003_maria en nuevo testamento_001

6
Página 1 de 6 MARIOLOGÍA 2014_2 Texto 03: María en el Nuevo Testamento_001 1. Literatura paulina El texto de la Carta de San Pablo a los Gálatas (4, 4-5): «  Al llegar la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos» es considerado como el primer enunciado teológico del Cristianismo naciente sobre la Maternidad divina de María 1 . Éste es el texto neotestamentario probablemente más antiguo relacionado con la Madre de Jesús, escrito en torno del año 57 de nuestra era y de fundamental importancia para la comprensión de la  perfecta humanidad de Cristo y de la ma ternidad divina de María. Pablo da pocos datos sobre la vida de María y ni siquiera cita su nombre, afirmando tan sólo que Jesús es «nacido de mujer», lo que conecta su texto con la figura de la mujer del  Protoevangelio y de la mujer del Apocalipsis. Esta breve perícopa es considerada por el historiador de los dogmas Georg Söll como el texto mariológicamente más significativo del  Nuevo Testamento. Este autor afirma que con Pablo se inicia la unión de la mariología con la cristología, mediante el testimonio de la maternidad divina de María. Sin hablar de la virginidad y concepción virginal de María, San Pablo afirma la humanidad de Jesús y al mismo tiempo su divinidad. Efectivamente, al decir que Jesús nace de mujer, bajo la Ley,  pero tiene el poder de conferir la dignidad de hijos de Dios a los hombres, deja claro la doble naturaleza de Cristo, en la unidad personal de Hijo de Dios. Por tanto, la intervención de María es afirmada en el contexto de la generación de Jesús que tiene como misión redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de que reciban la adopción, resultando la maternidad divina de María en un sentido salvífico de cooperación con la Redención de Cristo. Esto confirma la  promesa mesiánica de Gn 3, 15, de un Mesías salvador, nacido virginalmente como profetizó Isaías (7, 14). Es significativo que San Pablo eclipse el nombre propio de María, presentándola como mujer, estableciendo una concordancia clara con Gn 3, 15, colocando aquella «mujer» en el corazón del acontecimiento salvífico que decide la «plenitud de los tiempos» y que se realiza en Ella, y por medio de Ella, a través de la unión madre-hijo específica del género femenino 2 . Pablo presenta la encarnación del Verbo en la mujer elegida por Dios, en el amplio  panorama de la teología de las misiones divinas: « el Padre envía a su Hijo para la salvación de los hombres». Este envío se concretiza, en palabras del Apóstol, a través de una mujer. Es un texto breve, cuya profundidad teológica recoge las afirmaciones fundamentales de la  predicación apostólica, como una síntesis cristológica perfecta. Cada una de las palabras encuentra su significado propio y preciso, desde la palabra Dios, hasta la mujer, la  preposición ex y el posesivo  su. Está clara la misión divina, el envío, la encarnación, la filiación divina del Hijo, transmisible a los hombres, su nacimiento de la mujer. El término de la acción generativa de María es el Hijo eterno del Padre, afirmación que incluye la maternidad divina de María. Para San Ireneo, esta perícopa paulina traza un hilo conductor entre el misterio de la Trinidad, el misterio de Cristo y el misterio de María, que es la historia de la salvación: «De un modo evidente, indicaba [Pablo] que hay […] un solo Jesucristo Nuestro Señor, que proviene de la descendencia de David según la generación que procede de María». ( Adv. Haer ., Ill, 16, 3) 1  Cf. ARTOLA ARBIZA Antonio María.  Mística y sistemática en la Mariolog ía. Callao: Facultad de Teología  Redemptor is Mater , 2010,  p. 201. 2  Cf. MDi, n. 3.

Upload: 77cavalcanti

Post on 11-Oct-2015

8 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • Pgina 1 de 6

    MARIOLOGA 2014_2

    Texto 03: Mara en el Nuevo Testamento_001 1. Literatura paulina

    El texto de la Carta de San Pablo a los Glatas (4, 4-5): Al llegar la plenitud de los tiempos, Dios envi a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, a fin de que recibisemos la adopcin de hijos es considerado como el primer enunciado teolgico del Cristianismo naciente sobre la Maternidad divina de Mara 1 . ste es el texto neotestamentario probablemente ms antiguo relacionado con la Madre de Jess, escrito en torno del ao 57 de nuestra era y de fundamental importancia para la comprensin de la perfecta humanidad de Cristo y de la maternidad divina de Mara.

