdespus los ovillos para tejer la trama de los costales.

    En Butaregua la mayora de las familias continan trabajando con el huso

    manual, una explicacin de este hecho es que la luz lleg a la vereda hace mso menos cuatro aos y no todas las casas cuentan con el servicio54. Al aumentar-se la cantidad de hilo disponible, ya que el tiempo invertido en el trabajo prc-ticamente no disminuye, se logra generar mayores recursos. En Regadillo, porejemplo, esta actividad es considerada por muchos como la mejor alternativaproductiva; incluso hay mujeres que sostienen que redita ms, y por supuestocon menos riesgo, que la produccin agrcola. Sin embargo, los datos que hemosrecogido para este estudio muestran que la remuneracin por da trabajado esmuy inferior a la de las labores agropecuarias.

    La valoracin que ha ganado este trabajo en Regadillo-Carare se asocia se-guramente al mejor estatus que tienen las mujeres dentro del grupo familiar ya sus avances en trminos de autonoma. Este oficio es la nica opcin econ-mica de