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Mercedes López Curso de Acceso Directo UNED

Sintaxis compleja

ANÁLISIS SINTÁCTICO II. ORACIÓN COMPLEJA Para entender cómo funciona la subordinación, es necesario tener ya dominadas

las nociones de sintaxis simple, puesto que, en realidad, la subordinación es un mecanismo a través del cual aparecen oraciones que funcionan del mismo modo que los sintagmas, es decir: complementan a una palabra que está presente en otra oración.

Por lo tanto, para que haya subordinación, es necesaria, en principio, la presencia de al menos dos verbos, de los cuales uno será el principal y el otro el subordinado. El subordinado, así como todos sus complementos, estará en relación de dependencia de alguna palabra presente en la oración principal; generalmente será del un sustantivo (subordinación adjetiva) o del propio verbo (subordinación sustantiva y adverbial). El caso de las concesivas y comparativas se verá aparte.

En primer lugar, el hecho de que las diferentes clases de subordinación reciban

los nombres de adjetiva, sustantiva y adverbial, se debe a que se comportan de modo similar a los respectivos sintagmas: adjetival, nominal o adverbial.

Si todos nosotros nos entendemos cuando hablamos o escribimos, es porque hay

unas marcas que indican las relaciones de dependencia entre las palabras que van conformando nuestros enunciados. Por eso, cuando leéis esta misma oración

, entendéis que se trata de una indicación de tiempo. Es fundamental saber cuáles son esas marcas (o, al menos, las más habituales) para facilitar el proceso de análisis sintáctico.

En general, hay dos tipos de marca de subordinación: Principales marcas de subordinación

1. Verbo en forma no personal: infinitivo, gerundio o participio. 2. “Palabras” que subordinan:

a. Relativos: que, cual, quien, como, cuando, donde, cuyo, cuanto

b. Conjunciones: si, que (y todos los compuestos de que, formen locución conjuntiva o conjunción, propiamente dicha, se escriban sus componentes juntos o separados): porque, aunque, a fin de que, desde que, hasta que…

De modo que, entre dos verbos, será el subordinado aquel que esté introducido por una de estas marcas, o sea forma no personal. Otras palabras son también capaces de subordinar, aunque son menos frecuentes: Mientras

tú lees, yo bajo al perro y bastante fáciles de identificar.

Generalmente, lo más complicado suele ser distinguir las oraciones introducidas por que, cual, quien, como, cuando, donde. También puede resultar difícil distinguir un que pronombre de un que conjunción. Intentaré facilitaros algunos “trucos”:

• Para distinguir entre que conjunción y que pronombre, es fundamental que entendáis que las conjunciones no tienen referente. Podemos asociar a las conjunciones un significado: porque implica una relación de causa, pero no a un referente. Para entender la diferencia entre significado y referente, os propongo un ejemplo: cuando vemos por primera vez algo y preguntamos su nombre, no asociamos, en realidad, el referente (la realidad extralingüística que hemos visto) al significante, sino que llevamos a cabo un proceso mental, algo así como un proceso de “extracción de cualidades” de esa realidad extralingüística, de modo

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que cuando veamos otra vez algo muy similar, deduciremos que recibe el mismo nombre, a pesar de que el referente no es el mismo. En este sentido, en La casa que vimos ayer en la sierra era barata, el pronombre que comparte el referente con la palabra casa, su antecedente

• Que, cual, quien, como, cuando, donde, cuyo y cuanto*

: Vimos la casa ayer en la sierra. Sin embargo, cuando estamos ante una conjunción que, no se refiere a nada; no tiene antecedente ni representa una realidad extralingüística: Tu padre quiere que vengas temprano. Que no es ni “tu padre” ni el que tendrá que venir temprano: no representa más que una relación entre quiere y vengas temprano; es decir: es solo una marca de subordinación. Este es el motivo por el cual un pronombre relativo que tiene encomendadas dos funciones: como subordinador, marcar esa relación; como pronombre, puede realizar las labores propias de esa categoría gramatical: será núcleo de un Sintagma Nominal que puede ser Sujeto del verbo subordinado; o su CD, o su CI si va precedido de a…

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o Si cualquiera de estas palabras tiene antecedente, introduce una oración subordinada adjetiva.

son palabras realmente rentables. Grosso modo, pueden introducir subordinación de cualquiera de los tres tipos:

o Si no tiene antecedente, pueden darse dos casos: Que aparezcan escritas con tilde. Serán marca de subordinación

sustantiva (interrogativa indirecta). Que aparezcan sin tilde. Estaremos ante una oración subordinada

adjetiva sustantivada si aparecen Que, cual o quien. Sin embargo, si aparecen los adverbios como, cuando o donde (insisto: sin tilde y sin antecedente) como introductores de un verbo, estaremos ante una subordinada adverbial.