    Pablo da pocos datos sobre la vida de Mara y ni siquiera cita su nombre, afirmando tan slo que Jess es nacido de mujer, lo que conecta su texto con la figura de la mujer del Protoevangelio y de la mujer del Apocalipsis. Esta breve percopa es considerada por el historiador de los dogmas Georg Sll como el texto mariolgicamente ms significativo del Nuevo Testamento. Este autor afirma que con Pablo se inicia la unin de la mariologa con la cristologa, mediante el testimonio de la maternidad divina de Mara. Sin hablar de la virginidad y concepcin virginal de Mara, San Pablo afirma la humanidad de Jess y al mismo tiempo su divinidad. Efectivamente, al decir que Jess nace de mujer, bajo la Ley, pero tiene el poder de conferir la dignidad de hijos de Dios a los hombres, deja claro la doble naturaleza de Cristo, en la unidad personal de Hijo de Dios. Por tanto, la intervencin de Mara es afirmada en el contexto de la generacin de Jess que tiene como misin redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de que reciban la adopcin, resultando la maternidad divina de Mara en un sentido salvfico de cooperacin con la Redencin de Cristo. Esto confirma la promesa mesinica de Gn 3, 15, de un Mesas salvador, nacido virginalmente como profetiz Isaas (7, 14).

    Es significativo que San Pablo eclipse el nombre propio de Mara, presentndola como mujer, estableciendo una concordancia clara con Gn 3, 15, colocando aquella mujer en el corazn del acontecimiento salvfico que decide la plenitud de los tiempos y que se realiza en Ella, y por medio de Ella, a travs de la unin madre-hijo especfica del gnero femenino2.

    Pablo presenta la encarnacin del Verbo en la mujer elegida por Dios, en el amplio panorama de la teologa de las misiones divinas: el Padre enva a su Hijo para la salvacin de los hombres. Este envo se concretiza, en palabras del Apstol, a travs de una mujer. Es un texto breve, cuya profundidad teolgica recoge las afirmaciones fundamentales de la predicacin apostlica, como una sntesis cristolgica perfecta. Cada una de las palabras encuentra su significado propio y preciso, desde la palabra Dios, hasta la mujer, la preposicin ex y el posesivo su. Est clara la misin divina, el envo, la encarnacin, la filiacin divina del Hijo, transmisible a los hombres, su nacimiento de la mujer. El trmino de la accin generativa de Mara es el Hijo eterno del Padre, afirmacin que incluye la maternidad divina de Mara.

    Para San Ireneo, esta percopa paulina traza un hilo conductor entre el misterio de la Trinidad, el misterio de Cristo y el misterio de Mara, que es la historia de la salvacin: De un modo evidente, indicaba [Pablo] que hay [] un solo Jesucristo Nuestro Seor, que proviene de la descendencia de David segn la generacin que procede de Mara. (Adv. Haer., Ill, 16, 3)

    1 Cf. ARTOLA ARBIZA Antonio Mara. Mstica y sistemtica en la Mariologa. Callao: Facultad de Teologa Redemptoris Mater, 2010, p. 201. 2 Cf. MDi, n. 3.

  • Pgina 2 de 6

    La construccin del texto menciona exclusivamente al Padre de Jess (Dios Padre lo enva) y a su Madre terrena. La estructura sugiere la no existencia de padre humano, es decir, la concepcin virginal de Jess. La comparacin con los versculos 24-28, torna ms llamativa la estructura textual, puesto que la mencin de las madres de Isaac e Ismael es completada con la referencia al padre de ambos: Abrahn (v. 22).3

    Ireneo afirma tambin que este pasaje de la Carta a los Glatas se inserta en el contexto de la recapitulacin, puesto que el Seor ha recapitulado en S mismo la enemistad establecida entre la mujer y la serpiente, hacindose hombre nacido de mujer.

    Comentando el citado texto paulino de Ga 4, 4-5, Orgenes insiste en la verdad del nacimiento del Seor, reforzando que el Apstol dice expresamente nacido de (e)k) Mara, y no por medio de (dia/) Mara. (In Epist. ad Gal.). Puntualiza tambin que la virginidad de Mara no queda en entredicho por el uso paulino del trmino mujer. Con eso, demuestra la verdad de la Encarnacin y la verdad de la virginidad de Santa Mara. Lo hace considerando Ga 4, 4 a la luz de 1Cor 11, 12: Pues as como la mujer (procede) del (e)k) varn, as el varn (procede) por medio de (dia/) la mujer.