Si aplicamos al análisis sintáctico de la oración compleja el mismo proceso que a

la simple, pero incluyendo un punto más que señale la distinción entre verbo principal y subordinado tendríamos:

1.- Señalad los verbos. Buscad las marcas de relación: pueden ser coordinación

(conjunciones coordinantes) o subordinación. Si hay coordinación, cada oración se analiza como independiente; si la relación es de subordinación, dedicaos a analizar el verbo principal (el que no tenga marca de subordinación), y olvidaos, de momento, del subordinado.

2.- Buscadle el Sujeto al verbo principal. Recordad que será un SN que concuerde en número y persona con el verbo, de modo que al cambiar su número, será necesario cambiar también el del verbo (Mi hermana tiene hambre Mis hermanas tienen hambre). También una oración subordinada (sustantiva) puede ser Sujeto. Todo lo que no sea Sujeto, es predicado.

3.- Fijaos en si el verbo principal es predicativo o no (copulativo, semicopulativo). Si es predicativo, buscad el CD. Ya sabéis: +/- a + SN*1 conmutable por lo, los, la, las (Leía un libro con atención Lo leía con atención). También una oración subordinada sustantiva puede ser CD. En caso de que el verbo no sea predicativo, buscad el S. Adjetival o SN (conmutable por lo si el verbo es copulativo) que concuerde con el Sujeto del verbo copulativo o semicopulativo. Alguna vez puede aparecer una subordinada sustantiva como Atributo.

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4.- Es el turno del CI: S. Preposicional*1

5.- Finalmente, el C. Circunstancial y el C. Preposicional. Si todo ha funcionado correctamente, solo tendréis (si es que aún tenéis algo) por analizar algún Sintagma Adverbial (o sea, C. Circunstancial) o algún S. Preposicional (que puede ser tanto C. Circunstancial como C. Preposicional). En este caso, podría aparecer una subordinada adverbial como C. Circunstancial o una subordinada sustantiva, introducida por una preposición, como C. Preposicional.

conmutable por le, les (Regalé flores a Luisa Le regalé flores). Una vez más, podemos encontrarnos con una subordinada sustantiva introducida por a funcionando como CI.

La única diferencia en el análisis de la oración compleja respecto a la simple

estaría en que, al comprobar el tipo de Sintagma que realiza la correspondiente función sintáctica, nos encontraríamos con un núcleo verbal (es decir, con una oración) con marca de subordinación (lo que la convierte en oración o proposición subordinada). A partir de ese momento, reiniciaríamos el análisis sintáctico, ahora de la oración subordinada, de modo que, una vez más, buscaríamos el sujeto (en este caso del verbo subordinado), el CD o el Atributo… hasta concluir el análisis completo.

Presentan un caso un poco especial. En realidad, podemos identificarlas también por sus marcas de subordinación, además de por la presencia de un cuantificador o intensificador que aparecerán en correlación con ellas: más…que; menos…que; tanto…como etc., en el caso de las comparativas; (hasta/de) tal (punto/modo)... que; tanto (y variantes tanta, tantos, tantas)…que, etc., en el caso de las consecutivas. Funcionan como complementos de adjetivo, sustantivo o adverbio. Os propongo unos ejemplos, con los que espero aclarar su concepto:

Las subordinadas consecutivas y comparativas

Miente más Subordinada comparativa, complementa al adverbio más.

que habla

Tiene más libros Subordinada comparativa, complementa al sustantivo libro.

que tú (tienes)

Él es más alto Subordinada comparativa, complementa al adjetivo alto.

que tú

Es tan alto Subordinada consecutiva, complementa al adjetivo alto.

que no cabe por la puerta.

Tiene tanta hambre Subordinada consecutiva, complementa al sustantivo hambre.

que no puede dormir.

Corrió tan rápidamente Subordinada consecutiva, complementa al adverbio rápidamente.

que llegó el primero

Ya sabéis que tanto este archivo como el que trata sobre sintaxis simple no

pretenden ser exhaustivos, sino ofreceros una panorámica general sobre lo que se desarrolla en nuestro manual entre los Temas 13 y 15.

Espero que os hayan servido de orientación.

*1: También los pronombres declinados me, te, se, nos, os, pueden funcionar como CD o CI. Los pronombres lo, los, la,

las cumplen la función de CD; los pronombres le, les, la de CI, salvo caso de leísmo admitido (de persona, masculino, singular), en

el que le podría ser CD.

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*2Cuanto y como son unas palabras francamente complejas. Cuanto puede funcionar como pronombre: ¿Cuántas

quieres?, como adverbio ¿Cuánto duermes? o como adjetivo: Cuánto tiempo sin verte. Como, por su parte, puede introducir, por

ejemplo, oraciones subordinadas adjetivas: El modo como me miraba me asustó; subordinadas adverbiales de modo: Lo haremos

como quieras; de causa: Como lo has roto, lo pagas; condicionales: Como lo rompas, lo pagarás…