    Para Orgenes, el hombre tiene origen en el semen del varn (ek) y nace por medio de la mujer (dia/). En este caso, se afirma con rigor que el Hijo de Dios es nacido de mujer (e)k), pues es a ella que se le atribuye el origen primero de la carne de Cristo.

    Apolinar de Laodicea intenta desvirtuar el sentido obvio del texto paulino, contraponiendo la expresin junica bajado del cielo (Jn 3, 13) con la paulina nacido de mujer. Es evidente el cambio del sentido paulino del texto, puesto que en la visin apolinarista, el Hijo de Dios habra bajado del cielo, por obra del Espritu Santo, por medio de Mara, y no por un cuerpo modelado de su carne virginal, lo que es evidentemente contrario al sentido claro y riguroso de San Pablo: nacido de mujer. San Cirilo de Alejandra rebate con firmeza esta afirmacin apolinarista: El hecho de que no dijo que naci a travs de ella, sino que naci de (e)k) ella, refuta la hereja de Apolinar, que dice que Cristo pas por la Virgen como por un canal, y que no tom nada de Ella (In Mattheum 1, 16).

    La conclusin de Cirilo es clara: el Verbo no habit en un hombre engendrado a travs de una mujer, sino que hizo suya la carne venerable y santsima que tom de la Santa Virgen, as tambin tom todas las dems cosas que van juntas con la carne, excepto el pecado. Ahora bien sigue Cirilo, es propio de la carne, en primer lugar, ser engendrada de una madre. (Homila Paschalis, 17, 2-3)4

    La literatura paulina hace una cristologa que fundamenta la doctrina mariolgica, puesto que evidencia la perfecta humanidad de Cristo en todo semejante a los hombres, excepto en el pecado (Hb 4, 5; cf. Flp 2, 7), presuponiendo la existencia eterna del Verbo antes de aceptar acceder a la condicin humana (Flp 2, 6), de modo que se hace evidente como sustenta Gaudium et spes (22) el nacimiento humano de Cristo: Nacido de la Virgen Mara, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado.

    En la Carta a los Romanos (1, 3), San Pablo afirma claramente que Jesucristo es nacido de David segn la carne, argumento utilizado por San Agustn para rebatir la hertica negacin del maniqueo Fausto sobre la virginidad de Mara:

    3 POZO, Cndido. Mara en la Escritura y en la fe de la Iglesia. Madrid: BAC, 1979, p. 61. 4 Cf. MATEO-SECO, Lucas F. Envi Dios a su Hijo, nacido de Mujer: Glatas 4, 4-5 en el pensamiento patrstico anterior al Concilio de feso. En: Scripta Theologica, Revista de la Facultad de Teologa de La Universidad de Navarra, Vol. 32, Fasc. 1. Pamplona: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra, 2000.

  • Pgina 3 de 6

    Por eso creemos que tambin Mara era del linaje de David, porque tenemos fe en las Escrituras que afirman ambas cosas: que Cristo es de la descendencia de David segn la carne y que Mara es su madre siendo virgen, sin tener unin carnal con su marido5.

    El texto de Rom 5, 12ss es utilizado por algunos como una negacin de la presencia de Mara en la historia de la salvacin:

    Por un solo hombre entr el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, [] con mucha ms razn, vivirn y reinarn por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han recibido abundantemente la gracia y el don de la justicia.

    En la Semana Mariolgica de Crdoba (1998), el P. Antonio Artola present un excelente trabajo sobre este texto, que ser estudiado en el anlisis de la figura de Mara como Nueva Eva. Para el autor, una primera aproximacin superficial a la Mariologa paulina da la impresin de que la persona de Mara es irrelevante para la salvacin obrada por Cristo, de modo que este texto paulino fue de los ms fuertemente utilizados por los opositores del Dogma de la Inmaculada Concepcin de Mara y muchas veces considerado despectivamente como un texto antimariano. Sin embargo, su estudio demuestra que una lectura inclusivo-corporativa del texto paulino encuentra la figura de Mara unida a la de Cristo en analoga con la unin testimoniada en la Escritura entre Eva y Adn, en la determinacin del pecado para toda la humanidad.6

    2. Evangelio segn San Marcos El Evangelio de Marcos es parco en datos mariolgicos. Algunos autores llegan incluso

    a utilizar la infeliz expresin textos antimarianos de Marcos, puesto que las citas en que el Evangelista habla sobre la Madre de Jess han levantado polmicas en relacin a los dogmas marianos, sobre todo de la perpetua virginidad de Mara.

    San Marcos inicia su narracin con el bautismo de Cristo y no describe nada sobre la niez de Jess, hablando de la Virgen Mara slo dos veces en el inicio de su Evangelio, con la concisin de un cronista.

    En Marcos encontramos la figura preevanglica de Mara, que se remonta directamente a Jess, la ms primitiva que es posible rastrear en los escritos neotestamentarios. Es una figura apenas esbozada, pero clara en sus rasgos esenciales.

    2.1. Marcos 3, 31-35 Llegan su madre y hermanos y quedndose fuera lo mandan llamar [] l responde:

    Quin es mi madre y mis hermanos?. Y mirando en torno a los que estaban sentados, dice: stos son mi madre y mis hermanos. Quien cumple la voluntad de Dios, se es mi hermano, mi hermana y mi madre.

    El texto est en continuidad con los versculos 20-21, en que se afirma que los parientes de Jess fueron a llevrselo, porque decan que estaba fuera de s, expresin que muestra que el clan a que perteneca, al inicio no comprenda su misin (nadie es profeta en su propia tierra). Despus de la resurreccin, los parientes de Jess adquieren un rol importante en la comunidad primitiva, como encontramos en los relatos de los Hechos y en las cartas paulinas.

    La narrativa del Evangelista ocurre en el contexto de Nazaret, cuando Jess enseaba en la Sinagoga. Su predicacin provoca admiracin en muchos, incredulidad en otros. Cristo est rodeado de una audiencia entusiasta, cuando algn malvolo infiltrado entre la audiencia se complace en anunciar en voz alta a Jess: 5 Texto reproducido por Santo Toms de Aquino en S. Th. III q. 31 a. 2. 6 Para mejor conocimiento del tema, ver: ARTOLA ARBIZA, Antonio Mara. La Madre del Mesas en Rm 5, 12. En: Id. Mstica y sistemtica en la Mariologa. Callao: Redemptoris Mater, pp. 201-239.

  • Pgina 4 de 6

    Tu madre y tus hermanos estn fuera y te buscan!. Habla con Jess, pero la intencin es decir a su auditorio: Ved de qu familia viene

    vuestro maestro. Marcos registra ms adelante, en el captulo sexto, que esta malvola cizaa ha prendido: Y se escandalizaban de l.

    La humildad de Mara y de los parientes de Jess es esgrimida para humillarlo delante de sus oyentes. Es el mismo argumento que nos relata tambin San Juan, concluyendo que muchos de sus discpulos se apartaron de Jess:

    Pero los judos murmuraban de l, porque haba dicho: Yo soy el pan que ha bajado del cielo. Y decan: No es ste Jess, hijo de Jos, cuyo padre y madre conocemos? Cmo puede decir ahora: He bajado del Cielo? (6, 42). 7

    Hasta nuestros das este texto ha suscitado diversos cuestionamientos, tanto por la expresin hermanos, cuanto por la actitud negativa atribuida a Mara y a los parientes de Jess. Sobre la expresin hermanos de Jess, la estudiaremos en la mariologa sistemtica, pero aqu cabe resaltar que el Evangelista nunca indica estos hermanos como hijos de Mara, sino que siempre se refiere a Jess como el hijo de Mara, la nica mujer mencionada con su nombre propio por Marcos antes de la Pascua.

    Se equivocan los que imaginan que Jess tiene la intencin de desacreditar o subestimar a Mara, ms bien, l afirma la ms alta alabanza de la vida religiosa de Nuestra Seora, la mejor manera de proclamar dichosa a una persona que era un fiat vivo. La afirmacin de Cristo enuncia una gran verdad: Mara es el prototipo de la vida cristiana de fe.8

    San Agustn comprende la interpretacin de esta percopa, bajo la luz de la afirmacin de Jess de que quien cumple la voluntad del Padre es verdaderamente su madre y su hermano. Para Agustn, Jess ensalza la fe de Mara como su mayor valor, puesto que es la persona que mejor cumpli la voluntad del Padre, aceptando, en la fe, las palabras del ngel. Si para ser verdadera madre de Jess es necesario cumplir la voluntad del Padre, quien mejor cumpli esta voluntad es ms excelentemente su madre. Por esta razn, afirma que es mayor merecimiento suyo ser discpula de Cristo que madre de l. Ser madre fue eleccin de Dios, ser discpula y aceptar en la fe esta maternidad fue opcin personal y meritoria de Mara. Mara por tanto, es bienaventurada porque antes de concebir a Cristo en su seno virginal, lo acept en su corazn. (Sermo 25).

    Por otro lado, afirma el Pseudo-Justino que con estas palabras Jess indica por qu ttulo debe Mara ser proclamada bienaventurada. Efectivamente, cuando Isabel profetiza sobre la Madre de Dios, no la ensalza por la maternidad (que reconoce claramente), sino por su fe: Bienaventurada t porque has credo (Lc 1, 45).

    Otros autores encuentran aqu una enseanza de Jess para superar los lazos de sangre a fin de servir a Dios. Al comenzar su vida pblica, Jess desea permanecer separado de los lazos de sangre, como modelo de los que son llamados a entregar su vida al servicio del Seor, estando totalmente sometidos a la voluntad del Padre.

    En la Encclica Redemptoris Mater, el Papa Juan Pablo II afirma que la maternidad nueva sobre la cual Jess habla a sus discpulos, concierne concretamente a Mara de un modo especialsimo, puesto que ella es exactamente la primera entre aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen, por eso afirma el Papa, se refiere sobre todo a ella la bendicin pronunciada por Jess en respuesta a las palabras de la mujer annima (Lc 11, 27-28). Sin duda Mara es digna de bendicin por ser elegida como madre biolgica del Hijo de Dios, pero sobre todo por su actitud de entrega total y libre en el momento de la Anunciacin,

    7 Cf. BOJORGE, Horacio. La Virgen Mara en los Evangelios. Pamplona: Gratis Date, 2004, p. 11. 8 Cf. SCHILLEBEECKX, Edward. Mara, Madre de la Redencin. Bases religiosas del Misterio de Mara. 2 ed. Madrid: FAX, p. 48.

  • Pgina 5 de 6

    porque ha credo y ha sido obediente a Dios, cuyas palabras guardaba cuidadosamente en su corazn.9

    Una relacin de esta percopa con Mc 10, 29-30 Nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por m y por el Evangelio quedar sin recibir ciento por uno permite comprender con perfeccin que el aparente rechazo de Jess es en verdad una alabanza a la fe y a la obediencia de Mara, que no estuvo unida a Jess slo ni primariamente por un vnculo de sangre. Este vnculo exige previamente un vnculo que Jess estima como mucho ms importante: Mara crey en Jess antes que el Verbo fuera Jess.10

    2.2. Marcos 6, 3

    El segundo texto de Marcos que hace referencia a Mara es: No es acaso el carpintero, el hijo de Mara, hermano de Santiago, de Jos, de Judas y de Simn? Y sus hermanas no viven aqu entre nosotros?.

    La gente se asombra con su sabidura y sus milagros, reconociendo que no pueden ser fruto de sus races biolgicas. La intencin del evangelista es por tanto, afirmar el origen divino de la sabidura de Jess que trasciende a los vnculos familiares. Las obras de Jess eran inexplicables por la carne y el parentesco, no habra que explicarlas por el espritu de Dios?

    Marcos afirma claramente que Jess es el Hijo de Mara (Mc 6, 3), la misma denominacin utilizada en el Corn11. Aunque la teologa musulmana no considere la divinidad de Jess, afirma claramente la concepcin virginal de Mara por obra del Espritu Santo.

    Es muy expresivo que en la sociedad patriarcal semtica San Marcos denomine a Jess por el nombre de su Madre, pues el hijo era siempre denominado con el nombre de su padre. El propsito del evangelista al denominar a Jess por el nombre de la Madre es una seal evidente del reconocimiento de la concepcin virginal de Mara sin concurso de varn. Este texto puede ser comparado con el pasaje de Gal 4, 4-5, en que Pablo afirma que Jess es nacido de mujer, remarcando la verdadera humanidad de Jess, cuando el pueblo resalta la sabidura que le ha sido dada, expresin que parece un reconocimiento de que la misma tiene origen divino.

    La hiptesis de que Jos ya se haba muerto en esta poca y que la referencia a Jess como hijo de Mara se debera a la viudez de su Madre, se deshace por la comparacin con los lugares paralelos:

    Mt 13, 55: No es ste el hijo del carpintero?Su Madre no se llama Mara?. Lc 4, 22: No es ste el hijo de Jos?. Jn 6, 42: No es ste Jess, hijo de Jos, cuyo padre y madre conocemos?.

    Marcos es el nico que presenta a Jess como carpintero y es tambin el nico que no menciona a Jos como padre de Jess. Sin embargo, esta expresin demuestra que, aunque 9 Cf. JUAN PABLO II. Encclica Redemptoris Mater, n. 20. En : Insegnamenti di Giovanni Paolo II. Vaticano, 1988, t. X, 1, p. 765. 10 Cf. BASTERO DE ELEIZALDE, Juan Luis. Mara, Madre del Redentor. 3 ed. Pamplona: EUNSA, 2009, pp. 106-109. 11 Cf. El Corn, Sura 2, v. 87, 253; Sura 4, v. 157, 171; Sura 5, v. 17, 46, 72, 75, 78, 110, 112, 114, 116; Sura 6, v. 31; Sura 19, v. 34, 50; Sura 33, v. 7, 57; Sura 57, v. 27; Sura 61, v. 6, 14. El Corn habla 36 veces de Mara, cuyo nombre est presente en 21 de sus pginas, siempre refirindose a Jess como el Hijo de Mara, poniendo de relieve la virginidad de Ella, sin aceptar todava la filiacin divina de Jess, a quien denomina El Ungido. En la Sura 66 se reconoce la virginidad de Mara y la infusin del Espritu Santo en Ella.

  • Pgina 6 de 6

    Marcos no relate la concepcin virginal de Mara, conoca perfectamente esta concepcin, al afirmar que Jess es Hijo de Mara y no referir su filiacin a Jos, relacionando a Jess con el Padre celestial y con Mara.12 Los otros sinpticos no necesitan este cuidado, puesto que sus lectores conocen los relatos de la Anunciacin y del aparecimiento del ngel a Jos.

    El Evangelista siempre nombra a otros personajes con referencia a su filiacin paterna, es por ejemplo el nico en calificar al ciego de nacimiento como el hijo de Timeo. Sin embargo, nunca utiliza la expresin hijo de Jos, sino que por siete veces denomina a Jess Hijo de Dios.13 Otras veces se refiere como hijo del hombre y cuatro veces como hijo de David, haciendo de su testimonio sobre la maternidad virginal de Mara una verdad positiva, aunque no explcita.14

    El inslito ttulo de Jess, el Hijo de Mara insina, dndole la vuelta, desde las afirmaciones explcitas sobre la filiacin divina de Jess que hace Marcos, este otro: la madre de Dios. Ambos son como las dos caras de una nica medalla15:

    El Hijo de Mara

    El judasmo del siglo II en polmica anticristiana, intent utilizar la expresin Hijo de

    Mara como una alusin para un nacimiento de Jess fuera del matrimonio. En algunos escritos rabnicos se pretende vituperar a Jess de una forma ofensiva, apodndole ben Panthera (hijo de Pantera, nombre comn entre los legionarios romanos)16, tesis tambin afirmada por Celso (ao 178) y rebatida por Orgenes y Eusebio. Esta historia no es referida por Justino en su dilogo con el judo Trifn, obra escrita el ao 150. Es evidente que se trata de una parodia del Evangelio de San Mateo, formulada por los judos de la dispora, puesto que no era conocida en Palestina en la poca de Justino.17

    Marcos es as el evangelista que menos habla sobre Mara, pero demuestra conocer la tradicin sobre su maternidad virginal y su calidad de perfecta discpula como precedente necesario para que su maternidad alcance una dimensin a la altura de la eleccin divina, por su total aceptacin en la suma fe que caracteriz toda la vida de Mara.

    12 Cf. BASTERO DE ELEIZALDE, Juan Luis. Op. cit., pp. 110-112. 13 1, 1; 1, 11; 3, 11; 5, 7; 9, 6; 14, 61; 15, 39. 14 Cf. BERTETTO, D., Maria la Serva del Signore. Npoles, 1988, p. 39. 15 Cf. RUIZ PREZ, Mara Dolores. Mara en Marcos indiferencia?. (http://www.laici.va/content/dam/laici/documenti/donna/bibbia/espanol/mari_a-en-marcos.pdf) 16 Segn algunos autores, esta parodia se encuentra registrada en algunos escritos rabnicos del siglo II: Mishna Yebamoth 4, 13; Sabbath 104b; Sanhedrin 67a; Peshita Rabbathi 100b; Tosefta Hullin 2, 24, etc. 17 Cf. GARCA PAREDES, Jos Cristo Rey. Mariologia. Sntese bblica, histrica e sistemtica. So Paulo, Ave Maria, 2011, p. 27.

    De Dios La Madre